La Escuela en Tiempos Complejos. UDI

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La escuela en tiempos complejos.

Desafíos del tercer milenio


Pensar la escuela del tercer milenio nos plantea el desafío de la diversidad de las aulas en un
mundo cambiante, en un contexto sociopolítico y económico que se modifica día a día, con la
repercusión que esto tiene en la constitución subjetiva de los y las estudiantes y de los y las
docentes, en el entramado de las relaciones interpersonales y en el tejido social.

La escuela no queda exenta de la crisis social de este momento. En su seno se reproducen los
mismos síntomas que pueblan el mundo del afuera en el que viven los chicos: vacío
institucional, falta de un proyecto claro y sostenido, violencia, desprestigio del poder y la
autoridad, desvalorización del trabajo y de la producción intelectual.

La población escolar de hoy en día ha crecido impregnada por la cultura tele tecno mediática,
cuyos efectos se vislumbran en las aulas, donde niños y niñas están acostumbrados al mundo
virtual y a la vertiginosidad de las comunicaciones. Viven en una sociedad globalizada y a la vez
sumamente fragmentada, que ha sido protagonista de drásticas reformas estructurales, con
una deuda social cada día más difícil de resolver que se traslada, inevitablemente, a las
infancias, las adolescencias y las juventudes a lo que le tenemos que agregar los terribles
acontecimientos que conmueven al mundo entero al despuntar la tercera década de este
nuevo siglo. Esta realidad mutante, con niñas, niños y adolescentes que nos plantean nuevas
formas de aprender y de contactar, necesita una escuela que considere la diversidad de su
alumnado para albergar bajo su techo a la población en edad escolar.

La escuela de la diversidad
Una escuela amplia, que respete y valore la diferencia de cada estudiante y posibilite a cada
una y cada uno su deseo, capacidad y energía en dar respuesta y solución a los conflictos
sociales y cognitivos acorde a sus reales posibilidades, una escuela que se pregunte sobre la
modalidad subjetiva de aprender y genere un espacio creativo para la construcción del saber.

Una escuela que toma la diversidad como un valor educativo ineludible, donde lo plural se
erige como la impronta de lo común y cotidiano. Plural en tanto múltiple, diferente,
referenciada por lo que se presenta en más de un aspecto y toma la coexistencia de elementos
o factores dispares y opuestos en el seno de la realidad escolar, conformando en ese rasgo su
profunda riqueza. Escuela plural que va más allá de su propia enunciación y se plasma a través
de la consideración de ser realizada, de un hacer, de una praxis, de un acto que la concreta. La
escuela inclusiva nos impone la condición de reflexionar acerca de la articulación indispensable
que debe existir entre los currículos, los posicionamientos institucionales y pedagógicos, las
propuestas didácticas, los criterios de promoción, evaluación y acreditación de los y las
estudiantes para que el proceso de aprendizaje sea factible.

Pensaremos la “inclusión educativa” como una categoría de trabajo y reflexión amplia que
ubica el tema desde lo general a lo particular, convocando a pensar en la transformación
necesaria para avanzar desde la escuela tradicional hacia la escuela de la diversidad, en la
articulación indispensable entre la escuela común y la modalidad especial, el lugar y el sentir
docente y de los demás profesionales ligados al tema educativo, y las variantes institucionales
que posibilitan u obstaculizan los procesos de inclusión educativa.
La diversidad como valor educativo
Es imposible trabajar en educación inclusiva si no se concibe la diversidad como un valor
humano y como un valor educativo. Para ello, es necesario comenzar a trabajar nuestra propia
concepción al respecto como adultos, nuestros prejuicios, temores y dificultades. Comprender
y valorar las diferencias sigue siendo un desafío para las culturas en general y para las
instituciones educativas en particular. Revalorizar la alteridad supone un profundo trabajo
personal donde el otro nos interpela y cuestiona desde su propia diferencia.

Al jerarquizar el valor de la diversidad, resulta interesante que ese otro sea distinto, porque en
realidad es su diferencia la que interroga y abre a otros posicionamientos. Quienes solo
pueden revisar y discutir sus posiciones con personas que piensan exacta o aproximadamente
lo mismo que ellos suelen quedar refugiados y, hasta atrapados, en discursos que parecen ser
más una repetición de postulados que una construcción actualizada en estos planteos. Cuando
impera el absolutismo conceptual no se corre ningún riesgo, no pasa nada porque no se
permite que pase algo, todo queda como está.

La diversidad como valor humano se pone en juego cuando el otro interpela, con sus planteos,
con sus ideas, con sus demandas. El otro diferente desestabiliza y permite una reflexión amplia
y fecunda que cuestiona y enriquece. Es necesario que la escuela en su conjunto se sitúe ante
la diversidad inherente a cada sujeto y a cada grupo escolar como un factor de
enriquecimiento y que comprenda que hoy lo común es lo diverso. Veamos algunos conceptos
claves:

Diversidad:

- Variedad- Diferencia- Desigualdad- Distinto- Complejidad- Desemejanza- Pluralidad-


Multiplicidad- Abundancia de varias cosas o aspectos diferentes

Antónimos: unidad, unicidad, monotonía, igualdad

Diversidad en las aulas:

- Étnica- Lingüística- Poblacional- Subjetiva- Familiar- Religiosa- Sociocultural- Políticas-


Económicas- Discapacidad- Otras

Poder considerar el valor de la diversidad como una condición humana y como un valor
educativo conlleva implícito un profundo trabajo personal y de conjunto tanto en lo ideológico
y conceptual como en lo metodológico y organizativo.

La educación inclusiva es comprendida como “la capacidad del Sistema Educativo de atender
a todos, niños y niñas, sin exclusiones de ningún tipo. Para ello es necesario abordar la
amplia gama de diferencias que presentan los estudiantes y asegurar la participación y el
aprendizaje de cada uno de ellos en el marco de los servicios comunes y universales. En
definitiva, la educación inclusiva apunta a que todos los estudiantes de una determinada
comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales y
culturales”. (Ministerio de Educación de la Nación, 2009:12-13)

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