Memoria de Título Andrés Cáceres

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS


DEPARTAMENTO CIENCIASDE LA TIERRA

ESTRATIGRAFÍA, AMBIENTE DE
SEDIMENTACIÓN Y CONTEXTO TECTÓNICO DE
LA FORMACIÓN RÍO DAMAS (KIMMERIDGIANO-
TITONIANO) EN EL VALLE DEL RÍO COLORADO
(33°30’S, CHILE CENTRAL).
REGIÓN METROPOLITANA, CHILE.

Memoria para optar al Título de Geólogo

Andrés Elías Cáceres Palma

Profesor Patrocinante: Dr. Alfonso Encinas Martin


Profesores Comisión: Prof. Ramiro Bonilla Parra
Dr. Joaquín Cortés Aranda

Concepción, 2021
INDICE
Página
RESUMEN……………………………………………………………
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………… 1
1.1. Generalidades…………………………………………………… 1
1.2. Objetivos………………………………………………………… 3
1.1.1. Objetivos General………………………………………… 3
1.1.2. Objetivos Específicos……………………………………… 3
1.3. Ubicación Y Accesos……………………………………………… 3
1.4. Clima y Vegetación………………………………………............. 5
1.5. Plan de trabajo…………………………………........................... 5
1.5.1. Pre-terreno………………………………………………... 5
1.5.2. Trabajo de Campo…………………………………............... 6
1.5.3. Etapa de Gabinete……………………………................................... 6
1.6. Agradecimientos………………………………………………… 7

2. MARCO GEOLOGICO ………………………………………… 8


2.1. Marco Tectónico………………………………………………… 8
2.2. Marco Geológico Regional………………………………………... 12
2.2.1. Unidades Estratificadas……………………………………... 12
2.2.2. Unidades Volcánicas……………………………………… 13
2.2.3. Unidad Volcánica Antigua…………………………………... 14
2.2.4. Unidad Volcánica Nueva……………………………………. 14
2.2.5. Unidades Intrusivas………………………………………… 14

3. METODOLOGÍA DE TRABAJO……………………………… 16
3.1. Fundamentos y Metodología……………………........................... 16
3.1.1. Determinación de ambiente sedimentario y estratigrafía…....... 16
3.1.1.1. Análisis de Facies ………………………………........ 16
3.1.1.2. Estudios Estratigráficos…………………………………… 17
3.1.1.3. Análisis Petrológico………………………………………... 17
3.1.1.4. Análisis Estructural………………………………………… 18
3.1.2. Análisis de Paleocorrientes…................................................. 18

4. RESULTADOS…………………………………………………… 20
4.1. ESTRATIGRAFÍA……………………………………………… 20
4.2. SEDIMENTOLOGÍA…………………………………………… 23
4.2.1. Facies…………………………………................................ 23
4.2.1.1. Facies CCA ………………………………................. 23
4.2.1.2. Facies CCP...………………………………………... 23
4.2.1.3. Facies CDP………………………………………...... 25
4.2.1.4. Facies AM…………………………………………... 27
4.2.1.5. Facies AEC……………………………………….... 29
4.2.1.6. Facies ICA………………………………………… 30
4.2.2. Asociaciones de Facies……………………………................ 32
4.3. Análisis Estructural……………………………………………… 33
4.4. Análisis de Paleocorrientes……………………………………………… 34
5. DISCUSIÓN…………………………………….............................. 38
5.1. ESTRATIGRAFÍA……………………………………………… 38
5.2. AMBIENTE DE SEDIMENTACIÓN……………………………... 42
5.3. PROVENIENCIA………………………………………………………... 45

5.4. CONTEXTO TECTÓNICO…………………………………........ 46

6. CONCLUSIONES………………………………………………… 51

7. REFERENCIAS………………………………………………....... 52

ANEXOS……………………………………………………………... 62
ANEXO 1: Columna Estratigráfica
ANEXO 2: Descripción Láminas Delgadas

ÍNDICE DE IMÁGENES
Imagen Página
1.1 Mapa de ubicación y accesos................................................................... 4
2.1 Mapa geológico regional.......................................................................... 9
2.2 Mapa geológico de la región del Río Colorado......................................... 10
2.3 Mapa esquemático de la Cuenca Neuquina............................................... 11
2.4 Cuadro Cronoestratigráfico de la zona de estudio.................................... 15
4.1 Lineamiento inferido Fm Río Damas........................................................ 20
4.2 Vista de valle dirección N-S Fm LV y RD................................................ 21
4.3 Tramo cubierto techo contacto Fm LV-RD............................................... 22
4.4 Conglomerado matriz soportado centimétrico.......................................... 24
4.5 Niveles de conglomerado centimetrico..................................................... 25
4.6 Alternancia facies CCP-CDP.................................................................... 26
4.7 Lámina delgada RC1D-6.......................................................................... 27
4.8 Alternancia facies CCP-AM..................................................................... 28
4.9 Lámina delgada RC1D-5........................................................................... 28
4.10 Lámina delgada RC1D-2........................................................................... 29
4.11 Afloramiento con facies AEC................................................................... 30
4.12 Lámina delgada muestra RC1D-7............................................................. 31
4.13 Diaclasas en afloramientos........................................................................ 34
4.14 Diagrama de roseta T6, set de datos 1…………………………………… 35
4.15 Diagrama de roseta T6, set de datos 2…………………………………… 36
4.16 Diagrama de roseta T8, set de datos 1…………………………………… 36
4.17 Diagrama de roseta T8, set de datos 2…………………………………… 37
5.1 Mapa modificado de Thiele (1980) …………………………………… 39
5.2 Mapa modificado de Ramos (1991) …………………………………… 39
5.3 Contacto entre Fm RD-(Y)- Fm LV…………………………………… 40
5.4 Mapa y perfil modificado de Álvarez (2000) …………………………… 41
5.5 Contacto entre andesitas y calizas de la Fm LV………………………… 41
5.6 Conglomerado matriz soportado clastos centimétricos………………… 42
5.7 “Couplets” …………………………………………………………… 43
5.8 La cuenca kimmeridgiana de Neuquén………………………………… 47

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla Página
4.1 Medidas de rumbo y manteo de los estratos de la Fm Rio Damas................ 33
4.2 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T6……… 35
4.3 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T6……… 35
4.4 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T8……… 36
4.5 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T8……… 37
RESUMEN
Una de las cuencas de trasarco mejor estudiadas es la cuenca de Neuquén, que se sitúa
en la parte E de Chile y en la parte W de Argentina entre los 33° y 38° S. En esta cuenca se
depositaron una serie de unidades marinas y continentales entre el Jurásico Inferior y el
Cretácico Superior. En Chile, dichas unidades reciben el nombre de, de base a techo: 1)
Formación Río Colina; depósitos marinos profundos en la base y someros hacia techo. 2)
Formación Río Damas; depósitos aluviales y volcánicos. 3) Formación Lo Valdés; depósitos
marinos someros y de plataforma. Sobreyaciendo a la Formación Lo Valdés se acumularon
facies fluviales y aluviales interpretadas como sinorogénicas correspondientes a la
Formación Colimapu.
Durante el Kimmeridgiano-Titoniano se produjo una importante regresión marina que
dio lugar a la sedimentación de las formaciones Río Damas (Chile) y Tordillo (Argentina).
Las causas son discutidas, por lo que algunos autores han propuesto que la regresión tuvo
causas eustáticas, así como otros autores postularon condiciones tectónicas tanto
extensionales como compresivas, asociando esta última a la denominada fase Araucana. La
Formación Río Damas comprende una secuencia continental de un espesor máximo de 5.000
m, constituida por conglomerados y brechas conglomerádicas, con intercalaciones de
areniscas, limolitas y lavas andesíticas. Se le asigna una edad kimmeridgiana-titoniana. A
pesar de que se han hecho estudios sedimentológicos en esta unidad, estos no son lo
suficientemente detallados.
Se llevó a cabo un estudio estratigráfico y sedimentológico de detalle a partir del
levantamiento de una columna estratigráfica, con el objetivo de determinar la evolución
tectono-sedimentaria de la Formación Río Damas en el sector del Río Colorado (33°30’S).
El área de estudio se sitúa específicamente en los Andes de Chile Central, a unos 65 km al E
de Santiago aproximadamente, Provincia de Cordillera, Región Metropolitana, Chile.
La Formación Río Damas en el sector del Río Colorado, corresponde a una secuencia
de más de 2.000 m de potencia de sedimentos continentales que se dividieron en 3 miembros:
1) Miembro I, constituido por facies de flujo de detritos proximales, se interpreta como una
zona próxima a la fuente. La potencia de este miembro es indeterminada debido a que parte
de la secuencia se encuentra obliterada por una intrusión hipabisal andesítica de edad
Miocena. 2) Miembro II, constituido por “sheetfloods” proximales. La granulometría varía
entre dimensiones centimétricas a métricas, además los clastos son paralelos a la
estratificación y se observan imbricaciones. Las areniscas no poseen o conservan estructuras
sedimentarias y son fisibles. La potencia de este miembro es de aproximadamente 1.806 m.
3) Miembro III, Constituido por un nivel de lava andesítica el que se observa diaclasado y en
contacto neto con un nivel de areniscas del miembro subyacente. Posee una potencia de 10
m aproximadamente. El contacto basal de la Formación Río Damas se interpreta como una
falla inversa con la Formación Lo Valdés, mientras que el contacto a techo con Formación
Lo Valdés es concordante. Esta Formación se habría depositado en un contexto de régimen
tectónico extensional, en una importante regresión marina. La escasa variación en el tamaño
de grano que presentan la columna en el sector del Río Colorado, donde predominan los
depósitos conglomerádicos, evidencian una subsidencia bastante continua, que culmina en
una intensa actividad volcánica y una subsidencia regional generalizada que permite el inicio
de una nueva transgresión marina con la sedimentación de la Formación Lo Valdés.
1

1. INTRODUCCIÓN

1.1. Generalidades

La zona de Chile central se ha caracterizado por la existencia de un margen continental


activo, el que permanece desde al menos el Jurásico Inferior hasta el presente. En este
escenario, se han desarrollado diferentes ambientes magmáticos con ubicación variable del
arco volcánico respecto de la fosa, desarrollo de cuencas de ante-, intra- y trasarco, orogenia
y tectonismo (Coira y otros, 1982; Mpodozis y Ramos, 1989). A pesar del contexto tectónico
actual, la subducción se interrumpió (Mpodozis y Ramos, 1989) o disminuyó
considerablemente (Oliveros y otros, 2018) durante la amalgamación completa de Pangea en
el Pérmico tardío -Triásico Inferior (Mpodozis y Kay 1990). Luego, un importante evento de
rifting durante el Triásico Superior al Jurásico Inferior culminó con la ruptura del
supercontinente Pangea (Bechis y otros, 2009). Esto produjo la reanudación de la subducción
(Mpodozis y Ramos, 1989) o la aceleración de esta (Oliveros y otros, 2018).
Durante el Jurásico Inferior-Cretácico Inferior, se generaron condiciones extensionales
producto del rollback de la placa subductante (Horton, 2018), provocando la migración del
arco magmático al W y formando una serie de cuencas de trasarco interconectadas entre si
hacia el E (Dalziel, 1986; Mpodozis y Ramos, 1989).
En el Cretácico Superior, el régimen tectónico se transformó en contraccional debido
a un aumento en la velocidad de desplazamiento de Sudamérica producto de la apertura del
Atlántico (Russo y Silver, 1996). Las cuencas de trasarco fueron invertidas, se produjo
alzamiento andino y se generaron cuencas de antepaís al E de los Andes (Mpodozis y Ramos,
1989).
Una de las cuencas de trasarco mejor estudiadas es la cuenca de Neuquén, que se sitúa
en la parte E de Chile y en la parte W de Argentina entre los 33° y 38°S, la cual presenta
importantes reservas de hidrocarburos (Howell y otros, 2005). En esta cuenca se depositaron
una serie de unidades marinas y continentales entre el Jurásico Inferior y el Cretácico Inferior.
En Chile, dichas unidades reciben el nombre de, de base a techo: 1) Formación Río Colina-
Nacientes del Teno; depósitos marinos profundos del Caloviano-Oxfordiano (Thiele, 1980).
2) Formación Río Damas; depósitos aluviales del Kimmeridgiano-Titoniano (Thiele, 1980;
Rossel y otros, 2014). 3) Formación Lo Valdés-Baños del Flaco; depósitos marinos someros
2

y de plataforma del Titoniano-Hauteriviano (Hallam y otros, 1986; Salazar, 2012).


