Memoria de Título Andrés Cáceres
Memoria de Título Andrés Cáceres
Memoria de Título Andrés Cáceres
ESTRATIGRAFÍA, AMBIENTE DE
SEDIMENTACIÓN Y CONTEXTO TECTÓNICO DE
LA FORMACIÓN RÍO DAMAS (KIMMERIDGIANO-
TITONIANO) EN EL VALLE DEL RÍO COLORADO
(33°30’S, CHILE CENTRAL).
REGIÓN METROPOLITANA, CHILE.
Concepción, 2021
INDICE
Página
RESUMEN……………………………………………………………
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………… 1
1.1. Generalidades…………………………………………………… 1
1.2. Objetivos………………………………………………………… 3
1.1.1. Objetivos General………………………………………… 3
1.1.2. Objetivos Específicos……………………………………… 3
1.3. Ubicación Y Accesos……………………………………………… 3
1.4. Clima y Vegetación………………………………………............. 5
1.5. Plan de trabajo…………………………………........................... 5
1.5.1. Pre-terreno………………………………………………... 5
1.5.2. Trabajo de Campo…………………………………............... 6
1.5.3. Etapa de Gabinete……………………………................................... 6
1.6. Agradecimientos………………………………………………… 7
3. METODOLOGÍA DE TRABAJO……………………………… 16
3.1. Fundamentos y Metodología……………………........................... 16
3.1.1. Determinación de ambiente sedimentario y estratigrafía…....... 16
3.1.1.1. Análisis de Facies ………………………………........ 16
3.1.1.2. Estudios Estratigráficos…………………………………… 17
3.1.1.3. Análisis Petrológico………………………………………... 17
3.1.1.4. Análisis Estructural………………………………………… 18
3.1.2. Análisis de Paleocorrientes…................................................. 18
4. RESULTADOS…………………………………………………… 20
4.1. ESTRATIGRAFÍA……………………………………………… 20
4.2. SEDIMENTOLOGÍA…………………………………………… 23
4.2.1. Facies…………………………………................................ 23
4.2.1.1. Facies CCA ………………………………................. 23
4.2.1.2. Facies CCP...………………………………………... 23
4.2.1.3. Facies CDP………………………………………...... 25
4.2.1.4. Facies AM…………………………………………... 27
4.2.1.5. Facies AEC……………………………………….... 29
4.2.1.6. Facies ICA………………………………………… 30
4.2.2. Asociaciones de Facies……………………………................ 32
4.3. Análisis Estructural……………………………………………… 33
4.4. Análisis de Paleocorrientes……………………………………………… 34
5. DISCUSIÓN…………………………………….............................. 38
5.1. ESTRATIGRAFÍA……………………………………………… 38
5.2. AMBIENTE DE SEDIMENTACIÓN……………………………... 42
5.3. PROVENIENCIA………………………………………………………... 45
6. CONCLUSIONES………………………………………………… 51
7. REFERENCIAS………………………………………………....... 52
ANEXOS……………………………………………………………... 62
ANEXO 1: Columna Estratigráfica
ANEXO 2: Descripción Láminas Delgadas
ÍNDICE DE IMÁGENES
Imagen Página
1.1 Mapa de ubicación y accesos................................................................... 4
2.1 Mapa geológico regional.......................................................................... 9
2.2 Mapa geológico de la región del Río Colorado......................................... 10
2.3 Mapa esquemático de la Cuenca Neuquina............................................... 11
2.4 Cuadro Cronoestratigráfico de la zona de estudio.................................... 15
4.1 Lineamiento inferido Fm Río Damas........................................................ 20
4.2 Vista de valle dirección N-S Fm LV y RD................................................ 21
4.3 Tramo cubierto techo contacto Fm LV-RD............................................... 22
4.4 Conglomerado matriz soportado centimétrico.......................................... 24
4.5 Niveles de conglomerado centimetrico..................................................... 25
4.6 Alternancia facies CCP-CDP.................................................................... 26
4.7 Lámina delgada RC1D-6.......................................................................... 27
4.8 Alternancia facies CCP-AM..................................................................... 28
4.9 Lámina delgada RC1D-5........................................................................... 28
4.10 Lámina delgada RC1D-2........................................................................... 29
4.11 Afloramiento con facies AEC................................................................... 30
4.12 Lámina delgada muestra RC1D-7............................................................. 31
4.13 Diaclasas en afloramientos........................................................................ 34
4.14 Diagrama de roseta T6, set de datos 1…………………………………… 35
4.15 Diagrama de roseta T6, set de datos 2…………………………………… 36
4.16 Diagrama de roseta T8, set de datos 1…………………………………… 36
4.17 Diagrama de roseta T8, set de datos 2…………………………………… 37
5.1 Mapa modificado de Thiele (1980) …………………………………… 39
5.2 Mapa modificado de Ramos (1991) …………………………………… 39
5.3 Contacto entre Fm RD-(Y)- Fm LV…………………………………… 40
5.4 Mapa y perfil modificado de Álvarez (2000) …………………………… 41
5.5 Contacto entre andesitas y calizas de la Fm LV………………………… 41
5.6 Conglomerado matriz soportado clastos centimétricos………………… 42
5.7 “Couplets” …………………………………………………………… 43
5.8 La cuenca kimmeridgiana de Neuquén………………………………… 47
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla Página
4.1 Medidas de rumbo y manteo de los estratos de la Fm Rio Damas................ 33
4.2 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T6……… 35
4.3 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T6……… 35
4.4 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T8……… 36
4.5 Medida original y restaurada en plano de ES y medida de plano T8……… 37
RESUMEN
Una de las cuencas de trasarco mejor estudiadas es la cuenca de Neuquén, que se sitúa
en la parte E de Chile y en la parte W de Argentina entre los 33° y 38° S. En esta cuenca se
depositaron una serie de unidades marinas y continentales entre el Jurásico Inferior y el
Cretácico Superior. En Chile, dichas unidades reciben el nombre de, de base a techo: 1)
Formación Río Colina; depósitos marinos profundos en la base y someros hacia techo. 2)
Formación Río Damas; depósitos aluviales y volcánicos. 3) Formación Lo Valdés; depósitos
marinos someros y de plataforma. Sobreyaciendo a la Formación Lo Valdés se acumularon
facies fluviales y aluviales interpretadas como sinorogénicas correspondientes a la
Formación Colimapu.
Durante el Kimmeridgiano-Titoniano se produjo una importante regresión marina que
dio lugar a la sedimentación de las formaciones Río Damas (Chile) y Tordillo (Argentina).
Las causas son discutidas, por lo que algunos autores han propuesto que la regresión tuvo
causas eustáticas, así como otros autores postularon condiciones tectónicas tanto
extensionales como compresivas, asociando esta última a la denominada fase Araucana. La
Formación Río Damas comprende una secuencia continental de un espesor máximo de 5.000
m, constituida por conglomerados y brechas conglomerádicas, con intercalaciones de
areniscas, limolitas y lavas andesíticas. Se le asigna una edad kimmeridgiana-titoniana. A
pesar de que se han hecho estudios sedimentológicos en esta unidad, estos no son lo
suficientemente detallados.
Se llevó a cabo un estudio estratigráfico y sedimentológico de detalle a partir del
levantamiento de una columna estratigráfica, con el objetivo de determinar la evolución
tectono-sedimentaria de la Formación Río Damas en el sector del Río Colorado (33°30’S).
El área de estudio se sitúa específicamente en los Andes de Chile Central, a unos 65 km al E
de Santiago aproximadamente, Provincia de Cordillera, Región Metropolitana, Chile.
La Formación Río Damas en el sector del Río Colorado, corresponde a una secuencia
de más de 2.000 m de potencia de sedimentos continentales que se dividieron en 3 miembros:
1) Miembro I, constituido por facies de flujo de detritos proximales, se interpreta como una
zona próxima a la fuente. La potencia de este miembro es indeterminada debido a que parte
de la secuencia se encuentra obliterada por una intrusión hipabisal andesítica de edad
Miocena. 2) Miembro II, constituido por “sheetfloods” proximales. La granulometría varía
entre dimensiones centimétricas a métricas, además los clastos son paralelos a la
estratificación y se observan imbricaciones. Las areniscas no poseen o conservan estructuras
sedimentarias y son fisibles. La potencia de este miembro es de aproximadamente 1.806 m.
3) Miembro III, Constituido por un nivel de lava andesítica el que se observa diaclasado y en
contacto neto con un nivel de areniscas del miembro subyacente. Posee una potencia de 10
m aproximadamente. El contacto basal de la Formación Río Damas se interpreta como una
falla inversa con la Formación Lo Valdés, mientras que el contacto a techo con Formación
Lo Valdés es concordante. Esta Formación se habría depositado en un contexto de régimen
tectónico extensional, en una importante regresión marina. La escasa variación en el tamaño
de grano que presentan la columna en el sector del Río Colorado, donde predominan los
depósitos conglomerádicos, evidencian una subsidencia bastante continua, que culmina en
una intensa actividad volcánica y una subsidencia regional generalizada que permite el inicio
de una nueva transgresión marina con la sedimentación de la Formación Lo Valdés.
