Material Bibliográfico para Actividades en Semana 2

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Universidad Nacional del Nordeste

Dirección de Políticas de Género y diversidad


Secretaria General de Posgrado

Diplomatura Superior en Género, Diversidad y Universidad


Módulo 5
Historia y políticas públicas sobre géneros en Argentina y Latinoamérica

Semana 2.
Te invitamos a leer este texto en el cual se desarrolla la evolución histórica de
los derechos de las mujeres y personas LGTBIQ+ en el mundo y Argentina.
Para luego realizar la actividad sugerida.
Como hechos históricos relevantes para la humanidad, debemos citar a la Primera y
segunda Guerra Mundial.
Pero en particular, el fin de la segunda guerra mundial generó un ejercicio de reflexión
en la comunidad internacional sobre la necesidad de dotar de una mayor protección a
los derechos humanos (DDHH). Esto dio como resultado el derecho internacional de
los derechos humanos (DIDH).
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), aprobó en 1948 la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, marcando un hito en la historia. La Declaración
fue el punto de partida e inspiración de todos los subsiguientes sistemas de protección
de DDHH, tanto a nivel internacional como regional y nacional.
A pesar de la gran importancia de estos acuerdos, después de las atrocidades
cometidas en la guerra, no se logró que sean vinculantes sus disposiciones, por lo que
la comunidad internacional acordó promulgar dos tratados internacionales que
desarrollaran la Declaración y plasmaran en obligaciones jurídicas los derechos que
en ella figuraban.
De este modo, en 1966 se adoptaron el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
junto a dos Protocolos facultativos que establecen procedimientos a los que se
someten los estados para monitorear el cumplimiento de sus disposiciones.
En estos tratados se establecieron los derechos que todos los seres humanos, de
manera universal, disfrutamos por el solo hecho de serlo.
Gracias al activismo y reclamos de la sociedad civil se entendió que esa ‘universalidad’
no era tan así, sino que se seguía basando en aquel sujeto de la Revolución Francesa,
el sujeto legal liberal tradicional: el hombre blanco heterosexual occidental sin ninguna
discapacidad. Todas aquellas personas que no encuadraran en esas categorías se
encontraban con un doble obstáculo: por un lado, tenían más dificultades en el acceso
a sus derechos y, por otro, corrían más riesgo de que sus derechos fueran vulnerados.
No eran seres humanos “hegemónicos”.
A cuenta de ello, el Derecho Internacional de DDHH comprendió la necesidad de
elaborar instrumentos legales específicos, adaptados a las realidades de
determinados grupos de personas o “colectivos”: personas racializadas, mujeres,
personas LGTBIQ+, infancias, trabajadores/as migrantes, personas con discapacidad,
etc.
Para ello se implementaron mecanismos de protección de cada uno de estos tratados
para velar por su cumplimiento.
Además, la ONU en consonancia con el activismo de grupos de la sociedad civil ha
promovido con el paso de los años, desde la ONU, se han promovido otro tipo de
mecanismos de protección de DDHH a través de los llamados procedimientos
especiales, que abordan bien la situación de los DDHH en determinados países o bien
sobre temáticas específicas. Ejemplos de estos procedimientos son: sobre las
personas con albinismo, sobre derechos culturales, sobre el derecho al desarrollo, a
la educación, al medioambiente, o a la salud mental, sobre la situación de las
defensoras/es de DDHH, sobre los derechos de los pueblos indígenas, de las minorías
o de las personas mayores, y un largo etcétera. Actualmente hay más de 50
procedimientos especiales específicos.
Esta misma lógica en la evolución de los DDHH, tuvo lugar en los sistemas regionales
de protección de derechos humanos. En el caso del Consejo de Europa, en 1950 se
adoptó el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que contempla principalmente
derechos de carácter civil y político y que está monitoreados por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos; y en 1961 fue el turno de la Carta Social Europea, con
derechos económicos, sociales y culturales, y bajo la protección del Comité Europeo
de Derechos Sociales.
Una de las clasificaciones de los derechos humanos, con fines de explicación de su
evolución es la siguiente:
• Derechos humanos de Primera Generación o también
conocidos como Derechos Civiles y Políticos. Surgen con la Revolución
Francesa como rebelión contra el absolutismo del monarca. Impone al Estado respetar
siempre los Derechos Fundamentales del ser humano como es el derecho a la vida,
a la libertad, a la igualdad, entre otros. • Derechos Humanos de Segunda
Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales, desc.
Los cuales se plantearon por primera vez en el mundo en las teorías del Estado de
Bienestar, peor no fue sino hasta el reconocimiento de los DESC por parte de los
Estados que no corresponde a simples actos de buenas intenciones sino a
obligaciones que se derivan directamente de tratados internacionales de derechos
humanos, como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la ONU (1966) y las normas establecidas por organismos especializados
como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y son de
satisfacción progresiva.
• Y los Derechos Humanos de Tercera Generación,
también llamadas Derechos de los Pueblos o de Solidaridad. Surgen
en nuestro tiempo como respuesta a la necesidad de cooperación entre las naciones,
así como de los distinto grupos que lo integran. Derecho a la autodeterminación, a la
independencia económica y política, a la identidad nacional y cultural, a la paz, a la
coexistencia pacífica, al entendimiento y confianza, a la cooperación internacional y
regional, a la justicia internacional, al uso de los avances de las ciencias y la
tecnología, a la solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y
ecológicos, a proteger el medio ambiente y patrimonio común de la humanidad, a
contribuir al progreso que garantice la vida digna y la seguridad humana.
No obstante, la adopción de nuevos instrumentos no ha sido la única fuente de avance
y evolución de los DDHH. Los diferentes mecanismos creados para velar por su
cumplimiento han tenido un papel esencial a la hora de reinterpretar las disposiciones
normativas adaptándolas a las nuevas realidades sociales. Esta reinterpretación
genera nuevos estándares de protección y, en consecuencia, aterriza y afina las
obligaciones internacionales de los estados en virtud de los tratados.

