Apuntes Ihle
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Tema 1. Introducción
Ambas perspec琀椀vas son enfoques complementarios para explicar los procesos de cambio de
la evolución de una lengua. Aunque sean bloques de contenido con cierta autonomía por su
propia
metodología, la Historia de la lengua es una disciplina unitaria (solo con todos los niveles de
análisis (externos y lingüís琀椀cos) se puede dar una explicación sa琀椀sfactoria a los textos).
Si queremos delimitar unas épocas en las que el objeto de estudio muestra cierta coherencia,
al observar los cambios en los dis琀椀ntos niveles del sistema lingüís琀椀co, se dis琀椀nguen cuatro
etapas:
1) Fase an琀椀gua (desde los primeros tes琀椀monios de nuestra lengua en el SIX-X hasta
mediados-昀椀nales SXV, sobre 1475, cuando se gestan algunas transformaciones
posteriores): la lengua de esta época se denomina español medieval, y está bien
documentada a par琀椀r de 1200 (antes hay pocos documentos y muchos de ellos son
fragmentarios).
a. Desde mediados del SXIII y gracias a la reforma alfonsí, la lengua presenta de forma
general, una rela琀椀va estabilidad en sus estructuras esenciales.
2) Fase clásica: es una época en que el idioma se encuentra en ebullición (se gesta una serie
de cambios que culmina en un reajuste del sistema, hacia 1650).
a. Esta etapa de unos 200 años coincide con los denominados Siglos de Oro.
b. Tras una fuerte crea琀椀vidad e innovación (昀椀nal XV-inicio XVI), se consolidan algunas
tendencias caracterís琀椀cas del español en foné琀椀ca y morfosintaxis.
3) Español moderno (úl琀椀mo cuarto XVII-XIX): los cambios se suceden a un ritmo cada vez
más lento, y sobre todo en estructuras periféricas (léxico, lenguajes técnicos). En este
período no se señalan alteraciones fundamentales en las grandes líneas de la estructura
idiomá琀椀ca.
a. Aunque en periodizaciones habituales se considera que el período moderno abarca
XVIII-XIX, estudios recientes proponen delimitar una primera fase de modernización
(1675-1825): se ha generalizado la denominación del primer español moderno.
A las tres grandes etapas que propone Eberenz, se añade una más:
4) Español actual (XX-XXI): no siempre se le ha prestado la atención merecida en los estudios
generales sobre historia de la lengua. Aunque falta perspec琀椀va para evaluar los cambios
de los úl琀椀mos decenios (para determinar cómo el uso del lenguaje a través de los nuevos
medios de comunicación causa modi昀椀caciones en morfosintaxis), pueden señalarse
algunas tendencias que han provocado cambios en el español más reciente.
Estos límites deben entenderse de forma 昀氀exible, y para generalizar sobre el sistema
lingüís琀椀co es necesario contar con una perspec琀椀va mayor, si no se producen cambios
importantes.
- Sin embargo, estudios actuales se centran en explicar los cambios que se han producido en
la época más reciente (p.e., los ocurridos en los úl琀椀mos decenios, ya en el nuevo milenio),
algo que supone una perspec琀椀va diacrónica, aunque su objeto de estudio sea
precisamente la (micro)diacronía más reciente.
- Por esta razón, en el libro no nos detenemos en el español del SXX; prestaremos atención
también a los fenómenos de cambio lingüís琀椀co en las dos primeras décadas del XXI.
Desde la mitad del SIII a. C., se dis琀椀nguen dos áreas lingüís琀椀cas fundamentales:
a) Área ibera (noreste).
b) Área celta y cel琀bera (en el resto del territorio peninsular): las tribus indoeuropeas
cél琀椀cas se habían establecido entre el IX y VI a. C. en el interior y en el oeste de la
península ibérica.
a. En el centro, los celtas se mezclaron con los iberos (por eso se habla de cel琀beros).
b. Con el 琀椀empo, los iberos fueron ocupando toda la costa mediterránea.
c. Desarrollaron un sistema de escritura parcialmente silábico sin descifrar.
d. La interpenetración étnica entre los pueblos de Hispania se nota en la toponimia,
que con琀椀ene raíces cél琀椀cas (-briga: Segóbriga) e ibéricas (el elemento ili: llerda).
AI norte, en la zona oriental del Cantábrico, habitaban los vascos, un pueblo no indoeuropeo
cuya relación con el ibero no está clara. La lengua vasca (euskera) es una lengua no
indoeuropea de origen desconocido; con hipótesis sobre su origen (ibero, caucásico...), no
concluyentes.
- Ha sido intensa la hipótesis vascoibérica (el vasco procedería de los iberos). El euskera es
la única lengua autóctona superviviente del proceso de romanización de la península
ibérica.
¿Qué tes琀椀monios hay de las lenguas prerromanas y su in昀氀uencia en el la琀n hispánico? Gracias
a la arqueología, contamos con restos epigrá昀椀cos. Aun así, lo más común es rastrear la
in昀氀uencia de las lenguas de sustrato a par琀椀r de los posibles restos (foné琀椀cos, léxicos...) que
pasaron al la琀n de la Península y contribuyeron a con昀椀gurar dis琀椀ntas variedades en las áreas
peninsulares.
Ascoli en el SXIX propuso la teoría de los estratos a par琀椀r de la metáfora de las capas
geológicas: cuando hay un contacto de lenguas en un territorio, pueden producirse dis琀椀ntas
situaciones:
1) Si la lengua de un pueblo invasor se impone en el territorio donde exis琀an otras lenguas
y estas dejan algún rastro en la lengua dominante, hablamos de sustrato (sería el caso de
las lenguas prerromanas -excepto el vasco- respecto al la琀n).
2) Si la lengua del pueblo invasor no se impone, pero sí deja huella en la lengua del pueblo
dominado, hablamos de superestrato (lengua germánica respecto al la琀n hispánico).
3) La in昀氀uencia de una lengua que convive con otra en un territorio o en territorios vecinos,
sin que ninguna de las dos se imponga, aunque elementos traspasen, es el adstrato.
La metáfora geológica es ú琀椀l para explicar las caracterís琀椀cas peculiares de una lengua
románica o grupo de lenguas románicas como el iberorromance (grupo al que pertenecen los
romances peninsulares, gallegoportugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés, catalán y
mozárabe).
In昀氀uencia sustra琀s琀椀ca de las lenguas prerromanas peninsulares, sobre todo de carácter léxico:
a) Hay restos del léxico de origen prerromano en términos de dis琀椀ntas familias,
normalmente relacionados con las ac琀椀vidades de la vida diaria.
a. De origen celta parecen ser lama “lodo”, álamo, losa o brío “energía”;
b. De origen vasco, izquierdo, pizarra o cencerro.
c. Es di昀cil determinar el origen de algunos términos atribuidos al sustrato prerromano,
como barro, becerro o cama, o del su昀椀jo patronímico en -z (Ruiz, Gómez).
b) Los restos en la toponimia son abundantes:
a. Son de origen celta los compuestos con -briga “cas琀椀llo”, p.e. Julióbriga, o con -dunum
“ciudad”, como Berdún, y los derivados de la raíz sego- “vencer”, como Segovia.
b. De origen vasco son los topónimos con el elemento ili/iri “ciudad”, p.e. Ilerda (Lérida);
con aranz “espino”, como Aranjuez; o con el su昀椀jo -urri / -uri “ciudad”, como
Calahorra.
c) Se atribuyen a la in昀氀uencia del sustrato prerromano algunas caracterís琀椀cas foné琀椀cas del
castellano, lo cual es más discu琀椀ble, sobre todo en el caso del vasco, lengua con la que el
castellano mantuvo contacto durante siglos después de la invasión romana.
Las lenguas románicas vienen de la variedad del la琀n vulgar, expresión con dis琀椀ntas
acepciones, según si entendemos “vulgar” como variedad dia昀sica (usada en el ámbito
familiar y coloquial), diastrá琀椀ca (variedad de las clases menos cultas o bajas en la escala social)
o diacrónica (como variedad evolucionada, posterior al la琀n de la época republicana).
- En cada signi昀椀cado, el la琀n vulgar se opone a una variedad diferente: la琀n literario, culto
o clásico son las expresiones opuestas más frecuentes (cuya elección no es excluyente).
- Escritores la琀椀nos se referían al sermo vulgaris o quo琀椀dianus (coloquial) y al sermo
rus琀椀cus, (propio del campo, que también podía incluir formas dialectales) frente a sermo
urbanus (variedad de Roma). El es琀椀lo más cuidado y culto era el sermo nobilis.
Al decir que el la琀n que traen los soldados y colonizadores a la Península es vulgar, nos
referimos a una variedad propia de gentes sin un grado de cultura elevado y preferentemente
hablada.
- Conocemos sus caracterís琀椀cas por varias fuentes: inscripciones (gra昀椀琀椀 pompeyanos), los
diálogos de personajes de baja clase social o en situaciones informales (en las comedias
de Plauto o Terencio), los comentarios en obras de gramá琀椀cos que censuran
incorrecciones extendidas (el Appendix Probi, del SVI o VII), los tes琀椀monios epigrá昀椀cos
(pizarras visigodas).
- Cuando la mayor parte de las lenguas romances coinciden en un resultado, deducimos
que debía de ser una variante del la琀n vulgar: a par琀椀r del esp. caballo, port. cavalo, it.
cavallo y rum. cal con el signi昀椀cado “caballo”, deducimos que en la琀n vulgar con ese
Al carácter conservador del la琀n hispánico se atribuyen otras caracterís琀椀cas del castellano o
generales en los romances ibéricos:
- Elementos léxicos procedentes de términos la琀椀nos olvidados en otros romances: METU,
origen de esp. miedo, port. medo (frente a los derivados de PAVORE en fr. peur o it.
paura), VOTA “bodas” (frente a NUPTIAE, donde it. nozze) o GERMANU (frente a FRATRE:
fr. frere).
- Elementos grama琀椀cales como el sistema de tres demostra琀椀vos para marcar cercanía,
media distancia y lejanía (esp. este, aqueste/ese, aquese/aquel; port. este, aqueste/ese,
aquesse, aquelle; cat. aquest, est /aqueix,eix / aquell), frente al sistema binario de los
romances cerca de Roma, para expresar solo cercanía o distancia (it. questo / quello; fr.
celui-ci / celui-là).
3) Carácter dialectal: puede deberse al origen suditálico de los primi琀椀vos colonizadores
(estos proceden de zonas meridionales donde se hablaban dialectos osco-umbros) que en
los SIII-II a. C. entran a la Península por la zona Bé琀椀ca y por el Levante, a través de la
Tarraconense, y se expanden hacia el centro.
a. Un fenómeno en que se ha expuesto la in昀氀uencia de los colonizadores de origen
osco-umbra es la asimilación consonán琀椀ca en el grupo la琀椀no MB> /m/, limitada a
los romances del sur de Italia y a la zona central y este de la península ibérica.
Cabe destacar que algunos rasgos de los romances iberorrománicos se han relacionado con un
posible carácter innovador del la琀n hispánico: quizá el más representa琀椀vo sea la fusión en
una de las conjugaciones la琀椀nas en - E RE y - Ĕ RE común al español y el portugués (DEB E RE,
VEND Ĕ RE > esp. deber, vender; port. dever, vender; frente a 昀椀. devoir, vendre).
4. La invasión árabe
En el 711 se produce la invasión musulmana de la Península, que se extendió con gran
rapidez: desde Gibraltar, llegan a Toledo el mismo año, a Sevilla y Mérida en 712, a Lugo y
Zaragoza en 714 y a Cataluña en 719. En menos de 20 años, solo el norte y el noroeste
resisten; se convierte en el reducto del cris琀椀anismo y será el núcleo desde el que se
emprenderá la Reconquista.
La llegada del Islam supone una ruptura con el mundo anterior y se pierde el legado de
Roma, conservado en la época visigó琀椀ca. Se impone en los territorios conquistados una
organización sociopolí琀椀ca nueva y, sobre todo, una nueva religión que origina una convivencia
de creencias di昀ciles de conciliar. Había varios núcleos religiosos peculiares (en la diversidad
religiosa está el origen de varios con昀氀ictos en los siglos siguientes):
a) Judíos: primero vivieron entre los musulmanes y, a par琀椀r del SXII, entre los cris琀椀anos.
b) Mozárabes: cris琀椀anos que vivían en territorio ocupado por los musulmanes y a quienes se
permi琀a prac琀椀car su religión, siempre que pagaran un tributo.
c) Mudéjares: musulmanes viviendo en territorio cris琀椀ano (terminada la Reconquista,
fueron obligados a bau琀椀zarse y se convir琀椀eron en moriscos).
En los núcleos cris琀椀anos del norte peninsular, que habían resis琀椀do más a los invasores de la
Península (romanos, visigodos y árabes), se con昀椀guraron dis琀椀ntas variantes iberorrománicas,
todavía entre los SVIII y X poco diferenciadas. Para esa época, algunos historiadores de la
lengua hablan de protorromance o romance común.
- La historia inmediatamente posterior al SX estará marcada por la Reconquista y la
extensión del castellano por gran parte del territorio peninsular, pareja al pres琀椀gio
polí琀椀co de Cas琀椀lla, que se establece como reino en 1035.
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1. Contexto histórico
En el SVIII las invasiones árabes ocupan la Península a excepción de algunos núcleos cris琀椀anos
del norte y noroeste. Desde allí arranca desde principios del SIX, la Reconquista, un
movimiento alentado por el deseo de los reyes cris琀椀anos de recuperar el territorio perdido.
- Los núcleos cris琀椀anos se agrupan en varias áreas: Al norte y oeste, área asturiano-
cántabra: (desde Galicia hasta Álava y se ex琀椀ende por el sur hasta León, conver琀椀da en
capital del reino asturleonés a principios del SX); al este, los condados de Barcelona,
Aragón y el reino de Navarra, que ocupó La Rioja en el SX; entre esas dos zonas, el área
vasca y el condado de Cas琀椀lla, que se convierte en reino en 1035.
- Al norte, la población autóctona convive con cris琀椀anos que habían huido de los
territorios del sur y el centro peninsular, dominados por los árabes.
- Al otro lado de los Pirineos se encuentran los francos, que habían frenado el avance de los
musulmanes en el SVIII y con los que los reinos cris琀椀anos man琀椀enen relación.
SXI: la desaparición del califato de Córdoba y la fragmentación del territorio árabe en reinos
pequeños de taifas avanzó el proceso de recuperación del territorio ocupado por
musulmanes.
1) En 1085, castellanos y leoneses reconquistan Toledo, un enclave importante (los
visigodos lo habían establecido capital). Ello favorece la conciencia de unidad entre
hispanocris琀椀anos.
2) En el SXI, el rey Sancho de Navarra impone la primacía de Cas琀椀lla y Aragón sobre León y
Navarra; Navarra cede a Cas琀椀lla La Rioja en 1076 y El condado de Portugal se
independiza en 1119 y se convierte en reino en 1139.
3) En esas fechas, el condado de Barcelona se une a Aragón (1137: unión Barcelona y
Aragón).
4) Navarra, independizada de Aragón desde 1134 y gobernada por dinas琀as de origen
francés desde 1234, se desvincula polí琀椀camente de los demás reinos hispánicos.
5) En 1230, Cas琀椀lla absorbe a León y domina polí琀椀camente la mayoría de la Hispania
cris琀椀ana. Los otros dos núcleos polí琀椀cos relevantes son el reino de Portugal y la Corona de
Aragón.
A par琀椀r del XI, además de la Reconquista, un hecho histórico importante para la lengua
española es la intensi昀椀cación del contacto con los francos, por la mejora del Camino de
San琀椀ago.
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En el SXIII hay una 昀椀gura relevante para la historia de la lengua, el rey Alfonso X el Sabio;
durante su reinado (1252-1284), el castellano fue impulsado y se consiguió una primera
estandarización.
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Con la cons琀椀tución de los diferentes romances, el la琀n pasará a ser lengua de superestrato,
por el pres琀椀gio que man琀椀ene en Europa (románica y no románica) como lengua de cultura.
- El español, será fuente de préstamos cultos y modelo de lengua elaborada en varias
épocas.
- Los dialectos del la琀n, en la Edad Media, serán llamados lenguas vulgares, por oposición al
la琀n, la lengua culta por excelencia.
En el SXI probablemente ya exis琀a entre los hablantes conciencia de la diferencia entre lengua
oral (romance) y lengua escrita (la琀n), pero el romance tardará en desarrollarse por escrito.
- Hasta principios del XIII los documentos escritos seguirán empleando mayoritariamente el
la琀n, aunque el romance va ganando cada vez más presencia desde el SXII. Los textos
legales emplean regularmente el romance ya en el SXIII.
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Desde un punto de vista polí琀椀co, el reino de Cas琀椀lla comprendía las dos variedades, pero,
desde un punto de vista lingüís琀椀co, esas variedades no eran exclusivas del reino de Cas琀椀lla.
- El castellano que se ex琀椀ende por el centro y sur de la Península y en la lengua culta a veces
es el de 琀椀po occidental, mientras que otras veces es el de 琀椀po oriental.
- Fernández Ordóñez: la nota diferencial castellana no consiste en haber dispuesto de rasgos
exclusivos-uniformes, sino en la temprana conciencia de la iden琀椀dad lingüís琀椀ca que
prueba el uso metalingüís琀椀co de castellano para referirse al vernáculo hablado en Cas琀椀lla
en los textos de Alfonso el Sabio.
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5.3 Morfosintaxis
Los textos de esta época ya re昀氀ejan los principales cambios grama琀椀cales.
a) Morfosintaxis nominal: la creación del ar琀culo y los nuevos pronombres (algunos en
forma arcaica: aqueste, gelo “se lo”, nos, vos “nosotros, vosotros”, suo “su”, quí “que,
quien”). Los posesivos van precedidos de ar琀culo (los sos ojos). Los pronombres átonos
suelen ir pospuestos a otras palabras, como enclí琀椀cos (tornós “se volvió”, dixol “le dijo”) y
no pueden empezar frase; el in昀椀ni琀椀vo se asimila al pronombre enclí琀椀co (acogello
“acogerlo”).
b) Morfosintaxis verbal, existe vacilación en muchas formas verbales (defenda-de昀椀enda,
ovo-hubo...) y no se han estabilizado presentes irregulares como soy o doy (entonces, so y
do).
a. La desinencia de 2a persona del plural es -des (tomedes, sodes “toméis, sois”).
