Rick Warren 1 El Proposito de La Predicacion
Rick Warren 1 El Proposito de La Predicacion
Rick Warren 1 El Proposito de La Predicacion
Rick Warren
Saddleback Community Church
I. INTRODUCCIÓN
En esta conferencia vamos a ver el factor número uno que influencia la salud y el crecimiento de su iglesia. Pero
primariamente la salud de su iglesia. Me refiero específicamente a la predicación y la enseñanza en su congregación.
Ya sea si usted es un pastor, o un miembro del equipo pastoral o es un líder laico o es un maestro de la escuela domi-
nical, el hecho es que todos necesitamos ser mejores comunicadores.
Nosotros los pastores somos muy sensibles acerca de nuestra predicación. Oí la historia de este pastor. Estaba
predicando su primer sermón después de haberse graduado del seminario. Estaba tratando de ser abierto y auténtico.
Él le dijo a su congregación, "Sean francos conmigo. Si necesito mejorar solamente díganme dónde necesito mejorar."
Entonces él predica su primer sermón y al final, se para por la entrada principal de la iglesia [para tener lo que
Howard Hendricks llama "La Ceremonia de la Glorificación Del Gusano"]. Viene un diácono y le dice, "Pastor, ¡ese ser-
món fue un desastre!" El pastor estaba tratando de mantener una mente abierta y humilde. Y le dijo, "Podrías ser un
poquito más específico. ¿Qué tenía de malo?" El diácono le dijo: "Tenía tres cosas malas. Primero, usted lo leyó. Se-
gundo, usted lo leyó mal. Y tercero, no valía la pena leerlo de todas maneras."
Vi un chiste gráfico no hace mucho. Un tipo está parado detrás del púlpito y dice: "Le pedí a mi esposa que leyera
mis notas para el sermón de hoy y que marcara con una equis todas las partes aburridas. Así que en conclusión..."
La predicación puede hundir o levantar una iglesia. La predicación desnutrida está matando a muchas iglesias.
Por otro lado, la predicación es la herramienta última para la salud de la iglesia, para la edificación del cuerpo de Cris-
to, para alcanzar inconversos, para ver nuestras iglesias crecer. ¿Dónde recibe más treinta minutos de total atención
consistentemente? ¡A mí no me dan eso ni siquiera en casa! Cuánto más grande su iglesia crezca, más se convierte el
púlpito en un timón porque usted ejerce una influencia enorme mientras tiene la atención de la gente.
"Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser conformados a la imagen de su Hijo, para que él sea
el primogénito entre muchos hermanos" (Romanos 829 NIV). Este es el primer punto: el propósito de Dios es hacernos co-
mo Cristo. Él dice que aquellos que ha conocido de antemano también los ha predestinado a que sean conformados a
la imagen de su Hijo. Si usted no entiende esto, usted no tiene nada que predicar. El propósito de Dios al crearnos es
hacernos semejantes a Jesús.
Esto no es nada nuevo. Este ha sido el propósito de Dios desde el comienzo del mundo. De hecho, Dios nos dice
en la Biblia en Génesis 126, "Hagamos al hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza..." (NIV). Desde el mero comienzo
de los tiempos, la meta de Dios ha sido hacer al hombre a su imagen. Hacernos no dioses sino como Dios -- no dioses,
sino tener las cualidades de carácter que tiene Dios.
"Y a medida que el Espíritu del Señor trabaja dentro de nosotros, nos hacemos más y más como él y reflejamos su gloria aún
más" 2 Corintios 318b (NLT).
"Así como ahora somos como Adán, el hombre de la tierra, así también un día seremos como Cristo..." 1 Corintios 1549
(NLT).
Hasta que entienda esto, que este el objeto de todo, no está listo para predicar. El propósito de Dios es hacernos
como Cristo.
1. Por medio de las circunstancias. No es por casualidad que Romanos 829 sigue a Romanos 828: "Ahora bien, sabemos
que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a
los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su hijo..." (Romanos 828-29 NIV).
¿Cómo sabemos que todas las cosas son dispuestas para bien? Porque Dios las está usando para hacerme más y más
semejante a Jesús. Hay muchísimos versículos en la Biblia -- y quizá ustedes los han predicado -- acerca de cómo Dios
usa las circunstancias para hacernos como Cristo: la prueba de su fe, el sufrimiento produce carácter, el sufrimiento re-
fina tu fe, las pruebas son buenas para usted y todos esos versículos similares. Dios nos hace semejante a Cristo a tra-
vés de las circunstancias.
2. A través de la aplicación de la Palabra de Dios a mi vida. Pablo nos dice en Hechos 2032: "Ahora los encomiendo a
Dios y la Palabra de su gracia, palabra que puede edificarlos y darles una herencia entre aquellos que son santificados" (NIV).