En las últimas décadas el avance en materia de protección DDHH ha sido


extraordinario. Los estándares y mecanismos de protección han proliferado adoptando
caminos diversos para poder responder adecuadamente a realidades sociales
cambiantes.
La comunidad internacional ha jugado un papel importante en este progreso, pero ha
sido la sociedad civil la que ha impulsado los cambios y ha mostrado el camino.
Por supuesto, hay todavía múltiples obstáculos que impiden la efectividad de los
DDHH en la práctica: la ausencia de un enfoque interseccional, la falta de mecanismos
de control de la ejecución de políticas públicas y sentencias, o gobiernos que deciden
desvincularse de la comunidad y de los tratados internacionales de forma unilateral,
entre otros muchos.
En definitiva, el reconocimiento de los DDHH no es un fin sino un medio: es una
herramienta dirigida al cambio a todos los ámbitos, legislativo, político y social.

En Argentina.

Las reformas constitucionales de Argentina de 1994 modificaron radicalmente


la posición de su Constitución. Como parte del proceso de democratización que
siguió a la última dictadura cívico-militar (1976-1983), Argentina emprendió un
importante esfuerzo de reforma constitucional, incorporando nueve destacados
tratados de Derechos Humanos a su Constitución.

De este modo, Argentina presenta un ejemplo prototípico de internalización del


derecho internacional.
Hasta 1994, fecha en que se reformó la Constitución Nacional de la República
Argentina, se desarrollaban dos ejes sobre los cuales las constituciones eran
comparadas con los derechos humanos internacionales. Cabe destacar que algunas
constituciones equiparan los tratados internacionales al derecho interno, mientras que
otras otorgan a las normas internacionales un rango superior al derecho interno.

Antes de 1994, la Constitución argentina no abordaba explícitamente el estatus de los


tratados internacionales. Al igual que las Constituciones de Uruguay, Brasil y Bolivia
dividía el poder sobre los tratados internacionales entre los tres poderes y establecía
en su artículo 31 que la Constitución, las leyes que en su consecuencia dictaba el
Congreso y los tratados con potencias extranjeras eran la ley suprema del país; y que
las autoridades provinciales estaban obligadas a ajustarse a esta ley sugiriendo algún
tipo de paridad entre la Constitución y los tratados internacionales.

A partir de la reforma, la Constitución Nacional dicta, en el artículo 75 inc. 22, 23 y 24


lo siguiente:
“22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración


Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos
Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su
vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera
parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder
Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara. Los demás tratados y convenciones sobre derechos
humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la
jerarquía constitucional.

“23. Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real
de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos
por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos
humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas
con discapacidad.
Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en
situación de desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del período de
enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia.

“24. Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a


organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que
respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en su
consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.La aprobación de estos tratados
con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros Estados, el Congreso de
la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara,
declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser aprobado con
el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
después de ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.”