1
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Generalidades
1.2. Objetivos
3. Determinar las variaciones relativas del nivel del mar durante la sedimentación de
esta unidad.
La región estudiada se caracteriza por una estación marcadamente seca en verano, salvo
algunas raras y breves tormentas producidas en los meses estivales, y lluviosa en invierno.
El promedio de humedad relativa del aire para Santiago (520 m s.n.m.) es de 92% en época
de invierno (junio, julio y agosto) y 78% en época de verano (enero, febrero y marzo); en
San José de Maipo (1.060 m s.n.m.) alcanzó a 83% en verano y 79% en invierno (año 1970),
y en Cristo Redentor (3.830 m s.n.m. 32°50' Lat. S y 70°07'Long. W), a 61 % en verano y
59% en invierno (Thiele, 1980).
Las acumulaciones nivales sólo se encuentran en aquellos lugares de la alta cordillera
que son relativamente planos, siendo hacia los 3.000 m s.n.m. donde la cubierta de nieve es
continua en invierno (Thiele, 1980).
La vegetación autóctona está compuesta principalmente por arbustos con follaje de
color verde oscuro que, en conjunto, presenta aspecto de matorrales relativamente densos,
hasta aproximadamente los 1.500 m s.n.m. A mayor altura, se hace corriente una asociación
vegetal, formada por champas y hierbas perennes, que se mezclan con sub-arbustos
achaparrados, hasta aproximadamente 3.000 m s.n.m. Hasta los 4.000 m s.n.m. sólo aparecen
algunas asociaciones de hierbas que crecen en champas o cojines, siendo prácticamente nulos
los vestigios de vegetación sobre esta altura (Thiele, 1980).
Con el propósito de lograr los objetivos propuestos, son necesarias las siguientes
etapas:
1.5.1. Pre-terreno.
con la obtención de imágenes de “Google Earth” para la creación de un mapa del área de
estudio con una serie de puntos de interés.
Durante esta fase, se analizan los datos obtenidos en terreno, lo que incluye:
1.6. Agradecimientos.
2. MARCO GEOLOGICO
El segmento andino comprendido entre los 32º S y los 35º S muestra 5 unidades
morfoestructurales principales, dispuestas en franjas orientadas norte - sur. De W a E estas
son: Cordillera de la Costa, Depresión Central, Cordillera Principal, Cordillera Frontal y
Precordillera, más el antepaís argentino (Fock, 2005).
La Cordillera de la Costa está compuesta por cerros que rara vez sobrepasan los 2.000
m s.n.m. Formada principalmente por granitoides del Paleozoico Superior en su flanco
occidental y por secuencias volcánicas y sedimentarias Mesozoicas en la parte más oriental,
como indica la cartografía geológica disponible (Thomas, 1958; Wall y otros, 1999; Sellés y
Gana, 2001; SERNAGEOMIN, 2003).
La Depresión Central se extiende desde los 33º S hasta los 40º S, y corresponde a una
cuenca rellena por depósitos aluviales Pleistocenos a Holocenos principalmente, que
localmente superan los 500 m de espesor (Thiele, 1980, Araneda y otros, 2000, Rauld, 2002).
Esporádicamente sobresalen algunas cumbres en forma de "cerros isla", con alturas entre 650
y 480 m s.n.m. decrecientes de E a W (Fock, 2005).
Entre los 32º y 35º S se encuentran bien desarrolladas las cordilleras Principal y Frontal.
La Cordillera Principal (Figura 2.1) puede dividirse en dos grandes flancos: La Cordillera
Principal Occidental, conformada por rocas cenozoicas de las Formaciones Abanico y
Farellones, principalmente; y la Cordillera Principal Oriental, compuesta por rocas
Mesozoicas fuertemente deformadas, que conforman las fajas plegadas y corridas de La
Ramada, Aconcagua y Malargüe (Fock, 2005). Las fajas plegadas y corridas (fold and thrust
belts; FPC) son un rasgo estructural de primer orden en los Andes Centrales entre los 33° y
36° S, presentes tanto en la Cordillera Principal como en la Cordillera Frontal (Mardones,
2016).
9
Imagen 2.1: Mapa geológico regional que muestra en detalle las rocas mesozoicas del centro de Chile (~33°-35°S).
El recuadro muestra la ubicación aproximada del área de estudio en la Cordillera de los Andes. Modificado de
Sernageomin (2003).
En particular la faja plegada y corrida del Aconcagua (FPCA), localizada entre 32°30’
y 34° (Figura 2.3), es un clásico ejemplo de un cinturón Andino de piel fina (Ramos, 1988;
Kozlowski y otros, 1993; Cegarra y Ramos, 1996; Ramos y otros, 1996a). Se reconocen al
menos cuatro corrimientos de vergencia E (Álvarez y otros, 2000; Figura 2.2) que presentan
dos niveles de despegue. La depositación de las unidades marinas mesozoicas en la FPCA,
está supeditada por la presencia de secuencia de rift del Jurásico temprano (Alvarez y otros,
1997; Alvarez y Ramos, 1999) y el control de estructuras extensionales pre-existentes en el
desarrollo de la faja plegada y corrida (Godoy, 1993, 1998; Giambiagi y Ramos, 2002).
Posteriormente desde el Cretácico Tardío se produjo un cambio en la geometría de la
subducción lo que condujo a un régimen tectónico compresivo (Vergani y otros, 1995) y a la
acumulación de depósitos sintectónicos de antepaís en territorio argentino. Durante el Eoceno
medio-Mioceno temprano la deformación al sur de los 31°S, está dominada por la extensión
y desde el Oligoceno tardío-Mioceno temprano al presente se produjo el principal periodo de
construcción de los Andes en Chile Central (Charrier y otros, 2002).
10
Imagen 2.2: Mapa geológico de la región del río Colorado y área de estudio, Cordillera Principal de Chile.
Extraído y modificado de Álvarez (2000). (?): En terreno se observan afloramientos de la Formación Lo
Valdés en la zona cuestionada.
11
En este se formaron las fajas plegadas y corridas que caracterizan el borde oriental de la
cordillera (Charrier y otros, 2007), la que se compone por rocas mesozoicas fuertemente
deformadas (Fock, 2005).
La Cordillera Frontal está constituida por un basamento Pre-Cámbrico, Paleozoico y
Triásico, mientras que la Precordillera por rocas del Paleozoico Inferior principalmente. Al
E de estas cordilleras se han desarrollado cuencas de antepaís desde el Mioceno hasta el
Holoceno (Fock, 2005).
12
Formación Río Colina: Fue definida en el valle del Río Colina por González (1963).
Las litologías de esta formación corresponden a calizas, rocas siliciclásticas de grano fino a
grueso, con intercalaciones de andesitas. A partir de contenido fosilífero, se le asigna una
edad Caloviano – Oxfordiano (Thiele, 1980; Álvarez y otros, 1996). El ambiente para esta
Formación corresponde a uno marino (Álvarez y otros, 1997). Los estratos de esta Formación
se encuentran altamente fallados y más o menos triturados entre escamas de imbricación
(Thiele, 1980).
Formación Rio Damas: La formación fue definida por Klohn (1960), en el valle del río
homónimo. Las litologías presentes corresponden a conglomerados y brechas
conglomerádicas, areniscas, limolitas, lavas andesíticas y pequeños niveles de yeso (Thiele,
1980). Mediante relaciones estratigráficas y dataciones U-Pb se estima una edad
Kimmeridgiano-Titoniano para esta unidad, cuyo posible protolito sería el arco Jurásico
ubicado en el margen W de la cuenca Neuquina (Thiele, 1980; Rossel y otros, 2014). El
ambiente de depósito de la Formación ha sido considerado continental (Klohn, 1960). Esta
13
Formación posee sobreescurrimientos que hacen que las capas superiores, tectónicamente,
cubran a las secuencias basales de esta unidad (Thiele, 1980).
Formación Lo Valdés: Definida en el valle del Río El Volcán por González (1963). La
litología corresponde a fangolitas, lutitas y areniscas finas calcáreas fosilíferas con
intercalaciones de rocas volcanoclásticas y depósitos evaporíticos (Thiele, 1980). Se le
asigna una edad Titoniano-Hauteriviano a partir de contenido fosilífero (Biró, 1964; Tavera,
1968; Thiele, 1980; Hallam y otros, 1986, Salazar y Stinnesbeck, 2015). Corresponde a un
ambiente de plataforma estable (Giambiagi y otros, 2002). La Formación se separa en
escamas estructurales, lo que repite los estratos superiores de la secuencia hacia el E,
imbricándose con bloques estructurales de la Formación Río Damas (Thiele, 1980).