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5.4 Léxico
En el léxico destaca la existencia de términos no procedentes del caudal de voces
patrimoniales, sino transmi琀椀dos por vía culta. Las diferentes vías de transmisión del léxico
la琀椀no originan dos 琀椀pos de derivados: voces patrimoniales y voces cultas (o semicultas).
a) Patrimoniales: se suelen cumplir las leyes de la evolución foné琀椀ca regular (NOCTE >
noche).
b) Cultas: la pronunciación más conservadora de los ambientes en que surgen, o el hecho de
que se transmitan por escrito, frenan la actuación de esas leyes evolu琀椀vas y hacen que
estos términos conserven una forma parecida al é琀椀mo la琀椀no (NOCTURNU > nocturno).
a. En ocasiones, la procedencia culta frena solo parcialmente la evolución, por lo que
podemos hablar de semicul琀椀smos (SAECULU > siglo, no *sejo).
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En esta época se produce la primera entrada masiva de galicismos a través del contacto con
los francos por el Camino de San琀椀ago: duque, dama, danzar, ligero, cobarde, más琀椀l, joya, etc.
Del occitano proceden bailar, desdén, enojar, hereje, rima, maestre, manjar, ruiseñor, son,
trovar, etc. (muchos de estos términos están relacionados con la in昀氀uencia de la poesía
trovadoresca).
En el impulso que el castellano experimentó fue decisiva la labor de los talleres de traductores
que Alfonso X mantuvo en ciudades como Toledo y Sevilla. Aunque la prác琀椀ca de la traducción
ya exis琀a, las versiones eran al la琀n. Con Alfonso X, se ordena re昀氀ejar por escrito la
traducción al romance, que antes era solo un paso previo de la traducción al la琀n y se hacía de
forma oral.
- La traducción como factor decisivo en el desarrollo y enriquecimiento de las lenguas
parece indudable: en época alfonsí fue decisiva para la creación léxica y el desarrollo de
estructuras morfológicas y sintác琀椀cas que permi琀椀eron una expresión más compleja y
昀氀uida.
- Por otro lado, el rey selecciona materiales, dirige la composición de las obras que salen de
su scriptorium, e interviene de nuevo al 昀椀nal del proceso, para revisar la obra y corregirla.
o Cuando atribuimos a Alfonso X la autoría de tantas obras extensas, su tarea personal
no es la propia redacción, sino la dirección, como se describe en la General Estoria.
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Es evidente el empeño en hacer del castellano una lengua escrita, o昀椀cial y de cultura; pero es
di昀cil determinar si el rey respaldaba algún modelo “norma琀椀vo” concreto: a pesar de que se
ha defendido que la norma preferida era la de Toledo, esta no se impone hasta el SXVI. Y
cuando el rey habla del “castellano drecho”, no parece que se esté re昀椀riendo a una norma
es琀椀lís琀椀ca o lingüís琀椀ca, sino que más bien deja entrever la voluntad de aclarar el sen琀椀do de los
neologismos
- La estandarización del castellano en la época alfonsí : aunque el castellano avanza en el
proceso que lo llevará a conver琀椀rse en lengua estándar, todavía está lejos de conseguirlo;
lo que contribuye a la consecución de ese estándar es el empleo del castellano en obras
en prosa tan variadas, que supuso un enorme avance hacia la 昀椀jación de sus usos
lingüís琀椀cos.
o En la prosa alfonsí, quizá por la diversa procedencia de sus colaboradores, hay
rasgos dialectales de otros romances (se hace preciso rela琀椀vizar la idea de
estandarización).
- Uso metalingüís琀椀co de la prosa alfonsí para referirse a la lengua propia: es con preferencia
castellano, lenguage castellano o lenguaje de Cas琀椀ella, a veces con el posesivo nuestro.
o El CORDE solo ates琀椀gua una vez el término español referido a la lengua en la obra
de Alfonso X, concretamente en la Estoría de España
o Es raro también lenguage de España (solo una vez en CORDE, en un contexto similar
en la General Estoria).
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- Ámbito económico y social: aparece la peste bubónica (peste negra), que provocó una
gran mortandad a mediados de siglo; la escasez de recursos, el hambre y las con琀椀nuas
guerras.
- Ámbito espiritual: los problemas del papado contribuyeron a la degradación de los
valores morales y la ac琀椀tud materialista y cínica que caracteriza este período.
- Ámbito polí琀椀co: en Cas琀椀lla se vive una etapa de gran inestabilidad polí琀椀ca, provocada por
los problemas sucesorios. Tras la muerte de Sancho IV en 1295, y por la minoría de edad
de su hijo Fernando, su mujer asumió la regencia. La misma situación se repite a la muerte
de Fernando IV en 1312, y su heredero Alfonso, que reinó como Alfonso XI del 1325 al
1350.
o La segunda mitad del siglo comienza con las luchas entre Pedro I, que había
sucedido a Alfonso XI, y uno de sus hijos ilegí琀椀mos, Enrique, que le arrebata el
poder en 1369, después de años de luchas internas.
o Con Enrique II comienza la dinas琀a de los Trastámara y una etapa en la que
aumenta el poder de la nobleza frente a los reyes. Antes de terminar el SXIV se
suceden dos reinados más, de Juan I (1379-1390) y de Enrique III (1390-1406).
En este contexto de debilidad monárquica y luchas sucesorias, los reyes son manipulados por
algunos nobles que buscan in昀氀uir en el panorama polí琀椀co a cambio de su apoyo: el
condestable Álvaro de Luna en el reinado de Juan II de Cas琀椀lla (1406-1454) y Beltrán de la
Cueva durante el de Enrique IV: en este caso se pone en duda la legi琀椀midad de su hija Juana
“la Beltraneja” por ser considerada hija del valido. Isabel, hermana de Enrique, disputa el
poder a Juana, a la que acusa de ser ilegí琀椀ma, y consigue el trono de Cas琀椀lla, donde reinará
como Isabel I (1451-1504).
Con el matrimonio en 1469 de los Reyes Católicos, Isabel de Cas琀椀lla y Fernando de Aragón, se
consolida la monarquía y comienza una época de mayor estabilidad y auge económico.
- A la muerte de su padre (1479), Fernando se convierte en rey de Aragón y se unen los
reinos de Cas琀椀lla y Aragón. El territorio bajo el poder de los Reyes Católicos pasa a abarcar
la mayor parte de la Península: bajo el mando de Cas琀椀lla: Cas琀椀lla, Galicia, León, Vasco,
Extremadura y Andalucía occidental y bajo el mando de Aragón; Aragón, Cataluña,
Valencia y parte de territorio en el Mediterráneo: Baleares, Sicilia, Nápoles, Córcega,
Cerdeña
- En 1492, con la toma de Granada, se completa la Reconquista (había durado casi 800
años).
- Los Reyes Católicos se proponen alcanzar la unidad territorial y religiosa y para ello
ordenan la expulsión de los judíos que no se querían conver琀椀r. Estos conservan su
variedad romance en las nuevas comunidades donde se asientan, en el norte de África,
los Balcanes y Oriente Medio: el judeoespañol, sefardí o ladino conserva muchos rasgos
arcaizantes propios del XV
El crecimiento de Cas琀椀lla en los reinos hispánicos durante los SXIV-XV, a medida que avanzaba
la Reconquista, tuvo consecuencias en la lengua: por la superioridad polí琀椀ca, el castellano
ganó terreno desde su núcleo inicial en el norte hasta ocupar la mayor parte del territorio
peninsular.
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Al 昀椀nal del siglo, en la época de los Reyes Católicos, sigue vivo el interés por las lenguas
clásicas, pero se abandonan los excesos formales de Mena o Villena: los autores ya no
pretenden forzar el castellano al imitar el la琀n y se abre paso el ideal de naturalidad y
armonía del Renacimiento.
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La Gramá琀椀ca sobre la lengua castellana (conocida también como Gramá琀椀ca castellana) tuvo
un eco escasísimo en la época y también en los siglos posteriores: no se reeditó hasta dos
siglos y medio después (1747) y hasta entonces no empezó a reconocerse su valor. Sí tuvieron
mucho éxito las sucesivas versiones de sus Introduc琀椀ones la琀椀nae, una gramá琀椀ca la琀椀na.
- La gramá琀椀ca castellana de Nebrija cons琀椀tuye la primera codi昀椀cación grama琀椀cal (la
primera grama琀椀zación) de una lengua romance: por primera vez se ponen por escrito y se
analizan los contenidos de una lengua romance, sus normas y sus reglas, con la intención
de “reducir en ar琀椀昀椀cio e razón la lengua”. Se adelanta así a otras lenguas romances, al
inglés y al alemán.
- Sin embargo, en una época en que la gramá琀椀ca se concebía para conocer mejor una
lengua y entender sus textos, se dudó de la u琀椀lidad que tenía la gramá琀椀ca de una lengua
conocida.
- Además, las gramá琀椀cas de la época se apoyaban en el uso de escritores cultos, y a Nebrija
le faltan modelos en la lengua, porque no exis琀a todavía un canon de autores
pres琀椀giosos.
o Con todo, inicia la tarea intentando darle una proyección de futuro, con la intención
de que sea una gramá琀椀ca norma琀椀va, que contribuya a 昀椀jar la lengua.
- Nebrija es muy consciente de que el castellano ha evolucionado, aunque en esa época no
se habla de “evolución”, sino de “corrupción” respecto al la琀n.
o Además, considera que el castellano en el SXV ha llegado a su cumbre, que la
lengua que ha de ser 昀椀jada es precisamente la de su época, y por eso intenta
establecer unas normas, para que la lengua no vuelva a corromperse.
Nebrija estaba preocupado por la 昀椀jación de la ortogra昀a, que ocupa un extenso capítulo en
su gramá琀椀ca. De昀椀ende la norma ortográ昀椀ca que re昀氀eje 昀椀elmente la pronunciación,
prescindiendo de gra昀as innecesarias y proponiendo nuevos grafemas o la adición de signos
diacrí琀椀cos, en un intento de lograr un uso coherente de las gra昀as que re昀氀ejan dis琀椀ntas
pronunciaciones.
- Destaca su intuición foné琀椀ca y capacidad para analizar la propia lengua, en un ejercicio
de introspección sin precedentes; y el peculiar lenguaje usado para describir la
pronunciación.
- Más tarde publicó otras obras sobre ortogra昀a: De vi ac potestate li琀琀erarum (1503) y
Reglas de Orthographia (1517).
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Para la historia de la lengua 琀椀enen más interés los textos en prosa del SXV, con una lengua
muy desarrollada, ya madura para los textos cien琀昀椀cos, los documentos jurídicos y legales, la
prosa historiográ昀椀ca, los tratados, la prosa de 昀椀cción...
- Empieza a cul琀椀varse el género epistolar, importante para las relaciones con América desde
昀椀nales de siglo: se escriben cartas literarias, que son el germen de los tratados y, en
úl琀椀ma instancia, cons琀椀tuyen la base sobre la que se asienta el ensayo moderno siglos
después.
- En el SXV se escriben obras de re昀氀exión sobre la lengua (como la Gramá琀椀ca sobre la
lengua castellana de Nebrija, que es la primera gramá琀椀ca de una lengua románica,
adelantándose al italiano y al francés, y también al inglés o al alemán).
o Es época de los primeros diccionarios del español (Nebrija, Alfonso de Palencia).
- El SXV termina con La Celes琀椀na, obra que re昀氀eja literariamente dos 琀椀pos de lengua; culta
y popular, usadas para caracterizar a los personajes.
o El habla popular está presente también en el Corbacho del Arcipreste de Talavera.
En el SXV hay una corriente la琀椀nizante que domina muchas de las obras escritas: los
humanistas italianos habían revalorizado la cultura clásica y se había impuesto en los
ambientes cultos de la época una tendencia fuerte a imitar el la琀n, que se tradujo en textos a
veces ar琀椀昀椀ciales (p.e. dislocación del orden de elementos, uso de cláusulas absolutas de
gerundio y par琀椀cipio, etc.).
- Sin embargo, otras veces esta tendencia favoreció la adopción o la extensión de rasgos
que hoy se sienten propios en español: el superla琀椀vo formado con el su昀椀jo -ísimo hasta
esta época no se había usado regularmente en castellano (la forma habitual era muy +
adje琀椀vo).
22
4.2 Fonética
No se producen cambios importantes. Persisten aún algunas vacilaciones vocálicas (sufrir-
sofrir) y consonán琀椀cas (vanidad-vanidal), que llegan hasta el s. XV.
1) La forma reducida del diminu琀椀vo (-illo < -iello) se generaliza desde mediados del SXIV.
2) La apócope de -e se va haciendo cada vez menos frecuente; aunque en el s. XIV persiste
en los pronombres enclí琀椀cos (quel, dixol), en el XV queda reducida a muy pocas formas.
3) Los grupos consonán琀椀cos alternan entre solución reducida y conservación (duda-dubda).
4) La aspiración de la /f/ inicial (/h/ o [h]) está extendida, aunque en la escritura
encontramos todavía f-, alternando con h- (fazer-hazer).
Aunque es un proceso que se de昀椀nirá en los siglos siguientes, a 昀椀nales del XV ya comenzaba a
diferenciarse claramente la variedad del castellano septentrional (centro-norte) y la
meridional (sur): se está gestando la revolución de las sibilantes, con todo lo que implica para
el sistema fonológico del castellano y la aparición de dos normas en la Península (una para
cada variedad).
4.3 Morfosintaxis
Hasta principios del XIV se dis琀椀nguían, en posición átona, los posesivos átonos masculinos
mío, to, so frente a los femeninos mí, fu, su. A par琀椀r del XIV, el paradigma de los posesivos
átonos se uni昀椀ca para los dos géneros (mi, tu, su), se especializa mío/-a para la forma tónica
y aparecen las formas plenas tuyo-suyo.
- En el XV se va perdiendo la construcción medieval ar琀culo + posesivo (los sos oios) y a 昀椀nal
de siglo solo se encontrarán casos esporádicos.
- Pronombres personales: en el SXIV los pronombres plenos nos y vos se van sus琀椀tuyendo
por las formas compuestas nosotros y vosotros (también escritas con sus elementos
separados)
o En el SXV, ya las encontramos regularmente.
- Los medievales convusco-combusco se reemplazaron por los sintagmas regularizados con
nosotros y con vosotros antes de terminar la Edad Media.
Formas verbales: con琀椀núa la vacilación en la desinencia verbal de 2a persona plural: en el
SXIV comienza la pérdida de la -d- en esa desinencia en las formas verbales llanas y hay
vacilaciones entre varios resultados: -áis / -ás, - ées / -éis, -íes / -ís.
1) En el SXV se ex琀椀enden las formas sin -d- y a comienzos del SXVI se imponen los resultados
de昀椀ni琀椀vos (-áis, -éis, -ís).
2) En el SXIV, los imperfectos en -íe / -ié son menos frecuentes que las formas en -ía,
aunque encontramos todavía en el SXV abundantes ejemplos: en el XVI aparecen
esporádicamente.
3) Encontramos en esta época perfectos fuertes como prise “prendí” y conquiso “conquistó”.
4) En el SXIV van desapareciendo los par琀椀cipios en -udo, sus琀椀tuidos por los regulares en -
ido. En el XV los ejemplos con la terminación -udo son muy escasos.
5) A par琀椀r del SXV, retrocede el uso de la forma verbal en -ra con valor de
pluscuamperfecto de indica琀椀vo (amara-había amado), pero se ha conservado hasta hoy
en día residualmente.
6) A lo largo de SXIV-XV se irá generalizando el uso de haber como auxiliar para la formación
de los 琀椀empos compuestos (desplazando al an琀椀guo auxiliar ser).
23
4.4 Léxico
En el XV aumenta sensiblemente el vocabulario, por varias razones:
1) Como la relación con Francia sigue siendo intensa, en la época bajomedieval entran en la
lengua galicismos (paje, bachiller, jamón, 昀氀echa, galán, brazalete, maleta, forjar, potaje...)
y occitanismos (faisán, burdel, 昀氀auta, cordel, balada, refrán).
2) Se inicia un período de contacto estrecho con Italia propiciado por relaciones comerciales:
la admiración por humanistas italianos es fuente de préstamos del italiano relacionados
con la literatura y el arte (novela, soneto), con la navegación (piloto, brújula, fragata); con
el comercio y la industria (banco, mercancía) la polí琀椀ca (embajador, potestad, señoría), la
ves琀椀menta y vida diaria (capucho, lasaña) y nombres abstractos (belleza o dulceza).
3) El contacto entre catalán-castellano deja huella en catalanismos: turrón o brugido “ruido”.
24
Las campañas militares de Carlos I y Felipe II para administrar su extenso imperio y luchar
contra los enemigos de la fe católica suponen un enorme gasto que ni las riquezas americanas
cubrían: esta situación desemboca en una profunda crisis económica y social que se agrava
en el SXVII.
- La población empobrecida se vio diezmada por varias epidemias de peste a lo largo del
siglo marcado por la decadencia del Imperio y la pérdida de territorios extrapeninsulares
(Países Bajos y Cerdeña).
- España pierde también en este siglo el monopolio comercial con el con琀椀nente
americano, donde 琀椀enen ya presencia otras potencias europeas como Francia o Inglaterra.
25
tomó un buen número de términos que servían para nombrar nuevas realidades (canoa o
patata).
- Toda la ac琀椀vidad comercial que se intensi昀椀có en el XVI propiciaba una interacción
lingüís琀椀ca que in昀氀uyó de manera decisiva en la variante del español que se “exportó” a las
Indias.
- En la 1ª etapa de la colonización, aproximadamente la mitad de los emigrantes españoles
tenían como propias variedades meridionales de la lengua, con un claro predominio de la
andaluza sobre la extremeña.
- En épocas posteriores, había una mayor proporción de gentes del norte de España,
atraídas por las posibilidades económicas y las promesas de enriquecimiento de la
emigración.
o Pero las estancias en los puertos andaluces antes de par琀椀r obligaban a la
convivencia con hablantes de las variedades meridionales: los rasgos norteños se
difuminaban durante la espera en las ciudades portuarias o en las largas travesías.
Por otro lado, el español dejó de ser en América una lengua de conquista para conver琀椀rse en
lengua patrimonial, a través de un proceso secular en que el español de América ha adquirido
un carácter propio, sobre todo a par琀椀r del SXVII.
- Forman parte del proceso de conformación de la variedad lingüís琀椀ca americana elementos
diversos: el contacto con las lenguas indígenas y, años más tarde, con las africanas.