Dios nos hace semejantes a Cristo a través de las circunstancias y por medio de la aplicación de su Palabra. Un día,
cuando miremos a Cristo directamente, la Biblia dice que seremos cambiados instantáneamente para ser completa-
mente como él es. Ninguno de nosotros es completamente como Cristo en este momento. Un día vamos a ser comple-
tamente como él porque la Biblia nos dice que lo veremos tal como él es. En 1 Juan 32 dice así: "Sabemos que cuando Cris-
to regrese, seremos como él, porque lo veremos a como él en realidad es" (NCV). Cuando lo mire cara a cara instantáneamente
será como él. Y todas esas debilidades de carácter se van a desaparecer y será como Cristo porque lo verá cara a cara.
Pero ahora en el presente tenemos otra situación. Hoy no lo vemos cara a cara; ninguno de nosotros lo ve cara a
cara. Entonces, ¿qué es lo que Dios está haciendo mientras tanto? 2 Corintios 318 nos da una idea: "Pero todos nosotros,
con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen
de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu" (NASB). Estoy usando la NASB porque es una traducción literal. Englo-
be la frase "contemplando como en un espejo." Esta es una frase interesante. En el griego es una sola palabra (katoptri-
zomenoi). Es la única vez que esta palabra es usada en la Biblia. Una sola vez. Una sola palabra es traducida "contem-
plando como en un espejo." Lo que dice es que no miramos a Dios cara a cara, no miramos a Cristo cara a cara, vemos
su gloria en un espejo. Entonces, ¿qué es el espejo? El espejo es la Palabra de Dios. Cuando leo esta Biblia, aunque no
veo a Cristo cara a cara, lo veo. Y a medida que le veo, a medida que reflexiono en él, a medida que contemplo como
en un espejo la gloria del Señor, soy cambiado, me vuelvo como él. Y a medida que miro al espejo de la Palabra de
Dios entonces la aplico a mi vida y me transformo en alguien semejante a Cristo.
¿Cuál es, entonces, el propósito de la Biblia? Su entendimiento del propósito de las Escrituras va a determinar ob-
viamente cómo las predica. En 2 Timoteo 316-17, Pablo nos dice, "Toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, pa-
ra reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto en todo, equipado para toda buena
obra" (NASB). Lo pongo aquí en el griego porque estos son unos de los versículos más mal entendidos de la Biblia.
πρός διδασκλίαν
para doctrina (enseñanza)
πρός έλεγµόν
para reprender
Predicando para Cambiar Vidas 1 5
πρός έπανόρθωσιν
para corregir
πρός παιδείαν τήν έν δικαιοσύνη
para instruír la en rectitud
Estos versículos no dicen que el propósito de la Biblia es doctrina o reprender o corregir o instruir en justi-
cia. No, estos no son el propósito de la Biblia. Estos son cuatro métodos para lograr el propósito. Estos son cua-
tro medios para lograr el fin. Fíjense que dice: "pros didaskalian” (para enseñar), "pros elegmon" (para repren-
der), "pros epanorthosin" (para corregir), "pros paideian ten en dikaiosune" (para instruir en rectitud). La Biblia
es para estas cosas. Pero después el texto dice: "ina" (a fin de que). "Ina". "A fin de que." A fin de que. Este es el
propósito, aquí está el propósito de la Biblia: "para que el hombre de Dios pueda ser perfecto en todo, que esté
completamente capacitado, completamente preparado, completamente equipado para toda buena obra." El pro-
pósito de la Biblia no es enseñar, reprender, corregir o instruir. El propósito de la Biblia es que nuestras
vidas sean cambiadas.
¿Cuál es el propósito de Dios para la predicación? Si le pregunta al pastor típico cuál es el propósito de la
predicación le respondería: "Bueno, es para explicar la Biblia." No, no es para eso. "Es para interpretar la Biblia."
No, no es para eso. "Es para aclarar la Biblia." No, no es para eso tampoco. Uno puede hacer estas cosas pero es-
tas cosas no son el propósito de la predicación.
Efesios 411-13 nos da el propósito de pastores y maestros:
"Y él (Cristo) dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas y a otros
pastores y maestros,
¡Ahí está otra vez! El mismo propósito para la Biblia, el mismo propósito para el hombre: es el ministerio y
la madurez. Ministerio y madurez. Ministerio y madurez. El carácter y la convicción. Que haya obras de servicio
y que maduremos. El propósito de la predicación es el mismo propósito de la Biblia: cambiar nuestro carácter
y nuestra conducta.
