Garantias Procesales Del Acusado y Sospe
Garantias Procesales Del Acusado y Sospe
Garantias Procesales Del Acusado y Sospe
en la Unión Europea”
Conclusiones ............................................................................................................................................................ 36
Bibliografía ............................................................................................................................................................... 39
2
Introducción
1 ORMAZÁBAL SÁNCHEZ, GUILLERMO, "LA FORMACIÓN DEL ESPACIO JUDICIAL EUROPEO EN MATERIA PENAL Y
EL PRINCIPIO DE MUTUO RECONOCIMIENTO", EN ARMENTA DEU, TERESA, DERECHO PROCESAL PENAL EN LA
UE: TENDENCIAS ACTUALES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO (MADRID: COLEX, 2007), PÁG. 67.
3
primero por suscripción del tratado y el segundo por la entrada en vigor del Tratado de
Lisboa, resultado de lo anterior es su innegable la obligatoriedad.
Pese a lo anterior, las diferencias dentro de los Estados miembros, en adelante EM, en la
aplicación de las distintas garantías ha producido una paralización en el avance del
principio de confianza, siendo el soporte principal para el reconocimiento mutuo en la
cooperación policial y judicial.
Esto ha devenido en innumerables sentencia de los tribunales internacionales, en especial el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos las cuales, en adelante TEDH, constatan el
atropello de ciertas garantías procesales durante los procesos penales en los EM.
En consecuencia de lo anterior es que la Unión ha venido paulatinamente armonizando el
ordenamiento jurídico de los Estados, mediante directivas que consagren la equivalencia de
derechos procesales de los acusados dentro de su territorio en simetría con lo que
establecen los pactos internacionales.
La armonización de los derechos fundamentales durante los procesos penales cumplen dos
objetivos, por un lado legitiman materialmente la comunidad política que se construye y
por otro favorece la integración por la implementación de valores comunes incitando la
pertenencia a la comunidad europea, creando una cultura jurídica común.2
Mas no se trata solo de crear un bloque mínimo de derechos, esto no es suficiente para
salvaguardar a los sujetos pasivos del atropello que pueden ser objeto mediante la incoación
de algún medio de investigación o derechamente de acusación penal por los Estados. Por lo
tanto, debe anhelarse a una integración afianzada de mecanismos en la protección de los
derechos fundamentales.
No existiendo un proceso penal común en la UE pero sí principios compartidos que
informan los distintos ordenamientos de los EM, por la existencia de tratados suscritos. Y
en particular de la CEDF, que goza de igual jerarquía que el derecho originario de la Unión
art. 6.1 Tratado de la UE, en especial este reenvió que efectúa el derecho de la Unión,
permite concluir la supranacionalidad del sistema y dota de uniformidad a los distintos
4
ordenamientos, a lo menos para garantizar la justa realización del proceso que concluye en
la potestad de utilizar el ius puniendi estatal.
En los distintos EM, el concepto de acusado o sospechoso es lo mas similar que hay y
debemos entenderlo en su sentido amplio; como la consideración por parte de las
autoridades que un determinado individuo ha configurado un tipo penal.
Los diferentes sistemas jurídicos otorgan un gran número de derecho y garantías al
acusado, que en su conjunto el CEDH y CEDF estructuran como el debido proceso,
abarcando el principio de presunción inocencia, derecho a conocer de las actuaciones
informadamente, presentar pruebas, contemplación de instancia recursiva, derecho a
interpretación y abogado. Por consecuencia algunos autores lo han descrito como un ius
naturalismo procesal en Europa, siendo característica común de la cultura jurídica europea.3
El propósito de este trabajo es determinar las garantías procesales de los acusados en el
espacio europeo, su objeto, ámbito de aplicación, contenido material y titulares de estos
derechos.
Para esto se iniciara con una breve reseña del avance que ha obtenido en este campo la
Unión para luego continuar con la descripción particular de las directivas que recogen
algunos derechos de los acusados, poder concluir las características que comparten y por
último examinar la eficacia de las garantías a nivel nacional.
Cabe advertir que en el presente trabajo no se hará un estudio de las garantías de los
acusados en los procesos de orden de detención europea, ni de las personas especialmente
vulnerables en los proceso penales. Por las particularidades propias tanto procesales como
en el plano del sujeto pasivo que intervienen. Conviene ello, no obstante, advertir que la
reciente Directiva 2016/800/UE, del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de mayo de
2016, relativa a las garantías procesales de los menores sospechosos o acusados en los
procesos penales (DOUE L132/1 21 de Mayo de 2016, p. 1 – 20) que regula, de manera
específica, las garantías mínimas de los procesos afectantes a menores de dieciocho años.
3 GUTIÉRREZ CASTILLO, VÍCTOR Y LÓPEZ JARA, MANUEL, EL DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN DEL ESPACIO
DE LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA. LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA DE
ESTOCOLMO (MADRID: TECNOS, 2016). PÁG.30 A 34.
5
Cuestiones Previas y Antecedentes
4 ORMAZÁBAL, "LA FORMACIÓN DEL ESPACIO JUDICIAL…” OP. CIT., PÁG. 66 A 70.
6
El arduo camino, la positivización en el derecho de la UE sobre las garantías del acusado
Las garantías procesales del acusado en la Comunidad Europea no resulta un tema actual en
el plano internacional. Ya desde el año 1999 durante el Consejo de Tampere se había
planteado la problemática de consagrar derechos procesales específicos para los acusados.
Específicamente en el apartado 37 de sus conclusiones “El Consejo Europeo pide al
Consejo y a la Comisión que adopten, a mas tardar en diciembre del año 2000, un programa
de medidas para llevar a la práctica el principio de reconocimiento mutuo. En dicho
programa, también deberá emprenderse una labor en torno al Titulo Ejecutivo Europeo y a
los aspectos del Derecho Procesal con respecto a los cuales se considera necesario contar
con normas mínimas comunes para facilitar la aplicación del principio de reconocimiento
mutuo, respetando los principio jurídicos fundamentales de los Estados Miembros”.
Esto no se plasmo hasta el año 2004 cuando la Comisión presentó un proyecto de decisión
marco relativa a determinados derechos procesales en los procesos penales celebrados en la
UE5. Dicho proyecto abarcaba de manera integral las garantías principales que deben
amparar a los sospechosos y acusados durante los procesos penales llevados en su contra o
en su intervención.
Este verdadero catálogo completo e integral de garantías se fue reduciendo hasta que
finalmente se incluyeron solamente los derechos a la información, a la asistencia letrada, a
la asistencia de intérprete y a la traducción de documentos.
En el año 2007 la dificultad de uniformar los diversos sistemas procesales nacionales y falta
de aquiescencia en las voluntades de los EM, decanto en la falta de aprobación de esta
normativa integral y puso fin a los intentos de consagrar las garantías necesarias para
propender a la confianza mutua, tan necesaria dentro del espacio europeo.
Esto hasta el año 2009 cuando el gobierno sueco asume la presidencia del consejo de la UE,
quien encontrándose en la necesidad de regular esta materia, aproximo de manera novedosa
esta cuestión al reafirmar los objetivos principales establecidos en años anteriores. Pero no
de desde la misma perspectiva de integralidad y completitud en una sola norma.
5 COM (2004)328.
7
Sino que busca hacerlo de manera individual y particular, de modo que para los EM les sea
mas fácil aunar intenciones mediante acuerdos parciales, para así alcanzar el avance tan
deseado.
Con esta nueva estrategia se logro llegar al concierto sobre un Plan de Trabajo propuesto
por el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, para reforzar los derechos procesales de
sospechosos y acusados en los procesos penales.
Es esta una hoja de ruta, que acoge el Programa de Estocolmo (apartado 2.4)6 y su posterior
Plan de Acción7.
Las características de este plan son las siguientes:8
Progresivo, debido a la complejidad de las materias es mejor abordarlas de manera gradual.