- También el proceso de nivelación dialectal que, a mediados del XVII, probablemente había
comenzado y que determinaría la naturaleza y diversidad lingüís琀椀ca del español en
América
26
- Durante los siglos XVI y XVII, las gramá琀椀cas y diccionarios alternan en sus 琀tulos
castellano y español o presentan ambos (p.e. Tesoro de la lengua castellana o española de
Covarrubias)
- Fuera de nuestras fronteras, la denominación general es español.
En la actualidad, se pre昀椀ere el uso de castellano para referirse a la an琀椀gua lengua del reino de
Cas琀椀lla, hasta el SXV, o a la variedad del español hablado en las 琀椀erras que asimilamos a
Cas琀椀lla y cuyos límites coinciden, más o menos, con la región que era Cas琀椀lla la Vieja.
- El término español se usa para referirse a nuestra lengua en el ámbito internacional, y no
solo de España sino también de América, Guinea y Filipinas.
Una preocupación constante en las primeras gramá琀椀cas es digni昀椀car las lenguas romances
(las llamadas “lenguas vulgares” por oposición a la lengua la琀椀na, modelo de lengua culta).
- Para ello, es necesario describir el buen uso de la lengua, es decir, elegir la variedad más
pres琀椀giosa y tratar de 昀椀jarla como norma.
- Dentro de esta corriente se sitúa el Diálogo de la lengua de Juan Valdés (1535), escrito
como guía para aprender español por parte de hablantes italianos: expone que la norma
del buen hablar debe ser el uso de las personas cultas, preferentemente las nacidas en el
reino de Toledo (ya Alfonso X dispuso que el uso prevaleciente era de la norma toledana);
llamada “norma cortesano-toledana”, por coincidir con la atribuida al ideal de hombre
cortesano, representado en la época por Garcilaso de la Vega.
- Valdés cri琀椀ca injustamente el andalucismo de Nebrija, a pesar de que este nunca mostró
preferencia por la variedad meridional, que ya empezaba a diferenciarse; sin embargo, esa
crí琀椀ca de Valdés demuestra que no consideraba pres琀椀giosa esa variante del castellano.
o Frente al modelo que pres琀椀gia una variedad diatópica y más vinculada al uso,
autores como Herrera proponen como modelo de buen uso el lenguaje literario,
patrimonio de quienes mejor conocen la lengua y pueden tener más autoridad
para erigirse en modelo pres琀椀gioso; la norma literaria no solo no es localista, sino
que desprecia la norma toledana por considerarla llena de arabismos.
Entre las preocupaciones de los estudiosos estaba la cues琀椀ón de los orígenes del castellano;
ya Nebrija, en su Gramá琀椀ca de 1492, planteaba la tesis de la “corrupción del la琀n” que
desarrollará Aldrete en Del origen y principio de la lengua castellana o romance (1616):
de昀椀ende el origen del castellano como lengua derivada del la琀n y corrompida por las lenguas
germánicas
- Frente a esta tesis hay otras menos fundamentadas: Valdés propone el griego como
lengua primi琀椀va de España (aunque reconoce el origen la琀椀no del castellano), y otras tesis
27
En el siglo XVII se publica el primer diccionario monolingüe del español: el Tesoro de la lengua
castellana o española (1611) de Covarrubias. Hasta entonces, los diccionarios eran bilingües o
mul琀椀lingües, porque su u琀椀lidad principal era entender otra lengua (el la琀n u otras).
- Covarrubias quería explicar la e琀椀mología de las palabras según el modelo del Etymologiae
de San Isidoro de Sevilla. Para ilustrar el uso de los términos u琀椀liza citas literarias o
refranes, presenta la e琀椀mología, la de昀椀nición y a veces también otras palabras de la
misma familia o relacionadas con el lema.
28
5.1 Fonética
Hacia la 2a mitad del XVI, los tes琀椀monios indican que la pérdida de /f-/ se había generalizado
y hay datos que indican que se ex琀椀ende ya el yeísmo: la neutralización de las diferencias entre
la lateral palatal /ʎ/ la frica琀椀va palatal /j/ (pronunciación con /j/ de haya y caballo).
- El cambio más importante es el reajuste del complejo sistema medieval de sibilantes, con
el que se asienta de昀椀ni琀椀vamente el consonan琀椀smo del español y comienza la
diferenciación más importante entre el español del norte (septentrional) y el del sur
(meridional).
o Norte: el cambio foné琀椀co provoca la aparición de dos nuevos fonemas, la
interdental frica琀椀va /θ /y la velar frica琀椀va /x/.
o Sur: el sistema se simpli昀椀có y la an琀椀gua africada /ts/ o /dz/ (de los medievales
cabeça o dizen, por ejemplo) coincidió en su resultado con el de la /s/, también
frica琀椀va.
5.2 Morfosintaxis
En el SXVII decae el uso del superla琀椀vo en -ísimo, que se había extendido a par琀椀r del SXV y no
vuelve a usarse con frecuencia en español hasta el XIX.
1) Las formas de los demostra琀椀vos de 1a y 2a persona perdieron después del XVI su refuerzo,
que en español actual solo se conserva en el demostra琀椀vo de lejanía aquel
(aqueste/aquese /aquel > este/ese/ aquel).
2) En los pronombres personales, la secuencia ge lo, afectada por la confusión en el sistema
de sibilantes, se transforma en la moderna se lo.
3) Se empiezan a crear nuevas formas especí昀椀cas para el trato de respeto; la preferida en los
siglos de Oro fue vuestra merced (pl. vuestras mercedes); de formas abreviadas (vuesarced,
vusted...) procede el moderno usted.
4) Sobre los inde昀椀nidos, a par琀椀r del XVI se producen cambios importantes: se impone uno
con valor inde昀椀nido (en vez del an琀椀guo hombre); se ex琀椀ende el inde昀椀nido nega琀椀vo
neutro nada (se pierde cosa con el valor de nada) y desaparece al otra cosa; se generalizan
alguien y nadie como inde昀椀nidos existenciales.
5) A lo largo del siglo XVII, se pierde la posibilidad de intercalar los clí琀椀cos entre los
elementos de una perífrasis (amar te he > te amaré), se limita la enclisis en favor de la
proclisis del pronombre átono respecto al verbo (amolo > lo amó, salvo con in昀椀ni琀椀vo,
gerundio o forma de valor exhorta琀椀vo, como en español moderno: amarlo, amándolo o
amadlo).
29
Morfosintaxis verbal: a par琀椀r del XVI el diptongo -áis / -éis de las formas de 2ª persona del
plural se reanaliza como marca de esa persona y se ex琀椀ende analógicamente a los 琀椀empos
que tenían formas esdrújulas (cantávades, cantárades > cantabais, cantarais).
- En el SXVI, los morfemas de imperfecto de indica琀椀vo en -ía se han generalizado (son muy
esporádicos los casos de -íe).
- En el SXVII se estabiliza el paradigma de los 琀椀empos compuestos de perfecto, con haber
como auxiliar único y los elementos en el orden actual.
- También los 琀椀empos de futuro y condicional presentan los elementos fusionados.
- El adverbio enclí琀椀co y ha desaparecido como elemento independiente, pero se conserva
en las formas soy, doy, estoy y voy, que habían empezado a sus琀椀tuir a las formas
medievales so, do, estó y vo a par琀椀r del siglo XIV y se generalizan en el siglo XVI.
5.3 Léxico
Durante los SXVI-XVII se desarrolla extraordinariamente el léxico del español. Las necesidades
expresivas de los géneros literarios, especialmente la poesía, contribuyeron al
enriquecimiento. Los estudios sobre lengua literaria barroca destacan la can琀椀dad de términos
nuevos formados por los procedimientos habituales: derivación, composición y adopción de
préstamos.
a) En el SXVI entran en español la琀椀nismos como relatar, severo, oratoria, corrup琀椀ble, crédito,
escrúpulo, obstáculo, decoro, insolencia o intolerable, muchos relacionados con la retórica.
a. Desde 昀椀nales del SXVI y en el SXVII, la entrada de la琀椀nismos procedentes de las
lenguas clásicas es especialmente intensa, sobre todo en Góngora y otros autores
culteranos, que buscan la sonoridad y el ornato: cerúleo, náu琀椀co, purpúreo,
melancólico, 昀氀amígero
b) A través de las traducciones y la lectura de los clásicos, aumentan helenismos de diversos
campos: botánico (anémona, cálamo); médico (an琀doto, asma, cráneo, dosis, epidemia...);
昀椀lológico (crí琀椀co, dialecto, idioma, metáfora, sinónimo) 昀椀losó昀椀co (hipótesis, idea, método,
símbolo); polí琀椀cos (anarquía, democracia, economía, déspota) y otros (atlas, mausoleo).
Las relaciones con otros países europeos son también fuente importante de préstamos.
a) Son muy numerosos los italianismos, por el contacto y la in昀氀uencia cultural de Italia en
esta época: llegan al español términos literarios (tercero, cuarteto, comediante…);
ar琀s琀椀cos (capricho, diseño, modelo, fresco…); arquitectónicos (balcón, cornisa, cúpula,
fachada…); musicales (soprano, lira, violín); militares (asalto, emboscada, cen琀椀nela,
escolta, foso,), relacionados con la vida social (cortesano, carnaval, fracasar...) en tanto
que disminuyen los préstamos marineros (dársena, fragata) o comerciales (bancarrota,
contrabando).
b) Galicismos: encontramos términos militares (carabina, barricada, calibre...) y marineros
(babor, estribor), léxico relacionado con la vida social (peluca, moda, e琀椀queta, banquete),
arquitectónicos (dintel, bisel) y objetos co琀椀dianos (paquete, servilleta, carpeta,
taburete...).
c) De Portugal tenemos préstamos como enfadar, corpiño, sarao, mermelada o caramelo.
30
En esta época llega un grupo importante de préstamos de las lenguas indígenas de América. El
primero de estos americanismos lo recogía ya Nebrija en su diccionario: canoa, pero el aporte
se incrementa a par琀椀r del SXVI.
- Las voces más an琀椀guas vienen de la zona del Caribe (huracán, barbacoa, hamaca, cacique,
maíz, caníbal, piragua, loro...); del nahuatl de México, petaca, chocolate, mapache,
tomate, cacao, cacahuete o aguacate, muchas sobre realidades desconocidas para los
colonizadores
- De otras lenguas indígenas pasaron menos préstamos (del quechua, mate, cóndor o
pampa; del guaraní, cobaya o 琀椀burón).
El XIX también empezó con una guerra dentro de la Península, por la invasión napoleónica y el
intento de imponer una nueva dinas琀a con José I, hermano de Napoleón. Como resultado de
esta y de la extensión de las ideas de la Revolución Francesa, se produjo el levantamiento del
pueblo contra los franceses; iniciada con los mo琀椀nes de 1808. La Guerra de la Independencia
terminó en 1813 con la re琀椀rada de las tropas de Napoleón.
- En 1812 se promulgó en Cádiz la primera Cons琀椀tución Española, re昀氀ejo del espíritu liberal.
- En el exterior se produjo la independencia de la mayor parte de los territorios de
ultramar, excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Fernando VII regresó a España en 1814 y
durante su reinado se sucedieron períodos absolu琀椀stas y liberales.
o Tras su muerte, se sucedieron las guerras civiles carlistas, la revolución burguesa y
en 1873 la Primera República, que duró un año.
31
- Tras la independencia de los países americanos de habla hispana, se temió que el español
sufriera una fragmentación similar a la del la琀n en las provincias, tras la caída del Imperio.
- En el ámbito cultural, el Roman琀椀cismo del XIX exalta los nacionalismos y provoca un
renacer de la conciencia iden琀椀taria de las lenguas, que es琀椀mulará el cul琀椀vo literario en la
lengua propia (el Rexurdimento en Galicia y la Renaixença en Cataluña).
A 昀椀nales del XIX se pierden las úl琀椀mas colonias de ultramar, cedidas a Estados Unidos en
1898. Se inicia el SXX con un período de pesimismo y crisis nacional que perdurará hasta el
昀椀nal de la Primera Guerra Mundial: en esta época penetraron con fuerza en España ideas
anarquistas y revolucionarias y el ejército español entró en guerra colonial en el norte de
África, que condujo a la dictadura del general Primo de Rivera.
- En este período se llevaron a cabo profundas reformas económicas e industriales, pero
sin el mismo desarrollo social, lo que llevó a la aspiración de una república y a la
radicalización polí琀椀ca; fue una época turbulenta de guerras civiles, golpes de estado y
revoluciones que desemboca en la Segunda República (1931-36).
- España entró en una espiral de violencia que culminó con un alzamiento militar y el
regreso de las tropas africanas. Tras la Guerra Civil (1936-39), Franco gobernó España
durante varias décadas (hasta 1975), en un período marcado en sus inicios por la
autarquía y el aislamiento internacional, y después por el regreso progresivo de España al
concierto internacional.
- En los úl琀椀mos años del franquismo se sentaron las bases para un desarrollo económico
que favoreció una nueva restauración monárquica de base democrá琀椀ca y parlamentaria.
En 1975, al morir Franco, se inicia la Transición y culmina con la aprobación de la más
reciente CE (1978), en la que se trans昀椀eren competencias importantes a las CCAA y se
reconocen como lenguas coo昀椀ciales en esos territorios el catalán, el gallego y el vasco.
- A par琀椀r de entonces han aumentado las reivindicaciones de las lenguas coo昀椀ciales, que
han caminado hacia la normalización y la superación de la diglosia, en procesos di昀ciles
polí琀椀ca y socialmente. Otras variantes lingüís琀椀cas, p.e. el asturiano y el valenciano,
reivindican un espacio propio no siempre reconocido.
- Desde 昀椀nales del XX, España está plenamente integrada en la UE y en los más importantes
organismos internacionales.
2.1 Diccionarios
La primera tarea que emprende es la creación de un diccionario, en el que las acepciones de
los términos se respaldan por citas de autores referentes para el uso culto (autoridades en el
uso de la lengua). Se publicó en seis volúmenes entre 1726 y 1739, con el 琀tulo de Diccionario
de la lengua castellana; hoy se conoce como Diccionario de autoridades ya que cada entrada
presenta uno o varios ejemplos de obras y autores clásicos españoles.
32
- Con la 2a edición (1780), el diccionario se publicó en un solo tomo y sin citas literarias;
este es el germen de las ediciones del diccionario académico (DRAE), que en los siglos
siguientes presenta varias ediciones; la úl琀椀ma del XX es la 21, de 1992.
o En el XXI se han publicado dos más, ya con nuevo formato (digital e impreso).
- En 1914, la RAE abandona el propósito de hacer la 2a versión del Diccionario de
autoridades y presenta su Plan general para la redacción del Diccionario histórico de la
lengua castellana, pero este proyecto no ganó impulso hasta los años 20.
- Entre 1933 y 1936 se publicaron dos volúmenes del primer Diccionario histórico de la
lengua española, que abarcan las letras A y B, y parte de la letra C. Estos primeros frutos
no tuvieron con琀椀nuidad: la guerra civil paralizó el proyecto y la destrucción de parte del
archivo.
- En 1946 se retomó el proyecto del diccionario histórico, con la creación de un Seminario
de Lexicogra昀a dentro de la RAE; los materiales y el método serían nuevos.
o Así, fruto del trabajo en esta nueva etapa, se publicó el segundo Diccionario
histórico de la lengua española, entre 1960-1996 (el 琀tulo idén琀椀co ha provocado
confusiones a veces). Los nuevos fascículos cubren una pequeña parte del léxico, de
a hasta bajoca
2.2 Ortografía
En 1738, ante la anarquía que reinaba en las gra昀as, la Academia anuncia su decisión de
publicar una Ortographía española a par琀椀r del “Discurso proemial” del Diccionario de
autoridades. El diccionario propone reformas ortográ昀椀cas des琀椀nadas a regularizar la
ortogra昀椀a y 昀椀jar los usos. Para tener apoyo o昀椀cial, la RAE solicita a Felipe V que se
ins琀椀tucionalice y se adopte en el reino;
a) En 1844, Isabel II declara obligatorio enseñar la ortogra昀a académica en las escuelas.
b) En 1875, Alfonso XII renueva la obligatoriedad.
Los criterios que sigue la Academia en su propuesta de reforma ortográ昀椀ca son tres:
1) Criterio fonológico: correspondencia entre fonemas y gra昀as.
2) Criterio e琀椀mológico: respeto a la gra昀a la琀椀na.
3) Criterio de uso: respeto en úl琀椀ma instancia a las gra昀as usadas por los grandes escritores.
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- En la octava edición (1815) se 昀椀jan otros usos: se abandona la gra昀a x para la frica琀椀va
velar sorda /x/, que pasará a representarse con g o j (aunque pervive la gra昀a an琀椀gua en
México); se simpli昀椀can muchos grupos cultos (bs, ps) y se establece la distribución actual
de c y qu, que tampoco obedece al criterio e琀椀mológico (cuanto, no *quanto).
- En ediciones posteriores, p.e. se elimina la 琀椀lde en algunos monosílabos (á, fué, dió, vió).
- La Ortogra昀a se ha seguido renovando hasta la úl琀椀ma edición (2010) y es una referencia
obligada para los hispanohablantes. También ha habido propuestas de reforma externas a
la RAE, casi siempre en la línea de alcanzar una ortogra昀a fonologicista, con
correspondencia exacta letra-fonema, pero apenas han tenido eco.
2.3 Gramática
El estudio de la gramá琀椀ca y la preparación de normas grama琀椀cales han sido, desde los
primeros estatutos académicos, una labor imprescindible junto con la elaboración de
diccionarios. Entre 1771-1780, la Academia publica ediciones de su primera Gramá琀椀ca, que
renueva hasta el XX.
- Se trata de una gramá琀椀ca norma琀椀va, orientada a alcanzar el ideal de corrección, como se
desprende de su prólogo (hablar con propiedad, exac琀椀tud y pureza).
- En 1973, la RAE publica el Esbozo de una nueva gramá琀椀ca de la lengua española, como
an琀椀cipo de una proyectada Nueva gramá琀椀ca que vio la luz en el XXI (RAE-ASALE 2009).
- En los años intermedios, solo se publica una gramá琀椀ca vinculada a la Academia, la de
Emilio Alarcos Llorach (1994) en la colección Nebrija y Bello, que no pretende ser
norma琀椀va; en las palabras del lingüís琀椀ca sobre su obje琀椀vo se advierte el cambio relevante
de orientación:
o El obje琀椀vo es exponer los rasgos de la gramá琀椀ca del español que se descubren en
los actos orales y escritos de los usuarios de la lengua en este SXX. Hoy día
concurren normas cultas diversas en los vastos territorios donde se prac琀椀ca el
español.
o Ya no es posible sostener que los peninsulares somos los amos del idioma: más bien,
según Menéndez Pidal, sus servidores, Se comprende que cada uno encuentre más
e昀椀caz y precisa la norma idiomá琀椀ca a cuya sombra ha nacido y se ha formado; pero
no implica rechazo o condena de otras normas respetables como la propias.