Quiero que note que en estos versículos se tiene un propósito personal y un propósito corporativo para la
predicación. Dice, "a fin de capacitar al pueblo de Dios para obras de servicio," -- les ayudamos a madurar. "para que"
-- aquí está el "ina" otra vez -- "el cuerpo de Cristo sea edificado." Hay un propósito tanto para la iglesia como hay
un propósito para cada persona.
1 Timoteo 15-6: "El propósito de mi instrucción es que todos los cristianos allí sean llenos del amor que viene de un
corazón puro, una conciencia limpia, y una fe sincera. Algunos maestros no han entendido esto. Se han desviado de estas
cosas y se pasan el tiempo discutiendo y hablando tonterías"(NLT). ¿Ha oído hablar alguna vez a un predicador en la
radio acerca de los puntos y las tildes de la Palabra? Aquí dice que no tiene entendimiento.
8 El Propósito de la Predicación
PREDICADORES COMO CONSTRUCTORES DE PUENTES
¿Cuál es el propósito de Dios para el predicador? ¿Han visto el nuevo puente que estamos construyendo?
Vamos a pagar 4 millones y medio de dólares para construir un puente de cinco carriles. Es un símbolo físico de
un compromiso espiritual que dice que haremos todo lo necesario para alcanzar a la gente con el evangelio y
que conozcan a Cristo. Estamos construyendo un puente hacia nuestra comunidad. Estamos gastando millones
de dólares en un simple puente. ¿Por qué? Para que podamos tener un quinto servicio después de Semana San-
ta. ¿Por qué? Porque todo el mundo necesita a Cristo. Porque todo aquel que vive sin Cristo, irá a una eternidad
sin Cristo. Porque a la iglesia que no le importe los inconversos, literalmente le está diciendo a su comunidad,
"¡Váyanse al infierno!" Nosotros tomamos esto muy en serio. Creo que la mejor metáfora de la predicación es la
construcción de puentes. Hemos de ser constructores de puentes. Nuestro trabajo como predicadores es el de
construir un puente que conecta el texto antiguo con la audiencia contemporánea.
PRINCIPIOS ETERNOS
ENTONCES AHORA
Tiene que el "entonces" está a un lado, y el "ahora" al otro lado. Lo que tiene es el texto bíblico a un lado y
las necesidades de la gente al otro. Y de alguna manera tiene que unir esas dos cosas por medio de la aplicación.
Revelación pasada; situación actual. El entonces y el ahora. Lo que era y lo que es.
Y su tarea como predicador es pasar de la interpretación (lo que era) a la implicación (encontrar la verdad
eterna): ¿Cuál es la verdad eterna en el pasaje, en el texto? Y de la implicación a la personalización: ¿Que tiene
que ver esto conmigo y qué diferencia puede hacer esto en mi vida? La interpretación, la implicación, la perso-
nalización.
Predicando para Cambiar Vidas 1 9
LOS COMENTARISTAS Y LOS COMUNICADORES
Ahora, si le gusta vivir en el lado de la Palabra, de la revelación pasada del texto bíblico -- los escritores de
comentarios tienden a vivir aquí -- eso es lo que lee. Si vive en el lado contemporáneo, entonces tiende a ser un
comunicador -- los comunicadores tienden a vivir aquí. ¿Qué es lo que estoy diciendo? Que hay elementos tanto
del entonces como del ahora en la predicación. Ambos son muy importantes. Y es como caminar la cuerda floja
y no puede inclinarse demasiado a la izquierda o a la derecha sin caer. ¿Se puede inclinar demasiado al lado del
"entonces"? Sí, si quiere estar preocupado sólo con lo que le pasó a Ezequías. ¿Se puede inclinar demasiado y
caer al lado del "ahora" y ser tan contemporáneo que no tiene una verdad eterna que compartir? Claro, claro que
puede.
Algunas personas se caen en el lado del "ahora," en un esfuerzo de ser relevantes y contemporáneos y de
estar al día. Y como resultado sólo hablan de lo que está de moda: de sicología popular, de algo lleno de morale-
jitas, de dichos bonitos, lleno de frases positivas y motivadoras, lleno de motivación para el éxito con algunas ci-
tas bíblicas por aquí y por allá sólo para que se vea bien.
Otros caen en el lado del "entonces" y estos hablan del trasfondo histórico de la Biblia. Y hablan de las cos-
tumbres del mundo antiguo y los lenguajes originales y trivialidades doctrinales, con muy poca o nada de apli-
cación para el ahora.
Todos los predicadores tienden a inclinarse o a un lado o al otro. Esto no es una cuestión de quién está en
lo correcto; esto es una cuestión de personalidad. Por lo tanto un lado no es mejor que el otro.
