Doloras - Ramon de Campoamor
Doloras - Ramon de Campoamor
Doloras - Ramon de Campoamor
xí^fe^^c^^^¿t^
DOLORAS Y POEMAS
I
y
I
EXMO. S. D. R.\MÓN DE CAMPOAMOk
DOLORAS
Y POEMAS
DON RAMÓN DE CAMPOAMOR
De la Academia Española
Tomo I. — DOLORAS
Décimánona edición
parís
librería de garnier hermanos
6 — CALLE DES SAIXTS-PÉRES —6
1892
Es propriedad
N0V3 1972
'7 0FT0^^!^
CAMPOAiMOR
vicie.
opiniones ajenas.
imitan.
humorista.
palabra en cuestión.
£n teoría.
ticular.
rarios.
adorable suspicacia.
sonal.
maricas.
»
y popularice.
» lo peligroso ;
pero en Campoamor tiene aplicación el
ellos. »
tiene en España la — no me
escuela naturalista ó realista
gusta reñir por cuestión de palabras — ha dicho Cam- : «
antiguos y modernos.
I Níiñez de Arce.
CAMPO AMOR XXXI
E. Zerolo.
PRIMERA PARTE
COSAS DE LA EDAD
I
CAMPOAMOR
El corazón lastimado
Á dura cautividad,
Si yo volviera á tu. edad,
Y lo pasado, pasado
( Pero, señor,
¡ si es tan vieja !. .
.) »
CAMPOAMOR
III
— Triste
¡ es el placer gozado
— Más triste es el no sentido
Pues yo decir he escuchado
Que siempre el gusto pasado
Suele deleitar perdido.
— vuestra
Inútil es riña.
— Siento mal. — No me aqueja.
tu
— (¡Pero, señor, tan si es niña!...^
— (¡Pero, señor, si es tan vieja!...')
DOI.ORAS
II
GLORIAS DE LA VIDA
i
Digno sepulcro el desengaño os presta
¡
Cuan bien mi madre me alejaba en ésta
Del torpe error de mi fatal pasión
« ¡ Huye — dice — el amor, porque su gloria
Es pacto vil de la ilusión de un día,
III
VENTAJAS DE LA INCONSTANCIA
(Patricio M. de Rayón.)
Le jurabas te eternaL
¡Imprudente!
Nadie quiere eternamente;
Que pase un mes y otro mes,
Y me lo dirás después.
Aunque nuestro amor fué extraño.
Ya no lloro
Ni mi engaño ni tu engaño
Pues no ignoro,
Que la inconstancia es el cielo
One el Señor
Abre al fin para consuelo
A los mártires de amo;
CAMPOAMOR
. Que el Señor
Abre al fin para consuelo
Á los mártires de amor.
Sí, gacela;
Y engañados;
Pues la inconstancia es el cielo
Que el Señor
Abre al fin para consuelo
A los mártires de amor.
Que el Señor
Abre al fin para consuelo
Á los mártires de amor.
CAMPOAMOR
.IV
LOS SOLLOZOS
—
i
V
QUIEN VIVE, OLVIDA
EL
ADELA
ÉL
ADELA
ÉL
ADELA
ÉL
Me dijiste :
— « No te olvidaré jamás. » —
DOLORAS 13
ADELA
ÉL
ADELA
ÉL
En que, bellos,
Vivir era idolatrar!
ADELA
VI
De mi cautiverio el día,
Con Dios queda, hermana mía.
— Hermana mía. El te guarde. —
DOLORAS 17
VII
VIII
La de bostezar amando;
Mas si hoy, con más pulcritud
Y quietud.
No he ido á amar bostezando,
¿Fué egoísmo ó fué virtud?
IX
PROPÓSITOS VANOS
EL CONFESOR
— ¡
Siempre es viento
LA PENITENTA
Fray Modesto,
Que es inútil Ja más pura
Contrición,
Si abona nuestra ternura
Flaqueras del cora:(ón.
EL CONFESOR
— ¡Triste don.
Correr tras su perdición ! . .
LA PENITENTA
Nos avisa
Que es inútil ¡a más pura
Contrición^
Si abona nuestra ternura
Flaque:^as del corazón.
EL CONFESOR
— i
Dulcemente
Fascina así la serpiente
LA PENITENTA
(Que lo dudo).
Ya contaré que en el suelo
Nunca pudo
Sernos útil la más pura
Contrición,
Si abona nuestra ternura
Plaqueas del cora:^ón.
24 CAMPOAMOR
— ¡ Ay de vos
¡Antes Dios y siempre Dios!
LA PENITENTA
X
LA CIENCIA DE LA VIDA
Amargando tu existencia.
De tu coraión en daño,
Ya te enseñará esta ciencia
El libro de la experiencia,
£L AGORERO
¡
Dios los da hombre por amor profundo
al
— Seguid.
26 CAMPOAMOR
EL AGORERO
— Seguid.
EL AGORERO
XI
VANIDAD DE LA HERMOSURA
Á OCTAVIA
OCTAVIA
OCTAVIA
OCTAVIA
XII
VIVIR ES DUDAR
Siguiendo la esperanza,
Quien la alcanza una vez, frágil la alcanza
Si el aire sombra hiciera,
Como la sombra de los aires fuera.
Lloramos la partida
Y es en la humana suerte
La vida el pensamiento de la muerte.
XÍII
PODER DE LA BELLEZA
De la helle:(a el poder.
; Oh poder de ¡a belleza !
De la bel!e:<^a el poder
Un mes en mí de terneza
Es de treinta años emblema;
Es la vida... es el poema
Del poder de la bellexa,
¡
Con mi triste casamiento
(Mis ex-amadas, mi ex-gloria),
Ya nos arrebata el viento
Tanto amor que ha sido historia»
Tanta historia que fué cuento
DOLORAS 33
i
Santo Cristo de Candas 1
Perdonad mi desvarío
34 CAMPOAMOR
XIV
TODO SE PIERDE
Todo se pierde, ¡
ay ti iste
XV
LA COMPASIÓN
No alegró la soledad;
Y ahora mi pecho suspira,
No sé si porque es mentira,
Ó porque no fué verdad.
Si al proseguir su camino
Puso los ojos en ellas!
DOLORAS 39
— Dejadme en mi bienandanza
¡Bella será una esperanza,
Pero es muy dulce un recuerdo !