Formación Colimapu: Definida por Klohn (1960), en la quebrada homónima. Está
constituida por areniscas finas rojas, conglomerados, areniscas conglomerádicas, lutitas rojo
violáceo medianamente calcáreas y calizas (Thiele, 1980). Mediante estratigrafía y circones
detríticos se asigna una edad Aptiano-Albiano (Martínez y Osorio, 1963; Bustamante, 2001;
Tapia, 2019). El ambiente de depositación es transicional entre continental deltaico a marino
a posteriormente volcánico (Bustamante, 2001). Los estratos tienen una estructura de
plegamiento, caracterizada por un anticlinal apretado y volcado hacia el W, en la zona sur
(Thiele, 1980).
Imagen 2.4: Cuadro cronoestratigráfico de la zona de estudio. Modificado de Tapia et al. (2019). Jurásico medio-
Cretácico tardío paleogeografía del margen W de la Cuenca Neuquina (34°30'-36°S). Formaciones presentes en el área
de estudio, para el sector Río Colorado. Modificado de Tapia y otros (2019).
16
3. METODOLOGÍA DE TRABAJO
Durante la etapa de terreno se describen los rasgos litológicos y texturales, para así
tener una buena descripción y clasificación de las facies encontradas en las litologías
correspondientes.
Para poder caracterizar con mayor precisión las diferentes litologías que conforman las
unidades analizadas, se realizaron láminas delgadas para ser estudiadas posteriormente bajo
el microscopio petrográfico. Estas son pequeñas secciones de roca de 30 µm de espesor,
adheridas con bálsamo del Canadá a un portaobjeto de cristal, utilizadas para observar
composición y texturas. En el caso de las rocas sedimentarias, tienen la finalidad de mostrar
los componentes principales de la matriz y los clastos.
La descripción de láminas delgadas se efectúa por medio de microscopios Zeiss
Standard, pertenecientes al Departamento Ciencias de la Tierra de la Universidad de
18
Las paleocorrientes se definen como una corriente que existió durante la depositación
de un sedimento en algún periodo determinado de la historia geológica.
Muchas características diferentes en las rocas sedimentarias pueden producir
información de paleocorrientes o paleosuelos. Algunos registran la dirección real del
movimiento (el acimut), mientras que otros registran solo la línea de movimiento (la
tendencia) (Stow, 2010).
Cuando las capas no están horizontales se deben rotar a la horizontal, con ella todos los
datos obtenidos de esta. Para esto debemos orientar el Azimut del eje igual al Azimut de la
capa sumando o restando 90°, así el eje tendrá la misma orientación que el rumbo de la capa.
Se considera que una rotación positiva sería en el sentido de las agujas del reloj y negativa
lo contrario. Por ejemplo, si una capa con medidas D/DD de 45/360 se debe restaurar y se
19
elige un Azimut de 270°, esta se debe rotar en sentido contrario a las agujas del reloj (-45°
por tanto). Si se elige el Azimut 90° y se mira en ese sentido, la rotación de la capa es en el
sentido de las agujas del reloj y por tanto se debe rotar 45°. Como las medidas de
paleocorrientes tomadas en terreno corresponden en su totalidad a clastos imbricados, estas
deben rotarse 180°, ya que al rotar las capas solo obtenemos su orientación espacial pero no
su sentido.
20
4. RESULTADOS
4.1. Estratigrafía
Imagen 4.1: En base de la Formación Rio Damas, se puede observar un lineamiento que se interpreta
como la falla Rabicano, cuyo nivel de despegue está supeditado por los yesos de la Formación Auquilco. En
rojo se indica el recorrido realizado en la campaña de terreno para la elaboración de la columna estratigráfica.
21
Imagen 4.2: Vista de valle dirección N-S (Quebrada el Chacayal) en base de la columna estratigráfica,
donde se puede ver aflorar las Formaciones Lo Valdés (E) y Rio Damas (W). En este valle posiblemente se
desarrolla la falla Rabicano que un poco más al norte pone en contacto las formaciones Río Damas y Lo
Valdés.
Imagen 4.3: Afloramientos de las Formaciones Lo Valdés (W) y Rio Damas (E) separados por un pequeño
tramo cubierto en el techo de la secuencia. En los primeros metros de la Fm. Río Damas se puede observar
el miembro III.
4.2. Sedimentología
4.2.1. Facies
4.2.1.1. Conglomerado matriz soportados con clastos centimétricos orientados al azar (Facies
CCA)
Conglomerado matriz soportados que se dispone en estratos con potencias métricas con
un aspecto masivo y contactos no muy bien definidos producto de la mala preservación de
los afloramientos, por lo que los planos de estratificación no son claros (Imagen 4.4). Los
clastos son de composición andesítica con diferencias en la coloración y levemente en su
textura, de moda de 4 cm, sub-angulosos a sub-redondeados y orientados al azar.
Presentan una matriz arenosa de grano medio a grueso. Estos conglomerados se
encuentran fracturados y entre clastos se puede observar vetillas de material arcilloso de color
anaranjado.
Interpretación: Se interpreta como de flujos de detritos ya que en general, los depósitos
producidos tienen mala selección y pueden ser matriz soportado, clasto soportado, o ambos,
dependiendo de la posición en el depósito (Blair & McPherson 1994).
a) b)
Imagen 4.4: a): Conglomerados matriz soportado con tamaño de clastos centimétricos, en ellos se puede
observar un gran porcentaje de matriz. Además, se visualiza un material anaranjado que corresponde a arcilla
que rellena fracturas y cavidades. b): Se observan pequeños clastos centimétricos en la matriz.
En general los contactos de estos conglomerados con los niveles sub y suprayacentes
son transicionales, aunque en ocasiones los contactos son abruptos y bien definidos cuando
se alternan con conglomerados de mayor tamaño de clasto.
Los clastos de estos conglomerados son de composición andesítica, en los que se
observan diferencias en coloración y leves diferencias texturales (Imagen 4.5), lo que podría
aludir a diferencias en la composición del vidrio volcánico de estos. Ocasionalmente se
observan clastos que pudieran tener composición dacítica y granitoides. Se han observado
también, clastos que se interpretan como posibles riolítas bandeadas. Los clastos en general
son sub-angulosos a sub-redondeados.
Interpretación: Las imbricaciones y orientación de los clastos en los conglomerados
indican que la sedimentación se produjo mediante un flujo tractivo acuoso unidireccional. La
presencia de clastos centimétricos indican media a baja energía.
25
a) b)
Imagen 4.5: Niveles de conglomerados centimétricos verticales en los que se puede observar una
gradación en el tamaño de los clastos de base (E) a techo (W). a): La gradación de clastos es menos notoria.
b): Se observa una gradación de clastos mucho más notoria posiblemente a causa de cambios de energía en
el depósito, se podría interpretar una base erosiva que sería un posible indicativo de polaridad en la secuencia.
a) b)
Imagen 4.6: Niveles de Conglomerados decimétricos (facies CDP) que se alternan con conglomerados
centimétricos (facies CCP). Los clastos se encuentran orientados paralelos a la estratificación. a): Se observa
un nivel de clastos decimétricos notoriamente más grandes los que en ocasiones afloraban a lo largo de la
columna, estos podrían indicar episodios de muy alta energía en el depósito o como episodios tectónicamente
más activos. b): En general a lo largo de la columna la alternancia entre niveles de clastos decimétricos y
centimétricos tenían una media apreciable como en la imagen, este tipo de alternancia fue el que más se
repitió a lo largo de los afloramientos.
2.5x
Imagen 4.7: Muestra de matriz arenosa de conglomerados decimétricos clasto soportado. En esta muestra
de código RC1D-6 se puede observar una mayor cantidad de monominerales de plagioclasa con respecto a
los líticos volcánicos.
a) b)
Imagen 4.8: a): Afloramiento de areniscas masivas fisibles, esta fisibilidad podría corresponder a una
antigua laminación obliterada. b): Afloramiento con alternancias de areniscas masivas (Facies AM) y
conglomerados con clastos de tamaño centimétrico (Facies CCP) los que eran recurrentes hacia techo (W).
2.5x
Imagen 4.9: Lamina delgada de areniscas líticas masivas, correspondientes a la muestra RC1D-5. Se
observa un mayor porcentaje de monominerales con respecto a la muestra RC1D-2.
29
2.5x
Imagen 4.11: Afloramiento con facies AEC en el techo de la Formación Río Damas. En este nivel de
areniscas de 10 m aproximadamente, se pueden observar solo en los primeros 2-3 m estratificación cruzada.
