Parlamentarismo
Parlamentarismo
Parlamentarismo
Estas son algunas características del sistema parlamentario chileno entre 1891 y 1925 (año
en que se dicta la nueva constitución):
En resumida cuenta la política en Chile, que desde Portales se había centrado en los
quehaceres del presidente de la republica, durante esta época se centró en la actividad del
congreso restándole poder al ejecutivo.
Si bien en este período se pueden enumerar una serie de ventajas o fortalezas, como la
regularidad constitucional que predominó ante el manejo del Congreso y la ausencia de
personalismos militares y civiles a gran nivel, en términos políticos se puede considerar
como uno de los menos fructíferos y de un fuerte dominio de las instancias decisivas por
parte de la oligarquía.
El llamado parlamentarismo a la chilena se diferenciaba del parlamentarismo ingles
principalmente en la cantidad de partidos políticos que participaban activamente en el
congreso y sus discusiones. Mientras en Gran Bretaña la discusión era llevada a cabo por
dos partidos únicamente, en Chile existían numerosos partidos políticos que hacían las
discusiones eternas.
La existencia de este gran número de fracciones políticas terminó generando dos
fenómenos negativos para el desarrollo de la política de aquella época. Una era la llamada
rotativa ministerial, que consistía en el frecuente cambio de ministros, debido a que el
Congreso muchas veces mediante los representantes de cada facción, exigían o impedían el
desarrollo de políticas de gobierno, lo que finalmente propiciaba problemas y conflictos
sociales.
También se practicaba la llamada política de círculos. Aquello consistió en la
concreción de acuerdos y alianzas de manera elitista. Es decir, los políticos acostumbraban
a reunirse en lugares como el Club Hípico o el Club de la Unión para tomar las decisiones
de importancia y en la conformación de alianzas a falta de mayorías sólidas y estables en la
correlación de fuerzas de partidos políticos en el Congreso. Estas decisiones se
transformaban en patrimonio solamente de aquellos que podían entrar a estos exclusivos
círculos. Era un signo más de un reinado de la oligarquía nacional y extranjera.
A su vez, el predominio de este sistema dominado por partidos políticos
representantes de la oligarquía se afianza con la llamada Ley de Comuna Autónoma
(1890), que fortaleció la independencia del municipio, entregándole el control electoral.
Aquello, sin dudas, que le dio menos herramientas al ejecutivo de intervenir en las
elecciones, pero ayudó también para la formación de poderes locales que controlaban la
comuna que les correspondía, produciéndose una intensificación del cohecho que entregaba
poder a caudillos oligarcas, poderosos económicamente. El “caciquismo”, que es el
liderazgo de las personas influyentes, terminó dominando la política y los partidos
funcionaban en torno a sus lógicas.
El sistema político del parlamentarismo estaba compuesto por una serie de partidos
políticos representantes en su mayoría de los intereses de la oligarquía y en algunos casos
de la clase media. Igualmente, finalizando el período en 1912, se crea el primer partido de
extracción obrera, el Partido Obrero Socialista, que en 1922 se transformaría en el hasta
hoy vigente Partido Comunista. Específicamente, los partidos a los que se hacen referencia
son:
Ahora bien, las alianzas que conformaron y que se pudieron visualizar en el período fueron
(excluyendo a los más contemporáneos POS y PC):
1. Alianza Liberal: Conformada por Liberales, Radicales y Demócratas. Excluía a los
Conservadores.
2. Coalición: La integraban Conservadores, Nacionales y parte de los Liberales. Tenía
semejanzas con la antigua Fusión Liberal-Conservadora.