Sobreyaciendo a la Formación Lo Valdés-Baños del Flaco se acumularon facies aluviales
interpretadas como sinorogénicas correspondientes a las formaciones Colimapu y BRCU
(Unidad Clástica Café-Rojiza) durante el Cretácico Superior (Charrier otros, 1996; Tapia,
2015).
La sedimentación en la cuenca de trasarco de Neuquén durante el Jurásico-Cretácico
Inferior fue mayoritariamente marina (Howell y otros, 2005), debido a la existencia de un
arco volcánico de bajo relieve situado en la actual Cordillera de la Costa que permitió el
ingreso de transgresiones marinas provenientes del Pacífico (Mpodozis and Ramos, 1989).
Sin embargo, durante el Kimmeridgiano-Titoniano se produjo una importante regresión
marina que dio lugar a la sedimentación de las formaciones Río Damas (Chile) y Tordillo
(Argentina). Las causas de dicha regresión son discutidas, por lo que algunos autores han
propuesto que la regresión tuvo causas eustáticas (ej., Legarreta y otros, 1991), así como
otros autores postularon condiciones tectónicas tanto extensionales (Mescua y otros, 2008;
Rossel y otros, 2014) como compresionales, asociando esta última a acumulación de
depósitos en la fase Araucana (Vergani y otros, 1995; Naipauer y otros, 2012).
La Formación Rio Damas comprende una secuencia continental de unos 3.000 m que
aflora a lo largo de fajas de disposición norte-sur, en las laderas W del río Rabicano y la
quebrada del Perdido, donde forma parte de un sinclinal volcado. Se encuentra además en
contacto por falla con las sedimentitas de la Formación Colimapu en la base del cerro Gran
Bizcocho. Estos afloramientos se continúan al sur del río Colorado. Observaciones de detalle
realizadas sobre esta unidad en los alrededores del río Chacayal permiten describir a la misma
como una sucesión de conglomerados polimícticos de color rojo, matriz soportada y caóticos
(Alvarez y otros, 2000). Se le asigna una edad kimmeridgiana por sobreyacer al yeso
Oxfordiano y encontrarse por debajo de las capas marinas del Titoniano de Lo Valdés
(Thiele,1980). Las formaciones Lo Valdés, Río Damas y Río Colina (Fm. Auquilco), se
disponen de manera concordante con un manteo aproximado de 60-70º W. Estas formaciones
en conjunto están presentes en un anticlinal de bloque colgante erodado, producto de un
sistema rampa-flat asociado a la falla Rabicano. Aunque, algunos autores han hecho algunos
estudios sedimentológicos en esta unidad (ej., Klohn, 1960; Calderón, 2008), estos no son lo
suficientemente detallados para definir la polaridad de este bloque. En esta memoria se
3

propone llevar a cabo un estudio estratigráfico y sedimentológico de detalle en los


afloramientos de la Formación Río Damas en el sector Rio Colorado, Chile Central
(33°30’S), debido a falta de estudios detallados en esta zona, este se realiza a partir del
levantamiento de una columna estratigráfica. Al mismo tiempo, se pretende investigar
evidencias de deformación sinsedimentaria con el objeto de poder determinar el contexto
tectónico durante la sedimentación de esta unidad.

1.2. Objetivos

1.2.1. Objetivo General.

Determinar la evolución tectono-sedimentaria de la Formación Río Damas en el sector


del Río Colorado (33°30’S, Chile Central).

1.2.2. Objetivos Específicos.

1. Caracterizar y determinar las relaciones estratigráficas de la Formación Río Damas.

2. Establecer el ambiente de sedimentación de esta unidad.

3. Determinar las variaciones relativas del nivel del mar durante la sedimentación de
esta unidad.

4. Describir el contexto tectónico durante la sedimentación de esta unidad.

1.3. Ubicación Y Accesos

El área de estudio (Figura 1.1) se encuentra en la Región Metropolitana de Santiago,


en los 33°30’ S y los 70°00’ W aproximadamente. Para acceder a esta, se debe ingresar desde
el Camino a San José de Maipo que posteriormente continúa con el Camino al Volcán (Ruta
4

Imagen 1.1: Mapa de ubicación y accesos al área de estudio.

G-25). Llegando a la localidad de Guayacán, en un acceso lateral se debe ingresar al Camino


al Alfalfal, hasta llegar a la entrada de la represa hidroeléctrica El Alfalfal. Para poder
ingresar es necesario solicitar un permiso a Bienes Nacionales. Una vez dentro de las
inmediaciones, se debe seguir la ruta principal con dirección NE, el ingreso se debe realizar
idealmente en un vehículo con doble tracción. Durante el camino, de poco más de 25 km,
hay zonas con peligro de derrumbe y 3 puentes que ayudan a cruzar el curso del Río Colorado.
Al llegar a la mina La Perla, el área de estudio se ubica al E de esta, en la quebrada El
Chacayal, a la que se puede acceder caminando y que posee senderos para el traslado de
ganado a zonas de veranada.
Los afloramientos en esta quebrada se observan como grandes paquetes con estratos
verticales, con aspectos puntiagudos, alternados de zonas más meteorizadas, que
depositan coluvios con una importante carga sedimentaria con clastos de tamaños
milimétricos hasta métricos. El acceso a estos afloramientos es dificultoso debido a que
los coluvios poseen pendientes muy empinadas. Para llegar a la base (supuesta) de la
5

columna estratigráfica es un ascenso de aproximadamente 4 horas en el que hay un desnivel


de aproximadamente 500 m con una dificultad alta.

1.4. Clima y Vegetación

La región estudiada se caracteriza por una estación marcadamente seca en verano, salvo
algunas raras y breves tormentas producidas en los meses estivales, y lluviosa en invierno.
El promedio de humedad relativa del aire para Santiago (520 m s.n.m.) es de 92% en época
de invierno (junio, julio y agosto) y 78% en época de verano (enero, febrero y marzo); en
San José de Maipo (1.060 m s.n.m.) alcanzó a 83% en verano y 79% en invierno (año 1970),
y en Cristo Redentor (3.830 m s.n.m. 32°50' Lat. S y 70°07'Long. W), a 61 % en verano y
59% en invierno (Thiele, 1980).
Las acumulaciones nivales sólo se encuentran en aquellos lugares de la alta cordillera
que son relativamente planos, siendo hacia los 3.000 m s.n.m. donde la cubierta de nieve es
continua en invierno (Thiele, 1980).
La vegetación autóctona está compuesta principalmente por arbustos con follaje de
color verde oscuro que, en conjunto, presenta aspecto de matorrales relativamente densos,
hasta aproximadamente los 1.500 m s.n.m. A mayor altura, se hace corriente una asociación
vegetal, formada por champas y hierbas perennes, que se mezclan con sub-arbustos
achaparrados, hasta aproximadamente 3.000 m s.n.m. Hasta los 4.000 m s.n.m. sólo aparecen
algunas asociaciones de hierbas que crecen en champas o cojines, siendo prácticamente nulos
los vestigios de vegetación sobre esta altura (Thiele, 1980).

1.5. Plan de trabajo

Con el propósito de lograr los objetivos propuestos, son necesarias las siguientes
etapas:

1.5.1. Pre-terreno.

Comprende la revisión bibliográfica de los antecedentes estratigráficos y


sedimentológicos disponibles en publicaciones, memorias de título y mapas geológicos, junto
6

con la obtención de imágenes de “Google Earth” para la creación de un mapa del área de
estudio con una serie de puntos de interés.

1.5.2. Trabajo de Campo.

Se lleva a cabo durante un número de 12 días en una etapa. En la se realiza un


reconocimiento y elección de puntos de trabajo, además se procede al levantamiento de una
columna estratigráfica de detalle junto a la recolección de muestras de rocas para dataciones
con circones detríticos y laminas delgadas. Además, se revisaron algunos puntos destacados
previamente visitados.

1.5.3. Etapa de Gabinete.

Durante esta fase, se analizan los datos obtenidos en terreno, lo que incluye:

- Descripción detallada de las muestras de mano y la clasificación de estas.


- Selección de muestras para la realización de cortes transparentes y su posterior
análisis.
- Elaborar columna estratigráfica con el software Adobe Illustrator CC 2015.
- Análisis de facies e integración de resultados con el objetivo de reconstruir el
ambiente de sedimentación.
7

1.6. Agradecimientos.

Agradecer en primer lugar al Proyecto Fondecyt 1200428, que ha permitido que se


lleve a cabo esta memoria mediante su financiamiento y, al profesor patrocinante Dr. Alfonso
Encinas por su compromiso, apoyo incondicional y guía a lo largo de esta investigación.
Agradecer a cada uno de los funcionarios del departamento Ciencias de la Tierra por permitir
ocupar las instalaciones siempre en las condiciones más óptimas, a pesar de la situación
sanitarias que vive el país y a los profesores que me formaron a lo largo de estos 9 años.
Agradecer a mis compañeros de terreno y amigos, Ignacio y Rodrigo, quienes fueron
un apoyo a lo largo de la carrera y en la complicada investigación de campo. Además,
agradecer a mis amigos Andrés, Isaac y Javier, sin su compañía y apoyo terminar este camino
hubiese sido muy difícil. Para finalizar quiero agradecer a mi familia en especial a mis padres
Hugo y Luz, quienes con mucha paciencia y compresión me ayudaron a entender de que, si
era capaz de terminar este desafío, no tengo más que palabras de agradecimiento, a todos mis
hermanos sin duda también forman parte de esto y a la Sra. Gladys quien fue una segunda
madre en mi vida.
8

2. MARCO GEOLOGICO

2.1. Marco Tectónico

El segmento andino comprendido entre los 32º S y los 35º S muestra 5 unidades
morfoestructurales principales, dispuestas en franjas orientadas norte - sur. De W a E estas
son: Cordillera de la Costa, Depresión Central, Cordillera Principal, Cordillera Frontal y
Precordillera, más el antepaís argentino (Fock, 2005).
La Cordillera de la Costa está compuesta por cerros que rara vez sobrepasan los 2.000
m s.n.m. Formada principalmente por granitoides del Paleozoico Superior en su flanco
occidental y por secuencias volcánicas y sedimentarias Mesozoicas en la parte más oriental,
como indica la cartografía geológica disponible (Thomas, 1958; Wall y otros, 1999; Sellés y
Gana, 2001; SERNAGEOMIN, 2003).
La Depresión Central se extiende desde los 33º S hasta los 40º S, y corresponde a una
cuenca rellena por depósitos aluviales Pleistocenos a Holocenos principalmente, que
localmente superan los 500 m de espesor (Thiele, 1980, Araneda y otros, 2000, Rauld, 2002).
Esporádicamente sobresalen algunas cumbres en forma de "cerros isla", con alturas entre 650
y 480 m s.n.m. decrecientes de E a W (Fock, 2005).
Entre los 32º y 35º S se encuentran bien desarrolladas las cordilleras Principal y Frontal.
La Cordillera Principal (Figura 2.1) puede dividirse en dos grandes flancos: La Cordillera
Principal Occidental, conformada por rocas cenozoicas de las Formaciones Abanico y
Farellones, principalmente; y la Cordillera Principal Oriental, compuesta por rocas
Mesozoicas fuertemente deformadas, que conforman las fajas plegadas y corridas de La
Ramada, Aconcagua y Malargüe (Fock, 2005). Las fajas plegadas y corridas (fold and thrust
belts; FPC) son un rasgo estructural de primer orden en los Andes Centrales entre los 33° y
36° S, presentes tanto en la Cordillera Principal como en la Cordillera Frontal (Mardones,
2016).
9

Imagen 2.1: Mapa geológico regional que muestra en detalle las rocas mesozoicas del centro de Chile (~33°-35°S).
El recuadro muestra la ubicación aproximada del área de estudio en la Cordillera de los Andes. Modificado de
Sernageomin (2003).

En particular la faja plegada y corrida del Aconcagua (FPCA), localizada entre 32°30’
y 34° (Figura 2.3), es un clásico ejemplo de un cinturón Andino de piel fina (Ramos, 1988;
Kozlowski y otros, 1993; Cegarra y Ramos, 1996; Ramos y otros, 1996a). Se reconocen al
menos cuatro corrimientos de vergencia E (Álvarez y otros, 2000; Figura 2.2) que presentan
dos niveles de despegue. La depositación de las unidades marinas mesozoicas en la FPCA,
está supeditada por la presencia de secuencia de rift del Jurásico temprano (Alvarez y otros,
1997; Alvarez y Ramos, 1999) y el control de estructuras extensionales pre-existentes en el
desarrollo de la faja plegada y corrida (Godoy, 1993, 1998; Giambiagi y Ramos, 2002).
Posteriormente desde el Cretácico Tardío se produjo un cambio en la geometría de la
subducción lo que condujo a un régimen tectónico compresivo (Vergani y otros, 1995) y a la
acumulación de depósitos sintectónicos de antepaís en territorio argentino. Durante el Eoceno
medio-Mioceno temprano la deformación al sur de los 31°S, está dominada por la extensión
y desde el Oligoceno tardío-Mioceno temprano al presente se produjo el principal periodo de
construcción de los Andes en Chile Central (Charrier y otros, 2002).
10

Imagen 2.2: Mapa geológico de la región del río Colorado y área de estudio, Cordillera Principal de Chile.
Extraído y modificado de Álvarez (2000). (?): En terreno se observan afloramientos de la Formación Lo
Valdés en la zona cuestionada.
11

Imagen 2.3: Mapa


esquemático de la Cuenca
Neuquina (modificado de
Howell et al., 2005). Enmarcado
el margen NW de la Cuenca
Neuquina que considera el sector
cordillerano de Chile Central.

En este se formaron las fajas plegadas y corridas que caracterizan el borde oriental de la
cordillera (Charrier y otros, 2007), la que se compone por rocas mesozoicas fuertemente
deformadas (Fock, 2005).
La Cordillera Frontal está constituida por un basamento Pre-Cámbrico, Paleozoico y
Triásico, mientras que la Precordillera por rocas del Paleozoico Inferior principalmente. Al
E de estas cordilleras se han desarrollado cuencas de antepaís desde el Mioceno hasta el
Holoceno (Fock, 2005).
12

2.2. Marco Geológico Regional

La estratigrafía determinada para la cordillera principal, a partir de estudios previos


(Godoy 1976; Thiele, 1980; Fock y otros, 2006; Muñoz y otros, 2014), describen siete
unidades estratigráficas mayores: (1) Rocas intrusivas, volcánicas y metamórficas del
Proterozoico al Triásico inferior; (2) Secuencias de rift Triásicas y Jurásicas; (3) Estratos
marinos Tito-Neocomianos; (4) Rocas sedimentarias marinas y no marinas del Cretácico al
Paleógeno; (5) Rocas volcánicas del Eoceno?-Oligoceno a Mioceno inferior; (6) Depósitos
de cuenca de antepaís del Cenozoico superior; y (7) Rocas de arco volcánico e intrusivas del
Cenozoico superior (Giambiagi y otros, 2009).
En la región metropolitana en Chile Central (33º -34º S) afloran rocas que abarcan
desde el Jurásico Medio hasta el Holoceno. La relación de contacto y estructural (Figura 2.3)
entre estas formaciones ha sido materia de discusión desde los inicios de la investigación
geológica en Chile (Fock, 2005).

