Atlas Caballo Compressed
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La tecnificación de los procesos productivos pecurarios constituye una condición fundamental para
mantener la competitividad y rentabilidad de los establecimientos. En el caso de la lechería para lograr con
continuidad altos índices productivos se debe disponer de una adecuada combinación de recursos
alimenticios. Para ello es necesaria la introducción de las nuevas tecnologías y lograr una adecuada
adaptación al empleo de las mismas por parte de los productores. Una situación inherente a la
intensificación de los sitemas productivos es la aparición de problemas sanitarios que hasta el momento
carecían de importancia. Estos se incluyen dentro del concepto de las llamadas enfermedades de la
producción. Un buen ejemplo es el meteorismo espumoso relacionado con la implantación de praderas
artificiales. En la actualidad, y debido a que solamente con el pastoreo no es posible cubrir los
requerimientos de vacas de alta producción, es necesario recurrir cada vez más a la complementación con
concentrados energéticos. Ello determina la presentación de problemas sanitarios que hasta hace poco
tiempo tenían escasa importancia y que en el presente se observan cada vez con mayor frecuencia. Los
mismos comprenden varias alteraciones asociadas al consumo de cantidades altas de granos y que se
engloban dentro de lo que se conoce como Acidosis. Algunos cuadros de vaca caída, diarrea, deterioro del
estado general, cojeras y baja producción son manifestaciones diferentes de un mismo problema originado
por una disfunción ruminal relacionada con el exceso de aporte de concentrados. En le presente artículo se
abordarán las principales características de la Acidosis de los bovinos, orientando sobre sus causas,
síntomas, diagnóstico y control.
Los herbívoros son las especies de animales superiores que han desarrollado la capacidad de cubrir sus
necesidades alimenticias a partir de las pasturas. La composición química de los vegetales es compleja
pero se pueden considerar a sus elementos distribuidos en dos sitios: contenido y pared celular. El
contenido celular corresponde a los compuestos relacionados con las funciones vitales de la planta, como
ser enzimas, ácidos nucleicos, proteínas, azúcares e hidratos de carbono de reserva (almidón). La pared
celular es aquella que le da estructura al vegetal, y está constituida principalmente por hidratos de carbono
insolubles. Estos hidratos de carbono que componen los tallos están representados por la celulosa,
hemiculelosa y lignina. En las pasturas jóvenes predominan los componentes relacionados con el contenido
celular, pero a medida que pasturas envejecen pasa a predominar la pared celular. La pared vegetal está
conformada por hidratos de carbono de difícil digestión y constituye lo que se designa genéricamente fibra
bruta.
El contenido celular de los vegetales puede ser utilizado en altos porcentajes por casi todas las especies,
pero por el contrario ninguna especie animal es capaz por sí misma de digerir las paredes celulares. Ello se
da solamente cuándo se produce una asociación entre aparato digestivo y bacterias, aportando el animal el
ambiente y los substratos mientras que las bacterias degradan el alimento. En algunos casos, como en los
equinos, esta asociación se da a nivel de sectores posteriores del intestino -ciego- y su eficiencia es
relativamente baja. En los rumiantes (vaca, oveja, cabra) la simbiosis ha llegado a un elevado grado de
perfección y se asienta a nivel del rumen.
La Flora Ruminal.
Dentro del rumen existe una inmensa cantidad de bacterias, cuya cantidad puede alcanzar cifras
impresionantes: mil millones por mililitro de contenido. Estas bacterias poseen roles y funciones muy
específicas y se encuentran conformando un delicado equilibrio. Junto a las bacterias ruminales existen
otros microorganismos muy importantes que son los protozoarios, que forman parte del proceso digestivo
pero que por sí solos no son capaces de degradar la fibra. También intervienen hongos y levaduras, que
bajo circunstancias adversas pueden generar trastornos en el animal.
El equilibrio que se instala entre la micropoblación ruminal y el rumiante representa la situación en que se
aprovecha con la mayor eficiencia el alimento. Este equilibrio se conoce como adaptación y el tiempo que
requiere para establecerse se denomina período de adaptación. Dicho período constituye el lapso en el cuál
se producen modificaciones de las micropoblación, desarrollándose los grupos bacterianos más aptos para
digerir el nuevo tipo de alimento. Como se trata de una etapa en la cuál el animal es altamente sensible a
presentar trastornos digestivos, se recomienda evitar cambios bruscos en la alimentación para favorecer
una buena adaptación. En términos generales el período de adaptación de la flora demora entre 10 y 14
días.
