UD 1 - Acoso Laboral
UD 1 - Acoso Laboral
UD 1 - Acoso Laboral
Introducción*
El acoso moral o mobbing es un fenómeno que se inserta en una
más amplia problemática como es la de la violencia en el trabajo,
que incluye otros tipos de acoso, como el acoso sexual y el acoso
por razón de género, de sexo o sexista, con quienes comparte
muchas similitudes en el tratamiento jurídico, de tal manera que
todo lo que se diga respecto a la prevención y a la protección de
un tipo de acoso, servirá para los otros, a pesar de que, como se
verá, la regulación jurídica es diversa.
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la tecnificación, de la competitividad en el seno de la empresa; la
existencia de horarios poco flexibles para compatibilizar la vida
laboral y familiar, la precariedad del empleo y la falta de estabilidad
laboral; la fatiga física, emocional y mental propia del síndrome de
estar quemado, no deben confundirse con el acoso moral. Los
informes médicos contienen a menudo diagnósticos de cuadros
ansioso depresivos, reactivos a problemas relacionados con el
trabajo, de los que no se debe dudar en absoluto, pero una cosa es
que la salud psíquica del trabajador se haya visto resentida por la
interiorización negativa de la vivencia laboral, y otra distinta es que
ello implique una actuación empresarial, o de sujetos distintos pero
en el ámbito de la relación de trabajo, encaminada a hostigar o
acosar al trabajador.
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estrés laboral” (Ichino). Buscando explicación al fenómeno se ha
dicho, también, que el acoso se ha hecho necesario porque, en la
mayor parte del mundo civilizado, las antiguas fórmulas de dominio
ya no sirven, y el poder ha de ocultarse para seguir ejerciéndose.
Prueba de ello es que no se habla de acoso en el trabajo en países
con sistemas de relaciones de trabajo subdesarrollados, donde
apenas existen derechos y en los que no son necesarias técnicas
depuradas y subterfugios para despedir o deshacerse de un
trabajador. Es en contextos modernos, de ordenamientos jurídico-
laborales maduros, que reconocen derechos a los trabajadores,
cuando se puede hablar con propiedad de mobbing jurídico. En
este sentido, viene al caso subrayar que aun cuando la precariedad
laboral se destaque como causa propicia para la aparición de este
tipo de conductas, resulta revelador que éstas sean bastante
habituales en la Administración Pública y también, más que en las
pequeñas, en las medianas y grandes empresas, con lo que
el mobbing acaba por constituir una suerte de patología derivada
del exceso de tutela ofrecida por el ordenamiento a los
trabajadores sobre todo, aunque no sólo, en materia de despido.
No se trata de afirmar que la tutela sea excesiva sino de intentar
delimitar y comprender mejor el fenómeno. Ocurre que cuando el
poder empresarial se reduce o sujeta a límites importantes, cuando
el empresario no puede disponer libremente del trabajador para
trasladarlo, modificarle las tareas o, en última instancia, despedirlo,
sin cumplir taxativamente una serie de reglas procedimentales,
acabe acudiendo a técnicas como el mobbing mediante las cuales,
en sustancia, intenta restablecer su discrecionalidad sobre un
factor de la producción, como es el del trabajo, utilizándolo a su
gusto hasta conseguir sus objetivos. ¿Y por qué recurrir
al mobbing para conseguir, con más esfuerzo y en más tiempo, lo
que ya está en su mano? Pues porque, desde la óptica
empresarial, la relación entre costes y beneficios puede resultar
más beneficiosa.
