Reanimación Cardiopulmonar

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LICENCIATURA DE ENFERMERÍA INTERNADO ROTATIVO

ENFERMERÍA CLÍNICO QUIRÚRGICO DEL ADULTO Y ADULTO


MAYOR

GRUPO # 3

TEMA:

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

DOCENTE: LIC. ANA ARANDI

INTEGRANTES:

CEVALLOS LEÓN MICHELLE


ESPINOSA AÑAZCO STEPHANIA
GUILLEN VERA DIANA
LOOR TORO ANGELICA
MACAS CASTILLO KAROL
MARTINEZ ARELLANO MAYRA
MESA CHAVEZ CELESTE
MONAR RUIZ KARINA
MONSERRATE MONTERO MAYRA
MORALES GARCÍA ANDREA
VILLON HEREDIA KELLY

JULIO 2024.
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

Introducción

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es un procedimiento de emergencia donde se realizan

maniobras para mantener la circulación y asegurar la respiración, la reanimación cardiopulmonar

básica o avanzada, constituye una parte crucial en la toma de decisiones en este contexto, esto

implica un desafío para los equipos de salud y también un desafío para toda la comunidad en

general, en la medida que los conocimientos avancen en reanimación básica aplicados por

personal no médico ni perteneciente al ámbito de la salud se multipliquen y aumentará la

posibilidad que sobrevida un paciente en PCR y esto dependerá del tiempo en que se dé inicio la

RCP (cuanto más temprana se inicie mejores resultados) y del lugar geográfico donde nos

encontremos (intra o extrahospitalario), la detección de una parada cardiaca intrahospitalaria, la

división entre soporte vital básico y soporte vital avanzado es una línea muy fina; en la práctica,

el proceso de resucitación es continuo y se basa en el sentido común. La prevención de la parada

cardiaca intrahospitalaria requiere formación del personal, monitorización de los pacientes,

reconocimiento del deterioro del paciente (signos predictores), un sistema para pedir ayuda y una

respuesta eficaz. Las técnicas de RCP, tal como las conocemos actualmente son una herramienta

muy eficaz, ya que la PCR constituye una urgencia vital e inmediata, esto requiere una actuación

rápida y correcta, que no puede improvisarse ni demorarse, siendo fundamental disponer de un

protocolo que permita garantizar una respuesta óptima a esta situación.


Objetivo

El objetivo principal de la reanimación cardiopulmonar en caso de parada cardiorrespiratoria es

restablecer la circulación sanguínea lo más rápido posible con el fin de transportar suficiente

oxígeno a los órganos y mantener el riego sanguíneo. Hasta que se pueda tratar la causa de la

parada cardiorrespiratoria, deben evitarse posibles daños irreparables con la RCP, especialmente

en el corazón y el cerebro.

Objetivos específicos

 Conocer el protocolo de actuación ante una emergencia

 Detectar las situaciones susceptibles de desencadenar una PCR.

 Sustituir inicialmente y restablecer posteriormente las funciones básicas respiratoria,

circulatoria y de prevención del daño cerebral hipóxico.

 Realizar los cuidados inmediatos posparada cardiorespiratoria.

 Reconocer una parada cardiopulmonar

 Conocer los fundamentos básicos de reanimación cardiopulmonar

 Técnicas para aplicar la reanimación cardiopulmonar

 Identificar arritmias del corazón

 Conocer las diferencias entre las técnicas de reanimación cardiopulmonar en adultos y en niños
¿Cuándo es necesario realizar una RCP?

Una RCP es necesaria cuando ocurre un PCR, es decir, cuando la persona no responde y no

respira (o no respira con normalidad: boquea o jadea) y/o no es posible percibir pulso porque el

corazón dejó de latir (el pulso sólo es constatado por profesionales de la salud en un máximo de

10 segundos). Una RCP básica se realiza como parte de las acciones que se realizan al brindar

soporte vital básico. Puede ser realizada por uno o dos reanimadores.

¿Quién puede realizar una RCP?

Toda persona entrenada, ya sea personal del área de la salud o no, puede transformarse en

“reanimador” y realizar RCP. El personal no relacionado al área de la salud, pero capacitado para

realizar este tipo de maniobras que permiten la sobrevida de víctimas en situaciones

cardiovasculares de emergencia, se denomina “reanimador lego”.

¿Cómo se realiza una RCP?

Una RCP se debe realizar siguiendo una secuencia de pasos, cuyo objetivo es aumentar la

probabilidad de supervivencia de una víctima en PCR. Todo “reanimador lego” debe, como

mínimo, aplicar compresiones torácicas a la víctima del paro cardíaco. Si además puede realizar

ventilaciones de rescate, debe aplicarlas con una relación de 30 compresiones por cada 2

ventilaciones si la víctima es adulta o hay un solo rescatador en niños. Los reanimadores legos,

que no sepan o no puedan realizar ventilaciones de rescate, realizarán compresiones torácicas

únicamente, ante una víctima adulto en paro cardíaco. El reanimador debe continuar con la RCP

sólo con compresiones o con compresiones y ventilaciones, hasta la llegada de un desfibrilador

externo automático (DEA) que pueda utilizarse, hasta que el personal de salud especializado se

haga cargo de la víctima o hasta que esta última comience a moverse.