En síntesis, la Reforma de 1994 implicó un avance en el derecho argentino al


incorporar a la Constitución Nacional los Tratados sobre Derechos Humanos y
otorgarles jerarquía constitucional. Desde entonces Argentina puso en marcha en su
Carta Magna el desarrollo previo sobre la protección de los Derechos Humanos
producido en Europa y en América, esta última básicamente en concordancia con la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.

Derechos Humanos de las Mujeres.


A lo largo de la historia de la humanidad encontramos muchas sociedades donde las
mujeres fueron consideradas inferiores respecto de los hombres. En gran parte de las
sociedades tradicionales, su educación se limitaba a aprender habilidades domésticas
y se encontraban subordinadas a la autoridad de sus padres, primero, y de sus
maridos, después. Si bien existieron en la historia civilizaciones que otorgaron a la
mujer un papel de privilegio (las reinas egipcias, por ejemplo), en la mayoría de las
sociedades occidentales las tareas asignadas a la mujer se limitaban al cuidado del
hogar y de la familia. De este modo, la mujer quedaba relegada al ámbito privado,
quedando la participación pública exclusivamente en manos de los varones.

Pero, poco a poco, esta situación comenzó a cambiar, sobre todo a partir del siglo
XIX. Así, los principales momentos de este recorrido fueron:

-A mediados del siglo XVIII, con la Revolución Industrial, muchas mujeres se vieron
obligadas a abandonar su lugar en sus hogares y comenzaron a trabajar en las
fábricas. A esta situación se sumó a una idea que rondaba en el mundo de la época
que proponían los filósofos de la Ilustración: igualdad entre varones y mujeres. A pesar
de ello, todavía eran voces aisladas y el trabajo femenino era equiparable al trabajo
de los niños y sus salarios eran controlados por sus padres o maridos.

-Durante el siglo XIX, el 8 de marzo de 1857, en una fábrica de Nueva York un grupo
de obreras organizaron una propuesta para mejorar sus condiciones de trabajo y
fueron brutalmente reprimidas.

-Ya en el siglo XX, en marzo de 1908, en la misma ciudad 15 mil trabajadoras iniciaron
un movimiento de huelga para pedir mejores condiciones de vida y aumento salarial.

-A pesar de que en este recorrido histórico vemos cómo poco a poco la situación de
la mujer fue avanzando, todavía queda mucho por recorrer. Por ejemplo, un estudio
del Instituto de Desarrollo Social de nuestro país informó que los sueldos de las
mujeres son un 30% inferiores a los de los varones. Al mismo tiempo, el acceso a
altos cargos públicos también es desigual.

A esta situación de la mujer en el siglo XXI –la negación de oportunidades y de


derechos-, la denominamos discriminación por género. Se discrimina a la mujer
cuando damos por hecho que le corresponden determinados papeles y no otros,
cuando se las reduce a determinados ámbitos o actividades “femeninos”, cuando
frente a un mismo trabajo reciben un salario menor que los varones y cuando son
marginadas de las jerarquías más altas y de los puestos de dirección. Existen en
nuestra sociedad actual muchos prejuicios relacionados con el sexo, por ejemplo, que
las mujeres conducen peor que los hombres. Por suerte, las estadísticas de
accidentes automovilísticos desmienten esta afirmación.

-En 1910 se realizó en Copenhagüe la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres


Socialistas, donde se propuso que se estableciera el día 8 de marzo como Día
Internacional de la Mujer en homenaje a las primeras mujeres que se organizaron
buscando mejorar su situación luchando por sus derechos.

- En la década de 1960, los cambios en el mundo dieron impulso a los nuevos


movimientos feministas. Se propusieron demostrar los prejuicios que existían en el
mundo sobre tareas “naturalmente” femeninas o masculinas”. La labor de estos
grupos permitió superar la discriminación política, económica y social que sufrían las
mujeres.

-En 1975 la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció el 8 de marzo como


Día Internacional de la Mujer, y en 1979 la ONU aprobó la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, que en la actualidad
forma parte de nuestra Constitución Nacional.
Podemos resumir en algunos antecedentes, los cuales son:
1789 Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana.
1793 La Revolución francesa proclamó los Derechos del Hombre y el Ciudadano.
Desconoció la participación de las mujeres. Olympe de Gouge dio a conocer su
declaración incluyendo a hombres y mujeres. Fue guillotinada.
1848 Primera manifestación pública por el derecho al voto. Declaración de Séneca
Falls o Declaración de Sentimientos. Texto fundacional del sufragismo en Estados
Unidos.
1979 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (Naciones Unidas)
1995 Declaración y Plataforma de Beijing que fue uno de los planes más progresistas
para promover los derechos de las mujeres.
2000 Resolución 1325 de la ONU en esta resolución se subraya la importancia de que
las mujeres participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en la prevención
y solución de los conflictos, la consolidación de la paz y el mantenimiento de la paz.
El avance de los derechos de la mujer en Argentina

EVOLUCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN NUESTRA CONSTITUCIÓN


NACIONAL
A principios de siglo XX, la mujer no era considerada ciudadana –es decir poseedora
de derechos políticos- en casi ningún país del mundo. La Constitución Nacional,
sancionada en 1853, otorgaba el derecho a la participación política –al voto-
únicamente a los ciudadanos varones.