Por lo tanto, se tratan de manera separada en consecuencia de si hay EM que no están de
acuerdo con alguno no se bloquea la tramitación de los otros derechos. El principal
problema de esto es la falta de coherencia que pudiere ocurrir entre las distintas garantías
que se consagraran.
Flexible relacionada con lo anterior, cada garantía puede ser objeto de mayor o menor
trabajo, dedicándose mas aquellas que tengan menor grado de consenso. El plan también es
flexible en virtud de que considera que las garantías no solamente deben implementarse
normativamente sino que pudieren ser de otra naturaleza por ejemplo recomendaciones.
Realista, evita predeterminar el contenido de los derechos para que sean los EM mediante
discusión quienes lo regulen.
Ausencia de valor normativo, junto a cada medida señalada se incluye una explicación la
cual solo tiene por objeto indicar que cada medida es una propuesta y no se tiene por objeto
reglamentar por adelantado.
En virtud de este programa el consejo instruye un orden de distintas garantías que deben
plantearse para su regulación ante la Comisión. Estos derechos en ninguna medida debieran
considerarse como taxativos, ni que agotan próximas regulaciones.
Este modelo consideraba los siguientes derechos:
6 “UNA EUROPA ABIERTA Y SEGURA QUE SIRVA Y QUE PROTEJA AL CIUDADANO”, ADOPTADO POR EL CONSEJO
EUROPEO LOS DÍAS 10 Y 11 DE DICIEMBRE DE 2009, PUBLICADO EN EL DOC. 155, DE 4.5.2010.
7 COM 2010/171
8 GUTIÉRREZ Y LÓPEZ, “EL DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN DEL ESPACIO…” OP. CIT., PÁG. 105 A 106.
8
- Medida A. Asistencia de intérprete y traducción de los documentos esenciales del
proceso, en relación con la necesidad de conocer y comprender lo que está ocurriendo.
Referencia expresa a la especial atención precisada por las personas con limitaciones
auditivas.
- Medida B. Información sobre los derechos y los cargos con tiempo suficiente para
preparar la defensa, sin que ello perjudique al buen desarrollo del proceso.
- Medida C. Asistencia de letrado desde el momento procesal más temprano posible, y de
forma gratuita, en su caso.
- Medida D. Comunicación a los familiares, al empleador y/o a las autoridades consulares
del hecho de la privación de libertad.
- Medida E. Salvaguardias específicas para los colectivos especialmente vulnerables
(sujetos que presenten dificultades para comprender o seguir el proceso por su edad,
condición física y/o mental).
- Medida F. Impulso de un Libro Verde sobre la duración de las medidas cautelares
restrictivas de la libertad ambulatoria.
Estas medidas siendo orientadoras, la Comisión las respeto al pie de la letra tanto en orden
y contenidos propuestos por el consejo de la UE. En la actualidad la mayoría de estas
propuestas se reflejan en diferentes directivas europeas.
Todos los derechos contenidos en las directivas se protegían anteriormente ya sea por el
CEDH mediante la subsidiaridad del TEDH, el resultado de las directivas es aportar
efectividad practica de los derechos procesales. No solo norman, sino sobre todo aportan
medios materiales e institucionales eliminando obstáculos fácticos, dotando de realismo al
sistema.9
9 GARCÍA ROCA, JAVIER, “LA PROPUESTA DE DECISIÓN MARCO SOBRE DERECHOS PROCESALES EN PROCESOS
PENALES A LA LUZ DEL CONVENIO EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS, TRATADO CONSTITUCIONAL PARA
EUROPA Y LAS TRADICIONES CONSTITUCIONALES MÍNIMAS”. EN GARANTÍAS PROCESALES EN LOS PROCESOS
PENALES EN LA UNIÓN EUROPEA, COORD. CORAL ARANGUENA (VALLADOLID: LEX NOVA, 2007) PÁG. 60 Y 61
9
Hasta ahora se han adoptado cuatro directivas en virtud del plan de trabajo de Estocolmo.
A saber, la Directiva 2010/64/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de octubre
de 2010, relativa al derecho a interpretación y a traducción en los procesos penales(medida
A); la Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de
2012, relativa al derecho a la información en los procesos penales (medida B); la Directiva
2013/48/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2013, sobre el
derecho a la asistencia de letrado en los procesos penales y en los procedimientos relativos
a la orden de detención europea, y sobre el derecho a que se informe a un tercero en el
momento de la privación de libertad y a comunicarse con terceros y con autoridades
consulares durante la privación de libertad y Directiva 2016/1919/UE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 2016 relativa a la asistencia jurídica gratuita a
los sospechosos y acusados en los procesos penales y a las personas buscadas en virtud de
un procedimiento de orden europea de detención (medidas C y D). A estas cuatro debemos
agregar la Directiva 2016/343 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de marzo de
2016 por la que se refuerzan en el proceso penal determinados aspectos de la presunción de
inocencia y el derecho a estar presente en el juicio .
En el conjunto de normas se reconocen y aseguran a todos los acusados o sospechosos un
mínimo de derechos fundamentales, inviolables e indisponibles. Esto significa que los
derechos “pueden invocarse ante el Tribunal de Justicia de la UE, solicitando la tutela
judicial con respecto a todo acto comunitario que les afectara, en vía indirecta, mediante la
interposición de la cuestión prejudicial, y, en vía directa, contra los actos de los que sean
destinatarios o que les afecten directa e individualmente y contra los actos reglamentarios
que les afecten directamente y que no incluyan medidas de ejecución, como ante los
órganos jurisdiccionales nacionales de los EM «cuando apliquen el Derecho de la Unión»”
en aplicación del art. 51 CEDF.10
10 FAGGIANI, VALENTINA, “EL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA Y A UN PROCESO CON TODAS LAS
GARANTÍAS EN LA CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UNIÓN EUROPEA” REVISTA GENERAL DE
DERECHO EUROPEO Nº33 (2014). PÁG. 3.
10
Derecho a la Interpretación y a Traducción en los Procesos Penales (Directiva
2010/64/UE)
Esta es la primera Directiva producto del plan de trabajo de Estocolmo, toma como punto
de inicio el CEDH y la CEDF, específicamente los art. 6 del primero y 47 de la segunda
consagran el derecho a un juicio equitativo y en los apartados 3 a) y c) del primero se
reconoce expresamente el derecho a la interpretación y traducción gratuitas para quien no
conozca la lengua del proceso.
La base jurídica de esta directiva es el art. 82.2 TFUE, que consagra normas mínimas
aplicables a los EM, a fin de facilitar el reconocimiento mutuo y los derechos de las
personas durante el proceso penal.
Que sea la primera en regularse no es casual por tres razones; uno por que el derecho a
traducción e interpretación son de aquellos instrumentales imprescindibles para garantizar
en determinados supuestos la efectividad de otros, como por ejemplo el de asistencia
letrada, estar presente en actuaciones, a ser informado de la acusación, etc.; segundo, si
tenemos en cuenta que la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas que la
UE promovía desde sus orígenes es una realidad y la frecuencia los desplazamientos de
ciudadanos entre EM de manera temporal o con carácter permanente, unido al
multilingüismo de la Unión justificaba sobradamente la necesidad de actuar evitando las
consecuencias negativas que de ella pueden deducirse en los procesos penales; y por último
el amplio consenso existente respecto a esta garantía entre los EM, la información
abundante y estudios detallados sobre el particular (los proyectos GROTIUS y AGIS
financiados por la Comisión Europea dirigidos a un estudio sobre la manera de promover
normas equivalentes de interpretación y traducción jurada en los EM).11
El objeto de la directiva no es otro que armonizar las regulaciones en el espacio europeo
respecto a la traducción de documentos e interpretación para los sospechosos y acusados
durante los procesos penales. Como se podrá observar son dos derechos conexos e
íntimamente relacionados.
