Manuel Maria Mallarino
Manuel Maria Mallarino
Manuel Maria Mallarino
MALLARINO 361
Ausentéme por varios .años de la capital, y no Je volví ,Quien escriba el elogio de MALLARINO le juzgará,como
á ver sino muy de paso, pocos días antes de su muerte, ;prosador sólido, castizo, sin perjuicio de ameno y atracti
cuando ya.llevaba impreso en el rustro el anuncio de su ·vo ;. pero añadirá probablemente que, _si fue uno. de los
próximo fin; pero la fisonomía, la imagen de los antiguos lpríncipes de la pluma, fue uno de los reyes de la paJabr.L
días, rebosante de vida intelectual, la discreta movilidad Concedióle Dios casi todos los dones que forman el
de los ademanes, el timbre de la voz no se han podido ja -orador eminente: talento no común, cla·ridad y orden en
má$. horrar de mi memor,ia. - las-ideas, memoria prodigiosa, imaginación rápida y pin.-
'Más tarde supe los títulog y merecimientos del que yo ·-toresca, nobles pasiones nunca extinguidas, y dominando
sólo había estimado hasta entonces por su amable condes ,.entre. ellas la que llamaban los romanos caritas patrii soli,
cendencia con los niños. --alma de todas las públicas virtudes. Y para dar forma li
Vio la luz primera en el Cauca, tierra de grandes ·tan excelente materia: conocimiento del idioma, palabra
hombr�s, y á los once años de su edad, oyó el estampido �ácil y abundante, gentil apostura, noble y vivaz acción
del cañón y Jas dianas de los clarines guerreros, que cele •-Oratoria, y una voz alta, sonora, á propósito para d�jarse
braban la vict.oria de Boyacá. Perteneció á la segunda ge oír en grandes recintos, para dominar el hervir de las ma
, ni.fes�aciones populares.
�eración de la República, que todavía conservó intacto y
sm mengua el p?trimonio de honor que Je dejaron en he- Dirán los biógrafos de MALLARINO los méritos de su
rencia Jos Próceres. �fecunda carrera durante medio siglo; los puestos que des
--e�peñó, en lo legislativo, lo j tidicial,. lo diplomático, lo. ad-
La educa �ión del Doctor MALLARINO se apoy,ó en los
. . ministrativo. A· caso censuren, según el criterio que los
cimientos sohdísimos de )a fe cristiana y de los clásicos
, guíe� algunos actos de,vida tan variada y tan llena; pero
estudios, alimento de las almas fuertes.. Conocía á fondo
-.habrán de reconocer que si pudo errar,, porque era hom
los grandes autores de la antigua Roma, y con sentencias
•hre, no prevaricó jamás, porque era buen cristiano y huen
e �traídas de aquel tesoro, adornaba, discreto y sin afecta
, g11anadino; que . no tuvo. más móvil que el patriotismo, y
ción, conversaciones y escritos. Añadió al estudio de la
-,que jamás procedió por malsana ambición ni por innoble
lengua del Lacio, e) del patrio idioma en los clásicos au
--codicia de honras ó dineros.
tores del siglo de oro, y el de las literaturas francesa ita
li�na é iQ.gles�; y más tarde completó _lo que había a;ren Llegó á la primer magistratura de la República. No
d1do en los claustros con largos viajes, emprendidos más ,quiero aludir en este escrito .á la política, .ni.aun á la de
en servicio de la Patria, más en busca de ciencia, qu�
·
de
'
-ahora cincuenta años; y me limito á recordar que mis ma
yores hablaban de la administración de MALLARINO como
solaz y recreo.
,de la edad de oro de la Nueva Granada; como de un día
:Así. preparado, emprendió los estudios de J urispru
,pasado en fresco oasis deleitoso, en medio de la dilatada
denc1a, como se hacían entonces: .n o recorriendo la letra
estéril de los códigos, que aún no existían; no aprendien
.peregrinación por el desierto seco ·y
abrasado de nuestras
,.contiendas civiles.
do de �emoria · libros extranjeros de texto, sino oyendo
El Doctor MALLARINO, á diferencia de muchos con
las lecciones orales de jt.Jrisconsulf.os egregios, dictadas so
:,temporáneos suyos que rindieron tributo á la incredulidad,
bre las leyes de J ustiniano_,y las de. Alfonso el Sabio.
-.entonces todavía de mocla, fue sincero. crey.ent1r, fervoroso
REVISTA DEL COLEGIO DEL ROSARIO BÁRBULA
católico. Defendió con la palabra y la pluma los dogma�-' ¡Allí están.1 ¡Ved!-Lentamente
de la Iglesia, y perteneció al corto grupo de los que i� · Van por las faldas marchando
pugnaron en aquel tiempo el principio utilitario de Ben-- - Tres columnas ondulando
tham, planta maldita sembrada á principios del pasado si Cual gigantesca serpiente;
glo, y que,.como ciertos árboles tardíos, no empezó á dar Y agita el ligero ambiente
sos frutos de muerte sino varias décadas más tarde. y; mu-- - Los allivos pabellones
rió el Doctor MALLARINO, como humilde cristiano, abrazado - -Que á las hispanas legiones
de la cruz, spes única en el naufragio de la vida terrenal:.. Arrancaron la victoria
Dios le otorgó por esposa una señora de ilustre estir 'Sobre los campos de gloria
pe, á quien no vacilo en dar el calificativo de santa, y ben- De Angostura y Los Horcones.
dijo aquella unión concediéndoles hijos que no han bas Sube en el Oriente el sol,
tardeado de la fe y el honor de sus mayores. Y al alumbrar la montaña
Terminaré recordando el cP-lo é interés del Doctor - Los dos ejércitos baña
MuLARINO por la educación pública. No cesó nunca de es -Con su primPr arrebol.
timularla, como magistrado y como ciudadano, y ejerció-, En la cima el español,
muchas veces la noble tarea de catedrático, mostrando asf'., Que sns ventajas advierte,
que era sabio verdadero. 'Tras de sus trincheras fuerte
Poner ante los ojos de los jóvenes que se están edu- - Espera á que el otro avanee,
cando ejemplos vivos como el del Doctor MALLARINO, es - Y esté de su arma al alcance
darles estímulo poderoso para que }!eguen á ser cristianos- Para lanzarle la muerte.
de corazón y patriotas, no de palabra, sino de acción y de-- Y el patriota lentamente,
Terdad. ,Con el fusil en balanz:i,
R • .H. CARRASQUILLA,,-
Junio, 1 908. 'Tranquilo, impacible avanza
:Por la escabrosa pendiente:
Pues cada soldado siente
BARBULA _Aquel ardor sin segundo,
¡ Allí están! ¡ Ved!-En la altura _Aquel anhelo profundo
De la elevada montaña, ;.Que eo la ruda lid inflama
Sobre las armas de España .Al que su sangre derrama
El sol levante fulgur11 ; �orla libertad de un mundo.
Y bate la brisa pura Se oye de pronto un rugido
El regio pendón que un día -lferrible, estridente, seco,
Sobre el mundo se extendía, Que es mil veces por el eco
Siendo el asombro y espanto Del monte repercutido ;
Del agareno en Lepanto, ,-Como volcáñ encendido
Y del francés en -Pavía. /El alto cerro aparece,