Me ponderaba halagüeño.
En plática tan sentida,
Y mi amante pesadumbre
Prosiguió astuto aumentando.
Hasta que el postrer vislumbre
Débil lanzando la lumbre.
Se fué la sombra espesando...
Su niña,
ruta, á inquirir?
— En vano fui, madre mía;
Ya el sol derretido había
La nieve que holló al partir.
DOLORAS 41
Corriendo desalentada
Fui de lugar en lugar...
— ¿Y qué hallaste, -desgraciada?
— Al cabo de ia jornada
Hallé el placer de llorar.
Á escuchar su frenesí.
Más ciega que él te impelía?
— La compasión, madre mía...
— Y.. . ¿quién la tendrá de ti ?
42 CAMPOAMOR
XVI
CORTA ES LA VIDA
La imagen de la fortuna :
Y alejándose al momento,
Por templar su mal no escaso,
Añadió en su pensamiento :
XVII
VIRTUD DE LA HIPOCRESÍA
eres.
Y, ó la palma no es el título
Riéndose maldiciente
Cierto galán exclamó :
3-
4Ó CAMPOAMOR
Da al misterio la verdad
Que la virtud, en su esencia.
Es opinión la mitad,
Y otra mitad apariencia.
XVIII
(para música)
Su tumba en mi corazón :
XIX
GLORIAS POSTUMAS
Si es su enemigo, no entone
El Libera nos á malo.
Cantan esto
Los que no aman, por supuesto;
Porque los que aman muy bien,
Dicen Requiescat... Amén.
:
Oro y oro...
Si al fin un deudo allegado,
Sin gemir,
Entre un mal lienzo hilvanado
Nos enterrará al morir?
XX
VIVIR MURIENDO
(Ovidio.)
Al nacer me recibieron
La vida y la muerte en brazos;
Y al ver tan opuestos lazos,
Con torva faz prorrumpieron :
— Dios, mi
« á eterna morada, »
Responde aquélla, « le envía. »
— Soy, para
« entrarle en la mía, »
Me levanté de la cuna.
La mente desvanecida,
Nombra desvelo á la vida,
XXI
NADA DE NADA. — NADA POR NADA
(Cantar.)
¡
Oh vida inútil, de pesares llena
¡
Oh estéril mundo, donde el bien no espero
Pues os debo esta fe desesperada,
— Nada de nada — os doy ; — nada por nada.
DOLORAS 57
XXII
VAGUEDAD DEL PLACER
Y cuando de su ornamento
Creían la sien orlada.
Vieron su luz disipada
Como fantasma en el viento.
— ¿Cómo — en ronco
es? alarido
III
Y al verle desvanecido,
Con más vergüenza que enojos,
Vueltos al cielo los ojos,
IV
Suspira y dice : ¡
Ya es ido !
DOLORAS 6l
XXIII
ÚLTIMAS ABJURACIONES
EL HIJO {leyendo)
EL PADRE
EL HIJO
4
02 CAMPOAMOR
EL PADRE
¡
Cúmulo abyecto de entrañables glorias!
Leed, por Dios, y escarmentad; leed.
EL HIJO
EL PADRE
•
— / Ay ! Necio error á la ilusión llamad.
EL HIJO
EL PADRE
j
Voy á morir I De nuestra vida escasa,
Pasa en engaños la primer mitad;
La otra mitad en desengaños pasa :
EL HIJO
« ¡
Triste es dejar del mundo la presencia ! »
EL PADRE
EL HIJO
EL PADRE
XXIV
Y al encontrarse la niña
Víctima de un falso trato,
XXV
ADIÓS PARA SIEMPRE
Á CAROLINA
XXVI
BENEFICIOS DE LA AUSENCIA
Quién creyera,
¡
Ya te escribiré, mi bien,
Cuantas penas me atormenten,
Aunque, á ojos que no ven,
Cora^^ones que no sienten.
¡Qué infinito
— i
Qué yertas son las francesas !
—
Te diré todos los días;
— ¡Qué heladas! — si son inglesas,
Y si italianas, — ¡
qué frias !
—
Y entretanto
Mil y mil serán mi encanto.
jAy, cubren tanta ficción
Las alas del corazón
Hermosa Irene, ten calma;
Pues no ignoras
Que, conforme á la experiencia
De un doctor.
Es un bálsamo la ausencia
Que cura males de amor.
¡Ay! presumo
Que el amor de un ido ó un muerto.
Siempre es humo;
Pues, conforme á la experiencia
De un doctor,
Es un bálsamo la ausencia
Que cura males de amor.
DOLORAS 71
XXVII
EL AMOR INiMORTAL
Símbolo de tu fe extrema,
Esa florida guirnalda
De tus amores emblema.
— He de ver su sepultura,
Pese á sus iras crueles, .
¡
Pobre loca, que en su intento,
Sin que de su afán se corra,
Ama con ardor violento
Memorias que el tiempo borra.
Cenizas que lleva el viento
XXVIII
EPÍSTOLA Á EMILIA
(sátira contra el género humano)
INTRODUCCIÓN
'
Vos, al hombre en vosotros adorando.
Vivís, amantes de vosotros mismos,
La humanidad falaces incensando.
EL SENTIMIENTO
II
LA CONCIENCIA
j
Mísera humanidad, á quien domina
Ya de una poma la frugal presencia,
Añade á tu experiencia :
III
EL HONOR. — LA VIRTUD
IV
EL AMOR
5-
82 CAMPOAjMOR
¡
Es triste que el amor, que tanto halaga,
Se extinga, no apagándolo, en pavesas,
Ó en cenizas se extinga, si se apaga
LA VE. — LA GLORIA
¡
A. cuánto exceso arrastra, á cuánto exceso,
Ese tropel de imágenes que crea
La propiedad fosfórica del seso!
No lo olvides, mi dueño :
conclusión
i
Gloria y virtud yo os juro tiernamente
!
XXIX
¡AY DEL aUE NACE Ó MUERE!
XXX
HISTORIA DE UN AMOR
DESEO
II
PLACER
Es imposible, Victoria,
Que haya un tormento
Que me haga olvidar la gloria
De este momento.
No ;
quien dicha tan cumplida
Á ver llegó,
Ni en la eternidad la olvida.
— / Ay, no ! ¡ Ay, no ! —
Mi ser de tu ser recibe
Mutuos placeres;
Y, pues uno en otro vive.
