TEMA 11: Transición Democrática y Constitución de 1978

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TEMA 11: Transición democrática y

Constitución de 1978
1.- INTRODUCCIÓN
2.- LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
2.1. EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO
2.2. EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ
2.3. EL PRIMER GOBIERNO DEMOCRÁTICO
3.- LA CONSTITUCIÓN DE 1978
3.1. CARACTERÍSTICAS
3.2. CONTENIDO
4.- CONCLUSIÓN

1.-INTRODUCCIÓN
Al iniciarse los años 70 el progresivo deterioro del régimen franquista era evidente. Era la crisis
de un sistema político que había sido incapaz de adaptar sus estructuras al espectacular cambio
económico y social de la década anterior. Con la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975
comenzará la Transición democrática (1975-1978), proceso por el que España pasó de una
dictadura a una democracia. Fue un proceso complejo, un pulso de fuerzas entre los sectores
reaccionarios y los proclives al cambio, en el que serán claves figuras como la del rey Juan
Carlos, Torcuato Fernández Miranda o Adolfo Suárez. Y es que, a la muerte de Franco
existían tres opciones políticas a seguir: el continuismo del pretendido “búnker”; la “ruptura
democrática” defendida por la izquierda (PSOE y PCE); y la reforma, de la que era partidaria el
rey y las altas personalidades del régimen, línea que será finalmente la triunfante.

2.-LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA


2.1. EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO
Dos días después del “españoles, Franco ha muerto”, don Juan Carlos jura su cargo rey de
España. Carlos Arias Navarro, el último presidente del gobierno de la dictadura, fue confirmado en
su puesto para tranquilizar en parte al sector más inmovilista. En el gabinete de gobierno se incluyen
a ministros reformistas como Manuel Fraga Iribarne o Adolfo Suárez.
Ante el inmovilismo de Arias Navarro, la oposición definió un programa común para todas las
fuerzas antifranquistas a favor de la alternativa democrática. Así, los organismos creados en la etapa
final del franquismo: la Junta Democrática (encabezada por el PCE) y la Plataforma de
Convergencia Democrática (encabezada por el PSOE) se unieron en la llamada Coordinación
Democrática más conocida como la “Platajunta”. A ellos se suman movilizaciones populares,
siendo especialmente graves los sucesos de Vitoria, en marzo de 1976, con un balance de cinco
muertos y decenas de heridos. Incluso dentro de la clase política hay enfrentamientos, como los
sucesos de Montejurra (Navarra), en mayo de 1976, donde se enfrentaron las facciones franquista y
demócrata del carlismo.

En este tenso contexto el rey Juan Carlos I tomará tres decisiones de gran calado político: En
primer lugar nombra como presidente de las Cortes a uno de sus hombres de confianza, Torcuato
Fernández Miranda, posteriormente fuerza la dimisión de Arias Navarro (30 de junio de 1976)para
después elegir a Adolfo Suárez como presidente del gobierno.

2.2.-EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ.

Adolfo Suárez había ocupado numerosos cargos en el régimen de Franco hasta que en
diciembre de 1975 fue nombrado ministro general del Movimiento. Junto con Torcuato
Fernández Miranda, comenzarán a desarrollar, sin vulnerar la legislación vigente, un
programa reformista, mientras contacta con los responsables de la oposición.

La reforma política:

El camino hacia la futura Constitución se abrió con la Ley para la Reforma Política, en
noviembre de 1976, negociada con fuerzas opositoras e, incluso, con altos cargos militares, a
los que Suárez prometió no legalizar al Partido Comunista. Esta ley  suponía la supresión de las
Cortes Franquistas y la convocatoria de elecciones por sufragio universal para formar unas
Cortes bicamerales. Presentada a las últimas Cortes franquistas, sale adelante, se somete a
referéndum y se aprueba por la mayoría de los españoles el 15 de diciembre de 1976 con la
banda sonora del “¡Habla pueblo, habla…!” del grupo Vino Tinto.

La legalización de los partidos políticos.


A partir del referéndum transcurren los meses más difíciles. El primer paso fueron una serie de
decretos que permitieron la libertad sindical, una amplia amnistía y la legalización de los partidos
políticos a excepción del Partido Comunista. Su líder, Santiago Carrillo, había regresado del exilio
de manera clandestina. Suárez entendía la necesidad de legalizar el PCE para construir una verdadera
democracia. Así, aprovechando las vacaciones de Semana Santa, Suárez legalizó al PCE. El impacto
fue tremendo y el regreso de los exiliados del Partido Comunista se aceleró destacando la llegada a
España de Dolores Ibárruri (“La Pasionaria”) y de Rafael Alberti.  
La adopción de todas estas medidas encaminadas a garantizar unas elecciones libres, vino
acompañada de una gran tensión, motivada por las acciones terroristas de grupos nacionalistas
radicales (ETA), de extrema izquierda (GRAPO) y de extrema derecha. Destacó en esta etapa el
asesinato de los abogados laboralistas de CCOO (Comisiones Obreras) de la calle Atocha por la
extrema derecha.

Las elecciones democráticas de 1977.


Gobierno y oposición pactaron el mecanismo regulador del proceso electoral, del que debía
surgir un Congreso de los Diputados de 350 escaños. Las elecciones se celebraron el 15 de Junio de
1977 y dieron la victoria a UCD (Unión de Centro Democrático), partido formado por Suárez, una
amalgama de partidos de centro-derecha. El segundo partido más votado fue el PSOE, dirigido por
Felipe González y Alfonso Guerra. Muy alejados de estos resultados encontramos a los partidos de la
derecha como Alianza Popular de Manuel Fraga Iribarne y de la Izquierda como el PCE. A su vez,
en el País Vasco y Cataluña vencieron las fuerzas nacionalistas: PNV y Esquerra Republicana
respectivamente.