Las dificultades para garantizar estos derechos, llevó a las clases populares a luchar
por una nueva ley electoral. En 1912 la Ley Sáenz Peña estableció el voto universal,
secreto y obligatorio. Sin embargo, más allá de la importancia que tuvo por haber
ampliado el sufragio, continuaba excluyendo a la mujer del acto político de elegir a sus
representantes.

En 1927 en la provincia de San Juan, una ley provincial aprobada por iniciativa del
socialismo permitió el sufragio femenino. Aunque no existían fundamentos legales
para que la mujer fuese excluida del voto, quienes debían aprobar una ley que las
integrara eran los hombres que formaban el Congreso.

Recién en septiembre de 1947, durante la presidencia de Juan Domingo Perón y por


iniciativa y lucha de Eva Duarte de Perón, se dictó la ley 13.010 que concedía a la
mujer derechos políticos, convirtiéndolas en sujetos capaces de ser electoras y
elegidas.

Con esta ley la mujer consiguió la igualdad de derechos políticos respecto del hombre.

El 11 de noviembre de 1951, tras la incorporación del derecho de sufragio femenino


en la reforma constitucional de 1949, en una elección histórica las mujeres argentinas
votaron por primera vez y resultaron elegidas 24 diputadas y 9 senadoras.

A pesar de haber logrado el sufragio femenino, las mujeres fueron excluidas de la


política durante mucho tiempo. Esta situación llevó a que en 1991 el Congreso
sancionara la Ley de Cupos, conocida también como “ley del treinta por ciento”, que
establece que “Las listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo de
treinta por ciento de los candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con
posibilidad de resultar electas”.

El reconocimiento de los derechos políticos de la mujer en nuestro país fue el


resultado de un largo proceso de lucha. En la actualidad, si bien se registran grandes
avances respecto al pasado, la situación de la mujer respecto al hombre continúa
siendo en algunos ámbitos despareja.

EVOLUCIÓN LOS DERECHOS CIVILES DE LA MUJER EN LA REPUBLICA


ARGENTINA
1.- Antes de la sanción del Código Civil:
Los rasgos característicos de la época referidos a la familia virreynal y colonial, se
sintetizan en:
a) Indiscutida autoridad marital con omnímoda jefatura ejercida en el hogar. -
b) Patria potestad absoluta, practicada por el padre, que tenía el derecho de vender a
sus hijos y de oponerse a su matrimonio. -
C) Prohibición para la mujer de ejercer profesiones públicas y privadas. -
d) Incapacidad total y absoluta de la mujer casada para todos los actos de la vida civil.
e) Derecho de la esposa a heredar solo la cuarta parte de los bienes dejado por su
cónyuge, siempre y cuando no excedieran de cien libras de oro y no tuviera bienes
propios para vivir honestamente.-
f) Institución del mayorazgo.
g) Pena de muerte para la mujer adúltera.
h) Analfabetismo de la mujer, por no ser considerad como sujeto de enseñanza.
Con la emancipación del país, se acceden a nuevas doctrinas europeas, sin embargo
la situación dela mujer no varió mayormente.
2.-En el Código Civil:
Se sanciona en septiembre de 1869 el Código Civil. El trabajo del Doctor Dalmasio
Vélez Sarsfield fue producto de una época en que la igualdad de sexos aparece como
una experiencia de laboratorio jurídico.

Dentro del régimen del Código, la mujer soltera o viuda gozaba de absoluta capacidad
de hecho con algunas incapacidades de derecho: así, no podía ser tutora de sus
hermanos, salvo la abuela que se mantuviera viuda (art. 390); tampoco podía ser
testigo en los instrumentos públicos (art. 990), ni en los testamentos (art. 3705).

Para la mujer casada se mantiene la incapacidad como norma; su representante, es


su marido, (art. 57inc. 40). Los bienes de la sociedad conyugal están bajo la
administración del marido, que podía disponer de ellos a título oneroso, salvo cuando
la enajenación fuera en fraude de la mujer, (arts. 186 y 1276).