Nuestros dos seres.
En tan dulce parasismo,
¿No es cierto, di,
Que son partes de un ser mismo
— ¡Ay, sí! ¡Ay^sÜ-
III
HASTÍO
— ¡Jamás!
92 CAMPOAMOR
XXXI
PORVENIR DE LAS ALMAS
i
Ay, feliz mil veces vos!
¡Dichosa mil veces ella!
Pues ya huella
Las celestiales alturas,
Si es la vida
Caos de dudas y penas,
¿Quién la muerte, al que bien quiere.
No prefiere.
Si el que vive, vive apenas,
Y resucita el que muere?
Si es mentida
La fe de ulterior solaz,
Al menos, los que viviendo
Van gimiendo,
En otro mundo de paz
Resucitarán muriendo.
DOLORAS 95
De su vuelo
Iréis vos, muriendo, en pos,
Si á Dios dais en implorar
Sin cesar.
Pues para justos cual vos
Morir es resucitar.
96 CAMPOAMOR
XXXII
TODOS SON UNOS
II
ÍII
Á un adelante, un arredro;
Quien más mira menos ve;
Tan bueno es Juan como Pedro.
XXXIII
XXXIV
PLACERES TRISTES
¡
Cómo en rubor te enciendes !
XXXV
LA DICHA ES LA MUERTE
LA MADRE
Id más allá!.,.
II
— ¡
Hermosas ! solo, en extranjera tierra,
LAS HERMOSAS
— ¡
Triste del ser que idolatrando está :
Id más allá !
IIT
LOS MAGNATES
Id más allá!
IV
— ¡ Ancianos ! presa de infernal batalla
Mi pecho en pos de la ventura va,
¿Ni al borde mismo de la tumba se halla?
LOS ANCIANOS
Id más allá !
XXXVI
LA OPINIÓN
El doctor. — i
Cesó el sufrir
— ¡Qué adornada!
ÜJt muchacho.
Un — ¡Era muy
joven. bella!
Una — ¡Desgraciada!
ino^a.
i
! ios
Un — ¡Uno menos!
filósofo.
Un — Un ángel más!
poeta. ¡
DOLORAS 109
XXXVII
¡QUIÉN SUPIERA ESCRIBIR!
Mi querido Ramón :
v.
CAMPOAMOR
Siempre... no os afrentéis.
II
i
Señor Rector, señor Rector! en vano
Me queréis complacer,
Si no encarnan los signos de la mano
Todo el ser de mi ser.
No se saben abrir
Si supiera escribir!...
III
EPILOGO
— Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo
A don Ramón... En fin,
XXXVIII
AMAR AL VUELO
Ya resuelta, ya indecisa,
Pasa de la risa al duelo,
Pasa del duelo á la risa
II
Ó en la inconstancia constante;
Que en amor creen los más duchos.
Contra los que son más locos.
Que en vez de los pocos muchos,
Valen más los muchos pocos
Y cuando tu labio bese,
Que formule un beso insápido,
Inerte, estentóreo y rápido...
III
IV
VI
XXXIX
EL BESO
En Cádiz repercutir
Un beso dado en Cantón.
¿Que es imposible, Asunción?..
Veinte años hace que di
El primer beso ¡ ay de mí
De mi primera pasión..,
¡Y todavía, Asunción,
Aquel frío que sentí
Hace arder mi corazón ]
DOLORAS 119
II
III
De la cuna al ataúd
Va siendo el beso, á su vez,
Amor en la juventud,
Esperanza en la niñez.
En el adulto virtud,
Y recuerdo en la vejez.
IV
¿Vas comprendiendo, Asunción,
Que es el beso la expresión
CAMPOAMOR
De un idioma universal
Qiie, en inextinto raudal,
De una en otra encarnación
Y desde una en otra edad,
En la mejilla es bondad,
En los ojos ilusión,
En la frente majestad,
Y entre los Xzh'ios pasión!
¿Nunca se despierta en ti
Trae la imaginación.
VI
VII
¡
Gloria á esa condensación
De toda la eternidad,
Con cuya tierna efusión
Á toda la humanidad
Da la paz, la religión;
Con la cual la caridad
.
Siembra en el mundo el perdón;
Himno á la perpetuidad,
Cuyo misterioso son.
Sin que lo oiga el corazón,
Suena en la posteridad!
VIII
IX
XL
LO aUE ES ETERNO
LA INTELIGENCIA
II
LA VIRTUD
III
EL TEATRO
XLI
FUENTE INAGOTABLE
¡
Magnífico está el baile ! ¡
Encantadora
Se halla prendida así
¡
Mirad qué hermosa está !
i
Si no la miro
Siquiera en ilusión.
Falta una cosa al aire que respiro!...
/ Otra ve:(, corazón !
DOLORAS 127
11
III
¡
En baile ! ¡
Vedla como siempre hermosa I
¡ En baile !
¡
En baile ! — Tu semblante augura
Castidad y salud;
Bien dicen, Asunción, que la hermosura
Es casi una virtud.
IV
¡Bendigo tu pudor!
no CAMPOAMOR
Demonio temporal ?
¡
Qué sufrir ! — Luz, no sufras ; es el modo
De que sufran por ti;
Me lo ha contado así... —
Pasó el baile y la noche. ¡ Con el día
Ya vendrá otra embriaguez ! . .
¿Dónde la muerte está de esta agonía ?...
XLII
¡MÁS!... ¡MÁS!...
Sentiéndose derrumbar
Á una postrer libación,
¡ Oh insaciable corazón
Aun dice en sueños: ¡Más!... ¡Más!.
II
¡
Más !
¡
Más suprema
! explosión
Del pensar y del sentir,
Misteriosa evocación
De un oscuro porvenir,
Prolifica emanación
Que entre gozar y sufrir,
En eléctrica ascensión
Corre en eterna espiral
De eslabón en eslabón
Una cadena inmortal.
¡ Más ! divina aspiración
Á otra trasfiguración.
Como así nos lo hacen ver,
En perpetua evolución.
Las gramas con germinar,
Las flores con florecer.
Los frutos con madurar,
Los árboles con crecer;
Y en su anhelo de llegar
Á más alto porvenir,
DOLOR AS
III
En lo vital, sensación,
Pensamiento en lo humanal :
IV
VI
XLIII
COSAS DEL TIEMPO
XLIV
ENGAÑOS DEL ENGAÑO
XLV
TODO ESTA EN EL CORAZÓN
Señalando al corazón.