Código azul

El Código Azul es un sistema de alarma que implica el manejo de los pacientes en paro cardio-

respiratorio por un grupo entrenado, con funciones previamente asignadas, con lo cual el

procedimiento se efectúa en el menor tiempo posible y con coordinación entre todos ellos,

logrando así la mejor eficiencia y la reducción de la morbi–mortalidad de los pacientes que se

encuentren en paro cardiorespiratorio. Se aplica este término, no solo para los pacientes que se

encuentran en paro cardio-respiratorio establecido sino también para todos aquellos que por su

condición de enfermedad o trauma múltiple tienen un estado crítico que prevé la inminencia de

un paro cardio-respiratorio en los minutos siguientes al ingreso.

Situaciones que ameritan la activación del Código Azul

 Paciente que no responde al llamado.

 Paro respiratorio (ausencia de respiración).

 Paro cardiorrespiratorio: ausencia de respiración y pulso o signos indirectos de


circulación (no tose, no se mueve, no respira).
 Obstrucción de la vía aérea.

Activación del Código Azul


 Asegúrese que el paciente no responde al llamado.
 Marque a emergencia 911 del teléfono más cercano y diga: Código Azul definiendo
lugar de ocurrencia del evento y toda observación posible.
REANIMACIÓN BÁSICA

La reanimación básica en situaciones cardiovasculares de emergencia, conocido como BLS por

su sigla en inglés (BLS: basic life support) corresponde a la aproximación inicial del paciente que

se encuentran en un Paro Cardiorespiratorio (PCR) en el contexto extrahospitalario. Este manejo

ha tratado de ser estandarizado por distintas guías clínicas, de la American Heart Association

(AHA) y European Resuscitation Council (ERC), ambas asociaciones científicas, dedicadas a la

investigación y la docencia sobre RCP y emergencias cardiovasculares, que cada 5 años se reúnen

para mejorar las actuaciones y la calidad de vida de los pacientes que han sufrido cualquier tipo

de evento que los ha llevado a tener un PCR.

Diferencias entre la cadena de supervivencia de la AHA y la ERC

Tanto la AHA como la ERC, tienen como propósito entregar conocimiento, tanto a los p

rofesionales como a los no profesionales de la salud, sobre el manejo del PCR y así mejorar el

pronóstico del paciente en paro cardiaco. Ambas sociedades establecen “cadenas de

supervivencia” que guían el

actuar frente a un PCR.

La guía de la ERC en su cadena de supervivencia describe 4 eslabones:

 Reconocimiento precoz y pedir ayuda

 RCP precoz

 Desfibrilación precoz

 Soporte vital avanzado y cuidados post resucitación.


En cambio, las guías de la AHA dividen la cadena de supervivencia del adulto en dos

variantes:

 Si el paro cardíaco ocurre dentro del hospital o

 Si el paro cardíaco ocurre fuera del hospital.

También hace distinción entre los eslabones de la cadena de supervivencia pediátrica de la adulta,

aconsejando que antes de alertar se comience masaje cardíaco de calidad.

 Escena segura. - Antes de evaluar un paciente es importante que la escena sea segura.

Una escena segura corresponde al área física donde se encuentra la víctima, y una vez que

la escena no signifique un riesgo para el reanimador se procederá a realizar la evaluación

del paciente.

 Cadena de supervivencia. - Es la representación gráfica que resume las estrategias a

realizar en la asistencia a un paro cardiorrespiratorio, la cual según la AHA está

compuesta por 5 eslabones secuenciales interrelacionados, que deben ser desarrollados

dentro y fuera del entorno hospitalario.

PCEH: Paro cardíaco extrahospitalario

En el adulto: En el adulto el 80-90% de los PCR no traumáticas es por FV (fibrilación

ventricular) es decir causa cardiaca. Por lo tanto, la posibilidad de sobrevida va a depender de la

desfibrilación temprana seguida de una reanimación cardiopulmonar oportuna. Por ello, la cadena

de supervivencia del adulto pone el acento en la desfibrilación inmediata (“llamar primero”) e


incluye 5 eslabones:

 1er Eslabón: “Llamar al 911”. Una vez determinado el paro cardíaco, se debe llamar al

911 y pedir ayuda.

 2do Eslabón: “Reanimar”. Iniciar inmediatamente Reanimación Cardiopulmonar (RCP)

precoz de calidad con énfasis en las compresiones torácicas.

 3er Eslabón: “Desfibrilar”. Aplicar rápidamente el Desfibrilador Externo Automático

(DEA) o el desfibrilador que trae el equipo de salud prehospitalario (ambulancia).

 4to Eslabón: “Apoyo Vital Avanzado efectivo” y aplicado por el personal

prehospitalario.

 5to Eslabón: “Cuidados integrados post paro cardíaco” (donde convergen ambas

cadenas

de supervivencia e incluye atención por el laboratorio de cateterismo y unidad de

cuidados

intensivos.

