028 Silvica de Guaje

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2024

Sílvica del árbol de Guaje (Leucaena


leucocephala (Lam.) de Wit. subsp. Glabrata
(Rose) S. Zarate).

Ing. Adriano Ortega Sánchez y


Dr. Diodoro Granados Sánchez
[email protected]
1-1-2024
SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Presentación.
Por 1997 -1998 y 2004 - 2005 tuve las oportunidades de conocer y manejar el árbol de guaje,
todo en terrenos del Rancho de Mejoramiento Genética de Amatique, del Gobierno del estado
de Michoacán y del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario N° 140 “José Bueno
Berrueco” de Coahuayana de Hgo., Michoacán, ambos en el municipio de Coahuayana,
Michoacán; y ahí conocí muchos árboles de guaje, producidos para después plantarlos o
sembrándolos para su manejo agroforestal, juntos como árbol de pastoreo de un cultivo. Al
árbol individualmente lo conocía en selvas bajas tropicales de Coahuayana, Michoacán;
después lo vi, en Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán,
Guerrero, Oaxaca y Chiapas, por la vertiente del Océano Pacífico Campeche; por Tamaulipas,
Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo; además, por Morelos, Hidalgo,
Estado de México, cuando estudie ingeniería forestal con orientación en silvicultura en la
División de Ciencias Forestales de la Universidad Autónoma Chapingo, Chapingo, México. En
Izúcar de Matamoros, en Tehuacán, ambos en el estado de Puebla y en Tepoztlán, Morelos;
lo conocí como alimento humano (rojas y verdes). Y durante mi formación forestal, descubrí el
desconocimiento que sobre este árbol y sobre muchos otros tropicales y subtropicales existía
en el país. Descubrí que era considerado árboles frutales de la selva y comerciales, llegándose
a cultivar, que poco o nada se cultivaban (por la Depresión del Balsas), que eran poco
productivo agrícolamente. Y que, en muchos ejidos, comunidades indígenas y pequeñas
propiedades, el árbol crecía disperso, tolerado y de regeneración natural; que era usado
ocasionalmente maderable (leña y carbón) y no maderablemente (tradicional, medicinal,
ornamental, alimenticio y frutícolamente).
No se conocía la importancia para México. De los árboles tropicales y subtropicales conocí
que solo se sabía la silvica de pocas especies y de ellas se tenía poca información. Hoy
después de 37 años, se conoce algo más (de más de 200 especies), pero poco se ha valorado.
Hoy sé que estos árboles son importantes para los ecosistemas incluidos los hombres.
Es una especie más apreciada por frutícola rural que por maderable, muy útil al campesino; la
utiliza para hacer alimentarse de sus vainas recuerdo Tepoztlán, Morelos; Izucar de
Matamoros, Puebla; muebles muy rústicos, para estacas, postes, cercos vivos, madera de todo
tipo (redonda sin labrar, labrada o aserrada), para diversos usos industriales rústicos de aserrío
(camas, trinchadores, buro, roperos, closets, cocinas integrales, puertas, ventanas, salas,
etc.), es refugio y alimentación de fauna silvestre. Es una especie de lento crecimiento, capas
de regenerarse desde el tocón y en vivero; de uso medicinal, de uso ornamental, de uso
alimentario que no ha sido visto como tal.
En la primera parte del trabajo se describen las generalidades del guaje (Leucaena
leucocephala): taxonomía, descripción botánica y distribución geográfica. La segunda parte,
es de los aspectos ecológicos: la asociación natural, el clima, los suelo y fisiografía. La tercera
parte describe y analiza la silvicultura de plantaciones novedosas de guaje como frutal. Se
trata de la fenología, de técnicas de vivero, de manejo, de procedencias, de métodos de
plantación, de crecimiento y de rendimiento.
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Agradecimiento
Quiero expresar un gran agradecimiento a los Doctores en Ciencias Miguel Ángel Mussalen
Santiago (q.e.d.) y Diodoro Granados Sánchez, que me impulsaron a iniciar a concentrar todos
los conocimientos que sobre las especies forestales existe. Pues ellos me decían que existe
mucha información, pero esta no se ha reunido, por lo que muchas labores de investigación
se repiten y hacen que los recursos económicos en muchos de nuestros países pobres se
agoten y tengan poca utilidad. O bien que a veces se investigue algo que ya se sabía
desperdiciando tiempo, recursos humanos y recursos financieros.
A los profesores David Cibrián Tovar (Plagas y Enfermedades), Luis Pimentel Bribiesca
(Viveros e Hidrología), Enrique Guízar Nolasco (Botánica Forestal), Emma Estrada Martínez
(Botánica General), José Tulio Méndez Montiel (Plagas y Enfermedades Forestales), José Rico
Cerda (Fauna silvestre), Beatriz Cecilia Aguilar Valdez (Manejo de Fauna Silvestre), Alejandro
Sánchez Vélez (Hidrología y Manejo de Cuencas) Baldemar Arteaga Martínez (Suelos
forestales) y muchos otros que contribuyeron en mi formación.
A los campesinos como Rosa Martínez Gómez, Isabel Gómez Martínez, Isidro López Cacho
(q.e.p.d.), Jorge Verdúzco Verdúzco (q.e.p.d.), J. Jesús Cervantes Acevedo (q.e.p.d.), José
Cázarez Gutiérrez (q.e.p.d.), Alberto Mendoza Anguiano, David Verduzco Galván (q.e.p.d.), J.
Jesús España Valdovinos (q.e.p.d.), J. Guadalupe Valdovinos Palacios (q.e.p.d.), J. Jesús
Negrete González (q.e.p.d.), Gregorio González Mendoza (q.e.p.d.), Miguel Dueñas Escalera
(q.e.p.d.), María Valencia González (q.e.p.d.), J. Guadalupe Magaña Orozco, Aurelia Sánchez
Sánchez, Marina Chávez Curiel, Juan Oseguera García, María Acevedo González, Patricia
González López, Eleno Mendoza Chávez, Juana Osorio Reyes, Eutimio Álvarez Avilés, Estela
Osorio Pineda (q.e.p.d.), que de una u otra manera dieron información sobre él y otras especies
de flora y fauna.
A mis hijos (Marino Eleazar, José Abimael, Fátima Adriana, Catalina y Adriano), todos Ortega
Cázarez y esposa Catalina Cázarez Sánchez por el tiempo que dedique a adquirir todos estos
conocimientos y que no se los dedique a ellos.

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Índice de contenido.
Pág.
Presentación. 3
Agradecimiento. 4
Índice General. 5
Índice de Figuras. 8
Índice de Cuadros. 10
Resumen. 11
Abstract. 11
Introducción. 12
01 Características botánicas. 13
1.1. Nombre común. 13
1.2. Taxonomía. 14
1.3. Sinónimo taxonómico. 15
1.3.1. Convergencia evolutiva. 15
1.4. Descripción botánica. 16
1.4.1. Forma. 16
1.4.2. Corteza. 16
1.4.3. Hojas. 16
1.4.4. Follaje. 17
1.4.5. Flores. 17
1.4.6. Floración. 17
1.4.7. Frutos. 17
1.4.8. Raíces. 17
1.4.9. Ramas. 18
1.4.10. Semillas. 19
a) Dispersión. 20
b) Calidad de las semillas. 21
c) Colectas de semillas. 22
d) Manejo de frutos, estacas y semillas. 23
e) Almacenamiento. 23
f) Árboles semilleros. 24
g) Germinación. 24
g). 1. Tipo de germinación 25
g). 2. Tiempo de germinación. 25
g). 3. Tratamientos pregerminativos. 26
02 Ecología de la especie. 27
2.1. Origen y distribución actual de la especie. 28
2.2 Ecología de la especie. 30
2.2.1. Clima. 30
2.2.2. Altitud, latitud y topografía. 31
2.2.3. Suelos. 31
2.2.4. Radiación solar. 32
2.2.5. Vegetación asociada. 33
2.3. Adaptaciones ecológicas de la especie. 34
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2.4. Servicios ambientales que ofrece. 34


03 Propagación. 34
3.1. Regeneración natural. 34
3.2. Regeneración artificial. 35
3.2.1. Producción de planta asexualmente por estaca e/o in 35
vitro.
a) Estacas. 35
b) Pseudoestacas. 35
3.2.2. Producción de planta sexualmente por semillas. 35
3.2.2.1. Producción de planta a raíz desnuda. 35
3.2.2.2. Producción de planta en envase 36
04 Producción de plantas en vivero. 36
4.1. Recolección de semillas. 36
4.2. Beneficios a realizar a las semillas. 37
4.3. Procesamiento de las vainas y de las semillas. 38
4.4. Técnicas de producción de plantas en vivero. 39
4.5. Manejo de plantas en vivero. 40
a) Riego. 41
b) Fertilización. 43
c) Deshierbes. 44
d) Acondicionamiento de la planta previo al trasplante 45
definitivo.
05 Establecimiento de plantaciones con pasto. 45
5.1. Establecimiento de pastos. 46
06 Establecimiento de plantaciones. 47
6.1. Preparación de terreno a plantar. 48
6.1.1. El desmonte del terreno. 49
6.1.2. Subsolado. 49
6.2. Transporte de planta. 49
6.3 Época de establecimiento de plantación por semilla o por 50
cepellón cuando no se cuenta con sistema de riego
6.3.1. Uso del balance de humedad para definir la fecha de 51
plantación.
6.3.2. Ejemplo para determinar la fecha de plantación. 51
6.4. Método de plantación. 54
6.5. Densidad de plantación 56
6.6. Apertura de cepa. 57
6.7. Reposición de planta que falla y cercado del terreno. 57
6.8. Cercado del terreno. 58
07 Manejo de la plantación. 58
7.1. Tratamientos silvícolas. 59
7.1.1. Riego. 59
7.1.2. Poda. 60
7.1.3. Aclareos. 61
7.1.4. Manejo de rebrotes. 61
7.1.5. Deshierbe. 61
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7.1.6. Construcción y limpieza de brechas cortafuego. 62


7.2. Plagas y enfermedades. 62
a) Plagas. 63
b) Enfermedades. 64
7.3. Crecimiento. 65
7.4. Predicción del volumen. 66
08 Plantaciones en sistemas silvoagropecuarios. 67
8.1. Cercas vivas. 67
8.2. Cortinas rompevientos. 68
8.3. Sombra y refugio. 68
8.4. Huertos familiares tradicionales. 68
8.5. Sistema agrosilvopastoril. 69
09 Silvicultura. 70
9.1. Bosques naturales. 70
9.2. Tolerancia a factores ambientales. 70
9.3. Densidad. 71
9.4. Sistemas y practicas silvícolas. 71
9.5. Crecimiento y rendimiento volumétrico. 72
9.6. Edad de rotación y fijación de edad de turno. 73
9.7. Regeneración natural. 73
10 Características de la madera. 73
10.1. Descripción macroscópica. 73
10.2. Descripción microscópica. 73
11 Usos del guaje. 74
11.1. Usos de la madera. 74
11.2. Otros usos de otras partes de la planta 75
12 Bibliografía. 82

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Índice de Figuras.
No Pag
1 Guaje (Leucaena leucocephala). a. Rama con inflorescencia y frutos; b. Anteras; c. Flósculo; 13
d. Cáliz extendido; e. Corola con pétalos extendidos; f. Gineceo (Tornado de los Anales del
Instituto de Botanies, UNAM, 1994).
2 A. Árbol completo de guaje (Leucaena leucocephala). B. Flores. C. Fruta vainas. 15
3 Corteza del tallo de guaje (Leucaena leucocephala). 16
4 Hojas compuestas de guaje (Leucaena leucocephala). 16
5 Hojas compuestas, flores y fruto de guaje (Leucaena leucocephala). 16
6 Polen de guaje (Leucaena leucocephala) 10 µm. 17
7 Vainas o frutas delgadas de guaje (L. leucocephala). 17
8 De acuerdo al tipo arquitectura del paisaje del guaje presenta una estructura de ramificación 19
entre el Modelo de Affims y el Modelo de Rauh.
9 Representación esquemática de Ia estructura externa e interna de Ia diáspora del guaje 19
(Leucaena leucocephala). A, Semilla en vista lateral; B, Semilla vista por el borde; C, Semilla
en corte transversal; D, Embrión en vista lateral; E, Hipocótilo-radícula en vista mediana. cs,
Cubierta seminal; e, Endospermo; c, Cotiledón; h, Hipocótilo; r, radícula; pi, plúmula
(Niembro, 2000).
10 Detalles de las semillas de guaje (Leucaena leucocephala). 19
11 Dispersores: hormigas, aves, mamíferos. 20
12 Semillas de guaje (Leucaena leucocephala). 22
13 Coloración de las vainas al ser colectadas para germinarlas. 22
14 Recolección y procesamiento de la semilla de guaje (CORMADERA, 1997). 23
15 Ejemplo de formas de almacenamiento de semillas de guaje. 24
16 Árboles plus para la producción de madera o para la de forraje de guaje. 24
17 Efecto de los tratamientos pregerminativos en la germinación de semillas de leucaena 24
durante 32 días de evaluación (Sánchez y Ramírez, 2006).
18 Germinación diaria acumulada (GDA) de semillas de guaje (Leucaena leucocephala cv. 25
Cunningham) bajo seis métodos de escarificación. SE: sin escarificación; IA80: inmersión en
agua a 80 °C por 3 min; IA24: inmersión en agua a 24 °C por 12 h; IAE: inmersión en alcohol
etílico de 70 °GL por 12 Hr; IDO: inmersión en diluyente orgánico thinner por 12 h; IPH:
inmersión en peróxido de hidrógeno diluido al 2 % por 12 Hr (Sánchez-Gómez et al., 2018).
19 Germinación epigea del guaje (Leucaena leucocephala). 25
20 Distribución natural en México y Centroamérica del árbol de guaje (Leucaena leucocephala; 28
National Academy of Sciences. 1984; Parrotta, 1992).
21 Distribución conocida del guaje (Leucaena lanceolata subsp. lanceolata y L. I. subsp. sousae 28
(Anales del Instituto de Botánica. UNAM, 1994; Ponce 2000).
22 Producción tradicional de plantas en vivero de guaje. 36
23 Recolección de semillas para viveros de guaje. 37
24 Procesamiento de la vaina y de la semilla de guaje. 37
25 Siembra de guaje (L. leucocephala) en bolsas para su posterior transplante. 39
26 Trasplante y riego en vivero de guaje en bolsa cada 2 a 3 días. 39
27 Vivero forestal instalado con media sombra. 42
28 Vivero forestal instalado con sistema de riego. 43
29 Picomódulo de Química foliar de liberación gradual, para uso en plantaciones. 43
30 Deshierbado. 44

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31 Siembra al chorrillo de semilla de guaje (L. leucocephala), ya preparado y sembrado al voleo 46


de semilla de pasto. Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa
140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
32 Sistema de riego diseñado con cañones de presión. Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, 46
tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio
de Coahuayana, Michoacán.
33 Escarificado en agua caliente, inoculado y aireado de semillas de guaje (L. leucocephala) 47
con micorrizas y/o bacterias fijadoras de nitrógeno (Rhizobium). Fotografías de Adriano
Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana
de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
34 Preparación del terreno a plantar. Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, 48
en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana,
Michoacán.
35 Subsolado con subsolador y arado de vertedor en líneas cada 3.5 m, preparado para sembrar 49
a chorrillo la semilla tratada de guaje (L. leucocephala), en terreno con sistema de riego a
cañón. Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José
Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
36 Uso del sistema de riego a presión por cañón establecido para el riego de guaje (L. 50
leucocephala). Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140
“José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
37 Balance de humedad de acuerdo a la información climática de la estación Jonacatepec, 53
Morelos (Prieto y Vélez, 1991).
38 Consideraciones climáticas para definir la fecha de plantación (Prieto y Vélez, 1991). 53
39 Sistemas de plantación Saucera I y II. 55
40 Sistema de plantación Coahuayana, al que debe agregársele lluvia sólida. 55
41 Cepa de plantaciones forestales factible para el guaje. 57
42 Sistema de riego por gravedad o agua rodada para el cultivo de guaje (L. leucocephala). 59
43 Aprovechamiento del guaje como forraje (izquierda) o como alimento humano (manojos 61
para comercialización).
44 Limpia de maleza del guaje cultivado. 62
45 Huevos de Heteropsylla cubana Crawford sobre su planta hospedera Leucaena 63
leucocephala (Lam.) de Wit; 2. Ninfa de quinto estadio de H. cubana Crawford; 3. Adulto
macho de H. cubana Crawford; 4. Adulto hembra de H. cubana Crawford.
46 Heliothis zea en guaje. 64
47 Pseudococcus citri Risso (izquierda) y Ferrisia virgata Ckll. (derecha) en guaje. 64
48 Escarabajo del guaje Oncideres rhodosticta en guaje. 64
49 Botryosphaeria ribis var. chromogena Shear, 65
50 Cercos vivos con guaje. 67
51 El guaje es utilizado como cerco vivo y como cortina rompeviento. 68
52 Palomas refugiándose y volando en y sobre un árbol de guaje. 68
53 Censando plantas como el guaje en huertos familiares tradicionales. 69
54 Sistema agroforestal de guaje (L. leucocephala), rosamorada (Tabebuia rosea), solera 69
moroncora (Cordia gerascanthus) y pasto (Calle y Murgueitio 2008; Murgueitio Restrepo et
al., 2016).
55 Bovinos y ovinos pastando en guaje (L. leucocephala). 70
56 Crecimiento de plantas de guaje después de su tratamiento con dos fuentes de sal probadas 72
en condiciones de invernadero (Ponce, 2000).
57 Porcentajes de las comunalidades de categorías de significados del guaje y sus aportaciones 79
a los significados psicológicos. a, b, c. Porcentajes de comunalidades de significados con
diferentes letras son estadísticamente diferentes (García-Maceda et al., 2023).

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Índice de Cuadros.
No Pag
1 Registros climatológicos de la estación Jonacantepec, Morelos. A una altitud de 1165 52
m.s.n.m.; una precipitación media anual de 863.9 mm y un clima Aw (Prieto y Vélez, 1991).
2 Rendimiento en limpia o desmalezado con diferentes Métodos. 58
3 Rendimiento de poda en Jornales por Hectáreas. 60
4 Composición química y degradación del forraje de diferentes especies de guaje. 74
5 Contenido de los nutrientes en el guaje verde (Martínez Patrón et al., S/F). 78

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Resumen.
El estudio se realizó en terrenos de El Ejido Colonia 20 de Noviembre y del Centro de
Bachillerato Tecnológico Agropecuario N° 140 “José Bueno Berrueco”, municipio de
Coahuayana, Michoacán, México. Se seleccionaron diez individuos de guaje (Leucaena
leucocephala (Lam.) de Wit. Subsp. glabrata (Rose) S. Zarate), para la toma de datos. Las
variables estudiadas fueron: forma, follaje, floración y fructificación. El objetivo del trabajo fue
conocer la fenología del árbol de guaje (Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit. Subsp.
glabrata (Rose) S. Zarate), determinar el calendario fenológico de la especie y conocer sus
respuestas al establecerse al medio ambiente. Se realizó el registro de datos para cada árbol
y se tomaron medidas de altura, diámetro normal (DN), número de ramas y follaje. En cuanto
a la altura, el árbol más alto fue de 15 m, mientras que el más pequeño fue de 3.5 m. El DN
mayor que se obtuvo fue de 40 cm y el menor de 12 cm. El número de ramas por árbol osciló
entre 4 y 2. La producción de follaje se evaluó a través de la escala de Fournier (que varía de
0 a 3), encontrándose una abundancia de follaje media de 2 con un máximo de 3 y un mínimo
de 1. Se utilizaron datos meteorológicos para la toma de datos, ya que con base en los factores
ambientales se pudo establecer el calendario fenológico.

Palabras clave: Fenología, Leguminosaceas, bosque tropical.

Abstract.
The study was carried out on the land of El Ejido Colonia 20 de Noviembre and the
Agricultural Technological Baccalaureate Center No. 140 “José Bueno Berrueco”,
municipality of Coahuayana, Michoacán, Mexico. Ten individuals of gourd (Leucaena
leucocephala (Lam.) de Wit. Subsp. glabrata (Rose) S. Zarate) were selected for data
collection. The variables studied were: shape, foliage, flowering and fruiting. The
objective of the work was to know the phenology of the gourd tree (Leucaena
leucocephala (Lam.) de Wit. Subsp. glabrata (Rose) S. Zarate), determine the
phenological calendar of the species and know its responses when establishing itself in
the environment. Data were recorded for each tree and measurements of height, normal
diameter (DN), number of branches and foliage were taken. Regarding height, the tallest
tree was 15 m, while the smallest was 3.5 m. The largest DN obtained was 40 cm and the
smallest was 12 cm. The number of branches per tree ranged between 4 and 2. Foliage
production was evaluated through the Fournier scale (which varies from 0 to 3), finding
an average foliage abundance of 2 with a maximum of 3 and a minimum of 1.
Meteorological data were used for data collection, since based on environmental factors
the phenological calendar could be established.

Keywords: Phenology, Legumes, tropical forest.

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Introducción. En México el termino huaje o guaje (Leucaena leucocephala), se refiere a un


árbol o arbusto de uso múltiple (forestal, forrajero, medicinal y alimenticio), semicaducifolio que
tiene entre sus funciones la de servir como cerco y barrera viva, huertos familiares, cercos
tolerados, madera para muebles rústicos, leña, carbón, medicina (humana y animal), forraje,
alimento y maderables muy simples en los campos de cultivo.
En estas condiciones de conocimientos se planteó la pregunta sobre ¿Cuál es el conocimiento
que tienen los campesinos del municipio de Coahuayana, de estado de Michoacán y de la
república mexicana y del mundo, acerca del guaje? Así se tuvo como objetivo la
sistematización del conocimiento de los campesinos del lugar, del municipio, estado, país y el
mundo relacionado con el uso múltiple del guaje, de manera que sirva de punto de partida para
conservar este árbol y la cultura vinculada a él.
Se conoce que el árbol de guaje es conocido por su principal utilización de sus frutos o vainas
como alimento humano entre los pobladores y como forraje de los animales domésticos. Pero
desde muy poco tiempo la especial es de interés por su potencial contribución en la solución
de diversos problemas socioambientales. El guaje (Leucaena leucocephala), árbol de uso
múltiple que tiene entre sus funciones la de servir como cerco vivo (tolerados o inducidos),
cortinas rompeviento, huertos familiares en los campos de cultivo, etc.
Está siendo cultivada comercialmente en varios países tropicales para satisfacer distintas
necesidades de productos forestales. Especie ampliamente investigada en plantaciones
experimentales. Posee amplio potencial para crecer y desarrollarse en plantaciones
productivas con una amplia gama de condiciones de clima y suelo.
Del documento se espera que los resultados sirvan de punto de partida para reproducir, plantar
y conservar este árbol; así, en ente artículo pretendemos dar a conocer la cultura vinculada a
él. Se muestran varios usos tradicionales para el guamúchil, destacando el medicinal y el
maderable. Además de que el guaje resulto ser la especie con mayor valor de importancia en
los cercos vivos y alimenticio. El uso múltiple del guaje que ha resultado de la relación sociedad
naturaleza, sustenta el aprovechamiento de prácticamente de todas las estructuras vegetales
de esta especie. Por ello, en el presente artículo, se parte del estudio etnobotánico y ecológico
del guaje (Leucaena leucocephala), especie arbórea tolerada en casi todas las parcelas
campesinas donde crece; ello con el fin de guardar el conocimiento tradicional, que en muchos
casos sostiene la calidad de vida de los habitantes de su entorno.
Ello porque el árbol de guaje (L. leucocephala), además de brindar los anteriores beneficios,
al ser una especie leguminosa fija nitrógeno al suelo, incrementando su fertilidad, propiedad a
la que hay que agregar su alta capacidad (plasticidad), para sobrevivir en lugares secos,
húmedos e inclusive inundados. Con capacidad de restaurar su distribución y que permita
mejorar los procesos económicos de los agroproductores más pobres y recuperar la autonomía
de los campesinos e indígenas al respetarse sus derechos (Rodríguez y Torres, 1990).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

01. Características botánicas. El guaje ha sido clasificado como Leucaena leucocephala


(Lam.) de Wit subsp. glabrata — MIMOSACEAE — (Rose) S. Zárate (1987).

Figura 1. Guaje (Leucaena leucocephala). a. Rama con inflorescencia y frutos; b.