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interpersonales (trabajo colaborativo, en grupo, innovaciones
tecnológicas, aprendizaje continuo,…), en las que priman valores
como la competitividad y el afán de promoción profesional que
degeneran, en determinadas circunstancias y ambientes, en
auténticos comportamientos patológicos provocadores del
llamado mobbing horizontal (entre compañeros de trabajo). La
forma en que se afronta la organización del trabajo, está siendo
causa importante de la aparición de otros tantos riesgos
psicosociales (estrés, estrés tecnológico, ciber-acoso, burn out,
etc.) que, junto al mobbing, están dañando de forma alarmante la
salud de los trabajadores y trabajadoras. De ahí que haya que
prestar especial atención al entorno laboral, en cuanto elemento
determinante para que afloren comportamientos hostigadores; es
así como puede llegarse a afirmar que los modos de organización
del trabajo y las técnicas de gestión empresarial son hoy parcelas
del máximo interés para la consecución de un medio ambiente de
trabajo saludable, libre de este tipo de riesgos.
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El problema está en que ha existido cierta animadversión para
configurar o realizar una caracterización jurídica del acoso moral. El
escaso respaldo judicial a las acciones ejercitadas y el sistemático
encadenamiento de fallos en contra de las demandas
sobre mobbing, ha hecho que durante muchos años se haya
producido una cierta renuncia por parte de los letrados de los
sindicatos a plantear reclamaciones en vía judicial, salvo que se
trate de casos muy fundamentados, con suficientes pruebas de
daños a la salud y basados en sólidos testimonios de testigos y
peritos.
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*Esta introducción forma parte del libro "El daño por mobbing: delimitación y
responsabilidades" del que es autora la Catedrática Gloria Rojas Rivero, publicado por
Editorial Bomarzo y cuyo texto ha sido cedido por dicha Editorial para su incorporación al
material que integra este curso.
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los comportamientos propios del acoso en cualquiera de sus
modalidades.
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manera reiterada contra cualquier trabajador en el lugar de trabajo
o en relación con el trabajo, y a adoptar todas las medidas
apropiadas para proteger a los trabajadores contra dichas
conductas".
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estrategia integral a fin de aplicar medidas para
prevenir y combatir la violencia y el acoso;
o d) Establecer mecanismos de control de la
aplicación y de seguimiento o fortalecer los
mecanismos existentes;
o e) Velar por que las víctimas tengan acceso a
vías de recurso y reparación y a medidas de
apoyo;
o f) Prever sanciones;
o g) Desarrollar herramientas, orientaciones y
actividades de educación y de formación, y
actividades de sensibilización, en forma
accesible, según proceda, y
o h) Garantizar que existan medios de inspección
e investigación efectivos de los casos de
violencia y acoso, incluyendo a través de la
inspección del trabajo o de otros organismos
competentes.
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o d) Proporcionar a los trabajadores y otras
personas concernidas, en forma accesible, según
proceda, información y capacitación acerca de
los peligros y riesgos de violencia y acoso
identificados, y sobre las medidas de prevención
y protección correspondientes, inclusive sobre
los derechos y responsabilidades de los
trabajadores y otras personas concernidas en
relación con la aplicación de la política
mencionada en el apartado a) del presente
artículo".
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objetivo o consecuencia atentar contra la dignidad de la persona y
crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u
ofensivo. A este respecto, podrá definirse el concepto de acoso de
conformidad con las normativas y prácticas nacionales de cada
Estado miembro".
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los relativos a la persistencia y duración del acoso no se
contienen en el precepto comentado.
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o Con la misma pena serán castigados los que, en
el ámbito de cualquier relación laboral o
funcionarial y prevaliéndose de su relación de
superioridad, realicen contra otro de forma
reiterada actos hostiles o humillantes que, sin
llegar a constituir trato degradante, supongan
grave acoso contra la víctima.
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Partiendo del carácter pluriofensivo del acoso y dado que
diversos derechos pueden verse afectados por este tipo de
conductas, el actual marco normativo, con independencia de las
regulaciones citadas, vendría constituido por aquellas
disposiciones que amparan y protegen los siguientes derechos:
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– Art. 50.1.a) ET, que posibilita la resolución del contrato de
trabajo con derecho a indemnización, cuando se lleven a cabo
modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo que
redunden en menoscabo de la dignidad de las personas
trabajadoras.