Como predicador uno tiende a inclinarse hacia un extremo o el otro. Algunos de ustedes gustan de los es-
tudios de trasfondo, y gustan de aprender el significado de las palabras y si pudiera, se pasaría siete días a la
semana en su estudio. Y los domingos le gustaría que hubiera un tubo mágico que lo llevara directo de su estu-
dio al púlpito. Y después de compartir lo que ha aprendido, se metería de nuevo en su tubito mágico y se regre-
saría a su estudio y no tendría que lidiar con nadie. Esto sería para usted una definición del cielo: tener un equi-
po pastoral que resuelva todos los problemas mientras se dedica al estudio de la Palabra y a estudiarla con pro-
fundidad. Si usted es esta clase de persona, está más familiarizado con las calles de Jerusalén que con las calles
de su propia ciudad. No podría ni siquiera hacer un diagrama de la calle donde vive. Pero podría fácilmente
hacer un diagrama del Israel bíblico.
Hay otros entre ustedes a los que sinceramente les importa un comino la historia bíblica. De lo que quieren
hablar es que pasó en la televisión anoche, o que dijeron en la radio. No se avergüence si es así. Algunos de us-
tedes se inclinan a lo contemporáneo y algunos de ustedes se inclinan a lo bíblico. No hay nada de erróneo en
eso. Y en realidad no importa con cuál lado empieza con tal que llegue al punto medio donde la Palabra de Dios
es aplicada a la vida de hoy. No pienso que a Dios le importa si empieza con una necesidad por aquí o un texto
por allá, siempre y cuando amarre de las dos cosas. Porque allí es donde ocurre el cambio de vida.
EL RETO DE LA PREDICACIÓN
Es fácil ser bíblico si no le importa ser contemporáneo; es fácil ser contemporáneo si no le importa ser bíbli-
co. Lo difícil es ser ambos. El reto de la predicación es declarar las verdades eternas que nunca cambian y
aplicarlas en un mundo que está siempre cambiando. Este es el desafío del predicador.
No quiero ser malentendido: no hacemos la Biblia relevante. Nunca podrá hacer la Biblia relevante porque
ya lo es. La Biblia no es contemporánea ¡está súper adelantada de sus tiempos! Ya sabe que es lo que va a pasar
mañana. Está súper adelantada de sus tiempos; no la puede hacer relevante. Se puede hacer usted mismo rele-
vante, puede hacer su predicación relevante, pero no puede hacer la Biblia relevante porque está súper adelan-
tada de sus tiempos.
Si quiere ser siempre relevante no hable de la última teoría o de lo que está de moda-- hable acerca de las
verdades eternas. Si aprende a hablar acerca de las verdades eternas -- no sólo del texto histórico antiguo y no
10 El Propósito de la Predicación
sólo del problema -- pero de las verdades eternas, siempre será relevante, nunca se volverá obsoleto.
Dios quiere que edifiquemos nuestras vidas sobre grandes principios y no sobre reglas insignificantes.
El mensaje nunca debe de cambiar. La Biblia dice que hemos de luchar vigorosamente por la fe encomendada de
una vez por todas a los santos (Judas 3). Hemos de luchar vigorosamente por la fe. El mensaje nunca debe de
cambiar. Pero las aplicaciones deben de estar siempre cambiando porque el mundo siempre está cambiando.
Y la manera en que comunicamos la Palabra también debe de estar siempre cambiando. No tiene la au-
diencia de Billy Sunday, o de Spurgeon o de Wesley o de Finney o de Moody. No tiene la audiencia de Lutero o
Calvino. Si la tuviera entonces podría predicar como ellos. Pero no la tiene. Puede que no le guste pero tiene que
vivir con esta realidad. Conozco a ciertos predicadores que piensan que el siglo dieciséis fue la era de oro del
cristianismo. Sueñan con cómo sería ser la mano derecha de Lutero o de Calvino. Y eso está bien. ¡Pero no hay
nadie hoy que hable como Calvino o como Lutero! O que tampoco piense como ellos. Si quiere ser relevante,
tiene que hablar de las verdades eternas.
Lo que necesitamos son predicadores como David. David sirvió los propósitos de Dios en su propia gene-
ración (Hechos 1536). Él tomó lo eterno y lo hizo oportunamente. Él tomó lo eterno y lo hizo de una manera con-
temporánea. Él sirvió el propósito de Dios -- esto es, lo eterno -- en su generación -- de una manera contemporá-
nea, de una manera sensitiva a su cultura. Tenemos que ser como los hombres de Isacar que entendieron los
tiempos y supieron lo que se debía de hacer en Israel (1 Crónicas 1232). Me gusta esta cita de Martín Lutero: "Si
predicas el evangelio en todos los aspectos con la excepción de los asuntos que tratan específicamente con
tus tiempos no estás predicando todo el evangelio."