2.2.1. Unidades Estratificadas

Formación Río Colina: Fue definida en el valle del Río Colina por González (1963).
Las litologías de esta formación corresponden a calizas, rocas siliciclásticas de grano fino a
grueso, con intercalaciones de andesitas. A partir de contenido fosilífero, se le asigna una
edad Caloviano – Oxfordiano (Thiele, 1980; Álvarez y otros, 1996). El ambiente para esta
Formación corresponde a uno marino (Álvarez y otros, 1997). Los estratos de esta Formación
se encuentran altamente fallados y más o menos triturados entre escamas de imbricación
(Thiele, 1980).
Formación Rio Damas: La formación fue definida por Klohn (1960), en el valle del río
homónimo. Las litologías presentes corresponden a conglomerados y brechas
conglomerádicas, areniscas, limolitas, lavas andesíticas y pequeños niveles de yeso (Thiele,
1980). Mediante relaciones estratigráficas y dataciones U-Pb se estima una edad
Kimmeridgiano-Titoniano para esta unidad, cuyo posible protolito sería el arco Jurásico
ubicado en el margen W de la cuenca Neuquina (Thiele, 1980; Rossel y otros, 2014). El
ambiente de depósito de la Formación ha sido considerado continental (Klohn, 1960). Esta
13

Formación posee sobreescurrimientos que hacen que las capas superiores, tectónicamente,
cubran a las secuencias basales de esta unidad (Thiele, 1980).
Formación Lo Valdés: Definida en el valle del Río El Volcán por González (1963). La
litología corresponde a fangolitas, lutitas y areniscas finas calcáreas fosilíferas con
intercalaciones de rocas volcanoclásticas y depósitos evaporíticos (Thiele, 1980). Se le
asigna una edad Titoniano-Hauteriviano a partir de contenido fosilífero (Biró, 1964; Tavera,
1968; Thiele, 1980; Hallam y otros, 1986, Salazar y Stinnesbeck, 2015). Corresponde a un
ambiente de plataforma estable (Giambiagi y otros, 2002). La Formación se separa en
escamas estructurales, lo que repite los estratos superiores de la secuencia hacia el E,
imbricándose con bloques estructurales de la Formación Río Damas (Thiele, 1980).
Formación Colimapu: Definida por Klohn (1960), en la quebrada homónima. Está
constituida por areniscas finas rojas, conglomerados, areniscas conglomerádicas, lutitas rojo
violáceo medianamente calcáreas y calizas (Thiele, 1980). Mediante estratigrafía y circones
detríticos se asigna una edad Aptiano-Albiano (Martínez y Osorio, 1963; Bustamante, 2001;
Tapia, 2019). El ambiente de depositación es transicional entre continental deltaico a marino
a posteriormente volcánico (Bustamante, 2001). Los estratos tienen una estructura de
plegamiento, caracterizada por un anticlinal apretado y volcado hacia el W, en la zona sur
(Thiele, 1980).

2.2.2. Unidades Volcánicas

Formación Abanico: Definida por Aguirre (1960) y Klohn (1960), en el sector


denominado Cerro Abanico. Las litologías corresponden a lavas básicas a intermedias, rocas
piroclásticas ácidas y sedimentarias continentales. Mediante estudios geocronológicos,
estratigráficos y de fauna fósil se estima una edad Eoceno Superior-Mioceno (Wyss y otros,
1994; Charrier y otros, 1996, 2002, 2005; Palma, 1991; Gana y otros, 1997; Sellés, 1999;
Sellés y otros, 2000; Fuentes y otros, 2000, 2002; Fock, 2005; Muñoz, 2005; Aguirre y otros,
2009). Su ambiente de depositación correspondería a una cuenca de intra-arco, bajo un
régimen extensional con volcanismo activo (Muñoz y otros, 2006; Jordan y otros, 2001). Los
estratos aparecen en algunos sectores bastante deformados por pliegues muy marcados
(Thiele, 1980).
14

2.2.3. Unidad Volcánica Antigua

Corresponde a rocas volcánicas, principalmente andesíticas, que forman parte de los


edificios volcánicos del Pleistoceno (Thiele, 1980).

2.2.4. Unidad Volcánica Nueva


Corresponde a rocas volcánicas andesíticas, con intercalaciones de brechas y rocas
piroclásticas (Thiele, 1980).

2.2.5. Unidades Intrusivas


Se dividen en dos unidades, la Unidad Intrusiva I se compone de granodioritas,
monzogranitos y monzonitas cuarcíferas, mientras que la Unidad Intrusiva II, está
representada por unidades de menor extensión, tales como stocks, lacolitos, filones-manto y
diques (Thiele, 1980).
Según Thiele (1980), las unidades intrusivas en el área de estudio corresponden a
cuerpos de andesitas intrusivas (de anfíbol y piroxeno), que afloran en los cerros Manquehue,
Renca y otros lugares. Determinaciones radiométricas mediante el método K/Ar en
plagioclasa y roca total, realizadas en algunos de los intrusivo, dieron valores del 19,5 ± 0,5
m.a. (Manquehue) (Vergara y Drake, 1979) y 21,8 ±0,5 m.a. (Renca-Colorado) (Thiele et al,
l980), respectivamente.
15

Imagen 2.4: Cuadro cronoestratigráfico de la zona de estudio. Modificado de Tapia et al. (2019). Jurásico medio-
Cretácico tardío paleogeografía del margen W de la Cuenca Neuquina (34°30'-36°S). Formaciones presentes en el área
de estudio, para el sector Río Colorado. Modificado de Tapia y otros (2019).
16

3. METODOLOGÍA DE TRABAJO

3.1. FUNDAMENTOS Y METODOLOGÍAS

3.1.1. Determinación de ambiente sedimentario y estratigrafía

3.1.1.1. Análisis de Facies

El reconocimiento de la génesis y el ambiente sedimentario en el que se origina una


sucesión estratigráfica se basa en el estudio de facies sedimentarias, concepto que fue
introducido en 1669 por Nicholas Steno. Esta descripción implicaba el estudio completo de
una parte de la superficie terrestre durante un intervalo de tiempo (Teichert, 1958). La actual
definición de facies fue otorgada por Gressly (1838), quien se refiere a facies como la suma
total de los aspectos litológicos y paleontológicos de una unidad estratigráfica.
Posteriormente, esta definición ha sido modificada por varios autores, pero siempre
conservando la base propuesta por Gressly (Teichert 1958; Middleton y Hampton, 1973).
Johannes Walther (1883) introduce el concepto de la asociación de ambientes modernos con
ambientes antiguos. Walther postula que existe una analogía entre los procesos geológicos
actuales y antiguos (Middeleton y Hampton, 1973), siendo los procesos actuales la clave a
las explicaciones genéticas de los procesos sedimentarios antiguos. De esta forma las
características de los sedimentos recientes y de las rocas sedimentarias antiguas se pueden
combinar y comparar entre sí, en una serie de modelos que caracterizan determinados
ambientes sedimentarios.
La determinación de un ambiente sedimentario en una sucesión estratigráfica se realiza
según un estudio sedimentológico en detalle, describiendo las características de las facies,
siendo las más destacadas su litología, las posibles estructuras sedimentarias presentes, su
textura, su color, y su posible contenido fosilífero y trazas fósiles.
El análisis de facies que se lleva a cabo para las unidades litoestratigráficas presentes
en el área de estudio se realiza según el siguiente procedimiento:
-Levantamiento de columna de detalle describiendo las distintas facies observadas en las
rocas de la Formación Rio Damas que afloran en la quebrada El Chacayal. Se efectúa una
17

descripción detallada de la litología y estructuras sedimentarias.


-Revisión del conjunto de secciones de la columna para identificar las facies o características
que se repiten.
-Identificación de posibles asociaciones de facies en las rocas de la Formación Rio Damas.
-Comparación de facies y asociaciones de facies con un modelo de facies y determinación
del ambiente de sedimentación y en caso de que corresponda, la evolución de este.

3.1.1.2. Estudios estratigráficos

El estudio estratigráfico se basa en el ordenamiento relativo de los distintos paquetes


de rocas con características en común, que afloran en la zona de estudio. Ello se lleva a cabo
mediante la confección de una columna estratigráfica, la que representa de manera
esquemática y ordenada a la Formación Rio Damas. Sin embargo, debido a que los
afloramientos estudiados poseen características no representables a la escala de trabajo, se
optó por elaborar secciones de esta columna a una escala menor con la intención de
representar de mejor manera información que podría ser importante para su posterior
interpretación. Éstas son confeccionadas mediante el software Adobe Illustrator CC 2015.

3.1.1.3. Análisis Petrológico

Durante la etapa de terreno se describen los rasgos litológicos y texturales, para así
tener una buena descripción y clasificación de las facies encontradas en las litologías
correspondientes.
Para poder caracterizar con mayor precisión las diferentes litologías que conforman las
unidades analizadas, se realizaron láminas delgadas para ser estudiadas posteriormente bajo
el microscopio petrográfico. Estas son pequeñas secciones de roca de 30 µm de espesor,
adheridas con bálsamo del Canadá a un portaobjeto de cristal, utilizadas para observar
composición y texturas. En el caso de las rocas sedimentarias, tienen la finalidad de mostrar
los componentes principales de la matriz y los clastos.
La descripción de láminas delgadas se efectúa por medio de microscopios Zeiss
Standard, pertenecientes al Departamento Ciencias de la Tierra de la Universidad de
18

Concepción. Se estudian 6 cortes transparentes, las que pertenecen a la Formación Río


Damas, siendo rocas sedimentarias en mayor parte.
Para las rocas sedimentarias de tamaño de grano mayor o igual a 2 mm (tamaño arena)
se utiliza la clasificación composicional de Folk (1980) y textural de Nichols (1999). Para las
rocas intrusivas se utiliza la clasificación de Streckeisen (1974).

3.1.1.4. Análisis Estructural

Para determinar la actitud de las capas que componen los afloramientos de la


Formación Rio Damas, se toman medidas de rumbo y manteo, considerando los planos
estratificados más representativos en los paquetes de rocas. Las mediciones de actitud son
tomadas con una brújula geológica de tipo Brunton en conjunto con la aplicación para celular
Locus GIS. De la misma forma se reconocen y toman medidas de planos de fallas e
imbricaciones de clastos, estas últimas son útiles para la estimación de la dirección de las
paleocorrientes.
La determinación del contexto estructural en el cual se depositaron las rocas de la
Formación Rio Damas, se lleva a cabo mediante la identificación, descripción de facies de
presentes en el área de estudio.

3.1.2. Análisis de Paleocorrientes

Las paleocorrientes se definen como una corriente que existió durante la depositación
de un sedimento en algún periodo determinado de la historia geológica.
Muchas características diferentes en las rocas sedimentarias pueden producir
información de paleocorrientes o paleosuelos. Algunos registran la dirección real del
movimiento (el acimut), mientras que otros registran solo la línea de movimiento (la
tendencia) (Stow, 2010).
Cuando las capas no están horizontales se deben rotar a la horizontal, con ella todos los
datos obtenidos de esta. Para esto debemos orientar el Azimut del eje igual al Azimut de la
capa sumando o restando 90°, así el eje tendrá la misma orientación que el rumbo de la capa.
Se considera que una rotación positiva sería en el sentido de las agujas del reloj y negativa
lo contrario. Por ejemplo, si una capa con medidas D/DD de 45/360 se debe restaurar y se
19

elige un Azimut de 270°, esta se debe rotar en sentido contrario a las agujas del reloj (-45°
por tanto). Si se elige el Azimut 90° y se mira en ese sentido, la rotación de la capa es en el
sentido de las agujas del reloj y por tanto se debe rotar 45°. Como las medidas de
paleocorrientes tomadas en terreno corresponden en su totalidad a clastos imbricados, estas
deben rotarse 180°, ya que al rotar las capas solo obtenemos su orientación espacial pero no
su sentido.
20

4. RESULTADOS

4.1. Estratigrafía

En la base de la Formación Rio Damas no se pudo definir una relación de contacto


entre esta y la formación subyacente, ya que esta área corresponde a un gran tramo cubierto
(Imagen 4.1), el que presumiblemente corresponde a una zona de falla (Imagen 4.2). Cabe
destacar, además la presencia de un cuerpo ígneo hipabisal de edad Mioceno, intruyendo en
la zona de contacto, correspondiente a una Andesita de Piroxeno, que dificulta aún más la
observación de la relación de contacto.

Imagen 4.1: En base de la Formación Rio Damas, se puede observar un lineamiento que se interpreta
como la falla Rabicano, cuyo nivel de despegue está supeditado por los yesos de la Formación Auquilco. En
rojo se indica el recorrido realizado en la campaña de terreno para la elaboración de la columna estratigráfica.
21

Imagen 4.2: Vista de valle dirección N-S (Quebrada el Chacayal) en base de la columna estratigráfica,
donde se puede ver aflorar las Formaciones Lo Valdés (E) y Rio Damas (W). En este valle posiblemente se
desarrolla la falla Rabicano que un poco más al norte pone en contacto las formaciones Río Damas y Lo
Valdés.

