Una Lengua Muy Muy Larga

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¡La ph de Raphael es un escándalo!

Hasta el siglo XVI se enseñaba que la f y la ph tenían el mismo sonido, esta última se
utilizaba para palabras provenientes del latín/griego.

En 1754 la RAE quita la ph dejando algunas excepciones y en 1803 las elimina


definitivamente, así como otras grafías dobles, como th, rh.

Yo soy ese
S: niños escriben como un 2, plural, andaluces, seseo
Me disfrazo de erre
Ortografía de 2010, la r se llama erre y la rr doble erre. Erre alveolar sonora. R con la n
Un punto yeyé
Manuscritos medievales una y, se solía escribir encima de ella un punto para que no se
confundiera con una v.
Alfabeto romano introdujo la letra ipsilon (Y) del griego, por eso i griega. Y la otra se llama
i latina. 1815 la RAE fijó que solo se usaría y como vocal a final de palabra en secuencias
de diptongo.
La Real Academia Española estableció en 2010 una propuesta, dictó que la y sería ye, b:be
y v:uve. No es un error decir y griega, pero lo cierto es que la RAE no lo recomienda, prefiere
ye.

Be-ben y be-ben y vuelven a be-ber


Consonantes bilabiales: b,v
Beben y vuelven mismo sonido, en la Edad Media o latín sí que había diferencias de sonidos
entre esas dos consonantes.
La ortografía española que se estableció con las obras de la RAE, a partir del siglo XVIII,
mantuvo por tradición gráfica las letras b y v, que en latín, (Se puso v donde la había en
latín y se puso b donde había en latín B, BB o una P).

Una k tako de arkaika


La k estaba en el alfabeto etrusco (siglo VIII a.C.), aunque el latín clásico la rechazaba
porque contaba con la grafía c + vocal. Los primeros textos romances se escribían con
bastantes k. A partir del siglo XII la k en castellano se usará muy poco (palabra kalendas).
Gonzalo Correas, lingüista, firmaba sus obras como Gonzalo Korreas.
Es cierto que llegó incluso a estar fuera de nuestro abecedario (la Real Academia la tuvo
castigada de 1815 a 1869).

Yo acuso a la w
En el latín no existía, proviene de las lenguas anglo-germánicas. De no haber existido se
usaría la v.
Se introdujo en en nuestro alfabeto en 1969.
En cuanto a sonido: suplanta a la b cuando le sigue la vocal u(kuwaití). Cambia su sonido
a /u/ o /gu/ cuando tiene detrás a otra vocal distinta(waterpolo, kiwi).
No ha sido la única intrusa en nuestro alfabeto (la ñ, la j y la u tampoco estaban en el
alfabeto latino)

Reloj, no marques las jotas


La palabra reloj tiene diferentes pronunciaciones de la jota según los pueblos.
La variante reló, fue aceptada por la Real Academia Española en su diccionario de 1984
(aunque actualmente ya no se recoge).

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Palabras con finales consonánticos de j: reloj, boj y carcaj.
Reloj viene del latín y del catalán.

Un antepasado de Felipe VI y los sonidos del español

Madrid como capital tuvo importantes consecuencias en la difusión de fenómenos fónicos


como: la desaparición progresiva de la aspiración de f- latina inicial, hambre con aspirada y
se propagará la equivalencia norteña de h a cero fonético.

Menú medieval: de primero, pizza


Pizza suena algo como pitsa, ese sonido (/ts/) existía en la Edad Media.
Ç: ce con cedilla. Estaba en el español, pero la quitó del alfabeto español la Academia en
1726, al publicar su primer diccionario. Sonaba como ts.
En Canarias, Andalucía confundían ese sonido con la s. Entonces se elimina ese sonido y
se crea la z sobre el siglo XVI.
Plaça - plaza

Menú medieval: de segundo, lasaña


El español quedó separado en las dos áreas que señalábamos en la historia anterior: una
(distinguidora) con sopa y cerveza y otra (seseante) con sopa/zopa y servesa.
El heheo, por el que, sobre todo en la línea paralela a la costa andaluza, hay hablantes que
dicen hopa y herveha.

Si eres seseante, pensarás que es delisiosa; si eres ceceante, te sabrá delicioza; si eres
heheante, delihioha, y si eres distinguidor se quedará en deliciosa

Menú medieval: y para terminar, sushi


Sh, existía de forma común cuando nació nuestra lengua. Se solía escribir con una x, por
ejemplo en palabras como dixo o baxar, pero se pronunciaba disho.
En el norte, para el tema de la /ts/ creó el sonido nuevo de la z, para la sh creó el sonido
nuevo que decimos en ejemplo, dijo o bajar, escritos con jota, y que también se escribe con
ge, gi (coger, gitano).
En Andalucía, usaban la aspiración de la f latina, como bahar o muher.
Hoy ese sonido sh ha reaparecido en español como variante de la ch.

Entre paréntesis
Paréntesis: para dar nombre a un inciso dentro de la frase. Pero se acabó designando
también a un signo ortográfico doble que se extendió a partir de los Siglos de Oro.
En representación teatral, las acotaciones.
Uso creciente a partir del Renacimiento gracias a la aparición de la imprenta (que regula el
inventario de signos y empieza a popularizar ciertas tendencias de uso), la explosión del
fenómeno de la escritura privada silenciosa (que necesita ayudar al lector a organizar
internamente la información del texto) y la propia reglamentación de los libros de lengua
(RAE).

