Tai Dd. Del Niño.

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“AÑO DEL BICENTENARIO DE LA CONSOLIDACION DE NUESTRA INDEPENDENCIA Y DE LA

CONMEMORACION DE LAS HERICAS BATALLAS DE JUNIN Y AYACUCHO”

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN


PROFESIONAL POLICIAL
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Trabajo Aplicativo Grupal

Unidad Didáctica : Manejo de conflictos sociales.

Tema : Mediación policial y su vinculación con la planificación para una


seguridad pública y la fomentación de paz.

Docente : Cap. PNP DEZA TIRADO

Integrantes : -A2 PNP José Luis VASQUEZ ROJAS (03)


-A2 PNP Jhostin Gary ALAYO PEREDA (10)
-A2 PNP Royvin Leonel AGUIRRE EVANGELISTA (17)
-A2 PNP Antony PABLO QUIPUSCO (24)
-A2 PNP Renzo Jeandeth ENRIQUEZ RIVEROS (31)

Sección : “E

TRUJILLO 2024

INTRODUCCIÓN

El concepto de los derechos humanos tiene sus raíces en la Revolución Atlántica . Sin

embargo, aunque estos eventos contribuyeron de manera relevante al nacimiento de la

reflexión sobre los derechos humanos, la idea de protegerlos surge solamente después de la

Segunda Guerra Mundial y no anteriormente. Después de la Segunda Guerra Mundial, el

derecho se afirma desde la violación de los derechos. Políticos, diplomáticos y la población

de todo el mundo querían evitar al riesgo de otra guerra y estaban determinados en garantizar

que todo el mundo, y en particular los pobres, los refugiados y los marginalizados, tuvieran

en el futuro sistemas de asistencia, dentro de un marco legal internacional que los protegiera.
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Los derechos humanos son derechos fundamentales de todos los seres humanos,

independientemente de sus pertenencias a un Estado, religión, sexo, etnia, etc. Pues, existen

dos tipos de derechos: aquellos del ciudadano, en cuanto perteneciente a un Estado, y los de

la persona, en cuanto ser humano, independientemente de su ciudadanía. K. A. Annan ha

evidenciado que los derechos humanos no son ajenos a ninguna cultura, porque todo el

mundo comparte la aspiración de vivir libre de las violencias y de las discriminaciones.

Respecto al tema de infancia, su protección a nivel internacional comienza con la

Declaración de los Derechos del Niño (1924), una segunda Declaración tiene lugar en 1959,

para llegar, treinta años después, en 1989, a la Convención de Naciones Unidas sobre los

Derechos del Niño , ratificada por todos los países del mundo, excepto Estados Unidos y

Somalia. La CDN es el resultado del trabajo de muchas organizaciones internacionales y no-

gubernamentales y de un extraordinario consentimiento por parte de los gobiernos para

garantizar los derechos de los niños. Este ensayo quiere evidenciar, en particular, la

importancia de este instrumento legal y de sus indicaciones para la implementación de los

principios formales para la tutela de los derechos de niños, niñas y adolescentes.


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LOS PROTOCOLOS FACULTAATIVOS SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO Y

SU INCIDENCIA EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

El marco de los Derechos Humanos

El pensamiento de los derechos humanos ha ido desarrollándose y difundiéndose en el siglo

XX. La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH, 1948)6 ha sido un avance

fundamental en ese proceso. La Declaración Universal reconoce, por primera vez, a todos los

derechos humanos, o sea, los civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, como

derechos de todas las personas y no como “otorgados desde el alto”, negados desde “el hado”

o desde los regímenes gobernantes (Isaac, R. s.f.2019).

Los elementos fundamentales de la Declaración Universal son la universalidad y la

indivisibilidad de los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, ya que, si

no fuera así, serían sólo privilegios de algunos y no de todos. Su universalidad depende de su

indivisibilidad, o sea, todos tienen la misma importancia y no es posible elegir sólo algunos

entre ellos, dejando a otros a la deriva. Solo igualmente aplicados pueden ser universalmente

aceptados.7 Además, son interdependientes entre ellos, o sea, mutuamente relacionados.

Sobre todo, los derechos humanos son inalienables, no se pueden negociar, no se pueden

quitar, ni se puede renunciar a ellos. Estos principios, junto al concepto de respeto por la

“dignidad humana”, han permeado posteriormente, a todos los documentos sobre derechos

humanos, reafirmándose también en las Constituciones y en las leyes de muchos países del

mundo, y, a nivel regional, en distintas Cartas sobre Derechos Humanos, que refuerzan en las

macro-regiones la realización de los derechos humanos de la persona.