Estas fueron las dos fórmulas principales, pero finalmente terminaron uniéndose de
diferentes maneras principalmente en la formación de gabinetes. Es así como se reflejaba la
poca diferencia entre ellos en términos económicos, sociales e incluso ideológicos, ya que
todos finalmente tenían una base liberal. El abanico político tenía tres sectores:
Conservadores, Liberales junto al Partido Nacional, y los Radicales que solía unírseles el
pequeño Partido Democrático. Lo que más separaba a estos sectores era la cuestión
religiosa y educativa. En otros asuntos, como la política económica, nunca existían mayores
avances ni mayores diferencias, declarándose estos temas como “cuestión abierta” (cada
cual podía opinar libremente sin provocar disensiones)
1. Minería
Cobre: (explotación cuprífera): Durante la 2ª mitad del siglo XIX, Chile llegó a ser el
primer productor mundial de cobre (mina de Tamaya), pero luego fue decayendo a causa de
la competencia, la baja ley del mineral y la falta de inversiones. La actividad cuprífera sólo
resurgió a principios de este siglo con la llegada de capitales franceses y especialmente
norteamericanos (éstos desplazarán definitivamente al capital Inglés en las inversiones en
Chile). Los norteamericanos iniciaron la explotación de El Teniente (1905), Chuquicamata
(1913), Potrerillos (1920). En 1921 Chile ocupó el segundo lugar como productor mundial.
2. Agricultura y Ganadería
Los principales productos explotados eran el trigo y el ganado vacuno y ovino y la lana. Por
otra parte, se obtuvieron importantes éxitos con la incorporación de nuevos cultivos como
el trébol-semilla, la betarraga, la maravilla, etc. y con actividades como la vitivinícola, la
elaboración de productos lácteos y conservas. En la producción agrícola y ganadera se
mantenía vivo el orden tradicional de la hacienda y la estancia.
3. Industria
4. Obras Públicas
A pesar del mal manejo de los ingresos del salitre, esta época de bonanza económica si
materializó algunos avances en el ámbito de las obras publicas, especialmente en
ferrocarriles y puertos. Mientras en 1899 la red ferroviaria era de 1986 kilómetros, en 1920
la red ferroviaria era de 4570 kilómetros.
Uno de los graves problemas acaecidos durante este periodo fue el problema monetario.
Esto tenía que ver con que a partir de 1860 los bancos comenzaron en Chile a emitir papel
moneda (billetes) convertibles en oro, con la condición de mantener suficientes reservas de
ese metal como respaldo. Pero con la crisis económica que el país vivió en la década de
1870 se autorizó a emitir grandes cantidades de billetes sin el respaldo necesario, lo que
generó inestabilidad, inflación y falta de confianza en el papel moneda. En 1878 se decretó
una Ley de inconvertibilidad que dispuso el curso forzoso, es decir, la obligación de recibir
los billetes y la imposibilidad de canjearlos en el banco por el equivalente en oro. En 1892
se aprobó la ley de conversión metálica, la que se llevó a cabo en 1895. El papel moneda
volvía a ser convertible en oro. Pero como la gente prefería tener oro antes que billetes, en
1898 se dictó la 2ª Ley de inconvertibilidad y se volvió de nuevo al papel moneda.
Por lo anterior se generó una pugna entre los llamados “Oreros” (partidarios de la
convertibilidad) y los llamados “Papeleros” (partidarios del papel moneda o billete
inconvertible). Esta pugna se mantuvo durante todo el período parlamentario. El régimen de
papel moneda inconvertible y las devaluaciones periódicas tendían a favorecer a la
oligarquía fuertemente endeudada, de modo que así podía pagar sus deudas en moneda de
menor valor que el pactado al contraerlas. Ciertamente la inconvertibilidad y la devaluación
iban en desmedro de las clases media y baja, pues sus sueldos no eran reajustados. La
devaluación generaba inflación y con ello el continuo aumento de los arriendos, los
alimentos, etc.
Entre los años 1900 y 1920 la ligazón económica de Chile con Gran Bretaña se empezó a
debilitar en lo relacionado con el comercio internacional y con las inversiones y préstamos
(Hacia los comienzos del Parlamentarismo un 45% de las importaciones y un 70% de las
exportaciones chilenas estaban relacionadas con Gran Bretaña).
Las empresas norteamericanas iniciaron su adquisición de intereses industriales en Chile,
en energía, en transporte urbano y en la minería del cobre. En 1902 W. Brader adquirió el
mineral de "El Teniente". Posteriormente, el grupo Guggenheim se hizo cargo de
Chuquicamata y en 1920 la Andes Copper empezó la explotación de Potrerillos.
En el año 1900, las inversiones norteamericanas alcanzaban a 5 millones de dólares y en
1920, llegaban a 200 millones, 150 de los cuales correspondían al cobre.