11
La armonización de estos derechos nunca podrá ser inferior a los establecidos en el CEDH
y en la CEDF de ahí que se establezca la “clausula de no regresión” en su art. 8, esto
significa “ninguna de las disposiciones de la nueva norma podrán interpretarse como una
limitación o excepción a cualquiera de los derechos garantizados por el Convenio Europeo
de Derechos Humanos, la Carta europea de Derechos Fundamentales u otras disposiciones
similares de derecho internacional o interno que puedan proporcionar un nivel de
protección más elevado”.
Desde el punto de vista territorial o espacial, se aplica a todo los EM de la Unión en virtud
del art. 12 con excepción de Dinamarca.12
Procedimientos donde se garantizan los derechos de interpretación y traducción, son todos
los procesos penales efectuados en los EM, la ejecución de las ordenes europea de
detención y a todo otros procedimientos no penales llevados por los EM cuando hace uso
de su potestad punitiva y que tengan recurso ante un tribunal penal, cabe aclarar que los
derechos se protegen solamente en la fase recursiva en esta situación.
En el plano subjetivo, son titulares de estos derechos según su art. 1.2. y considerando 17
todas las personas acusadas o sospechosas de la perpetración de un hecho punible que no
hable o entienda la lengua utilizada en el proceso penal, circunstancia que comprende tanto
las dificultades idiomáticas en que se pueda encontrar un sujeto como los problemas de
comprensión generados por las limitaciones o deficiencias auditivas y de expresión oral.
Cabe destacar que la directiva utiliza indistintamente la palabra de “acusado” o
“sospechoso” deliberadamente por la problemática de interpretación que pudieren efectuar
los diferentes EM y abarca todas las situaciones que pueden determinarse en contra del
sujeto pasivo en las fases procesales.13 Por lo tanto, lo que se busca es realizar una
interpretación amplia sobre esta precisión.
Se equiparan los términos nacionales y extranjeros para ser titular de derechos y garantías.
Esto es indiscutible por que las garantías procesales emanan de las personas como centro de
imputación de los derechos derivados de la dignidad humana y no de la ciudadanía o
nacionalidad.14
12
Sin perjuicio de lo anterior la sola condición de extranjero no genera la obligación positiva
del estado a otorgar la protección de este derecho, el acusado o sospechoso debe
desconocer efectivamente la lengua del proceso. Por consiguiente la directiva en su art. 2.4.
exige a los EM establecer algún tipo de mecanismo para la determinación del conocimiento
del idioma y corresponde a cada estado probar el entendimiento del lenguaje. La resolución
que establece el conocimiento de la lengua siempre será objeto de impugnación por parte
del acusado.
En el ámbito temporal, estos derechos se protegen en principio durante todo el
procedimiento. Es decir, desde la imputación del hecho ilícito por parte de la autoridad
competente hasta la conclusión del procedimiento, así lo establece el art. 1.2. de la
directiva.
Lo anterior siempre teniendo como requisito excluyente él conocimiento de la lengua para
gozar de el derecho a traducción e interpretación. Por lo tanto, nada impide si durante el
transcurso del procedimiento se acredite que el sospechoso o acusado adquiera los
conocimientos lingüísticos se justifique dejar sin efecto las medidas tomadas para amparar
estas garantías.
El contenido material y como se aproximo previamente la directiva distingue entre los
derechos de interpretación y la traducción.
El derecho a la interpretación corresponde en primer lugar la dotación de un profesional
que colabore con el acusado o sospechoso, asegurando su derecho efectivo a la defensa.
Esta cooperación deberá ser efectuada en su lengua materna o alguna que conozca y se
deberá garantizar durante todo el procedimiento e inclusive durante las comunicaciones con
su abogado. Todo lo anterior implica la presencia física del interprete durante los actos
procesales, por eso la directiva en su art. 2.6. admite el uso de tecnologías siempre y cuando
se garantice la equidad en el proceso.
En relación al derecho a la traducción, se consagra en el art. 3 de la directiva estableciendo
que los EM deberán dentro de un término razonable entregar traducidos todos los
documentos “esenciales” para que el acusado o sospechoso pueda efectivamente ejercer su
derecho a la defensa. Esta limitación de “esencialidad” en los documentos deberá ser
determinada por el juez en concreto, sin embargo la propia directiva en su art. 3.2. hace de
suyo la determinación especifica de ciertos instrumentos que gozan de este carácter como
13
lo son las resoluciones privativas de libertad, los escritos de acusación y la sentencia. La
segunda limitación a este derecho, son los casos donde no será necesaria la traducción de
algunos pasajes de documentos esenciales, cuando no sea relevante su entendimiento para
que el sospechoso o acusado tenga conocimiento de los cargos que se le imputan. Ambas
resoluciones que limitan este derecho son impugnables por el acusado.
El problema suscitado es no considerar quien efectuara esta valoración, si el traductor o
alguna autoridad. La cuestión reside hasta que punto esto no provoca indefensión, si el
sospechoso desconoce el contenido completo del documento se abre una arista que pudiere
provocar a la inseguridad jurídica lo que generaría un deterioro en el derecho a la defensa e
inclusive al principio de igualdad.15
Las traducciones por regla general deben entregarse en escrito. Por otro lado, la directiva
autoriza en el art. 3.7. efectuar una relación oral de los documentos cuando esto no afecte la
equidad en el proceso.
Hay que destacar que ha diferencia de la interpretación el cual goza de un carácter absoluto,
el derecho de traducción tiene las limitaciones ya vistas, además de poder ser renunciable
por el sospechoso o acusado.
Por último la directiva obliga a mantener un estándar de calidad en ambos derechos, para
esto insta a los EM a crear registros de profesionales idóneos para esta labor. Además en
los art. 6 indica que los EM solicitaran y la exigirán respectivamente a las personas
encargadas de la formación de los operadores judiciales que intervengan en procesos
penales que presten atención especial a las particularidades derivadas de estas garantías.
14
Corresponde al derecho fundamental de toda persona a conocer y ser informada por la
autoridad sobre el contenido y la naturaleza de la acusación formulada en su contra como
los derechos procesales que le asisten.16
La información son todos aquellos datos objetivos; como los motivos de la detención,
naturaleza de la imputación y causa de acusación. Se aplica una concepción amplia del
objeto de información, por lo que se incluye elementos fácticos del hecho ilícito y grado de
participación. 17 La información debe prestarse de manera sencilla y en una lengua
comprensible para el sujeto.
Asimismo la base jurídica de esta directiva al igual que en la de traducción e interpretación
es el art. 82.2 del TFUE. Acorde con lo anterior en su art. 10 se consagra también la
cláusula de no regresión.
En particular en el aspecto territorial, se aplica a todos los EM, con excepción de
Dinamarca.18
Los procesos donde se garantizan este derecho como explícitamente lo señala su titulo, son
aquellos de naturaleza penal. Por otra parte se contempla en procedimientos sancionatorios
que no sean de carácter penal solamente en los casos que se tenga algún recurso ante
tribunales que tengan competencia en dicha materia.
De igual modo ocurre con el elemento subjetivo, se aplica a toda persona sospechosa y
acusada, con independencia de su situación jurídica, ciudadanía o nacionalidad.
Temporalmente el EM cumple con prestar la información si lo hace según el art. 2.1, desde
el momento que se ponga en conocimiento a la persona que es sospechosa o acusada de un
ilícito. Este deber de información no se agota ahí dura hasta la conclusión del proceso por
que durante el juicio pueden surgir hechos que cambien la condición jurídica del acusado o
detenido.
15
Respecto al contenido material la directiva lo primero que hace es distinguir la situación en
que se encuentra la persona. Es así como establece derechos a todo sospechoso y acusado
de aquellos que son específicos para los que se encuentran detenidos, y en particular los que
se encuentran en cumplimiento de una orden europea de detención.
El art. 3 consagra aquella información que le asiste a toda persona como el derecho de tener
acceso a un abogado, asistencia jurídica gratuita o las condiciones para obtenerla, ser
informado del objeto de la acusación, el derecho a permanecer en silencio, derecho a
interpretación y traducción.