A 昀椀nales SXX, en la colección de la RAE se publica una obra colec琀椀va con gran repercusión en
la disciplina: la Gramá琀椀ca descrip琀椀va de la lengua española, coordinada por Bosque y
Demonte. El modelo de obra colec琀椀va es el que sigue otra extensa gramá琀椀ca histórica: la
Sintaxis histórica del español coordinada por Company y publicada en tres fases (Company
2007, 2009 y 2014).
34
- En el mantenimiento de la unidad del idioma han jugado un papel relevante las academias
de la lengua: la RAE y las demás academias de los países hispanohablantes, todas
posteriores
- El comienzo de la colaboración ins琀椀tucional en cues琀椀ones lingüís琀椀cas entre España y los
países de América se remonta a mediados del siglo XIX. Este acercamiento guarda
estrecha relación con los procesos de independencia, tras los cuales las nuevas naciones
adoptan (en su mayoría) el español como lengua o昀椀cial y crean sus propias academias.
- En 1851 la RAE designó miembro honorario al gramá琀椀co venezolano Andrés Bello. Años
después, en 1871, se fundó la Academia Colombiana de la Lengua, la primera de las veinte
corporaciones del con琀椀nente americano y que, con la 昀椀lipina, ecuatoguineana y española,
forman la Asociación de Academias de la Lengua Española en México (1951): con la ASALE
se fortalece la polí琀椀ca lingüís琀椀ca panhispánica, basada en el respeto a la diversidad.
35
Sobre las gramá琀椀cas, en los SXVIII y XIX se publican varias des琀椀nadas a enseñar español a los
extranjeros; muchas muestran español “en situaciones”, con una orientación pragmá琀椀ca.
- Los teóricos de la Ilustración consiguen que el castellano se imponga al la琀n como lengua
de enseñanza, reivindicación que apoyan con determinación Mayans, Feijóo y Jovellanos.
- El castellano se declaró lengua de instrucción en 1813, por lo que a par琀椀r de entonces
será más necesaria la publicación de manuales de gramá琀椀ca también para
hispanohablantes.
- En el SXVIII se reeditan varias obras de Nebrija, quizá des琀椀nadas a la enseñanza renovada
en castellano: las Reglas de Ortographia, por Mayans y Siscar, en 1735 y la Gramá琀椀ca
sobre la lengua castellana, que la RAE encarga para su difusión entre los académicos.
En el SXIX, el descubrimiento del sánscrito por parte de la ciencia europea condicionó de modo
decisivo el espectacular desarrollo de la lingüís琀椀ca histórica y comparada del XIX. Es época de
los Neogramá琀椀cos, que explican la evolución de las lenguas como producto de leyes foné琀椀cas
regulares, solo alteradas por la analogía. Más tarde, se cues琀椀onó la presunta regularidad de las
leyes foné琀椀cas por las excepciones e irregularidades descubiertas en estudios dialectológicos.
Los inicios de la Lingüís琀椀ca como ciencia arrancan, por tanto, de la Lingüís琀椀ca histórica, pero
en España no exis琀a tradición de estudio histórico de la lengua española; las principales leyes
foné琀椀cas solo habían sido objeto de estudio en la obra Orígenes de la lengua española (1737)
de Mayans y Siscar, pero no de forma extensa y sistemá琀椀ca.
36
- Entre los SXIX-XX, surge Menéndez Pidal, y abre una etapa en los estudios sobre la lengua
española. Aplica en sus primeros trabajos el rígido método de la neogramá琀椀ca, pero
pronto marca un es琀椀lo personal que permite explorar la historia de la lengua par琀椀endo de
la época de orígenes y proyectando una extensa obra coherente con sus inves琀椀gaciones
históricas.
- En 1904 publica el Manual de Gramá琀椀ca histórica, imprescindible para varias
generaciones de 昀椀lólogos en España. Otras obras de referencia son el estudio lingüís琀椀co
del Cantar de Mio Cid. Texto, gramá琀椀ca y vocabulario (1944) con la edición crí琀椀ca del
texto; Orígenes del español (1950) y Documentos lingüís琀椀cos de España (1966).
- Menéndez Pidal es el director del Centro de Estudios Históricos, fundado en 1910, en el
que trabajarán excelentes 昀椀lólogos de varias generaciones, integrantes de la Escuela de
Filología española (Rafael Lapesa, Vicente García de Diego, Tomás Navarro Tomás…).
- Tras la Guerra civil, el trabajo de esta sección de Filología con琀椀núa en el Consejo Superior
de Inves琀椀gaciones Cien琀昀椀cas (CSIC) y, en América, el Ins琀椀tuto Caro y Cuervo de Colombia.
37
4.2 Morfosintaxis
No hay en esta época grandes cambios en las estructuras grama琀椀cales. El desarrollo del
género del ensayo impulsa un aumento de conectores discursivos, necesarios para expresar
contenidos complejos en los textos argumenta琀椀vos.
- Los nuevos modos narra琀椀vos de 昀椀nales del XIX y el principios del XX facilitan una presencia
mayor del registro informal en literatura, lo que permite analizar esta variedad diafásica
y el re昀氀ejo de la lengua oral.
o Para la inves琀椀gación grama琀椀cal supone un gran avance la posibilidad de acceso a
grandes corpus de datos, especialmente si están anotados grama琀椀calmente, porque
permite un muestreo mayor y más fácil de los fenómenos lingüís琀椀cos.
- Evolución de estructuras morfosintác琀椀cas : perviven las interferencias funcionales de los
pronombres átonos de 3a persona plural (leísmo, laísmo y loísmo), con un reparto
desigual en la geogra昀a del español. El único aceptado por la norma es el leísmo masculino
singular (a mi padre le quiero mucho). Ha causado di昀椀cultades la adaptación de
extranjerismos y préstamos a la morfología del español (p.e., en la pluralización).
4.3 Léxico
El XVIII es una época interesante para el estudio del léxico: el avance de la ciencia y el
desarrollo del pensamiento impulsan la creación de numerosos neologismos, especialmente
en el ámbito de la técnica (termómetro, microscopio) y de la 昀椀loso昀a (civilización, cultura,
intolerante/-ancia, materialismo/-ista). Tratadistas como Feijoo o Garcés sienten el
neologismo como un ataque al idioma y expresan su rechazo hacia los que son innecesarios .
Pero, muchos términos creados en esta época son hoy palabras frecuentes (jefe, régimen,
base, éxito, simpá琀椀co, viajar, ruta, crisis).
38
En el XIX, los ámbitos son los mismos: ves琀椀dos-adornos (chal, frac, blusa, sostén,
maquillarse...); materias primas y géneros (piqué, tafetán...); vivienda y vida familiar (bidé,
bol, bebé, biberón); comidas y restauración (hotel, paté, consomé), vida polí琀椀ca (complot,
burocracia, ru琀椀na, quiosco); espectáculos (esquí, pilotaje, descapotable, debut, doblaje...); y
tecnicismos (amperio, bobina, cremallera, chasis, cupón, bou琀椀que...)
b) Italianismos: descienden en el XVIII, pero aún son numerosos; hay términos referidos a la
vida cultural (miniatura, ópera, sonata, virtuoso, aria), militar (destacar, diana), comercial
(saldo, cartulina...), y social (charlatanería, cabalgata, tute) o comidas (café, capuchino...).
a. En el XIX se repiten los ámbitos: vida cultural (acuarela, escayola, voluta, adagio,
soprano); social (regata, caricatura...); y otros (sombrilla, desfachatez,
intríngulis...).
b. En el XX entran italianismos como diva, terraza, arpegio, par琀椀tura, melodrama,
etc.
c) Anglicismos: empezó a tener presencia en español en el XIX y desde entonces su
progreso ha sido enorme. Entre los más an琀椀guos destacan club, dandi, esnob, yate o
bote.
a. Son abundantes los términos referidos al mundo del deporte (tenis, béisbol...) y a
otros aspectos de la vida co琀椀diana (jersey, suéter, esmoquin, yogur...) o de la vida
social (reportero, mi琀椀n, líder...), todos ellos adaptados al español.
b. Otros permanecen más 昀椀eles a la forma inglesa, con los consiguientes problemas
grá昀椀cos, de pronunciación y de 昀氀exión grama琀椀cal (p.e., de formación del plural):
confort, golf, jazz, whisky (también güisqui), sándwich...
c. El calco semán琀椀co hace que palabras españolas adquieran nuevos signi昀椀cados
que los términos correspondientes en inglés poseen: domés琀椀co “nacional”,
ignorar “no hacer caso”, romance “relación amorosa” o serio “importante”.
d. Otras formas de anglicismo afectan a la formación de derivados y compuestos, y a
expresiones idiomá琀椀cas (perrito caliente “bocadillo de salchicha”, por ejemplo).
e. A 昀椀nales del XX, el vocabulario referido a la tecnología está básicamente
compuesto por anglicismos (hardware, so昀琀ware...).
39
40
La norma es una abstracción que engloba los usos de la lengua considerados correctos, es
decir lo admi琀椀do por el organismo responsable de hacerlo, que en España es la RAE.
- ¿Cómo elabora la Academia la norma y decide lo que es correcto? en teoría, basándose
en el uso de lo hablantes cultos, que son aquellos que poseen una educación que les
41
permite preocuparse por el uso correcto de la lengua (frente a aquellos hablantes sin
instrucción o con poca instrucción, o que no muestran sensibilidad hacia el uso correcto).
Estas dos obras lexicográ昀椀cas 琀椀enen varias ventajas: son rela琀椀vamente recientes, de 2014 y
2005; y son fruto del consenso entre a Real Academia de la Lengua y las demás academias de
la lengua española (agrupadas en la ASALE): pueden considerarse norma panhispánica.
- El DPD 琀椀ene otra ventaja añadida : no está reducido al inventario léxico de términos;
ofrece una información grama琀椀cal en sus ar琀culos “temá琀椀cos”, que es muy ú琀椀l para el
hablante que no puede consultar la nueva gramá琀椀ca académica o necesita indicaciones
más breves.
- Uno ar琀culo temá琀椀co se re昀椀ere al género: en él 昀椀gura un apartado 琀椀tulado “Formación
del femenino en profesiones, cargos, 琀tulos o ac琀椀vidades humanas”, además de
indicaciones sobre algunos procedimientos que se han u琀椀lizado para evitar el sexismo en
el lenguaje.
42
Postura A: par琀椀darios de transformar los mecanismos lingüís琀椀cos para hacer más “visible” a
la mujer en la sociedad (el masculino genérico sería una simple supervivencia en el lenguaje del
dominio del patriarcado y una visión androcéntrica de la vida), reivindican estos cambios:
a) Uso de fórmulas para incluir términos masculinos y femeninos (todos y todas...).
b) Empleo alterna琀椀vo, para evitar las repe琀椀ciones constantes, de términos abstractos que
designen el colec琀椀vo formado por seres de dis琀椀ntos sexos (promocionando el uso de
sustan琀椀vos colec琀椀vos como la ciudadanía, el profesorado, el estudiantado...).
c) Uso de la arroba como símbolo de doble gra昀a (tod@s), uso de la e o la x como
morfemas representa琀椀vos de los dos géneros (todes, todxs).
d) Conver琀椀r epicenos masculinos en sustan琀椀vos con moción de género
miembro>miembro/a
Postura B: par琀椀darios de respetar los mecanismos que la lengua 琀椀ene ya establecidos desde
an琀椀guo para referirse a colec琀椀vos en los que se incluyen indis琀椀ntamente hombres y mujeres.
- De昀椀enden el uso del masculino genérico (el todos con que nos referimos a todos y
todas).
- Consideran que no es aconsejable (ni siempre posible) forzar cambios en la lengua para
transformar sus estructuras grama琀椀cales.
- Rechazan el uso del “femenino genérico” porque no 琀椀ene jus琀椀昀椀cación en las estructuras
de nuestra lengua (por razones históricas, las lenguas romances que poseen un género no
marcado, este es el masculino): rechazan en general las imposiciones de nuevos
femeninos creados por razones de oportunidad o conveniencia polí琀椀ca como miembra o
portavoza.
43
2. En enero de 2020, el informe responde a una consulta formulada por el Gobierno de España
a la RAE en 2019: ¿deberían introducirse cambios en la CE de 1978 para visibilizar a la mujer?,
¿Necesita la CE u琀椀lizar un “lenguaje inclusivo”?
- La respuesta de la RAE se presenta como un informe, Informe sobre el lenguaje inclusivo
y cues琀椀ones conexas, aprobado en el pleno de 16 de enero de 2020: a昀椀rma que el
lenguaje de la CE es inclusivo, pero en una acepción del término que consideran la más
adecuada (y que no coincide con la del Gobierno). La RAE a昀椀rma que la expresión
lenguaje inclusivo puede tener dos acepciones:
o Aquel que nombra a las mujeres expresamente con femeninos (p.e. “ciudadanos y
ciudadanas”) o con sustan琀椀vos colec琀椀vos (“la ciudadanía”);
o Aquel que usa el masculino no marcado cuando el contexto no es ambiguo (“todos
los españoles son iguales ante la ley”): este sería un “masculino inclusivo”.
- La Academia considera preferible la segunda acepción, que ve más acorde con la
conciencia lingüís琀椀ca de los hispanohablantes y con la estructura grama琀椀cal de las
lenguas romances.
- Su análisis del lenguaje inclusivo valora si los masculinos genéricos de la CE no dejan
posible ambigüedad de su valor genérico: en ese caso, consideran que el lenguaje es
inclusivo.
Los procedimientos empleados para formar estos nuevos femeninos siguen normalmente los
modelos existentes en la historia de la lengua y pueden ser de varios 琀椀pos.
- Algunos se crean por procedimientos grama琀椀cales:
o Morfológicos: con una marca formal especí昀椀ca en la terminación (la marca más
usada en la feminización es la -a, como en médica y obrera; morfemas como -isa
o -esa son menos frecuentes: alcaldesa);
o Sintác琀椀cos: procedimientos sintác琀椀cos para dis琀椀nguir masculino y femenino de
una misma forma (el / la pediatra, el / la otorrino).
- Otros se forman por procedimientos léxicos: al añadir al masculino el sustan琀椀vo
mujer en aposición (una mujer médico), por in昀氀uencia del inglés, o sus琀椀tuyendo el
término problemá琀椀co por otro más “adaptable” (doctora en vez de médica).
44
sus obras norma琀椀vas a la nueva realidad social, aceptando femeninos como jefa, presidenta,
ministra, médica, abogada, jueza...
- Sin embargo, estos no siempre han sido bien aceptados por los más puristas y a veces, lo
que resulta más sorprendente, se han rechazado por las propias profesionales: las
médicas quieren ser médicos, las notarias quieren ser notarios o las juezas, jueces.
- Así, comprobamos que existen condicionantes de 琀椀po pragmá琀椀co (referidos a la lengua
en su contexto -aquí, el social-) que frenan la evolución de una tendencia natural en la
lengua.
Las posibles causas de este rechazo a los nuevos femeninos, de este “corsé” voluntario, son:
a) La asociación del masculino a una mayor valía profesional (“Médica me suena a que es
peor médico, que no vale tanto”), re昀氀ejo evidente de una sociedad machista, pero
también legí琀椀mo deseo de estas mujeres a no ver infravalorada su ac琀椀vidad.
a. La resistencia es más alta en profesiones para las que se requiere una cuali昀椀cación
alta (obrera se admite sin problemas, pero ingeniera no).
b) La asociación del femenino a la mujer del profesional correspondiente, como ha
sucedido en entornos concretos (médica “mujer de médico” o jueza “mujer de juez”),
especialmente en comunidades pequeñas y en los nombres que designan cargos
militares, por el carácter fuertemente conservador de la ins琀椀tución.
a. Aunque los diccionarios lo sancionen por uso anacrónico o coloquial, esta
asociación pesa al autodenominarse, cuando existe el riesgo de ser tomada por “la
mujer de".
c) Las connotaciones peyora琀椀vas de ciertos femeninos (sexismo autén琀椀co): sargenta evoca
una imagen nega琀椀va recogida en la de昀椀nición obje琀椀va del DLE: no se re昀椀ere a la
profesional que trabaja en el ejército, pero sí recoge una acepción especí昀椀ca para mujer
corpulenta, hombruna y de dura condición. Según la NGLE, sargenta es: mujer prepotente
y mandona.
d) La di昀椀cultad para encontrar modelos en que apoyar creaciones analógicas: es fácil hacer
el femenino de un masculino en -o, pero no tanto formar uno especí昀椀co sobre una
palabra terminada en -l o -z como bedel o capataz, al no ser frecuente encontrar pares de
masculino en -z vs. femenino en -za).
e) Los problemas de homonimia con una ciencia o materia también femenina: expresiones
como la 昀sica o la química pueden referirse a las profesionales y a su campo de estudio.
En este proceso de cambio in昀氀uyen causas de dos 琀椀pos: a), b) y c) son razones externas, pero
d) y e) son internas, es decir, nacen del propio sistema de la lengua en sus dis琀椀ntos niveles.
En conclusión, existen condicionantes socioculturales importantes que inter昀椀eren en el
proceso lingüís琀椀co de feminización de sustan琀椀vos referidos a profesiones y cargos. Todo ello
se re昀氀eja en la aceptación y difusión de los nuevos femeninos.
- Hay una inclinación en crear femeninos especí昀椀cos para las denominaciones
profesionales incluso en sustan琀椀vos cuya terminación no ha tenido históricamente
moción de género (o sea, variación de género a través de morfemas especí昀椀cos).
- Por su parte, el uso termina imponiendo las innovaciones que son producto espontáneo
de los hablantes y que cuentan con modelos sobre los que establecer una analogía.
45
o A pesar de que los sectores más puristas se resistan, la analogía es una fuerza cuya
acción ha sido siempre poderosa en todos los planos de la lengua: aquí se suma
una reivindicación social muy jus琀椀昀椀cada, y es lógico que el empuje sea todavía
mayor.
