Carta Clínica: Quiste Primario de Bazo
Carta Clínica: Quiste Primario de Bazo
Carta Clínica: Quiste Primario de Bazo
2015;41(8):e81---e83
www.elsevier.es/semergen
CARTA CLÍNICA
Quiste primario de bazo transvaginal mostró abundante líquido libre en pelvis, sin
apreciar lesiones a nivel uterino ni ovárico.
Primary splenic cyst Se completó el estudio mediante ecografía abdominal,
que mostró: «Esplenomegalia y una lesión de 10 cm, con
Se expone el caso clínico de un quiste esplénico primario sin- contenido ecogénico y otras lesiones más pequeñas, hipoe-
tomático, debido a su baja prevalencia y a las peculiaridades coicas, triangulares y periféricas, que podrían corresponder
del caso. Se barajaron distintas hipótesis y, finalmente, el a infartos esplénicos. Líquido libre abdominal perihepá-
estudio de la pieza anatómica confirmó el verdadero origen tico, periesplénico y en pelvis. Probable hemoperitoneo»
del quiste. (figs. 1 y 2).
Presentamos el caso de una mujer de 31 años, sin alergias Tras las imágenes sugestivas de infarto esplénico, se soli-
y con antecedentes patológicos de adenoidectomía, apen- citó estudio con ecocardiograma, Holter, estudio completo
dicectomía, 2 nódulos tiroideos estables ecográficamente y de coagulación, y angio-TAC torácico para descartar un ori-
hemiparotidectomía izquierda por adenoma pleomorfo de gen tromboembólico del dolor. Todo resultó negativo, a
parótida en 2009, que presentó de forma súbita dolor abdo- excepción de:
minal difuso e intenso, punzante, con irradiación escapular PCR 5,49 (0-5), IgM antiB2 glucoproteína 23 (> 10 posi-
izquierda, y acompañado de vegetatismo. tivo), IgM anti-cardiolipina 36 (10-40 límite de positividad),
Mediante la exploración física se obtuvieron los siguien- anticoagulante lúpico negativo, anticuerpos IgM contra
tes datos: Mycoplasma + dímero D de fibrina 1.171 (0-500), serología
Constantes vitales: PA 101/69; FC 78; temperatura contra Echinococcus granulosus negativa, antígeno CA 19.9:
35,7 ◦ C; Sat O2 : 99%. 240 (0-39), antígeno CA 125: 39,93 (0-35).
Malestar general. Palidez cutánea. Normohidratación En cuanto al quiste, se realizaron más pruebas de imagen,
cutáneo-mucosa. Auscultación cardiaca con tonos rítmicos, que se detallan a continuación:
sin soplos ni roces, alguna extrasístole aislada. Pulsos peri-
féricos presentes y simétricos. Auscultación respiratoria sin - TC abdominal (con contraste): esplenomegalia (15 cm)
hallazgos. Abdomen poco depresible, doloroso a la palpación a expensas de una lesión quística de 8,5 × 8 × 8,9 cm
difusa, con signos de descompresión positiva. No se palpa- (diámetros anteroposterior, transverso y longitudinal, res-
ron masas ni visceromegalias, pero el dolor dificultaba la pectivamente) y a otra lesión multiloculada adyacente de
exploración. 4 × 2 × 3,5 cm. Se observan algunas pequeñas calcificacio-
Se inició tratamiento analgésico con paracetamol 1 g i.v., nes en la pared de ambas lesiones. La mayor de las lesiones
metamizol i.v., butilbromuro de hioscina i.m. y metoclopra- condiciona un efecto de masa sobre la curvatura mayor
mida i.v. del estómago. Las lesiones son sugestivas de hidatidosis
Fue trasladada al centro hospitalario de referencia, ante esplénica.
la sospecha de perforación de víscera hueca o pancreati- - RMN abdominal (con contraste): lesión multiquís-
tis aguda. Los pulsos periféricos presentes y simétricos y tica/multiloculada esplénica de 9,3 × 9,4 × 8,1 cm, sobre
el ECG sin alteraciones descartaban a priori la disección todo a costa de un gran quiste-lóculo de 9,3 cm. Muestra
aórtica. paredes definidas, sin niveles intraquísticos ni signos
Las exploraciones complementarias realizadas en Urgen- de hemorragia, y con el contraste intravenoso muestra
cias (hemograma, perfil renal, perfil hepático, PCR, amilasa realce fino laminar mural marginal y en los septos. Existe
y CK; sedimento de orina y gasometría arterial; radiogra- una banda laminar de líquido periesplénico, perihepático
fía de tórax y abdomen) no mostraron hallazgos de interés. y pleural bilateral. Aunque los infartos pueden presentar
La paciente mejoró notablemente y se descartó patología aspecto quístico, los hallazgos globalmente sugieren
quirúrgica aguda. Fue dada de alta hospitalaria. quiste hidatídico (fig. 3).