4. Aplique la verdad a sus necesidades o a su situación. Aquí convierte la verdad en pasos de acción
apropiados para esta audiencia. Considera la edad de esta audiencia, la madurez de su audiencia, su cultura y
otras cosas. Aplica la verdad a su situación.
12 El Propósito de la Predicación
za: que nunca jamás volverá a predicar un sermón sin aplicación.
8. Porque no nos hemos dado cuenta de la importancia de ello. La aplicación no es algo que agrega al
final de su mensaje. La aplicación no es algo que se apendiza al final del mensaje. ¡La aplicación es el mensaje! Si
no tiene aplicación, no tiene un mensaje. Puede que tenga una lección bíblica, una charla histórica, una lección
exegética, pero no tiene un sermón. Si no ha tomado la Palabra de Dios y no la ha aplicado para que haya un
cambio de vida en el pueblo de Dios, no tiene un sermón. Juan Calvino dijo esto: "Mi regla es siempre esta:
que aquellos que me oigan se beneficien de la enseñanza que presento... si no tengo ese efecto, y no procuro
la edificación de aquellos que me oyen, soy un sacrilegio, profanando la Palabra de Dios."
La predicación conducida por propósitos está basada en la Gran Comisión de Jesús. La iglesia condu-
cida por propósitos está edificada sobre el Gran Mandamiento y la Gran Comisión, que es de donde sacamos los
cinco grandes propósitos de Dios.
"Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes" Mateo 2819-20 (NIV).
La meta de la predicación conducida por propósitos no es instrucción, la meta de la predicación no es
interpretación, la meta de la predicación no es información. ¡La meta de la predicación conducida por propósi-
tos es la obediencia! "Enseñándoles a obedecer": esa es la Gran Comisión. Enseñándoles a hacer, enseñándoles a
aplicar, enseñándoles a que practiquen. Si no les estoy enseñando qué hacer, no estoy cumpliendo la Gran Co-
misión. No es, "Enséñenles para que sepan, para que entiendan todo lo que les he mandado." Esta es una predi-
cación incompleta. Es enseñarles qué hacer. El objetivo no es nunca la información, es la obediencia. El resulta-
do de la predicación conducida por propósitos es un discípulo.
Cuando ve a Jesús predicando, él siempre tenía la expectación de que la gente hiciera algo. Jesús siem-
pre esperaba que la gente hiciera algo como resultado de su predicación.
¿Entiende la idea? Nos está diciendo, "Es algo que haces." Carácter, conducta. No sólo Jesús, pero todo
los predicadores del Nuevo Testamento enfatizaron la conducta. Y hay muchos, muchos versículos pero no
14 El Propósito de la Predicación
quiero pasar todo el tiempo en esto. Pero aquí están unos cuantos:
JUAN EL BAUTISTA:
"Hagan las cosas que demuestran que en realidad han cambiado sus corazones y sus vidas." Mateo 38 (NCV)
SANTIAGO:
"No se contenten sólo con escuchar la Palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica." San-
tiago 122 (NIV)
"¿De qué te sirve decir que tienes fe si no lo pruebas con tus acciones?" Santiago 214 (NLT)
JUAN:
"Es por nuestras acciones que sabemos que estamos viviendo en la verdad." 1 Juan 319 (NLT) Este es el punto:
sólo cree las partes de la Biblia que pone en práctica. Puede decir: "Creo en el diezmo." ¿Diezma?
"No." Entonces no cree en diezmar. "Creo en evangelizar." ¿Evangeliza? "No." Entonces no cree en
evangelizar. "Creo en ser compasivo con los pobres." ¿Lo hace? "No." Entonces no lo cree. Juan nos dice
que "es por nuestras acciones que sabemos que estamos viviendo en la verdad." Lo prueba por sus acciones.
"El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre." 1 Juan
217 (NIV)
"Sabemos que hemos llegado a conocerle si obedecemos sus mandatos." 1 Juan 23
PABLO:
"Porque aunque una vez sus corazones estaban llenos de oscuridad, ahora están llenos de la luz del Señor, y su
comportamiento debería de demostrarlo." Efesios 58 (LB)
El consejo de predicación de Pablo a Tito:
"Mas tú predica el comportamiento que es conforme a la sana doctrina." Tito 21 (JB)
"Tienes que decirles a todos qué hacer para seguir la verdadera enseñanza." (NCV)
" Dile a los creyentes que vivan la clase de vida que va con las enseñanzas veraces." (GWT)
1. Todo comportamiento está basado en una creencia. La creencia es la raíz del comportamiento. ¿Se ha
preguntado alguna vez por qué hizo algo? Lo hizo porque dentro, muy dentro de sí ha creído algo que causa
que lo haga, está creyendo algo. Si me divorcio es porque estoy creyendo en ese momento una mentira. Estoy
creyendo que voy a ser más feliz si me divorcio. Cada vez que peco hay una creencia detrás de ese acto. Si hay
personas en su iglesia que están teniendo sexo fuera del matrimonio, es porque tienen una creencia acerca de es-
to. Todo comportamiento está basado en una creencia.
