Parir
Parir
Parir
1
A Sylvia, por darme a luz. A Lautaro, por darlo a luz.
2
Agradecimientos
La construcción de esta tesis fue principalmente desarrollada por quien escribe, sin
embargo, no se hubiese logrado sin la participación de diferentes personas. En primer lugar,
agradezco a Lautaro, quien abrió mi viaje hasta temas que me asombraron y apasionaron:
gracias por tu constante presencia que me despierta y motiva. Agradezco a Sylvia, mi
madre, quien ha sido compañera de crianza, siempre comprometida por el bien común de
las/os que la rodean. A Cristián, mi padre, también compañero de crianza, por sostenerme
de raíz frente a las tormentas. A mis hermanas Andrea, Paloma y Josefa, por ser una
presencia infinita, haber compartido útero y vida con ustedes me da tranquilidad. A mi
sobrina-ahijada por su pronta llegada.
A Casandra por acompañar maternidad y tesis siempre atenta y amorosa en las distintas
etapas. A Nicolás y Camila por su amistad. A Mario por su compañía en los primeros
terrenos de tesis a Valparaíso. A Candela por la ayuda en las largas transcripciones. A
Michelle por su paciente y exhaustiva lectura, acertados consejos y almuerzos
cosmopolitas. A GISC por el interés y trabajo compartido. A Francisca Fernández por su
compañía como profesora guía.
A Catalina Seguel, por su convicción y trabajo constante hacia un parir respetuoso, por
confiar en mi trabajo y abrir las puertas de su casa e historia familiar. A Janis, Pablo,
Gabriela, Gabriel, Katerin, Priscilla y Sylvana por abrirse a mis preguntas y escucha sobre
el parto/nacimiento de sus hijos/as. A Ayalén, Arún, Salvador, Aarón, Amalí y Amador por
ser fundamentales en la escritura de esta tesis, por su nacimiento libre.
3
RESUMEN
El objetivo de esta investigación es hacer visible otras maneras de atender los procesos
reproductivos femeninos, antagónicos a los ejercidos por la biomedicina. Por lo tanto, se
realiza un análisis del modelo de atención de la gestación, parto y puerperio desde el
acompañamiento de una partera tradicional en la ciudad de Santiago (Chile). En ese
sentido, fue crucial para esta investigación comprender la historia de vida de la partera en
relación a sus saberes y haceres utilizados en el proceso reproductivo, conjuntamente con la
decisión y experiencia de las familias de parir en sus hogares.
4
CONTENIDO
RESUMEN ............................................................................................................................. 4
Introducción ............................................................................................................................ 8
Antecedentes generales......................................................................................................... 10
Desplazamiento ............................................................................................................. 12
Problematización .................................................................................................................. 24
Objetivos............................................................................................................................... 27
Hipótesis ............................................................................................................................... 28
Enfoque ............................................................................................................................. 28
Plan de análisis.................................................................................................................. 30
5
Instrumentos...................................................................................................................... 33
Gestar ............................................................................................................................ 41
Parir ............................................................................................................................... 41
Puerperio ....................................................................................................................... 43
Gestación ....................................................................................................................... 79
Parto .............................................................................................................................. 83
Puerperio ....................................................................................................................... 88
Capítulo III: sobre motivaciones y experiencias de las familias que optaron por parto
domiciliario ....................................................................................................................... 95
Motivaciones ................................................................................................................. 96
6
Discurso y práctica: hacia la comprensión del modelo de atención de partería
tradicional .................................................................................................................... 120
Conclusiones....................................................................................................................... 122
7
INTRODUCCIÓN
El nacimiento/parto como proceso perpetuo del ser humano y de los habitantes del planeta
en general, es una constante inicial por la que cada uno ha pasado. Los humanos hemos
nacido en distintos contextos geográficos, sociopolíticos e históricos lo que ha conllevado
diferentes formas de concebirlo y practicarlo. La segunda constante que se presenta a
nuestro nacer, es que las madres paren acompañadas. Según registros iconográficos
(Camacaro, 2008), mujeres acompañaban a mujeres a dar a luz, siendo la partera una
persona que poseía un rol trascendental para la continuidad de la especie y para reproducir
patrones culturales a través de la atención que brindaba a la parturienta y al recién nacido.
Este rol protagónico que vivió la partera se vio cuestionado y desplazado desde el siglo
XVIII en Europa y desde el siglo XIX en Latinoamérica, estableciéndose una nueva forma
de atender el parto. Esta forma consistió en el cambio de la posición corporal que tuvo que
adoptar la mujer en el momento del parto y el uso de técnicas y tecnologías nuevas. Por
ejemplo: el uso de fórceps, consecuencia de la posición dorsal de la parturienta. Así mismo,
las mujeres adoptaron un rol pasivo frente a uno activo y simétricamente superior que
adoptó el obstetra. En este tránsito, la sociedad médica reemplazó y menospreció el trabajo
ancestral de las parteras, dejando de lado prácticas y saberes ancestrales.
El escrito se dividirá en cuatro capítulos para dar cuenta del objetivo principal, estos serán:
8
los que describen las experiencias corpóreas que han creado una urdiembre para que
actualmente Catalina ejerza y se reconozca como partera.
Capítulo II “Sobre saberes y haceres”: en este capítulo se caracterizan los saberes y haceres
ocupados por la partera en las etapas de gestación, parto y puerperio, donde se abordan
distintas técnicas, definiciones y formas de atender a la gestante/parturienta/puérpera. Las
cuales fueron utilizadas por distintas generaciones y que actualmente se complementan con
conocimientos adquiridos en la trama individual de Catalina.
Capítulo III “Sobre Motivaciones y experiencias de las familias que optaron por parto
domiciliario”: en este capítulo, primeramente se describe los distintos motivos que tuvieron
las familias para optar por parir en sus domicilios en compañía de una partera tradicional,
las cuales se dividen en tres “De Abuelas y Libros”, “Reconocimiento y confianza”,
“¿Sabes cuantos partos tengo yo en el cuerpo?”. En la segunda parte, se relata la
experiencia del parto en casa, en donde se escogieron tres relatos “libres” de partos.
9
ANTECEDENTES GENERALES
Raíces de la partería
«Se han encontrado grabados que las muestran llevando máscaras de animales sagrados
asociados a la fecundidad, con las que ejecutaba danzas, gestos y movimientos para imitar
ciertos actos de vida y de reproducción. La intervención de estas primeras matronas se
basaba en el efecto mágico simbólico» (Camacaro, 2008, p. 25).
El factor común que se puede percibir en los nacimientos humanos, es que las mujeres
paren acompañadas. A diferencia de otras primates, las humanas generalmente buscan la
ayuda de parientes mujeres, amigas o parteras experimentadas. Hay pocas sociedades que
valoren los partos sin asistencia «y en aquellas que lo hacen, se espera el parto no asistido
sólo en mujeres que ya han tenido uno o más niños y/o en madres con partos sin
complicaciones» (Davis-Floyd, 2009, p.13).
10
Desde una perspectiva biocultural, la antropóloga Davis-Floyd (2009) plantea la hipótesis
de la “partera obligatoria”, la cual se argumenta por tres características propiamente
humanas: 1. La posición del cuerpo del recién nacido en la que es expulsado por el canal de
parto, llamada posición cefálica de vértice, es decir, de espalda a la madre, lo que
dificultaría el agarre de la madre hacia el recién nacido. 2. El recién nacido humano no
puede valerse por sí mismo como la mayoría de las otras especies. 3. «las poderosas
emociones maternas alrededor del trabajo de parto, que incluyen ansiedad, temor, tensión,
alegría e incertidumbre, tal vez hayan provocado el ímpetu evolutivo de buscar ayuda»
(Davis-Floyd, 2009, p.15). Estas tres características podrían dar respuesta a la necesidad de
compañía al momento del parto humano, lo interesante son las diversas maneras en las que
cada grupo humano ejerce y comprende la importancia del rol de la partera.
Según la RAE2, partera/o se define como «Mujer que, sin tener estudios o titulación, ayuda
o asiste a la parturienta» o “comadrón/a” definido como «persona con títulos legales que
asiste a la parturienta». Desde estas definiciones podemos percibir las distinciones de
género que se atribuye a cada una. Primero, el partero o la partera, indistintamente se define
como “mujer que…”, mientras que comadrón o comadrona es “persona…”, ordenado
primeramente como masculino y asociado a “títulos legales”.
Desde el libro “El estado de las parteras en el mundo” (2011) se define a las parteras
tradicionales como
1
Revisado en Mayo de 2017 en el siguiente link http://revista.saludchiapas.gob.mx/#!/ejemplar/13/141
2
Revisando en Mayo de 2017 en el siguiente link http://dle.rae.es/?id=RzztAMk
11
En contexto chileno, María Soledad Zárate (2007) afirma que parteras, comadronas, meicas
o médicas, principalmente mujeres, se encontraban dentro de un «extenso grupo de
individuos, hombres y mujeres, que, con diferentes técnicas, uso de sustancias naturales y
prácticas mágico-religiosas, en ocasiones asociadas a conocimientos indígenas, ofrecían la
curación a enfermedades de la más diversa índole» (Zárate, 2007, p. 59). Es decir, el oficio
de la partera no solo se asociaba al proceso de parto, si no que conllevaba conocimientos
acerca del cuerpo humano, y tratamientos específicos hacia este.
12
Una de las justificaciones para este cambio fue la reducción de la morbimortalidad materna
y neonatal. En este cambio de paradigma3 y tránsito histórico, el parto pasó de ocurrir en un
espacio privado (hogar) a uno público (recintos hospitalarios o clínicos) y se empezó a
conceptualizar como enfermedad
«pues las mujeres empezaron a ser atendidas en las salas de clínica como cualquier otro
paciente, y la mirada médica sobre el cuerpo embarazado se convirtió en una relación de
poder en la que el médico estaba por encima de la paciente y de los conocimientos
tradicionales de una partera, ya que esta no contaba con algún tipo de educación formal que
fuera aceptada por la sociedad médica y, mucho menos, con un título profesional.»
(Espinosa Guauque, 2013, p.5).
3
Dentro de este tránsito también aparecieron nuevas figuras, como la de la matrona. La precisión semántica
de “partera” y “matrona” distinguió la clase de servicio que unas y otras ofrecían: la primera, un saber
empírico, adquirido gracias a la sola observación y experiencia; la segunda, un conocimiento obtenido por la
asistencia a un curso formal que contemplaba la aprobación tanto de una parte teórica como práctica.
13
para mejorarte” haciendo alusión al momento del parto como un proceso de mejoría frente
a la enfermedad de la gestación. A su vez el Estado chileno implícitamente ha reproducido
este prisma, enfocando la salud sexual hacia el cuerpo femenino, ejemplo de esto es la
normalización de la toma periódica de pastillas, parches o inyecciones anticonceptivas,
controles y exámenes dirigidos principalmente a mujeres, lo cual se puede evidenciar con la
diferencia entre esterilización femenina y masculina, siendo la vasectomía el método
anticonceptivo de mayor eficacia, más simple, de menos costo y más segura que la
esterilización femenina «aun así es un método que casi no se usa en el sistema público de
salud chileno».
A finales del siglo XIX, la Casa de maternidad, fundada el año 1831, era el lugar
recomendado para atender los partos de mujeres de Santiago y alrededores, quienes no
contaban con recursos para recurrir a una matrona que las asistiera en sus domicilios. La
14
preocupación hacia las parturientas de bajos recursos marca un precedente para lo que
serían las futuras políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva, y como vimos
recientemente, principalmente enfocadas hacia los cuerpos femeninos.
Consecuencias actuales
Para referirnos a esto citamos las recomendaciones que se propusieron el año 1985 en el
marco de una conferencia sobre tecnología apropiada para el parto, organizada por la
oficina
4
“se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y
responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre éstos y a
disponer de la información y los medios para ello y el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual
y reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir
discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos
humanos” (INDH, 2016).
5
Actualmente la cobertura de asistencia profesional del parto en Chile, es de 99,9% (DEIS, MINSAL 2014).
Chile se encuentra entre los países con menor mortalidad materna del continente americano y el de menor
15
Fortaleza (Brasil). Es destacable que no fue sino hasta el año 2014 que la OMS difundió
una declaración para la “Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato
durante la atención del parto en centros de salud”. En la declaración, la OMS reconoce que
cuando las mujeres sufren un trato irrespetuoso y ofensivo durante el parto no sólo se viola
sus derechos humanos, sino que además se amenazan su derecho a la vida, la salud, la
integridad física, menoscabando su derecho a la no discriminación (Gherardi, 2016).
Entre las recomendaciones generales propuestas en 1985, nos encontramos con que «los
sistemas informales (parteras tradicionales) de atención perinatal deben coexistir con el
sistema oficial, y se ha de mantener un espíritu de colaboración en beneficio de la madre.
Tales relaciones pueden ser muy efectivas cuando se establecen en paralelo»6, si bien, esta
cita clarifica la opinión de la OMS en relación a la partería tradicional, los discursos han
mutado en el tiempo según la expansión del modelo biomédico a lugares de difícil acceso
geográfico.
6
Revisado en Abril de 2018 en el siguiente link http://www.crececontigo.gob.cl/wp-
content/uploads/2015/08/Recomendaciones-OMS-sobre-el-parto.pdf
16
Recomendaciones específicas por Actuales cifras en Chile (2017) respecto a
parte de la OMS proclamadas el año las recomendaciones específicas.
1985 en la conferencia sobre
tecnología apropiada para el parto
Miembro elegido de su familia debe Según el informe anual INDH del año 2016 el
tener libre acceso durante el parto y 69.6% fueron acompañadas en el trabajo de
todo el periodo postnatal parto y el 86% fueron acompañadas en el
expulsivo
Las mujeres que dan a luz en una Respecto a la vestimenta no hay cifras
institución deben conservar su derecho a oficiales, sin embargo, generalmente se
decidir sobre vestimenta (la suya y la homogeniza la vestimenta de las madres. En
del bebé), comida, destino de la relación a la ingesta de alimento, según el
placenta y otras prácticas culturalmente informe anual INDH del año 2016 el 81.5% no
importantes. recibió alimentación oral.
17
aun no existen cifras oficiales en relación a la
entrega y el uso de las placentas” 7
Algunos de los países con una menor De acuerdo a un informe sobre gastos en la
mortalidad perinatal en el mundo tienen salud de la OCDE de enero del año 2017,
menos de un 10% de cesáreas. No Chile, con 47,1 cesáreas por cada 100
puede justificarse que ningún país tenga nacimientos, es ahora el segundo país con más
más de un 10-15%. cesáreas detrás de Turquía (51,1 cesáreas por
cada 100 nacimientos).
No existe evidencia de que la Según el informe anual INDH del año 2016
monitorización fetal rutinaria tenga un 54.6% recibió monitorización continua
efecto positivo sobre el resultado del durante el trabajo de parto.
embarazo.
7
Dato obtenido en http://www.colegiomedico.cl/wp-content/uploads/2017/03/Modificacion-Decreto-
residuos-Salud.pdf
8
Dato obtenido en http://web.minsal.cl/sites/default/files/INFORME_FINAL_ENALMA_2013.pdf
18
No se recomienda colocar a la Según el informe anual INDH del año 2016 el
embarazada en posición dorsal de 79.7% estuvo en posición dorsal durante la
litotomía durante la dilatación y el dilatación y expulsivo.
expulsivo. Debe recomendarse caminar
durante la dilatación, y cada mujer debe
decidir libremente qué posición adoptar
durante el expulsivo.
La inducción del parto debe reservarse Según el informe anual INDH del año 2016 el
para indicaciones médicas específicas. 90.8 % de los partos fueron inducidos
Ninguna región debería tener más de un medicamente a través de oxitocina sintética
10% de las inducciones.
9
Dato obtenido en (revisado en Mayo de 2017)
http://medicina.uach.cl/saludpublica/diplomado/contenido/trabajos/1/Osorno%202007/HUMANIZACION%2
0DEL%20NACIMIENTO%20PARA%20CAMBIAR%20LA%20VIDA,%20ES%20NECESARIO%20CAM
BIAR%20LA%20MANERA%20DE%20NACER.pdf
19
No está justificada la rotura precoz Según el informe anual INDH del año 2016 al
artificial de membranas como 59.1% les rompieron artificialmente las
procedimiento de rutina. membranas
Tabla 1 Tabla comparativa entre Recomendaciones específicas por parte de la OMS proclamadas el año 1985 en la
conferencia sobre tecnología apropiada para el parto y actuales cifras en Chile sobre técnicas ocupadas en los
nacimientos hospitalarios y clínicos. Fuente: elaboración propia, 2017.