- Aun así, una vez que su uso se ha extendido y que han sido aceptados como norma琀椀vos,
estos nuevos femeninos encuentran un obstáculo inesperado: la resistencia de las
mujeres profesionales a referirse a sí mismas con los nuevos términos: consideran más
pres琀椀giosos los masculinos correspondientes (la metáfora del corsé representaría esta
autocensura de algunas profesionales sobre la u琀椀lización de los femeninos referidos a su
ac琀椀vidad).
o La autocensura es la cara opuesta a la pretensión de visibilidad forzosa de otros
procesos lingüís琀椀cos (que buscan presencia explícita del femenino: “todos y
todas”).
o Las mujeres que usan el masculino para referirse a su profesión buscan invisibilidad
de su naturaleza y pre昀椀eren esconderse tras un masculino al que asocian un
mayor pres琀椀gio profesional, a pesar de que los femeninos estén asentados en el
uso o sancionados como correctos por la norma académica.
También puede in昀氀uir que las innovaciones morfológicas en el idioma suelen ser
inconscientes (los hablantes no pretenden causar el cambio) e inmo琀椀vadas (no se deben a un
mo琀椀vo real).
- Pero, en la creación de nuevos femeninos para ac琀椀vidades nuevas en el mundo laboral o
en la esfera pública, la innovación es consciente y mo琀椀vada por causas socioculturales.
- Esto provoca polémica, al no exis琀椀r acuerdo entre los hablantes y a que la norma cambie
de forma brusca, sin responder a usos asentados de los hablantes cultos.
- Tampoco hay que olvidar que pueden exis琀椀r diferencias en el mundo de habla hispánica:
América presenta normalmente unos usos más innovadores que España,
tradicionalmente más conservadora y re琀椀cente a los cambios en la lengua.
Existe en la sociedad actual un fuerte movimiento contra el uso sexista del lenguaje; se busca
evitar que la lengua sea una fuente de discriminación hacia las mujeres, pero:
1) En ocasiones se fuerza el uso natural o las tendencias históricas de la lengua, olvidando
que las innovaciones lingüís琀椀cas son producto de una lenta evolución (a veces de siglos),
y;
2) Ninguna autoridad, académica, polí琀椀ca o administra琀椀va puede imponer a los hablantes
una innovación en la lengua, pues este instrumento de comunicación es propiedad de
todos.
46
La primera obra que se declara abiertamente “panhispánica” es el DPD (2005). Las respuestas
que proporciona a las dudas que se recogen en sus ar琀culos fueron acordadas por todas las
academias, respetando las variantes de uso en los países de habla hispánica, con la intención
de preservar la unidad del español en todo el ámbito hispánico.
- Otras obras conjuntas de RAE y ASALE son la Nueva gramá琀椀ca de la lengua española
(2009-2011), la Ortogra昀a de la Lengua española (2010), el Diccionario de americanismos
(2010) o el Diccionario de la lengua española (2014), entre otras.
o El an琀椀guo Diccionario usual de la Real Academia (DRAE) (22 ed., la úl琀椀ma de 2001)
ha pasado a denominarse Diccionario de la lengua española (DLE) en su 23ª
edición (2014), para re昀氀ejar que es una obra conjunta.
- Destacan también la composición de los corpus de la lengua, Libros de es琀椀lo, las
ediciones conmemora琀椀vas de importantes escritores en español, la colección Clásicos
ASALE, o el auspicio de la Escuela de Lexicogra昀a Hispánica.
El papel de las academias va más allá de velar por la pureza del idioma: sus esfuerzos se dirigen
a salvaguardar la unidad del idioma y difundir las obras que permiten a los hablantes cultos
de todo el ámbito panhispánico conocer la norma (fundamentalmente gramá琀椀cas y
diccionarios).
- Todas las academias están implicadas en este trabajo colabora琀椀vo, dejando atrás épocas
de prejuicios hegemónicos.
- Ilustran este giro las palabras del secretario general de la ASALE, Francisco Javier Pérez,
en el VIII Congreso Internacional de la lengua española (CILE), Argen琀椀na en 2019: a par琀椀r
de Andrés Bello, explica el panhispanismo lingüís琀椀co como “comprensión de nuestra
lengua ajena a cualquier forma de imposición hegemónica, ideológica, nacional, regional
parcial, que no es琀椀me lo que el español 琀椀ene hoy de unidad y cohesión tanto como de
variedad y diferenciación; los innegables valores máximos de nuestra lenguas”.
o Terminaba su discurso: “Sin panhispanismo no es posible llegar a ningún acuerdo
en materia de comprensión, descripción y divulgación del español. No sería posible
la propia ASALE, pues todos sus empeños ins琀椀tucionales se ejecutan para
mantener ac琀椀vo el principio de que el español es grande por su diversidad y de
que ninguna modalidad del español debe brillar por encima de otra”.
En este marco de colaboración entre las ins琀椀tuciones que velan por la unidad del español y su
difusión en el mundo se sitúan los Congresos Internacionales de la Lengua Española (CILE),
que se celebran cada 3 años en uno de los países hispanohablantes y su 昀椀nalidad es cons琀椀tuir
foros universales de re昀氀exión sobre la situación, los problemas y los retos del español.
- Par琀椀cipan en estos congresos personas de todos los países de habla hispana: escritores,
ar琀椀stas, especialistas y profesionales de los diversos campos de la cultura.
- Los congresos están promovidos por el Ins琀椀tuto Cervantes, la RAE y la ASALE.
- El VIII CILE, el úl琀椀mo, se celebró bajo el lema “América y el futuro del español. Cultura y
educación, tecnología y emprendimiento”. Reunió aproximadamente unos 250
escritores, académicos, expertos y profesionales de todo el mundo.
- La inicia琀椀va de la celebración de estos congresos par琀椀ó de 琀椀erras andaluzas. El Ins琀椀tuto
Cervantes, junto con el Pabellón de España de la Exposición Universal de Sevilla, convocó
en 1992 el Congreso de la Lengua Española, para fomentar la inves琀椀gación de la lengua.
47
Según los datos del úl琀椀mo informe del Ins琀椀tuto Cervantes sobre la lengua española en el
mundo (actualizados en diciembre 2021), actualmente hay algo más de 492 millones de
personas que hablan español como lengua materna o na琀椀va, lo que es un 6,3% de la
población mundial.
- En esta modalidad, el español es la segunda lengua más hablada del mundo tras el chino
mandarín (918 millones de hablantes). El tercer lugar lo ocupa el inglés, con 379 millones.
- Los números de hablantes de español siguen creciendo : el informe del Ins琀椀tuto Cervantes
señala que, demográ昀椀camente, el crecimiento de la población de países donde el
español es lengua o昀椀cial es evidente: solo el aumento de la población en México supone
sumar a las “cuentas” de la lengua unos 1,2 millones de hablantes cada año.
o Cabe destacar que en América se encuentran el 90% de los hablantes de español,
un idioma marcado por la diversidad.
- Todos estos datos no dejan lugar a dudas sobre la importancia cultural y económica del
español, una de las lenguas más habladas en el mundo.
Tras analizar los cambios en el español y el necesario equilibro entre la norma y uso
lingüís琀椀co, hay que recordar que la lengua cambia, se adapta, se acomoda a situaciones
nuevas dentro de un orden natural, respetando el uso de los hablantes y moviendo
lentamente sus engranajes.
- Por su naturaleza, las lenguas huyen de imposiciones, tanto académicas como polí琀椀cas.
- Las lenguas evolucionan en función de las necesidades comunica琀椀vas de los hablantes.
48
1.1 Vocalismo
1. El sistema vocálico castellano se encuentra de昀椀nido en época medieval y consta de 5
vocales: /a/, /e/, /i/, /o/, /u/: supone una reducción importante del sistema del la琀n clásico,
que tenía diez fonemas vocálicos, caracterizados por los siguientes rasgos: el grado de
abertura (vocales cerradas, abiertas y medias), el lugar de ar琀椀culación (vocales anteriores o
palatales, posteriores o velares y centrales) y la can琀椀dad (vocales largas y breves).
- La can琀椀dad en la琀n es un rasgo dis琀椀n琀椀vo : sirve para dis琀椀nguir pares mínimos (frente a
las lenguas donde la can琀椀dad no es fonológica), como en los siguientes ejemplos: L Í BER
“libre” vs. L Ĭ BER “libro”; REGIN Ă “reina” (Nomina琀椀vo) vs. REGIN A “con/en/por la reina”
(Abla琀椀vo).
- El la琀n tenía tres diptongos: AE, AU y OE (a veces, en palabras de origen griego, se cuenta
como diptongo EU). La división silábica en palabras con diptongos sería: CAE-LUM, TAU-
RUM, FOE-DUM. Las demás secuencias vocálicas no forman diptongo; por tanto, la
división silábica sería: FOR-TI-AM, FA-GE-AM, MU-LI-E-REM, PU-TE-UM.
- A efectos de evolución, los diptongos la琀椀nos monoptongan y: AE se iguala con Ĕ , AU se
iguala con O y OE se iguala con E .
2. En el paso del la琀n clásico al vulgar (entendido aquí como tardío), se dan cambios
importantes en el vocalismo, como la pérdida de la can琀椀dad (duración larga o breve) como
rasgo dis琀椀n琀椀vo (técnicamente se denomina desfonologización de la can琀椀dad vocálica),
- En la琀n vulgar, las vocales se dis琀椀nguen por el grado de abertura (se dis琀椀nguirán por ser
abiertas o cerradas), además de por su lugar de ar琀椀culación.
- En el fonema vocálico /a/, esta diferencia no es per琀椀nente, por ser la vocal más abierta.
- Se igualan los resultados de las an琀椀guas / Ĭ / y / E /, que con昀氀uyen en /e/ cerrada (/e:/) y
/Ǔ / y /O /, que con昀氀uyen en /o/ cerrada (/o:/). Esta evolución puede verse re昀氀ejada en
el siguiente cuadro, que recoge también la con昀氀uencia de los diptongos:
49
3. El cambio principal en el vocalismo (la pérdida de la can琀椀dad vocálica como rasgo dis琀椀n琀椀vo)
está relacionado con el cambio en la naturaleza del acento: el la琀n clásico era melódico o
tonal (la sílaba tónica era más alta) y tenía una posición condicionada; mientras que en
español el acento es de intensidad (la sílaba tónica se pronuncia con más fuerza que las
demás sílabas) y su posición no depende del contexto fónico, sino que es libre.
- Regla principal de acentuación la琀椀na : si la penúl琀椀ma sílaba era larga, el acento recaía
sobre ella; si la penúl琀椀ma sílaba era breve, el acento recaía en la antepenúl琀椀ma.
- El acento pasa a tener carácter dis琀椀n琀椀vo y condiciona la diferente evolución que
tendrán las vocales tónicas (más fuertes) y las átonas (más débiles).
- La posición más débil es la de la sílaba con琀椀gua a la tónica, por eso se suele producir la
pérdida de la vocal postónica (SO L Ǐ DUS > sueldo) o pretónica (COMP A R A RE > comprar).
En sílaba átona, el vocalismo se simpli昀椀ca aún más, hasta reducirse a las cinco vocales
actuales:
50
6. La apócope de /-e/: La caída de la vocal átona 昀椀nal /-e/ se produce regularmente detrás de
las consonantes /l, n, r, θ , s, d/ (RETE > red, TALE > tal, CARMINE > Carmen, CRUCE > cruz).
- En el SXII se intensi昀椀ca este proceso: se produce apócope de /-e/ 昀椀nal después de
cualquier consonante e incluso grupo consonán琀椀co.
- Se da la apócope extrema (part por parte, noch por noche, dix por dixe…), probablemente
por in昀氀ujo de los francos, que habían perdido el /e/ 昀椀nal en muchas posiciones
(contribuyó el hecho de que sucediera en otros dialectos romances, como el aragonés y
el catalán).
7. Un cambio importante en la evolución del la琀n al español es la formación de la yod, que es
un elemento palatal de carácter semivocálico [i ] o semiconsonán琀椀co [j], que no exis琀a en
la琀n y revolucionó el sistema fonológico en el paso a las lenguas romances, provocando
cambios importantes sobre las consonantes con琀椀guas (aparece un nuevo orden en el
consonan琀椀smo, el orden palatal) y sobre las vocales tónicas. Al no exis琀椀r en la琀n, siempre
habrá que explicar cómo ha surgido una yod en una palabra determinada. Puede tener
diversos orígenes:
a) Diptongación de an琀椀guos hiatos la琀椀nos, por tendencia an琀椀hiá琀椀ca: una secuencia
vocálica heterosilábica pasa a ser tautosilábica (una sola sílaba), y la vocal palatal E o I se
convierte en semiconsonante [j]. Esta semiconsonante palatal resultante es la yod.
a. Ejemplos: VI-NE-A > [ β i-nja] FO-LI-A > [fo-lja] MU-LI-E-RE > [mu-ljé-re].
b) Vocalización de consonante oclusiva en contacto con lateral [l] tras síncopa de vocales
postónicas (C'L, T'L, G'L). Ejemplos: O-CU-LU > [o-klu] > [oi lu] RE-GÚ-LA > [re-gla] > [rei la]
c) Vocalización de consonante velar ante otra consonante (CT, CS, GN) y palatalización
posterior de la consonante. Ejemplos: LACTE >[lai te] MAXILLA >[mai silla] PUGNU > [pui
nu]
d) Metátesis de vocal palatal que se encontraba en otra sílaba, o palatales en contacto por
síncopa de consonante. Ejemplos: BASIU > [bai so] > beso, MATERIA > madera.
8. In昀氀exión por yod: cierre en un grado de una vocal por in昀氀uencia de una yod o una /-i/ 昀椀nal
que estén en la sílaba posterior. No es un fenómeno totalmente regular y la casuís琀椀ca es
amplia.
1.2 Consonantismo
a) Sistema consonán琀椀co del la琀n clásico: es el siguiente:
51
b) Cambios en la琀n vulgar (a par琀椀r del SI) que han heredado las dis琀椀ntas lenguas romances:
1) Pérdida de la laríngea /h/ (documentada por gramá琀椀cos la琀椀nos como Varón); aunque se
mantenga en la escritura, no representa ningún fonema, como hoy en español la gra昀a h.
2) Consonan琀椀zación de [w] y [j]: La semiconsonante velar [w] se reforzó hasta pronunciarse
como frica琀椀va bilabial [ β ], con昀氀uyendo con la realización intervocálica de /b/, que
habría empezado a relajarse, acercándose a una pronunciación frica琀椀va ya en el SI (esto
provoca confusiones grá昀椀cas, tanto en la琀n tardío como en romance, en posición
intervocálica. En posición inicial parece que se mantuvo la dis琀椀nción [b] y [ β ].
a. La semiconsonante palatal [j] también adquirió una pronunciación consonán琀椀ca
(palatal sonora fuerte) en posición inicial de palabra e intervocálica
MAJORE>mayor
3) Cambios por “variación” o “lenición ” (debilitamiento de algunas consonantes en posición
intervocálica), ates琀椀guados por gra昀as erróneas y cruzadas en la琀n vulgar, traducidas en:
a. Sonorización de oclusivas sordas en posición intervocálica, un fenómeno atribuido
al sustrato celta que divide a la Romania en oriental y occidental (/p>b/, /t>d/,
k>g/): (LITIGARE > lidiar, APOTHECA > bodega).
b. Frica琀椀vización (/b> β , d>δ , g> γ /) y posible desaparición (/b,d,g/>∅ ) de
consonantes sonoras intervocálicas; (REGALE > real, LIMPIDU > limpio).
c. Simpli昀椀cación de geminadas (degeminación) (LITTERA > letra, CUPPA > copa).
4) Palatalizaciones provocadas por la aparición de yod , que ejerce su in昀氀uencia sobre
algunas consonantes, dando como resultado un complejo sistema consonán琀椀co palatal
(ver p.e., la evolución de las sibilantes). También sufrieron un proceso de palatalización las
velares /k/ y /g/ ante vocal palatal (/e/, /i/) (CIVITATE > ciudad, CENA > cena).
Al ser imposible explicar todos los procesos de palatalización desde el la琀n vulgar, explicamos
la palatalización que resulta en la /ɲ/ (gra昀a actual ñ, gra昀as medievales también nn o nj).
- El diacrí琀椀co que caracteriza a la ñ procede de un signo parecido a una n poco marcada
que se colocaba sobre la primera n de la gra昀a nn.
52
- Aunque el la琀n no poseía un fonema consonán琀椀co nasal palatal; las lenguas romances sí
desarrollan /ɲ/, aunque la gra昀a sea igual en todas (idén琀椀ca pronunciación que nuestro
español 琀椀enen fr. espagnol, cat. espanyol, it. spagnolo o port. espanhol).
- El proceso, la palatalización, es la conversión en palatal de una consonante que no lo era.
- En nuestra lengua, esa gra昀a ñ tan exclusiva, reivindicada como símbolo propio,
representa a un fonema que 琀椀ene diversos orígenes. /ɲ/ puede ser…
a) Fruto de la acción de una yod sobre la nasal precedente (grupo NY): una semivocal
palatal (la [j] de un diptongo) actúa sobre la nasal anterior, “arrastrando” el lugar de
ar琀椀culación de esta hacia el paladar. Es lo que sucede, p.e, en la evolución de lat.
SENIORE > esp. señor.
a. La [j] del diptongo palataliza la n anterior (consonante nasal alveolar)
convir琀椀éndola en una consonante nasal palatal. La semivocal desaparece,
después de dejar su sello (el carácter palatal) en la nasal resultante (embebida en la
nasal palatal).
b) Resultado de un grupo de consonante velar en posición implosiva seguido de
consonante nasal alveolar (grupo GN), p.e. LIGNA> leña. El proceso es más complejo: la
velar implosiva /g/ debió de frica琀椀zar (se deduce de los resultados de otros grupos de
estructura similar con velares implosivas) y después adelantar su lugar de ar琀椀culación
hacia el paladar; allí habría actuado igual que la yod; retrasando el lugar de ar琀椀culación
de la nasal desde los alveolos al paladar: convir琀椀endo la nasal alveolar /n/ en la nasal
palatal (ɲ).
c) Resultado de la evolución de un grupo de geminadas nasales la琀椀nas (NN), al que se
asimiló el grupo MN. El responsable de la palatalización es el refuerzo ar琀椀culatorio: es el
esfuerzo que deben realizar los órganos ar琀椀culatorios para pronunciar el grupo
(AUTUMNU > otoño).
