Manual Mexicano de Transplante de Árboles

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2021

Manual de Transplante de Árboles.

Adriano Ortega Sánchez


HP
1-1-2021
Prologo
El Manual Mexicano de Trasplante de árboles de rescate se elaboró con el fin de
dar a conocer las técnicas y métodos adecuados para realizar el movimiento de
árboles y palmas de rescate en la república mexicana.

Presenta algunas técnicas y recomendaciones básicas y aspectos relacionados con


el tratamiento previo, el mantenimiento, extracción, traslado, trasplantado y
conservación de los árboles que tienen muchos años creciendo en un sitio y que
son llevados o movidos a un mejor lugar, además de recomendaciones para
favorecer su cuidado y preservación una vez trasplantado.

El objetivo de este manual es ser una herramienta de apoyo para la selección y


transplante de especies de árboles y palmas de un lugar a otro y lograr su
sobrevivencia.

Este es un manual para transmitir la experiencia y salvar muchas vidas de árboles


trasplantados. Transplante que normalmente se hace de manera empírica sin previa
capacitación del personal, preparación del arbolado y del sitio nuevo a plantar.
Prefacio.
Agradecimiento.
Índice de Contenido.

Pag
Prólogo.
Prefacio.
Agradecimiento.
I. Introducción.
II. Procedimiento para realizar el transplante de árboles.
2.1. Selección de la Especie a ser trasplantada.
2.2. Selección del árbol a ser trasplantada.
2.3. Preparación del árbol seleccionado.
2.3.1. Riego.
2.3.2. Poda aérea de los árboles a transplantar.
2.3.3. Elaboración de zanja - maceta.
2.3.4. Poda de raíces gruesas.
2.3.5. Colocación de tela de alambre de pollito alrededor
del cepellón elaborado.
2.3.6. Colocación de yeso sobre el alambre y el cepellón
elaborado.
2.3.7. Tapado de la zanja con arena, aserrín o estopa
molida de palma de coco.
2.3.8. Riego mensual durante seis meses.
2.4. Preparación del árbol seleccionado previamente
preparado.
2.4.1. Riego ligero.
2.4.2. Extracción de la arena, aserrín o estopa molida de
palma de coco de la zanja.
2.4.3. Elaboración de una zanja – pozo lateral para
facilitar la extracción del árbol.
2.4.4. Inclinación y poda de la raíz principal del árbol que
será trasplantado.
2.4.5. Extracción, cargado y traslado del árbol
preparado.
2.5. Preparación previa del cepellón donde será colocado el
nuevo árbol.
2.5.1. Riego ligero.
2.5.2. Elaboración del pozo de dimensiones superiores
al pozo de extracción (diez cm superior por
dimensión).
2.5.3. Colocación de tierra de mejor calidad que la
extraída junto a la cepa de plantación.
2.6. Plantación.
2.6.1. Colocado de la planta en el fondo de la cepa de
plantación.
2.6.2. Colocado de la tierra y apisonado final del árbol
plantado.
2.6.3. Cajeteado del nuevo árbol.
2.7. Protección con cerco del árbol.
2.8. Riegos frecuentes hasta lograr la reforestación
2.9. Conclusión.
2.10. Bibliografía.
Índice de Figuras.

N° Pag
Índice de Cuadros.

Pag
I. Introducción. Querer tener árboles de grandes dimensiones en el lugar poco
comunes o donde es casi imposible que existan, o salvarlos de la destrucción; es
un deseo muy comun de muchos seres humanos.
En política el querer que se vean resultados en el menor tiempo posible, hace
comun que se tengan grandes fracasos. El tiempo es una dimensión con la que no
se puede jugar.
La técnica forestal nos fue mostrada, enseñada y practicada gracias al M.C. Luis
Pimentel Bribiesca, cuando fueron trasladados árboles milenarios de Jacaranda (),
de jardines de la ciudad de Cuernavaca, Morelos a jardines ubicados en la
residencia presidencial de Los Pinos, Ciudad de México.
En este manual pretendo dar a conocer la técnica de transplante o rescate de
árboles de un bosque o jardín a otro o de un sitio estratégico a otro; mismo que es
común realizar como medida de mitigación de los impactos ambientales en los
proyectos como de inversión, de esta manera reducir el impacto ocasionados por
las construcciones a raíz del crecimiento poblacional.
II. Procedimiento para realizar el rescate o transplante de árboles. El rescate
de árboles de áreas urbanas o de lugares con vegetación natural se puede definir
como el trasplante exitoso de individuos seleccionados entre las poblaciones
vegetales que se desarrollan en terrenos destinados al desarrollo urbano, turístico
o escénico. Se aplica como medida de mitigación para reducir los daños
ocasionados por las construcciones y obras, o bien para utilizar las plantas con
características sobresalientes y que se encuentran fuera de las áreas de
aprovechamiento. (Cruz & Castillo E., 2000).