Interpretación: Las areniscas con estratificación planar fueron generadas por dunas de
cresta recta mediante un flujo unidireccional de bajo régimen. Dado que se encuentran
algunos clastos, se interpreta como un flujo acuoso.
2.5x
Imagen 4.12: Lamina delgada de andesita que se encuentra alterada a calcitización en vetillas y afectando
a los cristales de plagioclasa, además se puede observar una leve textura hialopilítica en los cristales de
plagioclasa. Muestra RC1D-7.
En general las andesitas (Imagen 4.12) están compuestas por plagioclasas, opacos y su
masa fundamental está compuesta por microlitos de plagioclasas, minerales máficos
indiferenciados, vidrio volcánico y opacos. Los contactos observados para estas capas son
netos, su textura porfídica y su masa fundamental afanítica, lo que sugiere un origen no sub-
volcánico.
Asociación de Facies V.
Nivel tabular de andesita compuestas principalmente de cristales plagioclasa y vidrio
volcánico con microlitos casi indiferenciados (Facies ICA). Esta facies no se observa en
asociación con alguna descrita anteriormente y sobreyace en concordancia a un potente nivel
de areniscas con estratificación cruzada planar en el supuesto techo de la columna y en la
base se encuentran en contacto con las calizas de la Formación Lo Valdés. La ocurrencia de
estas andesitas se debe exclusivamente a la actividad volcánica.
33
Medición de Actitudes
Litología Medida Litología Medida
N23°W/85°NE Conglomerado NS/76°E Arenisca
N31°W/89°NE Conglomerado NS/73°E Arenisca
N11°W/88°NE Conglomerado N23°E/71°SE Conglomerado
N04°E/82°E Conglomerado N03°E/83°E Arenisca
N13°W/89°E Conglomerado N38°E/79°SE Conglomerado
N05°W/75°W Conglomerado N28°E/79°NW Conglomerado
N7°W/72°E Conglomerado N15°W/74°E Conglomerado
N15°W/89°E Toba N10°W/88°E Caliza
N11°W/88°E Arenisca
Tabla 4.1: Medias de rumbo y manteo de los estratos de la Formación Río Damas .
b)
a)
Imagen 4.13: a): Diaclasas afectando a los afloramientos de intrusivo hipabisal de composición andesítica.
b) Diaclasas afectando las alternancias de conglomerados de Río Damas en planos de estratificación y planos
oblicuos a la estratificación.
Tramo 6
Set de datos 1
Imagen 4.14: Diagrama de roseta para tramo 6 con direcciones de flujo polarizadas NW y SE.
Set de datos 2
Imagen 4.15: Diagrama de roseta para tramo 6 con direcciones de flujo SW y NWW en menor medida.
Tramo 8
Set de datos 1
Imagen 4.16: Diagrama de roseta para tramo 8 con direcciones de flujo NW.
37
Set de datos 2
Imagen 4.17: Diagrama de roseta para tramo 8 con direcciones de flujo SE.
38
5. DISCUSIÓN
5.1. Estratigrafía
Imagen 5.1: a): Modificado de Thiele (1980) muestra el contexto tectónico del área. Se puede observar la
presencia de un plegamiento anticlinal, el que es afectado por la ocurrencia de una falla normal cuyo bloque
colgante se encuentra al E de la estructura. Al W de la estructura antes mencionada intuye la Unidad Intrusiva
II. b): Perfil A-A’ que cruza el área de estudio.
Imagen 5.2: a) Modificado de Ramos (1991) muestra el contexto tectónico una latitud un poco más al norte
del área de estudio (33°20’) en la que se pueden extrapolar dos estructuras al área de estudio, que corresponde a
fallas inversas. b) Perfil estructural de una sección un poco más al norte del área de estudio, donde se observa
la ocurrencia de dos escamas tectónicas de vergencia W entre esteros Rabicano y Paraguirre.
Imagen 5.3: En estas imágenes se puede observar las Formaciones Río Damas y Lo Valdés en
contacto presumiblemente por la falla Rabicano, cuyo nivel de despegue se encuentra en las
evaporitas de la Formación Auquilco (Y). = ((Y): Yeso; (RD): Formación Río Damas; (LV):
Formación Lo Valdés).
Imagen 5.4: a) Modificado de Álvarez (2000) plantea la presencia de un sinclinal invertido y un corrimiento
de vergencia W en la zona. b) Perfil estructural del área de estudio en donde se observa la actitud de las unidades
presentes y la cinemática de las fallas propuestas.
Imagen 5.5: En esta imagen se puede observar un posible contacto por falla entre un nivel de
andesitas y las calizas de la Formación Lo Valdés.
Imagen 5.6: Conglomerados matriz soportados con clastos de tamaños centimétricos, sub-
angulosos a sub-redondeados y orientados al azar.
43
Los flujos de detritos son ocasionados por una falla de atrapamiento de material
coluvial en respuesta a adición de agua en grandes cantidades que producto de una rápida
infiltración y escorrentía da lugar a un lodo de inundación repentina (Blair, 2009). El agua
de saturación proviene de: (a) precipitaciones rápidas, como tormentas eléctricas, (b) fuertes
lluvias después de lluvias sostenidas previas a la saturación del coluvión, o (c) derretimiento
rápido de nieve o hielo debido al aumento de la temperatura del aire (Costa 1984, 1988).
La abundancia de conglomerados, el tamaño de los clastos, su baja redondez y
esfericidad indicaría que los conglomerados fueron depositados en zonas proximales de un
abanico aluvial.
La asociación de facies AMD corresponden a flujos laminares (sheetfloods) en los que
se observan alternancias rítmicas. Las alternancias que predominan a lo largo de la columna
son conglomerados centimétricos-decimétricos, los que se asocian a sheetfloods proximales,
lo que explica la mayor granulometría. Avanzando hacia techo (W) estas alternancias
cambian gradualmente a conglomerados centimétricos con areniscas conglomerádica o
conglomerados arenosos a posteriormente areniscas (Imagen 5.7).
Imagen 5.7: “Couplets” en los que se observan alternancias con variaciones en el tamaño de grano que
corresponden a episodios de escorrentía con diferentes niveles de energía.
44
Esto se debe probablemente a que la diferencia topográfica entre el área fuente (situado en el
bloque ascendente de una supuesta falla) y la cuenca (situada en el bloque hundido de la
falla) se va atenuando hasta una subsidencia regional, lo que permite la transgresión marina
de la Fm Lo Valdés. Estas alternancias corresponden a “couplets” los que tienen su origen
en la ocurrencia de flujos laminares continuos los que tienen variaciones de energía, y
depositan sedimentos con diferente granulometría en un solo flujo. En ocasiones se observan
dos facies que tienen tamaños de grano muy dispares en un contacto que puede ser neto o
erosivo, pero donde hay un cambio muy abrupto.
Estas variaciones corresponden a distintos tipos de flujos, uno indicativo de una mayor
escorrentía (los conglomerados) y otro de menor escorrentía (areniscas o conglomerados más
finos) con un intervalo de no sedimentación entre ambos. Dada las granulometrías observadas
en las litologías y las estructuras sedimentarias en areniscas, se interpreta que estas tienen un
origen en la zona proximal-media de un abanico aluvial y media-distal hacia techo.
El proceso de flujo de gravedad más común e importante en la construcción de abanicos
aluviales son los flujos laminares (Hogg 1982; Blair 1985, 1987; Wells y Harvey 1987). Las
facies más prevalentes en los flujos laminares proximales consisten en alternancias verticales
de niveles tabulares acoplados (“couplets”) de 10 a 30 cm de espesor de gravas medias y
gruesas con la ocurrencia local de bloques, regularmente interestratificada con grava medias
laminadas o arena de grano grueso (Blair & McPherson 1994). Los guijarros finos, los
gránulos y la arena que forman la unidad de grano más fino de un “couplet” en un flujo
laminar representan el sedimento transportado en la corriente como carga suspendida. Esta
fracción de tamaño se deposita por precipitación coincidente y posterior a la fase de lavado
de la corriente. Al igual que sus contrapartes de grava, los depósitos de flujo laminar arenoso
del abanico distal también se forman en condiciones de flujo supercrítico, pero en flujos con
competencia reducida relacionada con la disminución de la pendiente (Blair & McPherson
1994).
Las fases alternas de transporte y deposición de grava gruesa y grava fina ± arena en
un flujo laminar en un abanico aluvial, que da lugar a la formación de la facies de “couplets”,
son causadas por las condiciones hidráulicas cambiantes, relacionadas con la expansión del
flujo y la pendiente decreciente, así como variaciones intrínsecas de profundidad y velocidad
típicas del flujo supercrítico (Blair & McPherson 1994). Se pueden depositar numerosos
45
5.3. Proveniencia
intercalados (Imagen 5.8; Arregui 1993; Legarreta y Uliana 1996, 1999; Spalletti y Colombo
2005; Spalleti y otros, 2008).