El techo de la Formación Rio Damas tampoco evidencia de forma clara la relación de


contacto con la Formación Lo Valdés, ya que existe un tramo cubierto entre las litologías de
ambas formaciones (Imagen 4.3). Sin embargo, las actitudes de las capas de ambas
formaciones son relativamente concordantes.
Para la Formación Rio Damas se definieron informalmente tres miembros. Se disponen
de base a techo como:
Miembro I: Constituido por secuencias de conglomerados matriz soportado, con clastos
andesíticos de tamaños centimétricos, estos son sub-angulosos y sub-discoidales y están
orientados al azar. La potencia de este miembro es indeterminada debido a que parte de la
secuencia se encuentra obliterada por una intrusión hipabisal de edad Miocena.
22

Imagen 4.3: Afloramientos de las Formaciones Lo Valdés (W) y Rio Damas (E) separados por un pequeño
tramo cubierto en el techo de la secuencia. En los primeros metros de la Fm. Río Damas se puede observar
el miembro III.

Miembro II: Constituido por alternancias rítmicas de conglomerado-arenisca y


conglomerados decimétricos-centimétricos. Los conglomerados en general son clasto
soportados, con clastos de composición andesítica estos tienen una esfericidad sub-discoidal
a sub-prismática y una redondez angulosa a sub-redondeada. La granulometría varía entre
dimensiones centimétricas a métricas, además los clastos son paralelos a la estratificación y
se observan imbricaciones. Las areniscas líticas tienen una granulometría de media a gruesa,
no poseen estructuras sedimentarias y son fisibles. La potencia de este miembro es de
aproximadamente 1806 m.
Miembro III: Constituido por un nivel de lava andesítica el que se observa diaclasado
y en contacto neto con un nivel de areniscas del miembro subyacente. Posee una potencia de
10 m aproximadamente.
23

4.2. Sedimentología

Para determinar el ambiente sedimentario de la Formación Río Damas en el área de


estudio, se llevó a cabo un análisis de facies en la columna de quebrada Chacayal (Anexo 1).
Se definieron un total de 6 facies y a partir de las mismas se determinaron un total de 3
asociaciones de facies. Con esta información se determinó el ambiente sedimentario.

4.2.1. Facies

4.2.1.1. Conglomerado matriz soportados con clastos centimétricos orientados al azar (Facies
CCA)

Conglomerado matriz soportados que se dispone en estratos con potencias métricas con
un aspecto masivo y contactos no muy bien definidos producto de la mala preservación de
los afloramientos, por lo que los planos de estratificación no son claros (Imagen 4.4). Los
clastos son de composición andesítica con diferencias en la coloración y levemente en su
textura, de moda de 4 cm, sub-angulosos a sub-redondeados y orientados al azar.
Presentan una matriz arenosa de grano medio a grueso. Estos conglomerados se
encuentran fracturados y entre clastos se puede observar vetillas de material arcilloso de color
anaranjado.
Interpretación: Se interpreta como de flujos de detritos ya que en general, los depósitos
producidos tienen mala selección y pueden ser matriz soportado, clasto soportado, o ambos,
dependiendo de la posición en el depósito (Blair & McPherson 1994).

4.2.1.2. Conglomerados clasto soportados clastos centimétricos paralelos a la estratificación-


Areniscas conglomerádicas (Facies CCP)

Conglomerado clasto soportado, cuyos afloramientos se disponen en niveles tabulares


con espesores de 30 cm a 2 m aproximadamente, estos a menudo gradan a areniscas
conglomerádicas disminuyendo el tamaño de los clastos, aunque también se observan clastos
de dimensiones métricas en estos niveles.
24

a) b)

Imagen 4.4: a): Conglomerados matriz soportado con tamaño de clastos centimétricos, en ellos se puede
observar un gran porcentaje de matriz. Además, se visualiza un material anaranjado que corresponde a arcilla
que rellena fracturas y cavidades. b): Se observan pequeños clastos centimétricos en la matriz.

En general los contactos de estos conglomerados con los niveles sub y suprayacentes
son transicionales, aunque en ocasiones los contactos son abruptos y bien definidos cuando
se alternan con conglomerados de mayor tamaño de clasto.
Los clastos de estos conglomerados son de composición andesítica, en los que se
observan diferencias en coloración y leves diferencias texturales (Imagen 4.5), lo que podría
aludir a diferencias en la composición del vidrio volcánico de estos. Ocasionalmente se
observan clastos que pudieran tener composición dacítica y granitoides. Se han observado
también, clastos que se interpretan como posibles riolítas bandeadas. Los clastos en general
son sub-angulosos a sub-redondeados.
Interpretación: Las imbricaciones y orientación de los clastos en los conglomerados
indican que la sedimentación se produjo mediante un flujo tractivo acuoso unidireccional. La
presencia de clastos centimétricos indican media a baja energía.
25

a) b)

Imagen 4.5: Niveles de conglomerados centimétricos verticales en los que se puede observar una
gradación en el tamaño de los clastos de base (E) a techo (W). a): La gradación de clastos es menos notoria.
b): Se observa una gradación de clastos mucho más notoria posiblemente a causa de cambios de energía en
el depósito, se podría interpretar una base erosiva que sería un posible indicativo de polaridad en la secuencia.

4.2.1.3. Conglomerados clasto soportado con clastos decimétricos paralelos a la


estratificación (Facies CDP)

Conglomerado clasto soportados, con tamaños de clastos decimétricos (Imagen 4.6).


Estos se disponen en estratos de formas tabulares con potencias entre 40 cm y 2 m
aproximadamente. Los contactos de estos niveles suelen ser en general bien definidos. Se
observan clastos paralelos a la estratificación con imbricaciones ocasionalmente. Estos
generalmente tienen composición andesítica, con diferencias texturales y de coloración,
además de clastos que se interpretaron como de composición dacítica y riolíta bandeada.
Estos clastos son sub-angulosos a sub-redondeados, con dimensiones entre los 10-30 cm en
general. Ocasionalmente además se pueden observar mega clastos de dimensiones métricas.
26

a) b)

Imagen 4.6: Niveles de Conglomerados decimétricos (facies CDP) que se alternan con conglomerados
centimétricos (facies CCP). Los clastos se encuentran orientados paralelos a la estratificación. a): Se observa
un nivel de clastos decimétricos notoriamente más grandes los que en ocasiones afloraban a lo largo de la
columna, estos podrían indicar episodios de muy alta energía en el depósito o como episodios tectónicamente
más activos. b): En general a lo largo de la columna la alternancia entre niveles de clastos decimétricos y
centimétricos tenían una media apreciable como en la imagen, este tipo de alternancia fue el que más se
repitió a lo largo de los afloramientos.

La matriz arenosa (Imagen 4.7) está compuesta en un porcentaje mayor de cristales


monominerales de plagioclasa, los que se encuentran fracturados en parte, además se pueden
observar líticos volcánicos de composición andesítica y granos de minerales opacos, los que
se encuentran cementados por clorita y hematita. La redondez de los granos es sub-angulosa
y su esfericidad sub-prismoidal a esférica.
27

2.5x

Imagen 4.7: Muestra de matriz arenosa de conglomerados decimétricos clasto soportado. En esta muestra
de código RC1D-6 se puede observar una mayor cantidad de monominerales de plagioclasa con respecto a
los líticos volcánicos.

Interpretación: Las imbricaciones y orientación de los clastos en los conglomerados


indican que la sedimentación se produjo mediante un flujo tractivo acuoso unidireccional. La
presencia de clastos decimétricos a métricos indican alta energía.

4.2.1.4. Areniscas masivas de grano medio (Facies AM)

Son areniscas de grano medio a grueso que no poseen estructuras sedimentarias


(Imagen 4.8), son tabulares con contactos bien definidos en general, aunque en ocasiones se
observan bases erosivas en estas. Las potencias de estos niveles suelen ser de 10 cm a 4 m
aproximadamente. Son areniscas muy fisibles, por lo que es complejo encontrar claros planos
de estratificación.
Estas areniscas (Imagen 4.9) estas compuestas en menor medida por monominerales
de plagioclasa y opacos, siendo el componente mayoritario líticos volcánicos de composición
andesítica. Están cementadas por hematita y clorita. La redondez de los clastos es angulosa
y su esfericidad sub-prismática.
28

a) b)

Imagen 4.8: a): Afloramiento de areniscas masivas fisibles, esta fisibilidad podría corresponder a una
antigua laminación obliterada. b): Afloramiento con alternancias de areniscas masivas (Facies AM) y
conglomerados con clastos de tamaño centimétrico (Facies CCP) los que eran recurrentes hacia techo (W).

Interpretación: La ausencia de estructuras sedimentarias es debida probablemente a la


fisibilidad de las areniscas, lo que impide un análisis detallado. A priori, la forma tabular de
los niveles, la poca potencia y el hecho de alternar con capas de conglomerados,
probablemente indican “sheetfloods” en eventos de menor escorrentía.

2.5x

Imagen 4.9: Lamina delgada de areniscas líticas masivas, correspondientes a la muestra RC1D-5. Se
observa un mayor porcentaje de monominerales con respecto a la muestra RC1D-2.
29

4.2.1.5. Areniscas con estratificación cruzada (Facies AEC)

Corresponden a areniscas de granulometría gruesa a media, se disponen en niveles


tabulares con una potencia aproximada de 3 a 10 m. En general se encuentran en contacto
neto con las unidades supra y subyacentes a estos niveles.
En general estas areniscas (Imagen 4.10) están compuestas en menor grado por
monominerales de plagioclasa y opacos, lo que representan un porcentaje mínimo en
comparación con los granos de rocas volcánicas, que se reconocen como andesitas, cuyo
contenido de Fe2O3 en su vidrio volcánico es variable, lo que implica la diferencia de
coloración entre estos. Estas areniscas poseen cementos cloríticos y hematíticos. La redondez
de los granos es sub-angular a sub-redondeado y la esfericidad de sub-prismoidal a esférico
y poseen mala selección. En estas areniscas se puede observar estratificación cruzada planar
de escala centimétrica en la base del nivel de arenisca (Imagen 4.11).

2.5x

Imagen 4.10: Lamina delgada de areniscas líticas con estratificación cruzada


correspondientes a la muestra RC1D-2.
30

Imagen 4.11: Afloramiento con facies AEC en el techo de la Formación Río Damas. En este nivel de
areniscas de 10 m aproximadamente, se pueden observar solo en los primeros 2-3 m estratificación cruzada.

Interpretación: Las areniscas con estratificación planar fueron generadas por dunas de
cresta recta mediante un flujo unidireccional de bajo régimen. Dado que se encuentran
algunos clastos, se interpreta como un flujo acuoso.

4.2.1.6. Lava de composición andesítica (Facies ICA)


Corresponde a un nivel tabular de andesitas con un espesor aproximado de 10 m que
aflora a techo de la Formación Río Damas, bajo el contacto con la Formación Lo Valdés. En
la parte E de la quebrada Chacayal, sobre un tramo cubierto donde Thiele (1980) y Álvarez
(2000) indican la presencia de una falla inversa, también se observa un nivel de andesitas de
similares características que subyace, en contacto erosivo, a un nivel de brecha basal de la
Formación Lo Valdés, la cual está sobreyacida por calizas de esta unidad. Las capas de este
nivel de andesitas se encuentran fracturadas y se observaron estrías de falla.
31

2.5x

Imagen 4.12: Lamina delgada de andesita que se encuentra alterada a calcitización en vetillas y afectando
a los cristales de plagioclasa, además se puede observar una leve textura hialopilítica en los cristales de
plagioclasa. Muestra RC1D-7.

En general las andesitas (Imagen 4.12) están compuestas por plagioclasas, opacos y su
masa fundamental está compuesta por microlitos de plagioclasas, minerales máficos
indiferenciados, vidrio volcánico y opacos. Los contactos observados para estas capas son
netos, su textura porfídica y su masa fundamental afanítica, lo que sugiere un origen no sub-
volcánico.

Interpretación: La presencia de niveles de lava andesítica en la base y techo de la


columna estratigráfica, permite interpretar la ocurrencia de vulcanismo activo durante la
depositación de la Formación Rio Damas.
32

4.2.2. Asociaciones de facies


Se definieron las siguientes asociaciones de facies.
Asociación de Facies AMD.
Conglomerados con clastos centimétricos paralelos a la estratificación-Areniscas
conglomerádicas (CCP) / Conglomerados con clastos decimétricos paralelos a la
estratificación (CDP) / Areniscas masivas de grano medio (AM) / Areniscas con
estratificación cruzada (AEC). Compuestas por alternancias rítmicas entre niveles
decimétricos a métricos de las facies CCP y CDP principalmente y en menor medida por
intercalaciones entre las facies AM/CDP y AEC/CCP, a los que Blair (2000) interpreta como
depósitos de “sheetfloods” (flujos laminares), como el producto de inundaciones en un alto
régimen de flujo cargado de sedimentos que se expandieron en un abanico aluvial.

Asociación de Facies AP.


Compuesta por un solo tipo de facies: Conglomerados matriz soportados y de aspecto
masivo con clastos centimétricos orientados al azar (Facies CCA). Esta facies no fue
observada en asociación con alguna de las anteriormente descritas debido a la intrusión de
un cuerpo hipabisal que oblitera parte de los afloramientos de la formación Río Damas. Estos
flujos de detritos son depositados en las cuencas de drenaje de abanicos aluviales
generalmente en zonas proximales, favorecidos por empinadas pendientes y altas cargas de
sedimentos combinados con redes de drenaje convergentes que gatillan estos flujos de
gravedad (Blair, 1994).