El primer reconocimiento institucional del concepto violencia obstétrica, como una forma
particular de violencia hacia las mujeres, se dio en la República Bolivariana de Venezuela
con la sanción de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia (Ley 38.668, sancionada en 2007). Desde este marco legal la violencia obstétrica
se define como la
«Apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de la mujer por prestadores de salud, que
se expresa en un trato jerárquico deshumanizador, en un abuso de medicalización y
patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y
capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad impactando negativamente
en la calidad de vida de las mujeres» (Artículo 51 de la Ley orgánica venezolana sobre el
derecho de las mujeres a una vida libre de violencia)
Desde esta iniciativa otros países latinoamericanos siguieron el ejemplo de dictar leyes
específicas en torno al tema. En el caso de Argentina con la Ley de Protección Integral para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en los ámbitos en que se
desarrollen sus relaciones interpersonales (Ley 26.485 del año 2009), que también
contempla de modo expreso la violencia obstétrica. Panamá incluyó la violencia obstétrica
en su ley de protección integral (2013) así como el Estado Plurinacional de Bolivia, aunque
sin denominarla en esos términos sino como “violencia en los servicios de salud”
(Gherardi, 2016).
Ante este escenario en Chile se dio paso a distintas investigaciones (en un primer momento
abordado desde la antropología por Michelle Sadler10) encuestas11, seminarios12 y
10
En el texto “Así me nacieron a mi hija” (2003) la autora pretende descubrir particularidades culturales de
la dimensión subjetiva e “íntima” de los sujetos, permitiendo elaborar un documento relevante aspirando a la
intervención y extensión en el área de salud pública, respecto a las maneras socioculturales y familiares de
20
propuesta de ley, esta última nombrada “Ley Trinidad” la cual nace a partir de la violencia
obstétrica ejercida en el Hospital de Iquique a una joven de 19 años. Adriana Palacios, una
joven gestante de 19 años, comenzó su trabajo de parto con varias molestias y dolores,
acude al SAPU en la localidad de Pozo Almonte (interior Iquique). La primera vez fue el 2
de Agosto, ocasión que es devuelta a su casa por “no encontrarse lista para el parto” según
personal médico. Esta situación se repitió 5 veces, hasta que el viernes 4 de Agosto del
2017, ante la insistencia de Adriana, llamaron la ambulancia para trasladarla a Iquique, la
cual se demoró tres horas. Cerca de las 16:00 horas, le informan en el Hospital de Iquique,
que su bebé se encuentra sin signos vitales.
afrontar el parto. Para comprender las percepciones de las mujeres que afrontan el parto efectúa técnicas de
investigación por excelencia antropológicas, las cuales le permiten evidenciar en la voz de las mujeres, y en
las relaciones que establecen éstas con el personal de atención médico, las relaciones de poder asimétricas
manifiestas en el conocimiento autorizado del médico alópata en oposición al conocimiento despojado de
autoridad de las mujeres.
11
El observatorio de violencia obstétrica levanto la primera encuesta sobre el nacimiento en Chile.
https://www.onlineencuesta.com/s/Primera_Encuesta_sobre_el_Nacimiento_OVO_Chile
12
El 17 de Abril del año 2017 se realizó el “Primer Seminario sobre políticas públicas en torno al parto
humanizado” en las dependencias de la facultad de Derecho de la Universidad de Chile a cargo de la
Coordinadora por los derechos del nacimiento. En esta ocasión expusieron Claudia Sarmiento (Jefa del
departamento de reformas legales Ministerio de la mujer y equidad de género, quien expuso “Parto
Humanizado ¿en qué estamos en Chile?”, Naihomi Gálvez (Egresada de derecho de la Universidad de Chile,
vocera coordinadora por los derechos del nacimiento. Fundadora cría iguales) quien expuso “Violencia
obstétrica: análisis desde el género y el Derecho” y Rita Aparicio (partera, antropóloga y fundadora de Doula
Caribe Internacional) quien expuso “Desde el declive al rescate del parto respetado. Cambiando el
paradigma”.
21
Desde los años 70’ se realizaron formaciones para que las parteras atendieran partos y
problemas obstétricos donde no hubiera médicos profesionales. Desde los 90’ hay una
transformación en los discursos de los organismos de salud, donde se busca incluir a la
partería tradicional en la asistencia profesional de la reproducción. Actualmente esta
posición es cuestionada, tendiendo a posicionar a las parteras tradicionales fuera del
sistema sanitario. Contradictoriamente, el discurso y la práctica no se condicen, sobre todo
en países o regiones empobrecidos, donde la estrategia que ocupan los ministerios de salud
es la capacitación de las parteras para cubrir sectores donde no existe acceso a tratamientos
biomédicos, por lo que paradójicamente, el financiamiento generalmente proviene desde
estos mismos organismos. Lo interesante de esta discusión en torno a la inclusión o
exclusión de las parteras a espacio biomédicos, es el paralelismo que se puede establecer
con los inicios de la exclusión de las parteras, ya que quienes ejercen este oficio son
«mujeres en su mayoría indígenas, pobres, rurales que enfrentan a una especialidad médica
primordialmente masculina y occidental» (Argüello-Avedaño y Mateo-González, 2014).
13
Ministerio de Desarrollo y Planificación
22
los partos ocurridos en el hospital de Iquique, lo que, por un lado, reconoce el carácter
pluriétnico del territorio, pero, por el otro, la figura/oficio de la partera no es reconocido en
su autonomía y no es considerada simétricamente dentro de espacios hospitalarios o
clínicos.
Como se hace evidente hay una amplia gama de parterías: indígena, campesina, mestiza,
holística, urbana, empírica, tradicional, también nombrada según el lugar o forma de
ejercerla. Hemos señalado que existe una partería ejercida en contexto urbano, la cual se
puede dividir en dos categorías: partería urbana empírica y partería tradicional ejercida en
contexto urbano. La primera se comprende como la práctica que ejercen personas que se
autoformaron o tomaron cursos en torno al tema, y que luego ejercieron y se
autodenominaron partera. La segunda hace referencia a personas que aprendieron sobre el
oficio mediante el traspaso de saberes y haceres ancestrales y familiares, y que actualmente
viven y ejercen en la ciudad14. A nivel nacional hay vacíos investigativos en torno al tema,
pero sí hay una variada producción documental en torno a partería tradicional, como los
recientes escritos de María Luz Burgos: "Partería Patagónica" (2015) y "Partería Chilota"
(2017). Y existe una producción extensa de tesis de pregrado15 que exponen las diferentes
prácticas culturales en torno al parto, partería indígena y las transformaciones de gestación
y parto en relación al dominio de la atención biomédica.
Estudios sobre partería urbana en otros países son los de la norteamericana Robbie Davis-
Floyd, antropóloga dedicada a investigaciones relacionadas a reproducción, siendo su foco
principal el de partos domiciliarios. Existen también investigaciones en países como
Colombia o México desde otro enfoque en comparación con el caso chileno. Un ejemplo es
la tesis titulada “Un oficio en proceso de reconfiguración: la partería urbana en Bogotá”
(2013) de María Juliana Espinosa, quien realiza una etnografía sobre parteras urbanas que
14
este último es el caso de estudio
15
“Así me nacieron a mi hija. Aportes antropológicos para el análisis de la atención biomédica del parto
hospitalario” de Michelle Sadler. “El discurso de la violencia obstétrica en Chile” de Sebastián Cruz y otros.
“Koñin. Significaciones del nacimiento para las mujeres mapuche en la comuna de Tirúa” de Camila Flores
“Embarazo, parto y puerperio en el pueblo atacameño de la comuna de San Pedro de Atacama” de Elizabeth
Lizana. “El oficio de la puñeñelcheve, memorias del parto en los relatos de tres mujeres mapuche de la
comunidad Curaco Ranquil” de Andrea Salazar. “Parto en casa planificado con asistencia profesional:
recuperando el protagonismo” de Carla Ramirez. “Del fogón a la camilla. Transformaciones de la gestación y
nacimiento en isla Lemuy, Chiloé, desde la mitad del siglo XX hasta hoy” de Celine Auth y Daniela Evans.
23
crearon una casa de partería en un barrio acomodado de Bogotá. A diferencia de Chile en
Colombia fueron reconocidas como patrimonio inmaterial, tal como hace referencia el
artículo “Las parteras del pacifico, un tesoro en medio de la miseria” (2017)16.
PROBLEMATIZACIÓN
Por otro lado, la partería es un oficio que se ha mantenido en el tiempo pese a los avances
de la ciencia y tecnología. Las características de la partería, aunque varían contextualmente,
aúnan una forma de comprender y tratar el proceso reproductivo femenino como un evento
normal en la vida de la mujer, el cual merece un trato respetuoso. Este trato respetuoso
apela al entendimiento de la subjetividad y amplitud del cuerpo femenino, que contempla la
emotividad, espiritualidad e identidad en el proceso de parto. Por ello es relevante
considerar los casos de las parteras en México y Colombia que han reposicionado a la
mujer como protagonista en su proceso reproductivo, develando justamente el sesgo
protocolar de la biomedicina que patologiza la reproducción.
16
http://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Paginas/Las-parteras-del-pac%C3%ADfico-colombiano-son-
patrimonio-del-pa%C3%ADs.aspx
24
decidido cuestionar y buscar otras formas de vivenciar el proceso reproductivo, siendo la
partería una alternativa a la manera de tratar y comprender el cuerpo. Por lo tanto, a partir
de lo anterior surge la necesidad de visualizar las dimensiones prácticas y discursivas del
modelo de atención de gestación, parto y puerperio desde la experiencia de los sujetos
involucrados en este proceso. Dicho esto, la pregunta que guiará la presente investigación
es
Pregunta de investigación
¿Cuáles son las dimensiones prácticas y discursivas del modelo de atención de los procesos
de gestación, parto y puerperio, desde la experiencia de vida de una partera tradicional, en
articulación con vivencias de familias que optaron por parto domiciliario en la ciudad de
Santiago?
JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA
25
El nacimiento/parto de Lautaro
El primer momento para la elección del tema, es el asombro que experimenté con el
proceso de gestación y nacimiento de mi hijo. Procesos que no eran cercanos ni que
parecían interesarme hace algunos años. La gestación de Lautaro fue durante mi quinto y
sexto semestre de pregrado de antropología, donde pude crear una urdiembre entre el
proceso de gestación, parto y las cátedras que cursaba, realizando distintos escritos y
ejercicios en torno al tema17. Mi interés se volcó a comprender desde la antropología la
concepción de cuerpo, sexualidad, las relaciones de poder en torno a este proceso y cómo
estos temas se podían analizar y entrelazar con una memoria e identidad específica. El cual
dio paso al segundo momento.
En septiembre de 2016 me contacté con Catalina Seguel, partera y fundadora del grupo
“Tribu de parto”18, con la intención de realizar un corto audiovisual sobre su oficio.
Catalina, quien me recibió de manera acogedora, me fue relatando el origen de sus
conocimientos, su motivación de auto asistir su segundo parto, el manejo de plantas
medicinales y como estos saberes se interrelacionan y practican en la ciudad. Este primer
contacto con el mundo de la partería reafirma mi interés y asombro por la gestación y parto,
convenciendo la investigación acerca de partería tradicional en la ciudad.
17
El primer ejercicio fue para la cátedra de antropología política, donde daba cuenta que gestar y parir no era
solo un cambio individual sino que se entretejía con distintos espacios y momentos sociales, pudiéndose
considerar la maternidad como un acto político en relación al paso de una acción privada a un espacio
público. El segundo ejercicio se escribió para el curso de antropología médica y del cuerpo, ensayo titulado
“Parto yuyachkani. Hacia un análisis sobre violencia obstétrica” el cual mostraba a grandes rasgos el poder
ejercido al cuerpo femenino en el proceso de gestación y parto en contexto biomédico. El tercer ejercicio
realizado para la catedra de antropología visual fue la realización de un corto titulado “Dar luz. Historia de
vida de una meica”, el cual retrata el oficio de una partera urbana. Y los últimos fueron para las cátedras
antropología aplicada I y II, “Diagnóstico sobre el programa de parto intercultural aymara en Hospital de
Iquique” y “Proyecto de intervención social: Eficaz ejecución de programa intercultural”, respectivamente.
18
Grupo formado para el acompañamiento de gestación, parto y puerperio bajo una mirada distinta al modelo
biomédico
26
que se practica socioculturalmente, lo que lleva a explicitar la importancia de escribir sobre
el tema desde dicha disciplina. Dando paso al tercer momento.
El parto es cultural
El parto es entendido como aquella experiencia que tenemos en común, puesto que nuestra
existencia requiere ser gestado y parido, lo cual podría entenderse desde su “naturalidad” (o
bien como un proceso fisiológico del cuerpo femenino). Sin embargo, se reinterpreta según
marcos locales, políticos y materiales, vale decir, que son asumidos por las diversas
tradiciones culturales, a través de creencias y experiencias que comparte un grupo humano.
Desde la antropología, la gestación y parto nos permite comprender ideológicamente el
cuerpo, la sexualidad, y los roles de género adquiridos para el recibimiento de un nuevo
integrante. La partería ejercida en la ciudad es un ejemplo de re-significación de prácticas
tradicionales de origen indígena/popular.
OBJETIVOS
Objetivo general
Dar cuenta de las dimensiones prácticas y discursivas del modelo de atención de los
procesos de gestación, parto y puerperio, desde la experiencia de vida de una partera
tradicional, en articulación con vivencias de familias que optaron por parto domiciliario en
la ciudad de Santiago.
Objetivos específicos
Caracterizar saberes y haceres en su práctica como partera tradicional urbana en las etapas
de gestación, parto y puerperio de familias que optaron por parto domiciliario en la ciudad
de Santiago
Identificar la motivación y experiencia de las familias que optaron por parto domiciliario
desde los saberes y haceres de la partería tradicional urbana en la ciudad de Santiago
27
HIPÓTESIS
El modelo de atención que ejerce la partera tradicional en Santiago humaniza el trato de sus
participantes y permite la no apropiación de los procesos reproductivos de la mujer por
parte de la partera, despatologizando así la gestación, parto y puerperio, mejorando la
calidad de vida de las mujeres.
MARCO METODOLÓGICO
Enfoque
Desde las palabras de Sandra Harding, la metodología cualitativa define a los métodos
como “técnicas de recopilación de información”, clasificadas en tres categorías, tanto para
la investigación social feminista como para la investigación androcéntrica tradicional:
La elección del enfoque cualitativo fue también un intento por evitar posiciones
objetivistas-positivistas. Lo que da fundamento al tipo de investigación interpretativa, la
cual busca los significados que motivan la acción de los sujetos, entendiendo que para
conseguir dichos significados se requiere de una reinterpretación con los otros, como diría
28
Geertz «lo que busco es la explicación, interpretando expresiones sociales que son
enigmáticas en su superficie» (Geertz, 2013). Geertz sostiene que el ser humano está
suspendido sobre una telaraña de significados que él mismo ha creado; el propósito del/a
investigador/a consiste en buscar un significado, una explicación a las respuestas, discursos
y prácticas que realizan los grupos humanos ante distintos escenarios.
Método y técnicas
Para la presente investigación lo que se buscó fue interpretar los sentidos y significados de
la partería tradicional en la ciudad, donde los distintos sujetos armaron a través de sus voces
y experiencias un relato sobre las dimensiones que configuran esta nueva forma de saber-
hacer la partería en la ciudad.
29
A través de este método, la investigadora buscó acceder a las acciones y percepciones de
los sujetos, así como a las interpretaciones que hacen de ellas y sus procesos. La
investigadora intentó, no solo transmitir la información, sino que, analizar los discursos con
el fin de concluir interpretativamente.
La entrevista es una técnica muy útil en las ciencias sociales, en la que interactúa el
investigador con el sujeto investigado, recogiendo manifestaciones verbales acerca de un
tema específico. Para ello, el investigador formula preguntas que el sujeto entrevistado
responde, previo acuerdo de colaboración por parte de este último (Soler, 2009).
Específicamente se realizaron entrevistas biográficas, que buscaron dar cuenta de la
trayectoria vital en relación con la subjetividad de los sujetos reflejando un contexto socio
histórico especifico. (Pujadas 2002)
Plan de análisis
30
con vivencias de familias que optaron por parto domiciliario en la ciudad de
Santiago?
31
en torno al tema. La articulación de las vivencias/voces de las familias, se pensó para crear
un diálogo entre las partes que configuran la partería en la ciudad de Santiago, ambos como
representantes de discursos contra hegemónicos y/o alternativos en relación a la forma de
nacimiento actual en Chile.
