Resumen s12

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S12: La transición

1.Introducción.

La muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975 sumió a España en una


situación de gran complejidad e incertidumbre; los sectores más inmovilistas del
régimen abogaban por una continuidad absoluta, mientras que la oposición reclamaba
la implantación inmediata de medidas representativas.

2.La muerte de Franco y el gobierno de Arias Navarro.


Dos días después de la muerte de Franco, el 22 de noviembre, Juan Carlos de
Borbón fue proclamado Jefe del Estado. El último presidente franquista, Carlos
Arias Navarro, fue confirmado en su puesto por el rey, muy pronto, fue evidente
que el nuevo gobierno no estaba dispuesto a llevar a cabo ningún tipo de reforma
democrática, ya que se limitó a aprobar una ley de asociación muy restrictiva en la
que no tenían cabida los partidos políticos.

La Junta Democrática del PCE y la Plataforma de Convergencia Democrática


del PSOE se unieron para formar Coordinación Democrática, organización
conocida popularmente como la Platajunta.

En marzo, hubo una huelga general en Vitoria que acabó con cinco muertos por
disparos de la policía, y en mayo un enfrentamiento entre grupos carlistas causó dos
fallecidos más en Montejurra.

En el verano del 76, la situación parecía haberse estancado; los sectores


inmovilistas no aceptaban ninguna reforma, y la oposición no tenía fuerza para
imponer una ruptura. El sector aperturista alentó una tercera vía, consistente en una
reforma que partiese de las propias leyes franquistas y evitase la ruptura.
Finalmente, las declaraciones del rey en contra de Arias Navarro y a favor de la
democratización del país durante una visita a Estados Unidos provocaron la dimisión
del presidente el 1 de julio de 1976.
3. El primer gobierno de la transición: el “error” Suárez

Para suceder a Arias Navarro, el rey colaboró estrechamente con Torcuato


Fernández Miranda, presidente de las Cortes y del Consejo del Reino y encargado
de presentar al monarca una terna de nombres de la que debería salir el próximo
presidente. Fernández Miranda maniobró hábilmente para dejar fuera de la terna a los
candidatos más inmovilistas, al tiempo que incluía en ella a Adolfo Suárez, quien
sería finalmente el sucesor designado por el rey.

El nombramiento de Suárez causó un enorme desconcierto y decepción en


políticos de todos los signos, así como en las principales redacciones periodísticas.
“Qué error, qué inmenso error”, titulaba El País.

Lo cierto es que Suárez era el candidato ideal: con una trayectoria política poco
destacada hasta la fecha relativamente joven y con ideas reformistas, además de ser
un buen conocedor del medio televisivo (al haber sido director general de TVE), que
utilizará para potenciar una imagen favorable del monarca y llegar con facilidad al
conjunto de la población española.

El gobierno de Suárez presentó ante las Cortes su Ley para la Reforma Política
(LRP), así, las Cortes Orgánicas aprobaron su propio final el 15 de diciembre de
1976, hecho popularmente conocido como el “harakiri”. En la decisión del aparato
franquista influyeron sin duda el apoyo decidido del rey, la presión de la opinión
pública o el miedo a una ruptura más radical.

ETA continuaba entorpeciendo la democratización mediante atentados que


permitían al búnker justificar su inmovilismo; el GRAPO, de extrema izquierda,
protagonizó el secuestro del presidente del Consejo de Estado.
La extrema derecha, por otra parte, se activó mediante grupos paramilitares de
ideología neonazi, como los “Guerrilleros de Cristo Rey”, En la misma semana en
la que los GRAPO habían asesinado a tres policías, pistoleros de ultraderecha
mataban en la calle a cinco abogados laboralistas vinculados a CCOO y el PCE.

Partidos políticos de cara a las elecciones de junio de 1977:


-AP (Alianza Popular) Manuel Fraga.

-UCD(Unión Centro Democrática) Adolfo Suárez

-PSOE

-Cataluña : Jordi Puyol -País Vasco: PNV

-PCE(Partido Comunista Español) Santiago Carrillo


4. Las elecciones de 1977 y los Pactos de la Moncloa.

Las primeras elecciones democráticas en España tras casi cuatro décadas de


dictadura se convirtieron en realidad el 15 de junio de 1977.

La UCD se alzó con la victoria con 165 escaños, seguida por el PSOE con 118. El
PCE, con sólo 20 diputados, mientras que AP obtenía 16. Los nacionalistas catalanes
consiguieron 11 escaños, y el PNV, 8.