Anteras; c. Flósculo; d. Cáliz extendido; e. Corola con pétalos extendidos; f.
Gineceo (Tornado de los Anales del Instituto de Botanies, UNAM, 1994).
1.1. Nombre común en México. El árbol o arbusto es llamado guaje blanco; huaje; guaje,
vaxi; yage (Rep. Mex.); Yail ba' ade, guaje verde (l. mixe, Oax.); Calloaxin, guaje de casa o
casero (Gro., Pue.); guajillo, Sinaloa, Michoacán, Guerrero; Guaje verde (Morelos); bolillo,
huajillo, Sinaloa; guaje, Chihuahua; nasiva, vasina (Iengua guarigia), Sonora; bolillo, Sinaloa;
Napajteam (huave de San Mateo del Mar), Oaxaca Liliaque, liliak (lengua totonaca), guash
(guaje) - norte de Puebla y zonas cercanas a Veracruz; huaxi, xaxim (guaje), en la Península
de Yucatán (Zárate, 1994; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999; Zinzumbo y Colunga, 1980;
González-Ortega, 1929; Martínez, 1979).
En el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca – Chiapas – Tabasco), México la especie se conoce
como "yaga la sha xi", (probablemente significa, guaje silvestre de tiempo de lluvias, en
zapoteco del istmo) y como "angelito"; en la región de Llano Grande como "guaje de zopilote",
"da yuuh" (probablemente significa, guaje silvestre, chatino); en la región de Pochutla se
distingue a L. I. lanceolata como "guaje sabanero", mientras que ambas subespecies se le
llama "guaje" o "ejote". La distinción hecha entre ambas subespecies en esta región se basa

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en el hábito, monopódico ("espigado") en la L. I. lanceolata y con un fruto menor, peloso y


más precoz que el de L. I. sousae, la cual ramifica desde la base, tiene frutos mayores, glabros
en esta localidad y más tardíos en su maduración (Oaxaca; Ponce, 2000).
Los nombres comunes en inglés del guaje, son Leucaena, Lead Tree, Wild Tamarind, Jumbie
Bean, Red Leucaena; en tagalo se le dice Bayani, Ipil Ipil, en Indonesia se le dice Lamtoro
(Durrance, 2022).
Al guaje se le conoce como kao haile (Hawái); Leucaena (Australia); ipil-ipil (Filipinas); leadtree
(Caribe); tan-tan (Islas Vírgenes); jumbie beam (Bahamas); acacia bellarosa (Colombia);
aromo blanco (Cuba); hediondilla (Puerto Rico); wild tamarind (Antillas Británicas).
Planta que fue muy conocida durante el reinado de Moctezuma Ilhuicamina (1440 - 1469), al
grado de darle un nombre a una región, según Bradomín (1982):
(Fecha)… “en que se estableció una guarnición militar de Mexicas en un monte de huajes,
que dio origen al, gentilicio de La Nariz o punta de los huajes”.
Posteriormente, el emperador Ahuízotl envió numerosos grupos de familias procedentes de
Tenochtitlan y se convirtió el lugar en importante centro de población regido por los Aztecas.
Esta población es la que encontraron los españoles a su llegada y que hoy se conoce como
Oaxaca (Huaxyacac = “En la punta o en la nariz del huaje).
El reporte del uso del guaje como forraje, fue hecho en Hawái en 1915 (Hill, 1971). En 1934
los granjeros plantaron guaje y usaron sus ramas como alimento para vacas lecheras
(Takahashi y Ripperton, 1949).
1.2. Taxonomía. En el municipio de Coahuayana, estado de Michoacán, México, se han
identificado las siguientes especies de guaje: Leucaena leucocephala (huaje verde), L.
esculenta (huaje rojo), L. macrophyla (huaje de monte) y L. lanceolata, las cuales tienen
diferentes usos, así las semillas de las dos primeras especies son consumidas por la población
humana. Además, sus usos son múltiples, entre ellos están la producción de madera,
combustible, o para la fabricación de herramientas; colorante, abono verde, árbol para sombra
y seto natural. Sin embargo, su uso como planta forrajera ha sido el más ignorado (Pérez
Guerrero, 1976; 1977; 1986).
El nombre científico más reciente conocido para la especie leguminosa del árbol o arbusto
llamado huaje, guaje o leucaena es el nombre genérico de Leucaena. De las palabras
Leucaena leucocephala su etimología es de procedencia griega λευχό, que significa blanco
por el color de sus flores; leucocephala, epíteto que deriva del griego λευχό, blanco y
χεφαλω, cabeza, aludiendo al color de las inflorescencias. El guaje (Leucaena
leucocephala), fue descrito primero por Jean Baptiste Antoine Pierre de Monnet de
Lamarck como Acacia leucocephala y publicado como tal en Encyclopédie Méthodique,
Botanique, vol. 1(1), p. 12, 1783; y ulteriormente atribuido al género Leucaena por Hendrik
Cornelis Dirk de Wit y publicado en Taxon, vol. 10(2), p. 54, 1961 (Lowe et al., 2021). Siendo
la clasificación taxonómica actual la siguiente:

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REINO Plantae
PHYLLUM Spermatophyta
SUBPYLLUM Magnoliophytina
CLASE Magnoliopsida
SUBCLASE Rosidas
ORDEN Fabales
FAMILIA Leguminosas
GÉNERO Leucaena
ESPECIE leucocephala
1.3. Sinónimo taxonómico. Acacia glauca Willd.; Acacia leucocephala (Lam.) Link;
Leucaena blancii Ramírez Goyena; Leucaena glabrata Rose.; Leucaena glauca Benth.;
Leucaena latisiliqua (L.) Gillis & Steam.; Mimosa glauca L.; Mimosa leucocephala Lam.,
Mimosa glauca L., Acacia glauca (Lam.) de Wit, Acacia leucocephala (Lam.) Link, leucaena
glauca (L.) Benth. (Zárate, 1994; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
1.3.1. Convergencia evolutiva. El género Leucaena es originario de México y
Centroamérica. En México existen 22 especies de este género, distribuidas en diferentes
ecosistemas del país. EI genero Leucaena, es miembro de la familia Leguminosae y subfamilia
Mimosoidea que es originario de México y Centro América. Aun cuando se mencionan 51
especies, los estudios de herbario y de campo sugirieron que este número se puede agrupar
en 10 especies, nueve de las cuales son nativas de México; Leucaena leucocephala, L.
diversifolia, L. macrophylla, L. esculenta, L. pulverulenta, L. lanceolata, L. retusa, L.
shannoni y L. collis; y una originaria de Centro y Sudamérica L. trichodes (Pérez - Guerrero,
1979).

Figura 2. A. Árbol completo de guaje (Leucaena leucocephala). B. Flores. C. Fruta


vainas.
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1.4. Descripción botánica.


1.4.1. Forma. El guaje es raramente un árbol o frecuentemente un arbusto tropical o
subtropical de sexualidad hermafrodita caducifolio o perennifolio, de crecimiento rápido, de 3
a 6 m (hasta 12 m) de altura con un diámetro normal (DN) desde 25 hasta 40 cm; según la
variedad. Con número cromosómico de 2n = 56, 104 (CATIE, 1997; SIRE-CONAFOR-
CONABIO, 1999).

Figura 3. Corteza del tallo de guaje (Leucaena leucocephala).


1.4.2. Corteza. Externa lisa a ligeramente fisurada, gris-negruzca, con abundantes
lenticelas longitudinales protuberantes; mientras que la corteza interna de color crema-
amarillento, fibrosa, amarga, con olor a ajo. Grosor total: 3 a 4 mm.

Figura 4. Hojas compuestas de guaje (Leucaena leucocephala).


1.4.3. Hojas. Alternas, bipinnadas, con 4 a 9 de pares de pinas situadas a lo largo del
raquis de 15 a 25 cm de largo, perennifolias, de copa redondeada, ralas y abiertas ligeramente,
verde grisáceas y glabras; cada pina puede tener entre 10 a 24 pares, de 8 a15 mm de largo,
opuestas, sésiles, linear oblongas o elípticos y algo oblicuos, desiguales (Batis et al., 1999;
SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).

Figura 5. Hojas compuestas, flores y fruto de guaje (Leucaena leucocephala).


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1.4.4. Follaje. Cuando abunda agua es perennifolio y cuando escasea es caducifolio.


El follaje, la floración y fructificación pueden ocurrir durante todo el año dependiendo de la
disponibilidad de agua (CATIE, 1997; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
1.4.5. Flores. Marga, con olor a ajo. Grosor total: 3 a 4 mm. Flor(es). Cabezuelas, con
100 a 180 flores blancas densamente rodeando al pedúnculo (Nas, 1977), de 1.2 a 2.5 cm de
diámetro; flor de 4.1 a 5.3 mm de largo; pétalos libres; cáliz de 2.3 a 3.1 mm (Batis et al., 1999;
SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).

Figura 6. Polen de guaje (Leucaena leucocephala) 10 µm.


1.4.6. Floración. Que se produce a lo largo del año dependiendo de la precipitación o
disponibilidad del agua. La planta florece y fructifica en época de limitación de alimentos, como
son los meses de agosto a mayo (Batis et al., 1999; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999). En
ella la polinización es entomófila (insectos).
1.4.7. Frutos. Vainas delgadas, oblongas, estipitadas, en capítulos florales de 30 o
más vainas, de 11 a 25 cm de largo por 1.2 a 2.3 cm de ancho y de 1.5 a 2 mm de grueso,
verdes cuando tiernas y cafés cuando maduras; conteniendo por capítulo de 15 a 29 vainas y
de 15 a 30 semillas por vainas; vainas cubiertas con un pelo fino cuando son jóvenes (Batis et
al., 1999; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999). Fruto o vaina lateralmente comprimido con un
corto acumen y dehiscente en la madures. Fructifica a lo largo del año, pero preferentemente
maduran de marzo a abril.

Figura 7. Vainas o frutas delgadas de guaje (L. leucocephala).


1.4.8. Raíces. El guaje forma una raíz pivotante muy bien desarrollada, extendida y
profunda, en ella, la raíz primaria penetra en las capas profundas del suelo y aprovecha el
agua y los minerales por debajo de la zona a la que llegan las raíces de muchas plantas
agrícolas. Y por lo general, tiene un sistema radical lateral de distribución amplia, aunque
escaso (Allen y Allen, 1981). En los suelos fértiles y bien drenados, las raíces laterales crecen
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

agudamente hacia abajo (Dijkman, 1950). Las raíces finas se encuentran a menudo
concentradas en los horizontes superficiales, cerca de la base del tallo (Parrotta, 1991). Se
observó de manera consistente una masa entrelazada de raíces pequeñas y activas en la
absorción de nutrientes en árboles de 1.5 años de edad cosechados de parcelas de plantación
en un sitio costero arenoso en Puerto Rico (Parrotta, 1992).
La biomasa radical constituyó del 9 al 48 % de la biomasa arbolar total en estas plantaciones
jóvenes de Puerto Rico, y del 15 al 24 por ciento de la biomasa arbolar total en plantaciones
de 3 años de edad en la India (Mishra et al., 1986; Nath et at., 1986).
Las raíces laterales horizontales y pequeñas en las capas de suelo aireado superficial forman
asociaciones simbióticas con facilidad con las bacterias fijadoras de nitrógeno de la
Rhizobiaceae. En Hawaii, el guaje estuvo nodulada por Rhizobium spp., varios tipos
procedente de Desmanthus virgatus, Mimosa pudica L., Prosopis juliflora (Sw.) DC., y dos
especies de Sesbania (Allen y Allen, 1981). Las tasas de fijación anual de nitrógeno en el
guaje han sido calculadas tan altas como de 110 Kg/Ha bajo condiciones de campo (Högberg
y Kvarnstrom, 1982). La nodulación parece ser influenciada grandemente por la reacción del
suelo y es pobre a unos valores de pH de menos de 5.5 (Balasundaran y Mohamed, 1987).
Raíces en asociación formando nódulos radicales. Nódulos formados de bacterias que son
fijadores de nitrógeno en las raíces. El simbionte es la bacteria: Rhizobium loti, Bacillus
megaterium, Glonus faciculatum y/o Bradyrhizobium, que produce nódulos radicales
espontáneamente con el rhizobium del lugar lo que le permite buena adaptación aún en sitios
con factores limitantes (nutrición y disponibilidad de agua). Sus nódulos grandes y prolíficos
se encuentran en las raicillas de las capas superficiales y aireadas del suelo (Parrotta, 1992).
Además de Rhizobium spp., las raíces finas y los vellos radical se encuentran infectados con
micorrizas vesiculares-arbusculares (MVA), las cuales mejoran la nutrición por fósforo y las
relaciones de agua en la leucaena (Huang y Fox, 1984; Huang, 1983; Yost, 1981). En los
suelos tropicales deficientes en fósforo, la inoculación dual con Rhizobium spp. y MVA mejora
grandemente el crecimiento de las plántulas de guaje (Manjunath et al., 1984; Sivaprasad et
al., 1983). La infección con MVA parece ser necesaria para que la nodulación ocurra en
algunos suelos (Roskoski et al., 1986).
El guaje es una especie de fácil adaptación
1.4.9. Ramas. Tronco usualmente torcido y se bifurca a diferentes alturas. Ramas
cilíndricas ascendentes. Desarrolla muchas ramas finas cuando crece aislado.
Es un árbol o arbusto que puede ser defoliado, desramado a mucha intensidad con amplia
capacidad para retoñar, sin secarse el tocón.
Las evaluaciones de rendimiento de forraje se realizan cortando manualmente ramas y hojas,
quedando en la planta yemas y ramas de corta longitud con hojas suficientes para reiniciar el
rebrote.

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Figura 8. De acuerdo al tipo arquitectura del paisaje del guaje presenta una estructura
de ramificación entre el Modelo de Affims y el Modelo de Rauh.
1.4.10. Semillas. De manera natural el guaje (Leucaena leucocephala (Lam.) Dewit.
Subsp. glabrata (Rose) S. Zarate), se disemina y reproduce sexualmente a través de semillas
ortodoxas. Este tipo de diásporas se desarrollan dentro de legumbres oblongas a elípticas,
lateralmente comprimidas (aplastadas), dehiscentes, de color de castaño rojizas a café
brillante, lustrosas, glabras, dispuestas transversalmente en la vaina de 0.5 a 2.0 cm de largo,
por 2 a 2.5 cm de ancho y de 3 a 6 mm de grueso. Cada fruto contiene numerosas semillas
cubiertas por una cera que retarda la absorción de agua durante la germinación.

Figura 9. Representación esquemática de Ia estructura externa e interna de Ia diáspora


del guaje (Leucaena leucocephala). A, Semilla en vista lateral; B, Semilla vista
por el borde; C, Semilla en corte transversal; D, Embrión en vista lateral; E,
Hipocótilo-radícula en vista mediana. cs, Cubierta seminal; e, Endospermo; c,
Cotiledón; h, Hipocótilo; r, radícula; pi, plúmula (Niembro, 2000).

Figura 10. Detalles de las semillas de guaje (Leucaena leucocephala).


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Las semillas del árbol o arbusto de guaje (Leucaena leucocephala), son ampliamente
obovadas a ovado-oblongas, lateralmente comprimidas, de unos 6 a 9 mm de largo, por 3 a 5
mm de ancho, por 1 a 2 mm de grosor. Cubierta seminal presente, de color purpura oscuro a
castaño rojizo o marrón oscuro, brillante, lisa, cartácea. Hilo discernible, simple, sub-basal,
puntiforme, hundido. Pleurograma presente, discrete en las caras laterales de Ia semilla y
abierto en el extremo hilar, simétrico, obovado. Perispermo ausente. Endospermo presente,
escaso, translucido, vitreo, entre las caras laterales de los cotiledones y Ia cubierta seminal.
Embrión recto, axial, amarillo. Cotiledones dos, expandidos, pianos y carnosos, iguales, rectos,
libres entre sí, obovados, con el ápice obtuso y Ia base cordada. Hipocótilo-radícula
parcialmente saliente, obcónico, recto y glabro. Plúmula presente, rudimentaria (Figura 9).
La semilla de guaje (L. leucocephala), posee testa o pericarpio delgado y duro, en forma de
una gota que mide más o menos 8 mm de largo; tan pequeña que contiene de 17,000 a 24,000
semillas por kilogramo (Zarate, 1987; Parrotta, 2006; Narcia, 2006). Pericarpio que impide su
germinación debido a que la dureza inhibe la asimilación de la humedad. Una vez que la testa
en la naturaleza es permeable a la humedad del ambiente, la semilla germina en proporciones
muy elevadas, cuando tiene alta calidad biológica.
a) Dispersión. El guaje comienza a producir frutas a los 5 años de edad o
antes cuando se cultivan o cuando las condiciones ambientales son muy propicias. Por ser un
fruto que es consumido entero, que contiene semillas que son distribuidas o dispersadas por
39 especies, 10 familias de pájaros. Distribución conocida como Ornitoquiropterócora (aves o
murciélagos frugívoros) y también realizada por pequeños roedores y monos cara blanca,
aulladores, ardillas y jabalíes. Se han que consumen el fruto entero.

Figura 11. Dispersores: hormigas, aves, mamíferos.


Son árboles con frutos con dispersión o propagación ornitoquiropterócora, que alcanzan
buenos radios de dispersión. Porque cuando son comidas sus frutas, se liberan las semillas y
tiene un sistema diseminatorio muy eficaz. Las semillas por lo general se liberan de vainas
dehiscentes cuando éstas se encuentran todavía en el árbol, aunque las vainas cerradas o
parcialmente abiertas pueden ser acarreadas a grandes distancias por el viento. Las vainas de
las semillas son ingeridas por y pasan a través del ganado, que parece ser un agente
importante para la dispersión en pastizales.
El guaje, generalmente se libera de vainas dehiscentes, pero al estar en el árbol, pueden ser
acarreadas al soltarse a grandes distancias por viento aun cuando las vainas están cerradas
o parcialmente abiertas.
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Por otra parte, los árboles pequeños jóvenes o no de guaje, producen unas cosechas de
semillas escasas. Las semillas maduran durante la mitad o al final de la temporada seca (Little
y Wadsworth, 1964; Stevens, 1983) y se ven dispersadas por muchas especies de aves,
reptiles y mamíferos (reptiles, bovinos y ovinos). Algunas dejan caer la semilla al comerse la
fruta (vainas), mientras que otras ingieren la fruta entera y posteriormente expulsan las semillas
sin daño alguno (Scott y Martin, 1984; Stevens, 1983). Cien semillas secadas al aire
recolectadas en Puerto Rico promediaron 0.077 ± 0.002 g por semillas o 13,000 semillas por
kilogramo (Francis, 1990). Citando que en esa región ahora abunda el guaje tipo hawaiano,
que han mejorado genéticamente a una forma arbustiva y de floración abundante.
Brewbake (1976), cita que el guaje fue distribuido en el continente asiático por el hombre así:
“Fue llevada de América a Asia en los primeros Galeones españoles que partieron de
Acapulco rumbo a Filipinas desde 1532”.

b) Calidad de las semillas. Se colectan las vainas maduras (cuando cambian


de color verde a rojizo), antes de que se abran y ser secadas al sol sobre mallas o lonas
durante el día. Sobre todo, porque la semilla del guaje (L. leucocephala), es ortodoxa,
acondicionable a una temperatura de 4°C, y almacenarse en recipientes herméticos,
conservándose por periodos de hasta 5 años, de lo contrario pierde su viabilidad en menos de
un año, el contenido de humedad inicial varía de 7 a 8 % y su germinación es tipo epigea
(Zarate, 1987; CATIE, 1991; Wightman et al., 2006; Narcia, 2006).
La producción del material reproductivo del guaje, requiere que sea de alta calidad genética,
ya que con el uso de semillas mejoradas se garantiza un mayor rendimiento en plantaciones,
mayor uniformidad y calidad de los productos (Narcia, 2006). Con énfasis a lo antes
mencionado se recomienda recolectar semillas sólo de árboles mayores a tres años (Narcia,
2009). Que muestren buenas características de crecimiento, rendimiento y resistentes a
enfermedades (CATIE, 1991; Narcia, 2006).
Las características físicas de la calidad de la semilla, conocidas de la semilla de guaje
(Leucaena leucocephala), sobre uso de semillas forestales:
Características Valores Características Valores
Rango de pureza (%) 90 a 100 A Promedio de germinación (%) 90
Promedio de pureza (%) 90 al 95 Porcentaje de germinación 90 a 95 %
Peso de mil semillas (gr) 45.50 a 55.50 Rango de germinación (%) 90-95
Peso por semilla (g) 0.0505 Valor real de semillas vivas (%) 90
Días a la germinación 6a8 Promedio contenido de humedad (%) 5 a 10
Número de semillas viables por (Kg) 15800 a 16800 CH % 10 y 5 al colectar y al
almacenar
Características Valores
Número de semillas: (Puras + Impurezas (Semillas/Kilogramo) 18900 a 20802
Promedio número de semillas Puras + Impurezas (%) 15800 a 16800 más 3100 a 4000 impurezas
Porcentaje de germinación a 5°C y 7% de humedad (%) 80 al 90

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Figura 12. Semillas de guaje (Leucaena leucocephala).

c) Colectas de semillas. Los meses de diciembre y febrero son los óptimos


para la colecta de vainas de guaje, cuando presentan una coloración verdosa o castaña
(variedad), después en el ambiente puede ser atacada por Psilidos como Heteropsylla
cubana (Salazar et al., 2000; Narcia, 2006).
Otros citan que las semillas deben colectarse entre los meses de marzo a mayo. La colecta
debe hacerse de por lo menos 15 árboles, para evitar problemas de reducción de la base
genética en las futuras plantaciones (CATIE, 1991), y de plantaciones con más de tres años;
a partir de cabezuelas florales que produzcan más de 30 frutos. Las vainas se deben recolectar
cuando presentan un color amarillento y antes de que se abran, además deberán ser cortadas
con tijeras o ganchos, cuidando de no dañar las ramas débiles (CATIE, 1997). Recordemos
que el fruto de guaje, es una vaina papirácea solida indehiscente dispersada mayormente por
gravedad y digestión, se recomienda hacer la colecta antes de que este fruto o vaina dispersen
las semillas por medio de algunos animales. Así, cuando presenta una coloración verdosa
rojiza la colecta de las vainas debe ser realizada dos o tres días después de la observación lo
cual ocurre cuando su coloración se torna café verdoso oscuro.

Figura 13. Coloración de las vainas al ser colectadas para germinarlas.


Las semillas por lo general se liberan de las vainas dehiscentes cuando éstas se encuentran
todavía en el árbol, aunque las vainas cerradas o parcialmente abiertas pueden ser acarreadas
a grandes distancias por el viento. Las vainas de las semillas son ingeridas por y pasan a
través del ganado, que parece ser un agente importante para la dispersión en pastizales.
Por ello, para obtener una mejor calidad en semillas de guaje (L. leucocephala), es necesario
que las vainas coloreadas directamente de los árboles, colectadas, se pongan en un costal de
preferencia de yute y sean golpeadas varias veces con algún objeto, hasta que se liberen
completamente las semillas, las vainas vacías son retiradas, junto con la tierra y basura; luego
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se pasa a un tamiz o colador de abertura menor al tamaño de las semillas y finalmente, se


apartan las semillas eliminando las perforadas, deformes, corrugadas y negruzcas. Tanto las
vainas como las semillas que se sueltan deben ser empacadas en bolsas de tela (INE, 2005).

Figura 14. Recolección y procesamiento de la semilla de guaje (CORMADERA, 1997).


d) Manejo de frutos, estacas y semillas. Los frutos son transportados en
bolsas o sacos de yute hacia un lugar techado donde deben extenderse sobre lonas, sobre
éstas se realiza el secado al sol durante 2 días por periodos de 3 a 4 horas hasta que se abran
las vainas y se desprendan las semillas; una vez abiertas las vainas, la extracción de semillas
se realiza manualmente como ya mencionamos. Por último, las semillas se secan a la sombra
sobre mallas durante 2 días (CATIE, 1997). Una vez separadas las semillas, las impurezas se
eliminan usando un tamiz apropiado, quedando listas para su siembra o almacenamiento
(RMGF, 1999).
Las semillas de los árboles de guaje, es permeable por lo que se recomienda para su
extracción, inducir la extracción de las semillas abriendo las vainas indehiscentes o frutas,
frotando las mismas destruyendo la tela que constituye la vaina.
e) Almacenamiento. Las semillas son ortodoxas (Hong et al., 1996), este tipo
de semillas se pueden almacenar a temperaturas ≤ 0°C con una humedad de 6 a 7% de
humedad relativa, durante 6 años y por muchos años más en un lugar frío (5 ºC). Y las semillas
secas se almacenan en seco en contenedores sellados o recipientes herméticos, en cámaras
frías a una temperatura de 4°C (CATIE, 1997)., reduciendo la humedad al 13 % antes de
almacenarla en cámaras frías a 5°C (CATIE, 1991); tales condiciones permiten mantener la
viabilidad de las semillas de guaje por varios años.
Generalmente las semillas ortodoxas presentan algún tipo de latencia (Arriaga et al., 1994), en
este caso presentan latencia primaria, testa dura, debida a una ligera película de cera que
impide la absorción de agua (CATIE, 1997).

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Figura 15. Ejemplo de formas de almacenamiento de semillas de guaje.


f) Árboles semilleros. La especie es fuertemente presionada para ser
seleccionados los árboles que producen forraje y vainas comestibles desde los 3 años. De ahí
que para cualquier proyecto con el fin de forrajes es fácil encontrar árboles semilleros.

