ISTMO - Dilemas Éticos y Empresariales

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ISTMO

DILEMA 1 - ENTRE DOS SALIDAS FALSAS

Tengo una pequeña empresa de outsourcing en Recursos Humanos, somos 18


personas trabajando. Una de mis colaboradoras, María, que lleva dos años y medio
en su puesto, se embarazó y, como es lógico, tomó sus tres meses de incapacidad
reglamentaria. Para suplirla contraté entretanto a una persona que ha resultado
mucho más eficiente. María está a punto de regresar y los dos subdirectores me
insisten en que la liquide y contratemos de planta a la persona nueva que en este
poco tiempo ha logrado sacar todas las tareas de rutina y destrabar dos
negociaciones con distintos clientes. Tengo muy claro que mi deber es ver qué es
más conveniente para la empresa, pero me parece una canallada deshacerme de
María, ¿lo es?

Los asesores sugieren

1 Sí, ciertamente parece muy dura esa decisión, añadido además el dato de la
reciente maternidad. Se parece a la pesadilla de todos los que están en la primera
alineación de un equipo deportivo: ser desplazados definitivamente por su
reemplazo ocasional; aunque en la práctica eso lleva a todos los jugadores a hacer
constantemente su mejor esfuerzo para permanecer en el primer equipo. En este
caso, lamentablemente, el equipo es pequeño y no permite tener en la banca a nadie.
A no ser que ella esté dispuesta a hacer sustituciones de otras personas cuando se
requiera y mostrar ahí sus habilidades. Pienso que habría que tratarla bien, conforme
al derecho, y con deferencia a su persona y situación, para evitar lastimarla.

Si las cosas se hacen así, quizá en poco tiempo la empresa desarrolle y pueda
contratar nuevo personal, entre otras personas a María.

2 Efectivamente el o la directora tiene que ver por lo que más conviene a la empresa.
Sin embargo, la empresa es una comunidad de personas en torno a un objetivo. El
bien de la empresa también es el bien de las personas que trabajan en ella.
Habiendo dicho esto, una variable muy importante en este dilema es la rectitud de
intención, pues muchas empresas «aprovechan» los periodos de embarazo para
despedir o liquidar a sus empleadas con la idea de que serán menos productivas por
volverse madres de familia. Esto hay que evitarlo a toda costa, pues además de ser
una evidente injusticia, en la actualidad la sociedad y las autoridades castigan
severamente este tipo de prácticas. Si la otra persona es muy eficiente habrá que
buscar integrarla a la empresa sin perjudicar a María. Si el presupuesto no alcanzara
para las dos personas, se tiene que cuidar mucho liquidar a María con todas las
reservas de la ley, explicarle la situación y vigilar los aspectos legales para evitar
futuras demandas.
DILEMA 2- LAS “INDISPENSABLES” MORDIDAS

Soy subdirector operativo de una empresa reciente de reciclado que ha trabajado


intensamente con varios gobiernos estatales. Hemos logrado crecer, colocarnos
bien en la industria y dar trabajo a más de doscientas personas. Sin embargo, me
acabo de enterar que hemos ganado varios concursos de licitación repartiendo
fuertes sumas entre distintos niveles de nuestros clientes. El director y
administrador de la empresa me ocultaron esos datos porque esperaban mi
reacción de rechazo y «escrúpulos excesivos». Ahora que lo sé me argumentan que
es la única manera de seguir adelante y que si nos negamos la empresa se reduciría
notoriamente y dejaríamos a mucha gente sin trabajo. Siempre he buscado actuar
con ética pero hoy no veo modo de resolver este dilema.

Los asesores sugieren

1 Me parece un tanto iluso pensar que con esas mordidas se está dando trabajo a
mucha gente. Basta pensar en las empresas que concursaron y no ganaron por no
haber participado en la corrupción y en los empleados que tuvieron que ser
despedidos o no fueron contratados por ellas. El sistema de mordidas siempre es
ineficaz y termina por hacer los procesos más caros e ineficientes y es finalmente la
sociedad, y los más necesitados, quienes salen perdiendo. Tu empresa maneja un
sistema de poca transparencia, lo que genera muchos peligros. Ahora fue el tema de
las mordidas, luego será el de los impuestos, después las prestaciones de los
trabajadores, y más tarde podrá ser cualquier cosa. Además, se pretenderá
mantener la información real en sólo ciertos niveles o círculos de gobierno.

Creo que habrá que hacer, con valentía, una evaluación sincera de las posibilidades
reales de influir positivamente en las prácticas éticas de la empresa y según el
resultado decidir si permanecer ahí o mejor buscar trabajo en otro lado donde tus
«prejuicios éticos» no interfieran con las prácticas de la empresa.

2 La manera en que la corrupción sobrevive en una sociedad es porque se parte de


la premisa que «las cosas así son y nunca cambiarán». Lamentablemente vivimos en
un país que se define con un «entorno de alta corrupción», donde no sólo las
prácticas de mercado están permeadas de actos corruptos, sino que además la
sociedad las tolera.

Todo acto de corrupción es de injusticia porque siempre hay un tercero afectado


(casi siempre los más pobres). Ahora bien, cada acto que realiza la empresa va
construyendo su imagen, su marca, por tanto, si la empresa está acostumbrada a
dar sobornos la imagen ante sus stakeholders se verá dañada.

Si consideras que este tipo de prácticas van contra tus valores tienes que pensar
muy bien si permaneces ahí; con el agravante de que tus colegas te han ocultado
información por algún tiempo. Una empresa que es corrupta difícilmente logrará
retener talento en el mediano plazo. La lucha contra la corrupción no es fácil y no se
puede emprender solo, pero si las cabezas no están convencidas de ciertos valores
como la honestidad, es muy complicado pedirla al interior de la misma empresa.

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