En el niño: El paro cardiorrespiratorio en lactantes y niños se produce, la mayoría de las veces,

por insuficiencia respiratoria progresiva o por shock. El paro respiratorio (apnea) a menudo
precede al paro cardíaco. Por esta razón se propone iniciar RCP inmediatamente (2 minutos de

RCP) y luego “llamar rápido” al 911.

La cadena de supervivencia pediátrica consta de 5 eslabones:

 1er Eslabón: “Prevenir” las lesiones o paro cardiorrespiratorio

 2do Eslabón: “Reanimar” por 2 minutos (cinco ciclos).

 3er Eslabón: “Llamar rápido”. Se debe pedir ayuda al SEM: 131 (tras 2 minutos de

RCP)

 4to Eslabón: “Apoyo Vital Avanzado efectivo”: continuar reanimando hasta que llegue

el personal de apoyo prehospitalario.

 5to Eslabón:” Cuidados integrados post paro cardíaco”

La cadena de supervivencia en el ámbito extrahospitalario. - Determinar las prioridades de

cuándo llamar primero y reanimar después, va a depender de la edad del paciente, la eventual

causa de paro cardiorrespiratorio y número de reanimadores.

Cuando existen dos o más reanimadores en el evento, uno debe iniciar RCP mientras que el otro

integrante debe pedir ayuda llamando al 911 y solicitar un desfibrilador.


PCIH: Paro cardíaco intrahospitalario

Cadena de supervivencia en el ámbito intrahospitalario. - La AHA recomienda la creación de

equipos de respuesta rápida en las unidades de cuidados generales tanto para niños como para

adultos. Estos equipos se encargarían de realizar una intervención temprana en aquellos pacientes

que muestran un deterioro clínico importante, con el objetivo de prevenir el paro cardíaco. Por

otra parte, una vez producido un PCR se debe activar el sistema de respuesta a emergencia

(activar el código local y llamar), iniciar RCP de calidad inmediata, realizar desfibrilación

inmediata (si procede), continuar con soporte vital avanzado a cargo del equipo de respuesta a

emergencia y continuar con cuidados post paro cardíaco.

Fisiología de las compresiones

El método tradicional de reanimación, el más recomendado y frecuentemente utilizado, es la

compresión torácica (CT). Durante las CT el reanimador utilizando sus manos presiona de

manera perpendicular el esternón. Esta técnica tiene eficacia para generar flujo sanguíneo tanto al

cerebro y corazón.
La compresión funciona mediante 2 mecanismos:

1. Compresión directa del corazón entre el esternón y la columna dorsal: Este mecanismo es

el más importante en pacientes pediátricos y adultos muy flacos en donde la presión del

ventrículo izquierdo de manera directa genera flujo sanguíneo.

2. Bomba torácica: En la mayoría de los pacientes adultos se genera flujo a través del gradiente

de presiones intra y extra torácica.

Lo anterior significa que la compresión mecánica del corazón es menos relevante en la mayoría

de los pacientes que reanimamos.

El masaje cardíaco consta a su vez de 2 fases secuenciales: compresión y descompresión

1. Compresión: fase en la cual se genera presión en dirección del tórax del paciente.

Con lo anterior se genera un aumento de la presión intratorácica y un aumento del flujo de

la raíz aórtica, hacia las arterias coronarias, cerebro y resto de los órganos. El flujo se

logra tanto por la presencia del aparato valvular del corazón, como por el gradiente de

presión intra/extratorácico. La compresión torácica efectiva debe tener una profundidad

adecuada: Si es muy superficial no logrará una presión suficiente, con lo que el gasto

cardiaco logrado no generará perfusión cardiocerebral efectiva y si es muy profunda se

asocia a mayor trauma de reanimación. Los estudios muestran que lo ideal en adultos es

una compresión entre 4-6cm.

2. Descompresión: Fase en la cual el tórax se reexpande. En la reanimación habitual esta

fase es de manera pasiva, por lo que está muy determinada por la calidad de fase de

compresión. durante esta fase se realiza el llenado ventricular al generarse presión

negativa intratorácica, o sea una gradiente de presión hacia el corazón. La frecuencia de


las compresiones es fundamental, ya que al aumentar estas por sobre las 120

compresiones por minuto (cpm) el tiempo para llenado disminuye teniendo un peor gasto

cardíaco al no tener un volumen efectivo previo al inicio de las compresiones para

perfundir los órganos vitales.

Frecuencia, profundidad e interrupciones

La realización de compresiones de calidad está determinada por la frecuencia, profundidad y

ausencia de interrupciones. La frecuencia óptima es entre 100- 120 compresiones por minuto.

Como fue descrito previamente menos que eso no logra un flujo sanguíneo eficiente y más rápido

no logra generar un retorno venoso eficiente. Uno de los problemas más frecuentes es la excesiva

velocidad y profundidad de las compresiones, ya que habitualmente en reanimadores con poca

experiencia tienden a creer que más rápido es mejor, sin embargo, existe una relación

inversamente proporcional entre frecuencia y sobrevida.