Entrevistado/a Caracterización
Janis Cortes Soto (J.C) Mujer de 27 años, terapeuta floral. Actualmente vive en la
población Lo Hermida con su pareja e hija. Madre de Ayalén.
Nació en Hospital Salvador por parto normal
Pablo Vera Tureuna (P. V) Hombre de 31 años, estudiante de energías renovables en IDMA.
Actualmente vive en la población Lo Hermida (Peñalolén) con su
pareja e hija. Padre de Ayalén. Nació en Hospital Salvador por
cesárea.
Gabriela Soto Kallens Mujer de 27 años, terapeuta floral. Actualmente vive en Santiago
(G.S.K) centro con su pareja e hijo. Madre de Arún. Nació por parto
vaginal inducido
32
Nació en hospital Salvador por parto normal.
Omar (O) Hombre de 30 años. Actualmente vive en el cajón del Maipo con
su pareja e hijo. Padre de Aarón. Nació por cesárea
Tabla 2 Caracterización general de las y los entrevistados/as. Fuente: elaboración propia
Instrumentos
Revisar Anexo 1
MARCO TEÓRICO
En el presente capítulo, se abordarán los lineamientos teóricos que servirán de prisma para
explicar e interpretar el fenómeno de partería tradicional en la ciudad de Santiago. La
partería tradicional se comprende como un modelo de atención hacia los procesos
reproductivos femeninos, siendo el cuerpo el espacio vivo donde ocurre la gestación, el
parto y el puerperio. En ese sentido, el cuerpo es un espacio liminal construido por ideas,
percepciones y sensaciones. Sus límites carnales no solo marcan a un individuo material o
biológicamente, si no que puede limitar y frenar ideas hegemónicas en torno a cómo este es
tratado por las medicinas. Es decir, el cuerpo al ser inacabado está compuesto por materia y
experiencias subjetivas, adquiridas en la interacción exterior y reelaboradas en su
interioridad.
A su vez, la diferencia de los cuerpos con relación a los genitales marca una liminalidad
distinta entre la interacción externa e interna del cuerpo femenino, siendo este mayormente
controlado en el proceso reproductivo, es por esto que es fundamental comprender que el
estudio de caso sucede en cuerpo femeninos y por ende el enfoque de género nos muestra
33
que la diferencia biológica de los cuerpos crea una diferencia sociocultural, que repercute
en la atención en etapa reproductiva. Por lo tanto, para entender el fenómeno de partería
tradicional en la ciudad de Santiago, es necesario mostrar los ejes que dirigen esta discusión
en torno a cuerpo y corporización, género, reproducción y modelos de atención.
El cuerpo, como eje teórico, ha sido una interrogante constante en las discusiones de las
ciencias sociales. Tal cual sus diversas formas físicas, es la densidad de significados que
este posee. La definición de cuerpo no es estática, los límites para definirlo son distintos y
hasta se contradicen entre sociedades o épocas históricas. «En las sociedades tradicionales,
de composición holística, comunitaria, en las que el individuo es indiscernible, el cuerpo no
es objeto de una escisión y el hombre se confunde con el cosmos, la naturaleza, la
comunidad» (Le Breton, 1995, p. 22). A diferencia del cuerpo moderno, el que «funciona
como un límite fronterizo que limita ante otros, la presencia del sujeto» (Le Breton, 1995,
p. 22) y que es definido de forma racional y dualista.
34
Actualmente, los partos y los cuerpos gestantes son comprendidos bajo la lógica biomédica
y asistidos por especialistas que se superponen a saberes ancestrales y/o populares. El
cuerpo en sociedades occidentales generalmente está asociado al saber anatomo-fisiológico,
y también los procesos que éste experimenta (para este caso la gestación, parto, puerperio).
Sin embargo, en sociedades complejas se entremezclan concepciones y definiciones para
comprender el cuerpo, por lo que aún existen “huellas activas” de representaciones
tradicionales en torno a éste, y en torno a enfermedad y tratamientos. Por lo tanto, el sujeto
recurre a distintas referencias para conseguir un tejido simbólico de su cuerpo y las distintas
etapas por la cual atraviesa biológica y culturalmente. A esta búsqueda y definición, Le
Breton (2002) lo llama «traje de arlequín» definido por el autor como «un saber hecho de
zonas sombrías, de imprecisiones, de confusiones, de conocimientos más o menos
abstractos, a los que les otorga un cierto relieve. A menudo, la versión de divulgación del
modelo anátomo- fisiológico es modificada por creencias (…)» ( Le Breton, 2002. p. 88),
por ejemplo, una persona que vive en la ciudad y que padece una enfermedad, puede
recurrir a los saberes de la biomedicina, a la acupuntura, y a tratamientos con una machi.
Tres paradigmas del cuerpo y de como tratar una enfermedad, se uniran en un sólo cuerpo,
siendo la persona quien decidirá en que momento y de que manera podran confluir los tres
tratamientos.
El cuerpo como construcción biológica, sociocultural e histórica puede ser análogo a la idea
de pertenencia y sentido político de un espacio, por lo que no se considera los cuerpos
como espacios pasivos. Bajo esta lógica, el cuerpo también se ha convertido en territorio de
disputa y soberanía, ejemplos de esto son: soberanía alimentaria, rompimiento de cadenas
de productividad, huelgas laborales o huelgas de hambre, donde el cuerpo es utilizado
como último gesto de resistencia y libertad.
Otro ejemplo del cuerpo como espacio de disputa y soberanía es la decisión del parto
domiciliario en compañía de una partera, puesto que se busca limitar las intervenciones
biomédicas durante la gestación, el parto y el puerperio. Vale decir, que existe una
autodeterminación de los cuerpos vinculada con la soberanía territorial, para delimitar
quién, cómo y dónde se vivirá el proceso de parto. La idea de retomar un cuerpo soberano,
35
es parte de una ideología que comprende y practica el cuerpo como un espacio en resguardo
de las prácticas médicas hegemónicas.
A su vez comprenderemos espacio, según lo expuesto por Doreen Massey (2012) quien lo
caracteriza a través de tres ideas:
Para entender esta definición de espacio que viene desde la geografía, es necesario
incorporar al análisis el término corporización19, el cual se comprende como la presencia
concreta y material del cuerpo y su subjetividad sensorial. En el texto “Modos somáticos
de atención” de Thomas Csordas (2012), se compara el paradigma semiótico de la cultura
de Roland Barthes, mediante una analogía entre cuerpo y corporización. La obra estaría
definida como un fragmento de una sustancia, un objeto material que ocupa un espacio.
Mientras que el texto es un campo metodológico indeterminado, experimentado como
actividad. El cuerpo en analogía con la obra es una entidad biológica y material; la
corporización, en analogía con texto, también es un campo metodológico indeterminado
definido por experiencias perceptuales. Para efecto del tema investigativo podemos
concebir gestación, parto y puerperio como una experiencia corporizada, tanto para la
partera como para las mujeres gestantes/parturientas/puérperas.
19
Originalmente desde el término inglés embodiment.
36
Enfoque de género
Aquí, el trabajo de la conciencia es lento pero indispensable. Es necesario
removerlo, instigarlo, trabajar por una reforma de los afectos y de las
sensibilidades, por una ética feminista para toda la sociedad (Rita Segato)
Los grupos humanos marcan a los sexos con distinción de género, y el género marca la
definición de todo lo demás: lo cotidiano, lo social, lo político y lo religioso. Dentro de este
orden, es de relevancia subrayar los altos índices de violencia que están experimentando las
mujeres en sus procesos reproductivos, puesto que, aunque pareciera evidente mencionarlo,
la gestación, parto y puerperio ocurre en espacio femenino. En una sociedad patriarcal los
cuerpos femeninos son situados en una escala de subalternidad respecto al cuerpo
masculino (Bellón, 2015), lo que promueve un control de los procesos sexuales y
reproductivos femeninos.
El control hacia el cuerpo femenino genera un castigo que consiste en la disminución del
protagonismo y la autonomía de las mujeres, sancionando en la atención reproductiva el
placer de la sexualidad. La normalidad o la normatividad de este fenómeno se deben a una
violencia estructural que crea y recrea la categorización que se mantiene entre sexo-género,
y las atribuciones para cada uno de estos. Es un fenómeno estructural, que en el caso de
violencia obstétrica se comprende como una tríada de violencia física, psicológica y sexual
(siendo también económica y social).
Reproducción humana
Mary Douglas es consistente en afirmar que el cuerpo humano es una estructura compleja
en la cual sus partes son símbolos para otras estructuras. Es decir, el cuerpo, como conjunto
de símbolos, es en sí mismo un símbolo de la sociedad, que para interpretarlos con
seguridad se deben «considerar los poderes y peligros que se le atribuyen a la estructura
social como si estuvieran reproducidos en pequeña escala en el cuerpo humano» (Douglas
1991, p. 133). Al igual que la sociedad, el cuerpo posee márgenes que involucran un mundo
liminal, dónde se expresan las nociones de pureza y peligro de ello, siendo los esfínteres
una transgresión a los límites por excelencia, ya que se observan en ellos puntos de apertura
y de excreción.
20
Es extensa la discusión en relación al comienzo de la vida humana, sobre todo en contexto chileno. Para
efecto de esta investigación llamamos “inicio de la vida humana” a la unión de dos células, sin una carga
religiosa ni moral, más bien al inicio físico de un nuevo cuerpo humano.
38
decir, ordenar lo que de por sí es poco ordenado, separar, purificar, demarcar y castigar las
transgresiones buscan imponer un sistema ordenado, repetitivo, ritualizado.
21
El dimorfismo sexual se define como la diferenciación física entre macho y hembra de una misma especie.
En mamíferos generalmente el macho es de mayor tamaño que las hembras y su aparato reproductor es
externo, mientras que el femenino es interno. Característica que se repite en el ser humano.
39
relación a otro; se le atribuye, o no, derecho a la herencia de bienes, títulos, etc.» (Gómez,
2011).
Desde los años sesenta Margaret Mead y otras antropólogas comienzan las etnografías
sobre partos22, aportando a la antropología social una nueva perspectiva de este fenómeno
(Davis-Floyd, 1997). La autora formula sus postulados desde el dimorfismo sexual,
preguntándose cómo éste crea comportamientos femeninos y masculinos en todos los
grupos humanos, planteando si esta causa es biológica o cultural y cuál sería la relación
entre sexo, temperamento y conducta culturalmente aceptada. Mediante el trabajo
etnográfico en tres “sociedades primitivas” (los Arapesh, los Mundugumor y los
Tchambuli), concluye que existe un repertorio limitado de temperamentos en la especie
humana. De este modo, las personalidades según lo femenino y masculino serian
variaciones de temperamento, que se configurarían de manera particular en cada sociedad y
no solo asociado al plano biológico de los sexos.
En los setenta Brigitte Jordan (1993) expone que «el proceso del parto es una parte
universal de fisiología humana y la biología femenina, pero en las últimas décadas, los
antropólogos han llegado a comprender que el nacimiento es más que un simple acto
biológico, por el contrario, el nacimiento está enmarcado y denotado socialmente» (p. 1).
Con esto se abre una nueva sub disciplina, antropología del parto, y con ella variadas
investigaciones23 que dan cuenta de esta nueva mirada sobre reproducción humana. Su
trabajo describió detalladamente los aspectos del parto en una comunidad Maya en
Yucatán, contrastando el modo comunitario y centrado en la mujer con el altamente
tecnologizado modo de enfrentar el parto en Estados Unidos (Sadler, 2003, p. 62).
22
“Una vez el recién nacido ha sido lavado, y la placenta y el cordón se han desprendido y colocado en lo
alto de un árbol porque el cerdo que los comiera robaría en los campos, la madre y el niño serán llevados al
poblado y cobijados en una pequeña casa” (Mead, 2006, pág. 47)
23
Nancy Stoller Shaw (1974), Carol McClain (1975), Sheila Cosminsky (1977), Brigitte Jordan (1977),
Shelia Kitzinger (1978) y Linda Annis (1978). Y posteriormente Ann Oakley (1980), SoheirMorsy (1981),
Carol MacCormack (1982), Carolyn Sargent (1982 y 1996), Margarita Kay (1982), Carol Laderman (1983),
Lucille Newman (1985), Dana Raphael (1985), Pamela Eakins (1986), Robert Hahn (1996), Patricia Jeffery,
Roger Jeffery y Andrew Lyon (1989), Faye Ginsburg y Rayna Rapp (1991 y 1995), Robbie Davis Floyd
(1992, 1994, 2000 y 2001), Shirley Lindendaum y Margaret Lock (1993), Sara Franklin y Helena Ragone
(1997) y Iris López (1998).
40
Gestar
«La etnia barí de Venezuela (quienes) consideran que la formación de un hijo o hija tiene
relación con consecutivos lavados de esperma del feto, esperma que puede ser aportado por
más de un hombre, pudiendo el hijo tener más de un padre biológico. Los padres biológicos
asumen responsabilidades con la mujer y el hijo o hija» (Auth y Evans, 2014, p. 32)
«Y, como custodio del hijo que va creciendo, debe observar ciertas precauciones: no debe
comer ratas de Malabar o, el contrario morirá cuando trabaje duramente, ya que esta rata
hace madrigueras demasiado profundas dentro de la tierra, ni ranas porque el niño nacería
demasiado súbitamente, ni anguilas, o de la contrario el niño nacería demasiado pronto»
(Mead, 2006, p. 60)
Parir
El momento del nacimiento es parte de este proceso, el cual ocurre cuando el feto, quien
puede respirar por sí solo, es expulsado por la vagina de la madre24. «Este momento es,
para una mujer, el clímax de un desarrollo que comienza con su propia concepción o
24
De no presentar complicaciones que derivarían en cesárea
41
incluso antes, en gran medida fruto de la internalización de las normas sociales que lo
pautan en cada contexto particular» (Sadler, 2003, p. 17). Al mismo tiempo, es interesante
recordar que el parto humano es un parto mamífero, y por eso comparten un proceso
similar, ya que
«Las hembras de los mamíferos tienen que segregar determinadas hormonas, las mismas
que intervienen en el parto de un ser humano; las segregan las estructuras más primitivas
del cerebro, comunes a todos los mamíferos. Son estas semejanzas, pues, las que deberían
construir el punto de partida para intentar comprender el proceso de parto de nuestra
especie» (Odent, 2011, p. 23).
Para dar cuenta de los objetivos propuestos, nos basaremos en la propuesta de Jordan
(1993), quien afirma que, en cada grupo humano, el parto y los fenómenos relacionados
con él adquieren una forma consensuada. Se produce un set internamente consistente de
prácticas y creencias con el fin de manejar y enfrentar los aspectos psicológicos y
socialmente problemáticos del parto, de una manera concordante con el contexto cultural
particular. Para comprender prácticas y creencias en torno al parto, Sadler (2003) ocupa los
indicadores propuestos por Jordan reordenándolas según la necesidad de su investigación.
Los indicadores que tendremos en cuenta son:
Definición cultural del parto: se refiere a la manera en que cada grupo humano define el
parto a nivel práctico y simbólico, intenta responder quién, dónde, y cómo debe ocurrir. El
parto sólo representa el clímax de un proceso cuyo inicio es difícil de ubicar, que sin duda
se remonta a la más temprana infancia de la socialización de cada mujer. Esta socialización
contiene maneras formales e informales de transmitir a las mujeres la definición cultural del
parto (Jordan, 2003)
42
Territorio del parto: se refiere al lugar físico y simbólico donde ocurre el parto. Es de
gran interés contemplar este punto para efecto de la investigación, ya que la decisión
primera, es que el parto ocurra en el domicilio. Este indicador se relaciona estrechamente
con la naturaleza de la toma de decisiones, que determina el grado de intervención que se le
asigna y permite a la mujer parturienta y a sus redes de apoyo, quienes determinaran los
procedimientos que se siguen e indican a los dueños del conocimiento autorizado para
conducir el proceso (Jordan, 2003)
De este modo nos encontramos con que, al interior de cada grupo humano, las prácticas
relativas al parto aparecen como una rutina relativamente uniforme, sistemática,
estandarizada y ritualizada, lo que entenderemos como un modelo de atención particular de
la gestación, parto y puerperio, que ejerce la partera tradicional en la ciudad de Santiago.