El pensamiento humanitario actual, utilizando un concepto de igualdad y equidad que

se refiere a todos los seres humanos , incluye a todos los grupos sociales, también aquellos

históricamente marginados: las mujeres ; los niños, niñas y adolescentes; las personas con
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déscapacidad; los “no-blancos” y las minorías étnicas12 en general. Otros tratados

complementan, también, los principios rectores de los derechos humanos.

El concepto introducido por la Declaración Universal de “dignidad humana”, (así

como otros conceptos como los de libertad, justicia, igualdad), aunque escapa constantemente

de una precisa definición jurídica, trae consigo un fuerte poder evocativo y ha sido, y sigue

siendo, sumamente importante para levantar una mayor atención hacia los derechos de la

persona y para la movilización global de la participación por parte de la sociedad civil. Pese a

su indefinición, este principio ha sido un gran incentivo también para los gobiernos de

muchos países para armonizar sus legislaciones nacionales con las indicaciones de nivel

internacional. Sin embargo, la excesiva politización de los debates sobre los derechos

humanos ha resultado a menudo no sólo en la pasividad y en la acción ineficaz, sino a su vez

en acciones centradas en la condena de los gobiernos culpables, descuidando la cuestión de la

compensación, de la asistencia y rehabilitación de las personas, cuyos derechos han sido

heridos. La impunidad para los perpetradores y la falta de medidas compensadoras para las

víctimas representan las dos caras de la misma moneda. Por eso, compensaciones eficaces

para las víctimas y penas para los perpetradores contribuyen de manera relevante en la acción

de prevención y protección.1

Además, desde la adopción de la Declaración Universal, ha sido levantada la cuestión

de los derechos específicos para grupos sociales y poblaciones permanentemente vulnerados.

Aunque la Declaración Universal se exprese claramente sobre derechos universalmente

aplicables, los particulares problemas enfrentados, por ejemplo, por parte de las mujeres, de

los niños, de los grupos indígenas y de las personas con discapacidad impulsaron a los

gobiernos del mundo en promocionar la adopción de estándares y mecanismos específicos

para la tutela de sus derechos. El fomento de la participación de esos mismos grupos también
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fue, y sigue siendo fundamental.

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) es el principal instrumento internacional

para la tutela de los derechos humanos de los niños. La Convención ha sido favorablemente

aceptada por parte de casi todos los gobiernos del mundo, ya que muchas sociedades carecían

de estructuras legales y sociales para la promoción y protección de los derechos de la

infancia. En 2002, entraron en vigor dos Protocolos Facultativos a la CDN: el “Protocolo

Facultativo a la Convención sobre los Derechos de los Niños involucrados en los conflictos

armados” y el “Protocolo Facultativo a la Convención sobre la venta de niños, la prostitución

infantil y la utilización de niños en la pornografía”.

El referido a los niños en escenarios bélicos fija la edad mínima de 18 años para el

reclutamiento obligatorio y exige el compromiso por parte de los Estados a que lo menores de

18 años no participen directamente en los conflictos armados. El OPSC profundiza estos

fenómenos y exige que los Estados Parte adopten todas las medidas posibles para

criminalizarlos como delitos, proporcionando, al mismo tiempo, la asistencia necesaria a las

víctimas. Un protocolo tiene la función de profundizar las temáticas del tratado original al

cual se refiere, proporcionando más detalles y ampliando las obligaciones de este. Los

Estados tienen que decidir, si se vinculan, o no al protocolo, puesto que un protocolo

facultativo exige una ratificación independiente del tratado que complementa. La CDN y sus

Protocolos Facultativos forman un todo, constituyen los fundamentos de los derechos del

niño y se reflejan en el enfoque de children’s rights (derechos del niño), cuyos ejemplos son

los compromisos asumidos por la comunidad internacional, en particular, con la Special

Session on Children de las Naciones Unidas (2002), el Estudio de las Naciones Unidas sobre

la Violencia contra de los Niños (2006)21, y la designación de un Special Representative of


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the Secretary-General on Violence Against Children (2009) y de un Special Representative of

the Secretary-General on Children and Armed Conflict (2006).

Medidas generales de implementación

Los cuatros principios generales de la CDN junto a las medidas generales de

implementación de la CDN, constituyen los instrumentos fundamentales para su aplicación y

la de sus Protocolos Facultativos. Las medidas generales de implementación requieren:

 que los Estados Parte garanticen la compatibilidad de las leyes nacionales

existentes, futuras y de las prácticas judiciales con los principios de la CDN,

también por medio de la modificación de aquellas leyes nacionales que

resulten discordantes con esa.

 que se creen instituciones independientes para los derechos de los niños, como

las oficinas de ombuds y de focal points en las instituciones nacionales de

derechos humanos;

 que los Estados Parte realicen estrategias nacionales para la implementación

de la CDN, empleando a todos sus recursos posibles y que la implementación

esté monitoreada y coordinada desde instituciones del gobierno enfocadas en

los derechos del niño;

 el monitoreo sistemático de la implementación de la CDN, por medio de la

recolección de datos, su análisis, evaluación y difusión. - la promoción de la

educación, capacitación y sensibilización sobre los derechos del niño,

involucrando también a la sociedad civil y a los niños, niñas y adolescentes;

 el apoyo de la Cooperación Internacional.

