Analisis de Riesgo-2
Analisis de Riesgo-2
Analisis de Riesgo-2
Alumnos
Carlos Leonel Juárez Reyes 201045698
Vidalia Lucrecia Velasquez Gonzalez 200641428
Oswaldo Juarez Chilel 201045699
Osman Antonio Aguilar Castañón 200641428
Septiembre 2024
Una de las mejores prácticas que pueden existir en la gestión de cualquier empresa es el
análisis de riesgos. Esta es una herramienta muy útil para cualquier proyecto o proceso
que pueda tener un gran impacto en tu organización, independientemente de su
repercusión económica.
Es una herramienta de prevención con la que puedes pronosticar las amenazas con
potencial de afectar el desempeño de algún proceso (cambio, escalada, proyecto o
incursión). La idea es que tengas un plan por adelantado para gestionar lo que podría
impactar de manera negativa en tu trabajo.
Aunque un análisis de riesgos no impedirá que algo salga mal, sí será útil para gestionar
correctamente los problemas que surjan en la empresa y así tener un panorama realista
que considere tanto lo positivo como lo negativo. En breve, un análisis de riesgos fomenta
una mayor confianza entre los involucrados ya que da certeza de que las decisiones y
acciones a emprender están cuidadosamente valoradas.
Esta evaluación inicial de riesgos proporciona una base sólida para desarrollar estrategias
de mitigación y un plan de gestión de riesgos integral.
Una vez que el proyecto está en marcha, la gestión de riesgos debe ser un proceso
continuo e integral que se lleva a cabo durante todas las etapas del proyecto. Esto implica
monitorear de cerca los riesgos identificados, así como estar atento a nuevos riesgos que
puedan surgir debido a cambios en el entorno del proyecto, condiciones del mercado,
regulaciones o cualquier otro factor relevante.
El análisis de riesgos es una disciplina que nos permite anticipar y responder de manera
proactiva a los desafíos que puedan surgir en el camino, asegurando así la entrega exitosa
del proyecto dentro del alcance, tiempo y presupuesto establecidos.
El análisis de riesgos es una herramienta crucial para proteger los intereses financieros,
reputacionales y operativos de una empresa, permitiéndole anticipar y mitigar los riesgos
potenciales antes de que se conviertan en problemas significativos.
Es esencial para cualquier empresa, ya que proporciona una visión clara de los posibles
peligros y amenazas que podrían afectar su funcionamiento. Este proceso de evaluación
permite identificar y priorizar los riesgos potenciales, desarrollar estrategias para
mitigarlos y prepararse para enfrentar situaciones adversas.
Este tipo de análisis evalúa los riesgos derivados de las actividades laborales y tiene el
objetivo de reducir la duplicación de esfuerzos y papeleo. Se utiliza cuando una actividad
puede llevarse a cabo en diferentes áreas del lugar de trabajo u otros sitios externos.
Si bien los riesgos de una actividad de trabajo pueden ser comunes, los cambios en el
entorno pueden afectar o aumentar los niveles de riesgo; o también pueden sumarse
nuevos peligros.
Este tipo de evaluación tiene en cuenta la ubicación del sitio, el entorno y las personas que
realizan un trabajo. Esta puede ser cualitativa o cuantitativa y aunque puede realizarse
con una plantilla genérica de evaluación de riesgos, debe terminar con un análisis más
específico que sea adecuado y suficiente para los peligros existentes.
Una de las grandes ventajas de este tipo de análisis de riesgos es que un evaluador puede
observar tanto los peligros más comunes y emprender acciones inmediatas frente a lo
más inusual.
4. Análisis de necesidades
Este método de análisis de riesgo se utiliza para identificar posibles defectos o errores en
un proceso o sistema, para después evaluar los riesgos asociados con las deficiencias
detectadas. Suele usarse mayormente en procesos de fabricación e ingeniería, pues
permite anticipar fallas potenciales y sirve para mitigar o eliminar su impacto frente al
cliente final.
Este es un tipo de análisis de riesgo que busca identificar las causas raíz de diversos
problemas y se utiliza en procesos de fabricación y control de calidad. Sin embargo,
también ayuda a las empresas a identificar y corregir las causas subyacentes de los
problemas para que no vuelvan a ocurrir.
Es el análisis idóneo cuando no tienes acceso a muchos datos para calificar el riesgo, sino
que optas por una valoración un poco más subjetiva. En él se toma en consideración el
juicio propio y la experiencia que se tiene hasta ese momento para considerar las
amenazas al proyecto.
