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Introducción a la historia de la lengua española

Introducción a la Historia de la Lengua Española (UNED)

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Laura Cano Santamaría

Introducción a la historia de la lengua española

Tema 1. Introducción

1. La historia de la lengua y lingüística histórica: conceptos, métodos


y campos de estudio
El estudio de la Historia de la lengua se enmarca en la Lingüís琀椀ca histórica (es una disciplina
que a琀椀ende al cambio lingüís琀椀co), la cual no se puede entender independientemente de la
Filología: el estudio de la lengua de otras épocas está estrechamente ligado al análisis de los
textos que han llegado hasta nosotros y que sirven para trazar el estudio diacrónico (historia
evolu琀椀va).
- Este 琀椀po de análisis es necesario para tener un conocimiento global de la lengua; que
otras disciplinas estudian desde un punto de vista sincrónico (describiendo los hechos
lingüís琀椀cos en un momento determinado, sin considerar su origen y evolución).
- Dentro del ámbito de la Historia de la lengua se incluyen tradicionalmente dos
perspec琀椀vas:
o Externa: a琀椀ende a todos los aspectos culturales, sociales o históricos en general
Campos de que han envuelto a la lengua en evolución.
estudio o Interna: comprende los aspectos propiamente lingüís琀椀cos (Gramá琀椀ca histórica).
En sen琀椀do estricto, Gramá琀椀ca incluye los 3 niveles clásicos de análisis (léxico,
foné琀椀co-fonológico y morfosintác琀椀co) y, en sen琀椀do amplio, el estudio semán琀椀co.

Ambas perspec琀椀vas son enfoques complementarios para explicar los procesos de cambio de
la evolución de una lengua. Aunque sean bloques de contenido con cierta autonomía por su
propia
metodología, la Historia de la lengua es una disciplina unitaria (solo con todos los niveles de
análisis (externos y lingüís琀椀cos) se puede dar una explicación sa琀椀sfactoria a los textos).

1.1 Historia externa


La historia de una lengua no puede desvincularse de la historia general, es necesario analizar el
contexto histórico (en primer lugar, cronológicamente: atendiendo a su periodización).
- La historia externa intenta establecer relaciones entre la evolución de una sociedad con
las transformaciones simultáneas sufridas por el sistema lingüís琀椀co que u琀椀liza.
- La complejidad de la evolución lingüís琀椀ca y la len琀椀tud con que se operan los cambios en el
sistema son di昀cilmente asimilables a sucesos importantes de la historia externa, salvo
en aspectos muy concretos.
o A pesar de que el contexto histórico in昀氀uya de forma muy evidente en ocasiones
(p.e. en los préstamos), es peligroso buscar mo琀椀vaciones externas para la mayoría
de los fenómenos que afectan al núcleo del sistema (fonología y morfosintaxis).
- Para comprender la transformación de una lengua, hay que analizar los textos producidos
en la sociedad y atender a las condiciones pragmá琀椀cas de su producción (solo así
podremos describir la interacción entre las estructuras lingüís琀椀cas y su entorno
sociopragmá琀椀co).

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- El conocimiento de las situaciones y formas discursivas concretas en las que se emplean


los sistemas lingüís琀椀cos puede aportar mucho al estudio de un estado de lengua.
o Kabatek: las “tradiciones discursivas” son un eslabón entre la lingüís琀椀ca interna y la
externa. Permite analizar las producciones lingüís琀椀cas dentro de un contexto no solo
histórico, sino de tradición textual (vincula ambas perspec琀椀vas y contribuye a un
mejor conocimiento de los sistemas lingüís琀椀cos en una época determinada).
2. Periodización de la historia del español
Periodizar la historia de la lengua española plantea ciertos problemas. Tradicionalmente se ha
adoptado una división bipar琀椀ta en dos etapas: an琀椀gua y moderna (comenzaría a mediados del
SXV para algunos autores, y en el SXVI para otros).
- En torno a estos años se producen acontecimientos relevantes : unidad polí琀椀ca con la
unión de Cas琀椀lla y Aragón con los Reyes Católicos, conquista de América, 昀椀n de la
Reconquista, el castellano pasa a ser dominante prác琀椀camente en todo el territorio (la
lengua se convierte en materia de estudio y en instrumento de literatura cada vez más
elaborada).

Si queremos delimitar unas épocas en las que el objeto de estudio muestra cierta coherencia,
al observar los cambios en los dis琀椀ntos niveles del sistema lingüís琀椀co, se dis琀椀nguen cuatro
etapas:
1) Fase an琀椀gua (desde los primeros tes琀椀monios de nuestra lengua en el SIX-X hasta
mediados-昀椀nales SXV, sobre 1475, cuando se gestan algunas transformaciones
posteriores): la lengua de esta época se denomina español medieval, y está bien
documentada a par琀椀r de 1200 (antes hay pocos documentos y muchos de ellos son
fragmentarios).
a. Desde mediados del SXIII y gracias a la reforma alfonsí, la lengua presenta de forma
general, una rela琀椀va estabilidad en sus estructuras esenciales.
2) Fase clásica: es una época en que el idioma se encuentra en ebullición (se gesta una serie
de cambios que culmina en un reajuste del sistema, hacia 1650).
a. Esta etapa de unos 200 años coincide con los denominados Siglos de Oro.
b. Tras una fuerte crea琀椀vidad e innovación (昀椀nal XV-inicio XVI), se consolidan algunas
tendencias caracterís琀椀cas del español en foné琀椀ca y morfosintaxis.
3) Español moderno (úl琀椀mo cuarto XVII-XIX): los cambios se suceden a un ritmo cada vez
más lento, y sobre todo en estructuras periféricas (léxico, lenguajes técnicos). En este
período no se señalan alteraciones fundamentales en las grandes líneas de la estructura
idiomá琀椀ca.
a. Aunque en periodizaciones habituales se considera que el período moderno abarca
XVIII-XIX, estudios recientes proponen delimitar una primera fase de modernización
(1675-1825): se ha generalizado la denominación del primer español moderno.

A las tres grandes etapas que propone Eberenz, se añade una más:
4) Español actual (XX-XXI): no siempre se le ha prestado la atención merecida en los estudios
generales sobre historia de la lengua. Aunque falta perspec琀椀va para evaluar los cambios
de los úl琀椀mos decenios (para determinar cómo el uso del lenguaje a través de los nuevos
medios de comunicación causa modi昀椀caciones en morfosintaxis), pueden señalarse
algunas tendencias que han provocado cambios en el español más reciente.

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a. * en este libro se une la mayor parte del XX al español moderno, y se re昀椀ere al


actual únicamente a la etapa de 昀椀nales del XX y primeros decenios del XXI (cap. VII).
b. A efectos prác琀椀cos, en los epígrafes del libro se proponen divisiones menos precisas
que las que de la periodización, iden琀椀昀椀cando etapas con siglos completos: español
an琀椀guo o medieval (X-XV: dividido en 2; X-XIII y XIV-XV -baja Edad Media-), español
clásico (XVI-XVII), español moderno (XVIII-XX) y actual (昀椀nal del XX- principio del
XXI).
c. El español bajomedieval del úl琀椀mo cuarto XV puede considerarse una primera
etapa del español clásico, y el español del úl琀椀mo cuarto XVI, primer español
moderno.
d. Hay razones para considerar que el español de primera mitad del XX es más
próximo del español XIX (moderno) que del XXI (actual).
e. También pueden darse otras periodizaciones y denominaciones (castellano alfonsí).
No 琀椀enen que interpretarse estas divisiones como períodos de estabilidad, sino como etapas
de generalización y consolidación de cambios.

3. Límites en la historia del español


Hay que re昀氀exionar sobre los límites de la Historia de la lengua: hasta qué momento el objeto
de estudio es “histórico” y a par琀椀r de dónde debe contemplarse como lengua “actual” (como
un producto terminado que solo admita ser estudiado desde un punto de vista sincrónico).
- Los cambios producidos en la etapa denominada moderna no afectan al núcleo del
sistema lingüís琀椀co, por lo que es complejo establecer un límite basado en hechos internos.
- En cuanto a los externos, las circunstancias del español actual no inducen a considerar la
posibilidad de un reajuste, sino que se centran en la cues琀椀ón de la unidad del idioma.
o La RAE da cabida en los materiales del corpus diacrónico CORDE a los textos de hasta
1975, mientras que los posteriores forman parte del corpus de español actual CREA;
o Aunque hasta ahora no se ha cumplido, estaba previsto incorporar materiales nuevos
al CREA cada 5 años; y los primeros 5 años de este pasarían a engrosar el CORDE.
Este propósito sirve como referencia para entender que la RAE consideraba que el
estudio diacrónico se ocuparía de toda la historia de la lengua, excepto los úl琀椀mos 25
años.

Estos límites deben entenderse de forma 昀氀exible, y para generalizar sobre el sistema
lingüís琀椀co es necesario contar con una perspec琀椀va mayor, si no se producen cambios
importantes.
- Sin embargo, estudios actuales se centran en explicar los cambios que se han producido en
la época más reciente (p.e., los ocurridos en los úl琀椀mos decenios, ya en el nuevo milenio),
algo que supone una perspec琀椀va diacrónica, aunque su objeto de estudio sea
precisamente la (micro)diacronía más reciente.
- Por esta razón, en el libro no nos detenemos en el español del SXX; prestaremos atención
también a los fenómenos de cambio lingüís琀椀co en las dos primeras décadas del XXI.

4. Infografía: el español en su historia


1) Antes de 218 a.C.: La Hispania prerromana (lenguas de sustrato).
2) 218 a.C. -19 a.C.: Romanización y la琀n (el la琀n vulgar).

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3) SV: Invasiones germánicas.


4) SVIII: Invasión árabe (la fragmentación del la琀n).
5) SX: Formación de los reinos cris琀椀anos y primeros textos castellanos.
6) SXIII: El impulso del castellano (Alfonso X el sabio).
7) SXV: Fin de la Reconquista y expansión del castellano (Nebrija).
8) SXVI: Expansión exterior (castellano y español).
9) SXVII: La re昀氀exión sobre la lengua.
10) SXVIII: La Real Academia Española.
11) SXIX: Comienzo de la Lingüís琀椀ca histórica (昀椀guras relevantes).
12) SXX: Escuela de Filología española.
13) SXXI: Irrupción de la tecnología y las telecomunicaciones.
14) El español en el mundo actual.

Tema 2. De la Hispania prerromana a la invasión árabe

1. Las lenguas de la Hispania prerromana: el concepto de sustrato


El español es una lengua románica o romance ya que deriva del la琀n: una lengua
indoeuropea, de la familia itálica, que se impuso a otras de esta familia (el osco y umbro) en la
península itálica
- El poder militar y polí琀椀co de Roma en el Mediterráneo (III a. C.- 昀椀n del Imperio SV) supuso
la extensión del la琀n por Europa y el norte de África, favoreciendo su fragmentación en
dialectos. Algunos se convir琀椀eron en lenguas: castellano, catalán, gallego, francés,
italiano...
- En los territorios donde se imponía el la琀n de los conquistadores se hablaban
previamente lenguas autóctonas o de sustrato.
o En la península ibérica, los pueblos hablaban sus propias lenguas. Desde la
prehistoria, la Península tenía una densa población derivada de sucesivas oleadas
migratorias (p.e. fenicios, cartagineses, griegos...).
o El propio nombre de Hispania procede del fenicio (“costa de conejos"), mientras que
Iberia era el nombre que le daban los griegos.

Desde la mitad del SIII a. C., se dis琀椀nguen dos áreas lingüís琀椀cas fundamentales:
a) Área ibera (noreste).
b) Área celta y cel琀bera (en el resto del territorio peninsular): las tribus indoeuropeas
cél琀椀cas se habían establecido entre el IX y VI a. C. en el interior y en el oeste de la
península ibérica.
a. En el centro, los celtas se mezclaron con los iberos (por eso se habla de cel琀beros).
b. Con el 琀椀empo, los iberos fueron ocupando toda la costa mediterránea.
c. Desarrollaron un sistema de escritura parcialmente silábico sin descifrar.
d. La interpenetración étnica entre los pueblos de Hispania se nota en la toponimia,
que con琀椀ene raíces cél琀椀cas (-briga: Segóbriga) e ibéricas (el elemento ili: llerda).

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AI norte, en la zona oriental del Cantábrico, habitaban los vascos, un pueblo no indoeuropeo
cuya relación con el ibero no está clara. La lengua vasca (euskera) es una lengua no
indoeuropea de origen desconocido; con hipótesis sobre su origen (ibero, caucásico...), no
concluyentes.
- Ha sido intensa la hipótesis vascoibérica (el vasco procedería de los iberos). El euskera es
la única lengua autóctona superviviente del proceso de romanización de la península
ibérica.

¿Qué tes琀椀monios hay de las lenguas prerromanas y su in昀氀uencia en el la琀n hispánico? Gracias
a la arqueología, contamos con restos epigrá昀椀cos. Aun así, lo más común es rastrear la
in昀氀uencia de las lenguas de sustrato a par琀椀r de los posibles restos (foné琀椀cos, léxicos...) que
pasaron al la琀n de la Península y contribuyeron a con昀椀gurar dis琀椀ntas variedades en las áreas
peninsulares.

Ascoli en el SXIX propuso la teoría de los estratos a par琀椀r de la metáfora de las capas
geológicas: cuando hay un contacto de lenguas en un territorio, pueden producirse dis琀椀ntas
situaciones:
1) Si la lengua de un pueblo invasor se impone en el territorio donde exis琀an otras lenguas
y estas dejan algún rastro en la lengua dominante, hablamos de sustrato (sería el caso de
las lenguas prerromanas -excepto el vasco- respecto al la琀n).
2) Si la lengua del pueblo invasor no se impone, pero sí deja huella en la lengua del pueblo
dominado, hablamos de superestrato (lengua germánica respecto al la琀n hispánico).
3) La in昀氀uencia de una lengua que convive con otra en un territorio o en territorios vecinos,
sin que ninguna de las dos se imponga, aunque elementos traspasen, es el adstrato.
La metáfora geológica es ú琀椀l para explicar las caracterís琀椀cas peculiares de una lengua
románica o grupo de lenguas románicas como el iberorromance (grupo al que pertenecen los
romances peninsulares, gallegoportugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés, catalán y
mozárabe).

In昀氀uencia sustra琀s琀椀ca de las lenguas prerromanas peninsulares, sobre todo de carácter léxico:
a) Hay restos del léxico de origen prerromano en términos de dis琀椀ntas familias,
normalmente relacionados con las ac琀椀vidades de la vida diaria.
a. De origen celta parecen ser lama “lodo”, álamo, losa o brío “energía”;
b. De origen vasco, izquierdo, pizarra o cencerro.
c. Es di昀cil determinar el origen de algunos términos atribuidos al sustrato prerromano,
como barro, becerro o cama, o del su昀椀jo patronímico en -z (Ruiz, Gómez).
b) Los restos en la toponimia son abundantes:
a. Son de origen celta los compuestos con -briga “cas琀椀llo”, p.e. Julióbriga, o con -dunum
“ciudad”, como Berdún, y los derivados de la raíz sego- “vencer”, como Segovia.
b. De origen vasco son los topónimos con el elemento ili/iri “ciudad”, p.e. Ilerda (Lérida);
con aranz “espino”, como Aranjuez; o con el su昀椀jo -urri / -uri “ciudad”, como
Calahorra.
c) Se atribuyen a la in昀氀uencia del sustrato prerromano algunas caracterís琀椀cas foné琀椀cas del
castellano, lo cual es más discu琀椀ble, sobre todo en el caso del vasco, lengua con la que el
castellano mantuvo contacto durante siglos después de la invasión romana.

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a. A la in昀氀uencia del vasco se atribuyen dos fenómenos caracterís琀椀cos del castellano: la


aspiración y posterior pérdida de f- inicial la琀椀na y la inexistencia de /v/ (se
relacionan con la ausencia de fonemas labiodentales en vasco).
b. El hecho de que el castellano solo posea cinco fonemas vocálicos puede deberse a un
sustrato prerromano no indoeuropeo (vasco o ibero).
c. Al sustrato celta se atribuye la lenición consonán琀椀ca (que provoca la sonorización de
oclusivas sordas intervocálicas, APOTHECA > bodega, o la frica琀椀vización de las
sonoras, a veces con pérdida: LITIGARE > lidiar), la in昀氀exión vocálica por efecto de un
elemento palatal con琀椀guo (en FECI > hice) o la evolución del grupo /kt/ (LACTE >
leche).

2. El latín y la romanización: latín vulgar y latín de Hispania


El español es una lengua derivada del la琀n hablado en la península ibérica durante siglos
(desde la llegada de los romanos). El proceso por el que el imperio romano se expandió desde
Roma hasta todo el mundo se llama romanización (fue un proceso fundamental al dotar por
primera vez a gran parte de Europa de estructuras sociales, polí琀椀cas y culturales comunes).
- La romanización de la península ibérica comenzó en el 218 a. C., con la 2a guerra púnica
con el desembarco de los Escipiones en Emporion (Ampurias), y terminó en el 19 a. C.
(Augusto), con la victoria romana frente a las tribus del norte (galaicos, astures y
cántabros).
- Con la romanización llega el la琀n, lengua de los colonizadores, desbancando a las lenguas
prerrománicas excepto al euskera, a través de un largo proceso de bilingüismo y diglosia.

Las lenguas románicas vienen de la variedad del la琀n vulgar, expresión con dis琀椀ntas
acepciones, según si entendemos “vulgar” como variedad dia昀sica (usada en el ámbito
familiar y coloquial), diastrá琀椀ca (variedad de las clases menos cultas o bajas en la escala social)
o diacrónica (como variedad evolucionada, posterior al la琀n de la época republicana).
- En cada signi昀椀cado, el la琀n vulgar se opone a una variedad diferente: la琀n literario, culto
o clásico son las expresiones opuestas más frecuentes (cuya elección no es excluyente).
- Escritores la琀椀nos se referían al sermo vulgaris o quo琀椀dianus (coloquial) y al sermo
rus琀椀cus, (propio del campo, que también podía incluir formas dialectales) frente a sermo
urbanus (variedad de Roma). El es琀椀lo más cuidado y culto era el sermo nobilis.

Al decir que el la琀n que traen los soldados y colonizadores a la Península es vulgar, nos
referimos a una variedad propia de gentes sin un grado de cultura elevado y preferentemente
hablada.
- Conocemos sus caracterís琀椀cas por varias fuentes: inscripciones (gra昀椀琀椀 pompeyanos), los
diálogos de personajes de baja clase social o en situaciones informales (en las comedias
de Plauto o Terencio), los comentarios en obras de gramá琀椀cos que censuran
incorrecciones extendidas (el Appendix Probi, del SVI o VII), los tes琀椀monios epigrá昀椀cos
(pizarras visigodas).
- Cuando la mayor parte de las lenguas romances coinciden en un resultado, deducimos
que debía de ser una variante del la琀n vulgar: a par琀椀r del esp. caballo, port. cavalo, it.
cavallo y rum. cal con el signi昀椀cado “caballo”, deducimos que en la琀n vulgar con ese

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signi昀椀cado se usaba CABALLUS (originariamente, caballo de carga) y no el sustan琀椀vo del


lat. clásico EQUUS
- La lingüís琀椀ca románica se re昀椀ere con el la琀n vulgar a las formas la琀椀nas e琀椀mológicas no
documentadas en fuentes escritas, pero que podemos reconstruir a par琀椀r de los
resultados de las lenguas romances. En ese caso, las palabras que se citan como é琀椀mos
van precedidas de un asterisco (“forma reconstruida o no documentada”). P.e. la
correspondencia entre las formas románicas esp. aguzar, port. aguçar, fr. aiguiser o it.
aguzzare permi琀椀ría reconstruir una forma originaria común *ACUTIARE.

Las caracterís琀椀cas del la琀n de Hispania son el arcaísmo, conservadurismo y dialectalismo.


1) Carácter arcaico: determinado por ser muy temprana la colonización de la península
ibérica (III a. C.), frente a otras zonas como la Galia, colonizadas más tardíamente.
a. Se supone así que algunos rasgos del la琀n impuesto en la Península son propios
del la琀n arcaico: el uso del término COVA (esp. cueva y port cova) frente al lat.
clásico CAVA (fr. cave); o el rela琀椀vo CUIUS (esp. cuyo y port. cujo) en desuso en lat.
SI a.C.
2) Carácter conservador: se da en zonas periféricas de la Romania (en áreas que no están en
contacto y 琀椀enen soluciones coincidentes que pueden atribuirse a su lejanía con respecto
a los focos de innovación lingüís琀椀ca, más próximos a Roma).
a. Hay casos en los que coinciden las lenguas de la Romania oriental y occidental, con
soluciones diferentes a las del francés o el italiano; como la par琀cula compara琀椀va
(MAGIS, con derivados esp. más, port. mais y rum. mai, frente a la innovadora
PLUS, origen del fr. plus o del it. piú). El conservadurismo vs innovación también se
da en el léxico (esp. hermoso, port. formoso y rum. frumos, derivados de
FORMOSU, y el fr. beau o el it. bello, derivados del más novedoso BELLU).

Al carácter conservador del la琀n hispánico se atribuyen otras caracterís琀椀cas del castellano o
generales en los romances ibéricos:
- Elementos léxicos procedentes de términos la琀椀nos olvidados en otros romances: METU,
origen de esp. miedo, port. medo (frente a los derivados de PAVORE en fr. peur o it.
paura), VOTA “bodas” (frente a NUPTIAE, donde it. nozze) o GERMANU (frente a FRATRE:
fr. frere).
- Elementos grama琀椀cales como el sistema de tres demostra琀椀vos para marcar cercanía,
media distancia y lejanía (esp. este, aqueste/ese, aquese/aquel; port. este, aqueste/ese,
aquesse, aquelle; cat. aquest, est /aqueix,eix / aquell), frente al sistema binario de los
romances cerca de Roma, para expresar solo cercanía o distancia (it. questo / quello; fr.
celui-ci / celui-là).
3) Carácter dialectal: puede deberse al origen suditálico de los primi琀椀vos colonizadores
(estos proceden de zonas meridionales donde se hablaban dialectos osco-umbros) que en
los SIII-II a. C. entran a la Península por la zona Bé琀椀ca y por el Levante, a través de la
Tarraconense, y se expanden hacia el centro.
a. Un fenómeno en que se ha expuesto la in昀氀uencia de los colonizadores de origen
osco-umbra es la asimilación consonán琀椀ca en el grupo la琀椀no MB> /m/, limitada a
los romances del sur de Italia y a la zona central y este de la península ibérica.

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Cabe destacar que algunos rasgos de los romances iberorrománicos se han relacionado con un
posible carácter innovador del la琀n hispánico: quizá el más representa琀椀vo sea la fusión en
una de las conjugaciones la琀椀nas en - E RE y - Ĕ RE común al español y el portugués (DEB E RE,
VEND Ĕ RE > esp. deber, vender; port. dever, vender; frente a 昀椀. devoir, vendre).

3. Las invasiones germánicas


A 昀椀nales del SIV, se divide el Imperio Romano en el Imperio de Occidente y el de Oriente. Esto
precipita el deterioro y se intensi昀椀can las invasiones de los pueblos bárbaros, cuyas
incursiones en los territorios del imperio eran ya frecuentes desde el SIII.
- A la península llegan varias oleadas a través de los Pirineos: en el año 409, suevos,
vándalos y alanos se asientan en la mayor parte del territorio y cruzan el estrecho para
pasar a África.
- Tras años de luchas, los visigodos, empujados desde el Sur de Francia por los francos, se
imponen a los demás pueblos bárbaros y conquistan la Península.
o Los visigodos eran los más civilizados entre todos los invasores y en su largo
contacto con los romanos habrían asimilado parte de su cultura, por lo que no
debió de resultar di昀cil la convivencia con los hispanos.
o En el período visigó琀椀co, Toledo es capital del reino, sede del poder polí琀椀co.

En Hispania, los visigodos se romanizaron progresivamente: dejaron huella en las costumbres


y el derecho, pero no impusieron su lengua, por lo que se siguió hablando la琀n.
- Es di昀cil conocer la variedad lingüís琀椀ca hablada en la Península en la época visigó琀椀ca,
entre los SVI-VIII, ya que solo queda el tes琀椀monio de textos epigrá昀椀cos (en las pizarras
visigodas), que aportan datos sobre peculiaridades del la琀n escrito en la época y el
incipiente romance (la igualación de Ŭ y O , y posiblemente la diptongación de Ĕ en /ie/).
Estos documentos, escritos sobre piedras de pizarra, eran de contenidos diversos (listas,
cartas, textos jurídicos, litúrgicos...) y suponen un valioso tes琀椀monio de la sociedad de la
Hispania visigó琀椀ca.
- La aportación de las lenguas germánicas al la琀n hispánico, heredada luego por los
romances, se limita a algunos elementos: términos comunes como ropa, falda o esquilar,
léxico militar como guardia, espía o guerra: el su昀椀jo -engo (< germ. -ing) del lenguaje
jurídico (abolengo); topónimos como Villamarín o los derivados de elementos germánicos
(de marhs “caballo”, Gondomar o Guimar); antropónimos como Álvaro, Alfonso, Elvira o
Fernando, además de apellidos en -iz (germ. -iks) como Rodríguez, Sánchez o Ruiz.

4. La invasión árabe
En el 711 se produce la invasión musulmana de la Península, que se extendió con gran
rapidez: desde Gibraltar, llegan a Toledo el mismo año, a Sevilla y Mérida en 712, a Lugo y
Zaragoza en 714 y a Cataluña en 719. En menos de 20 años, solo el norte y el noroeste
resisten; se convierte en el reducto del cris琀椀anismo y será el núcleo desde el que se
emprenderá la Reconquista.
La llegada del Islam supone una ruptura con el mundo anterior y se pierde el legado de
Roma, conservado en la época visigó琀椀ca. Se impone en los territorios conquistados una
organización sociopolí琀椀ca nueva y, sobre todo, una nueva religión que origina una convivencia

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de creencias di昀ciles de conciliar. Había varios núcleos religiosos peculiares (en la diversidad
religiosa está el origen de varios con昀氀ictos en los siglos siguientes):
a) Judíos: primero vivieron entre los musulmanes y, a par琀椀r del SXII, entre los cris琀椀anos.
b) Mozárabes: cris琀椀anos que vivían en territorio ocupado por los musulmanes y a quienes se
permi琀a prac琀椀car su religión, siempre que pagaran un tributo.
c) Mudéjares: musulmanes viviendo en territorio cris琀椀ano (terminada la Reconquista,
fueron obligados a bau琀椀zarse y se convir琀椀eron en moriscos).

En el aspecto cultural, los primeros siglos de dominación musulmana se caracterizan por un


gran vacío, pero a par琀椀r del SIX tendrá lugar un renacimiento cultural manifestado con
intensidad en el desarrollo cien琀昀椀co. En el terreno polí琀椀co son frecuentes las luchas internas
y rebeliones de los mozárabes en muchos lugares.

5. La diversidad lingüística en la península


Durante la dominación árabe, la península ibérica se caracteriza por gran diversidad
lingüís琀椀ca; la mayor parte de la población vive en territorios bilingües árabo-románicos.
- Los invasores imponen el árabe como lengua de la administración y la cultura, por lo que
los cris琀椀anos que viven en los territorios ocupados 琀椀enen que aprenderlo.
o Era un árabe heterogéneo y vulgar, alejado del clásico, que era la lengua de cultura.
- La población hispana usaba para la comunicación diaria su variante romance, el
mozárabe, que debió de ser conocida por los árabes, como ates琀椀guan los glosarios de
ambas lenguas, los tes琀椀monios de historiadores de la época y la existencia de las jarchas,
fragmentos en mozárabe intercalados en las moaxajas poé琀椀cas árabes o hebreas.
- Sin embargo, hay inves琀椀gadores que dudan de la existencia del mozárabe como variedad
romance diferenciada. En cambio, dis琀椀nguen romandalusí (variedad la琀椀no-romance de los
territorios ocupados por árabes, hablada por cris琀椀anos y musulmanes) y andalusí (variante
del árabe hablado en Al-Ándalus, in昀氀uido por su contacto con el romance).
- En cualquier caso, el mozárabe o romandalusí se perdió entre los SXII-XIII, por el mayor
pres琀椀gio del árabe andalusí en el sur y del castellano en el norte.

En los núcleos cris琀椀anos del norte peninsular, que habían resis琀椀do más a los invasores de la
Península (romanos, visigodos y árabes), se con昀椀guraron dis琀椀ntas variantes iberorrománicas,
todavía entre los SVIII y X poco diferenciadas. Para esa época, algunos historiadores de la
lengua hablan de protorromance o romance común.
- La historia inmediatamente posterior al SX estará marcada por la Reconquista y la
extensión del castellano por gran parte del territorio peninsular, pareja al pres琀椀gio
polí琀椀co de Cas琀椀lla, que se establece como reino en 1035.

6. La influencia del árabe en el castellano


La larga etapa de convivencia del árabe con el romance castellano, extendida a lo largo de
casi ocho siglos, ha facilitado la introducción de numerosos arabismos a nuestra lengua (se
calcula que alrededor del 8% del léxico del español es de origen árabe). Suelen agruparse por
campos léxicos: plantas y frutos (aceituna, azúcar, albahaca, algodón) agricultura y ganadería
(acequia, zanja, res), léxico matemá琀椀co (cifra, algoritmo, álgebra), de medicina y química
(alcohol, elixir), de astronomía (cenit), de fauna (jabalí), jurídico y administra琀椀vo (alguacil,

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alcalde), comercial (tarifa, arancel), profesiones (alfarero, albañil), arquitectura y urbanismo


(azotea, tabique, atalaya) objetos domés琀椀cos (ajuar, almohada, alfombra), alimentos
(almíbar, albóndigas) ropa y calzado (albornoz, jubón), instrumentos musicales (tambor,
trompeta), léxico bélico (rehén, almirante), joyería (alhaja), adje琀椀vos (carmesí, añil, gandul,
fulano (inde昀椀nido fulan cualquiera)
- En la toponimia, los arabismos son abundan琀simos: p.e., los derivados de wadi “río”,
como Guadalquivir o Guadalajara “río de las piedras”, y los procedentes de ribaz, como
Rápita.
- Además de los préstamos léxicos, también hubo casos de préstamo semán琀椀co: p.e.,
infante, además de su signi昀椀cado original "niño", adoptó el signi昀椀cado de hijo de noble o
de rey” a par琀椀r del ár. walad “niño” y “heredero del trono”.

Foné琀椀ca: en contra de la opinión de Nebrija y otros gramá琀椀cos, el árabe no in昀氀uyó en el


sistema fonológico del castellano. Se ha concluido que los fonemas aspirados o palatales
desconocidos para el la琀n no están tomados del árabe. En cambio, parece posible que los
préstamos árabes:
- Modi昀椀caran la frecuencia de algunos esquemas acentuales (como el aumento del número
de palabras agudas y esdrújulas),
- Provocara un aumento de palabras polisílabas o de agudas terminadas en vocal o en -z.

Gramá琀椀ca: se han señalado como rasgos debidos a in昀氀uencia del árabe:


1) La preposición hasta (< ár. harrá).
2) El su昀椀jo -í para adje琀椀vos (alfonsí, andalusí).
3) Los plurales del 琀椀po los padres para designar a la pareja de “padre y madre”.
4) Expresiones del 琀椀po Si Dios quiere o Bendita sea la madre que te parió.
5) El ar琀culo árabe al no es un préstamo morfológico en español, pero está presente en una
gran can琀椀dad de arabismos léxicos, como al- o a-.
6) Las traducciones medievales del árabe al castellano presentan construcciones que pueden
considerarse calcos sintác琀椀cos: pleonasmos como su gracia de Dios, uso impersonal de la
segunda persona singular o repe琀椀ción constante de la conjunción copula琀椀va.

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Tema 3. El romance primitivo y la constitución del castellano


medieval (SVIII-XIII)

1. Contexto histórico
En el SVIII las invasiones árabes ocupan la Península a excepción de algunos núcleos cris琀椀anos
del norte y noroeste. Desde allí arranca desde principios del SIX, la Reconquista, un
movimiento alentado por el deseo de los reyes cris琀椀anos de recuperar el territorio perdido.
- Los núcleos cris琀椀anos se agrupan en varias áreas: Al norte y oeste, área asturiano-
cántabra: (desde Galicia hasta Álava y se ex琀椀ende por el sur hasta León, conver琀椀da en
capital del reino asturleonés a principios del SX); al este, los condados de Barcelona,
Aragón y el reino de Navarra, que ocupó La Rioja en el SX; entre esas dos zonas, el área
vasca y el condado de Cas琀椀lla, que se convierte en reino en 1035.
- Al norte, la población autóctona convive con cris琀椀anos que habían huido de los
territorios del sur y el centro peninsular, dominados por los árabes.
- Al otro lado de los Pirineos se encuentran los francos, que habían frenado el avance de los
musulmanes en el SVIII y con los que los reinos cris琀椀anos man琀椀enen relación.

SXI: la desaparición del califato de Córdoba y la fragmentación del territorio árabe en reinos
pequeños de taifas avanzó el proceso de recuperación del territorio ocupado por
musulmanes.
1) En 1085, castellanos y leoneses reconquistan Toledo, un enclave importante (los
visigodos lo habían establecido capital). Ello favorece la conciencia de unidad entre
hispanocris琀椀anos.
2) En el SXI, el rey Sancho de Navarra impone la primacía de Cas琀椀lla y Aragón sobre León y
Navarra; Navarra cede a Cas琀椀lla La Rioja en 1076 y El condado de Portugal se
independiza en 1119 y se convierte en reino en 1139.
3) En esas fechas, el condado de Barcelona se une a Aragón (1137: unión Barcelona y
Aragón).
4) Navarra, independizada de Aragón desde 1134 y gobernada por dinas琀as de origen
francés desde 1234, se desvincula polí琀椀camente de los demás reinos hispánicos.
5) En 1230, Cas琀椀lla absorbe a León y domina polí琀椀camente la mayoría de la Hispania
cris琀椀ana. Los otros dos núcleos polí琀椀cos relevantes son el reino de Portugal y la Corona de
Aragón.