Decía : — ¡
Todo está aquí !
—
8.
CAMPO A.MOR
XLVI
^'dUÉ ES AMOR?
¡
i
Cleopatra, ¡ la orgía ! ¡
el pudor !
—
¡Silencio! así al mundo volvieron demente;
Aun dudan hoy locas, más locas que ayer.
Si amor da delicias, ó si es solamente
Perder la ventura buscando el placer.
DOLORAS 141
¡
Huid ! falsas dueñas de todos los dueños
Que el mundo anegaron en llanto por vos,
Que hacéis de la vida ya un sueño de sueños.
Que hacéis de la carne ya un monstruo, ya un dios.
XLVII
— Mi poder... — Es asombroso,
Pero á mí nada me asombra.
— Yo puedo hacerte dichoso.
— Lo no haciéndome sombra.
sé,
Un palacio y un dosel.
DÜLOKAS 143
XLVIII
ACHAQ.UES DE LA VEJEZ
II
i
Ah !
i
cómo enciende de amor
De tus ojos el color;
Elmismo con que Rafael
Xos pinta la caridad
Á su dulce claridad,
Cien vueltas á este verjel
III
¡
Bien ! De nuevo tu beldad
Nueva extensión da á mi ser,
Y de mi primera edad
Ya casi siento el placer;
Inés, ¡
qué felicidad
Si ahora á mi voluntad
Igualase mi poder!
Ya di un paso. ¡Vuelve á mí.
Fuego de mi corazón.
De ese éter universal
Donde en deliquio inmortal
De expansión en expansión
DOLORAS 1-17
Y además, al percibir
Ya comienzo á presentir
Que ese inocente cantor
Á la entrada del Edén,
En vez de este mutuo amor,
Acaso ¡fatalidad!
148 C AMPO AMO :i
IV
¡Ay, Inés! ¡
no puedo más I
j
Ay ! ignora tu bondad,
Como ignoró mi ilusión,
Que es inútil la beldad
Cuando ya en el corazón
Queda sólo la razón,
Flor de la esterilidad!
XLIX
SUFRIR ES VIVIR
Maldiciendo mi dolor,
Á Dios clamé de es^a suerte :
En el cristal de un espejo
Á los cuarenta me vi,
Y hallándome feo y viejo,
¡
Se ve en el alma, y. . . peor
DOLORAS 153
LI
LA FE Y LA RAZÓN
Recibiendo gravemente
Lección de filosofía,
Á Descartes le decía
Con gravedad lo siguiente
9-
154 CAMPOAMOR
¡
Oh maldito escepticismo
¿No estáis viendo, hombre inhumano,
Que con atroz ateísmo
Lanza vuestra impía mano
Á Dios y al mundo á un abismo,
Siendo el pensamiento humano
De sus juicios soberano,
Y único juez de sí mismo?
DOLORAS 1)5
¡
Horrible es la ciencia, sí,
¡
Maestro ! vuestra opinión
Que es ilusión confesad,
Y si no es una ilusión.
Mi mente es la autoridad;
La dicha es mi corazón
Soy lo que es; y en conclusión,
Mi verdad es la verdad.
Mi razón es la razón. —
II
¡
Noble razón !
\
santa fe
¿Eternamente estaré
Entre una y otra en suspenso ?
No hay duda pienso que pienso,
:
¿ y después ?
Soy porque pienso;
Después ya no hay bien ni mal,
Pues cada hombre entonces es
Centro del mundo moral.
¡
Sacadme, Dios de bondad.
De esta eterna confusión!
¿Mi verdad es la verdad?
¿ Mi razón es la razón ?
—
III
Y próxima ya á llegar
Á aquel último momento
158 CAMPOAMOR
Es la fe mi autoridad.
Es el mal mi corazón :
i
No es mi verdad la verdad
¡No es mi razón la razón!
DO LO RAS 159
LIl
LAS CREENCIAS
II
BELLEZA
— Se discute la Belle:^a,
Raro presente del cielo.
— Es lo negro Li hermosura, —
Dice uno de negra tez.
Otro blanco — Es la blancura.:
— Lo — un indio murmura;
azul,
Y un chino — amarillez. : la
— clama uno. — No
Si tal, tal, -
Un inglés— Lo :
— original.
La belleza, en conclusión,
Si lo feo en un lapón
Es lo bello de un inglés?
'O'
—
GLORIA
— De Bruto indignación,
es la
— Es de César grandeza. la
— La vanidad en acción.
— Toda humana simpleza,
la
— Placer de extraordinario.
lo
— Humo que despide luz.
— Luz que despide un osario.
102 CAMPOAiMOR
A la cumbre de un calvario.
De su miseria la pompa.
IV
JUSTICIA
— La justicia es el humor.
— Lo justo es la autoridad. —
Los grandes :
— Es la bondad. —
Los reyes : — Es el rigor. —
El pueblo :
— Es la libertad.
VIRTUD
Responde —
si hay quien se atreva
Y exclama la juventud :
— La virtud no es la fortuna. —
Alo cual la multitud
Dice : — Mas, sin duda alguna.
La fortuna es la virtud. —
Y un hombre que irracional
Toma por ciencia el desdén.
DOLORAS 165
— Es — Es
tristeza. el contento.
— Es sufrir. — Es la salud. —
Y un epicúreo opulento
Prorrumpe: —
¡Virtud! ¡virtud!
Cuestión de temperamento. —
Á este axioma el Rey. — No hay tal, —
Á replicar se apresura;
— La virtud es inmortal;
Si el mundo es un cenagal,
Buscadla siempre en la altura. —
VI
RELIGIÓN
Mirando desvanecidas,
— Veamos la Religión, —
Dijo el gran Rey, ya caídas
Las alas del corazón.
Uno :
— Es — Y otro — Es conciencia.
fe. :
— Es lo eterno. — Es no el ser.
— Es fuerza. — Es benevolencia.
l66 CAMPO AMOR
— Es de Coníucio la ciencia.
— Es de Mahoma el placer.
— —
Silencio ! el gran Rey profiere,
—
¡
¡Inútilmente traidora.
Dardos la impiedad te lanza.