Puerperio
El puerperio es la etapa que comienza con el nacimiento del recién nacido, desde la
biomedicina25 es comprendida por el período, comúnmente conocido como “cuarentena”,
25
“También llamada medicina occidental, científica, alopática, cosmopolitica o etnomedicina
fisiológicamente orientada. Designa al sistema medico desarrollado en Occidente desde la Ilustración, el cual
se caracteriza por asumir la distinción cartesiana entre cuerpo y mente y por su comprensión de las
enfermedades en tanto entidades definidas producidas por causas únicas. Se le ha llamado también Modelo
Medico Hegemónico (MMH), con el fin de designar el tipo de práctica médica característica de la
43
en que útero y vagina se recuperan y vuelven a un tamaño “normal”. Se asocia al
alejamiento del cuerpo masculino hacia el femenino o como es planteado por la autora
Laura Gutman (2004) es un espacio de tiempo determinado que tiene relación con la
histórica veda moral de “salvar” a la parturienta del reclamo sexual masculino. Sin
embargo, esta definición solo consideraría aspectos físicos/sexuales, no considerando la
profundidad emocional y el cambio de ritmo que conlleva parir y cuidar a un recién nacido.
En palabras del programa “Chile crece contigo”, “(…) se extiende por más tiempo
incluyendo también aspectos emocionales y del sistema nervioso que podrían durar hasta
cerca de los dos años de vida del niño(a)”.26 Estos procesos, si bien sabemos que son de
carácter universal, la comprensión es variable, ya que se construyen bajo marcos
socioculturales donde se perpetúan y estandarizan prácticas y conocimientos que crean
matices, según qué grupo humano lo defina.
Modelos de atención
Para dar cuenta del modelo particular de atención, ejercido y reproducido por la partera,
haremos un recorrido por distintas definiciones de modelos de salud propuestas por autores
dentro de la sub disciplina de antropología médica (y antropología médica crítica),
disciplina que estudia procesos en relación al trinomio salud-enfermedad-tratamiento.
44
Biologisismo
Concepción teórica evolucionista- positivista
Ahistoricidad
Individualismo
Eficacia pragmática
La salud como mercancía
Relación asimétrica entre medico/paciente
Participación subordinada
Legitimación jurídica y académica de los saberes
Profesionalización formalizada
Racionalidad científica (y exclusión de los otros modelos)
Los dos siguientes modelos se comprenden «como respuesta a un aparato médico sanitario
que establece por un lado un orden burocrático que busca básicamente reproducir sus
objetivos institucionales y simultáneamente tiende a establecer relaciones asimétricas entre
el personal y los usuarios» (Menéndez 2003. p. 193). En el MMA se integran prácticas
médicas consideradas alternativas y/o tradicionales. Un ejemplo de esto es la medicina
china. Sus rasgos estructurales son:
Eficacia pragmática
Participación simétrica y homogeneizante
Legitimidad grupal y comunal
Experiencial
45
Tendencia sintetizadora
Tendencia a asumir subordinación, respecto a los otros modelos
La antropóloga estadounidense Robbie Davis Floyd define tres modelos o paradigmas del
nacimiento 1. Modelo tecnocrático.2. Modelo humanístico 3. Modelo Holístico
El primero podríamos asociarlo al MMH propuesto por Menéndez. Este modelo predomina
en el estudio y práctica profesional de los médicos. Sus principales rasgos son:
Separación mente/cuerpo
El cuerpo femenino es metaforizado como una maquina defectuosa
El hospital como una fábrica
El recién nacido como un producto
Y el experto, varón como quien rescata, “repara” a esta máquina defectuosa
Supervaloración de la alta tecnología
La paciencia no es una facultad (he ahí las técnicas de amniorrexis, oxitocina
sintética, etc)
Autoridad y responsabilidad en el médico y no en la parturienta
Si bien este es el modelo que predomina actualmente «en cualquier sociedad grande, nunca
es el único sistema o ideología por que la propia sociedad refuta con argumentos y razones
el poder absoluto e incontestable que se atribuye el modelo hegemónico» (Davis-floyd,
2004, p. 9), por esta razón se consideran modelos que cuestionan al tecnocrático.
46
Información y responsabilidad compartida por paciente y cuidador
Hay una distinción entre humanismo superficial (por ejemplo, pintar las salas
“lindas” pero las técnicas y la atención siguen siendo tecnocráticas) y humanista
profundo (por ejemplo lactancia inmediata, posición elegida por la madre)
Hay una unidad entre cuerpo, mente y espíritu (no solo se concibe como máquina u
organismo, es, además, un sistema de energías)
Se toman en cuenta deseos, miedo de la parturienta
Se actúa a nivel emocional y espiritual
La ciencia y tecnología se usa para facilitar la habilidad de la madre
Se utiliza la intuición
La autoridad y responsabilidad existe en cada individuo
Por último, Michelle Sadler (2009), antropóloga chilena, y Patricia Núñez (2009),
antropóloga española, distinguen dos modelos en la atención de salud reproductiva
La siguiente tabla elaborada por las autoras muestra comparativamente las características
de estos modelos:
47
Modelo intervencionista de atención de Modelo personalizado de atención de
salud salud
27
Revisado en http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/58363/revision-del-parto-personalizado-
herramientas-y-experiencias-en-chile
48
49
ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE DATOS
Capítulo I: Nacer, menstruar, parir y partear
El presente capítulo estará ordenado por experiencias corporales que darán continuidad a la
trama de la historia de vida de la partera. Tomaremos como guía la corporización, vale
decir hechos biológicos como hitos de construcción individual/social. Estos serán: nacer,
menstruar, parir y partear.
I Septenio: nacer
La historia comienza como cada una de nuestras existencias: de un cuerpo que sale de otro,
de fluidos, sangre, líquido amniótico, lágrimas, sudor y calostro. El parto como primer hito
exterior del cuerpo materno, marca el comienzo de una vida que estará estructurada
socioculturalmente, primero, porque es la primera experiencia corporal en manos de otro
ser humano fuera del útero; y segundo porque el contexto en el que se nace es muestra de
cómo está viviendo una sociedad. Nacer en las manos del obstetra o del padre, nacer en un
lugar ruidoso con luz artificial o en un lugar oscuro, que la primera superficie sea el pecho
de la madre o una pesa. ¿Qué nos dice el parto de nuestra sociedad? ¿Qué buscamos al
hablar de nacimiento y partos? A continuación, comenzaremos el escrito a través del primer
viaje que experimentó Catalina Seguel: su nacimiento, parto de su madre.
50
La trama de las antecesoras de Catalina, quienes fueron parteras, meicas28, brujas,
marcarían el nacimiento de esta nueva integrante como una bisagra entre saberes y haceres
indígenas/campesinos y la implementación y preservación de la tradición familiar en un
nuevo escenario: la ciudad. Por ello, la identidad de Catalina se construyó en base de estos
saberes del pasado, fundamentales para el ejercicio actual de su oficio. Si bien la partería se
ejercía contextualmente en el campo, actualmente ella resignifica estos haceres y saberes
ante un escenario de altos índices de intervencionismo innecesario en los partos.
«yo siento que desde que tengo memoria, empecé a aprender distintas
cosas relacionadas con las plantas, con la mujer, con las guaguas, los
niños, las niñas, con los nacimientos» (C.S., 2017)
En el año 1995 Catalina jugaba a atender partos, era cotidiano emular ser matrona.
Recuerda que le llamó la atención el nacimiento de su sobrina Danae, hija de su hermana
mayor, Mónica. Además, rememora conversaciones de su madre, tías y abuelas sobre
tratamientos, hierbas y tiempos para tratar el parto, conocimientos que hoy son la base de la
partería que practica. El oficio de la partería ha estado ligado históricamente a un espacio
femenino, donde confluían distintas generaciones. En la historia de Catalina se reproduce
esta manera de mantener el oficio, basándose en el relato oral de este grupo de mujeres.
28
Transformación de la palabra médicas en contexto campesino
51
Mapa 1 San Clemente. Lugar de nacimiento de María Rosario (madre de Catalina)
52
53
María Rosario fue elegida para la transmisión de conocimientos en torno a la partería, pero
tras su temprana migración a los 16 años desde San Clemente a Santiago, dejó su
“entrenamiento” en busca de mejoras económicas. La educación en torno a partería
comenzó alrededor de los 7 años de María Rosario, quien era puesta a prueba mediante
acciones que mostraban su valentía
«entonces el primer entrenamiento era que ella fuera capaz de matar a una
gallina ¿cachay? Y después la mandaban a buscar sapos, ranas, pájaros,
cazar lagartijas, arañas, un montón de cosas» (C. S. 2017)
Si era capaz de mostrarse valiente, las mujeres mayores podían ver en ella una persona
capaz de adquirir sus conocimientos y volcar en ella saberes y haceres relacionados a
medicina tradicional, partería y uso de hierbas.
En Santiago, María Rosario fue parte de las tomas de terreno en Lo Hermida (Peñalolén).
Esta población nace a partir de una toma de terreno, realizada por un amplio movimiento de
personas que buscaban viviendas definitivas en la ciudad. En 1967, a través de una
operación sitio, programa de auto construcción de viviendas impulsado en el Gobierno de
Frei Montalva, se expropió el fundo de Lo Hermida. Durante el gobierno de Allende (1970-
1973) se desarrollaron otras ocupaciones de terreno, construyéndose 10 campamentos. A
pesar de las carencias materiales de los pobladores, se encontraban fuertemente
cohesionados bajo una identidad sociopolítica de izquierda, lo que después conllevó fuertes
represiones en época de dictadura.
«la gente que llegó acá, es gente que viene del campo, acá viene de la
misma tradición que mi mamá: gente de campo, descendientes de machi,
54
descendiente de médicas, de curanderas, de componedoras de hueso.
Entonces aquí se daba mucho esto de la medicina tradicional y también
religioso, porque estaban los evangélicos o estaban las mujeres que
santiguaban, y que te daban plantas, te daban hierbas, estaban las que se
dedicaban a hacer abortos. Estaba todo aquí configurado como si fuese un
pueblo cualquiera del campo» (C.S.2017)
En este contexto se crio Catalina, rodeada de mujeres fuertes, mujeres que se cuidaban a
través de su organización en cooperativas ante un escenario de precariedad material. Las
cuales también concebían el cuerpo y la manera de atenderlo y tratarlo desde sus orígenes
indígenas/populares provenientes del campo. La configuración identitaria que vivió
Catalina se puede considerar como historia social e individual, donde el cuerpo aprendió y
se educó. En ella vemos dos cauces hasta el momento que la llevaron a ejercer el oficio de
partera en la ciudad: la tradición familiar que se ha transmitido generacionalmente, y el
contexto urbano en el que nace y se cría, en medio de un tejido social que, si bien era
urbano, abundaban las prácticas indígenas/populares provenientes del campo chileno.
Según su experiencia, era como vivir en el campo pero dentro de una ciudad. Recuerda que
pavimentaron Lo Hermida en la década de los 90, las líneas telefónicas llegaron en esos
mismos años y su mamá la bañaba en un fondo29 con agua hervida previamente calentada
en una fogata, ya que en la década del 2000 instalaron el calefón en su casa. Era común
acompañar a su mamá los días domingos a hacer pan amasado junto a otras mujeres, para
luego venderlo en el barrio. Ocupaban las actuales canchas para cultivar chacras y criar
animales: caballos, yeguas, chanchos, pollos.
29
Olla grande
55
Reflexiona que, tras la migración desde el campo a la ciudad, las personas que antes eran
reconocidas como brujas o meicas, quienes leían las cartas, quebraban el empacho,
santiguaban y tenían un conocimiento profundo sobre el uso de hierbas del sector, se
dividieron en distintos oficios
«la santiguadora, otra era la ungidora, otra era tarotista, otra era adivina,
no sé, componedora de huesos, zapatero, no sé, habían muchos
oficios»(C.S.2017)
Otro de sus recuerdos es el cuarto donde su tía Mariana leía el tarot, tradición que aprendió
de su padre Juan. Ese cuarto siempre fue una interrogante desde sus ojos de niña, siempre
56
quiso ser parte de las reuniones femeninas que se efectuaban en aquel lugar. Al notar su
constante interés, su tía le prometió leerle las cartas a los 7 años, por lo tanto, el año 1997
Mariana cumple su promesa. Entraron al cuarto que tanto le intrigaba, donde había solo una
vela iluminando el espacio, una mesa tapada con un paño rojo, un vaso de agua y las cartas.
Estando allí le indicó que no cruzara las piernas y que escogiera algunas cartas al azar.
«me decía que yo era el último concho de la familia, que yo, tenía como
que sacar la cara por la familia… no me habló tanto de la partería, me
habló de traer la vida, de estudiar para matrona me decía, que había que…
¿Cómo era? Que yo iba a tener un bebé antes de los 21 y que ahí yo iba a
recibir el don de la partera, la médica» (C.S., 2017)
Presagio, que, como veremos, se cumplió tras gestar y parir a su primer hijo.
II Septenio: menstruar
«sabía que se hacía tal cosa para dar vuelta una guagua, o con tal hierba,
con tal baño de plantas, las guaguas se apuraban pa nacer, también sabía
que los partos de gemelos o mellizos era más complicao, sabía que un
parto en podálico existía» (C.S.2017)
El 8 de diciembre del año 2002 sería otro hito importante para su historia, ya que
reconocería la conexión con su cuerpo y el poder que tenía sobre él, dicho momento fue su
menarquia, el cual fue celebrado con una fiesta familiar y un gran ramo de flores rojas.
57
(risa) y ahí napo, no me llegó el día de la iglesia, me llegó el día
siguiente» (C.S.2017)
La relación con los procesos biológicos, como hemos señalado, responde a contextos
socioculturales, es decir, que se reinterpretarán contextualmente. Catalina nombra a esto
“configuración”, lo que nos lleva a pensar que hay una estructura, en este caso de crianza,
que ordenó la forma en que comprendería y practicaría los procesos corporales. De manera
que la menstruación es asociada a normalidad, regularidad y ausencia de dolor.
El año 2008 conoce a Jaime, actual pareja, con el cual empieza a dictar talleres de huertas
orgánicas. El año 2009 entró a estudiar trabajo social a la Universidad Tecnológica
Metropolitana (UTEM), mismo año en el que asiste a un congreso de trabajo social en
Ecuador, país en donde se encuentra con parteras indígenas y mujeres que parían en sus
domicilios.
30
Un ejemplo es lo expuesto en el documental “La luna en ti”, trabajo audiovisual donde indagan sobre la
connotación social en torno a menstruación, evidenciando que es un tema tabú o tiene un carga negativa en
distintos contextos.
58
«parían ahí en sus casitas, con sus parteras, que eran viejitas y listo, y ni
un problema, nadie se moría, no pasaba na, todo bien, perfecto» (C.S.
2017)
En mayo del año 2012 concibe a su primer hijo, ante las imágenes y experiencias recientes
de su viaje a Ecuador, comenzó a buscar clínicas que coincidieran con su idea de parto. Sin
embargo, su presupuesto no alcanzó para los costos que implicaba un parto natural en
clínica, por lo que decide parir en el Hospital Luis Tisné de Peñalolén. Abogando por un
plan de partos exigió estar acompañada por su familia y no recibir intervenciones médicas
rutinarias, tales como administración de anestesia, episiotomía y rompimiento artificial de
membranas. Si bien estuvo acompañada por su pareja, recibió intervenciones en contra de
sus requerimientos explicitados en el plan de parto.
Estos procedimientos, que se han vuelto rutinarios sin una razón científica de un efecto
positivo en el trabajo de parto, son un ejemplo de cómo los límites carnales son
transgredidos por las prácticas de la biomedicina. Estas prácticas mantendrían así un
modelo médico que comprende el cuerpo como un objeto o un aglomerado de partes
biológicas análogas a la de una máquina. Ante la utilización de técnicas y procesos
biomédicos, Catalina reflexiona sobre su propio nacimiento y/o parto de su madre
59
La cita anterior hace referencia a ampliar la perspectiva del parto, no solo aludiendo al
trabajo de parto y nacimiento del bebé, sino que se comprende como un proceso que se ha
construido desde el propio nacer, la niñez y la socialización en torno a la reproducción:
menarquia, relaciones sexuales, parto/nacimiento, lactancia, menopausia. Procesos que se
comprenden bajos pautas socioculturales, históricas y también experienciales mediante la
corporización de hitos biológicos.
Tras la etapa expulsiva, pusieron a su hijo Víctor en su pecho y las intervenciones médicas
siguieron incrementando los niveles de violencia.
