Radicación Progresista

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Argentina 2002-2011:

neo desarrollismo y

radicalización progresista2002-2011 (Gastón Angel Varesi)

El artículo propone analizar La dinámica política económica después de la


convertibilidad

En primer lugar el autor introduce aportes teóricos sobre el concepto del modelo de
Acumulación.

Luego, realiza un ejercicio de periodización y caracterización del modelo


posconvertibilidad. Posteriormente, se sostiene que a partir del “conflicto del campo”
se instituyó un punto de inflexión que puso en crisis el momento hegemónico
alcanzado hacia 2006 ,en este momento y contexto el kirchnerismo comenzó a
impulsar un proceso denominado radicación progresista.

La profunda crisis mundial constituyó un marco de acciones del cual se Desplegó


un plan anticrisis De corte neo desarrollista.

1. Hacia una conceptualización del modelo de acumulación

Analizaremos el modelo de acumulación a partir de tres núcleos constitutivos: las


políticas económicas, las variables económicas y las fracciones de clases.

podemos hablar de modelo de acumulación cuando es posible identificar


regularidades y prelación (en el sentido de jerarquía explicativa) tanto en el nivel
estructural, que contiene los núcleos de fracciones de clase y de variables
económicas, como en el nivel súper estructural, de las políticas. Las políticas
constituyen acciones estatales que definen las “reglas de juego

Asimismo, en el modelo de acumulación se manifiestan elementos sedimentados de


las lógicas previas de modelos (y regímenes) anteriores evidenciados en diversas
variables económicas que sólo son modificables en mediano o largo plazos, como
por ejemplo la concentración y extranjerización económica, y es por esto que el
modelo no puede ser reducido a las políticas o al proyecto de gobierno. A su vez, el
modelo presenta una correlación de fuerzas entre las distintas fracciones de clase,
permitiéndonos observar qué colectivos de agentes aparecen beneficiados y
perjudicados por el nuevo estado de cosas.

Así, el modelo de acumulación es la forma que adquiere el proceso de reproducción


ampliada del capital en un espacio y tiempo determinados en el cual se observan
relaciones de regularidad.
Es en esta interrelación de los distintos núcleos conceptuales antes señalados que
se gesta la reproducción ampliada de las clases sociales, como advierte Poulantzas,
“las clases sociales no existen sino en la lucha de clases, con dimensión histórica y
dinámica. La constitución de las clases, de las fracciones, de las capas, de las
categorías, no puede hacerse más que tomando en cuenta esta perspectiva histórica
de la lucha de clases” .

Por ello analizar las fracciones de clase implica estudiar sus relaciones de fuerza.
Este proceso de lucha de clases tiene un elemento destacado en el Estado. “El
Estado capitalista, sin dejar de representar de manera predominante los intereses de
la clase o fracción hegemónica -esta misma variable-,Para nuestro trabajo, cobra
importancia el análisis de las políticas económicas como acción o intervención
estatal porque las mismas inciden en la configuración y mantenimiento de un modelo
de acumulación reorganizando de manera singular los equilibrios inestables entre las
fracciones de clase en estrecha vinculación con los cambios en sus relaciones de
fuerza. Pero a su vez, la acción estatal se encuentra enmarcada en condiciones
económico-estructurales que le preceden, y que fueron consolidándose en etapas
anteriores del proceso de reproducción ampliada del capital y de las clases sociales.

2.Modelo de acumulación posconvertibilidad : periodización y características

Entendemos que en América latina se expresan actualmente tres proyectos político


económicos de gobierno: “En primer lugar, se encuentran las pretensiones de las
clases dominantes y la derecha latinoamericana de utilizar la crisis para imponer un
nuevo ciclo de reformas neoliberales, que permita profundizar la
transnacionalización y la desnacionalización de las economías, imponer un régimen
de incentivos extremos al gran capital, y proseguir con el proceso de redistribución
regresiva de ingresos, en detrimento de los fondos de consumo de los trabajadores.

En segundo lugar, se encuentran los proyectos políticos de los gobiernos que no


pretenden producir una ruptura explícita con las políticas neoliberales, imponen
cambios de acento y nuevos énfasis tanto en materia social como en políticas de
producción. Se trata de los proyectos posneoliberales que se inscriben dentro de una
línea neodesarrollista, confían en las posibilidades del capitalismo productivo y
nacional, con altos incentivos a la inversión extranjera, y sin compromisos a fondo
con políticas redistributivas.

