Estrategias para Los Riesgos

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Como sobrellevar los riesgos de un proyecto .

La gestión de riesgos ocupa un lugar central en los niveles más altos de


la organización. Los ejecutivos hoy son conscientes de la necesidad de
implementar programas para tratar las amenazas y considerar dentro de
ellos estrategias de gestión de riesgos alternativas.

No se trata de que las respuestas tradicionales ya no funcionen. Lo que


se busca al considerar estrategias de gestión de riesgos alternativas es
enfrentar con éxito un escenario de amenazas siempre cambiantes, pero
sobre todo, impredecible.

Hemos visto como cobran importancia amenazas que no eran


consideradas importantes hace tan solo tres años. Hay nuevos riesgos y
estas nuevas amenazas están conectadas. Fenómenos que obligan a los
profesionales en el área a buscar en las estrategias de gestión de
riesgos alternativas la seguridad que requieren las organizaciones para
operar, crecer y evolucionar.

¿Qué es una estrategia de gestión de riesgos y por qué es importante?

Una estrategia de gestión de riesgos hace referencia a un proceso de


planificación y desarrollo de métodos eficaces para eliminar o reducir el
impacto negativo de la probable ocurrencia de un evento determinado.

Las estrategias de gestión de riesgos tradicionales se basan en modelos


cíclicos, que inician con una identificación de las amenazas posibles,
evaluación y priorización de esos riesgos, diseño de acciones para el
tratamiento y medición de la efectividad de esas medidas. E,
inmediatamente, reiniciar el ciclo esta vez considerando el riesgo
residual arrojado por la gestión.
La gestión de riesgos permite a las organizaciones identificar sus
fortalezas y oportunidades, pero también sus debilidades. Aumentan así
las probabilidades de éxito de la operación o el proyecto específico que
se evalúe.

La gestión de riesgos tradicional hace uso de cuatro estrategias clásicas.


La coyuntura que enfrenta el planeta, más allá de la emergencia
sanitaria, obliga a los profesionales del área a innovar y considerar
estrategias de gestión de riesgos alternativas. Repasamos las primeras y
presentamos las segundas a continuación.

Gestión de riesgos tradicional – 4 estrategias clásicas

Los riesgos difieren unos de otros en su capacidad para causar daño,


pero también en la probabilidad de que realmente ocurran. Pero los
riesgos también presentan una diferencia muy importante entre ellos: el
coste de su gestión.

Con base en estas tres variables –impacto, probabilidad de ocurrencia y


coste de tratamiento-, los expertos optan por una de cuatro estrategias
tradicionales:

1. Evitar el riesgo

Se trata de eliminar el factor determinante del riesgo. Este puede ser un


proceso, el uso de un determinado producto o materia prima, la falta de
conocimiento sobre el uso de una máquina o el mismo uso de una
determinada tecnología.

Se decide eliminar el riesgo o evitarlo, cuando esto no implica dejar de


alcanzar los objetivos de negocio de la organización, el coste es
razonable –inferior al impacto negativo- y se tiene la certeza de que se
eliminará la amenaza sin crear nuevos riesgos.

2. Aceptar el riesgo
Usualmente, se acepta o se tolera un riesgo cuando el coste de
tratamiento no es demasiado alto, la probabilidad de ocurrencia es
relativamente baja y la amenaza, de cierto modo, representa una
oportunidad. Este tipo de riesgos requieren vigilancia constante e
intensiva, con el fin de percibir con suficiente anticipación cambios en su
comportamiento, como aumento de la inminencia de ocurrencia o mayor
impacto negativo al previsto inicialmente.

3. Mitigar el impacto negativo

Los profesionales en el área de gestión de riesgos pueden decidir tomar


acciones para reducir el impacto negativo de una determinada amenaza.
No siempre es la mejor opción, pero es, sin duda, la más utilizada.

4. Compartir el riesgo

Transferir o compartir el riesgo hace referencia, generalmente, a tomar


algún tipo de seguro o subcontratar un proceso o una determinada
actividad a la cual está asociado el riesgo. La primera opción, la de
tomar una póliza de seguros, subsana el riesgo financiero, pero no otras
amenazas residuales que pudieren generarse, como la afectación a la
reputación de la organización, por ejemplo.

Estrategias de gestión de riesgos alternativas – 10 ejemplos

Hasta aquí lo que ha funcionado durante décadas. Y aún lo hace. Esto es


importante tenerlo en cuenta. Pero, el panorama de amenazas dinámico
e impredecible, amerita revisar estrategias de gestión de riesgos
alternativas, igualmente innovadoras y coherentes con las dificultades
del entorno actual:

1. Experimentos teóricos

En física, los físicos teóricos elaboran modelos matemáticos y


conceptuales muy aproximados a la realidad, para racionalizar, explicar
y apreciar el comportamiento de un fenómeno. Los profesionales
especializados también pueden adoptar como estrategias de gestión de
riesgos alternativas la generación de modelos experimentales a nivel
comercial o de procesos, con el fin de predecir problemas y solucionarlos
antes de que impacten en la práctica.