Suárez formó su segundo gabinete en julio, teniendo que abordar principalmente la


grave situación económica en la que se encontraba el país, derivada de la crisis
mundial del petróleo acaecida en 1973.

Para poner remedio a una situación que amenazaba con interrumpir el proceso
democratizador, el Gobierno llegó a varios acuerdos con los principales partidos
políticos, empresarios y sindicatos, que se conocerían en su conjunto como los Pactos
de la Moncloa, apelando siempre al consenso.

Entre el contenido de estos acuerdos, cabe diferenciar elementos políticos y


económicos. Entre los primeros destacan la supresión de la censura, la aprobación de
los derechos de asociación y reunión, el reconocimiento del delito de tortura y la
asistencia letrada a los detenidos o la derogación de las estructuras del Movimiento
Nacional.
Si hablamos de los segundos, se reformó la administración tributaria, se tomaron
medidas de control financiero a través del Banco de España para evitar la fuga de
capitales, y se decretaron la devaluación de la peseta y la subida de salarios para
luchar contra la inflación.
5. La Constitución de 1978

La Constitución del 78 fue elaborada por una comisión de 7 expertos de los partidos
políticos. Tras un largo proceso de elaboración, fue finalmente aprobada en
referéndum el 6 de diciembre de 1978.

a) El modelo de Estado

España se define como un Estado plural, siendo la forma de gobierno una


monarquía parlamentaria y existiendo la soberanía nacional. Así, se establece un
Estado descentralizado, aunque unitario; es decir, se contemplan las diferencias
regionales, pero se hace hincapié en la unidad e indivisibilidad de la nación. Todo
ello en el marco de una economía de mercado (capitalista), aunque se contempla la
intervención del Estado como corrector en situaciones en las que se estime necesario.

El texto también define un Estado no confesional.

b) Derechos y libertades

El Título Preliminar enuncia que “España se constituye en un Estado social y


democrático de Derecho”; social ya que los poderes públicos deben orientarse a
mejorar el bienestar global de la comunidad, democrático por la participación
ciudadana en las instituciones , y de derecho porque todos los poderes están sujetos al
cumplimiento de la ley.

Los derechos y deberes de los ciudadanos son muchos y muy variados: dignidad
de la persona, respeto a la ley, igualdad ante la ley, derecho a la vida (aboliendo con
ello la pena de muerte), a la libertad ideológica y religiosa, libertad de expresión,
seguridad, derecho al honor, etc.
La novedad la ponen los derechos sociales y económicos, como la educación, la
sanidad, el disfrute del medio ambiente y el patrimonio, derecho a una vivienda
digna…
c) La división de poderes

A la Corona le corresponden labores de carácter simbólico, como ser árbitro del


buen funcionamiento de las instituciones o representar a España en el exterior.

Las Cortes Generales tienen el poder legislativo y están compuestas por el


Congreso de los Diputados y el Senado.

El poder ejecutivo está formado por el gobierno y la administración. El gobierno


está formado por el presidente y sus ministros.

El poder judicial corresponde a juzgados y tribunales.


d) La organización territorial

Estado de las Autonomías, que se fundamenta al mismo tiempo en la indisoluble


unidad de España y en la existencia de Comunidades Autónomas con órganos e
instituciones territoriales propias. Es decir, se trata de un Estado unitario (no federal)
descentralizado.

El acceso a la autonomía podía realizarse por dos vías rápidas: la rápida, del
artículo 151, reservada en un principio a las nacionalidades históricas, y que les
otorgaba mayores competencias. Andalucía accedió a la autonomía por esta vía, pese
a que esto no entraba en los planes del gobierno originalmente. Para todas las demás
regiones se planteaba una vía más lenta, la del artículo 143. Las CC.AA. tendrán una
Asamblea Legislativa y gobierno propio, además de un Estatuto de Autonomía,
aunque muchas competencias como la nacionalidad, defensa o relaciones
internacionales entre otras quedan en manos del gobierno central.

6. CONCLUSIONES

La transición es uno de los momentos históricos más destacados y difíciles de


nuestro país, en el que la muerte del dictador amenazó con una nueva ruptura de la
sociedad española. La salida, como hemos visto, fue una ruptura pactada que
contentó (en mayor o menor medida) a la práctica totalidad de los actores implicados.
No obstante, se trató de un texto acorde a un momento histórico determinado, ya
pasado, por lo que quizás habiendo superado su 40 aniversario deberíamos
plantearnos la necesidad o no de su reforma, dada la gran transformación social de
nuestro país a lo largo de todos estos años.

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