Figura 1. Partes anatómicas de un árbol.


El rescate de árboles se realiza en las áreas en que se ha decidido realizar el
cambiado de uso de suelo, el cual se origina cuando se busca realizar la remoción
total o parcial de la vegetación o de un árbol en específico de los terrenos forestales
para destinarlos a actividades no forestales, como construcciones rurales o
urbanas, carreteras, caminos u otro tipo de obras.
Mientras que entendemos como trasplante la operación consistente en cambiar de
lugar un árbol y que esté continúe desarrollándose con normalidad. Se sustenta en
conocimientos de anatomía, de fisiología vegetal y de la ciencia forestal. Se hace
por razones de construcción o de nuevos proyectos de Arquitectura del Paisaje.
Para ello deben tenerse en cuenta factores tales como la especie, la condición del
árbol, las características del sitio, la época del año y los cuidados posteriores que
aseguren su éxito.
Por lo general, los trasplantes se realizan porque en los nuevos proyectos de
construcción se encuentran árboles que muchas veces no son compatibles con los
propósitos del diseño y deben ser movidos de su sitio dentro del mismo predio o a
otro lugar. También son utilizados cuando en los trabajos arquitectónicos se
requieren grandes árboles que den un impacto visual inmediato, principalmente los
proyectos en áreas públicas.
2.1. Selección de la especie a ser trasplantada. Existen especies de árboles
que son más fáciles de trasplantar que otras. Los árboles con raíces someras,
fibrosas, cercanas al tronco, son movidos con mayor éxito que aquellos con pocas
y grandes raíces. Pero esta situación puede ser mejorada por tratamientos previos.
Los patrones de crecimiento de las raíces son determinados por el suelo, las
características propias de su crecimiento, el origen reproductivo del árbol, la época
y por la misma especie. El éxito es mayor con arbustos que con árboles (sexual o
asexual), con plantas deciduas que, con perennifolias, con árboles que de forma
natural se reproducen asexualmente que los que se reproducen sexualmente y con
árboles jóvenes que con los maduros. Las palmeras se encuentran entre las
especies más fáciles de trasplantar.
2.2. Selección del árbol a ser trasplantada. La condición fisiológica de las
plantas que se someten al trasplante es determinante para su sobrevivencia. Para
realizar un trasplante con éxito, es necesario seleccionar individuos sanos y
vigorosos, no se deben elegir las plantas con síntomas de marchitamiento por
escasez de agua, de desnutrición, así como aquellas que presenten síntomas de
enfermedades. En la vertiente del Pacifico se recomienda podar las plantas en
invierno y en el mismo invierno iniciar el preparado de las plantas.
Los criterios ecológicos diferenciales que se aplican con mayor frecuencia para
seleccionar las especies que se deben rescatar son: especies endémicas, en peligro
de extinción, amenazadas o bien especies claves del ecosistema natural o artiicial.
Los criterios económicos más comunes son: especies con valor comercial y aquellas
que representan menor costo en las labores de rescate.
Por lo general, no se consideran los aspectos agronómicos relevantes para la
realización de un trasplante exitoso, ni la capacidad de las plantas para recuperarse
luego del trasplante.
En las especies difíciles de trasplantar, la edad de las plantas puede ser un factor
importante para lograr su recuperación luego del estrés experimentado. En la
mayoría de las especies, se obtienen porcentajes de sobrevivencia más altos si se
trasplantan plántulas infantiles o juveniles que si se trasplantan individuos adultos.
(Cruz & Castillo E., 2000).
2.3. Preparación del árbol seleccionado. Para realizar un transplante silvícola
adecuado se recomienda la preparación del árbol seleccionado. Se inicia al
comienzo de la estación de invierno.
2.3.1. Riego. Se da un riego procurando se realice un mojado más que
nada vertical de 30 cm debajo de la línea de goteo del árbol a transplantar con el
fin de aflojarla tierra sobre la que crece el árbol.
2.3.2. Poda aérea de los árboles a transplantar. Simultáneamente al
regado se recomienda realizar una poda de formación y con el fin de reducir los
daños por exceso de poda.

Figura 2. Áreas recomendadas para podar.