5) Asimilaciones de grupos consonán琀椀cos NS >s, MB >m, PS >s… / MENSE >mes, IPSE >ese…
6) Pérdida de consonantes 昀椀nales: la más general fue la pérdida de -M, ya documentada en
la琀n de época republicana; por esta razón proponemos aquí los é琀椀mos nominales la琀椀nos
sin la -M 昀椀nal del acusa琀椀vo: LIMPIDU(M), REGALE(M)…
c) Sistema consonán琀椀co del español medieval : Además de estos cambios, probablemente
iniciados en la琀n tardío, se producen otros en época posterior (entre época visigó琀椀ca y el
inicio de la Edad Media). Por la falta de documentos es di昀cil explicar muchos cambios
ocurridos en el protorromance o romance común (estadio anterior a la diversi昀椀cación
lingüís琀椀ca peninsular).
- En cualquier caso, los primeros documentos escritos en castellano (a par琀椀r del SX)
permiten reconstruir el sistema consonán琀椀co del español medieval, que podríamos
representar así:
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2. Las nuevas frica琀椀vas /ʒ/, /ʃ/, las africadas /dʒ/, /ts/ y /tʃ/ y la palatal central /j/, 琀椀enen
origen en diversos procesos de palatalización, la mayoría por efecto de una yod o de una
vocal palatal.
- La africada palatal sorda /tʃ/ es la única africada que conserva el español actual.
3. Pérdida de /f-/ inicial la琀椀na: La frica琀椀va laríngea /h/ se da en inicial de palabra, por
pérdida de f- la琀椀na (la laríngea de las palabras con H la琀椀na se había perdido en la琀n vulgar). Se
discute si /h/ debe constar como fonema en español medieval o una realización alofónica
de /f/ (la notación sería [h]) y si a esta aspiración se llega a par琀椀r de la realización alofónica
bilabial [φ ].
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En el paso del la琀n al español actual, se pierde la frica琀椀va labiodental /f-/ inicial en la
mayoría de los casos (FUMU > humo). En las palabras patrimoniales, solo se conserva cuando
va ante los diptongos /ie/ o /ue/: FESTA > 昀椀esta, FOCU > fuego; y ante r (FRONTE > frente).
- Hay casos de conservación ante /l/, aunque son interpretables como cul琀椀smos
(FLORE>昀氀or)
- No están claros los mo琀椀vos de la desaparición de /f-/ : algunos piensan que pudo deberse
a la in昀氀uencia del sustrato vascoibérico, pero hay diferentes teorías.
o El paso previo a la pérdida fue una ar琀椀culación aspirada, se puede representar
como /h/ y que pudo empezar en Casilla en el SIX.
o Las gra昀as f y h alternan en los textos durante varios siglos, sin que podamos
asegurar que la gra昀a f corresponda a la costumbre grá昀椀ca o que la h deba
interpretarse como una aspiración o una pérdida total (cero foné琀椀co, como en
español actual).
- Los textos parecen indicar que la aspiración estaba muy extendida en los siglos XV y XVI:
Nebrija indicaba que la letra h representaba un sonido inicial en palabras como hijo (quizá
porque quedaban restos de esa aspiración en la zona meridional).
- Hacia la 2a mitad del XVI, los tes琀椀monios indican que la pérdida se había generalizado. En
la actualidad, se conserva la aspiración con dis琀椀ntas realizaciones, en varias zonas del
norte peninsular, en el español meridional y también en zonas de Canarias y América.
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consonantes sibilantes (las que producen un ruido parecido a un silbido al pronunciarse: las
frica琀椀vas /ʒ, ʃ, z, s/, y las africadas /dʒ/ y /ts/ del español medieval). En esta época se gestan
algunos de los fonemas más caracterís琀椀cos del español: el velar frica琀椀vo sordo /x/ (jamón) y
el interdental frica琀椀vo sordo /θ / (lo cereza: es un fonema patrimonio de una parte
hispanohablante muy reducida).
En la época medieval, el español tenía seis fonemas sibilantes con un punto de ar琀椀culación
muy próximo, en la zona del paladar (entre los alvéolos y paladar medio). Las 3 series de
consonantes implicadas en esta incómoda concentración ar琀椀culatoria eran las africadas /ts/
y /dʒ/, que eran dentoalveolares; las frica琀椀vas /s/ y /z/, apicoalveolares (más propiamente
/s/ y /z/, con el diacrí琀椀co) y las frica琀椀vas /ʃ/ y /ʒ/, prepalatales.
- Ya en época medieval hay tes琀椀monios de que había comenzado la pérdida de la oclusión
en las africadas, que nos obliga a usar diacrí琀椀cos que marcan la realización
predorsodental.
- La representación grá昀椀ca más frecuente era la que vemos en la columna derecha:
FRICATIVAS
De este modo, entre los SXVI y XVII, el sistema se redujo de seis fonemas a tres (en el español
septentrional) o dos (en el meridional), cuyos puntos de ar琀椀culación están ya distanciados:
- Entre los dientes, la /θ/; en los alvéolos, la /s/; y en el velo del paladar, la /x/.
- El modo de ar琀椀culación para todos es frica琀椀vo, lo cual supone también una
simpli昀椀cación, ya que la ar琀椀culación frica琀椀va requiere menos esfuerzo ar琀椀culatorio que
la africada (en la africación se suman un momento de oclusión y otro momento de
fricación).
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En la tabla, los cuadros de la parte superior re昀氀ejan la pronunciación del español medieval; los
de la parte inferior son los fonemas del español actual en las zonas dis琀椀nguidoras (un sistema
diferente sería el del español meridional y americano). La columna re昀氀eja la evolución desde el
fonema medieval (se parte de la situación en que se habían perdido los correlatos sonoros).
Por una serie de mo琀椀vos complejos, el sistema del castellano septentrional y el meridional
(que incluiría Canarias y América) son diferentes en la actualidad: septentrional
(dis琀椀nguidor): /θ/, /s/ y /x/ y meridional: /s/ y /x/. Además, los fonemas /s/ y /x/ presentan
dis琀椀ntas realizaciones en estas zonas: [s] y [ ] en la zona septentrional; [s] y [h] en la
meridional.
2. Morfosintaxis histórica
2.1 Morfosintaxis nominal
1. La pérdida de la flexión casual latina:
El la琀n usaba las desinencias nominales para re昀氀ejar las funciones del sustan琀椀vo en la
oración: sustan琀椀vos y adje琀椀vos pertenecían a dis琀椀ntas clases formales (declinaciones) que
presentaban su propio conjunto de desinencias para las funciones, los “casos”.
- Una misma palabra podría tener dis琀椀ntos morfemas como marca funcional (el morfema -
ARUM en ROSARIUM indica que es CN; el morfema -AM en ROSAM indica que es CD,
etc.).
- Los morfemas nominales no disponían de marcas especiales para el número, sino que
esta información se expresaba de forma sincré琀椀ca en las propias desinencias causales.
o Tampoco exis琀an marcas de género: se deducía de la pertenencia de las palabras
a un modelo concreto.
- Además de las marcas casuales, el la琀n empleaba también preposiciones con algunos
casos sobrecargados funcionalmente (acusa琀椀vo y abla琀椀vo) para precisar el valor de la
desinencia, y se producían ocasionalmente errores o cruces en las construcciones
preposicionales (AD + acusa琀椀vo para expresar el da琀椀vo, por ejemplo).
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La pérdida comienza en el la琀n, en época tardía (desde el SI) y acaba en protorromance. Este
cambio fue el resultado de la con昀氀uencia de múl琀椀ples factores, entre los que destacan:
a) La falta de correspondencia entre casos y funciones, que provocaba inestabilidad dentro
del propio sistema la琀椀no;
b) La inestabilidad de las marcas formales de caso: la confusión foné琀椀ca producida por los
cambios foné琀椀cos en el consonan琀椀smo y el vocalismo en posición 昀椀nal de palabra (pérdida
de -M en posición 昀椀nal, desaparición de las diferencias cuan琀椀ta琀椀vas entre vocales largas y
breves, reducción de 琀椀mbres vocálicos en posición 昀椀nal...);
c) La extensión en época la琀椀notardía del uso de preposiciones, que aportaban mayor
claridad y precisión como marca funcional y tenían la ventaja de no ser un sistema cerrado.
d) La progresiva 昀椀jación del orden de palabras: ayudaba a reconocer su función en la
oración.
No hay acuerdo sobre si exis琀椀ó una forma nominal única en el origen de los derivados
romances. Se ha defendido que el acusa琀椀vo recogió los valores de los demás casos (llamado
caso universal) y que el origen de los derivados romances está en las formas de acusa琀椀vo (así
Menéndez Pidal).
- Por otro lado, hay datos que demuestran la existencia de un sistema romance de
naturaleza bicasual: con un caso recto, procedente del nomina琀椀vo que serviría como
sujeto, y un caso oblicuo, en el que habrían con昀氀uido las formas de acusa琀椀vo y abla琀椀vo y
que serviría para expresar también las funciones de da琀椀vo y geni琀椀vo.
o Se habría producido un sincre琀椀smo de los casos; la forma originaria no sería la de un
caso concreto, sino la con昀氀uencia foné琀椀ca de caso recto y casos oblicuos.
- En español, los posibles restos de esta declinación bicasual se limitan a la oposición
medieval entre las formas rela琀椀vas qui (< QUI) y quien (< QUEM), perdida en español
moderno.
- Algunos autores explican esta con昀氀uencia de terminaciones de forma global, apoyándose
en una nivelación que habría ido uni昀椀cando analógicamente una gran variedad de casos.
A pesar de la pérdida del sistema casual la琀椀no en español, hay restos de diferencias casuales
en algunos pronombres personales, herederos de dis琀椀ntos casos la琀椀nos: le (<ILLI) para el CI vs.
lo, la (<ILLUM, ILLAM) para el CD, yo < EGO vs. me < ME, mí < MIHI, (con)migo < MECUM, etc.
- También hay restos de 昀氀exión casual en formas lexicalizadas, fosilizadas, que no proceden
del acusa琀椀vo sino de otros casos y conservan formalmente una marca casual sin estar
ligadas a su función originaria: restos del geni琀椀vo, en topónimos como SANCTI EMETERII
> Santander; en los días de la semana: (DIES) LUNAE, (DIES) MARTIS; del abla琀椀vo en
adverbios -mente (BONA MENTE > buenamente); del nomina琀椀vo en nombres propios
DEUS > Dios; o adje琀椀vos adverbializados desde el nomina琀椀vo por su uso como
predica琀椀vos: LAXUS > lejos.
- Finalmente, existen restos sintác琀椀cos de la 昀氀exión casual en formas sin preposición que
recogen valores de acusa琀椀vo, abla琀椀vo o geni琀椀vo la琀椀nos: CC de duración y extensión, que
en la琀n se expresaban con acusa琀椀vos sin preposición (dormir dos horas), CCT, que alternan
con la construcción preposicional (llegar esta tarde) o construcciones de par琀椀cipio
absoluto que expresan circunstancias de dis琀椀nto 琀椀po (pasada la noche, nos levantamos).
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59
En los cul琀椀smos, la persistencia del género e琀椀mológico hace que se conserven como
masculinas palabras en -a (el poeta, el problema), aunque en otros casos opera la analogía (la
cometa).
- Sin embargo, aunque la conservación e琀椀mológica del género haya sido mayoritaria en el
léxico incorporado por dis琀椀ntas vías de transmisión, ha habido en todas las épocas una
fuerte tendencia a acomodar la forma al género, especialmente en sustan琀椀vos referidos a
seres animados, donde el sexo del referente ha podido condicionar el género grama琀椀cal.
o Así, han cambiado su terminación de acuerdo con el género palabras como SOCRU >
suegra (y de ahí el masculino analógico suegro), o NURU > nuera.
- También hay grupos de adje琀椀vos o sustan琀椀vos que crean formas nuevas, analógicas, para
el femenino (mordedora, leonesa, jueza); y los masculinos en -or, -és, -e, ón, que en
español medieval eran invariables, crean después formas femeninas propias: mía señor >
mi señora
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5. El artículo
El la琀n no poseía ar琀culos, aunque es probable que esta categoría comenzara a desarrollarse
en época la琀椀notardía o fuera un uso vulgar, pues es común a todas las lenguas romances.
Suelen citarse contextos la琀椀nos en que los valores de IS, ILLE o IPSE adnominales han perdido
fuerza deíc琀椀ca y 琀椀enen un comportamiento semejante al de los ar琀culos, aunque es di昀cil
precisarlo.
- Origen del ar琀culo: sin un acuerdo de昀椀ni琀椀vo; su aparición puede asociarse al
debilitamiento signi昀椀ca琀椀vo que sufrieron los demostra琀椀vos la琀椀nos, su desgaste
expresivo y la necesidad de reorganizar el sistema en romance, pero es posible que deba
vincularse también a la pérdida de la 昀氀exión casual y la necesidad de actualizar el
sustan琀椀vo en la oración.
- En español, la forma del ar琀culo deriva de ILLE en posición átona.
- La evolución de los ar琀culos en plural y en femenino no plantea problemas (lo, la, los, las <
ILLU(M), ILLA(M), ILLOS, ILLAS): se conservan las marcas de género y número, se simpli昀椀ca
la consonante geminada y se pierde la vocal inicial (como consecuencia de la atonicidad).
- La procedencia de la forma masculina el (variante ell ante vocal) es más problemá琀椀ca,
pues no existe acuerdo sobre su procedencia: ILLE o ILLUM; lo que sí parece claro es que
operó la tendencia a la diferenciación y los dos resultados posibles se especializaron para
los dis琀椀ntos géneros: el para el masculino y lo para el neutro.
o Es posible que el venga de una apócope de elo, para evitar confusión con el neutro
lo.
- La forma femenina medieval ela dio lugar a dos resultados con distribución
complementaria: la (ante consonante) / el (ante vocal). Hasta el SXVII, se usa siempre el
ante femeninos que comienzan con a-, tónica o átona, pero se produce vacilación cuando
el sustan琀椀vo empieza por otra vocal (el espada o la espada),
o En español moderno, el solo se usa ante sustan琀椀vos femeninos que comienzan por
á- tónica, aunque no son raras las vacilaciones en la atribución de género, re昀氀ejadas
en la confusión de la concordancia de adje琀椀vo y determinantes.
En español medieval el ar琀culo masculino singular el podía aglu琀椀narse con las preposiciones
terminadas en vocal, dando lugar a contracciones que se han perdido en español moderno:
antel, contral, desdel, pora... las formas conna(s), enno(s) son dialectales y solo se encuentran
en textos muy tempranos. El proceso nunca alcanzó la extensión de otras lenguas romances y
hoy solo se conservan dos contracciones: al y del.
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6. Los demostrativos
En las lenguas romances se da una amplia reestructuración de los sistemas de los
demostra琀椀vos, anafóricos, iden琀椀昀椀cadores y enfá琀椀cos la琀椀nos. Los cambios más importantes
son los siguientes:
En la evolución al español se pierde el anafórico IS, debido a su escasa en琀椀dad fónica; para la
referencia interna, el español u琀椀lizará los demostra琀椀vos, que ya en la琀n servían para ello. Del
mismo modo desaparece HIC, forma muy vulnerable ante la erosión foné琀椀ca, y la deíxis
queda limitada a un sistema binario: ISTE es el demostra琀椀vo de cercanía e ILLE el de lejanía.
- Aun así, el español reconstruye un sistema ternario, habilitando como nuevo
demostra琀椀vo de distancia media el derivado de IPSE (otros romances (fr. it.) conservan un
sistema binario)
- En la琀n tardío se produjo un desgaste expresivo de los demostra琀椀vos, lo cual, unido a su
erosión foné琀椀ca, jus琀椀昀椀ca la presencia de refuerzos formales con par琀culas de valor
deíc琀椀co (*ACCE-/ *ACCU- o *ECCE): en español, este fue el origen del sistema deíc琀椀co
reforzado aqueste, aquese, aquel, que tenemos en textos medievales y clásicos.
o Sin embargo, solo aquel conservó el refuerzo, mientras que los demostra琀椀vos de la
1ª y 2ª persona, donde no fue sistemá琀椀co, lo perdieron después del SXVI.
- Como determinante y pronombre de valor enfá琀椀co e iden琀椀昀椀cador se habilita un derivado
de IPSE con doble refuerzo (MET- e - IMUS): METIPSIMUS > medésimo > mismo.
Con todo, los cambios más importantes son los que sufren los derivados de ILLE: a par琀椀r de
las formas de este demostra琀椀vo la琀椀no, en usos átonos, se crea la categoría del ar琀culo en
español (el, la, lo), pero además, en uso tónico, ILLE sirve para dar vida a otra nueva categoría
inexistente en la琀n: el pronombre personal de 3ª persona no re昀氀exivo en función de sujeto ( él,
ella, ello), que completará el paradigma de pronombre personal de 3ª persona no re昀氀exiva
(formas átonas lo, la, los las).
7. Los posesivos
A diferencia del la琀n, el español 琀椀ene dos series de posesivos, tónica y átona, que dan
resultados diferentes en las formas de un solo poseedor y en las de 3ª persona ( mío/mi,
tuyo/tu, suyo/su).
- Las variantes mío, tuyo, suyo se usan como pronombres o adjuntos (en posición
posnominal como atributos o acompañadas de ar琀culo), mientras que mi, tu, su son
determinantes.
- Ésta es la situación que presenta el español actual, pero que no se estabilizó hasta el SXV.
En español medieval, la distribución no era en absoluto regular ni seguía un criterio
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de昀椀nido; por eso se han buscado varias explicaciones a las múl琀椀ples variantes y los
frecuentes cruces entre posesivos apocopados o plenos y entre masculinos o femeninos.
Hasta el XIV se dis琀椀nguían, en posición átona, mio, to, so -masculinos- (< MEUS, TUUS, SUUS)
de mi, tu, su -femeninos- (<MEA, TUA, SUA, con disimilación de /ía/ en /íe/ y apócope de /e/).
- La explicación más habitual es que la síncopa del femenino se ex琀椀ende al masculino y así
encontramos como masculinos mi, to, so junto a mío, tu, su en proclisis.
- Se ha intentado jus琀椀昀椀car por supuesto triunfo de las formas femeninas sobre las
masculinas el cambio acentual de mio a mío (por analogía con el femenino mía). Sin
embargo, es di昀cil explicar, si se acepta la teoría, por qué se producen muchos cruces
entre formas masculinas y femeninas (p.e., la variante masculina so u琀椀lizada para
femenino) y, sobre todo, por qué se impone precisamente la forma marcada (femenino)
sobre la no marcada (masculino).