La información del derecho a guardar silencio al investigado desde un momento incipiente
en el proceso se transforma en presupuesto esencial para su ejercicio, toda vez que tan sólo
podrá adoptar este comportamiento si tiene conocimiento del derecho que le asiste. El
derecho a guardar silencio se refiere a las cuestiones relacionadas con la investigación
penal y no con otros extremos de imprescindible conocimiento, como es la identificación de
la persona.19
La comunicación de estos derecho puede efectuarse de manera verbal o escrita, siempre que
se observe el respeto al derecho a la defensa y al debido proceso.
Aquellos derechos especifico a los detenidos están detallados en los art. 3 y 4.2, en
particular la declaración de derechos debe contener información sobre el derecho a
informar a las autoridades consulares y a un tercero, derecho de acceso a la atención medica
urgente, e información sobre el máximo número de horas o días en que una persona
sospechosa o acusada puede permanecer privada de libertad. Todo esto además de informar
las posibilidad de impugnación según el ordenamiento nacional sobre la detención o
solicitud de libertad provisional.
En contraste con la situación anterior en los casos de privación de libertad los derechos solo
pueden ser indicados de manera escrita.
La directiva dispone una verdadera carta de derechos lo que es el principal aporte en esta
materia.
16
La norma no solo garantiza los derechos a información, además protege el derecho de
acceso al expediente de investigación, se asegura la vista a los documentos esenciales que
resulten fundamentales para asegurar una correcta defensa en el procedimiento.
Los limites del derecho de acceso se encuentran en la negación de la autoridad por motivos
de defensa de un interés público importante o que del acceso pudiera provocarse amenaza
grave para la vida o los derechos fundamentales de otra persona. La resolución que
deniegue el acceso es siempre temporal, motivada y ponderada con el derecho a la defensa
que le asiste al sospechoso o acusado.
Para finalizar al igual que la directiva sobre interpretación y traducción, en su art. 9 exige a
los intervinientes judiciales u operadores la observancia estricta de este derecho.
17
con él y con autoridades consulares durante la detención. Al igual que sus predecesoras
establece la clausula de no regresión en sus art. 14 y considerandos 53 y 54.
La delimitación espacial o territorial de esta directiva se aplica a todos los EM, con
excepción de Dinamarca como es común en estas iniciativas, pero se agregan Reino Unido
e Irlanda que no han hecho la opción de integrarse a esta normativa. Ocurriendo a
diferencia de las anteriores, ser la primera directiva sobre garantías procesales que no goza
de un marcado respaldo dentro de la Unión.21
También se delimita lo que comprende por infracción penal, en su art. 2.1. el párrafo cuarto
matiza la aplicación de la directiva, limitándola solo a procedimientos que se evacuan ante
un tribunal con competencia penal en caso de infracciones leves, siendo aquellas como
señalan los considerandos 16 y 17, las que no traen aparejado la sanción privativa de
libertad y conocida por un tribunal distinto al penal.
En el plano subjetivo sin perjuicio que no señala que se entiende por sospechoso y acusado,
los titulares de estos derechos son idéntico al las anteriores. Es decir, una interpretación
amplia de acusado y sospechoso.
Mismo trato tiene el aspecto temporal, desde la primera gestión hasta la conclusión del
proceso.
Para efectuar el análisis del contenido material, debe hacerse la distinción previa de los
derechos que la directiva tutela.
El derecho de comunicación o información, es lo que Amnistía internacional conoce como
“derechos del detenido a comunicarse con el mundo exterior”. El derecho se contempla en
los art. 4, 5 y 6 y comprende la comunicación a un tercero particular que designe el
sospechoso sobre su situación, para lo cual la autoridad deberá hacerlo sin demora
21REINO UNIDO E IRLANDA HACIENDO USO DE LA CLÁUSULA OPT-OUT QUE HOY LES RECONOCE EL PROTOCOLO
Nº 25 ANEXO AL TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA Y TRATADO DE FUNCIONAMIENTO DE LA UNIÓN EUROPEA
18
justificada. Por otra parte establece la obligación positiva de los EM de todo sospechoso o
acusado extranjero tenga el derecho a informar a las autoridades consulares del que es
nacional.
Los limites de este derecho como consagra la directiva solo puede ser justificado por la
autoridad en caso de “razones imperiosas” y ejemplifica ciertas situaciones que gozan de
este carácter; como lo son la necesidad urgente de impedir graves consecuencias para la
vida, libertad o integridad física de las personas; así como prevenir una situación que pueda
poner en riesgo de forma grave el proceso penal.
Por otro lado en lo relativo al derecho a la asistencia letrada, se encuentra regulado en el
art. 3 de la directiva y se contempla el momento en que debe de ser asistido por un letrado,
es dentro de unos plazos y en unas condiciones que permitan el ejercicio efectivo de su
derecho de defensa. Establece cuatro situaciones obligatorias en la que debiera contar el
sospechoso con la asistencia jurídica; a) antes de que el sospechoso o acusado sea
interrogado por la policía u otras fuerzas o cuerpos de seguridad o autoridades judiciales,
encargándose el Considerando 20 de aclarar lo que ha de entenderse por “interrogatorio
policial” excluyendo los de carácter preliminar a efectos de mera identificación o con
ocasión de cacheos o controles de tráfico ; b) en el momento en que las autoridades de
instrucción u otras autoridades competentes realicen una actuación de investigación o de
obtención de pruebas con arreglo al apartado 3 c) esto es, ruedas de reconocimiento, careos
o diligencias de reconstrucción de los hechos; c) sin demora injustificada tras la privación
de libertad (si bien cabe excepcionar temporalmente la operatividad de este supuesto en los
casos de lejanía geográfica a que alude el apartado 5 del art.3); y d) con la suficiente
antelación antes de que el sospechoso o acusado citado a personarse ante el tribunal
competente en materia penal se presente ante dicho tribunal.
La asistencia del letrado debe ser efectiva esto significa que las reuniones y
comunicaciones entre sospechoso y letrado deben ser de carácter presencial.
La normativa sí se refiere a lo que entiende por letrado, y lo define en el considerando 15
como “la persona que, con arreglo al Derecho nacional, esté cualificada y facultada,
también mediante su acreditación por parte de un órgano autorizado, para prestar
asesoramiento y asistencia jurídicos a sospechosos o acusados”.
19
Un aspecto peculiaridad de la directiva es la importancia al carácter de “confidencialidad”
de las relaciones entre el sospechoso y su abogado. Esto resulta necesario para una
adecuada defensa y constituye un requisito esencial para el juicio justo.
La confidencialidad implica no solo que los EM deben abstenerse de obstaculizar dichas
comunicaciones o de acceder a ellas, sino en caso de que el sospechoso o acusado esté
privado de libertad o se encuentre sujeto al control del estado de otra forma, deben velar
por que las disposiciones en materia de comunicación la protejan y sustenten. Este atributo
no goza de un carácter absoluto, los considerandos 33 y 34 incluyen excepciones sobre esta
materia como lo es si a partir de indicios objetivos se sospecha que el letrado puede estar
implicado en la comisión de una infracción penal o afecta el orden público o seguridad
interior. 22
La norma también comprende excepciones a la obligación del estado de prestar asistencia
letrada, todas las cuales deben ser motivadas y son en los casos de impedimentos
geográficos, y la consagrada en el art. 3.6. estableciendo que los EM podrán dejar de
aplicar estos derechos en casos justificados siendo los de necesidad urgente para evitar
graves consecuencias a la vida, la libertad, o la integridad física de una persona o
comprometer el proceso penal. Sin perjuicio de lo anterior estas excepciones deben ser
siempre autorizadas por los tribunales nacionales.
La directiva en el art. 9 contempla que el derecho es renunciable y podrá hacerse de manera
verbal o escrita por el acusado. A causa de lo anterior se infiere el derecho a la autodefensa,
es decir, la defensa efectuada personalmente por el imputado o sospechoso durante el
proceso, excluyendo la defensa técnica.
