Modelo Psicodinamico
Modelo Psicodinamico
Modelo Psicodinamico
Cada vez que una persona entra a trabajar en una escuela “lleva en su interior”
una institución fantaseada a partir de sus propias experiencias en su constelación
familiar, todos luchan inconscientemente por repetir sus conductas y lograr de los
otros rttas respuestas ya conocidas en casa. Los esclarecimientos para separar
la institución fantaseada individual de la otra, la externa, objetiva, colectiva,
reacomoda los roles, pero no sabemos hasta que punto.
Los grupos informales de maestras que nada tienen que ver con la tarea
inmedita, surgen por la cercanía e igualdad de roles formales; cuanto mayor es
la exigencia y presión desde la dirección para conseguir respuestas formales más
comienzan a aparecer como necesidad afectiva e intento de contrarestar la
presión de la dirección. Ante la coercción entonces, surguen grupos informales
por resentimiento que se hacen reveldes pudiendo considerarse desviados y ser
despedidos.
En burocrácias demasiado rígidas puede darse la emergencia de líderes
subterráneos, dando lugar al establecimiento de normas subgrupales-informales
que pueden lograr ser reconocidas y liderar luchas gremiales. Pero entre los
límites y los cambios aceptados hay un espacio intermedio.
La burocracía se percibe más en la institucionalización ofical que en la privada,
pero se observan diferencias de ésta última respecto a las realizaciones
concretas del nivel particular.
En cada nivel jerárquico se da el poder centralizado, las comunicación se
asemeja en cada uno y funciona en una cadena lineal, vertical y hacia la base,
mas como información. Pero se reduciendo a una transmisión de normas. Las
consignas que se van realizando en los distintos niveles son más precisas y
circunscriptas a medida que se baja hasta llegar a los alumnos, estos difícilmente
acceden a la comunicación directa con la dirección, salvo ante castigos. Además
deben moverse con consignas más ajustadas que proceden del docente.
La enunciación “relación maestro-alumno” está incompleta; ya que excluye las
otras relaciones presentes en la pirámide y los efectos de las relaciones de tarea
y de la interacción de roles intra e inter-estamentos, entre las jerarquías
previas.El niño recibe la presión de decisiones y el poder de los diferentes niveles
que se encarnan en la maestra, a travéz de consignas preestablecidas que se
van haciendo menos abstractas y más concretas a travéz de los distintos
estamentos pudiendo revelarse en el nivel concreto, el del aprender. La maestra
encarna la gran jerarquía a través de la disciplina. El poder de desición del niño
será minimo y la exigencia de eficiencia por encima de sus posibilidades, al igual
que su consenso por lo que su aprendizaje no es un logro en libertad sino la
medida de su adaptación pasiva al sistema.
La concretización de consignas en los alumnos en este encuadre burocrático no
supone acción creadora; porque el poder aplicado descendientemente produce el
desentendimiento respecto al significado de los fines de la educación. Se
automatiza el rol enseñante y el sdo de la consigna, deja de ser comunicación
traduciendose en un felicitado que olvida lo que debiera ser indagación,
cuestionamiento e inclusión del disenso del niño (el cual contiene su capacidad
de aprender) ya que es considerado un riesgo ante el cual se aplica una consigna
homogeneizadora. En la dirección no se recepciona la rtta personal del niño sino
las noticias de la perturbación de la comunicación; manera en que se manifesta el
disenso. La perturbación del aprendizaje (e integración social) sería uno de
los modos que tiene el niño de decir “no” a la institución educacional
coercitiva. Con este enfoque, la perturbación del aprender no dependería
solo de dificultades individuales ni el resultado de la relación maestro-
alumno. Es el indicador de un alto grado de burocratización, de la accion
alienante y de las características vinculares en esta específica constelación
institucional.
Un sistema normativo puede llegar a ser coercitivo y anular la capacidad de
rendimiento del niño, hacer que la escuela solo evalué la respuesta (o no
respuesta) sin incluir la causa institucional que la provoca por no reparar en ella o
por creer que está bien si eso se decidió en dirección. Así suelen surgir muchos
niños “problema”, porque algunas escuelas no incluyen las responsabilidades de
todas las personas que trabajan en relación con ellos.