Durante el Jurásico Medio-Superior en los Andes, específicamente desde el Oxfordiano
superior al Titoniano se registra un intervalo regresivo y el depósito de las formaciones Río
Damas-Tordillo, la que tiene lugar entre los pisos Caloviano-Oxfordiano y Titoniano
superior-Hauteriviano ambos transgresivos, en los que depositan las formaciones Río Colina
y Lo Valdés respectivamente (y unidades equivalentes) (Schiller, 1912; Riccardi, 1983;
Legaretta y Uliana, 1996; Álvarez y otros, 1997, 2000).
(Legarreta y Uliana 1996, 1999; Howell et al. 2005). Como se sabe, la subsidencia térmica
durante el período postrift disminuye exponencialmente (Royden y Keen, 1980). Sin
embargo, el análisis de subsidencia en la región del Aconcagua muestra una rápida
subsidencia entre 160 y 125 Ma que incluye el tiempo de sedimentación de las formaciones
Tordillo-Rio Damas y se interpreta como una nueva etapa de rifting (Balgord, 2016).
Además, los cambios abruptos de espesor hacia el W a lo largo de la cuenca no son
consistentes con una etapa de subsidencia térmica (Acevedo, 2020).
Otra causa para este intervalo de regresión, alude al cambio a un régimen transpresional
propuesto en el norte y centro de Chile, probablemente como resultado de un mayor
acoplamiento entre las dos placas (Creixell y otros, 2011; Ring y otros, 2012; Scheubert y
González, 1999). Este cambio, además de la acumulación de material volcánico, podría ser
responsable de la emersión progresiva del arco y probablemente el dominio del antearco, y
la posterior desconexión del arco posterior con el Océano Pacífico durante la época
kimmeridgiana y titoniana (Klohn, 1960; Legarreta y otros, 1999; Mescua, 2011; Thiele,
1980). Lo que tampoco explicaría que en la región de Aconcagua se hayan acumulado de
1200 m de depósitos volcánicos y volcaniclásticos intercalados con conglomerados y
areniscas fluviales de la Formación Tordillo en la vertiente chilena de la faja y los 4000 m de
espesor para la Formación Rio Damas (Acevedo, 2020) ya que esto implica una gran
subsidencia.
Durante el Kimmeridgiano - Titoniano, el tras arco en la cuenca muestra evidencias de
condiciones extensionales, con sedimentación controlada por fallas normales (Cegarra y
Ramos, 1996; Charrier y otros, 2007; Giambiagi y otros, 2003; Mescua y otros, 2008;
Pángaro y otros, 1996). El acoplamiento de placas probablemente concentró la deformación
en el dominio del arco debido al ablandamiento térmico, evitando el desarrollo de estructuras
compresivas o transpresivas en el dominio de trasarco (Rossel y otros, 2014).
Además, los estudios geoquímicos de las rocas volcánicas de la Formación Río Damas
indicaron que no hubo engrosamiento de la corteza durante el Kimmeridgiano (La / Yb = 10-
14, Sruoga y otros, 2016), lo que sugirió que no habría ocurrido ningún evento orogénico
importante en el Jurásico tardío.
Durante el Titoniano tardío se registra una nueva transgresión en la cuenca neuquina
por las formaciones Lo Valdés y Vaca Muerta (Klohn, 1960; Legarreta y Uliana, 1999). La
49
transgresión marina se originó desde el océano Pacífico y fue facilitado por el ascenso
progresivo del nivel eustático desde 160 Ma, que alcanzó su máximo en ca. 140 Ma (Haq y
otros, 1987). La transgresión marina ocurrió a través de canales estrechos que atraviesan las
tierras altas del arco y conectan el océano con la cuenca del tras arco durante el Titoniano y
el Cretácico Inferior, según lo propuesto para el Jurásico Inferior por Vicente (2005).
En el sector Río Colorado, la Formación Rio Damas presenta un espesor de ~2.200 m,
con un predominio de conglomerados con clastos en general decimétricos (en algunos casos
métricos). No se observa una variación importante en el tamaño de grano a excepción de la
zona de contacto con el intrusivo sub-volcánico andesítico de edad Mioceno y techo de la
formación, en donde la sucesión de conglomerados se alterna con areniscas y/o areniscas
conglomerádicas. Las facies observadas corresponden a facies aluviales proximales y medias
en menor medida. Este tipo de depósitos generalmente están asociados a fallas activas que
promueven la erosión y sedimentación de estas potentes secuencias de conglomerados
texturalmente inmaduros y con tamaños de clastos incluso métricos. Esto indicaría
claramente un proceso de subsidencia producido por tectónica activa, por lo que se infiere la
ocurrencia de una falla que limitó la cuenca en una zona relativamente próxima.
De acuerdo a las mediciones de paleocorrientes realizadas en terreno, no permiten un
resultado concluyente debido a la cantidad y dispersión de algunas de estas medidas, pero en
general muestran una proveniencia desde el W. En la investigación más reciente realizada
por Mescua (2020), en relación a la procedencia de sedimentos de las formaciones Tordillo
y Río Damas, señala que las rocas volcánicas de la Formación Río Damas, en la parte W de
la Cuenca Neuquina, presentan exclusivamente composiciones básicas e intermedias, que
van desde andesitas basálticas hasta andesitas (Charrier y otros, 2007). Lo que sería
consistente con una proveniencia desde el W por el arco Jurásico. En contraste, el basamento
que aflora en al margen oriental de la cuenca corresponde a rocas volcánicas ácidas y
plutónicas del Grupo Choiyoi (Pérmico Tardío-Triásico Temprano), dominadas por riolitas
y granitos (Llambías y otros, 1993).
La falla inferida que limitaba la zona alzada de la cuenca, debió estar activa durante
prácticamente toda la sedimentación de la Formación Río Damas ya que no se observa una
variación notable de la granulometría en la secuencia, a excepción del techo de la formación
en donde predominan los niveles de areniscas. Posterior a esto la extensión produjo
50
6. CONCLUSIONES
7. REFERENCIAS
ACEVEDO, E., ROSSELOT, E. A., MARTOS, F., FENNELL, L., NAIPAUER, M., &
FOLGUERA, A. (2020). Tectonic setting of the Tordillo formation in the Aconcagua fold-
and-Thrust belt. In Opening and Closure of the Neuquén Basin in the Southern Andes (pp.
159-174). Springer, Cham.
AGUIRRE, L. 1960. Geología de los Andes de Chile Central, Provincia de Aconcagua. lnst.
lnvest. Geol., (Chile), Vol. 9: 70.
AGUIRRE, L., CALDERÓN, S., VERGARA, M., OLIVEROS, V., MORATA, D. Y
BELMAR, M. 2009. Edades isotópicas de rocas de los valles Volcán y Tinguiririca, Chile
central. XII Congreso Geológico Chileno Santiago, 22-26 noviembre, 2009.
ALLMENDINGER, R.W., CARDOZO, N. Y FISHER, D. 2012. Structural geology
algorithms:
ALVAREZ, P. P. Y RAMOS, V. A. 1999. The Mercedario rift system in the principal
Cordillera of Argentina and Chile (32 SL). Journal of South American Earth Sciences, 12
(1): 17-31.
ALVAREZ, P. P., AGUIRRE-URRETA, M. B., GODOY, E. Y RAMOS, V. A. 1997.
Estratigrafía del Jurásico de la Cordillera Principal de Argentina y Chile (33° 45′–34° 00′
LS). VIII Congreso Geológico Chileno, Antofagasta Vol. 1: 425-429.
ÁLVAREZ, P., GODOY, E. Y SELLÉS, D. 2000. Geología de la región del río Colorado,
Andes Principales de Chile (33° 25′ S). In Proceedings IX Congreso Geológico Chileno. Vol.
1: 736-740.
ARANEDA, M., AVENDAÑO, M.S. Y MERLO, C. 2000. Modelo Gravimétrico de la
Cuenca de Santiago, Etapa III Final. Actas IX Congreso Geológico Chileno, Vol. 2: 404-408.
ARCOS, J. 1987. Geología del Cuadrángulo Termas del Flaco, Provincia de Colchagua, VI
Región, Chile Memoria de Título. Departamento de Geología y Geofísica, Universidad de
Chile (279 p.).
ARREGUI, C. 1993. Análisis estratigráfico paleoambiental de la Formación Tordillo en el
subsuelo de la Cuenca Neuquina. In Abstracts of the 12 Congreso Geológico Argentino y 2
Congreso de Exploración de Hidrocarburos, Mendoza, 10–15 October 1993.
APUNTES DE CLASES AMBIENTES DE SEDIMENTACIÓN. 2017. (Inédito): 127pp.
Concepción.