Esta vertiente es ideal cuando no cuentas con suficientes recursos para realizar un análisis
robusto y suele usarse por empresas pequeñas y medianas, cuyo nivel de riesgo también
es bajo.
En su desarrollo se asigna un valor numérico a las probabilidades de que algo suceda, sea
bueno o malo. En ocasiones se sugiere que lo realices después de un análisis cuantitativo,
o de manera simultánea.
Ahora te hablaremos de las metodologías que suelen usarse para hacer un análisis de
riesgos. Deberás adecuar los métodos para que funcionen a la medida de tu organización.
Montecarlo
Con los resultados que se obtienen del método Montecarlo crearás una estadística que te
arrojará datos muy valiosos, como las probabilidades de que las variables consideradas
sucedan, los valores mínimos y máximos, entre otros.
What if
What if («Qué pasaría si», en español) es un método para realizar análisis cualitativos.
Puede llevarse a cabo como un primer estudio. Su función es la de imaginar distintas
circunstancias que pueden ocurrir durante un proceso, y se plantean gracias a las
consideraciones de un grupo de colaboradores que conocen el funcionamiento de cada
etapa.
Es básicamente hacer una lluvia de ideas con expertos que conocen las consecuencias de
que una herramienta no funcione correctamente, que un proveedor no cumpla con una
fecha de entrega, o cómo afecta al proyecto el hecho de que no se alcance un objetivo a la
mitad de su desarrollo. Además de los problemas que este método expone, los
involucrados pueden proponer soluciones o alternativas para mitigar el impacto de estos
escenarios.
Este método ayuda a tener un panorama realista que te permita entender cuáles son los
riesgos en los que debes poner más atención.
Diagrama de Ishikawa
Check list
Este método se crea en dos momentos. Primero deberás hacer un cuestionario con una o
varias personas expertas en tu proyecto, para analizar los momentos críticos de cada una
de las etapas. Así sabrás qué se necesita para que todo se lleve a cabo con la menor
cantidad de problemas posibles: desde permisos o herramientas hasta la responsabilidad
de tus colaboradores, etc.
Entonces puedes crear una check list o lista de verificación para cada una de las etapas del
proyecto. Si durante el proceso notas que algo falta o no está saliendo conforme a lo
planeado, podrás adelantarte a los problemas que ese primer error o carencia causaría si
se deja desatendido.
El objetivo del análisis Hazop radica en detectar potenciales riesgos en las instalaciones y
evaluar problemas de operabilidad que puedan afectar la rentabilidad o generar peligros
para el personal, las instalaciones, el medio ambiente y la producción de una empresa.
Si es la primera vez que estás por realizar un análisis de riesgos, sigue los siguientes pasos
y aprovecha la plantilla gratuita que hemos creado en HubSpot.
Haz una lluvia de ideas con las personas que estarán involucradas en el proyecto que estás
por emprender, y enumera los riesgos que comúnmente se presentan. Empieza desde lo
más simple hasta lo más complicado, por ejemplo:
Una vez que tengas la primera lista, divide los riesgos. Puedes clasificarlos con base en la
etapa del proyecto, el responsable de cada tarea u otros parámetros como si se trata de
una amenaza interna o externa. Cada análisis requerirá que utilices distintas categorías, ya
que involucra diferentes actividades y diversos inconvenientes. No te sorprendas si
descubres que las clasificaciones cambian constantemente. De acuerdo con la lista
anterior, la categorización de riesgos sería la siguiente:
Aquí debes darle un valor a cada riesgo de impacto (con una escala de 1 al 4 o más si
consideras que es necesario) y también establecer el porcentaje de probabilidad de
ocurrencia de cada riesgo. Por eso es importante que el análisis no lo realices en solitario,
sino que consultes a las personas que más saben al respecto.
Con estos valores y porcentajes será más fácil que sepas a cuáles riesgos debes poner más
atención.
Para el ejemplo utilizado, se indica el impacto (bajo, medio o alto) que tiene en el
desarrollo del proyecto para que avance de la mejor manera. Luego de mencionar el
porcentaje de probabilidad de que suceda, lo calificas del 1 al 4, según su nivel de
importancia.
Un plan B o una respuesta no tiene que ser perfecta sino realista. Según el momento en
que se presenta cada problema, podrás reaccionar con rapidez o destinar los recursos
disponibles en esa etapa. Aquí también es importante que identifiques el elemento clave
que ayudará a que las soluciones se pongan en marcha.