Figura 16. Árboles plus para la producción de madera o para la de forraje de guaje.
Para fines forrajeros, hoy existen pocos individuos a la fecha, pero se trabaja en mejora
genética; para fines de producción de proteínas, también existen pocos individuos
genéticamente modificados a la fecha.
g) Germinación. Especie de rápida velocidad de germinación. Se inicia a los
3 días y se completa a los 18 días, obteniéndose un 75 % de germinación a los 15 días. Pero
la baja y lenta germinación es un problema encontrado en el establecimiento del guaje,
problema que es consecuencia de la dureza e impermeabilidad de la semilla de esta planta.

Figura 17. Efecto de los tratamientos pregerminativos en la germinación de semillas de


leucaena durante 32 días de evaluación (Sánchez y Ramírez, 2006).
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Sus semillas tienen una longevidad que oscila entre los 3 y 15 años, porque presentan latencia
física, una cubierta impermeable. Dependiendo como se realice su conservación.
g).1. Tipo de germinación. La germinación es epigea; y el número de
semillas por kilogramo: 18,000 a 26,000 (34,000). El porcentaje de germinación logrado es de
80 a 95% de semilla es fresca (CATIE, 1991); 94% con escarificación mecánica (CATIE, 1997).

Figura 18. Germinación diaria acumulada (GDA) de semillas de guaje (Leucaena


leucocephala cv. Cunningham) bajo seis métodos de escarificación. SE: sin
escarificación; IA80: inmersión en agua a 80 °C por 3 min; IA24: inmersión
en agua a 24 °C por 12 h; IAE: inmersión en alcohol etílico de 70 °GL por 12
Hr; IDO: inmersión en diluyente orgánico thinner por 12 h; IPH: inmersión
en peróxido de hidrógeno diluido al 2 % por 12 Hr (Sánchez-Gómez et al.,
2018).

Figura 19. Germinación epigea del guaje (Leucaena leucocephala).


g).2. Tiempo de germinación. La germinación de las semillas es por lo
común del 50 al 98 % para las semillas frescas (Daguma et al., 1988; Von Carlowitz, 1986). El
tiempo necesario para que inicie la germinación desde la siembra es de 3 y 10 días después
de sembradas (CATIE, 1991, 1997; Dijkman, 1950; Von Carlowitz, 1986; RMGF, 1999) y el
necesario para que finalice el proceso es de 8 a 15 días (RMGF, 1999; CATIE, 1991, 1997).
Se puede lograr una germinación del 80 al 90 %, después se reduce al 50 %. Las semillas sin
escarificar germinan de 6 a 60 días después de la siembra (Dijkman, M.J. 1950; Von Carlowitz,
1986). Las semillas secadas y escarificadas retienen su viabilidad por entre 6 y 12 meses (Van
den Beldt et al., 1985). Las semillas sin escarificar permanecen viables por más de 1 año
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

cuando se almacenan bajo condiciones secas a temperatura ambiente y por hasta 5 años
cuando almacenadas a entre 2 y 6 °C (Daguma et al., 1988; Van den Beldt et al., 1985).
g).3. Tratamientos pregerminativos. Para su reproducción se utilizan las
semillas de guaje (Leucaena leucocephala). Y para la escarificación por cualquier método
por lo regular aumenta su capacidad de germinación e incrementa la probabilidad de su
establecimiento. Para ello, se sugieren realizar tratamientos de escarificaciones como: 1.
Inmersión en agua a temperatura de 75 a 85 ºC por 3 a 6 minutos, dejar enfriar y sembrar, se
obtendrá el 56 % de germinación. 2. Escarificación mecánica o lijado de las semillas hasta
perder el brillo natural. 3. Paso de las semillas por el tracto digestivo de animales. 4.
Escarificación con ácido sulfúrico por 2 minutos, 40 % de germinación. 5. Se colocan por 3
horas en agua a temperatura ambiente y luego se ponen a germinar en arena. 6. Se colecta
estiércol seco de bovino, caprino o equino, se muele a muy fino, se hace un montón de estiércol
molido (3 veces el volumen de semillas), en el centro se coloca la semilla mezclada con
estiércol, se humedece hasta saturación, se cubre con un plástico de color negro, se deja a la
intemperie donde pueda recibir luz y calor solar por tres días, al tercero muy de mañana se
retira el plástico y se procede a retirar semillas que presentan haber iniciado el proceso de
germinado, se depositan a razón de 200 por vez en un recipiente con agua diluyendo captan
y se siembran en los envases; repetir el proceso todos los días por unos quince días sin cubrir
con la lona negra ya.
Otros han hecho las pruebas: 1. Escarificación con lija burda número 36; 2. Remojón en agua
por 48 horas; 3. Agua a 85 °C por 10 minutos; 4. Nitrato de potasio (KNO3) al 2 % por 10
minutos; 5. Ácido sulfúrico (H2SO4) a 140 ppm por 30 minutos; 6. Ácido nítrico (HNO3), al 75
% por 10 minutos; y 7. Ácido sulfúrico concentrado (H2SO4) por 5 minutos (Narcia, 2009).
La semilla de guaje que se siembra después de escarificarlas con agua caliente a 80 °C por 2
o 3 minutos y luego deje reposar las semillas durante 24 horas en agua fría. Las semillas deben
recibir un tratamiento con agua caliente para romper la latencia de la semilla. Con los
resultados del porcentaje de fertilidad, se calcula el número de kilogramos de semilla a utilizar,
arrojando un total de 8 Kg por hectárea, considerando que en cada kilogramo existen alrededor
de 18,000 semillas (Solorio y Solorio, 2008). Posterior al proceso de escarificación la semilla
se inocula con fertilizante biológico a base de Azospirillum, de acuerdo al protocolo descrito
por la marca Biosustenta®.
Se recomienda la inoculación con rizobios especializados (Hill, 1971), en muchos suelos
donde nunca antes se había cultivado el guaje (Leucaena spp.), aunque los rizobios son casi
universales en los suelos tropicales. Inocule las semillas de rizobium (Rhizobium loti; Ruíz,
1987), mezclándolas en una bolsa de plástico con una pequeña cantidad de una sustancia
pegajosa (60 ml/¼ taza de azúcar disuelta en 120 ml/½ taza de agua) para que el inóculo se
adhiera a la semilla. Agregue polvo del inóculo de guaje (L. leucocefala) preparado
comercialmente a la bolsa de tratamiento, infle la bolsa y mezcle suavemente el contenido.
Extienda las semillas tratadas sobre una superficie limpia para que se sequen al aire. Siembre
inmediatamente después del tratamiento, o almacene las semillas tratadas en refrigeración
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

hasta la siembra. Las cantidades no utilizadas de la sustancia pegajosa o del inóculo en polvo
pueden almacenarse en refrigeración.
La inoculación tiene mayor importancia en sitios donde el guaje no es nativo y los suelos son
ácidos (Pérez – Guerrero, 1985). Se conoce que al inocular los fertilizantes son más efectivos.
Se recomienda inocular una combinación de tres especies simbióticas: Rhizobium loti,
Basillus megaterium y Glomus fasciculatum y mejoran mezcladas con lluvia sólida.
El revestimiento o paletizado de las semillas con CaC3 se usa para proteger del medio
ambiente al inóculo aplicado sobre las semillas, esta práctica se recomienda cuando el cultivo
se va a instalar sobre suelos ácidos. Otra practica es la utilización de roca fosfórica, misma
practica que aumenta las poblaciones y peso de las bacterias nodulares (Moreno, 1981;
Bezerra y Rhamalo, 1972; López, 1978).
02. Ecología de la especie. El guaje es una especie de árbol multipropósito que puede
soportar casi cualquier tipo o frecuencia de poda general o rebrote. Crece en zonas ecológicas
de trópico húmedo, trópico subhúmedo, árida y semiárida, acuática y subacuática.
Utilizar semilla mejorada para maximizar los rendimientos. El sitio de plantación debe quedar
libre de malezas durante los primeros meses de crecimiento para evitar la competencia.
En cuanto a tolerancia es demandante de: 1. Luz. Firme al. Viento. Resistente a. 1. Fuego. 2.
Daño por termitas. 3. Sequía. Crece exitosamente en sitios con menos de 600 mm, con una
larga y severa época seca. Tolerante a. 1. Suelos alcalinos. 2. Inundación temporal. 3. Sequía.
Es intolerante a: 1. Inundación periódica o permanente. Los suelos mal drenados limitan el
desarrollo de micorrizas y Rhizobium y los árboles muestran crecimientos deficientes. 2.
Suelos ácidos, particularmente cuando están asociados con aluminio altamente
intercambiable, hay limitaciones en la disponibilidad de calcio, magnesio, potasio y fósforo. 3.
Sombra. La especie no tolera la sombra por lo que no puede ser plantada en sitios
enmalezados o bajo la sombra de otros árboles. 4. Suelos muy compactados, debido
principalmente al pastoreo. En este tipo de suelos la especie no desarrolla bien.
Pero, sensible o susceptible a: 1. Heladas. 2. Competencia por malezas. 3. Daño por roedores.
Principalmente durante los primeros meses después de plantada. 4. Daño por ramoneo. 5.
Daño por insectos (hoja). Su principal plaga es el ataque de un psyllido: Heteropsylla cubana,
que se ha dispersado por todo el mundo acabando con varios plantíos. Es atacada por
Centrimospis linnelus, picudo del follaje y por hormigas cortadoras Atta spp.
Y si no se tiene cuidado tiene la desventaja de tender a adquirir propagación malezoide
invasora. Se le considera mala hierba en algunos países tropicales.
El guaje es muy susceptible al daño por incendios cuando joven, aunque los árboles afectados
se recuperan por lo usual rápidamente mediante el rebrote (Van den Beldt et al., 1985). Con
los vientos moderados, la especie sufre solamente un daño leve a nivel de las ramas pequeñas.
Cuando expuestas a vientos huracanados, las plántulas recién plantadas en Puerto Rico
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

fueron defoliadas y sufrieron la muerte del tallo hasta el collar radical; sin embargo, el 94 % de
estas plántulas rebrotaron y crecieron rápidamente después (Parrotta, 1990, 1992).
2.1. Origen y distribución actual de la especie. Es una especie de amplia distribución
en las regiones tropicales y subtropicales de México (Baja California Sur, Campeche, Chiapas,
Coahuila, Colima, Durango, Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla,
Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, el
Istmo de Tehuantepec y Golfo de México; CATIE, 1997; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
En México se distribuye en todo el territorio, en un área que se extiende de la latitud 12° a
Centroamérica en la de 20° N; planta que crece de manera natural en toda la república
mexicana, excepto en los estados de Baja California, Chihuahua, Aguascalientes, Zacatecas,
y Guanajuato en México (RMGF, 1999).
Originaria de América tropical, aparentemente del sur de México (Yucatán) y en algunas otras
localidades de México y América Central donde es cultivada, Se extiende de México hasta
Nicaragua, incluyendo Guatemala, Honduras y El Salvador. Los españoles la llevaron a
Filipinas y desde ahí fue introducida a Indonesia, Malasia, Papúa Nueva Guinea y sureste de
Asia. Naturalizada pantropical.
En la actualidad abunda en Filipinas, África occidental, Nepal, Australia y Hawái. Se sabe que
los veleros españoles introdujeron Leucaena en Asia hace cuatro siglos. Un total de trece
especies de Leucaena, en su mayoría especies arbustivas, se distribuyen en las zonas
tropicales y subtropicales del Nuevo Mundo.

Figura 20. Distribución natural en México y Centroamérica del árbol de guaje (Leucaena
leucocephala; National Academy of Sciences. 1984; Parrotta, 1992).
Conocida solo en zonas cercanas a la costa del Océano Pacífico, desde Michoacán hasta
Chiapas (Figura 17), en vegetación de selva mediana subperennifolia, de baja caducifolia con
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

cactáceas columnares, de baja caducifolia espinosa, vegetación ripária en arroyos de temporal


y en vegetación secundaria; a veces, se le ve en riscos o en sitios con pendiente pronunciada.
Su floración y fructificación en Oaxaca es más tardía que la de L I. lanceolata. Sus nombres y
usos son poco conocidos, excepto 10 mencionado para ambas subespecies en la región de
Pochutla, Oaxaca (UNAM. 1994). En la Figura 20 se conoce la distribución de Leucaena
lanceolata S. Watson subsp. lanceolata y L. I. subespecie sousae (UNAM,1994).
Un cierto número de variedades fueron diseminadas por las civilizaciones pre-colombinas a
través de las tierras bajas costeras de Centroamérica, desde el norte de México hasta
Nicaragua (National Academy of Sciences. 1984; Van den Beldt et al., 1985; Figura 21).
En la época colonial (1525 a 1825), la variedad arbustiva de guaje hoy de tipo “común” o
“hawaiano” originaria de Acapulco, México, fue introducida y naturalizada en América, desde
el sur de la Florida y Texas a través de las Indias Occidentales y en la América del Sur hasta
Brasil y Chile, y en las Filipinas, Guam y en otras islas en posesión de España. El uso del guaje
como un árbol de sombra en plantaciones de café, cacao, cinchona, pimienta, vainilla y otras
cosechas, ocasionó su introducción en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Malasia, otros países
en el sudeste de Asia, Hawái, Fíji, el norte de Australia, la India y partes de África del Este y
Oeste (National Academy of Sciences, 1984; Van den Beldt et al., 1985). En Puerto Rico y en
otras partes de las Indias Occidentales, desde las Bahamas y Cuba hasta Trinidad y Tobago,
el guaje se encuentra naturalizada a la orilla de los caminos, en pastizales abandonados y en
bosques secundarios en etapa temprana en regiones costeras secas (Gooding, 1974; Little,
S/F). El guaje se considera a veces como una “mala hierba” debido a su capacidad de colonizar
rápidamente y su tendencia a formar matorrales densos en sitios perturbados (Little, S/F).

Figura 21. Distribución conocida del guaje (Leucaena lanceolata subsp. lanceolata y L.
I. subsp. sousae (Anales del Instituto de Botánica. UNAM, 1994; Ponce 2000).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

2.2. Ecología de la especie. Nativa. Cultivada. Introducida. Se introdujo en los trópicos de


Asia y África como cultivo superior. Se han desarrollado más de 100 variedades para diferentes
condiciones de clima, suelo y usos clasificados en 3 tipos: hawaiano, salvadoreño y peruano.
Es una especie Primaria / Secundaria. Es una especie característica de zonas de vegetación
primaria y secundaria (ruderal), que tiene buena capacidad competitiva y es una fuerte
competidora con otros cultivos y/o árboles nativos en situaciones de estrés.
En Hawái se siembra directamente en suelos desnudos y erosionados. En Indonesia se ha
plantado con el propósito de restaurar laderas volcánicas inestables (Batis, 1999; SIRE-
CONAFOR-CONABIO, 1999).
Desde la década de 1960 se han recolectado semillas de guaje de las variedades mucho más
altas, del tipo “gigante” o “Salvador” de sitios en la América Central. Estas variedades han sido
extensamente estudiadas en cultivos en Hawái y han sido plantadas extensamente de guaje a
través de los trópicos en plantaciones y sistemas agroforestales (Brewbaker et al., 1972; Van
den Beldt et al., 1985).
2.2.1. Clima. Prospera en ambientes adversos. Se adapta muy bien a las tierras bajas,
crece desde sitios secos con 350 mm/año hasta húmedos con 2,300 mm/año, hasta 4000
(Dijkman, 1950; Parrotta, 1992), pero crece de manera apropiada solamente en donde la
precipitación anual es de entre 600 y 2000 mm (Parrotta, 1992), con una temporada seca de
2 a 6 meses (Brewbaker et al., 1972; MacDicken et al., 1988; National Academy of Sciences,
1980, 1984; Webb et al., 1984). y temperatura media anual de 22 a 30 ºC. En ella es necesario
un período seco de 4 a 6 meses, con una precipitación de 800 a 1 300 mm y temperaturas
elevadas que sólo favorecen las condiciones para que crezca en la selva baja caducifolia (no
hay plantas que produzcan alimentos en época seca). Por ello se recomienda su
establecimiento en regiones con precipitaciones de 400 a 1500 mm anuales. El crecimiento
óptimo ocurre en áreas que reciben una precipitación anual de aproximadamente 1500 mm,
con una temporada seca de 4 meses de duración (Van den Beldt et al., 1985). En la América
Central, la leucaena se planta por lo común en donde la precipitación anual promedia entre
900 y 2900 mm (CATIE, 1986). El guaje es tolerante a la sequía, aunque las temporadas secas
prolongadas reducen grandemente la productividad (National Academy of Sciences, 1984).
Se encuentra en lugares frescos y estacionalmente húmedos con una precipitación promedia
anual de 600 - 2,800 mm y una temperatura máxima media en el mes más caluroso de 18 - 30
°C. No soporta bien la sequía. Necesita bastante luminosidad y tolera solo sombra parcial.
Se desarrolla mejor en zonas con altas temperaturas e insolación directa; aunque sobrevive a
las heladas, se ve significativamente afectada por los meses más fríos (RMGF, 1999). Se
adapta bien a las tierras bajas casi desde el nivel de mar hasta los 800 a 900 msnm (CATIE,
1997); sin embargo, se le ha encontrado hasta los 1,500 msnm (RMGF, 1999). Tolera desde
600 a 2,300 mm anuales, con periodos secos de 4 a 6 meses (CATIE, 1997).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

El guaje tolera unos regímenes de temperatura con un amplio espectro. Crece bien en áreas
en donde las temperaturas anuales promedio varían entre 20 y 30 °C, con una temperatura
mínima promedio de 16 a 24 °C y una temperatura máxima promedio de 24 a 32 °C durante
los meses más fríos y más cálidos, respectivamente (CATIE, 1991; 75, 78). El mejor
crecimiento ocurre en áreas con una temperatura anual promedio de entre 25 y 30 °C (Van
den Beldt et al., 1985). A pesar de que la leucaena puede sobrevivir las heladas ligeras de
corta duración, el crecimiento se ve severamente restringido a temperaturas bajas (Van den
Beldt et al., 1985).
En clima tropical seco (Awo), dominante en gran parte de la costa del Océano Pacífico y en la
Península de Yucatán, con una época de sequía de seis a siete meses, el guaje mantiene su
productividad durante el estiaje.
La temperatura como factor ambiental tiene mucha importancia en la prolongación o
interrupción del reposo; donde algunas especies requieren de preenfriamiento en ambiente
húmedo antes de ser llevada a un lugar especial para que germinen. Las exigencias de frío
varían con la edad de las semillas; esto sustituye a la necesidad de la luz roja especialmente
en semillas de lechuga (Narcia, 2006).
2.2.2. Altitud, latitud y topografía. El guaje (Leucaena leucocephala), no debe
plantarse arriba de los 900 o 1,500 m de elevación, es posible que la temperatura se vuelva
un factor limitante para su buen desarrollo (Eguiarte et al., 1986; Sánchez, 1992). Pero, prefiere
altitudes de 0 a 950 msnm (SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999). En el estado de Colima,
México, se ha establecido bancos de proteínas en diferentes altitudes y se ha observado que
por arriba de 1200 msnm el guaje tiene un crecimiento más lento (Ruiz et al., 1995).
El guaje es primariamente una especie de tierras bajas, que por lo general no crece bien arriba
de los 500 m entre las latitudes 10° y 25°, como tampoco arriba de los 1,000 m entre 10° de
latitud del ecuador (Van den Beldt et al., 1985). Sin embargo, la especie ciertamente ocurre en
rodales naturales en el oeste de México a elevaciones de más de 1,500 m (McVaugh, 1983) y
se cultiva hasta los 1,500 m en partes del sudeste de Asia (Allen y Allen, 1981; Dijkman, 1950;
National Academy of Sciences, 1984; Van den Beldt et al., 1985; Webb et al 1984). En Puerto
Rico, el guaje crece por lo común en las laderas de los cerros y en los terraplenes a elevaciones
bajas y medianas de zona tropical y subtropical (Parrotta, 1992).
2.2.3. Suelos. Crece en una amplia variedad de suelos bien drenados, desde someros
hasta profundos, desde neutros, hasta alcalinos, desde suelos pedregosos y esqueléticos
hasta arcillas densas, en suelos según la clasificación (FAO): Luvisol, Acrisol, Alisol, Leptosol
(National Academy of Sciences, 1980; Von Carlowitz, 1991); siempre y cuando sean suelos
bien drenados, no compactados ni ácidos. Los mejores resultados se obtienen en suelos con
pH de 6.5 a 7.5. Suelos inferiores a 5.5 pH no son recomendables, de Textura arcillosa,
ligeramente arenosa, y franca, incluso en suelos pedregosos (Von Carlowitz et al., 1991). La
planta se desarrolla en suelos pobres (regosales, calcáreos). Prefiere suelos derivados de
granito (SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999). Se había considerado que el guaje solo se
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

desarrollaba en tierras alcalinas o neutras (Hutton y Gray, 1959; Ruiz et al., 1982; Ruíz, 1987).
En la actualidad, existen evidencias de que, en suelos ácidos, la aplicación de cal o Fosforo
tienen un efecto positivo, sobre todo este último cuyo papel es esencial en la síntesis de ATP
en la actividad de la nitrogenasa (Young y Margerison, 1970). En caso de la cal se reporta un
aumento en el crecimiento; mientras que el rendimiento se relacionó según los resultados, con
la variedad (Perú, Filipinas o Cunningham), pues no todas respondieron igual; siendo la
peruana la de mayor rendimiento (Cheng et al., 1977).
En México, los rodales naturales ocurren en áreas con suelos volcánicos (McVaugh, 1983). El
mejor crecimiento ocurre en suelos bien drenados que son de moderadamente alcalinos (pH
de 7.5) hasta ligeramente acídicos (pH de 6.0). La especie tolera la salinidad moderada, de
hasta 20 mmhos por cm (Tomar y Gupta, 1985). El crecimiento del guaje esta influenciado por
la temperatura, textura y pH del suelo (Ponce, 2000). Se adapta muy bien a suelos arenosos,
arcillosos y pedregosas de diferentes topografías; no prospera bien en suelos inundables, pero
se puede establecer en condiciones de 20 temporal o riego (Sánchez, 1992).
El guaje crece de manera pobre en suelos compactados, en sitios con drenaje impedido o en
Oxisoles acídicos y pobres en calcio con un pH de menos de 5.0 y niveles altos de aluminio
intercambiable (Dijkman, 1950; Little, s.f.; MacDicken, 1988; National Academy of Sciences,
1984; Tomar y Gupta, 1985). El fósforo disponible en el suelo a niveles adecuados parece ser
esencial para el desarrollo radical vigoroso; la disponibilidad reducida del fósforo a un pH del
suelo bajo puede limitar el crecimiento en los suelos acídicos (Brewbaker et al., 1972). En la
India se reportó un crecimiento muy pobre en suelos alcalinos-salinos caracterizados por
niveles altos de Na y K intercambiables (Chaturvedi, 1985).
Se desarrolla bien sobre suelos calizos (Zárate, 1994), no crece bien en suelos inundados,
sobrepastoreados y ácidos (CATIE, 1997), puede adaptarse a suelos con un pH
moderadamente ácido y bien drenados (CATIE, 1991); sin embargo, suelos inferiores a 5.5 de
pH no son recomendables, particularmente cuando el suelo está asociado con aluminio
altamente intercambiable y hay limitaciones en la disponibilidad de Calcio, Magnesio, Potasio
y Fósforo (Batis et al., 1999). Su mejor y más rápido crecimiento ocurre en un suelo arcilloso
(CATIE, 1997), y de buena profundidad (RMGF, 1999). Los suelos mal drenados limitan el
desarrollo de micorrizas y Rhizobium provocando un crecimiento deficiente de los árboles
(SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
2.2.4. Radiación solar. Las exigencias específicas, hacen que la germinación tiende
a variar, ya que algunas requieren de mayor o menor cantidad para germinar, de lo contrario
actuaría como inhibidora; además existe una relación con la respuesta del fotoperíodo en las
alternancias de períodos de luz y oscuridad en los días largos y cortos; en este último se induce
el letargo en especies leñosas; en ambos el fotoperíodo se percibe en las hojas, pero en las
yemas y el ápice se inicia la respuesta de una germinación positiva o negativa. De esta manera
el efecto de la imbibición, el efecto de inversión y el factor tiempo son muy considerados en las
respuestas de las semillas en la luz roja (Narcia, 2009).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Cuando las semillas del guaje, es puesta a germinar esta especie crece tanto en exposición
soleada o a media sombra, que puede lograrse con diferentes materiales como hojas de
plátano, tejas, madera, hojas de palma, aserrín o polvo de palma de coco (germinasa) o
material similar (Trujillo, 1986). Crece en zona de climas suaves libres de heladas, soporta la
cercanía al mar.
El guaje es una especie con una alta demanda de luz, que crece mejor a pleno sol o bajo una
sombra muy leve. Bajo condiciones de mucha sombra, tales como en el sotobosque de rodales
densos, el crecimiento se ve suprimido. Sin embargo, los individuos suprimidos pueden
persistir en el sotobosque y responden rápidamente cuando se crean nuevos claros (National
Academy of Sciences, 1984).
Por la demanda de luz cuando adulta es una especie reportada como heliófila o semiheliófila.
Pero que en las selvas con sombra o con algo de luz solar germina y crece mucho muy lento,
estableciendo bancos de plántulas en las selvas, que cuando encuentran situaciones propicias
rompen el estado y logran su establecimiento definitivo. O bien crecen bifurcada desarrollando
las ramas más iluminadas o torciéndose. La yema terminal es heliófila o semiheliofila,
creciendo mejor como heliófila.
La especie arbórea si no recibe rayos del sol durante mucho tiempo permanece en estado de
plántula, pero dándole estos la planta del huamúchil, crece hasta la altura que debiera tener a
esa edad en ese sitio si desde el principio tiene sol. Cuando se da mucha competencia, pero
entra suficiente luz de vez en cuando, la planta deja de crecer verticalmente, pero lateralmente
produce brotes y ramas laterales; se tuerce para buscar la luz donde esta se insinué. Con buen
sol se constituye en plaga.
2.2.5. Vegetación asociada. En su área de distribución natural en México y la América
Central, la leucaena es un componente importante de los bosques caducifolios y
semicaducifolios secundarios (Pennington y Sarukhán, 1968; Parrotta, 1992). Se le ve
creciendo en Bosque de galería, Bosque tropical caducifolio, Bosque tropical perennifolio
(vegetación secundaria), Bosque tropical subcaducifolio (vegetación secundaria), Vegetación
costera (dunas), excepto a orillas de manglar (CATIE, 1997; SIRE-CONAFOR-CONABIO,
1999).
Crece junto al canahuance (Gliricidia sepium), Acacia pennatula, guácima (Guazuma
ulmifolia), cóbano (Swietenia humilis), cedro rojo (Cedrela odorata), mezquite (Prosopis
laevigata), guamúchil (Phitecellobium dulce), Calliandra calothyrsus, Inga spp., colorín
(Erythrina spp.), Albizia lebbeck spp., guaje rojo (Leucaena diversifolia), guanábana
(Annona squamosa). Crece en bosques caducifolios secos en asociación con Lysiloma spp.,
Bursera spp. e Ipomoea spp. del tipo arborescente (McVaugh, 1983). Se encuentra asociada
con Colubrina arborescens (Miller) Sarg., Croton lucidus L., Exostema caribaeum (Jacq.)
Schult. & L., Pisonia albida (Heimerl) Britton ex Standl., Pithecellobium unguis-cati (L.)
Mart., Prosopis juliflora (Sw.) DC., Tamarindus indica L. y Thouinia striata var.
portoricensis (Radlk.) Votava & Alain (Molina, 1992).
En los bosques costeros en tierras arenosas en asociación con Coccoloba uvifera (L.) L.,
Hippomane mancinella L., Thespesia populnea (L.) Soland. ex Correa, Terminalia
catappa L., Cordia sebestena L. y C. obliqua Willd.; en formaciones arbustivas xerófilas en
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