El fundamento de la incapacidad que se mantiene para la mujer casada, reside más


que en la diferencia biológica de la misma, en la necesidad de la unidad de gobierno
dentro del hogar.

El aumento creciente del trabajo fuera del hogar, producto del industrialismo,
presionan el pasaje a una nueva etapa; el Código queda desactualizado y aparecen
en el panorama jurídico argentino, diversos proyectos de ley relativos a los derechos
civiles de la mujer, entre los que podemos citar el del Doctor Luis María Drago, en
1902; el del Doctor Alfredo Lino Palacios, en el año 1907, reiterado en 1913 y 1915
en el Congreso, sin resultado alguno; el del Doctor del Valle Iberluces -el más
avanzado de todos- que declaraba, lisa y llanamente, la equiparación del hombre y la
mujer, abolía la incapacidad de hecho de la mujer casada y modificaba
substancialmente el régimen económico del matrimonio. (1918). Pero no dejaron de
ser loables intentos.

3.- La Ley Nº 11.357 “De los derechos civiles de la mujer”


Los Dres. Mario Bravo y Juan B. Justo presentan en septiembre de 1924 el proyecto
de ley que, en el año 1926, se transforma en la Ley Nº 11.357.
Esta ley distingue: a) Mujer soltera, viuda o divorciada mayor de edad; b) Mujer
casada mayor de edad y c) Mujer casada, menor de edad.
Respecto de la Mujer soltera, viuda o divorciada mayor de edad: establece el principio
de la igualdad jurídica con el hombre mayor de edad. (art. lo.), derogando, en
consecuencia, las incapacidades de derecho que afectaban a la mujer en general.
(arts. 290-990-475-etc.).
Lamentablemente, los defectos de técnica legislativa que adolecía esta ley, motivaron
que opiniones contradictorias, limitaran en la práctica sus verdaderos alcances (se
impusieron las tesis restrictivas, restringiendo derechos).
No obstante ello, la gran conquista, estuvo dada por el art. 30, inc. 2º, apartado a)que,
sin necesidad de autorización marital le concede el derecho de ejercer profesión,
empleo, comercio o industria honestos, administrando y disponiendo libremente del
producido de esas ocupaciones. Además, crea la presunción "juris tantum" sobre la
propiedad de los bienes de la mujer cuando se hace constar en la escritura que el
dinero proviene de esos conceptos.
b) Tratándose de mujer casada: conservaba la patria potestad de los hijos de un
matrimonio anterior no obstante contraer nuevas nupcias; aceptaba o rechazaba la
legitimación que de ella hicieran sus progenitores, sin autorización marital; aceptaba
herencias bajo beneficio de inventario; podía estar en juicios civiles o criminales que
afectaren su persona, sus bienes o los bienes de sus hijos menores de un matrimonio
anterior, sin venia marital o judicial; administraba o disponía a título oneroso de sus
bienes propios y de los gananciales adquiridos con el producido de su profesión, oficio,
comercio o industria.
Como lógica consecuencia de la capacidad asignada a la mujer cagada en el aspecto
matrimonial, la ley 11.357, instaura como principio, la separación de
responsabilidades. (Art. 60 y 70). Las deudas contraídas por un cónyuge, no pueden
-salvo contadas excepciones- ser soportadas por el otro.
Por último, la ley no olvidó los casos de:
c) la mujer casada menor de edad: le confirió iguales derechos que a la casada mayor
de edad, salvo para los actos de disposición, que requerían venia marital o
autorización judicial.
d) madre natural: le otorgó la patria potestad de sus hijos, con la misma amplitud de
derechos y facultades que la legítima.
4.- La Ley 17.711 modificatoria del Código Civil
4.1.- Capacidad jurídica de la mujer:

La posición de la mujer luego de la reforma del Código Civil por la Ley Nº 17.711, es
la siguiente:
a) Plena capacidad civil de la mujer mayor de edad.
b) Derecho a ser tutora y curadora.
c)Derecho a administrar libremente sus bienes propios y gananciales adquiridos con
el producido de su actividad.
d)Derecho a coparticipar en la disposición de los bienes gananciales.
e) Derechos hereditarios a la viuda en la sucesión de los suegros, si se mantenía en
esa condición.
f) Derecho a legar bienes gananciales cuya administración le está reservada.