En el relato anterior se presentan las estructuras básicas del modelo médico hegemónico
propuesto por Menéndez, el modelo tecnocrático propuesto por Davis Floyd o el modelo
tecnocrático intervencionista propuesto por Nuñez y Sadler. Ya que recibió intervenciones
que había explicitado no querer recibir, evidencia una relación asimétrica entre
profesionales de la salud y gestantes, parturientas o madres, quienes tienen una
participación subordinada respecto a decisiones sobre su cuerpo al momento de dar a luz.
60
padre). Intervenciones y prácticas que en algunos casos han sido catalogados como
tortura31. Al realizar una revisión instrumental y un raspaje sin anestesia, intervenciones
agresivas que buscan resultados a corto plazo, pero que no reparan en las de largo plazo a
nivel físico, emocional, espiritual, se materializa la idea de Davis Floyd: el cuerpo
femenino se concibe como una máquina defectuosa, el profesional experto es quien rescata
y repara este cuerpo; el hospital opera como una fábrica y el recién nacido es el producto.
Otro factor trascendental de la cita anterior es la idea del “relato colectivo”, el cual se ha
implantado y perpetuado como un mecanismo de control sobre cuerpos femeninos
gestando, pariendo, lactando: “si yo grito, me van a tratar más mal”. Entre el profesional de
salud y la madre hay un abismo constituido desde los inicios de la obstetricia: en este
abismo esta la tecnología por sobre la intuición; la jerarquía masculina por sobre la
femenina; el cuerpo materno como un canal para traer vida y no vida en sí misma; el
adoctrinamiento de los estudiantes por parte de las instituciones médicas. Y también es
parte de un relato que se ha transmitido desde la niñez, mediante imágenes e historias
familiares: parto hospitalario con un médico que salva la situación, ante un dolor
incontrolable de la madre. La repetición de esta escena vista en películas, series o
comerciales de televisión han configurado la manera de imaginar un parto, y de
conceptualizarlo como seguro, higiénico, “normal” en espacios hospitalarios. Sin embargo,
la sensación que deja consigo un parto sobre-intervenido explicita el castigo a la mujer.
31
Ejemplo de esto es el caso de Lorenza Cayuhan. Mujer lafkenche, quien cumple condena en la cárcel de
Arauco, quien fue obligada a parir engrillada.
Revisado en http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/10/24/caso-de-mapuche-que-dio-a-luz-engrillada-
llega-a-fiscalia/
61
luz y se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés o capacidades
para desarrollar las actividades con las que normalmente se disfruta. A su vez recientes
estudios revelan la asociación entre uso de oxitocina sintética y mayor riesgo a tener
depresión posparto32.
El paso del tiempo y distintas terapias a las que asistió la ayudaron a re-significar la
experiencia traumática de su primer parto, momento en que conoce el término violencia
obstétrica y decide nunca más parir en un hospital y embarcarse en el acompañamiento
hacia mujeres gestantes, sus partos y puerperios. Experiencia que demuestra, como explica
Davis Floyd, que en cualquier sociedad grande la visión hegemónica nunca es el único
sistema, ya que la misma sociedad, mediante sus experiencias refuta con argumentos
sólidos el poder absoluto que se atribuye al modelo biomédico.
«yo en ese tiempo solo conocía la palabra partera, conocía las palabras, o
sea el tratamiento de cómo se vive la gestación y parto en el campo por
mi familia. Pero no conocía otros conceptos como parto humanizado,
doula, parto en casa, así como tan atendido por matronas. Yo no tenía
idea que habían piscina de parto»(C.S.2017)
32
Revisado en Marzo de 2018 http://saludmentalperinatal.es/como-las-intervenciones-en-el-parto-afectan-a-
la-salud-mental-de-las-madres/
62
«ella me dijo que yo iba a ser la que iba a continuar cuando ella se
muriera, entonces los tiempos se sincronizaron, yo parí antes de los 21,
parí un mes antes de los 21. (…) La cuestión es que me hago consciente
de la responsabilidad que tenía, me gustó, empecé a soñar que atendía
partos. La tía Mariana se muere y yo empecé a soñar que atendía partos;
empecé a soñar que paría en la micro; empiezo a soñar que el Jaime paría
una guagua por el pene; empiezo a soñar que iba en el metro y atendía un
parto; sueño que una ballena tiene un parto; todos los días soñaba con
partos y me dediqué a recuperar la información que había de las plantas y
los partos» (C.S.,2017)
Tras su formación como doula, comienza a acompañar partos en casa a los que las
matronas no alcanzaban a llegar, y luego, mediante recomendaciones, la empiezan a buscar
como una alternativa de menor costo económico, en comparación a partos en casa
atendidos por matrona.
63
El año 2012 formó la corporación “Tierra eterna”, organización dedicada a salud ancestral
comunitaria y permacultura, lugar en el que comienza a formalizar conceptos como partera,
meica y huertas orgánicas. El año 2013 realiza su primer voluntariado de “doulaje” en el
hospital San José de Independencia. Sin embargo, el contexto hospitalario nuevamente la
hace cuestionar los nacimientos en contexto biomédico, por lo que desiste y continúa con
su búsqueda dentro de su ámbito familiar. Ese mismo año postula y gana un proyecto de
huertas de auto ayuda para gestantes, el cual ofreció en el voluntariado de doulas,
conjuntamente con la implementación de una SAIP33, financiado por el proyecto
adjudicado. Sin embargo, la respuesta fue negativa y decidió realizar un Círculo34 de
acompañamiento prenatal gratuito para madres y padres, el cual llamó “Tribu de parto”,
desde sus palabras el primer círculo prenatal gratuito.
Catalina propuso que fuese gratuito y ocupó esta estrategia como un filtro para el origen
socioeconómico y político de las personas que llegarían a ese espacio.
33
Salas de atención integral del parto
34
Reunión de personas, llamado circulo por la intención de llevar un diálogo horizontal y no jerárquico en el
encuentro
64
«filtrarlo porque también hay gente que es ABC1 y no va a cosas
gratuitas. Entonces cuando a veces te dicen el filtro es, no se po, entrar a
una discoteca, la entrada cuesta veinte lucas35, yo acá te digo, bueno, el
filtro para nosotras y nosotros, que nos reconocemos como gente pobre
económicamente, es hacerlos gratuitos» (C.S.2017)
Ante esta convicción, la primera generación de Tribu de parto se constituyó con personas
que buscaban vivir gestación y parto fuera de los límites establecidos por la medicina
alópata, pero no tenían los recursos para optar a un parto en casa en compañía de matrona.
El taller, entonces, se conformó de familias de estudiantes, familias pobladoras o quienes
confiaban y buscaban el trabajo de la partera.
“Lo que la Tribu de parto vino a hacer con el parto en casa, fue
democratizar talleres de preparación. Y no democratizar, popularizar, de
popular, de poblacionalizar, ocupacionalizar”(C.S. 2017)
Catalina relata que los talleres duraban tres meses, reuniéndose así las familias gestantes
todos los sábados. Un componente interesante de la Tribu de parto era el involucramiento
activo del padre en los talleres y la visibilización de la partería chilena e internacional,
generalmente latinoamericana, donde se entremezclaban distintas vertientes de la partería,
lo que Le Breton llamaría “traje de arlequín”
«trabajábamos diferentes temáticas: un día era balón, otro día era yoga,
otro día era parto aymara, otro día era elementos del parto mexicano, o
rescatar uso del rebozo, o métodos. O sea, hierbas, hierbas, hierbas,
caleta. Y así una serie de temáticas en torno al parto respetado y el parto
en casa. Y desde un principio se incluyó la partería, siempre, yo siempre
la metí, porque para mí también era importante que las mujeres
reconocieran que existe este oficio. Y les pueden ser útil en toda la vida,
porque la partera te acompaña desde que naces hasta que te haces abuela»
(C.S.2017)
35
Pesos chilenos
65
Ilustración 1 : “Aliwen. Yoga, embarazo, parto y puerperio” de Sylvana Galvez H.
He ahí el nombre del taller y círculo, la palabra tribu nos aboca a un grupo humano que
viven cercanos unos a otros y tienen ideas y creencias compartidas. En este sentido la
partería se preocupa de comprender el proceso reproductivo de forma amplia y dentro de un
grupo humano que comparte la vivencia de gestar y buscar compañía de una partera
«lo que se olvida en la atención del parto en casa con matrona, que es el
conocerte con la mujer, cachai: conocer no solamente sus controles,
conocer también su alimentación, su cuerpo, sus relaciones, cómo ella
está en el mundo, lo que hace, lo que no hace, lo que trabaja, lo que no
trabaja, sus ataos, sus rollos familiares, todas esas cosas» (C.S.2017)
66
Las posibilidades de tipos de parto se abren y así también la definición de cuerpo se vuelve
maleable, cuestionando el tipo de parto, cuerpo y crianza establecido desde el modelo
biomédico. La “Tribu de parto” es también una respuesta a la crianza individualista que
generalmente se reproduce en nuestra sociedad, propuesta que se asemeja a lo definido por
feministas comunitarias en relación a la crianza comunitaria. Primeramente, proponen
cambiar el concepto “mamá” por “creadoras y criadoras de vida”, ya que la maternidad y
crianza obligatoria sostiene el modelo económico y político imperante, profundizando el
individualismo y la acumulación objetos. Desde sus planteamientos, una de las vías para
acabar con el patriarcado es pensar otras formas de comprender y practicar gestación, parto
y crianza. Y que el norte sea una crianza en conjunto, madres y padres biológicos y no
biológicos, los cuales sean los responsables de la crianza de los niños/as, lo que acotaría el
nivel de consumo y la sobreexplotación de las madres.
La mayoría de las mujeres que asistieron a la primera generación de Tribu de parto parió en
su hogar con partera. El año 2014 se conformó la segunda y tercera generación de Tribu de
parto.
«y de esas, mucha gente, que deben haber sido 20, 18 terminaron con
parto en casa. De la primera generación, eran 15 ponte tú, 12 terminaron
con parto en casa y cada vez íbamos aumentando. En la tercera ya eran
casi todas» (C.S.2017)
36
La ilegalidad de esta práctica se entiende como el ejercicio ilegal de la profesión de matrona u obstetra.
67
Mapa 2 Distribución espacial de partos domiciliarios atendidos por Catalina Seguel en la Región
metropolitana entre los años 2014 y 2017. Fuente: elaboración propia
El 2015 fue la cuarta y quinta generación, año en que trabajaba sola y en compañía de una
matrona, aún con cautela y no anunciando su trabajo por redes sociales. Este año concibe a
su segundo hijo, durante la gestación acompaño partos hasta la semana 37.
Fotografía 1: Mujeres participantes de la cuarta generación tribu de parto (2015). De rosado Catalina Seguel. Fuente:
fotografía compartida por Sylvana Gálvez
68
Fotografía 2: Acompañamiento a Sylvana mientras gestaba a Amador (2015). Fuente: “Historia de una vida. La meica”.
Elaboración propia.
El año 2016 fue la sexta generación. Este mismo año se conformaron “guaguatunes”, los
cuales consistían en reuniones de familias que habían participado en alguna de las
generaciones de Tribu de parto. Generalmente se realizaban las reuniones en el parque
Quinta Normal, en las cuales se comía en conjunto, se trocaban objetos que ya no
necesitaban las familias y se vendían distintos productos de emprendimientos familiares.
El verano de 2015 decide gestar a su segundo hijo, el cual, a su vez, opta por parirlo en casa
debido su primera experiencia de parto en hospital. Por ello viajó a Rauco (VII Región del
Maule) a concebir y visitar el cementerio donde están sus abuelos y tías abuelas, para
realizarles una petición.
Su segunda gestación la pasó entre mujeres gestantes y partos en casa. Ya con una idea
clara de su posición como partera y con un claro discurso de autonomía del cuerpo en
relación al parto biomédico. La autonomía de este modo es entendida como el resguardo,
protección y delimitación del cuerpo femenino de prácticas y experiencias violentas y/o
traumáticas. Y también, en este caso, se comprende como la capacidad de elegir quienes
acompañarán, cómo y dónde sucederá el proceso de parto. El cuerpo materno como espacio
podrá demostrar que no es un cuerpo aislado e individual, sino que es producto de
69
interrelaciones e interacciones. Esto conlleva que las decisiones tomadas son respuestas a
patrones instaurados mundialmente, como lo es la atención biomédica, que se ha
perpetuado en los nacimientos. Esta atención impacta en decisiones íntimas, que
repercutirían en lo global e individual como lo es parir en casa con partera.
Ante su conocimiento sobre el proceso de parto, le costó despegarse de “la mente” y entrar
en trance.
Según su relato un rayo dorado dio comienzo a la última etapa del trabajo de parto. Este
último tramo antes del nacimiento del bebé es conceptualizado como reflejo de eyección, el
cual se define como el período de transición entre la fase pasiva y las últimas contracciones
antes de la expulsión del recién nacido. Odent (2011) relata que la mayoría de las mujeres
que se encuentran en trabajo de parto no guiado, verbalizan el miedo o ligan su sensación a
la muerte, lo que se explicaría por la liberación de adrenalina y la disminución de oxitocina
que ocurre en este tramo de reflejo de eyección.
70
«y en algún momento se me volvieron insoportable las contracciones y le
dije al Jaime que por favor me matara, le dije “mátame” (risas). Y en ese
momento volvió mi parte racional y dije “bueno ahora estoy lista”, porque
estas cosas uno las dice cuando está lista, cuando viene la guagua»
(C.S.2017)
Catalina relata que en ningún momento se realizó tacto, ya que quería tocar la cabeza de
Amador en la etapa expulsiva. Sabía de su dilatación por lo que iba sintiendo
37
Nacer con la bolsa amniótica
71
Fotografía 3: Catalina Seguel tras su segundo parto, Amador por primera vez en el pecho de su madre. Fuente: Familia
Fuentes Seguel
Bajo su argumento recordamos lo expuesto por Le Breton, el cual afirma que el sujeto
construye una imagen de sí mismo en relación a su cuerpo y sus sentires. Para Catalina su
cuerpo le pedía parir de una determinada forma, porque este experimentó, aprendió, se
detuvo y creó una identidad propia. Situación similar a la que relató sobre su menstruación,
la cual fue “configurada” por su madre para que fuera regular y sin dolor. Hipótesis
72
también analizada por Casilda Rodrigañez con relación a lo que llama útero espástico y un
posible parto sin dolor. Este último por el reconocimiento del útero como órgano que
genera placer, en contraste con un órgano/músculo que permanece agarrotado por la falta
de movimiento desde temprana edad en las mujeres, quienes generalmente son educadas a
no mover sus pelvis y parir con dolor (desde una visión judeocristiana).
Por otro lado, la convicción de parir de forma “salvaje y empoderada” es una contra
respuesta al alto nivel tecnológico en el que se viven los partos en contexto biomédico que
apelan a la racionalidad humana, concibiendo el cuerpo como materia orgánica que tiene
una realidad concreta y material. Mientras que el salvajismo nos habla de un cuerpo
mamífero, de un cuerpo que está segregando determinadas hormonas, que actúan en los
partos humanos, y mamíferos. Las cuales son segregadas por estructuras primitivas del
cerebro. El empoderamiento al que hace referencia Catalina, se comprende como la
capacidad de decidir sobre los procesos reproductivos femeninos, sin imposiciones médicas
que apelen a la “normalidad”. Para que este empoderamiento ocurra hay una convicción
previa y una búsqueda de información y experiencias.
Las distintas situaciones que llevaron a Catalina a ejercer el oficio de partera en la ciudad
(descendencia de mujeres parteras, experiencia de violencia obstétrica y compañía a otras
mujeres) la han posicionado de manera clara contra la práctica hegemónica de la medicina
alópata sobre el cuerpo y el nacimiento. Por eso es partícipe y organizadora activa de
talleres, conversatorios, encuentro en torno al parto respetado, poniendo en denuncia la
violencia ejercida a mujeres en sus procesos reproductivos.
38
Mujeres cuidando el nacimiento
39
La única lawentuchefe (sanadora, médica) reconocida por el Estado chileno es María Quiñelen
73
Como veíamos anteriormente, hay distintas figuras que aparecen en el acompañamiento del
parto en casa. Las matronas son quienes estudiaron en un establecimiento educacional
certificado y ejercen su profesión en un contexto distinto al hospitalario o clínico. Otra de
las figuras son las parteras, que se dividen en parteras urbanas empíricas y parteras
tradicionales -esta última en la cual se posiciona Catalina-40. Las primeras se definen como
mujeres que en algún momento de su vida decidieron ser parteras y se auto educaron en
torno al tema, sin haber adquirido información por traspaso generacional. Vale decir que no
se considera una práctica ancestral y/o tradicional. Las parteras tradicionales son personas
que practican y entienden la partería desde conocimientos traspasados generacionalmente,
ya sean indígenas y/o campesinos. Ante esta distinción Catalina no ha encontrado oportuno
unirse a los esbozos de organizaciones de parteras empíricas urbanas, quienes predominan
organizacionalmente.