las laderas rocosas con Psidium guajava L., Ziziphus mauritiana Lam., Tecoma stans (L.)
H.B.K., Pisonia aculeata L. y Acacia farnesiana (L.) Willd.; y en los bosques secundarios en
suelos costeros arenosos y calcáreos con Clerodendrum aculeatum (L.) Schlecht.,
Pithecellobium unguis-cati, Eupatorium odoratum L. y Z. mauritiana (Gooding, 1974).
2.3. Adaptaciones ecológicas de la especie. Esta especie presenta variaciones
morfológicas en su área de distribución; exhibe una notable variación fenotípica asociada a
cierto nivel de diferenciación ecotípica, por lo menos para ciertos caracteres ecofisiológicos y
anatómicos de la madera.
2.4. Servicios ambientales que ofrece. Tiene efectos restauradores: 1. Drenaje de tierras
inundables. 2. Conservación de suelo / Control de la erosión. 3. Estabiliza bancos de arena.
Y puede bridar los siguientes servicios: 1. Barrera rompevientos. 2. Cerca viva en los
agrohábitats. Es, junto con Gliricidia sepium, la especie más frecuentemente usada como cerca
viva en las zonas tropicales de México. 3. Ornamental a lo largo de las carreteras y en las
calles en zonas urbanas y rurales. Por su corteza de color atractivo se ha empleado como árbol
ornamental en el sur de Florida. 4. Sombra / Refugio. Es un recurso importante de nutrición
para la vida silvestre que pasa el invierno en las Antillas y América Central. Los frutos son
consumidos por aves (tucanes) y ardillas (Sciurus deppei).
Demandante de: 1. Luz. Especie beneficiada por los claros. Aunque puede sobrevivir por algún
tiempo bajo la sombra responde positivamente a la entrada de mayor cantidad de luz.
Moderadamente resistente a: 1. Heladas (plántulas, juveniles) y cuando completa su madurez
soportan ligeras heladas ocasionales en invierno. 2. Sequía. Resistente a: 1. Fuego.
Tolerante a: 1. Suelos pobres. 2. Sombra. Tolera la sombra en todas las etapas de su
crecimiento. 3. Suelos arcillosos. 4. Suelos salinos. Tiene alto grado de tolerancia a la sal.
Sobrevive en las islas muy áridas del Caribe. Bajo estas condiciones el árbol crece atrofiado y
torcido. 5. Suelos someros. 6. Suelos compactados. 7. Exposición constante al viento.
Intolerante a. 1. Fuego (plántula, adulto). Sensible / Susceptible a. 1. Daño por el viento. Hay
fragilidad en sus ramas, que pueden desprenderse fácilmente por ráfagas fuertes del viento.
2. Daño por hongos (madera). 3. Daño por ramoneo. 4. Daño por insectos (madera, tallo).
Coleópteros y barrenadores. 5. Daño por termitas (madera cosechada). 6. Daño por hongos
(madera). Facilidad de putrefacción de la madera provocada por hongos debido a su alto
contenido de humedad. 7. Heladas.
03. Propagación. Se requiere aproximadamente de 3 a 4 meses para que las plantas de guaje
alcancen los 25 - 30 cm en el vivero forestal. En este momento pueden plantarse en el campo.
3.1. Regeneración natural. Esta es una especie de extremadamente fácil de regeneración
pues es ruderal, de fácil establecimiento y rápido crecimiento, sobre todo en los sitios en donde
existen rodales naturales, tolera la sequía, soporta la tala continua y puede crecer en suelos
pobres, es resistente a plagas; es un árbol que suelen aparecer en hábitats muy alterados por
la acción del ser humano, como bordes de caminos, campos de cultivo abandonados, cercos
vivos tolerados o inducidos por estacas hasta en zonas urbanas.

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3.2. Regeneración artificial. En común en México, se ha empleado en plantaciones


agropastoriles. Es una especie con potencial para reforestación productiva en zonas
degradadas de selva, de muchos países. Es posible reproducir el guaje, por semilla. Sin
embargo, en México hay poca experiencia en el campo, registradas.
3.2.1. Producción de planta asexualmente. Esta se realiza por: 1. Brotes o retoños
(tocón). Alta capacidad de rebrote, lo que le permite ser utilizada para producir diversos
productos (leña, forraje) en períodos relativamente cortos. 2. Estacas. Se ha reportado que la
propagación con estacas tiene una baja sobrevivencia y crecimiento lento. 3. Cultivo de tejidos.
La propagación in vitro aún no ha sido plenamente desarrollada, el inconveniente se ha
presentado en la dificultad de la esterilización de los explantes, además los brotes de callo
frecuentemente no enraízan o no sobreviven al trasplante. 5. Injerto de yema.
La propagación in vitro aún no ha sido plenamente desarrollada, debido a que el inconveniente
principal ha sido la dificultad de esterilización de los explantes, además los brotes de callo no
enraízan o no sobreviven al trasplante; también se ha reportado que la propagación con
estacas tiene una baja sobrevivencia y lento crecimiento (Batis et al., 1999).
a) Estacas. El guaje, se propaga con facilidad a partir de estacas (Allen y Allen,
1981; CATIE, 1992; Little y Wadsworth, 1964). El tronco rebrota vigorosamente al ser cortado,
produciendo un número variado de vástagos dependiendo del diámetro del tocón y la altura
del corte, la técnica usada y la estación. Los rendimientos por rebrotes típicamente exceden
aquellos de las cosechas de la primera rotación (CATIE, 1992; Van den Beldt et al., 1985). Las
estacas del tallo se arraigan con facilidad en las cámaras de niebla, particularmente al ser
tratadas con los reguladores del crecimiento vegetal ácido indol-butírico (AIB), ácido naftaleno
acético (ANA) y ácido indolacético (AIA) (Puri y Shamet, 1988).
b) Pseudoestacas. Sin información.
3.2.2. Producción de planta sexualmente por semillas. El método común para
propagar el guaje es a través de semillas sexuales, que permite obtener nuevos cultivares por
la variabilidad genética, por lo que las plantas logradas presentan buen anclaje, son vigorosas
y más longevas, entre otras características (Sánchez y Ramírez, 2005; Narcia, 2009).
Esta se realiza por: 1. Semilla (plántulas). 2. Regeneración natural. 3. Siembra directa. La
producción alta de semilla y el alto porcentaje de germinación, permiten utilizar esta técnica de
siembra directa en el campo.
3.2.2.1. Producción de planta a raíz desnuda. Técnica muy conocida. En el
caso de las plántulas de guaje producidas a raíces desnudas, las semillas deberán sembrarse
en semilleros abiertos que se inundan para facilitar el desarraigo cuando las plántulas tienen
de 2 a 3 meses de edad o por lo menos 50 cm de alto.
3.2.2.2. Producción de plantas a tocón. Técnica conocida, pero poco
practicada. Pero en el plantado de tocones, las plántulas deberán cultivarse en almácigos
elevados por 4 a 5 meses o hasta que las plántulas tengan un diámetro basal promedio de 1
cm y una altura de más de 1 m. Antes del trasplantado, las plántulas se desarraigan y el tallo

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se corta a 10 o 20 cm arriba del collar radical y la raíz pivotante de 15 a 20 cm hacia abajo


(Joshi, 1983; Van den Beldt et al., 1985).
3.2.2.3. Producción de planta en envase. Para acelerar el desarrollo de las
plantas en vivero, llenar las bolsas de polietileno (7 x 20 cm) con una mezcla de suelo (pH
entre 6 y 7), materia orgánica y arena (3:1:1) o utilizar un buen suelo sin mezclar y colocarlos
a sombra parcial durante los primeros 8 días. En tres meses y medio las plantas están listas
para llevarlas al campo, una vez que hayan alcanzado una altura promedio de 35 cm.
El almácigo debe protegerse del sol directo con palapas o malla a media sombra, para controlar
la evapotranspiración y prevenir los daños a las plántulas. En las platabandas es conveniente
usar sombra parcial durante los primeros 8 o 10 días posteriores al trasplante, después de este
periodo se debe retirar la protección para lograr la lignificación de las plantas (RMGF, 1999).
04. Producción de plantas en vivero. La producción de plantas en viveros forestales permite
prevenir y controlar los efectos de los depredadores y de enfermedades que dañan a las
plántulas en su etapa de mayor vulnerabilidad. Además, los viveros son sitios de capacitación
de donde surgieran los promotores de estas técnicas.
Se ha visto que es mejor sembrar semillas directamente en el suelo a razón de 8 – 10 Kg de
semilla por hectárea que producir planta en vivero y después plantarla.
4.1. Recolección de semillas. Los árboles de guaje, inician su producción de semilla a la
edad de 4 a 6 meses (Parrotta, 1992). El número de semillas por kilogramo varía desde 17,000
a 21,000 (CATIE, 1991; Dijkman, 1950; Von Carlowits, 1986; Parrotta, 1992). Y dispersión es
por medio del viento (anemócora: por la acción del viento), y debido a que la semilla es muy
liviana dentro de la vaina y por la gravedad; una vez que abren las vainas y se dispersa es
muy difícil su recolección.
Pero por la abundancia es poco posible colectarla del suelo, pero cuando se puede esta se
reúne en un accidente topográfico, pero muchas veces se pierde su calidad genética y
colectarla con limpieza.

Figura 22. Producción tradicional de plantas en vivero de guaje.


La colecta de semillas de guaje debe hacerse directamente del árbol, para ello es importante
realizar la selección adecuada de los árboles sanos, libres de plagas y enfermedades,
generalmente de fuste limpio, vigorosos, con buena producción de vainas y follaje. Una vez

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colectada la semilla de guaje esta puede durar almacenadas durante seis meses hasta ocho
meses; refrigeradas en envases de vidrio o de plástico transparentes color ámbar y
manteniendo la humedad controlada puede guardarse dos años. Las semillas se tienen
clasificadas como intermedias entre ortodoxas y recalcitrantes no presentando latencia.
Se recomienda cortar la fruta o vaina antes de que estas inicien la dispersión. Antes de que
las vainas abran, cuando las vainas adquieren un color café claro o amarillento y de
consistencia quebradiza.
Es muy común recomendar que las vainas a ser colectadas sean de la parte intermedia entre
la base y la punta de la longitud total de la copa del árbol. Que sean colectadas desde la
primera quincena de abril hasta el mes de junio por motivos de variaciones regionales y que el
desarrollo de las frutas o vainas de guaje, es muy rápida.

Figura 23. Recolección de semillas para viveros de guaje.


4.2. Beneficios a realizar a las semillas. El guaje, es una especie arbórea o arbustiva de
uso múltiple por los campesinos, por ello a pesar de la sobre explotación la especie ha
sobrevivido a la extinción, aunque existen lugares donde fue abundante y ya no existe. Los
seres humanos la han llevado a los jardines o áreas verdes urbanas de los poblados o ranchos
o a sus casas como una especie ornamental, debido a la sombra que puede proveer, por la
coloración blanca de las flores de la especie arbórea que ofrece una bella vista ornamental
durante la floración, por los colores de las flores que como mencionamos varían desde una
coloración blanca sumamente vistosas.
Colectadas las capsulas se recomienda que a estas se les extirpe un centímetro de la base,
un centímetro de la punta con tijeras de podar muy filosas desinfectadas y dejar secándose la
vaina con la semilla de la parte central y extraer la semilla alada una vez seca la vaina. Semilla
como mencionamos se recomienda guardarla en envase de vidrio o plástico color ámbar o
color oscuro de preferencia.
Esta especie por otra parte, por la forma del árbol, su arquitectura y ramificación ligeramente
dicotómica son muy utilizados como cortinas rompevientos, cercos vivos, cercos tolerados y
para cultivar para forraje. El árbol forestal también ha sido cultivado para producir sombra con
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su follaje y pastura de muy buena calidad al ganado vacuno, caprino, ovino, caballar o pollino.
Es frecuente encontrarlo en sistemas agroforestales con palma de coco, con limón, con plátano
y con mango.
4.3. Procesamiento de las vainas y de las semillas. Cuando ocurre la recolección,
clasificada, después de cortar las vainas se transporta inmediatamente, en sacos de yute, ixtle
o rafia o algodón no húmedos, a un sitio techado, con bastante aireación. Ya en el último sitio,
las vainas son cortados debidamente de la punta y de la base como ya dijimos de un centímetro
(muchos viveristas no lo hacen). Realizado lo anterior debe extenderse las frutas o vainas ya
cortadas sobre plástico, lonas o pisos de cemento, bajo sombra controlada, por
aproximadamente tres días, lo que permite que las vainas se sequen y abran por la sutura
lateral, y liberen entonces las semillas papiráceas de guaje, lo cual facilitara la extracción y
limpia de forma manual.
Método de selección de semillas. Una vez separadas las semillas de guaje, de las partes
constitutivas de las vainas, se eliminan las impurezas manualmente, quedando listas para su
almacenamiento o siembra. Es común lograr una semilla seleccionada con un porcentaje de
pureza de 75 a 80 a un porcentaje del 90 al 98% (La semilla es muy pequeña y se ensucia con
partes papiráceas de la vaina).
Almacenamiento. Se recomienda almacenar las semillas en recipientes herméticos ya sean
bolsas de aluminio o polietileno, envases de vidrio secos de color oscuro o ámbar, a
temperaturas de refrigeración por abajo de 20°C con un contenido de humedad inferior al 10
%. El porcentaje de germinación al momento de la colecta puede ser de 100 %, pero al mes
esta baja a un 70 % y al segundo mes a 10 % o menos, cuando se almacena la semilla en
condiciones ambientales bajo sombra. Si se almacena en un refrigerador, mantienen su
vitalidad hasta por 2 años lográndose una germinación de cerca de un 25 %; bajo condiciones
de sombra a medio ambiente, ellas permanecen viables por 2 a 6 meses. Por eso previo a su
almacenamiento es necesario tratar las semillas con algún fungicida (Captan o Arazán (0.5 a
1 g/Kg de semillas), pues las semillas son muy sensibles al ataque de hongos.

Figura 24. Procesamiento de la vaina y de la semilla de guaje.


En los pueblos es común almacenar las semillas de guaje, en envases de refresco de 2.5 litros
de capacidad con tapa hermética y con un poco de ceniza o humo, para lo cual se usa llenarlos
con humo de cigarro, después llenarlos con semillas y cerrarlos herméticamente. Al estar
llenos es común observar el humo de cigarro.
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Si lo guardan en envases de color ámbar es más difícil ver el humo o el fungicida. Pero al
abrirlo, el humo se ve salir o el fungicida se puede observar por el orificio.
4.4. Técnicas de producción de plantas en vivero. La siembra en almácigo se realiza
preferentemente a chorrillo en surcos separados entre sí a unos 5 cm, colocando la semilla a
una profundidad de 2 cm. Si la siembra es directa se colocan dos semillas por envase, a una
profundidad de 2 cm. Para agilizar el proceso de trasplante y reducir las pérdidas por maltrato
de plántulas, se sugiere trasplantar a bolsas 2 o 3 días después de la germinación. Se tienen
experiencias que la siembra directa es mejor que la de almácigo, ya que se reduce el estrés
de la planta, se evita la poda de raíz y la cola de cochino, además se evitan contratiempos del
trasplante (RMGF, 1999). Debido a la alta producción de semillas y el alto porcentaje de
germinación se sugiere utilizar la técnica de siembra directa en campo (CATIE, 1991).
El almácigo debe contener un sustrato con un pH neutro o ligeramente alcalino, lo más
recomendable es con la menor fertilidad posible y un buen drenaje, como la arena de río al
100% para minimizar el daño a la raíz al momento del trasplante. El sustrato de los envases
debe ser una mezcla de tierra fértil, materia orgánica y arena en proporción de 3:1:1 con pH
neutro o ligeramente alcalino, además se recomienda agregar un gramo de superfosfato simple
al envase al momento de la siembra (RMGF, 1999).
En el vivero, las semillas pueden sembrarse directamente en contenedores para plántulas o
en semilleros abiertos para luego trasplantarlas a contenedores cuando las plántulas tengan
de 7 a 10 cm de alto (CATIE, 1992).

Figura 25. Siembra de guaje (L. leucocephala) en bolsas para su posterior transplante.

Figura 26. Trasplante y riego en vivero de guaje en bolsa cada 2 a 3 días.

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Las semillas escarificadas deberán ser sembradas directamente sobre la superficie del suelo
y cubiertas con una capa de 3 a 5 mm de grosor de arena gruesa o de cascajo fino. Una
alternativa es la de germinar las semillas sobre toallas mojadas para luego trasplantarlas a
contenedores cuando la radícula emerja. Los contenedores para plántulas del tipo plantador
en tubo pueden ser preferibles a las bolsas de polietileno para prevenir la formación de raíces
en espiral y para facilitar el transporte y la plantación de las plántulas.
Se recomienda un sombreado leve durante las primeras semanas de desarrollo del guaje. El
desarrollo de la raíz pivotante es rápido en las plántulas jóvenes. Las plántulas comienzan por
lo general a alcanzar un tamaño plantable (20 cm de altura) a las 10 semanas.
4.5. Manejo de plantas en vivero. Una vez trasplantadas las plántulas de guaje, se
recomienda protegerla por un tiempo de los rayos del sol.
Para ello, se recomienda colocar malla sombra movible o moverlas plantas para que se vayan
adaptando a las condiciones ambientales: luz, temperatura, sequia, frio o calor.
Esta actividad es más fácil en la producción en charolas sobre plataformas móviles.
Se puede aplicar en el vivero forestal a las plantas antes de llevar al campo con lluvia sólida,
agua con ozono, micorrizas, fertilizantes, plaguicidas y fungicidas.
La planta se puede reproducir solo por vía sexual rentable hasta ahora, nos dice que la
producción de plantas a través de semillas en envase tradicional o en charolas o con envases
con plántula desarrolladas en almácigos.
Tratamiento pregerminativo. Se debe hacer el tratamiento pregerminativo a sabiendas que
la semilla no presenta latencia. Pero para uniformizar la germinación de la semilla se
recomienda que estas sean remojadas en agua fría o a temperatura ambiente por 24 horas.
Características del sustrato. El sustrato utilizado para los semilleros o almácigos de semillas
de guaje, debe ser estéril, con buen drenaje. Y en cajas germinadoras la arena desinfectada o
suelo común y arena de río en proporción 1:1, desinfectada.
En bolsas y camas de vivero en condiciones experimentales, una mezcla de lombricomposta
producido a base de pulpa de café, suelo común y arena de río, en proporción 2:1:1 y
desinfectada, resultó el mejor sustrato para el desarrollo de plántulas vigorosas y con un
sistema radical óptimo. De manera general, la adición de lombricomposta como componente
de un sustrato significó un incremento en nitrógeno y una mejor porosidad (INABG, 2017).
La arena de río o de mina bien lavada, el polvillo de coco, desinfectado cumple al 100 % este
propósito. En cambio, el sustrato para el llenado de los envases debe presentar consistencia
adecuada para mantener la semilla en su sitio, el volumen no debe variar drásticamente con
los cambios de humedad, textura media para asegurar drenaje adecuado y buena capacidad
de retención de humedad, además de fertilidad adecuada, libre de sales y materia orgánica no
mineralizada (CONABIO, 2001; Martínez et al., 2006).

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La mayor producción del número de hojas se presenta aplicando las micorrizas de las especies Glomus
spp. y otras dos. Después de 140 días las micorrizas Rhizophagus intraradices y Azospirillum
brasilense presentaron un número semejante de hojas respecto a los tratamientos anteriores.

Por la aplicación de micorrizas Aguirre et al. (2014), citan que el incremento en el número de
hojas de las plantas inoculadas puede estar relacionado con el aumento en la capacidad de
absorción de nutrientes y agua del sistema radical inducido por los microorganismos hacia la
planta, por los hongos micorrícicos. Los hongos micorrícicos al extender el crecimiento externo
del micelio actúan como una extensión de la superficie de absorción de la raíz (Leigh et al.,
2009), y como un sistema radical complementario que favorece el aporte de nutrientes y agua
a la planta, y cambios en su fisiología (Barea et al., 2002).
El diámetro del tallo aumentara en las plantas inoculadas de guaje, con los microorganismos
desde el inicio. La inoculación de R. intraradices en combinación con A. brasilense y Glomus
sp., muestran mayor grosor del tallo en 56 días y es estadísticamente diferente.
Germinación. En general, el guaje, es de germinado rápido; normalmente se inicia la energía
germinativa ocurre a los tres días y el potencial germinativo ocurre a los 12 días después de
colocar las semillas para la siembra, lográndose entre un 75 y 80 % de germinación a los 15
días sin tratamiento previo.
El guaje es muy exigente en cuanto a la cantidad de luz. Es una especie pionera y sus semillas
germinan de manera habitual en tierras agrícolas abandonadas, en áreas perturbadas. Las
plántulas y los árboles jóvenes pueden sobrevivir por varios años bajo los árboles maternos u
otras especies secundarias con copa abierta, pero crecerán muy poco sin luz solar plena. El
guaje que crece de manera natural se ve por lo usual reemplazado después de la primera
generación por especies más tolerantes a la sombra que se reproducen por medio de semillas
a medida que el rodal se desarrolla (INABG, 2017).
La alta mortalidad y crecimiento lento pueden ocurrir en plantaciones si el estrato superior
previo no es removido por completo o si los rebrotes y las hierbas como los bejucos no son
controlados de manera adecuada después del plantado de la primavera (INABG, 2017).
Es conocido que las plántulas desarrollan una raíz pivotante profunda, fuerte y carnosa. Unas
grandes raíces laterales se desarrollan de manera gradual. Los árboles de primavera tienen
unos contrafuertes pequeños, y una acanaladura puede desarrollarse en los árboles de gran
tamaño (INABG, 2017).
Método de siembra. Se colocan dos semillas de guaje, por celda o envase individual en
siembra directa, a una profundidad de no más de un centímetro, posteriormente se poda una
de las plántulas y se deja una por envase. Y cuando se siembra para trasplantar las plántulas
al envase definitivo, se realiza la siembra y se coloca polvillo de estopa de coco o germinasa,
no teniendo una profundidad de 2.5 mm. Los almácigos se deben proteger del calor y de la luz
solar con sombra para disminuir los daños por la evaporación y evitar la deshidratación (Pérez
y Chacón, 1994; Martínez et al., 2006).