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b) Derecho a la integridad física y moral
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públicamente un malestar frente a la relación de esta con
sus compañeros, interviniendo e intentando cortar las
conversaciones que la actora podía tener con el resto de
personal, cuestionando su profesionalidad, ignorando en
ocasiones su presencia, gritándole en público y empleando
malas formas en el trato personal son actuaciones que por
su reiteración merecen la calificación de acoso laboral en el
trabajo.
• STSJ de Madrid de 24 de marzo de 2022, rec. 876/2021.
Vulneración del derecho fundamental a la integridad física y
moral al existir acoso laboral por impartición de órdenes al
personal de la empresa para no relacionarse con un
trabajador, privándole de los canales de comunicación
laboral que disponía y asignándole un puesto de trabajo
aislado del resto de los compañeros.
• STSJ Galicia de 7 de febrero de 2020, rec. 5595/2019.
Constituye acoso laboral el trato incorrecto, la asignación
de labores profesionales no correspondientes a su
categoría profesional, el exceso de jornada, las presiones
laborales y la no actuación de salarios prevista en convenio
colectivo.
• STSJ Canarias/Tenerife de 27 de septiembre de 2016, rec.
237/2016. Vulnera del derecho a la integridad física y moral,
por acoso laboral, el control exagerado dentro y fuera de la
jornada laboral, así como expresiones verbales
inapropiadas por parte de superior jerárquico.
c) Derecho a la no discriminación
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en que dicho precepto constitucional prohíbe la existencia de
conductas vejatorias con origen en cualquier condición o
circunstancia personal o social. Por ello, cuando el hostigamiento
psicológico se encuentre vinculado a cualquiera de las causas de
discriminación previstas en el ordenamiento jurídico, tal conducta
quedará absorbida por la calificación de discriminación, con las
consecuencias jurídicas que resultan inherentes; siendo
igualmente invocables a nivel de legalidad ordinaria los artículos
4.2.c) y 17 ET.
17
como impago de la retribución variable que venía
percibiendo.
• STSJ Madrid de 13 de febrero de 2019, rec. 1176/2018.
Existe acoso moral discriminatorio por la reducción de
funciones, supresión del equipo que le daba soporte,
imposibilidad de utilización del comedor común y otras
actuaciones de similar naturaleza, que vienen motivadas
por la solicitud de reducción de jornada.
• STSJ Galicia de 13 de abril de 2018, rec. 421/2018. El
acoso sexista sufrido por la esposa del trabajador supone
el propósito de atentar contra su dignidad a través de la
creación de un entorno intimidatorio, hostil, degradante u
ofensivo.
• STSJ Andalucía/Granada de 25 de enero de 2018, rec.
1846/2017. Existencia de trato recriminatorio y persecutorio
por parte de los superiores tras la solicitud de la
trabajadora de reducción de la jornada por cuidado de
menor discapacitado. Vulneración de derechos
fundamentales por acoso moral.
• STSJ Castilla-La Mancha de 21 de diciembre de 2017, rec.
1401/2017. Trato degradante y persecutorio y existencia de
hostigamiento laboral como elementos constitutivos de
acoso moral en el trabajo.
• STSJ Cataluña de 14 de mayo de 2009, rec. 109/2009.
Existencia de acoso moral discriminatorio por asignación
de cometidos profesionales con requerimientos y
responsabilidades inferiores a los reconocidos en sentencia
judicial incumplida, tras reingreso y reducción de jornada
por guarda legal de menor.
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de intervención del correo, del teléfono, etc. En estos casos y sin
perjuicio de que tales actuaciones evidencien un
carácter pluriofensivo, afectando a otros derechos
constitucionalmente protegidos, parece evidente que dichas
conductas, y otras de naturaleza análoga, son susceptibles de ser
calificadas como lesivas del derecho al honor, a la intimidad
personal y a la propia imagen, cuya garantía y protección se
contiene en el art. 18 CE y a nivel de legalidad ordinaria en los arts.
4.2.e) y 18 ET.
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• STSJ País Vasco de 18 de julio de 2017, rec. 711/2017.