AZCUY, C.L. CARRIZO, H. Y CAMINOS, R. 1999. Carbonífero y Pérmico de las Sierras
Pampeanas, Famatina, Precordillera, Cordillera Frontal y bloque de San Rafael. In: Caminos
R (ed) Geología Argentina. Instituto de Geología y Recursos Minerales, Anales 29, Servicio
Geológico y Minero Argentino, pp 261–318
BALGORD, E.A. (2016) Triassic to Neogene Evolution of the Andean Retroarc: Neuquén
Basin, Argentina. Ph.D. thesis, University of Arizona
BECHIS, F., GIAMBIAGI, L., LANÉS, S., GARCÍA, V. Y TUNIK, M. 2009. Evidencias
de extensión oblicua en los depósitos de sinrift del sector norte de la cuenca
Neuquina. Revista de la Asociación Geológica Argentina. 65 (2): 293-310.
53
Chile (33º-36º S.L.). Journal of South American Earth Sciences, Vol. 15: 117-139.
CHARRIER, R., WYSS, A., FLYNN, J. J., SWISHER III, C. C., NORELL, M. A.,
ZAPATTA, F., ... Y NOVACEK, M. J. 1996. New evidence for late Mesozoic-early
Cenozoic evolution of the Chilean Andes in the upper Tinguiririca valley (35 S), central
Chile. Journal of South American Earth Sciences, Vol. 9 (5-6): 393-422.
CHARRIER, R., BUSTAMANTE, M., COMTE, D., ELGUETA, E., FLYNN, J., ITURRA,
I., MUÑOZ, N., PARDO, M., THIELE, R. Y WYSS, A. 2005. The Abanico extensional
basin: Regional extension, chronology of tectonic inversion, and relation to shallow seismic
activity and andean uplift. Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie, Abh. Vol. 236,
(1-2): 43-77
COIRA, B., DAVIDSON, J., MPODOZIS, C. Y RAMOS, V. 1982. Tectonic and magmatic
evolution of the Andes of northern Argentina and Chile. Earth-Science Reviews, Vol. 18 (3-
4), 303-332.
COSTA, J.E., 1984, Physical geomorphology of debris flows, in Costa, J.E., and Fleisher, P.
J, eds., Developments and Applications of Geomorphology: Berlin, SprinBer.Vedag , p. 268-
317.
COSTA, J.E., 1988, Rheologic, geomorphic, and sedimentologic differentiation of water
floods, hyperconcentrated flows, and debris flows, in Baker, V.R., Kochel, R.C., and Parian,
P.C., eds., Flood Geomorphology: New York, Wiley, p. 113-122.
CREIXELL, C., PARADA, M.A., MORATA, D., VÁSQUEZ, P., PÉREZ DE ARCE, C. Y
ARRIAGADA, C. 2011. Middle-Late Jurassic to Early Cretaceous transtension and
transpression during arc building in central Chile: evidence from mafic dike swarms. Andean
Geology. Vol. 38 (1): 37-63.
DALZIEL, I.W.D. 1986. Collision and Cordilleran orogenesis: an Andean perspective.
Geological Society. Vol. 19, (1): 389-404. Londres.
DE FERRARIS, C. 1947. Edad del arco o dorsal antigua del Neuquén Oriental de acuerdo
con la estratigrafía de la zona inmediata. Rev Asoc Geol Argent Vol. 2, (3):256–283
FOCK, A. 2005. Cronología y Tectónica de la exhumación en el Neógeno de los Andes de
Chile Central entre los 33° y los 34° S. Tesis, Departamento de Geología, Universidad de
Chile, 178 p (Inédito).
FOCK, A., CHARRIER, R., FARÍAS, M. Y MUÑOZ, M.A. 2006. Fallas de vergencia oeste
en la Cordillera Principal de Chile Central: Inversión de la cuenca de Abanico: Asociación
Geológica Argentina, Serie Publicación Especial, Vol. 6.
FOLK, R. 1980. Petrology of sedimentary rocks. Hemphill Publishing Company. 182 pp.
Austin.
FRANZESE, J., SPALLETTI, L., GÓMEZ PÉREZ, I. Y MACDONALD, D. 2003. Tectonic
and paleoenvironmental evolution of Mesozoic sedimentary basins along the Andes foothills
of Argentina (328– 548S). Journal of South American Earth Sciences, Vol. 16: 81–90
FUENTES, F., VERGARA, M., AGUIRRE, L. Y FÉRAUD, G. 2002. Relaciones de
contacto de unidades volcánicas terciarias de los Andes de Chile central (33º S): una
reinterpretación sobre la base de dataciones 40Ar/39Ar. Revista Geológica de Chile, Vol. 29,
55
JORDAN, T.E., BURNS, W.M., VEIGA, R., PANGARO, F., COPELAND, P., KELLEY,
S. Y MPODOZIS, C. 2001. Extension and basin formation in the southern Andes caused by
increased convergence rate: A mid-Cenozoic trigger for the Andes. Tectonics. Vol. 20: 308-
324.
KLOHN, C. 1960. Geología de la Cordillera de los Andes de Chile Central, Provincias de
Santiago, O’Higgins, Colchagua y Curicó. Investigaciones Geológicas, Santiago. Vol. 8: 95.
KOZLOWSKY, E.; MANCEDA, R. Y RAMOS, V. 1993. Estructura. Geología y Recursos
Naturales de Mendoza (Ramos, V. editor). Congreso Geológico Argentino N° 12 y Congreso
de Exploración de Hidrocarburos N° 2. Actas: 235-256. Buenos Aires.
LEGARRETA, L. Y ULIANA, M.A. 1991. Jurassic-Cretaceous marine oscillations and
geometry of back-arc basin fill, central Argentine Andes. In: McDonald D (ed)
Sedimentation, Tectonics and Eustacy. Int Ass Sediment. Vol. 12: 429–450
LEGARRETA, L. Y ULIANA, M.A. .1996. The Jurassic succesion in west-central
Argentina: stratal patterns, sequences and paleogeographic evolution. Palaeogeography,
Paleoclimatology Paleoecology. Vol. 120: 303–330
LEGARRETA, L. Y ULIANA, M.A. 1999. El Jurásico y Cretácico de la Cordillera Principal
y la cuenca Neuquina: Facies sedimentarias. In: Caminos R (ed) Geología Argentina.
Servicio Geológico y Minero Argentino, Buenos Aires. Vol. 29: 399–416.
LLAMBÍAS, E.J., KLEIMAN, L. Y SALVARREDI, J.A. 1993. El magmatismo
Gondwánico. In: Ramos V (ed) Geología y Recursos Naturales de Mendoza. Asociación
Geológica Argentina, Buenos Aires, pp 53–64
LÓPEZ-GÓMEZ, J.; MARTÍN-CHIVELET, J. Y PALMA, R.M. 2009. Architecture and
development of the alluvial sediments of the Upper Jurassic Tordillo Formation in the Cañada
Ancha Valley, northern Neuquén Basin, Argentina. Sedimentary Geology. Vol. 219: 180-
195.
MACDONALD, D., GÓMEZ-PÉREZ, I. Y OTROS 2003. Mesozoic break-up of SW
Gondwana: Implications for South Atlantic regional hydrocarbon potential. Marine and
Petroleum Geology. Vol. 20: 287–308
MARDONES, L.V.A. 2016. Análisis estructural de los depósitos mesozoicos y cenozoicos
en la cordillera principal en el Valle del río Volcán, Región Metropolitana, Chile (33° 44'-
33° 56'S). Memoria para optar al Título de Geóloga. Universidad de Chile, Departamento de
Geología (Inédito): 140 pp. Santiago.
MARTINEZ, R. Y OSORIO, R. 1963. Consideraciones preliminares sobre la presencia de
Carófitas fósiles en Ia Formación Colimapu. Minerales, Vol. 18, (82): 26-43. Santiago.
MESCUA, J.F., GIAMBIAGI, L.B. Y BECHIS, F. 2008. Evidencias de tectónica extensional
en el Jurásico Tardío (Kimmeridgiano) del suroeste de la provincia de Mendoza. Revista de
la Asociación Geológica Argentina. Vol. 63 (4): 512–519
MESCUA, J.F. 2011. Evolución estructural de la cordillera principal entre Las Choicas y
Santa Elena (35ºS), provincia de Mendoza, Argentina. Tesis (Inédito), Universidad de
Buenos Aires: 241 p.
MESCUA, J. F., SURIANO, J., SCHENCMAN, L. J., GIAMBIAGI, L. B., SRUOGA, P.,
57
SPALLETTI, L.A. Y COLOMBO, F. (2005) From alluvial fan to playa: an upper Jurassic
ephemeral fluvial system, Neuquén Basin, Argentina. Gondwana Research. Vol. 8 :363–383.