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El trasplante debe de realizarse a 200 plántulas del almacigo a las bolsas o envases por acción
y 2000 por turno de trabajo máximo (4 Hr), y si está nublado por jornal, y no más por el cambio
de situaciones ambientales que ocurren, se debe realizar cuando la plántula tenga el aspecto
de un cerrillo, cuando la plántula logre 4 o 5 cm de altura (del cuello al ápice), lo cual ocurre
generalmente al mes de edad o cuando logren tener la radícula principal (Martínez et al., 2006).
Manejo de las plantas en vivero.
Tipo de envase. Dependiendo el método de siembra: por trasplante o siembra directa en la
bolsa, se recomienda usar envases de polietileno negro que tienen una medida sin llenar de
13 cm X18 cm o de 15 cm X 23 cm, de calibre entre 400 y 600, con fuelle de preferencia y
suficientes perforaciones ubicadas a 2.5 cm de alto de la parte del fondo de la bolsa ya llena;
para ello se marca la altura en un envase lleno y se toma como referencia del perforado. Esto
último en la base para facilitar el drenaje (CONABIO, 2001; Martínez et al., 2006).

Figura 27. Vivero forestal instalado con media sombra.


Media sombra. Para disminuir la tasa de evapotranspiración después de la siembra y prevenir
daños a la plántula, es necesario colocar malla con media sombra u hojas de palma (palapa),
por un periodo de 20 a 30 días (CONABIO, 2001; Martínez et al., 2006).
Control sanitario. En el vivero forestal las principales plagas y enfermedades conocidas son:
las hormigas rojas (arrieras, chancharras), comejenes, que pueden llegar a defoliar la planta
completa. Los excesos de humedad pueden ocasionar la aparición de Damping-off u otras
afecciones de pudrición de raíz. En análisis fitosanitarios a lotes de semillas han reportado
varios tipos de hongos; los de mayor incidencia son Fusarium spp. Cladosporium spp.,
Nigrospara spp. y Curvularia spp., en menor proporción se reporta Ascochyta spp. y
Phomosis spp.
Labores culturales. Son las actividades necesarias para mantener en buenas condiciones la
planta a ser utilizada para reforestar en viveros forestales con desarrollo óptimo son:
Riego. Esta actividad es muy necesaria, debe ser la más abundante y frecuente, pero
conocemos que la actividad es regulada por las condiciones locales de temperatura,
precipitación y evaporación (Martínez, 1987).
Por ello se recomienda regar abundantemente durante cuatro meses dos veces diario, que
puede prolongarse 8 meses. Estos riegos deben cuidarse y ser abundantemente, evitar el
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destape de la semilla o el deterioro físico o mecánico de las plántulas trasplantadas por la


fuerza del agua (Martínez, 1987). El trasplante provoca un retraso en el crecimiento y a veces
la muerte (Martínez y Rodríguez, 1987).

Figura 28. Vivero forestal instalado con sistema de riego.

Se recomienda regar en el vivero forestal a saturación cada dos o tres días cuando no llueve.
b) Fertilización. Citan Martínez et al. (2006), que se usan frecuentemente en los
viveros forestales las formulaciones de fertilizantes Peters Professional (asegura la
disponibilidad inmediata de nutrientes y micronutrientes para ser absorbidos rápida y
fácilmente), aplicados en el inicio, en el desarrollo y en la finalización durante la aplicación del
riego (fertirrigación).

Figura 29. Picomódulo de Química foliar de liberación gradual, para uso en plantaciones.
Otros y de acuerdo con el desarrollo de las plántulas forestales se debe hacer una fertilización
foliar 20 días después del trasplante, con un producto como Tottal a razón de 0,7 cc/L, aplicado
sobre las hojas, para una mayor formación de área foliar. Después de 60 días de la primera
fertilización se aplica sobre el sustrato fosfato diamónico (DAP), disuelto en agua 24 horas
antes, a razón de 2,5 g/L; esta aplicación debe realizarse con bomba de espalda y evitar al
máximo el contacto con las hojas de la plántula. Después de la aplicación del fertilizante es

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recomendable lavar las hojas de las plántulas con abundante agua, con el fin de prevenir
problemas de intoxicación y quemazón de ellas (Ospina et al., 2008).
Para México, aplicar pico módulos de liberación gradual, una pastilla por plántula o cepellón.
La fertilización no es eficiente si hay una deficiencia fuerte de Fósforo en el suelo. En suelos
ácidos la respuesta es favorable a una fertilización con Calcio y Fósforo (CATIE, 1991).
c) Deshierbes. El deshierbe continuo de los pasillos y al interior de las líneas
sembradas o plantadas que contienen las líneas de guaje evitará problemas de competencia
por luz, agua y nutrientes; además favorecerá condiciones de sanidad. Es importante tener
cuidado con el número de plántulas o estacas que se encuentran en los envases, lo más
recomendable es mantener solamente una planta o estaca por envase, la más vigorosa,
eliminando las restantes (Arriaga et al., 1994). Se pueden aplicar herbicidas selectivos.
En vivero forestal el deshierbe continuo de los andenes o pasillos y al interior de los envases
que contienen las plantas de guaje, evitará problemas de competencia por luz solar, agua y
nutrientes; además favorecerá condiciones de salinidad. Es importante tener cuidado con el
número de plántulas que se encuentran en los envases, lo más recomendable es mantener
solamente una planta por envase, la más vigorosa, eliminando las restantes (CONABIO, 2001;
Martínez et al., 2006; Delgado y Rodríguez, 1985). Es conveniente realizar deshierbes
frecuentemente para evitar plantas indeseables que compitan por agua, nutrientes o luz.
En la plantación se deben hacer deshierbes regularmente durante 2 a 6 meses de crecimiento.
Sin embargo, en los sitios buenos, el deshierbe es necesario sólo por un espacio de 2 a 4
meses, ya que el guaje usualmente crece más lento que sus competidores a esa edad. Se
deben realizar deshierbes alrededor de la planta durante los dos o tres primeros meses, en
forma de cajeteo de un metro de diámetro alrededor de la planta (CONABIO, 2006).

Figura 30. Deshierbado.


Sabemos que se han encontrado los mejores crecimientos iníciales, cuando se efectúan tres
o más limpias en el primer año, dos limpias en el segundo año y una limpia los siguientes años.
Otra labor cultural inicial importante es el plateo, que consiste en una limpia alrededor del árbol,
a fin de eliminar la competencia más cercana a la planta (INABG, 2017).

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La velocidad de crecimiento del guaje en altura y copa, y el desarrollo de la maleza en la


plantación determinaran el tipo de limpia a ejecutar y su repetición en el tiempo: debido a que
la especie es muy susceptible al agobio, podrá ser necesario realizar controles de enredaderas
y bejucos durante más años, particularmente en malos sitios (INABG, 2017).
Respecto al guaje se conoce que debe tener en cuenta que cuando se realiza el
establecimiento mediante el método de siembra directa, el crecimiento inicial de las plántulas
de guaje es muy lento, menor que el de las malezas, en esta etapa y en este método de
establecimiento, las plántulas de guaje pueden ser eliminadas por competencia fácilmente; el
guaje en esta etapa es una planta, muy susceptible a la competencia – interferencia con otras
especies arvenses. Por ello, es necesario tomar en cuenta el momento, la fecha y la
profundidad adecuada de siembra, para con ello, tenerse las mayores posibilidades de éxito
en el establecimiento del guaje por siembra directa. La fecha recomendada para lograr el
mayor éxito bajo las condiciones de trópico estacional es el inicio de la temporada de lluvias.
En cuanto a la profundidad de siembra está entre 2 y 3 cm. Por todo esto el sistema de
establecimiento por siembra directa resulta en el método más económico, mucho más barato
que el sistema de plantación con cepellón llamado de trasplante de plántulas.
Para evitar también el deshierbe, la siembra mecanizada arando abarata los costos de
establecimiento comparada con la de plantación tradicional con cepellón, por lo que es la
alternativa más viable pensando en el establecimiento de grandes extensiones de guaje (L.
leucocephala). Hill (1970), indicó que el control de las malezas mediante deshierbes de los
terrenos dan resultados positivos sobre el crecimiento del guaje.
Otros investigadores demostraron que la presencia de malezas retarda o puede impedir el
establecimiento del guaje; en Indonesia fue necesario el deshierbe manual durante los
primeros 3 a 6 meses cada 2 a 4 semanas (Cooksley, 1974), por ello se sugiere que el bajo
crecimiento, es producto de una pobre competitividad por nutrientes con las malezas;
ocasionando un crecimiento lento del guaje (Egara y Jonez, 1976; Russo, 1986).
d) Acondicionamiento de la planta previo al trasplante definitivo. Un mes antes
de su traslado al sitio de plantación de guaje producido en envase tradicional, se deberá iniciar
el proceso de endurecimiento, el cual consiste en suspender la fertilización, las plantas
deberán estar presionados a recibir insolación total, y los riegos se aplicarán alternadamente
entre someros y a saturación, además de retirarlos durante uno o dos días. Esto favorecerá
que las plantas presenten crecimiento leñoso en el tallo y ramas (Cervantes et al., S/F).
05. Establecimiento por siembra directa. Para lograr el establecimiento del guaje (L.
leucocephala), se debe considerar en mucho las condiciones climáticas de la región donde
pretenda establecerse, siendo recomendable establecerla al inicio del periodo de lluvias. Se
han observado grandes diferencias en el rendimiento de follaje cuando se establece al inicio
de la época de lluvias en comparación con aquélla establecida a mediados de dicha época,
aunque sin grandes diferencias cuando se cuenta con riego (Ruíz y Febles, 1988). De cualquier
manera, aun cuando en el terreno se cuente con riego se sugiere el plantado de plántula en
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

cepellón de guaje o de semillas en siembra directa, después de los días de lluvia, lo que
redundará en un ahorro considerable de agua (Solorio y Solorio, 2008).
La siembra de la semilla en campo debe ser realizada de manera manual a una profundidad
de siembra de 2 a 3 cm, con un aproximado de 5 a 10 semillas por golpe. La distancia entre
hileras de siembra fue de 2.0 a 3.6 m (ancho efectivo de la Desvaradora), con la finalidad de
que sean preparadas las parcelas para el establecimiento de las gramíneas y futuras pruebas
de pastoreo con pequeños rumiantes (Murrieta, 2015).
Las plantaciones de guaje pueden ser establecidas mediante la siembra directa de las semillas,
la siembra de plántulas cultivadas en contenedores, plántulas con las raíces desnudas, estacas
(de 2 a 5 cm de diámetro) o tocones (Joshi, 1983; Van den Beldt,1985).

Figura 31. Siembra al chorrillo de semilla de guaje (L. leucocephala), ya preparado y


sembrado al voleo de semilla de pasto. Fotografías de Adriano Ortega
Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en
Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.

Figura 32. Sistema de riego diseñado con cañones de presión. Fotografías de Adriano
Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco”
en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
5.1. Establecimiento de pastos. El establecimiento de los pastos se realizará a los 60 días
posteriores a la siembra del guaje (L. leucocephala), con la finalidad de identificar
perfectamente el espacio entre hileras. En primera instancia se establecerá el pasto estrella
africana (Cynodon plestostachyus), mediante la utilización de material vegetativo a razón de
2 toneladas, dicho material será sembrado mediante espeque sobre el terreno previamente
preparado con dos pases de rastra, para posteriormente enterrar las guías aproximadamente
a 10 cm de profundidad mediante tapado manual. Días después se procederá al
establecimiento del pasto guinea o zacatón o mombaza (Panicum maximun cv mombaza) u
otro pasto (guineo (Panicum maximum), jaragua (Hyparrhenia rufa), buffer (Cenchrus
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

ciliaris) y Klein grass (Panicum virgatum)), recomendable para el predio, mediante la


utilización de semilla botánica a razón de 8 Kg por hectárea, misma que debe ser sembrada
por espeque a una profundidad no mayor de 2 cm, entre los callejos de guaje (L.
leucocephala). Después de 15 y 45 días de siembra de los pastos se controlarán las malezas
mediante la utilización de desbrozadora con motor de dos tiempos (Murrieta, 2015).
06. Establecimiento de plantaciones. Al principio el guaje es lento para establecerse, pero
una vez establecida, su productividad es alta aún bajo defoliación regular. Para ello, existen
dos métodos de establecimiento: 1. Siembra directa de la semilla en el campo; y 2. El
transplante de plántulas previamente producidas en vivero. Debido a que la semilla del guaje
presenta cubierta impermeable (testa dura), se recomienda escarificar con calor, la semilla
antes de realizar la siembra, lo cual se logra: 1. Remojando las semillas en agua a 80 °C
durante 2 a 3 minutos con el propósito de permitir la entrada de agua a la semilla; semilla que
será usada para ser sembrada en surcos o en pozos según especificaciones; 2. Introduciendo
la semilla entre el estiércol seco-polvoriento y después remojándolo, procurando que el
estiércol húmedo cubra completamente la semilla como cuando se hace mezcla, después se
cubre esta mezcla del sol con un plástico negro por tres días, al cabo del cual se retira el
plástico e inmediatamente después se procede a obtener las semillas a ser utilizadas para
producir planta en vivero en envases negros tradicionales. En cualquiera de los casos también
se deben inocular con bacterias fijadoras de nitrógeno (Rhizobium) y/o con Micorrizas para su
posterior germinación (Solorio y Solorio, 2008).

Figura 33. Escarificado en agua caliente, inoculado y aireado de semillas de guaje (L.
leucocephala) con micorrizas y/o bacterias fijadoras de nitrógeno
(Rhizobium). Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el
CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de
Coahuayana, Michoacán.
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El guaje (L. leucocephala), tiene un gran potencial para la reforestación productiva tanto en
zonas degradadas de selvas tropicales como en zonas secas y áridas. Se ha utilizado con
éxito en programas de reforestación y restauración de zonas erosionadas y en plantación
urbana. En Hawái, se siembra desde el aire en suelos desnudos y erosionados. En Indonesia,
se ha plantado con el propósito de restaurar laderas volcánicas inestables.
Se ha utilizado con éxito en programas de reforestación y restauración de zonas erosionadas
y en plantaciones urbanas (Batis et al., 1999; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
Está siendo cultivada comercialmente en varios países tropicales para satisfacer distintas
necesidades de productos forestales. En Panamá y Honduras, los fustes delgados (5 a 7 cm)
son comercializados como tutores para el cultivo de tomate y Chile (Batis et al., 1999). En
Filipinas y Hawaii es cultivada comercialmente para producción de energía (CATIE, 1991;
SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).
6.1. Preparación de terreno a plantar. Esta actividad se debe realizar de igual manera
que como lo hacen los campesinos para el establecimiento de cualquier cultivo agrícola. El
guaje se puede establecer en una gran diversidad de suelos, la tecnología de introducción es
relativamente sencilla, desde su siembra natural o por cepas tradicional o por espeque, que
implican poca preparación del terreno, o efectuarse en tierras perfectamente preparadas,
además de que en la siembra de plantas también se pueden utilizar bolsas de plástico, así se
asegura una mayor sobrevivencia de la planta, pero los costos de siembra se incrementan
(Pérez – Guerrero, 1979; Ruíz, 1987).

Figura 34. Preparación del terreno a plantar. Fotografías de Adriano Ortega Sánchez,
tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de
Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
Considerando lo anterior, la totalidad del terreno se preparan mediante dos pasos de rastra
pesada de manera cruzada, con la finalidad de eliminar las arvenses y nivelar la superficie de
suelo, mediante la utilización de maquinaria agrícola. Posteriormente el terreno se divide en
secciones de una hectárea correspondientes a cada tipo de pasto a asociar y a establecer. En
cada sección se baliza el terreno para crear hileras para la siembra del guaje (L.
leucocephala), separados a 2.0 o 3.6 metros entre hileras creando callejones, para poder
apoyar el deshierbe con desvaradora. Finalmente, la ubicación geográfica de la pradera, se
determina mediante Geo Posicionador Satelital (GPS; SIRE-CONAFOR-CONABIO, 1999).

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La preparación del suelo puede lograrse utilizando sistemas mecanizados o sistemas de


tracción animal, lo importante en ambos casos, es el hecho de repetir cada una de las labores
(rotura o rastra), de acuerdo a las condiciones del tipo de terreno. Es necesario la eliminación
de cualquier tipo de vegetación antes de la siembra, y además depositar la semilla sobre una
superficie lo mejor labrada posible (Cervantes, 1996).
6.1.1. El desmonte del terreno. Debido a que el guaje no tolera la sombra, no puede
ser plantada en sitios enmalezados o a la sombra de otros árboles (CATIE, 1991). Si el terreno
presenta problemas de malezas se recomienda realizar deshierbes manuales o mecánicos
dependiendo de las condiciones del terreno. Si éste presenta pendientes mayores a 12% para
evitar la erosión del suelo se recomienda, remover la vegetación solamente en los sitios donde
se sembrarán las plantas, franjas o alrededor de las cepas. Esta actividad podrá realizarse por
medio de chapear la vegetación, con machetes, o retirarla manualmente (Arriaga et al., 1994).
6.1.1. Subsolado. Si la plantación se hace con semilla por siembra directa en campo
es conveniente arar el terreno (CATIE, 1991). Técnica que se debe aplica solamente cuando
se presentan en el suelo capas endurecidas a escasa profundidad, ≤ 15 cm; pero, siempre y
cuando, preferentemente los terrenos presenten pendientes ≤ 10% (Arriaga et al., 1994).

Figura 35. Subsolado con subsolador y arado de vertedor en líneas cada 3.5 m,
preparado para sembrar a chorrillo la semilla tratada de guaje (L.
leucocephala), en terreno con sistema de riego a cañón. Fotografías de
Adriano Ortega Sánchez, tomadas en 2009, en el CBTa 140 “José Bueno
Berrueco” en Coahuayana de Hgo, Municipio de Coahuayana, Michoacán.
6.2. Transporte de planta. Elegir las plantas más vigorosas, libres de plagas y
enfermedades. Aunque las características físicas dependerán de la especie, existen criterios
generales que indican buena calidad en las plantas. La raíz deberá ocupar por lo menos el
50% del volumen total del envase, el diámetro basal del tallo deberá ser ≥ 0.25 cm, la altura
total del vástago no mayor a 30 cm, y por lo menos ¼ parte de la longitud total del tallo con
tejido leñoso, endurecimiento. Se recomienda aplicar un riego a saturación un día antes del
transporte de las plantas (Cervantes et al., S/F).
Se deben utilizar vehículos cerrados y trasladar las plantas debidamente cubiertas, para
protegerlas del viento e insolación, y con ello evitar su deshidratación (**).

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Para optimizar la capacidad de los vehículos y disminuir los costos de transporte, es


conveniente construir estructuras sobre la plataforma de carga con la finalidad de acomodar
dos o más pisos (**).
Con la finalidad de evitar que la planta sufra el menor estrés posible, idealmente el tiempo de
transporte no debe exceder a 3 Hr (Arriaga et al., 1994).

Figura 36. Uso del sistema de riego a presión por cañón establecido para el riego de
guaje (L. leucocephala). Fotografías de Adriano Ortega Sánchez, tomadas en
2009, en el CBTa 140 “José Bueno Berrueco” en Coahuayana de Hgo,
Municipio de Coahuayana, Michoacán.
6.3. Época de establecimiento de plantación por semilla o por cepellón cuando no se
cuenta con sistema de riego. Se recomienda llevar agua asperjándola sobre la capa aérea.
Llegando al predio donde se pondrá la planta a ser plantada, se recomienda hacer un pozo
para colocar la planta húmeda, colocarla bajo sombra y donde pueda proveerse con alguna
humedad. De ahí se dispondrá de ella para plantarla en el sitio definitivo.
Desde el vivero se recomiendan paquetes de 25 plantas. Para evitar que los costos se eleven
demasiado, traslado no debe ser superior a 50-60 km del vivero. Se justifica en el caso de
material muy valioso o experimental.
En cuanto a la fecha de plantación, pues conocemos la mayor parte del territorio mexicano
presenta climas estacionales, es decir, un periodo de más o menos ocho meses sin lluvias y
otro con lluvias breves y errática de cuatro meses que suele adelantarse o atrasarse por cierto
tiempo, anualmente (Prieto y Vélez, 1991).
Periodo de lluvias que debe ser adecuadamente para realizar los establecimientos de árboles,
pues no debe hacerse durante toda la época de lluvias, si no que plantarse debe concentrarse
preferentemente desde poco antes y durante el inicio del temporal de lluvias.
Conocimiento, que debemos asegurar bien por área la fecha de plantación. Lo anterior, porque
por años los campesinos mencionan que debe de plantarse hasta que los suelos se enfrían,
fenómeno que ocurre mucho antes que deja de llover. Y sabiendo que, por años, los expertos
han realizado la actividad durante toda la época de lluvias, lográndose muy poca
sobrevivencia, sobre todo cuando se establecen los árboles al final del periodo de lluvias,
atribuyéndole entre otras posibles causas, los expertos, a que las plantas no logran arraigarse
por la subsecuente falta de humedad ambiental y edáfica, que les ayuden a franquear el estrés
y a que el sistema radical se establezca (Prieto y Vélez, 1991).
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Por ello, se requiere conocer la fecha apropiada de plantación basada en el balance de


humedad, la cual es determinada atravez de una comparación grafica entre la
evapotranspiración y la precipitación; para ello, se requiere que la localidad de interés existan
estaciones climatológicas, que registren al menos estos dos factores, para graficar su
distribución y definir con precisión el periodo húmedo, el cual junto con las observaciones y
registros del año en que se va a trabajar, permita lograr mejores resultado. Si a esta
consideración se agregan una especie adecuada, una preparación óptima del terreno y la
protección de los árboles pequeños establecidos, los resultados serán posiblemente más
favorables (Prieto y Vélez, 1991).
5.3.1. Uso del balance de humedad para definir la fecha de plantación. El balance de
humedad es un concepto útil para estimar rendimientos, para conocer la cantidad de agua
perdida durante el ciclo vegetativo de las plantas y, para saber cuál es la cantidad de humedad
disponible en determinado momento (Prieto y Vélez, 1991).
Es indispensable recordar conceptos como la evaporación potencial (Ev), que es la cantidad
de vapor de agua que puede ser emitida desde una superficie libre hacia la atmosfera, la cual
es registrada por el tanque de evaporación o evaporímetro. La transpiración, por otro lado, es
la perdida de agua liberada hacia la atmosfera a través de los estomas y cutícula de las plantas;
por lo tanto, la evapotranspiración (Et) es la suma de la cantidad de agua evaporada desde el
suelo y la transpirada por las plantas (Prieto y Vélez, 1991).
Por otra parte, la evaporación potencial (ETP) es la máxima cantidad de agua capaz de ser
perdida por una capa continua de vegetación que cubre todo el terreno, cuando es ilimitada la
cantidad de agua suministrada al suelo. La evapotranspiración real (ETR) es la cantidad de
agua perdida por el complejo planta-suelo en las condiciones meteorológicas, edáficas y
biológicas existentes. En estas últimas se incluye el tipo de cultivo y su fase de crecimiento y
desarrollo. En las condiciones edáficas se incluye el contenido de humedad y la fuerza con
que está es retenida. La ETP y la ETR se igualan durante el periodo húmedo, es decir, cuando
la precipitación (P) es mayor a la ETP (Ortiz, 1984; Prieto y Vélez, 1991).
Por consiguiente, la Ev es la demanda de vapor de agua de la atmosfera, la cual normalmente
excede a la ETP en aproximadamente un 20 %, debido principalmente a la mayor reflexión de
la capa vegetal comparada con la superficie de agua, según se ha demostrado
experimentalmente (Ortiz, 1984). Es por ello, que para determinar la ETP, el registro de Ev se
multiplica por 0.80 y se obtiene de manera indirecta. Estos conceptos se mencionan por su
aplicación para determinar el balance de humedad y definir la mejor fecha de plantación para
determinada localidad (Prieto y Vélez, 1991).
5.3.2. Ejemplo para determinar la fecha de plantación. Prieto y Vélez (1991), como
ejemplo consideraron una localidad del estado de Morelos donde deseamos realizar labores
de reforestación. Lo primero que debemos hacer es recurrir a la estación climatológica más
cercana al área a reforestar y recabar las estadísticas promedio mensual de la precipitación y

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

la evaporación; las cuales deben agruparse como lo muestra el Cuadro 1, y se grafican de


acuerdo a la Figura 34 y 35 (Prieto y Vélez, 1991).
La 1ª. grafica compara precipitación y evapotranspiración potencial, definiendo el periodo de
crecimiento y el periodo húmedo (Figura 37a). En la gráfica siguiente (Figura 37b) se define la
fecha de plantación, asumiendo que el inicio de las lluvias es similar al inicio del del periodo de
crecimiento, el cual se sustituye por el periodo de plantación, que ocurre cuando la curva de
precipitación se intercepta en la gráfica en el 0.5 de la ETP, que fisiológicamente representan
las necesidades de humedad para la germinación de los cultivos (Prieto y Vélez, 1991).
Cuadro 1. Registros climatológicos de la estación Jonacantepec, Morelos. A una altitud
de 1165 m.s.n.m.; una pecipitación media anual de 863.9 mm y un clima Aw
(Prieto y Vélez, 1991).
Mes P Ev ETP (0.80*Ev) 0.50 ETP
Enero 8.1 109.2 87.36 43.68
Febrero 1.1 127.4 101.92 50.96
Marzo 3.0 177.7 142.16 71.08
Abril 11.0 182.4 145.92 72.96
Mayo 64.7 189.4 151.52 75.76
Junio 200.4 138.9 111.12 55.56
Julio 162.0 147.2 117.60 58.80
Agosto 182.0 130.1 104.08 52.00
Septiembre 162.2 120.2 96.16 48.00
Octubre 52.8 110.4 88.35 44.17
Noviembre 13.8 101.7 81.36 40.68
Diciembre 1.9 101.2 80.96 40.48
P = Precipitación media mensual total en mm.
Ev = Evaporación potencial en mm.
ETP = Evapotranspiración potencial en mm.