El problema que genera la directiva es al subentender este derecho sin realizar alguna
declaración expresa, es dejar a cada EM la regulación total del mismo y por lo tanto
corresponderá a estos en particular la aceptación o no de este derecho.
La solución a la proposición anterior puede encontrarse en la doctrina del TEDH quien
entiende que el derecho a la autodefensa no es absoluto, por lo que puede limitarse
atendiendo a las circunstancias del sujeto (formación, conocimiento de consecuencias, etc.)
o del proceso (ante quien se ventila) correspondiendo al Dº interno analizar en que casos se
22 ARANGÜENA FANEGO, “EL DERECHO A LA ASISTENCIA LETRADA…” OP. CIT., PÁG. 25.
20
contempla la autodefensa, siempre que este considere una defensa adecuada, entendida
como tal aquella que no genera indefensión.23
Cabe destacar que durante su tramitación no se estableció la gratuidad de la asistencia
principalmente por el temor a la desaprobación de la misma debido al coste económico en
la transposición y la disparidad jurídica existente en los distintos EM. Este miedo fue
superado como veremos, mediante la directiva 2016/1919/UE del Parlamento Europeo y
del Consejo, de 26 de octubre de 2016 relativa a la asistencia jurídica gratuita a los
sospechosos y acusados en los procesos penales y a las personas buscadas en virtud de un
procedimiento de orden europea de detención.
Hace falta en la regulación el derecho de acceso del personal médico y de atención de salud
en los casos que el acusado se encuentre privado de libertad.
Por último se debe hacer mención a la singularidad de la ciudadanía europea y el derecho a
la protección diplomática por otro EM del que no fuera nacional para un ciudadano
europeo, que emana del art.23 del TFUE, y la directiva obvió de manera correcta. Por que
dicha norma es la única que tienen proyección exterior al territorio de la Unión, lo que no
viene al caso en la regulación mediante una directiva cuyo objeto es armonizar el espacio
de libertad, seguridad y justicia dentro del territorio de la Unión.
21
El objeto de la directiva es reforzar en el proceso penal y el derecho a un juicio justo,
estableciendo unas normas mínimas comunes relativas a determinados aspectos de la
presunción de inocencia y al derecho a estar presente en el juicio.
Es aplicable territorialmente a todos los EM, con excepción como ya es frecuente en las
ultimas directivas de Dinamarca, Reino Unido e Irlanda.24
Se garantizan los derechos solamente en los procesos penales, excluyendo de plano los
procedimientos civiles y administrativos. En particular a aquellos administrativos que
puedan dar lugar a sanciones, como los procedimientos en materia de competencia,
comercio, servicios financieros, infracciones de tráfico, tributos o recargos tributarios, ni a
las investigaciones que las autoridades administrativas efectúen en relación con tales
procedimientos, según señala su considerando 11.
Respecto a los titulares de los derechos consagrados se regula que será aplicable solo a
personas naturales sospechosas y acusadas, descartando expresamente las personas
jurídicas, ello responde al “enfoque gradual de la intervención de la UE” en el ámbito de los
derechos procesales en materia penal y a la necesidad de una intervención proporcionada.
Se reconoce la falta de uniformidad normativa respecto a las responsabilidades de estas
personas en los distintos EM, la directiva aprecia que las personas jurídicas gozan de
presunción de inocencia pero a la vez se plantea que no en la misma medida que las
personas naturales, se entiende que el derecho a la presunción de inocencia cubre distintas
necesidades y niveles de protección según se trate de personas físicas o jurídicas, recalca ya
en la Propuesta de Directiva que “el derecho de las personas jurídicas a la presunción de
inocencia está protegido por garantías previstas en las legislaciones nacionales y de la
Unión, conforme a la interpretación de los tribunales y del Tribunal de Justicia, así como el
CEDH, conforme a la interpretación del TEDH”.25 Por lo tanto, en el considerando 13 se
observa una calificación de medida distinta en lo que corresponde al principio en el ámbito
subjetivo de aplicación.
Lo anterior es criticado por el propio Parlamento Europeo, que entiende que “la Directiva
debe aplicarse a las personas jurídicas porque los procedimientos penales contra personas
22
jurídicas deberían desarrollarse con las mismas garantías que en el caso de personas
físicas”, teniendo en cuenta que en distintos ordenamiento internos, ya se regula el
concepto de responsabilidad penal de las personas jurídicas. 26
Sin perjuicio de lo anterior, la directiva genera una pregunta en el terreno subjetivo de su
aplicación, si está solo se aplica a las personas naturales según su art. 2. Nos encontramos
en la disyuntiva si es solo aplicable a la presunción de inocencia o si también incluye el
derecho de estar presente en juicio a las personas jurídicas, en el entendido que deba
personarse su representante legal.
A priori y en un tenor literal de la norma podría decirse que no son titulares de este derecho
dado que el art. 2 ya mencionado incluyendo los considerandos 12, 13 y 14 lo señalan
expresamente, por lo que estarían excluidas.
Temporalmente la presunción de inocencia debe ser reconocida siempre incluso antes de la
comunicación a la persona sospechosa o acusada y aplicarse con igual celo durante todo el
procedimiento hasta la resolución definitiva se encuentre firme.
Para determinar el contenido material de los derechos establecidos en la norma hay que
distinguir de la presunción de inocencia al derecho a estar presente en juicio.
En lo que respecta al principio de inocencia, contempla la carga de la prueba en la parte
acusatoria. Por lo tanto, es deber del estado u sujeto activo en el proceso acreditar los
hechos ilícitos que son contenidos en la imputación.
Este principio irradia también el actuar de los organismos de investigación lo que
comprende en la actitud objetiva de efectuarla tanto de las pruebas inculpatorios como las
que no.
Lo novedoso en la disposición es que crea en su art. 4 una obligación de abstención en las
autoridades al establecer que en sus declaraciones el sospechoso o acusado no podrá
referírsele como culpable sino que hasta el momento que resuelva la autoridad judicial.
Esto no impide que las autoridades divulguen información del proceso cuando sea
necesario para su esclarecimiento y toda difusión de información deberá ser motivada por
la autoridad y evacuarse de manera proporcionada al objeto de la directiva.
26 LEY ORGÁNICA 5/2010, DE 22 DE JUNIO, POR LA QUE SE MODIFICA LA LEY ORGÁNICA 10/1995, DE 23 DE
NOVIEMBRE, DEL CÓDIGO PENAL, INTRODUJO EN EL ORDENAMIENTO ESPAÑOL LA RESPONSABILIDAD PENAL DE
LAS PERSONAS JURÍDICAS.
23
Por consiguiente refiriéndonos a el derecho de estar presente en juicio la norma contempla
los casos en que pueden ser enjuiciados personas en su ausencia, pero con la previsión de
los acusados deben ser informados oportunamente y defendidos por un letrado. En la
imposibilidad en la notificación porque no ha podido ser localizado pese a haberse
invertido en ello esfuerzos razonables, por ejemplo si la persona ha huido o se ha fugado,
debe ser posible incoar un proceso y poder adoptar una resolución final en ausencia del
sospechoso o acusado y que se ejecute dicha resolución. En tal caso, los EM deben
garantizar cuando los sospechosos o acusados sean informados de la resolución en
ausencia, en especial si se les detuviere, se le comunique la posibilidad de impugnarla y del
derecho a tener un nuevo juicio o a interponer otro tipo de recurso según lo establece el art.
9 de la directiva.
Se contempla la posibilidad de que los sospechosos o acusados renuncien al derecho a estar
presente en juicio, pero no se contempla la manera específica las condiciones para esta
situación. Aunque sí en el Considerando 35, el cual después de establecer que el derecho
de los sospechosos o acusados a estar presentes en el juicio no es absoluto, añade que “en
determinadas circunstancias, los sospechosos y acusados han de poder renunciar a ese
derecho, de manera expresa o tácita, pero siempre inequívoca”.