Los extraños signos de la ortografía


Real Academia Española (2010), lista exhaustiva de cómo y cuándo usar en español las
mayúsculas, las tildes o los signos de puntuación.
¿¡: signo de cierre de interrogación se usa ya en los manuscritos latinos medievales, y el
de cierre de admiración circula en Europa desde fines de la Edad Media y en España desde
el XVII. Pero la apertura con un signo específico, el convertir interrogaciones y admiraciones

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en signos dobles, es algo exclusivo del español. Abrir con un signo específico la pregunta
o la exclamación lo empezamos a hacer en el siglo XVIII pero no se extendió hasta entrado
el XIX, y de nuevo la interrogación fue por delante de la admiración y se extendió antes.
Textos españoles del XVII y el XVIII donde se emplean interrogaciones en lugar de
admiraciones.
§: signo de párrafo, para indicar el número de un capítulo o de un párrafo (§. XX). Ahora lo
usamos poco, solo para remitir dentro de un escrito a un subapartado (por ejemplo, véase
§ 2).
¶: calderón y se empleaba en los manuscritos medievales para indicar pausa larga. Hoy
dice la RAE, «se ha recuperado su figura en las aplicaciones informáticas de procesamiento
de texto».

Las abreviaturas y el origen de la ñ


En la escritura antigua se abreviaba muchísimo: formas de tratamiento (vuestra merced
abreviado en V.M.), nasales (con un signo abreviativo sobre la vocal: cātaba era cantaba)
o en palabras como señor, iglesia…
De esta tendencia a abreviar salió la letra ñ. El sonido de la ñ no existe en latín, se creó en
los romances, pero también en catalán con ny, en portugués nh o gn en francés.
Palabras del latín que tenían NN se abreviaban en los manuscritos medievales como ñ. Por
ejemplo, la CANNA latina se escribía como caña en castellano.

¿Podemos abreviar hoy? Sí en el móvil o al escribir rápidamente los apuntes. Pero no se


puede (o no se debe) en los trabajos escritos ni en el correo formal, porque la rutina gráfica
actual asocia la abreviatura a un registro escrito de inmediatez y poca elaboración. Escribir
para otro abreviando no es hoy señal de escritura cuidada. Antes existía una rutina gráfica
y lectora habituada al uso de abreviaturas.

Pon tilde, que es gratis


El latín no usaba tildes pero el griego sí desde el siglo III a.C. Primero en Italia, luego en
Francia y después en España se extendieron por impresos y manuscritos esas rayas sobre
las palabras.
En los siglos XVI y XVII encontramos tildes en la escritura. Ese pequeño signo (apex, Valdés
en el XVI rayuela, y acento) fue regulado en España por la Academia a partir del siglo XVIII.
Antes se usaban los acentos circunflejos (^), graves (`) y agudos ( )́ pero en el XVIII se
perdieron o cambiaron sus formas.
En sus primeras épocas de uso se aplica a la sílaba tónica de cualquier palabra,

À: El acento grave, que hoy no existe en español, pero sí en francés, fue en los siglos XVI
y XVII muy empleado, más que el agudo, porque por su orientación de izquierda a derecha
no corría el riesgo de confundirse con las abundantes marcas de abreviaturas. La RAE en
1741 lo eliminó.

Acento circunflejo(^): se llamaba capucha. La RAE lo recomendó en el siglo XVIII y hasta


1815 para separar valores fonéticos de una misma letra. O sea, se escribía exâmen con
circunflejo para separar ese sonido /ks/ del que tenía la x en dixo. También se aplicó para
la ch, que podía ser el sonido palatal actual de noche o también podía equivaler a /k/ en
châridad.

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Letras de cambio
Reformas que proponía la Real Academia:
⁃ Regulación de la escritura de b y v se en el Diccionario de Autoridades (1726-1739).
escribir b y v según el reparto del latín, aunque se pronunciaran de la misma forma.
⁃ Desde 1763 se eliminó la grafía de doble s (ss). Esta grafía en la Edad Media
indicaba un sonido distinto al de s simple, pero desde el siglo XVI la s y la ss sonaban igual.
⁃ En 1815 apareció la octava edición de la Ortografía de la RAE; en ella se fijó el
empleo de la qu- exclusivamente ante e y ante i. De esta forma quanto> cuanto.
⁃ 1815 la x se usara solo como equivalente a /ks/, como en examen, exótico, así que
la x que equivalía al sonido de j o g pasó a escribirse con esas letras. De esta forma dixo>
dijo.
⁃ Hasta 1959 fué llevaba tilde, igual que vió, dió. Ese año, unas Nuevas normas de
prosodia y ortografía dadas por la RAE eliminaron tal acento. Se consideran desde
entonces estas palabras monosílabos, y los monosílabos (salvo algunas excepciones) no
llevan tilde en español.

Estar solo y sin tilde


1959 la RAE recomendó no poner tilde a solo a menos que hubiera riesgo de confusión(
solo, adjetivo y el de adverbio ‘solamente’).
En la reforma ortográfica última, de 2010, la RAE prescribió ya de manera definitiva que no
se acentúa nunca solo. Razones:
⁃ No acentuamos otros adjetivos que también adquieren función adverbial, ej. sano.
⁃ Esa tilde diacrítica fue introducida a fines del siglo XIX en una obra académica. La
Gramática académica de 1870 aumentó el uso de tildes diacríticas y sumó a ejemplos
habituales (sí, mí, etc.) esos otros que luego desaparecieron.

¡Ritmo!
La música de las palabras es su acento. Menéndez Pidal lo llamaba el alma de la palabra
y sostenía que era un sello de identidad.
Los cambios fonéticos han hecho perderse vocales interiores o finales. Cada lengua
romance ha terminado creando su propio ritmo:

⁃ el del español es llano (la mayoría de sus palabras lo son)


⁃ el del italiano es esdrújulo y
⁃ el del francés agudo.
Nebrija hablaba en su Gramática de la lengua castellana (1492) de «los acentos que tiene
la lengua castellana», la mayoría de la acentuación española es de tipo llano, aclaraba las
razones evolutivas de los agudos y los escasos esdrújulos que hay, a los que a veces se
cambia el acento.
Más que una letra, una tilde es un compás que aprendes al adquirir la lengua de niño.