Por último, la figura doula (palabra griega que significa servidor) hoy se comprende como
aquella persona que acompaña emocionalmente a la madre en las etapas de gestación, parto
y puerperio, pero no tienen formación para intervenir o tratar una emergencia.
Catalina apunta a que las distintas figuras que apelan a un parir respetuoso, en respuesta del
modelo medico hegemónico (y/o intervencionista-tecnocrático), deben coexistir
40
A lo largo del texto hemos mencionado a Catalina como partera urbana, usamos este nombre para referirnos
al espacio urbano en el que trabaja, pero no de donde provienen sus conocimientos
74
responsablemente ante el escenario de ilegalidad en torno al ejercicio de la partería, siendo
esta la razón principal de asistir con matronas a los partos en casa que acompaña.
«Mi decisión de trabajar con matronas tiene que ver con el territorio del
cuerpo, o sea, yo te reconozco a ti como ser autónoma, pero el Estado no.
Yo a ti te reconozco como una mujer que se conoce, una mujer que ha
parido, que a pesar de toda la máquina pudo parir, te reconozco como una
mujer poderosa y autónoma, pero no basta solamente con mi
reconocimiento, porque estamos dentro de un marco legal, un Estado.
Entonces para el Estado tú no eres tú territorio, tú eres su ciudadana. Y en
términos políticos hay una confrontación ahí, porque se confronta lo que
el Estado quiere hacer contigo, lo que opina, por lo que te juzga, por lo
que te encierra o por lo que te deja en libertad, versus lo que tu sientes,
como administras tú en tu propio cuerpo, en tu propio gobierno»
(C.S.2017)
En la cita anterior encontramos una reflexión en torno a las distintas concepciones y formas
de tratar el cuerpo. En este caso, una distinción entre la visión que tiene el Estado, siendo
uno de los encargados por velar por los derechos del nacimiento, y quien está adscrito a los
acuerdos de la OMS. Y, por otro lado, la ciudadanía y su autonomía como soberanos de su
cuerpo, quienes pueden limitar y cuestionar las prácticas que entrega y perpetúa el Estado.
Ejemplo de esto, es el discurso del programa Chile Crece Contigo, el cual informa y
transmite la importancia del parto respetado, lactancia inmediata, entre otros. En contraste
con la implementación y práctica del programa, muestra de esta contradicción, es el alto
índice de cesáreas y los altos niveles de violencia en los nacimientos. En este escenario de
incongruencia entre discurso y práctica estatal en temas de salud reproductiva, opera la
autonomía de las familias que deciden parir en sus hogares en compañía de una partera.
La cita anterior nos recuerda que la memoria nunca deja de reinterpretarse, siempre está
asociada a un pasado, pensada en presente y apuntando al futuro. La partería ejercida por
Catalina está asociada a un pasado, a una tradición familiar, pensada en el presente, donde
nacimientos y salud se comprenden bajo la mirada biomédica, apuntando a un futuro.
Como nos recuerda Odent, serán las matronas o parteras que atienden partos en casa
quienes diseñarán las futuras salas de parto en el hospital. La experiencia de vida de
Catalina aúna el largo proceso de construcción de naciones latinoamericanas, en las cuales
su base descansa en la homogenización de los pueblos originarios, la imposición de una
identidad nacional y la auto sumisión de los grupos humanos a apropiarse de nuevas
76
categorías. Auto sumisión, que tiene puntos de fugas, en los cuales se encuentran las
demandas sociales y políticas de los grupos humanos que buscan otras respuestas.
77
78
Capítulo II: sobre saberes y haceres ocupados por la partera
“la partera acompaña no solo con el uso de las hierbas medicinales, o como esta
mujer que conoce la naturaleza, sino que también hay muchas otras cosas, desde
los acomodos hasta… bueno incluso recorriendo el camino de las plantas, incluso
minerales, animales y muchos secretos que se van tejiendo en la partería
tradicional en el campo” (C.S.2017)
Gestación
79
Esta fusión de tratar la gestación mediante la biomedicina y saberes/haceres ancestrales, se
vincula a lo descrito por Davis Floyd sobre el modelo holístico de atención. En el cual
existe una unidad entre cuerpo, mente y espíritu, se actúa a nivel emocional y espiritual, y
la ciencia y tecnología se usan para facilitar la habilidad y tranquilidad de la madre (y
también como un resguardo legal de la práctica de partería). A su vez Catalina es enfática
que ante posibles irregularidades durante la gestación, deben tratarse desde la partería
«en las manos se puede ver cómo está el estado de la placenta, como está
el bebé. Y el estado de la madre se puede ver a través del pulso, también
se ve en los ojos, en la lengua, en el cuerpo en general» (C.S.2017)
La mantención del equilibrio corporal entre frío y calor es una constante en medicinas
ancestrales, en los cuidados sugeridos por la partera también se manifiesta este componente
conceptual de la medicina indígena y/o popular, cuya idea se basa en la oposición de frío y
calor, y la intención de mantener el equilibrio de estos estados. La gestación se considera
un estado acuoso y cálido, por lo que se buscan mecanismos para mantener este estado en
el cuerpo de la gestante, asociado también a la ingesta de alimentos en estado líquido y
cálido. Como veíamos, otra herramienta utilizada por la partera es la alimentación de la
gestante, existiendo una analogía entre lo que se come y el estado de la mujer.
80
«por ejemplo, si hay una mujer que tiene poco líquido amniótico, su piel
está con sequedad, yo la voy a mandar a tomar leche ¿Por qué? Porque
eso te va a generar un estado de humedad y el embarazo es un estado
natural por si solo de humedad. Hay cosas que se van presentando durante
la gestación que van a llevar al desequilibrio, por ejemplo, la sequedad
por la alimentación alta en cosas picantes o en cosas calóricas. Entonces,
cuando tú le traes a tu cuerpo cosas que te generan calor y por lo tanto te
van a secar o te van a deshidratar» (C.S.2017)
«en la medicina china hay muchos elementos con los que yo crecí, por
ejemplo, para mi mamá una mujer que no puede tener hijos es una mujer
que tiene el útero frío o un estado de frío en el cuerpo. Y da la casualidad
que en la medicina china también encontramos el frío como un factor
patógeno. Claro, para nosotros no es tan elaborado, no es tan elaborado
como para ellos, que tienen una ciencia tradicional. Acá es un poco más
religioso, se va mezclando con la espiritualidad» (C.S. 2017)
La dualidad de los estados frío y calor son interpretaciones que se repiten en las medicinas
ancestrales y en las concepciones en torno al cuerpo. Un ejemplo de esta forma de
comprender las enfermedades según los estados de temperatura corporal, es la llamada
enfermedad pura mollfun o sobre parto. La cual estaría ocasionada por la entrada de frío al
cuerpo puérpero.
81
indiscernible, el cuerpo no es objeto de una escisión y el hombre se confunde con el
cosmos, la naturaleza, la comunidad» (Le Breton, p.18)
A diferencia del modelo hegemónico donde la máquina habla por la madre o parturienta, en
el caso de la partería, partera y madre tienen un rol activo, nadie va a reparar ni salvar el
momento; como es concebido en el modelo tecnocrático-intervencionista, donde el médico
está por sobre las decisiones de la mujer e interpreta el proceso según sus conocimientos y
lo que indican las máquinas.
Lectura de manos
Lectura del Pulso
Observación general para ver cantidad de sangre, síntomas de frío o calor que tiene
la mujer gestante
Observación de la orina de la mujer gestante
Temperatura corporal
Alimentación de la gestante
82
Parto
El momento del parto es el clímax de un proceso que comienza desde la niñez, el cual se va
construyendo mediante códigos valóricos y elementos socioculturales sobre la sexualidad,
donde cada familia configura este evento a partir de relatos orales y/o visuales. En palabras
de Catalina el parto es
En los recintos hospitalarios o clínicos existe un protocolo para que la mujer en trabajo de
parto ingrese, algunas de ellas son: toma de datos personales en la recepción del recinto;
vestimenta con bata o atuendo que entrega el hospital o clínica; técnica de tacto para
registrar los centímetros de dilatación; administración de oxitocina sintética, protocolo que
lleva a la mujer a estar en al menos tres lugares diferentes: recepción, sala de trabajo de
partos, sala de partos, todas salas iluminadas artificialmente.
83
Croquis 2: Posición de litotomía. Fuente: elaboración propia.
84
Durante el trabajo de parto en casa, las mujeres permanecen generalmente en un espacio, se
quedan con sus ropas o se desnudan, nadie les pregunta sus datos personales y no se realiza
tacto, administración de oxitocina sintética, epidural o episiotomía. Pueden moverse y
comer libremente. Para las distintas etapas del parto, desde la partería son utilizadas
diferentes técnicas, saberes y haceres. Catalina relata que a través de los sentidos: tacto,
gusto, vista, sabe que está pasando en el cuerpo de la parturienta
El rebozo es otra técnica ocupada por la partera, quien distingue dos tipos: chileno y
mexicano. En el primero se utiliza una sábana donde se mece a la mujer dentro de ella,
también se conoce como manteo. Esta técnica no es utilizada durante el trabajo de parto, si
no que en la gestación. Técnica que le fue trasmitida por su Tía Silvia, quien le enseñó a dar
vuelta a los bebés y encajarlos en la pelvis. El segundo tipo de rebozo, el cual aprendió en
85
un taller con Guadalupe Cuevas41, se utiliza en las distintas etapas y para distintos fines.
Uno de estos fines es una maniobra para que se rompa la bolsa amniótica, esta maniobra
«es súper fuerte, es con otra intensidad, otra fuerza» (C.S.2017)
Respecto al reconocimiento y uso de hierbas, aclara que no hay un único origen: «eso es
como de muchas fuentes, porque puede ser mi tía Cata, mi tía Silvia, mi mamá, la tía
Mariana, de ellas yo recibo ese conocimiento» (C.S.2017). Respecto a las hierbas que
utiliza, prefiere resguardar ese conocimiento y que solo se puedan leer las nombradas por
las madres. Otro “hacer” es el vaho, una infusión de diferentes hierbas puestas en una olla
o tinaja, donde la mujer se sienta sobre ella. Los vahos son utilizados durante el trabajo de
parto, los cuales sirven
«para darle calor al útero, a veces las contracciones están muy dolorosas y
es con frío o a veces no hay dilatación, el cuello está duro. Hay muchas
41
http://www.guadalupecuevas.com/index.php
86
cosas como desde el diagnóstico que podría hacer una como partera que
no tiene nada que ver con el diagnóstico clínico y médico» (C.S.2017)
Por último, las sobadas, técnica que aprendió de su familia, que es utilizada en las distintas
etapas del trabajo de parto, la cual consiste en masajear ciertos lugares del cuerpo de la
parturienta, generalmente con hierbas, para aliviar dolores y que sea un proceso más
placentero.
87
Puerperio
El tiempo que se cuida a la madre y al recién nacido se ha mantenido como una forma que
caracteriza a la partería, ya que sus orígenes fueron en contextos en que no había hospital o
no había acceso a este, por lo que las parteras se quedaban cuidando a las mujeres
puérperas hasta que estuvieran estables, siendo las encargadas de cocinar, cuidar a otros
hijos y velar por el bienestar de la madre y recién nacido, práctica que se hereda y mantiene
en la ciudad, en comparación con el procedimiento bajo la mirada biomédica, el cual no
tiene facultad de paciencia. La partería no está apurada y responde a una lentitud en el
cuidado y trato del parto y puerperio.
88
Como nombramos anteriormente, las sobadas se ocupan en las distintas etapas. Sin
embargo, según relata Catalina «la más importante vendría siendo para el alumbramiento
de la placenta» (C.S.2017), la cual sirve para saber si la placenta se despegó, para ayudar a
alumbrar y para retraer el útero.
Los aspectos que observa la partera que indican que el recién nacido está bien, son
primeramente que respire y llore con fuerza
«para la partería la guagua tiene que llorar y llorar harto cuando nace,
dejarlo llorar un rato, para que también reconozca su llanto, reconozca
que cambió de estado. A veces las guaguas necesitan escuchar la voz de
la mamá, entonces las guaguas nacen y se las ponen [en el pecho]; no, hay
que observarlo, mirarlo, observar su cordón, sus ojitos, sus orejas, su
boca, su nariz, su pelo, su mollera, su cuerpo» (C.S.2017)
89
El reconocimiento del cambio de estado tiene relación con la corporización que vivencia el
recién nacido. Es la primera experiencia de vida de un ser humano en un estado distinto al
acuoso. Esta primera experiencia es opuesta según el lugar donde suceda. En los partos
biomédicos hay luz artificial, la primera persona que toca al bebé es generalmente el
obstetra y la anestesia también está en el cuerpo del recién nacido. En los partos en casa,
luego de la exhaustiva observación/revisión del recién nacido/a se pone encima de la
madre, para que se conozcan, reconozcan, mientras se espera el alumbramiento de la
placenta.
«Movemos a la mamá para que tenga contracciones, para que pueda botar
la placenta y, si no, ahí hay que intervenir un poco con técnicas de la
partería (los rebosos, los masajes). A veces hay que hacer, no sé po,
abrigar el cordón. Cuando la guagua nace lo cortamos a los minutos que
deja de latir o a veces lo dejamos más ratito. Y el cordón se envuelve,
porque si se enfría es mucho más probable que la placenta se quede
adentro más rato, porque le va a costar desprenderse, porque hay frío»
(C.S.2017)
Esta comida posparto que ocupaban sus familiares, Catalina la fusionó con su conocimiento
sobre medicina china, en la cual se cortan las verduras, se cuecen levemente y se añade la
placenta sin hervor.
«las mujeres se comen esta sopa en el post parto y quedan, pero así muy
bacán. Yo te digo que quedan mejor que con la sopa de gallina o la sopa
de huesos. Se recuperan súper rápido y sobre todo cuando tienen
90
hemorragias, que de repente podrían terminar en un traslado. La sopa las
deja muy bien» (C.S.2017)
Existe otra hipótesis (Sánchez 2008), en la que se trabaja actualmente, que apunta a la
capacidad de mejorar el estado emocional de la madre después del parto, debido a la
reposición de hormonas presentes en la placenta.
A continuación, podemos ver los cuidados recomendados por la partera, el cual es parte de
un extracto del libro “Aliwen. Yoga, embarazo, parto y puerperio” escrito por Sylvana,
mujer que pario en su domicilio en compañía de Catalina.
91
Ilustración 3: Cuidados Posparto en Libro “Aliwen. Yoga, embarazo, parto y puerperio” de Sylvana Galvez H.
Dando cierre al segundo capítulo, se pueden considerar las siguientes ideas centrales; el
proceso reproductivo humano esta categorizado según tres etapas: gestación, parto y
puerperio. Dentro de la etapa de parto, hay una segmentación de dicho proceso (etapa
pasiva, activa, expulsiva, alumbramiento). Sin embargo, en la partería estas etapas son
difusas, ya que, al no ser un proceso guiado exteriormente, como lo es por matronas u
obstetras en el trabajo de parto biomédico, el tiempo de trabajo se extiende como un gran
proceso y no es segmentado según, por ejemplo, centímetros de dilatación. Tal como
veremos en el siguiente capítulo donde hay otros indicadores que anuncian la expulsión del
bebé, como el grito de la madre o la línea púrpura en la espalda baja.
92
diferente en el que se encuentra la mujer. El cuidado recae en el equilibrio de los estados
fríos y cálidos, en una alimentación pertinente al estado de la madre y a conocer el cuerpo
de la mujer mediante el tacto, para una conexión con ella y el bebé intrauterino.
93
94
Capítulo III: sobre motivaciones y experiencias de las familias que optaron por parto
domiciliario
En este capítulo conoceremos las motivaciones y experiencia de vivir el parto en casa con
atención de una partera tradicional en la ciudad. Por lo que las motivaciones y experiencias
estarán en relación con los conceptos abordados anteriormente, puesto que así se
comprenderá los relatos como una muestra al tipo de nacimiento que se experimenta en
Chile. De este modo, se comienza exponiendo brevemente quienes fueron las familias
entrevistadas, para luego dar paso a las confluyentes motivaciones y experiencias.