A lo largo de los SXII-XIII, el reino de Cas琀椀lla va aumentando su pres琀椀gio polí琀椀co y los


habitantes de los territorios conquistados van adoptando su lengua, abandonando el árabe y
el mozárabe.
- SXIII: tras la victoria de las Navas de Tolosa (1212), se toman las ciudades más importantes
del sur: entre 1236-1250, Cas琀椀lla recupera Córdoba, Jaén, Sevilla, Cádiz y Murcia.
- Tras el SXIII: los árabes solo conservan el reino de Granada (se extendía por las actuales
Almería, Granada y Málaga). La Reconquista se estanca en el SXIV y culminará en 1492 con
la entrega de Granada a los Reyes Católicos.

A par琀椀r del XI, además de la Reconquista, un hecho histórico importante para la lengua
española es la intensi昀椀cación del contacto con los francos, por la mejora del Camino de
San琀椀ago.

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- Los francos se asientan en el Camino y cons琀椀tuyen núcleos de artesanos y comerciantes,


especialmente en las zonas más próximas, Navarra y Aragón.
- El contacto aumenta también por la polí琀椀ca matrimonial con Aragón y Cas琀椀lla y por el
papel importante de las órdenes eclesiás琀椀cas, en especial la Orden benedic琀椀na de Cluny
(impuso el rito romano, reintrodujo el la琀n reformado que se escribía en los monasterios
europeos y sus琀椀tuyó la escritura visigó琀椀ca por la carolingia). En los siglos XII y XIII también
es notable la in昀氀uencia de la poesía trovadoresca provenzal y de la poesía épica francesa.
Culturalmente, es relevante la ac琀椀vidad traductora, concentrada en la “Escuela de
traductores” de Toledo, impulsada por el arzobispo Raimundo de Toledo en la 1ª mitad XII.
- El núcleo concentró a sabios de dis琀椀ntas culturas (cris琀椀anos, árabes y judíos), que
traducían al la琀n las grandes obras de la cultura árabe, con el 昀椀n de difundirla al mundo
cris琀椀ano.
- En el SXIII, se crean los primeros centros universitarios, precedidos por los Palencia (1208),
donde se enseñaban el trívium y el quadrivium. La creación de las universidades
(Valladolid y Salamanca) es re昀氀ejo del desarrollo cultural que Europa alcanza en el SXIII.

En el SXIII hay una 昀椀gura relevante para la historia de la lengua, el rey Alfonso X el Sabio;
durante su reinado (1252-1284), el castellano fue impulsado y se consiguió una primera
estandarización.

2. Latín tardío y romance temprano


Hay falta de acuerdo (y de datos) sobre hasta qué época se habló la琀n en la Península y a
par琀椀r de qué momento podemos hablar de variedades romances diferentes a la lengua
originaria.
- El la琀n perdura como lengua preferente para la escritura hasta el SXII, pero es compa琀椀ble
con la existencia de una lengua hablada diferente en las dis琀椀ntas áreas peninsulares, en
las que ya se estaban fraguando los diferentes romances.
- El estadio anterior a la diversi昀椀cación lingüís琀椀ca de la Península (entre SVIII-XI) se conoce
como protorromance, romance común o romance temprano.
o Es habitual referirse a estos siglos como “época de orígenes” (viene del 琀tulo de una
obra de Menéndez Pidal, 1950): una época compleja, marcada por la fragmentación
del la琀n y la progresiva diferenciación de los dialectos romances.
- Cabe también plantearse cómo se produjo el paso a la escritura de las lenguas romances;
la evolución del la琀n al romance se produjo en la lengua hablada, pero la escritura
también tuvo que verse de in昀氀uida por los cambios que se estaban operando en la lengua
hablada.
- Wright propone una tesis diferente: la dis琀椀nción entre el la琀n y las lenguas romances fue
posterior a las reformas carolingias de inicios del SIX y antes de estas reformas solo
había una lengua, el la琀椀nus, que es lo que llamamos ahora romance temprano o
protorromance.
o Considera que en iberorromance no se puede hablar de dialectos diferenciados
hasta mediados del SXIII, cuando ya en documentos de Alfonso X aparecen
referencias a la lengua propia de Cas琀椀lla. Esta teoría no ha sido unánimemente
aceptada; resultaría di昀cil explicar la existencia de textos literarios en el SXII, así
como la clara conciencia de iden琀椀dad lingüís琀椀ca que ya es evidente en el SXIII.

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Con la cons琀椀tución de los diferentes romances, el la琀n pasará a ser lengua de superestrato,
por el pres琀椀gio que man琀椀ene en Europa (románica y no románica) como lengua de cultura.
- El español, será fuente de préstamos cultos y modelo de lengua elaborada en varias
épocas.
- Los dialectos del la琀n, en la Edad Media, serán llamados lenguas vulgares, por oposición al
la琀n, la lengua culta por excelencia.

3. Los primeros testimonios escritos del castellano


Los primeros documentos en que aparece escrito el romance castellano son: los Cartularios
de Valpuesta o Becerros (SIX); la Nodicia de kesos (SX); y las Glosas Emilianenses y Silenses,
todavía muy la琀椀nizantes (SX-XI). Son tes琀椀monios de una lengua en evolución, en los que se
advierte un intento de re昀氀ejar la pronunciación a través de nuevos signos grá昀椀cos (Menéndez
Pidal habla de una “ortogra昀a de orígenes”).
- Por otro lado, alrededor del SX, los límites dialectales entre los romances peninsulares no
estaban todavía de昀椀nidos, por lo que no es raro encontrar Ieonesismos o riojanismos.
- Hasta hace poco, las Glosas eran consideradas los primeros tes琀椀monios escritos en
español (“el primer vagido de la lengua castellana”: Dámaso Alonso), aunque algunos
estudios las sitúan en torno a la mitad del SXI.
o La Nodicia de Kesos era conocida por Menéndez Pidal en el XX, pero no ha sido
hasta principios del siglo XXI cuando se ha inves琀椀gado más: parece que adelanta
unos años la fecha de los tes琀椀monios que hasta hace muy poco se habían tenido
como más an琀椀guos para el romance, las Glosas Emilianenses.
o Tanto las Glosas como la Nodicia parecen ser del SX, aunque es posible que la fecha
de las Glosas deba retrasarse hasta mitad del SXI. Estos primeros documentos 琀椀enen
palabras o frases sueltas: no pueden ser considerados todavía autén琀椀cos “textos”.
- Cartularios de Valpuesta o Becerros (llamados así por el material en el que están escritos):
los documentos más an琀椀guos de esta colección pueden fecharse en el SIX.
o Reciben los nombres de becerro gó琀椀co y becerro galicano por el 琀椀po de letra que se
emplea mayoritariamente en cada uno de ellos (visigó琀椀ca o carolina).
o 2010: la RAE avaló su consideración de primeros tes琀椀monios de romance
castellano, publicando unos volúmenes que recogen los 187 documentos y diversos
estudios.

En el SXI probablemente ya exis琀a entre los hablantes conciencia de la diferencia entre lengua
oral (romance) y lengua escrita (la琀n), pero el romance tardará en desarrollarse por escrito.
- Hasta principios del XIII los documentos escritos seguirán empleando mayoritariamente el
la琀n, aunque el romance va ganando cada vez más presencia desde el SXII. Los textos
legales emplean regularmente el romance ya en el SXIII.

4. La expansión del castellano y el contínuum dialectal peninsular


Paralelamente a su expansión polí琀椀ca, el romance castellano se extendió hacia el sur
peninsular, abriéndose desde el centro hacia el sur en forma de abanico inver琀椀do (es la cuña
castellana de Menéndez Pidal). Aun así, el castellano no era homogéneo; presentaba

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in昀氀uencias dialectales o caracterís琀椀cas comunes con otros dialectos romances: leonés,


riojano, aragonés, navarro.
o Es una época de con琀nuum dialectal en la Península.
- Muchos de los rasgos foné琀椀cos atribuidos en exclusiva al castellano fueron compar琀椀dos
por los territorios vecinos del reino de León o Navarra, y mucho antes de su unión polí琀椀ca
con Cas琀椀lla; como también otros rasgos supuestamente no castellanos se dieron en
Cas琀椀lla.
- Ningún reino medieval dispuso de una variedad lingüís琀椀ca homogénea diferenciada y
todos los territorios, cuyas fronteras todavía no eran estables, compar琀椀eron rasgos
lingüís琀椀cos.
o Reino de León: tenían rasgos cercanos al gallegoportugués y al asturleonés;
o Reino de Navarra: el vasco convivía con una modalidad romance
navarroaragonesa;
o Reino de Aragón: encontramos rasgos aragoneses y catalanes.
o Reino de Cas琀椀lla: la variedad lingüís琀椀ca es mayor: al oeste, el castellano occidental
presenta rasgos comunes al Ieonés (formas contractas de preposición y ar琀culo
como connas, polos, ennos...); en el este, el castellano oriental posee rasgos
comunes al navarroaragonés y al riojano (palatalización de /kt/ en /it/, como en
muyt).
- La extensión de Cas琀椀lla hacia el sur produjo la mezcla de repobladores de esos variados
orígenes y favoreció la adopción en el centro y el sur de soluciones lingüís琀椀cas muy
variadas.
Frente a la pretendida uniformidad del castellano, los territorios que pertenecieron al an琀椀guo
reino de Cas琀椀lla poseen, al menos, dos importantes escisiones dialectales, que dividen Cas琀椀lla
de norte a sur y delimitan dos 琀椀pos de castellano:
a) Castellano occidental: con rasgos comunes con el asturleonés.
b) Castellano oriental: con rasgos comunes con el área navarra (y aragonesa).

Desde un punto de vista polí琀椀co, el reino de Cas琀椀lla comprendía las dos variedades, pero,
desde un punto de vista lingüís琀椀co, esas variedades no eran exclusivas del reino de Cas琀椀lla.
- El castellano que se ex琀椀ende por el centro y sur de la Península y en la lengua culta a veces
es el de 琀椀po occidental, mientras que otras veces es el de 琀椀po oriental.
- Fernández Ordóñez: la nota diferencial castellana no consiste en haber dispuesto de rasgos
exclusivos-uniformes, sino en la temprana conciencia de la iden琀椀dad lingüís琀椀ca que
prueba el uso metalingüís琀椀co de castellano para referirse al vernáculo hablado en Cas琀椀lla
en los textos de Alfonso el Sabio.

5. El castellano de los siglos XII-XIII


5.1 Generalidades y fonética
En los siglos XII-XIII se 昀椀ja progresivamente el castellano como lengua escrita, aunque
persisten abundantes vacilaciones. Se conservan de 昀椀nales SXII-SXIII los siguientes texto:
- Textos notariales, a veces escritos con una mezcla de la琀n y romance di昀cil de clasi昀椀car
(p.e., compraventas, donaciones); fueros y otros textos jurídicos: Las Paces de Cabreros
(1206, primer documento cancilleresco conocido escrito en romance hispánico), Fuero de
Madrid (1141-1235) y el Fuero de Zorita de los Canes (1218).

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- Primeras traducciones bíblicas (principios SXIII): (Fazienda de Ultramar).


- Textos literarios: teatro (Auto de los Reyes Magos SXI), épica (Poema de Mio Cid, 昀椀nal
SXII-principios del SXIII), lírica (primi琀椀va lí琀椀ca popular; Razón feyta de Amor con los
denuestos del agua y el vino, SXIII).
- Primeras obras del Mester de Clerecía (SXIII): Libro de Alexandre, Libro de Apolonio,
Poema de Fernán González y las obras de Berceo.
- Colecciones de exempla: narraciones breves inspiradas en la tradición oriental de cuentos
como Sendebar, Calila e Dimna.
- Literatura sapiencial: Poridat de poridades y Cas琀椀gos e documentos del rey don Sancho.

5.2 Fonética y grafías


En los textos primi琀椀vos se han consumado cambios foné琀椀cos propios del castellano medieval.
a) Vocalismo: se han diptongado las vocales tónicas abiertas /ε / y /ↄ/ del la琀n vulgar
(an琀椀guas breves la琀椀nas) en /ié/ y en /ué/, respec琀椀vamente, aunque el resultado puede
variar y hay vacilaciones (menbros/miembros, fora/fuera).
a. Es destacable un rasgo de in昀氀uencia francesa, importante en esta época hasta
Alfonso X: la apócope extrema de -e 昀椀nal: la pérdida de -e 昀椀nal detrás de 昀椀nales
diferentes a l, n, r, z, s y d: nuef “nueve”, est, puent, noch…
b. Existe vacilación en el vocalismo átono (creatura-criatura, logar-lugar, dezir-dizir...).
c. Es inestable la pérdida de vocales átonas postónicas o pretónicas: nomine-nonbre.
b) Consonan琀椀smo: se consuma la evolución de las oclusivas intervocálicas: simpli昀椀cación de
geminadas, sonorización de sordas y pérdida de sonoras (elos, digo, todos, limpio...).
a. Han comenzado palatalizaciones diversas y la evolución de grupos consonán琀椀cos,
aunque se da una di昀椀cultad especial al representar las nuevas consonantes
palatales (mugier-muger, señor-senior). La /f-/ inicial la琀椀na se está perdiendo y las
gra昀as con h muestran que ya se produce aspiración.
c) Escritura: todavía hay presencia de rasgos la琀椀nizantes y gra昀as di昀ciles de interpretar (es
di昀cil asegurar que la gra昀a nn esconda ya el fonema palatal). Las vacilaciones grá昀椀cas,
por el estado incipiente de tradición escrita, son abundantes en el SXII; en el SXIII se
aprecia una mayor 昀椀jación ortográ昀椀ca, sobre todo a par琀椀r de Alfonso X, pero persisten
gra昀as vacilantes

5.3 Morfosintaxis
Los textos de esta época ya re昀氀ejan los principales cambios grama琀椀cales.
a) Morfosintaxis nominal: la creación del ar琀culo y los nuevos pronombres (algunos en
forma arcaica: aqueste, gelo “se lo”, nos, vos “nosotros, vosotros”, suo “su”, quí “que,
quien”). Los posesivos van precedidos de ar琀culo (los sos ojos). Los pronombres átonos
suelen ir pospuestos a otras palabras, como enclí琀椀cos (tornós “se volvió”, dixol “le dijo”) y
no pueden empezar frase; el in昀椀ni琀椀vo se asimila al pronombre enclí琀椀co (acogello
“acogerlo”).
b) Morfosintaxis verbal, existe vacilación en muchas formas verbales (defenda-de昀椀enda,
ovo-hubo...) y no se han estabilizado presentes irregulares como soy o doy (entonces, so y
do).
a. La desinencia de 2a persona del plural es -des (tomedes, sodes “toméis, sois”).

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b. En los imperfectos de indica琀椀vo de la 2a y 3a conjugación predominan las formas


en -ie/-ié, en los SXII-XIII, aunque en el XIII se da -/a, que se generalizará más
tarde.
c. Los nuevos perfectos compuestos se construyen con los auxiliares ser (para verbos
pronominales e intransi琀椀vos) y haber (para verbos transi琀椀vos): los perfectos con
ser presentan concordancia con el sujeto (somos ydos); en construcciones de
perfecto compuesto con haber, los elementos pueden aparecer en orden inverso
al actual, presentan par琀椀cipio concertado con el objeto directo y admiten
elementos intercalados (琀椀erras de Borriana todas conquistas las han).
d. Pueden encontrarse separados el in昀椀ni琀椀vo y el auxiliar que forman los futuros y
condicionales, a veces con elementos intercalados (par琀椀r nos emos).
e. La forma en -ra conserva su valor e琀椀mológico de pretérito pluscuamperfecto de
indica琀椀vo (par琀椀era “había par琀椀do”) y los par琀椀cipios de los verbos en -er presentan
un par琀椀cipio en -udo (vencudo).
c) Adverbios 琀picos: cras “mañana”, lueñe “lejos”, assaz, essora, aína “deprisa, fácilmente”,
agora, estonz, ayuso, yuso “arriba”, suso “abajo”, los adverbios rela琀椀vos o “donde” y do
“de donde”, y los deíc琀椀cos y “allí” y ende “de allí”.
a. Con frecuencia, el su昀椀jo de los adverbios de modo será -mientre en el SXIII.
b. En las preposiciones encontramos la forma pora “para” (al 昀椀nal de SXIII se
impondrá la moderna para) y contracciones de preposición + ar琀culo (poral,
ennas).
c. Las conjunciones ca “porque” o maguer “aunque” son caracterís琀椀cas de esta
época

5.4 Léxico
En el léxico destaca la existencia de términos no procedentes del caudal de voces
patrimoniales, sino transmi琀椀dos por vía culta. Las diferentes vías de transmisión del léxico
la琀椀no originan dos 琀椀pos de derivados: voces patrimoniales y voces cultas (o semicultas).
a) Patrimoniales: se suelen cumplir las leyes de la evolución foné琀椀ca regular (NOCTE >
noche).
b) Cultas: la pronunciación más conservadora de los ambientes en que surgen, o el hecho de
que se transmitan por escrito, frenan la actuación de esas leyes evolu琀椀vas y hacen que
estos términos conserven una forma parecida al é琀椀mo la琀椀no (NOCTURNU > nocturno).
a. En ocasiones, la procedencia culta frena solo parcialmente la evolución, por lo que
podemos hablar de semicul琀椀smos (SAECULU > siglo, no *sejo).

La mayoría de los cul琀椀smos y semicul琀椀smos medievales pertenecen a los ámbitos religioso y


jurídico (es donde se concentraba la clase culta, que conocían el la琀n y prac琀椀caba la escritura).
- Léxico religioso: ángel (ANGELU), bendición (BENEDICTIONE), imagen (IMAGINE), oración
(ORATIONE), mundo (MUNDU) virgen (VIRGINE) y otros más evolucionados
(semicul琀椀smos): miraglo-milagro (MIRACULU), iglesia-eglesia (ECCLESIA), clérigo (CLERICU)
- Se introducen en esta época codicia, culpa, envidía, avaricia, obediencia o peligro.
- Berceo destaca por el uso de cul琀椀smos (claridad, abs琀椀nencia, concilio, reliquia, 昀氀ama,).
- Al léxico jurídico llegan cul琀椀smos: autoridad, decreto, juicio -con la forma medieval judizio-

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En esta época se produce la primera entrada masiva de galicismos a través del contacto con
los francos por el Camino de San琀椀ago: duque, dama, danzar, ligero, cobarde, más琀椀l, joya, etc.
Del occitano proceden bailar, desdén, enojar, hereje, rima, maestre, manjar, ruiseñor, son,
trovar, etc. (muchos de estos términos están relacionados con la in昀氀uencia de la poesía
trovadoresca).

6. Alfonso X el Sabio y el impulso del castellano


El castellano de la segunda mitad del SXIII está marcado por la 昀椀gura de Alfonso X el Sabio (rey
de 1252 a 1284): se conoce como época alfonsí y se habla del castellano alfonsí.
- Alfonso X generaliza el uso del castellano como lengua de administración, labor que
había iniciado su padre, Fernando III. Se destaca el carácter integrador del castellano, una
lengua familiar para árabes, cris琀椀anos y judíos, los grupos que convivían en la Hispania
medieval, frente a la lengua la琀椀na u琀椀lizada en los textos o昀椀ciales y legales.
o Promovió la creación de textos legales extensos (como el Fuero Real, el Setenario y
las Siete Par琀椀das; estas son la primera formulación del derecho común en una
lengua vulgar dentro de la Península).
- Encargó la composición de obras historiográ昀椀cas: la primera historia de España (Estoría de
España) y una monumental historia universal desde el principio del mundo (General
estoría, en varias partes). Se desarrolla también, además de la prosa historiográ昀椀ca, la
cien琀昀椀ca (Lapidario, Libros del saber de Astronomía, etc.).
- Con Alfonso X el uso del castellano se ex琀椀ende también como lengua de cultura, un
espacio reservado hasta entonces al la琀n o al árabe (esto supone un impulso
extraordinario para la normalización de la lengua y su 昀椀jación como lengua escrita).
o La lengua es poco homogénea, con rasgos de otras variedades dialectales de la
época por la procedencia de dis琀椀ntos colaboradores. Existe una mayor 昀椀jación
ortográ昀椀ca, aunque todavía se producen muchas vacilaciones.
o Como lengua de la lírica, el rey sigue usando el gallego (Can琀椀gas de Santa María).

En el impulso que el castellano experimentó fue decisiva la labor de los talleres de traductores
que Alfonso X mantuvo en ciudades como Toledo y Sevilla. Aunque la prác琀椀ca de la traducción
ya exis琀a, las versiones eran al la琀n. Con Alfonso X, se ordena re昀氀ejar por escrito la
traducción al romance, que antes era solo un paso previo de la traducción al la琀n y se hacía de
forma oral.
- La traducción como factor decisivo en el desarrollo y enriquecimiento de las lenguas
parece indudable: en época alfonsí fue decisiva para la creación léxica y el desarrollo de
estructuras morfológicas y sintác琀椀cas que permi琀椀eron una expresión más compleja y
昀氀uida.
- Por otro lado, el rey selecciona materiales, dirige la composición de las obras que salen de
su scriptorium, e interviene de nuevo al 昀椀nal del proceso, para revisar la obra y corregirla.
o Cuando atribuimos a Alfonso X la autoría de tantas obras extensas, su tarea personal
no es la propia redacción, sino la dirección, como se describe en la General Estoria.

Esta labor de Alfonso X ayudó a la prosa castellana a alcanzar la madurez expresiva:


a) En la sintaxis se desarrollan mecanismos que sirven para la cohesión textual,
especialmente en el nivel oracional (coordinación y subordinación);

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b) En el léxico, la preocupación por encontrar términos que re昀氀ejaran 昀椀elmente las


realidades nombradas en las obras cien琀昀椀cas facilitó la incorporación de nuevos
términos, tanto por derivación (sustan琀椀vos en -miento y -dor, p.e.) como cul琀椀smos y
tecnicismos (horizonte, eclipse, triángulo...) la mayoría de los cuales perviven en español
actual.
a. Se puso especial empeño en que este nuevo caudal léxico resultase comprensible,
empleando procedimientos que se han cali昀椀cado como “lexicográ昀椀cos”:
de昀椀niciones y aclaraciones introducidas por expresiones como “es llamado”, entre
otras.

Es evidente el empeño en hacer del castellano una lengua escrita, o昀椀cial y de cultura; pero es
di昀cil determinar si el rey respaldaba algún modelo “norma琀椀vo” concreto: a pesar de que se
ha defendido que la norma preferida era la de Toledo, esta no se impone hasta el SXVI. Y
cuando el rey habla del “castellano drecho”, no parece que se esté re昀椀riendo a una norma
es琀椀lís琀椀ca o lingüís琀椀ca, sino que más bien deja entrever la voluntad de aclarar el sen琀椀do de los
neologismos
- La estandarización del castellano en la época alfonsí : aunque el castellano avanza en el
proceso que lo llevará a conver琀椀rse en lengua estándar, todavía está lejos de conseguirlo;
lo que contribuye a la consecución de ese estándar es el empleo del castellano en obras
en prosa tan variadas, que supuso un enorme avance hacia la 昀椀jación de sus usos
lingüís琀椀cos.
o En la prosa alfonsí, quizá por la diversa procedencia de sus colaboradores, hay
rasgos dialectales de otros romances (se hace preciso rela琀椀vizar la idea de
estandarización).
- Uso metalingüís琀椀co de la prosa alfonsí para referirse a la lengua propia: es con preferencia
castellano, lenguage castellano o lenguaje de Cas琀椀ella, a veces con el posesivo nuestro.
o El CORDE solo ates琀椀gua una vez el término español referido a la lengua en la obra
de Alfonso X, concretamente en la Estoría de España
o Es raro también lenguage de España (solo una vez en CORDE, en un contexto similar
en la General Estoria).

7. Antología de textos medievales (siglos X-XIII)


1) Glosas Emilianenses, 2) Auto de los Reyes Magos, 3) Jarcha romance, 4) Razón de amor, 5)
Fuero de Madrid, 6) Fuero de Zorita de los Canes, 7) documento notarial (concesión de unas
propiedades), 8) Cantar de Mio Cid, 9) Gran conquista de Ultramar, 10) General Estoria, etc.

Tema 4. El castellano de la Baja Edad Media (siglos XIV y XV)

1. Sociedad y política en la Baja Edad Media


El SXIV está marcado por una gran crisis en España y Europa occidental en varios ámbitos:

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- Ámbito económico y social: aparece la peste bubónica (peste negra), que provocó una
gran mortandad a mediados de siglo; la escasez de recursos, el hambre y las con琀椀nuas
guerras.
- Ámbito espiritual: los problemas del papado contribuyeron a la degradación de los
valores morales y la ac琀椀tud materialista y cínica que caracteriza este período.
- Ámbito polí琀椀co: en Cas琀椀lla se vive una etapa de gran inestabilidad polí琀椀ca, provocada por
los problemas sucesorios. Tras la muerte de Sancho IV en 1295, y por la minoría de edad
de su hijo Fernando, su mujer asumió la regencia. La misma situación se repite a la muerte
de Fernando IV en 1312, y su heredero Alfonso, que reinó como Alfonso XI del 1325 al
1350.
o La segunda mitad del siglo comienza con las luchas entre Pedro I, que había
sucedido a Alfonso XI, y uno de sus hijos ilegí琀椀mos, Enrique, que le arrebata el
poder en 1369, después de años de luchas internas.
o Con Enrique II comienza la dinas琀a de los Trastámara y una etapa en la que
aumenta el poder de la nobleza frente a los reyes. Antes de terminar el SXIV se
suceden dos reinados más, de Juan I (1379-1390) y de Enrique III (1390-1406).

En este contexto de debilidad monárquica y luchas sucesorias, los reyes son manipulados por
algunos nobles que buscan in昀氀uir en el panorama polí琀椀co a cambio de su apoyo: el
condestable Álvaro de Luna en el reinado de Juan II de Cas琀椀lla (1406-1454) y Beltrán de la
Cueva durante el de Enrique IV: en este caso se pone en duda la legi琀椀midad de su hija Juana
“la Beltraneja” por ser considerada hija del valido. Isabel, hermana de Enrique, disputa el
poder a Juana, a la que acusa de ser ilegí琀椀ma, y consigue el trono de Cas琀椀lla, donde reinará
como Isabel I (1451-1504).

Con el matrimonio en 1469 de los Reyes Católicos, Isabel de Cas琀椀lla y Fernando de Aragón, se
consolida la monarquía y comienza una época de mayor estabilidad y auge económico.
- A la muerte de su padre (1479), Fernando se convierte en rey de Aragón y se unen los
reinos de Cas琀椀lla y Aragón. El territorio bajo el poder de los Reyes Católicos pasa a abarcar
la mayor parte de la Península: bajo el mando de Cas琀椀lla: Cas琀椀lla, Galicia, León, Vasco,
Extremadura y Andalucía occidental y bajo el mando de Aragón; Aragón, Cataluña,
Valencia y parte de territorio en el Mediterráneo: Baleares, Sicilia, Nápoles, Córcega,
Cerdeña
- En 1492, con la toma de Granada, se completa la Reconquista (había durado casi 800
años).
- Los Reyes Católicos se proponen alcanzar la unidad territorial y religiosa y para ello
ordenan la expulsión de los judíos que no se querían conver琀椀r. Estos conservan su
variedad romance en las nuevas comunidades donde se asientan, en el norte de África,
los Balcanes y Oriente Medio: el judeoespañol, sefardí o ladino conserva muchos rasgos
arcaizantes propios del XV

El crecimiento de Cas琀椀lla en los reinos hispánicos durante los SXIV-XV, a medida que avanzaba
la Reconquista, tuvo consecuencias en la lengua: por la superioridad polí琀椀ca, el castellano
ganó terreno desde su núcleo inicial en el norte hasta ocupar la mayor parte del territorio
peninsular.

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- En el SXV, con el 昀椀n de la Reconquista, el castellano se impone como lengua


administra琀椀va y de cultura en la mayor parte del territorio, desplazando a las demás
variedades dialectales.
- El reino de Granada se fue repoblando con población cris琀椀ana, de habla castellana, y se
prohibió el uso del árabe; el dialecto romance mozárabe también se perdió.
2. La influencia del Humanismo
Los humanistas italianos habían revalorizado la cultura clásica y, por tanto, se había extendido
en los ambientes cultos de la época, también en España, una fuerte admiración por el la琀n.
- Los monarcas del SXV se rodean de hombres cultos, que conocen la cultura del
Humanismo y admiran las obras de Petrarca, Dante o Bocaccio. El contacto entre los
humanistas italianos y los españoles se favoreció por la presencia española en Nápoles,
Sicilia o Córcega.
- En el SXV, la admiración por los clásicos la琀椀nos llevó a muchos humanistas españoles,
como Juan de Mena, el Marqués de San琀椀llana o Enrique de Villena, a traducir obras
clásicas, con frecuencia a par琀椀r de versiones medievales que en ocasiones se alejaban del
original.
o Estas traducciones enriquecieron el romance y lo hicieron apto para la expresión de
nuevos conceptos; permi琀椀endo la maduración de la lengua, que adquirió 昀氀uidez y
desarrolló nuevos procedimientos expresivos a par琀椀r de la obra de los traductores.
o Sin embargo, en su a昀n de digni昀椀car el romance imitando el la琀n, muchas veces
estos autores producían textos bastante ar琀椀昀椀ciales: aparte de la琀椀nismos léxicos,
intentan reproducir la sintaxis la琀椀na, invir琀椀endo el orden de los elementos en la
oración para colocar el verbo al 昀椀nal, usando par琀椀cipios de presente con valor verbal
o cláusulas absolutas de par琀椀cipio y gerundio.
o Un autor muy la琀椀nizante del período, Juan de Mena, cali昀椀ca el castellano como
“rudo y desierto romance”, frente al modelo de perfección que para él cons琀椀tuye el
la琀n.
 Sobre la lengua de Mena, Juan de Valdés en su Diálogo de la lengua opina
que “es más escribir mal la琀n que buen castellano”.

Al 昀椀nal del siglo, en la época de los Reyes Católicos, sigue vivo el interés por las lenguas
clásicas, pero se abandonan los excesos formales de Mena o Villena: los autores ya no
pretenden forzar el castellano al imitar el la琀n y se abre paso el ideal de naturalidad y
armonía del Renacimiento.

3. La reflexión sobre la lengua: Nebrija


El humanista Elio Antonio de Nebrija (1444-1522), 昀椀gura relevante en su época, desarrolló una
intensa ac琀椀vidad 昀椀lológica: fue la琀椀nista, gramá琀椀co, lexicógrafo, docente, traductor y editor.
- Destaca por ser el autor de la primera gramá琀椀ca del castellano (Gramá琀椀ca sobre la
lengua castellana, en 1492) y las primeras obras lexicográ昀椀cas: el Dic琀椀onarium la琀椀no-
hispanicum en 1492 (la琀n-español), y el Vocabulario español- la琀椀no, de 1495 (la琀n-
español).
- Un descubrimiento reciente le ha robado el honor de ser el primer lexicógrafo de español:
se ha encontrado una página de un vocabulario de Alonso de Palencia anterior al primer

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diccionario de Nebrija, pero no le resta valor a la labor lexicográ昀椀ca de Elio Antonio, de


quien conservamos las dos obras bilingües completas.

La Gramá琀椀ca sobre la lengua castellana (conocida también como Gramá琀椀ca castellana) tuvo
un eco escasísimo en la época y también en los siglos posteriores: no se reeditó hasta dos
siglos y medio después (1747) y hasta entonces no empezó a reconocerse su valor. Sí tuvieron
mucho éxito las sucesivas versiones de sus Introduc琀椀ones la琀椀nae, una gramá琀椀ca la琀椀na.
- La gramá琀椀ca castellana de Nebrija cons琀椀tuye la primera codi昀椀cación grama琀椀cal (la
primera grama琀椀zación) de una lengua romance: por primera vez se ponen por escrito y se
analizan los contenidos de una lengua romance, sus normas y sus reglas, con la intención
de “reducir en ar琀椀昀椀cio e razón la lengua”. Se adelanta así a otras lenguas romances, al
inglés y al alemán.
- Sin embargo, en una época en que la gramá琀椀ca se concebía para conocer mejor una
lengua y entender sus textos, se dudó de la u琀椀lidad que tenía la gramá琀椀ca de una lengua
conocida.
- Además, las gramá琀椀cas de la época se apoyaban en el uso de escritores cultos, y a Nebrija
le faltan modelos en la lengua, porque no exis琀a todavía un canon de autores
pres琀椀giosos.
o Con todo, inicia la tarea intentando darle una proyección de futuro, con la intención
de que sea una gramá琀椀ca norma琀椀va, que contribuya a 昀椀jar la lengua.
- Nebrija es muy consciente de que el castellano ha evolucionado, aunque en esa época no
se habla de “evolución”, sino de “corrupción” respecto al la琀n.
o Además, considera que el castellano en el SXV ha llegado a su cumbre, que la
lengua que ha de ser 昀椀jada es precisamente la de su época, y por eso intenta
establecer unas normas, para que la lengua no vuelva a corromperse.

Además de 昀椀jar la lengua, la gramá琀椀ca de Nebrija perseguía otros obje琀椀vos:


1) Instruir en los conceptos y en los términos propios de la gramá琀椀ca, para facilitar el
estudio de otras lenguas y en especial del la琀n,
2) El aprendizaje del español por parte de los extranjeros, en una época en que las
relaciones europeas y los viajes son cada vez más frecuentes.

Nebrija estaba preocupado por la 昀椀jación de la ortogra昀a, que ocupa un extenso capítulo en
su gramá琀椀ca. De昀椀ende la norma ortográ昀椀ca que re昀氀eje 昀椀elmente la pronunciación,
prescindiendo de gra昀as innecesarias y proponiendo nuevos grafemas o la adición de signos
diacrí琀椀cos, en un intento de lograr un uso coherente de las gra昀as que re昀氀ejan dis琀椀ntas
pronunciaciones.
- Destaca su intuición foné琀椀ca y capacidad para analizar la propia lengua, en un ejercicio
de introspección sin precedentes; y el peculiar lenguaje usado para describir la
pronunciación.
- Más tarde publicó otras obras sobre ortogra昀a: De vi ac potestate li琀琀erarum (1503) y
Reglas de Orthographia (1517).