Puedes escribir todas las respuestas que consideres apropiadas, pero es importante que
incluyas el disparador, es decir, lo que te indicará que el riesgo que anticipaste puede
suceder. Recuerda que lo importante es cubrir todos los frentes posibles de manera
realista.
Con el paso anterior podrás hacer un nuevo cálculo de tus riesgos. A partir de este,
ya tendrás una visión más realista sobre las amenazas y el impacto que pueden tener en
tu proyecto. Aquí puedes ver cómo hay una nueva calificación para los riesgos, si
implementas las soluciones.
Riesgos frecuentes
1. Cambio de alcance o cambio de prioridades: cuando los objetivos del proyecto no están
claramente definidos, lo que puede llevar a cambios no deseados en los requisitos durante
el proyecto.
2. Bajo desempeño: surge cuando el proyecto no alcanza los resultados esperados, a
menudo debido a plazos ajustados o falta de comunicación entre el equipo.
3. Costos elevados: ocurre cuando el proyecto excede el presupuesto inicial debido a una
planificación poco realista o falta de detalles en el presupuesto.
4. Factor tiempo: surge cuando las tareas del proyecto requieren más tiempo del previsto, lo
que puede afectar el presupuesto y las fechas de entrega.
5. Escasez de recursos: ocurre cuando no se tienen los recursos adecuados para llevar a cabo
el proyecto, lo que puede incluir tiempo, habilidades o herramientas.
6. Cambios operativos: implican cambios en los procesos de la empresa o del equipo, lo que
puede causar distracciones y afectar el cronograma del proyecto.
7. Falta de claridad: se manifiesta como falta de comunicación, alcances imprecisos o plazos
poco claros, lo que puede generar sobrecostos y retrasos en el proyecto.
Si bien el proyecto hotelero, una vez construido, tiene muchas posibilidades de ser un
alojamiento interesante para las personas que buscan destinos muy íntimos y privados, la
construcción podría acarrear riesgos físicos para el equipo y altos costos financieros.
Un análisis de riesgo para este proyecto debe analizar si realmente valen la pena todos los
gastos extra que podrían generarse si el suelo presenta severos problemas para construir
en él o si las maquinarias deben realizar el doble de trayecto para trasladar una menor
cantidad de materiales, debido al camino estrecho.
La idea del primer socio parece más viable, pues la calidad de los alimentos seguiría siendo
la misma y los clientes podrían comprender la razón de por qué sus platillos favoritos
están subiendo de precio. Además, los comensales no se sentirían defraudados al saber
que los ingredientes no son los mismos; algo que sí podría hacer que no regresen al
establecimiento.
Un análisis de riesgo puede ayudar al primer socio a comprobarle al segundo que lo mejor
es aumentar un poco los costos, pero seguir manteniendo la misma calidad y no quitarle
ese valor agregado que los clientes ya están acostumbrados.
Un supermercado local se está alistando para las ventas navideñas y este año quieren
contratar más personal para darse abasto con las entregas y brindar una mejor atención a
los clientes, pues en años pasados su gestión sufrió de muchas faltas y hubo quejas por
parte de los consumidores.
Una maderería local ha recibido un proyecto para construir una gran cantidad de difusores
de audio. Sin embargo, el cliente está solicitando una cotización para que dichos difusores
sean instalados en las ubicaciones correspondientes.
Con el análisis de riesgo la maderería podrá comprobar todo lo que necesita en cuanto al
material, personal y conocimientos para hacer la instalación y así decidir si el personal
actual puede asumir el reto, si lo mejor es hacer una contratación externa o comunicar al
cliente que la instalación no se incluye como parte del servicio.
Un gerente de una fábrica tiene que alistarse para la temporada de regreso a clases, que
es cuando más pedidos reciben. Para ello, requiere que la operación sea capaz de hacer
más productos. Para saber todo lo que necesita en cuestión de materia prima y
trabajadores, realiza una encuesta sobre los procesos que se realizan y así conocer el
tiempo de producción aproximado actual. Finalmente, sabrá cuánto requiere de cada
aspecto para lograr el objetivo.
Como puedes ver, un análisis de riesgo y una auditoría interna son necesarios en una
empresa para visualizar aquello que puede ser o ya es un problema y así encontrar las
soluciones óptimas para mejorar tus operaciones. Recuerda que una buena gestión de tu
empresa garantizará tu éxito.