2. Detrás de cada pecado existe una mentira que estoy creyendo. Cuando peca, en ese instante cree que
ésa es la mejor cosa que puede hacer. Y, por lo tanto, ha sido engañado. Cuando sus hijos hacen algo tonto, en
ese momento han sido engañados. En ese momento piensan que están haciendo la cosa correcta o piensan que
eso es lo mejor para ellos. Así como usted. "En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos
descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres" (Tito 33 NIV). Cuando mira a su congregación,
puede ver su comportamiento. La parte difícil de la predicación es discernir la mentira detrás del comporta-
miento. Es fácil ver lo que están haciendo mal; la parte difícil es discernir lo que están creyendo que está cau-
sando y motivando el comportamiento. La creencia motiva el comportamiento. Mientras más sabio se haga en el
ministerio -- mientras más esté en el ministerio y más se meta en la Palabra -- se volverá más discerniente y em-
pezará a ver ciertas formas, ciertos patrones, tipos y clases de comportamiento que consistentemente se apare-
cen en la gente una y otra vez. Si alguien viene y le dice "Voy a dejar a mi esposa porque sé que Dios quiere que
16 El Propósito de la Predicación
arrepentimiento (μετάνοια, metanoia) simplemente significa "cambiar la mente." Este es el cambio último de
paradigma. El arrepentimiento es cambiar el modo en que pienso acerca de algo al aceptar el modo en que Dios
piensa acerca de ello. Esto es todo lo que es el arrepentimiento. El arrepentimiento es el cambio de mi manera de
pensar sobre algo, adoptando la manera en la que Dios piensa sobre ello.
Pastores, el negocio en el que estamos metidos es el de cambiar las mentes, cambiar las mentes al nivel
más profundo: al nivel de las creencias y los valores. Pero necesito clarificar lo que he dicho con el siguiente
punto.
7. Uno no cambia la mente de las personas; la Palabra aplicada es lo que hace el cambio. No es mi
trabajo cambiar la mente de la gente; es la Palabra de Dios aplicada lo que da el poder para la metanoia. La Bi-
blia dice: "Hablamos palabras dadas a nosotros por el Espíritu, usando las palabras del Espíritu para explicar verdades es-
pirituales." (1 Corintios 213b NLT). Existen dos elementos en la predicación: la Palabra y el Espíritu.
La predicación no es sólo un estudio intelectual y una presentación de hechos y verdades. La predica-
ción no es sólo un argumento lógico de por qué es que necesita cambiar. En la verdadera predicación, Dios está
haciendo su labor dentro del predicador. Y eso usted lo sabe. Y no hay nada más emocionante en el mundo que
el sentir la unción de Dios en su vida cuando sabe que "No sólo estoy hablando por Dios en este momento sino
que Dios está hablando por medio de mí."
Y esto lo sabe cuando está tomando la Palabra de Dios y la está aplicando a los corazones de los hom-
bres y puede ver cómo las luces se les están prendiendo y puede ver cómo los desplazamientos mentales están
ocurriendo -- los cambios mentales -- y puede ver los autopilotos que cambian en la dirección opuesta. Y repen-
tinamente dice: "¡Está ocurriendo!". Porque el Espíritu está ungiendo la Palabra y está siendo aplicada al cora-
zón de una manera práctica, personal y positiva. Y el cambio de vida está ocurriendo porque las creencias están
siendo cambiadas; comienza a ver cambios mentales, cambios de paradigma.
La Biblia dice, "El Espíritu del Señor habló por medio de mí; puso sus palabras en mi lengua" (2 Samuel 232
NIV); "No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu dice el Señor Todopoderoso" (Zacarías 46 NIV).
No es usted el que cambia la mente de las personas sino la Palabra de Dios aplicada. Porque cuando aplica la
Palabra de Dios, ella produce metanoia, ella produce el arrepentimiento, ella produce ese cambio de creencias.
8. Cambiar mi forma de actuar es el resultado o el fruto del arrepentimiento. Literalmente el arrepen-
timiento no es un cambio de conducta; es un cambio de mente. Pero resulta en el cambio de conducta. Literal-
mente el arrepentimiento no es cambiar el comportamiento; su resultado es el cambio de comportamiento, por-
que el arrepentimiento es lo que ocurre en su mente.