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4. La lengua de los siglos XIV y XV


4.1 Generalidades y tipos de textos
En el SXIV, el castellano se impone a los demás dialectos romances peninsulares y en el SXV se
usa habitualmente en los territorios de León y Aragón (el asturleonés y el aragonés
retroceden)
- Hay rasgos leoneses o aragoneses en algunos textos, pero menos hacia el 昀椀nal de esta
etapa
- El gallego deja de ser u琀椀lizado como lengua de la lírica, y se cul琀椀van en castellano tanto la
poesía más cercana a lo popular (romances, p.e.) como la poesía más elaborada (de
autores como Jorge Manrique o Juan de Mena). Asentado como lengua poé琀椀ca, el
castellano se hace apto para la expresión de todos los géneros literarios.
- En el XIV, además de la poesía del mester de clerecía (Libro de Buen Amor del Arcipreste
de Hita; Rimado de Palacio de López de Ayala), destaca la literatura moralizante y
didác琀椀ca (como Cas琀椀gos e documentos de Sancho IV; Proverbios morales de don Sem Tob
o el Conde Lucanor, de don Juan Manuel).
o Tenemos también relatos de 昀椀cción (Amadís de Gaula, Gran Conquista de Ultramar
y el Libro del caballero Cifar).

Para la historia de la lengua 琀椀enen más interés los textos en prosa del SXV, con una lengua
muy desarrollada, ya madura para los textos cien琀昀椀cos, los documentos jurídicos y legales, la
prosa historiográ昀椀ca, los tratados, la prosa de 昀椀cción...
- Empieza a cul琀椀varse el género epistolar, importante para las relaciones con América desde
昀椀nales de siglo: se escriben cartas literarias, que son el germen de los tratados y, en
úl琀椀ma instancia, cons琀椀tuyen la base sobre la que se asienta el ensayo moderno siglos
después.
- En el SXV se escriben obras de re昀氀exión sobre la lengua (como la Gramá琀椀ca sobre la
lengua castellana de Nebrija, que es la primera gramá琀椀ca de una lengua románica,
adelantándose al italiano y al francés, y también al inglés o al alemán).
o Es época de los primeros diccionarios del español (Nebrija, Alfonso de Palencia).
- El SXV termina con La Celes琀椀na, obra que re昀氀eja literariamente dos 琀椀pos de lengua; culta
y popular, usadas para caracterizar a los personajes.
o El habla popular está presente también en el Corbacho del Arcipreste de Talavera.

En el SXV hay una corriente la琀椀nizante que domina muchas de las obras escritas: los
humanistas italianos habían revalorizado la cultura clásica y se había impuesto en los
ambientes cultos de la época una tendencia fuerte a imitar el la琀n, que se tradujo en textos a
veces ar琀椀昀椀ciales (p.e. dislocación del orden de elementos, uso de cláusulas absolutas de
gerundio y par琀椀cipio, etc.).
- Sin embargo, otras veces esta tendencia favoreció la adopción o la extensión de rasgos
que hoy se sienten propios en español: el superla琀椀vo formado con el su昀椀jo -ísimo hasta
esta época no se había usado regularmente en castellano (la forma habitual era muy +
adje琀椀vo).

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4.2 Fonética
No se producen cambios importantes. Persisten aún algunas vacilaciones vocálicas (sufrir-
sofrir) y consonán琀椀cas (vanidad-vanidal), que llegan hasta el s. XV.
1) La forma reducida del diminu琀椀vo (-illo < -iello) se generaliza desde mediados del SXIV.
2) La apócope de -e se va haciendo cada vez menos frecuente; aunque en el s. XIV persiste
en los pronombres enclí琀椀cos (quel, dixol), en el XV queda reducida a muy pocas formas.
3) Los grupos consonán琀椀cos alternan entre solución reducida y conservación (duda-dubda).
4) La aspiración de la /f/ inicial (/h/ o [h]) está extendida, aunque en la escritura
encontramos todavía f-, alternando con h- (fazer-hazer).

Aunque es un proceso que se de昀椀nirá en los siglos siguientes, a 昀椀nales del XV ya comenzaba a
diferenciarse claramente la variedad del castellano septentrional (centro-norte) y la
meridional (sur): se está gestando la revolución de las sibilantes, con todo lo que implica para
el sistema fonológico del castellano y la aparición de dos normas en la Península (una para
cada variedad).

4.3 Morfosintaxis
Hasta principios del XIV se dis琀椀nguían, en posición átona, los posesivos átonos masculinos
mío, to, so frente a los femeninos mí, fu, su. A par琀椀r del XIV, el paradigma de los posesivos
átonos se uni昀椀ca para los dos géneros (mi, tu, su), se especializa mío/-a para la forma tónica
y aparecen las formas plenas tuyo-suyo.
- En el XV se va perdiendo la construcción medieval ar琀culo + posesivo (los sos oios) y a 昀椀nal
de siglo solo se encontrarán casos esporádicos.
- Pronombres personales: en el SXIV los pronombres plenos nos y vos se van sus琀椀tuyendo
por las formas compuestas nosotros y vosotros (también escritas con sus elementos
separados)
o En el SXV, ya las encontramos regularmente.
- Los medievales convusco-combusco se reemplazaron por los sintagmas regularizados con
nosotros y con vosotros antes de terminar la Edad Media.
Formas verbales: con琀椀núa la vacilación en la desinencia verbal de 2a persona plural: en el
SXIV comienza la pérdida de la -d- en esa desinencia en las formas verbales llanas y hay
vacilaciones entre varios resultados: -áis / -ás, - ées / -éis, -íes / -ís.
1) En el SXV se ex琀椀enden las formas sin -d- y a comienzos del SXVI se imponen los resultados
de昀椀ni琀椀vos (-áis, -éis, -ís).
2) En el SXIV, los imperfectos en -íe / -ié son menos frecuentes que las formas en -ía,
aunque encontramos todavía en el SXV abundantes ejemplos: en el XVI aparecen
esporádicamente.
3) Encontramos en esta época perfectos fuertes como prise “prendí” y conquiso “conquistó”.
4) En el SXIV van desapareciendo los par琀椀cipios en -udo, sus琀椀tuidos por los regulares en -
ido. En el XV los ejemplos con la terminación -udo son muy escasos.
5) A par琀椀r del SXV, retrocede el uso de la forma verbal en -ra con valor de
pluscuamperfecto de indica琀椀vo (amara-había amado), pero se ha conservado hasta hoy
en día residualmente.
6) A lo largo de SXIV-XV se irá generalizando el uso de haber como auxiliar para la formación
de los 琀椀empos compuestos (desplazando al an琀椀guo auxiliar ser).

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7) A 昀椀nales del SXV se producen algunos cambios en adverbios y elementos de relación,


como la sus琀椀tución de la conjunción maguer por aunque y la del rela琀椀vo qui por quien.

4.4 Léxico
En el XV aumenta sensiblemente el vocabulario, por varias razones:
1) Como la relación con Francia sigue siendo intensa, en la época bajomedieval entran en la
lengua galicismos (paje, bachiller, jamón, 昀氀echa, galán, brazalete, maleta, forjar, potaje...)
y occitanismos (faisán, burdel, 昀氀auta, cordel, balada, refrán).
2) Se inicia un período de contacto estrecho con Italia propiciado por relaciones comerciales:
la admiración por humanistas italianos es fuente de préstamos del italiano relacionados
con la literatura y el arte (novela, soneto), con la navegación (piloto, brújula, fragata); con
el comercio y la industria (banco, mercancía) la polí琀椀ca (embajador, potestad, señoría), la
ves琀椀menta y vida diaria (capucho, lasaña) y nombres abstractos (belleza o dulceza).
3) El contacto entre catalán-castellano deja huella en catalanismos: turrón o brugido “ruido”.

La admiración por la lengua la琀椀na causa la introducción de muchísimos la琀椀nismos y


helenismos: algunos han pervivido y que otros fueron e昀meros, limitados a veces algún autor
y su obra.
a) Helenismos: en los campos de la música (armonía, melodía), literatura (poesía, biblioteca,
bucólico, academia, comedia, elegía, oda), astronomía y náu琀椀ca (ár琀椀co, boreal, catarata,
eclipse, océano), química (amoníaco, arsénico), gramá琀椀ca (alfabeto, apócope, diptongo,
e琀椀mología, ortogra昀a), botánica (jacinto, narciso), fauna (del昀n, dromedario, lince, 琀椀gre),
medicina (arteria, cardíaco, eunuco, parálisis), religión (琀椀ara, clero) y otros (polí琀椀co,
琀椀rano, hipoteca, an琀tesis, diálogo, enigma, pedagogía, laberinto, musa, sirena...) Estos
helenismos penetran en castellano a través de las versiones la琀椀nas de textos griegos, no
directamente.
b) La琀椀nismos: 琀椀enen un carácter diferente al de los incorporados en siglos anteriores, porque
琀椀enen una mo琀椀vación es琀椀lís琀椀ca y son abundantes en la obra de algunos autores cultos.
a. En Mena encontramos ofuscar, senectud, experiencia, belígero, húmido y
la琀椀nismos semán琀椀cos (recuperan el sen琀椀do que los términos tenían en la琀n)
como virtud con sen琀椀do de “valor” (VIRTUTE), una “única” o traer en sen琀椀do
“arrastrar” (TRAHERE).
b. En el Marqués de San琀椀llana se documentan belo “guerra”, luco “bosque”,
inmenso, furor, perverso y la琀椀nismos semán琀椀cos, p.e. jamás “siempre” o incluso
“encerrado”
Tema 5. El español clásico (siglos XVI y XVII)

1. La unificación política de España


Con los Reyes Católicos se alcanza la unidad polí琀椀ca de todos los reinos peninsulares (excepto
Portugal) en un estado moderno que se conoce como España. A la expansión por el territorio
peninsular sigue la expansión fuera de las fronteras: Canarias, el África atlán琀椀ca y América.
- A la muerte de Isabel la Católica, tras una breve regencia del rey Fernando, sube al trono
en 1516 su nieto Carlos, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso: hereda entonces el
trono español con las posesiones reunidas por los Reyes Católicos y en 1519 las de los

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Austrias por herencia de su abuelo paterno Maximiliano de Austria, convir琀椀éndose en


emperador del Sacro Imperio romano-germánico.
o A Carlos I de España y V de Alemania le sucede Felipe II (gobierna 1556-昀椀nal del
SXVI).
o Esta es la época de mayor apogeo del imperio español en el mundo, donde nunca
se ponía el sol, con territorios que ocupaban la Península, gran parte del centro y
sur de América, islas en el Mediterráneo y en el Atlán琀椀co, Flandes y algunos puntos
en Italia
- Ámbito religioso: en el SXVI se ex琀椀enden las ideas reformistas de Lutero, que cri琀椀ca el
papel de la Iglesia y de昀椀ende una religiosidad in琀椀mista. La reacción ante la reforma
provocó el movimiento de la Contrarreforma: el Concilio de Trento se reunió para intentar
frenar el avance del protestan琀椀smo en 1545.
o En España, destaca la intransigencia religiosa de Felipe II. Dedicó muchos recursos
(militares y económicos) a defender el catolicismo y eliminar cualquier doctrina que
pusiera en riesgo la autoridad de la Iglesia católica.
o Felipe III, además, decretó la expulsión de todos los moriscos españoles en 1609.

Las campañas militares de Carlos I y Felipe II para administrar su extenso imperio y luchar
contra los enemigos de la fe católica suponen un enorme gasto que ni las riquezas americanas
cubrían: esta situación desemboca en una profunda crisis económica y social que se agrava
en el SXVII.
- La población empobrecida se vio diezmada por varias epidemias de peste a lo largo del
siglo marcado por la decadencia del Imperio y la pérdida de territorios extrapeninsulares
(Países Bajos y Cerdeña).
- España pierde también en este siglo el monopolio comercial con el con琀椀nente
americano, donde 琀椀enen ya presencia otras potencias europeas como Francia o Inglaterra.

2. La expansión geográfica extrapeninsular


El SXVI es la época en que el castellano, la lengua de prác琀椀camente toda la Península, prosigue
su expansión por el mundo: a 昀椀nales del SXV y en el SXVI, llega a Canarias, Europa y América.
- En la Europa de Carlos I el español fue pres琀椀gioso; su aprendizaje interesaba en otros
países
- La conquista de las Canarias abrió el camino del castellano fuera de la Península por mar,
que con琀椀nuó al otro lado del océano en la colonización de América, sin duda la expansión
española de mayor trascendencia, re昀氀ejada en diarios, memoriales y crónicas, en el SXVI.
o En ambos casos, la lengua de los colonizadores era mayoritariamente la variedad del
sur de España y el proceso de castellanización fue parecido.
- El español se trasladó a América básicamente en los galeones que desarrollaban ac琀椀vidad
comercial con las Indias occidentales (el nombre de América se generalizó más tarde), una
ac琀椀vidad que comienza con el descubrimiento del nuevo con琀椀nente por Colón, en una
empresa respaldada por los Reyes Católicos.
Colón, al buscar una ruta nueva hasta Oriente, llegó a al Caribe en 1492. De ahí par琀椀eron en
los años siguientes expediciones al con琀椀nente, de México al Río de la Plata. Con los
colonizadores españoles, el castellano o español desplazó a las lenguas autóctonas, aunque

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tomó un buen número de términos que servían para nombrar nuevas realidades (canoa o
patata).
- Toda la ac琀椀vidad comercial que se intensi昀椀có en el XVI propiciaba una interacción
lingüís琀椀ca que in昀氀uyó de manera decisiva en la variante del español que se “exportó” a las
Indias.
- En la 1ª etapa de la colonización, aproximadamente la mitad de los emigrantes españoles
tenían como propias variedades meridionales de la lengua, con un claro predominio de la
andaluza sobre la extremeña.
- En épocas posteriores, había una mayor proporción de gentes del norte de España,
atraídas por las posibilidades económicas y las promesas de enriquecimiento de la
emigración.
o Pero las estancias en los puertos andaluces antes de par琀椀r obligaban a la
convivencia con hablantes de las variedades meridionales: los rasgos norteños se
difuminaban durante la espera en las ciudades portuarias o en las largas travesías.

Entre las caracterís琀椀cas comunes al andaluz y el español atlán琀椀co destacan:


a) Foné琀椀ca: el seseo, la aspiración de la -s 昀椀nal de sílaba o palabra y la pronunciación
relajada de la frica琀椀va velar sorda (la aspirada [h] frente a la fuerte jota castellana [x]).
b) Morfosintaxis: son escasos, como el empleo de ustedes por vosotros o el uso e琀椀mológico
de los pronombres átonos de tercera persona (es decir, la ausencia de leísmo y laísmo);
c) Léxico: la in昀氀uencia ha sido mayor y variada: la conservación de arcaísmos, como saco por
jersey, a los abundantes neologismos en español por las nuevas realidades del con琀椀nente.
a. Por tanto, se admite casi sin excepción el andalucismo del español de América,
que solo excepcionalmente ha sido puesto en duda.

Por otro lado, el español dejó de ser en América una lengua de conquista para conver琀椀rse en
lengua patrimonial, a través de un proceso secular en que el español de América ha adquirido
un carácter propio, sobre todo a par琀椀r del SXVII.
- Forman parte del proceso de conformación de la variedad lingüís琀椀ca americana elementos
diversos: el contacto con las lenguas indígenas y, años más tarde, con las africanas.
- También el proceso de nivelación dialectal que, a mediados del XVII, probablemente había
comenzado y que determinaría la naturaleza y diversidad lingüís琀椀ca del español en
América

3. El nombre del idioma: castellano y español


En la época de los Reyes Católicos se empieza a extender la denominación de español para
referirse a la lengua que ya no es solo de Cas琀椀lla, que es hablada en muchas partes del reino
por gentes de diversas procedencias (gallegos, vizcaínos, extremeños, aragoneses...).
- La denominación de español, frente a castellano, parece ser más apropiada para referirse
a la lengua nacional, que a par琀椀r del XVI es común en todo el estado uni昀椀cado.
- Y no solo por la hegemonía polí琀椀ca del an琀椀guo reino de Cas琀椀lla sobre los demás, sino
porque es una denominación inclusiva: se reconocen los ciudadanos de cualquier
procedencia.

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- Durante los siglos XVI y XVII, las gramá琀椀cas y diccionarios alternan en sus 琀tulos
castellano y español o presentan ambos (p.e. Tesoro de la lengua castellana o española de
Covarrubias)
- Fuera de nuestras fronteras, la denominación general es español.
En la actualidad, se pre昀椀ere el uso de castellano para referirse a la an琀椀gua lengua del reino de
Cas琀椀lla, hasta el SXV, o a la variedad del español hablado en las 琀椀erras que asimilamos a
Cas琀椀lla y cuyos límites coinciden, más o menos, con la región que era Cas琀椀lla la Vieja.
- El término español se usa para referirse a nuestra lengua en el ámbito internacional, y no
solo de España sino también de América, Guinea y Filipinas.

4. La norma lingüística y la reflexión sobre la lengua


Los primeros estudios lingüís琀椀cos sobre el español surgen en el XV: la Gramá琀椀ca sobre la
lengua castellana y los diccionarios de Antonio de Nebrija, 1492-95; El Arte de Trovar de
Villena, 1433; el Universal Vocabulario de Alfonso de Palencia, 1490.
- En el XVI se publica la Ortogra昀a de Nebrija (1517) y el Diálogo de la lengua de Juan
Valdés (1530-40) y en el SXVII, la Ortogra昀a castellana de Gonzalo de Correas (1630) y el
Tesoro de Covarrubias (1611), entre otras obras de re昀氀exión sobre la lengua y su norma.

Una preocupación constante en las primeras gramá琀椀cas es digni昀椀car las lenguas romances
(las llamadas “lenguas vulgares” por oposición a la lengua la琀椀na, modelo de lengua culta).
- Para ello, es necesario describir el buen uso de la lengua, es decir, elegir la variedad más
pres琀椀giosa y tratar de 昀椀jarla como norma.
- Dentro de esta corriente se sitúa el Diálogo de la lengua de Juan Valdés (1535), escrito
como guía para aprender español por parte de hablantes italianos: expone que la norma
del buen hablar debe ser el uso de las personas cultas, preferentemente las nacidas en el
reino de Toledo (ya Alfonso X dispuso que el uso prevaleciente era de la norma toledana);
llamada “norma cortesano-toledana”, por coincidir con la atribuida al ideal de hombre
cortesano, representado en la época por Garcilaso de la Vega.
- Valdés cri琀椀ca injustamente el andalucismo de Nebrija, a pesar de que este nunca mostró
preferencia por la variedad meridional, que ya empezaba a diferenciarse; sin embargo, esa
crí琀椀ca de Valdés demuestra que no consideraba pres琀椀giosa esa variante del castellano.
o Frente al modelo que pres琀椀gia una variedad diatópica y más vinculada al uso,
autores como Herrera proponen como modelo de buen uso el lenguaje literario,
patrimonio de quienes mejor conocen la lengua y pueden tener más autoridad
para erigirse en modelo pres琀椀gioso; la norma literaria no solo no es localista, sino
que desprecia la norma toledana por considerarla llena de arabismos.

Entre las preocupaciones de los estudiosos estaba la cues琀椀ón de los orígenes del castellano;
ya Nebrija, en su Gramá琀椀ca de 1492, planteaba la tesis de la “corrupción del la琀n” que
desarrollará Aldrete en Del origen y principio de la lengua castellana o romance (1616):
de昀椀ende el origen del castellano como lengua derivada del la琀n y corrompida por las lenguas
germánicas
- Frente a esta tesis hay otras menos fundamentadas: Valdés propone el griego como
lengua primi琀椀va de España (aunque reconoce el origen la琀椀no del castellano), y otras tesis

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proponen el vasco, e incluso la an琀椀gua lengua tubalina, anterior a otros asentamientos


peninsulares, que podría haber sido también origen del vasco.

El crecimiento de la in昀氀uencia polí琀椀ca de España en Europa y la intensa ac琀椀vidad comercial


con otros países provocaron el aumento de la demanda de obras para aprender español;
durante los siglos XVI-XVII se sucede la publicación de numerosas gramá琀椀cas y diccionarios
des琀椀nados a la enseñanza del español como lengua extranjera:
a) Dos gramá琀椀cas anónimas de Lovaina (de 1555 y 1559).
b) Las ins琀椀tuciones de la gramá琀椀ca española de Jiménez Patón (1606).
c) Los diccionarios bilingües del italiano (De las Casas, 1570; Franciosini, 1620), francés
(Oudin, 1597) e inglés (Percyvall, 1599).
d) Son numerosos los tratados de ortogra昀a: la Ortogra昀a de Nebrija (1517), la Ortogra昀a
castellana de Correas (1630), que postula, como Nebrija, la necesidad de un alfabeto que
re昀氀eje la pronunciación, es decir, la correspondencia unívoca entre letras y sonidos.

En el siglo XVII se publica el primer diccionario monolingüe del español: el Tesoro de la lengua
castellana o española (1611) de Covarrubias. Hasta entonces, los diccionarios eran bilingües o
mul琀椀lingües, porque su u琀椀lidad principal era entender otra lengua (el la琀n u otras).
- Covarrubias quería explicar la e琀椀mología de las palabras según el modelo del Etymologiae
de San Isidoro de Sevilla. Para ilustrar el uso de los términos u琀椀liza citas literarias o
refranes, presenta la e琀椀mología, la de昀椀nición y a veces también otras palabras de la
misma familia o relacionadas con el lema.

5. La evolución de la lengua en los Siglos de Oro


En el aspecto cultural, Renacimiento (SXVI) y Barroco (SXVII), a pesar de la decadencia polí琀椀ca
y económica, son las épocas más destacadas en la literatura española (los “Siglos de Oro”).
- Literatura renacen琀椀sta: destaca la poesía lírica, enriquecida por la in昀氀uencia italiana,
sobre todo en la 昀椀gura de Garcilaso de la Vega.
o Es también época del nacimiento de la novela realista, con la publicación de
Lazarillo de Tormes (1554), y la expresión más elaborada de la literatura religiosa
(destacan las 昀椀guras de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de
Jesús).
o La lengua literaria se caracteriza por la elegancia y la armonía, aunque existan
autores que se inclinan más a la ar琀椀昀椀ciosidad como Fernando de Herrera.
- Literatura barroca: se inicia la novela moderna, con Don Quijote de la Mancha de
Cervantes, la poesía lírica, con Quevedo y Góngora; y el teatro, que alcanza su máximo
esplendor con Lope de Vega y Calderón de la Barca.
o La expresión es compleja, sobre todo en poesía, y vuelve el la琀椀nismo, el hipérbaton
y la complejidad sintác琀椀ca, al servicio de una expresión más depurada y eli琀椀sta.
o Se desarrolla en los XVI-XVII un nuevo género literario, la crónica de Indias, con
obras en las que se describen los viajes y expediciones al Nuevo Mundo, como la
Verdadera historia de la conquista de la Nueva España de Diez del Cas琀椀llo.

La imprenta aumentó considerablemente la circulación de textos escritos y fue un importante


agente no solo para la difusión de la cultura, sino también para la 昀椀jación de la lengua.

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5.1 Fonética
Hacia la 2a mitad del XVI, los tes琀椀monios indican que la pérdida de /f-/ se había generalizado
y hay datos que indican que se ex琀椀ende ya el yeísmo: la neutralización de las diferencias entre
la lateral palatal /ʎ/ la frica琀椀va palatal /j/ (pronunciación con /j/ de haya y caballo).
- El cambio más importante es el reajuste del complejo sistema medieval de sibilantes, con
el que se asienta de昀椀ni琀椀vamente el consonan琀椀smo del español y comienza la
diferenciación más importante entre el español del norte (septentrional) y el del sur
(meridional).
o Norte: el cambio foné琀椀co provoca la aparición de dos nuevos fonemas, la
interdental frica琀椀va /θ /y la velar frica琀椀va /x/.
o Sur: el sistema se simpli昀椀có y la an琀椀gua africada /ts/ o /dz/ (de los medievales
cabeça o dizen, por ejemplo) coincidió en su resultado con el de la /s/, también
frica琀椀va.

Desde el español clásico, el sistema de sibilantes del castellano septentrional (norte


peninsular) y el meridional (andaluz, canario y español de América) Canarias y América) son
diferentes:
a) Sistema septentrional (dis琀椀nguidor) 琀椀ene tres fonemas: /θ /, /s/ y /x/.
b) Sistema meridional: 琀椀ene dos: /s/ y /x/ (solo las zonas ceceantes de Andalucía 琀椀enen / θ /,
pero su realización es diferente a la septentrional).
a. Los fonemas /s/ y /x/ presentan dis琀椀ntas realizaciones en estas zonas: [ ] en la
zona septentrional y [ ] en la meridional; [ ] en la septentrional y [h] en la
meridional.

5.2 Morfosintaxis
En el SXVII decae el uso del superla琀椀vo en -ísimo, que se había extendido a par琀椀r del SXV y no
vuelve a usarse con frecuencia en español hasta el XIX.
1) Las formas de los demostra琀椀vos de 1a y 2a persona perdieron después del XVI su refuerzo,
que en español actual solo se conserva en el demostra琀椀vo de lejanía aquel
(aqueste/aquese /aquel > este/ese/ aquel).
2) En los pronombres personales, la secuencia ge lo, afectada por la confusión en el sistema
de sibilantes, se transforma en la moderna se lo.
3) Se empiezan a crear nuevas formas especí昀椀cas para el trato de respeto; la preferida en los
siglos de Oro fue vuestra merced (pl. vuestras mercedes); de formas abreviadas (vuesarced,
vusted...) procede el moderno usted.
4) Sobre los inde昀椀nidos, a par琀椀r del XVI se producen cambios importantes: se impone uno
con valor inde昀椀nido (en vez del an琀椀guo hombre); se ex琀椀ende el inde昀椀nido nega琀椀vo
neutro nada (se pierde cosa con el valor de nada) y desaparece al otra cosa; se generalizan
alguien y nadie como inde昀椀nidos existenciales.
5) A lo largo del siglo XVII, se pierde la posibilidad de intercalar los clí琀椀cos entre los
elementos de una perífrasis (amar te he > te amaré), se limita la enclisis en favor de la
proclisis del pronombre átono respecto al verbo (amolo > lo amó, salvo con in昀椀ni琀椀vo,
gerundio o forma de valor exhorta琀椀vo, como en español moderno: amarlo, amándolo o
amadlo).

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Morfosintaxis verbal: a par琀椀r del XVI el diptongo -áis / -éis de las formas de 2ª persona del
plural se reanaliza como marca de esa persona y se ex琀椀ende analógicamente a los 琀椀empos
que tenían formas esdrújulas (cantávades, cantárades > cantabais, cantarais).
- En el SXVI, los morfemas de imperfecto de indica琀椀vo en -ía se han generalizado (son muy
esporádicos los casos de -íe).
- En el SXVII se estabiliza el paradigma de los 琀椀empos compuestos de perfecto, con haber
como auxiliar único y los elementos en el orden actual.
- También los 琀椀empos de futuro y condicional presentan los elementos fusionados.
- El adverbio enclí琀椀co y ha desaparecido como elemento independiente, pero se conserva
en las formas soy, doy, estoy y voy, que habían empezado a sus琀椀tuir a las formas
medievales so, do, estó y vo a par琀椀r del siglo XIV y se generalizan en el siglo XVI.

5.3 Léxico
Durante los SXVI-XVII se desarrolla extraordinariamente el léxico del español. Las necesidades
expresivas de los géneros literarios, especialmente la poesía, contribuyeron al
enriquecimiento. Los estudios sobre lengua literaria barroca destacan la can琀椀dad de términos
nuevos formados por los procedimientos habituales: derivación, composición y adopción de
préstamos.
a) En el SXVI entran en español la琀椀nismos como relatar, severo, oratoria, corrup琀椀ble, crédito,
escrúpulo, obstáculo, decoro, insolencia o intolerable, muchos relacionados con la retórica.
a. Desde 昀椀nales del SXVI y en el SXVII, la entrada de la琀椀nismos procedentes de las
lenguas clásicas es especialmente intensa, sobre todo en Góngora y otros autores
culteranos, que buscan la sonoridad y el ornato: cerúleo, náu琀椀co, purpúreo,
melancólico, 昀氀amígero
b) A través de las traducciones y la lectura de los clásicos, aumentan helenismos de diversos
campos: botánico (anémona, cálamo); médico (an琀doto, asma, cráneo, dosis, epidemia...);
昀椀lológico (crí琀椀co, dialecto, idioma, metáfora, sinónimo) 昀椀losó昀椀co (hipótesis, idea, método,
símbolo); polí琀椀cos (anarquía, democracia, economía, déspota) y otros (atlas, mausoleo).

Las relaciones con otros países europeos son también fuente importante de préstamos.
a) Son muy numerosos los italianismos, por el contacto y la in昀氀uencia cultural de Italia en
esta época: llegan al español términos literarios (tercero, cuarteto, comediante…);
ar琀s琀椀cos (capricho, diseño, modelo, fresco…); arquitectónicos (balcón, cornisa, cúpula,
fachada…); musicales (soprano, lira, violín); militares (asalto, emboscada, cen琀椀nela,
escolta, foso,), relacionados con la vida social (cortesano, carnaval, fracasar...) en tanto
que disminuyen los préstamos marineros (dársena, fragata) o comerciales (bancarrota,
contrabando).
b) Galicismos: encontramos términos militares (carabina, barricada, calibre...) y marineros
(babor, estribor), léxico relacionado con la vida social (peluca, moda, e琀椀queta, banquete),
arquitectónicos (dintel, bisel) y objetos co琀椀dianos (paquete, servilleta, carpeta,
taburete...).
c) De Portugal tenemos préstamos como enfadar, corpiño, sarao, mermelada o caramelo.

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En esta época llega un grupo importante de préstamos de las lenguas indígenas de América. El
primero de estos americanismos lo recogía ya Nebrija en su diccionario: canoa, pero el aporte
se incrementa a par琀椀r del SXVI.
- Las voces más an琀椀guas vienen de la zona del Caribe (huracán, barbacoa, hamaca, cacique,
maíz, caníbal, piragua, loro...); del nahuatl de México, petaca, chocolate, mapache,
tomate, cacao, cacahuete o aguacate, muchas sobre realidades desconocidas para los
colonizadores
- De otras lenguas indígenas pasaron menos préstamos (del quechua, mate, cóndor o
pampa; del guaraní, cobaya o 琀椀burón).

Tema 6. El español moderno (del siglo XVIII al XX)

1. Sociedad y cultura: de la ilustración al SXX


El SXVIII comenzó en España con un cambio dinás琀椀co, tras 15 años de guerra civil en la
Península y territorios europeos: a la muerte sin descendencia de Carlos II, úl琀椀mo Austria, el
trono pasa a su sobrino-nieto Felipe de Anjou, que reinará como Felipe V: se inicia la dinas琀a
borbónica.
- Para ser reconocido como rey frente a aspirantes europeos, Felipe 昀椀rmó la Paz de Utrecht
(cedía a Austria los territorios españoles en Italia y los Países Bajos y concedía a Inglaterra
ventajas comerciales en América); con consecuencias nega琀椀vas para la polí琀椀ca exterior.
- Los Borbones traen el espíritu de la Ilustración: se exalta el conocimiento y la razón, y se
intenta modernizar el estado, apoyando el desarrollo económico, militar y cultural: se
crean academias (p.e. la RAE) y se desarrollaron Reales Fábricas con tecnologías
importadas.

El XIX también empezó con una guerra dentro de la Península, por la invasión napoleónica y el
intento de imponer una nueva dinas琀a con José I, hermano de Napoleón. Como resultado de
esta y de la extensión de las ideas de la Revolución Francesa, se produjo el levantamiento del
pueblo contra los franceses; iniciada con los mo琀椀nes de 1808. La Guerra de la Independencia
terminó en 1813 con la re琀椀rada de las tropas de Napoleón.
- En 1812 se promulgó en Cádiz la primera Cons琀椀tución Española, re昀氀ejo del espíritu liberal.
- En el exterior se produjo la independencia de la mayor parte de los territorios de
ultramar, excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Fernando VII regresó a España en 1814 y
durante su reinado se sucedieron períodos absolu琀椀stas y liberales.
o Tras su muerte, se sucedieron las guerras civiles carlistas, la revolución burguesa y
en 1873 la Primera República, que duró un año.

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- Tras la independencia de los países americanos de habla hispana, se temió que el español
sufriera una fragmentación similar a la del la琀n en las provincias, tras la caída del Imperio.
- En el ámbito cultural, el Roman琀椀cismo del XIX exalta los nacionalismos y provoca un
renacer de la conciencia iden琀椀taria de las lenguas, que es琀椀mulará el cul琀椀vo literario en la
lengua propia (el Rexurdimento en Galicia y la Renaixença en Cataluña).

A 昀椀nales del XIX se pierden las úl琀椀mas colonias de ultramar, cedidas a Estados Unidos en
1898. Se inicia el SXX con un período de pesimismo y crisis nacional que perdurará hasta el
昀椀nal de la Primera Guerra Mundial: en esta época penetraron con fuerza en España ideas
anarquistas y revolucionarias y el ejército español entró en guerra colonial en el norte de
África, que condujo a la dictadura del general Primo de Rivera.
- En este período se llevaron a cabo profundas reformas económicas e industriales, pero
sin el mismo desarrollo social, lo que llevó a la aspiración de una república y a la
radicalización polí琀椀ca; fue una época turbulenta de guerras civiles, golpes de estado y
revoluciones que desemboca en la Segunda República (1931-36).
- España entró en una espiral de violencia que culminó con un alzamiento militar y el
regreso de las tropas africanas. Tras la Guerra Civil (1936-39), Franco gobernó España
durante varias décadas (hasta 1975), en un período marcado en sus inicios por la
autarquía y el aislamiento internacional, y después por el regreso progresivo de España al
concierto internacional.
- En los úl琀椀mos años del franquismo se sentaron las bases para un desarrollo económico
que favoreció una nueva restauración monárquica de base democrá琀椀ca y parlamentaria.
En 1975, al morir Franco, se inicia la Transición y culmina con la aprobación de la más
reciente CE (1978), en la que se trans昀椀eren competencias importantes a las CCAA y se
reconocen como lenguas coo昀椀ciales en esos territorios el catalán, el gallego y el vasco.
- A par琀椀r de entonces han aumentado las reivindicaciones de las lenguas coo昀椀ciales, que
han caminado hacia la normalización y la superación de la diglosia, en procesos di昀ciles
polí琀椀ca y socialmente. Otras variantes lingüís琀椀cas, p.e. el asturiano y el valenciano,
reivindican un espacio propio no siempre reconocido.
- Desde 昀椀nales del XX, España está plenamente integrada en la UE y en los más importantes
organismos internacionales.