Arún
Gabriela nació hace 27 años por parto vaginal inducido en el hospital Salvador tras una
gestación de 42 semanas. Gabriel nació hace 28 años por cesárea ya que su madre no tenía
la dilatación suficiente para que pasara por el canal de parto. Arún nació el 20 de Abril del
2017 por parto natural en la casa de Gabriela y Gabriel en la comuna de Santiago centro.
Salvador
Katerin nació hace 29 años en el Hospital Salvador. Antonia nació hace 12 años por parto
vaginal en el Hospital y Salvador nació el 22 de Julio del 2015 en la casa de una partera en
la población Lo Hermida (Peñalolén).
Dhamir y Amalí
Priscilla nació por parto vaginal hace 33 años a las 3:35 de la madrugada en un Hospital en
Francia. Ariel nació hace 34 años. Dhamir nació por parto vaginal el 15 de Noviembre del
2013 en el Hospital de Talagante. Amalí nació el 27 de Febrero del 2015 por parto natural
en la casa de Priscilla y Ariel en la población Lo Hermida, en compañía de Catalina.
Aarón
Sylvana nació hace 28 años en el hospital San Juan de Dios por parto natural. Omar nació
hace 32 años en la Clínica Las Lilas por cesárea, su madre tenía 33 años. Aarón nació por
parto natural en la casa de los padres de Omar, el 4 de Septiembre del 2015.
95
Ayalén
Hace 27 años nació Janis por parto vaginal en el Hospital Salvador. Hace 31 años nació
Pablo por medio de una cesárea en el mismo hospital. El 28 de Julio del 2015 nació Ayalén
por parto natural en la casa de Pablo y Janis en la población Malaquias Concha (La Granja).
Motivaciones
Las motivaciones estarán ordenadas en cuatro dimensiones, para dar cuenta de las
principales causas que impulsaron a las familias a decidir parir en sus hogares: familiar;
bibliográfico; reconocimiento a la partera y experiencias previas de partos hospitalarios.
De abuelas y libros
En la primera reunión que tuvieron Catalina y Gabriela, buscaron dentro de la familia una
mujer que haya parido en casa, para así sentirse segura de su decisión.
Priscilla recordó a su abuela materna quien había parido 7 hijos vaginalmente, quien se
transformó en un referente en relación a la actitud que tomaba el día de sus partos
96
«ella siempre decía que antes de parir tenía que dejar todo limpio para
irse al hospital y dejar a los hijos más o menos organizados y se iba
caminando. Entonces yo también me acordaba de eso, que al final todo
ese trabajo que vivía sola, porque el hombre no estaba al pendiente de ella
ni nada, en el fondo la fortalecía el hecho de moverse, hacer fuerza,
levantar cosas, de estar organizando la casa y no estar aterrorizada
mentalmente, o sea, pensando en lo que venía. La ayudaba a parir mejor»
(P.S.2017)
La madre de Sylvana quien la parió a sus 19 años, en su relato de parto recuerda que fue
violentada por su edad, ya que funcionarios que la acompañaron le gritaron durante el
parto. En relación a parir en casa tenían de referencia una amiga cercana que había parido
en domicilio y una anécdota familiar sobre un tío abuelo que había nacido en una pelela42.
42
Bacinica. Recipiente para orinar
43
Revisar página 72
97
Ilustración 2 Libro “Pariremos con placer. Apuntes sobre la recuperación del útero espástico y la energía sexual
femenina” de Casilda Rodrigañez y “El bebé es un mamífero” de Michel Odent
El reconocimiento a la partera/partería
Gabriela, madre de Arún, es categórica en decir que no era otra partera sino la “Cata” quien
debía estar en su parto
98
Priscilla, quien vive en Lo Hermida, recuerda haberla conocido en un negocio del barrio, ya
que su pareja la conocía. Al ser vecinas acompañó de cerca el momento en que Catalina
decide dedicarse al oficio familiar
Janis, madre de Ayalén, cuando decidió parir en su domicilio consultó a una amiga cercana
quien había vivido su parto en casa
«la Vale, mi amiga, me habló de ella. Le dije “¿qué sabis tú de tener a las
guaguas en la casa?, ¿a quién conocis?” y ella me hablo de la Cata, me
dijo “háblale y dile que soy amiga mía, y que querí tener tu guagua en la
casa y las posibilidades del parto, cuánto cobra, como gestionar tu
evaluación”» (J. 2017)
Katerin, madre de Salvador, relata que conoció a Catalina en un “Círculo del ajo negro”44
«Llegué a un Círculo que hacía la Cata, que era el círculo del ajo, y ahí
como que me empecé a meter a todo esto del parto en casa. Y yo siento
que mi cuerpo me pidió, en el fondo, quedar embarazada y parir en casa.
Era algo que tenía que vivirlo “sí o sí” en ese momento, es algo que se
impregnó, algo que necesitaba, y un año después de meterme al círculo
quedé embarazada» (K.V.2017)
44
Práctica ancestral que consiste en introducir un ajo por la vagina durante el período de luna nueva. La
partera pide discreción en la descripción de esta práctica, por ser un conocimiento ancestral que se ha
transmitido oralmente.
99
como éste se vuelve un constructor de sentido, permitiendo al sujeto construir una imagen
de sí mismo en relación a una historia social e individual.
En Katerin se vislumbra la historia social e individual del tipo de nacimientos que estamos
experimentando actualmente. La historia social se marca por la perpetuación y repercusión
del parto biomédico, materializado en una historia individual: ya había experimentado un
parto biomédico tras la gestación de su hija Antonia a sus 17 años.
«fue mala experiencia la del hospital, de que te güebiaran de que eras una
cabra chica, del tema de la episiotomía» (K.V.2017)
Una de las motivaciones que Gabriel y Gabriela tuvieron para optar por parir en su casa,
también tuvo relación con experiencias de violencia obstétrica. La hermana de Gabriela
parió a su sobrina Julieta en el Hospital Luis Tisné (Peñalolén) y sufrió malos tratos. Esta
experiencia hace cuestionar con evidencia la jerarquía médica en contexto hospitalario.
«no, quedai en segundo plano, porque mamá y papá quedan bajo las
instrucciones del personal y fin. Y tú quedai ahí preguntándote qué está
sucediendo, a otro nivel. Aquí estai presente, ayudando, estay ahí, y vai y
regaloniai al tiro» (G. 2017)
45
Ver Tabla en la página 16.
100
estructuras generales del Modelo médico hegemónico propuesto por Menéndez o el Modelo
tecnocrático propuesto por Davis Floyd, la cita anterior toma sentido: se busca estandarizar
los cuerpos mediante eficacia pragmática y la salud se concibe como mercancía. Existe una
relación asimétrica entre médico y paciente, por lo que se crea una participación
subordinada de los procesos reproductivos femeninos. En relación a este cuestionamiento
es que se comprende el parto en casa como una contra-respuesta a la medicina hegemónica.
«ella [matrona] hacía un masaje en esa zona que para mí era como una
tortura, no me dejó conectarme. Yo sentía sus manos ahí, como “basta,
basta”, ganas de patearla, y ahí me empecé a desesperar y la Cata decía
como “pero Prisci, ponte en otras posiciones” como tratando de… pero
como ella era la especialista y todo, como que igual uno se deja. La patá
no se la pegué nunca» (P.S.2017)
La última parte de la cita “pero como ella era la especialista…” denota la jerarquización
existente entre la profesional y la parturienta, y la importancia de ser especialista en
relación con un título legal para obtener esta jerarquización, y dominio sobre el cuerpo de
otro. Idea que se instaló durante el inicio de la obstetricia, y conjuntamente a la
deslegitimación de la partería. En Chile, a mediados del siglo XIX ocurrió un proceso de
desacreditación de la partería indígena y campesina, a través de la institucionalización y
profesionalización de los nacimientos, situación que actualmente se sigue manifestando con
46
Técnica que consiste en introducir los dedos índice y medio en la vagina para medir la dilatación del cuello
uterino. Obsoleta según OMS
101
la desacreditación de prácticas ancestrales, ya que aún son menospreciadas en comparación
a títulos legales o espacios institucionales.
Catalina pidió realizar el rebozo para que Dhamir descendiera con mayor facilidad, pero
ante su insistencia la matrona le preguntó “¿sabes cuantos partos tengo yo en el cuerpo?” y
les pidió a Catalina y Ariel que salieran de la sala. En esta frase podemos encontrar dos
factores importantes al analizar el parto en contexto hospitalario: el primero es que
manifiesta que los partos atendidos por la matrona son de su propiedad, metafóricamente
quedan en su cuerpo, como una experiencia propia. Y el segundo, es que existe una
intolerancia hacia sistemas complementarios de atención de salud, también posicionándolos
de manera subordinada a sus conocimientos biomédicos, como es el caso del ofrecimiento
de rebozo.
102
Después de un rato en el patio, entraron a la sala de parto nuevamente. Ariel en un acto de
desesperación y ante la aprobación de la matrona, hizo una maniobra para bajar a Dhamir47,
quien nació rápidamente después de esa técnica.
Una de las frases que recuerda por parte de la matrona en su trabajo de parto es
Esta frase la marcó, ya que en los talleres que asistieron durante la gestación con esta
misma matrona, su discurso consistía en asegurar que el porte o características físicas de las
mujeres no influyen y que todas las mujeres pueden parir, ante esta inminente contradicción
y la sensación negativa que dejó su primer parto
“Gracias a esa experiencia yo tuve los cojones o los ovarios mejor dicho
para poder parir a la Amalí en mi casa” (P.S.2017)
Experiencia
Para este apartado tomaremos tres de los cinco relatos, ya que fueron los más descriptivos
en torno a las categorías propuestas por Jordan (participantes, territorio, medicación y
tecnología). Estas categorías están enfocadas a evidenciar el lugar que ocupa la madre y
cómo se relaciona ella con el medio durante el parto.
47
Maniobra llamada “Kristeller”, no recomendada por OMS
103
El nacimiento/parto de Arún
A las 9 de la noche llegaron Catalina y Gabriela (matrona) y ambas encontraron que aún
faltaba mucho para la etapa expulsiva. La intensidad de dolor fue creciendo al paso de las
horas, pero aún no era el momento del nacimiento.
Fotografía 4: Gabriela sentada en su cama mientras comenzaba el trabajo de parto. 19 de Abril, 2017. Fuente: Familia
Swinburn Soto
104
«la Cata estaba muy tranquila, como ya tiene experiencia era muy natural,
dejar el tiempo nomás. Estuvo midiendo los tiempos, las contracciones,
viendo la posición, y todo el rato escuchándolo. Eso sí era importante,
estar escuchando el corazón del Arún, ese era el control que se estaba
haciendo constantemente» (G.2017)
Catalina y Gabriela (matrona) fueron a dormir algunas horas mientras Gabriel y Gabriela
vivían el trabajo de parto. Recuerdan haber aplicado conocimientos transmitidos por la
partera. Gabriel le hacía masajes en las caderas. «La Cata te enseñó a hacer uno que se
llamaba el “rebozo” »
Gabriela relata su sensación corporal y las posiciones que aliviaban el dolor que generaban
las contracciones uterinas
“como a las 5:30am la Cata se despertó así como “ya, ese grito es”
(G.2017)
Gabriela recuerda la última etapa de su parto como un gran trance, gritaba “me voy a morir,
me voy a morir”, su sensación corporal era como si un órgano se estuviera saliendo y los
huesos se abrieran. Su deseo de querer irse al baño no cesó, por lo que Gabriel se sentó en
una silla con las piernas abiertas y Gabriela arriba de él. Mientras Catalina le hacía cariño,
masajes, le daba indicaciones de mejores posiciones, se cortó la luz. Ya eran las 6:30 de la
madrugada. En esta última etapa Gabriela entró en trance, se tambaleaba y hacia un ruido
constante. Solo tiene el recuerdo de Catalina hablándole «Gaby mira ahí está la cabeza»
105
ahí se vinieron las últimas dos contracciones, la primera se asomó y la
segunda nació» (G.2017)
Los fluidos corrieron por las piernas de Gabriela y Gabriel, mientras Gabriel soltaba una
carcajada de emoción.
Llena de sangre recibió a su hijo, ya que tuvo una hemorragia, por un pedazo de la placenta
que quedó pegada en el útero por una malformación de esta. Ante tanta pérdida de sangre
Gabriel preparó “sopa de placenta” bajo las indicaciones de Catalina, la cual llevaba
betarraga, polenta, cebolla morada, espinaca y placenta. La hemorragia fue tratada desde
conocimientos de la partería a través de masajes, paños con sal de mar, agua tibia, uso de
cotiledones debajo de la lengua, y sopa de placenta que fue dada por Catalina a Gabriela,
todo con Arún en su pecho.
«ahí había una diferencia entre las chiquillas, la partera decía que estaba
todo bien, que había que esperar nomás, la matrona que ameritaba una
ecografía» (G.2017)
106
Gabriela decidió no realizarse una ecografía, sentía que ya no quedaba placenta en su útero
y confió en los conocimientos de Catalina. Después del parto tomo artemisa y manzanilla.
Se hacía lavados en sus genitales con manzanilla y matico, complementado con molca48
Dos semanas después del parto, Catalina visitó a Gabriela y juntas trabajaron la placenta,
ocasión en que confeccionaron parches y tinturas madres para Arún, y cápsulas para
Gabriela.
El nacimiento/parto de Amalí
El 26 de febrero del 2015 a las 7 de la mañana Priscilla despertó mojada, llamó a Catalina y
ella le aconsejó seguir durmiendo, pero se acostó pensando que no iba a conciliar el sueño.
Durmió unas horas más junto a Dhamir (de dos años) y su pareja de ese tiempo, Ariel. Al
levantarse pensó en las cosas que faltaban para el parto, limpió la casa, tal como hacia su
abuela materna. Mientras corría cada vez más líquido amniótico, se puso una toalla entre
las piernas y fue al supermercado. Las contracciones ya eran cada dos o tres horas. Fue a la
calle Irarrázaval en la comuna de Ñuñoa a comprar frascos para la medicina de la placenta
y género para estampar la placenta. Al llegar a su casa limpió el baño profundamente,
sentía que ese iba a ser el lugar de parto. En el día bailó e hizo posturas de yoga para abrir
el canal de parto. A las 6 de la tarde llegó Mariluz, matrona que acompañaría el proceso,
quien le explicó que no haría tacto y su protocolo era esperar hasta las 7 de la mañana la
etapa expulsiva o si no irían al Hospital.
«[la matrona me dijo]yo vuelvo con la Cata como a las 12, nos vamos a
quedar acá, tú no te preocupes, nosotras vamos a traer de todo, para
tomar, para comer, por si nos da hambre, y yo voy a traer mis materiales
por si tengo que coser» (P.S.2017)
48
Antiséptico para limpiar herida
107
Dhamir. Ariel los acompañó mientras el dolor aumentaba. Priscilla no quería despertar a
Dhamir, por lo que se fue al baño
«en el baño viví todo el proceso más fuerte del parto y ahí me mantuve
siempre en cuclillas, o en cuatro patas, y siempre moviendo las caderas,
sentía la necesidad de mover la cadera. Y el Ariel me presionaba el dedo
meñique del pie, que es un punto de dolor y cada cinco minutos me
tomaba las flores49, que son para el trabajo de parto» (P.S. 2017)
El trabajo de parto lo vivió mayoritariamente junto a Ariel, quien le echaba agua caliente en
la espalda mientras Priscilla estaba apoyada en codos y rodillas en el suelo de la tina.
Priscilla vocalizaba constantemente, técnica que la ayudó aliviar el dolor y la hizo pensar
en que las mujeres sí parieron sin dolor en la antigüedad - hipótesis que postula Casilda
Rodrigañez en su libro “Parirás con placer”-. Al salir de la tina un grito alertó a Catalina y
Mariluz, de que la etapa expulsiva estaba cerca
49
Flores de Bach
108
Catalina le dio semillas de linaza remojadas, que suavizaron la salida de Amalí
«creo que eso fue muy importante, cuando yo rompí la bolsa, empecé a
tomar chilco, chilco. Ella me llevó muchas más hierbas, todo el rato me
estuvo dando aguas de hierba. Y la Cata siempre ha sido importante,
porque ella hace esto de mirarme y decirme “Priscilla, vai súper bien”, me
sonreía, me decía que me veía preciosa, esas cosas que son como de
hermanas. Y la Marilú, ella me da mucha confianza, la siento como una
mujer también respetuosa, eso que no me hiciera el tacto, que me
abrazara. En un momento yo la apreté mucho, le dejé pa la cagá la
espalda. Me sentía muy segura con ellas dos, fueron un complemento»
(P.S.2017)
Para determinar los centímetros de dilatación del cuello uterino, observaron la marca que se
forma en la parte baja de la espalda de las gestantes que indica el grado de dilatación, sin
necesidad de hacer tacto
«Entonces ella [matrona] me vio y me dijo “estai lista, dale con toda la
fuerza no más” y ahí yo estaba en cuatro y pujaba con toda mi fuerza y no
salía ni una gota de nada. Entonces yo decía “pero, ¿Por qué?” y ya estaba
como en el límite de tiempo que me había dicho la Mariluz para irnos al
hospital y le daba, le daba, le daba con toda mi fuerza y no salía nada y
despierta el Dhamir»(P.S.2017)
109
Croquis 8: Posición parto. Fuente: elaboración propia.