Cuando la precipitación (P) es mayor a la ETP, se considera que existen excedentes de agua
en el terreno y la planta arraiga, debido a este estímulo para superar el estrés natural. Cuando
la estación de lluvias termina y la precipitación vale el 0.50 de la ETP se da subsecuentemente
el final del periodo de crecimiento, aquí se supone que la planta ha arraigado y puede franquear
la estación seca de acuerdo a su capacidad ecológica adaptativa (Prieto y Vélez, 1991).
Utilizando las figuras correspondientes a la estación de Jonatepec, Morelos, representativa de
una gran superficie de esta entidad, podemos observar que para la región las fechas del inicio
del periodo de lluvias y la estación húmeda pueden servir para definir la fecha de plantación
de acuerdo a la siguiente lógica y utilizando la Figura 37 (Prieto y Vélez, 1991).
1). Usar el lapso entre a1 y b2 para el establecimiento de la plantación, considerando que en
estas circunstancias existe la humedad suficiente para el arraigo de las plantas. El periodo
anterior puede cambiar un poco de acuerdo a las observaciones y registros del año a plantar,
puesto que existen años en los que las lluvias se adelantan, se atrasan o se presentan

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

seguidas; por lo anterior, el balance de humedad es un indicador útil en función de las


condiciones en cuestión (Prieto y Vélez, 1991).

Figura 37. Balance de humedad de acuerdo a la información climática de la estación


Jonacatepec, Morelos (Prieto y Vélez, 1991).

Figura 38. Consideraciones climáticas para definir la fecha de plantación (Prieto y Vélez,
1991).
2). Que la preparación del terreno se haga previo al inicio de las lluvias y de preferencia bajo
sistemas de alta retención del escurrimiento. Dado que cuando los programas de reforestación
abarcan grandes áreas, es difícil concentrar ambas actividades (Prieto y Vélez, 1991).

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Cabe señalar, que, si no se cuenta con la información de estaciones climatológicas, la fecha


de plantación deberá definirse siempre al inicio del periodo de lluvias. Debe destacarse que
los campesinos conocen bastante sobre el comportamiento del clima de su región, lo cual suele
ser de singular importancia (Prieto y Vélez, 1991).
Es importante, conocer que se sabe que, en el estado de Tabasco, México, se tienen definidas
dos épocas de plantación, una al inicio de las lluvias en los meses de junio y julio y la otra la
temporada de reforestaciones de plantado y de restaurado mejor al inicio de los nortes en los
meses de noviembre y diciembre sobre los meses de lluvia de junio a julio (Pérez y Chacón,
1994; Martínez et al., 2006). Ello porque en temporada de nortes se tienen temperaturas bajas
que evitan la deshidratación de la planta (Pérez y Chacón, 1994; Martínez et al., 2006;
Gutiérrez, 2021).
También es importante conocer que en el noreste de México se cuenta con clima mediterráneo,
es decir, con precipitaciones en invierno (diciembre - marzo), por lo que la mejor época de
plantación debe ser fijada entre el 15 de Noviembre y el 31 de Enero de cada año, o según los
sistemas hombrotérmicos de cada localidad de los estados de Baja California, Baja California
Sur, Sonora, Sinaloa y norte de Nayarit, y colindancias de Chihuahua, Durango y Jalisco.
6.4. Método de plantación. Si la plantación se establece por siembra directa, es
conveniente roturar el suelo y hacer un buen control de malezas, para asegurar un buen
prendimiento y desarrollo inicial de la plantación. Se recupera rápidamente del corte y del
pastoreo. Tolera la defoliación regular.
El 56.25 % de los productores no utilizan algún arreglo topológico al establecer sus huertas
con guamúchil, 31.25 % utiliza marco real y 12.50 % utiliza tresbolillo. Seleccionado el sistema
(marco real o tresbolillo), la plantación manual de árboles, se hace con el apoyo de palas y del
barretón o barreta para abrir hoyos redondos más o menos de 30 cm de profundidad por 30
cm de ancho y se coloca la planta sin o con el envase. Además, se debe tener cuidado de que
el cuello de la raíz no quede fuera del nivel del suelo, ni muy enterrado, de lo contrario puede
causar retraso en el crecimiento (Martínez et al., 2006).
Para incrementar la sobrevivencia y para poder regar se ha ideado aplicar una cucharada de
lluvia sólida mezclada al sustrato, aplicar varias capa sucesivas de nopales si están disponibles
o materia orgánica alternadas con tierra que rodearan un tuvo hecho de zopilotate (bambú),
relleno con piedrillas pequeñas, para facilitar el flujo de agua, un dispositivo hechizo con
frascos PET para el riego y adicionar la construcción de una zanja o dos pozos tipo Saucera I
o Saucera II, para aumentar la sobrevivencia, como se muestra a continuación.
Se recomienda trazar el terreno en forma regular con espaciamientos de 10 x 10 m entre
planta, utilizando los diseños de “tresbolillo” o “marco real” (CONABIO Y CONAFOR, 2019).
La plantación manual de árboles de guamúchil, se hace con el apoyo de palas y del barretón
o barreta para abrir hoyos redondos más o menos de 30 cm de profundidad por 30 cm de
ancho y se coloca la planta sin o con el envase. Solo, se debe tener cuidado de que el cuello

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

de la raíz no quede muy fuera del nivel del suelo, ni muy enterrado, de lo contrario puede
causar retraso en el crecimiento (Martínez et al., 2006).

Figura 39. Sistemas de plantación Saucera I y II.

Figura 40. Sistema de plantación Coahuayana, al que debe agregársele lluvia sólida.

Para plantaciones exitosas se requiere hacer un hoyo, donde de la mitad del sustrato se
coloque por un lado, el sustrato de la mitad más profundo por el otro, colocar la planta cuidando
que el cuello quede a nivel del suelo, colocar un tubo de bambú paralelo al cepellón, colocar
una capa de hierba cortada, otra capa de tierra superficial, otra capa de tierra, otra de hierba
cortada hasta cubrir el pozo, al otro lado colocar un envase de un litro de capacidad con la
coca trozada por arriba, llenarla de agua y colocarle otro envase de 2.5 litros de capacidad con
tapa cortado de abajo y enterrarlo envolviendo al otro.
El sistema terminado construir una zanja circular al árbol o dos pozos cerca del árbol siguiendo
la línea. Para plantaciones exitosas se requiere hacer un hoyo, donde de la mitad del sustrato
se coloque por un lado, el sustrato de la mitad más profundo por el otro, colocar la planta
cuidando que el cuello quede a nivel del suelo, colocar un tubo de bambú paralelo al cepellón,
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

colocar una capa de hierba cortada, otra capa de tierra superficial, otra capa de tierra, otra de
hierba cortada hasta cubrir el pozo, al otro lado colocar un envase de un litro de capacidad con
la coca trozada por arriba, llenarla de agua y colocarle otro envase de 2.5 litros de capacidad
con tapa cortado de abajo y enterrarlo envolviendo al otro. El sistema terminado construir una
zanja circular al árbol o dos pozos cerca del árbol siguiendo la línea.
6.5. Densidad de plantación. De la distancia entre plantas y entre surcos varia la
capacidad del guaje en cuanto a la producción de forraje de 12 a 20 Ton de Materia
Seca/Ha/año, bajo manejo intensivo, por ello, Guevara et al. (1978) recomendaron una
densidad de 45000 a 133000 plantas/Ha. Más planta no muestra mayor producción de forraje
o biomasa (Shih et al., 1989).
Si se usa material vegetativo, debe realizarse una limpia total de área a plantar, reforestar o
restaurar, y se procede así a hacer el trazado para la plantación, pudiéndose plantar a una
distancia de 2 X 2 m, 2 x 3 m y 3 X 3 m en tresbolillo en plantaciones monoespecíficas,
cuidando que individuos de la misma familia queden a 3 m de distancia o más de la misma
especie, a 6 m entre individuos de la misma especie; haciéndose un ahoyado de 20 a 30 cm
de profundidad 15 a 30 cm de diámetro y realizar el correspondiente planteo con 1 m de
diámetro (Delgado y Rodríguez,1985; Barreto et al., 1992; Trujillo, 1986).
El guaje puede establecerse en asociaciones agroforestales, silvopastoriles; para estas últimas
se recomienda una distancia de 3 m entre calles y 3 m entre plantas (1,100 árboles/Ha). En la
costa de Colima, las plantaciones se están estableciendo a 2,5 X 2,5 m o 3 m X 2 m, para tener
una densidad de 1.600 árboles/Ha; esta densidad induce a una mayor competencia entre
individuos con el fin de mejorar la formación del fuste y que la bifurcación se presente a una
mayor altura, para aumentar de esta forma la proporción de fuste aprovechable. Para los
sistemas agroforestales las distancias de siembra más utilizadas son de 4 m x 4 m (625
árboles/ha) y de 5 m x 5 m (400 árboles/ha). Para asociaciones con piña, se recomienda
sembrar entre 100 y 150 árboles/Ha.
El espaciamiento de la plantación varía según el objetivo de la misma; para leña y varas (tutor)
se planta a 2 x 2 m. Para forraje se debe plantar a 0.5 x 0.5 m o 0.5 x 1 m.
El espaciamiento de la plantación varía según el objetivo: en cercas vivas y cortinas
rompevientos, las plantas se establecen a 2 x 2 m; callejones 1 x 1 m; con cultivos intercalados
para producir leña, carbón y madera a 2 x 2 m; para fustes delgados utilizados como tutores
de jitomate y chile se establecen a 1.3 x 1.3 m; en sombra para café se plantan a 4 x 4 m y 5
x 5 m; para forraje se planta a 0.5 x 0.5 m en bosquetes o se sugieren densidades de 20,000
árboles/Ha a 0.5 x 1 m; con el objeto que el material no se lignifique demasiado; la cosecha
inicia un año después de establecida la plantación, las siguientes cosechas se realizan cada
tres meses en la época de lluvia, y cada cinco meses en la época seca (6). Para producción
de forraje se aplican densidades de 75,000 a 140,000 plantas/Ha, con espaciamientos de 1.75
m entre hileras. Ocasionalmente, esta plantación se combina con algunos pastos: pangola
(Digitaria decumbens), brachiaria (Brachiaria sp) y guinea (Panicum maximun). Los
rendimientos esperados son de 16 ton/Ha/año de forraje, además cuando la plantación está
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

bien inoculada con Rhizobium puede fijar 500 Kg/Ha/año. Produce volúmenes maderables de
30 m3 /ha/año (**).
6.6. Apertura de cepa. El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del envase
que se haya utilizado para la producción de las plantas. Esto implica que las cepas deberán
realizarse con 3 a 5 unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón de la planta; no
obstante, dependiendo de las condiciones del terreno las dimensiones y tipo de cepas podrán
variar, esto en función de las estrategias de conservación de suelo que se deseen emplear, de
las características del suelo, y de las condiciones climáticas (Arriaga et al., 1994).
El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del envase que se haya utilizado para
la producción de las plantas (5, 8, 10, 20 cm de diámetro y 20 a 30 cm de profundidad). Esto
implica que las cepas deberán realizarse con tres o cinco unidades de volumen adicional al
tamaño del cepellón de las plantas (40 x 40 x 40 cm); pero dependiendo de las condiciones
del terreno, las dimensiones y tipo de cepas podrán variar, en función de las estrategias de
conservación de suelos que deseen emplear, de las características del suelo, y de las
condiciones climáticas. Entre más grande sea el hoyo el crecimiento es mejor.

Figura 41. Cepa de plantaciones forestales factible para el guaje.


Es importante aquí aplicar una cucharada de polvo de agua de lluvia sólida, una pastilla
fertilizante de liberación gradual y aplicar también 2 Kg de composta por árbol a la que se le
haya aplicado micorrizas y/o bacterias fijadoras de nitrógeno.
Si éste se reprodujo en contenedores fabricados de materiales plásticos o unicel. Si la especie,
va a establecerse en un potrero es necesario repicar el fondo y las paredes laterales del hoyo,
con el fin de remover el suelo compactado por el ganado; también debe aplicarse entre 1 y 1.5
kg de materia orgánica o entre 100 y 150 g de micorriza comercial por hoyo y bacterias
simbiontes fijadoras de nitrógeno.
6.7. Reposición de planta que falla y cercado del terreno. Se aconseja que después de
1 (uno) mes o al año siguiente de colocada la planta se repongan las pérdidas (máximo el 2%),
igualmente se pueden sustituir con plantas o semilla de guaje, que no sean vigorosas
(CONABIO, 2001; Martínez et al., 2006; Barreto et al., 1992).
Por ello para proteger la plantación forrajera contra factores de disturbios como el pisoteo y
ramoneo del ganado, se recomienda colocar una cerca perimetral (Martínez et al., 2006). Para
reducir estas pérdidas se recomienda, además, aplicar más o menos un puño de composta
(45 g), una cucharada de micorrizas en polvo, una cucharada de agua de lluvia en polvo.
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Sustancias que se pueden aplicar por cepa de plantación desde el vivero forestal tropical y/o
durante la plantación o después.
6.8. Cercado del terreno. Para proteger la plantación contra factores de disturbio como el
pisoteo y ramoneo no planeado del ganado, se recomienda colocar una cerca en el perímetro
de la plantación (Arriaga et al., 1994).
07. Manejo de la plantación.
Limpias. Geilfus (1989), recomienda mantenerse limpia la plantación forestal durante los
primeros cuatro a seis meses, para evitar la competencia con especies arvenses (bejucos,
etc.), no deseables ya que estas compiten por agua, luz y nutrientes. Se conoce que el guaje
responde al manejo de la plantación forrajera, responde muy bien a las limpias en los primeros
4 a 6 meses (CORMADERA, 1997).
Cuadro 2. Rendimiento en limpia o desmalezado con diferentes Métodos.

Mientras que Pérez y Chacón (1994; Martínez et al., 2006), reportan que se deben dar ocho
chapeos o limpias con intervalos de tres meses en los primeros dos años de establecida la
plantación para obtención de vainas para alimento humano, mientras el árbol forma su
cobertura; posteriormente se realizan limpias o chaponeos cada seis meses. No se recomienda
utilizar herbicidas, puesto que elevan los costos de producción. Se recomienda intercalar
cultivos agrícolas en estos primeros dos años. Para amortizar los costos de mantenimiento,
evitando así la erosión y permitir un mejor aprovechamiento del suelo (Barreto et al., 1992).
Muchos han implementado el sistema agroforestal de plantación llamado técnica Taungya.
Para plantaciones forrajeras, sin riego será la limpia cada año, pero el ganado se encargará
de realizar la limpia. Al inicio de la plantación se debe deshierbar lo más posible el sitio,
especialmente el área cercana a la planta, para evitar problemas por competencia por
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

humedad, nutrientes o luz. Y aplicar el subsoleo donde el suelo es demasiado somero, por
ejemplo, en terrenos donde el tepetate aflora.
Para el distanciamiento de plantación de guaje se requiere de un espaciamiento de una planta
cada 5 cm en dos líneas – surco y de 70 cm entre surcos, considerable debido a la necesidad
de sol pleno y al crecimiento rápido del guaje.
Aclareos. Geilfus (1989) y Martínez et al. (2006), mencionan que los aclareos en guaje, se
realizan cada año o a los 75 a 100 cm de altura. Por experiencia obtenida se mencionan que
esta labor se debe realizar 2 (dos) veces en el periodo de crecimiento. Mas que aclareo se
recomienda como corte, pastoreo o cosecha. Las intervenciones serán cada que se logre un
75 a 100 cm de altura del guaje.
Para prevenir los daños, además de las labores de vigilancia, se recomiendan el abrir y
mantener brechas cortafuego en el perímetro de la plantación de tres metros de cada lado de
la cerca, en total 6 metros (CONABIO, 2006).
También se debe hacer un buen control de desperdicios y materia orgánica seca, para
disminuir la presencia de material combustible (CONABIO, 2006).
7.1. Tratamientos silvícolas. La práctica silvícola consiste en las intervenciones aplicadas
a las selvas a fin de mantener o mejorar su utilidad con respecto a objetivos específicos, como
la producción de madera, medicina, fruta, forraje y otros productos forestales, la conservación
de la biodiversidad, la recreación y el suministro de servicios ambientales son llamadas
Tratamientos Silvícolas.
7.1.1. Riego. En predios donde se establece el guaje y se puede regar, se recomienda
hacerlo, puesto que el requerimiento de agua depende de las condiciones climáticas y favorece
en mucho la producción de forrajes de ganados y vainas para la alimentación humana.

Figura 42. Sistema de riego por gravedad o agua rodada para el cultivo de guaje (L.
leucocephala).
El agua provista atravez del riego propicia una más rápida utilización forrajera del guaje, en
mucho a la comparada a la sembrada en el temporal.

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

7.1.2. Poda. Estas propiamente no se realizan ya que el ganado pastorea impidiendo


el crecimiento de la planta.
Por lo general, la forma del árbol o arbustos de guaje es excelente. La supresión puede causar
una ramificación baja y una inclinación hacia la luz. Por ello, en el guaje muchas veces se
producen bifurcaciones en los tallos, los cuales convienen a los productores. Es decir, se debe
planear una liberación durante el siguiente año, que ha mostrado ser un método seguro para
el establecimiento que de otra manera deja mucho que desear. En la especie se requieren en
el tallo frecuentemente durante el crecimiento normal y, a pesar de que un líder dominará
eventualmente al otro, se desarrollan unas curvaturas leves en esos puntos.
Debido a ello, es necesario realizar la poda de formación sistemática o forrajeo para contribuir
al buen crecimiento, principalmente en aquellos sitios de alta productividad. La presencia de
ramas demasiado gruesas en los fustes de los árboles, mejora la calidad del producto final de
la plantación (forraje). El propósito de esta actividad cuando se quiere obtener fruta o vainas
comestibles debe dársele forma a la planta de guaje, en su fase de crecimiento, eliminando
una de las ramas producto de la dicotomía, es preferible podar las ramas innecesarias para
que la otra crezca vigorosa y con una buena conformación de fuste, lo que aumentará la calidad
comercial de las vainas a ser comercializadas (Pérez y Chacón, 1994; Martínez et al., 2006).
Cuadro 3. Rendimiento de poda en Jornales por Hectáreas.

En esta especie para comercializar vainas para consumo humano, es recomendable checar el
retoñado o salida de ramas chupones después de podar. Esta actividad es muy importante
puesto que el guaje tiene la propiedad de ramificación dicotómica y no monopódica. Y si con
la poda eliminamos una rama rápidamente, la otra aprovecha los recursos y se desarrolla mejor
y más vigorosa. Porque el guaje, es una especie prominente por su rápido crecimiento, y se
debe manejar aplicando podas para mejorar su forma y torsión.
En el guaje, por su ramificación dicotómica se considera como practico realizar podas de
formación. En uso como frutal comercial se deben realizar podas de formación pues esta
especie tiende a una acentuada bifurcación a temprana edad, por lo que se hace necesario la
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

ejecución de podas de formación; aunque algunos técnicos no las consideran necesarias


puesto que afirman que el árbol se recupera por sí mismo al brotar en medio de la bifurcación
una nueva yema, que llevará al árbol proyectado verticalmente.
A veces se producen bifurcaciones en los tallos, pero se pueden evitar mediante el deshije o
poda en cuanto se forman durante los primeros años: se selecciona la rama de la bifurcación
que tenga una posición más vertical y se remueve la otra (Cordero y Boshier 2003, INAB 2012).
Es necesario realizar esta poda de formación para contribuir al buen crecimiento, y producción
de frutos, principalmente en aquellos sitios de alta productividad. La presencia de ramas
demasiado gruesas en los fustes de los árboles, propicia la producción y de la calidad del
producto final de la plantación (Cojóm, 2019).
Por nuestra experiencia en nuestra inspección de plagas y enfermedad, se recomienda que se
estirpe una rama o yema en cada pasada de inspección.
7.1.3. Aclareos. En un rodal semillero es conveniente hacer aclareos constantes
eliminando a los árboles dominados, débiles, enfermos y bifurcados desde la base, éste se
realiza de tal forma que los árboles queden separados 6 m entre sí. En el caso de una
plantación destinada a sombra para café las podas inician a los dos o tres años (CATIE, 1991).
En el caso del uso del guaje como forraje no requiere de esta actividad, solo para dotarse de
semillas para la resiembra o cuando se requiera establecer otra parcela.
7.1.4. Manejo de rebrotes. Por su capacidad de rebrote soporta los cortes o ramoneo
continuo del follaje. Esta cualidad puede ser aprovechada como especie manejable
silvícolamente como forrajeras con un turno de varios cortes a los 75 a 100 cm de altura, y de
hasta 50 años para el consumo de vainas como humano.
Con otros fines, los rebrotes pueden realizarse cada seis meses, cada año, según el fin
comercial de cosecha de vainas o forrajero.

Figura 43. Aprovechamiento del guaje como forraje (izquierda) o como alimento humano
(manojos para comercialización).
7.1.5. Deshierbe. Los rodales de plantación jóvenes responden bien al desyerbado
puesto que a pesar de que el guaje es una especie de rápido crecimiento, el desarrollo durante
los primeros 4 meses es lento, a esta edad el árbol no ha desarrollado copa y usualmente se
trata de un eje principal con muy pocas ramas (CATIE, 1991); por ello se deben realizar
deshierbes constantes durante los primeros 2 años de la plantación, y posteriormente por lo
menos 1 vez al año, en un radio de 20 cm alrededor de la cepa (Arriaga et al., 1994). Es
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

necesario evitar la aparición de gramíneas ya que éstas provocan una fuerte competencia por
agua y nutrientes, que limitan el crecimiento de árboles juveniles (CATIE, 1991).

Figura 44. Limpia de maleza del guaje cultivado.


La eliminación de malezas después de la siembra del guaje, deberá mantenerse durante todo
el tiempo si las plantas se encuentran en peligro de ser afectadas en su crecimiento. El periodo
recomendado para desarrollar esta actividad, lo determinará el adelanto de la planta.
Cervantes (1996), sugiere alrededor de 90 – 120 días. A la par, la resiembra se hace necesaria,
cuando el número de plantones contados a los 30 días, sea menor a 1.5/m2. Maniobra que
deberá hacerse a los 40 a 60 días para permitir a las nuevas plántulas aprovechar el final de
la época con lluvia (Cervantes, 1996).
7.1.6. Construcción y limpieza de brechas cortafuego. Se recomienda abrir y
mantener brechas corta fuego en el perímetro de la plantación a 3 m de distancia de cada lado
de la cerca, para que alcance 6 m en total (**).
7.2. Plagas y enfermedades. Durante los primeros 3 a 6 meses después del plantado o
sembrado, las plántulas son susceptibles a la supresión por la vegetación en competencia y
deberán ser desyerbadas durante esta etapa temprana. En algunas áreas, las plantas jóvenes
requieren de protección contra las termitas, las hormigas defoliadoras (Atta spp.) y los roedores
durante el primer año después del establecimiento.
Y cuando adultas, aunque es resistente a las plagas y enfermedades, es susceptible a
malezas, también a termitas, hormigas (Atta spp.), roedores. Puede presentarse gomosis
(Fusarium semitectum) y “damping-off” cuando la humedad y la intensidad de siembra son
muy altas. En el vivero las plántulas son atacadas por roedores y hormigas; las semillas lo son
por diferentes tipos de gorgojos estando en las vainas o en su almacenamiento (RMGF, 1999).
Son pocas las plagas y enfermedades que atacan al guaje. Su principal plaga es el de un
Psyllido: Heteropsylla cubana, que se ha dispersado por todo el mundo acabando con varios
plantíos. Es afectada por Centrimospis linnelus, picudo del follaje, y por hormigas cortadoras,
Atta spp. (Batis et al., 1999). En México se han reportado tres tipos de chahuixtles que dañan
las hojas del guaje: Chaconia ingae, Revenelia leucaena y R. verrucosa. Se ha detectado
ataque de araña roja (Tetranychus urticae) y por el pulgón (Myzus persicae; RMGF, 1994).
El ataque de ratas es común en los primeros meses después de plantadas y cuando la
plantación ha sido por siembra directa en campo; para su control se deben utilizar cebos
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

envenenados (CATIE, 1991). Pueden presentar cáncer de la corteza (Phytopthora drescleril)


y defoliadores (Camptomeris leucaenae).
a) Plagas. Desde 1982, la defoliación severa por el psílido chupador de la savia del
guaje, Heteropsylla cubana Crawford (Homoptera: Psyllidae), ha sido reportada en
plantaciones en Asia y el Pacífico. El psílido del guaje, nativo del Caribe, México y la América
Central y del Sur, fue visto por primera vez en Hawái en 1984; en otras partes del Pacífico, el
Sudeste de Asia y Australia en 1985 y 1986 (Mitchell y Waterhouse, 1986); en Sri Lanka en
1986 y en la India, Myanmar (Burma) y China en 1988 (Nitroger Fixing Tree Association, 1990).
La resistencia al psílido parece variar entre los genotipos de guaje; en Hawái, las variedades
K527, K538, K584, K591, K636, K656 y K658 son tolerantes al psílido (Sorensson y
Brewbaker, 1986). Los esfuerzos para aumentar la resistencia del guaje a la plaga han tenido
cierto éxito a través de la hibridación con otras especies de guaje, específicamente con L.
collinsi Britton & Rose, L. diversifolia (Schlecht.) Benth., L. esculenta (Moc. & Sessé)
Benth. y L. pallida Britton & Rose (Sorensson y Brewbaker, 1986). Se han identificado varios
de los enemigos naturales del psílido, tanto parásitos como depredadores, en el Caribe y en
Hawái como posibles agentes para el control biológico (Nakanara y Funasaki, 1986).