2. La norma lingüística: el papel de la Real Academia Española


En 1713 se funda la RAE, que en 1714 recibe el apoyo de Felipe V. Fija como obje琀椀vos
principales la uni昀椀cación de la lengua y el establecimiento de una norma estándar, válida
para todos los hablantes de español; su lema (“Limpia, 昀椀ja y da esplendor”) lo evidencia
claramente.

2.1 Diccionarios
La primera tarea que emprende es la creación de un diccionario, en el que las acepciones de
los términos se respaldan por citas de autores referentes para el uso culto (autoridades en el
uso de la lengua). Se publicó en seis volúmenes entre 1726 y 1739, con el 琀tulo de Diccionario
de la lengua castellana; hoy se conoce como Diccionario de autoridades ya que cada entrada
presenta uno o varios ejemplos de obras y autores clásicos españoles.

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- Con la 2a edición (1780), el diccionario se publicó en un solo tomo y sin citas literarias;
este es el germen de las ediciones del diccionario académico (DRAE), que en los siglos
siguientes presenta varias ediciones; la úl琀椀ma del XX es la 21, de 1992.
o En el XXI se han publicado dos más, ya con nuevo formato (digital e impreso).
- En 1914, la RAE abandona el propósito de hacer la 2a versión del Diccionario de
autoridades y presenta su Plan general para la redacción del Diccionario histórico de la
lengua castellana, pero este proyecto no ganó impulso hasta los años 20.
- Entre 1933 y 1936 se publicaron dos volúmenes del primer Diccionario histórico de la
lengua española, que abarcan las letras A y B, y parte de la letra C. Estos primeros frutos
no tuvieron con琀椀nuidad: la guerra civil paralizó el proyecto y la destrucción de parte del
archivo.
- En 1946 se retomó el proyecto del diccionario histórico, con la creación de un Seminario
de Lexicogra昀a dentro de la RAE; los materiales y el método serían nuevos.
o Así, fruto del trabajo en esta nueva etapa, se publicó el segundo Diccionario
histórico de la lengua española, entre 1960-1996 (el 琀tulo idén琀椀co ha provocado
confusiones a veces). Los nuevos fascículos cubren una pequeña parte del léxico, de
a hasta bajoca

2.2 Ortografía
En 1738, ante la anarquía que reinaba en las gra昀as, la Academia anuncia su decisión de
publicar una Ortographía española a par琀椀r del “Discurso proemial” del Diccionario de
autoridades. El diccionario propone reformas ortográ昀椀cas des琀椀nadas a regularizar la
ortogra昀椀a y 昀椀jar los usos. Para tener apoyo o昀椀cial, la RAE solicita a Felipe V que se
ins琀椀tucionalice y se adopte en el reino;
a) En 1844, Isabel II declara obligatorio enseñar la ortogra昀a académica en las escuelas.
b) En 1875, Alfonso XII renueva la obligatoriedad.

Los criterios que sigue la Academia en su propuesta de reforma ortográ昀椀ca son tres:
1) Criterio fonológico: correspondencia entre fonemas y gra昀as.
2) Criterio e琀椀mológico: respeto a la gra昀a la琀椀na.
3) Criterio de uso: respeto en úl琀椀ma instancia a las gra昀as usadas por los grandes escritores.

Las principales novedades son:


- Se suprime la letra ç y se establece la dis琀椀nción moderna entre c y z.
- Se 昀椀ja la gra昀a u con valor vocálico y la v con valor consonán琀椀co (una, no *vna).
- Se limita la gra昀a i a usos vocálicos (conjunción copula琀椀va y, no i), excepto en helenismos.
- Con el criterio e琀椀mológico se 昀椀jan las gra昀as b y v (desinencia -aba, no *-ava) y se
res琀椀tuye la h- inicial (haber, no aver).
- En algunos casos se man琀椀enen gra昀as an琀椀e琀椀mológicas atendiendo al uso general culto,
como en abuelo (< lat. med. AVOLU), abogado (< ADVOCATU) o buitre (< VULTURE).

Más tarde, a través de su Orthographia española, publicada en sucesivas ediciones desde


1741, la Academia con琀椀núa su labor de reforma ortográ昀椀ca del español.
- En la sexta edición (1779) se abandona el criterio e琀椀mológico en helenismos como
thearro, rhetórica o mechánica (se elimina la h de estos dígrafos de origen griego).

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- En la octava edición (1815) se 昀椀jan otros usos: se abandona la gra昀a x para la frica琀椀va
velar sorda /x/, que pasará a representarse con g o j (aunque pervive la gra昀a an琀椀gua en
México); se simpli昀椀can muchos grupos cultos (bs, ps) y se establece la distribución actual
de c y qu, que tampoco obedece al criterio e琀椀mológico (cuanto, no *quanto).
- En ediciones posteriores, p.e. se elimina la 琀椀lde en algunos monosílabos (á, fué, dió, vió).
- La Ortogra昀a se ha seguido renovando hasta la úl琀椀ma edición (2010) y es una referencia
obligada para los hispanohablantes. También ha habido propuestas de reforma externas a
la RAE, casi siempre en la línea de alcanzar una ortogra昀a fonologicista, con
correspondencia exacta letra-fonema, pero apenas han tenido eco.

2.3 Gramática
El estudio de la gramá琀椀ca y la preparación de normas grama琀椀cales han sido, desde los
primeros estatutos académicos, una labor imprescindible junto con la elaboración de
diccionarios. Entre 1771-1780, la Academia publica ediciones de su primera Gramá琀椀ca, que
renueva hasta el XX.
- Se trata de una gramá琀椀ca norma琀椀va, orientada a alcanzar el ideal de corrección, como se
desprende de su prólogo (hablar con propiedad, exac琀椀tud y pureza).
- En 1973, la RAE publica el Esbozo de una nueva gramá琀椀ca de la lengua española, como
an琀椀cipo de una proyectada Nueva gramá琀椀ca que vio la luz en el XXI (RAE-ASALE 2009).
- En los años intermedios, solo se publica una gramá琀椀ca vinculada a la Academia, la de
Emilio Alarcos Llorach (1994) en la colección Nebrija y Bello, que no pretende ser
norma琀椀va; en las palabras del lingüís琀椀ca sobre su obje琀椀vo se advierte el cambio relevante
de orientación:
o El obje琀椀vo es exponer los rasgos de la gramá琀椀ca del español que se descubren en
los actos orales y escritos de los usuarios de la lengua en este SXX. Hoy día
concurren normas cultas diversas en los vastos territorios donde se prac琀椀ca el
español.
o Ya no es posible sostener que los peninsulares somos los amos del idioma: más bien,
según Menéndez Pidal, sus servidores, Se comprende que cada uno encuentre más
e昀椀caz y precisa la norma idiomá琀椀ca a cuya sombra ha nacido y se ha formado; pero
no implica rechazo o condena de otras normas respetables como la propias.
A 昀椀nales SXX, en la colección de la RAE se publica una obra colec琀椀va con gran repercusión en
la disciplina: la Gramá琀椀ca descrip琀椀va de la lengua española, coordinada por Bosque y
Demonte. El modelo de obra colec琀椀va es el que sigue otra extensa gramá琀椀ca histórica: la
Sintaxis histórica del español coordinada por Company y publicada en tres fases (Company
2007, 2009 y 2014).

2.4 Las academias de la lengua y la unidad del idioma


El español es una lengua con una extensión en número de hablantes muy superior a otras y
una enorme diversidad, que se plasma en todos los niveles lingüís琀椀cos (sobre todo foné琀椀co y
léxico). Es un territorio inmenso concentrado principalmente en España y gran parte de
América central y del Sur, y una comunidad de hablantes dividida por un océano (esa distancia
es y, fue en el pasado, muy peligrosa para la unidad del español).

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- En el mantenimiento de la unidad del idioma han jugado un papel relevante las academias
de la lengua: la RAE y las demás academias de los países hispanohablantes, todas
posteriores
- El comienzo de la colaboración ins琀椀tucional en cues琀椀ones lingüís琀椀cas entre España y los
países de América se remonta a mediados del siglo XIX. Este acercamiento guarda
estrecha relación con los procesos de independencia, tras los cuales las nuevas naciones
adoptan (en su mayoría) el español como lengua o昀椀cial y crean sus propias academias.
- En 1851 la RAE designó miembro honorario al gramá琀椀co venezolano Andrés Bello. Años
después, en 1871, se fundó la Academia Colombiana de la Lengua, la primera de las veinte
corporaciones del con琀椀nente americano y que, con la 昀椀lipina, ecuatoguineana y española,
forman la Asociación de Academias de la Lengua Española en México (1951): con la ASALE
se fortalece la polí琀椀ca lingüís琀椀ca panhispánica, basada en el respeto a la diversidad.

3. Los estudios lingüísticos sobre el español


El SXVIII acoge en los diccionarios la entrada de tecnicismos, con el Diccionario castellano con
las voces de ciencias y artes, de Terreros y Pando (1786-88). Recoge el léxico de artes, o昀椀cios
y ciencias. Es el diccionario español más importante del XVIII tras el Diccionario de
autoridades.
- En el SXIX hay que destacar el Nuevo diccionario de la lengua castellana que comprende
la úl琀椀ma edición integra, muy rec琀椀昀椀cada y mejorada, del publicado por La Academia
Española, de Salvá (1846), primer intento individual importante de modernizar el
diccionario general del español, pero todavía par琀椀endo del DRAE usual.
- En el SXIX nacen los diccionarios históricos, impulsados por la corriente imperante en la
lingüís琀椀ca de la época que considera fundamental el estudio histórico de las lenguas.
Como los e琀椀mológicos, los históricos 琀椀enen una orientación diacrónica, pero 琀椀enen un
propósito diferente: los e琀椀mológicos se centran en el origen de las palabras y los
históricos pretenden reconstruir su historia a través del 琀椀empo, ofreciendo ejemplos que
sirven para recrear o ilustrar la evolución semán琀椀ca de cada término (nuevas acepciones,
cambios semán琀椀cos…).
- Junto con las acepciones, aportan pruebas del uso desde sus primeras documentaciones
hasta la época actual, si son términos que perviven, o hasta que dejan de usarse.
- Algunos diccionarios históricos de otras lenguas fueron pioneros y pusieron en evidencia el
gran esfuerzo que requería una empresa así: el primer diccionario histórico, el Diccionario
alemán de Jacob y Wilhelm Grimm (1854-1863), en su primera etapa cubrió un 25% del
léxico del alemán; tuvo con琀椀nuidad y terminó en 1961, gracias a muchas colaboraciones.
o El Diccionario de Oxford (1884-1928), iniciado por James Murray, pudo terminarse
también gracias a sus numerosos colaboradores y es una obra de referencia.
o En España, el primer diccionario histórico de una lengua peninsular fue el
Diccionario catalán-valenciano-balear de Alcover y Moll (1927-1962), sigue el
modelo de Oxford.
o Por lo que respecta al español, los sucesivos intentos han par琀椀do siempre de la
RAE (1933-36 y 1960-66), pero sigue siendo un proyecto pendiente.

En el XX se elaboran los primeros diccionarios de uso, que buscan re昀氀ejar en su


macroestructura y su microestructura el uso general de la lengua, eliminando arcaísmos e

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incluyendo términos nuevos y acepciones habituales. Destacan el Diccionario de uso del


español (1966-67), de María Moliner y Diccionario de uso del español (1999), de Manuel Seco,
Olivia Andrés y Gabino Ramos.
- Se publica el primer diccionario e琀椀mológico de referencia: el Diccionario crí琀椀co
e琀椀mológico de la lengua castellana (1954), de Corominas, ampliado y actualizado en
colaboración con Pascual: el Diccionario crí琀椀co e琀椀mológico castellano e hispánico (1980-
91).
- Es interesante, por su concepción novedosa, el Diccionario ideológico de la lengua
española de Casares (1942).

Sobre las gramá琀椀cas, en los SXVIII y XIX se publican varias des琀椀nadas a enseñar español a los
extranjeros; muchas muestran español “en situaciones”, con una orientación pragmá琀椀ca.
- Los teóricos de la Ilustración consiguen que el castellano se imponga al la琀n como lengua
de enseñanza, reivindicación que apoyan con determinación Mayans, Feijóo y Jovellanos.
- El castellano se declaró lengua de instrucción en 1813, por lo que a par琀椀r de entonces
será más necesaria la publicación de manuales de gramá琀椀ca también para
hispanohablantes.
- En el SXVIII se reeditan varias obras de Nebrija, quizá des琀椀nadas a la enseñanza renovada
en castellano: las Reglas de Ortographia, por Mayans y Siscar, en 1735 y la Gramá琀椀ca
sobre la lengua castellana, que la RAE encarga para su difusión entre los académicos.

En el XIX, destacan tres gramá琀椀cos:


1) Vicente Salvá: publica en 1831 Gramá琀椀ca de la lengua castellana según ahora se habla, de
orientación norma琀椀va, tomando como modelo el uso culto, pero no literario. Condena
las ac琀椀tudes extremas (rechazar cualquier novedad y adoptar todos los neologismos).
2) Andrés Bello: publica Gramá琀椀ca de la lengua castellana des琀椀nada al uso de los
americanos, (1847) centrada en la función de las palabras como criterio grama琀椀cal. Se
preocupa por la unidad del idioma, pues ve en los neologismos un riesgo de
desmembración de la lengua. La Gramá琀椀ca de Bello fue anotada unos años después por
otro gramá琀椀co americano.
3) Ru昀椀no José Cuervo: autor del Diccionario de construcción y régimen de la lengua
castellana, que dejó inacabado y se terminó después por el Ins琀椀tuto Caro y Cuervo (1886);
analiza los aspectos sintác琀椀cos del uso de las palabras, recurriendo a la explicación
diacrónica y usando citas para ejempli昀椀car los dis琀椀ntos valores.

En el SXIX, el descubrimiento del sánscrito por parte de la ciencia europea condicionó de modo
decisivo el espectacular desarrollo de la lingüís琀椀ca histórica y comparada del XIX. Es época de
los Neogramá琀椀cos, que explican la evolución de las lenguas como producto de leyes foné琀椀cas
regulares, solo alteradas por la analogía. Más tarde, se cues琀椀onó la presunta regularidad de las
leyes foné琀椀cas por las excepciones e irregularidades descubiertas en estudios dialectológicos.

Los inicios de la Lingüís琀椀ca como ciencia arrancan, por tanto, de la Lingüís琀椀ca histórica, pero
en España no exis琀a tradición de estudio histórico de la lengua española; las principales leyes
foné琀椀cas solo habían sido objeto de estudio en la obra Orígenes de la lengua española (1737)
de Mayans y Siscar, pero no de forma extensa y sistemá琀椀ca.

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- Entre los SXIX-XX, surge Menéndez Pidal, y abre una etapa en los estudios sobre la lengua
española. Aplica en sus primeros trabajos el rígido método de la neogramá琀椀ca, pero
pronto marca un es琀椀lo personal que permite explorar la historia de la lengua par琀椀endo de
la época de orígenes y proyectando una extensa obra coherente con sus inves琀椀gaciones
históricas.
- En 1904 publica el Manual de Gramá琀椀ca histórica, imprescindible para varias
generaciones de 昀椀lólogos en España. Otras obras de referencia son el estudio lingüís琀椀co
del Cantar de Mio Cid. Texto, gramá琀椀ca y vocabulario (1944) con la edición crí琀椀ca del
texto; Orígenes del español (1950) y Documentos lingüís琀椀cos de España (1966).
- Menéndez Pidal es el director del Centro de Estudios Históricos, fundado en 1910, en el
que trabajarán excelentes 昀椀lólogos de varias generaciones, integrantes de la Escuela de
Filología española (Rafael Lapesa, Vicente García de Diego, Tomás Navarro Tomás…).
- Tras la Guerra civil, el trabajo de esta sección de Filología con琀椀núa en el Consejo Superior
de Inves琀椀gaciones Cien琀昀椀cas (CSIC) y, en América, el Ins琀椀tuto Caro y Cuervo de Colombia.

SXX: gracias a avances tecnológicos, se desarrolla la foné琀椀ca experimental: surgen


laboratorios de foné琀椀ca como el del CSIC, que ya cuentan con aparatos so昀椀s琀椀cados, cabina
para grabaciones, tecnología para realizar espectrogramas.
- Se desarrollan alfabetos convencionales, adoptados por la comunidad inves琀椀gadora: se
crea en 1889 un alfabeto internacional para la notación foné琀椀ca y fonológica, el IPA (AFI
según en español); en 1915 se crea en España el alfabeto RFE, de la Revista de Filología
Española, hoy prác琀椀camente en desuso.
- Todo supone un enorme impulso para el avance de la Foné琀椀ca como ciencia.

4. La evolución de la lengua entre el siglo XVIII y XX


4.1 Fonética, ortología y norma
El español moderno no ha experimentado cambios importantes. En la segunda mitad del SXIX
en América se temió que se disgregara el español en dialectos y se pusiera en riesgo la unidad
del idioma, pero no ha sucedido así, gracias al papel uni昀椀cador de las academias.
- Con琀椀núan bien delimitadas las diferencias foné琀椀cas entre la zona de la norma meridional
y la septentrional, con las caracterís琀椀cas ya señaladas.
o Se han extendido por todo el territorio de habla hispana el yeísmo (quedan muy
pocas regiones dis琀椀nguidoras) y la pérdida de -d- intervocálica, marcado
diastá琀椀camente.
- Quizá lo más interesante en el español moderno es la evolución de la ortología: la
correcta pronunciación. A 昀椀nales de este período, la postura más general está lejos del
concepto de español correcto que plasma Navarro Tomás en Manual de pronunciación
española (1918):

“La norma de buena pronunciación es la que se usa en Cas琀椀lla en la conversación de personas


ilustradas, por aproximarse más a la escritura; su uso, pero, no se reduce a esta región, sino
que, recomendada por las personas doctas, difundida en escuelas y cul琀椀vada ar琀s琀椀camente,
se ex琀椀ende al resto. Se trata de la pronunciación castellana sin vulgarismo y culta sin
afectación, estudiada especialmente en el ambiente universitario madrileño”.

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En el SXX se avanza hacia la superación del concepto centralista de la norma y se empieza a


valorar posi琀椀vamente la variación, frente a la es琀椀gma琀椀zación que sufrieron algunas
variedades durante mucho 琀椀empo como el andaluz o el español de América. Ha evolucionado
el concepto de español estándar como lengua ejemplar, lengua común o koiné琀椀ca, modelo de
referencia para los hablantes, porque la ejemplaridad es siempre subje琀椀va y discu琀椀ble.

4.2 Morfosintaxis
No hay en esta época grandes cambios en las estructuras grama琀椀cales. El desarrollo del
género del ensayo impulsa un aumento de conectores discursivos, necesarios para expresar
contenidos complejos en los textos argumenta琀椀vos.
- Los nuevos modos narra琀椀vos de 昀椀nales del XIX y el principios del XX facilitan una presencia
mayor del registro informal en literatura, lo que permite analizar esta variedad diafásica
y el re昀氀ejo de la lengua oral.
o Para la inves琀椀gación grama琀椀cal supone un gran avance la posibilidad de acceso a
grandes corpus de datos, especialmente si están anotados grama琀椀calmente, porque
permite un muestreo mayor y más fácil de los fenómenos lingüís琀椀cos.
- Evolución de estructuras morfosintác琀椀cas : perviven las interferencias funcionales de los
pronombres átonos de 3a persona plural (leísmo, laísmo y loísmo), con un reparto
desigual en la geogra昀a del español. El único aceptado por la norma es el leísmo masculino
singular (a mi padre le quiero mucho). Ha causado di昀椀cultades la adaptación de
extranjerismos y préstamos a la morfología del español (p.e., en la pluralización).

4.3 Léxico
El XVIII es una época interesante para el estudio del léxico: el avance de la ciencia y el
desarrollo del pensamiento impulsan la creación de numerosos neologismos, especialmente
en el ámbito de la técnica (termómetro, microscopio) y de la 昀椀loso昀a (civilización, cultura,
intolerante/-ancia, materialismo/-ista). Tratadistas como Feijoo o Garcés sienten el
neologismo como un ataque al idioma y expresan su rechazo hacia los que son innecesarios .
Pero, muchos términos creados en esta época son hoy palabras frecuentes (jefe, régimen,
base, éxito, simpá琀椀co, viajar, ruta, crisis).

La entrada de cul琀椀smos de origen la琀椀no o griego con琀椀núa a lo largo de esta época. Es


frecuente la creación de derivados y compuestos cultos dentro de la lengua, a par琀椀r de
formantes cultos de las lenguas clásicas. En ocasiones, la entrada al español es a través del
francés o del inglés.
- En el SXVIII tenemos amputación, re琀椀na, virus, papila, cultural.... que pasan del
vocabulario 昀椀losó昀椀co y cien琀昀椀co a la lengua común.
- Son abundantes las nuevas formaciones a par琀椀r del griego: nombres de ciencias (zoología,
psicología, paleogra昀a, biología) términos médicos (autopsia, clínico, es琀椀gma, higiene,
apa琀a, microbio), 昀椀losó昀椀cos (didác琀椀co, fenómeno), polí琀椀cos (autonomía, cosmopolita...).
- Son frecuentes las formaciones con su昀椀jos -ista, -ismo, -昀椀lia, -fobia o los pre昀椀jos tele-,
micro-

Respecto a los préstamos:

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a) Galicismos: es la época de mayor a昀氀uencia en la historia del español, debido al pres琀椀gio


de Francia en el siglo de la Ilustración y en el XIX por la invasión de las tropas francesas.
En el SXVIII destacan los términos relacionados con varios ámbitos:
a. Vida militar (jefe, cadete, montura, brigada, desertar, comandar, corbeta,
goleta...);
b. Vida civil, relacionados con la artesanía (edredón, coqueta, remarcable, moda).
c. Ves琀椀dos y adornos (pantalón, corsé, bisutería).
d. Objetos domés琀椀cos (cacerola, botella, galleta...)
e. Tecnicismos (cha昀氀án, catastro, bisturí, paquete, lingote).

En el XIX, los ámbitos son los mismos: ves琀椀dos-adornos (chal, frac, blusa, sostén,
maquillarse...); materias primas y géneros (piqué, tafetán...); vivienda y vida familiar (bidé,
bol, bebé, biberón); comidas y restauración (hotel, paté, consomé), vida polí琀椀ca (complot,
burocracia, ru琀椀na, quiosco); espectáculos (esquí, pilotaje, descapotable, debut, doblaje...); y
tecnicismos (amperio, bobina, cremallera, chasis, cupón, bou琀椀que...)

b) Italianismos: descienden en el XVIII, pero aún son numerosos; hay términos referidos a la
vida cultural (miniatura, ópera, sonata, virtuoso, aria), militar (destacar, diana), comercial
(saldo, cartulina...), y social (charlatanería, cabalgata, tute) o comidas (café, capuchino...).
a. En el XIX se repiten los ámbitos: vida cultural (acuarela, escayola, voluta, adagio,
soprano); social (regata, caricatura...); y otros (sombrilla, desfachatez,
intríngulis...).
b. En el XX entran italianismos como diva, terraza, arpegio, par琀椀tura, melodrama,
etc.
c) Anglicismos: empezó a tener presencia en español en el XIX y desde entonces su
progreso ha sido enorme. Entre los más an琀椀guos destacan club, dandi, esnob, yate o
bote.
a. Son abundantes los términos referidos al mundo del deporte (tenis, béisbol...) y a
otros aspectos de la vida co琀椀diana (jersey, suéter, esmoquin, yogur...) o de la vida
social (reportero, mi琀椀n, líder...), todos ellos adaptados al español.
b. Otros permanecen más 昀椀eles a la forma inglesa, con los consiguientes problemas
grá昀椀cos, de pronunciación y de 昀氀exión grama琀椀cal (p.e., de formación del plural):
confort, golf, jazz, whisky (también güisqui), sándwich...
c. El calco semán琀椀co hace que palabras españolas adquieran nuevos signi昀椀cados
que los términos correspondientes en inglés poseen: domés琀椀co “nacional”,
ignorar “no hacer caso”, romance “relación amorosa” o serio “importante”.
d. Otras formas de anglicismo afectan a la formación de derivados y compuestos, y a
expresiones idiomá琀椀cas (perrito caliente “bocadillo de salchicha”, por ejemplo).
e. A 昀椀nales del XX, el vocabulario referido a la tecnología está básicamente
compuesto por anglicismos (hardware, so昀琀ware...).

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Tema 7. El español actual (finales del siglo XX y principio del


siglo XXI)

1. La evolución de la lengua en la época más reciente


En la época más reciente, la evolución del español ha estado marcada por varias
circunstancias:
1) La progresiva presencia de la tecnología en la sociedad y el desarrollo, desde los años 90,
de la comunicación por Internet: las RRSS obligan a usar el lenguaje escrito de una forma
mucho más intensa, muchas veces como un 琀椀po de lenguaje propio de la modalidad
oral, que se sirve de signos no verbales (fundamentalmente emo琀椀conos,
representaciones del estado de ánimo del que escribe, que suelen acompañar al lenguaje
verbal en aplicaciones propias de la comunicación en red).
a. El ritmo ver琀椀ginoso al que 昀氀uye la información obliga a comprimir la expresión al
máximo, usando recursos para emi琀椀r un mensaje con rapidez o en el menor
espacio.
b. Se han creado nuevas abreviaturas que se suman a las tradicionales de la lengua
española, y se ha desarrollado un es琀椀lo diferente, más directo y cortado, propio de
la comunicación en red.
2) Es mucho más fácil el acceso a la información , realizado a través de dis琀椀ntos disposi琀椀vos
electrónicos de uso extendido y que muchas veces llevamos con nosotros, lo que facilita
la consulta inmediata (teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores personales...).
a. Esto redunda en un mayor conocimiento de la información sobre la lengua, que a
veces encontramos en publicaciones especializadas y en la prensa general.
b. Nunca antes había exis琀椀do tanta facilidad para conocer puntualmente, por
ejemplo, los informes de la RAE sobre cualquier aspecto que despierte interés en la
sociedad.

Historia interna de la lengua: no ha habido recientemente cambios signi昀椀ca琀椀vos en elementos


nucleares (foné琀椀ca o morfosintaxis), pero sí en el nivel más suscep琀椀ble de verse afectado por
el contacto con otros grupos sociales o con hablantes de otras lenguas: el léxico, como se
puede apreciar a par琀椀r de la revisión de las novedades publicadas periódicamente
introducidas en el diccionario académico, actualizado por la RAE y la ASALE desde su edición
de 2014 (DLE).
- El conjunto de adiciones, eliminaciones y enmiendas incorporadas en las úl琀椀mas
ediciones (22ª en 2001 y 23ª en 2014) revela tendencias que caracterizan a la sociedad
actual: p.e.,
o La progresiva feminización de nombres de profesiones y cargos.

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o La incorporación de términos relacionados con el mundo de la tecnología (muchas


veces préstamos de la lengua dominante de ese entorno, el inglés).

2. Lengua y sociedad: cambios sociales que influyen en la lengua


2.1 Género gramatical y sexismo lingüístico
Las circunstancias externas en que se desarrolla la lengua, su contexto histórico-social,
in昀氀uyen en los cambios internos que afectan a los dis琀椀ntos niveles lingüís琀椀cos (la historia
externa y la interna de una lengua no son esferas independientes, sino que, en mayor o menor
medida, están interrelacionadas).
- Respecto la evolución del español en la época más reciente, los cambios más interesantes
se han producido en aspectos relacionados con el género grama琀椀cal, por circunstancias
como la presencia mayor de la mujer en nuevas profesiones y cargos o la aceptación
global de la igualdad entre los sexos, que contribuye a eliminar o modi昀椀car rasgos
interpretados como propios de un uso sexista de la lengua.
Existen diferentes cues琀椀ones que pueden ser analizadas en relación con el género grama琀椀cal,
el sexismo lingüís琀椀co y la visibilidad de la mujer:
1) Duplicar el género (todos y todas) frente al masculino inclusivo (todos = “todos y todas”).
2) La diferencia entre connotaciones asociadas al femenino y no al masculino (por ejemplo,
zorro “astuto” / zorra “pros琀椀tuta”);
3) La falta de equivalencia entre masculino y femenino (p.e. modisto “importante creador
de moda” / modista “profesional que se dedica a arreglos o cose a pequeña escala”).
4) La falta de equivalente femenino para algunas profesiones (gerenta aceptado en 23ª
DLE);
5) La resistencia de las mujeres a la autodenominación en femenino (Laura dice: soy
médico).

El lenguaje inclusivo, el masculino no marcado y la feminización de los nombres de profesiones


o cargos son aspectos clave. Se trata de cues琀椀ones sociológicas, rela琀椀vas a la consideración de
la mujer, pero también cues琀椀ones lingüís琀椀cas, referidas a los usos del género grama琀椀cal:
deben ser analizadas desde una perspec琀椀va sociolingüís琀椀ca, desde la óp琀椀ca de la interacción
entre la lengua y el contexto social de la comunicación.

2.2 Norma, gramática y pragmática


El concepto de norma es bastante polémico y resbaladizo, a veces plantea dudas sobre su
origen, quién toma las decisiones, cómo es posible conocerla o cuál es el papel de los
hablantes. Cabe preguntarse cuáles son los límites entre norma y uso, entre gramá琀椀ca y
pragmá琀椀ca, cómo los hablantes cultos in昀氀uyen realmente en decisiones académicas y hasta
qué punto se 琀椀ene en cuenta a los hablantes cultos del ámbito panhispánico y no solo del
peninsular.

La norma es una abstracción que engloba los usos de la lengua considerados correctos, es
decir lo admi琀椀do por el organismo responsable de hacerlo, que en España es la RAE.
- ¿Cómo elabora la Academia la norma y decide lo que es correcto? en teoría, basándose
en el uso de lo hablantes cultos, que son aquellos que poseen una educación que les

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permite preocuparse por el uso correcto de la lengua (frente a aquellos hablantes sin
instrucción o con poca instrucción, o que no muestran sensibilidad hacia el uso correcto).

La pragmá琀椀ca se u琀椀liza para referirse a la lengua en uso, condicionada por el contexto


cultural y sociolingüís琀椀co en que se producen los actos de comunicación: las autoridades
académicas deben tener en cuenta, al decidir sobre el carácter norma琀椀vo de los problemas
lingüís琀椀cos, no solo el uso de los hablantes cultos, sino también las condiciones pragmá琀椀cas
de su producción, el uso dentro del contexto social.
- Esta es una tarea di昀cil en la actualidad, en un mundo cambiante, con una transmisión
tan veloz de la información, con unos cambios sociales tan ver琀椀ginosos...
- Los académicos deben hacer públicas las decisiones tomadas para que los hablantes las
conozcan. Lo habitual no es encontrar esta información en la página web de la RAE,
aunque a veces ocurre, sino expresada en sus obras más conocidas: especialmente
gramá琀椀cas y diccionarios, que son sus principales medios de difusión y los instrumentos
mediante los cuales podemos acceder a la información.
o La úl琀椀ma gramá琀椀ca académica (Nueva gramá琀椀ca de la lengua española) se publicó
en 2009, y existe con dis琀椀ntas versiones (extensa, manual y básica).

Además, podemos extraer información ú琀椀l de otros medios:


1) El Diccionario usual de la Real Academia española (DRAE), cuya 22ª edición (de 2001) fue
reemplazada en 2014 por la 23ª edición. Ahora es el Diccionario de la lengua española
(DLE)
2) El Diccionario panhispánico de dudas (DPD) es una obra con voluntad norma琀椀va.

Estas dos obras lexicográ昀椀cas 琀椀enen varias ventajas: son rela琀椀vamente recientes, de 2014 y
2005; y son fruto del consenso entre a Real Academia de la Lengua y las demás academias de
la lengua española (agrupadas en la ASALE): pueden considerarse norma panhispánica.
- El DPD 琀椀ene otra ventaja añadida : no está reducido al inventario léxico de términos;
ofrece una información grama琀椀cal en sus ar琀culos “temá琀椀cos”, que es muy ú琀椀l para el
hablante que no puede consultar la nueva gramá琀椀ca académica o necesita indicaciones
más breves.
- Uno ar琀culo temá琀椀co se re昀椀ere al género: en él 昀椀gura un apartado 琀椀tulado “Formación
del femenino en profesiones, cargos, 琀tulos o ac琀椀vidades humanas”, además de
indicaciones sobre algunos procedimientos que se han u琀椀lizado para evitar el sexismo en
el lenguaje.