La aplicación rígida de las normas bajo el pretexto de que es necesario mantener
el encuadre y no permitir que los niños lo transgredan, está relatando un núcleo
estereotipado del formalismo vacío causado por la falta de confíanza en su propia
capacidad creadora de conductas positivas, constructivas y solucionadoras de
problemas que tienen el valor de inducir cambios en la estructura y el proceso de
la educación. Lo que no perciben lo proyectan sobre el alumno: su propio auto
descalificación e inseguridad considerando sus conductas como “difíciles”,
agresivas, de mal alumno. Parecería que el niño nunca debiera disentir y que el
sumiso es el “buen alumno”.
La burocracia extrema, rigidez y coerción del sistema de normas, en ella las
interacciones se dan en el nivel de las conductas de roles formales, si bien estos
son esenciales en el desarrollo del proceso, no deja de ser perturbadora la
pérdida del vínculo afectivo que permite la aceptación del rol del “otro” dentro de
la institución; y da al niño una oportunidad de hacerse presente con sus dudas y
sus contradicciones. Esto supone respetar el rol del alumno, su derecho a poder
decir “no” sin ser considerado un desviando antes de indagar sus razones. Éste
se siente alienado y aislado al ser invadido por consignas en un marco de
exigencias que pueden volverla medida disciplinaria, por lo que el otro maestro es
vivido como un perseguidor. Quien se sentirá forzado a que las normas sean
cumplidas por todos los niños , por lo que separará a los que se “portan mal”, lo
que parece una norma disciplinaria pero es el modo de no cargar con la culpa de
tener niños “problema”, los cuales evidencian una falla en la interacción de sus
roles formales (de tarea) en lo que es una comunicación en cadena.
La burocracia es un modo de organizar los fines desde una distancia vertical, su
fin es repetir consignas de modo de mantener a ultranza el sistema normativo.
Entre la burocracia educacional y las tendencias liberalizadoras encontramos
enfoques diferentes.
Las instituciones educacionales privadas pueden desarrollarse como
organizaciones burocráticas o tener tendencias más flexibles. Los extremos aún
existen. Quizas debamos trabajar para ser capaz de percibir la relación de la
propia tarea con el todo, situarse en tiempo y espacio y no reducirla a consignas
y como mera repetición de mitos.
La aceptación institucional del disenso y el derecho del niño de manifestarse
espontáneamente dinamiza la interacción, más cuando se combina el ejercicio
del poder de decisión de la dirección con el dialogo compartido con los distintos
grupos que abarcan funciones diversas. La comunicación y la discusión
complementan las normas y regulaciones, con elaboraciones conjuntas de
consignas que respondan a las distintas necesidades. Esto permite mantener
abierto el sistema al incluir puntos de vista conflictivos. Pero la comunicación no
es suficiente, porque a medida que bajamos en la jerarquía el empleado tiene
menor tiempo disponible y más cantidad de tareas concretas y prácticas que
realizar, disminuyendo su capacidad de crear. Esto nos permite observar el grado
de burocratización, aveces solo la dirección dispone de tiempo para crear. No hay
delegación real; la dirección recibe consignas precisas. Cuando hay un mínimo
de delegación, los alumnos disponen de un tiempo mucho más amplio que en las
escuelas de acentuado régimen burocrático, para crear, proponer y realizar su
aprendizaje en mayor libertad, gozan de este sentimiento de poder ser delegados
responsable y aprenden a organizar el tiempo junto con los maestros.
CAPITULO 4: CONFLICTO Y CRISIS EN JARDINES Y ESCUELAS
Conflicto es el funcionamiento simultáneo de impulsos, deseos o
tendencias de oposición o exclusión mutuas, o el estado de una persona al
desactivarse impulsos inconciliables. Es la conducta que en ciertos
momentos de tensión encuentran como única vía los individuos o grupos
en una institución, en la creencia de encontrar con ella una solución. Es una
forma manifiesta de acciones en la que la hostilidad dificulta la
comprensión de las partes en pugna respecto del objetivo en juego. Asi, se
sustituye un objetivo real por una lucha personal con un oponente a quien
derrotar. .
En el conflicto se pierde el código común y se distorsionan los mensajes entre los
interlocutores; los roles se alteran con conductas “disfuncionales”, no buscan
concretar sus tareas sino que la desvirtúan al invadirla con cargas emocionales
de hostilidad. Las partes en conflicto interactuan con ataques personales-
grupales inculpándose mutuamente.