SPALLETTI, L.A., QUERALT, I., MATHEOS, S.D., COLOMBO, F., MAGGI, J. (2008)
Sedimentary petrology and geochemistry of siliciclastic rocks from the upper Jurassic
Tordillo Formation (Neuquén Basin, western Argentina): implications for provenance and
tectonic setting. Journal South American Earth Sciences. Vol. 25: 440–463
SRUOGA, P., ETCHEVERRÍA, M., CEGARRA, M. Y OTROS (2016). Hoja Geológica
3569–13, Cerro Risco Plateado, pcia. de Mendoza. Instituto de Geología y Recursos
Minerales, vol 420, Servicio Geológico Minero Argentino: 107.
STOW, D.A.V. 2010. Sedimentary rocks in the field. School of Ocean and Earth Science
Southampton Oceanography Centre University of Southampton: 321 pp. Southampton.
STRECKEISEN, A. (1974). Classification and nomenclature of plutonic rocks
recommendations of the IUGS subcommission on the systematics of igneous
rocks. Geologische Rundschau. Vol. 63 (2): 773-786.
TAPIA, F. 2015. Evolución tectónica y configuración actual de los Andes Centrales del sur
(34°45’-35°30’S). Tesis para optar al Título de Doctor en Ciencias Mención Geología.
Universidad de Chile, Departamento de Geología (Inédito): 306 pp. Santiago.
TAPIA, F., MUÑOZ, M., FARÍAS, M., CHARRIER, R. Y ASTABURUAGA, D. 2020.
Middle Jurassic-Late Cretaceous Paleogeography of the Western Margin of the Neuquén
Basin (34° 30′– 56 36° S). Opening and Closure of the Neuquén Basin in the Southern Andes.
Springer: 269-301. Cham.
TAVERA, J. 1968. Informe-estudio sobre material paleontológico proveniente del río Colina
y Colorado en la Alta Cordillera de la Provincia de Santiago. Univ. Chile, Depto. Geol.
(inédito): 9. Santiago.
TEICHERT, C. 1958. Treatise on Invertebrate Pelontology (2nd edn), Part W (Supplement
1). Geological Society of America y Kansas University Press: 269.
THIELE, R. 1980. Hoja Santiago. Región Metropolitana. Instituto de Investigaciones
Geológicas, Carta Geológica de Chile. N° 39: 1-51.
THOMAS, H. 1958. Geología de la cordillera de la costa entre el Valle de la Ligua y la
Cuesta de Barriga. Boletín Nº 2, Instituto de Investigaciones Geológicas: 86.
VERGANI, G.D.; TANKARD, A.J.; BELOTTI, H.J. Y WELSINK, H.J. 1995. Tectonic
evolution and paleogeography of the Neuquén Basin, Argentina. Cuencas de petróleo de
América del Sur (Tankard, A.; Suarez, R. y Welsink, H. editores). Asociación
Estadounidense de Geólogos del Petróleo: 383–402. Neuquén.
VERGARA, M., DRAKE, R. 1979. Edades K/Ar en secuencias volcánicas continentales
postneocomianas de Chile central; su depositación en cuencas intermontanas restringidas.
Asoc. Geol. Argent., Rev., Vol. 24, Nº 1, p. 42-52.
VERGARA, M., LEVI, B., NYSTRÖM, J.O., CANCINO, A. 1995. Jurassic and Early
Cretaceous Island arc volcanism, extension, and subsidence in the Coast Range of central
Chile. Geological Society of America Bulletin. Vol. 107 (12): 1427–1440.
VICENTE, J.C. 2005. Dynamic paleogeography of the Jurassic Andean Basin: pattern of
61
transgression and localization of main straits through the magmatic arc. Revista de la
Asociación geológica Argentina. Vol. 60 :221–250.
WALL, R., SELLÉS, D. Y GANA, P. 1999. Área Til Til-Santiago, Región Metropolitana.
Servicio Nacional de Geología y Minería, Mapas geológicos Nº 11, escala 1:100.000, 1
anexo, Santiago.
WYSS, A.R., FLYNN, J.J., NORELL, M.A., SWISHER, C.C. III, NOVACEK, M.J.,
MCKENNA, M.C. Y CHARRIER, R. 1994. Palaeogene Mammals from the Andes of
Central Chile: A preliminary taxonomic, biostratigraphic, and geochronologic assesment.
American Museum Novitaes. Nº 3098: 31.
62
ANEXOS
63
Para acceder al área de estudio, desde la Ruta-5 se debe ingresar a través del Acceso
Sur en la comuna de Puente Alto, hasta llegar al Camino al Volcán, una vez en este ingresar
al Camino al Alfalfal, hasta llegar a las inmediaciones de la represa hidroeléctrica El Alfalfal.
Una vez dentro de las inmediaciones, se debe seguir la ruta principal con dirección NE, el
ingreso se debe realizar idealmente en un vehículo con doble tracción. Durante el camino, de
poco más de 25 km, hay zonas con peligro de derrumbe. Al llegar a la altura de la mina La
Perla, el área de estudio se ubica al E del río Colorado, en la quebrada El Chacayal, a la que
se puede acceder caminando, en esta aflora la Formación Rio Damas. Este valle tiene una
disposición WNW-ESE, donde los estratos tienen un rumbo aproximado N-S y manteos
superiores a los 85° en dirección E, mayoritariamente. Los afloramientos en esta quebrada se
observan, con aspectos puntiagudos, y presenta sectores con abundantes coluvios. El acceso
a estos afloramientos es dificultoso debido a las empinadas pendientes de la quebrada.
Las rocas de la Formación Rio Damas, localmente presentan abundantes fracturas y
fallamientos menores. Localmente se observa la presencia de espejos de fallas y estrías en
rodados de conglomerados de esta formación. Los afloramientos disponen de claros planos
de estratificación, aunque en algunos sectores de la columna, los planos no se identifican con
claridad. Las calizas fosilíferas de Lo Valdés poseen una mala preservación de sus fósiles.
Las coordenadas de datum WGS 84, para la base de la secuencia corresponden a 19 H
407688 E 6297497 N y de cota 2892 m s.n.m. El techo de la columna posee coordenadas
correspondientes a 19 H 405897 E 6297907, la altura para la base es de 2595 m s.n.m.
Thiele (1980) propone en su trabajo, geología de la hoja de Santiago, una falla normal
al E de la base de la columna, en el tramo cubierto que separa las Formaciones Rio Damas y
Lo Valdés, cuyo bloque colgante se encuentra al E de esta estructura. Mas tarde, Álvarez
(2000) propone la presencia de un cabalgamiento en esta misma zona, cuyo bloque colgante
se ubica al W de la estructura y que es el criterio más lógico, hasta el momento. Este último
será utilizado para el presente trabajo, aunque plantea algunas dudas.
La columna fue descrita de E (supuesta base) a W (supuesto techo). Para la descripción
de cada tramo que la compone se indica el espesor de este al inicio de cada párrafo, y un
valor entre paréntesis que corresponde al espesor acumulado de la columna.
66
Base: Tramo cubierto entre las formaciones Rio Damas y Lo Valdés, este tiene un
espesor aproximado de 883 m aproximadamente. Cabe destacar que al E del tramo cubierto
aflora un nivel de andesitas, posteriormente una brecha basal y las calizas de la Formación
Lo Valdés hacia la base.
Tramo 1: 46 m (46 m). Conglomerados que se disponen en paquetes verticales de
orientación N-S con manteos en general cercanos a los 80°, la forma de estos paquetes es
tabular y poseen potencias métricas (1-2 m) pero se encuentran muy diaclasados y
meteorizados, por lo que los planos de estratificación no son claros, tienen un aspecto masivo,
son matriz soportados con clastos andesíticos de moda de 4 cms y centil de 10 cms, sub-
angulosos a sub-redondeados y orientados al azar. La roca es de color marrón rojizo en
superficie fresca, que es característico de los conglomerados vistos en Formación Rio Damas.
Presentan una matriz arenosa de grano medio a grueso. Estos conglomerados se encuentran
fracturados y entre clastos se puede observar vetillas de material más fino de color anaranjado
(arcilloso), lo que posiblemente daría lugar a una brecha.