Asociación de Facies V.
Nivel tabular de andesita compuestas principalmente de cristales plagioclasa y vidrio
volcánico con microlitos casi indiferenciados (Facies ICA). Esta facies no se observa en
asociación con alguna descrita anteriormente y sobreyace en concordancia a un potente nivel
de areniscas con estratificación cruzada planar en el supuesto techo de la columna y en la
base se encuentran en contacto con las calizas de la Formación Lo Valdés. La ocurrencia de
estas andesitas se debe exclusivamente a la actividad volcánica.
33

4.3. Análisis Estructural

Los afloramientos de las Formaciones Lo Valdés y Río Damas disponen un rumbo de


orientación norte-sur a levemente NW en general. Estos poseen niveles estratificados
subverticales con altos ángulos de manteo que varían entre los 71° a 89° al E. Los estratos de
la Formación Río Damas no presentan variaciones significativas en cuanto a su actitud (Tabla
4.1). No se observaron plegamientos a lo largo de la columna de detalle, lo que se reafirma
de cierta forma con la regularidad observada en las mediciones de actitud de los estratos.

Medición de Actitudes
Litología Medida Litología Medida
N23°W/85°NE Conglomerado NS/76°E Arenisca
N31°W/89°NE Conglomerado NS/73°E Arenisca
N11°W/88°NE Conglomerado N23°E/71°SE Conglomerado
N04°E/82°E Conglomerado N03°E/83°E Arenisca
N13°W/89°E Conglomerado N38°E/79°SE Conglomerado
N05°W/75°W Conglomerado N28°E/79°NW Conglomerado
N7°W/72°E Conglomerado N15°W/74°E Conglomerado
N15°W/89°E Toba N10°W/88°E Caliza
N11°W/88°E Arenisca
Tabla 4.1: Medias de rumbo y manteo de los estratos de la Formación Río Damas .

Se observaron algunas fallas a lo largo de la columna, pero no se analizaron debido a su


pequeño tamaño. Además, se observan diaclasamientos (Imagen 4.13) paralelos y oblicuos a
los planos de estratificación afectando a los afloramientos. Una posible estructura de
relevancia presente en el área de estudio podría corresponder a una falla sugerida por algunos
autores (Álvarez, 2000; Thiele, 1980), que pone en contacto a las Formaciones Río Damas y
Lo Valdés en la zona E del área de estudio (Supuesta base).
34

b)

a)

Imagen 4.13: a): Diaclasas afectando a los afloramientos de intrusivo hipabisal de composición andesítica.
b) Diaclasas afectando las alternancias de conglomerados de Río Damas en planos de estratificación y planos
oblicuos a la estratificación.

4.4. Análisis de Paleocorrientes

En los afloramientos del área de estudio se observaron y obtuvieron datos de


paleocorrientes asociados a clastos imbricados (CI), los que fueron tratados con el
procedimiento señalado en el capítulo de Metodología. Las mediciones obtenidas no son
determinantes para el estudio en sí, ya que, para llegar a conclusiones a partir de métodos
estadísticos, se requiere de bases de datos más grandes, cosa que, en el trabajo en cuestión,
no se cumple debido a que la mayor parte de los clastos son paralelos a la estratificación o
bien presentan orientaciones al azar. Las tablas adjuntas en este capítulo consisten en la
medida la medida de la capa (ACT. CAPA) que contiene a las estructuras sedimentarias (ES),
además de las medidas originales tomadas en terreno y restauradas de las paleocorrientes.
Los datos de paleocorrientes (CI) señalados en la columna estratigráfica del área de
estudio, están contenidos en los tramos 6 y 8 a los que se adjuntan sus figuras y tablas
correspondientes.
35

Tramo 6

Set de datos 1

Tipo de Estructura Sedimentaria: Clastos Imbricados

Tabla 4.2: Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano en capa.


DATO ACT. CAPA MEDIDA ORIGINAL MEDIDA RESTAURADA
1 73/90 58/77 19/126
2 70/87 04/133
3 76/280 33/288
4 70/284 40/291

Imagen 4.14: Diagrama de roseta para tramo 6 con direcciones de flujo polarizadas NW y SE.

Set de datos 2

Tipo de Estructura Sedimentaria: Clastos Imbricados

Tabla 4.3: Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano en capa.


DATO ACT. CAPA MEDIDA ORIGINAL MEDIDA RESTAURADA
1 71/113 76/280 35/271
2 74/260 48/248
3 71/264 48/255
4 65/267 51/262
5 86/094 24/240
6 84/233 64/220
36

Imagen 4.15: Diagrama de roseta para tramo 6 con direcciones de flujo SW y NWW en menor medida.

Tramo 8

Set de datos 1

Tipo de Estructura Sedimentaria: Clastos Imbricados

Tabla 4.4: Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano en capa .


DATO ACT. CAPA MEDIDA ORIGINAL MEDIDA RESTAURADA
1 79/128 55/319 47/320
2 71/319 32/328
3 69/319 34/327

Imagen 4.16: Diagrama de roseta para tramo 8 con direcciones de flujo NW.
37

Set de datos 2

Tipo de Estructura Sedimentaria: Clastos Imbricados

Tabla 4.5: Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano en capa.


DATO ACT. CAPA MEDIDA ORIGINAL MEDIDA RESTAURADA
1 79/298 57/109 45/107
2 60/114 41/113
3 65/119 36/120
4 65/109 37/104

Imagen 4.17: Diagrama de roseta para tramo 8 con direcciones de flujo SE.
38

5. DISCUSIÓN

5.1. Estratigrafía

Con respecto a la estratigrafía de las formaciones presentes en el sector Río Colorado


en la quebrada El Chacayal, hasta ahora no ha logrado ser determinada con claridad, debido
a la escasez de trabajos en la zona. Además, estos plantean hipótesis a partir de diferentes
contextos tectónicos interpretados de una importante falla inferida en la parte E de la
columna.
A partir de las observaciones hechas en terreno, en la parte W del área de estudio se
pudo observar en contacto, en sentido E-W, la Formación Río Damas, un nivel de Andesitas,
un pequeño tramo cubierto y las calizas de la Formación Lo Valdés. Hacia la zona E del área
de estudio se pudo observar la Formación Río Damas, la que se ve interrumpida por un gran
tramo cubierto de 833 m, en donde más hacia al E de esta aflora nuevamente un nivel de
Andesitas en contacto con las calizas de la Formación Lo Valdés. De acuerdo con estos datos,
se plantean las siguientes posibilidades.

- La presencia de un plegamiento en la Formación Río Damas. Esta hipótesis se plantea


porque tanto en el límite E como W de esta unidad se observa un nivel andesítico y
la Formación Lo Valdés. En la parte E, en contacto a las andesitas mencionadas
anteriormente, se observa un nivel de conglomerado basal de la Formación Lo Valdés
que infrayace a las calizas fosilíferas de esta unidad. En la parte W de la columna se
pudo observar niveles de conglomerados, arenisca, andesitas, un tramo cubierto y las
calizas fosilíferas de la Formación Lo Valdés. No obstante, la presencia de un pliegue
es poco probable debido a que este no fue observado en terreno ni en el análisis de
las imágenes satelitales.
- La existencia de una posible zona de falla en el tramo cubierto ubicado en la parte E
de la columna, entre las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés. Thiele (1980) propone
la presencia de una falla normal (Figura 5.1, a)) en este sector, cuyo bloque colgante
se encuentra al E de la estructura.
39

Imagen 5.1: a): Modificado de Thiele (1980) muestra el contexto tectónico del área. Se puede observar la
presencia de un plegamiento anticlinal, el que es afectado por la ocurrencia de una falla normal cuyo bloque
colgante se encuentra al E de la estructura. Al W de la estructura antes mencionada intuye la Unidad Intrusiva
II. b): Perfil A-A’ que cruza el área de estudio.

Imagen 5.2: a) Modificado de Ramos (1991) muestra el contexto tectónico una latitud un poco más al norte
del área de estudio (33°20’) en la que se pueden extrapolar dos estructuras al área de estudio, que corresponde a
fallas inversas. b) Perfil estructural de una sección un poco más al norte del área de estudio, donde se observa
la ocurrencia de dos escamas tectónicas de vergencia W entre esteros Rabicano y Paraguirre.

- Ramos (1991), en un estudio realizado en el Cordón Gran Bizcocho (33°20´) algo


más al norte del área de estudio, reconoce un corrimiento (Imagen 5.2) entre los
esteros Rabicano y Paraguirre de vergencia E, que correspondería al nivel de
despegue inferior de la Faja Corrida y Plegada del Río Colorado, que pone en contacto
a las Volcanitas del Tupungato y a las facies volcánicas de la Formación Lo Valdés.
Este mismo corrimiento pondría en contacto a los conglomerados de Río Damas y las
unidades basales de Lo Valdés en el área de estudio (Imagen 5.3).
40

Imagen 5.3: En estas imágenes se puede observar las Formaciones Río Damas y Lo Valdés en
contacto presumiblemente por la falla Rabicano, cuyo nivel de despegue se encuentra en las
evaporitas de la Formación Auquilco (Y). = ((Y): Yeso; (RD): Formación Río Damas; (LV):
Formación Lo Valdés).

- Posteriormente, Álvarez (2000) propone la presencia de un cabalgamiento (Imagen


5.4) que aflora a lo largo del Estero Rabicano y continúa hacia el sur en la quebrada
Chacayal, con Rumbo norte-sur e inclinando entre 80° y 90° W en esta misma zona,
cuyo bloque colgante se ubica al W (Figura 5.5) del plano de falla.
41

Imagen 5.4: a) Modificado de Álvarez (2000) plantea la presencia de un sinclinal invertido y un corrimiento
de vergencia W en la zona. b) Perfil estructural del área de estudio en donde se observa la actitud de las unidades
presentes y la cinemática de las fallas propuestas.

Imagen 5.5: En esta imagen se puede observar un posible contacto por falla entre un nivel de
andesitas y las calizas de la Formación Lo Valdés.

- El desarrollo de una falla en la parte W de la columna de la Formación Río Damas.


En esta zona la estratigrafía comprende, de base a techo, a las Formaciones Río
Damas, Lo Valdés y Colimapu, lo que podría sugerir posiblemente que la serie está
invertida. Cabe destacar que los criterios para definir la base y techo del área de
estudio son escasos y ambiguos por lo que las interpretaciones están sujetas a dudas.
42

5.2. Ambiente de Sedimentación

La Formación Río Damas corresponde principalmente a facies continentales con un


origen aluvial y en menor medida a unidades volcánicas. De acuerdo con el análisis
sedimentológico realizado, se determinaron dos asociaciones de facies: AMD y AP.
La asociación de facies AP corresponde a flujos de detritos que depositaron
conglomerado matriz soportados con mala selección (Imagen 5.6). Clastos generalmente
angulosos, sub-angulosos o sub-redondeados orientados al azar. Se observan algunos clastos
con un mejor redondeamiento los que podrían tener su origen producto de la movilización de
clastos redondeados por procesos tractivos previos.

Imagen 5.6: Conglomerados matriz soportados con clastos de tamaños centimétricos, sub-
angulosos a sub-redondeados y orientados al azar.
43

Los flujos de detritos son ocasionados por una falla de atrapamiento de material
coluvial en respuesta a adición de agua en grandes cantidades que producto de una rápida
infiltración y escorrentía da lugar a un lodo de inundación repentina (Blair, 2009). El agua
de saturación proviene de: (a) precipitaciones rápidas, como tormentas eléctricas, (b) fuertes
lluvias después de lluvias sostenidas previas a la saturación del coluvión, o (c) derretimiento
rápido de nieve o hielo debido al aumento de la temperatura del aire (Costa 1984, 1988).
La abundancia de conglomerados, el tamaño de los clastos, su baja redondez y
esfericidad indicaría que los conglomerados fueron depositados en zonas proximales de un
abanico aluvial.
La asociación de facies AMD corresponden a flujos laminares (sheetfloods) en los que
se observan alternancias rítmicas. Las alternancias que predominan a lo largo de la columna
son conglomerados centimétricos-decimétricos, los que se asocian a sheetfloods proximales,
lo que explica la mayor granulometría. Avanzando hacia techo (W) estas alternancias
cambian gradualmente a conglomerados centimétricos con areniscas conglomerádica o
conglomerados arenosos a posteriormente areniscas (Imagen 5.7).