Isidoro de Sevilla e Isidro de Madrid


San Isidoro de Sevilla (556-636) es patrón de los filólogos. Sus Etymologiae (Etimologías),
escritas en latín, son el precedente de la investigación en el origen de las palabras que hoy
es una de las tareas filológicas.
Isidro Labrador, santo de los campesinos: un madrileño nacido en el siglo XI al que se
atribuyen varios milagros.

nombre: la forma griega ‘don de Isis’ o Iσίδωρoς (isídoros). La palabra se adaptó en latín
de dos formas:

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⁃ Una, la propia del latín clásico, es ĬSIDŌRUS. Se practica un desplazamiento
acentual que convierte al helenismo en palabra llana: Isidoro.
⁃ Otra, la propia del latín más tardío, conserva la acentuación griega original: Isídoros
y pierde la vocal interna: Isidro.
El Diccionario panhispánico de dudas que ofrece en línea la RAE recoge esta palabra como
de doble acentuación.

Con lo mosmo vocol, can la masma vacal


El retórico Juan de Robles (1631) aconsejaba no escribir con la misma vocal toda una frase
y para evitar eso recomendaba el uso de los sinónimos.
Juego, el lipograma (que consiste en evitar a propósito una o varias letras del alfabeto en
un texto). Los dos soles de Toledo (1641) falta la a. Hay lipogramas de Jardiel Poncela y la
obra más extensa, de Georges Perec.
La disparition (1969), que se publicó originalmente en francés sin la e y en español se
tradujo como El secuestro (sin usar la a).
El español tiene cinco vocales, como el latín, pero este tenía vocales largas (que se marcan
con una lineta arriba) y breves (que se marcan con un semicírculo arriba), y ese factor de
la cantidad vocálica se perdió entre los siglos III y V d.C.
⁃ Hay vocales que se han mantenido sin que el derrumbe de la cantidad vocálica
parezca haberlas rozado. (I, U)
⁃ Hay vocales que se funden con otras. Por ejemplo, I breve y E larga se funden en
e. El mismo tipo de fusión ha ocurrido entre O larga y U breve.
⁃ Hay vocales latinas como la E breve y la O breve que han originado una secuencia
de dos vocales, es decir, han diptongado. La diptongación no se da en todas las lenguas
romances, por ejemplo en gallego- portugués.

Iba yo por la calle y de repente...

Seseo y yeísmo existen en español claramente desde el siglo XVI, pero se reflejan poco en
la escritura. Obviamente, solo los escribas menos avezados, o los que llamamos
semicultos, nos dejan muestras de estos fenómenos; lo hacían involuntariamente. Gracias
a esos errores desde el siglo XVI en Sevilla era común decir caye o aparese.
El seseo sabemos que nace en Sevilla y que desde ese foco se difunde a partir del siglo
XVI, para el yeísmo no hay un único origen. Se pudo dar de forma simultánea en dominios
diversos del español, aunque parece que el área andaluza estaba a la cabeza de su
propagación.
Hoy la mayoría de la población hispanohablante es yeísta y se ha hecho poco frecuente la
palatal lateral (la que escribimos con ll, que suena igual que la gl de los italianos

Mi tipo
¿Qué es una serifa? La serifa se llama también remate. Hay tipos de letra, como la letra
Times New Roman que usan ese remate al final de los trazos verticales, lector, por ejemplo,
cómo se posa la letra T en el suelo del renglón, con cierto apoyo.
Las letras sin serifa se llaman moldes o letras a palo seco.

Las diferencias de los escritos medievales con los romanos eran muchas. La escritura latina
clásica no usaba minúsculas (solo mayúsculas o capitales) ni dejaba espacios entre
palabras; el soporte era distinto también, pues los romanos leían en rollos. Desde el siglo
III existe ya el soporte que se llamó CODEX (códice) y un doble catálogo de letras:
mayúsculas y minúsculas.

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En la Península Ibérica, la letra más extendida en la Alta Edad Media fue la llamada letra
visigótica, por los visigodos. En Francia, desde el siglo VIII letra carolingia, por el emperador
Carlomagno. Esta letra fue una verdadera revolución para Occidente, ya que fue
reemplazando a otras formas previas de letras. Era una letra clara, con pocas ligaduras,
con espacio entre palabras, poco cursiva y muy legible. Se fue extendiendo por Occidente,
aunque territorios como el sur de Italia, Irlanda o la propia Península Ibérica fueron reacios
a su implantación. A la Península llegó en fecha más tardía: primero, en el siglo IX, a la
zona cristiana de los Pirineos; luego, a León, Castilla y a los territorios que se iban
reconquistando. Terminó sustituyendo a la letra visigótica en torno al siglo XII.
Tras la carolina, vinieron la letra gótica (más angulosa, en el siglo XII) y la humanista. Y
luego vino la imprenta.

Yod
Yod: letra hebrea y ocupa la posición décima en el alfabeto. Es un trazo muy simple,
pequeño, tiene su origen en otra letra del alfabeto fenicio.
Todas las letras nacieron en algún dibujito con que se representaba un sonido. Ese dibujo,
llamado pictograma, es para el caso de la yod una mano, y con la mano se simboliza a esta
letra en el misterioso mundo de la cabalística y la numerología.