2.3 La postura de la RAE en la polémica del sexismo lingüístico


De acuerdo con su papel de organismo responsable de la norma del español, la RAE ha
emi琀椀do puntualmente informes sobre cues琀椀ones de actualidad que resultan polémicas. En
relación con el tema del sexismo lingüís琀椀co destacan dos, de 2012 y 2020:

1. En marzo de 2012 el pleno de la RAE ra琀椀昀椀có un informe sobre Sexismo lingüís琀椀co y


visibilidad de la mujer, redactado por Ignacio Bosque, el ponente de la NGLE: en el informe se
censuran algunos procedimientos por afear el es琀椀lo y ser innecesarios, como la duplicación de
género o el uso de símbolos especiales para hacer referencia a los dos géneros, masculino y

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femenino (se considera innecesario, al disponer el español de un “género no marcado”, el


masculino)”.
- La RAE responde a guías de lenguaje no sexista publicadas por ins琀椀tuciones, empresas o
colec琀椀vos: cree que hay un con昀氀icto de competencias y que las propuestas de estas guías
conculcan aspectos grama琀椀cales o léxicos 昀椀rmemente asentados en el sistema
lingüís琀椀co.
- 2. En enero 2020, la RAE ha aprobado un Informe sobre el lenguaje inclusivo y cues琀椀ones
conexas, en respuesta a una pe琀椀ción directa del Gobierno para conocer la opinión de los
expertos sobre el posible sexismo en el lenguaje de la CE de 1978.
o El primer informe de la RAE entraba ya de lleno en un debate público que ha
originado mucha polémica en los úl琀椀mos años: el sexismo lingüís琀椀co y la visibilidad
de la mujer.
o Muchas personas y colec琀椀vos consideran que el uso del masculino genérico (el
género no marcado, el masculino usado genéricamente para designar a los dos sexos
cuando no existe diferencia entre ellos) causa la invisibilidad de la mujer y proponen
u琀椀lizar el femenino o fórmulas para evitar el masculino: duplicaciones o uso de
terminaciones como @, e o x (todos y todas, tod@s, todes, todxs). Hay dos posturas
en la polémica:

Postura A: par琀椀darios de transformar los mecanismos lingüís琀椀cos para hacer más “visible” a
la mujer en la sociedad (el masculino genérico sería una simple supervivencia en el lenguaje del
dominio del patriarcado y una visión androcéntrica de la vida), reivindican estos cambios:
a) Uso de fórmulas para incluir términos masculinos y femeninos (todos y todas...).
b) Empleo alterna琀椀vo, para evitar las repe琀椀ciones constantes, de términos abstractos que
designen el colec琀椀vo formado por seres de dis琀椀ntos sexos (promocionando el uso de
sustan琀椀vos colec琀椀vos como la ciudadanía, el profesorado, el estudiantado...).
c) Uso de la arroba como símbolo de doble gra昀a (tod@s), uso de la e o la x como
morfemas representa琀椀vos de los dos géneros (todes, todxs).
d) Conver琀椀r epicenos masculinos en sustan琀椀vos con moción de género
miembro>miembro/a

Postura B: par琀椀darios de respetar los mecanismos que la lengua 琀椀ene ya establecidos desde
an琀椀guo para referirse a colec琀椀vos en los que se incluyen indis琀椀ntamente hombres y mujeres.
- De昀椀enden el uso del masculino genérico (el todos con que nos referimos a todos y
todas).
- Consideran que no es aconsejable (ni siempre posible) forzar cambios en la lengua para
transformar sus estructuras grama琀椀cales.
- Rechazan el uso del “femenino genérico” porque no 琀椀ene jus琀椀昀椀cación en las estructuras
de nuestra lengua (por razones históricas, las lenguas romances que poseen un género no
marcado, este es el masculino): rechazan en general las imposiciones de nuevos
femeninos creados por razones de oportunidad o conveniencia polí琀椀ca como miembra o
portavoza.

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2. En enero de 2020, el informe responde a una consulta formulada por el Gobierno de España
a la RAE en 2019: ¿deberían introducirse cambios en la CE de 1978 para visibilizar a la mujer?,
¿Necesita la CE u琀椀lizar un “lenguaje inclusivo”?
- La respuesta de la RAE se presenta como un informe, Informe sobre el lenguaje inclusivo
y cues琀椀ones conexas, aprobado en el pleno de 16 de enero de 2020: a昀椀rma que el
lenguaje de la CE es inclusivo, pero en una acepción del término que consideran la más
adecuada (y que no coincide con la del Gobierno). La RAE a昀椀rma que la expresión
lenguaje inclusivo puede tener dos acepciones:
o Aquel que nombra a las mujeres expresamente con femeninos (p.e. “ciudadanos y
ciudadanas”) o con sustan琀椀vos colec琀椀vos (“la ciudadanía”);
o Aquel que usa el masculino no marcado cuando el contexto no es ambiguo (“todos
los españoles son iguales ante la ley”): este sería un “masculino inclusivo”.
- La Academia considera preferible la segunda acepción, que ve más acorde con la
conciencia lingüís琀椀ca de los hispanohablantes y con la estructura grama琀椀cal de las
lenguas romances.
- Su análisis del lenguaje inclusivo valora si los masculinos genéricos de la CE no dejan
posible ambigüedad de su valor genérico: en ese caso, consideran que el lenguaje es
inclusivo.

2.4 La feminización de profesiones y cargos


Sobre la feminización de sustan琀椀vos referidos a profesiones y cargos, el problema se planteaba
a mediados del SXX: en una conferencia de 1981 sobre los intentos norma琀椀vos para
generalizar el femenino en nombres de profesiones (Estabilidad y cambio en la estructura de
la lengua), el gramá琀椀co Manuel Seco desarrolla estos planteamientos.
- A 昀椀nales del XX y principios del XXI), muchos de los nuevos femeninos se han
generalizado, pero la cues琀椀ón no está de昀椀ni琀椀vamente resuelta.
- La mujer, incorporada a un número mayor de puestos en el mundo laboral y a nuevos
cargos de responsabilidad, origina la necesidad de contar con un femenino especí昀椀co
para muchas denominaciones de cargos y profesiones, antes reservados a los hombres.

Los procedimientos empleados para formar estos nuevos femeninos siguen normalmente los
modelos existentes en la historia de la lengua y pueden ser de varios 琀椀pos.
- Algunos se crean por procedimientos grama琀椀cales:
o Morfológicos: con una marca formal especí昀椀ca en la terminación (la marca más
usada en la feminización es la -a, como en médica y obrera; morfemas como -isa
o -esa son menos frecuentes: alcaldesa);
o Sintác琀椀cos: procedimientos sintác琀椀cos para dis琀椀nguir masculino y femenino de
una misma forma (el / la pediatra, el / la otorrino).
- Otros se forman por procedimientos léxicos: al añadir al masculino el sustan琀椀vo
mujer en aposición (una mujer médico), por in昀氀uencia del inglés, o sus琀椀tuyendo el
término problemá琀椀co por otro más “adaptable” (doctora en vez de médica).

Las reivindicaciones sociales y el rechazo al sexismo en la lengua han favorecido la creación y


la aceptación de los nuevos femeninos y la RAE ha tratado de adaptar las recomendaciones de

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sus obras norma琀椀vas a la nueva realidad social, aceptando femeninos como jefa, presidenta,
ministra, médica, abogada, jueza...
- Sin embargo, estos no siempre han sido bien aceptados por los más puristas y a veces, lo
que resulta más sorprendente, se han rechazado por las propias profesionales: las
médicas quieren ser médicos, las notarias quieren ser notarios o las juezas, jueces.
- Así, comprobamos que existen condicionantes de 琀椀po pragmá琀椀co (referidos a la lengua
en su contexto -aquí, el social-) que frenan la evolución de una tendencia natural en la
lengua.

Las posibles causas de este rechazo a los nuevos femeninos, de este “corsé” voluntario, son:
a) La asociación del masculino a una mayor valía profesional (“Médica me suena a que es
peor médico, que no vale tanto”), re昀氀ejo evidente de una sociedad machista, pero
también legí琀椀mo deseo de estas mujeres a no ver infravalorada su ac琀椀vidad.
a. La resistencia es más alta en profesiones para las que se requiere una cuali昀椀cación
alta (obrera se admite sin problemas, pero ingeniera no).
b) La asociación del femenino a la mujer del profesional correspondiente, como ha
sucedido en entornos concretos (médica “mujer de médico” o jueza “mujer de juez”),
especialmente en comunidades pequeñas y en los nombres que designan cargos
militares, por el carácter fuertemente conservador de la ins琀椀tución.
a. Aunque los diccionarios lo sancionen por uso anacrónico o coloquial, esta
asociación pesa al autodenominarse, cuando existe el riesgo de ser tomada por “la
mujer de".
c) Las connotaciones peyora琀椀vas de ciertos femeninos (sexismo autén琀椀co): sargenta evoca
una imagen nega琀椀va recogida en la de昀椀nición obje琀椀va del DLE: no se re昀椀ere a la
profesional que trabaja en el ejército, pero sí recoge una acepción especí昀椀ca para mujer
corpulenta, hombruna y de dura condición. Según la NGLE, sargenta es: mujer prepotente
y mandona.
d) La di昀椀cultad para encontrar modelos en que apoyar creaciones analógicas: es fácil hacer
el femenino de un masculino en -o, pero no tanto formar uno especí昀椀co sobre una
palabra terminada en -l o -z como bedel o capataz, al no ser frecuente encontrar pares de
masculino en -z vs. femenino en -za).
e) Los problemas de homonimia con una ciencia o materia también femenina: expresiones
como la 昀sica o la química pueden referirse a las profesionales y a su campo de estudio.

En este proceso de cambio in昀氀uyen causas de dos 琀椀pos: a), b) y c) son razones externas, pero
d) y e) son internas, es decir, nacen del propio sistema de la lengua en sus dis琀椀ntos niveles.
En conclusión, existen condicionantes socioculturales importantes que inter昀椀eren en el
proceso lingüís琀椀co de feminización de sustan琀椀vos referidos a profesiones y cargos. Todo ello
se re昀氀eja en la aceptación y difusión de los nuevos femeninos.
- Hay una inclinación en crear femeninos especí昀椀cos para las denominaciones
profesionales incluso en sustan琀椀vos cuya terminación no ha tenido históricamente
moción de género (o sea, variación de género a través de morfemas especí昀椀cos).
- Por su parte, el uso termina imponiendo las innovaciones que son producto espontáneo
de los hablantes y que cuentan con modelos sobre los que establecer una analogía.

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o A pesar de que los sectores más puristas se resistan, la analogía es una fuerza cuya
acción ha sido siempre poderosa en todos los planos de la lengua: aquí se suma
una reivindicación social muy jus琀椀昀椀cada, y es lógico que el empuje sea todavía
mayor.
- Aun así, una vez que su uso se ha extendido y que han sido aceptados como norma琀椀vos,
estos nuevos femeninos encuentran un obstáculo inesperado: la resistencia de las
mujeres profesionales a referirse a sí mismas con los nuevos términos: consideran más
pres琀椀giosos los masculinos correspondientes (la metáfora del corsé representaría esta
autocensura de algunas profesionales sobre la u琀椀lización de los femeninos referidos a su
ac琀椀vidad).
o La autocensura es la cara opuesta a la pretensión de visibilidad forzosa de otros
procesos lingüís琀椀cos (que buscan presencia explícita del femenino: “todos y
todas”).
o Las mujeres que usan el masculino para referirse a su profesión buscan invisibilidad
de su naturaleza y pre昀椀eren esconderse tras un masculino al que asocian un
mayor pres琀椀gio profesional, a pesar de que los femeninos estén asentados en el
uso o sancionados como correctos por la norma académica.

También puede in昀氀uir que las innovaciones morfológicas en el idioma suelen ser
inconscientes (los hablantes no pretenden causar el cambio) e inmo琀椀vadas (no se deben a un
mo琀椀vo real).
- Pero, en la creación de nuevos femeninos para ac琀椀vidades nuevas en el mundo laboral o
en la esfera pública, la innovación es consciente y mo琀椀vada por causas socioculturales.
- Esto provoca polémica, al no exis琀椀r acuerdo entre los hablantes y a que la norma cambie
de forma brusca, sin responder a usos asentados de los hablantes cultos.
- Tampoco hay que olvidar que pueden exis琀椀r diferencias en el mundo de habla hispánica:
América presenta normalmente unos usos más innovadores que España,
tradicionalmente más conservadora y re琀椀cente a los cambios en la lengua.

Existe en la sociedad actual un fuerte movimiento contra el uso sexista del lenguaje; se busca
evitar que la lengua sea una fuente de discriminación hacia las mujeres, pero:
1) En ocasiones se fuerza el uso natural o las tendencias históricas de la lengua, olvidando
que las innovaciones lingüís琀椀cas son producto de una lenta evolución (a veces de siglos),
y;
2) Ninguna autoridad, académica, polí琀椀ca o administra琀椀va puede imponer a los hablantes
una innovación en la lengua, pues este instrumento de comunicación es propiedad de
todos.

3. El panhispanismo y la unidad del idioma: el papel de las academias


de la lengua
El siglo XXI ha signi昀椀cado un cambio de polí琀椀ca en la norma académica. Ha ido
progresivamente a昀椀anzándose y haciéndose real la idea del panhispanismo, que ha guiado el
trabajo conjunto de la RAE y la Asociación de Academias de la lengua (ASALE, creada en 1951,
de la que forman parte las academias de todos los países de habla hispánica).

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La primera obra que se declara abiertamente “panhispánica” es el DPD (2005). Las respuestas
que proporciona a las dudas que se recogen en sus ar琀culos fueron acordadas por todas las
academias, respetando las variantes de uso en los países de habla hispánica, con la intención
de preservar la unidad del español en todo el ámbito hispánico.
- Otras obras conjuntas de RAE y ASALE son la Nueva gramá琀椀ca de la lengua española
(2009-2011), la Ortogra昀a de la Lengua española (2010), el Diccionario de americanismos
(2010) o el Diccionario de la lengua española (2014), entre otras.
o El an琀椀guo Diccionario usual de la Real Academia (DRAE) (22 ed., la úl琀椀ma de 2001)
ha pasado a denominarse Diccionario de la lengua española (DLE) en su 23ª
edición (2014), para re昀氀ejar que es una obra conjunta.
- Destacan también la composición de los corpus de la lengua, Libros de es琀椀lo, las
ediciones conmemora琀椀vas de importantes escritores en español, la colección Clásicos
ASALE, o el auspicio de la Escuela de Lexicogra昀a Hispánica.

El papel de las academias va más allá de velar por la pureza del idioma: sus esfuerzos se dirigen
a salvaguardar la unidad del idioma y difundir las obras que permiten a los hablantes cultos
de todo el ámbito panhispánico conocer la norma (fundamentalmente gramá琀椀cas y
diccionarios).
- Todas las academias están implicadas en este trabajo colabora琀椀vo, dejando atrás épocas
de prejuicios hegemónicos.
- Ilustran este giro las palabras del secretario general de la ASALE, Francisco Javier Pérez,
en el VIII Congreso Internacional de la lengua española (CILE), Argen琀椀na en 2019: a par琀椀r
de Andrés Bello, explica el panhispanismo lingüís琀椀co como “comprensión de nuestra
lengua ajena a cualquier forma de imposición hegemónica, ideológica, nacional, regional
parcial, que no es琀椀me lo que el español 琀椀ene hoy de unidad y cohesión tanto como de
variedad y diferenciación; los innegables valores máximos de nuestra lenguas”.
o Terminaba su discurso: “Sin panhispanismo no es posible llegar a ningún acuerdo
en materia de comprensión, descripción y divulgación del español. No sería posible
la propia ASALE, pues todos sus empeños ins琀椀tucionales se ejecutan para
mantener ac琀椀vo el principio de que el español es grande por su diversidad y de
que ninguna modalidad del español debe brillar por encima de otra”.

En este marco de colaboración entre las ins琀椀tuciones que velan por la unidad del español y su
difusión en el mundo se sitúan los Congresos Internacionales de la Lengua Española (CILE),
que se celebran cada 3 años en uno de los países hispanohablantes y su 昀椀nalidad es cons琀椀tuir
foros universales de re昀氀exión sobre la situación, los problemas y los retos del español.
- Par琀椀cipan en estos congresos personas de todos los países de habla hispana: escritores,
ar琀椀stas, especialistas y profesionales de los diversos campos de la cultura.
- Los congresos están promovidos por el Ins琀椀tuto Cervantes, la RAE y la ASALE.
- El VIII CILE, el úl琀椀mo, se celebró bajo el lema “América y el futuro del español. Cultura y
educación, tecnología y emprendimiento”. Reunió aproximadamente unos 250
escritores, académicos, expertos y profesionales de todo el mundo.
- La inicia琀椀va de la celebración de estos congresos par琀椀ó de 琀椀erras andaluzas. El Ins琀椀tuto
Cervantes, junto con el Pabellón de España de la Exposición Universal de Sevilla, convocó
en 1992 el Congreso de la Lengua Española, para fomentar la inves琀椀gación de la lengua.

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o En el acto de clausura del congreso sevillano surgió la propuesta de celebrar en México


el I Congreso Internacional de la Lengua Española; inicia琀椀va que se ejecutó en 1997.
o Desde entonces, el Ins琀椀tuto Cervantes, la RAE y la ASALE han impulsado la celebración
trienal de los Congresos Internacionales de la Lengua Española: Valladolid en el 2001,
Rosario-Argen琀椀na 2004; Cartagena de Indias (Colombia) 2007; Valparaíso (Chile),
2010; Panamá, 2013; Puerto Rico 2016; y Córdoba-Argen琀椀na), 2019.
o El IX CILE, retrasado por la pandemia, tendrá lugar en Arequipa (Perú) en 2023.

4. El español en el mundo actual (2022)


Según la revista Ethnologue, hay alrededor de 7.097 idiomas en el mundo. La lengua con
estatus de idioma o昀椀cial en más países es el inglés (59 países), seguido del francés (29 países),
el árabe (27 países), el español (20 países) y el portugués (10 países). El español ocupa la
cuarta posición en número de países donde es lengua o昀椀cial.
- Sin embargo, algo mucho más representa琀椀vo para una lengua es el número de hablantes
que la 琀椀enen como lengua na琀椀va-materna, y aquí es donde mejor se puede apreciar la
importancia del español.

Según los datos del úl琀椀mo informe del Ins琀椀tuto Cervantes sobre la lengua española en el
mundo (actualizados en diciembre 2021), actualmente hay algo más de 492 millones de
personas que hablan español como lengua materna o na琀椀va, lo que es un 6,3% de la
población mundial.
- En esta modalidad, el español es la segunda lengua más hablada del mundo tras el chino
mandarín (918 millones de hablantes). El tercer lugar lo ocupa el inglés, con 379 millones.
- Los números de hablantes de español siguen creciendo : el informe del Ins琀椀tuto Cervantes
señala que, demográ昀椀camente, el crecimiento de la población de países donde el
español es lengua o昀椀cial es evidente: solo el aumento de la población en México supone
sumar a las “cuentas” de la lengua unos 1,2 millones de hablantes cada año.
o Cabe destacar que en América se encuentran el 90% de los hablantes de español,
un idioma marcado por la diversidad.
- Todos estos datos no dejan lugar a dudas sobre la importancia cultural y económica del
español, una de las lenguas más habladas en el mundo.

Tras analizar los cambios en el español y el necesario equilibro entre la norma y uso
lingüís琀椀co, hay que recordar que la lengua cambia, se adapta, se acomoda a situaciones
nuevas dentro de un orden natural, respetando el uso de los hablantes y moviendo
lentamente sus engranajes.
- Por su naturaleza, las lenguas huyen de imposiciones, tanto académicas como polí琀椀cas.
- Las lenguas evolucionan en función de las necesidades comunica琀椀vas de los hablantes.

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Tema 8. Historia interna del español

1. Fonética y fonología históricas


Es di昀cil reconstruir el sistema fonológico del castellano en sus primeras etapas, dada la falta
de 昀椀jación de la escritura, que en época medieval no estaba habilitada por completo para
re昀氀ejar los fonemas del incipiente romance: todas las a昀椀rmaciones sobre el sistema fonológico
y sobre la pronunciación del castellano en esta etapa deben tomarse con cautela.
- Nuestro conocimiento de la pronunciación an琀椀gua se basa en observar errores grá昀椀cos,
en las rimas de la poesía o en las no琀椀cias de los gramá琀椀cos, fuentes indirectas, pero
valiosas.

1.1 Vocalismo
1. El sistema vocálico castellano se encuentra de昀椀nido en época medieval y consta de 5
vocales: /a/, /e/, /i/, /o/, /u/: supone una reducción importante del sistema del la琀n clásico,
que tenía diez fonemas vocálicos, caracterizados por los siguientes rasgos: el grado de
abertura (vocales cerradas, abiertas y medias), el lugar de ar琀椀culación (vocales anteriores o
palatales, posteriores o velares y centrales) y la can琀椀dad (vocales largas y breves).
- La can琀椀dad en la琀n es un rasgo dis琀椀n琀椀vo : sirve para dis琀椀nguir pares mínimos (frente a
las lenguas donde la can琀椀dad no es fonológica), como en los siguientes ejemplos: L Í BER
“libre” vs. L Ĭ BER “libro”; REGIN Ă “reina” (Nomina琀椀vo) vs. REGIN A “con/en/por la reina”
(Abla琀椀vo).
- El la琀n tenía tres diptongos: AE, AU y OE (a veces, en palabras de origen griego, se cuenta
como diptongo EU). La división silábica en palabras con diptongos sería: CAE-LUM, TAU-
RUM, FOE-DUM. Las demás secuencias vocálicas no forman diptongo; por tanto, la
división silábica sería: FOR-TI-AM, FA-GE-AM, MU-LI-E-REM, PU-TE-UM.
- A efectos de evolución, los diptongos la琀椀nos monoptongan y: AE se iguala con Ĕ , AU se
iguala con O y OE se iguala con E .

2. En el paso del la琀n clásico al vulgar (entendido aquí como tardío), se dan cambios
importantes en el vocalismo, como la pérdida de la can琀椀dad (duración larga o breve) como
rasgo dis琀椀n琀椀vo (técnicamente se denomina desfonologización de la can琀椀dad vocálica),
- En la琀n vulgar, las vocales se dis琀椀nguen por el grado de abertura (se dis琀椀nguirán por ser
abiertas o cerradas), además de por su lugar de ar琀椀culación.
- En el fonema vocálico /a/, esta diferencia no es per琀椀nente, por ser la vocal más abierta.
- Se igualan los resultados de las an琀椀guas / Ĭ / y / E /, que con昀氀uyen en /e/ cerrada (/e:/) y
/Ǔ / y /O /, que con昀氀uyen en /o/ cerrada (/o:/). Esta evolución puede verse re昀氀ejada en
el siguiente cuadro, que recoge también la con昀氀uencia de los diptongos:

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3. El cambio principal en el vocalismo (la pérdida de la can琀椀dad vocálica como rasgo dis琀椀n琀椀vo)
está relacionado con el cambio en la naturaleza del acento: el la琀n clásico era melódico o
tonal (la sílaba tónica era más alta) y tenía una posición condicionada; mientras que en
español el acento es de intensidad (la sílaba tónica se pronuncia con más fuerza que las
demás sílabas) y su posición no depende del contexto fónico, sino que es libre.
- Regla principal de acentuación la琀椀na : si la penúl琀椀ma sílaba era larga, el acento recaía
sobre ella; si la penúl琀椀ma sílaba era breve, el acento recaía en la antepenúl琀椀ma.
- El acento pasa a tener carácter dis琀椀n琀椀vo y condiciona la diferente evolución que
tendrán las vocales tónicas (más fuertes) y las átonas (más débiles).
- La posición más débil es la de la sílaba con琀椀gua a la tónica, por eso se suele producir la
pérdida de la vocal postónica (SO L Ǐ DUS > sueldo) o pretónica (COMP A R A RE > comprar).

4. Evolución de las vocales (del la琀n clásico al español).


La evolución de las vocales en sílaba tónica es la siguiente:

En sílaba átona, el vocalismo se simpli昀椀ca aún más, hasta reducirse a las cinco vocales
actuales:

En posición 昀椀nal, salvo contadas excepciones (en monosílabos, en algunas desinencias


verbales, en cul琀椀smos o extranjerismos), las vocales del español se reducen a tres: /e/,
/a/, /o/.

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5. La diptongación de / Ě / y /Ǒ / la琀椀nas en posición tónica: la diptongación fue común a


varias lenguas romances, pero con un alcance diferente. Las posibles causas de esta
diptongación y sus resultados fueron variadas; en castellano, tras una etapa de vacilación en la
que se documentan las formas /ie, ia/ y /ue, uo/, los diptongos se estabilizan en /ie/ y /ue/,
ya en el siglo XIII.

6. La apócope de /-e/: La caída de la vocal átona 昀椀nal /-e/ se produce regularmente detrás de
las consonantes /l, n, r, θ , s, d/ (RETE > red, TALE > tal, CARMINE > Carmen, CRUCE > cruz).
- En el SXII se intensi昀椀ca este proceso: se produce apócope de /-e/ 昀椀nal después de
cualquier consonante e incluso grupo consonán琀椀co.
- Se da la apócope extrema (part por parte, noch por noche, dix por dixe…), probablemente
por in昀氀ujo de los francos, que habían perdido el /e/ 昀椀nal en muchas posiciones
(contribuyó el hecho de que sucediera en otros dialectos romances, como el aragonés y
el catalán).
7. Un cambio importante en la evolución del la琀n al español es la formación de la yod, que es
un elemento palatal de carácter semivocálico [i ] o semiconsonán琀椀co [j], que no exis琀a en
la琀n y revolucionó el sistema fonológico en el paso a las lenguas romances, provocando
cambios importantes sobre las consonantes con琀椀guas (aparece un nuevo orden en el
consonan琀椀smo, el orden palatal) y sobre las vocales tónicas. Al no exis琀椀r en la琀n, siempre
habrá que explicar cómo ha surgido una yod en una palabra determinada. Puede tener
diversos orígenes:
a) Diptongación de an琀椀guos hiatos la琀椀nos, por tendencia an琀椀hiá琀椀ca: una secuencia
vocálica heterosilábica pasa a ser tautosilábica (una sola sílaba), y la vocal palatal E o I se
convierte en semiconsonante [j]. Esta semiconsonante palatal resultante es la yod.
a. Ejemplos: VI-NE-A > [ β i-nja] FO-LI-A > [fo-lja] MU-LI-E-RE > [mu-ljé-re].
b) Vocalización de consonante oclusiva en contacto con lateral [l] tras síncopa de vocales
postónicas (C'L, T'L, G'L). Ejemplos: O-CU-LU > [o-klu] > [oi lu] RE-GÚ-LA > [re-gla] > [rei la]
c) Vocalización de consonante velar ante otra consonante (CT, CS, GN) y palatalización
posterior de la consonante. Ejemplos: LACTE >[lai te] MAXILLA >[mai silla] PUGNU > [pui
nu]
d) Metátesis de vocal palatal que se encontraba en otra sílaba, o palatales en contacto por
síncopa de consonante. Ejemplos: BASIU > [bai so] > beso, MATERIA > madera.

8. In昀氀exión por yod: cierre en un grado de una vocal por in昀氀uencia de una yod o una /-i/ 昀椀nal
que estén en la sílaba posterior. No es un fenómeno totalmente regular y la casuís琀椀ca es
amplia.

1.2 Consonantismo
a) Sistema consonán琀椀co del la琀n clásico: es el siguiente:

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Muchas de estas consonantes podían geminarse (alargarse) en posición intervocálica


(ANNUS).
- Según algunos autores, el sistema tenía además dos fonemas labiovelares, /kw/ y /gw/,
representados en la escritura por los grafemas QU y GU (QUI, pronunciado /k wi/).
- A todos estos fonemas consonán琀椀cos habría que añadir dos semiconsonán琀椀cos: [w] y [j],
variantes de /u, i/ en posición inicial (VINCERE, IACERE) o intervocálico (LAVARE,
MAIORE).
- El la琀n clásico carecía de fonemas palatales y africados.

b) Cambios en la琀n vulgar (a par琀椀r del SI) que han heredado las dis琀椀ntas lenguas romances:
1) Pérdida de la laríngea /h/ (documentada por gramá琀椀cos la琀椀nos como Varón); aunque se
mantenga en la escritura, no representa ningún fonema, como hoy en español la gra昀a h.
2) Consonan琀椀zación de [w] y [j]: La semiconsonante velar [w] se reforzó hasta pronunciarse
como frica琀椀va bilabial [ β ], con昀氀uyendo con la realización intervocálica de /b/, que
habría empezado a relajarse, acercándose a una pronunciación frica琀椀va ya en el SI (esto
provoca confusiones grá昀椀cas, tanto en la琀n tardío como en romance, en posición
intervocálica. En posición inicial parece que se mantuvo la dis琀椀nción [b] y [ β ].
a. La semiconsonante palatal [j] también adquirió una pronunciación consonán琀椀ca
(palatal sonora fuerte) en posición inicial de palabra e intervocálica
MAJORE>mayor
3) Cambios por “variación” o “lenición ” (debilitamiento de algunas consonantes en posición
intervocálica), ates琀椀guados por gra昀as erróneas y cruzadas en la琀n vulgar, traducidas en:
a. Sonorización de oclusivas sordas en posición intervocálica, un fenómeno atribuido
al sustrato celta que divide a la Romania en oriental y occidental (/p>b/, /t>d/,
k>g/): (LITIGARE > lidiar, APOTHECA > bodega).
b. Frica琀椀vización (/b> β , d>δ , g> γ /) y posible desaparición (/b,d,g/>∅ ) de
consonantes sonoras intervocálicas; (REGALE > real, LIMPIDU > limpio).
c. Simpli昀椀cación de geminadas (degeminación) (LITTERA > letra, CUPPA > copa).
4) Palatalizaciones provocadas por la aparición de yod , que ejerce su in昀氀uencia sobre
algunas consonantes, dando como resultado un complejo sistema consonán琀椀co palatal
(ver p.e., la evolución de las sibilantes). También sufrieron un proceso de palatalización las
velares /k/ y /g/ ante vocal palatal (/e/, /i/) (CIVITATE > ciudad, CENA > cena).

Al ser imposible explicar todos los procesos de palatalización desde el la琀n vulgar, explicamos
la palatalización que resulta en la /ɲ/ (gra昀a actual ñ, gra昀as medievales también nn o nj).
- El diacrí琀椀co que caracteriza a la ñ procede de un signo parecido a una n poco marcada
que se colocaba sobre la primera n de la gra昀a nn.

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- Aunque el la琀n no poseía un fonema consonán琀椀co nasal palatal; las lenguas romances sí
desarrollan /ɲ/, aunque la gra昀a sea igual en todas (idén琀椀ca pronunciación que nuestro
español 琀椀enen fr. espagnol, cat. espanyol, it. spagnolo o port. espanhol).
- El proceso, la palatalización, es la conversión en palatal de una consonante que no lo era.
- En nuestra lengua, esa gra昀a ñ tan exclusiva, reivindicada como símbolo propio,
representa a un fonema que 琀椀ene diversos orígenes. /ɲ/ puede ser…

a) Fruto de la acción de una yod sobre la nasal precedente (grupo NY): una semivocal
palatal (la [j] de un diptongo) actúa sobre la nasal anterior, “arrastrando” el lugar de
ar琀椀culación de esta hacia el paladar. Es lo que sucede, p.e, en la evolución de lat.
SENIORE > esp. señor.
a. La [j] del diptongo palataliza la n anterior (consonante nasal alveolar)
convir琀椀éndola en una consonante nasal palatal. La semivocal desaparece,
después de dejar su sello (el carácter palatal) en la nasal resultante (embebida en la
nasal palatal).
b) Resultado de un grupo de consonante velar en posición implosiva seguido de
consonante nasal alveolar (grupo GN), p.e. LIGNA> leña. El proceso es más complejo: la
velar implosiva /g/ debió de frica琀椀zar (se deduce de los resultados de otros grupos de
estructura similar con velares implosivas) y después adelantar su lugar de ar琀椀culación
hacia el paladar; allí habría actuado igual que la yod; retrasando el lugar de ar琀椀culación
de la nasal desde los alveolos al paladar: convir琀椀endo la nasal alveolar /n/ en la nasal
palatal (ɲ).
c) Resultado de la evolución de un grupo de geminadas nasales la琀椀nas (NN), al que se
asimiló el grupo MN. El responsable de la palatalización es el refuerzo ar琀椀culatorio: es el
esfuerzo que deben realizar los órganos ar琀椀culatorios para pronunciar el grupo
(AUTUMNU > otoño).

5) Asimilaciones de grupos consonán琀椀cos NS >s, MB >m, PS >s… / MENSE >mes, IPSE >ese…
6) Pérdida de consonantes 昀椀nales: la más general fue la pérdida de -M, ya documentada en
la琀n de época republicana; por esta razón proponemos aquí los é琀椀mos nominales la琀椀nos
sin la -M 昀椀nal del acusa琀椀vo: LIMPIDU(M), REGALE(M)…
c) Sistema consonán琀椀co del español medieval : Además de estos cambios, probablemente
iniciados en la琀n tardío, se producen otros en época posterior (entre época visigó琀椀ca y el
inicio de la Edad Media). Por la falta de documentos es di昀cil explicar muchos cambios
ocurridos en el protorromance o romance común (estadio anterior a la diversi昀椀cación
lingüís琀椀ca peninsular).
- En cualquier caso, los primeros documentos escritos en castellano (a par琀椀r del SX)
permiten reconstruir el sistema consonán琀椀co del español medieval, que podríamos
representar así:

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1. La dis琀椀nción entre / β / - /b/: por la consonan琀椀zación de [w] y la frica琀椀vización de la


oclusiva sonora intervocálica /b/, tenemos en posición intervocálica un nuevo fonema / β /,
opuesto a /b/ (este procedente de la sonorización de /p/ intervocálica y de /b/ inicial o
posconsonán琀椀ca).
- Al inicio de palabra tenía que haberse mantenido la dis琀椀nción, porque /b/ se conservaba
como oclusiva en esa posición (BENE> bien), pero desde el XII hay confusiones en las
gra昀as (berdad) que indican la neutralización de los fonemas en /b/ (betacismo) en
posición inicial
o De ahí, la confusión pudo extenderse a los contextos intervocálicos a par琀椀r del
SXV.
- Los inves琀椀gadores se encuentran divididos en varios aspectos respecto el betacismo:
o La posibilidad de que la consonan琀椀zación de [w] no fuera en / β /¿ (bilabial) sino
en /v/ (labiodental, conservada en varias lenguas romances p.e. francés, catalán o
italiano).
o El origen y difusión del betacismo peninsular.
- Sea como fuere, el español actual ha perdido la dis琀椀nción y solo conservamos un fonema,
/b/, con realizaciones alofónicas oclusiva y frica琀椀va no percep琀椀bles en el discurso oral.
- En el siglo XVIII la Academia 昀椀jó un criterio e琀椀mológico para ordenar las gra昀as: p.e.,
había (< HABEBAT) o vida (< VITA). Aun así, se han conservado algunas gra昀as
an琀椀e琀椀mológicas, como boda (< VOTA) o buitre (< VULTURE).

2. Las nuevas frica琀椀vas /ʒ/, /ʃ/, las africadas /dʒ/, /ts/ y /tʃ/ y la palatal central /j/, 琀椀enen
origen en diversos procesos de palatalización, la mayoría por efecto de una yod o de una
vocal palatal.
- La africada palatal sorda /tʃ/ es la única africada que conserva el español actual.