5.-La Ley 23.264 (1985):


Equilibró la situación de la mujer en diferentes aspectos:
— ejercicio de la patria potestad, que con anterioridad a la ley 23.264 correspondía al
padre; a partir de la citada ley, se ejerce en forma compartida, con lo que se equipara
al hombre y a la mujer en el gobierno de la persona y bienes de los hijos menores;
— nombre: según el artículo 2º de la ley 18.248, la elección del nombre de los hijos
era una atribución paterna; con posterioridad a la ley 23.264, la elección es de ambos
padres;
— curatela: ambos padres son curadores de sus hijos tanto menores como mayores
de edad.

6.- La ley Nº 23.515 (1987):


El 28 de junio de 1987 el Congreso de la Nación sancionó la nueva Ley de Matrimonio
Civil que modifica la situación de la mujer en los siguientes aspectos:
— domicilio de la mujer casada: se suprimió el viejo resabio de autoridad marital que
facultaba al marido a elegir el domicilio conyugal (art. 90);
— nombre: con la modificación del artículo 8º de la Ley de Nombre se eliminó la
obligación de la mujer de usar el apellido de su marido precedido de la partícula “de”,
quedando ello como meramente facultativo.

7.- Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la


mujer:
Fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de
1979 y entró en vigencia en el año 1981; fue suscripta por la Argentina el 7 de julio de
1980 y ratificada por la ley 23.179.
La Convención está incluida entre los tratados que tienen jerarquía constitucional a
partir de la reforma de 1994 (art. 75, inc. 22 CN).
8.- Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la Mujer:
También conocida como Convención de “Belem do Para”, fue ratificada por ley 24632,
sancionada el 13 de marzo de 1996 y publicada en el Boletín Oficial el 9 de abril de
1996.
Esta Convención originalmente no estaba incluida entre los tratados que tienen
jerarquía constitucional porque fue sancionada después de la reforma constitucional
de 1994.

9.- Ley 26.449. Diferencia de edad para contraer matrimonio


Continuando con la posición de las anteriores legislaciones que requerían distintas
edades para los hombres y para las mujeres y el aumento de la edad mínima, la ley
17.711 dispuso que la edad mínima para contraer matrimonio fuera de dieciséis años
para la mujer y dieciocho años para el hombre.
Por esta ley 26.449, se procede a unificar como impedimentos para contraer
matrimonio tener menos de 18 años, unificando la edad para ambos sexo.
Entre los fundamentos de esta norma se esgrime que tiene como objetivo equiparar
la edad de mujeres y hombres que se establece entre los impedimentos matrimoniales
enumerados en el artículo 166 del Código Civil, porque se desea instaurar un trato
igualitario, ya que la diferencia de edad, para el entendimiento del legislador, se
basaba en el rol doméstico asignado a la mujer, y que el desarrollo integral de las
mujeres y su amplia participación en todos los ámbitos de la sociedad, exigen cambiar
estos parámetros y sobre todo las expectativas sobre su rol, que no puede depender
de su capacidad reproductiva, ni sólo de su aptitud psicológica o emocional; es
necesario procurar su desarrollo integral, que se piense, al igual que en el caso del
varón, que es deseable también su desarrollo intelectual y profesional.

10.-La ley 26.485


Después de adherir a la Convención sobre toda forma de Discriminación contra la
mujer y a la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer, la Argentina sancionó la ley 26.485 que contempla la
violencia contra la mujer en todos los ámbitos: el doméstico, el comunitario o social y
el del Estado, esta ley constituye una legislación de avanzada porque la mayoría de
los estados cuentan con leyes que protegen a las mujeres de la violencia en el ámbito
doméstico (sólo familiar y no enfocada exclusivamente en la mujer).

Esta enumeración no pretende ser exhaustiva sino enunciativa de las mas relevantes,
dejando constancia de la existencia de otras legislaciones que han ampliado derechos
y promovido la plena existencia de la mujer como sujeto de derecho

Personas LGTBIQNB+ y sus derechos humanos en Argentina.