En el siglo XIX, se recurrió a Yod para llamar a un sonido que (sin ninguna relación con el
hebreo) surgió en el latín tardío y cambió para siempre la cara de nuestra lengua madre.
Yod: esa /i/ que había en Antonio y que ha desaparecido en Antoño dejando a la n hecha
una ñ.
Llamamos yod a un sonido semivocálico o semiconsonántico, una /i/ que está en diptongo
junto a otro sonido vocálico: la i de Antonio es una yod, al igual que la i de seis, viene, copia
o baila. Cuando los latinos dejaron de decir ARANEA para decir ARANIA crearon una yod

¿Bailamos?
Metátesis: del griego μετάθεσις, ‘transposición’. Una letra se puede colar al lado de otra, y
cambia de posición. lagartija convertida en largatija.
Ejemplos:
⁃ PERICULUM da pericolo de donde periglo, con metátesis: peligro
⁃ PARABOLA da parabla, con metátesis: palabra

A dentelladas
En el primer diccionario de la Academia, el diente se definía por su utilidad más inmediata
y carnal (‘sirve para cortar y moler el manjar’, Diccionario de Autoridades, 1732) pero otra
misión de los dientes es servir de muralla contra la que choca la lengua en la producción
de los llamados sonidos dentales. Consonantes dentales en español son /t/ y /d/.
Nuestra d del español actual viene de dos padres muy distintos:
⁃ Un posible origen es la propia D latina. Observe el lector que la –D– latina
intervocálica se perdió en gran medida en su paso al español: CADERE > caer AUDIRE >
oír. Pero se conservó en algunas palabras, como en NODU > nudo
⁃ Otro padre de la d es la T latina. A diferencia de la d que hemos visto arriba, la
desaparición de esta –d que viene de T no es de la época en que el latín se estaba haciendo
castellano. CANTATIS> cantades > cantáis

Yernos e infiernos
Se ha defendido que el étimo de Villayerno es VILLA INFIERNO. Otra etimología hace
provenir el nombre Villayerno de VILLA LIBIERNO, de Libierno, nombre propio masculino

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que podría ser el de uno de los repobladores que fundaron el pueblo en torno al siglo X o
tal vez de VILLA HIBERNU.
En castellano esa f- inicial se aspiró y por eso se empezó a pronunciar FUMUS como humo.

Raffaella Carrà te lo explica


Cuyo es un relativo posesivo de uso histórico en el español.
Raffaella Carrà en su canción utiliza que su (quesuismo)

Diez cosas sobre mí


Mí-> pronombre, hace las funciones de un nombre en la frase. Si pongo mí estoy
sustituyendo a algo. Palabra monosílaba, eso quiere decir que solo tiene una sílaba. Las
monosílabas no se acentúan, pero mí sí, porque tiene una tilde distinguidora (diacrítica) vs
posesivo. Tiene un solo sonido consonántico: se llama sonido nasal bilabial. Tiene un solo
sonido vocálico, la i, que es una vocal palatal. Mí proviene del latín MIHI y ti (que no lleva
tilde nunca) proviene de TIBI. La forma latina MIHI sonaba /mii/, porque la h en latín no se
pronunciaba. Mí puede usarse detrás de una preposición, por eso decimos que es
término de preposición: para mí, hacia mí. Aunque no se admite en español con mí (aunque
con sea preposición) porque para eso usamos conmigo. En palabra tiquismiquis está el
MIHI latino con una h pronunciada macarrónicamente en latín escolástico como miki. De
tibi, mihi ‘para ti, para mí’. En película Sonrisas y lágrimas Julie Andrews cantase mi denota
posesión al hablar de las notas musicales. La letra del griego equivalente a la eme española
se llama mí. Y mi es el código postal del estado norteamericano de Michigan (Madonna).

Jon Kortajarena no es muy guapo


La terminación -ISSIMUS y la palabra MULTU (de donde vienen mucho y muy) servían en
latín para la formación de superlativos.

Crisis, no: ¡clisis!


Clisis es un término que se usa en gramática para aludir a la posición que adoptan palabras
como los pronombres átonos que no tienen apenas fuerza acentual. Formas como yo, mí,
conmigo... son pronombres tónicos, mientras que me, nos, os, se, lo, la, le... son
pronombres átonos. Y esos pronombres átonos tienen una posición variable en español:
⁃ Pueden anteponerse al verbo (me lo das).
⁃ O pueden posponerse al verbo (verlo).
La anteposición la llamamos proclisis (pronombre proclítico) y la posposición la conocemos
como enclisis (pronombre enclítico). Hasta el siglo XVIII se posponían los pronombres al
verbo mucho más que hoy.

Palabras con identidad transgénero


El género es fundamentalmente algo gramatical (una ventana es de género femenino) y el
sexo una cuestión de identidad (una ventana carece de sexo, pero es de género femenino).
Palabra con cambio de género fue valle. Fue femenina en latín y lo sigue siendo en catalán.
Sin embargo, en el castellano, valle ha protagonizado un curioso cambio de género hacia
el masculino.
Palabras acabadas en –a, los hablantes del español a veces reorientaron algunas de estas
palabras hacia el femenino. Pero no tiene por qué (fantasma, problema).

A mí no me lo digas
Reduplicación: poner las cosas dos veces. Si digo le estoy hablando a usted, el pronombre
le, de tercera persona y

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la estructura a usted (con preposición a y otro pronombre) están señalando a la misma
persona (a usted, el lector).
Este fenómeno se da, pues, desde español antiguo y tiene en su origen un carácter enfático

¡Eso ya no se llama así!


Andrés Bello (1781-1865), que propuso nuevos nombres para los tiempos; llamó:
⁃ antepresente al que ahora es perfecto compuesto (he cantado);
⁃ copretérito al imperfecto (cantaba);
⁃ antecopretérito al pluscuamperfecto (había cantado);
⁃ pospretérito al condicional (cantaría)...
Otros aprendieron qué era el complemento directo pero sus hijos lo llaman objeto directo.