Imagen 5.7: “Couplets” en los que se observan alternancias con variaciones en el tamaño de grano que
corresponden a episodios de escorrentía con diferentes niveles de energía.
44

Esto se debe probablemente a que la diferencia topográfica entre el área fuente (situado en el
bloque ascendente de una supuesta falla) y la cuenca (situada en el bloque hundido de la
falla) se va atenuando hasta una subsidencia regional, lo que permite la transgresión marina
de la Fm Lo Valdés. Estas alternancias corresponden a “couplets” los que tienen su origen
en la ocurrencia de flujos laminares continuos los que tienen variaciones de energía, y
depositan sedimentos con diferente granulometría en un solo flujo. En ocasiones se observan
dos facies que tienen tamaños de grano muy dispares en un contacto que puede ser neto o
erosivo, pero donde hay un cambio muy abrupto.
Estas variaciones corresponden a distintos tipos de flujos, uno indicativo de una mayor
escorrentía (los conglomerados) y otro de menor escorrentía (areniscas o conglomerados más
finos) con un intervalo de no sedimentación entre ambos. Dada las granulometrías observadas
en las litologías y las estructuras sedimentarias en areniscas, se interpreta que estas tienen un
origen en la zona proximal-media de un abanico aluvial y media-distal hacia techo.
El proceso de flujo de gravedad más común e importante en la construcción de abanicos
aluviales son los flujos laminares (Hogg 1982; Blair 1985, 1987; Wells y Harvey 1987). Las
facies más prevalentes en los flujos laminares proximales consisten en alternancias verticales
de niveles tabulares acoplados (“couplets”) de 10 a 30 cm de espesor de gravas medias y
gruesas con la ocurrencia local de bloques, regularmente interestratificada con grava medias
laminadas o arena de grano grueso (Blair & McPherson 1994). Los guijarros finos, los
gránulos y la arena que forman la unidad de grano más fino de un “couplet” en un flujo
laminar representan el sedimento transportado en la corriente como carga suspendida. Esta
fracción de tamaño se deposita por precipitación coincidente y posterior a la fase de lavado
de la corriente. Al igual que sus contrapartes de grava, los depósitos de flujo laminar arenoso
del abanico distal también se forman en condiciones de flujo supercrítico, pero en flujos con
competencia reducida relacionada con la disminución de la pendiente (Blair & McPherson
1994).
Las fases alternas de transporte y deposición de grava gruesa y grava fina ± arena en
un flujo laminar en un abanico aluvial, que da lugar a la formación de la facies de “couplets”,
son causadas por las condiciones hidráulicas cambiantes, relacionadas con la expansión del
flujo y la pendiente decreciente, así como variaciones intrínsecas de profundidad y velocidad
típicas del flujo supercrítico (Blair & McPherson 1994). Se pueden depositar numerosos
45

“couplets” de flujos laminares durante un evento de inundación repentina, como lo


documenta la acumulación de hasta 15 “couplets” del 15 de julio de 1982 en el abanico del
río Roaring en Colorado (Blair 1985a, 1987b).
Los flujos laminares se desarrollan fácilmente en los abanicos aluviales donde la
descarga de las inundaciones repentinas se expande a través de la cuenca. La expansión es
promovida por la superficie cónica de un abanico y comienza en el ápice del abanico o en un
lóbulo depositacional activo ubicado ladera abajo de un canal inciso (Blair & McPherson
2009).

5.3. Proveniencia

El retroarco volcánico kimmeridgiano, ubicados al W de la cuenca (Formación Río


Damas, Klohn 1960), está compuesto exclusivamente por rocas básicas e intermedias, que
van desde andesitas basálticas hasta andesitas (Charrier y otros, 2007). La evidencia directa
de la actividad de este arco se observa en el sector Termas del Flaco, más al sur del área de
estudio, donde la Formación Río Damas contiene intercalaciones de rocas volcánicas
andesíticas con la secuencia clástica (Charrier y otros, 2007).
En contraste, el basamento de la Cuenca Neuquina corresponde a las rocas volcánicas
ácidas y plutónicas del Grupo Choiyoi del Pérmico Tardío-Triásico Temprano, dominado
por riolítas y granitos (Llambías y otros, 1993), y rocas metamórficas subordinadas (Azcuy y
otros, 1999). Este basamento aflora a lo largo del margen oriental de la cuenca. Para la
Formación Río Damas en las cabeceras de los ríos Cachapoal y Maipo, Charrier (1981)
señaló que las areniscas estaban compuestas por rocas volcánicas intermedias, con cantidades
variables de plagioclasa, cuarzo y feldespato de potásico. El área de origen habría sido una
cadena montañosa volcánica activa ubicada al W de acuerdo a este autor (Charrier 1981).
Las rocas pertenecientes a la Formación Río Damas en el área de estudio
principalmente corresponden a conglomerados y, en menor medida, areniscas. En los cortes
transparentes de estas últimas, se observó que están compuestas fundamentalmente de granos
de andesitas de composiciones variables y que poseen poco transporte y nulo retrabajo al
tener una baja madurez textural y composicional. En cuanto a los conglomerados los
46

líticos predominantes son andesitas también y, en menor medida, líticos de granitos y


posibles riolítas.
Otras posibles fuentes sedimentarias podrían corresponder al arco magmático andino
Jurásico, ubicado en la actual Cordillera de la Costa, al W del área de estudio. Sin embargo,
las rocas correspondientes al mismo están situadas a 100 kms de distancia. Las características
sedimentológicas de la Formación Río Damas en el área de estudio indican un transporte
corto (de unas pocas decenas de kilómetros como máximo) por lo que esta área de aporte es
poco probable. En el caso de los clastos graníticos y rióliticos(?) encontrados en la Formación
Río Damas en el área de estudio, estos podrían provenir del basamento Permo-Triásico
argentino, ubicado al E del área de estudio. Esto se ve reafirmado ya que estudios
petrográficos y geoquímicos en la Formación Tordillo donde se identificaron clastos de
rocas volcánicas ácidas del Grupo Choiyoi que actualmente aflora al E de la
cuenca (Spalletti y otros, 2008; Mescua y otros, 2008).
Considerando los resultados del análisis de Paleocorrientes, (Fig. 4.1-4.4) obtenidos
estos indican direcciones predominantes (n=11) hacia el E (i.e., aportes desde el oeste), si
bien es cierto que algunas (n=6) indican direcciones hacia el W (i.e., aportes desde el este).
Sin embargo, la cantidad de medidas es pequeña por lo que las conclusiones no son
determinantes.

5.4. Contexto Tectónico

La evolución de la Cuenca Neuquina se caracteriza por una etapa inicial extensional


que provocó el desarrollo de depocentros aislados entre el Triásico Superior
y Sinemuriano (Legarreta y Uliana 1991, 1996). Estos depocentros se conectaron luego
durante la última etapa de “sinrift” entre el Sinemuriano tardío y el Toarciano temprano, que
a su vez fue seguida por la etapa de subsidencia térmica (Legarreta y Uliana 1991, 1996;
Howell y otros, 2005). En este marco clásico, la fase extensional de la cuenca finaliza en el
Jurásico Medio y la subsidencia térmica dura más de 60 millones de años hasta la etapa de
antepaís del Cretácico Superior asociada con el inicio de la contracción andina (Mescua,
2020). La distribución de facies durante el Triásico - Cretácico Superior, en la cuenca estuvo
dominada por depósitos fluviales, junto con ambientes aluviales, eólicos y lacustres
47

intercalados (Imagen 5.8; Arregui 1993; Legarreta y Uliana 1996, 1999; Spalletti y Colombo
2005; Spalleti y otros, 2008).
Durante el Jurásico Medio-Superior en los Andes, específicamente desde el Oxfordiano
superior al Titoniano se registra un intervalo regresivo y el depósito de las formaciones Río
Damas-Tordillo, la que tiene lugar entre los pisos Caloviano-Oxfordiano y Titoniano
superior-Hauteriviano ambos transgresivos, en los que depositan las formaciones Río Colina
y Lo Valdés respectivamente (y unidades equivalentes) (Schiller, 1912; Riccardi, 1983;
Legaretta y Uliana, 1996; Álvarez y otros, 1997, 2000).

Imagen 5.8: La cuenca kimmeridgiana de Neuquén. a) Variaciones de facies (modificado de Legarreta y


Uliana 1996). b) Variaciones de espesor (basado en Vergani y otros, 1995; Pángaro y otros, 1996; Spalletti
y Colombo 2005; y este trabajo). Extraído y modificado de Mescua (2020).

En general, se asume que la tectónica extensional en la Cuenca Neuquina estuvo


restringida a las etapas iniciales del desarrollo de la cuenca que finalizó a finales del Jurásico
Temprano (Mescua, 2020). Después de la etapa de sinrift, la subsidencia se atribuye a
procesos térmicos, incluida la subsidencia durante la sedimentación de la Formación Tordillo
48

(Legarreta y Uliana 1996, 1999; Howell et al. 2005). Como se sabe, la subsidencia térmica
durante el período postrift disminuye exponencialmente (Royden y Keen, 1980). Sin
embargo, el análisis de subsidencia en la región del Aconcagua muestra una rápida
subsidencia entre 160 y 125 Ma que incluye el tiempo de sedimentación de las formaciones
Tordillo-Rio Damas y se interpreta como una nueva etapa de rifting (Balgord, 2016).
Además, los cambios abruptos de espesor hacia el W a lo largo de la cuenca no son
consistentes con una etapa de subsidencia térmica (Acevedo, 2020).
Otra causa para este intervalo de regresión, alude al cambio a un régimen transpresional
propuesto en el norte y centro de Chile, probablemente como resultado de un mayor
acoplamiento entre las dos placas (Creixell y otros, 2011; Ring y otros, 2012; Scheubert y
González, 1999). Este cambio, además de la acumulación de material volcánico, podría ser
responsable de la emersión progresiva del arco y probablemente el dominio del antearco, y
la posterior desconexión del arco posterior con el Océano Pacífico durante la época
kimmeridgiana y titoniana (Klohn, 1960; Legarreta y otros, 1999; Mescua, 2011; Thiele,
1980). Lo que tampoco explicaría que en la región de Aconcagua se hayan acumulado de
1200 m de depósitos volcánicos y volcaniclásticos intercalados con conglomerados y
areniscas fluviales de la Formación Tordillo en la vertiente chilena de la faja y los 4000 m de
espesor para la Formación Rio Damas (Acevedo, 2020) ya que esto implica una gran
subsidencia.
Durante el Kimmeridgiano - Titoniano, el tras arco en la cuenca muestra evidencias de
condiciones extensionales, con sedimentación controlada por fallas normales (Cegarra y
Ramos, 1996; Charrier y otros, 2007; Giambiagi y otros, 2003; Mescua y otros, 2008;
Pángaro y otros, 1996). El acoplamiento de placas probablemente concentró la deformación
en el dominio del arco debido al ablandamiento térmico, evitando el desarrollo de estructuras
compresivas o transpresivas en el dominio de trasarco (Rossel y otros, 2014).
Además, los estudios geoquímicos de las rocas volcánicas de la Formación Río Damas
indicaron que no hubo engrosamiento de la corteza durante el Kimmeridgiano (La / Yb = 10-
14, Sruoga y otros, 2016), lo que sugirió que no habría ocurrido ningún evento orogénico
importante en el Jurásico tardío.
Durante el Titoniano tardío se registra una nueva transgresión en la cuenca neuquina
por las formaciones Lo Valdés y Vaca Muerta (Klohn, 1960; Legarreta y Uliana, 1999). La
49

transgresión marina se originó desde el océano Pacífico y fue facilitado por el ascenso
progresivo del nivel eustático desde 160 Ma, que alcanzó su máximo en ca. 140 Ma (Haq y
otros, 1987). La transgresión marina ocurrió a través de canales estrechos que atraviesan las
tierras altas del arco y conectan el océano con la cuenca del tras arco durante el Titoniano y
el Cretácico Inferior, según lo propuesto para el Jurásico Inferior por Vicente (2005).
En el sector Río Colorado, la Formación Rio Damas presenta un espesor de ~2.200 m,
con un predominio de conglomerados con clastos en general decimétricos (en algunos casos
métricos). No se observa una variación importante en el tamaño de grano a excepción de la
zona de contacto con el intrusivo sub-volcánico andesítico de edad Mioceno y techo de la
formación, en donde la sucesión de conglomerados se alterna con areniscas y/o areniscas
conglomerádicas. Las facies observadas corresponden a facies aluviales proximales y medias
en menor medida. Este tipo de depósitos generalmente están asociados a fallas activas que
promueven la erosión y sedimentación de estas potentes secuencias de conglomerados
texturalmente inmaduros y con tamaños de clastos incluso métricos. Esto indicaría
claramente un proceso de subsidencia producido por tectónica activa, por lo que se infiere la
ocurrencia de una falla que limitó la cuenca en una zona relativamente próxima.
De acuerdo a las mediciones de paleocorrientes realizadas en terreno, no permiten un
resultado concluyente debido a la cantidad y dispersión de algunas de estas medidas, pero en
general muestran una proveniencia desde el W. En la investigación más reciente realizada
por Mescua (2020), en relación a la procedencia de sedimentos de las formaciones Tordillo
y Río Damas, señala que las rocas volcánicas de la Formación Río Damas, en la parte W de
la Cuenca Neuquina, presentan exclusivamente composiciones básicas e intermedias, que
van desde andesitas basálticas hasta andesitas (Charrier y otros, 2007). Lo que sería
consistente con una proveniencia desde el W por el arco Jurásico. En contraste, el basamento
que aflora en al margen oriental de la cuenca corresponde a rocas volcánicas ácidas y
plutónicas del Grupo Choiyoi (Pérmico Tardío-Triásico Temprano), dominadas por riolitas
y granitos (Llambías y otros, 1993).
La falla inferida que limitaba la zona alzada de la cuenca, debió estar activa durante
prácticamente toda la sedimentación de la Formación Río Damas ya que no se observa una
variación notable de la granulometría en la secuencia, a excepción del techo de la formación
en donde predominan los niveles de areniscas. Posterior a esto la extensión produjo
50

probablemente la extrusión de lavas andesíticas que coronan a la Formación Rio Damas.


Finalmente, la extensión produjo una subsidencia generalizada en toda la cuenca de Neuquén
dando lugar a una importante transgresión marina en el Titoniano que depositó a la
Formación Lo Valdés y unidades equivalentes. Así la Formación Río Damas, fue depositada
en una cuenca extensional con intensa actividad volcánica local que se extendió por varios
cientos de kilómetros a lo largo de la cordillera de los Andes (Charrier y otros, 2007).
51

6. CONCLUSIONES

En este trabajo se llevaron a cabo estudios de tipo sedimentológicos y estratigráficos en la


Formación Rio Damas en el área del valle del Rio Colorado, en los que se concluye:

1) El ambiente de sedimentación de la Formación Rio Damas a la latitud de los


33°S, corresponde esencialmente a un ambiente continental aluvial, el que se
interpreta por la presencia de potentes niveles de conglomerados con facies
correspondientes a “sheetfloods” proximales y flujos de detritos. La gran
potencia de los niveles de conglomerados, con alternancias ocasionales con
niveles de areniscas, permiten interpretar una zona tectónicamente activa en que
la cuenca de sedimentación habría estado separada de una zona alzada por fallas,
probablemente normales. La granulometría gruesa, con clastos de tamaño
decimétrico predominante y algunos mega clastos métricos, indican que la
fuente sedimentaria estaba situada en una zona cercana a la cuenca.