Al reducir el área foliar, se compensa la reducción del sistema radicular, se pierde
menos agua por transpiración y se evita así la deshidratación de las plantas.
2.3.3. Elaboración de zanja - maceta. La siguiente actividad inicia a la
semana de realizar la poda aérea y de aplicar el agua al árbol; dicha técnica de
banqueo o construcción de zanja maceta, consiste en hacer una zanja alrededor del
árbol con el fin de formar un cepellón donde quedarán confinadas las raíces que va
a llevar el árbol a su nuevo sitio. Depende de la especie, su tamaño y el tipo de
suelo. En esta actividad se recomienda que el diámetro de la cepa sea 8 veces el
diámetro del tronco del árbol, medido a 30 cm arriba del cuello de la raíz. La
profundidad se recomienda llegue al tepetate o llegue hasta la profundidad de donde
las raíces laterales dejen de existir; en general se recomienda de 0,75 a 1 metro.
Mientras se elabora la zanja a veces es relevante apoyarse con el humedecimiento
con agua de la zanja. La zanja tendrá 0.30 m de ancho y de 0.75 a 1.00 m de
profundidad, construida a más de 1.00 o menos de 2.50 m.
2.3.4. Poda de raíces gruesas. Mientras se construye la zanja previamente
descrita aparecen raíces difíciles de cortar con la pala; mismas que deben ser
cortadas con serrucho o con motosierra, pero con la precaución de lavar la
superficie de contacto que puede tener aceite. Todo una vez concluida la zanja y
cuando sea necesario continuar con la siguiente actividad.
Estas raíces se identifican según su utilidad. A las raíces principales, se le elimina
la tierra que las rodea y se les hacen pequeños cortes en la corteza, donde se les
aplican hormonas que estimulen el crecimiento de nuevas raíces. Luego se cubren
con tierra enriquecida con materia orgánica y se envuelven por separado con una
hoja de polietileno amarrada en los extremos (se acodan). Una vez que se verifica
la emergencia de raíces en el acodo (seis meses después), se procede a extraer la
planta, poniendo especial cuidado en la protección de los acodos. Al plantar el árbol,
se elimina el polietileno y se le proporcionan los cuidados intensivos para su
recuperación.
2.3.5. Colocación de tela de alambre de pollito alrededor del cepellón
elaborado. Al concluir las actividades de construcción del cepellón y de poda de
raíz se procede a colocar sobre el cepellón la tela de alambre de pollito para
protegerlo de que se desintegre. Los acodos deben quedar dentro de esta maceta.
2.3.6. Colocación de yeso sobre el alambre y el cepellón elaborado. Una
vez colocado el alambre de pollito alrededor del cepellón se elabora una mezcla de
yeso con agua que se coloca sobre el alambre de pollito para construir cuando se
seque una maceta del tamaño del cepellón.
Se debe tener cuidado de que al formar el cepellón, se debe de envolver la parte
superior y lateral del cepellón, se marca la orientación para respetarla en el lugar
donde se colocara (trazaren el tronco el norte).
2.3.7. Tapado de la zanja con arena, aserrín o estopa molida de palma
de coco. Construida la maceta de yeso se procede a tapar la zanja que permitió
realizar la maceta con arena, aserrín o estopa molida de palma de coco, con el fin
de que seis meses después se facilite el excavado de la nueva zanja alrededor de
la maceta.
Aquí recomendamos aplicar al cepellón micorrizas y lluvia en polvo.
2.3.8. Riego mensual durante seis meses. Una vez tapada la maceta con
arena, aserrín o polvillo se procede a regar el árbol por única vez a saturación y
después esta actividad se realiza cada mes o antes según el calor.
Debe saberse que, durante las labores de trasplante, se reduce el sistema radicular,
particularmente la zona de raíces con pelos absorbentes, por lo que se interrumpe
el proceso de absorción de agua y nutrimentos y se produce un estado de estrés en
la planta. Casi siempre se presentan síntomas de marchitamiento, especialmente
de las partes más tiernas del follaje. Con frecuencia se observa un amarillamiento y
caída de hojas; puede presentarse putrefacción de raíz y hasta la muerte de las
plantas.
2.4. Preparación del árbol seleccionado previamente preparado. Seis meses
después de iniciado el preparado del árbol, se deben de realizar con mucho cuidado
siguiendo las actividades que a continuación mencionamos.
2.4.1. Riego ligero. A la maceta con el árbol preparado se le realiza un riego
ligero y último.
2.4.2. Extracción de la arena, aserrín o estopa molida de palma de coco
de la zanja. Se procede a la extracción de la arena, aserrín o estopa molida de
palma de coco de la zanja pre construida anteriormente y tapada con este material.
