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Cortes: las curas mentales más radicales

del siglo XX
(Moniz, 1937)

Esther Álvaro Martín

Ana Élez Gómez
Alba Gallego Vela
Patricia Sánchez Rodríguez
Noelia Santana Mendoza
Curso 2019/2020
Epistemología e Historia de la Psicología
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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 3

CONTEXTO HISTÓRICO ................................................................................................... 3

CONTEXTO TEÓRICO ....................................................................................................... 4

APORTACIONES ACTUALES A LA PSICOLOGÍA ......................................................... 6

CONCLUSIÓN ..................................................................................................................... 7

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 8
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INTRODUCCIÓN

La Psicología, posiblemente, es el ámbito de las Ciencias de la Salud en el que los

pacientes han sufrido más maltrato y abuso a lo largo de la historia.

En la Edad Media, las personas con trastornos mentales se relacionaban con los demonios
y la posesión, sobre todo por el auge de la Iglesia Católica. Los tratamientos a estas
enfermedades eran las torturas o las hogueras, entre otros, ya que se pensaba que así se
liberaba al alma del demonio.

Pero no es necesario remontarse tan lejos para ver otros tratamientos de ética cuestionable.
Durante el siglo XIX los manicomios se extendieron por Europa, en ellos se utilizaban
torturas como la hidroterapia, que consistía en someter al sujeto a chorros de agua o se le
obligaba a permanecer durante horas en un estanque helado. Se tenía la creencia de que el
agua limpiaba el cuerpo y la mente. También se les encerraba, golpeaba y ataba a la cama,
práctica discutible que se sigue realizando hoy en día.

En el siglo XX hubo grandes avances en la medicina. Esto, lejos de mejorar la situación, la

empeoró de forma considerable. El tratamiento más recurrido fue la lobotomía, es un
procedimiento quirúrgico que consiste en cortar la materia blanca (axones) del lóbulo frontal
del cerebro. Con esta práctica se pretendía alcanzar la curación del paciente que presentaba
conductas agresivas.

Actualmente, todas estas prácticas están terminantemente prohibidas, aunque hay que
tener en cuenta que muchos de los tratamientos que se llevan a cabo hoy en día en el ámbito
de la medicina o la psicología son gracias a ellas.

CONTEXTO HISTÓRICO

Egas Moniz nació el 15 de abril de 1828 en Estarreja, Reino de Portugal y murió el 13 de

diciembre de 1955 en Lisboa, Portugal. Fue un hombre influyente en su época ocupando la
posición de ministro de Asuntos Exteriores en tres ocasiones en su país. Profesional de la
medicina y más en concreto del área de neurología, conocido por inventar la lobotomía
prefrontal y la angiografía cerebral. Ganó el premio nobel de Fisiología y Medicina en 1949
tras haber sido nominado hasta en 5 ocasiones.

Portugal en este momento histórico vivía un período de grandes transformaciones

económicas y políticas con grandes influencias liberales. Una vez acabado el absolutismo, los
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liberales se dividieron en dos grupos según su ideología: los moderados llamados cartistas
que querían imponer la Constitución de 1826 y los progresistas llamados septembristas que
querían implantar la Constitución de 1821. Hubo una guerra civil en contra del mandato del
dictador Costa Cabral. Como respuesta se formó otro gobierno paralelo en Oporto, esta
acción desencadenó la guerra civil que acabó cuando Reino Unido y España ayudaron a
sofocar las rebeliones.

Se instauró una monarquía parlamentaria basada en el rotativismo entre los dos grandes
partidos que comenzó en el reinado de Pedro VI. Entre 1900 y 1910 hubo numerosos intentos
fallidos de la monarquía para que no se llegara a instaurar una república. Pero finalmente el 6
de diciembre de 1910 se proclamó la República Portuguesa en Oporto. Un día antes el último
rey portugués (Manuel II) huyó a Gibraltar. En todo este contexto se aprueban medidas
como: libertades democráticas, igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a la condición
legal familiar, y la separación de Iglesia y Estado.

Desde fines del siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, la psiquiatría como
especialidad tiene un campo de acción sumamente reducido. Los fracasos terapéuticos han
menguado las esperanzas y empujan a formular ideas peligrosas derivadas de ciertas
corrientes epistémicas del siglo XIX, como el determinismo fisiológico o el
degeneracionismo. En este contexto desalentador, surge una respuesta agresiva por parte de
los médicos, y ponen como objetivo una mayor búsqueda de soluciones.