2) La presencia de niveles volcánicos y la composición casi exclusiva de líticos


volcánicos andesíticos en los conglomerados y areniscas de la Formación Rio
Damas sugiere que hubo magmatismo activo sincrónico a la sedimentación de
esta formación. Aunque no hay claridad si los niveles andesíticos observados en
el área de estudio pertenecen a la Formación Río Damas o son parte de la
Formación Lo Valdés. Los datos estructurales y sedimentológicos son escasos,
las paleocorrientes medidas a partir de imbricaciones de clastos son escasas,
pero en general indican una proveniencia desde el W, zona en donde se ubicaba
el arco Jurásico.
52

7. REFERENCIAS

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Asociación geológica Argentina. Vol. 60 :221–250.
WALL, R., SELLÉS, D. Y GANA, P. 1999. Área Til Til-Santiago, Región Metropolitana.
Servicio Nacional de Geología y Minería, Mapas geológicos Nº 11, escala 1:100.000, 1
anexo, Santiago.
WYSS, A.R., FLYNN, J.J., NORELL, M.A., SWISHER, C.C. III, NOVACEK, M.J.,
MCKENNA, M.C. Y CHARRIER, R. 1994. Palaeogene Mammals from the Andes of
Central Chile: A preliminary taxonomic, biostratigraphic, and geochronologic assesment.
American Museum Novitaes. Nº 3098: 31.
62

ANEXOS
63

ANEXO 1: Columna Estratigráfica Río Colorado

• Leyenda y simbología, columna estratigráfica Río Colorado


64

• Columna estratigráfica Quebrada El Chacayal, Río Colorado


65

COLUMNA: RIO COLORADO.

Para acceder al área de estudio, desde la Ruta-5 se debe ingresar a través del Acceso
Sur en la comuna de Puente Alto, hasta llegar al Camino al Volcán, una vez en este ingresar
al Camino al Alfalfal, hasta llegar a las inmediaciones de la represa hidroeléctrica El Alfalfal.
Una vez dentro de las inmediaciones, se debe seguir la ruta principal con dirección NE, el
ingreso se debe realizar idealmente en un vehículo con doble tracción. Durante el camino, de
poco más de 25 km, hay zonas con peligro de derrumbe. Al llegar a la altura de la mina La
Perla, el área de estudio se ubica al E del río Colorado, en la quebrada El Chacayal, a la que
se puede acceder caminando, en esta aflora la Formación Rio Damas. Este valle tiene una
disposición WNW-ESE, donde los estratos tienen un rumbo aproximado N-S y manteos
superiores a los 85° en dirección E, mayoritariamente. Los afloramientos en esta quebrada se
observan, con aspectos puntiagudos, y presenta sectores con abundantes coluvios. El acceso
a estos afloramientos es dificultoso debido a las empinadas pendientes de la quebrada.
Las rocas de la Formación Rio Damas, localmente presentan abundantes fracturas y
fallamientos menores. Localmente se observa la presencia de espejos de fallas y estrías en
rodados de conglomerados de esta formación. Los afloramientos disponen de claros planos
de estratificación, aunque en algunos sectores de la columna, los planos no se identifican con
claridad. Las calizas fosilíferas de Lo Valdés poseen una mala preservación de sus fósiles.
Las coordenadas de datum WGS 84, para la base de la secuencia corresponden a 19 H
407688 E 6297497 N y de cota 2892 m s.n.m. El techo de la columna posee coordenadas
correspondientes a 19 H 405897 E 6297907, la altura para la base es de 2595 m s.n.m.
Thiele (1980) propone en su trabajo, geología de la hoja de Santiago, una falla normal
al E de la base de la columna, en el tramo cubierto que separa las Formaciones Rio Damas y
Lo Valdés, cuyo bloque colgante se encuentra al E de esta estructura. Mas tarde, Álvarez
(2000) propone la presencia de un cabalgamiento en esta misma zona, cuyo bloque colgante
se ubica al W de la estructura y que es el criterio más lógico, hasta el momento. Este último
será utilizado para el presente trabajo, aunque plantea algunas dudas.
La columna fue descrita de E (supuesta base) a W (supuesto techo). Para la descripción
de cada tramo que la compone se indica el espesor de este al inicio de cada párrafo, y un
valor entre paréntesis que corresponde al espesor acumulado de la columna.
66

Base: Tramo cubierto entre las formaciones Rio Damas y Lo Valdés, este tiene un
espesor aproximado de 883 m aproximadamente. Cabe destacar que al E del tramo cubierto
aflora un nivel de andesitas, posteriormente una brecha basal y las calizas de la Formación
Lo Valdés hacia la base.
Tramo 1: 46 m (46 m). Conglomerados que se disponen en paquetes verticales de
orientación N-S con manteos en general cercanos a los 80°, la forma de estos paquetes es
tabular y poseen potencias métricas (1-2 m) pero se encuentran muy diaclasados y
meteorizados, por lo que los planos de estratificación no son claros, tienen un aspecto masivo,
son matriz soportados con clastos andesíticos de moda de 4 cms y centil de 10 cms, sub-
angulosos a sub-redondeados y orientados al azar. La roca es de color marrón rojizo en
superficie fresca, que es característico de los conglomerados vistos en Formación Rio Damas.
Presentan una matriz arenosa de grano medio a grueso. Estos conglomerados se encuentran
fracturados y entre clastos se puede observar vetillas de material más fino de color anaranjado
(arcilloso), lo que posiblemente daría lugar a una brecha.
Tramo 2: 260 m (306 m). Cuerpo hipabisal de composición andesítica. La roca está
compuesta de fenocristales de plagioclasa, clinopiroxeno, ortopiroxeno, anfíbol, feldespato
potásico, cuarzo, opacos y una masa fundamental compuesta de microlitos de plagioclasa,
piroxeno, ortopiroxeno y opacos. En roca alterada presenta un color gris marrón, gris verdoso
a gris amarillento. Mientras que, en roca fresca se distingue un color gris oscuro. Los
afloramientos al inicio de este tramo se encuentran altamente fracturados en bloques, donde
se puede observar claramente una familia de diaclasas verticales con una orientación NE-
SW. Mas hacia techo del tramo los afloramientos son más masivos y es posible observar
exfoliación esferoidal. Hay que destacar que en la zona de contacto se pudo visualizar planos
y estrías de fallas. Luego hacia techo volvemos a ver el cuerpo hipabisal de composición
andesítica por lo que no se pudo determinar el espesor de esta litología. Hay que destacar que
este cuerpo hipabisal, intruye a la brecha de conglomerado descrita en el tramo 1, ya que, en
afloramientos visitados hacia el sur a esta misma longitud, afloran secuencias de brecha de
conglomerado. A los 10 m de este tramo aproximadamente se extrae muestra de lámina
delgada de código RC1D-4 que pertenece al cuerpo intrusivo principal que se clasifica como
pórfido andesítico de piroxenos.
67

Tramo 3: 50 m (356 m). Los afloramientos de areniscas y conglomerados se disponen


de forma vertical con una orientación N-S y manteos superiores a los 80°. En general los
paquetes son tabulares de dimensiones de entre 1 y 3 m y se encuentran muy meteorizados,
el caso de las areniscas líticas de granulometría media, estas son más fisibles lo que dificulta
encontrar un buen plano de estratificación para medir su actitud. Para los conglomerados los
paquetes suelen estar más consolidados pero fracturados en grandes bloques. El contacto
entre las areniscas y la roca hipabisal de composición andesítica es por intrusión de la
segunda, por tanto, irregular, cabe destacar que no se observó bordes de cocimiento o algún
grado de metamorfismo en el contacto. Las areniscas son de grano medio y masivas, estas
gradan a areniscas conglomerádicas y a conglomerados matriz soportados con clastos de
composición andesítica de dimensiones de 5 cms de moda y 40 cms de centil. La orientación
de los clastos varía entre paralela a la estratificación y orientados al azar en la matriz. Hacia
techo del tramo, podemos ver que continua la alternancia de capas de areniscas masivas con
conglomerados. Al inicio de este tramo, en el contacto con el cuerpo intrusivo, se extrae
muestra de lámina delgada de código RC1D-5 y una muestra de zircones de código RC1D-
5.2 ambas muestras corresponden a una arenisca lítica de grano medio a grueso.
Tramo 4: 303 m (659 m). Conglomerados cuya estratificación no es muy notoria
debido al nivel de diaclasamiento, que les da un aspecto muy masivo a los afloramientos,
localmente hay zonas de estratificación bien marcada, con paquetes verticales de potencias
de 2 m aproximadamente y en contacto neto entre los niveles, de rumbo N-S y manteos por
sobre 85°. Se observan alternancias de conglomerados matriz y clastos soportados, cuyos
clastos tienen una moda de 4 cms y un centil de 80 cms y en general paralelos a la
estratificación. Aproximadamente a los 50 m de la base de este tramo encontramos un nivel
de areniscas masivas de grano medio, de un espesor de 1,5 m aproximadamente, en contacto
neto con los paquetes de conglomerados descritos. Petrológicamente los conglomerados, son
muy similares a los descritos en el tramo 3, conglomerados con clastos sub-angulosos a sub-
redondeados y de composición andesítica y posiblemente dacítica y con una matriz arenosa
media a gruesa. Los clastos de composición andesítica presentan diferencias texturales
consistentes en la cantidad de fenocristales de plagioclasa y el color, la diferencia de color
puede radicar en el grado de alteración que presentan. Los clastos que se interpretan como
de composición dacítica son de un color verdoso, en los que se pueden distinguir minerales
68

como plagioclasa, hornblenda y en menor medida piroxenos. El tamaño de los clastos varia
de centimétricos a decimétricos. En este tramo además podemos observar algunos mega
clastos cuyas dimensiones varían entre 20 cm a 1 m de diámetro. Aproximadamente a los 40
m de este tramo se extrae una muestra de lámina delgada de código RC1D-6 que corresponde
a matriz arenosa de los conglomerados matriz soportados, que se clasifica como una arcosa
lítica de grano medio a grueso.
Tramo 5: 1030 m (1689 m). Paquetes de conglomerados cuya estratificación no es
muy notoria debido al nivel de erosión de los afloramientos, los que a su vez se encuentran
fracturados, a pesar de esto, se observa la estratificación vertical a sub-vertical de orientación
N-S de los niveles de conglomerados, además, entre grandes paquetes de conglomerados, en
ocasiones, afloran pequeños niveles de arenisca masiva, con potencias entre 5 a 40 cm de
espesor. Estos conglomerados son polimícticos, matriz soportados, con clastos sub-
redondeados a sub-angulosos de tamaños de 2 cm a 1 m aproximadamente, siendo la media
de unos 10 cm. Los clastos observados tienen una orientación paralela a la estratificación y
corresponden principalmente a andesitas y dacitas similares a los descritos en el tramo 4,
localmente fueron observados clastos que podrían corresponder a migmatita o una riolita
bandeada (IMG_3884).
Tramo 6: 110 m (1799 m). Los afloramientos de conglomerados y areniscas disponen
sus estratificaciones en paquetes verticales de potencias de 3-4 m aproximadamente, con
orientación N-S, en zonas puntuales, los afloramientos tienen un aspecto masivo como fue
descrito en tramos anteriores, producto de la erosión y de familias de diaclasas que afectan a
estos. Los conglomerados son clasto soportado a localmente matriz soportados. A los 50 m
de este tramo, se pudo visualizar un nivel de arenisca de grano medio con base erosiva,
(IMG_3914) la que se ubica hacia el W de la capa, tiene una potencia de aproximadamente
50 cms. Mas hacia techo pudimos ver alternancias entre conglomerados de matriz arenosa
con clastos de 5 cm de promedio y conglomerados clastosoportados con 15 cm de promedio
y de 60 cms de centil. Los clastos tienen una orientación paralela a la estratificación y son
de composición andesítica a dacítica, sub-redondeados a sub-angulares, cabe destacar
también la presencia de unos clastos de granitoides de color anaranjado en superficie alterada,
estos tienen una textura fanerítica de grano medio, se reconocen cristales de feldespato
alcalino, cuarzo, plagioclasa, biotita cloritizada y epidota como alteración (IMG_3905). Cabe
69

destacar la presencia de mega clastos e imbricaciones de clastos de clastos que indican