Por ejemplo: La generación de presión de perfusión coronaria (PPC, la medida teórica en la cual

se mide el flujo que genera perfusión efectiva) es un proceso dinámico en el cual la generación de

PPC efectiva toma tiempo (habitualmente entre 10-15 compresiones), pero cae rápidamente al

parar la RCP. Es por esta razón que el “tiempo de no flujo” es aún más prolongado que el solo

tiempo de cese de las compresiones, generándose por tanto largos periodos de muerte celular y

apoptosis. Por lo anterior, es fundamental evitar al máximo las interrupciones en intervenciones

como instalar vía venosa, defibrilar, ventilar o el manejo invasivo de la vía aérea. Existe

evidencia que muestra que entre mejor PPC promedio, mayor chance de sobrevida existe, por lo

cual es fundamental un manejo en el que las interrupciones sean las menores posibles, tanto en
tiempo como en oportunidades.

En esta imagen podemos evidenciar lo que se menciona en el ejemplo:

Maniobras de posicionamiento de vía aérea y ejecución de ventilación

Posición de olfateo

Lo que primero se debe realizar es la apertura de la vía aérea, esto se logra levantando el mentón para

permitir sacar la lengua de las vías respiratorias, mientras se inclina la frente hacia atrás logrando un

alineamiento de la vía aérea.


Tracción mandibular

La maniobra de tracción mandibular debe considerarse en los pacientes que han sufrido o se

sospecha una lesión cervical, de esta manera se evitan lesiones de compromiso medular

secundarias al trauma cervical a causa de la movilización de este segmento. (Figura 4). Si la vía

aérea del paciente no se logra corregir o estabilizar solo con esta medida y en ausencia de la

llegada de los equipos de rescate, se debe asumir el riesgo de lesión e intentar la posición de

olfateo con movilización cervical y asegurar la vía aérea. Ambas técnicas descritas anteriores son

sinérgicas en cuanto a la permeabilización de la vía aérea.

Ejecución de ventilación

Una vez posicionada la vía aérea se debe proceder a dar una ventilación de rescate, boca a boca,
de un segundo de duración, y evidenciando expansión torácica. Repetir según lo indicado en el

punto anterior.

Secuencia de reanimación y profundidad de RCP

La Reanimación cardiopulmonar (RCP) es un procedimiento que se lleva a cabo cuando la

respiración se detiene (paro respiratorio) y/o o cuando los latidos cardíacos se han detenido (paro

cardíaco). La RCP básica es el conjunto de maniobras estandarizadas destinadas a asegurar la

oxigenación de órganos nobles (corazón y cerebro) cuando la circulación se detiene súbitamente,

mejorando así la supervivencia tras un paro cardiorespiratorio (PCR) e independiente de la causa

por la que se ha provocado dicho paro.

Una RCP que resulta exitosa, mejora las probabilidades de supervivencia y puede salvar vidas si

se considera los siguientes puntos:

Se reconoce que es necesaria de manera temprana.

Se inician las compresiones torácicas:

Antes de 10 segundos desde la identificación del paro

cardíaco.

Con una frecuencia mínima de 100 a 120 compresiones

por minuto.

Con una profundidad de la compresión torácica

correspondiente a un tercio a la mitad del diámetro


anteroposterior del tórax:

 Aproximadamente 4cm en lactantes

 Aproximadamente 5cm en niños

 Al menos 5-6 cm en adultos (pero no superior a 6 cm) y Se permite una expansión

torácica completa después de cada compresión del tórax.

 Se minimizan las interrupciones entre las compresiones torácicas (menos de 10

segundos).

 Se realizan ventilaciones eficaces para hacer que el tórax se eleve. y Se evita una

ventilación excesiva.

La secuencia completa de RCP es la siguiente:

C: Compresiones Torácicas

Para bombear la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo, permitiendo que vuelva a fluir

hacia el corazón, generando circulación sanguínea.

Si la víctima está inconsciente y sin respiración, el reanimador debe iniciar la RCP.


Las compresiones externas deben ser efectivas, con una profundidad de 1/3 del tórax de la

víctima, con el objetivo de entregar oxígeno a órganos nobles como el cerebro y corazón,

suficiente para mantener una presión de perfusión coronaria que aumente la probabilidad de

éxito.

Los reanimadores deben aplicar una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto. Nunca se

debe detener las compresiones, salvo para hacer la pausa para evaluar el estado de la víctima

(después de 2 minutos), aplicar una descarga a través del DEA y ventilar.

El número de compresiones torácicas aplicadas por minuto durante la RCP es un factor de gran

importancia para restablecer la circulación espontánea y para la supervivencia con una buena

función neurológica.

Para aplicar las compresiones torácicas adecuadamente, no solo es necesaria una frecuencia

correcta, también se deben reducir al mínimo las interrupciones de este componente crucial de la

RCP. Otros componentes para la RCP de alta calidad son una descompresión torácica completa

después de cada compresión y procurar evitar una ventilación excesiva.

A: Apertura de Vía Aérea

Cuando la persona no responde y no respira, la lengua bloquea y obstruye la vía aérea superior.

