Los Ceros Galeria de Contemporaneos PDF
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GALERÍA DE CONTEMPORÁNEOS
POR CERO
MÉXICO
IMPRENTA DE F. DIAZ DE LEON, EDITOR,
Calls db Lerdo N? 3.
1882
ÍNDICE
Páp.
Prólogo.................................. ,......................................................
5
Luis Malanco........................................................................... · II
Manuel Payno.............................................................................. 21
Joaquin Alcalde............................................................................ 33
Justo Sierra...................................................................................
43
Ipandro Acaico.............................................................................. 55
Las Odas de Píndaro.................................................................... 63
José Maria Vigil............................................................................ 81
Una traducción........................................................................... 91
Aguilar y Marocho..................................................................... 107
Guillermo Prieto........................................................................... “5
El Doctor Peredo........................................................................ 127
Ezequiel Montes.......................................................................... 137
Alfredo Chavero................................................................. iSi
Joaquin Tellez............................................................................... 163
Juan de Dios Arias........................................................................ 179
Mariano B&rcena. ........................................................................ 199
Juan A. Mateos................. ......................................................... 223
Francisco Sosa............................................................................... 241
Juan de Dios Peza...................................................................... 269
José Peon Contreras..................................................................... 295
José Maria Roa B&rcena..................................... ....................... 325
Alfredo Bablot............................................................................... 347
Adiós al lector............................................................................... 369
PROLOGO
nos, en todos los estilos, y casi en todos los idiomas (porque hay algu
de Pérsio¡ que va la obra del satírico latino, entre el prólogo y las notas,
de Francesca de Rimini.
Libros hay, como el de Coquelin sobre el crédito y los bancos, en que
vale tanto la introducción como la obra; y el pensador Renan dispara in
troducciones que, sólo por ser tan buenas, no parecen tan largas.
lento. »
Sr. D. Armando: con toda la consideración que vd. me merece, me
tros dias.»
La cita no puede ser más clara; pero además, en otra obra titulada:
Cuestiones contemporáneas, en el estudio sobre Filosofía de la Historia con
temporánea, tiene Renan un párrafo que no parece sino que lo escribió
la idea, muy extendida entre nosotros, que los puestos son debidos al
Bueno seria también que el editor pusiera, como es usanza, una adver
editor:
< La obra que tengo la honra de presentar al público es quizá el más
«El autor de esta obra (una de nuestras más brillantes glorias litera-
8 LOS CEROS DE CERO
< propia de las altas personalidades, que por la maligna intención de hacer
c buen gusto, como joyas exquisitas; que sólo á precio de ruegos, empe
Con estas y otras ligeras alabanzas por el estilo, puede que ya hubiera
siento en que Rodriguez y Cos ponga todo este tomo de Ceros en octa
dias adonde voy, qué he leído y qué opinion tengo. Consiento en estar
en la Cámara de diputados durante una discusión en que tomen la pala-
bra Justo Sierra, y Joaquin Alcalde, y Juan Mateos, y Sanchez Fació.
Consiento, en fin, en que de una tirada me lea Malenco todo su infor
Pues digo que todo esto y más estoy dispuesto á sufrir si no es ver
PRÓLOGO DEL AUTOR 9
inspirado; y son así, todos los generales, esforzados y valientes; todos los
escribir estos artículos, me hubieras calificado, no por ellos sino por mí,
glos. En fin, para concluir, vóyte lector á poner este epigrama de Mar
cial:
Seria quum possim, quod delectantia malim
Scribere, tu causa es, lector amice. ...
mente puedan dar una rentecilla de diez ó doce mil duros anuales; pero
esos versos latinos dicen que dicen: « lector, si en lugar de ocuparme
mi persona, que no es del caso para que perdones ó condenes mis escri
yo á tí por la censura.»
Cero.
LUIS MALANCO
LUIS MALANCO
Ya miraba yo y temblaba
sin que usarcé lo dijera.
GALERIA DE CONTEMPORANEOS S3
Amén.
Apreciable Cero:
Le ruego escriba lo que le ocurra acerca de la
obra que le acompaño.
Es una injusticia que esté en la oscuridad. §¡ue realice su
autor la idea que encierra el mote impreso en la portada : « Fac
et spera.»
Cerón.
de esta manera:
Intellecturis ignibus ilîe dedit.