2.3. EL PRIMER GOBIERNO DEMOCRÁTICO

Tras las elecciones, Suárez nombra un gabinete ucedista con hombres fuertes como Gutiérrez
Mellado. Sus primeros objetivos son el desarrollo del proceso constituyente, la descentralización
autonómica y la resolución de la crisis económica desencadenada por la gran subida del precio del
petróleo. Para ello se da un amplio acuerdo entre las fuerzas políticas y sindicales plasmado en los
Pactos de la Moncloa (octubre de 1977). En estos pactos se comprometían a luchar contra la crisis
(elevada inflación, paro, gran déficit exterior...) con medidas como la contención de los salarios, la
devaluación de la peseta, una reforma fiscal, etc. Otro tema era la cuestión nacionalista: Tarradellas,
presidente de la Generalitat de Cataluña en el exilio, se entrevistaba con el rey y conseguía
restablecer la Generalitat. - También se puso en marcha un gobierno preautonómico en el País
Vasco.

3.- LA CONSTITUCIÓN DE 1978

3.1. CARACTERÍSTICAS

Al amparo de lo dispuesto en el artículo 3º de la Ley para la Reforma Política, el Congreso


de los Diputados pone en marcha el proceso constituyente, designando una Comisión. Esta
estaba integrada por los ucedistas José Pedro Pérez Llorca, Gabriel Cisneros y Miguel Herrero
de Miñón, el socialista Gregorio Peces-Barba, Manuel Fraga por Alianza Popular, Jordi Solé
Tura por el PCE-PSUC, y el catalanista Miquel Roca, quien ocupa una plaza cedida por los
socialistas

Tras superar los trámites parlamentarios en Congreso y Senado, el texto fue sometido a
referéndum el 6 de diciembre de 1978. Participó un 67%, siendo votos afirmativos el 87%.

La Constitución es un texto extenso, con 169 artículos y se caracteriza por los siguientes rasgos
generales:

- Es rígida ya que su reforma exige un procedimiento dificultoso

-Fue consensuada, debido a que su contenido fue el resultado de la voluntad mayoritaria


de la Asamblea constituyente, lo que provoca que sus contenidos tengan cierta ambigüedad

-Es de origen popular en contraposición a las decimonónicas

3.2. CONTENIDO

La constitución de 1978 define a España como un “Estado social y democrático de derecho”,


organizado como una monarquía parlamentaria, en la que la Corona tiene básicamente funciones
de representación. El rey es el Jefe del Estado, su cargo es vitalicio y hereditario. Debe jurar
fidelidad a la Constitución. La soberanía nacional reside en el pueblo.
El Poder legislativo reside en las Cortes Generales formadas por el Congreso de los Diputados
y el Senado cuyas funciones son, entre otras, la elaboración de las leyes, el control de la actividad
gubernamental y la aprobación de los presupuestos. Ambas cámaras son representativas y sus
miembros son elegidos por sufragio universal directo y secreto.
El poder ejecutivo lo ejerce el Gobierno, compuesto por el presidente y los ministros, ejerce la
función ejecutiva y la dirección política
El poder judicial está compuesto por jueces y magistrados. Se crea el Tribunal Supremo, como
órgano superior. El Tribunal Constitucional controla la constitucionalidad de todas las normas y
leyes, también resuelve los posibles conflictos entre el Estado central y las Comunidades Autónomas.
Se establece una amplia declaración de derechos: derecho a la vida declarando abolida la
pena de muerte, derecho a la libertad y seguridad, derecho a la educación, de expresión, pensamiento,
reunión y manifestación. España se declara un Estado aconfesional que garantizaba la libertad
religiosa y de culto, pero declaraba que el Estado cooperaría con la Iglesia Católica.
Además, se creó la figura del Defensor del Pueblo, un instrumento para garantizar estos
derechos básicos.
También la Carta Magna establece el derecho a la autonomía de las nacionalidades y
regiones. El proceso de constitución de las autonomías tuvo dos etapas diferenciadas:
-Creación de preautonomías antes de la Constitución
-Creación de las Autonomías: cada Comunidad Autónoma se regiría por un Estatuto de
Autonomía y se dotaría de órganos legislativos, elegidos por sufragio universal (parlamentos
autónomos) y órganos ejecutivos (gobiernos autónomos). Los primeros estatutos promulgados fueron
los de Cataluña y País Vasco en 1979. Los estatutos de Galicia y Andalucía se aprobaron en 1981
y posteriormente, entre 1982 y 1983, los del resto de las Comunidades Autónomas. Por último, en
1995, se regularon para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

4.-CONCLUSIÓN:

Rubricada con las firmas del monarca y los Presidentes de las Cámaras, la entrada en
vigor de la Constitución abría una etapa decisiva en la historia de España. Se inicia así una
segunda etapa dentro de la Transición que vendrá marcada por la consolidación democrática
pero también por el declive del partido en el gobierno, la UCD de Adolfo Suárez, por un intento
de golpe de Estado en 1981 y la llegada de los Socialistas al poder en 1982 que ocuparán hasta
1996 en que son sustituidos por el Partido Popular.

La grandeza de la Constitución, en palabras del historiador Ramón Tamames,


dependería “de las consecuencias verdaderamente favorables en el proceso del país”. Y, al
margen de puntuales modificaciones que hoy son reivindicadas desde distintos sectores políticos
y sociales, lo cierto es que no cabe duda que nuestra Carta Magna ha sido un pilar fundamental
para la edificación de la España democrática, moderna y de decidida vocación europeísta del
siglo XXI.

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