Con el retorno de la democracia se generó el surgimiento de organizaciones LGBTI+.
El enfoque de derechos humanos y conceptos de visibilidad e identidad fue siempre
el objetivo y finalidad de muchas acciones colectivas de la sociedad civil integrantes
de grupos LGBTI+, las organizaciones sociales y los feminismos en alianzas
estratégicas, pero también con tensiones, sostuvieron luchas en común1.
El estado de situación de la población travesti transexual y transgénero en la Argentina
es muy precaria, con niveles muy bajos de expectativas de vida (35 años), sufriendo
a cotidiano situaciones de violencia(s) y transodio.
A pesar de todo ello, se han sabido abrir camino y luchas en el mundo y en nuestro
país, con referentes y agendas propias de las organizaciones de personas travestis
trans.
En la Argentina de los años 70 ́ se vivió un tenso clima político y social. De la múltiples
experiencias de organización, se registra la lucha de dos agrupaciones feministas, La
Unión Feminista Argentina (UFA) y el del Movimiento de Liberación Femenina (MLF),
que comenzaron a desarrollar grupos de estudio colectivo y de reflexión que
“buscaban desterrar las connotaciones biológicas que parecían acarrear la feminidad
y la masculinidad”2. Estas actividades, las encontraron consolidando debates junto al
Frente de Liberación Homosexual (FLH).
Normativa vigente en DDHH para personas LGBTIQ+:
Convenciones Internacionales: Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Pacto de San José de Costa Rica), 1969. Declaración de Montreal sobre los Derechos

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Leyes Nacionales: Ley 26.485 (2008) Ley de protección integral para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen
sus relaciones interpersonales. Ley 26.618 de Matrimonio Civil (2010), Ley 26.743 de
Identidad de Género (2012),), Capacitación Obligatoria en la Temática de Género y
Violencia contra las Mujeres - “Ley Micaela” (2018), Decreto n°721/2020 de Cupo
Laboral Trans Travesti en la Administración Pública Nacional).
Las dos leyes más importantes y representativas de este período fueron la Ley N°
26.618 de Matrimonio Igualitario y la Ley N° 26.743 de Identidad de Género. El
tratamiento legislativo del Matrimonio Igualitario en 2010, que contó con el impulso de
la presidenta Cristina Fernández, suscitó un gran debate social que tuvo como
protagonista a la comunidad LGBTI+ y colocó en la agenda política y mediática de
nuestro país sus demandas.
Bajo los lemas “El mismo amor, los mismos derechos” o “Somos Familias”, se avanzó
en una discusión con los sectores que presentaban resistencias y oposición a la
iniciativa por considerarla, entre otras cosas, una amenaza a la familia y los valores
tradicionales.
La sanción de la Ley N° 26.618 no sólo reconoce los derechos de las parejas de
cualquier sexo a contraer matrimonio, con las consecuencias legales que esto tiene
para sus hijas, hijes e hijos, también motorizó la instalación de ciertos temas y debates
a nivel social. A su vez, nuestro país se convirtió en el primero en América Latina en
reconocer este derecho en todo su territorio nacional y décimo a nivel mundial. En
este sentido, Argentina comenzó a posicionarse como vanguardia respecto a los
derechos de la comunidad LGBTI+ y, a partir de allí, se multiplicaron las
organizaciones de la diversidad.

MINISTERIO DE LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD Resolución 509/2020