La Directiva deduce que el ejercicio del derecho a guardar silencio o no declarar contra si
mismo “no se utilizará en su contra ni se considerará prueba de haber cometido la
infracción penal de que se trate”, con la salvedad contemplada en su considerando 28 de la
Directiva precisa que “Ello debe entenderse sin perjuicio de las normas nacionales relativas
a la valoración de la prueba por parte de los jueces y tribunales, siempre que se respete el
derecho de defensa”.
No se puede concluir el análisis de este precepto sin poner de manifiesto que la Directiva
no hace referencia alguna, dentro del mismo, a las consecuencias de las pruebas obtenidas
con vulneración de los derechos a no declarar contra sí mismo y a guardar silencio, algo
que sí se recogía en su propuesta y disponía que “las pruebas obtenidas en vulneración del
presente art. serán inadmisibles, salvo si su uso no menoscaba le equidad global del
proceso”. Se preveía, por tanto, una regla de inadmisibilidad de las pruebas obtenidas en
vulneración de dichos artículos.27
24
Asistencia Jurídica Gratuita a los Sospechosos y Acusados en los Procesos Penales
(Directiva 2016/1919/UE)
25
se aplicara a su vez cuando se vaya a adoptar una decisión sobre la detención, y durante la
detención, en cualquier fase del proceso hasta su conclusión. Esto es relevante dado la
propia norma en su considerando 15 establece casos que no considera como privación de
libertad la identificación del sospechoso o acusado; la decisión sobre la procedencia de
iniciar una investigación; la comprobación de la posesión de armas u otras cuestiones de
seguridad similares; los actos de investigación o de obtención de pruebas que no sean los
mencionados específicamente en la norma, como los cacheos, los reconocimientos físicos,
los análisis de sangre, de detección de alcohol u otros similares, o la obtención de
fotografías o de huellas dactilares, la presentación del sospechoso o acusado ante una
autoridad competente de conformidad con el derecho nacional -esta última es la que podría
ocasionar mayores problemas en la práctica y ejercicio del derecho-.
En lo respectivo al elemento subjetivo al igual que sus antecesoras se introduce el concepto
de sospechoso o acusado en sentido amplio. Esto no significa que el EM deba prestar
gratuitamente asesoría letrada a todas las personas, sino que debe contemplarse un
mecanismo de valorización de los medios económicos de las personas para gozar de este
derecho según los términos del art. 4.
La apreciación de los factores económicos es determinada por los EM, eso si la directiva
establece causales que contemplan la evaluación positiva y son los casos cuando se ponga a
un sospechoso o acusado a disposición del órgano jurisdiccional competente para decidir
sobre su detención en cualquier fase del proceso y durante la detención.
En la evaluación debe considerarse todos los factores pertinentes, por ejemplo como señala
el articulado los ingresos, patrimonio y la situación familiar del interesado, así como el
coste de la asistencia de un letrado, el nivel de vida en dicho EM, gravedad de la infracción
penal, la complejidad de la causa y la severidad de la posible sanción.
Temporalmente, este derecho le corresponde a los acusado o sospechosos desde el inicio
del proceso según lo entendido en directivas anteriores y hasta la conclusión del mismo. La
asistencia gratuita debe realizarse sin demora justificada a mas tardar, antes del
interrogatorio que efectúe la policía, otra autoridad policial o una autoridad judicial, o antes
de que se lleven a cabo los actos de investigación o de obtención de pruebas a que se refiere
el art. 2 ya visto.
26
Siendo la carga de la prueba del merito de gozar de este derecho de cada EM implica que
puede retirarse este beneficio si las condiciones evaluadas varían.
El contenido material de este derecho se traduce en la efectividad y calidad de la asistencia
letrada obligando a los EM conservar el beneficio de manera continua durante el proceso y
asegurar la formación adecuada de los profesionales que intervengan.
Se contempla en el art. 7.4 el derecho de los sospechosos a solicitar un cambio de letrado
cuando sea justificado, a guardar silencio por el sospechoso o acusado y con arreglo a la
directiva 2013/48 el derecho a la asistencia técnica gratuita se plantea como de aquellos
renunciables por su titular.
27
obligado, tomando en consideración su derecho interno a interpretarlo en la medida de lo
posible a la “luz y letra” de la finalidad de la decisión marco.30
Es innovadora que lejos de obligar a jueces nacionales a interpretar de manera conforme al
derecho de la UE exige aplicación directa de las decisiones marco.
Como es sabido la principal diferencia entre directivas y antiguas decisiones marco es que
las segundan no gozan de efecto directo. Por lo tanto el TJCE carecía de competencias para
controlar su validez o proporcionalidad.
Además del inconveniente que la comisión europea no puede iniciar ningún procedimiento
por incumplimiento, adopción por unanimidad, carácter intergubernamental o la
imposibilidad que el TJCE pueda controlar judicialmente el actuar del EM a menos que este
acepte la competencia prejudicial en ese ámbito.
El problema para particulares surge al no tener derecho a invocar el efecto directo y el
TJCE al no poder controlar deja sin efecto útil este instrumento.
La solución a esta controversia es si el principio de interpretación conforme es aplicable a
las decisiones marco motivadas por la cooperación policial y judicial en el derecho
nacional.
La sentencia resuelve la problemática respondiendo positivamente en su considerando
Nº42.
Esta se funda principalmente en el deber de colaboración leal siendo un principio
constitucional de la UE que promueve la eficacia en la organización de poderes y las
relaciones de los EM entre ellos y hacia la comunidad. De él se derivan tres deberes
generales. Primero los EM deben colaborar activamente en el sentido de adoptar mediadas
generales o particulares para asegurar el cumplimiento del derecho comunitario, segundo
deben ayudar a las instituciones comunitarias en su cometido y por último deben abstenerse
de adoptar medidas que impidan la realización de los fines del tratado de la comunidad.31
30 JIMENO BULNES, MAR, “PERSPECTIVA ACTUAL DEL ESPACIO JUDICIAL EUROPEO EN MATERIA CIVIL Y PENAL.
ESPECIAL INCIDENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA”. EN NUEVAS APORTACIONES AL ESPACIO DE LIBERTAD,
SEGURIDAD Y JUSTICIA HACIA UN Dº PROCESAL EUROPEO DE NATURALEZA CIVIL Y PENAL, COORD. MAR JIMENO
BULNES (GRANADA: COMARES, 2014) PÁG.23 Y 24.
31 MUÑOZ DE MORALES ROMERO, MARTA, “LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME A LAS DECISIONES - MARCO: ¿HACIA EL EFECTO DIRECTO?: ESPECIAL REFERENCIA AL CASO
PUPINO”. EN EL DERECHO PENAL DE LA UNIÓN EUROPEA. SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO.
DIRECTORES LUIS ARROYO, ADÁN NIETO MARTÍN, COORDINADO MARTA MUÑOZ DE MORALES ROMERO
(CUENCA: DE LA UNIVERSIDAD DE CASTILLA - LA MANCHA ,2007) PÁG. 292 A 306.
28
Transposición y eficacia en España
La Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882, en adelante LECrim, fue modificada por dos
leyes de reforma; la ley 41/2015, de 5 de octubre, de modificación de la ley de
enjuiciamiento criminal para la agilización de la justicia penal y el fortalecimiento de las
garantías procesales y la ley orgánica 13/2015, de 5 de octubre, de modificación de la ley
de enjuiciamiento criminal para el fortalecimiento de las garantías procesales y la
regulación de las medidas de investigación tecnológica.
La creación normativa es necesaria para la transposición en el ordenamiento interno de las
directiva vistas supra relativas a los derechos y garantías que gozan los acusado en la UE.
Con la advertencia que no se han transpuesto ni la directiva relativa a la asistencia jurídica
gratuita ni la presunción de inocencia. Esto por que se han promulgado con anterioridad a la
dictación de ambas directivas, sin perjuicio de esto podremos ver que se encuentran ciertos
derechos de ambas en las leyes de reforma.
El legislador español establece algo similar a un estatuto básico del sospechoso o acusado
en sintonía con los sistemas procesales penales más avanzados de Europa y el derecho de la
Unión.