Actuación del director general de la empresa constitutiva de
un agravio y menosprecio hacia la trabajadora, debido a
que de forma reiterada se dirigía a ella a gritos, insultándola
e increpándola en público por su forma de vestir. Relación
de causalidad entre los padecimientos psíquicos de la
trabajadora y la situación laboral padecida.
• STSJ Canarias/Tenerife de 27 de septiembre de 2016, rec.
237/2016. Control exagerado dentro y fuera de la jornada
laboral, así como expresiones inadecuadas por parte de
superior jerárquico. Responsabilidad solidaria del
empresario y del superior jerárquico, por existir
conocimientos de los hechos por parte de la empresa y
pasividad de la misma.
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muy gravemente las obligaciones empresariales en materia
de prevención de riesgos.
21
a la trabajadora a un ambiente hostil, agresivo y humillante
en el plano profesional y personal.
• STSJ Madrid de 18 de noviembre de 2020, rec. 589/2020.
Situación de persecución y hostigamiento por parte del
denunciado a la denunciante, no querida por esta, a pesar
de haber manifestado de forma inequívoca al denunciado
su deseo de no querer ningún contacto con él. Despido
procedente.
• STSJ Andalucía/Málaga de 1 de julio de 2020, rec.
341/2020. Despido procedente por comentarios ofensivos
de contenido sexual a compañera de trabajo.
• STSJ Andalucía/Granada de 5 de septiembre de 2019, rec.
449/2019. Reiteradas conductas dirigidas a menospreciar y
hostigar a su superior con el fin de desprestigiarlo en su
trabajo, calificadas como constitutivas de acoso laboral
ascendente. Despido procedente.
• STSJ Cataluña de 20 de diciembre de 2018, rec.
4882/2018. Despido procedente por acoso laboral a
compañera de trabajo y superior jerárquica. Reiteración en
las comunicaciones, reproches y exigencias de carácter
personal en tiempo de trabajo y utilizando herramienta de
comunicación que la empresa ha puesto a disposición de
los trabajadores para otros fines.
• STSJ Cataluña de 5 de octubre de 2018, rec. 2910/2018.
Acoso moral a compañera de trabajo, siendo además el
denunciado miembro del comité de empresa. Despido
procedente.
• STSJ Canarias/Las Palmas de 22 de mayo de 2017, rec.
467/2017. Despido procedente por ofensas verbales graves
a subordinados. Trato vejatorio, permanente y continuado
hacia los empleados del supermercado por parte del
encargado del mismo.
• STSJ Asturias de 7 de marzo de 2017, rec. 101/2017.
Despido procedente por abuso de autoridad,
comportamiento despótico, irrespetuoso y desconsiderado
bajo el personal a su mando.
• STSJ País Vasco de 3 de abril de 2007, rec. 531/2007.
Despido procedente por ofensas verbales y físicas a
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compañeros de trabajo, con acoso moral y alteración grave
de la convivencia en la empresa.
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• Insultar o menospreciar repetidamente a un trabajador.
• Reprenderlo reiteradamente delante de otras personas.
• Difundir rumores falsos sobre su trabajo o vida privada.
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3. Concepto jurídico de acoso laboral en el trabajo
Originariamente el concepto de acoso (mobbing) es ajeno a las
relaciones laborales e incluso a las relaciones humanas, siendo a
finales de la década de los ochenta cuando en el campo de la
psicología se populariza dicho término (LEYMANN), que
inmediatamente recibe aportaciones en el terreno de la psiquiatría
(HIRIGOYEN), con motivo de analizar las consecuencias que
produce el acoso laboral en las personas que han sido víctimas de
estas conductas. Así pues, es en estos campos de la investigación
científica donde surgen las primeras señales de alarma ante un tipo
de comportamiento que afecta gravemente a la salud de las
personas trabajadoras y cuyo tratamiento en los ordenamientos
jurídicos era prácticamente inexistente, siendo las legislaciones de
Suecia, Francia, Finlandia y Holanda las primeras que establecen
un marco regulador del acoso en los lugares de trabajo, al
establecer que “ningún trabajador debe sufrir conductas repetidas
de acoso que tengan por objeto o defecto una degradación de sus
condiciones de trabajo, susceptible de poner en peligro sus
derechos o su dignidad, de alterar su salud física o mental o de
comprometer su futuro profesional”.