3. Pérdida de /f-/ inicial la琀椀na: La frica琀椀va laríngea /h/ se da en inicial de palabra, por
pérdida de f- la琀椀na (la laríngea de las palabras con H la琀椀na se había perdido en la琀n vulgar). Se
discute si /h/ debe constar como fonema en español medieval o una realización alofónica
de /f/ (la notación sería [h]) y si a esta aspiración se llega a par琀椀r de la realización alofónica
bilabial [φ ].

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En el paso del la琀n al español actual, se pierde la frica琀椀va labiodental /f-/ inicial en la
mayoría de los casos (FUMU > humo). En las palabras patrimoniales, solo se conserva cuando
va ante los diptongos /ie/ o /ue/: FESTA > 昀椀esta, FOCU > fuego; y ante r (FRONTE > frente).
- Hay casos de conservación ante /l/, aunque son interpretables como cul琀椀smos
(FLORE>昀氀or)
- No están claros los mo琀椀vos de la desaparición de /f-/ : algunos piensan que pudo deberse
a la in昀氀uencia del sustrato vascoibérico, pero hay diferentes teorías.
o El paso previo a la pérdida fue una ar琀椀culación aspirada, se puede representar
como /h/ y que pudo empezar en Casilla en el SIX.
o Las gra昀as f y h alternan en los textos durante varios siglos, sin que podamos
asegurar que la gra昀a f corresponda a la costumbre grá昀椀ca o que la h deba
interpretarse como una aspiración o una pérdida total (cero foné琀椀co, como en
español actual).
- Los textos parecen indicar que la aspiración estaba muy extendida en los siglos XV y XVI:
Nebrija indicaba que la letra h representaba un sonido inicial en palabras como hijo (quizá
porque quedaban restos de esa aspiración en la zona meridional).
- Hacia la 2a mitad del XVI, los tes琀椀monios indican que la pérdida se había generalizado. En
la actualidad, se conserva la aspiración con dis琀椀ntas realizaciones, en varias zonas del
norte peninsular, en el español meridional y también en zonas de Canarias y América.

4. Palatalización geminadas la琀椀nas LL-NN: aunque otros romances simpli昀椀caron las


geminadas de las nasales /l/ y /n/, el español palatalizó LL en /ʎ/ (VALLE > valle) y NN en /ɲ/
(ANNU > año).

5. Vibrante múl琀椀ple: la vibrante simple /ɾ/ se refuerza en algunas posiciones y como


resultado da la vibrante múl琀椀ple /r/ caracterís琀椀ca del español, que otras lenguas romances no
conocen: ROTA (léase /rɔta/) > rueda).

d) Del español clásico al moderno:

Reajuste fonológico en el sistema de las sibilantes: el proceso de transformación más


importante en el tránsito del español medieval-moderno es el de los cambios en las

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consonantes sibilantes (las que producen un ruido parecido a un silbido al pronunciarse: las
frica琀椀vas /ʒ, ʃ, z, s/, y las africadas /dʒ/ y /ts/ del español medieval). En esta época se gestan
algunos de los fonemas más caracterís琀椀cos del español: el velar frica琀椀vo sordo /x/ (jamón) y
el interdental frica琀椀vo sordo /θ / (lo cereza: es un fonema patrimonio de una parte
hispanohablante muy reducida).
En la época medieval, el español tenía seis fonemas sibilantes con un punto de ar琀椀culación
muy próximo, en la zona del paladar (entre los alvéolos y paladar medio). Las 3 series de
consonantes implicadas en esta incómoda concentración ar琀椀culatoria eran las africadas /ts/
y /dʒ/, que eran dentoalveolares; las frica琀椀vas /s/ y /z/, apicoalveolares (más propiamente
/s/ y /z/, con el diacrí琀椀co) y las frica琀椀vas /ʃ/ y /ʒ/, prepalatales.
- Ya en época medieval hay tes琀椀monios de que había comenzado la pérdida de la oclusión
en las africadas, que nos obliga a usar diacrí琀椀cos que marcan la realización
predorsodental.
- La representación grá昀椀ca más frecuente era la que vemos en la columna derecha:

FRICATIVAS

El escaso margen de diferencia en su punto de ar琀椀culación creaba confusiones y cruces entre


ellas, de los que hay tes琀椀monios grá昀椀cos en textos medievales, y originó importantes
cambios, que comienzan a gestarse a 昀椀nales de la Edad Media:
a) Desafricación: el momento de oclusión de las africadas /ts/ y /dʒ/ desaparece y queda
solo el momento frica琀椀vo; los fonemas resultantes son predorsodentales frica琀椀vos: /s/
y /z/ (ya lo habíamos señalado más arriba, porque parece que fue un cambio temprano).
b) Ensordecimiento de la consonante sonora de los tres pares : se conservan solo las sordas
(todas frica琀椀vas, después de la desafricación); son /s, s, ʃ/.
c) Adelanto del lugar de ar琀椀culación de la frica琀椀va predorsodental , que era la consonante
más próxima a la zona dental, hasta un punto de ar琀椀culación interdental; el resultado es
la interdental frica琀椀va sorda /θ / (excepto en el español meridional).
d) Retroceso del lugar de ar琀椀culación de la frica琀椀va prepalatal /ʃ/ hacia la zona posterior
del paladar, acercando la parte posterior de la lengua al velo del paladar, a la zona velar;
el resultado es la velar frica琀椀va sorda /x/ (con dis琀椀ntas realizaciones en español
meridional).

De este modo, entre los SXVI y XVII, el sistema se redujo de seis fonemas a tres (en el español
septentrional) o dos (en el meridional), cuyos puntos de ar琀椀culación están ya distanciados:
- Entre los dientes, la /θ/; en los alvéolos, la /s/; y en el velo del paladar, la /x/.
- El modo de ar琀椀culación para todos es frica琀椀vo, lo cual supone también una
simpli昀椀cación, ya que la ar琀椀culación frica琀椀va requiere menos esfuerzo ar琀椀culatorio que
la africada (en la africación se suman un momento de oclusión y otro momento de
fricación).

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/s/ /s/ /ʃ/


F. Frica琀椀vo predorsodental F. Frica琀椀vo apicoalveolar F. Frica琀椀vo prepalatal
/θ/ /s/ /x/
F. Frica琀椀vo interdental F. Frica琀椀vo apicoalveolar F. Frica琀椀vo velar

En la tabla, los cuadros de la parte superior re昀氀ejan la pronunciación del español medieval; los
de la parte inferior son los fonemas del español actual en las zonas dis琀椀nguidoras (un sistema
diferente sería el del español meridional y americano). La columna re昀氀eja la evolución desde el
fonema medieval (se parte de la situación en que se habían perdido los correlatos sonoros).
Por una serie de mo琀椀vos complejos, el sistema del castellano septentrional y el meridional
(que incluiría Canarias y América) son diferentes en la actualidad: septentrional
(dis琀椀nguidor): /θ/, /s/ y /x/ y meridional: /s/ y /x/. Además, los fonemas /s/ y /x/ presentan
dis琀椀ntas realizaciones en estas zonas: [s] y [ ] en la zona septentrional; [s] y [h] en la
meridional.

El yeísmo: en español clásico empieza a gestarse y se ex琀椀ende rápidamente el fenómeno del


yeísmo: la neutralización de las diferencias entre la lateral palatal /ʎ/ y la frica琀椀va palatal /j/,
en favor de la frica琀椀va palatal (pronunciación con/j/ de mayo y pollo).
- Actualmente muy pocas zonas de la Península y América son dis琀椀nguidoras y se
constatan diferencias en la naturaleza del yeísmo (por ejemplo, en zonas de Argen琀椀na o
Uruguay tenemos un caracterís琀椀co yeísmo rehilante).

2. Morfosintaxis histórica
2.1 Morfosintaxis nominal
1. La pérdida de la flexión casual latina:
El la琀n usaba las desinencias nominales para re昀氀ejar las funciones del sustan琀椀vo en la
oración: sustan琀椀vos y adje琀椀vos pertenecían a dis琀椀ntas clases formales (declinaciones) que
presentaban su propio conjunto de desinencias para las funciones, los “casos”.
- Una misma palabra podría tener dis琀椀ntos morfemas como marca funcional (el morfema -
ARUM en ROSARIUM indica que es CN; el morfema -AM en ROSAM indica que es CD,
etc.).
- Los morfemas nominales no disponían de marcas especiales para el número, sino que
esta información se expresaba de forma sincré琀椀ca en las propias desinencias causales.
o Tampoco exis琀an marcas de género: se deducía de la pertenencia de las palabras
a un modelo concreto.
- Además de las marcas casuales, el la琀n empleaba también preposiciones con algunos
casos sobrecargados funcionalmente (acusa琀椀vo y abla琀椀vo) para precisar el valor de la
desinencia, y se producían ocasionalmente errores o cruces en las construcciones
preposicionales (AD + acusa琀椀vo para expresar el da琀椀vo, por ejemplo).

El procedimiento sinté琀椀co de la 昀氀exión nominal la琀椀na se sus琀椀tuye en romance por uno


analí琀椀co, que marca las funciones de los elementos nominales de la oración a través de un
sistema de elementos relacionantes (preposiciones) y del orden de palabras en la secuencia
oracional.

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La pérdida comienza en el la琀n, en época tardía (desde el SI) y acaba en protorromance. Este
cambio fue el resultado de la con昀氀uencia de múl琀椀ples factores, entre los que destacan:
a) La falta de correspondencia entre casos y funciones, que provocaba inestabilidad dentro
del propio sistema la琀椀no;
b) La inestabilidad de las marcas formales de caso: la confusión foné琀椀ca producida por los
cambios foné琀椀cos en el consonan琀椀smo y el vocalismo en posición 昀椀nal de palabra (pérdida
de -M en posición 昀椀nal, desaparición de las diferencias cuan琀椀ta琀椀vas entre vocales largas y
breves, reducción de 琀椀mbres vocálicos en posición 昀椀nal...);
c) La extensión en época la琀椀notardía del uso de preposiciones, que aportaban mayor
claridad y precisión como marca funcional y tenían la ventaja de no ser un sistema cerrado.
d) La progresiva 昀椀jación del orden de palabras: ayudaba a reconocer su función en la
oración.

No hay acuerdo sobre si exis琀椀ó una forma nominal única en el origen de los derivados
romances. Se ha defendido que el acusa琀椀vo recogió los valores de los demás casos (llamado
caso universal) y que el origen de los derivados romances está en las formas de acusa琀椀vo (así
Menéndez Pidal).
- Por otro lado, hay datos que demuestran la existencia de un sistema romance de
naturaleza bicasual: con un caso recto, procedente del nomina琀椀vo que serviría como
sujeto, y un caso oblicuo, en el que habrían con昀氀uido las formas de acusa琀椀vo y abla琀椀vo y
que serviría para expresar también las funciones de da琀椀vo y geni琀椀vo.
o Se habría producido un sincre琀椀smo de los casos; la forma originaria no sería la de un
caso concreto, sino la con昀氀uencia foné琀椀ca de caso recto y casos oblicuos.
- En español, los posibles restos de esta declinación bicasual se limitan a la oposición
medieval entre las formas rela琀椀vas qui (< QUI) y quien (< QUEM), perdida en español
moderno.
- Algunos autores explican esta con昀氀uencia de terminaciones de forma global, apoyándose
en una nivelación que habría ido uni昀椀cando analógicamente una gran variedad de casos.

A pesar de la pérdida del sistema casual la琀椀no en español, hay restos de diferencias casuales
en algunos pronombres personales, herederos de dis琀椀ntos casos la琀椀nos: le (<ILLI) para el CI vs.
lo, la (<ILLUM, ILLAM) para el CD, yo < EGO vs. me < ME, mí < MIHI, (con)migo < MECUM, etc.
- También hay restos de 昀氀exión casual en formas lexicalizadas, fosilizadas, que no proceden
del acusa琀椀vo sino de otros casos y conservan formalmente una marca casual sin estar
ligadas a su función originaria: restos del geni琀椀vo, en topónimos como SANCTI EMETERII
> Santander; en los días de la semana: (DIES) LUNAE, (DIES) MARTIS; del abla琀椀vo en
adverbios -mente (BONA MENTE > buenamente); del nomina琀椀vo en nombres propios
DEUS > Dios; o adje琀椀vos adverbializados desde el nomina琀椀vo por su uso como
predica琀椀vos: LAXUS > lejos.
- Finalmente, existen restos sintác琀椀cos de la 昀氀exión casual en formas sin preposición que
recogen valores de acusa琀椀vo, abla琀椀vo o geni琀椀vo la琀椀nos: CC de duración y extensión, que
en la琀n se expresaban con acusa琀椀vos sin preposición (dormir dos horas), CCT, que alternan
con la construcción preposicional (llegar esta tarde) o construcciones de par琀椀cipio
absoluto que expresan circunstancias de dis琀椀nto 琀椀po (pasada la noche, nos levantamos).

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2. El número: creación de los morfemas flexivos de plural (-s/-es)


En la琀n se producía sincre琀椀smo en las desinencias nominales, que expresaban a la vez caso y
número, sin poder aislar segmentos diferentes para cada uno de esos contenidos grama琀椀cales:
-IBUS expresaba el contenido “da琀椀vo / abla琀椀vo plural”, pero ninguna parte de esa terminación
-IBUS correspondía al contenido “plural”): en español, en cambio, se crearán morfemas 昀氀exivos
especí昀椀cos para la expresión morfológica del número: -s /-es.
- Para explicar por qué han sido éstas las marcas de plural, hay que recurrir a la situación
la琀椀notardía en la que se habría cumplido la reducción de todos los casos a una forma
única (o dos) y habrían ocurrido los cambios foné琀椀cos en el vocalismo y el
consonan琀椀smo 昀椀nal (pérdida de dis琀椀nción cuan琀椀ta琀椀va en las vocales, reducción de
琀椀mbres y pérdida de -M).
- Los modelos de 昀氀exión de sustan琀椀vos eran entonces los siguientes: sing. -A, -O, -E: pl. -
AE /-AS, -I/-OS, -ES: la mayor diferencia entre las terminaciones sing. y pl. había pasado a
ser la ausencia o presencia de -s: un segmento que formaba parte de esas desinencias de
caso se asoció al signi昀椀cado grama琀椀cal de pl y acabó reanalizándose como morfema de
número
- Este morfema presenta también el alomorfo -es en distribución complementaria
reservado a las palabras con 昀椀nal consonán琀椀co, que en la琀n se agrupaban en la tercera
declinación.
A lo largo de la historia, la entrada en español de numerosos extranjerismos y cul琀椀smos ha
complicado la cues琀椀ón de la formación del plural, porque algunos de estos términos
presentan consonantes 昀椀nales ajenas a los patrones fonológicos del español.

3. Evolución del género y creación de morfemas flexivos específicos


Las dos grandes diferencias del género en español, respecto al la琀n, son la pérdida casi total
del género neutro (conservado de forma parcial en el sing. de algunos pronombres y del
adje琀椀vo) y la especialización de ciertos morfemas, que el la琀n no poseía, para la marca de
género.
- En época la琀椀notardía debió de darse un proceso de reanálisis , paralelo al de la creación del
morfema de número, por el cual se atribuye un valor grama琀椀cal a las terminaciones más
frecuentes entre los sustan琀椀vos de uno y otro género: -o para masc. / -a para fem. (por
ser mayoritarios los sustan琀椀vos masculinos en la 2a y 4a declinación, y los femeninos en la
1a.
o Los adje琀椀vos de tres terminaciones reservaban la forma en -a para concordar con
los sustan琀椀vos femeninos, y la forma en -o (<-US o -UM) para los masculinos o
neutros.
- Los sustan琀椀vos de otras terminaciones conservaron el género e琀椀mológico o lo cambiaron
por causas analógicas: a veces, la vacilación de género se conserva en español actual
(el/la color). En otras ocasiones, la marca de género se expresa por procedimientos
sintác琀椀cos, no morfológicos, como la concordancia (el/la pianista) o por morfemas
especí昀椀cos para el femenino (-isa en poe琀椀sa, -triz en emperatriz).
- Los neutros la琀椀nos se adaptaron al masculino o femenino, en función de su terminación,
y crearon formas de plural analógicas: p.e., los del 琀椀po TEMPLUM o TEMPUS se hicieron
masculinos (templo, 琀椀empo) y crearon un plural analógico en -s (templos, 琀椀empos);

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o los plurales en —A como FOLIA se reanalizan como femeninos y desarrollan un


plural analógico (hoja / hojas), en una clara muestra de acomodación del género a la
forma.

En los cul琀椀smos, la persistencia del género e琀椀mológico hace que se conserven como
masculinas palabras en -a (el poeta, el problema), aunque en otros casos opera la analogía (la
cometa).
- Sin embargo, aunque la conservación e琀椀mológica del género haya sido mayoritaria en el
léxico incorporado por dis琀椀ntas vías de transmisión, ha habido en todas las épocas una
fuerte tendencia a acomodar la forma al género, especialmente en sustan琀椀vos referidos a
seres animados, donde el sexo del referente ha podido condicionar el género grama琀椀cal.
o Así, han cambiado su terminación de acuerdo con el género palabras como SOCRU >
suegra (y de ahí el masculino analógico suegro), o NURU > nuera.
- También hay grupos de adje琀椀vos o sustan琀椀vos que crean formas nuevas, analógicas, para
el femenino (mordedora, leonesa, jueza); y los masculinos en -or, -és, -e, ón, que en
español medieval eran invariables, crean después formas femeninas propias: mía señor >
mi señora

4. La gradación del adjetivo


La expresión del grado es el único aspecto de cambios exclusivos del adje琀椀vo. En español se
desarrolla la tendencia la琀椀notardía a expresar el grado por procedimientos analí琀椀cos, a
través de adverbios: así, desaparecen los compara琀椀vos y superla琀椀vos sinté琀椀cos del la琀n
clásico y las formas con su昀椀jos en -IOR, -ISSIMUS y -ERRIMUS fueron progresivamente
reemplazadas por construcciones analí琀椀cas en las que MAGIS / PLUS o MULTUM / VALDE
anteceden al adje琀椀vo en grado posi琀椀vo, procedimiento que en la琀n clásico estaba limitado a
los adje琀椀vos en -UUS.
- Se conservan, sin embargo, algunas formas sinté琀椀cas muy usadas: mejor, peor, mayor y
menor (<MELIOR, PEIOR, MAIOR, MINOR).
Para la expresión del compara琀椀vo de superioridad, el español pre昀椀rió la par琀cula compara琀椀va
más, derivada de MAGIS, mientras que otras lenguas románicas escogieron el derivado de
PLUS (fr. plus, it. più). En cuanto al superla琀椀vo absoluto, el español u琀椀liza el adverbio intensivo
muy, derivado de MULTUM; también se usaron otros adverbios como bien o fuert en época
medieval, pero la perífrasis que se grama琀椀calizó como propia del superla琀椀vo es la de muy.
- El morfema especí昀椀co de superla琀椀vo -ísimo, que tenemos en español actual, es producto
de una recuperación cul琀椀sta. Son escasos los ejemplos de -ísimo hasta el siglo XV y los que
aparecen 琀椀enen un valor pragmá琀椀co especí昀椀co, al referirse a la Virgen o a Dios (al琀ssimo).
- A par琀椀r del SXV, se reintroduce -ísimo como morfema de superla琀椀vo por in昀氀uencia culta;
su uso decae después del SXVII y no empieza a ser general hasta 昀椀nales del XIX. Su carácter
culto se advierte en la forma de los lexemas: amicísimo, an琀椀quísimo, crudelísimo...
- Más restringido es el morfema -érrimo derivado de -ERRIMUS, que en la琀n tenía
distribución complementaria con -ISSIMUS (solo algunos adje琀椀vos de la segunda
declinación terminados en -ER tomaban el su昀椀jo -ERRIMUS en vez de -ISSIMUS:
PAUPERRIMUS vs. TRISTISSIMUS).
o La forma de los lexemas evidencia su carácter culto (paupérrimo, celebérrimo...) y
su uso está muy limitado en español actual.

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5. El artículo
El la琀n no poseía ar琀culos, aunque es probable que esta categoría comenzara a desarrollarse
en época la琀椀notardía o fuera un uso vulgar, pues es común a todas las lenguas romances.
Suelen citarse contextos la琀椀nos en que los valores de IS, ILLE o IPSE adnominales han perdido
fuerza deíc琀椀ca y 琀椀enen un comportamiento semejante al de los ar琀culos, aunque es di昀cil
precisarlo.
- Origen del ar琀culo: sin un acuerdo de昀椀ni琀椀vo; su aparición puede asociarse al
debilitamiento signi昀椀ca琀椀vo que sufrieron los demostra琀椀vos la琀椀nos, su desgaste
expresivo y la necesidad de reorganizar el sistema en romance, pero es posible que deba
vincularse también a la pérdida de la 昀氀exión casual y la necesidad de actualizar el
sustan琀椀vo en la oración.
- En español, la forma del ar琀culo deriva de ILLE en posición átona.
- La evolución de los ar琀culos en plural y en femenino no plantea problemas (lo, la, los, las <
ILLU(M), ILLA(M), ILLOS, ILLAS): se conservan las marcas de género y número, se simpli昀椀ca
la consonante geminada y se pierde la vocal inicial (como consecuencia de la atonicidad).
- La procedencia de la forma masculina el (variante ell ante vocal) es más problemá琀椀ca,
pues no existe acuerdo sobre su procedencia: ILLE o ILLUM; lo que sí parece claro es que
operó la tendencia a la diferenciación y los dos resultados posibles se especializaron para
los dis琀椀ntos géneros: el para el masculino y lo para el neutro.
o Es posible que el venga de una apócope de elo, para evitar confusión con el neutro
lo.
- La forma femenina medieval ela dio lugar a dos resultados con distribución
complementaria: la (ante consonante) / el (ante vocal). Hasta el SXVII, se usa siempre el
ante femeninos que comienzan con a-, tónica o átona, pero se produce vacilación cuando
el sustan琀椀vo empieza por otra vocal (el espada o la espada),
o En español moderno, el solo se usa ante sustan琀椀vos femeninos que comienzan por
á- tónica, aunque no son raras las vacilaciones en la atribución de género, re昀氀ejadas
en la confusión de la concordancia de adje琀椀vo y determinantes.

En español medieval el ar琀culo masculino singular el podía aglu琀椀narse con las preposiciones
terminadas en vocal, dando lugar a contracciones que se han perdido en español moderno:
antel, contral, desdel, pora... las formas conna(s), enno(s) son dialectales y solo se encuentran
en textos muy tempranos. El proceso nunca alcanzó la extensión de otras lenguas romances y
hoy solo se conservan dos contracciones: al y del.

El ar琀culo en español posee desde la época de orígenes un valor de actualizador, de


referencia a una realidad ya conocida por emisor y receptor o de referencia anafórica a algo
ya nombrado
- En época medieval, el ar琀culo puede faltar cuando el sustan琀椀vo 琀椀ene un carácter
genérico, no individualizado y es también más frecuente con el sujeto que con otras
funciones.
- También sirve como sustan琀椀vador de categorías como adje琀椀vos, proposiciones adje琀椀vas o
sustan琀椀vas.

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6. Los demostrativos
En las lenguas romances se da una amplia reestructuración de los sistemas de los
demostra琀椀vos, anafóricos, iden琀椀昀椀cadores y enfá琀椀cos la琀椀nos. Los cambios más importantes
son los siguientes:

En la evolución al español se pierde el anafórico IS, debido a su escasa en琀椀dad fónica; para la
referencia interna, el español u琀椀lizará los demostra琀椀vos, que ya en la琀n servían para ello. Del
mismo modo desaparece HIC, forma muy vulnerable ante la erosión foné琀椀ca, y la deíxis
queda limitada a un sistema binario: ISTE es el demostra琀椀vo de cercanía e ILLE el de lejanía.
- Aun así, el español reconstruye un sistema ternario, habilitando como nuevo
demostra琀椀vo de distancia media el derivado de IPSE (otros romances (fr. it.) conservan un
sistema binario)
- En la琀n tardío se produjo un desgaste expresivo de los demostra琀椀vos, lo cual, unido a su
erosión foné琀椀ca, jus琀椀昀椀ca la presencia de refuerzos formales con par琀culas de valor
deíc琀椀co (*ACCE-/ *ACCU- o *ECCE): en español, este fue el origen del sistema deíc琀椀co
reforzado aqueste, aquese, aquel, que tenemos en textos medievales y clásicos.
o Sin embargo, solo aquel conservó el refuerzo, mientras que los demostra琀椀vos de la
1ª y 2ª persona, donde no fue sistemá琀椀co, lo perdieron después del SXVI.
- Como determinante y pronombre de valor enfá琀椀co e iden琀椀昀椀cador se habilita un derivado
de IPSE con doble refuerzo (MET- e - IMUS): METIPSIMUS > medésimo > mismo.

Con todo, los cambios más importantes son los que sufren los derivados de ILLE: a par琀椀r de
las formas de este demostra琀椀vo la琀椀no, en usos átonos, se crea la categoría del ar琀culo en
español (el, la, lo), pero además, en uso tónico, ILLE sirve para dar vida a otra nueva categoría
inexistente en la琀n: el pronombre personal de 3ª persona no re昀氀exivo en función de sujeto ( él,
ella, ello), que completará el paradigma de pronombre personal de 3ª persona no re昀氀exiva
(formas átonas lo, la, los las).
7. Los posesivos
A diferencia del la琀n, el español 琀椀ene dos series de posesivos, tónica y átona, que dan
resultados diferentes en las formas de un solo poseedor y en las de 3ª persona ( mío/mi,
tuyo/tu, suyo/su).
- Las variantes mío, tuyo, suyo se usan como pronombres o adjuntos (en posición
posnominal como atributos o acompañadas de ar琀culo), mientras que mi, tu, su son
determinantes.
- Ésta es la situación que presenta el español actual, pero que no se estabilizó hasta el SXV.
En español medieval, la distribución no era en absoluto regular ni seguía un criterio

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de昀椀nido; por eso se han buscado varias explicaciones a las múl琀椀ples variantes y los
frecuentes cruces entre posesivos apocopados o plenos y entre masculinos o femeninos.

Hasta el XIV se dis琀椀nguían, en posición átona, mio, to, so -masculinos- (< MEUS, TUUS, SUUS)
de mi, tu, su -femeninos- (<MEA, TUA, SUA, con disimilación de /ía/ en /íe/ y apócope de /e/).
- La explicación más habitual es que la síncopa del femenino se ex琀椀ende al masculino y así
encontramos como masculinos mi, to, so junto a mío, tu, su en proclisis.
- Se ha intentado jus琀椀昀椀car por supuesto triunfo de las formas femeninas sobre las
masculinas el cambio acentual de mio a mío (por analogía con el femenino mía). Sin
embargo, es di昀cil explicar, si se acepta la teoría, por qué se producen muchos cruces
entre formas masculinas y femeninas (p.e., la variante masculina so u琀椀lizada para
femenino) y, sobre todo, por qué se impone precisamente la forma marcada (femenino)
sobre la no marcada (masculino).

Otra explicación es la que busca el origen de estas variantes en la distribución diastrá琀椀ca que
subyace al sistema medieval de los SXIII-XIV: así, todas las formas proclí琀椀cas serían tónicas,
pero habrían exis琀椀do en esta posición dos subsistemas, uno culto y otro popular.
a) Formas populares: monosilábicas, se explicarían por tendencia an琀椀hiá琀椀ca (con diptongo:
mió, miá, mié, o con monoptongación: to, so, tuá, tué, suá, sué).
b) Formas cultas: habrían conservado el hiato y se habría perdido la vocal 昀椀nal por síncopa
sintác琀椀ca: mío > mi, túo > tu, súo > su...) De esta manera, el origen de las variantes
posesivas en proclisis, para ambos géneros, habrían sido las formas cultas (la apócope
solo puede producirse a par琀椀r de las formas con hiato).
a. En el caso de su, parece que se impuso por ser la variante culta y porque la forma so
entraba en una homonimia incómoda con la 1a persona sing. del verbo ser y con la
preposición heredada SUB; por analogía con su, se habría extendido también tu.

A par琀椀r del SXIV, tenemos las formas plenas tuyo y suyo (tónicas y bisílabas, al igual que mío),
que se u琀椀lizan como pronombres y en posición posnominal (como adjuntos); parece que las
formas femeninas tuya y suya fueron anteriores.
- Sobre por qué se inserta la consonante palatal en ellas, habría que considerar, además de
la tendencia an琀椀hiá琀椀ca, la analogía con el rela琀椀vo posesivo átono cuyo, donde la palatal
era e琀椀mológica (< CUIUS) y que tenía una relación directa con el sistema de los posesivos.

Sobre los posesivos de la 3ª persona, el español, al igual que el la琀n, no presenta diferencias
formales entre singular y plural: para ambos se usa su (<SUUS) y su variante plena suyo.
- Sin embargo, el español su / suyo no conserva la naturaleza re昀氀exiva del lat. SUUS, que
solo se usaba cuando el poseedor coincidía con el sujeto de la oración (si era otro
diferente al sujeto, se u琀椀lizaba el geni琀椀vo de IS: EIUS, EORUM o EARUM, y más tarde el de
ILLE, una vez que comienza a perderse el anafórico: ILLIUS, ILLORUM o ILLARUM).
- La dis琀椀nción entre posesivos re昀氀exivos / no re昀氀exivos en la 3ª persona se perdió ya en
época la琀椀notardía; así, SUUS pasó a emplearse en ambos casos, tanto si el poseedor era el
sujeto de la oración como si no lo era.

El español no ha conservado formas derivadas de esos geni琀椀vos de valor posesivo, pero otras
lenguas romances sí: cat. llur, fr. leur, it. loro (en textos castellanos medievales de in昀氀uencia

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riojana se encuentra lur, pl. lures con este valor); pero la distribución funcional es diferente a
la la琀椀na: los derivados de SUUS se u琀椀lizan para un solo poseedor y los de ILLORUM para
varios, introduciendo una diferencia que no exis琀a en la琀n (it. il suo amico vs. il loro amico).
- Al no exis琀椀r en español la posibilidad de expresar la posesión de varios poseedores con
una forma especí昀椀ca, el posesivo su está muy sobrecargado, pues sirve además para la
posesión de la 2ª persona deferencial usted, ustedes.
- Por esto, se ha hecho rela琀椀vamente frecuente la adición de construcciones
preposicionales que con琀椀enen un pronombre personal con el que la referencia se hace
explícita: su casa de él / de ella / de ellos / de ellas, que en la lengua actual se u琀椀lizan
preferentemente en América y el español meridional.

Sobre la sintaxis de los posesivos, en español medieval era frecuente la construcción de


ar琀culo + posesivo + sustan琀椀vo (los sos oios). Se perdió y se conserva en lenguas romances
(italiano).
- También hay casos de ar琀culo inde昀椀nido un o demostra琀椀vo + posesivo + sustan琀椀vo (un
su amigo), aunque son menos frecuentes.
o El análisis de los textos medievales ha revelado que esta construcción tenía un valor
pragmá琀椀co especí昀椀co: se usaba en casos en que se quería dar énfasis a la posesión,
con intención retórica o para expresar afecto.
- En el XV, una nueva construcción con el posesivo pospuesto (los ojos suyos) va
desplazando a la an琀椀gua, que se man琀椀ene con carácter retórico.
- En español actual, conservamos la posibilidad de realzar la posesión, ahora con el
posesivo en posición posnominal (mis méritos vs. los méritos míos).

8. Los pronombres personales


En el paso del la琀n al español hay cambios sustanciales en el sistema de pronombres
personales, como la creación de una doble serie de pronombres (tónica-átona): los
pronombres son tónicos cuando funcionan como sujeto o como término de preposición (yo,
mí...), pero en los demás casos (me, te...) son átonos, es decir, forman grupo fónico con otra
palabra.
- En español moderno, la enclisis se limita a determinadas formas verbales, pero en español
medieval estaba más extendida y podían unirse a otras formas verbales o a otras palabras
como la conjunción copula琀椀va y: mandol “le mandó”, yl “y le”).
- En los pronombres tónicos, el cambio más señalado es la creación de una serie nueva para
el pronombre personal de 3ª persona no re昀氀exivo, a par琀椀r del demostra琀椀vo la琀椀no ILLE:
él, ella, ello, etc. Para las demás personas y para la 3ª re昀氀exiva, se heredan las formas
la琀椀nas.

El sistema pronominal presenta restos de 昀氀exión nominal, pero la conservación es más formal
que funcional: las formas proceden de diferentes casos la琀椀nos, pero no se corresponden con
funciones en español (salvo en el caso de los pronombres sujeto), sino que se redistribuyen de
acuerdo con otros criterios: las formas heredadas del acusa琀椀vo se u琀椀lizan como formas
átonas y las heredadas del da琀椀vo serán tónicas y servirán como término de preposición.

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- Los únicos restos autén琀椀cos de 昀氀exión (pronombres con formas diferentes para dis琀椀ntas
funciones) se encuentran en la nueva 3ª persona (no re昀氀exiva) que el español crea a
par琀椀r del demostra琀椀vo ILLE: sujeto él, ella, ello / CD lo(s), la(s), lo; CI le.
- El aislamiento paradigmá琀椀co de esta “declinación” pronominal, pudo contribuir a que
desde muy pronto se dieran interferencias funcionales entre las formas átonas lo, la y le
(leísmo, laísmo y leísmo).