VII
Lili
AMOR Y GLORIA
LIV
Mi confesión te diré :
LV
TODO ES UNO Y LO iMlSMO
(Axioma de Schdlino.)
PRIMERA PARTE
A LO IDEAL POR LO REAL
De la multitud liviana,
Diré que su simpatía
Rayaba en tales extremos,
Cual la que tener podemos,
10
I70 CAMPOAMOR
Tú á tu esposa, y yo á la mía.
Sí, Marqués, no os cause espanto
El que ponga frente á frente
Su encanto con nuestro encanto
Pues podéis creer firmemente
Qiie, aunque no se amasen tanto,
Se amaban inmensamente.
II
III
IV
V
¡Luisa feliz, que en un duelo
Toda su delicia encierra,
Cual ángel que por la tierra
172 CAMPOAMOR
i
Una y mil veces dichoso
Aquel que sus sensaciones
Transfigura en pensamientos!
SEGUNDA PARTE
II
En el mismo cementerio,
Y con el mismo misterio,
Se hallan los dos otro día,
Y mientras Luisa exclamaba :
III
IV
¡
! ¡ es bella
— ¡Pero aquél! — Ay! ¡Pero ¡
aquélla!,
V
Así el buen mozo y la bella,
Al promediar la semana,
VI
Y lo ya muerto existente,
Transfigura eternamente
Lo que ama en lo que desea.
VII
LVI
EL SEXTO SENTIDO
De la humana criatura
Cese el eclipse moral.
¡Salve á mi mejor hechura! —
Dijo, y nació Blas Pascal,
II
—
¡Oh Dios! Cuanto más comprendo,
Menos soy yo comprendido;
¡
Qué cilicio es tan horrendo,
El don de un sexto sentido!
Mi talento y su talento
No están de acuerdo jamás.
ó quítame el pensamiento,
Ó dáselo á los demás.
DOLOKAS 179
Da fe el hombre á su provecho,
Y cree sólo en su interés;
Y el que ve el mundo al derecho,
Dice que lo ve al revés.
¡
Señor ya á tan hondo anhelo
!
Mi corazón se rindió
Enfermo de mal del cielo. —
Dijo Pascal, y enfermó.
III
Ni la eternidad presiente.
¡
Qué condición tan menguada
Mezcla el hombre de alma y lodo.
LVII
II
CAMPOAMOR
LVIII
LIX
II
Y yo ¡crédulo! entretanto,
Cuando mi linterna empleo.
Miro aquí, y encuentro un santo;
Miro allá, y un mártir veo.
¡ Sí 1 mientras la multitud
Sacrifica con paciencia
La dicha por la virtud,
Y por la fe la existencia,
III
LX
EL MAYOR CASTIGO
LXI
cotí ellas.
¡ Música !
— i
Qué aliento dan,
Y qué esperanzas sin fin,
¡
Cuál la esperanza entretienen
¡Cómo el corazón abrasan!
Estas músicas que pasan,
II
¡
Música ! — i
Conforme avanza
Ya el tambor ó ya el clarín.
Da el ra-ta-plán esperanza!
¡ Se aleja... y ya en lontananza,
Más bien que gozoso afán,
Tristeza sus ecos dan!
¡ No hay bien seguro en el mundo
j
Qué lúgubres son, Facundo,
Las músicas que se van
III
LXII
EL CAFÉ
¡ Café !
— Tal es la cuestión :
Materia espiritual;
Incomprensible hacedor
De una dicha artificial
Secreto elaborador
De un frenesí racional
¡Yo no extrañaré, pardiez.
Que su semilla al probar
Las aves alguna vez,
En deliciosa embriaguez.
Hablen en vez de cantar
II
Admiraos y escuchad :
III
¡
Café ! ¡
café f
y más
¡ café
Ahitadme de ese elixir.
¡ Ah !
j
que caiga sobre ti
LXIII
DRAMAS DESCONOCIDOS
Yo de él pensando en la estrella,
LXIV
LA METExMPSICOSIS
II
FLOR
DOLORAS 197
BRUTO
— Á bravo alazán subí,
Y de victoria en victoria.
Tras mil riesgos, conseguí
Para mi dueño la gloria,
PÁJARO
— Ave después, hasta el llanto
MUJER
—Mujer, y hermosa, nací;
Amante, no tuve fe
Esposa, burlada fui
SABIO
Mi objeto la inmensidad,
Y mi término la nada.
DICTADOR
— En mí, cuando César fui.
HOMBRE
— La escala transmigradora
De mis cien formas y modos
Vuelvo ya á bajar; y ahora
Un hombre soy, que, cual todos,
Vive, espera, sufre y llora. —
III
LXV
LAS DOS TUMBAS
I
Cuál es más hondo, Dios mío.
Mi tumba, ó mi corazón?...
200 CAMPOAMOR
LXVI
LA COMEDIA DEL SABER
Época, en la antigüedad.)
— ¡
Ay mi ciencia es bien menguada,
!
Respeto la autoridad,
Meditar y meditar,
Creer y siempre creer.
II
Heráclito :
— Es duelo todo.
Demócrito : — Todo juego.
es
Demócrito :
— El alma lodo. es
Demócrito : — Un torbellino
De átomos en movimiento
Son Dios, la vida, el contento.
La justicia y el destino.
Nacerá de lo existente.
El alma es la sensación :
El placer es la moral. —
III
SÓCRATES :
— Sin ton ni son
Riñe aquí un loco á otro loco;
¿ No veisque entre mucho y poco
Está la moderación?
12
2o6 CAMPOAMOR
SÓCRATES dice :) — j
La muerte
¡
Última bondad del cielo !
—
(Y asi, no alegando excusa,
No salva esta vida ruin,
Que, cual la hiél, le da fin
Un vaso de S ir acusa.
DoLoRAS 207
IV
Al ejnpe^ar iracundo
DiÓGENES silba á los tres.
oi á preguntaros me atrevo
; De quién antes se origina.
El huevo de la gallina,
Ó la sallina del huevo ? —
208 CAMPOAMOR
i
Mundo ! esfuerzos sin deberá-
Virtudes sin religión;
Puntos de honor sin razón,
Éstos:) — j
Viva !
— (Aquellos:) — ¡
Muera !
(Uno :) — Á ¡
reir !
¡
Á reir
(Y otro :) — Á ¡
llorar !