Al extender levemente el cuello y movilizar la cabeza elevando el mentón dejando la nariz en

posición de olfateo, la lengua se levanta y libera la vía aérea.

Esta posición también es conocida como “frente mentón”. En caso de trauma, si hay más de un

rescatador, se debe utilizar “tracción mandibular” para liberar la vía aérea.


B: Buena Ventilación Artificial:

Para asegurar el suministro de oxígeno hay que mantener la vía aérea abierta, el reanimador

entrega ventilaciones que permiten suplir mecánicamente la respiración espontánea de forma

temporal. Puede realizarse a través de distintos métodos:


Boca-boca: Abriendo la vía aérea el reanimador toma una respiración normal y a continuación

sella su boca alrededor de la de la víctima e insufla lo suficiente como para elevar el tórax de la

víctima. Se debe pinzar la nariz de la víctima.

Boca-nariz: Esta técnica se utiliza cuando es imposible ventilar a través de la boca (lesiones

bucales, filtración de aire por sello inefectivo, imposibilidad de abrir la boca) y es igualmente

efectiva y factible que la boca a boca.

Boca-boca/nariz: Esta técnica se utiliza para ventilar a lactantes hasta

alrededor de 1 año de vida.

Mascarilla facial: dispositivos plásticos con una válvula unidireccional que

en teoría evitan la transmisión de enfermedades infectocontagiosas.

Bolsa mascarilla en caso de RCP avanzada.

Desfibrilador Externo Automático (DEA) en Adultos

Un desfibrilador externo automático, o DEA, es un dispositivo electrónico utilizado durante la

reanimación cardiopulmonar, que es capaz de examinar el ritmo cardíaco

para determinar la necesidad de una descarga eléctrica en personas en

paro cardíaco. En este capítulo se describe qué es un DEA, cómo y cuándo se utiliza en adultos y
que consideraciones especiales podrían presentarse al momento de su instalación y manejo. Un

DEA es un instrumento informatizado cuyo objetivo es identificar el ritmo del corazón y analizar

si es necesario aplicar una descarga eléctrica para retornar de manera más rápida al ritmo sinusal

del corazón.

¿Qué es un DEA?

Un DEA es un equipo capaz de analizar el ritmo cardiaco en el paciente con PCR, detectando y

diferenciando con alta precisión aquellas arritmias desfibrilables y las no desfibrilables. Lo

anterior resulta clave y determinará el pronóstico del paciente en paro. Un DEA será de extrema

utilidad en aquellos PCR con arritmias desfibrilables, las que, de ser manejadas con desfibrilación

inmediata, se revierten a ritmo sinusal con mayor prontitud, mejorando las probabilidades de

supervivencia del paciente. Por otro lado, las arritmias no desfibrilables son aquellas en las cuales

la desfibrilación no será efectiva para revertirlas. Se consideran arritmias desfibrilables la

Fibrilación Ventricular (FV) y la Taquicardia Ventricular Sin Pulso (TVSP). Las NO

desfibrilables corresponden a Asistolía y Actividad Eléctrica sin Pulso. Para mayor información

sobre las arritmias, puede consultar en la Sección Reanimación Avanzada. Los DEAs utilizan

ondas bifásicas que con menor cantidad de energía logran el mismo éxito que las monofásicas,

pero con menor daño miocárdico.


Existen DEA para adultos, pediátricos y otros con función pediátrica. Estos últimos son capaces

de administrar energía de descargas diferentes para adultos y niños.

Los DEA de adulto, con parches de adultos se utilizan a partir de los 8 años. Los DEA pediátricos

o los parches pediátricos en DEA con atenuación de descarga, se utilizan para lactantes y niños

hasta 8 años. Si no se disponen de parches pediátricos, es posible utilizar parches de adultos en

los niños, cuidando que los parches no se toquen entre sí.

¿Cómo se maneja un DEA?

Existen diferentes modelos de DEA, pero con muy pocas diferencias entre sí.

TODOS se manejan siguiendo 4 pasos:

1. Encendido

2. Conectar Electrodos

3. Lectura ritmo cardíaco

4. Emitir descarga eléctrica (si es necesario)


1 ENCIENDA EL DEA. Pulsando el botón
correspondiente habitualmente señalizado con el
número 1.
Una vez encendido, el equipo emite indicaciones
grabadas que guían al operador por el resto de la
secuencia.
2 EL DEA SOLICITA AL OPERADOR QUE
CONECTE LOS ELECTRODOS
AUTOADHESIVOS AL TÓRAX DEL
PACIENTE Y AL EQUIPO. Un electrodo se coloca
al lado derecho del esternón por debajo de la
clavícula y el otro en el lado izquierdo del tórax a
nivel del ápice cardíaco.
Pegue los parches del DEA en el tórax de la
víctima:
 Parche 1: bajo la clavícula derecha
 Parche 2: costado izquierdo del tórax, a nivel
de la axila, bajo el nivel del pezón.
Una vez conectados los electrodos, el DEA solicita al
operador que se asegure de que nadie esté en
contacto con la víctima y analiza el ritmo presente. Si
el ritmo es desfibrilable, el DEA recomendará la
descarga.
3 ORDENAR QUE TODOS QUIENES ESTÉN
PARTICIPANDO DE LA RCP SE APARTEN
PARA ANALIZAR EL RITMO DEL CORAZÓN.
Mientras analiza el ritmo cardíaco con el DEA, NO
se debe mover a la víctima, ya que se altera la lectura
que hace del ritmo del corazón.
4 SI EL DEA RECOMIENDA UNA DESCARGA,
LES ADVERTIRÁ A TODOS QUIENES
PARTICIPEN, QUE SE ALEJEN DE LA VÍCTIMA.
Entonces usted dirá “aléjense de la víctima” (Figura
3) y, luego de asegurarse que nadie la toca, oprima el
Botón de Descarga. Después de toda descarga,
reinicie inmediatamente la RCP por 5 ciclos más (30
compresiones y 2 ventilaciones cada uno).
Finalizados los ciclos, repita los pasos 3 y 4
Posición de Recuperación o de Seguridad

Cuando una víctima de un PCR se ha recuperado, es decir, responde y respira movilizando la caja

torácica, es imprescindible colocarlo en una posición segura que, en caso de vómitos evite la

aspiración del contenido gástrico hacia la vía aérea. Esta posición permite además movilizar

rápidamente a la víctima hacia la posición decúbito dorsal para iniciar nuevamente las

compresiones torácicas, en caso de sufrir un nueva PCR. Esta posición se denomina “Posición de

Recuperación o de Seguridad” y consiste en dejar a la víctima en posición lateral. Es la misma

para adultos, niños y lactantes.

La Posición de Seguridad se logra realizando los siguientes pasos


REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR AVANZADA

La Reanimación Cardiopulmonar avanzada (RCP avanzada) consiste en un abordaje sistemático

con el objetivo de evaluar y tratar a pacientes con paro cardíaco con el fin de proporcionar y

devolverle una oxigenación, ventilación y circulación eficaces, con restitución de la función

neurológica intacta. Un objetivo intermedio es restablecer la circulación espontánea.

Para poder aplicar este abordaje primero se tiene que determinar el nivel de consciencia del

paciente:

 Si el paciente esta inconsciente se realiza la Reanimación Cardiopulmonar avanzada (RCP

avanzada).

 Si el paciente está consciente se utiliza la evaluación de la RCP avanzada de forma inicial.

La evaluación de la RCP avanzada consta de cuatro pasos designados con las letras A, B, C,

D, los cuales se muestran en la siguiente tabla:

Evaluación Acción adecuada


Vía Aérea ¿Está la vía área Mantenga permeable la vía área en
A permeable?
¿Está indicado el uso de un
pacientes inconscientes
En caso necesario recurra al manejo de un
dispositivo de la vía área? dispositivo avanzado para la vía aérea
¿Se ha confirmado la colocación Confirme que existe una sincronización
correcta del dispositivo para la correcta entre el RCP y la ventilación
vía aérea? Confirme que la colocación de los
dispositivos avanzados para la vía aérea es
correcta mediante examen físico y
capnografía.

¿Se ha fijado el tubo y se Fije correctamente el dispositivo para


comprueba con frecuencia su evitar que se mueva Supervise la
colocación? colocación del dispositivo para la vía aérea
con capnografía
Respiración (Breathing) ¿Son Administre oxigeno adicional cuando
B adecuadas la ventilación y la resulte indicado (En paro cardiaco
oxigenación? mantener saturación de 100%, en otros
casos mantener >94%

¿Se están controlando la Supervise que la ventilación y la


saturación de oxihemoglobina y oxigenación sean adecuadas. Evite
la capnografía? ventilación excesiva.

Circulación ¿Cuál es el ritmo Monitorización de la calidad de RCP, con


C cardiaco? ¿Presenta el paciente la onda de capnografía (si PETCO2 es
un pulso inestable?

¿Está indicada desfibrilación o Conecte el monitor/desfibrilador para


cardioversión? ¿Son eficaces las arritmias o ritmos de paro cardíaco
compresiones torácicas?

¿RCE presente? Desfibrilación/cardioversión


¿Se ha establecido un acceso Prepare un acceso IV/ IO
IV/IO?
¿Es necesario administrar Administre los fármacos apropiados para
medicamentos para el ritmo o la tratar la presión arterial y el ritmo
presión arterial?
¿Necesita el paciente de líquidos Administre por vía IV/ IO si es necesario
para su reanimación?

Diagnóstico diferencial ¿Por qué Busque, encuentre y trate las causas


D este paciente ha sufrido el paro o reversibles.
presentados síntomas ¿Hay
alguna causa reversible?

Una vez realizada la evaluación de la RCP avanzada, se detectan indicaciones de manejo


avanzado de la vía aérea, ya sea por ventilación dificultosa o saturación de oxígeno menor de

94%, utilizar dispositivos complementarios básicos para la vía aérea como lo son la cánula

orofaríngea (cánula de Guedel o de Berman), si aún no se consigue la oxigenación y

ventilaciones adecuadas, utilizar dispositivos avanzados de la vía aérea: mascarilla laríngea, tubo

esófago-traqueal, tubo laríngeo y el tubo endotraqueal.