Este trabajo se realiza con cuidado y procurando quede muy limpio. Serealiza con
pala de cuchara preferentemente.
2.4.3. Elaboración de una zanja – pozo lateral para facilitar la extracción
del árbol. Terminada la construcción de la zanja anterior, paralelamente se
construye un pozo a manera de zanja que permita la inclinación del árbol para poder
realizar la poda de raíz.
2.4.4. Inclinación y poda de la raíz principal del árbol que será
trasplantado. Construida la zanja se inclina con mucho cuidado el árbol hasta lograr
tener al descubierto la raíz principal pivotante y algunas secundarias o adventicias
con el fin de poder realizar en ese momento el transplante.
2.4.5. Extracción, cargado y traslado del árbol preparado. Para realizar
esta actividad es necesario calendarizar la fecha de trasplante con la luna puesto
que está relacionada con el devenir de numerosos procesos que suceden en la
naturaleza.
Cuarto menguante de mayo o junio es la mejor fase para realizar el trasplante para
evitar que la planta o árbol pierda savia, debido a que la savia se concentra en tallos
y ramas.
Una vez conocido el dato de la fecha para realizar el trasplante es necesario
programar un mes antes al personal que se requiere para la extracción de los
árboles y el material que necesitan como lo son palas, picos inclusive si se llegaran
a necesitar maquinaria como pudieran ser grúas para la extracción del árbol y
remolques para trasladarlos al vivero de recuperación.
Para la Extracción se comienza para la estabilización previa del árbol, se sujeta
con eslingas acolchadas especiales para árboles. La eslinga es una cuerda gruesa
para amarrar la planta y que no se maltrate.
Para el Cargado se debe de planear si es posible manualmente, con una
retroexcavadora o maquina trasplantadoras o con maquilas superiores.
Una vez fuera el árbol, se traslada el árbol al lugar definitivo donde el pozo de
plantación debió de haber sido hecho 15 días antes.
2.5. Preparación previa del cepellón donde será colocado el nuevo árbol.
Seleccionado el espacio y definido el sitio de trasplantado, el hoyo debe realizarse
mínimo con 15 días de anticipación para permitir la aeración del suelo y que los
rayos solares ayuden a desinfectar él suelo de posibles agentes patógenos que
puedan afectar el árbol recién trasplantado.
2.5. Riego ligero. En el lugar donde va a ser plantado el árbol, se riega
intensamente a saturación para facilitar la construcción de un pozo donde será
colocado definitivamente el árbol preparado para el transplante.
La escasez de agua es un factor limitante para lograr un trasplante exitoso. Cuando
el contenido de humedad del suelo es apropiado, el sistema radicular se puede
extraer con menos lesiones que cuando el suelo está muy seco. Se debe programar
el trasplante después de un período de lluvias o cuando después se puede realizar
un riego intensivo y pesado (Cruz & Castillo E., 2000).
La pérdida de agua por transpiración puede reducir el contenido de agua de la planta
a un nivel tal que ocasione su muerte antes de que se normalice el funcionamiento
del sistema radicular. Para reducir al mínimo la pérdida de agua por transpiración,
la presión del vapor de agua de la atmósfera se debe mantener casi igual a la del
interior de las hojas. En la mayoría de los casos, es suficiente mantener las plantas
bajo una malla de sombra (70%) con suficiente ventilación para lograr esta meta y
bajo un intenso riego.
Aquí recomendamos aplicar al cepellón micorrizas, lluvia en polvo, fitormonas para
inducir el enraizado, aunque este sea mejor al realizar el preparado del cepellón de
la planta y diseñar un calendario de aplicación de fungicidas preventivos
2.5. Elaboración del pozo de dimensiones superiores al pozo de
extracción (diez cm superiores por dimensión). Se da forma a la base de la cepa
de plantación para facilitar la colocación y la orientación del ejemplar, la cual deberá
coincidir con la que tenía originalmente, sin romper el cepellón ni herir las raíces y
con la ayuda manual que resulte necesaria se coloca el árbol, la superficie de su
cepellón deberá quedar nivelada con el suelo circundante. Posteriormente, se
retirarán las protecciones del cepellón, hecha de alambre con yeso y se procederá
a completar el relleno del hoyo por capas, con una compactación ligera, suficiente
para asegurar que no queden bolsas de aire. El ejemplar se regará abundantemente
asegurando que se empape el cepellón entero y que se eliminen las bolsas de aire.
El árbol trasplantado se fijará en el hoyo de plantación para evitar los movimientos