25
otra objetiva en función a considerar la intencionalidad como
elemento constitutivo del acoso, o a entender que la
intencionalidad supone en realidad un elemento accesorio del
concepto de acoso en el trabajo, cuya concurrencia no resulta
imprescindible para apreciar su existencia.
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• STC 56/2019, de 6 de mayo, rec. 901/2018. El concepto de
acoso laboral surgió en la psicología para abordar
conjuntamente desde el punto de vista terapéutico
situaciones o conductas muy diversas de estrés laboral que
tienen de común que, por su reiteración en el tiempo, su
carácter degradante de las condiciones del trabajo o la
hostilidad que conllevan, tienen por finalidad o como
resultado atentar o poner en peligro la integridad personal
del empleado.
• STS de 3 de diciembre de 2019, rec. 324/2018.
Doctrinalmente se identifica tal concepto con la situación
generada por conductas abusivas o de violencia
psicológica a las que se somete a una persona, con
reiteración, mediante comportamientos, palabras o
actitudes que lesionen la dignidad o integridad psíquica
como trabajador, susceptible de degradar y dificultar sus
condiciones de trabajo.
• STSJ Madrid de 30 de marzo de 2023, rec. 51/2023. No
toda actitud de tensión en el desarrollo de la actividad
laboral puede merecer el calificativo de acoso moral.
Hemos de distinguir lo que es una conducta de verdadera
hostilidad, vejación y persecución sistemática de lo que
puede ser la exigencia rigurosa de determinado
comportamiento laboral, o un ejercicio no regular del poder
directivo empresarial, pero que no pretende socavar la
personalidad o estabilidad emocional del trabajador. No
puede, en su consecuencia, confundirse el acoso moral con
los conflictos, enfrentamientos y desentendidos laborales
en el seno de la empresa por defender los sujetos de la
relación laboral intereses contrapuestos.
• STSJ Asturias de 7 de diciembre de 2022, rec. 2241/2022.
Viene siendo común identificar el acoso como un trato
degradante que exige para con su concurrencia la
continuidad y reiteración de la conducta ofensiva, que a su
vez ha de ser suficientemente eficaz para producir
sentimientos de angustia y humillación.
• STSJ Cataluña de 28 de diciembre de 2018, rec.
4882/2018. El acoso moral en el trabajo somete al
trabajador a un trato degradante, conculcando el principio
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de igualdad de trabajo como se define en los artículos 3, 4
y 5 del a Directiva Comunitaria 76/2007, el derecho a la
integridad moral e interdicción de tratos degradantes que
protege el artículo 15 de la CE , así como el artículo 4.2. e)
del ET.
• STSJ Extremadura de 28 de diciembre de 2012, rec.
538/2012. Se separan del concepto de acoso determinados
comportamientos que se dan en el trabajo, siendo que no
pueden confundirse con el conflicto laboral el estrés
profesional, u otras, condiciones laborales o de otro tipo de
violencias en el desarrollo del trabajo, los desacuerdos y
malentendidos en el desarrollo del trabajo, los caracteres
distintos que dan lugar a enfrentamientos, las
enfermedades psíquicas que se manifiestan en reacciones
inopinadas, excluyendo sensibilidades psicológicas y
síndromes persecutorios.
• Juzgado de lo Social 1 de Guadalajara de 30 de mayo de
2023, proc. 682/2022. En definitiva, el acoso moral o
mobbing se puede definir como la conducta abusiva o
violencia psicológica a la que se somete de forma
sistemática a una persona en el ámbito laboral, manifestada
especialmente a través reiterados comportamientos,
palabras o actitudes que lesionen la dignidad o integridad
psíquica del trabajador y que pongan en peligro o degraden
sus condiciones de trabajo.