Dentro de los AGV formados en el rumen a partir de la degradación de los hidratos de carbono interesan
fundamentalmente tres: acético, propiónico y butírico. Sus concentraciones relativas dependen del tipo de
alimento que consume el rumiante. El acético es el que predomina en caso de animales alimentados en
base a pasturas (65%), y entre sus muchas funciones es precursor de la grasa de la leche. Sus
concentraciones están en relación directa con la proporción de fibra presente, y se asocia a una
degradación ruminal lenta. Cuando se administran otras fuentes de hidratos de carbono las proporciones
de AGV van a variar en razón de la composición de los mismos. Los granos contienen cantidades
importantes de almidón, el cuál determina un incremento en la proporción de ácido propiónico. La
suplementación con alimentos ricos en azúcares solubles como ser remolacha, melaza o caña de azúcar
trae como consecuencia un aumento relativo en la producción de ácido butírico. En contraposición con la
fibra, el almidón y los azúcares son utilizados también por monogástricos y se incluyen dentro de los
llamados hidratos de carbono de fácil digestión.
La cantidad y el tipo de hidrato de carbono que consumen los animales constituyen dos de los elementos
que determinan el grado de acidez ( pH) del contenido ruminal. La capacidad de rumiantes de mantener el
pH ruminal dentro de los límites de normalidad constituye un factor clave para una eficaz digestión del
alimento. La regulación del pH está relacionada fundamentalmente con tres factores: a) cantidad y
composición de AGV formados en el rumen, b) capacidad de absorción de los AGV a través de las paredes
del rumen, y c) el aporte alcalino que significa la saliva. Los animales alimentados en base a pastura
poseen un pH ruminal mas elevado (6,8 - 7.0) que el observado en dietas ricas en grano (6,0 -6,4).
Causas de la Acidosis
La Acidosis constituye una enfermedad debida a una disfunción ruminal derivada de la ingestión de
cantidades excesivas de hidratos de carbono de fácil digestión. Una amplia gama de cuadros patológicos se
relacionan con esta alteración, aunque en la práctica se emplea el término Acidosis para identificar a la
forma de Acidosis Ruminal Aguda. A esta forma acidosis es la que se referirá el presente artículo, salvo en
el caso de que se especifique lo contrario.
Factores Predisponentes.
Tipo de Alimento. La acidosis está directamente relacionada con la disponibilidad de abundante cantidad de
alimentos ricos en hidratos de carbono de fácil digestión. Es por ello que constituye un problema típico de
los sistemas de producción en confinamiento, y especialmente en ganado de engorde intensivo (feed-lot).
En el Uruguay la afección posee una presentación menos frecuente, debido a que los concentrados son
caros y por ello se emplean como suplementos dentro de un esquema nutricional basado
fundamentalmente en pasturas.
Volumen consumido. Existe gran variación respecto a la cantidad de alimento ingerido y presentación de la
acidosis. En sistemas intensivos con confinamiento permanente los animales acostumbrados pueden llegar
a comer hasta 15 kg. de grano sin presentar signos, mientras que animales solo suplementados desarrollan
el cuadro clínico con 3-4 kgrs. La susceptibilidad varía también según el régimen de suplementación
utilizado, siendo menos frecuente cuándo se administra el concentrado fraccionado en el día o junto a otro
tipo de alimento. La administración individual evita los problemas de exceso de consumo relacionado con
fenómenos de dominancia en animales racionados en forma colectiva.
Factores Determinantes
Composición del Alimento. Todos aquellos alimentos que presenten altas concentraciones de Hidratos de
Carbono. de fácil digestión pueden determinar acidosis. La forma más frecuente es la originada por los
granos de cereales, que son muy ricos en almidón. También producen la alteración alimentos ricos en
azúcares, como ser la remolacha, la caña de azúcar y la melaza. Con menos frecuencia se han observado
acidosis en bovinos alimentados con papas o frutas.