El arrepentimiento no significa renunciar a sus pecados. No hay un solo diccionario griego en el mundo
que defina la palabra así. No hay uno. En ningún lado, en ningún lado, en ningún lado es el arrepentimiento
traducido como el renunciar a sus pecados. En ningún diccionario. El arrepentimiento significa cambiar su men-
te. Cuando cambio mi mente acerca de Dios, acerca de mí mismo, acerca de la vida, acerca de la Palabra, acerca
de mi pecado, acerca de otros, esto se manifestará en mi comportamiento y el fruto del arrepentimiento es el
cambio de conducta porque el arrepentimiento es cambiar su mente, su mentalidad. Por eso es que Juan el Bau-
tista dice en Mateo 38, "Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento" (NIV). El fruto es algo diferente. Por eso
es que Pablo dice, "A todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepenti-
miento con sus buenas obras" (Hechos 2620 NIV). Tenga cuidado con mezclar las obras con la gracia. Basado en es-
to,
9. La clase de predicación más profunda es predicar para el arrepentimiento. ¿Quiere ser un predica-
dor profundo? Predique la aplicación de la Biblia a la vida para el arrepentimiento de los pecados. La predica-
ción del arrepentimiento es el tipo más profundo, más profundo -- profundísimo -- porque el cambio de vida só-
lo ocurre cuando cambia la mentalidad de la persona; predicar el arrepentimiento es predicar hacia el cambio de
vida.
Cada semana por veinte años he tratado de hacer esto en esta iglesia. Cada semana trato de comunicar
la Palabra de Dios de una manera que cambie el modo en que la gente piensa. La manera en que piensan acerca
del dinero, lo que piensan acerca del sexo, lo que piensan acerca del trabajo, lo que piensan acerca del hogar y la
Juan el Bautista: "Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca." Mateo 32
Jesús: "Desde ese instante, Jesús empezó a predicar, 'Arrepiéntanse...'" Mateo 417
"Arrepiéntanse y crean en el evangelio." Marcos 115
Los 70: "Y saliendo, predicaba que todos se arrepintieran." Marcos 612
Pedro: "Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes..." Hechos 238
Pablo: "Yo prediqué que deberían de arrepentirse." Hechos 2620
Juan: "¡Arrepiéntete!" Apocalipsis 2-3
"Jesús les dijo, 'Esto es lo que está escrito: el Cristo sufrirá y resucitará de entre los muertos al tercer día, y el arre-
pentimiento y el perdón de pecados serán predicados en su nombre a todas las naciones...'" Lucas 2446-47 NIV.
Esta es nuestra comisión. Este es nuestro propósito. Ese es nuestro llamado: ver vidas cambiadas por
medio de la predicación de la Palabra aplicada de Dios con el propósito del arrepentimiento para que haya fruto
de arrepentimiento en la conducta. Porque las convicciones controlan la conducta y el carácter. Si quiere cam-
biar la conducta y el carácter tiene que cambiar las convicciones.
10. Para producir un cambio de vida duradero tiene que iluminar la mente, involucrar las emociones
y retar la voluntad. Hay un elemento cognitivo (saber) en la predicación, hay un elemento emotivo (sentir) en la
predicación y hay un elemento conductivo (actuar) en la predicación y debemos de apelar a los tres. A veces la
voluntad necesita recibir ánimo, a veces la voluntad necesita ser retada, y tiene que ser sensitivo a la guía del
Espíritu Santo en esto.
Esta es una gran debilidad en muchos predicadores: tienen miedo plantarse en la Palabra de Dios y for-
zosamente pero humildemente retar la voluntad de la gente. Tiene que hacerlo con humildad.
Todo sermón tiene que arribar a dos palabras: "Va a...? ¿Va a...?" Si no llega allí, algo está errado. "Sean
hacedores de la Palabra." "Vas a...?" Se requiere valor para hacer todo lo que hemos estado hablando hasta ahora
en esta sesión. Se requiere valentía desafiar la voluntad de la gente porque es arriesgado, lo pueden rechazar,
pueden decir que no, se pueden reír de usted, puede que no regresen.
Pero la predicación poderosa siempre se toma el riesgo. También se requiere humildad. Porque tiene
que estar dispuesto a ser rechazado cuando le pida a la gente que haga lo correcto y no lo quiere hacer. Por eso
es que la Biblia dice en Proverbios 2925, "El temor al hombre probará ser una trampa" (NIV). Esto quiere decir que
en el momento en que estoy preocupado de lo que la gente va a pensar, ya no sirvo, he limitado mi ministerio.