Las conversaciones subterráneas de subgrupos aislados de maestras pueden
producir manifestaciones individuales que, haciéndose cargo de la queja
enquistada, expresan la disconformidad en forma abrupta, a veces violenta y en
apariencia no pertinente. Esta conducta “rebelde” despierta en su oponente un
sentimiento de hostilidad en espejo que da lugar a “la venganza”: la búsqueda de
un chivo emisario en el que se castige a todo el grupo “oponente” o “subversivo”,
que se toma la libertad de “destapar” la queja. De este modo la demanda-
necesidad es pasada por alto y vivida como protesta y agresión contra la
dirección y contra el poder, percibiendose como transgresión a las normas
instituidas y como antilider institucional al enviado que pone en palabras es
conflicto institucional. Hay que aprender a negociar con los maestros, porque
constituyen el recurso humano mediador entre las normas institucionales y el
“estamento alumnos” al vincularse cotidianamente.
En las instituciones privadas parece manifestarse con mayor intensidad los
conflictos.
La posibilidad de captar la emergencia de un conflicto en sus comienzos es lo
que permite prestar atención a ciertos fenómenos aparentemente aislados pero
que de seguir desembocarían en la producción de situaciones de crisis, que más
tarde conmoverán la institución total y no habrá tiempo de elaborar un abordaje
adecuado.
LA FUNCION EN EL ANALISIS INSTITUCIONAL DEL APRENDIZAJE
El analista institucional puede trabajar en relación de dependencia o como
profesional independiente. En el primer caso se ve obligado a crear modelos de
abordaje coherentes con la realidad cotidiana de la escuela. La demanda
manifiesta, emergencia del estado de carencia, es masiva y “viene de todas las
partes”; uno debe defenderse mucho más de las depositaciones icc de los
grupos porque se ponen en accion emociones de rivalidad, celos o competividad
que dificultan la tarea. Esto señala una ambigüedad: se busca una solución y
libre de conflictos pero al lograr el profesional un equilibrio el tener que compartir
su poder es vivido como disminución del propio. Además, si no se busca rápido
una solución la misma dirección busca otros sectores a quienes inculpar
desviándose del conflicto, complejizando la incertidumbre y demorándose la
comprensión de la demanda real.
Es importante que no se lo ubique específicamente en un nivel jerárquico,
aunque nominalmente lo este, sino que debería gozar de una especie de
pasaporte interno con el cual transitar por todos los niveles sin asentarse en
ninguno para conservar un grado de distancia necesaria, evitar la contaminación
de su rol y conseguir una percepción objetiva indispensable.
Su función consiste en indagar, percibir y analizar “críticamente” los puntos
conflictuales y describirlos, explicitarlos e interpretarlos dentro de los mensajes
que los miembros pertenecientes a estamentos diversos implicados en la
situación le comunican con el fin de trasformar dichos conflictos en problemas
para resolver y, en casos de crisis, poder primero llevarlos al nivel de conflicto
para luego problematizarlos.
Debe percibir los hechos a la luz de los significados que subyacen en las
relaciones que los miembros establecen durante el ejercicio de sus funciones,
analizandose dentro de un marco conceptual que guie la tarea. Implica descubrir
los significados de la red de interacciones que las personas establecen en las
instituciones y con ellas. El vínculo social aparecerá en las conductas manifiestas
de los roles formales (de tarea) y el análisis tratara de buscar significados en los
distintos niveles evitando reduccionismos teóricos o ideológicos y usando las
técnicas pertinentes para abordar la situación.
El abordaje es preventivo cuando aun no se manifestó el conflicto; lo cual
supone adelantarse al conflicto e incluir sus primeros indicadores, es decir
mantener el estado de salud en las interacciones de los roles escolares.
El enfoque institucional del aprendizaje permite instrumentar técnicas para
indagar y resolver situaciones difíciles en el aula que van más allá del énfasis
individual en el niño “problema” y su tratamiento como “enfermo del aprendizaje”.
El desplazamiento se produce hacia un trabajo que incluye a todos como
responsables de las situaciones conflictivas del aprendizaje y conducta social.