Figura 45. Huevos de Heteropsylla cubana Crawford sobre su planta hospedera


Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit; 2. Ninfa de quinto estadio de H.
cubana Crawford; 3. Adulto macho de H. cubana Crawford; 4. Adulto
hembra de H. cubana Crawford.
En Puerto Rico, el guaje es el huésped de varios insectos homópteros, isópteros, lepidópteros
y tisanópteros, aunque ninguno es reportado como causante de daño serio (Martorell, 1975).
Las larvas de Heliothis zea (Lepidoptera: Pieridae) defoliaron parcialmente las plantaciones
jóvenes de leucaena en la costa norte de Puerto Rico (Parrotta, 1992). En Indonesia,
Pseudococcus citri Risso, que ocurre a elevaciones de más de 600 m y Ferrisia virgata
Ckll., se alimentan de las vainas del guaje (Dijkman 1950). El anillador de las ramitas
(Oncideres rhodosticta) ataca el guaje en el sur de Texas (Felker et al., 1983). Varias plagas
de insectos que afectan las plántulas y los árboles maduros han sido reportadas en las Filipinas
(Braza y Salise, 1988).

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Figura 46. Heliothis zea en guaje.

Figura 47. Pseudococcus citri Risso (izquierda) y Ferrisia virgata Ckll. (derecha) en
guaje.

Figura 48. Escarabajo del guaje Oncideres rhodosticta en guaje.


b) Enfermedades. El guaje es susceptible a un número de patógenos foliares y de las
raíces (Spaulding, 1961; USDA, 1960). La mancha de las hojas, causada por Exosporium
leucaenae F.L. Stevens & Dalby, ha sido reportada en Puerto Rico (USDA, 1960), y las
pústulas foliares, causadas por el hongo Camptomeris leucaenae (F.L. Stevens & Dalby)
Syd., han sido reportadas en Puerto Rico, la República Dominicana y Venezuela (Spaulding,
1961). En Hawaii, Botryosphaeria ribis var. chromogena Shear, Stevens & Wilcox y
Physalospora obtusa (Schw.) Cke., causan el marchitamiento de las ramas (Spaulding,
1961; USDA, 1960). Una pudrición severa de las vainas causada por Colletotrichium
gloesporioides (Penzig) Penzig & Sacc., ha sido observada en Mauricio (Lutchmeah, 1988).
Entre las causas de la pudrición radical se encuentran Fomes lamaoensis (Murr.) Sacc. &
Trott. (en las Indias Orientales), F. lignosus (Klotzsch) Bres. en el Pacífico y África ecuatorial
(el Congo), Helicobasidium compactum Boed. en las Indias Orientales, Rhizoctonia
choussii Crandall & Arillaga en El Salvador, Rosellinia arcuata Petch y R. bunodes (Berk.
& Br.) Sacc. en Java y Sumatra y Ustulina deusta (Fr.) Petr. en Sumatra (Dijkman, 1950;
Spaulding, 1961). Una enfermedad causada por Corticium salmonicolor Berk. & Br., ha sido

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

reportada en las Indias Orientales; la pudrición del duramen, causada por Ganoderma
lucidum (Fr.) Karst. ha sido reportada en las Filipinas y G. pseudoferreum Walkef. en el
Pacífico, y el marchitamiento por Verticillium albo-atrum Reinke. & Berth. ha sido reportado
en el Congo (Spaulding, 1961). La gomosis y la cancrosis, causada por Fusarium
semitecum, han sido reportadas en la India (9, 66). El mal del vivero, causado por los
patógenos fungales de los géneros Pythium o Rhizoctonia, es a veces un problema en los
viveros (Van den Beldt et al., 1985).

Figura 49. Botryosphaeria ribis var. chromogena Shear,

7.3. Crecimiento. El guaje crece rápidamente en sitios favorables. Es una especie de


rápido crecimiento, longevidad de 50 años. Muestra un incremento medio anual de 2.8 m en
altura y 2.4 cm en diámetro. El crecimiento es lento en las primeras etapas de desarrollo de la
planta y en sitios donde no hay estación seca bien definida y la precipitación es mayor a 2,500
mm (Parrotta, 1992).
Y como se vio al inicio, existe mucha variación genotípica en el tamaño y la forma de los árboles
a la madurez, variando entre arbustos muy ramificados de menos de 5 m de altura y árboles
de tamaño mediano de 8 a 20 m de altura, con Diámetros Normal (DN) de hasta 50 cm y copas
esparcidas, con una corteza lisa de color gris o marrón grisáceo (Parrotta, 1992).
En pruebas de adaptabilidad conducidas en más de 150 sitios en zonas de vida forestales
subtropicales y tropicales secas, húmedas y muy húmedas (Holdridge, 1967) en Guatemala,
Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Panamá, el crecimiento varió considerablemente (CATIE,
1986; Salazar, 1987). La mayoría de estas pruebas fueron en parcelas de plantación a
pequeña escala con densidades variando entre 2,500 y 10,000 árboles/Hectárea en sitios con
suelos de neutrales a ligeramente ácidos. Las alturas promedio de los árboles en estas
pruebas variaron por lo general de entre 1.0 y 5.5 m a los 12 meses, 2.0 y 9.0 m a los 24
meses, 3.5 y 11.0 m a los 36 meses, y 5.0 y 13 m a los 48 meses. El DN promedio del tallo
varió entre 1.5 y 4.5 cm a los 12 meses, 2.0 y 7.5 cm a los 24 meses, 2.5 y 10 cm a los 36
meses, y 3.5 y 10.5 cm a los 48 meses. La biomasa total arriba del terreno (masa secada al
horno) varió entre 10 y 40 toneladas por Ha en plantaciones de 2 años de edad y entre 48 y
90 toneladas por Ha en plantaciones de 5 años de edad. No hubo diferencias aparentes
consistentes en las tasas de crecimiento entre las muchas procedencias analizadas, como
tampoco entre la amplia gama de zonas de vida en donde se efectuaron estas pruebas, aunque
64
SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

la mayoría de las tasas de crecimiento más elevadas se registraron en sitios en la zona de vida
forestal tropical húmeda (Parrotta, 1992).
En Costa Rica citó Parrotta (1992), que el crecimiento anual promedio en altura y DN en 26
sitios de plantación promedió 2.0 m y 1.5 cm, respectivamente, para plantaciones de 4 años
de edad o más. A los 5.3 años, la altura, el DN y el área basal promediaron 12.9 m, 12.6 cm y
11.6 m2/Ha, respectivamente (Salazar, 1986). En estas pruebas, conducidas a elevaciones
variando entre 50 y 1,160 m sobre el nivel del mar y con una precipitación anual promedio
entre 1600 y 3100 mm, el mejor crecimiento se observó en suelos de textura ligera y bien
drenados en lugares con una estación seca bien definida (Parrotta, 1992).
Los resultados de estas pruebas centroamericanas son típicos del espectro de tasas de
crecimiento y rendimiento obtenidas en otros lugares para plantaciones jóvenes. En
plantaciones experimentales de menos de 5 años de edad establecidas en Puerto Rico (58;
Parrotta, 1992), la India (Chaturvedi, 1983; Lahiri, 1986; Mishra, 1986; Nerkar, 1984), Nepal
(Sapkota, 1988), las Filipinas (MacDicken, 1988) y Tanzania (Maghembe et al., 1986), el
crecimiento en el diámetro del tallo varió entre 2.0 y 3.5 cm por año y el crecimiento en altura
varió entre 2.6 y 4.0 m por año. En rodales de plantación de mayor madurez (de 5 años de
edad o más), el crecimiento anual promedio en altura y diámetro es por lo usual mucho más
bajo, de menos de 2.0 m y 2.0 cm, respectivamente (Lugo et al., 1990; Puri y Shamet, 1988).
Las diferencias en genotipo (incluso entre los tipos “gigantes” o “Salvador”), el suelo local y las
condiciones climáticas, la intensidad del manejo, y la edad de la plantación forestal pecuaria
parecen influenciar grandemente el crecimiento y el rendimiento, a menudo dificultando las
comparaciones entre los estudios. Recientemente se han publicado curvas de índices de sitio,
tablas de volumen y regresiones de biomasa para la leucaena (Goudie y Moore, 1987;
Gutiérrez, 1985; Hughell, 1990; Parrotta, 1992).
En pruebas en tres sitios en Costa Rica, no se reportaron tendencias consistentes en el
crecimiento en diámetro o altura durante los primeros 5 años de crecimiento a densidades de
rodal variando entre 400 y 2,500 árboles por hectárea (Salazar et al., 1987). A densidades de
plantación más altas, las tasas de crecimiento para los árboles individuales disminuyen, la
ramificación tiende a verse suprimida y la autopoda de las ramas laterales se vuelve común
(Mishra et al., 1986; Van den Beldt et al., 1985).
Además, la hojarasca presenta una rápida descomposición.
7.4. Predicción del volumen. Los cálculos de la producción de biomasa arriba del terreno
total para Puerto Rico (Lugo et al., 1990), Hawaii (Brewbaker, 1980) y la India (Chaturvedi,
1983; Hans y Dhanda, 1997; Nath et al., 1989) se encuentran dentro del intervalo de 5 a 55
toneladas (secas) por ha por año, reportado en las pruebas centroamericanas citadas
anteriormente. Sin embargo, varios estudios reportan tanto una producción más baja como,
más a menudo, más alta en la India (Chaturvedi, 1983; Lahiri, 1986; Mishra, 1986; Mohatkar y
Relwani, 1985; Mohinder y Raturi, 1988, Nerkar, 1984), Paquistán (Zafar, 1988) y Tanzanía

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

(Maghembe, 1986). En sitios buenos en las Filipinas, los rendimientos anuales promedios
varían entre 13 y 32 toneladas por ha (Van den Beldt et al., 1986; Parrotta, 1992).
El crecimiento en el volumen anual promedio en plantaciones experimentales de guaje bajo un
buen manejo en buenos sitios es, por lo general, de entre 30 y 55 m 3 por Ha (Chaturvedi, 1983;
Hu, 1980; MacDicken, 1988). En las plantaciones a escala comercial de guaje en las Filipinas,
sin embargo, los rendimientos de volumen anual promedio fueron por lo usual más bajos, entre
8 y 30 m3 por Ha (MacDicken, 1988; Parrotta, 1992).
08. Plantaciones en sistemas silvoagropecuarios. Es un árbol multipropósito como el guaje
es de gran interés agrosilvícola (con una base de conocimiento acumulada). Frecuentemente
es encontrada en el huerto familiar, mezclada con cultivos agrícolas. Se usa en plantaciones
en linderos, árbol disperso como sombra para cultivos perennes comerciales (sombra en
cafetales), cultivos en callejones, callejones forrajeros, barbechos mejorados. Lo utilizan
mucho en Nigeria, Papúa y Nueva Guinea.
En los sistemas agroforestales se emplea en cortinas rompevientos, sombra para cafetales,
cercas vivas, cultivo en callejones y en sistemas silvopastoriles como banco de proteína. En el
mejoramiento de suelos a través de la fijación de nitrógeno, que el género Leucaena es capaz
de realizar. Como árbol ornamental, tutor y abono verde (Robles, 1990, Pérez et al., 2011).
El guaje como base de bancos de proteína ha mostrado viabilidad y eficacia para ser utilizada
en forma extensiva bajo condiciones tropicales secas; pero el uso de cultivos de uso corto
intercalados (Sistemas Agroforestales con maíz y sorgo), disminuye la capacidad de
crecimiento del guaje y retrasan la posibilidad de su uso como banco de proteínas (Cervantes,
1996). Solo en planta de guaje de mayor edad a los granos producen más eficientemente.
8.1. Cercas vivas. Esta práctica de cercos vivos es muy utilizada en poblaciones costeras
asentadas sobre suelos secos y salado, cultivadas exprofeso o tolerando individuos.
Se plantan los guajes cada medio metro hasta cada 3 metros entre individuos. La seleccionan
por la flor, las vainas, follaje y su ventaja ambiental. Se pueden producir las plantas tanto
vegetativa como por estacas.

Figura 50. Cercos vivos con guaje.


En muchas ocasiones cultivado así son bancos de proteínas y lugares de abastecimiento de
semillas.

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

8.2. Cortinas rompevientos. En sistemas agroforestales es común utilizar al guaje, en los


estratos bajos de cortinas rompeviento como arbusto que apenas sobrepasa los 5 m (Cordero
y Boshier, 2003).

Figura 51. El guaje es utilizado como cerco vivo y como cortina rompeviento.
Desde hace mucho se menciona además de su valor como una especie maderera, el guaje ha
sido usada para constituir cortinas rompevientos en Cuba, a pesar de su tendencia a ser
pastoreada y a perder las hojas durante los períodos secos.
8.3. Sombra y refugio. Por las características del guaje, muchos campesinos tanto en su
casa como en las parcelas lo usan para sombra del ganado, como forraje, como refugio y
sombra de mucha fauna.

Figura 52. Palomas refugiándose y volando en y sobre un árbol de guaje.


8.4. Huertos familiares tradicionales. Estos son unidades productivas de origen
mesoamericano y se encuentran aledañas a la casa habitación, en ellos existe un intercambio
de especies con el ambiente circundante (Gispert et al., 2012). Su establecimiento refleja la
identidad cultural de un grupo humano el cual comparte ideas y concepciones comunes sobre
las plantas al igual que las comidas típicas, fiestas tradicionales y prácticas religiosas (Kantún
– Balam et al., 2013).
Así se ha observado la producción en los patios de los huertos familiares en todas las
comunidades originales; los huertos familiares tradicionales son apreciados por su valor de
uso, el tiempo de trabajo social invertido en su manejo es el que produce el valor de uso de las
especies; la explotación en ellas es en pequeña escala a través del conocimiento que tienen
de las diferentes especies vegetales y animales ya que les permite a los pobladores obtener
diferentes productos y ser aprovechados de una forma integral. Asimismo, el manejo racional
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

tiende a preservar la relación equilibrio con los ciclos de los ecosistemas y la conservación del
recurso natural razón por la cual en la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-
2010) no se reporta al guaje (L. esculenta) en extinción (Gómez et al., 2017).

Figura 53. Censando plantas como el guaje en huertos familiares tradicionales.


8.5. Sistema agrosilvopastoril. Los Sistemas Agroforestales (SAF), silvopastoriles con
guaje son rentables en escenarios ganaderos de leche o carne porque se eleva hasta cuatro
veces la producción pecuaria comparada con la de sistemas de pastoreo extensivo y también
porque producen a menores costos que los sistemas con pastos fertilizados, regados y con
oferta de alimentos concentrados. En los SAF se aumenta la carga animal hasta cuatro o cinco
veces frente al pastoreo extensivos, favoreciendo una mayor producción animal de carne al
pasar de 200 Kg -1 año-1 a 800 o 1200 Kg -1 año-1 (Mahecha et al., 2011; Solorio-Sánchez et
al., 2012).

Figura 54. Sistema agroforestal de guaje (L. leucocephala), rosamorada (Tabebuia


rosea), solera moroncora (Cordia gerascanthus) y pasto (Calle y Murgueitio
2008; Murgueitio Restrepo et al., 2016).
A su vez, la implementación de SAF permite reducir los costos comparados con sistemas
intensivos, al reemplazar el alimento concentrado en un 40% en vacas lecheras y reducir el
uso de fertilizantes nitrogenados desde 300 ha-1 año -1 o más hasta cero (Molina et al., 2011,

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

Uribe et al., 2011). Finalmente, los SAF se destacan por reducir la estacionalidad de la
reproducción (Sierra et al., 2015) porque el ganado tiene mejor alimentación en épocas críticas
de sequía y porque sufre menos estrés calórico con reducción entre 6 - 14 °C en la temperatura
de su entorno (Murgueitio et al., 2013). Como consecuencia, la producción de carne y leche
por hectárea se incrementa.

Figura 55. Bovinos y ovinos pastando en guaje (L. leucocephala).


En Coahuayana, Michoacán, México, se ha cultivado guaje bajo temporal con cercos vivos de
mojo (Brosimum alicastrum), culebro (Astronium graveolens), coral (Coulteria platyloba),
higueras (Ficus pandinfolia), canahuance (Glericidia sepium), palo mulato (Bursera
simaruba), guastecomate (Crescentia alata), cascalote (Caesaelpinia coriaria), palo fierro
(Caesaelpinia cacalaco), huizache espina blanca (Acacia farnesiana), huizache concho
(Acacia cocliacantha), etc.
09. Silvicultura.
9.1. Bosques naturales. En forma natural los árboles o arbustos de guaje muchas veces
forman masas puras y se le encuentra asociada con una gran diversidad de especies en selvas
tropicales y subtropicales. En otras ocasiones, se le encuentra de manera aislada y esporádica,
por la tala clandestina y selectividad que se le da al talar los árboles que hubo y que existe, y
que cuando se le encuentra en terrenos de vocación ganadera, se emplea para alimento,
refugio o sombra del ganado o se les usa para delimitar el terreno. Por lo tanto, los aspectos
de floración, fructificación, diseminación y colecta de semilla, está referida al conocimiento y
experiencias que se tenga de la ubicación de especímenes vivos y de la vegetación natural o
nativa, es decir, en vegetación que no es producto de las plantaciones hechas por el hombre,
aunque existen ejemplares que han sido reforestados, plantados, restaurados o bien tolerados
de manera esporádica en sitios para fines comerciales, urbanos estéticos, agroforestales, de
lindero o como sombreaderos del ganado o árboles de piña.
Lo hemos visto crecer en selvas tropicales y subtropicales naturales formando rodales donde
son abundantes en terrenos de los municipios de Aquila (El Terrero), Coalcomán (La
Chichihua), Chinicuila (Villa Victoria), Aguililla (Aguililla y Tototán) y (Palos Marías, San Miguel
del Río, Achotán, etc.) Coahuayana, Estado de Michoacán, México.
9.2. Tolerancia a factores ambientales. El guaje, crece en un amplio rango de
condiciones ambientales, desde zonas con baja precipitación pluvial (600 mm), hasta en zonas
muy lluviosas (4000 mm), incluso en suelos inundados, pero no soporta heladas por ser una
especie de trópico, es altamente demandante de luz, por lo tanto, no tolera sombra. Se reporta
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

que no es resistente al fuego, pero sí a los daños por termitas (comejenes), tolerante a suelos
con muy mal drenaje o con capa freática muy superficiales.
9.3. Densidad. El guaje es apropiado para el manejo a espaciamientos estrechos para la
producción de leña y forraje (Parrotta, 1992). Los incrementos anuales promedios en biomasa
leñosa en plantaciones jóvenes (de 2 a 3 años de edad) por lo general aumentan con la
densidad de la plantación hasta los 50,000 árboles por hectárea aproximadamente, y culminan
entre 1 año y 3 años (CATIE, 1986, 1991; Lahiri, 1986; 75). La producción de leña es máxima
por lo común a espaciamientos de 1 por 1 m, a excepción de sitios secos (Lahiri, 1986). La
leucaena se planta por lo común en granjas de árboles para energía y madera en rollo a
espaciamientos de 1 por 0.5 m o 1 por 1 m y a densidades de hasta 75,000 árboles/Ha cuando
se cultiva para forraje (MacDicken, 1988). Para la producción de leña y postes, se recomiendan
unos espaciamientos de 1 por 2 m a 2.5 por 2.5 m, con una edad para la rotación de 3 a 5
años (Mishra et al., 1986; Salazar, 1986; Van den Beldt et al., 1985). Para productos de madera
de diámetro grande (madera en rollo o madera para aserrar), se recomienda una provisión
inicial de 5,000 a 10,000 árboles por hectárea, con un entresacado para alcanzar 2,500 árboles
por hectárea a los 2 a 3 años y una rotación final de 6 o más años (Van den Beldt et al., 1985).
En plantaciones de café en donde se usa como un árbol de sombra, un espaciamiento de 5
por 5 m se considera como óptimo (Salazar, 1986).
El guaje crece bien en plantaciones de especies mixtas. En Puerto Rico, el guaje plantado en
una mezcla de 1:1 con ya sea Casuarina equisetifolia L. o Eucalyptus robusta Sm. mostró
un mayor crecimiento en altura y diámetro del tallo que el guaje en plantaciones puras durante
los primeros 2 años de desarrollo (Parrotta, 1992). Las especies asociadas también crecieron
más rápidamente que en monocultivos a la misma densidad de rodal en el mismo sitio
(Parrotta, 1992).
9.4. Sistemas y practicas silvícolas. En la república de México, en la mayor parte de los
estados donde se desarrollan las selvas tropicales y subtropicales, en las cuales cohabita esta
especie, el manejo forestal casi es más pecuario para forraje y poco es en base a programas
de manejo silvícola sustentable, se establecen y se adaptan medidas para lograr una
producción sostenible de los recursos forestales (Manzanilla et al., 2001). El manejo empírico
tradicional para obtener vainas para consumo humano es el común.
Para regular el rendimiento en aspectos de madera, follaje, vainas, corteza, abonos orgánicos,
etc., se basa en muchos métodos empíricos que ya se han establecido y que tradicionalmente
en México son los que se han aplicado, con algunas modificaciones de acuerdo a las
condiciones del medio y según requerimientos que el tipo de vegetación requiere. El método
de ordenación es muy poco aplicado tradicionalmente en la especie por su uso alimenticio.
El método de tratamiento puede ser por selección individual, el cual es el más indicado para
especies que se presentan en forma aislada y/o de uso tradicional. En general en las áreas de
aprovechamiento de las masas forestales nativas con fines comerciales, se busca
teóricamente reducir el número de especies no comerciales e incrementar el número y los
volúmenes de las especies de interés y/o comerciales. Para el caso del guaje, se ha observado
que, en tierras de cultivo y áreas de pastizal, se dejan ejemplares en pie como árboles
semilleros, para comer, sombra o para posteriormente aprovecharlos como madera o leña.
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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

También se ha visto que en rodales forestales se dejan árboles en pie y se liberan espacios
para fortalecer el establecimiento de la regeneración natural de esta especie.
9.5. Crecimiento y rendimiento volumétrico. Las plántulas de guaje crecen con lentitud
durante los primeros meses después del plantado. Esto se debe a menudo, por lo menos en
parte, a las raíces en espiral o al daño en la raíz pivotante durante el plantado. La altura de las
plántulas a los 6 meses después del plantado en el campo varía por lo general entre 0.5 y 1.5
m (CATIE, 1991; Gutteridge y Akkasaeng, 1985; Parrotta, 1991, 1992). Durante los primeros
3 a 6 meses después del plantado, las plántulas son susceptibles a la supresión por la
vegetación en competencia y deberán ser desyerbadas durante esta etapa temprana (CATIE,
1991; Van den Beldt et al., 1985). En algunas áreas, las plantaciones jóvenes podrán también
requerir de protección contra las termitas, las hormigas defoliadoras (Atta spp.) y los roedores
durante el primer año después del establecimiento (CATIE, 1991; National Academy of
Sciences. 1984).
El guaje produce entre 15 000 y 20 000 Kg Ha-1 año-1 de materia seca (es necesario
multiplicar por cuatro para conocer el valor del forraje fresco) bajo condiciones de temporal y
en suelos profundos, lo que pone de manifiesto la productividad del cultivo (Quero – Carrillo et
al., 2014).