Otra explicación es la que busca el origen de estas variantes en la distribución diastrá琀椀ca que
subyace al sistema medieval de los SXIII-XIV: así, todas las formas proclí琀椀cas serían tónicas,
pero habrían exis琀椀do en esta posición dos subsistemas, uno culto y otro popular.
a) Formas populares: monosilábicas, se explicarían por tendencia an琀椀hiá琀椀ca (con diptongo:
mió, miá, mié, o con monoptongación: to, so, tuá, tué, suá, sué).
b) Formas cultas: habrían conservado el hiato y se habría perdido la vocal 昀椀nal por síncopa
sintác琀椀ca: mío > mi, túo > tu, súo > su...) De esta manera, el origen de las variantes
posesivas en proclisis, para ambos géneros, habrían sido las formas cultas (la apócope
solo puede producirse a par琀椀r de las formas con hiato).
a. En el caso de su, parece que se impuso por ser la variante culta y porque la forma so
entraba en una homonimia incómoda con la 1a persona sing. del verbo ser y con la
preposición heredada SUB; por analogía con su, se habría extendido también tu.
A par琀椀r del SXIV, tenemos las formas plenas tuyo y suyo (tónicas y bisílabas, al igual que mío),
que se u琀椀lizan como pronombres y en posición posnominal (como adjuntos); parece que las
formas femeninas tuya y suya fueron anteriores.
- Sobre por qué se inserta la consonante palatal en ellas, habría que considerar, además de
la tendencia an琀椀hiá琀椀ca, la analogía con el rela琀椀vo posesivo átono cuyo, donde la palatal
era e琀椀mológica (< CUIUS) y que tenía una relación directa con el sistema de los posesivos.
Sobre los posesivos de la 3ª persona, el español, al igual que el la琀n, no presenta diferencias
formales entre singular y plural: para ambos se usa su (<SUUS) y su variante plena suyo.
- Sin embargo, el español su / suyo no conserva la naturaleza re昀氀exiva del lat. SUUS, que
solo se usaba cuando el poseedor coincidía con el sujeto de la oración (si era otro
diferente al sujeto, se u琀椀lizaba el geni琀椀vo de IS: EIUS, EORUM o EARUM, y más tarde el de
ILLE, una vez que comienza a perderse el anafórico: ILLIUS, ILLORUM o ILLARUM).
- La dis琀椀nción entre posesivos re昀氀exivos / no re昀氀exivos en la 3ª persona se perdió ya en
época la琀椀notardía; así, SUUS pasó a emplearse en ambos casos, tanto si el poseedor era el
sujeto de la oración como si no lo era.
El español no ha conservado formas derivadas de esos geni琀椀vos de valor posesivo, pero otras
lenguas romances sí: cat. llur, fr. leur, it. loro (en textos castellanos medievales de in昀氀uencia
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riojana se encuentra lur, pl. lures con este valor); pero la distribución funcional es diferente a
la la琀椀na: los derivados de SUUS se u琀椀lizan para un solo poseedor y los de ILLORUM para
varios, introduciendo una diferencia que no exis琀a en la琀n (it. il suo amico vs. il loro amico).
- Al no exis琀椀r en español la posibilidad de expresar la posesión de varios poseedores con
una forma especí昀椀ca, el posesivo su está muy sobrecargado, pues sirve además para la
posesión de la 2ª persona deferencial usted, ustedes.
- Por esto, se ha hecho rela琀椀vamente frecuente la adición de construcciones
preposicionales que con琀椀enen un pronombre personal con el que la referencia se hace
explícita: su casa de él / de ella / de ellos / de ellas, que en la lengua actual se u琀椀lizan
preferentemente en América y el español meridional.
El sistema pronominal presenta restos de 昀氀exión nominal, pero la conservación es más formal
que funcional: las formas proceden de diferentes casos la琀椀nos, pero no se corresponden con
funciones en español (salvo en el caso de los pronombres sujeto), sino que se redistribuyen de
acuerdo con otros criterios: las formas heredadas del acusa琀椀vo se u琀椀lizan como formas
átonas y las heredadas del da琀椀vo serán tónicas y servirán como término de preposición.
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- Los únicos restos autén琀椀cos de 昀氀exión (pronombres con formas diferentes para dis琀椀ntas
funciones) se encuentran en la nueva 3ª persona (no re昀氀exiva) que el español crea a
par琀椀r del demostra琀椀vo ILLE: sujeto él, ella, ello / CD lo(s), la(s), lo; CI le.
- El aislamiento paradigmá琀椀co de esta “declinación” pronominal, pudo contribuir a que
desde muy pronto se dieran interferencias funcionales entre las formas átonas lo, la y le
(leísmo, laísmo y leísmo).
En las demás personas, las formas derivadas del da琀椀vo se conservan como pronombres
tónicos, usados como término de preposición (MIHI > mí... La serie debería haber sido mí (<
MIHI), 琀椀be (< TIBI) y sí o sibe (< SIBI); exis琀椀eron sibe y mibe (formas analógicas de 琀椀be), pero
no arraigaron y funcionó la analogía sobre el modelo de mí, que condicionó el resultado 昀椀nal
(mí, 琀椀, sí).
- Los derivados de acusa琀椀vos se conservan como formas átonas, para la función de CD y CI
(me, te, se, nos, (v)os), excepto en la 3ª persona no re昀氀exiva.
- Para la 1ª y 2ª persona del plural, las formas de sujeto fueron hasta el XIV nos y vos; se
crea entonces una forma compuesta nosotros y vosotros (< NOS ALTEROS, VOS ALTEROS),
que puede aparecer con sus elementos separados (nos otros, vos otros).
o En principio tendrá valor de oposición entre dos grupos, pero en el XVI se perderá y
pasarán a representar simplemente las personas verbales (ya en el XV encontramos
nosotros y vosotros como simples sus琀椀tutos de nos y vos).
o Es posible que el nacimiento de la forma compuesta vosotros esté relacionado con
la necesidad de dis琀椀nguir entre la 2ª persona plural y el uso deferencial de vos
para la 2ª persona singular; por analogía con vosotros se habría creado nosotros.
Las formas en que la preposición CUM era enclí琀椀ca (MECUM, TECUM, SECUM, NOBISCUM,
VOBISCUM, NOSCUM, VOSCUM) sufren cambios importantes.
- En la琀n vulgar se pierde la conciencia de que la parte 昀椀nal encierra la preposición y se
hipercaracterizan los derivados, a los que se añade CUM para indicar el valor
circunstancial de compañía: las formas españolas derivan de estas la琀椀notardías (CUM
MECUM...).
- En la 1ª y 2ª persona singular, así como en la tercera re昀氀exiva, el resultado regular hubiera
sido comego, contego, consego, pero por analogía con mí, 琀椀, sí (términos de preposición)
se hacen comigo, con琀椀go, consigo: después, otra analogía hace aún más regular esta serie
añadiendo una n a conmigo: así conmigo, con琀椀go, consigo, que son las que han pervivido.
- En el plural, de las formas vulgares con la preposición antepuesta CUM NOSCUM y CUM
VOSCUM, tenemos los medievales convusco / combusco, co(n)nusco, que antes de
terminar la Edad Media fueron sus琀椀tuidas por los sintagmas regularizados con nosotros-
con vosotros.
- La /u/ de los medievales conmusco y convusco se ha intentado explicar de varias maneras:
o Por analogía con la serie del singular, en que la /e/ e琀椀mológica se había cerrado
en /i/ por disimilación de dos /o/ con琀椀guas; o por analogía con la /u/ del singular
tú.
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Entre las principales alteraciones que afectaron a la forma de los pronombres átonos están.
a) La apócope de la vocal 昀椀nal se producía en usos enclí琀椀cos y fue más frecuente y
duradera en el caso de le y se (hasta el SXV) que en el de me y te (en este caso, la pérdida
de la -e prác琀椀camente termina con el SXIII, época de apócope extrema).
b) Asimilaciones consonán琀椀cas cuando los enclí琀椀cos se unen a in昀椀ni琀椀vos e impera琀椀vos:
bien entre la -r 昀椀nal del in昀椀ni琀椀vo y la l- inicial de los pronombres de tercera persona
(tenello por tenerlo), o entre la -d 昀椀nal del impera琀椀vo y la l- del enclí琀椀co: (ponello por
ponedlo), aunque en este caso lo más frecuente es la metátesis (poneldo).
En el sistema del español moderno han surgido variantes diatópicas: mientras que en la mayor
parte del español peninsular las formas tú-vosotros se oponen a las de respeto usted-
ustedes, en América, Canarias y parte de Andalucía se ha perdido el pronombre vosotros, de
modo que ustedes se u琀椀liza de forma indis琀椀nta, para todo 琀椀po de tratamiento hacia la 2ª
persona plural.
- Además, en gran parte de América surge a par琀椀r del SXVII el voseo, es decir, la u琀椀lización
de vos para todo 琀椀po de tratamiento de la 2ª persona de singular.
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5) Se crea todo un paradigma de formas compuestas con haber + par琀椀cipio, que sus琀椀tuye a
las formas sinté琀椀cas del perfectum la琀椀no: AMAVI, AMAVERAM, AMAVERO, AMAVERIM,
AMAVISSEM — he amado, había amado, habré amado, haya amado, hubiera / -ese
amado.
6) Se conservan las formas sinté琀椀cas de perfecto la琀椀no con otros valores:
a. Un nuevo 琀椀empo en la esfera del pasado, el perfecto simple (AMAVI > amé);
b. Un nuevo imperfecto de subjun琀椀vo con la forma heredera de los pluscuamperfectos
la琀椀nos (AMAVERAM > amara, AMAVISSEM > amase).
c. Un nuevo futuro simple de subjun琀椀vo, en el que con昀氀uyen el perfecto de
subjun琀椀vo y el futuro perfecto la琀椀nos (AMAVERIM / AMAVERO > amare / ant.
amaro).
7) Se pierden las desinencias especí昀椀cas de la voz pasiva y se sus琀椀tuyen las formas
sinté琀椀cas por la pasiva perifrás琀椀ca con el auxiliar ser o por la pasiva re昀氀eja con se:
AMATUR — es amado, DICITUR — se dice.
Respecto las formas no personales del verbo, se operó una importante reducción del sistema
la琀椀no en el paso al español: no se han conservado muchas formas la琀椀nas de par琀椀cipio
(AMANS, AMATUS, AMATURUS), in昀椀ni琀椀vo (AMARE, AMARI, AMAVISSE, AMATUM ESE,
AMATURUM ESE, AMANDUM ESE), gerundio (AD AMANDUM, AMANDI, AMANDO) o
gerundivo (AMANDUS) y supino (AMATUM, AMATU).
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- En el SXV se ex琀椀enden las formas sin -d- y a comienzos del SXVI se imponen los
resultados de昀椀ni琀椀vos: en España, -áis, -éis, -ís vs. en las zonas voseantes de América, - ás,
és, ís.
- Es posible que el éxito de las formas con diptongo se deba a la necesidad de dis琀椀nguir las
formas correspondientes a la persona tú de las de la persona vos: amas / amás hubieran
sido homógrafas porque la costumbre de acentuar grá昀椀camente no estaba extendida.
o A par琀椀r del XVI, el diptongo de las formas paroxítonas se reanaliza como marca de
2ª p. pl. y se ex琀椀ende analógicamente a los 琀椀empos que tenían formas
proparoxítonas: los imperfectos de indica琀椀vo y subjun琀椀vo cantávades, cantárades,
cantássedes, y el futuro de subjun琀椀vo cantáredes pasan a cantabais, cantarais,
cantarais).
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frecuentes (hice, dije, tuve, hube, supe). No hay que olvidar que la evolución es común a
los 琀椀empos simples heredados del sistema de perfectum la琀椀no (hiciera, hiciese, hiciere...).
70
El proceso de grama琀椀calización por el que las perífrasis se convierten en formas del paradigma
es similar al de la perífrasis de perfecto: deseman琀椀zación del auxiliar (más fácil en este caso,
pues no existen elementos sintác琀椀camente dependientes de haber), 昀椀jación del orden de los
elementos y, a diferencia del perfecto compuesto, no se invierte el orden auxiliado – auxiliar.
- Los dos verbos se funden, pasando el auxiliar a conver琀椀rse en simple morfema temporal
y desapareciendo la posibilidad de intercalación de elementos ajenos a las perífrasis.
- Hasta el SXVI, sin embargo, no se estabilizó plenamente la forma sinté琀椀ca de los nuevos
futuros, sino que durante mucho 琀椀empo (con frecuencia en español medieval y de forma
cada vez más esporádica hasta el SXVI), coexis琀椀eron dos 琀椀pos de formaciones de futuro y
condicional: analí琀椀cas y sinté琀椀cas.
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Proceso de fusión de los dos elementos: foné琀椀camente, el desplazamiento del acento al su昀椀jo
deja la vocal temá琀椀ca del in昀椀ni琀椀vo de los verbos en -er, -ir en posición protónica, por lo que
琀椀ende a perderse (vivir he > viv'ré).
- Se producen entonces combinaciones consonán琀椀cas que pueden resultar problemá琀椀cas
y fuerzan diferentes procesos de asimilación, epéntesis o metátesis: (pon’ré > porné o
pondré; venc'ré > vencré; sal'ré > saldré).
- En otros casos, las consonantes en contacto forman una combinación admisible (sabré).
- Finalmente, en algunos verbos muy frecuentes se consolida la síncopa de la vocal
temá琀椀ca del in昀椀ni琀椀vo (saldré, tendré, pondré, querré, podré), mientras que en otros la
analogía con el resto del paradigma repone esta vocal (caeré, entenderé, etc.).
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- El español medieval, igual que otras lenguas románicas (francés, italiano, catalán…) tuvo
par琀椀cipios en -udo, derivados del par琀椀cipio en -UTUS que en la琀n tardío se extendió a
varios verbos con perfecto en -UI (VENDUTUS > fr. vendu, it. venduto, cat. vendut).
o En los textos medievales españoles hay par琀椀cipios en - udo, que desaparecieron y
fueron sus琀椀tuidos por par琀椀cipios en -ido (en XV los ejemplos son puntuales).
o Esta presencia suele asociarse a in昀氀uencia francesa, porque los ejemplos de estos
par琀椀cipios son especialmente numerosos en la primera mitad del SXIII; después, al
debilitarse la in昀氀uencia cultural francesa, habrían dejado de u琀椀lizarse.
o Frente a esta causa, la pérdida del par琀椀cipio en -udo se ha vinculado a la extensión
de adje琀椀vos de carácter despec琀椀vo (cabezudo, cornudo...): para iden琀椀昀椀carlos mejor
como par琀椀cipios, se pre昀椀rió la variante -ido, que presentaba el resto del paradigma.
2.3 Adverbio
1. Origen y evolución formal de los adverbios
Según su procedencia, hay dos grandes grupos de adverbios: los heredados directamente del
la琀n y los formados a par琀椀r de otros elementos, en época la琀椀notardía, o en el propio
romance.
- La creación de nuevos elementos se realiza a par琀椀r de la combinación de otras par琀culas:
combinación de adverbios, preposición + adverbio, adverbio + preposición, preposición +
nombre, preposición + preposición o de palabras o sintagmas la琀椀nos en abla琀椀vo.
- Perviven algunos adverbios la琀椀nos en las formas correspondientes del español ; algunos de
los que expresan lugar, 琀椀empo y modo son: hoy (< HODIE), siempre (< SEMPER), nunca (<
NUMQUAM), ante(s) (< ANTE), ya (< IAM), yer (<HERI); fuera(s) (<FORAS), suso
(<SURSUM), cerca (<CIRCA), lueñe (< LONGE), y/i (< ¿IBI, HIC?), ende (< INDE); bien
(<BENE), mal (< MALE), cras (< CRAS), fuera(s) (< FORAS), yuso (< DEORSUM).
- Algunos adverbios (eras, lueñe, suso) son 琀picamente medievales: en el XV dejan de
usarse y son sus琀椀tuidos por otros de diversas procedencias (cras por mañana, lueñe por
lejos).
- Otros se ven relegados ante formas reforzadas por otras par琀culas (ayer desplaza a yer,
después desplaza a pues, etc).
- Perviven también en español los adverbios cuan琀椀ta琀椀vos más (< MAGIS, preferido a PLUS),
menos (< MINUS), mucho (< MULTO) y poco (<PAUCUM); mucho presentaba delante de un
adje琀椀vo las variantes muy (ante consonante) y much (ante vocal).
- Proceden del la琀n los adverbios de a昀椀rmación sí (<SIC) y negación no(n) (< NON).
Por otro lado, en español se han formado nuevos adverbios a par琀椀r de categorías variadas, no
solo derivados de adverbios la琀椀nos; el procedimiento habitual combina PREP + ADVERBIO: de-
y después (< de + POST), es- y entonce(s), med. entonz, estonz (< EX o IN-+ TUNCE), ayer, med.
yer (<a + HERI), allí (a +ILLIC), allá (a +ILLAC), ahí (a + med. y “allí”), atrás o detrás (a/de +
TRANS), dentro (< DE INTRO), afuera (a + FORAS), así (<a + SIC). También surgen nuevas formas
como:
a) Combinaciones de otros adverbios : jamás (< IAM + MAGIS), aquí (< ECCE HIC), acá (< ECCE
HAC), también (< TAM BENE), tampoco (< TAM PAUCUM).
b) Combinación de preposición + sustan琀椀vo : arriba (a + med riba “ribera”), encima (en + cima
“en lo más alto”), enfrente (en + frente).
c) Combinación de varias preposiciones: a-/de-tras.
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d) Resultado de sintagmas la琀椀nos en abla琀椀vo: agora (<HAC HORA), (h)ogaño (< HOC ANNO),
todavía (<TOTA VIA), bajo (< adje琀椀vo BASSO), çedo “pronto” (<CITO).
No se conserva en español ninguno de los dos su昀椀jos principales que tenía el la琀n para
formar adverbios (-E, ITER). Una marca caracterís琀椀ca en español, de la que solo conservamos
ejemplos esporádicos, es la -s adverbial que presentan, p.e., entonces o mientras.
- Tampoco se han conservado los adverbios medievales compuestos con guisa (昀椀era guisa).
- El único procedimiento sistemá琀椀co desarrollado en romance es la terminación -mente
para formar adverbios de modo; se combina con adje琀椀vos femeninos, porque en principio
era un sintagma con el sustan琀椀vo femenino MENS, -NTIS (primera mente).
o En la琀n vulgar se encuentran sintagmas en los que el sustan琀椀vo se ha
deseman琀椀zado y 琀椀ene valor cercano a un morfema adverbial de modo, de ahí la
existencia de estas formaciones en dis琀椀ntas lenguas romances.
o En época medieval, se pueden encontrar los dos elementos separados
grá昀椀camente;
o Además, en esa época la terminación -mente alternaba con -miente y con la forma
con epéntesis (frecuente en XIII) -mientre: fuerte mente, fuertemiente,
fuertemientre.