Esta es una tarea que requiere un contante abordaje institucional.
Los conflictos son las formas manifiestas de acciones con modos
irracionales de encarar una situación, cuyos significados no son
comprendidos por igual por las distintas partes implicadas. La primera
accion del abordaje entonces, es lograr un significado común del mismo.
Todos deben saber de qué se trata y para qué sucede lo que está
sucediendo: Esto supone no quedar inmerso en lo emocional y lograr una
distancia conceptual; convertir el conflicto en problema, buscando el origen de
esas perturbaciones de la comunicación y estableciendo los datos; indagar para
que se gestionaron esos conflictos, es decir, que proyectos encubiertos y
fantasías latentes pueden estar promoviendo el acontecer actual además de las
causas manifiestas. El abordaje dentro de un plan de estrategias y técnicas
considera a la institución como un “sistema”, de modo tal que los cambios que
logremos en una parte reestructuren las demás como un todo y permitirán referir
las evaluaciones de la accion a un esquema funcional y operativo, lo cual
organiza la tarea del profesional.
Una estrategia de abordaje cuyo objeto sea la dimensión institucional de la
comunicación (como relaciones de producción, poder e interacción de roles) y la
dimensión técnica de la tarea de enseñanza y los objetivos la integración de los
procesos informales dentro de la comunicación formal para que todos puedan
plantear sus preocupaciones de tarea, indagar-esclarecer los mensajes
encubiertos, convertir en unívocos los dobles mensajes aclarando situaciones,
restituir la interlocución pasando del rumor a la comunicación, descubrir-señalar
el grado de control social que la dirección ejerce y la maestra disminuyendo la
asimetría, indagar la eficiencia de trabajo y el grado de espontáneidad-libertad en
su producción evitando el vaciamiento del valor creativo que la automatiza;
indagar la emergencia de sujetos “desviados” y su consideración en relación con
el grado de burocratización; comprobar si se incluye el conflicto como fenomeno
necesario-natural-activo en las relaciones de trabajo; averiguar la inclusión del
derecho del disenso como indicador de apertura del sistema dando lugar a
contradicciones que generen cambios indicando una actitud flexible defendiendo
la permanencia del disidente lo que evidencia posiciones silenciadas que de
persistir podria llevar a crisis, por otro lado la disidencia permite la ruptura de
conductas estereotipadas evitando inculpar al oponente en tanto que conducta
desviada-subversiva y produciendo menos conflictos que la imposición del
consenso, además permite medir el grado de aceptación del poder y cualcular un
peligro real de desintegración institucional.
El análisis institucional propone un proceso compartido real en una accion que
compromete a TODOS los participantes del sistema con una “presentación” total
de cada uno de ellos, tal como pueden realmente ser capaces de funcionar. Hay
un continuo intercambio y aprendizaje de todos, disminuyendo la asimetría y
redistribuyendo el poder. El profesional relaciona objetivamente los aspectos
parciales que se van abordando y les da sentido.
En la indagación se propone como tarea: a) producir conceptos unívocos, que
organicen el sistema, b) sintetizar en informaciones, interpretaciones y
señalamientos los vínculos en las interacciones grupales, c) incluir los factores de
poder económico que centralizan la capacidad de decisión, en detrimento de los
otros sectores que se ven obligados a un consenso y, d) asegurarse de que su
propio rol tenga la objetividad óptima.
TAREA Y DIFICULTADES
A veces se trata de indagar las necesidades no satisfechas que pueden
contaminar la tarea, debiendo descubrir su significado del aporte de los miembros
de los grupos de sectores que se constituyen.
Por otra parte se deben realizar entrevistas con directivos para esclarecer
conflictos, sus conductas de roles y actitudes con los otros estamentos; debiendo
descubrir los significados que parten de cada uno de los sectores, cuanto se
entienden mutuamente y restablecer la comunicación, posibilitando una solución.