Tenerle miedo al hombre es una trampa, es una trampa.
Debido a que muchos predicadores no han estado dispuestos a retar la voluntad de la gente y a predicar
el arrepentimiento -- no en un sentido negativo sino en el sentido positivo -- nuestra nación y nuestra sociedad
se están derrumbando. Proverbios 2918 dice esto: "Donde no existe la palabra que proviene de Dios, la gente está des-
controlada" (NCV). Tenemos un gobierno fuera de control, tenemos una nación fuera de control, tenemos fami-
18 El Propósito de la Predicación
lias fuera de control, porque no estamos aplicando la Palabra de Dios al carácter, a la conducta, a las conviccio-
nes.
P.T. Forsyth, un gran teólogo de la previa generación, dijo: "Lo que el mundo está buscando es una pa-
labra autoritativa, un evangelio autoritativo y una personalidad humilde." ¡Sea usted esa persona! ¡Sea usted
esa persona! Comparta una humilde pero autoritativa Palabra de Dios. No estoy hablando de predicar el arre-
pentimiento que para muchos significa darle a la gente con un palo en la cabeza y decirles todo lo que están
haciendo mal. No se trata de eso del todo. Ha fallado en su entendimiento, si cree que la predicación del arre-
pentimiento es eso. Es aplicar la Palabra de Dios... ¿cómo puedo ser diferente con Dios en mi vida?
UN RETO PERSONAL
Me gustaría cerrar esta sesión con un reto personal. Sabiendo que el propósito de Dios para cada indi-
viduo es hacerlos como Cristo, y sabiendo que el propósito de Dios para la Biblia es cambiar el carácter y la
conducta, y sabiendo que el propósito de Dios para la predicación es hacer lo mismo -- producir madurez y mi-
nisterio, carácter y conducta -- y sabiendo que predicar para el arrepentimiento es la forma más profunda de
predicación, ¿Va a seguir predicando de la misma forma en que siempre ha predicado? ¿Necesita arrepentirse?
¿Necesita confesar su miedo de los hombres? ¿Va a ser un predicador diferente?
Va a tener que hacer un cambio mental en su mensaje. El cambio mental específicamente es dejar de ver
la predicación como algo que es primariamente explicación e interpretación -- el entendimiento del texto con
unas cuantas aplicaciones puestas aquí y allá – y empezar a hacer la aplicación la idea prominente de su mensa-
je. Esto no es un asunto de estilo o de preferencia; esto es un asunto de obediencia o desobediencia a la Palabra
de Dios.
¿Cuál es el propósito de Dios para la predicación, para el hombre, para la Biblia? No alcanzar lo que la
Biblia nos llama a hacer -- hay una palabra para esto -- es pecado. Enseñar la Palabra de Dios por cualquier otra
razón que no sea el cambio de vida es un mal uso de la Biblia.
¿Va a arrepentirse de esa predicación que no estaba enfocada en la aplicación, cambiando la Palabra de
Dios a que fuera un texto de historia en lugar de ser un texto de carácter, conducta y convicción? Si empieza a
predicar de esta manera, habrán personas en su iglesia que no le gustará. Pero verá resultados sorprendentes.
Hay personas en su iglesia que mientras predique mensajes de información, qué les importa. El padre
está en su casa viendo su pornografía, la madre está deprimida, la hija está embarazada, el hijo está en drogas y
usted sigue adelante: "Estábamos en Deuteronomio tres la semana pasada; vamos a estudiar el capítulo cuatro
esta semana." Pero nunca son realmente retados. Necesitamos predicadores como los hombres de Isacar que en-
tienden los tiempos y saben qué hacer. Necesitamos predicadores como David que sirvieron el propósito de
Dios en su generación.
Oración:
Padre, tú dijiste que donde no hay palabra que proviene de Dios, el pueblo se pone descontrolado y es-
tamos viendo eso en nuestra sociedad. El rompimiento de la familia, el rompimiento de las escuelas, el rompi-
miento de la sociedad, el rompimiento del gobierno. Estas cosas entristecen nuestros corazones. No estamos
contentos con esto. Pero, Señor, somos parte del problema cuando dejamos que la gente pase semana tras sema-
na sin que sea retada la manera en que piensa. Sin hacer de la aplicación el propósito principal de compartir tu
Palabra, no hemos dado en el blanco que querías. Te pido que durante estos próximos tres días no sólo nos con-
virtamos en predicadores conducidos por tus propósitos, sino que también vivamos vidas conducidas por tus
propósitos para tu gloria, para nuestro crecimiento y para el crecimiento de tu reino. Ayúdanos a nunca jamás
ser los mismos. En el nombre de Jesús. Amén.