En las demás personas, las formas derivadas del da琀椀vo se conservan como pronombres
tónicos, usados como término de preposición (MIHI > mí... La serie debería haber sido mí (<
MIHI), 琀椀be (< TIBI) y sí o sibe (< SIBI); exis琀椀eron sibe y mibe (formas analógicas de 琀椀be), pero
no arraigaron y funcionó la analogía sobre el modelo de mí, que condicionó el resultado 昀椀nal
(mí, 琀椀, sí).
- Los derivados de acusa琀椀vos se conservan como formas átonas, para la función de CD y CI
(me, te, se, nos, (v)os), excepto en la 3ª persona no re昀氀exiva.
- Para la 1ª y 2ª persona del plural, las formas de sujeto fueron hasta el XIV nos y vos; se
crea entonces una forma compuesta nosotros y vosotros (< NOS ALTEROS, VOS ALTEROS),
que puede aparecer con sus elementos separados (nos otros, vos otros).
o En principio tendrá valor de oposición entre dos grupos, pero en el XVI se perderá y
pasarán a representar simplemente las personas verbales (ya en el XV encontramos
nosotros y vosotros como simples sus琀椀tutos de nos y vos).
o Es posible que el nacimiento de la forma compuesta vosotros esté relacionado con
la necesidad de dis琀椀nguir entre la 2ª persona plural y el uso deferencial de vos
para la 2ª persona singular; por analogía con vosotros se habría creado nosotros.

Las formas en que la preposición CUM era enclí琀椀ca (MECUM, TECUM, SECUM, NOBISCUM,
VOBISCUM, NOSCUM, VOSCUM) sufren cambios importantes.
- En la琀n vulgar se pierde la conciencia de que la parte 昀椀nal encierra la preposición y se
hipercaracterizan los derivados, a los que se añade CUM para indicar el valor
circunstancial de compañía: las formas españolas derivan de estas la琀椀notardías (CUM
MECUM...).
- En la 1ª y 2ª persona singular, así como en la tercera re昀氀exiva, el resultado regular hubiera
sido comego, contego, consego, pero por analogía con mí, 琀椀, sí (términos de preposición)
se hacen comigo, con琀椀go, consigo: después, otra analogía hace aún más regular esta serie
añadiendo una n a conmigo: así conmigo, con琀椀go, consigo, que son las que han pervivido.
- En el plural, de las formas vulgares con la preposición antepuesta CUM NOSCUM y CUM
VOSCUM, tenemos los medievales convusco / combusco, co(n)nusco, que antes de
terminar la Edad Media fueron sus琀椀tuidas por los sintagmas regularizados con nosotros-
con vosotros.
- La /u/ de los medievales conmusco y convusco se ha intentado explicar de varias maneras:
o Por analogía con la serie del singular, en que la /e/ e琀椀mológica se había cerrado
en /i/ por disimilación de dos /o/ con琀椀guas; o por analogía con la /u/ del singular
tú.

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Combinación cuando concurren un pronombre CI de 3ª persona (derivado de ILLI) y otro de


CD, de 3ª persona (derivado de ILLUM, ILLAM, ILLOS, ILLAS): encontramos resultados
diferentes a los señalados: por ejemplo, ILLI ILLUM > * li elo > ge lo> se lo.
- En esta secuencia, la yod palataliza la consonante líquida, de ahí la inicial g-. La analogía
provocó que la palatal inicial, regular en las formas con da琀椀vo sing. (gelo, gela, gelos,
gelas) se extendiera a las de da琀椀vo pl., donde no había exis琀椀do yod (lo impedía la -s de
lis).
o Nace así la homonimia entre las formas que se re昀椀eren a un CI singular y a uno
plural.
- El cambio de ge a se es producto de las confusiones de sibilantes que se producen en el
XVI: en español moderno, la indeterminación de número se heredó por se como
pronombre personal, que sirve también, como el ge medieval, para referirse al singular o
al plural (se lo di a Juan / se lo di a los niños).

Entre las principales alteraciones que afectaron a la forma de los pronombres átonos están.
a) La apócope de la vocal 昀椀nal se producía en usos enclí琀椀cos y fue más frecuente y
duradera en el caso de le y se (hasta el SXV) que en el de me y te (en este caso, la pérdida
de la -e prác琀椀camente termina con el SXIII, época de apócope extrema).
b) Asimilaciones consonán琀椀cas cuando los enclí琀椀cos se unen a in昀椀ni琀椀vos e impera琀椀vos:
bien entre la -r 昀椀nal del in昀椀ni琀椀vo y la l- inicial de los pronombres de tercera persona
(tenello por tenerlo), o entre la -d 昀椀nal del impera琀椀vo y la l- del enclí琀椀co: (ponello por
ponedlo), aunque en este caso lo más frecuente es la metátesis (poneldo).

9. La evolución de las formas de tratamiento


Ya en época medieval, en el tratamiento a la 2ª persona del singular se hacía una dis琀椀nción
que parece tener origen en el la琀n tardío: para el trato normal se usaba tú y para el trato
deferencial, de respeto, se u琀椀lizaba la 2ª persona del plural vos: en la forma medieval vos
con昀氀uyen un valor singular (deferencial) y otro plural (no diferenciador de respeto), como en
el francés moderno.
- En el XV, el desgaste expresivo había provocado que el an琀椀guo pronombre de respeto vos
perdiera gran parte de su valor, y la lengua empieza a crear nuevas formas especí昀椀cas
para la cortesía, a par琀椀r de sustan琀椀vos como merced o señoría.
- La forma preferida en el Siglo de Oro fue vuestra merced, que podía admi琀椀r fácilmente el
plural vuestras mercedes; pronto empezó a reducirse en formas abreviadas (vuesarced,
vusted...) entre las que terminó imponiéndose el moderno usted (pl. ustedes).
- Por su parte, el pronombre vos se reforzó en vosotros, debido al desgaste que había
sufrido, al ser usado tanto para la 2ª persona singular como plural.

En el sistema del español moderno han surgido variantes diatópicas: mientras que en la mayor
parte del español peninsular las formas tú-vosotros se oponen a las de respeto usted-
ustedes, en América, Canarias y parte de Andalucía se ha perdido el pronombre vosotros, de
modo que ustedes se u琀椀liza de forma indis琀椀nta, para todo 琀椀po de tratamiento hacia la 2ª
persona plural.
- Además, en gran parte de América surge a par琀椀r del SXVII el voseo, es decir, la u琀椀lización
de vos para todo 琀椀po de tratamiento de la 2ª persona de singular.

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10. Otras cuestiones


Por lo que se re昀椀ere a los cuan琀椀昀椀cadores: la evolución de los numerales se limita a la evolución
foné琀椀ca y a las alteraciones que sufren para regularizar el paradigma. Sobre los inde昀椀nidos:
1) El cambio más importante se dio en español clásico (a par琀椀r del XVI): desaparece hombre
en su uso impersonal (se impone con este valor un nuevo pronombre, uno);
2) Se pierde cosa como inde昀椀nido nega琀椀vo neutro, sus琀椀tuido por no nada (< REM
NATAM).
3) Desaparece al “otra cosa”.
4) Dejan de usarse alguno y ninguno con valor de alguien y nadie, que se generalizan desde
entonces como inde昀椀nidos existenciales.
2.2 Morfosintaxis verbal
Las tendencias que operan en la evolución verbal son las señaladas en la introducción; pero es
preciso tener en cuenta los cambios debidos a los desplazamientos acentuales que provoca la
evolución foné琀椀ca regular, la reestructuración analógica de la posición del acento (MITT Ĭ
MUS > metemos, no *méemos), y la dis琀椀nción entre las formas “fuertes” o “rizotónicas”, con
acento en la raíz (DUXI), y las “débiles” o “arrizotónicas”, con acento en la vocal temá琀椀ca
(AMAVI).

1. Evolución general del sistema latino al castellano


Para estudiar las líneas generales de evolución de la morfología verbal, es preciso tener
presente el sistema de formas personales del verbo la琀椀no:

En la evolución del la琀n al español ocurren cambios importantes.


1) Se sus琀椀tuye el futuro sinté琀椀co la琀椀no por un futuro perifrás琀椀co con el presente de haber,
que luego se fusiona en una forma sinté琀椀ca completamente nueva:
a. AMABO, LEGAM→ AMARE / LEGERE HABEO > amar he, leer he > amaré, leeré.
2) Se desarrolla un nuevo 琀椀empo, el condicional, a par琀椀r del in昀椀ni琀椀vo más el imperfecto de
indica琀椀vo de haber: AMARE HABEBAM > amaría.
3) Desaparece el imperfecto de subjun琀椀vo (marcaba la irrealidad), quizá por la con昀氀uencia
de resultados de AMAREM y AMAVERIM en amare; este 琀椀empo se confunde con el futuro
perfecto AMAVERO, de ahí el español an琀椀guo amare / amaro para expresar el futuro de
subjun琀椀vo: AMAREM y AMAVERIM > amare-amaro (<AMAVERO) — esp. ant.
amare/amaro.
4) Desaparecen las formas del impera琀椀vo de futuro AMATO / AMATOTE / AMANTO.

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5) Se crea todo un paradigma de formas compuestas con haber + par琀椀cipio, que sus琀椀tuye a
las formas sinté琀椀cas del perfectum la琀椀no: AMAVI, AMAVERAM, AMAVERO, AMAVERIM,
AMAVISSEM — he amado, había amado, habré amado, haya amado, hubiera / -ese
amado.
6) Se conservan las formas sinté琀椀cas de perfecto la琀椀no con otros valores:
a. Un nuevo 琀椀empo en la esfera del pasado, el perfecto simple (AMAVI > amé);
b. Un nuevo imperfecto de subjun琀椀vo con la forma heredera de los pluscuamperfectos
la琀椀nos (AMAVERAM > amara, AMAVISSEM > amase).
c. Un nuevo futuro simple de subjun琀椀vo, en el que con昀氀uyen el perfecto de
subjun琀椀vo y el futuro perfecto la琀椀nos (AMAVERIM / AMAVERO > amare / ant.
amaro).
7) Se pierden las desinencias especí昀椀cas de la voz pasiva y se sus琀椀tuyen las formas
sinté琀椀cas por la pasiva perifrás琀椀ca con el auxiliar ser o por la pasiva re昀氀eja con se:
AMATUR — es amado, DICITUR — se dice.

Respecto las formas no personales del verbo, se operó una importante reducción del sistema
la琀椀no en el paso al español: no se han conservado muchas formas la琀椀nas de par琀椀cipio
(AMANS, AMATUS, AMATURUS), in昀椀ni琀椀vo (AMARE, AMARI, AMAVISSE, AMATUM ESE,
AMATURUM ESE, AMANDUM ESE), gerundio (AD AMANDUM, AMANDI, AMANDO) o
gerundivo (AMANDUS) y supino (AMATUM, AMATU).

2. Temas verbales y conjugaciones


Frente al verbo la琀椀no, que tenía tres temas o bases verbales (presente, perfecto y supino), el
verbo español 琀椀ene un solo tema verbal para la mayoría de verbos: aunque algunos
irregulares, como sabe-supo, presenten temas diferentes, la diferencia se debe a la evolución
foné琀椀ca de las formas la琀椀nas, no a la existencia de varios temas en el verbo español.
- La in昀氀exión por yod de la desinencia puede causar cambios importantes en el vocalismo y
consonan琀椀smo de los temas; la casuís琀椀ca es tan amplia que es imposible abordarlos aquí.
- El la琀n tenía cuatro conjugaciones dis琀椀nguidas por la naturaleza del tema, que
presentaban in昀椀ni琀椀vos en - A RE, - E RE, -( Ĕ RE) e - I RE.
o La tercera conjugación, que era la única con vocal breve, desapareció y sus verbos
se integraron en la 2ª, en - E RE (PONERE > poner) o en la 4ª, - I RE (SCRIBERE >
escribir), lo cual originó vacilaciones y dobletes que han permanecido incluso en
español actual.

3. Las desinencias personales


En los 琀椀empos de presente, únicamente se conservan las desinencias de la voz ac琀椀va; las de
la voz pasiva se pierden al crearse en español (una voz pasiva analí琀椀ca con el auxiliar se).

Evolución de la desinencia de 2ª p. pl: la evolución foné琀椀ca regular hace que la desinencia -


TIS, tras la vocal del tema, evolucione a -des; la -d- intervocálica se desgasta hasta
desaparecer y causa transformaciones en los grupos vocálicos resultantes.
- -des predomina hasta el SXIV, cuando comienza la pérdida de -d- en las llanas (los
presentes de indica琀椀vo y subjun琀椀vo: cantades, cantedes) y tenemos -áis / -ás, -ées / -éis, -
és; -íes / -ís.

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- En el SXV se ex琀椀enden las formas sin -d- y a comienzos del SXVI se imponen los
resultados de昀椀ni琀椀vos: en España, -áis, -éis, -ís vs. en las zonas voseantes de América, - ás,
és, ís.
- Es posible que el éxito de las formas con diptongo se deba a la necesidad de dis琀椀nguir las
formas correspondientes a la persona tú de las de la persona vos: amas / amás hubieran
sido homógrafas porque la costumbre de acentuar grá昀椀camente no estaba extendida.
o A par琀椀r del XVI, el diptongo de las formas paroxítonas se reanaliza como marca de
2ª p. pl. y se ex琀椀ende analógicamente a los 琀椀empos que tenían formas
proparoxítonas: los imperfectos de indica琀椀vo y subjun琀椀vo cantávades, cantárades,
cantássedes, y el futuro de subjun琀椀vo cantáredes pasan a cantabais, cantarais,
cantarais).

4. El pretérito imperfecto de indicativo


Las desinencias de este 琀椀empo proceden de las terminaciones la琀椀nas -ABAM / - (I)EBAM y
han dado resultados diferentes, de forma que en español tenemos dos alomorfos: -aba para la
1ª conjugación vs. -ía para la 2ª y 3ª, con pérdida de la consonante sonora intervocálica y
posterior disimilación vocálica: -ea > -ía.
- La -B- intervocálica en la 1ª conj. pudo conservarse para evitar una homonimia incómoda
con el presente: los resultados de AMABAS y AMAS hubieran resultado homógrafos.
- En época medieval, las desinencias en -ía alternaban en casi todas las personas verbales
con las variantes en -ié y en -íe, sin que esté claro el mo琀椀vo (asimilación foné琀椀ca,
analogía con formas de perfecto que presentaban diptongo en -íe-...). Las dos formas
aparecían también en el condicional, que se había formado con el imperfecto de haber.
- La alternancia de estas dos variantes es constante en época medieval, donde los
imperfectos en -íe / -ié se encuentran desde los primeros textos y son las formas
dominantes en SXII-XIII
- En el XIV empiezan a ser menos frecuentes, pero encontramos todavía en el XV ejemplos:
en el XVI, ya solo aparecen de forma esporádica.
- Se ha atribuido la preferencia 昀椀nal por las formas en -ía a la acción de la analogía: por un
lado, la de la 1ª persona del singular, donde la desinencia fue siempre -ía; por otro lado, a
la vocal -a- caracterís琀椀ca del imperfecto de los verbos de la 1ª, -aba.

5. Los tiempos del tema de perfecto


En las desinencias de los perfectos regulares o débiles (acentuados en la vocal temá琀椀ca o en la
desinencia), hay que estudiar la evolución a par琀椀r de las formas sincopadas (con pérdida de -
V- intervocálica o de la sílaba -VI-, formas que exis琀an en la琀n): -A(V)I > -ai > -é, A(VI)STI > -
aste, -I(VI)MUS > -imos, etc.
- La marca de perfecto -V- solo se conservó en la 3ª p. sg: AV(I)T > -AUT > -ó, -IV(I)T > -ió (con
-ó probablemente analógica de la 1ª conj.).
- Además, se producen algunos cambios analógicos tendentes a regularizar el paradigma,
entre los que solo se generalizó el diptongo de la 2ª p. plural (-stes > -steis) por analogía
con la desinencia -éis de otros 琀椀empos.
- Las desinencias de los perfectos regulares en -ir se ex琀椀enden en español a los de la 2ª
conj., dentro de la cual había mayoritariamente perfectos irregulares o fuertes. Se
conservan pocos perfectos heredados de formas fuertes la琀椀nas, pero todos son muy

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frecuentes (hice, dije, tuve, hube, supe). No hay que olvidar que la evolución es común a
los 琀椀empos simples heredados del sistema de perfectum la琀椀no (hiciera, hiciese, hiciere...).

6. La creación del sistema de perfecto compuesto


En español, el perfecto simple la琀椀no fue sus琀椀tuido por un perfecto perifrás琀椀co, formado por
el auxiliar haber + el par琀椀cipio de perfecto (he amado), sus琀椀tución que puede estar
relacionada con la pérdida del valor aspectual perfec琀椀vo de la forma simple amé (< AMAVI).
- La construcción formada por el par琀椀cipio de perfecto con el verbo HABEO ya exis琀a en
la琀n arcaico y tenía valor resulta琀椀vo y carácter expresivo.
- En la琀n vulgar se difunde y sirve para expresar el aspecto resulta琀椀vo propio de los
琀椀empos del sistema de perfectum (HABEO INTELLECTUM “tengo entendido”).
- Posteriormente, estas perífrasis pasan a expresar la anterioridad: “tengo entendido” > “he
entendido”. En español, el perfecto compuesto he cantado convivirá con la forma
heredada del perfecto simple la琀椀no (canté), en una distribución desigual en dis琀椀ntas zonas
del español

Por la naturaleza de su origen, la construcción con el auxiliar haber estaba limitada en


principio a los verbos transi琀椀vos. En la época medieval, los verbos intransi琀椀vos y re昀氀exivos
formaban su perfecto compuesto con ser + par琀椀cipio concordado con el sujeto, quizá por
paralelismo con los deponentes la琀椀nos, de forma pasiva pero signi昀椀cado ac琀椀vo (INGRESSUS
SUM “he entrado”).
- Así, en los primeros textos encontramos distribución complementaria de auxiliares en la
perífrasis de perfecto compuesto: haber + par琀椀cipio para verbos transi琀椀vos (hemos
ganado la batalla) y ser + par琀椀cipio para verbos intransi琀椀vos y re昀氀exivos (somos venidos).
- Sin embargo, desde época temprana se da vacilación en la distribución de los auxiliares: a
lo largo de los SXIV-XV se generaliza el uso de haber como auxiliar para todos los verbos
y el cambio se consuma a par琀椀r del SXVII.
- En otras lenguas románicas, p.e. el francés o el italiano, se conserva la doble
auxiliarización.
- En los textos medievales, especialmente en los de los siglos XII y XIII, encontramos casos
de concordancia entre par琀椀cipio y CD, orden inverso (con auxiliar pospuesto) y presencia
de elementos intercalados (la missa acabada la an).

Cambios del sistema perfecto se vinculan a la grama琀椀calización del nuevo pretérito


compuesto:
1) Proceso analógico por medio del que se crea un nuevo paradigma de formas
compuestas, paralelo al de las simples. Sirve para expresar la anterioridad rela琀椀va
respecto al 琀椀empo expresado por el auxiliar: había, hube, habré, haya, hubiera amado.
2) Se produce un proceso de reanálisis: algunas formas heredadas de las la琀椀nas del sistema
de perfectum (amara, amare...) adquieren nuevos valores dentro del modo subjun琀椀vo. La
creación de este sistema facilita que las formas derivadas de los an琀椀guos
pluscuamperfectos y futuros perfectos la琀椀nos (en -ra, -se y -re) se usen con otros valores
en el modo subjun琀椀vo:
a. El pretérito pluscuamperfecto de indica琀椀vo la琀椀no AMA(VE)RAM dio origen a
nuestro pretérito imperfecto de subjun琀椀vo amara;

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b. El pretérito pluscuamperfecto de subjun琀椀vo AMA(VI)SSEM es origen del pretérito


imperfecto de subjun琀椀vo amase.
c. El futuro perfecto de indica琀椀vo AMA(VE)RO se funde con el pretérito perfecto de
subjun琀椀vo AMA(VE)RIM y da origen al futuro imperfecto subjun琀椀vo amaro /
amare.

A pesar de la creación de un nuevo pluscuamperfecto de indica琀椀vo compuesto había amado,


que encontramos desde época temprana, la forma simple en -ra (heredera de AMAVERAM),
conservó su valor e琀椀mológico de pluscuamperfecto de indica琀椀vo, que convive con la nueva
forma compuesta de pluscuamperfecto.
- Según los estudios sobre la alternancia y distribución de amara frente a había amado, es
claro el retroceso de la forma en -ra con el valor de pluscuamperfecto de indica琀椀vo
desde el XIV, aunque en un lenguaje formal o retórico se encuentra todavía, con ma琀椀z
arcaizante.
- Sin embargo, desplazó pronto sus valores al modo subjun琀椀vo, donde ya desde el SXIII o
XIV se usa junto a la forma en -se con valor de imperfecto. Su igualación en todos los
contextos (oraciones condicionales, oraciones independientes, etc.) se alcanza en el SXVII.

7. La formación del futuro y el condicional


Junto al futuro sinté琀椀co (AMABO, LEGAM...), el la琀n u琀椀lizaba perífrasis con el in昀椀ni琀椀vo
seguido del presente de verbos como HABEO o VOLO, que servían para reforzar los valores
modales de obligación o deseo asociados a este 琀椀empo (AMARE HABEO tengo deseo de
amar). La extensión de estas perífrasis en la琀n vulgar facilitó la creación de futuros analí琀椀cos
en lenguas romances:
- En español, el futuro se forma con el in昀椀ni琀椀vo seguido del presente del auxiliar haber.
- Paralelamente al proceso de generalización de AMARE + HABEO, se creó otra perífrasis,
AMARE + HABEBAM, que supone la aparición de un nuevo valor temporal que no exis琀a
en la conjugación la琀椀na: nuestro condicional amaría, que sirve en principio para la
expresión de un 琀椀empo posterior a una acción pasada (un futuro del pasado) y más
adelante podrá también expresar probabilidad o irrealidad.
- El auxiliar, tras una reducción de en琀椀dad fónica, se conver琀椀rá en morfema trabado que
caracterizará a estos 琀椀empos verbales: CANTARE HABEO > cantar + he > cantaré; CANTARE
HABEBAM > cantar + hía > cantaría.

El proceso de grama琀椀calización por el que las perífrasis se convierten en formas del paradigma
es similar al de la perífrasis de perfecto: deseman琀椀zación del auxiliar (más fácil en este caso,
pues no existen elementos sintác琀椀camente dependientes de haber), 昀椀jación del orden de los
elementos y, a diferencia del perfecto compuesto, no se invierte el orden auxiliado – auxiliar.
- Los dos verbos se funden, pasando el auxiliar a conver琀椀rse en simple morfema temporal
y desapareciendo la posibilidad de intercalación de elementos ajenos a las perífrasis.
- Hasta el SXVI, sin embargo, no se estabilizó plenamente la forma sinté琀椀ca de los nuevos
futuros, sino que durante mucho 琀椀empo (con frecuencia en español medieval y de forma
cada vez más esporádica hasta el SXVI), coexis琀椀eron dos 琀椀pos de formaciones de futuro y
condicional: analí琀椀cas y sinté琀椀cas.

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o En las formas escindidas (analí琀椀cas), suele aparecer un pronombre átono


intercalado entre el in昀椀ni琀椀vo y el auxiliar (dejarle he solo “le dejaré solo”).

Proceso de fusión de los dos elementos: foné琀椀camente, el desplazamiento del acento al su昀椀jo
deja la vocal temá琀椀ca del in昀椀ni琀椀vo de los verbos en -er, -ir en posición protónica, por lo que
琀椀ende a perderse (vivir he > viv'ré).
- Se producen entonces combinaciones consonán琀椀cas que pueden resultar problemá琀椀cas
y fuerzan diferentes procesos de asimilación, epéntesis o metátesis: (pon’ré > porné o
pondré; venc'ré > vencré; sal'ré > saldré).
- En otros casos, las consonantes en contacto forman una combinación admisible (sabré).
- Finalmente, en algunos verbos muy frecuentes se consolida la síncopa de la vocal
temá琀椀ca del in昀椀ni琀椀vo (saldré, tendré, pondré, querré, podré), mientras que en otros la
analogía con el resto del paradigma repone esta vocal (caeré, entenderé, etc.).

8. Reestructuración del sistema de la voz pasiva


En el paradigma verbal la琀椀no, las pasivas sinté琀椀cas del infectum se formaban con desinencias
especí昀椀cas y mediante formas analí琀椀cas en el perfectm. En el paso a las lenguas romances
dejan de u琀椀lizarse las desinencias caracterís琀椀co de la voz, y se generaliza el procedimiento
analí琀椀co que era propio de los 琀椀empos del perfectum: la perífrasis de verbo ser + par琀椀cipio.
- Sobre el nuevo sistema del infectum (soy amado, era amado, seré amado...) se construye
analógicamente un nuevo sistema de perfectum, en el que se usan los auxiliares ser
(marca de pasiva) y haber (marca de perfecto): he sido amado, había sido amado, habré
sido amado
- Las formas analí琀椀cas de la pasiva se desarrollan a través de procesos de grama琀椀calización
relacionados con los que dan origen a las formas compuestas de perfecto y su evolución se
produce de forma paralela, hasta llegar a la estabilización en la primera mitad XVII.

9. Participios fuertes y débiles


Desde el punto de vista formal, exis琀an en la琀n formas de par琀椀cipio débiles (acentuadas en la
vocal temá琀椀ca) y fuertes (acentuadas en el lexema).
a) El par琀椀cipio débil presentaba el morfema -TUS: -ATUS / -ITUS / -UTUS (este úl琀椀mo para
los verbos con perfecto en UI), que evolucionan a -ado, -ido y -udo.
b) Los par琀椀cipios fuertes presentaban también el morfema -TUS, que podía unirse al
lexema con una vocal de unión (- Ĭ TUS).

En la época medieval, exis琀a un número elevado de par琀椀cipios irregulares (repiso


“arrepen琀椀do”, espeso “gastado”, diviso “dividido”, nado “nacido”...), pero muchos de ellos
sufrieron la acción de la analogía y fueron sus琀椀tuidos por formas débiles: rompido en vez de
roto, veído en lugar de visto…; las formas más frecuentes resis琀椀eron mejor y se han
mantenido (puesto, roto, dicho, hecho, sa琀椀sfecho, abierto, escrito, muerto), aunque todavía en
la actualidad algunos par琀椀cipios irregulares plantean problemas de uso a los hablantes
(impreso-imprimido, freído-frito).
- Algunos par琀椀cipios fuertes se han conservado como sustan琀椀vos: venta (VENDITAM) o
como adje琀椀vos: 琀椀nto (< TINCTUM), tuerto (< TORTUM "torcido”), 琀椀eso (< TENSUM
"extendido”).

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- El español medieval, igual que otras lenguas románicas (francés, italiano, catalán…) tuvo
par琀椀cipios en -udo, derivados del par琀椀cipio en -UTUS que en la琀n tardío se extendió a
varios verbos con perfecto en -UI (VENDUTUS > fr. vendu, it. venduto, cat. vendut).
o En los textos medievales españoles hay par琀椀cipios en - udo, que desaparecieron y
fueron sus琀椀tuidos por par琀椀cipios en -ido (en XV los ejemplos son puntuales).
o Esta presencia suele asociarse a in昀氀uencia francesa, porque los ejemplos de estos
par琀椀cipios son especialmente numerosos en la primera mitad del SXIII; después, al
debilitarse la in昀氀uencia cultural francesa, habrían dejado de u琀椀lizarse.
o Frente a esta causa, la pérdida del par琀椀cipio en -udo se ha vinculado a la extensión
de adje琀椀vos de carácter despec琀椀vo (cabezudo, cornudo...): para iden琀椀昀椀carlos mejor
como par琀椀cipios, se pre昀椀rió la variante -ido, que presentaba el resto del paradigma.

2.3 Adverbio
1. Origen y evolución formal de los adverbios
Según su procedencia, hay dos grandes grupos de adverbios: los heredados directamente del
la琀n y los formados a par琀椀r de otros elementos, en época la琀椀notardía, o en el propio
romance.
- La creación de nuevos elementos se realiza a par琀椀r de la combinación de otras par琀culas:
combinación de adverbios, preposición + adverbio, adverbio + preposición, preposición +
nombre, preposición + preposición o de palabras o sintagmas la琀椀nos en abla琀椀vo.
- Perviven algunos adverbios la琀椀nos en las formas correspondientes del español ; algunos de
los que expresan lugar, 琀椀empo y modo son: hoy (< HODIE), siempre (< SEMPER), nunca (<
NUMQUAM), ante(s) (< ANTE), ya (< IAM), yer (<HERI); fuera(s) (<FORAS), suso
(<SURSUM), cerca (<CIRCA), lueñe (< LONGE), y/i (< ¿IBI, HIC?), ende (< INDE); bien
(<BENE), mal (< MALE), cras (< CRAS), fuera(s) (< FORAS), yuso (< DEORSUM).
- Algunos adverbios (eras, lueñe, suso) son 琀picamente medievales: en el XV dejan de
usarse y son sus琀椀tuidos por otros de diversas procedencias (cras por mañana, lueñe por
lejos).
- Otros se ven relegados ante formas reforzadas por otras par琀culas (ayer desplaza a yer,
después desplaza a pues, etc).
- Perviven también en español los adverbios cuan琀椀ta琀椀vos más (< MAGIS, preferido a PLUS),
menos (< MINUS), mucho (< MULTO) y poco (<PAUCUM); mucho presentaba delante de un
adje琀椀vo las variantes muy (ante consonante) y much (ante vocal).
- Proceden del la琀n los adverbios de a昀椀rmación sí (<SIC) y negación no(n) (< NON).
Por otro lado, en español se han formado nuevos adverbios a par琀椀r de categorías variadas, no
solo derivados de adverbios la琀椀nos; el procedimiento habitual combina PREP + ADVERBIO: de-
y después (< de + POST), es- y entonce(s), med. entonz, estonz (< EX o IN-+ TUNCE), ayer, med.
yer (<a + HERI), allí (a +ILLIC), allá (a +ILLAC), ahí (a + med. y “allí”), atrás o detrás (a/de +
TRANS), dentro (< DE INTRO), afuera (a + FORAS), así (<a + SIC). También surgen nuevas formas
como:
a) Combinaciones de otros adverbios : jamás (< IAM + MAGIS), aquí (< ECCE HIC), acá (< ECCE
HAC), también (< TAM BENE), tampoco (< TAM PAUCUM).
b) Combinación de preposición + sustan琀椀vo : arriba (a + med riba “ribera”), encima (en + cima
“en lo más alto”), enfrente (en + frente).
c) Combinación de varias preposiciones: a-/de-tras.

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d) Resultado de sintagmas la琀椀nos en abla琀椀vo: agora (<HAC HORA), (h)ogaño (< HOC ANNO),
todavía (<TOTA VIA), bajo (< adje琀椀vo BASSO), çedo “pronto” (<CITO).

No se conserva en español ninguno de los dos su昀椀jos principales que tenía el la琀n para
formar adverbios (-E, ITER). Una marca caracterís琀椀ca en español, de la que solo conservamos
ejemplos esporádicos, es la -s adverbial que presentan, p.e., entonces o mientras.
- Tampoco se han conservado los adverbios medievales compuestos con guisa (昀椀era guisa).
- El único procedimiento sistemá琀椀co desarrollado en romance es la terminación -mente
para formar adverbios de modo; se combina con adje琀椀vos femeninos, porque en principio
era un sintagma con el sustan琀椀vo femenino MENS, -NTIS (primera mente).
o En la琀n vulgar se encuentran sintagmas en los que el sustan琀椀vo se ha
deseman琀椀zado y 琀椀ene valor cercano a un morfema adverbial de modo, de ahí la
existencia de estas formaciones en dis琀椀ntas lenguas romances.
o En época medieval, se pueden encontrar los dos elementos separados
grá昀椀camente;
o Además, en esa época la terminación -mente alternaba con -miente y con la forma
con epéntesis (frecuente en XIII) -mientre: fuerte mente, fuertemiente,
fuertemientre.

2. Los adverbios deícticos y, ende


Fueron muy u琀椀lizados en época medieval, aunque luego se perdieron en español, los
adverbios deíc琀椀cos y (< HIC o IBI “allí”) y ende (< INDE “de allí”). Estrechamente vinculado con
ellos estaría otro adverbio deíc琀椀co: desí, en el que tenemos la forma y unida al pre昀椀jo des-
para indicar origen
- Razones para la pérdida del deíc琀椀co y: su escasa en琀椀dad fónica, el peligro de homonimia
con la conjunción coordinante o la inseguridad de su carácter tónico / átono.
- El español pre昀椀ere la determinación de las relaciones espaciales a través de preposiciones
y la serie de adverbios loca琀椀vos tónicos aquí, ahí, allí, de idén琀椀co valor (de aquí, hasta
allí…)

Un resto del an琀椀guo deíc琀椀co y se conserva en la forma impersonal de presente del verbo
haber (hay), que en español medieval podía aparecer con sus elementos separados (ha y) y
también con otros 琀椀empos verbales (ouo y, avie y, etc.).
- De este empleo pudo extenderse también a las 1as personas del sing. de los verbos dar,
ir, ser y estar, que cambian sus formas medievales so, do, estó y vo por soy, doy, estoy y
voy (empiezan a aparecer a par琀椀r del XIV, sin que estén claros los mo琀椀vos, y no se
generalizan hasta el XVI, justo cuando el adverbio y prác琀椀camente había desaparecido de
la lengua).
3. Sintaxis adverbial
Tradicionalmente, los estudios de morfosintaxis histórica de adverbios han prestado atención,
casi de forma exclusiva, a los procedimientos de formación de nuevos elementos y a los
cruces entre adverbios, las preposiciones y conjunciones. Sin embargo, se advierte desde
hace años por estudiar la evolución sintác琀椀ca de esta clase de palabras, así que contamos con
estudios que mani昀椀estan la riqueza evolu琀椀va de muchos elementos de esta categoría
heterogénea.

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- Sintaxis histórica de la lengua española : se analiza la diacronía de los adverbios


espaciales, temporales, modales…, prestando especial atención a las diferentes
construcciones en las que han par琀椀cipado y su papel en el juego de relaciones oracionales
e interoracionales.
- El estudio diacrónico del comportamiento sintác琀椀co de los adverbios temporales deíc琀椀cos
y compara琀椀vos (ayer, hoy, mañana, antes, ahora, después, entonces) revela que la
mayoría de estas unidades se comportan en español desde pronto casi como sustan琀椀vos,
por su sustancia léxica, referida a unidades cronológicas que pueden entenderse como
individuos en sen琀椀do lógico: aparecen como términos de preposición, pueden combinarse
con mismo, pueden llevar aposición, etc.
- Su combinatoria sintác琀椀ca no ha variado históricamente en lo esencial: siguen
funcionando mayoritariamente como adjuntos para la localización temporal y como
adverbios de marco;
o En esta función de marco temporal se observa una preferencia por el
desplazamiento a la posición inicial del enunciado, también caracterís琀椀ca de los
usos de algunos de los adverbios como marcadores del discurso: antes y ahora
(combinados o no con el adverbio bien) como conectores adversa琀椀vos; o entonces
como conector consecu琀椀vo
- El estudio histórico permite establecer las diferencias entre construcciones que han sido
problemá琀椀cas y que a veces se han confundido (el día antes vs. un día antes, p.e.) y aclarar
la adscripción categorial de algunos de estos adverbios en usos di昀ciles de clasi昀椀car: días
antes o río abajo no presentan una preposición pospuesta, que sería una categoría extraña
a la 琀椀pología del español, sino autén琀椀cos adverbios cuya presencia en estos sintagmas,
acompañando a un sustan琀椀vo, está condicionada por su semán琀椀ca peculiar.