Un obstáculo es el temor a los enfrentamientos: los sectores no hablan claro
porque temen represalias, no debiendo esforzarnos en evitarlos con mensajes
encubiertos o negando el conflicto. Aveces los directivos no aceptan aportes
porque deberian reconocer el derecho de poder de otros sectores por lo que en la
medida que ésto se acepte nos permite inferir el tipo de comunicación
establecida. Entonces al percibir aspectos distorsionados o negados en los
mensajes que circulan es posible descubrir en ese espacio vacío lo negado del
mensaje que encubre lo irracional que se convertirá más tarde en conflicto con la
consecuente emergencia de significados contradictorios donde “nadie se pone de
acuerdo”. Este es uno de los momentos donde intervenir evitando el rumor y
manteniendo la comunicación, debiendo convertir en discurso manifiesto todas
las acciones aparentemente sin sentidos, la inoperancia repentina dentro de las
funciones, la negatividad persistente.Solo cuando “se dice”, cuando se enuncia el
acontecer es posible buscar el significado, acceder al nivel simbólico. Para esto
debemos considerar las elaboraciones de grupos de distintos sectores por
separado para escuchar sus demandas, que comprendan sus acciones y las de
otros, evidenciando la lucha por sus derechos que cuestiona el poder posible al
que pueden acceder y negociarlo con la dirección.La lucha gremial entonces
puede usarse como instrumento para aumentar la participación en los derechos
que deberia otorgar la pertenencia institucional. Idem con el estamento de
alumnos. Al incluir las propias respuestas es posible medir la distancia respecto a
mi función evitando la contaminación del rol. Además, el profesional debe estar
preparado para irse, asi al incluir la separación trabajo con autonomía.
Para descubrir las necesidades subyacentes, un camino para la indagación de
los conflictos es abordar el rumor para desbaratarlo, manteniendo el análisis en el
nivel de la institución real. Cuando alguien sabe algo rspecto a la tarea
institucional y no sabe de donde lo sabe, hay una demanda (carencia perceptible)
por lo que se deben establecer reuniones con los estamentos por separados
produciendo un acercamiento al rumor: buscando averiguar su significado, a
quien va dirigido, para que puede servir. Lo importante es que aparece el emisor:
quien es el destinatario manifiesto. Solo a partir de lo dicho se puede descubrir el
mensaje, su sdo encubierto y entonces hacerlo manifiesto y comprensible por
medio de señalar ese sdo y de la dinámica de interacción grupal. Probablemente
surgan enfrentamientos, pero es posible pensar para que se da ese conflicto y
descubrir el verdadero problema.
Para percibir los problemas ademas del conocimiento teórico, es necesario el
entrenamiento en técnicas específicas. El marco conceptual nos permite ubicar
coherentemente los datos de la experiencia y las pautas de evaluación de los
problemas. Si además consideramos que la tarea primordial de la
“psicopedagogía institucional” como análisis es la prevención, entonces la
indagación y análisis permanentes permiten tales objetivos, al acceder a diario a
las necesidades nacientes, que los grupos de tarea explicitan como expresión cc
de aquellas experiencias que no coinciden con sus expectativas. El diario
acontecer favorece la aparición de espacios donde los integrantes depositan las
frustraciones de la interacción en el trabajo impregnadas de ansiedades-
conflictos propios de sus constelaciones familiares. Este sentimiento de
carencia-insatisfacción en la institución se sustituye con deseos e ilusiones de
tener una institución más gratificante lo que sino es elaborado continuamente se
percibe como detereorante, donde no se realizan los objetivos y aquellas
depositaciones originan grandes mounstruos que se adhieren a los vinculos que
relacionan a los sujetos que trabajan y aprenden, perturbándolos y
resquebrajando las comunicaciones que permitirian el aprendizaje.
Entonces, como objeto permanente de indagación nuestras preguntas son: ¿Cuál
es cada día la demanda que delata la carencia? ¿acaso se está instrumentando
una carencia para una finalidad encubierta que en realidad no responde a las
necesidades de la institución? Estos interrogantes nos permiten: un
descubrimiento y una elaboración institucional de aquellos datos que se ocultan;
conocer las distintas motivaciones grupales dentro de la institución y el grado de
coherencia entre accion y objetivos de la tarea institucional. El esclarecimiento
de las necesidades colectivas e individuales no siempre coincidentes
permite tomar cc de la necesidad real. Es un importante paso en el abordaje
de conflictos para sacar al grupo del nivel imaginario y hacer posible la
elaboración en el nivel simbólico.
La indagación y percatación de las necesidades permite descubrir el motivo real
que produce esa red de vínculos no funcionales.