RESOL-2020-509-APN-MMGYD Ciudad de Buenos Aires, 29/12/2020
Atento las ultimas medidas tomadas por la actual gestión de gobierno, se comparte el
texto completo de la norma citada.
VISTO el Expediente EX-2020-49975824- -APN-CGD#MMGYD, la Ley de Ministerios
N° 22.550 (t.o. 1992) y sus modificatorias, el Decreto N° 721 de fecha 4 de septiembre
de 2020, la Resolución N° 298 de fecha 23 de octubre de 2020 del MINISTERIO DE
LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD, y
CONSIDERANDO:
Que, mediante el Decreto N° 721 de fecha 4 de septiembre de 2020 se estableció que
en el Sector Público Nacional, en los términos del artículo 8° de la Ley N° 24.156, los
cargos de personal deberán ser ocupados en una proporción no inferior al UNO POR
CIENTO (1%) de la totalidad de los mismos por personas travestis, transexuales y
transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo.
Que el mencionado Decreto creó en el ámbito del MINISTERIO DE LAS MUJERES,
GÉNEROS Y DIVERSIDAD el REGISTRO DE ANOTACIÓN VOLUNTARIA DE
PERSONAS TRAVESTIS, TRANSEXUALES Y/O TRANSGÉNERO ASPIRANTES A
INGRESAR A TRABAJAR EN EL SECTOR PÚBLICO NACIONAL (cfr. artículo 6).
Que el MINISTERIO DE LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD, mediante la
Resolución N° 298 del 23 de octubre de 2020 (RESOL-2020-298-APN-MMGYD),
resolvió que el mencionado Registro funcionará en el ámbito de la DIRECCIÓN
TÉCNICA DE REGISTROS Y BASES DE DATOS, en cuanto al diseño, el desarrollo
y la administración del sistema de gestión de la información (artículo 1).
Que, asimismo, el artículo 6 del Decreto N° 721/2020 le asignó al MINISTERIO DE
LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD efectuar el seguimiento de la cantidad
de cargos cubiertos por personas travestis, transexuales y transgénero en el Sector
Público Nacional. A su vez, en el mismo artículo se estableció que las jurisdicciones y
entidades deberán informar al MINISTERIO los puestos de trabajo disponibles.
Que, debido a que la SUBSECRETARÍA DE POLÍTICAS DE DIVERSIDAD del
MINISTERIO tiene a su cargo el PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO DEL
ACCESO A DERECHOS PARA PERSONAS TRAVESTIS, TRANSEXUALES Y
TRANSGÉNERO creado por Resolución N° 83/2020 (RESOL-2020-83-APN-MMGYD)
y la UNIDAD DE COORDINACIÓN INTERMINISTERIAL, conforme el artículo 3 de la
Resolución N° 298/2020 (RESOL-2020-298-APN-MMGYD); es el área competente
para reunir y centralizar la información que remitan las entidades y jurisdicciones sobre
los puestos disponibles, así como también, para hacer el monitoreo de los puestos
cubiertos por personas travestis, transexuales y transgénero en el Sector Público
Nacional.
Que, en este sentido, a fin de dar cumplimiento a lo mencionado resulta necesario
explicitar los criterios que regirán la inscripción y el funcionamiento del Registro; la
recepción de la información sobre los puestos de trabajo disponibles; la constitución y
selección de los perfiles laborales; la puesta a disposición de esos perfiles a las
entidades y jurisdicciones solicitantes; y el monitoreo y seguimiento de los objetivos y
funciones, así como también, los términos y condiciones.
Que se deja constancia que lo dispuesto en la presente resolución no implica
erogación presupuestaria.
Que la UNIDAD DE AUDITORÍA INTERNA y la DIRECCIÓN DE ASUNTOS LEGALES
Y CONTENCIOSOS del MINISTERIO DE LAS MUJERES, GÉNEROS Y
DIVERSIDAD han tomado las intervenciones de su competencia.
Que la presente se dicta en uso de las facultades previstas en el artículo 4°, inciso b)
punto 6 de la Ley de Ministerios (t.o. 1992) y sus modificatorias, y el artículo 10 del
Decreto Nº 721 de fecha 4 de septiembre de 2020.
Por ello, LA MINISTRA DE LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD
RESUELVE:
ARTÍCULO 1°. - Apruébanse los “Lineamientos Generales para la implementación del
artículo 6º del Decreto N° 721/2020” que, como Anexo I, registrado bajo el número IF-
2020-89103398-APN-SSPD#MMGYD, forma parte integrante de la presente
Resolución.
ARTÍCULO 2°. - Apruébanse los “Términos y Condiciones del REGISTRO DE
ANOTACIÓN VOLUNTARIA DE PERSONAS TRAVESTIS, TRANSEXUALES Y/O
TRANSGÉNERO ASPIRANTES A INGRESAR A TRABAJAR EN EL SECTOR
PÚBLICO NACIONAL” que, como Anexo II, registrado bajo el número IF-2020-
89096967-APN-SSPD#MMGYD, forma parte integrante de la presente Resolución.
ARTÍCULO 3º. - La presente medida no genera erogación presupuestaria adicional
alguna.
ARTÍCULO 4°. - La presente norma entrará en vigencia a partir del día de su
publicación en el BOLETÍN OFICIAL.
ARTÍCULO 5°. - Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL
REGISTRO OFICIAL y archívese. Elizabeth Gómez Alcorta
NOTA: El/los Anexo/s que integra/n este(a) Resolución se publican en la edición web
del BORA -www.boletinoficial.gob.ar- e. 31/12/2020 N° 67760/20 v. 31/12/2020 (Nota
Infoleg: Los anexos referenciados en la presente norma han sido extraídos de la
edición web de Boletín Oficial. Los mismos pueden consultarse en el siguiente link:
AnexoI, AnexoII)
Leyes provinciales: Ley 1004 Unión Civil en CABA (2002), Ley n°14.783 de Cupo
Laboral Travesti Trans en la Prov. de Bs As (2015).
-Reconocer el marco normativo nacional e internacional referido géneros y
diversidades, y en particular, aquellas normas que regulan y velan por el acceso al
trabajo digno de personas travestis, transexuales y transgénero al empleo público
- Sensibilizar sobre las desigualdades estructurales que obstaculizan el pleno
desarrollo de las experiencias de vida de las personas trans travesti.

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