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4.1. Elementos constitutivos del acoso en el trabajo
4.1.1. Sujetos
29
en un cierto aquietamiento de las victimas de acoso. El superior
utiliza su posición dominante en el organigrama empresarial para
quebrar la resistencia del acosado, que cada vez se siente mas
aislado e impedido de dar respuesta a las conductas que padece,
ya que uno de los objetivos que se persigue con la intimidación del
trabajador es la de hacerle sentir que se encuentra sin apoyo o
respaldo por parte de otros compañeros/as de trabajo, a la vez que
con tal proceder se extiende el temor entre el resto de la plantilla,
que se desvincula y aparta del sujeto objeto de acoso por miedo a
sufrir el mismo trato.
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En otras ocasiones, ciertamente más graves, el hostigamiento
puede encubrir actitudes racistas, xenófobas o sexistas,
persiguiendo expulsar del grupo o de la empresa a cierto personal
que presenta rasgos singulares. No se trata aquí, como
posteriormente veremos al analizar los caracteres de las víctimas
de acoso, de utilizar la intimidación psicológica como instrumento
de defensa del grupo frente a temores más o menos infundados
sobre una posible alteración de los métodos de trabajo, sino que
en el fondo subyace la idea de marginación o rechazo ideológico.
Se trataría de hacer la vida imposible a quien por el hecho de
pertenecer a determinada etnia o raza, por ser extranjero/a, por
razón de sus inclinaciones sexuales o simplemente por pertenencia
a otro sexo. Estas conductas han sido tipificadas como causa de
despido disciplinario en el artículo 54.2 ET.
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referiremos en este apartado a las mujeres, a las
personas extranjeras, a quienes son objeto de contratación
temporal y a los trabajadores/as con algún grado de discapacidad,
si bien tales colectivos no agotan los que grupalmente pueden ser
objeto de acoso laboral, pues entre estos colectivos habría que
incluir a la representación unitaria y sindical en la empresa, que
puede ser objeto de acoso por razón del ejercicio de funciones
propias de su cargo representativo y a cuya modalidad de acoso
nos referiremos ampliamente en los módulos siguientes.
32
En otros casos, principalmente en trabajos tradicionalmente
ocupados por hombres o cuando la mujer mantiene una posición
jerárquica superior, se producen comportamientos de rechazo de
compañeros de trabajo, que no soportan recibir órdenes o
directrices por parte de mujeres, con un mayor nivel de
responsabilidad. Cuando este rechazo se traduce en hostigamiento
psicológico, de carácter sistemático y repetitivo, que persigue la
exclusión laboral de la mujer, estamos en presencia de un
verdadero acoso moral.
33
que hemos definido dicha conducta. En estos casos, en los que el
rechazo se produce por otros trabajadores/as, incluso en contra de
la voluntad de la empresa, lo que se activa es un mecanismo de
defensa de las condiciones laborales, al que se incorpora un
componente colectivo o social, que impide su consideración como
mobbing.
34
han contribuido sensiblemente a la reducción del número de
contratos temporales en nuestro país.
35
frente al mismo por la vía de la tutela de derechos fundamentales,
persiguiendo que cese el comportamiento o interesando la
resolución del contrato de trabajo al amparo del art. 50.1 ET, y ello
sin perjuicio de la posibilidad de ejercer otro tipo de acciones,
fundamentalmente por la vía del proceso de tutela de derechos
fundamentales y básicamente el de tutela de la libertad sindical
cuando se trate de acoso relacionado con la actividad sindical de la
representación unitaria o sindical del personal de la empresa. Sin
embargo, si el acoso procede de otros compañeros de trabajo, sin
perjuicio de que la víctima pueda ejercitar idénticas acciones,
resultará que, con independencia de ello, el acosador podrá ser
objeto de sanción, como autor de un incumplimiento grave y
culpable, tipificado en el artículo 54.2 ET.