También hubo presencia de capitales alemanes, especialmente en el transporte del salitre a
Europa. Pero, con la Gran Guerra, se terminó la influencia alemana, disminuyó la británica
y nuestro país quedó definitivamente bajo la esfera de influencia económica de EE.UU.
Hacia 1920, el capital extranjero dominaba en el salitre y en el cobre, pero además en la
industria manufacturera, un tercio de ella aproximadamente estaba controlada por este
capital.
Esta situación pesaba fuertemente en el sentimiento de crisis experimentado por muchos
testigos de la época y contribuyó a la generación de un espíritu nacionalista que fue
característico de esos años.
B. La Clase Media: Son denominados los "siúticos" como eran llamados despectivamente
por la oligarquía, fueron adquiriendo paulatinamente mayor importancia política. Esto se
debió principalmente al aumento de su nivel intelectual gracias a la educación pública
gratuita, que permitió aun a sus miembros más modestos, adquirir la instrucción necesaria
para labrarse una buena situación en las profesiones liberales como la abogacía, la
medicina, la pedagogía, etc.
Así se formó una clase media ilustrada que se empapó de los ideales laicos y
liberales de la época. La educación recibida sin embargo era marcadamente humanista,
descuidando aspectos técnicos o manuales que prepararían al joven para el campo laboral.
El egresado del liceo tenía pocas alternativas si no ingresaba a la universidad (muy
restringida en esta época). La gran fuente de trabajo para esta clase fue la administración
pública, pronto copada por ella.
También se nutrió con el ingreso de sectores humildes -campesinos, especialmente-
al ejército y sobre todo desde la promulgación de la ley de reclutamiento obligatorio; la
actividad comercial y el aporte de inmigrantes extranjeros. Tanto en las provincias
salitreras del norte como en las provincias de los frentes pioneros (La Frontera, Región de
Los Lagos, Punta Arenas) y ciudades más importantes (Valparaíso, Santiago y
Concepción), surgían familias de origen europeo que se sentían alejadas de la oligarquía
terrateniente y que eran, por lo tanto, más proclives al cambio y a las reformas.
Como se observa, el estado social de Chile hacia 1920 era totalmente distinto al de
1891. Al lado de la oligarquía se situaba ahora una clase media ilustrada que comenzó a
ingresar a los partidos políticos tradicionales, exigiendo una mayor participación. Por otro
lado, la clase obrera cada vez más consciente de sus derechos y cansada de soportar malos
tratos y prepotencias de sus patrones.
Si hay algo que se debe identificar de inmediato en el plano social del periodo analizado, es
la llamada “Cuestión Social”, que comienza a notarse con mayor fuerza en vista del auge
económico y la escasa atención que prestaba la elite dirigente a los serios problemas
económicos, sociales, laborales, sanitarios, etc., de los sectores populares de la época. Es
así que las diferencias sociales comienzan a ser profundamente marcadas.
El campo tradicionalmente era el seno del dominio de las clases altas de Chile y el hogar de
los pobres, pero poco a poco, especialmente a inicios del siglo XX, se producirían procesos
donde estas situaciones de desigualdad se extenderían a los centros mineros y a las grandes
ciudades como Santiago o Valparaíso.
EPIDEMIAS N° DEFUNCIONES
Viruelas 18.000
Tifus 25.000
Sarampión 10.000
Coqueluche 14.000
Difteria 2.000
Gripe 18.000
Tuberculosis 50.000
Mientras Chile aumentaba sus riquezas debido al auge salitrero, los sectores populares
vivían de forma cada vez más insoportable. Se registra una evidente caída del ingreso real
de los trabajadores, el trato en el trabajo es cada vez más impersonalizado, el trabajo cada
vez más duro, las jornadas laborales ascendían a 12 o 16 horas diarias de trabajo pesado, no
existían horarios de colación u oportunidad de descanso, a muchos se les pagaba en fichas,
etc. Sumado a eso las condiciones habitacionales de los trabajadores y sus familias eran
deplorables, las condiciones sanitarias eran pésimas, la mortalidad infantil llegó a los
niveles más altos del mundo de la época, el hacinamiento inundaba cada uno de los hogares
y la protección social desde el Estado era prácticamente nula.