Figura 56. Crecimiento de plantas de guaje después de su tratamiento con dos fuentes
de sal probadas en condiciones de invernadero (Ponce, 2000).
Es una especie de rápido crecimiento, longevidad de 50 años. Muestra un incremento medio
anual de 2.8 m en altura y 2.4 cm en diámetro. Y en cuanto a la producción de hojas, flores,
frutos, madera y/o semillas es buena productora de materia orgánica. Se logran producciones
anuales de 23 toneladas/Ha, en densidades de 66,600 árboles/Ha y cosechas a intervalos de
60 días. Tiene capacidad para formar follaje fácilmente. Sus hojas tienen un alto contenido de
nitrógeno (4.3 % peso seco). Alcanza su estado reproductivo y de producción en 1 o 2 años,
no obstante, la semilla debe cosecharse de individuos de más de 3 años. Un árbol con copa
bien desarrollada puede producir entre 500 y 1,500 g de semilla limpia. Se pueden llegar a

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

cosechar hasta 50 toneladas/ha de hojas y vainas verdes. Producción de leña 50 m 3/Ha/año.


Sus rendimientos en madera varían de 24 a 100 m3/ha/año, según resultados de plantaciones
en Filipinas.
9.6. Edad de rotación y fijación de edad de turno. El turno es el tiempo que transcurre
desde que las semillas germinan o se trasplantan al terreno forestal hasta que están en etapa
de ser cosechadas. Para el caso del guaje, que es utilizado para producir vainas para alimento
humano y como forrajero, el turno es muy variable, ya que depende de las condiciones
ambientales en las cuales se desarrolla y uso que tendrá; puede ser meses para setos
forrajeros y desde los 4 a 6 meses hasta los 50 años o mejor cuando la meta de producción lo
especifique. Los diámetros requeridos para su cosecha, generalmente también dependen de
la edad, de su uso y de las condiciones ecológicas y pueden variar desde 4 meses a 50 años
no importando el diámetro, sino su producción.
9.7. Regeneración natural. La regeneración natural del guaje es buena tanto en los
rodales naturales como en las plantaciones (Chaturvedi, 1983). La producción abundante de
semillas y la germinación y el establecimiento rápido hacen de la leucaena un colonizador
agresivo de los hábitats perturbados. Su capacidad para competir con éxito con y suprimir las
hierbas y gramíneas ha llevado a su uso en la reclamación de pendientes de cerros
degradados en Indonesia (Dijkman, 1950).
10. Características de la madera. La madera del guaje tiene un peso específico de entre 0.50
y 0.59 g por cm3 y cuando secada al aire (contenido de humedad del 15 %, en base al peso
húmedo) tiene un valor calórico de 19.4 kJ por g. Estas características favorecen su uso como
leña y para carbón (34, 39, 71). En las Filipinas, en donde la leucaena ha sido usada por mucho
tiempo para estos propósitos, se han establecido plantaciones a gran escala para proveer de
combustible para generadores de energía eléctrica, fábricas e instalaciones procesadoras de
productos agrícolas (15, 50).
10.1. Descripción macroscópica. La albura es de color amarillo pálido y el duramen es
de color rojizo claro. La madera de la leucaena se trabaja a máquina con facilidad, absorbe
preservativos madereros solubles en agua con facilidad, se seca sin rajarse o cuartearse y es
de una durabilidad de baja a mediana (Van den Baldt et al., 1985). La resistencia a la
compresión y el módulo longitudinal de elasticidad varían entre 297 y 340 kg por cm 2, y 86,000
y 104,000 kg por cm2, respectivamente (Tang, 1976).
10.2. Descripción microscópica.

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11. Usos del guaje. La madera del guaje se usa para construcciones ligeras y cajas, y la
madera en rollo se usa para postes de cerca, así como para postes de alambrado eléctrico y
de construcción (National Academy of Sciences, 1980). La madera es también adecuada para
muebles y tableros de partículas (Tang, 1986). Esta especie se considera como una fuente
promisoria de pulpa de fibra corta para la producción de papel. Experimentos recientes en
Taiwan, Japón, las Filipinas y la India indican que la leucaena es adecuada para la producción
de pulpa mediante varios métodos (Hu et al., 1980; Nitrogen Fixing Tree Association, 1990).
Mientras que Zinzumbo y Colunga (1980), mencionan los siguientes usos entre los huaves:
como cerca viva, material de construcción, leña, en la elaboración de instrumentos como
horcón, timo, garabato, agujas para tejer redes de pesca; cortada de las cercas vivas es dada
como forraje para bovinos, caprinos, ovinos y cerdos; en la construcción de casas para vigas,
travesaños, tijeras y otras. En el istmo (entre Tehuantepec y San Mateo del Mar) se planta
extensivamente a lo largo de canales de irrigación y se Ie usa también como leña para brasa.
En Pochutla, Oaxaca, México, se come la hoja y las semillas tiernas crudas como ensalada;
se reconoce un sabor más dulce en las semillas de L. I. sousae, contrastando con el sabor
descrito como pungente ("picosito") de las de L. I. lanceolata. Los frutos son recolectados de
diciembre a febrero. Se usan como verdura las semillas y hojas crudas, en comunidades
chatinas de la región de Llano Grande, Oaxaca y en la costa grande de Guerrero, además, son
utilizadas en sistemas de pastoreo como arbusto forrajero y como usa medicinal en infecciones
de los pulmones y otras.
11.1. Usos de la madera. El guaje se usa en muchas partes de los trópicos como un árbol
de sombra o una siembra acompañante en plantaciones de cacao, café, té, vainilla y otras
siembras de enredadera, coco, hule, teca y cinchona (Dassanayake, 1980; Joshi, 1983;
National Academy of Sciences 1984; Newton, 1983; Van den Beldt et al., 1985). Se cultiva en
muchas áreas para setos densos y se intercultiva con el maíz y otros cultivos alimenticios. En
estos sistemas, los setos de leucaena se cortan dos o más veces por año y el follaje cosechado
se usa como un abono verde o como forraje para ganado (CATIE, 1991; Kang et al.; Lulandala
y Hall, 1987; Maghembe y Kaoneka, 1986; Van den Beldt et al., 1985).
Los usos antropocéntricos que le dan al guaje son: con la madera del árbol se elaboran
construcciones rurales, mangos para herramientas, tableros, puntales para minas, postes para
cercas y muebles rústicos, leña y carbón con excelente poder calórico de 18 600
KJ/Kg (Cansino, 2001; Gómez et al., 2017).
Zinzumbo y Colunga (1980) mencionan los siguientes usos entre los huaves: como cerca viva,
material de construcción, leña, en la elaboración de instrumentos como horcón, timo, garabato,
agujas para tejer redes de pesca; cortada de las cercas vivas es dada como forraje para
bovinos, caprinos, ovinos y cerdos; en la construcción de casas para vigas, travesaños, tijeras
y otras. En el istmo (entre Tehuantepec y San Mateo del Mar) a planta extensivamente a 10
largo de canales de irrigación y se Ie usa también como leña para brasa. En Pochutla, se come
la hoja y las semillas tiernas crudas como ensalada; se reconoce un sabor más dulce en las
semillas de L I. sousae, contrastando con el sabor descrito como pungente ("picosito") de las

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SÍLVICA DEL ÁRBOL DE GUAJE (LEUCAENA LEUCOCEPHALA (LAM.) DE WIT. SUBSP. GLABRATA (ROSE) S. ZARATE).

de L I. lanceolata. Los frutos son recolectados de diciembre a febrero. Se usan como verdura
las semillas y hojas crudas, en comunidades chatinas de la región de Llano Grande, Oaxaca y
en la costa grande de Guerrero, además, son utilizadas en sistemas de pastoreo como arbusto
forrajero y como usa medicinal en infecciones de los pulmones y otras.
11.2. Otros usos de otras partes de la planta. Se han reportado estudios sobre el uso
tradicional de plantas comestibles en todo el mundo, plantas medicinales, ceremoniales,
comestibles y plantas no cultivadas de grupos rurales marginales en México (Rangel-Landa et
al., 2017; Vázquez - García, 2008) y de plantas silvestres. La conservación de la biodiversidad
incluye bancos de semillas, material vegetativo, y el entendimiento de cómo crecen, se cultivan
y usan estas especies. Del árbol de guácimo obtenemos:
Aromatizantes [flor]. Aceites esenciales aromáticos.
Artesanal [semilla]. Las semillas se utilizan como piezas de joyería en la India. Colorantes.
Suministro de colorantes textiles.
Combustible [madera]. Leña y carbón de excelente calidad. Tiene un alto poder calorífico:
4200-4600 kcal/kg. y una gravedad específica de 0.54 a 0.74. Comestible (fruta, bebidas) [fruto
(vainas), semilla]. Los frutos son muy apreciados por su alto contenido en vitamina A y
proteínas (46%). Las semillas maduras son empleadas como sustituto de café. Una hectárea
puede producir de 10 a 20 toneladas de materia seca comestible comparadas con 8 o 9 de
alfalfa.
Construcción [madera]. Construcción rural (ligera).
Forrajero [hoja, vástago, semilla, fruto]. Forraje para rumiantes. Las hojas constituyen un
excelente forraje (4 a 23 % de materia fresca; 5 a 30 % de materia seca; 20 a 27 % de proteína,
rico en calcio, potasio y vitaminas). Tienen un porcentaje de digestibilidad de 60 a 70 %. Las
hojas y semillas contienen un aminoácido tóxico (mimosinas) que puede causar daño a los
mamíferos no rumiantes y aves de corral (debilidad, pérdida de peso, aborto, caída de pelo en
caballos, mulas y burros, bocio). Los rumiantes contrarrestan el efecto tóxico con una bacteria.
Hay que utilizar una estirpe con bajo contenido de mimosinas.
Cuadro 4. Composición química y degradación del forraje de diferentes especies de
guaje.

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Industrializable [madera]. Pulpa para papel. Maderable [madera]. Aserrío, postes. Medicinal.
Remedio contra las amebas y la viruela.
Melífera [flor]. Apicultura.
Tutor [tronco]. En Panamá y en Honduras, los fustes delgados (5 a 7 cm) son comercializados
como tutores para el cultivo de tomate y chile dulce. Su duración se limita a un año.
Además, el guaje tiene efectos restauradores como: 1. Acolchado / Cobertura de hojarasca,
esta planta produce un excelente abono verde o mantillo. 2. Conservación de suelo / Control
de la erosión. 3. Estabilización de suelos. Cuando se planta en curvas de nivel, mejora la
estructura del suelo y evita la erosión. 4. Drenaje de tierras inundables. Las raíces extendidas
desintegran capas de subsuelo impermeables lo que mejora la penetración de agua y
disminuye la lixiviación de la superficie. 5. Fijación de nitrógeno. Altas tasas de fijación del
nitrógeno atmosférico (100-600 kg N/ha/año). 6. Mejora la fertilidad del suelo / Barbecho. 7.
Recuperación de terrenos degradados. Esta planta se ha empleado para rehabilitar sitios
donde hubo explotación minera. Y los Servicios son: 1. Barrera contra incendios. 2. Barrera
rompevientos. Debe ser plantada como el componente de porte medio de la cortina. 3.
Ornamental. Cultivada en calles, patios y huertos. 4. Sombra / Refugio. Árbol de sombra en
plantaciones de café, cacao y hule.
Alimenticio para humanos. Para ello, las partes que se consumen son: su inflorescencia,
vainas tiernas, semillas secas y rebrotes tiernos (Robles, 1990; Cansino, 2001; Pérez et al.,
2011). Mismas que contiene los minerales N, Mg, Mn, P y Zn, la proteína (33.12%), fibra cruda
(10.55%), compuestos fenólicos (1.088 mg equivalentes de ácido gálico) (Román et al., 2014).
El guaje representa una alternativa alimenticia para la población en la ingesta de minerales,
proteína y fibra cruda a un bajo costo (Gómez et al., 2017).
Gómez et al. (2017), cuantificaron el uso del guaje en la alimentación y el conocimiento en la
medicina tradicional, mediante un análisis canónico discriminante (ACD) en las
comunidades de Santiago Cacaloxtepec y S. Huajolotitlán en la mixteca baja de Oaxaca. El
Valor Potencial (PM) para S. Huajolotitlán (0.87), S. Cacaloxtepec (0.81) lo que mostró que
los informantes tienen conocimiento sobre la biología y uso medicinal del guaje. El ACD mostró
diferencia significativa (α = 0.05) para la forma de preparación del guaje en Huajolotitlán el
55.3% preparan el guaje en salsa, el 8.3% en guaximole. En lo que respecta a las
enfermedades relacionadas con los parásitos el porcentaje de variación fue del 57%, y para
el dolor de estómago el 21%. En S. Cacaloxtepec el 30% de entrevistados preparan el guaje
en salsa. El porcentaje de variación para el uso medicinal fue del 35% como desparasitante
y el 16% elaboran artesanías. Se concluye que el principal uso del guaje en ambas
comunidades es el de alimento siendo la principal estructura comestible las semillas y la
corteza como desparasitante (Gómez et al., 2017).
Las partes que se consumen son: su inflorescencia, vainas tiernas, semillas secas y rebrotes
tiernos (Robles, 1990; Cansino, 2001; Pérez et al., 2011; Gómez et al., 2017). Las consumen
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En salsa, guaximole, en asados, crudos, mole de cadera, mole, huevos, chileajo, guacamole,
costilla, masa, seco frijoles, seco pipián, todo con tortilla.
Gómez et al. (2017), mencionan que la mixteca oaxaqueña es una de las regiones con más
pobreza del estado y se encuentra formada por 115 municipios de los cuales 99 se encuentran
clasificados por grado de marginación entre ellos se encuentran los municipios de S.
Cacaloxtepec (31.82%) y S. Huajolotitlán con un grado medio de marginación
(24.85%) (Alvarado, 2008. INAFED, 2010), la lengua que se habla en estas comunidades es
el mixteco (INEGI, 2015). Las principales causas que explican los niveles elevados de
marginación y pobreza es el nulo desarrollo económico en Oaxaca de las actividades del
campo las cuales no han logrado un desarrollo productivo algunas se mencionan a
continuación: la nula planeación de la producción, el uso de tecnologías, la escasa asesoría
técnica así como la falta de capacitación, la investigación desvinculada de lo productivo, la baja
productividad, las campañas fitosanitarias aisladas entre otras (Gobierno del Estado de
Oaxaca, 2004). En estas comunidades mixtecas la base de la economía es la producción para
el autoconsumo de maíz, frijol y calabaza a los que se agregan algunos productos más
específicos de cada comunidad como el guaje en ambas y el intercambio de los excedentes
en las comunidades (Gómez et al., 2017).
El principal guiso que se prepara con las semillas de guaje rojo (L. esculenta), son las salsas
en diferentes presentaciones por su sencillez y por las variantes de chiles que existen. La salsa
de guaje se elabora con chiles, sal, semillas de guaje, más la adición de carne blanca o roja y
el sabor característico de esta salsa es el que le proporcionan las semillas de guaje rojo (L.
esculenta; Cansino, 2001; Gómez et al., 2017).
El guaximole es el segundo guiso típico que se consume en ambas regiones, S. Huajolotitlán
y S. Cacaloxtepec se prepara de igual manera utilizando las semillas tiernas del guaje, cilantro
más los demás ingredientes descritos anteriormente (Cansino, 2001; Gómez et al., 2017).
Uso medicinal. En los municipios de S. Cacaloxtepec y S. Huajolotitlán Gómez et al. (2017),
encontraron que existen enfermedades de tipo infecciosas intestinales (amibiasis y
parasitarias) y anemias (Castañeda, 1992). La Dirección de Vigilancia Epidemiológica de la
Secretaría de Salud Federal refirió que el 70% de la población albergan amibas o lombrices en
sus intestinos, este padecimiento se encuentra dentro de las cinco causas de consulta en las
unidades médicas (Secretaría de Salud, 2016). El Servicio de Salud de Oaxaca (SSO) con el
propósito de prevenir estas enfermedades, exhorta a la ciudadanía a tomar medidas higiénicas
en sus hogares y acudir al centro de salud más cercano para la desparasitación y saneamiento
ambiental, sobre todo para proteger a los niños menores de 10 años de edad. Sin embargo, el
principal problema que enfrentan los centros de salud es el rechazo a los médicos y a los
medicamentos debido al arraigo en la medicina tradicional. Como consecuencia se fundó en
el año 2004 la Organización de Médicos Indígenas de la Mixteca, A.C. (OMIM, A. C.) con la
finalidad de proteger el conocimiento en la medicina tradicional (Gómez et al., 2017).

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En lo que respecta al uso medicinal del guaje en ambas comunidades (municipios de S.


Cacaloxtepec y S. Huajolotitlán), se encontró que el consumo de las semillas es para tratar
parásitos intestinales y que las personas saben diferenciar antiparasitario (sirve para las
amibas) y antihelmíntico (arrojar lombrices) debido a que algunos afirmaron haber visto las
lombrices al ser expulsadas después de haber comido las semillas. En el códice Badiano se
menciona como tlalhuaxin al empleo de guaje rojo (L. esculenta), para las enfermedades
gastrointestinales, infecciones o heridas en la piel, frialdad en los huesos, dolor de
cabeza (Zarate, 1994), así como también para problemas respiratorios (Zarate, 1982). En las
comunidades de S. Huajolotitlán y S. Cacaloxtepec preparan una infusión con la corteza o las
hojas del guaje, también licuan las semillas inmaduras con agua esta mezcla se bebe en
ayunas durante un día o tres días. Casas, 1992 reportó el uso de semillas inmaduras para la
parasitosis intestinal y la amibiasis. Zarate, 1982 encontró el uso para antiparasitario al hervir
las hojas de L. leucocephala y beber en ayunas por 30 días (Gómez et al., 2017).
Peralta – Juárez (2017), mencionan que las partes que se consumen del guaje son: su
inflorescencia, vainas tiernas, semillas secas y rebrotes tiernos (Robles, 1990; Cansino, 2001;
Pérez et al., 2011). Contiene minerales N, Mg, Mn, P y Zn, proteína (33.12%), fibra cruda
(10.55%), compuestos fenólicos (1.088 mg equivalentes de ácido gálico) (Román et al., 2014).
El guaje representa una alternativa alimenticia para la población en la ingesta de minerales,
proteína y fibra cruda a un muy bajo costo.
Los usos antropocéntricos que le dan al guaje son: con la madera del árbol se elaboran
construcciones rurales, mangos para herramientas, tableros, puntales para minas, postes para
cercas y muebles rústicos, leña y carbón con excelente poder calórico de 18 600 KJ/Kg
(Cansino, 2001). En los sistemas agroforestales se emplea en cortinas rompevientos, sombra
para cafetales, cercas vivas, cultivo en callejones y en sistemas silvopastoriles como banco de
proteína. En el mejoramiento de suelos a través de la fijación de nitrógeno, que el género
Leucaena es capaz de realizar. Como árbol ornamental, tutor y abono verde (Robles, 1990,
Pérez et al., 2011; Peralta – Juárez et al., 2017).
La evolución de la domesticación de plantas como el guaje trajo como consecuencia la
invención de la agricultura; la domesticación consiste en la intervención humana en el sistema
reproductivo de las plantas, dando como resultado modificaciones genéticas y/o fenotípicas.
Mediante el proceso de domesticación, los seres humanos han creado diversidad biológica
(agrobiodiversidad) que no existiría de otra forma (Mastretta-Yanes et al., 2019). Las
interacciones e interrelaciones que mantienen los pueblos originales con las plantas permiten
identificar los distintos pasos del proceso de domesticación (Blancas et al., 2013).
El guaje debe considerarse como un alimento tradicional y como un recurso fitogenético que
puede tener diferentes significados en la percepción de los consumidores, por lo que los
objetivos de esta investigación fueron: a) aplicar de la psicología social un método de la
mercadotecnia para determinar las rutas de influencias directa e indirecta de los valores
humanos en la frecuencia de consumo del guaje rojo, en una muestra de personas originarias

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de esa comunidad; b) identificar las comunalidades de los diferentes significados que los
consumidores le otorgan al guaje rojo.

Figura 57. Porcentajes de las comunalidades de categorías de significados del guaje y


sus aportaciones a los significados psicológicos. a, b, c. Porcentajes de
comunalidades de significados con diferentes letras son estadísticamente
diferentes (García-Maceda et al., 2023).
Cuadro 5. Contenido de los nutrientes en el guaje verde (Martínez Patrón et al., S/F).

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El guaje se siembra también para la mejora de los suelos. Su follaje se usa como un abono
orgánico, y su capacidad para fijar nitrógeno aumenta la provisión de nitrógeno en los
horizontes superiores del suelo (Dijkman, 1950; Lugo et al., 1990; Torres, 1983; Wang et al.,
1991). Se reporta que su comportamiento radical profundo y agresivo aumenta la infiltración
del suelo y disminuye la cantidad de desagüe superficial en sitios con suelos pesados y
aquellos con capas impermeables en el subsuelo (National Academy of Sciences, 1980). La
habilidad de la leucaena para prosperar en pendientes escarpadas, en suelos marginales y en
áreas con estaciones secas prolongadas, la hacen útil en la reforestación de cuencas
denudadas, laderas y pastizales (Allen y Allen, 1981; Dassanayake 1980, National Academy
of Sciences, 1980).
El guaje se usa también como una planta de ornamento a la orilla de caminos, como árbol de
sombra alrededor de viviendas y en setos, rompevientos y barreras contra incendios (Dijkman,
1950; National Academy of Sciences1989; Van den Beldt et al., 1985). Estudios efectuados en
plantaciones en áreas industriales en la India con niveles elevados de contaminantes
atmosféricos, cloro y ácido clorhídrico en particular, sugieren que la leucaena tiene una
capacidad intermedia para soportar la contaminación severa del aire, si se le compara con
otras especies comúnmente plantadas (Agrawal et al., 1986).
Las hojas y las vainas se usan extensamente como forraje para vacas, búfalos de agua y
cabras. El contenido proteínico del forraje seco (hojas y ramitas) varía entre 14.0 y 16.2 %
(Oakes y Skov, 1967). Dependiendo de la variedad, el follaje contiene del 19 al 47 % de
mimosina (Brewbaker, 1980), un amino ácido que puede ser tóxico para el ganado. La
mimosina ocasiona la pérdida de peso y la mala salud en animales monogástricos como
cerdos, caballos, conejos y aves de corral cuando el forraje de leucaena constituye
aproximadamente más del 5 a 10 % (en base al peso) de la dieta (39). Sin embargo, los
rumiantes (vacas, búfalos y cabras) en la mayoría del mundo (con la excepción de Australia,
Papúa Nueva Guinea y partes de África y el Pacífico), poseen microorganismos estomacales
que convierten a la mimosina en una sustancia inofensiva (National Academy of Sciences,
1984).
En algunas áreas rurales de la América Central y del Sudeste de Asia, como citamos, la gente
consume tanto las vainas tiernas como las hojas como un vegetal cocido, y las semillas se
pueden preparar supuestamente como un substituto para el café (Dijkman, 1980; Little y
Wadswortl, 1964). Sin embargo, el potencial tóxico de la mimosina hace que su consumo por
los humanos sea riesgoso (National Academy of Sciences, 1984). La corteza y las raíces se
usan en remedios caseros (Little, S/F). Se reporta que las raíces tienen propiedades
emenagógicas y abortivas (Standley, 1922). Las semillas rinden un 8.8 por ciento de aceite,
que consiste de ácidos palmítico, esteárico, behénico, lignocérico, oleico y linoleico (Allen y
Allen, 1981). El guaje se considera como una buena planta para las abejas de miel (Little, S/F).
En México se extraen tintes rojos, marrones y negros de las vainas, hojas y corteza. A través
de la Cuenca del Pacífico, las semillas de guaje se usan como cuentas para propósitos

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decorativos (National Academy of Sciences, 1984). Las semillas de guaje contienen selenio y
se usan en Sri Lanka para preparar un veneno para peces y un repelente para gusanos
(Dassanayake, 1980).
El guaje tiene la propiedad de extraer el selenio del subsuelo y concentrarlo principalmente en
las semillas, las cuales son utilizadas para la manufactura de artesanías como collares y
pulseras. En algunos lugares las semillas molidas se arrojan a los ríos para atontar a los peces
(Anónimo, 1961).
Por último, cuando la producción de semilla o de vainas para verdura son un objetivo
importante de la explotación, el corte anual a 1 m se debe dar posteriormente a la cosecha de
las vainas, al final de la temporada de lluvias o durante la sequía inter-estival. La producción
de verdura (semilla tierna en la vaina) para consumo humano, en el centro y sur de la república
mexicana representa un recurso valioso que aporta este cultivo. Cabe señalar que existen
pocas evaluaciones sobre el rendimiento de vainas. Por otro lado, se ha evaluado la respuesta
a la fertilización fosforada sobre la producción de semilla. Los resultados indican una pobre
respuesta a la fertilización. Al aplicar P2 O5 20 Kg Ha-1 se obtuvieron 605 Kg Ha-1; mientras
que sin fertilización se produjeron 577 Kg Ha-1 de semilla.

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