Una perla lingüística

Variación existente en español en las dos formas de denominar a una calle. Podemos
identificarla adjuntando a calle directamente el nombre propio: calle Perla, calle Gravina
(esto es lo que se llama en gramática una aposición) o podemos intermediar un de entre
ambos: calle de la Perla.
Esta situación se explica por el propio pasado latino. En latín se usaba más en ese contexto
denominativo la aposición (por ejemplo, el río Garona como GARUMNA FLUMEN) que el
caso genitivo (GARUMNAE FLUMEN). En español la construcción con aposición se
mantiene, y, perdidos los casos, el genitivo es reemplazado por una forma con de.

24 horas en la vida de un imperfecto


La terminación latina (-BAM) se partió en dos en español (aba para 1.a conjugación / ía
para 2.a y 3.a conjugación).
El ie (veniemos por veníamos) que era normal para imperfecto en la Edad Media castellana.

Si tú me dices ven
Ven: herencia del latín VENI, imperativo. La I final de VENI (que era una vocal cerrada) ha
impedido la diptongación de la E, y por eso no decimos vien.
Ven, estás haciendo una consonante /b/ oclusiva porque la labial está abriendo el discurso.
Ahora ven ya dejas a la labial entre vocales y haces sonar una /b/ más suave, que llamamos
fricativa.
Ven, otros derivados de VENIRE, como aventura, desventura, inventar o convenir.

El maestro Yoda en la historia del español


Colocación del verbo al final de la frase, una posición que puede aparecer
espontáneamente (solo nos queda esperar a que vengan).
En la literatura del siglo XV, especialmente en la primera mitad de siglo y en los textos que
pertenecen a una corriente letrada.
En latín, se colocaba el verbo al final (sujeto-objeto-verbo).

Por vos muero


En latín no existía un pronombre específico de tratamiento cortés, pero el castellano, desde
sus orígenes, sí lo tuvo, y fue vos. Vos era la forma que se utilizaba para dirigirse a
superiores jerárquica o socialmente. En la Edad Media tratan de vos los hijos a sus padres,
así se dirige la gente al clero y, por supuesto, cualquiera que hable a su señor o su amo.

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En el siglo XVI ya empezamos a encontrar muchos ejemplos de vos usados para el trato
entre iguales, y, paulatinamente, el pronombre perdió carácter reverencial hasta convertirse
en una marca de trato familiar o desprecio.
El vos de respeto en el castellano peninsular terminó siendo reemplazado por vuestra
merced.

Te diré lo que vamos a hacer


Dos formas del futuro: futuro simple (diré) e ir a + infinitivo, lo que técnicamente llamamos
una perífrasis, porque es un conjunto de palabras que funciona como si fuera un verbo solo.
ninguna de esas dos formas de futuro ha salido de los futuros latinos. Estos eran los futuros
en latín, según sus conjugaciones:
⁃ AMABO-BIS,
⁃ DOCEBO-BIS,
⁃ PONAM-PONES,
⁃ CAPIAM-CAPIES,
⁃ SENTIAM-SENTIES.

En latín vulgar esos futuros latinos se vieron desplazados por diversas perífrasis como
FACERE DEBEO, FACERE VOLO, FACTURUS SUM y FACERE HABEO. De una de esas
perífrasis, AMARE (o cualquier otro infinitivo) + HABEO, o sea, haber con infinitivo, viene
nuestro futuro simple.
Los futuros latinos pasaron de tiempos simples (AMABO, AMABIS...) a ser sustituidos por
una perífrasis (AMARE HABEO), que a su vez pasó a amaré. Pero ese futuro hoy compite
con otra nueva perífrasis (ir a + infinitivo) que se fue imponiendo en español desde el siglo
XVIII

Vecina, señora vecina


Gramática un posesivo duplicado(su niño de usted). La posesión se puede marcar de dos
formas:
⁃ Con un posesivo (mi-s, tu-s, su-s; mío, tuyo, suyo). Mi casa, mi tesoro.
⁃ Con la estructura <preposición de + poseedor>: el zapato de él.
Como hay dos formas que marcan posesión, lo llamamos posesivo duplicado o doblado de
posesivos. Este se usó por escrito hasta el siglo XV. En Andalucía aún se escucha, y en
México.

¿Cómo que no? ¡Claro que òc!


Español y catalán (sí / no), el aranés (òc / non). Lengua del valle de Arán.
Variedad lingüística venida del latín, distinta del catalán y del castellano: el occitano,
conocido como aranés en su forma local. El occitano, lengua romance con documentación
desde la Edad Media, se habla fundamentalmente en Francia, al sur del río Loira, pero se
introduce también en zona española e italiana. El aranés es curiosamente la única variedad
del occitano declarada como oficial.

las lenguas procedentes del latín vemos que hay un consenso general en la forma de decir
que no. Non en francés o en el propio aranés; nu en rumano; no en italiano, español y
catalán; não en portugués... Todas estas palabras vienen de la forma latina NON. Pero así
como hay una clara hermandad en el no, los idiomas romances no parece que estén en
absoluto junts pel sí, si se me permite el guiño a la candidatura coaligada catalana. Para la
afirmación positiva, las lenguas romances han seguido caminos divergentes. Formas como
el sim portugués, el si gallego, el sì italiano o el sí del español y catalán han salido de SIC

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(‘así’ en latín). En cambio, de HOC (‘esto’ en latín) salió el òc del occitano y de HOC ILLE
surgió el oui del francés. El rumano, para esta expresión, se apartó del tronco latino para
abrazar la expresión eslava da.
El latín tenía una partícula absoluta para la negación (NON), pero para la afirmación no
contaba con una palabra específica. Español, italiano, portugués y gallego optaron por la
herencia de SIC, mientras que el occitano (y por tanto, el aranés) junto con el francés
optaron por la herencia de hoc

No busques más, que no hay


Conquistó a Sevilla y no conquistó Sevilla,, sin preposición a. Sabemos que el acusativo
latino fue reemplazado por el complemento directo en español, y que este lleva a
normalmente si alude a algo animado.