36
creencias políticas o religiosas; se hace burla de su origen o
nacionalidad; se critica su forma de vestir, su aseo personal, etc.
37
4.1.4. Reiteración de conductas
38
apreciar en cada caso concreto si tal reiteración es suficiente para
configurar la existencia de acoso moral en el trabajo.
39
4.2.1. Intencionalidad
40
la destrucción de la victima, siempre que se trate de
comportamientos atentatorios a la dignidad de la persona
trabajadora y que concurran el resto de los elementos definidos
anteriormente como constitutivos de acoso laboral.
41
5. Modalidades de acoso laboral en el trabajo
Dado que el mobbing constituye habitualmente una conducta
pluriofensiva que puede lesionar, junto a la dignidad de la persona
trabajadora, un conjunto de derechos fundamentales, es posible
hablar de distintas modalidades de acoso en el trabajo en función
del bien jurídico afectado, y así pueden diferenciarse las siguientes
modalidades de acoso:
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condiciones de trabajo más favorables a sus intereses. Con tal
comportamiento se comprometen “estrictos derechos laborales”, a
diferencia de lo que acontece con el mobbing en el que están
afectados “derechos fundamentales de la persona –básicamente su
dignidad e integridad moral–”. Frente a tales comportamientos
empresariales caben las respuestas que proporciona la legalidad
ordinaria, sin que quepa por tanto acudir al procedimiento de tutela
de derechos fundamentales.
43
muchas, SSTSJ Comunidad Valenciana, cont.-admtvo., de
6 de abril de 2022, rec. 221/2021 o Andalucía/Granada de
27 de febrero de 2020, rec. 1821/2019.
• STSJ Asturias de 20 de octubre de 2020, rec. 1167/2020. Al
concurrir una situación de conflictividad laboral, relacionada
con los cambios organizativos implantados por la empresa,
teniendo en cuenta, además, las discrepancias sobre
concretos aspectos de las condiciones de trabajo, resultará
que el estrés profesional o los enfrentamientos que motivan
sensibilidades psicológicas y reacciones adaptativas, no
pueden confundirse con el acoso moral.
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diferencias entre una y otra figura, pues cuando el burnout parte de
una situación inicial de estrés, sin embargo sus consecuencias no
son asimilables como se aprecia en el cuadro comparativo
siguiente:
Burnout Estrés
Situación prolongada y Situación temporal de corta
cronificada duración
Actitud negativa hacia el No necesariamente conectada con
trabajo el trabajo
Falta de implicación del Sobreimplicación en los problemas
trabajador/a
Desgaste emocional Hiperactividad emocional
La posible depresión se Puede originar depresión como
conecta con la pérdida de reacción a preservar las energías
motivación físicas
Solo tiene efectos negativos En manifestaciones moderadas
puede tener
efectos positivos
Produce daños psíquicos y Ocasiona también daños físicos
desgaste emociaonal
45
6.3. Fatiga laboral
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(paranoia) o que es la figura central de lo que ocurre a su alrededor
(ideas de referencia). Estas “falsas” convicciones son debidas a un
deterioro de la función cerebral y, generalmente, no se cambian
mediante hechos o razonamientos, sino sólo con un tratamiento
médico y farmacológico. El individuo es incapaz de comprender
que sus ideas carecen de fundamento y que está enfermo,
albergando frecuentemente la idea de que existe un complot en su
contra para expulsarlo del trabajo, creyéndose así victima de un
acoso laboral que sólo existe en su imaginación. En estos casos y
aún cuando la persona trabajadora pudiera insistir en la idea de
acoso en el trabajo, es evidente que su deterioro psíquico es ajeno
a las relaciones interpersonales mantenidas en la empresa e incluso
al propio trabajo, por lo que ninguna relación guarda con el
mobbing.
47
parecidos términos incorpora la Ley Orgánica de Igualdad 3/2007,
de 22 de marzo, constituyendo causa autónoma de despido
conforme a lo establecido en el artículo 54.2 ET.
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