Tramo 2: 260 m (306 m). Cuerpo hipabisal de composición andesítica. La roca está
compuesta de fenocristales de plagioclasa, clinopiroxeno, ortopiroxeno, anfíbol, feldespato
potásico, cuarzo, opacos y una masa fundamental compuesta de microlitos de plagioclasa,
piroxeno, ortopiroxeno y opacos. En roca alterada presenta un color gris marrón, gris verdoso
a gris amarillento. Mientras que, en roca fresca se distingue un color gris oscuro. Los
afloramientos al inicio de este tramo se encuentran altamente fracturados en bloques, donde
se puede observar claramente una familia de diaclasas verticales con una orientación NE-
SW. Mas hacia techo del tramo los afloramientos son más masivos y es posible observar
exfoliación esferoidal. Hay que destacar que en la zona de contacto se pudo visualizar planos
y estrías de fallas. Luego hacia techo volvemos a ver el cuerpo hipabisal de composición
andesítica por lo que no se pudo determinar el espesor de esta litología. Hay que destacar que
este cuerpo hipabisal, intruye a la brecha de conglomerado descrita en el tramo 1, ya que, en
afloramientos visitados hacia el sur a esta misma longitud, afloran secuencias de brecha de
conglomerado. A los 10 m de este tramo aproximadamente se extrae muestra de lámina
delgada de código RC1D-4 que pertenece al cuerpo intrusivo principal que se clasifica como
pórfido andesítico de piroxenos.
67
como plagioclasa, hornblenda y en menor medida piroxenos. El tamaño de los clastos varia
de centimétricos a decimétricos. En este tramo además podemos observar algunos mega
clastos cuyas dimensiones varían entre 20 cm a 1 m de diámetro. Aproximadamente a los 40
m de este tramo se extrae una muestra de lámina delgada de código RC1D-6 que corresponde
a matriz arenosa de los conglomerados matriz soportados, que se clasifica como una arcosa
lítica de grano medio a grueso.
Tramo 5: 1030 m (1689 m). Paquetes de conglomerados cuya estratificación no es
muy notoria debido al nivel de erosión de los afloramientos, los que a su vez se encuentran
fracturados, a pesar de esto, se observa la estratificación vertical a sub-vertical de orientación
N-S de los niveles de conglomerados, además, entre grandes paquetes de conglomerados, en
ocasiones, afloran pequeños niveles de arenisca masiva, con potencias entre 5 a 40 cm de
espesor. Estos conglomerados son polimícticos, matriz soportados, con clastos sub-
redondeados a sub-angulosos de tamaños de 2 cm a 1 m aproximadamente, siendo la media
de unos 10 cm. Los clastos observados tienen una orientación paralela a la estratificación y
corresponden principalmente a andesitas y dacitas similares a los descritos en el tramo 4,
localmente fueron observados clastos que podrían corresponder a migmatita o una riolita
bandeada (IMG_3884).
Tramo 6: 110 m (1799 m). Los afloramientos de conglomerados y areniscas disponen
sus estratificaciones en paquetes verticales de potencias de 3-4 m aproximadamente, con
orientación N-S, en zonas puntuales, los afloramientos tienen un aspecto masivo como fue
descrito en tramos anteriores, producto de la erosión y de familias de diaclasas que afectan a
estos. Los conglomerados son clasto soportado a localmente matriz soportados. A los 50 m
de este tramo, se pudo visualizar un nivel de arenisca de grano medio con base erosiva,
(IMG_3914) la que se ubica hacia el W de la capa, tiene una potencia de aproximadamente
50 cms. Mas hacia techo pudimos ver alternancias entre conglomerados de matriz arenosa
con clastos de 5 cm de promedio y conglomerados clastosoportados con 15 cm de promedio
y de 60 cms de centil. Los clastos tienen una orientación paralela a la estratificación y son
de composición andesítica a dacítica, sub-redondeados a sub-angulares, cabe destacar
también la presencia de unos clastos de granitoides de color anaranjado en superficie alterada,
estos tienen una textura fanerítica de grano medio, se reconocen cristales de feldespato
alcalino, cuarzo, plagioclasa, biotita cloritizada y epidota como alteración (IMG_3905). Cabe
69
No se pudo determinar las relaciones de contacto para la base de la columna entre las
Formaciones Rio Damas y Lo Valdés, pero cabe destacar que las calizas de la Formación Lo
Valdés y los niveles de andesitas descritos anteriormente se repiten tanto en la base como el
techo de la columna. A partir de esto se manejan tres posibilidades para esta secuencia: 1) La
existencia de un plegamiento en la formación Rio Damas, el cual no fue visualizado en
terreno. 2) La existencia de una posible zona de falla en el tramo cubierto ubicado en la base
de la columna (parte E de esta), entre las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés. 3) La
presencia de una zona de falla entre las Formaciones Rio Damas y Lo Valdés, en el tramo
cubierto ubicado en el techo de la secuencia (parte W de la misma).
Los criterios para definir la polaridad de la columna son escasos y poco claros, se pudo
observar algunos niveles erosivos a lo largo de la columna, de los que las concavidades
erosivas podrían indicar que la base se ubica tanto hacia el E como el W, pero si observamos
estas en conjunto con las gradaciones normales presentes en algunos sectores de la columna
y en los mismos niveles erosivos, se puede deducir que la base se ubica hacia el E, aunque
con dudas. Los niveles de areniscas suelen no ser muy potentes y con ausencia de estructuras
sedimentarias a excepción de las areniscas líticas en el techo de la columna (E), en las que se
observa una estratificación cruzada planar asintótica hacia el E de lo que se puede deducir
que es la dirección de la base. En la base de los paquetes de conglomerados o areniscas no se
observan estructuras sedimentarias de erosión, sino más bien clastos sobresalientes y
espacios que se producen por la caída de estos. En cualquier caso, la duda con respecto a la
ubicación de la base o el techo de la Formación Río Damas en la columna de la quebrada
Chacayal persiste.
72
19 H 405921 E 6297819 N
Coordenadas
Tramo 8 (246 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación textural
Arenisca Rudacea-Fangosa
(Nichols, 1999)
Clasificación composicional
Litarenita
(Folk, 1980)
Fábrica Granosoportada
Selección Pobremente seleccionada
Textura Clástica
Componentes principales Porcentaje (%)
Granos 88
Matriz 7
Cemento 5
Forma de los granos
Sub-angular a sub-
Redondez Objetivo: 2.5x Luz: N. Cruzados
redondeados
Esfericidad Sub-prismoidal a Esférico
Composición de granos
Monominerales % Líticos %
Plagioclasa 8 Rocas volcánicas 86
Opacos 6
Madurez
Submadura
Composicional
Contacto entre
Puntual a Tangente
granos
Hematítico (Tipo B)
Cementos
Clorítico (Tipo A)
Se observan líticos volcánicos con diferentes aspectos, se pueden ver líticos andesíticos
volcánicos de color rojizo, que se caracteriza por tener más Fe2O3, los líticos de coloración
Observaciones negra son característicos de andesitas de escoria, los de coloraciones translucidas,
probablemente sea por una composición de vidrio más acida con menos Fe2O3.
73
Composición mineral
% Masa %
Fenocristales Objetivo: 2.5X Luz: N. Cruzados
fundamental
Plagioclasa 43 Plagioclasa 16
Clinopiroxeno 12 Clinopiroxeno 3
Ortopiroxeno 7 Ortopiroxeno 1
Opacos 6 Opacos 3
Feldespato K 3 Vidrio 4
Cuarzo 1
Clorita 1
Cemento
Evidencias de alteración
Mineral de
Sericita
alteración
Componente
Plagioclasa
alterado
Observaciones Algunos cristales de Opx y Cpx presentan bordes de reacción de lo que podría ser epidota.
La muestra corresponde a un Pórfido andesítico de piroxenos.
74
Madurez
Submadura
Composicional
Contacto entre
Flotante a Puntual
granos
Hematítico (Tipo A)
Cementos
Clorítico (Tipo B)
Hay un porcentaje importante de matriz, la selección en el corte es mala, granos de
variados tamaños y formas entre los granos más grandes se encuentra un porcentaje
grande de matriz, podríamos hablar de granulometría gruesa. Cemento hematítico en
Observaciones mayor porcentaje que el cemento clorítico. Cristales de plagioclasa en monominerales
y clastos volcánicos de composición andesítica están alterados a sericita de forma
pervasiva.
75
19 H 407289 E
Coordenadas 6297655 N Tramo 4
(40 m)
Localidad Río Colorado
Clasificación Textural (Nichols,
Fangolita Arenosa
1999)
Clasificación composicional
Arcosa Lítica
(Folk, 1980)
Fábrica Granosoportado
Muy pobremente
Selección
seleccionada
Textura Clástica
Componentes principales Porcentaje (%)
Granos 45
Matriz 33
Cemento 22
Forma de los granos
Redondez Subanguloso Objetivo: 2.5x Luz: N. Cruzados
Sub-prismoidal a
Esfericidad
Esférico
Composición de granos
Monominerales % Líticos %
Plagioclasa 60 Rocas volcánicas 35
Opacos 5
Clorítico (Tipo B)
Cementos
Hematítico (Tipo A)
Fenocristales % Masa %
Objetivo: 2.5X Luz: N. Cruzados
fundamental
Opacos 6 Plagioclasa 22
Plagioclasa 9 Vidrio fino 56
Opacos 7
Plagioclasa / Roca en
Componente alterado
general