Si me queréis, idos
Una parte muy amplia de la comunidad hispanohablante no se usan ni el pronombre
vosotros ni su asociado os; en suma, hay más hablantes que no dicen iros que hablantes
que sí lo dicen. En julio de 2017 la Real Academia Española confirmó que aceptaría iros
(aunque seguiría recomendando idos) como imperativo del verbo ir. Dos posibilidades:
⁃ Muchos verbos pueden construirse con o sin pronombre: decimos que queremos ir
a casa o irnos a casa. Cuando esos verbos se ponen en imperativo y con pronombre, se
elimina la d: tomad la sopa pasa a tomaos la sopa. El verbo ir, el imperativo id a la calle se
convertía en idos, con la d conservada, o pasaba a íos.
⁃ Vosotros se usa poco o ni siquiera se emplea, y es ustedes la única forma que se
utiliza, tanto para el sentido cortés como para el informal.

La plaza Sintagma
Para los lingüistas, un sintagma es un grupo formado por palabras que, pudiendo funcionar
solas o no, se agrupan con una especie de fin común.
El étimo griego explica ese significado que damos a la palabra sintagma: un sintagma era
una coordinación, un conjunto agrupado.
En suma, que hay sintagmas que de tanto juntarse se hacen una sola palabra.

Palabras, palabras, palabras

¡Y un pepino!
No hay una palabra común para el pepino en el fondo léxico de las lenguas europeas: en
inglés es cucumber, en alemán es Gurke, en italiano lo llaman cetriolo, es en francés
concombre, en rumano castravete, en catalán lo conocen como cogombre, y en portugués
y español es pepino. El étimo o palabra origen es el latín PEPO-ONIS.

Esto de los sufijos y las bases léxicas es parte de lo que llamamos «procesos de formación
de palabras». Pero cuando pensamos en cómo formamos palabras tenemos en la cabeza
casi siempre «añadidos» como prefijos, sufijos o interfijos que se suman a una base;
entendemos que lo típico es tener una palabra tipo pan (base léxica) a la que colocamos
cosas:
⁃ un sufijo (pan-adero).
⁃ o un sufijo (como –ito) con un interfijo delante (pan-ec-ito).
Formación regresiva: creamos una nueva palabra eliminando de otra lo que falsamente
entendemos que es un «añadido» (sufijo o prefijo).

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Un corazón agrandado
Desde el latín COR, los romances han derivado palabras como:
⁃ coeur en francés,
⁃ cuore en italiano,
⁃ cor en catalán,
⁃ cord en rumano.
Pero el caso del corazón español nos ofrece una forma más larga. Es el resultado de sumar
a COR dos aumentativos latinos: ACEU y ONE. De esa unión de COR+ACEU+ONE ha
salido nuestro corazón.
Otras palabras derivadas de COR, por ejemplo coraje, con la raíz latina y una terminación
en –aje que es típicamente francesa; coraje es, pues, un galicismo o palabra del francés.
Primitivamente significaba ‘ira’ pero también ‘valentía, ímpetu’.

Conchita Wurst en la historia del español


Udo es un sufijo patrimonial, esto es, heredado del latín (–UTU), que
expresa una intensidad positiva en palabras como forzudo o concienzudo, pero que está
más cargado negativamente cuando se adjunta a partes del cuerpo humano: barrigudo,
cabezudo…
El rival de –udo es –ón, que es un aumentativo menos humorístico pero también apunta a
una dimensión de exceso (barrigón, cabezón...).

El pequeño Nicolás en la historia del español


En Sevilla se usa chico más que pequeño. Variación dialectal: pensemos en el guaje en
Asturias.

Camilo Sesto en la historia del español


En catalán y aragonés antiguo es normal que el grupo de consonantes nd evolucione a n.

Apellidos
Si el lector es inglés, francés, alemán o italiano: apellido de su padre, primero y único
apellido.
Si el lector es portugués o brasileño: apellido de su madre, primero; apellido del padre,
segundo (pero más relevante porque se conoce por el apellido del padre).
Si el lector es español o hispanoamericano: apellido de su padre, primero; apellido de la
madre, segundo. Desde el año 1991, en España es posible inscribir a los nacidos poniendo
primero el apellido de la madre.

El patronímico es el nombre del padre, que se adjunta al propio para especificar que
procede de su familia.

¡Tápate las piernas!


Vocabulario de la ropa del Medievo se nos han perdido o han variado las realidades a las
que nombran.
⁃ ANORAK: chaqueta impermeable, con capucha. Lengua esquimal y nos llegó en los
años 50 a través del léxico inglés. chaquetón, parka
⁃ COMBINACIÓN: ‘Prenda de vestir que usan las mujeres por encima de la ropa
interior y debajo del vestido.
⁃ NIQUI: polo (camisetas con cuello). Del alemán. En otros países de habla hispana,
el polo es la remera, polera, poloché.
⁃ PELLIZA: abrigo grueso y protector para el invierno. Derivado del latín.

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⁃ SOSTÉN: lo mismo que el sujetador. En Latinoamérica, brasier, ajustador, soutién.
⁃ Los zapatos son llamados en el mundo hispánico de formas tan diversas como
botines, championes, deportes, deportivas, playeras, tenis o bambas.