En tercer lugar, se encuentran los proyectos político económicos de los gobiernos


basados en una importante movilización social y popular, con una voluntad expresa
de cambio, a favor de una ruptura con las políticas hasta ahora imperantes, en
defensa de un proyecto de soberanía, autodeterminación, y de nuevo entendimiento
de la economía y de la integración de la región y los pueblos.

Estos distintos proyectos de gobierno, generan a través de sus políticas


modificaciones en el proceso de acumulación de capital, contorneado a su vez por
los cambios en las relaciones de fuerzas entre las fracciones de clase y las
características de las variables económico estructurales de largo plazo

En Argentina El modelo posconvertibilidad comenzó a configurarse a partir de seis


políticas fundacionales:

1) la devaluación,

2) la implementación de retenciones a la exportación,

3) la pesificación asimétrica de deudas y depósitos,

4)el “salvataje” al capital financiero,

5) el default,

6) el congelamiento y renegociación de tarifa

Estas políticas fueron dando lugar a un nuevo modelo de acumulación que, presenta
rupturas y continuidades respecto del modelo de los años ‘90, marcando el inicio del
régimen neo desarrollista.

La devaluación generó un tipo de cambio internacionalmente competitivo que


permitió a los agentes del capital productivo la dinamización de las exportaciones, y a
través de su gravamen mediante retenciones y el aumento de la recaudación
tributaria, dio lugar a la recomposición de las cuentas públicas.

las retenciones procuran, por un lado, limitar la inflación, desdoblando precios


internos y externos, y por otro, constituir una herramienta de recaudación fiscal.
También persiste una fuerte presencia de la industria automotriz, ligada con el
ensamble final y exportación de vehículos.

La pesificación asimétrica de deudas y depósitos, fue el mecanismo implementado


durante el gobierno de Duhalde para “socializar” y licuar las deudas de las empresas
industriales, el sector agropecuario y las privatizadas.

En ese contexto, dicho gobierno dispuso un plan de “salvataje” al capital financiero


destinado a compensar a los agentes de ese sector a través de la emisión de nueva
deuda pública.
El capital financiero se encontraba afectado por el default en tanto los
conglomerados financieros eran poseedores de una parte importante de los bonos.

El congelamiento y rediscusión tarifaria que afectó a las privatizadas. El gobierno de


Duhalde desplegó una estrategia dual, por un lado, beneficiando a las empresas
ubicadas en áreas no sensibles al consumo popular y, por otro, dilatando las
negociaciones en todas las áreas sensibles para dejarlas al gobierno siguiente

Luego, el gobierno de Kirchner desarrolló una estrategia heterogénea consistente en


tres acciones estatales: renegociación, reestatización y creación de empresas
estatales, persiguiendo tres objetivos:

1) desmantelar los procesos judiciales que muchas privatizadas llevaron al CIADI;

2) mantener el nuevo esquema de precios relativos favorables a la producción de


bienes transables;

3) aumentar la influencia del Estado en determinadas área.

El 2002 marca también el punto de mayor deterioro histórico de los indicadores


sociales, con dramáticas consecuencias en las condiciones de vida de las clases
subalternas. En diversos trabajos se señala el punto de partida del actual modelo en
2003: partiendo de este punto y excluyendo las implicancias de 2002, se habla de un
modelo basado sobre la industria y el trabajo, progresivamente distributivo. De hecho
todos los indicadores muestran mejora desde ese punto, y efectivamente existe un
cambio progresivo clave en el nivel político: la asunción de

Néstor Kirchner y el desarrollo del kirchnerismo como una corriente (y cultura)


política particular dentro del peronismo. El 2002 fue el inicio de la fase expansiva del
ciclo de acumulación, ya que impulsó altas tasas de rentabilidad para el capital.

A partir del gobierno de Kirchner se han desplegado cuatro mecanismos para detener
la caída del salario real e impulsar distintos grados de recomposición del ingreso

1) El aumento del salario mínimo, que se dio a partir de la convocatoria al “Consejo


Nacional del Empleo, pla Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil”,
revalorizando las mediaciones sindicales y patronales, y que sería incrementado
anualmente.

2) La multiplicación de los convenios colectivos marcan una ruptura con las décadas
previas, permitiendo importantes recuperaciones del salario real, aunque esto se dio
de forma dispar y sin alcanzar al amplio conjunto de los trabajadores no registrados.
3) Se extendió la jubilación mínima a 1.800.000 jubilados que se encontraban por
fuera del régimen.