Confiriendo un tratamiento de “derechos procesales de naturaleza fundamental” en la LO
13/2015, a contrario de aquellos otros que son “derechos procesales de naturaleza
ordinaria” recogidos en la Ley ordinaria 41/2015.
Por lo tanto, se regulan en leyes distintas derechos que debieran haber integrado una sola
para dar coherencia, concentración y uniformidad al sistema de garantías. Esto bajo el
pretexto de la incidencia o no, de las materias a regular, en los derechos fundamentales de
la Constitución Española, en adelante CE.
No se comprende la diferente ubicación legislativa de unos y otros, por que no todos los
ubicados en la ley orgánica se encuentran explícita consagrados en la CE, ni aquellos los
regulados en la Ley de inferir rango son derechos procesales básicos u ordinarios en sentido
estricto, puesto que en la medida en que el derecho a los recursos, que es el específicamente
previsto en la Ley 41/2015, constituye una evidente proyección del derecho de acción y de
su reverso, el derecho de defensa.32
29
En la creación de este estatuto se modifican los art. 118 , 509 , 520 y 527 y se introduce un
nuevo art. 520 ter en la LECrim con la introducción de las garantías vistas a priori que el
Derecho de la UE consagra.
El precepto 118 de la LECrim, consagra una relación de los derechos mínimos, básicos,
esenciales que corresponden a “toda persona a quien se atribuya un hecho punible”.
El nuevo art. 118 es el siguiente:
30
dispuesto en el art. 527 y que estará presente en todas sus declaraciones así
como en las diligencias de reconocimiento, careos y reconstrucción de hechos.
3. Para actuar en el proceso, las personas investigadas deberán ser
representadas por procurador y defendidas por abogado, designándoseles de
oficio cuando no los hubiesen nombrado por sí mismos y lo solicitaren, y en
todo caso, cuando no tuvieran aptitud legal para hacerlo.
Si no hubiesen designado procurador o abogado, se les requerirá para que lo
hagan o se les nombrará de oficio si, requeridos, no los nombrasen, cuando la
causa llegue a estado en que se necesite el consejo de aquéllos o haya de
intentar algún recurso que hiciese indispensable su actuación.
4. Todas las comunicaciones entre el investigado o encausado y su abogado
tendrán carácter confidencial.
Si estas conversaciones o comunicaciones hubieran sido captadas o intervenidas
durante la ejecución de alguna de las diligencias reguladas en esta ley, el juez
ordenará la eliminación de la grabación o la entrega al destinatario de la
correspondencia detenida, dejando constancia de estas circunstancias en las
actuaciones.
Lo dispuesto en el párrafo primero no será de aplicación cuando se constate la
existencia de indicios objetivos de la participación del abogado en el hecho
delictivo investigado o de su implicación junto con el investigado o encausado
en la comisión de otra infracción penal, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley
General Penitenciaria.
5. La admisión de denuncia o querella, y cualquier actuación procesal de la que
resulte la imputación de un delito contra persona o personas determinadas,
serán puestas inmediatamente en conocimiento de los presuntamente
responsables.”
31
pertinentes para su defensa. Se encuentran implícitos o presupuestos en los derechos
expresamente reseñados y no conlleva, en materia de garantías procesales, una
modificación radical y profunda.33
Ahora en especifico a el derecho a la interpretación y traducción, en España no se encuentra
recogido en la CE a diferencia de los textos internacionales, pero su reconocimiento se ha
efectuado continuamente en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, baste como
muestra las STC 387/1988 y STC 74/1987 188/1991, 30/1989. Que al interpretar el art. 24
CE, por partida doble lo entienden comprendidos al derecho a la proscripción de la
indefensión art.24.1 y contemplando el derecho a la tutela judicial efectiva y 24.2 al debido
proceso. Ambos preceptos comprenden el derecho a la defensa en sentido amplio.
La modificación efectuada a la LECrim, en especifica, el art.118.1ºf) reconoce el “derecho
a la traducción e interpretación gratuitas de conformidad con lo dispuesto en los art. 123 y
127 ”.
El art. 118.1º.f) reconoce el “derecho a la traducción e interpretación gratuitas de
conformidad con lo dispuesto en los art. 123 y 127 ”.
El derecho a la interpretación a diferencia de la traducción es irrenunciable por que
entiende el legislador es un presupuesto esencial para poder ejercer los demás derechos si
se tiene en cuenta que ninguna información, ni asistencia letrada, ni garantías esenciales, ni
siquiera derechos fundamentales pueden practicarse si no se comprende la lengua en la que
se comunican.
El nuevo precepto 123 de la LECrim enumera y regula los derechos a la interpretación y
traducción que corresponden a los investigados o encausados. El art. en su letra d) establece
que deberán ser traducidos, en todo caso, las resoluciones que acuerden la prisión del
imputado, el escrito de acusación y la sentencia, como se observa la redacción es
prácticamente idéntica redacción que la directiva.
Además el legislador consagra que tienen que ser traducidos todos aquellos documentos
esenciales en el proceso, sin individualizarlos por lo que sea el Juez quién, con arreglo a su
juicio, estime conveniente o inoportuna la traducción de ciertos documentos en el seno del
proceso, en función de su concreta incidencia en el derecho de defensa. Sin perjuicio de lo
anterior la letra e) garantiza el derecho a presentar una solicitud motivada para que se
33 IBÍD.
32
considere esencial un documento y el juez analizara si este reviste la efectiva
“esencialidad”.
Los gastos de traducción e interpretación derivados del ejercicio de los derechos recién
analizados serán sufragados, según el art. 123.1. párrafo final, por la Administración, con
independencia del resultado del proceso.
El Art. 125.1 LECrim modificado de acuerdo Ley Orgánica 5/2015, preceptúa la obligación
en cualquier etapa del proceso, si el juez o tribunal a instancia de abogado del imputado
observara la necesidad de un traductor, este deberá comprobar efectivamente si es necesario
procurarlo.
El problema en la transposición del art. 2.5 de la directiva respecto al la impugnación de la
negación de traducción art. 125 LECrim, esta dista de ser suficiente. Por ejemplo, no aclara
el modo de proceder cuando la negación proceda de una autoridad encargada de la
investigación previa a la existencia del proceso judicial (Policía o Ministerio Fiscal).34
La duración del derecho se indica en los art. 118 y 123.1 LECrim, garantizándolo desde el
primer interrogatorio policial, judicial o ministerio fiscal y las conversaciones que pueda
tener con su abogado hasta la conclusión del mismo, no obstante puede adelantarse.
Se admite el uso de tecnología en la interpretación como regla general, por ejemplo vídeo
conferencia. Como lo da entender el art. 123.5 LECrim “la asistencia de interprete se podrá
prestar por medio de videoconferencia o cualquier medio de telecomunicación, salvo que el
tribunal o juez o el fiscal, de oficio o a instancia de interesado o de su defensa, acuerde la
presencia física del interprete...”. La transposición estuvo mal hecha dado que debiera ser
esta la excepción y la regla general tiene que ser la presencia física del interprete para
realizar un mejor derecho la defensa. Mas aun la LECrim no dice nada respecto de la
calidad de la interpretación a diferencia de la directiva art.2.8.35
El art.123.4 LECrim al igual que directiva exige que se haga en un plazo razonable para
asegurar la correcta defensa del sospechoso, consagra que desde se acuerde la traducción
por las autoridades se suspenderán los plazos procesales que sean de aplicación.
33
En España no se ha atendido correctamente la directiva, si bien el art. 124.1. LECrim
establece la creación de un registro esta lo pospone limitándose a comprometer al gobierno
a presentar un proyecto de ley para la creación en el plazo de un año desde la entrada en
vigor de la ley de transposición. Además prescinde de establecer que requisitos deben tener
los profesionales para acceder al mismo.
Respecto al derecho a la información en España deriva del Art. 17.3 CE que consagra el
derecho fundamental de toda persona, a ser informada de forma inmediata y de modo que le
sea comprensible, de sus derechos, y de las razones de su detención.