En blanco y negro
Blanco y negro son los dos nombres de color que más aparecen en los textos medievales.
Aunque el castellano heredó muchos nombres de color del latín, también adquirió su propia
nomenclatura y perdió bastantes términos de la lengua madre. Por ejemplo, los adjetivos
latinos de color poseían la distinción color mate / color brillante, que se perdió en castellano

Los ladrones, tesoro de nuestra lengua


Muchas de ellas son latinas (por ejemplo, la principal, LATRO, de donde viene ladrón).
Otras vinieron de las lenguas germánicas, otras francesas y otras italianas.
La jerga de los delincuentes tuvo incluso un nombre para sí: era la germanía (o jerigonza o
jacarandina), el lenguaje usado por los maleantes en la época más picaresca de nuestra
cultura, los siglos XVI y XVII.

Columpiarse
Juego de la rayuela también llamado como chucla, descanso, michi, peletre, pique, pisé,
rayoleta, sambori, teje, truquemé... Amplia variedad de palabras que hay para denominar a
este juego. Fenómenos de diversidad léxica.
Mientras hablemos una lengua viva, esa lengua tendrá variación.

¿Crees en la reencarnación?
Karma es un concepto religioso indio que el diccionario de la RAE define como: ‘energía
derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta
que se alcanza la perfección’. Es una palabra del sánscrito (lengua ya muerta de la India)
que ha llegado al español a través del inglés, y que se incorporó después de 1992.
Poligénesis temporal: resurrección de una palabra ya perdida, que reaparece con otro valor.
Ej. Azafata, deporte.

¡Qué guay!
Las palabras con que los jóvenes ensalzan lo que les gusta y lo que dan por bueno forman
uno de los conjuntos léxicos más propicios al cambio. Antes se decía, puro o purísimo, que
era del quince o muy guay o flipante.
El guay actual se documenta por escrito desde los años 80 y pudo provenir del árabe. (Jerga
juvenil).
Uso de guay; dos muestras del siglo XV:
⁃ Guay del que duerme solo (Arcipreste de Talavera)
⁃ Guay del triste que se moja (Cancionero de Baena)

Explicando las características de los fantasmas


Las palabras fantasma o fantasmas lexicográficos son palabras que nunca se han usado
en nuestro idioma.
Las palabras fantasmas: palabras que nunca se han usado, pero que se encuentran
registradas en los diccionarios por errores de lectura o escritura que se van manteniendo a
lo largo de los años. Aún existen muchas palabras fantasma identificadas que nadie se
atreve a borrar, por lo difícil que es probar que una palabra nunca se usó.
Acepción fantasma, amarra en el Quijote.

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Los sobres de antes no eran como los de ahora
Los sobres de las cartas antes no existían. Sobre: preposición/ formar palabras
compuestas (sobrepelliz).
Hábitos de escritura que se han ido perdiendo o modificando según cambiaba el propio
sistema de correos:
⁃ Arroba es un arabismo del español; significaba ‘cuarta parte’ y era una unidad de
medida.
⁃ empezar tanto los escritos de cualquier clase como las cartas con una pequeña cruz
en el centro del primer renglón.
⁃ A finales de los 90, cuando comenzaron a extenderse los correos electrónicos, había
quien humorísticamente decía mandar un emilio.
⁃ Lo que en España es el sello es la estampilla en Colombia y otros puntos de
América; en México son timbres o timbres postales.

Políticos que usan chanclas


Palabras como chancla, chancleta, chancleteo y otras son de la misma familia que zanca.
Llamo palabras chancleta o expresiones chancleta a aquellas que se ponen de moda
periódicamente en el lenguaje político. Ej. poner en valor, hoja de ruta.

Hago ¡chás! y te convierto en una palabra


El epónimo es la palabra que sale del nombre de una persona o de un lugar y con el que
designamos un objeto, una invención, otro lugar... Ejemplo:
⁃ Táper donde se guarda la comida inventado por Earl Silas Tupper, ha arrinconado
a la fiambrera.
⁃ Pichichi, trofeo Pichichi.
⁃ Nombre de su creador: Alzheimer, Down, Asperger…
⁃ Tener un cuerpo danone y una sonrisa profidén.

Ikea en la historia de la lengua española


(Cojín) Aína, adverbio medieval castellano que significaba ‘de prisa, pronto’ (del latín vulgar
AGINA, ‘actividad, prisa’) y que estaba ya anticuado en el siglo XVII.
(Cojín) CILLA, donde se guardaba el diezmo de la cosecha que un agricultor tenía que dar
como renta.
(Mesa) GALANT, caso de apócope extrema.
El español perdió la –e final tras n (PANE >pan), l (TALE> tal), r (HABERE> haber) y algunas
otras consonantes. Eso se llama apócope, o sea pérdida de la vocal final.
(Cuadros) NON, adverbio de negación en la Edad Media, non.
El brexit no me gusta nada
Hablamos con préstamos de otras lenguas.
La palabra Brexit, el proceso político de salida de la Unión Europea que votaron en un
referéndum.
Si quisiéramos pasar al español este término de brexit, tendríamos: circunloquio y brexida.

Palabras en Burgos: caciques y flores en Gamonal


Un gamón es una ‘planta liliácea, de flores blancas en espiga y hojas en forma de espada’.
Gamonal (‘conjunto de gamones’).
Caprichos curiosos de la polisemia, gamonal es también en el español de América el
‘cacique’ y gamonalismo su forma de gobierno autoritaria, esto es, un sinónimo de
caciquismo.