Durante 48 h la paciente estuvo en reposo y con tra-
tamiento antiinflamatorio, hasta encontrarse totalmente Se realizó una valoración multidisciplinar del caso en la
asintomática. Ante la sospecha de un folículo hemorrá- cual se barajaron 2 orientaciones diagnósticas: hidatidosis
gico, se solicitó valoración por ginecología. La ecografía esplénica y quiste simple de bazo.
http://dx.doi.org/10.1016/j.semerg.2014.09.009
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Figuras 1 y 2 Esplenomegalia y una lesión de 10 cm, con contenido ecogénico y otras lesiones más pequeñas, hipoecoicas,
triangulares y periféricas, que podrían corresponder a infartos esplénicos. Líquido libre abdominal perihepático, periesplénico y en
pelvis.
Los datos a favor del quiste no parasitario fueron la previa vacunación antineumocócica, antimeningocócica,
serología de Echinococcus granulosus negativa y la ele- anti-Haemophilus influenzae y antigripal.
vación del antígeno CA 19.9, pero a pesar de ello, los La evolución postoperatoria fue satisfactoria.
estudios radiológicos sugerían que podía tratarse de un El estudio anatomopatológico (fig. 4) demostró que el
quiste hidatídico. Cabe comentar que los casos de hida- quiste estaba constituido por una pared fibrosa con cal-
tidosis de localización menos frecuente que la hepática cificaciones y focalmente revestido por epitelio escamoso
(pulmón, bazo y riñón) se asocian a bajos niveles de benigno. Estaba bien delimitado del parénquima esplénico
anticuerpos1 . Además, los estudios inmunológicos presen- adyacente, que era de coloración terrosa rojiza y marcada-
tan escasa especificidad (60-90%) y una sensibilidad del mente congestivo. Así, el diagnóstico acabó siendo el de un
80% en lesiones hepáticas y del 65% en lesiones pulmonares, quiste epidermoide.
por lo que deben interpretarse según el contexto clínico- Las tumoraciones esplénicas benignas son poco fre-
radiológico2 . cuentes. Se clasifican en quistes primarios o verdaderos
Se decidió así orientar el caso como un posible quiste (parasitarios o no parasitarios) y secundarios o pseudoquis-
hidatídico y se programó a la paciente para la exéresis del tes (tras un traumatismo, hemorragia o infarto)3-5 .
mismo. Previa a dicha cirugía se realizó tratamiento con Son más frecuentes los secundarios a traumatismos y los
albendazol 400 mg/12 h (3 tandas de 30 días, con periodos quistes parasitarios en zonas endémicas.
de descanso de 15 días entre una y otra), con el objetivo de Los quistes epidermoides constituyen un 10% del total.
evitar la diseminación del parásito en caso de una posible Su patogenia es controvertida, aunque la teoría más acep-
rotura pre o intraoperatoria del quiste. tada habla de quiste mesotelial con metaplasia escamosa3 .
Al cabo de 6 meses desde el episodio de dolor La mayoría son asintomáticos, pero cuando producen clí-
agudo se realizó quistectomía y esplenectomía total nica lo hacen en forma de dolor o masa palpable. Pueden
mediante cirugía abierta (abordaje subcostal izquierdo), complicarse por infección, hemorragia o rotura4,5 .
CARTA CLÍNICA e83
Responsabilidades éticas
Conflicto de intereses
Bibliografía
1. Guzman Martinez-Valls PL, Honrubia Vilchez B, Rodriguez Tardido
Figura 3 La imagen muestra paredes definidas, sin nive- A, Izquierdo Morejon E, Pietricica BN, Montoya Chinchilla R, et al.
les intraquísticos ni signos de hemorragia, y con el contraste Manejo diagnóstico y terapéutico de la hidatidosis renal. Arch Esp
intravenoso muestra realce fino laminar mural marginal y en Urol. 2009;62:73---9.
los septos. Existe una banda laminar de líquido periesplénico, 2. Prieto M, Marquina T, Mifsut P, Moreno T. Hidatidosis esplénica:
perihepático y pleural bilateral. Aunque los infartos pueden 5 casos de esta rara localizacioń. Enferm Infecc Microbiol Clin.
presentar aspecto quístico, los hallazgos globalmente sugieren 2011;29:631---8.
quiste hidatídico. 3. Cordobès J, Molina FX, Alvarez-Segurado C, Pagán A, Salinas R,
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Las pruebas complementarias de elección son la ecogra- Esp. 2005;78:55---7.
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