( Para salir de dudas le eché al fuego ).
a Excelentísimo señor,
« A pelo.......................»
> Ramon Guzman, empresario de los ferrocarriles urbanos de vía ancha, según puede
verse por los periódicos contemporáneos. Parece que la mayor parte de sus amigos le 11a-
maban Ramoncito, quizá porque fué muy desgraciado en sus empresas.
% Quiere decir que entró á uno de los coches, pues según noticias, los reglamentos de
Me tiempo prohibían ir en las plataformas, aunque autores muy respetables afirman que
solia quebrantarse el Reglamento todos los dias.
3 Salvador Malo, empresario de los ferrocarriles de via angosta.
4 La opinion más bien recibida es que en estas lineas se pagaba por caminar, una mo
neda que en aquellos tiempos se llamaba medio real. Véase sobre esto á Orozco y Berra,
antiguo escritor.
5 Se cree que hubo un Valle llamado por algunos de sus contemporáneos Guillermo,
Y se duda de si seria el mismo á quien otros designaron por Vallecito. Varios opinan que
cra un general tlaxcalteca, y gobernaba un Establecimiento que se llamó Hospicio de Po
bres, que por ser de pobres, debió estar siempre muy concurrido.
Los periódicos de aquellos tiempos refieren que hubo epidemia de tifo en ese Esta
blecimiento, y la colocan en el consulado del general Valle.
ιο6 LOS CEROS DE CERO
7 Pane, parece que era el nombre que daban los mexicanos á las albercas. Asientan
unos que este nombre se tomó de un empresario, y otros dicen que está sacado de la frase
latina : pane lucrando; es decir, baños para ganar el pan.
8 Zambuto, palabra de baja mexicanidad, que significa hundirse, introducirse, entrar,
meterse, sumirse ó zabullirse en el agua. No la hemos encontrado en ninguno de los tra
tados de política de aquellos tiempos, por más que muchos entraran, se metieran ó se za
bulleran.
De tu casa en el blason
£s bueno que se registre,
Con escudo, lanza en ristre,
Manopla y yelmo, un campeón,
Que al correr de su troton
En la plaza principal,
Entre aplauso general,
Se vea con estudio y arte
Pasando de parte á parte
A la iglesia Catedral.
ó el de Juan de la Encina
Gritando va el caballero
Publicando su gran mal,
Vestidas ropas de luto
Aforradas en sayal.
sio y tantos otros que con sus sátiras nos dejan compren
der que no fué su siglo, por más que haya pasado, un envi
diable modelo de virtudes, ni cosa digna el cambiarle por
el que atravesamos, ó mejor dicho, que nos atraviesa á
nosotros.
Como en aquella vieja comedia, que se llama «sueños
hay que son lecciones» (mala y de autor desconocido),
quisiera poder magnetizar á D. Ezequiel, y siquiera en
sueños hacerle vivir en la corte de Justiniano y de Teo
dora.
¡ Allí de la honradez y la energía de nuestro buen ami
go ! ¡ qué sustos y qué desengaños encontraría en ese re
troceso histórico !
Ciertamente: el imperio romano á primera vista po
dia juzgarse floreciente y feliz.
La gran sedición á la que se dió el nombre de Nika
(vencedor), motivada por Jas facciones del Circo llama
das de los «verdes » y los « azules,» yque redujo á cenizas
una gran parte de Constantinopla, había sido reprimida;
los vándalos derrotados en Africa dejaban al general ro
mano la histórica plaza de Cartago; la Sicilia era presa
de las tropas de Justiniano, que invadían después á Ná-
poles y se apoderaban de Roma, sembrando el terror en
los godos, que al fin quedan subyugados; Vitigés cautivo;
el terrible Totila derrotado y muerto; los Búlgaros re
chazados de Constantinopla por un puñado de veteranos;
Abyssinia conquistada; en fin, Belisario y Narces pasean
GALERIA DE CONTEMPORANEOS *45
Adiós............ Yo te perdono,
Mi alma no te implora,
No puede despreciarte,
Y ménos olvidar;
Pero también te digo............
Que esa alma no te llora
Que se conserva altiva............
Que tu desden no adora............
Y todos los desprecios
Los sabe perdonar.
Mercurio (enojado).
Trigeo.
Trigeo.