¡
Á llorar
Si ha de reír ó llorar.)
LXVII
Y la madre :
— Será bueno —
¡ !
CAMPOAMOR
— ¡ Será feliz !
— la esperanza;
Y— ¡ será rey ! — la ambición.
La religión va diciendo :
— ¡
Polvo es, y polvo será !
—
Con vanidad y codicia.
Dicen, sin reir jamás :
Y el — Será más —
orgullo :
¡
!
Y la razón :
— ¡
Será Dios !
Y en tanto la religión,
LXVIII
LA AMBICIÓN
Y de cansado me eché
Mas luego que lo bajé,
De confiado caí.
LXIX
LOS GRANDES HOMBRES
De Yuste en el santuario,
Carlos Quinto, Emperador,
Valientemente al calvario
Subiendo de su dolor,
Ya en el ataúd metido
Como en lecho sepulcral.
Cayó cual león herido
Que lleva el dardo mortal.
— ¡
Qué feo y qué viejecito !
-
DOLORAS 21$
Y cuando la multitud
Cree que el grande Emperador
Está, más que en su ataúd,
Sepultado en su dolor,
— ¡
Habrá vieja impertinente !
-
El corazón le roía.
Y es cosa particular,
En su frente devastada.
LXX
LOS RELOJES DEL REY CARLOS
Si un reloj se adelantaba.
El imperial relojero
Con avidez lo paraba,
Y al retrasarlo exclamaba :
Y aligerando el volante.
Grita — ¡Adelante, adelante,
:
Le preguntó el confesor.
Y el relojero imperial
Dijo : — Yo ando bien, señor;
Pero mis relojes mal.
— Recibid mi parabién, —
Siguió el noble confidente
— Mas yo creo que también,
Si ellos andan malamente,
Vos^ señor, no andáis muy bien.
— ¡Majadero! ¡Majadero!...
— ¡Necio! — prosiguió, — al deber
Debí unir mi sentimiento.
Después, si no antes, de ver
Que es una carga el poder.
La gloria un remordimiento. —
Y los relojes sin duelo
Tirando de diez en diez,
Tuvo por fin el consuelo
De ponerlos contra el suelo
De acuerdo una sola vez.
Empleando mi paciencia
En más santa ocupación,
Desde hoy pondré el corazón
De acuerdo con la conciencia. —
CAMPOAMOR
LXXI
Mas después,
Se alzarán tristes memorias,
Hasta de las mismas huellas
De tus pies.
DOLORAS
Un rumor,
Que lúgubre á todas horas,
Nos dice que no es eterno
Nuestro amor ?
Más de dos.
¡ Cuan versátil es la vida
¡ Cuan vano es nuestro destino,
Santo Dios!
Porque sí.
Con su olor!
Mas dirás :
— ¿Y en qué consiste
Que todo á mudar convida? —
¡
Ay de mí
En que la vida es muy triste...
Y si no es amor el vaso
Donde el sobrante se vierte
Del dolor.
Pregunto yo :
— <;
Es digno acaso
De ocuparnos vida y muerte
Tal amor ? —
Nunca sepas, Blanca Rosa,
Que es la dicha una locura^
Cual yo sé
Si quieres ser venturosa,
Ten mucha fe en la ventura,
Mucha fe.
13-
226 CAMPOAMOR
Renacer
Que cubren la sepultura
De los recuerdos traidores
Del ayer.
DOLORAS 227
¿Y quién es el responsable
De hacer tragar sin medida
Tanta hiél ?
Ve hacia Dios.
LXXII
Lxxin
LA CIENCIA NUEVA DE VICO
A un cierto maestro vi
¡
Cielo de dichas y penas
Llega la Grecia, Atención! j
j
Fenicia ! Ved á Sidón,
La reina antigua del mar.
Cartago — Pigmaleón. —
Nabuco, y vuelta á empezar.
j
Roma ¡
Tras su edad divina,
Por César llega á Tiberio.
II
Y en polvo te volverás?
Y en su silencioso afán,
Que esto imagina se infiere :
LXXIV
LA HISTORIA DE AUGUSTO
En su historia disculpaba
Sus faltas candidamente.
Cosas que Ovidio escuchaba
Con el rubor en la frente.
DOLORAS 2?5
—
¿Verdad que al mundo hará honor
La que llamo era Juliana? —
Dijo á Ovidio, el salteador
De la libertad romana.
Y— francamente^ señor, —
Dijo, de modestia lleno,
— Si sois bueno como actor,
Como autor no sois tan bueno. —
— Ó — con altivo semblante
Replicó Emperador
el
II
III
Representé mi papel? —
<{
DOLORAS 257
í
LXXV
ANTINOMIAS DEL GENIO
Sentado indolentemente,
Cierta noche de verano,
Con una pluma en la mano
Y una luz frente por frente.
Y cuando ya á traslucir
¡
Ay! una vida tan ruin.
¿No había de enternecer
Al que acababa de hacer
Del universo un botín?
¡ Y luego la coalición
U
242 CAMPOAMOR
LXXVl
LAS DOLORAS
Desventuradas venturas
Que gocé,
Y amores que he aborrecido
É inagotables ternuras
Q.ue agoté ?
DOLORAS 243
La ansiedad
De unas sombras vengadoras
Que asaltan mi no tranquila
Soledad.
¡
Qué inconsolables cuidados
Da el ver, desde la rendida
Senectud,
Los tesoros disipados
De la por siempre perdida
Juventud!
244 CAMPOAMOR
De engañosas esperanzas
Es amor!
j
Qué doctor es tan profundo
En útiles enseñanzas
El dolor!
¡
Cuan ciego el amor, cuan ciego,
Falta al deber más sagrado
Y es de ver
¡
Cómo al amor faltan luego
Los que primero han faltado
Al deber!
¡
Siento á fe que esta dolora
Hiera, Juana, tu ternura!
Mas ya ves
Que toda dicha de ahora
Es siempre la desventura
De después.
DOLORAS 245
14.
246 CAMPOAMOR
Algunos remordimientos
Enterrar!
¡
Juana ! el respeto adoremos
Que aun nos liga complaciente
Al deber,
Y los lazos desatemos
Que habrá el tiempo tristemente
De romper.
Se ha de ir?
Va con él.
248 CAMPOAMOR
Ya en mi inútil existencia
Va á expiar,
¡Perdóname, Dios eterno!