El Committee on the Rights of the Child tiene el papel de control de la

implementación de la CDN. El compromiso exigido desde las Naciones Unidas a los Estados
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Parte prevé también un relato periódico al Comité (Committee on the Rights of the Child) 30,

que se reúne en Ginebra. En base a los relatos recibidos y también por medio de otras

informaciones (de las Agencias de N.U., de las ONG y de otras instituciones), el Comité

elabora: Observaciones que evalúan las medidas aplicadas por los Estados Parte, y

Recomendaciones, para las acciones futuras de los Estados, al fin de cumplir con sus

obligaciones. Observaciones y Recomendaciones están comunicadas públicamente, como

líneas-guía para los debates a nivel nacional. El Comité elabora también líneas-guía para los

gobiernos con sus General Comments. Los Estados Parte de los Protocolos Facultativos

tienen que entregar un relato específico sobre la implementación de los Protocolos

ratificados. La elaboración de esta información, por parte del Comité, hará parte del conjunto

de evaluación periódica de la CDN.

Protocolos facultativos

1. Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, sobre la

participación de niños en conflictos armados

Establece los 18 años como la edad mínima para el reclutamiento obligatorio y exige

a los Estados que hagan todo lo posible para evitar que individuos menores de 18 años

participen directamente en las hostilidades. Para lograr la plena protección de los niños, en

particular durante los conflictos armados y la ocupación extranjera, es indispensable que se

den condiciones de paz y seguridad basadas en el respeto de los propósitos y principios de la

Carta de las Naciones Unidas y se observen los instrumentos vigentes en materia de derechos

humanos.

Con este Protocolo, se pretende asegurar la rehabilitación física y psicosocial y la

reintegración social de los niños y niñas víctimas de conflictos armados, alentando la

participación de las comunidades y, en particular, de los niños y de las víctimas infantiles en


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la difusión de programas de información y de educación sobre la aplicación del Protocolo.

2. El Protocolo facultativo sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la

utilización de los niños en la pornografía

Los artículos 34 y 35 de la Convención sobre los Derechos del Niño dicen que los

gobiernos deben proteger a los niños de todas las formas de explotación y abusos sexuales y

tomar medidas posibles para asegurar que no se les secuestra, se les vende o se trafica con

ellos.

El Protocolo Facultativo de la Convención relativo a la venta de niños, la prostitución

infantil y la utilización de niños en la pornografía sirve de complemento a la Convención al

exigir a los Estados una serie de requisitos precisos para poner fin a la explotación y abusos

sexuales de la infancia. También protege a los niños de la venta con objetivos no sexuales,

como por ejemplo otras formas de trabajo forzado, adopciones ilegales o donación de

órganos.

El Protocolo ofrece definiciones de delitos como «venta de niños», «prostitución

infantil» y «pornografía infantil». También obliga a los gobiernos a criminalizar y castigar las

actividades relacionadas con estos delitos. Exige castigos no solamente para quienes ofrecen

o entregan niños para su explotación sexual, transferencia de órganos, obtención de

beneficios o trabajos forzados, sino también para todo aquel que acepte a un niño o niña

destinado a estas actividades.

3. Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento

de comunicaciones

En el año 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas aprueba el tercer Protocolo

facultativo que permite presentar quejas o casos de violaciones de los derechos de los niños,

niñas y adolescentes ante el Comité de Derechos del Niño, si no han logrado obtener las
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respuestas legales necesarias a estas violaciones en sus países de origen.

Esta rúbrica supone un “hito en la historia de los derechos humanos” ya que sitúa en

el mismo nivel los derechos de los niños que los de los adultos, dado que podrán apelar a un

instrumento de Derecho Internacional ante las Naciones Unidas para defenderse de las

situaciones de vulnerabilidad.