Organización Obrera
Todo lo anterior lleva a una intensa
movilización popular de carácter
reivindicatorio a través de la
creación de varias formas de
organización:
Las mutuales: Fueron
agrupaciones originadas en
Chile, que promovían la
ayuda mutua y la educación
de los sectores populares,
para lo cual crearon
escuelas y consultorios médicos, editaron periódicos, socorrieron a enfermos,
viudas, huérfanos y ancianos, etc.
En Chile no existía Contrato de Trabajo, ni Ministerio del Trabajo. Por lo tanto no había
dónde reclamar. El Estado con una mentalidad liberal no intervenía, pues los asuntos
económicos son “relaciones entre particulares”. Ello originó huelgas que fueron
violentamente reprimidas, por ejemplo:
• La segunda huelga fue la de la carne (22-23 octubre de 1905). Motivo: el alto precio. Se
solicitaba derogar el impuesto al ganado argentino. Hubo graves saqueos y desórdenes. 70
muertos y 300 heridos.
El movimiento más grave se produjo en el gobierno de Pedro Montt, fue la huelga de Sta.
María de Iquique (21 de diciembre de 1907). Participaron unos 10.000 trabajadores.
Peticiones: pago de jornales al tipo de cambio de 18 peniques; comercio libre para evitar
abuso de las pulperías, medidas de seguridad en el trabajo, etc; todo lo cual fue rechazado
de plano por los patrones. Los obreros con sus familias bajaron a Iquique y fueron alojados
en la Escuela “Santa María”. Las conversaciones con el Intendente fracasaron. Éste ordenó
desalojar la escuela. Los obreros se negaron. El General Roberto Silva Renard ordenó
disparar. Hubo unos 2.000 muertos y otros tantos heridos.
Entre 1917 y 1920 hubo una cadena interminable de huelgas que respondían a años de
crisis económica y agitación política.
Los últimos años del periodo parlamentario el movimiento obrero fue adquiriendo carácter
ideológico y político, cuestión que se fue plasmando en la formación de los primeros
partidos políticos de extracción obrera.
En 1909 un abogado conservador organizó a los ferroviarios para que pidieran la
devolución de un descuento hecho a los salarios y lo lograron. Así nació La Federación
Obrera de Chile (FOCH), de carácter mutualista, que se extendió hacia los gremios.
Con el ingreso de obreros organizados en mancomunales, la FOCH cambió su carácter, de
principios mutualistas terminó convirtiéndose en una Federación Sindical. Hacia 1917 esta
entidad ya estaba dominada por los socialistas, seguidores de Luis Emilio Recabarren,
quién en 1912 había abandonado el Partido Demócrata y fundado en Iquique el Partido
Obrero Socialista (POS). En 1919 la FOCH celebró su tercera Convención y Recabarren,
fundador del POS (Partido Obrero Socialista), fue elegido máximo dirigente de la
Federación, y ésta declaró dentro de sus objetivos, la abolición del sistema capitalista. El
Partido Obrero Socialista de Recabarren no adquirió mucha fuerza al comienzo. A raíz de
la Revolución Rusa de 1917, el partido tomó el nombre de Partido Comunista e ingresó a la
III Internacional (1922). En 1918, los obreros de la FOCH, los anarquistas, más otros
grupos (profesores, estudiantes) formaron la Asamblea Obrera de Alimentación Nacional,
esta entidad organizó movimientos de protesta por la carestía de la vida. En 1918 hubo 30
huelgas; en 1919 hubo 82 huelgas; en 1920, hasta la elección presidencial, 47 huelgas. En
1919 se unieron los anarquistas y formaron una federación que constituyó la sección
chilena de la IWW (International Worker of the World).
Y Si Miramos la Cultura…
Con todo esto, cabe destacar que en el ámbito cultural existieron, durante este periodo
cambios sumamente importantes:
1. Las artes cambian de rumbo: Desde estar centradas en los sectores oligárquicos
pasan a centrarse en las labores cotidianas de los sectores populares. Ello se centra
en el ámbito de la pintura, la literatura, entre otras producciones. Con ello el pueblo
comienza a quedar registrado en la historia del país.
2. En Educación: Se comienza a promulgar un Estado Docente, en tanto el aparato
estatal comienza a tomar parte en la educación promulgando la Ley de Instrucción
primaria obligatoria (1920), y la educación superior de los docentes pasa desde la
Iglesia hacia la Universidad de Chile.