4) El gobierno impulsó acuerdos de precios con los principales productores y


comercializadores, incluyendo la adjudicación de subsidios, para intentar contener la
inflación.

Estas políticas tuvieron un efecto positivo, pero limitado y dispar.

Lo positivo radica en el aumento de los ingresos reales y mejora de los indicadores


sociales respecto del momento de su aplicación, elevando sobre todo los “pisos” de
ingresos. Pero contienen un efecto limitado ya que, si bien se incrementan los
salarios reales, la participación de los asalariados en el PIB se ubicó en por debajo
del 31%

Dinámica política y política económica en contexto de crisis

2008 fue un año de cambios importantes tanto en el nivel político como en el


económico.

Inicio del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner este fue atravesado por fuertes
conflictos detonados a partir de la confrontación de una medida particular de política
económica ligada con el cambio del régimen de retenciones pero evidenciando la
conformación de un nuevo alineamiento dentro de la clase dominante que salió a
disputar la hegemonía hasta entonces estabilizada. Esta crisis de hegemonía, a su
vez, se articuló con el contexto de la crisis mundial que comenzó a mostrar sus
primeros síntomas.

Conflicto del campo y derrota electoral

El conflicto estalló con la“resolución 125” establecía un aumento en las retenciones


a determinados productos del agro, que habían alcanzado un récor histórico en sus
precios.

En el nivel de las fracciones de clase, se produjo la particularidad de que los agentes


económicos y representaciones corporativas que salieron a enfrentar al gobierno
constituían parte de la principal fracción beneficiaria del modelo, la fracción
productivo-exportadora del capital.

Es en este enfrentamiento donde comenzó a visualizarse la articulación de un


alineamiento que se conformó como adversario del oficialismo.

Este alineamiento gestó una ofensiva que no sólo logró derrotar en el Congreso la
medida de retenciones móviles, sino que también se mostró triunfal en las
elecciones legislativas de 2009, con la relevancia de derrotar en la provincia de
Buenos Aires al mismísimo Néstor Kirchner junto con el gobernador Daniel Scioli. Se
conformó así un alineamiento que encarna las pretensiones de las clases
dominantes de recuperar el paradigma neoliberal como proyecto de gobierno.

Crisis mundial y políticas anticrisis

En este marco comenzaron a manifestarse los primeros síntomas de la crisis


mundial, que alcanzó a la Argentina en una etapa que mostraba cinco años de
crecimiento a tasas cercanas al 9% anual. Esta crisis cuenta con la singularidad de
que se gestó y propagó primero en las economías centrales expandiéndose luego a la
periferia. En lo que respecta a la Argentina podemos visualizar dos mecanismos de
propagación principales: el impacto en materia de comercio exterior y el ajuste en los
planes de producción de las empresas,

En relación con el comercio exterior se constató la caída del comercio mundial tanto
por la caída de las cantidades como de los precios de las exportaciones
(principalmente productos primarios y MOI) cortando, en 2008, el crecimiento
continuo de las exportaciones locales desde la devaluación.

El segundo mecanismo refiere al ajuste de planes productivos por parte de las


empresas. Este factor afectó en varios sentidos: una caída en la inversión y el
incremento de fuga de capitales, que, junto con el deterioro del comercio exterior,
llevaron a la desaceleración del crecimiento, la retracción industrial y al aumento del
desempleo.

En este contexto, el gobierno comenzó a desarrollar un extenso plan anticrisis que, a


nuestro entender remarca el carácter neo desarrollista del proyecto oficial con sus
incidencias en el nivel del modelo de acumulación. De este modo, se lanzó un amplio
abanico de medidas encaminadas a mantener los pilares de estabilidad del modelo
(superávit comercial y fiscal) y suavizar el impacto de la crisis mundial sobre el PIB y
el empleo.

El gobierno también desplegó otra serie de medidas orientadas a dar respuestas a las
demandas del capital productivo, como las transferencias indirectas, a través de
exenciones y Rebajas impositivas

El blanqueo de capitales, que procuró contrarrestar la presión de la fuga de capitales,


buscando la declaración de los fondos de los residentes locales en el exterior y su
inversión en la economía Argentina a través de descuentos tributarios.
Otra medida consistió en una amplia moratoria impositiva que condonó parte de la
deuda a pagar y suspendió las acciones penales ya iniciadas contra los evasores.
También promovió el registro de los trabajadores y la regularización de los aportes
jubilatorios.