Hércules.
los vientos, las lluvias, el rayo, el calor del sol, las bri
sas, las nieblas y hasta el iris, todos eran dioses, diosas
ó ninfas que pensaban, que tenían pasiones y caprichos
y que unas veces obedecían y otras no, la voluntad del
padre de los dioses.
Aunque no creo en el simbolismo teológico de Creu-
zer que á tan absoluto extremo le lleva, que las ideas abs
tractas aparecen como dioses de la Mitología Griega ó
Romana, tampoco pertenezco á la enseñanza de Evhé-
mero que ve en todos los dioses de la antigüedad, hom
bres que han existido y que la leyenda y la superstición
han convertido en divinidades; soy de la escuela del vulgo
que piensa que realmente algunos de esos dioses fueron
hombres, otros representan ideas más ó ménos abstrac
tas, y la mayor parte son la personificación de los fenó
menos de la Naturaleza que los hombres no podían ex
plicarse. Por eso, el sol, su marcha, sus rayos y todos
los fenómenos que la luz y el calor producen sobre la
tierra, vinieron á formar en la India á Varuna, Surya,
Savitri, Indra, Mitra, Aryaman, Agny, destello del sol,
fuego, vida, fecundidad; Apsara, viento, tempestad, ra
yo, relámpago : por eso en la religion de la Persia, Or-
muzd y Ahriman, dia y tinieblas, sol y nubes, bien y
mal, personificados por estas divinidades, luchan cons
tantemente; por eso en la Grecia y en Roma, los trabajos
de Hércules simbolizan los combates del sol con las nu
bes; por eso Astreo y E09 tienen por hijos á Zéfiro, á
GALERIA DE CONTEMPORÁNEOS 219
Y más adelante:
El nombre de la patria en tierra extraña,
Es un himno, un poema, una oración.
Á un amigo yo llevé
Á casa de la que amaba;
Y tanto llegué á llevarlo,
Que después él me llevaba.
ACTO V.
ESCENA III.
La SulAMITA ( corriendo hiela «u amante).
ESCENA IV.
El coro.
El Rey.
ÇAKOUNTALA (tímidamente).
ÇAKOUNTALA.
¿Cuál? dime.
39
310 LOS CEROS DE CERO
El Rey.
Çakountala (aparte).
Çakountala (estremecida).
El Rey.
¡Como tú quieras!
(El rey finge dificultad para atar el brazalete.)
El Rey.
ÇAKOUNTALA.
El Rey (sonriendo).
ÇAKOUNTALA.
El ReY (aparte).
El Rey.
ÇAKOUNTALA (candorocamente).
El Rev.
Dice el coro:
«Grabadas en su corazón las dulces miradas de su
« perdida compañera, un joven cisne se abandona á su
« dolor sobre las aguas de los más bellos lagos.»
El Rey.
El coro.
ACTO V.
ESCENA I.
Habla un mensajero refiriendo,el delirio del rey, y termina diciendo:
La Comedianta.
El Director.
Coro.
Yo tengo en el arpa
Que guia mi canto,
El lánguido encanto
Del ruido del mar;
Las íntimas notas
Que arrancan el llanto,
Las que hacen á un tiempo
Gemir y llorar.
Ut queant laxis
Asonare fibris
Λ/z'ra gestorum
/¿muli tuorum
Sfl/ve polluti
Latín reatum
Sánete Ioannes.
Páp.
Prólogo.................................. ,......................................................
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Luis Malanco........................................................................... · II
Manuel Payno.............................................................................. 21
Joaquin Alcalde............................................................................ 33
Justo Sierra...................................................................................
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Ipandro Acaico.............................................................................. 55
Las Odas de Píndaro.................................................................... 63
José Maria Vigil............................................................................ 81
Una traducción........................................................................... 91
Aguilar y Marocho..................................................................... 107
Guillermo Prieto........................................................................... “5
El Doctor Peredo........................................................................ 127
Ezequiel Montes.......................................................................... 137
Alfredo Chavero................................................................. iSi
Joaquin Tellez............................................................................... 163
Juan de Dios Arias........................................................................ 179
Mariano B&rcena. ........................................................................ 199
Juan A. Mateos................. ......................................................... 223
Francisco Sosa............................................................................... 241
Juan de Dios Peza...................................................................... 269
José Peon Contreras..................................................................... 295
José Maria Roa B&rcena..................................... ....................... 325
Alfredo Bablot............................................................................... 347
Adiós al lector............................................................................... 369