La única respuesta ante las enfermedades mentales que se propone en la época es el

aislamiento, pues no preocupa el problema sino la agresividad asociada, ya que las
instituciones mentales cuentan con poco personal, demasiados pacientes y escasos recursos
terapéuticos para controlar estas conductas, por lo que, la lobotomía en este contexto surge
como un recurso invaluable.

CONTEXTO TEÓRICO

Egas Moniz fue un neurólogo portugués por lo que su escuela de referencia fue la
neurociencia. Moniz fue el creador de la angiografía cerebral e introdujo la técnica quirúrgica
de la leucotomía prefrontal (conocida popularmente como lobotomía). Lo que pretendía con
esta práctica era encontrar un método efectivo que supusiera la cura de enfermedades
mentales como la esquizofrenia, paranoias o anular actitudes moral o socialmente mal vistas.
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Sus ideas surgen de los experimentos de la mona Becky. En 1935 asistió a un congreso
médico de neurocirujanos estadounidenses en el que demostraron como extirpando el lóbulo
frontal cerebral a dos monos, Becky y Lucy, ambas con conductas agresivas, se convertían
posteriormente en animales mansos. Inspirado en este experimento decidió realizar una
intervención similar en enfermos mentales, la llamada leucotomía prefrontal.

La leucotomía consistía en realizar dos agujeros en la parte frontal del cráneo, e inyectar
alcohol directamente en el lóbulo frontal del cerebro a través de ellos. Egas Moniz creía que
ciertos desórdenes mentales podían ser curados haciendo que se rompiesen algunas zonas del
cerebro en las que el lóbulo frontal se comunica con otras del encéfalo, dañando partes de
materia blanca del cerebro, llamada así porque en ella predominan los axones (las partes de la
neurona que se alargan para comunicarse con células nerviosas lejanas).

Entre 1935 y 1936 realizó unas 20 leucotomías cerebrales. En sus resultados afirmaba que
todos los pacientes estaban curados, pero no mencionó si después de realizar dicha operación
las personas pudieran manejarse con normalidad en su vida cotidiana, sus pacientes carecían
de seguimiento. Lo que se podía observar es que además de eliminar la agresividad en
enfermos mentales, en ciertos casos se destruía su personalidad y su capacidad de
razonamiento y convertía a las personas en seres indiferentes, con falta de autonomía y toma
de decisiones, además de presentar falta de reacción emocional.

Moniz manifestaba que era posible reducir notablemente la intensidad y la frecuencia de

los síntomas de los desórdenes psiquiátricos haciendo que todas sus funciones psicológicas en
general disminuyeran. Se sacrificaba una parte de la capacidad intelectual y de la
personalidad de cada paciente para tratar de acercarlo más a la curación.

Este experimento tuvo una gran aprobación por la comunidad sanitaria ya que en esa
época la solución para las personas con desórdenes psiquiátricos era ser internadas en
hospitales abarrotados, y muchas veces ser sometidos a violencia física o psicológica.

Sin embargo, a partir de mediados de los años 50, la práctica de la lobotomía rápidamente
cayó en declive, por una parte, porque los resultados eran insuficientes y los pacientes
carecían de seguimiento y por otro lado debido a la incorporación de los primeros
medicamentos psiquiátricos efectivos.
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APORTACIONES ACTUALES A LA PSICOLOGÍA

Egas Moniz llevó a cabo aportaciones de gran interés en la historia de la neurociencia. Por
un lado, desarrolló la angiografía cerebral, una técnica diagnóstica que por primera vez
permitía visualizar la circulación sanguínea cerebral mediante la aplicación de rayos X. El
descubrimiento en 1895 de la radiación X por parte del físico Wilhelm Conrad Roentgen tuvo
aplicaciones inmediatas en la práctica clínica y revolucionó el mundo del diagnóstico.

A partir de estudios realizados inicialmente en cadáveres, en los que Moniz inyectaba

tinturas directamente en los vasos sanguíneos del cuello que posteriormente iluminaba, con
ayuda de una máquina de rayos X, permitieron visualizar por primera vez el cerebro, y con
ello, los ramales, ocultos hasta entonces, de vasos sanguíneos y lóbulos. A partir de 1927
trasladó sus experiencias a la práctica clínica con humanos y gracias a este invento Moniz
hizo posible la localización de tumores y pérdidas, lo cual permitió la observación de
anomalías en la cabeza humana.