Función Policial

El cumplimiento de la misión asignada a la Policía Nacional del Perú exige

necesariamente brindar un servicio de alta calidad y eficiencia a la comunidad. Esto genera,

entre otras acciones, la necesidad de sistematizar sus procedimientos operativos dentro de las

normas de los derechos humanos y la ética. La naturaleza de la función policial es compleja,

variada y crítica; no sólo se produce después de un hecho anómalo, de manera reactiva, sino

aun con mayor énfasis antes de éste, obligando a la adopción de medidas preventivas. Por lo

tanto, esta tarea demanda permanente capacitación y entrenamiento del efectivo policial para

garantizar así su conducta ética en el marco de la ley, constituyéndose en un referente para la

sociedad; lo que le permitirá enfrentar con éxito las nuevas formas de asistencia y defensa de

ella, ya que el fin último de la Policía es SERVIRLA y PROTEGERLA. Es por ello que se

elaboró un manual que establece procedimientos y técnicas de intervención policial en el

marco del respeto a los derechos humanos, se constituyó un equipo de trabajo conformado

por oficiales y suboficiales PNP, mayoritariamente instructores en derechos humanos

aplicados a la función policial, y miembros de la Secretaría Permanente de la Comisión

Nacional de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.

Para que la Policía Nacional del Perú cumpla sus funciones, se les ha conferido a los

policías determinadas facultades, siendo las más importantes, entre otras, el arresto, la

detención y el uso de la fuerza. Las acciones que ejecuten los policías en el desarrollo de su
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función deberán subordinarse y adecuarse al respeto de los derechos humanos, para así

garantizar la legalidad y legitimidad de sus actuaciones, alcanzando la finalidad del servicio

policial.
12

CONCLUSIONES

1. Es importante que exista el principio formal, porque es aquello que permite hacer

valer un propio derecho frente de la ley. El derecho de igualdad formal

2. es el derecho frente a la ley, o sea esa igualdad abstracta que permite a una persona

comparecer frente a la ley para que sean reconocidos sus propios derechos. Eso se

funda en el principio de igualdad, modernamente entendido. Luego, hay el problema

del cumplimiento de la ley.

3. En el área de prevención, el rol de la educación formal y no formal resulta

determinante en fortalecer el empoderamiento del niño, sobre todo, por medio de una

educación de calidad, basada en el respeto de los derechos humanos y el aprendizaje

de life skills, que puedan empoderar al niño, frente a situaciones con riesgo de abusos

y explotación. De todas formas, eso permitiría a los niños poder ejercer su derecho a

elegir libremente sus propios futuros. En las cuestiones de género, este derecho asume

una particular importancia, ya que son las niñas y las chicas adolescentes quienes ven

negado su derecho a la educación, las que resultan mayormente víctimas de la

explotación sexual, y que no pueden, pues, elegir libremente a su propio futuro.

4. La prevención con enfoque de género tiene que intervenir involucrando también a

niños, chicos, adolescentes y hombres, ya que ha quedado claro, en estos últimos

años, que la discriminación de género no se desarraiga sencillamente concienciando a

chicas y mujeres, sin después modificar a sus entornos, muchas veces, machistas y

patriarcales. Sin hacer eso, no puede haber una prevención duradera.

5. Por lo que se refiere a la acción de protección, los vacíos en el cumplimiento de la ley

y la falta de criminalización de los perpetradores determinan notablemente las

condiciones para que se lleve a cabo la explotación sexual de infancia y adolescencia.


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Las víctimas necesitan de protección y de asistencia para que puedan denunciar los

crímenes y poder ser testigos en los juicios. La corrupción es otro gran obstáculo para

la implementación de las leyes. Recuperar las víctimas tiene que ser también una

prioridad.

6. Los miembros de la Policía Nacional del Perú, en su formación profesional y práctica

diaria, centran su atención y recursos prioritariamente en labores preventivas,

disuasivas y de represión de la actividad criminal, siendo necesario también que se

desarrollen directivas adecuadas para garantizar la atención de quienes han visto

vulnerados sus derechos.


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Bibliografía

Isaac, R. (s.f.)2019. EL PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS

DERECHOS DEL NIÑO RELATIVO A UN PROCEDIMIENTO DE

COMUNICACIONES COMO NUEVO MECANISMO DE DENUNCIA FRENTE A

LA VIOLENCIA CONTRA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES. Obtenido de

https://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/168330/Ravetllat

%20Ballest%C3%A9.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Plataforma del Estado Peruano. (s.f.). PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA

CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO RELATIVO A LA VENTA DE

NIÑOS, LA PROSTITUCIÓN INFANTIL Y LA UTILIZACIÓN DE NIÑOS EN LA

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https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/90495280451b84a7968ede01a4a5d4c4/

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MOD=AJPERES&CACHEID=90495280451b84a7968ede01a4a5d4c4

UNICEF. (s.f.). La Conveneción de los Derechos del Niño y sus tres protocolos facultativos.

Obtenido de https://www.unicef.org/argentina/media/571/file/CDN.pdf

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