¡ Entonces ¡ ay ! no sabía
Sino amar!
LXXVII
LA GRAN BABEL
II
Á un romano un caballero
Regaló un pájaro un día
Que, lo mismo que un Homero,
Voces del griego sabía.
III
Le regalaron un día
Un loro experto en historia.
El solo eco que existía
De la peruviana gloria.
DOLORAS 253
IV
¡
Cuánto los hombres se humillan
Viendo el eclipse total
LXXVIII
TODO Y NADA
LXXIX
LOS DOS CETROS
1860
A 3. A. R. EL PRINCIPE DE ASTURIAS.
(DON ALFONSO XII.)
II
No me hallo ya descansando
En los bracos de la mutrte.
2S8 CAMPOAMOR
¡ Dios eterno !
¿ y de estas flores
He de dejar los senderos.
Recordando á mis dolores
El cetro, amigos traidores.
La caña, mansos corderos?
III
¡
Cuánto seréis bendecido
Desde mi humilde rincón.
Cuando os lleven perseguido,
La calumnia, si vencido;
Si vencéis, la adulación
¡
Cuál será vuestro cuidado,
Mientras que todo, Señor,
Yo lo olvidaré, olvidado.
En mi trono recostado
De humildes hierbas en flor!
LXXX
LOS DOS MIEDOS
II
LXXXI
LA ÚLTIMA PALABRA
En ti
y por ti la humanidad entera?.
DOLOR AS 265
LXXXII
Á REY MUERTO REY PUESTO
LXXXIII
HASTÍO
LXXXIV
LAS DOS COPAS
II
LXXXV
MAL DE xMUCHAS
LXXXVI
BODAS CELESTES
LXXXVII
LAS DOS ESPOSAS
LXXXVIII
CONVERSIONES
LXXXIX
MEMORIAS DE UN SACRISTÁN
IT
III
xc
EL ANÓNIMO
XCI
NUEVO TÁNTALO
XCII •
EL ALMEZ
II
III
jSí !
¡
que es siempre, siendo otros los amantes.
Uno mismo el amor
IV
V
Y cuando el mundo al fin sea extinguido
Y se oiga en las regiones estrelladas
Del orbe entero el último crujido
En inmenso fragor,
Dios de nuevo la nada bendiciendo,
De ella hará otros almeces y otros mundos,
E irá un hervor universal diciendo :
XCIII
¡ASÍ!
II
XCIV
EL ALMA EN VENTA
xcv
EL OJO DE LA LLAVE
Ib.
282 CAMPOAMOR
El corazón se le salta
Cuando oye hablar, y después
Mira... mira... y casi falta
La tierra bajo sus pies.
No desfloró la experiencia,
No miréis por el anteojo
Del rayo de luz que cabe
Por el ojo.
II
¡
Cuánta virtud sobre la tierra habría
Si no fuera el abril
¡
Ay hija de mi amor!
Si ella mirase, como yo he mirado...
Voy á cerrar mejor.
2cS6 CAMPOAMOR
XCVI
MIS LECTURAS
XCVIl
A...
XCVIII
LO DE SIEMPRE
Un galán la adoraba,
Y ella reía, mientras él lloraba.
II
XCIX
TEJER Y DESTEJER
•\
"7
CAMPOAMOR
LA VIUDA Y EL FILÓSOFO
Ella — Muerto mi
: me matará pena.
bien, la
Él :
— Ay cuánto envidia dolor mi
¡
! ¡ ese hastío
Ella :
— Urna mi corazón de polvo
¡ es llena
El : — Mi pecho un sarcófago es vacío.
Ella :— No hay tan como mi
suerte cruel suerte
— ¡Dichosa que amó y ha
i
Él : la amada! sido
Ella :— Hoy en mi corazón
¡
muerte reina la
Él : — ¡En mío peor, reina nada
el es la
DOLORAS 29:
c¡
CU
NO HAY VIDA SIN TI
•
¿Por qué quieres saber, Ana querida,
En qué vive mi espíritu ocupado?
Después que mi cariño has despreciado,
Me ocupo sólo en despreciar la vida.
292 CA.MPOAM0R
CÍÍI
ELLOS Y ELLAS
CIV
EL AMOR Y LA FE
cv
CUESTIÓN DE NOMBRE
CVI
EL GAITERO DE GIJÓN
II
ni
j
Pero ya una losa, de ella
Le separa eternamente !
IV
— ¡
Madre mía, madre mía,
Cómo alivia el suspirar
Y es que en sus entrañas zumba
La voz que apagó la tumba;
¡
Voz que, pese al mundo entero.
Siempre la oirá el corazón
Del gaitero.
Del gaitero de Gijónl
^1
298 CAMPOAMOR
VI
¡
Cuánto gaitero liay asi
Preguntáis ¿
por quién lo digo?
Por vos lo digo, y por mí.
¿No veis que al hacer, lectoras,
Doloras y más doloras.
Mientras yo de pena muero,
Vos las recitáis, al son
Del gaitero.
Del gaitero de Gijón?...
DOLORAS 299
CVII
CVIII
LA CONDICIÓN
CIX
LAS TRES NAVIDADES
II
III
ex
CUESTIÓN DE FE
Y hablan de astronomía
Y en tanto que él, impío.
Llama al cielo el vacío,
CXI
AMOR AL MAL
CXII
II
CXIIl
MAL DE AMOR
te tenía
Ko he perdido el amor que
506 CA.NfPOAMOR
CXIV
LA NOCHE-BUENA
II
III
IV
V
La niña con triste acento
— Pero ¿y nuestro pan ? — decía,
— Ya llega — le respondía
La madre... y ¡llegaba el viento!
VI
VII
VIII
IX
X
La toca. Al verla tan yerta,
Se alza ; hacia la luz la atrae,
Se espanta, vacila... y cae
Á plomo la niña muerta.
DOLORAS 309
XI
cxv
LAS BUENAS PECADORAS
CXVI
LA LEY DEL EMBUDO
De su honor en menoscabo,
Faltó un esposo á su esposa;
Ella perdonó amorosa,
Y el público dijo : — ¡Bravo!
Faltó la mujer al cabo.
Harta de tanto desdén,
Y el falso esposo ¿ también
Perdonó á la esposa ? No :
El esposo la mató,
Y el público dijo :
— ¡
Bien!
