El Bienio Progresista y La Vuelta Al Moderantismobbb

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15. EL BIENIO PROGRESISTA Y LA VUELTA AL MODERANTISMO.

Los progresistas en el poder. La Vicalvarada


En los últimos años de la Década Moderada, la reforma constitucional reaccionaria de Bravo
Murillo, la actitud cada vez más autoritaria y una corrupción generalizada, supuso el fin de los
moderados, a través del pronunciamiento de la Vicalvarada (junio 1854), dirigido por Leopoldo
O´Donell en Vicálvaro con un encuentro indeciso. Los progresistas en Manzanares publicaron
un manifiesto, redactado por Cánovas del Castillo y firmado por O’Donnell (7 de julio 1854)
que recogían las propuestas progresistas: ampliación de la ley electoral, ley de imprenta,
descentralización administrativa y convocatoria de Cortes. Su difusión permitió que la
sublevación se expandiera. Isabel II llamó a Espartero, quien reclamó a su lado a O`Donnell.
Los progresistas han vuelto al poder.
Bienio progresista. Obra legislativa. (1854-1856)
Esta etapa estuvo dirigida por dos militares: Espartero, líder de los progresistas y O’Donell,
fundador de la Unión Liberal en este período. Entre las medidas adoptadas destacamos:

 La Desamortización de Madoz, mayo de 1855. Afectó a la propiedad comunal de los


pueblos, parte de la Iglesia aún no vendidas y la antigua nobleza. Las consecuencias
fueron que la burguesía se benefició nuevamente, los campesinos se vieron forzados a
marchar a la ciudad y las relaciones con la Iglesia se deterioraron.
 Ley de Ferrocarriles de 1855, para fomentar el ferrocarril que facilitó la inversión de
capital extranjero. Sin embargo, los materiales fueron de baja calidad, los beneficios
salieron fuera de las fronteras, la población no disponía de poder adquisitivo para usar
el ferrocarril y las mercancías transportadas fueron escasas.
 La Ley de Sociedades Anónimas de Crédito, 1856, que modernizaba el sistema
financiero para movilizar capitales.
 Y la Constitución 1856 conocida como non nata porque nunca se promulgó. Reunía el
ideario progresista: soberanía nacional, Milicia Nacional, Cortes bicamerales elegidas
por sufragio censitario, libertad de imprenta y libertad religiosa…
La inestabilidad política era grande, debido a la conflictividad social (carestía de pan) y la
heterogeneidad del Gobierno de Espartero y O'Donnell. En julio de 1856, el enfrentamiento
entre ambos dará paso a un gobierno moderado.
Bienio Moderado (1856-1858)
Tras la caída de Espartero se ha hablado de un bienio moderado (1856-1858). Narváez aplicó
una política más proclive al orden que a las libertades. En este periodo se promulgó la Ley
Moyano (1857) que organizaba la instrucción pública; el censo de 1857, iniciándose la época
estadística; y también se produjo el nacimiento del que sería rey, Alfonso XII.
El “gobierno largo” de O’Donnell (1858-1863)
En junio de 1858 subió al poder O´Donnell. El pragmatismo de la Unión Liberal, la estabilidad
gubernamental y el auge económico no evitaron el estallido de conflictos como las revueltas
populares en Andalucía (Loja, 1861). Los campesinos empezaban a asociar un ideal republicano
con el reparto de tierras. Otro aspecto importante fue la política de prestigio en el exterior
representada por:
 La “guerra de Cochinchina” (1858–1862) junto a Francia para castigar el martirio de
misioneros.
 Guerra de Marruecos (1859-1860). El Tratado de Wad Ras supuso la incorporación
del territorio de Ifni y la ampliación de la plaza de Ceuta.
 Expedición a México (1861-1862) para obligar al pago de la deuda española junto con
Gran Bretaña y Francia.
 Guerra del Pacífico 1865-1866 que enfrentó a España contra Perú y Chile
principalmente.
Estas guerras supusieron bajas, malestar entre las clases populares que no podían evitar el
reclutamiento y distanciamiento entre el ejército y el resto de la sociedad.
La crisis final del reinado (1863–1868).
Después de casi un lustro de gobierno volvieron los moderados al poder. Hasta el final del
reinado de Isabel II se alternaron en el poder moderados y unionistas. Las rivalidades
personales, la crisis económica de 1866 y la crisis de subsistencia fueron los puntos claves de un
transcurrir político inestable.
La dura represión hacia los estudiantes por parte del Gobierno en la noche de San Daniel (abril 1865),
supuso el regreso al poder nuevamente de O'Donnell, pero al poco tiempo, el pronunciamiento de los
sargentos de artillería del cuartel San Gil, junio de 1866, que fracasó, supuso el retorno de Narváez.
Se inicia así la fase final del reinado de Isabel II. Un mínimo consenso se gestó entre la
oposición. El Pacto de Ostende (agosto 1866) fomentado por Prim entre progresistas y
demócratas reflejó ese consenso. Al poco tiempo se unieron los unionistas, liderado tras la
muerte de O’Donnell, por el general Serrano. En abril de 1868 muere Narváez, principal apoyo
de Isabel II.
Todo estaba preparado para terminar con el reinado de Isabel II. El pronunciamiento lo realizó
el almirante unionista Juan Bautista Topete en la bahía de Cádiz el 19 de septiembre de
1868, dando lugar al proceso conocido como la “Gloriosa Revolución”. Prim y Serrano se
reunieron con los sublevados. Se publicó un manifiesto reflejando sus intenciones: derrocar a
Isabel II, formar un gobierno provisional, más libertades y sufragio universal. El
pronunciamiento triunfó tras la batalla de Alcolea (Córdoba); la reina se exilió a Francia.
De esta manera se abrió una nueva etapa política que es conocida como el Sexenio
Democrático (1868-1874).

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