Al momento de insertar el dispositivo avanzado, las ventilaciones y compresiones dejan de

estar sincronizadas y se ventila con la frecuencia mostrada en la siguiente tabla:

Las intervenciones circulatorias avanzadas pueden incluir la administración de fármacos para

controlar el ritmo cardíaco y la presión arterial. Un componente muy importante de esta

evaluación es el diagnóstico diferencial, en el que la identificación y el tratamiento de las causas

subyacentes son fundamentales para la evolución del paciente. En la evaluación secundaria de la

RCP avanzada, se continuará realizando las evaluaciones y acciones según sea apropiado hasta
que el paciente se derive a la siguiente instancia de atención médica. Muchas veces, distintos

miembros del equipo realizan simultáneamente las evaluaciones y acciones de la RCP avanzada.

En todo momento se debe realizar la reanimación cardiovascular avanzada de calidad cuidando

cumplir las siguientes características:

Comprimir fuerte (5-6 cm) y rápido (100- 120/min) y permitir una completa expansión del tórax con
cada compresión.

Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones

Evitar una excesiva ventilación.


Turnarse reanimadores en las ventilaciones y compresiones cada dos minutos.

Si se ha colocado un dispositivo avanzado para la vía aérea, se recomienda monitorizar con

capnografía, el cual sirve para corroborar la correcta colocación del tubo endotraqueal, así como

para verificar la calidad de la RCP.

Cuando se restablece la circulación espontanea (RCE) y el paciente se encuentra monitorizado

por capnografía, se puede observar un incremento súbito de la PETCO2 hasta un rango de >35-

40mmHg como se muestra en la siguiente gráfica:


Otro método es el pulso palpable y presión arterial medible. Una vez confirmado la circulación

espontánea es necesario continuar con los cuidados inmediatos posparo cardíaco con el fin de

mejorar las probabilidades de supervivencia del paciente con buena calidad de vida, optimizar la

función cardiopulmonar y con ello perfusión de los órganos vitales.

Para garantizar el éxito los profesionales de la salud deben:

 Optimizar el estado hemodinámico y ventilación del paciente.

 Iniciar hipotermia terapéutica.

 Proporcionar reperfusión coronaria inmediata con Intervención Coronaria Percutánea

(ICP), en caso necesario.

 Instaurar el control glucémico.

 Proporcionar el pronóstico y cuidados neurológicos y otras intervenciones estructuradas.

 Tratar las causas reversibles y solicitar estudios de apoyo diagnóstico.

 Optimizar la ventilación y oxigenación del paciente con el cuidado de no hiperventilar.

 El manejo de la hipotensión con líquidos o infusiones de vasopresores a las dosis

recomendadas.

 Verificar el estado de consciencia del paciente, si no responde inducir hipotermia, como

medida neuroprotectora, utilizando soluciones isotónicas no glucosadas a 4°C en infusión

continua hasta alcanzar temperatura del paciente de 32°C a 34°C monitorizadas por

termómetro esofágico, sonda vesical en paciente no anúricos. O por catéter en la arteria

pulmonar, la hipotermia se mantiene de 12 a 24 horas. Si el paciente responde a órdenes

NO inducir hipotermia.

 Trasladar al paciente a la dependencia necesaria para continuar su manejo.


 Identificar Causas Irreversibles.

 Se debe tratar las causas reversibles (H´s y T´s).

A continuación, describimos la identificación y abordaje de las causas reversibles frecuentes

de paro cardiaco.

El siguiente cuadro es sobre las “6H”:


El siguiente cuadro es sobre las “5T”:

Ritmos de Paro Cardíaco

Una vez identificando al paciente en paro cardiaco se procederá al abordaje de la RCP avanzada,

se identificará el ritmo que presenta el paciente y de ahí se determinará el tratamiento a seguir.

Existen diferentes ritmos de paro, aquellos de ritmos desfibrilables y los no desfibrilables:

 Los desfibrilables son la fibrilación ventricular (FV) y la Taquicardia ventricular sin pulso

(TVSP)

 Los ritmos no desfibrilables son asistolia y la Actividad eléctrica sin pulso (AESP).
¿Qué es Asistolia?

Es la ausencia de cualquier y toda la actividad eléctrica cardíaca y por lo general resulta de una

deficiencia de la formación del impulso en el (nodo sinoauricular) primaria y predeterminado

(nodo atrioventricular y el miocardio ventricular) sitios de marcapasos. Asistolia también puede

resultar de la insuficiencia de propagación de los impulsos al miocardio ventricular de los tejidos

auriculares.

Fibrilación Ventricular. - la identificamos como una actividad eléctrica ventricular rápida y

desorganizada. Esto le confiere al ECG una imagen ondulatoria de amplitud y contornos

variables. No se distinguen complejos QRS, segmento ST ni ondas T. Si existiera un trazo fino se

podría confundir con asistolia.


