Repaso Tercer Acto de Orfeo
Repaso Tercer Acto de Orfeo
Repaso Tercer Acto de Orfeo
● Centro de la ópera.
● Apogeo: no se trata de la culminación total del
drama, sino del momento y lugar más alejado de
la superficie de la tierra.
● Elemento en común con el inicio, prólogo:
presencia de alegorías. Allí, la Música; aquí, la
Esperanza.
● Para Denise Morrier no se trata del centro
dramático, que, según él se encuentra en las
peripecias: segundo y cuarto acto, respectivas
muertes de Eurídice. Dice “ni la emoción ni la
acción forman parte de la esencia del episodio.El
acto tercero es, antes que nada, el canto de Orfeo,
el momento en que el poeta tracio demuestra la
extensión del poder de la música.”
ESTRUCTURA.
● SINFONÍA INICIAL. Aparecen los cornetti y los
trombones, y el órgano regale, de cañas, de sonido
penetrante. Se utiliza el metro dactílico: una
sílaba larga y dos breves. La sinfonía es
homorrítmica, pero contiene un sutil contrapunto
● Aparece Orfeo, en tesitura grave y con un
recitativo despojado, desnudo, e inestabilidad
modal. Le habla a la Esperanza. Oscuridad y su
opuesto, la luz, evocando a Apolo y a los ojos de
Eurídice.
ANÁLISIS LINEAL.
1) Sinfonia [3]: [A 7 + B.C. distinto: sol 2, sol 2, do 2, do 3, do 3, fa
3, fa 3, fa 3] Qui entrano li Tromb. Corn. & Regali, & tacciono le Viole
da braccio, & Organi di legno, Cla vacem. & si muta scena.
El tercer acto se abre con una Sinfonía infernal que acompaña el
cambio de escena (sin duda reducido al telón pintado para el
estreno de 1607).
La transformación de la escena sobre el palco escénico se
redobla con la transformación de la escena sonora. En efecto, se
precisa la orquestación en las indicaciones, y se ve que
comparecen los instrumentos asociados, del Renacimiento,
para la evocación de los infiernos: los cornetti, trombones: El
órgano regale ( de cañas), rumoroso y nasal, sirve como
instrumento realizador para la parte del bajo continuo: servirá
también para acompañar la Divinidad y los espíritus
infernales.
5) Sinfonia [4]: [A 5: do 3, do 4, do 4, do 4, fa 4]
Resuena una oscura Sinfonía, revelando una polifonía aún nunca
expuesta: una simple voz de contralto, tres partes de tenor y una
de bajo. Su orquestación no es precisa: dos posibilidades de
interpretación se han diferenciado hasta hoy. Que esta sinfonía
sea una música infernal: en este caso, conformemente a la
tradición del Renacimiento, hay cinco trombones requeridos por
el coro final de este acto, y hacer realizar el bajo continuo con
órgano regale. O bien esta Sinfonía abre el aria de Orfeo: esa
sería entonces la emanación sonora de su lira (entendamos:su
lira de brazo) y se retornaría a los arcos, violas da gamba o violas
da braccio con acompañamiento de órgano de madera. Para
tomar la difícil elección , aún esta sinfonía retorna algo más
tarde acompañada de una indicación que requiere las violas da
braccio. Esta precisión ¿ indica a posteriori que se debe
distinguirla de una precedente ejecución con los metales? El
intérprete deberá tomar, aquí, una decisión personal.
6) POSSENTE SPIRTO.
Orfeo, órgano de madera y un chitarrone, canta una sola de las
dos partes.
El aria “Possente spirto” es, sin duda, el momento más esperado
del Orfeo. Ubicado en el centro exacto de la fábula,no es,
hablando propiamente, el eje, y, menos aún, el eje dramático.
Está más allá del drama y de la acción. Es el momento en el cual
Orfeo, con su canto sobrehumano, que atraviesa toda la esfera,
evoca cada vez el infierno, la tierra y el cielo. Igualmente, esto
ilustra las tres vueltas de la Música: mundana (cósmica),
humana e instrumental.
El genio de Monteverdi se revela , todo entero, aquí. “Possente
Spirto” es un microcosmos abundante en el que el compositor
confronta tres estilos de canto, las más diversas formas de
acompañamiento y ritornelli con orquestación renovada, de una
rara potencia evocativa. Más que en cualquier otro punto de la
partitura, Monteverdi se hace aquí, músico- arquitecto.
El poema de Striggio contiene seis estrofas, organizadas en cinco
tercetos seguidos de una cuartilla conclusiva. Una vez más el
poeta rinde homenaje a Dante, reproduciendo la estructura
poética ( la terze rime) del infierno.
El compositor ha repartido simétricamente estas seis estrofas en
dos grupos de tres. Las tres primeras estrofas exploran el mismo
modo de canto ( el cantar passeggiato) seguido de ritorelli. Las
últimas tres ven desaparecer los ritornelli, y oponen tres modos
de canto :passeggiato, d’affetto, sodo, y tres diversos tipos de
acompañamiento.
Como en las estrofas de la Música, no se puede sino admirar el
poder de adaptación y de organización del compositor. Las seis
estrofas están edificadas sobre el mismo bajo, como los tres
ritornelli descansan sobre un bajo idéntico. Un modo único, en
sentido eminentemente religioso, une toda el aria: el modo
dórico, re auténtico, transpuesto a sol. Además, se ve
comparecer una voluntad evidente de organización trinaria (que
se encuentra igualmente en el octavo Libro de Madrigales), en
perfecto acuerdo con la dimensión espiritual de la ópera: la
oración de Orfeo a Caronte, que reenvía en modo evidente a la
“justa plegaria” monteverdiana.