Priscilla pidió que trajeran a Dhamir, quien se puso a llorar preguntando qué le pasaba a su
mamá. Priscilla le explicó que iba a gritar muy fuerte para sacar a su hermana. Mariluz le
sugirió pararse y poner las palmas juntas arriba de la cabeza y la panza descendió
Mary Douglas, como vimos, asocia el cuerpo humano a una estructura compleja compuesta
por símbolos análogos a la sociedad que pertenezca, es decir la estructura social se
reproduce a pequeña escala en el cuerpo humano. Es por esto que los márgenes, límites de
la sociedad y cuerpo son tan relevantes a la pertenencia de “algo”. Los fluidos se
comprenden como una transgresión a los límites, dejan de ser parte del cuerpo, escurren
fuera de este, apareciendo las nociones de pureza y peligro, los límites del cuerpo se
desdibujan para dar vida a otro cuerpo, el orden de una frontera se rompe, momento que se
ha buscado ritualizar y ordenar. Es decir, en palabras de Mary Douglas:
110
Su último impulso fue subirse en el inodoro y ponerse en cuclillas arriba de ella, pensó que
se iba a morir, cuando sintió que ya no podía más de dolor vino la última etapa
Después del nacimiento Catalina en compañía de Ariel tomaron a Amalí para cortarle el
cordón. Luego en el piso del baño pusieron sábanas y frazadas donde Priscilla se acostó a
darle calostro por primera vez. La placenta fue congelada, luego fue ocupada en taller sobre
medicina placentaria realizado por Catalina, en donde hicieron capsulas y el cordón
umbilical fue conservado en alcohol, para guardar las células madres.
El nacimiento/parto de Ayalén
El 28 de julio 2015 comenzó el viaje para Janis, Pablo y Ayalén. Catalina, gestando a
Amador, llegó y dijo que faltaba calor en la pieza, por lo que fue a buscar una estufa a la
casa de Valentina, quien vivía en el barrio.
111
«y en ese momento nos dio la indicación de hacer el masaje a la Janis,
que era como formar un dulce con el poto de la Janis con la toalla y
empezar a hacer un 8, y en el momento que venían las contracciones, yo
tenía que apretar las caderas» (P. 2017)
Mantuvieron la pieza oscura, solo iluminada por una vela; Janis vocalizaba, mientras Pablo
la sostenía. A ratos ambos se quedaban dormidos y despertaban por las contracciones.
Cuando Janis volvía a su parte racional, pensaba que nunca había sentido un dolor tan
grande. Catalina le daba agua de linaza
«en la forma que pariste no fue agachada totalmente, estaba como en esa
posición de mear, pero con una rodilla en el piso. En ese momento fue
cuando se empezó a asomar la cabeza de la Ayalén» (P.2017)
Cuando Ayalén nació, Catalina le dijo a Pablo que se sacara su polera para envolver a
Ayalén. Cuando el cordón umbilical estaba blanco, Pablo lo cortó
«sí, le corté yo el cordón a la Ayalén, era tres dedos hacia afuera, ahí
hacer una amarrita y después mediai un dedo y haciai la otra amarrita»
(P.2017)
112
súper importante pa un hombre, por la crianza que se recibe en general»
(P.2017)
Los siguientes días post parto, Janis aún con dolor, por un pequeño desgarro en la vagina,
se limpiaba con agua con matico, y mantenía compresas de manzanilla en su vagina,
complementado con molca. Fue un doctor a domicilio a revisar a Ayalén y luego fueron a
un control al consultorio, donde fue atendida por matrona y estudiantes en práctica, quienes
revisaron la posición de lactancia. Cinco meses después, descongelaron la placenta, de la
cual intentaron hacer un tambor para Ayalén, pero no funciono por el tiempo de
congelamiento. Hicieron impresiones en papel y tela, prepararon tierra con placenta e
hicieron 1 litro de tintura madre.
113
114
Capítulo IV: El modelo de atención de la partería tradicional
“todo lo que necesitamos para parir es esto: un lugar seguro, estar con
las personas que queremos, estar tranquilas, estar sanas, nuestras manos,
calorcito, estar atendidas, eso” (C.S.2017).
Gradualidad
Actualmente la violencia obstétrica es un patrón que se evidencia en los relatos de las
entrevistadas, las cuales señalan que en sus partos biomédicos hubo maltratos verbales,
intervenciones innecesarias y/o sin consentimiento, prohibiciones y restricciones. Dichos
actos manifiestan los niveles de autodeterminación, opresión y sufrimiento, que fueron
percibidos por Priscilla, Catalina y Katerin en sus primeros partos ocurridos en hospitales.
Por ello, estos indicadores serán entendidos por los lineamientos que sugiere la OMS para
constatar si hay violencia obstétrica o si se lleva a cabo un parto respetado.
Priscilla en su relato da cuenta que no tuvo libertad para elegir la posición en el trabajo de
parto, la matrona la maltrató verbalmente a través de amenazas de una posible cesárea y se
refirió a su aspecto físico como una razón de que Priscilla demorara en el trabajo de parto.
A su vez, luego del parto, Priscilla se quedó sola sin compañía emocional o afectiva. Todas
estas experiencias dentro del marco de la OMS son prácticas obsoletas y que traen consigo
niveles de sufrimiento y opresión hacia la mujer atendida por parte del personal médico.
Tanto Priscilla como Catalina se refieren a sus partos hospitalarios como “tortura” y
“violación”, aludiendo a la apropiación de sus cuerpos mediante masajes no consentidos en
la zona perianal, la revisión instrumental de genitales, raspajes y extracción manual de la
placenta.
115
Si tomamos la visión del personal médico, la atención es dirigida hacia un cuerpo
biológico-máquina, mientras que las entrevistadas corporizan su experiencia. La
corporización hace referencia a la asociación de los tratos físicos sucedidos en el parto con
actos de apropiación que definen el castigo hacia el goce y el placer de la sexualidad
femenina, como lo es la violación.50 En ese sentido, acá surge la subjetividad sensorial, la
cual permea la asociación con contextos históricos y socioculturales, siendo así una
experiencia de sufrimiento y anulación de la autonomía.
Si consideramos las mismas medidas recomendadas por las OMS en la atención brindada
por Catalina, la violencia obstétrica disminuye considerablemente. Los tratos físicos y
verbales hacia la mujer gestante, parturienta y puérpera son respetuosos, cálidos, obedecen
a la trascendencia con que definen sus partos las familias y la partera. Los tratamientos
hacia la mujer son informados, explicados, y en ocasiones enseñados. Se realizan mediante
el consentimiento de las familias y no hay restricciones o prohibiciones en relación a la
vestimenta que deben usar o los alimentos o líquidos que pueden ingerir. A su vez las
mujeres tienen la libertad para elegir la posición en que paren y el destino de la placenta.
Ilustración 4: Impresión placenta Aarón. Fuente: “Aliwen. Yoga, embarazo, parto y puerperio” de Sylvana Gálvez.
50
Tal como se refiere Rita Segato en su investigación “Las estructuras elementales de la violencia” (2003)
que tiene como premisa la violación como un mandato de la estructura patriarcal, ya que es una condición
necesaria para la reproducción del género como estructura de relaciones entre posiciones marcadas por un
diferencial jerárquico.
116
«tú sabiendo cómo nace una persona podí saber cosas súper esenciales de
su ser. Entonces por eso yo creo que es tan importante como buscar la
forma en que los partos sean en lo posible todos respetados, sean sanos,
saludables. Creo que los principales problemas de las personas tienen que
ver con la forma en la que han nacido en parte, por eso es importante
defender a morir ese derecho, de darle esto a los seres en llegar»
(J.C.2017)
En las formas que definen el parto los entrevistados se expresa la autonomía de los cuerpos
simbólicos, no se separa la emocionalidad y la espiritualidad de la materia orgánica. El
espacio ocupado es doblemente resguardado, el cuerpo femenino puede ser comprendido
antagónicamente al cuerpo máquina que define el modelo biomédico, es decir el cuerpo
materno se puede abrir en un lugar cerrado, que es el lugar que las familias deciden: sus
casas, sus dormitorios, sus camas, lugares cálidos. El cuerpo pariendo no está
transgrediendo los límites a través de la “contaminación” de los fluidos, no hay una
concepción de pureza y peligro, ya que es un lugar resguardado. Hay una unión entre los
dos espacios a través del calor, el cuerpo se concibe como parte del espacio-hogar.
Dicho de otro modo, la forma de entender el parto para las familias significa amor y apego,
lo cual estaría estrechamente vinculado con el respeto hacia el ambiente emocional y al
cuerpo femenino, que se vuelve efectivo en la partería tradicional. A partir de ello, es
posible dar cuenta de su alcance en el periodo de puerperio, puesto que, al no poder
117
intervenir mayormente en la estructura social en la cual están inmersas, detectan el agobio
que produce este periodo al estar constantemente invisibilizadas.
118
por eso es importante que se hagan investigaciones y que a uno le
pregunten, porque a veces nosotras no contamos también porque nos
sentimos culposas de las cosas que vivimos. También es una etapa
fundamental para conocer a la cría, para entender el carácter, para entrar
en sincronía con las cosas que le gustan. Por eso creo que la mujer tiene
que tener apoyo, que lo principal sea eso, comprender lo que llegó a tu
vida, porque uno no puede gastar tanta energía, porque hay que cuidarse a
uno y a la guagua. Yo me acuerdo que le daba la tetita se quedaba
dormida, se despertaba, todo el rato hacer algo, una locura» (P.S.2017).
119
emocional para las mujeres, con la participación de no-especialistas en el parto, presentan
menores índices de complicaciones» (Jordan, 2003, p. 60).
El origen del modelo de atención, parte desde los saberes y haceres utilizados y
resignificados por la partera, los cuales devienen de su tradición familiar. El relato en torno
al proceso de parto se transmitía de forma presencial y oral entre las mujeres de las
familias. Las mujeres parturientas eran cuidadas a través de técnicas, hierbas preparadas de
diferentes formas, y por la compañía de la partera, quien se quedaba los primeros días luego
del parto. A su vez las mujeres mayores fomentaban y formaban a su descendencia según la
valentía que presentaran, por esto se ponían aprueba desde pequeñas, mediante la caza de
animales o recolección de elementos naturales.
120
con el fin de resguardar su trabajo/oficio y no entrar en conflicto en torno al uso ilegal de la
profesión.
La partera es una observadora activa del proceso, lo que no significa que sobre-interviene la
fluidez del evento. Todos los relatos de las entrevistadas manifiestan que el último grito
antes de dar a luz fue un indicador al que la partera respondió y se hizo presente para recibir
al recién nacida/o. Por ende, el modelo de la partería se comprende como un paradigma
discursivo práctico en el cual se disputa la forma de abordar el cuerpo, en el que la atención
está dirigida a validar la decisión de las mujeres de poder parir de forma autónoma, también
como parte del discurso que posee Catalina, el cual se apoya en su historia de vida, busca
quitar el sesgo elitista que tiene el parto en casa atendido por matronas y reivindicar los
saberes y haceres indígenas populares.
121
Sin embargo, debido a la necesidad de un resguardo legal, la partera acuerda con las
matronas ser acompañada ante cualquier improvisto que requiera la atención de
instituciones biomédicas. En ese sentido, los modelos no se distancian completamente, sino
que ve en la biomedicina una complementariedad y, además, se comprende que es la
medicina hegemónica a la cual hay que recurrir ante eventos que pueden ser clasificados
como ilegales. Esta complementariedad tiene como finalidad cuidar y proteger la integridad
de la mujer en relación a sus procesos reproductivos, a la crianza, a desenvolverse sin la
carga de género que se le ha atribuido históricamente a dichos procesos.
CONCLUSIONES
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El relato oral femenino se trazó entre San Clemente y Lo Hermida, en ambos lugares hubo
mujeres que le transmitieron una forma distinta de concebir y tratar el cuerpo. Si bien a sus
siete años percibió la forma de vida que llevaban sus familiares, no fue hasta el
cumplimiento del presagio de su tía y el parto de Víctor donde se consolida la identidad de
Catalina en torno al oficio familiar. De este modo, la biografía de la partera está marcada de
saltos y ciclos, donde ella no reproduce de forma consecutiva las prácticas de sus
antecesoras, sino que ella retoma y reivindica lo que vivieron las mujeres de su familia en
un escenario citadino. Este escenario citadino es el lugar donde ocurrió su primer parto y en
el cual experimentó tratos deshumanizantes.
El parto biomédico, tanto para Catalina como para las familias, es una práctica que los
motiva a acercarse al parto tradicional, puesto que surge la necesidad de vivir los procesos
sin violencia. Se puede señalar que las familias ven en el discurso de Catalina una
posibilidad de experimentar sus partos acordes a sus definiciones de cuerpo, sexualidad y
crianza. Las familias que optan por el parto tradicional no necesariamente llevan consigo
una herencia cultural, sino más bien, es resultado del cuestionamiento a la subordinación
del cuerpo femenino en la biomedicina.
Las familias entienden el parto como un trance, un evento propio del ser mamífera, por lo
que buscan a Catalina para que resguarde este proceso a través de sus conocimientos. Las
mujeres, al igual que otras mamíferas durante el parto, buscan un rincón, un lugar oscuro y
cálido donde no sea activado el neocórtex, por ello, optar por el modelo tradicional les
permite no irrumpir el flujo natural del parto. Sin embargo, no todas las mujeres estarían
preparadas para vivir esta experiencia según Catalina, puesto que requiere la autonomía de
123
las mujeres que han trabajado la tierra, tanto indígenas, campesinas y pobladoras. Esto
conlleva a que la partera indague y busque referentes en la historia de vida de las familias
que solicitan su acompañamiento.
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ANEXO 1
Entrevistadora:
Fecha:
Antecedentes generales
Ocupación:
Ocupación:
125
Que referentes de la partería/parteras tenían antes de su parto ¿conocían alguna? ¿Cuál era
el imaginario sobre ellas?
¿Cuál fue la motivación por optar por la asistencia de partera? ¿Qué buscaban de vivir este
proceso en compañía de una partera?
¿Qué ideas tenían acerca de parir en casa? ¿conocían familias que habían tenido esta
experiencia?
¿les realizo una entrevista? ¿en qué consistía? ¿Cómo fue el desarrollo de la relación de
ustedes con la partera?
Gestación
¿Qué actividades realizaron durante la gestación junto a partera? ¿se reunieron con otras
familias que parirían en casa?
¿realizaron controles prenatales con otra persona? (matrona, ginecólogo, otra partera,
otro/a)
Parto
10.1 ¿Cómo definirías el parto? Idealmente ¿Cómo y dónde debe ocurrir? ¿Por qué?
10.2 ¿tuviste como referencia el relato de otro parto? (familia, amiga, libro, película, etc.)
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Territorio del parto
Participantes en el parto
¿Quiénes participaron del parto? ¿Cómo fue la elección de estas personas? ¿Qué rol
cumplió cada una? ¿qué aporto cada una de estas?
¿Qué elementos externos ocuparon? ¿de qué forma? (pelota, tina, velas, fotos, etc.)
Relato “libre” del parto/nacimiento (que recuerdan, que sensaciones externas, olores,
cariños, comida, clima, música, etc e internas (sensaciones corporales, en que o quien
pensaban)
Puerperio
¿Qué elementos externos (plantas, brebajes, medallas, lanas rojas, etc.) ocuparon en esta
etapa? (tanto para madre, padre, recién nacido) ¿saben el origen de estos elementos?
¿alguno fue recomendado por la partera?
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¿cada cuánto veían a la partera? ¿Qué consejos obtuvieron de ella?
¿se reunían con otras familias que estuvieran en el mismo proceso? ¿en qué contexto?
¿Cuál fue el destino de su placenta? ¿Qué usos le dieron? ¿Cómo supieron de los usos de la
placenta? ¿fue tratada por la partera?
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