Al identificar un ritmo de ASISTOLIA (línea isoeléctrica en ECG), se debe aplicar el

protocolo de asistolia, para confirmar dicho ritmo, el cual consiste en:

 Verificar que los electrodos estén bien


conectados en el paciente.
 Aumentar el voltaje del monitor, que
sirve para diferenciar entre una
fibrilación ventricular fina y una
verdadera asistolia.
 Después de confirmar el ritmo se
continúa con el algoritmo de paro
cardíaco no desfibrilable.

Al identificar actividad eléctrica sin pulso, se


entiende que es un trazo electrocardiográfico
bien organizado en ocasiones similar al ritmo
sinusal, lo que dará la pauta es la presencia o no
de pulso, por lo que es de suma importancia verificar pulsos centrales en caso de observar ritmo
bien organizado, si no se encuentra pulso se continuará con el algoritmo de ritmo no desfibrilable.

En los ritmos desfibrilables, sobre todo en taquicardia


ventricular hay que corroborar la ausencia del pulso
para el manejo apropiado del paciente, una variedad
de la taquicardia ventricular sin pulso, que es, la TV
polimórfica o Torsade de Pointes, para la cual existe
un medicamento que solo se puede administrar en este
ritmo es el sulfato de magnesio a dosis de 1-2 g IV/IO
(Intravenosa/ Intraósea) diluidos en 10 ml en bolo
durante 5-20 minutos y no administrar en otros ritmos de paro.

Para administrar una descarga se confirma FV/TVSP, lo dosis de energía dependerá del tipo de

desfibrilador que se tenga ya sea monofásico o bifásico.

 Bifásica: recomendación del fabricante (120-200 J); si se desconoce este dato, usar el

valor máximo disponible. La segunda dosis y las dosis sucesivas deberán ser equivalentes,

y se puede considerar el uso de dosis mayores.

 Monofásica: 360 J.

Mientras se carga la descarga se debe seguir proporcionando compresiones torácicas

efectivas hasta antes de la descarga.

El tratamiento farmacológico para ritmos desfibrilables incluye:

 Dosis intravenosa (IV) o intraósea (IO) de adrenalina: 1 m g cada 3-5 minutos

 Dosis IV/IO de amiodarona:

Primera dosis: bolo de 300 mg.


Segunda dosis: 150 mg.

En ritmos no desfibrilables solo se podrá usar adrenalina con la misma posología. Se recomienda

su administración de manera temprana y se administrar el fármaco seguido de 20 ml de solución

salina con elevación de miembro torácico por 20 segundos.

Medicamentos:
Conclusiones

En general, la conclusión de la RCP puede variar dependiendo de la situación y de la

causa del paro cardíaco. Sin embargo, algunas conclusiones comunes tras la realización de RCP

pueden ser el restablecimiento de la circulación sanguínea y de la función cardíaca: En algunos

casos, la RCP puede ayudar a restablecer la circulación sanguínea y la función cardíaca de la

persona, permitiéndole recuperarse y sobrevivir al evento de paro cardíaco, el mantenimiento de

la función vital hasta la llegada de ayuda médica: Aunque la RCP no siempre logra salvar la vida

de la persona, en muchos casos puede ayudar a mantener la función vital de la persona hasta que
llegue la ayuda médica especializada, ayuda en la toma de decisiones médicas: La realización de

RCP puede proporcionar información valiosa a los profesionales de la salud sobre la situación

médica de la persona, lo que puede ser crucial para la toma de decisiones médicas posteriores y

es importante recordar que la RCP es una intervención de emergencia y que su éxito puede

depender de múltiples factores, incluyendo la prontitud con la que se inicie, la calidad de la

técnica y la causa subyacente del paro cardíaco. Siempre es recomendable recibir formación en

RCP para poder actuar de manera efectiva en situaciones de emergencia.

Definiciones

Parada respiratoria: Es el cese de la ventilación pulmonar.

Parada cardiaca: Es el cese de la actividad mecánica del corazón; va seguido de forma casi

inmediata de la parada respiratoria por anoxia miocárdica.

Parada cardiorrespiratoria: Es la interrupción brusca y potencialmente reversible de la

circulación y la respiración espontánea. Esta situación se convertirá, de no solucionarse

rápidamente, en una muerte biológica irreversible.

Reanimación cardiopulmonar (RCP): Conjunto de maniobras con ayuda o no de dispositivos,


encaminadas a revertir el estado de PCR, sustituyendo primero para intentar restaurar después

tanto la circulación como la respiración espontánea, con el objetivo fundamental de recuperar las

funciones cerebrales completas.

Referencias Bibliográficas
Cordero, Idoris. «Principios éticos de la reanimación cardiopulmonar y cerebral.»
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Escobar, Fabio Alberto Toro. «CÓDIGO AZUL.» 2020. Hospital Santa Margarita.
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Rodríguez, Luis Muñoz. «RCP Básica y avanzada.» 2021. Aplicaciones de RCP.
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Technology, Emergency Medical. Reanimación. 2024. https://www.weinmann-
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