Tema 1
Tema 1
Tema 1
Patología mamaria
1.1. Cáncer de mama
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en mujeres de todo el mundo, con resultados potencialmente mortales.
A pesar de que existen tratamientos disponibles para la enfermedad, el diagnóstico precoz continúa siendo la mejor forma de
combatirla y permite mejorar las tasas de supervivencia, ayudando a las mujeres a vivir vidas saludables.
El cáncer de mama es una enfermedad muy común entre el sexo femenino, siendo la 2ª causa de muerte por cáncer en este
sexo. Se estima que la probabilidad de que una mujer desarrolle este tipo de cáncer en algún momento de su vida es del 8%. El
pico máximo de incidencia de este cáncer se da entre los 50 y 70 años, y la supervivencia a los 5 años es del 80% en los países
desarrollados.
: El cáncer de mama es una patología que afecta principalmente a las mujeres. Entre los factores de riesgo se encuentran el sexo
(principal factor de riesgo), la edad, la raza blanca, la densidad mamaria, talla alta (>175cm), menarquia precoz (<10 años),
menopausia tardía (>55 años), antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, hormonas sexuales endógenas, peso
aumentado, nuliparidad, alcohol y exposición a radiación ionizante. Por su parte, el carcinoma lobulillar in situ (CLIS) (Tabla 1.1) se
considera una lesión de riesgo para padecer carcinoma infiltrante, tanto ductal como lobulillar. Las microcalcificaciones también
se encuentran relacionadas con el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Las principales pruebas utilizadas para
diagnosticarlo son la citología, ductoscopia, galactografía y ecografía. El tratamiento suele ser quirúrgico y se recomienda un
control clínico y mamográfico anual. Además, se ha demostrado que el uso de tamoxifeno, raloxifeno o exemestano, durante 5
años, reduce el riesgo de aparición de lesiones malignas.
Factores protectores
Existen factores protectores contra el cáncer de mama, como la edad temprana al primer embarazo, la lactancia materna y la
actividad física. Se ha encontrado que la duración de la lactancia materna se relaciona directamente con el efecto protector frente
a este tipo de cáncer. Además, se ha descubierto que la actividad física, especialmente en mujes posmenopáusicas, es un factor
de protección.
La mamografía es el método de detección precoz óptimo del cáncer de mama en mujeres entre los 45-70 años. Las tasas de
reducción de mortalidad alcanzan incluso los 30%. La recomendación de la Unión Europea es el cribado de cáncer de mama
bienal con mamografía. La tomosíntesis y la ecografía pueden ser técnicas complementarias, y en portadoras de mutaciones
BRCA la RM es la técnica preferida para el cribado. La recomendación de la Unión Europea es el cribado de cáncer de mama con
mamografía bienal para mujeres de entre 50 y 69 años.
Las lesiones mamarias tienen diferentes protocolos de diagnóstico, dependiendo de la edad y los síntomas. En pacientes mayores
de 35 años, se recomienda realizar primero una mamografía, seguida por una ecografía si los hallazgos así lo justifican. Para los
pacientes menores de 35 años, se recomienda empezar con una ecografía, y solo realizar una mamografía si hay sospechas de
patología maligna. Cuando hay adenopatía axilar sospechosa, se debe hacer una mamografía, ecografía axilar y estudio cito-
histológico. La secreción mamaria patológica, como la telorragia, pueden indicar la presencia de un papiloma o cáncer intraductal.
En estos casos, se recomienda realizar una citología de la secreción, así como también una RM si las pruebas convencionales son
negativas. Los cánceres de mama no palpables (hallazgo radiológico) también tienen diferentes protocolos de valoración.
Técnicas de imagen
Las técnicas de imagen permiten estandarizar las lesiones radiológicas. El sistema más comúnmente usado para ello es el
denominado BI-RADS (Breast Imaging Reporting and data System) (ver Tabla 1.4.), con el que se evalúan los resultados de las
imágenes mamarias para diagnosticar de forma correcta las enfermedades de la mama.