y las rotaciones que producen roturas de las raíces nuevas, hasta que estas
aseguren la estabilidad del ejemplar en el nuevo lugar.
2.5. Colocación de tierra de mejor calidad que la extraída junto a la cepa
de plantación. Colocada junto a las cepas de plantación se colocara tierra de
migajón o tierra con composta que se aplicará en el fondo a unos diez centímetros
y en los espacios laterales además de sobrantes para elaborar fácilmente el cajete
que permitirá los riegos abundantes.
2.6. Plantación. Se realiza utilizando el mismo material y herramientas utilizadas
en la extracción de las plantas.
2.6.1. Colocado de la planta en el fondo de la cepa de plantación. Se
buscará que el pozo se realice 10 cm más hondo que el tamaño del cepellón donde
re recomienda aplicar micorriza y/o bacterias fijadoras de nitrógeno, gel de agua de
lluvia; colocar con mucho cuidado la planta con todo y cepellón en dicho pozo.
2.6.2. Colocado de la tierra y apisonado final del árbol plantado.
Colocada la planta en el cepellón alrededor del cual se coloca tierra que debe ser
apisonada para destruir las bolsas de aire.
2.6.3. Cajeteado del nuevo árbol. Terminado la actividad anterior se
procede a construir el cajete alrededor del árbol nuevo.
2.7. Protección con cerco del árbol. Se recomienda construir una protección del
árbol para evitar primero que lo muevan mientras se arraiga y después, para
proteger de la depredación por pastoreo. Todo con alambre de púas o mallas
borregueras de alambre o madera.
2.8. Riegos frecuentes hasta lograr la reforestación. Una vez construido el
cajete y el cercado se procede a realizar muchos riegos sin llegar a inundar con el
fin de lograr establecer el nuevo árbol.
2.9. Conclusión. Trasplantar árboles es cambiarlos de emplazamiento y que
sigan desarrollándose con normalidad. En general, los trasplantes se hacen como
parte de un procedimiento jardinero o como un imperativo resultante de la ejecución
de un proyecto de obras de construcción. El trasplante de árboles desde el terreno
original donde se han criado hasta una alineación en una vía urbana es ejemplo de
lo primero y el trasplante de los ejemplares que resultan afectados por la ampliación
de una carretera lo es de lo segundo. Y es propio también de este que los pies a
trasplantar sean árboles ya maduros, y en ocasiones, de gran tamaño.
El trasplante de pies maduros no debe hacerse sin sopesar previamente la
conveniencia de realizarlo, tras analizar los costos y beneficios, los riesgos y las
probabilidades de éxito. Las razones que aconsejan el trasplante pueden derivar de
la necesidad o el capricho de remodelar un espacio, de la revalorización esperada
de este tras la plantación de árboles o de la pretensión de dotarlo de cierto carácter
o singularidad, del deseo de evitar pérdidas en el patrimonio arbóreo, de la
existencia de valores sociales o afectivos relacionados con el arbolado, de la
demanda de la sombra o el valor paisajístico proporcionados por este, e incluso por
lo que podría llamarse el costo político de las impopulares talas, que puede llegar a
ser determinante. En este último caso, el costo económico y el resultado del
trasplante resultan menos importantes que el restar oposición a un determinado
proyecto.
En principio, el trasplante de árboles debería ser la última opción a considerar. Se
debería valorar previamente todos los impedimentos que se producen cuando se
desautoriza un trasplante y así evitar situaciones innecesarias. De este modo, hay
que recordar que en muchos casos se realizan trasplantes de forma indebida por
atender a determinadas pautas emanadas de los poderes públicos. El árbol se
transplanta entonces sin atender a criterios técnicos, tan solo apelando a los
sociales y económicos, sabiendo que se está sentenciando a muerte al ejemplar por
el simple hecho de poder continuar con el proyecto y cumplir lo que dicta la ley, sin
tener en consideración si el transplante es el adecuado o no para la casuística
concreta que rodea a cada situación. Cuando el árbol fallece, nadie parece recordar
que los procedimientos de transplante no fueron los adecuados y que los recursos
disponibles han sido ineficientemente empleados en trasplantar árboles sin futuro.
Aunque es cierto que casi cualquier árbol puede ser trasplantado, también lo es que
la escasa planificación, la carencia de profesionales bien preparados y lo
desmesurados que llegan a ser los costos convierten en irrazonables muchas
operaciones de trasplante.
2.10. Bibliografía.
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para-que-crezcan-mejor/

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