Un resto del an琀椀guo deíc琀椀co y se conserva en la forma impersonal de presente del verbo
haber (hay), que en español medieval podía aparecer con sus elementos separados (ha y) y
también con otros 琀椀empos verbales (ouo y, avie y, etc.).
- De este empleo pudo extenderse también a las 1as personas del sing. de los verbos dar,
ir, ser y estar, que cambian sus formas medievales so, do, estó y vo por soy, doy, estoy y
voy (empiezan a aparecer a par琀椀r del XIV, sin que estén claros los mo琀椀vos, y no se
generalizan hasta el XVI, justo cuando el adverbio y prác琀椀camente había desaparecido de
la lengua).
3. Sintaxis adverbial
Tradicionalmente, los estudios de morfosintaxis histórica de adverbios han prestado atención,
casi de forma exclusiva, a los procedimientos de formación de nuevos elementos y a los
cruces entre adverbios, las preposiciones y conjunciones. Sin embargo, se advierte desde
hace años por estudiar la evolución sintác琀椀ca de esta clase de palabras, así que contamos con
estudios que mani昀椀estan la riqueza evolu琀椀va de muchos elementos de esta categoría
heterogénea.
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2.4 Preposiciones
Por lo que se re昀椀ere a su origen y evolución, derivan directamente de preposiciones la琀椀nas: a
(AD), ante (ANTE), cerca (CIRCA), contra (CONTRA), con (CUM), de (DE), en (IN), entre (INTER),
por (PER/PRO), según (SECUNDUM), sin (SINE), so (SUB), sobre (SUPER), tras (TRANS).
- El español crea nuevas preposiciones u琀椀lizando diferentes procedimientos de formación
como la aglu琀椀nación de preposiciones: desde (<DE + EX + DE): para, ant. pora (<PER/PRO
+ AD); o la grama琀椀calización de adje琀椀vos (bajo < Basso) o sustan琀椀vos, a veces seguidos de
preposición: hacia (< FACIE AD), cabe (< CAPUT).
o En algunos casos, se producen préstamos: hasta (ár. ha琀琀á).
- En época medieval eran frecuentes contracciones de preposición y ar琀culo (conna, poral);
sin embargo, el español moderno conserva únicamente dos contracciones: al y del.
- En época reciente, el sistema de preposiciones se amplía con la grama琀椀calización de los
par琀椀cipios salvo, mediante y durante.
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76
Además, son heredadas del la琀n otras conjunciones subordinantes, como la an琀椀gua causal ca
(QUIA), la modal como (<adv. QUOMO, usado con el valor de UT) o la temporal cuando
(QUANDO, ya sin valor causal en época la琀椀notardía) y la condicional si (< SI).
- En el español se crean nuevos nexos, por diversos procedimientos : la concesiva medieval
maguer(a) es un préstamo del griego reemplazada a par琀椀r del XV por aunque (< aun +
que); la temporal mientras resulta del reanálisis de demientre, an琀椀guo domientre (DUM
INTERIM)
o Otro importante proceso de creación de locuciones conjun琀椀vas es la asociación
del nexo que a una preposición; así se crean ante(s) que, porque, para que, hasta
que...
o Menos extendido está el recurso a sustan琀椀vos seguidos de que: de manera que…
- Los pronombres rela琀椀vos del español vienen del paradigma único del rela琀椀vo-
interroga琀椀vo. Para la referencia personal, en español medieval alternan qui (QUI) y quien
(QUEM), formas únicas sing. y pl. y con distribución poco clara según las funciones y
género del antecedente.
o Por otro lado, una forma que sirve para la referencia personal y no personal es
que (no hay acuerdo sobre sí procede del interroga琀椀vo neutro QUID, o de QUEM
tomado como átono, o si su -e puede deberse a un cruce con el femenino QUAE).
o A estos pronombres se añadió el rela琀椀vo-interroga琀椀vo qual (QUALEM) en
principio tenía valor cualita琀椀vo y solía aparecer en correlación con tal (paralelo al
la琀n TALIS... QUALIS); en la época medieval, qual se usaba frecuentemente sin
ar琀culo.
El español usó una forma derivada del geni琀椀vo del pronombre rela琀椀vo la琀椀no (CUIUS del
cual), con valor rela琀椀vo y posesivo a la vez: cuyo. Aunque CUIUS en la琀n servía para los tres
géneros, el derivado se reinterpretó masculino y se crearon las formas analógicas de femenino
y plural.
- En español moderno, cuyo solo funciona como determinante (acompañando a sustan琀椀vo)
y solo rela琀椀vo, no interroga琀椀vo. En español medieval y clásico era también pronombre.
- El aislamiento paradigmá琀椀co de cuyo, único rela琀椀vo-posesivo del sistema, ha facilitado en
todas las épocas su sus琀椀tución por la secuencia no norma琀椀va que su.
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Además, también se advierten cambios importantes dentro de los sintagmas nominales, que
en español no se podrán escindir: adje琀椀vo y sustan琀椀vo, p.e., no se pueden separar tanto
como sucedía en la琀n (AEQUAM-MENTEM), ni admiten preposición intercalada (REBUS IN
ARDUIS).
- Como en el ejemplo, el verbo ha pasado a la posición inicial dentro del predicado,
aunque los circunstanciales conservan la posibilidad de anteponerse sin tener carácter
enfá琀椀co.
- Por el gusto la琀椀nizante de algunas épocas, como el XV, podemos encontrar el verbo detrás
de sus complementos frecuentemente, en la posición 昀椀nal de la oración.
La existencia de un orden más estable facilita que las alteraciones resulten más expresivas : la
anteposición de un miembro del predicado se interpreta como proceso enfá琀椀co, para
destacar un cons琀椀tuyente relevante pragmá琀椀camente. También la duplicación pronominal de
algunos complementos 琀椀ene carácter enfá琀椀co; en algunos casos, como con un CD y CI
antepuestos al verbo, la duplicación llegará a ser obligatoria: A mi hermana no la veo nunca.
El orden de palabras está condicionado por otros factores. En época medieval hay que tener
en cuenta la ley de enclisis (Ley de Wackernagel para el indoeuropeo, Ley de Tobler-Mussa昀a
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para las lenguas romances), que impide a las formas prosódicamente débiles, como los
pronombres átonos o verbos auxiliares, ocupar la posición inicial de la oración o encabezar un
grupo fónico.
- En época medieval los clí琀椀cos necesitan tener delante una palabra tónica a la que unirse,
aunque también pueden apoyarse en una conjunción o un pronombre rela琀椀vo: yl, quel...).
- En posición proclí琀椀ca, es decir, antepuesto al verbo, el pronombre no siempre aparecía
inmediatamente antes de la forma verbal, podía quedar separado por otros elementos.
- A lo largo del SXVII, se pierde la posibilidad de intercalar los clí琀椀cos entre los elementos
de una perífrasis, se limita la enclisis y empieza a imponerse la proclisis del pronombre
átono respecto al verbo (salvo si este es in昀椀ni琀椀vo, gerundio o 琀椀ene valor exhorta琀椀vo). Se
llega así a la regla moderna de colocación de pronombres átonos, que no impide que los
clí琀椀cos encabecen oración y grupo fónico, sino que se establece una distribución funcional:
proclisis con todas las formas verbales, salvo con gerundios, in昀椀ni琀椀vos, impera琀椀vos y
subjun琀椀vos exhorta琀椀vos, con los que se conserva la enclisis (lo miré, lo he mirado vs
mirarlo, mirándolo).
2. Naturaleza de los predicados
No puede hablarse propiamente de evolución histórica en la naturaleza de los predicados, que
con琀椀núan esencialmente los 琀椀pos la琀椀nos, pero algunos aspectos que sufren cambios en el
paso del la琀n al español son los siguientes:
1) Respecto a la diferencia entre predicación y atribución : los verbos ser y estar compar琀an
en época medieval dos valores, loca琀椀vo (encontrarse en un si琀椀o) y atribu琀椀vo: para
expresar la situación, predominaba ser para la situación local permanente, pero
alternaba con estar y yazer. Para la situación no permanente, en sen琀椀do de hallarse
presente, dominaba estar.
a. Históricamente la evolución en los usos loca琀椀vos consiste en la progresiva
ampliación del uso de estar, hasta que en el XVII deja de u琀椀lizarse ser con este
valor.
b. Sobre la diferencia entre ser y estar en oraciones atribu琀椀vas, no se han producido
cambios de interés. Su distribución siempre ha estado condicionada por la noción de
“permanente” o “esencial” (ser) frente al carácter “temporal” o “accidental”
(estar), aunque en todas las épocas ha habido usos que no se ajustan a esta
dis琀椀nción.
2) Predicados transi琀椀vos: es de interés el análisis de los cambios en los usos de haber y tener
como verbos transi琀椀vos para expresar posesión. En los primeros textos haber tenía
sen琀椀do de posesión incoa琀椀va “lograr, obtener” y se imponía si el CD era un sustan琀椀vo
abstracto.
a. Tener presentaba un sen琀椀do de posesión dura琀椀va “mantener, retener” y se usaba
más con sustan琀椀vos concretos.
b. Pero, esta distribución no era sistemá琀椀ca y se producían numerosas interferencias.
c. En su evolución histórica, tener va invadiendo todos los contextos en los que se
usaba haber, hasta que en el XVI acapara todos los signi昀椀cados transi琀椀vos y se
especializa también como auxiliar en la perífrasis perfec琀椀vo-resulta琀椀va (tengo
aprendido), una vez que haber se grama琀椀caliza como auxiliar del perfecto
compuesto.
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i. Como restos del valor transi琀椀vo de haber, quedan solo su uso como
impersonal y las expresiones haber lugar, haber menester.
d. La pérdida de haber para expresar la posesión está relacionada con su
especialización como auxiliar de 琀椀empos compuestos he amado, p.e., aunque la
deseman琀椀zación no era necesaria para conver琀椀rse en auxiliar (lo prueba la
evolución del italiano+francés: conservan avoir y avere como verbos transi琀椀vos y
auxiliares de 琀椀empos compuestos).
En español medieval, la pasiva re昀氀eja tenía un uso reducido, limitado a sujetos no animados;
abundan los ejemplos con el sustan琀椀vo cosa o el inde昀椀nido nada como sujetos. Por el
contrario, existen en esta época pocos casos de pasiva re昀氀eja con sujeto personal, y no
siempre está clara la frontera entre el valor re昀氀exivo y el pasivo re昀氀ejo (p.e. “vencerse”, en
sen琀椀do de rendirse); si el sujeto es una subordinada sustan琀椀va, el sen琀椀do impersonal es más
claro (Dízese que…).
- A en el SXV, 昀椀nal de la Edad Media, se produce un paso importante en la evolución de
estas construcciones: comienzan a usarse con verbos intransi琀椀vos, con valor impersonal
claro.
o Existen antecedentes la琀椀nos para esta construcción con verbos intransi琀椀vos en voz
pasiva y valor impersonal (PUGNABATUR “se luchaba”).
- En el XVI, el uso de la impersonal con se y verbo intransi琀椀vo está plenamente
generalizado; el reparto en esta época sería: la pasiva re昀氀eja se u琀椀liza con verbos
transi琀椀vos y sujeto no personal, mientras que la construcción impersonal se reserva para
los verbos intransi琀椀vos.
- A par琀椀r del XVI, empezamos a encontrar casos de se impersonal re昀氀ejo también con
verbos transi琀椀vos. En este caso, el CD aparece encabezado con la preposición a si es de
persona.
- En español actual, se usan las dos construcciones : pasiva re昀氀eja (se celebrarán las pruebas
en mayo) e impersonal re昀氀eja (se atendió a los enfermos); pero no es raro que se
produzcan confusiones y faltas de concordancia (*Se han tenido que atender a muchas
personas).
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Respecto al orden de los elementos, hay tendencia a la posposición del sujeto en pasiva
re昀氀eja, aunque no es obligada. En la impersonal re昀氀eja el CD también 琀椀ende a posponerse
(se informó a los familiares); si se antepone es por énfasis y debe repe琀椀rse mediante un
pronombre átono (a los familiares se les informó).
- Por otro lado, el morfema se aparece durante toda la época medieval en posición
enclí琀椀ca, unido al verbo, con las formas verbales perfec琀椀vas, con las formas no
personales y con el impera琀椀vo (por la ley de enclisis). Desde el XVI está la distribución
actual:
o Enclí琀椀co con el impera琀椀vo, subjun琀椀vo exhorta琀椀vo y formas no personales
o Proclí琀椀co (se + verbo) en las formas personales (excepto el impera琀椀vo)
perfec琀椀vas e imperfec琀椀vas.
4. La expresión de la negación
En todas las épocas de la historia del español, el procedimiento para la negación es anteponer
el adverbio de negación (no / non) al verbo o al elemento negado.
- Por otro lado, en español medieval exis琀a la negación an琀椀cipada: en que la negación
afecta a un verbo subordinado pero el adverbio se coloca delante del verbo principal (No
creo que lo quiera = Creo que no lo quiere).
o En textos an琀椀guos encontramos casos con negación an琀椀cipada que la lengua
actual ya no acepta (No mando que se haga... con valor de Mando que no se
haga...)
- El aspecto más destacable en la evolución de los procesos de negación es el
comportamiento de las construcciones con doble negación: simultáneamente se da el
adverbio de negación no y otra negación contenida en una palabra nega琀椀va (inde昀椀nidos
como ninguno, nada y nadie; adverbios nega琀椀vos como nunca, jamás y tampoco; y la
conjunción nega琀椀va ni)'.
o Históricamente, la evolución de la negación en estas construcciones consiste en la
desaparición de la negación doble en posición preverbal: desde mediados del
SXV, el adverbio de negación desaparece en estos casos (compárese nunqua non
uiemos del SXIII frente al moderno Nunca vimos).
Lengua medieval: el funcionamiento de los inde昀椀nidos nega琀椀vos era perfectamente
sistemá琀椀co
- La negación doble se producía con el inde昀椀nido pospuesto al verbo y antepuesto; ésta es
la principal diferencia respecto al español moderno, donde solo aparece el adverbio si la
otra palabra nega琀椀va está en situación posverbal: que nadi nol diessen posada sería, que
nadie le diese posada o que no le diese posada nadie (en este úl琀椀mo caso, doble negación
porque el inde昀椀nido aparece detrás del verbo).
- En el SXVI, la negación del español moderno estaba ya establecida, aunque con ejemplos
ocasionales de negación de 琀椀po medieval. En esa misma época, el inde昀椀nido alguno (que
podía tener valor nega琀椀vo, equivalente a ninguno, en cualquier posición) deja de
presentar una distribución libre y conserva su valor nega琀椀vo únicamente en posición
posnominal: No quiere problema alguno (= No quiere ningún problema).
- El comportamiento de nunca (único término nega琀椀vo heredado directamente del la琀n)
es dis琀椀nto al de los inde昀椀nidos: si se encuentra en posición preverbal no va acompañado
81
por el adverbio no, salvo excepciones. Por tanto, el esquema moderno de distribución
para las palabras nega琀椀vas era el que ya presentaba nunca desde la época medieval.
Con independencia de que deba o no entenderse la estructura sintác琀椀ca de los textos an琀椀guos
en términos de inmadurez o primi琀椀vismo, lo que está fuera de duda es que los
procedimientos que garan琀椀zan la coherencia textual no son los mismos en la época medieval
y moderna, y hay una progresiva complejidad de los mecanismos de cohesión a lo largo de la
historia del español.
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A par琀椀r del SXV: aparecen nuevos géneros, nuevas necesidades expresivas y se intenta elevar
la categoría del romance imitando la lengua la琀椀na. Se produce entonces un enriquecimiento
de las formas de construcción del discurso, en especial en el uso y extensión de conectores y
organizadores textuales, con los que aumenta el número de marcadores.
- Se diversi昀椀can los mecanismos de formación de nuevos marcadores : si hasta entonces las
conjunciones o adverbios que marcaban las relaciones oracionales eran los mismos que
se u琀椀lizaban para la conexión de las partes del discurso, ahora, a través de diferentes
procesos de grama琀椀calización, se crea un sistema estable de elementos conectores y
organizadores en el nivel textual, que surgen de categorías variadas: SINTAGMAS PREP,
ADVERBIOS, etc.
- Por todo, sí que es posible defender, si no el supuesto “primi琀椀vismo” o “inmadurez” de
los modos de organización textual en los primeros textos, más dependientes de la
cons琀椀tución de tradiciones discursivas, sí una progresiva complejidad de los modos de
organización discursiva a par琀椀r del s. XV, que seguirán ampliándose y diversi昀椀cándose.
83
- Los la琀椀nismos han entrado en español de forma ininterrumpida en todas las épocas, de
modo que cons琀椀tuyen hoy entre el 20 y el 30% del caudal léxico de nuestra lengua,
aunque muchos de estos términos no son de uso frecuente.
- En época moderna, el la琀n y el griego sirven de base para la creación de los compuestos
cultos, a par琀椀r de lexemas que normalmente no cons琀椀tuyen palabras del español fuera
de estos compuestos (biología, Iudoteca, aerotermia...).
A través del la琀n han llegado al español la mayoría de helenismos por el contacto estrecho
entre hablantes de griego y de la琀n durante siglos. Un grupo importante de helenismos es el
formado por términos religiosos, llegados a través del la琀n eclesiás琀椀co (bau琀椀smo, biblia,
profeta).
- El griego también ha sido una fuente importante para crear vocabulario cien琀昀椀co y
técnico.
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4) Anglicismos: proceden del inglés británico y del inglés americano, y 琀椀enen una presencia
cada vez mayor desde el siglo XIX hasta la actualidad.
a. Tenemos anglicismos pertenecientes a muchas esferas : medios de comunicación, la
tecnología, la moda, los negocios, la ciencia y el deporte especialmente.
b. La in昀氀uencia del inglés no solo se ha manifestado en el vocabulario, sino también en
la morfología y la sintaxis: existen muchos préstamos semán琀椀cos (casos en que por
in昀氀uencia del inglés se añade una acepción nueva a un término español).
5) Otras lenguas: existen en español préstamos de otras lenguas que forman grupos mucho
más reducidos: el contacto con otras lenguas románicas peninsulares (catalán, portugués
o gallego) ha provocado el préstamo de algunos términos, si bien en mucha menor
medida
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