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Palabras en Sevilla: la escisión lingüística
Puedes escribir cereza o sesión pero lo vas a pronunciar con un solo sonido porque eres
seseante (seresa) o ceceante (ceción).
Azul, celeste. Uso del ustedes. Llamar resbaladera al tobogán y damasco al albaricoque.

Palabras en Ucrania: nuevos países, viejas definiciones


Si ucranio y ucraniano están en el diccionario de la RAE desde el siglo XX (diccionarios de
1925 y 1984, respectivamente). Cimerio y basterna palabras en los diccionarios de la RAe
que hacen referencia a Ucrania.

Palabras en Argentina: la mamá de Marco


Argentina recibió entre el siglo XIX y el XX unos cuatro millones de migrados que
mayoritariamente procedían de Italia.
Se dió lugar a un curioso caso de lengua mixta; la mezcla del español con el italiano creó
una modalidad lingüística híbrida, el cocoliche. Pero terminó desapareciendo en el siglo XX.
Los italianismos léxicos que aparecen en el español austral (Argentina, Uruguay,
Paraguay): valija, bagayo (paquete), laburo (trabajo).

Palabras en Perú: de la época colonial al escribidor


Del quechua llegaron al español palabras como:
⁃ Cancha, un espacio llano, normalmente se usa en el ámbito de los deportes, y más
en América que en España.
⁃ Caucho, el natural es una especie de látex que brota de la savia de plantas.
⁃ Pampa, conocida llanura de Argentina, o para nombrar a cualquier pequeña planicie
entre montañas.
⁃ Chirimoya.
⁃ Papa, que por una confusión con el nombre de la batata se hizo la patata que hoy
conocemos.

Palabras de Japón y gente de Japón


La palabra biombo (también venida de una lengua intermediaria, el portugués, desde el
japonés byó, ‘protección’ + bu, ‘viento’), que el primer diccionario publicado por la Real
Academia Española (1726-1739, Diccionario de Autoridades).
También incluía ese diccionario catán para lo que hoy llamamos katana y desde fines del
siglo XIX trajo también el japonesismo maque, un tipo de barniz.

Por cierto, el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE nos recomienda esto sobre
algunos japonesismos:
⁃ Escribir samurái y bonsái con tilde y con i latina; escribir haraquiri con qu-.
⁃ Evitar la escritura de judo, que es influencia inglesa, y poner yudo, que se adapta a
la fonética del español mejor; igualmente, usar yudoca.
⁃ Aceptar el uso de soja y de soya, esta grafía refleja la pronunciación más extendida
en América para el nombre de la salsa.
⁃ Palabra japonesa tsunami se ha introducido en la última edición (23.a, año 2014)
del DRAE, en español antes se usaba solo maremoto. También se ha introducido sudoku.

Los textos
La diosa de las primeras palabras
¿Qué se hablaba antes del latín? Lenguas fenicias, llamamos lenguas paleohispánicas; son
el ibérico, el tartésico-turdetano, el celta y el vasco.

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No te empeñes
En su libro Lenguaje y soledad (1998), Ernest Gellner acuñó el sintagma el dilema de los
Habsburgo, con el que se refería al hecho de que una cultura o un sistema social se
defiende con más ruido y esfuerzo cuando justamente ya está llamado a morir.

Appendix Probi: En español lo podríamos traducir como «el apéndice de Probo»; es una
lista de faltas que ese alguien anónimo incorporó como suplemento a la obra de gramática
de Probo. Ej. ir de compras en lugar de shopping. Anduve no andé.
El valor de lo pequeño
Dejar de ser latín y comenzar a ser romance es un proceso que se plasma desde el siglo
IX en Occidente a través de unos textos muy especiales, textos cortos, a menudo con
propósito privado, que dejan filtrar el habla vulgar tan distinta ya de la latinidad

El viaje de unas glosas


Los textos medievales abundaban en anotaciones, a veces eran aclaraciones de tipo
lingüístico, pero también había anotaciones culturales, de tipo enciclopédico.

A caballo y hablando por el móvil


3733 versos del Poema de Mio Cid, al que tenemos por uno de los grandes monumentos
literarios del castellano y el símbolo de una decisión: la de escribir literatura en romance.

Sabio pero burro


Alfonso X se rodeó en la corte de sabios conocedores de la tradición cultural judía, la árabe
y la latina y los puso a traducir de otras lenguas libros de astronomía y ciencia y a pasarlos
al castellano. También propició la escritura en castellano de obras legislativas y de crónicas
históricas.

Leer con cuchillo y tenedor


Villena uno de los pioneros en la introducción de cultismos desde el latín y la copia de
estructuras de la lengua madre, según fue tendencia común en muchos escritores del XV.

La multiplicación de los impresores


El primer libro impreso en la Península fue el Sinodal de Aguilafuente, salido de la imprenta
segoviana de Juan Párix en 1472; es un texto de 48 páginas que recoge las actas de un
sínodo o concilio de obispos celebrado en el pueblo segoviano.
Los manuscritos de poesía, por ejemplo, circularon en los Siglos de Oro sobre todo en forma
de manuscritos, aunque después se recopilasen e imprimiesen.

Nadie habla tu lengua


Judeoespañol, lengua también llamada sefardí, sefardita y judezmo. Los judíos expulsados
de España en 1492 por el mandato de los Reyes Católicos se fueron hablando en
castellano, se esparcieron por Marruecos, el Imperio Otomano, luego Yugoslavia, Estados
Unidos y lo siguieron usando durante siglos después en sus diversos territorios de exilio.

Tertulia académica
El marqués de Villena el fundador de la Real Academia Española. Murió en 1725 y se
empezó a publicar en 1726; el último tomo salió en 1739. Lo llamaron Diccionario de
Autoridades.

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