Otro elemento fundamental del plan anticrisis que marca su carácter neo
desarrollista ha sido la derivación de recursos hacia la obra pública. El gobierno creó
un masivo plan de obra pública por $ 111.000 millones a ejecutarse entre 2009 y
2011, con el fin de generar empleo y hacer frente a la desaceleración del crecimiento
económico. El Plan Obras para Todos los Argentinos orienta fondos para obras de
infraestructura vial, hábitat social, energía, minería y transporte público.

En las medidas anticrisis orientadas explícitamente a los trabajadores, se destaca el


aumento del salario mínimo que pasó de $ 1.240 a $ 1.500 en enero de 2010.

Finalmente, podemos señalar el paquete de medidas sociales que incluyeron un


conjunto de iniciativas tales como aumentos en el presupuesto del Plan Alimentario
Nacional, un incremento del 50% en el adicional por hijo y la creación de 1.000
cooperativas, cuyo impacto en el empleo. Estas medidas implicarían un aumento de
$2.000 millones en las partidas destinadas a programas sociales.

A fines de 2009 se lanzó un plan social clave en la conformación del proceso de


radicalización progresista: la Asignación Universal por Hijo para la Protección Social
(AUH).

Este conjunto de medidas mostraron capacidad para enfrentar los principales efectos
de la crisis mundial, alcanzando a estabilizar hacia 2010 los principales indicadores
económicos, reconduciendo a la economía hacia el crecimiento y la generación de
puestos de

trabajo.

El lugar del conflicto en el proceso de radicalización progresista

Si bien el kirchnerismo apareció desde un comienzo como una fuerza de cambio por
su políticas. En materia de derechos humanos, educación, ingresos e integración
latinoamericana, nos referimos a un proceso de radicalización progresista ya que,
frente a la pérdida de adhesiones al interior de la clase dominante y la conformación
del alineamiento de derecha, el kirchnerismo profundiza la estrategia de
confrontación contra sus adversarios y procura recostarse más sobre los sectores
productivos aliados y, crecientemente, sobre las clases subalternas.
La “Ley de Medios” representa una iniciativa democratizadora que apunta a la
desconcentración y favorece una mayor pluralidad de perspectivas ya que prevé la
repartición de licencias en tres tercios: uno para privados, otro estatal y un tercero
para organizaciones sin fines de lucro.

El Grupo Clarín, tanto por ser el principal concentrador de medios a nivel nacional
había sido afectado previamente por la des-privatización y socialización de la emisión
de fútbol, cuyo mono-polio poseía, y por la actual disputa en torno del principal
insumo de la prensa escrita a partir de la incidencia estatal de proyección
antimonopólica en Papel Prensa, confrontando también con el diario La Nación

Conclusiones: rasgos,alcances y límites del neodesarrollismo

Se gestó en la Argentina un nuevo modelo de acumulación a partir de 2002, que


expresa cambios en la correlación de fuerzas centrándose sobre la fracción
productivo-exportadora del capital.

Se inició una fase expansiva de acumulación capitalista basada sobre una lógica
productivo-exportadora ,estructurada a partir del procesamiento y exportación de
recursos naturales (tierra, petróleo, minería) y las industrias automotriz, siderúrgica y
química.

El surgimiento de la crisis mundial profundizó un cúmulo de tensiones propias del


modelo y amenazó con desestabilizarlo. En este contexto, el gobierno desplegó un
activo plan anticrisis que confirma el carácter neo desarrollista que busca imprimirse
al modelo, procurando mantener tanto los pilares de estabilización del modelo
posconvertibilidad (superávit fiscal y comercial) como el empleo y la producción. Se
observa un fuerte crecimiento del gasto público para sostener la demanda y
estimular la actividad económica, claramente contrastante con los planes de ajustes
impuestos por la Unión Europea a España y Grecia. Lejos de realizarse un nuevo
“salvataje”al sector financiero, se estatizaron las AFJP recuperando el Estado
recursos clave para el financiamiento del plan anticrisis

El escenario político se convulsionó en 2008 con el “conflicto del campo” y la


conformación del alineamiento de derecha que logró derrotar al oficialismo en dicho
conflicto y en las urnas en 2009.

Por un lado encontramos límites estructurales, ligados a la fuerte extranjerización y


concentración económica, que implica un sujeto dominante muy distinto a la
“burguesía nacional” apelada en el discurso.

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