2. Validación teórica

Se trata de recabar información sobre experiencias reales, con base en


encuestas, entrevistas o listas de preguntas. Esta estrategia pretende
obtener una retroalimentación oportuna y válida, tomada directamente
de los que han vivido un evento en particular, utilizado un producto o
formado parte de un proceso determinado.

3. Reproducir un proceso o un producto en escala mínima

El objetivo es desarrollar un proceso o elaborar un producto en “fase


beta”, de tal forma que se puedan apreciar problemas o dificultades y,
por medio de aplicaciones de software o modelos matemáticos,
proyectar el probable impacto negativo a gran escala.

4. Aislar riesgos identificados

Esta es una de las estrategias de gestión de riesgos alternativas más


utilizadas en el área de TI. El propósito es aislar el punto, el momento o
el proceso en el que se genera un riesgo, bajo el supuesto de que así
será mucho más fácil y rápido encontrar la solución al problema.

Las estrategias de #GestiónRiesgos alternativas pueden ser la respuesta


cuando las tradicionales fallan. Conoce 10 interesantes ejemplos
#RiekManager #RiesgosCorporativosShare on X

5. Construir amortiguadores de riesgo

Los amortiguadores de riesgo son en esencia “colchones” o “redes de


protección” que están ahí para amortiguar cualquier golpe. En la
práctica puede ser dinero dispuesto para solucionar problemas,
personas listas a atender una situación de emergencia o, incluso,
recursos físicos previstos para entrar en acción ante un imprevisto.

6. Analizar información y datos


La información, el conocimiento y los datos siempre serán importantes
en la ejecución de cualquier proyecto. Los resultados de evaluaciones de
riesgos históricas, por ejemplo, se constituyen en una valiosa fuente de
información para la implementación de estrategias de gestión de riesgos
alternativas.

7. Evaluar el riesgo vs la oportunidad

El riesgo, que siempre consideramos el enemigo, bien puede ocultar una


gran oportunidad. Evaluar el riesgo vs la oportunidad, cuantificando el
impacto de cada uno, permite invertir recursos con inteligencia.
Usualmente, esta estrategia permite identificar el coste real de perder
una oportunidad.

8. Aprovechar el conocimiento aprendido

La gestión de riesgos entrega lecciones valiosas todos los días. Estas


lecciones son instrumentos valiosos para la gestión futura, lo que
aumenta exponencialmente la probabilidad de éxito. Por eso, es
importante documentar y registrar todos los procesos de evaluación de
riesgos y asegurar así la trascendencia del conocimiento aprendido.

9. Planificar anticipando los riesgos

Las cosas pocas veces salen como se planean. Pero los proyectos que
pasan por una productiva etapa de planificación tienen mayores
oportunidades de tener éxito, ya que es en ese momento cuando es
posible anticipar lo que saldrá mal y tomar medidas preventivas. De
hecho, la planificación enfocada en lo que puede salir mal, por negativa
que parezca, es una de las más eficaces estrategias de gestión de
riesgos alternativas.

10. Hacer uso de las mejores prácticas

En todas las áreas y en todos los sectores existen decálogos de mejores


prácticas. Estas mejores prácticas son el resultado del trabajo serio y
aplicado de muchos profesionales a lo largo del tiempo, y han sido
probadas y certificadas por académicos y profesionales como formas
certificadas para hacer las cosas bien.

Recopilando la información, la gestión de riesgos moderna va más allá


de las cuatro estrategias tradicionales, para encontrar en las estrategias
de gestión de riesgos alternativas, un compendio interesante de
medidas eficaces para tomar las mejores decisiones.

Por supuesto, la formación y el conocimiento, en esta era de


transformación digital, tendrán un alto impacto en la efectividad de
estas acciones.

Diplomado Risk Manager

El Diplomado Risk Manager es el resultado de la evolución y la


acumulación de experiencia y conocimiento de los más importantes
profesionales en esta área, al servicio de la Escuela Europea de
Excelencia.

Se trata de un programa de excelencia que, además de abordar la


complejidad de la gestión de riesgos moderna, forma auditores internos
de Sistemas de Gestión de Riesgos y los habilita para trabajar en
cualquier país de Europa o de América Latina si solicitan el Certificado
del Registro Europeo de Auditores Certificados.

Hoy tienes una oportunidad para alcanzar posiciones de liderazgo en tu


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