12 CAMPOAMOR
CXVII
ROGAD Á TIEMPO
CXVIII
HERO Y LEANDRO
II
i8
514 CAMPOAMOR
III
IV
VI
VII
VIII
IX
X
¡
Que ellas, fuertes en amar
Y flacas en resistir,
CXIX
GUARDAS INÚTILES
II
cxx
CONTRASTES
II
III
CXXI
UN CIELO EN EL INFIERNO
CXXII
LO ESCRITO EN EL LIBRO DE EL
II
¡
Qué modos tan importunos
Me voy, me voy hay algunos
;
CXXIII
EL GRAN PROTEO
CXXIV
LO aUE SE PIENSA AL MORIR
II
III
IV
í9
326 CAMPOAMOR
cxxv
LOS PROGRESOS DEL AMOR
Mi amor es
¡
tan profundo, tan profundo,
Que te prefiero á todo, á todo, á todo!... » —
Y ella exclamó : — « No hay nada en este mundo
Que él quiera como á mi! » —
II
— « ¡
Qué hermoso debe estar nuestro hijo amado
¡Sólo él, él sólo, en mis entrañas vive!
Piensa en él más que en ti.
DOLORAS 327
III
CXXVI
EL ÚLTIMO AMOR
II
CXXVII
VENUS SACRATÍSIMA
La belleza moral
330 CAMPOAMOR
¡
Hondos misterios de la fe que ignoro
Se deja Venus contemplar sin velo,
Y es ideal lo real.
Y es lo real ideal.
DOLORAS 331
CXXVIII
UNA CITA EN EL CIELO
(Á Londres me escribiste)
« Mira la estrella que miramos tanto
La noche en que partiste. »
CXXIX
ROSAS Y FRESAS
II
cxxx
EL GRAN FESTÍN
19-
334 CAMPOAMOR
II
FIN DE I
A CUARTA ÉPOCA
QUINTA PARTE
CXXXI
LA LEY DEL HAMBRE
Gritando : « ¡
muera el tirano ! y>
CXXXII
LO QUE ES EL OLIMPO
¿Qué para
es joven? — Lupanar de amores,
el
CXXXIII
II
III
i
Ay ! j como nadie, por horror al frío,
CXXXIV
VIAJE REDONDO
Á LA IDA
¡
Qué hermoso es el principio de la vida
¡
Sentir, creer, triunfar !
II
Á LA VUELTA
cxxxv
CABALLOS Y CABALLEROS
II
Destrozándolo á sablazos.
DOLORAS 343
CXXXVI
Contestó á Napoleón
— « El agua con su eterna rebeldía
Huye de la opresión.
DOLORAS 345
He faltado al deber,
Y trajo, en vez del orden, la anarquía
Mi omnímodo poder.
La loca humanidad,
Como esa agua que corre, estará quieta
Cuando esté en libertad. » —
540 CAMPOAMOR
CXXXVII
LA FE DE LAS MUJERES
Y á otras dos. » —
348 CAAIPOAMOR
i
Como cree con las entrañas
Toda mujer, cuando cree,
Trasporta hasta las montañas
Con la fe
DOLORAS 349
CXXXVIII
EL SOL PERDIDO
¡
Cuántos hijos y padres sin consuelo
Habrán muerto quizás
En ese sol que se perdió en el cielo
Para siempre jamás! » —
20
3)0 CAMPOAMOR
II
¡
Ha muerto un sol, mas de la niña bella
Al invencible imán,
En el espacio azul, al paso de ella.
Mil soles brotarán.
Á eterna soledad ! . . . » —
Y el sabio murmuró con honda pena :
TU
j
É implorando los padres sin fortuna
La clemencia de Dios,
Se abrazaron, cayendo ante la cuna
De rodillas los dos!
352 CAMPOAMOR
CXXXIX
EL BUEN EJEMPLO
Murmuraba : — « ¡
Creo en Dios ! »
-
Callan, volviendo á entablar
Este diálogo al morir :
Yo no porque no.
creo...
Abrazados repetían
El « ¡
creo eií Dios ! » « ¡ creo en Dios ! »
Pág.
Prólogo vii
DOLORAS
PRIMERA PARTE
I. Cosas de la edad i
Pág.
SEGUNDA PARTE
XXXVI. La opinión 107
XXXVII. Quién supiera
¡
escribir ! 109
XXXVIII. Amar al vuelo 113
XXXIX. El beso 118
XL. Lo que es eterno 123
XLI. Fuenie inagotable 126
XLII. ¡Más!... ¡Más! 131
XLIII. Cosas del tiempo 136
XLIV. Engaños del engaño 136
XLV. Todo está en el corazón 137
XLVI. ¿Qué es amor? 138
XLVII. Las dos grandezas 142
XLVIII. Achaques de la vejez 145
XLIV. Sufrir es vivir 150
L. Los dos espejos . . . 152
LI. La Fe y la Razón 153
LII. Las creencias 159
Lili. Amor y gloria 167
LIV. Nunca olvida quien bien ama 168
LV.
LVI.
Todo es uno y lo mismo. .... 169
El se.\to sentido 177
ÍNDICE 357
Pig-
TERCERA PARTE
CUARTA PARTE
LXXX. Los dos miedos 265
LXXXL La liitima palabra 264
LXXXIL Á rey muerto, rey puesto 265
LXXXIH. Hastío 266
LXXXIV. Las dos copas 267
LXXXV. Mal de muchas 269
5S8 índice
Pág.
Pig.
CXXI. Un en el infierno
cielo 319
CXXII. Dos de memorias
libros 320
CXXIII. El gran Proteo 322
CXXIV. Lo que se piensa al morir 323
CXXV. Los progresos del amor 326
CXXVI. El último amor 328
CXXVII. Venus Sacratísima 329
CXXVIIl. Una cita en el cielo 331
CXXIX. Rosas y fresas 332
cxxx. El gran festín 333
QUINTA PARTE
CXXXI. La ley del hambre 335
CXXXII. Lo que es elOlimpo 337
CXXXIII. Los tres guardapelos 338
CXXXIV. Viaje redondo 340
cxxxv. Caballos y caballeros 342
CXXXVI. La insurrección del agua 344
CXXXVII. La fe de las mujeres 347
CXXXVIII. El sol perdido 349
CXXXIX. El buen ejemplo 352