Mamografía
La mamografía es la técnica clave para detectar cáncer de mama, especialmente en pacientes sintomáticas con sospecha de la
enfermedad o mayores de 30 años. También se recomienda en mujeres menores de 30 años si se observan hallazgos clínicos o
ecográficos poco concluyentes o sospechosos. Los principales signos mamográficos relacionados con patología maligna son
nódulos, calcificaciones agrupadas y distorsiones del tejido fibroglandular, junto con hallazgos asociados como retracción
cutánea, engrosamiento cutáneo, lesión cutánea, adenopatías axilares, distorsión de la arquitectura.
Ecografía de mama
La ecografía de mama es una técnica de imagen útil para pacientes con menos de 30 años y mamas densas, donde la
mamografía tiene menor sensibilidad. Además, es un complemento importante de la RM para la re-evaluación de hallazgos y para
identificar adenopatías en la región axilar. La última indicación es el diagnóstico por imagen del fibroadenoma.
La Resonancia Magnética (RM) de mama es una técnica de imagen ampliamente usada para detectar el cáncer de mama. Su
mayor sensibilidad para detectar multifocalidad, multicentricidad, contralateralidad o el tamaño exacto de un tumor permite
elaborar mapas precisos de la enfermedad. Las principales indicaciones de la RM en el estudio de extensión del cáncer invasivo
de mama son: carcinoma lobulillar invasivo, carcinoma en pacientes de alto riesgo, casos discrepantes de tamaño, carcinoma en
mamas densas, enfermedad de Paget, carcinoma con prótesis mamaria, carcinomas multifocales, multicéntricos o bilaterales y
adenopatía axilar metastásica. También es utilizada para sistemáticamente detectar el cáncer en pacientes de alto riesgo,
monitorización y evaluación de tratamiento neoadyuvante y la detección de recaída en cirugía conservadora. Además, puede
servir para evaluar la integridad de prótesis o expansores.
El diagnóstico anatomopatológico del cáncer de mama se realiza para confirmar lesiones radiológicas sospechosas, y su objetivo
es conseguir un diagnóstico histológico que evite biopsias quirúrgicas innecesarias. Existen tres técnicas de imagen para guiar el
dispositivo: ecografía, estereotaxia y resonancia magnética. Las agujas utilizadas son la punción-aspiración con aguja fina (PAAF),
biopsia con aguja gruesa (BAG) y biopsia asistida por vacío (BAV). La ecografía es la técnica más polivalente, ya que permite la
extracción con PAAF y BAG. La estereotaxia se suele utilizar para BAV y BAG, y la resonancia magnética es fundamentalmente útil
para BAV.
La biopsia de aguja gruesa (BAG) es un procedimiento recomendado para extraer cilindros de tejido para el diagnóstico de
lesiones nodulares BIRADS 4-5. Puede ser utilizada en BIRADS 3 si se cuentan con factores adicionales, como antecedentes
familiares, ansiedad. Esta técnica también se recomienda para lesiones distorsionadas, con calcificaciones sospechosas o
adenopatías. La BAG es la técnica de elección en el diagnóstico histológico de lesiones mamarias palpables y no palpables,
especialmente si son visibles por ecografía. Sin embargo, su principal inconveniente es el diagnóstico de calcificaciones
mamarias.
La biopsia asistida por vacío (BAV) se usa para obtener muestras de mayor calibre con el objetivo de mejorar la tasa de
infraestimación en la biopsia de microcalcificaciones. Esta se indica especialmente en el caso de microcalcificaciones
sospechosas, lesiones únicamente visibles por RM y distorsión arquitectural. También se usa como complemento diagnóstico a
BAG previas de hiperplasia ductal, atipia plana, lesiones papilares y en los casos en que se puedan evitar cirugías posteriores.
La punción-aspiración con aguja fina (PAAF) es una técnica usada para el diagnóstico anatomopatológico del cáncer de mama.
Puede ser usada para evaluar adenopatías axilares sospechosas de malignidad, evitando así la realización de la técnica del
ganglio centinela, o para evaluar quistes sintomáticos para determinar si son sólidos o líquidos. Sin embargo, presenta un alto
porcentaje de muestras insuficientes y falsos negativos, por lo que cuando existe una discrepancia importante, se recomienda
una nueva biopsia o citología.