La directiva se ha transpuesto con la profunda modificación del art. 118 LECrim y nuevo
art.520 en el cual se adiciono nuevos derechos que incluso existan antes de la modificación
del precepto no era obligación informarlos.
La UE en la directiva dio modelos de carta de derechos, España no opto por estos, ni creo
uno nuevo por lo tanto corresponde a las autoridades y tribunales fijar el documento donde
se consignen los derechos a informar.
El nuevo art. 118.1. a) de la LECrim, reconoce “el derecho de toda persona a quién se
atribuya un hecho punible a ser informado de los hechos que se le atribuyan, así como de
cualquier cambio relevante en el objeto de la investigación y de los hechos imputados. Esta
información será facilitada con el grado de detalle suficiente para permitir el ejercicio
efectivo del derecho de defensa”.
El derecho de información se refiere no solo a la divulgación de los derechos mínimos que
asisten al sospechoso, también debe informarse los hechos y material probatorio que
sustentan la acusación y su fundamentación jurídica. Y se incluyen las modificaciones del
contenido de la acusación durante la investigación o proceso.
El legislador se refiere, solamente a la información de los “hechos” sin alusión expresa a la
calificación jurídica, hemos de entender que esta se encuentra incorporada a la proposición
siguiente del art., atinente al derecho de información sobre “cualquier cambio relevante en
el objeto de la investigación”.36
Lo novedoso del art. 118.1.a) y 775.2 es la mención expresa a deber de informar si cambia
la naturaleza de las acusación y además el tener acceso material al expediente.
36 CALAZA LÓPEZ, “FORTALECIMIENTO DE LAS GARANTÍAS PROCESALES …” OP. CIT., PÁG. 18.
34
La ubicación de este derecho de acceso a la información, con antelación al derecho de
asistencia letrada, es razonable, si se toma en cuenta que será a partir de este momento
cuando el investigado se transforma en parte procesal que debiera ser asistido por abogado
para no exponerse a una condena en ausencia.
El art. 118.1 g) reconoce el “derecho a guardar silencio y a no prestar declaración si no
desea hacerlo, y a no contestar a alguna o algunas de las preguntas que se le formulen”.
Esto se encuentra relacionado directamente con las directivas respecto al derecho de
información y sobre la presunción de inocencia.
Por último, el art. 118.1. h) reconoce el “derecho a no declarar contra sí mismo y a no
confesarse culpable”.
Estos derechos fundamentales, son manifestaciones del derecho de defensa que refuerzan
la libertad de elección del ejercicio de auto-defensa, garantizando al investigado o
encausado mantener pretensiones exculpatorias o a no declarar en sentido alguno.37
En consideración al derecho de asistencia letrada goza de un carácter o naturaleza
irrenunciable, en la medida en que la voluntad adversa del imputado al nombramiento de un
abogado de provocará, ipso facto, la designación de uno de oficio en cualquier fase del
procedimiento.
El art. 118. 1. d) y e) reconocen expresamente el “derecho a designar libremente abogado,
sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1 a) del art. 527 ” y el “derecho a solicitar
asistencia jurídica gratuita, procedimiento para hacerlo y condiciones para obtenerla”.
Por consiguiente cuando a la persona se le atribuya la comisión del hecho punible y toma
conocimiento de la imputación, se tendrá que dar cumplimiento a la exigencia
constitucional de la asistencia técnica o pública del Abogado defensor y solo en casos
excepcionales y cuando la ley lo contempla se admitirá la autodefensa.
El derecho a la comunicación y entrevista reservada del art. 118.2 de todo investigado con
su abogado es de tal relevancia que debe calificarse como un requisito elemental o básico
del proceso equitativo en una sociedad democrática.
Pero el presupuesto procesal no se cumple únicamente con la asistencia técnica del letrado,
a su vez requiere, la representación por procurador, como impone el precepto 118.3 de la
37 IBÍD.
35
LECrim. Así, este precepto dispone, de manera expresa, que “para actuar en el proceso, las
personas investigadas deberán ser representadas por procurador y defendidas por abogado,
designándoseles de oficio cuando no los hubiesen nombrado por sí mismos y lo solicitaren,
y en todo caso, cuando no tuvieran aptitud legal para hacerlo”.
Ciertamente se traspone la directiva pero lo hace de una forma incompleta pues, como
hemos visto, no regula, por ejemplo, frecuencia y medios de la comunicación entre el
sospechosos o acusado y su letrado. Tampoco encontramos en ella disposiciones relativas a
la duración y frecuencia de las reuniones entre un sospechoso o acusado y su letrado ni de
las medidas que pueden adoptarse para garantizar la seguridad y la protección en el lugar en
que se celebre la reunión. Estas insuficiencias seguramente se deben a la urgencia de la de
reforma, como señala su exposición de motivos, resulta preciso afrontar de inmediato
ciertas cuestiones que no pueden aguardar a ser resueltas con la promulgación del nuevo
texto normativo que sustituya a la más que centenaria LECrim.38
Conclusiones
35 (2015) PÁG. 3.
36
3. La UE ha optado por la utilización de directivas en vez de reglamentos para regular
las garantías de los acusados, hubiera sido preferible los segundo por ser el
instrumento que mejor ayuda a la confianza mutua. Esto en virtud del riesgo que los
TC de los Estados revisen las transposiciones y resuelvan la inconstitucionalidad de
los mismos, los reglamentos evitan esto dado que no precisan transposición.
4. El fin de las directivas es incorporar efectividad práctica de los derechos procesales.
No solo norman, sino sobre todo aportan medios materiales e institucionales
eliminando obstáculos fácticos, dotando de realismo al sistema.
5. Todas las directivas tienen un ámbito de aplicación común donde lo que se busca
amparar los derechos de las personas frente a los procesos en los cuales interactúa el
Ius Puniendi estatal, procesos penales en sentido estricto.
6. Los derechos y garantías de los individuos se reconocen de manera universal, sin
importar nacionalidad, lugar de residencia, sexo o religión. Con el único requisito es
que sea el sujeto pasivo en un procedimiento jurisdiccional de naturaleza penal.
7. Se consagran amplios márgenes temporales desde el inicio de la investigación y
previo a la información y manteniéndose hasta la sentencia firme.
8. Territorialmente se aplican a toda la UE, con la excepción de Dinamarca y en
algunos casos del Reino Unido e Irlanda.
9. La formación de los operadores jurídicos es un preocupación del legislador europeo,
porque es difícil la efectividad del principio de confianza mutua si no se esta seguro
si los intervinientes en los procesos conocen el derecho de la UE. Esto se ve
reflejado en las directivas sobre interpretación y traducción art. 6 y sobre
información art. 9 indicando que las personas que intervengan en procesos penales
deben prestar atención a las particularidades derivadas de estas garantías.
10. Se ha consolidado el paquete de medidas propuesto por el programa de Estocolmo
con la sola excepción de la ultima Medida F. La cual todavía esta en la fase de un
Libro Verde.
11. La transposición efectuada por España se efectúa mediante las leyes LO 13/2015
que confiere un tratamiento sobre “derechos procesales de naturaleza fundamental”,
a contrario de aquellos otros que son “derechos procesales de naturaleza ordinaria”
recogidos en la Ley ordinaria 41/2015. Esto significa que se regulan en distintas
37
leyes derechos que deben estar en una sola como se hubiera querido para dar
coherencia, concentración y uniformidad al sistema de garantías.
12. No se han transpuesto ni la directiva relativa a la asistencia jurídica gratuita ni la
presunción de inocencia, debido a que su dictación por la UE fue efectuada
posteriormente a las modificación a la LECrim.
13. El Legislador español siguiendo correctamente las directivas establece en el
apartado segundo del art. 118 LECrim que el tramo temporal del despliegue de
efectos del derecho de defensa y todas sus garantías se ejerce y se tiene que
observar desde la atribución del hecho ilícito hasta la extinción de la pena.
38
Bibliografía
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