paleocorrientes con una dirección generalizada al SW y en menor medida al NW y SE en los
conglomerados de este tramo.
Medidas Paleocorrientes: (Clastos imbricados) n=10. Dip 58/ Azimuth 77-Dip 70/
Azimuth 87-Dip 76/ Azimuth 280-Dip 70/ Azimuth 284-Dip 76/ Azimuth 280-Dip 74/
Azimuth 260-Dip 71/ Azimuth 264-Dip 65/ Azimuth 267-Dip 86/ Azimuth 094-Dip 84/
Azimuth 233.
Tramo 7: 57 m (1856 m). Tramo cubierto, el que se acuña hacia el sur.
Tramo 8: 256 m (2112 m). Afloramientos verticales en general tabulares, de
orientación N-S y estratificaciones bien definidas, al inicio del tramo los conglomerados
suelen estar erosionados, por lo que la estratificación no está bien definida en esta zona, pero
al ir avanzando hacia techo la estratificación es más marcada y los estratos menos potentes
de entre 1-2 m de espesor. Los conglomerados de este tramo son clasto soportados en la base
y matriz soportados hacia techo, cuya matriz es arenosa. La granulometría de los
conglomerados en la base en general es gruesa, tiene una moda de 20 cms aproximadamente
y la orientación de estos es paralela a la estratificación, además se observan imbricaciones
locales cuya dirección de paleocorrientes apunta entre el NW y SE. Cabe destacar la
presencia de mega clastos de dimensiones de 1 m aproximadamente al menos en los inicios
de este tramo. Los conglomerados de la zona media alternan niveles con diferentes tamaños
de clastos y fabrica matriz y clasto soportado, los que son paralelos a la estratificación, de
moda de 4 cm con niveles con granulometrías con moda de 20 cm con presencia de mega
clastos de diámetros de hasta 1 m, mientras que cerca del techo están en alternancia con
niveles de areniscas de grano medio de potencias de 1 m aproximadamente. Se pueden ver
clastos redondeados a sub-redondeado y corresponden a andesitas con grandes fenocristales
de plagioclasas y una masa fundamental de color morado, lutitas y areniscas líticas de grano
medio a fino. Aproximadamente a los 77 m de este tramo, se pudo observar un nivel de
arenisca, masivo en contacto erosivo con los niveles que lo subyacen y sobreyacen. Las
areniscas que se encuentran hacia techo tienen contactos netos y son grano creciente
gradualmente en dirección hacia techo (W). A los 187 m de este tramo aflora un nivel de 1,5
m de potencia aproximadamente, el que corresponde a una toba lítica, de color rojizo de la
que se extrae una muestra de código RC1D-8 correspondientes a lamina delgada. Llegando
70

al techo del tramo se observa un potente nivel de arenisca de 10 m de potencia, con


laminaciones oblicuas que se interpretan como una posible estratificación cruzada, más hacia
techo de este nivel las areniscas son fisibles y masivas, que se encuentran en contacto neto
con los conglomerados en su base. En los últimos 10 m de este tramo se debe destacar que
se colectaron las muestras RC1D-1 correspondiente a una muestra de zircones, RC1D-2
correspondiente a una arenisca lítica de grano medio en la que se pueden observar un diverso
aporte sedimentario volcánico, pero variado, esta muestra es de lámina delgada.
Medidas Paleocorrientes: (Clastos imbricados) n=7. Dip 55/ Azimuth 319-Dip 71/
Azimuth 319-Dip 63/ Azimuth 319-Dip 57/ Azimuth 109-Dip 60/ Azimuth 114-Dip 65/
Azimuth 119-Dip 65/ Azimuth 109.
Tramo 9: 10 m (2122 m). Nivel vertical de lavas andesíticas de orientación N-S. Se
observaron fracturas y algunos índices cinemáticos como estrías de falla. Las lavas presentan
fenocristales de plagioclasa y textura hialopilítica. La potencia de este nivel es desconocida
debido a que el contacto entre las calizas suprayacentes y el nivel de lava andesítica no fue
observado, pero se estima posee una potencia de al menos 10 m. El contacto neto entre las
areniscas de grano medio y el nivel de lavas andesíticas fue observado en el afloramiento.
Extrapolando la información a partir de los puntos de terreno en conjunto con la imagen
satelital se asume una potencia aproximada de 36 m aproximadamente.
Tramo 10: 64 m (2184 m). Tramo cubierto entre el nivel de lavas andesíticas y los
afloramientos de calizas fosilíferas de Formación Lo Valdés.
Techo: Afloramientos verticales donde se observan estratos con formas tabulares de
las calizas de la Formación Lo Valdés. Estas son cristalinas de grano muy fino, las que se
encuentran fracturadas, contienen una gran cantidad de fósiles de bivalvos que no se pueden
identificar por el mal estado de preservación.
Mas hacia el E desde la base de la columna, encontramos un gran tramo cubierto entre
las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés, el espesor de este tramo cubierto es de 883 m
aproximadamente. Seguido del tramo cubierto, afloran 106 m aproximadamente de lavas
andesiticas, de las cuales se extrae una muestra de código RC1D-7. En contacto a las
andesitas mencionadas anteriormente, se observa un nivel de brecha basal de la Formación
Lo Valdés de aproximadamente 1,5-2 m, infrayacen a estos afloramientos de calizas
fosilíferas de Lo Valdés.
71

No se pudo determinar las relaciones de contacto para la base de la columna entre las
Formaciones Rio Damas y Lo Valdés, pero cabe destacar que las calizas de la Formación Lo
Valdés y los niveles de andesitas descritos anteriormente se repiten tanto en la base como el
techo de la columna. A partir de esto se manejan tres posibilidades para esta secuencia: 1) La
existencia de un plegamiento en la formación Rio Damas, el cual no fue visualizado en
terreno. 2) La existencia de una posible zona de falla en el tramo cubierto ubicado en la base
de la columna (parte E de esta), entre las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés. 3) La
presencia de una zona de falla entre las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés, en el tramo
cubierto ubicado en el techo de la secuencia (parte W de la misma).
Los criterios para definir la polaridad de la columna son escasos y poco claros, se pudo
observar algunos niveles erosivos a lo largo de la columna, de los que las concavidades
erosivas podrían indicar que la base se ubica tanto hacia el E como el W, pero si observamos
estas en conjunto con las gradaciones normales presentes en algunos sectores de la columna
y en los mismos niveles erosivos, se puede deducir que la base se ubica hacia el E, aunque
con dudas. Los niveles de areniscas suelen no ser muy potentes y con ausencia de estructuras
sedimentarias a excepción de las areniscas líticas en el techo de la columna (E), en las que se
observa una estratificación cruzada planar asintótica hacia el E de lo que se puede deducir
que es la dirección de la base. En la base de los paquetes de conglomerados o areniscas no se
observan estructuras sedimentarias de erosión, sino más bien clastos sobresalientes y
espacios que se producen por la caída de estos. En cualquier caso, la duda con respecto a la
ubicación de la base o el techo de la Formación Río Damas en la columna de la quebrada
Chacayal persiste.
72

ANEXO 2: Descripciones de Láminas Delgadas

Objetivo: 2.5x Luz: N. Paralelos


Muestra RC1D-2

19 H 405921 E 6297819 N
Coordenadas
Tramo 8 (246 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación textural
Arenisca Rudacea-Fangosa
(Nichols, 1999)
Clasificación composicional
Litarenita
(Folk, 1980)
Fábrica Granosoportada
Selección Pobremente seleccionada
Textura Clástica
Componentes principales Porcentaje (%)
Granos 88
Matriz 7
Cemento 5
Forma de los granos
Sub-angular a sub-
Redondez Objetivo: 2.5x Luz: N. Cruzados
redondeados
Esfericidad Sub-prismoidal a Esférico
Composición de granos
Monominerales % Líticos %
Plagioclasa 8 Rocas volcánicas 86
Opacos 6

Madurez
Submadura
Composicional
Contacto entre
Puntual a Tangente
granos

Hematítico (Tipo B)
Cementos
Clorítico (Tipo A)

Se observan líticos volcánicos con diferentes aspectos, se pueden ver líticos andesíticos
volcánicos de color rojizo, que se caracteriza por tener más Fe2O3, los líticos de coloración
Observaciones negra son característicos de andesitas de escoria, los de coloraciones translucidas,
probablemente sea por una composición de vidrio más acida con menos Fe2O3.
73

Muestra RC1D-4 Objetivo: 2.5X Luz: N. Paralelos


19 H 407639 E
Coordenadas 6297506 N
Tramo 2 (10 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación (Diagra
Andesita
ma de Streckeisen)
Textura Porfídica
Componentes
%
Principales
Fenocristales 73
Masa Fundamental 27
Total 100

Composición mineral

% Masa %
Fenocristales Objetivo: 2.5X Luz: N. Cruzados
fundamental
Plagioclasa 43 Plagioclasa 16
Clinopiroxeno 12 Clinopiroxeno 3
Ortopiroxeno 7 Ortopiroxeno 1
Opacos 6 Opacos 3
Feldespato K 3 Vidrio 4
Cuarzo 1
Clorita 1
Cemento
Evidencias de alteración
Mineral de
Sericita
alteración

Componente
Plagioclasa
alterado

Observaciones Algunos cristales de Opx y Cpx presentan bordes de reacción de lo que podría ser epidota.
La muestra corresponde a un Pórfido andesítico de piroxenos.
74

Objetivo: 2.5x Luz: N. Paralelos


Muestra RC1D-5
19 H 407366 E 6297671 N
Coordenadas
Tramo 3 (3 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación textural
Arenisca Fangosa
(Nichols, 1999)
Clasificación
composicional Litoarenita
(Folk, 1980)
Fábrica Granosoportado
Selección Muy pobremente seleccionada
Textura Clástica
Componentes
Porcentaje (%)
principales
Granos 60
Matriz 28
Cemento 12
Forma de los granos
Redondez Anguloso Objetivo: 2.5x Luz: N. Cruzados
Esfericidad Sub-Prismático
Composición de granos
Monominerales % Líticos %
Plagioclasa 14 Rocas volcánicas 79
Opacos 7

Madurez
Submadura
Composicional
Contacto entre
Flotante a Puntual
granos
Hematítico (Tipo A)
Cementos
Clorítico (Tipo B)
Hay un porcentaje importante de matriz, la selección en el corte es mala, granos de
variados tamaños y formas entre los granos más grandes se encuentra un porcentaje
grande de matriz, podríamos hablar de granulometría gruesa. Cemento hematítico en
Observaciones mayor porcentaje que el cemento clorítico. Cristales de plagioclasa en monominerales
y clastos volcánicos de composición andesítica están alterados a sericita de forma
pervasiva.
75

Objetivo: 2.5x Luz: N. Paralelos


Muestra RC1D-6

19 H 407289 E
Coordenadas 6297655 N Tramo 4
(40 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación Textural (Nichols,
Fangolita Arenosa
1999)
Clasificación composicional
Arcosa Lítica
(Folk, 1980)
Fábrica Granosoportado
Muy pobremente
Selección
seleccionada
Textura Clástica
Componentes principales Porcentaje (%)
Granos 45
Matriz 33
Cemento 22
Forma de los granos
Redondez Subanguloso Objetivo: 2.5x Luz: N. Cruzados
Sub-prismoidal a
Esfericidad
Esférico
Composición de granos
Monominerales % Líticos %
Plagioclasa 60 Rocas volcánicas 35
Opacos 5

Madurez Composicional Submadura


Contacto entre
Flotante a Puntual
granos

Clorítico (Tipo B)
Cementos
Hematítico (Tipo A)

Muestra de matriz arenosa, se observa un gran porcentaje de matriz en la que


se puede observar pequeños clastos volcánicos de composición andesítica,
Observaciones granos monominerales de plagioclasa, opacos y cemento clorítico en
abundancia con relictos de cemento hematítico.
76

Muestra RC1D-7 Objetivo: 2.5X Luz: N. Paralelos


Coordenadas 19 H 408587 E
6297244 N Techo (883
m)
Localidad Río Colorado
Clasificación (Diagrama
Andesita
de Streckeisen)
Textura Porfídica
Componentes
%
Principales
Fenocristales 15
Masa Fundamental 85
Total 100
Composición mineral

Fenocristales % Masa %
Objetivo: 2.5X Luz: N. Cruzados
fundamental
Opacos 6 Plagioclasa 22
Plagioclasa 9 Vidrio fino 56
Opacos 7

Cemento Hematítico (Tipo A)


Evidencias de alteración
Mineral de alteración Sericita / Calcitización

Plagioclasa / Roca en
Componente alterado
general

Observaciones La muestra se encuentra alterada de forma pervasiva con calcitización.


Hay ausencia de cristales de minerales máficos. Se puede observar una
orientación preferencial localmente en cristales
de plagioclasa pertenecientes a la masa fundamental, lo que se traduce en
una textura hialopilítica secundaria a la textura porfídica.
77

Muestra RC1D-8 Objetivo: 2.5X Luz: N. Paralelos


Coordenadas 19 H 405376 E 6297860 N
Tramo 8 (187 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación
Lapillita Tobacea
Textural
Clasificación
Toba Lítica
Composicional
Tipo de depósito Depósito de caída
Textura Lapilli Ceniza
54% 46%
Fábrica Matriz Soportada (Matriz
fragmental)
Componentes Porcentaje (%)
Principales
Cristales 31
Fragmentos líticos 46
Vidrio 23
Total 100 Objetivo: 2.5X Luz: N. Cruzados
Composición componentes fragmentales
Monominerales % Líticos/ Vidrio %
Anfíbol 2 Rocas volcánicas 38
Epidota 2 líticos de pómez 8
Plagioclasa 14
Piroxenos 4
Opacos 9
Cemento Hematítico, Clorítico
Evidencias de alteración
Mineral de
Epidota
alteración
Componente
alterado
Feldespatos

Características La matriz de esta muestra está compuesta principalmente de líticos de


relevantes composición andesítica y líticos de pómez, cristales, esquirlas, vidrio fino y
masivo, lo que se reflejaría en su textura fragmental. Además, podemos ver
los cristales de plagioclasa, líticos y esquirlas están alterados de forma
moderada por calcita. Las plagioclasas en adición evidencian alteraciones a
opacos y anfibol secundario. Para finalizar las características más relevantes
de esta muestra de Toba es la desvitrificación, la textura fluidal y el
aplanamiento de esquirlas y líticos, los que al ser de gran tamaño (más de 3
mm) no pueden ser representados en la foto, pero a escala de real se puede ver
el aplanamiento.

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