La patología mamaria más común es el cáncer de mama, para el cual el diagnóstico anatomopatológico incluye el marcaje de
lesiones no palpables previo a procedimientos quirúrgicos. Esta tarea se realiza con la colocación de un hilo metálico guiado por
ecografía a una lesión señalada, aunque existen otras técnicas más modernas como el ROLL o la colocación de semillas
magnéticas o radioactivas. Esto permite extirpar la lesión para proceder a su biopsia diagnostica.
A todas las pacientes se les solicita un hemograma y los tiempos de coagulación previos a la cirugía, además de evaluarse la
función renal, hepática, fosfatasa alcalina y el calcio. Para los estadios precoces, sin síntomas o alteraciones en la analítica, no se
realizan otras técnicas de imagen. Si hay síntomas, alteraciones de laboratorio o enfermedad avanzada, se solicita un TC tóraco-
abdómino-pélvico y gammagrafía ósea. Si los hallazgos son dudosos, se realiza un PET/TC para evaluar mejor la situación.
Los factores pronósticos en cáncer de mama son aquellas características del paciente o del tumor que se relacionan con la
supervivencia global y las posibilidades de recaída del paciente. Estos factores incluyen el número de ganglios afectados, el
tamaño tumoral, el grado de diferenciación, la invasión linfovascular y/o perineural, el marcador Ki67 y el subtipo histológico del
tumor. El carcinoma infiltrante de tipo no especial (NST o NOS) es el más común y suele asociarse con receptores hormonales
positivos y HER2 negativos, por lo tanto es de buen pronóstico. Por el contrario, los tumores HER2 positivos son más avanzados,
indiferenciados y con menor supervivencia. Además, la positividad en receptores estrogénicos (RE) es imprescindible para la
indicación de terapia hormonal.
Se ha descubierto la existencia de factores predictivos del cáncer de mama.Estos factores son de gran importancia para
determinar qué tratamientos ofrecerían los mejores resultados para cada paciente, logrando identificar aquellos que tienen una
mayor probabilidad de responder al tratamiento específico. (Tabla 1.6).
El cáncer de mama se clasifica molecularmente en cuatro subtipos: luminal A, luminal B, HER2 positivo y basal-like (Tabla 1.7, 1.8,
1.9). El subtipo luminal A es el más común, comprendiendo un 50-60% de los tumores y presentando un buen pronóstico con baja
tasa de recidivas, una alta respuesta a la hormonoterapia y escaso beneficio de la quimioterapia. El subtipo luminal B representa
un 10-20% de los tumores luminales, siendo el de peor pronóstico (entre los luminales) y se beneficia de la hormonoterapia y de
la quimioterapia. El subtipo HER2+ es el más agresivo y tributario de terapias diana con anticuerpos monoclonales. El basal-like o
fenotipo triple negativo comprende un 10-15% de los cánceres de mama y es sensible a la quimioterapia, la cual es la única
terapia disponible para estos tumores, aunque su respuesta suele ser temporal.
Estadificación clínica
El cáncer de mama es una patología mamaria que requiere una estadificación clínica para su diagnóstico. Esta estadificación se
logra con la integración de los exámenes clínicos y radiológicos, para determinar qué grado de avance ha alcanzado la
enfermedad. De esta forma, se podrá establecer un tratamiento apropiado para combatir el cáncer de mama.
El tratamiento primario para el cáncer de mama depende de los factores pronósticos y estadio del tumor. Se recomienda ofrecer
preservación de la fertilidad antes de los 40 años para aquellas pacientes que no hayan completado su deseo genésico y
presenten buen estado general. La técnica preferida es la criopreservación ovocitaria, y la gestación posterior al cáncer de mama
no empeora el pronóstico.
Cirugía primaria
El tratamiento quirúrgico primario para el cáncer de mama es la cirugía conservadora, la cual busca extirpar el tumor completo
con márgenes quirúrgicos libres y lograr un resultado estético adecuado. (…) Para estadificar la enfermedad se debe realizar una
evaluación de los ganglios linfáticos axilares, pudiendo escoger entre una PAAF, biopsia de ganglio centinela o linfadenectomía de
niveles I y II.