2.4 Preposiciones
Por lo que se re昀椀ere a su origen y evolución, derivan directamente de preposiciones la琀椀nas: a
(AD), ante (ANTE), cerca (CIRCA), contra (CONTRA), con (CUM), de (DE), en (IN), entre (INTER),
por (PER/PRO), según (SECUNDUM), sin (SINE), so (SUB), sobre (SUPER), tras (TRANS).
- El español crea nuevas preposiciones u琀椀lizando diferentes procedimientos de formación
como la aglu琀椀nación de preposiciones: desde (<DE + EX + DE): para, ant. pora (<PER/PRO
+ AD); o la grama琀椀calización de adje琀椀vos (bajo < Basso) o sustan琀椀vos, a veces seguidos de
preposición: hacia (< FACIE AD), cabe (< CAPUT).
o En algunos casos, se producen préstamos: hasta (ár. ha琀琀á).
- En época medieval eran frecuentes contracciones de preposición y ar琀culo (conna, poral);
sin embargo, el español moderno conserva únicamente dos contracciones: al y del.
- En época reciente, el sistema de preposiciones se amplía con la grama琀椀calización de los
par琀椀cipios salvo, mediante y durante.

Desde el punto de vista sintác琀椀co, el sistema preposicional se desarrolla extraordinariamente


en español, al 琀椀empo que se derrumba el sistema de 昀氀exión casual. Las preposiciones serán
ahora los principales índices de las relaciones funcionales dentro de la oración.
- La preposición de se convierte en la más usada y la más polisémica de todo el sistema: se
apropia los valores de AB y EX y se habilita para sus琀椀tuir al geni琀椀vo, encabezando CN, para

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sus琀椀tuir al abla琀椀vo en la expresión de la procedencia, para introducir el complemento de


materia o algunos CRV, etc.
- También era polisémica otra preposición muy usada , a, que introduce en español CD de
persona, CI, CRV, complementos loca琀椀vos de dirección y situación, etc.

Un rasgo muy caracterís琀椀co del español es la construcción del CD de persona con la


preposición a, que se ha relacionado con el uso en la琀n tardío de AD + acusa琀椀vo para
sus琀椀tuir al da琀椀vo.
- En textos medievales, la presencia de a se condiciona por la naturaleza del complemento:
aparece siempre ante pronombre personal o nombre propio de persona, pero no siempre
es constante con otro 琀椀po de pronombres (demostra琀椀vos, posesivos...) o con sustan琀椀vos
comunes; en cualquier caso, su uso está vinculado al carácter personal del complemento.
- Varios hechos favorecen su presencia : que el sustan琀椀vo esté determinado (p.e., por un
ar琀culo), que quiera destacarse especialmente; y que esté individualizado (p.e. suele
faltar la preposición si el complemento es plural o si es un pronombre inde昀椀nido).
o Sin embargo, su uso en español medieval no era sistemá琀椀co.
- En el SXVII se consolida el uso actual : la PREP. a se antepone al complemento de persona
e individualizado, y puede faltar con complemento de referencia genérica o plural: He
visto muchas personas vs. He visto a tu hermano.

2.5 Elementos de relación oracional


La mayoría de conjunciones coordinantes derivan de conjunciones la琀椀nas, aunque han podido
experimentar variaciones en su uso. Son copula琀椀vos el nexo y (<ET), con variantes medievales
e/y; ni(n) (< NEC), que en español solo conserva la posibilidad de unir dos elementos negados
(ni); o (< AUT), que no alterna con la variante u hasta el español moderno.
- Para la coordinación adversa琀椀va, se pierde la conjunción la琀椀na SED, que en el la琀n cedió
paso a MAGIS y hubiera entrado en con昀氀icto con se, par琀cula que soporta en español una
sobrecarga funcional: las conjunciones adversa琀椀vas usuales son mas (MAGIS) y pero (PER
HOC), que ha relegado mas al registro elevado y presenta distribución complementaria,
desde época clásica, con sino (pero es el nexo adversa琀椀vo usado cuando existe un
contexto anterior posi琀椀vo, mientras que sino es el nexo adversa琀椀vo que sigue a una
oración nega琀椀va, con valor de adversación excluyente).
- En español se ex琀椀ende extraordinariamente como nexo la par琀cula que, procedente del
la琀n vulgar QUID (clásico QUOD); se funden en él los valores de varias conjunciones
la琀椀nas (UT, QUOD y QUIA fundamentalmente) y los de la par琀cula compara琀椀va QUAM.
o Ya en época medieval se u琀椀liza como conjunción comple琀椀va, causal, consecu琀椀va,
昀椀nal, compara琀椀va, concesiva y condicional, y se desarrollan a par琀椀r de él nuevas
locuciones subordinantes, como desque, aun que, etc.
o A medida que se desarrolla un sistema más preciso de nexos subordinantes, que
va siendo sus琀椀tuido por ellos en los contextos ambiguos, aunque con琀椀núa
teniendo en la actualidad todos los valores citados.
o A esta complejidad hay que añadir el hecho de ser el pronombre rela琀椀vo más
usado y el elemento preferido para la formación de nuevas locuciones
conjun琀椀vas, sobre preposiciones o adverbios existentes: después que, antes que,
hasta que, así que...

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Además, son heredadas del la琀n otras conjunciones subordinantes, como la an琀椀gua causal ca
(QUIA), la modal como (<adv. QUOMO, usado con el valor de UT) o la temporal cuando
(QUANDO, ya sin valor causal en época la琀椀notardía) y la condicional si (< SI).
- En el español se crean nuevos nexos, por diversos procedimientos : la concesiva medieval
maguer(a) es un préstamo del griego reemplazada a par琀椀r del XV por aunque (< aun +
que); la temporal mientras resulta del reanálisis de demientre, an琀椀guo domientre (DUM
INTERIM)
o Otro importante proceso de creación de locuciones conjun琀椀vas es la asociación
del nexo que a una preposición; así se crean ante(s) que, porque, para que, hasta
que...
o Menos extendido está el recurso a sustan琀椀vos seguidos de que: de manera que…
- Los pronombres rela琀椀vos del español vienen del paradigma único del rela琀椀vo-
interroga琀椀vo. Para la referencia personal, en español medieval alternan qui (QUI) y quien
(QUEM), formas únicas sing. y pl. y con distribución poco clara según las funciones y
género del antecedente.
o Por otro lado, una forma que sirve para la referencia personal y no personal es
que (no hay acuerdo sobre sí procede del interroga琀椀vo neutro QUID, o de QUEM
tomado como átono, o si su -e puede deberse a un cruce con el femenino QUAE).
o A estos pronombres se añadió el rela琀椀vo-interroga琀椀vo qual (QUALEM) en
principio tenía valor cualita琀椀vo y solía aparecer en correlación con tal (paralelo al
la琀n TALIS... QUALIS); en la época medieval, qual se usaba frecuentemente sin
ar琀culo.

A lo largo de la Edad Media, el sistema de los pronombres rela琀椀vos se reorganiza: en el SXIII,


la forma quien reemplaza totalmente a qui y se especializa para la referencia personal; más
tarde se crea un plural analógico quienes, que tardó en extenderse y no se generalizó hasta el
SXVIII.
- Además, se ex琀椀ende extraordinariamente que, menos condicionada distribucionalmente,
que sirve tanto para la referencia personal como para la no personal, se u琀椀liza en
cualquier función, con valor sing. o pl., y puede ir o no precedido de determinante o
preposición.
- Al 昀椀nal de la Edad Media se grama琀椀caliza el rela琀椀vo compuesto el cual, la cual y su plural
(los cuales, las cuales). Pierde su valor cualita琀椀vo y se usa en cualquier función a par琀椀r XVI.
- Al mismo 琀椀empo, el uso de ART + PREP. se ex琀椀ende ante el rela琀椀vo que (el que, del que...).

El español usó una forma derivada del geni琀椀vo del pronombre rela琀椀vo la琀椀no (CUIUS del
cual), con valor rela琀椀vo y posesivo a la vez: cuyo. Aunque CUIUS en la琀n servía para los tres
géneros, el derivado se reinterpretó masculino y se crearon las formas analógicas de femenino
y plural.
- En español moderno, cuyo solo funciona como determinante (acompañando a sustan琀椀vo)
y solo rela琀椀vo, no interroga琀椀vo. En español medieval y clásico era también pronombre.
- El aislamiento paradigmá琀椀co de cuyo, único rela琀椀vo-posesivo del sistema, ha facilitado en
todas las épocas su sus琀椀tución por la secuencia no norma琀椀va que su.

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- En la actualidad, cuyo está restringido al lenguaje culto y preferentemente escrito; en el


lenguaje coloquial o familiar, el hablante emplea otras construcciones, evitando cuyo y el
quesuísmo (p.e., la yuxtaposición o la coordinación: Tengo un amigo; su padre es médico).

En cuanto a los adverbios rela琀椀vos, la historia más e interesante es la de los adverbios


loca琀椀vos o / onde (< UBI “donde”, con valor de localización, y < 'UNDE “de donde”, con valor
de origen) y sus múl琀椀ples variantes, que tras numerosos cruces y refuerzos para marcar la
procedencia (do, donde), con昀氀uyen en la forma única donde, a la que se anteponen las
preposiciones necesarias para precisar las relaciones espaciales (donde, en donde, a donde, de
donde...).
2.6 Sintaxis oracional y textual
1. Cambios en el orden de palabras
En la evolución del la琀n a las lenguas romances se producen importantes cambios en el orden
de los elementos que integran sintagmas y oraciones. El la琀n tenía una libertad mayor que el
español, porque las desinencias casuales ayudaban a iden琀椀昀椀car la función de una palabra y su
relación con otras; en las lenguas romances, al perderse las desinencias, el orden se hace más
estable y se limitan las posibilidades de colocación de los sintagmas y sus elementos.
- Este verso de las Odas de Horacio es una cita para apreciar la libertad que el la琀n poseía
en el orden: AEQUAM MEMENTO REBUS IN ARDUIS SERVARE MENTEM (es una estructura
simétrica en la distribución de los elementos sintác琀椀cos: CD-V-CC-PREP- CC-V-CD).
- Por lo que se re昀椀ere a los predicados , el cambio más importante es el de la anteposición
del verbo a sus complementos argumentales; los adjuntos 琀椀enen mayor libertad, aunque
su lugar natural, no marcado, es la parte 昀椀nal del predicado.
- Así, para traducir el verso de Horacio diríamos: Acuérdate de conservar (V) el ánimo sereno
(CD) en las circunstancias di昀ciles (CC) -pudiendo poner el complemento no argumental (el
CC, en esta oración) por su mayor libertad posicional respecto al verbo-.

Además, también se advierten cambios importantes dentro de los sintagmas nominales, que
en español no se podrán escindir: adje琀椀vo y sustan琀椀vo, p.e., no se pueden separar tanto
como sucedía en la琀n (AEQUAM-MENTEM), ni admiten preposición intercalada (REBUS IN
ARDUIS).
- Como en el ejemplo, el verbo ha pasado a la posición inicial dentro del predicado,
aunque los circunstanciales conservan la posibilidad de anteponerse sin tener carácter
enfá琀椀co.
- Por el gusto la琀椀nizante de algunas épocas, como el XV, podemos encontrar el verbo detrás
de sus complementos frecuentemente, en la posición 昀椀nal de la oración.

La existencia de un orden más estable facilita que las alteraciones resulten más expresivas : la
anteposición de un miembro del predicado se interpreta como proceso enfá琀椀co, para
destacar un cons琀椀tuyente relevante pragmá琀椀camente. También la duplicación pronominal de
algunos complementos 琀椀ene carácter enfá琀椀co; en algunos casos, como con un CD y CI
antepuestos al verbo, la duplicación llegará a ser obligatoria: A mi hermana no la veo nunca.

El orden de palabras está condicionado por otros factores. En época medieval hay que tener
en cuenta la ley de enclisis (Ley de Wackernagel para el indoeuropeo, Ley de Tobler-Mussa昀a

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para las lenguas romances), que impide a las formas prosódicamente débiles, como los
pronombres átonos o verbos auxiliares, ocupar la posición inicial de la oración o encabezar un
grupo fónico.
- En época medieval los clí琀椀cos necesitan tener delante una palabra tónica a la que unirse,
aunque también pueden apoyarse en una conjunción o un pronombre rela琀椀vo: yl, quel...).
- En posición proclí琀椀ca, es decir, antepuesto al verbo, el pronombre no siempre aparecía
inmediatamente antes de la forma verbal, podía quedar separado por otros elementos.
- A lo largo del SXVII, se pierde la posibilidad de intercalar los clí琀椀cos entre los elementos
de una perífrasis, se limita la enclisis y empieza a imponerse la proclisis del pronombre
átono respecto al verbo (salvo si este es in昀椀ni琀椀vo, gerundio o 琀椀ene valor exhorta琀椀vo). Se
llega así a la regla moderna de colocación de pronombres átonos, que no impide que los
clí琀椀cos encabecen oración y grupo fónico, sino que se establece una distribución funcional:
proclisis con todas las formas verbales, salvo con gerundios, in昀椀ni琀椀vos, impera琀椀vos y
subjun琀椀vos exhorta琀椀vos, con los que se conserva la enclisis (lo miré, lo he mirado vs
mirarlo, mirándolo).
2. Naturaleza de los predicados
No puede hablarse propiamente de evolución histórica en la naturaleza de los predicados, que
con琀椀núan esencialmente los 琀椀pos la琀椀nos, pero algunos aspectos que sufren cambios en el
paso del la琀n al español son los siguientes:
1) Respecto a la diferencia entre predicación y atribución : los verbos ser y estar compar琀an
en época medieval dos valores, loca琀椀vo (encontrarse en un si琀椀o) y atribu琀椀vo: para
expresar la situación, predominaba ser para la situación local permanente, pero
alternaba con estar y yazer. Para la situación no permanente, en sen琀椀do de hallarse
presente, dominaba estar.
a. Históricamente la evolución en los usos loca琀椀vos consiste en la progresiva
ampliación del uso de estar, hasta que en el XVII deja de u琀椀lizarse ser con este
valor.
b. Sobre la diferencia entre ser y estar en oraciones atribu琀椀vas, no se han producido
cambios de interés. Su distribución siempre ha estado condicionada por la noción de
“permanente” o “esencial” (ser) frente al carácter “temporal” o “accidental”
(estar), aunque en todas las épocas ha habido usos que no se ajustan a esta
dis琀椀nción.

2) Predicados transi琀椀vos: es de interés el análisis de los cambios en los usos de haber y tener
como verbos transi琀椀vos para expresar posesión. En los primeros textos haber tenía
sen琀椀do de posesión incoa琀椀va “lograr, obtener” y se imponía si el CD era un sustan琀椀vo
abstracto.
a. Tener presentaba un sen琀椀do de posesión dura琀椀va “mantener, retener” y se usaba
más con sustan琀椀vos concretos.
b. Pero, esta distribución no era sistemá琀椀ca y se producían numerosas interferencias.
c. En su evolución histórica, tener va invadiendo todos los contextos en los que se
usaba haber, hasta que en el XVI acapara todos los signi昀椀cados transi琀椀vos y se
especializa también como auxiliar en la perífrasis perfec琀椀vo-resulta琀椀va (tengo
aprendido), una vez que haber se grama琀椀caliza como auxiliar del perfecto
compuesto.

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i. Como restos del valor transi琀椀vo de haber, quedan solo su uso como
impersonal y las expresiones haber lugar, haber menester.
d. La pérdida de haber para expresar la posesión está relacionada con su
especialización como auxiliar de 琀椀empos compuestos he amado, p.e., aunque la
deseman琀椀zación no era necesaria para conver琀椀rse en auxiliar (lo prueba la
evolución del italiano+francés: conservan avoir y avere como verbos transi琀椀vos y
auxiliares de 琀椀empos compuestos).

3. El desarrollo de las oraciones impersonales con se


La par琀cula se, en español actual, se usa como marca de impersonalidad en dos
construcciones: pasiva re昀氀eja (impersonales semán琀椀cas) y las impersonales re昀氀ejas
(impersonales sintác琀椀cas).
- La pasiva desinencial la琀椀na se perdió y en su lugar se extendió la perífrasis pasiva
heredada de las formas del perfectum la琀椀no (se generalizó la estructura analí琀椀ca: AMOR→
soy amado).
- La construcción pasiva analí琀椀ca con el auxiliar ser se usa cuando existe un C. agente, pero
no es frecuente en los casos en que este es indeterminado, para los que el español
pre昀椀ere la pasiva re昀氀eja o pasiva con la par琀cula se (La exposición se inaugurará el lunes,
con agente indeterminado vs La exposición será inaugurada por el alcalde el lunes, con
agente expreso), cuyos antecedentes la琀椀nos pueden buscarse en los casos de sus琀椀tución
de algunos verbos deponentes que expresaban voz media por el verbo en ac琀椀va
acompañado de pronombre re昀氀exivo: SE DICIT en vez de DICITUR, por ejemplo.

En español medieval, la pasiva re昀氀eja tenía un uso reducido, limitado a sujetos no animados;
abundan los ejemplos con el sustan琀椀vo cosa o el inde昀椀nido nada como sujetos. Por el
contrario, existen en esta época pocos casos de pasiva re昀氀eja con sujeto personal, y no
siempre está clara la frontera entre el valor re昀氀exivo y el pasivo re昀氀ejo (p.e. “vencerse”, en
sen琀椀do de rendirse); si el sujeto es una subordinada sustan琀椀va, el sen琀椀do impersonal es más
claro (Dízese que…).
- A en el SXV, 昀椀nal de la Edad Media, se produce un paso importante en la evolución de
estas construcciones: comienzan a usarse con verbos intransi琀椀vos, con valor impersonal
claro.
o Existen antecedentes la琀椀nos para esta construcción con verbos intransi琀椀vos en voz
pasiva y valor impersonal (PUGNABATUR “se luchaba”).
- En el XVI, el uso de la impersonal con se y verbo intransi琀椀vo está plenamente
generalizado; el reparto en esta época sería: la pasiva re昀氀eja se u琀椀liza con verbos
transi琀椀vos y sujeto no personal, mientras que la construcción impersonal se reserva para
los verbos intransi琀椀vos.
- A par琀椀r del XVI, empezamos a encontrar casos de se impersonal re昀氀ejo también con
verbos transi琀椀vos. En este caso, el CD aparece encabezado con la preposición a si es de
persona.
- En español actual, se usan las dos construcciones : pasiva re昀氀eja (se celebrarán las pruebas
en mayo) e impersonal re昀氀eja (se atendió a los enfermos); pero no es raro que se
produzcan confusiones y faltas de concordancia (*Se han tenido que atender a muchas
personas).

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Respecto al orden de los elementos, hay tendencia a la posposición del sujeto en pasiva
re昀氀eja, aunque no es obligada. En la impersonal re昀氀eja el CD también 琀椀ende a posponerse
(se informó a los familiares); si se antepone es por énfasis y debe repe琀椀rse mediante un
pronombre átono (a los familiares se les informó).
- Por otro lado, el morfema se aparece durante toda la época medieval en posición
enclí琀椀ca, unido al verbo, con las formas verbales perfec琀椀vas, con las formas no
personales y con el impera琀椀vo (por la ley de enclisis). Desde el XVI está la distribución
actual:
o Enclí琀椀co con el impera琀椀vo, subjun琀椀vo exhorta琀椀vo y formas no personales
o Proclí琀椀co (se + verbo) en las formas personales (excepto el impera琀椀vo)
perfec琀椀vas e imperfec琀椀vas.

4. La expresión de la negación
En todas las épocas de la historia del español, el procedimiento para la negación es anteponer
el adverbio de negación (no / non) al verbo o al elemento negado.
- Por otro lado, en español medieval exis琀a la negación an琀椀cipada: en que la negación
afecta a un verbo subordinado pero el adverbio se coloca delante del verbo principal (No
creo que lo quiera = Creo que no lo quiere).
o En textos an琀椀guos encontramos casos con negación an琀椀cipada que la lengua
actual ya no acepta (No mando que se haga... con valor de Mando que no se
haga...)
- El aspecto más destacable en la evolución de los procesos de negación es el
comportamiento de las construcciones con doble negación: simultáneamente se da el
adverbio de negación no y otra negación contenida en una palabra nega琀椀va (inde昀椀nidos
como ninguno, nada y nadie; adverbios nega琀椀vos como nunca, jamás y tampoco; y la
conjunción nega琀椀va ni)'.
o Históricamente, la evolución de la negación en estas construcciones consiste en la
desaparición de la negación doble en posición preverbal: desde mediados del
SXV, el adverbio de negación desaparece en estos casos (compárese nunqua non
uiemos del SXIII frente al moderno Nunca vimos).
Lengua medieval: el funcionamiento de los inde昀椀nidos nega琀椀vos era perfectamente
sistemá琀椀co
- La negación doble se producía con el inde昀椀nido pospuesto al verbo y antepuesto; ésta es
la principal diferencia respecto al español moderno, donde solo aparece el adverbio si la
otra palabra nega琀椀va está en situación posverbal: que nadi nol diessen posada sería, que
nadie le diese posada o que no le diese posada nadie (en este úl琀椀mo caso, doble negación
porque el inde昀椀nido aparece detrás del verbo).
- En el SXVI, la negación del español moderno estaba ya establecida, aunque con ejemplos
ocasionales de negación de 琀椀po medieval. En esa misma época, el inde昀椀nido alguno (que
podía tener valor nega琀椀vo, equivalente a ninguno, en cualquier posición) deja de
presentar una distribución libre y conserva su valor nega琀椀vo únicamente en posición
posnominal: No quiere problema alguno (= No quiere ningún problema).
- El comportamiento de nunca (único término nega琀椀vo heredado directamente del la琀n)
es dis琀椀nto al de los inde昀椀nidos: si se encuentra en posición preverbal no va acompañado

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por el adverbio no, salvo excepciones. Por tanto, el esquema moderno de distribución
para las palabras nega琀椀vas era el que ya presentaba nunca desde la época medieval.

5. Yuxtaposición, coordinación y subordinación


Tradicionalmente se han estudiado las relaciones interoracionales a par琀椀r de los nexos que las
introducen: se ha relegado la historia de la yuxtaposición a la simple cues琀椀ón del primi琀椀vismo,
y la historia de la oración compuesta y compleja se ha centrado en la evolución de los nexos
especí昀椀cos de coordinación y subordinación.
- Pero, frente a esta perspec琀椀va, se 琀椀ende ahora a estudiar las relaciones oracionales
desde una perspec琀椀va menos atomizada, como plantean los capítulos en la úl琀椀ma fase
de la Sintaxis histórica de la lengua española dirigida por Company, que incluye el único
análisis sistemá琀椀co que se ha realizado de la diacronía de la yuxtaposición en español.

6. La construcción del texto


Se ha hablado de “primi琀椀vismo” para referirse a la sintaxis de los textos más an琀椀guos y se ha
opuesto esta sintaxis “suelta” con otra más elaborada o trabada. Es una cues琀椀ón muy
deba琀椀da, que divide a los estudiosos en dos grupos. Los que piensan que…
a) Se puede hablar de progresión y madurez en la complejidad sintác琀椀ca
b) Estas caracterís琀椀cas sintác琀椀cas son propias de determinadas tradiciones discursivas, no
deben entenderse en términos de mejora de un 琀椀po más avanzado de sintaxis oracional.

Con independencia de que deba o no entenderse la estructura sintác琀椀ca de los textos an琀椀guos
en términos de inmadurez o primi琀椀vismo, lo que está fuera de duda es que los
procedimientos que garan琀椀zan la coherencia textual no son los mismos en la época medieval
y moderna, y hay una progresiva complejidad de los mecanismos de cohesión a lo largo de la
historia del español.

Principales procedimientos cohesivos de los primeros textos: repe琀椀ción de elementos


léxicos, la presencia constante de elementos de referencia anafórica (como p.e pronombres,
adverbios deíc琀椀cos...), la catáfora paratác琀椀ca (uso de elementos fóricos que introducen una
oración a través de una correlación con el nexo de esta) y la reiteración de las estructuras
sintác琀椀cas.
- Todo ello, a pesar de que a veces puede producir cierta sensación de monotonía o
pesadez, contribuye a asegurar el éxito comunica琀椀vo, p.e., en el caso de los textos
didác琀椀cos o de los textos legales.
- Por otro lado, en los textos medievales también se u琀椀lizan marcadores del discurso, que
entonces sirven sobre todo como conectores y 琀椀enen poca variedad: algunos conectores
adi琀椀vos, con preferencia e(t) y otrosí, de contraste u oposición (mas, pero) y consecu琀椀vo-
con琀椀nua琀椀vos (onde, ende, desí, pues).
- También encontramos marcadores de reformulación (esto es, conviene a saber, es dezir),
u琀椀lizados en dis琀椀ntos contextos: el de los textos con clara intención didác琀椀ca, de los
textos jurídicos, donde la precisión es par琀椀cularmente necesaria (aquí abundan los
explica琀椀vos) y los textos en los que estas expresiones se u琀椀lizan con clara intención
lexicográ昀椀ca, es decir, para aclarar el signi昀椀cado de términos que pueden resultar
desconocidos para el receptor.

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- El empleo de este 琀椀po de marcadores favorece la variación y el aumento del caudal


léxico, algo muy importante en la época medieval, en que la prosa castellana está
realizando lo que Lapesa llamaba “una enorme gimnasia”, desde el punto de vista del
léxico y sintác琀椀co, oracional y supraoracional.
- En el SXIII se ex琀椀enden nuevos 琀椀pos de estructuración en las oraciones subordinadas y
dejan de u琀椀lizarse otros mecanismos más arcaicos de organización del discurso complejo.

A par琀椀r del SXV: aparecen nuevos géneros, nuevas necesidades expresivas y se intenta elevar
la categoría del romance imitando la lengua la琀椀na. Se produce entonces un enriquecimiento
de las formas de construcción del discurso, en especial en el uso y extensión de conectores y
organizadores textuales, con los que aumenta el número de marcadores.
- Se diversi昀椀can los mecanismos de formación de nuevos marcadores : si hasta entonces las
conjunciones o adverbios que marcaban las relaciones oracionales eran los mismos que
se u琀椀lizaban para la conexión de las partes del discurso, ahora, a través de diferentes
procesos de grama琀椀calización, se crea un sistema estable de elementos conectores y
organizadores en el nivel textual, que surgen de categorías variadas: SINTAGMAS PREP,
ADVERBIOS, etc.
- Por todo, sí que es posible defender, si no el supuesto “primi琀椀vismo” o “inmadurez” de
los modos de organización textual en los primeros textos, más dependientes de la
cons琀椀tución de tradiciones discursivas, sí una progresiva complejidad de los modos de
organización discursiva a par琀椀r del s. XV, que seguirán ampliándose y diversi昀椀cándose.

3. Historia del léxico


3.1 Elementos de las lenguas de sustrato
El contacto de los colonizadores la琀椀nos con las lenguas que exis琀an en la península ibérica
antes de su llegada provocó el trasvase de elementos de origen celta o vasco al la琀n hablado
en Hispania, normalmente para referirse a realidades nuevas para los romanos.

3.2 Léxico heredado del latín: vías de transmisión culta y popular


El léxico de procedencia la琀椀na penetra en castellano por una doble vía, popular o culta. Como
lengua madre, el la琀n ha proporcionado la base léxica principal del castellano, el conjunto de
voces patrimoniales que existen desde el inicio.
- Estas palabras se reconocen al haber sufrido la evolución foné琀椀ca regular y generalmente
están documentadas en los textos desde muy pronto.
- Sin embargo, en épocas posteriores, el la琀n ha actuado también como lengua de cultura
(como superestrato respecto a los romances) y así se han introducido otros términos en
los que no se ha cumplido la evolución foné琀椀ca regular (cul琀椀smos) o bien han
evolucionado solo parcialmente (semicul琀椀smos).
En la época medieval, los ámbitos a los que pertenecen estos cul琀椀smos suelen ser el jurídico o
el eclesiás琀椀co: es donde se concentra la cultura. Posiblemente, el respeto a la forma
e琀椀mológica esté condicionado por la pronunciación de las clases más cultas o por el hecho de
que la vía de transmisión fuera escrita.
- En el SXV, la entrada de la琀椀nismos se intensi昀椀có y tenemos tanto cul琀椀smos que
perduraron como e昀meros, usados solo ocasionalmente por los escritores más
la琀椀nizantes (belígero...).

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- Los la琀椀nismos han entrado en español de forma ininterrumpida en todas las épocas, de
modo que cons琀椀tuyen hoy entre el 20 y el 30% del caudal léxico de nuestra lengua,
aunque muchos de estos términos no son de uso frecuente.
- En época moderna, el la琀n y el griego sirven de base para la creación de los compuestos
cultos, a par琀椀r de lexemas que normalmente no cons琀椀tuyen palabras del español fuera
de estos compuestos (biología, Iudoteca, aerotermia...).

A través del la琀n han llegado al español la mayoría de helenismos por el contacto estrecho
entre hablantes de griego y de la琀n durante siglos. Un grupo importante de helenismos es el
formado por términos religiosos, llegados a través del la琀n eclesiás琀椀co (bau琀椀smo, biblia,
profeta).
- El griego también ha sido una fuente importante para crear vocabulario cien琀昀椀co y
técnico.

3.3 Germanismos y arabismos


Las invasiones germánicas del siglo V y la convivencia con los visigodos en los siglos
posteriores aportan elementos germánicos al la琀n de la Península; no numerosos, pero
frecuentes en uso.
- Invasión árabe el VIII: la larga convivencia con la población árabe en el territorio
peninsular se traduce en un número elevadísimo de términos de origen árabe en nuestra
lengua, en torno al 8% del léxico, a pesar de la di昀椀cultad para adaptarse foné琀椀camente al
castellano.
- Las razones de la adopción de los arabismos se deben no solo al contacto lingüís琀椀co y el
bilingüismo secular, sobre todo en la mitad sur peninsular, sino también a la necesidad de
nombrar realidades y conceptos nuevos propios de una cultura más adelantada, y al
propio pres琀椀gio del árabe como lengua de cultura en la época medieval (el estado más
avanzado de la ciencia árabe determina el trasvase de numerosos tecnicismos cien琀昀椀cos).

3.4 Elementos de otras procedencias


En cada época se da la entrada de préstamos de otras lenguas (p.e. galicismos,
americanismos, italianismos, anglicismos...), por contactos estrechos entre España (o Cas琀椀lla)
y otros pueblos.
1) Galicismos y occitanismos : su entrada es especialmente intensa entre los SXI y XIII,
debido al estrecho contacto con los francos, por el Camino de San琀椀ago y las órdenes
religiosas.
a. En esta época llegaron a la Península (y se establecieron en muchos casos)
numerosos franceses no solo por las peregrinaciones a San琀椀ago, sino también para
par琀椀cipar en las campañas militares de la Reconquista. La ac琀椀vidad comercial con
el país vecino y la in昀氀uencia de su literatura fueron asimismo una fuente de entrada
de galicismos.
b. En el XVII, el enfrentamiento Francia vs. España determinó la entrada de numerosos
términos de los ámbitos militar y naval mientras con琀椀núa la importación de
términos relacionados con la vida social.
c. La entrada más intensa de galicismos llegará en el SXVIII : el pres琀椀gio de Francia en la
Ilustración causa una nueva oleada de préstamos en diferentes ámbitos (de

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lenguaje técnico, cien琀昀椀co y literario, por la in昀氀uencia polí琀椀ca y económica de


Francia).
d. Durante los SXIX-XX, ha con琀椀nuado el préstamo de términos procedentes del
francés en el ámbito de la economía, la técnica y el mundo de la moda.

2) Lenguas indígenas: el descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo causó el contacto


del español con las lenguas indígenas: primero, con las variedades del Caribe y más
tarde, con el náhuatl en México y el quechua en territorio inca; la in昀氀uencia de otras
lenguas como el mapuche o el maya es mucho menor.
a. Muchos americanismos son palabras que se usaban para realidades desconocidas
en España y a través del español se han exportado a otras lenguas europeas.

3) Italianismos: algunos se documentan en época bajomedieval, pero la adopción más


intensa de italianismos tendrá lugar sobre todo en los siglos XVI y XVII, por el pres琀椀gio
cultural de Italia en el Renacimiento, al haber sido la cuna del Humanismo.
a. También in昀氀uyó el contacto en los territorios españoles que poseía España en Italia
y las islas del Mediterráneo.
b. Los ámbitos más permeables a la entrada de italianismos han sido especialmente los
de las artes (música, literatura, pintura...) la navegación, el comercio y la vida
social.

4) Anglicismos: proceden del inglés británico y del inglés americano, y 琀椀enen una presencia
cada vez mayor desde el siglo XIX hasta la actualidad.
a. Tenemos anglicismos pertenecientes a muchas esferas : medios de comunicación, la
tecnología, la moda, los negocios, la ciencia y el deporte especialmente.
b. La in昀氀uencia del inglés no solo se ha manifestado en el vocabulario, sino también en
la morfología y la sintaxis: existen muchos préstamos semán琀椀cos (casos en que por
in昀氀uencia del inglés se añade una acepción nueva a un término español).

5) Otras lenguas: existen en español préstamos de otras lenguas que forman grupos mucho
más reducidos: el contacto con otras lenguas románicas peninsulares (catalán, portugués
o gallego) ha provocado el préstamo de algunos términos, si bien en mucha menor
medida

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