A pesar de que en la actualidad las angiografías cerebrales no se utilizan en el área de la

Psicología, dieron lugar a otra de las aportaciones de Moniz, las llamadas leucotomías, el
neurólogo portugués planteaba que las fijaciones se fosilizaban en las fibras que conectan el
lóbulo frontal al tálamo, y, si lograban cortar esas fibras, liberaría al enfermo de las ideas y
sentimientos nocivos. Dicho así, el planteamiento de Moniz resulta simplista, sin embargo, es
precursor del de Kandel, que demostró que la memoria y sus afectos auxiliares residen en una
red neuronal. Kandel dice: “A Moniz se le deben algunas contribuciones”.

El enfoque terapéutico convencional de la mayoría de las enfermedades mentales se basa

en una combinación de terapia psicológica, farmacoterapia y, en algunos casos, terapia
electroconvulsiva (TEC). Sin embargo, algunos pacientes no responden adecuadamente a
ninguna de estas medidas. En estos casos seleccionados, la intervención neuroquirúrgica debe
considerarse como una alternativa justificada, que permite alcanzar una mejoría clínica y una
mejora de la calidad de vida de los pacientes. Actualmente, los abordajes quirúrgicos más
comunes son los siguientes: cingulotomía, TSC, leucotomía límbica y capsulotomía anterior,
descendientes de la leucotomía de Moniz.

Hoy día los actuales avances en las técnicas de neuroimagen, el mayor conocimiento
neurofisiológico, las revolucionarias técnicas de neuromodulación, en especial la
estimulación cerebral profunda (ECP), una rigurosa selección de los pacientes, las precisas
técnicas de cirugía estereotáctica, junto con la evaluación clínica contrastada pre y
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postoperatoria, permiten encontrar en la psicocirugía una alternativa terapéutica eficaz para

enfermos psiquiátricos graves sin respuesta al tratamiento conservador.

CONCLUSIÓN

El tema que se ha abordado es el tratamiento que se les daba a las personas con trastornos
mentales a finales del siglo XIX principios del XX, en concreto se ha explicado la práctica de
la lobotomía prefrontal llevada a cabo por Egas Moniz.

Podemos observar que desde la Edad Media se ha tratado a los enfermos mentales con la
creencia de que eran personas poseídas por algún demonio o locos. Aunque actualmente la
lobotomía, las descargas eléctricas o los encerramientos están prohibidos no podemos olvidar
el pasado de la Psicología.

Egas Moniz (1828-1955) fue el creador de la angiografía y la lobotomía prefrontal o

leucotomía. La lobotomía prefrontal consiste en realizar dos agujeros en la parte frontal del
cráneo, e inyectar alcohol directamente en el lóbulo frontal del cerebro a través de ellos. Con
esta técnica lograba que los pacientes estuvieran más tranquilos y se hiciera menos notable la
existencia de enfermedad, aunque seguían estando enfermos. Al utilizar esta técnica se
sacrificaba la personalidad y parte de la capacidad intelectual de las personas.

En cuanto a las aportaciones que Moniz realizó a la Psicología cabe destacar que al
descubrir la angiografía cerebral pudo estudiar las alteraciones del cerebro haciendo posible
detectar tumores o anomalías. Además, en casos extremos se siguen realizando técnicas de
abordajes quirúrgicos, aunque mucho más avanzadas y las técnicas de neuroimagen también
han evolucionado dando lugar a técnicas como la neuromodulación, que permiten poner
tratamiento cuando los remedios convencionales no sirven.

A pesar de parecer brutal hoy en día la propuesta de Egas Moniz, en su contexto histórico
tuvo muy buena acogida en el ámbito de la psiquiatría no freudiana, llegando incluso a
expandirse por Estados Unidos. Lo que se quiere decir con esto es que no se puede juzgar con
los mismos criterios éticos que tenemos hoy en día prácticas de hace 100 años.

Por tanto y para finalizar, es importante saber que lo que se hizo antiguamente a pesar de
no ser éticamente correcto ha permitido evolucionar a la Psicología hasta nuestros días y es
importante darse cuenta de cómo se ha avanzado para que hoy en día se disponga de más
conocimiento sobre el cerebro, técnicas y tratamientos más éticos y adecuados.
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BIBLIOGRAFÍA

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