El tratamiento sistémico primario (TSP) se indica en pacientes con tumores extensos inoperables y se utiliza para reducir el
volumen tumoral para convertir un tumor inoperable en un candidato a cirugía y para determinar la quimiosensibilidad in vivo del
tumor. En tumores luminales, el pilar fundamental es la hormonoterapia, mientras que en el caso de tumores triple negativo o
HER2 positivo, la quimioterapia es el tratamiento estándar. Los esquemas que han mostrado mejor respuesta son los que incluyen
antraciclinas y taxanos de 6 meses de duración y en tumores triple negativos BRCA +, el uso de Carboplatino se recomienda para
un mayor porcentaje de respuesta patológica completa (RPC). Para monitorizar la respuesta se recomienda la exploración clínica,
la mamografía y la ecografía, siendo la RM la técnica que mejor se correlaciona con el tamaño tumoral al final del tratamiento.
La quimioterapia es un tratamiento recomendado para el cáncer de mama y debe iniciarse en un plazo menor a seis semanas
tras la cirugía. Los regímenes con antraciclinas y/o taxanos han demostrado tener un mayor beneficio, con una duración de 5-6
meses. Las plataformas génicas pueden determinar el riesgo de recidiva y la necesidad de quimioterapia en pacientes con
receptores hormonales positivos. La toxicidad más relevante de este tratamiento es la cardiotoxicidad, junto con la hematológica,
neuropatía sensitiva distal y toxicidad ungueal. Por lo tanto, la quimioterapia adyuvante no deberá demorarse más allá de 7 meses
tras la cirugía (Tabla 1.13).
Trastuzumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se utiliza para tratar el cáncer de mama HER2(+). Está indicado para
su uso adyuvante al tratamiento con cirugía y se administra durante un año. Durante el tratamiento se monitoriza la función
cardíaca mediante el control de la fracción de eyección miocárdica (FEVI) cada 4 meses. La principal complicación del tratamiento
es una cardiotoxicidad , que suele ser reversible al interrumpir el tratamiento.
Los tratamientos hormonales en patología mamaria se recomiendan si la determinación del receptor de estrógenos (RE) es ≥ 10%.
Estos tratamientos incluyen los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos (SERM): tamoxifeno, inhibidores de la
aromatasa, (IA) y supresores de la función ovárica (agonistas GnRh): goserelina. En el caso de pacientes premenopáusicas, se
recomienda el uso de tamoxifeno 20 mg/día (-ON) durante 5 años. En el caso de las pacientes postmenopáusicas, se recomienda
cambiar a un IA o prolongar la terapia con tamoxifeno 5 años más. La duración del tratamiento hormonal puede prolongarse
hasta 10 años en pacientes de alto riesgo con un beneficio de la supervivencia, pero también con una mayor toxicidad. Los
efectos secundarios del tratamiento hormonal con tamoxifeno incluyen: sofocos, tromboembolismo, eventos cerebrovasculares y
cáncer de endometrio. Finalmente, el tratamiento hormonal siempre debe iniciarse después de la finalización de la quimioterapia
y puede administrarse al mismo tiempo que la radioterapia.
Radioterapia
La radioterapia es uno de los tratamientos primarios para el cáncer de mama. Está indicada después de una cirugía conservadora
para disminuir el riesgo de recidiva y aumentar la supervivencia. También se recomienda la radioterapia de la pared torácica
después de una mastectomía en tumores T3 o T4, independientemente del estado ganglionar. Cuando se precisa quimioterapia
adyuvante, se recomienda empezar la radioterapia no más allá de 7 meses. Si no se realiza quimioterapia adyuvante, la
radioterapia debe comenzar cuando el proceso de cicatrización esté finalizado.
Las recomendaciones de prevención para portadoras de mutación en los genes BRCA1/2 para cáncer de mama hereditario son:
autoexploración mamaria, exploración clínica mamaria, RM mamaria, mamografía y ecografía ginecológica anualmente. Además,
para reducir el riesgo se recomiendan mastectomías reductoras de riesgo, salpingo-oforectomía bilateral (SOB) reductora de
riesgo y tamoxifeno. La RMN mamaria es el screening de elección para las mujeres de alto riesgo. Los criterios para indicar un
estudio genético incluyen cáncer de mama triple negativo ≤50 años o cáncer de ovario seroso papilar de alto grado.
Tratamiento
El tratamiento de elección para CDIS es la escisión con margen suficiente (> 2 mm) y radioterapia adyuvante. Si el CDIS es
multicéntrico o extenso, se recomienda una mastectomía con reconstrucción inmediata. La biopsia selectiva del ganglio centinela
debe considerarse solamente en casos de mastectomía, para descartar un carcinoma infiltrante en la pieza. Se pueden
contemplar biopsias selectivas para aquellos casos de alto riesgo, definido por alto grado histológico, comedonecrosis, extensión
mayor a 3 cm o asociado a una masa palpable o lesión nodular. En casos con un riesgo elevado de recurrencia, se recomienda
usar tamoxifeno para reducir el riesgo local y contralateral. La mitad de las recurrencias del CDIS son infiltrantes.
Diagnóstico
La enfermedad de Paget es una patología mamaria que cursa con sintomatología como ulceración, prurito, eccema y dolor. Para
su diagnóstico se realizan biopsias superficiales e inmunohistoquímicas para detectar células de Paget positivas a CK7 y en el 80%
de los casos a HER2. Además, se requiere un estudio de imagen para descartar una neoplasia de mama subyacente, como la
mamografía o la ecografía, aunque puede ser necesaria una resonancia magnética.
Tratamiento
La enfermedad de Paget se trata de acuerdo a la enfermedad subyacente. Si existe un tumor infiltrante subyacente, el tratamiento
será el que se indica para dicho tumor, además de las indicaciones de BSGC y RT. Si está limitado al complejo areola-pezón (CAP)
sin enfermedad subyacente, se recomienda una exéresis en cuña del CAP y radioterapia después.
TABLAS
Lesiones no proliferativas (NO riesgo incrementado)
Quiste simple
Metaplasia escamosa/apocrina
Ectasia ductal
Hamartoma
Galactocele
Necrosis grasa
Fibrosis focal
Adenosis esclerosante
Cicatriz radial
Papiloma
Hiperplasia columnar
Estudio de extensión
Tabla 1.2. Adenopatía axilar sospechosa (PAAF: punción-aspiración con aguja fina)
Punto gatillo
Citología de la secreción
Resonancia magnética
BI-RADS
2 Hallazgos benignos
(2-95%)
5 Altamente sospechoso
Edad TNM
Comorbilidades Ki67
Perfiles génicos
Receptores hormonales
HER2
Luminal A Luminal B
RE positivo RE positivo
RP positivo - ±
RE negativo
RP negativo
RE negativo
RP negativo
Categoría T Descripción
T3 Tumor > 5 cm
Carcinomas infiltrantes T1, T2 y T3 cN0 (axila clínica, ecográfica y si procede, con PAAF o BAG, negativas)
Tabla 1.11. Indicaciones de biopsia selectiva del ganglio centinela en cancer de mama
Carcinoma intraductal o ductal in situ cuando se indica una mastectomía como tratamiento por su extensión
Tabla 1.11. Indicaciones de biopsia selectiva del ganglio centinela en cancer de mama
Tabla 1.12. Contraindicaciones de biopsia selectiva del ganglio centinela (MIR 10-11, 162)
Tabla 1.13. Resumen del tratamiento sistémico adyuvante del cáncer infiltrante de mama (HT: hormonoterapia; IA: inhibidor de la aromatasa;
QT: quimioterapia) (MIR 19-20, 64; MIR 17-18, 102)
CA MAMA CA OVARIO
Tabla 1.14. Riesgo estimado de desarrollar cáncer en las mutaciones BRCA1 y BRCA2
Criterios de derivación
2 o más casos de cáncer de mama y/u ovario en la misma línea familiar, si al menos uno fue diagnosticado antes de los 50 años