Tipo de Grano. La peligrosidad varía con el tipo de grano y ella se relaciona con su composición química, ya
que ésta determina el grado y rapidez de fermentación ruminal del almidón. En orden decreciente de
peligrosidad se sitúa al trigo, seguido por la cebada, maíz, avena y sorgo. El almidón del trigo es
degradado en el 100% dentro del rumen, mientras que el del sorgo puede ser atacado solo en un 60%. En
el Uruguay, salvo casos ocurridos en épocas en que se disponía de abundante remolacha para la
producción de azúcar, los casos de acidosis se relacionan fundamentalmente con la administración de maíz.
Ello se debe a que es el grano mas utilizado en la suplementación del ganado, aunque posee una
peligrosidad intermedia en relación al trigo o cebada.
Integridad física del grano. Constituye un elemento determinante del grado y velocidad de degradación
ruminal. Resulta evidente que el grano entero es el menos peligroso y que el grano molido es degradado
mas velozmente que el machacado o quebrado. La resistencia del grano entero a la acción digestiva hace
que en cierto porcentaje pueda escapar a la fermentación ruminal, apareciendo luego en las materias
fecales.
Contenido de humedad del grano. El tenor de humedad del grano constituye otro de los factores
relacionados con la velocidad de su degradación. En virtud de que los procesos microbianos se desarrollan
en un medio líquido, el grano húmedo o humedecido artificialmente posee una tasa de fermentación más
rápida que la observada en el seco.. El incremento y la difusión del silo de grano húmedo, en razón de sus
menores costos, significa un factor de riesgo adicional respecto a la acidosis.
Desarrollo de la Enfermedad.
La acidosis aguda es el resultado del disbalance ruminal originado por el ingreso de altas cantidades de
hidratos de carbono de fácil digestión en general y de almidón en particular. La oferta de un substrato
abundante y de rápida degradación determina una marcada proliferación de los organismos que fermentan
el almidón (flora amilolítica), lo que lleva a la producción de grandes cantidades de AGV.
El incremento de las concentraciones intrarruminales de AGV trae como consecuencia directa un
incremento de la acidez de su contenido, es decir una baja del pH. Ella en condiciones normales es
amortiguada por la capacidad de absorción del epitelio ruminal, pasando los AGV al interior del organismo
para ser utilizados en el metabolismo del animal. La capacidad de absorción del epitelio del rumen se
relaciona con su grado de desarrollo y determina que los animales acostumbrados a dietas ricas en granos
posean una capacidad de absorción muy superior a la que poseen animales que consumen pasturas. El
período de adaptación del epitelio es mucho mayor que el antes mencionado para la flora, y se completa en
alrededor de cuarenta días.
Otro factor que favorece el descenso del pH del rumen es el déficit relativo de saliva, debido a que la
carencia de fibra en el alimento determina escasa insalivación. La disminución del pH debe ser considerada
normal en animales alimentados con granos, siempre y cuándo no se traspase la frontera de la normalidad.
Cuando el pH ruminal se aproxima a 5,0 comienza la acción de los Lactobacilos, - bacterias productoras de
ácido láctico -, que es un compuesto derivado del metabolismo intermediario de los Hidratos de Carbono y
que en condiciones normales se encuentra en muy pequeñas cantidades. Este ácido es mas fuerte que los
AGV y es en definitiva el mayor responsable de las alteraciones que se observan en los casos de acidosis
ruminal aguda. El mantenimiento de la caída del pH determina por un lado la muerte de grandes sectores
de la flora ruminal, que no se encuentra adaptada para sobrevivir frente a estas condiciones. Ello agrava la
disfunción ruminal por un lado y por otro aporta al medio endotoxinas y restos celulares que pueden ser
absorbidos hacia el organismo. La acción directa del ácido sobre el epitelio ruminal determina una
inflamación del mismo y, en casos extremos, la destrucción de grandes áreas del mismo. Finalmente, el
acúmulo de ácido láctico determina un importante incremento en la presión osmótica, debiendo pasar agua
desde el organismo hacia el rumen a los efectos de normalizarla.
Todos estos complejos mecanismos intrarruminales que se producen en la acidosis tienen muy graves
repercusiones sobre la condición general de los animales afectados. Los principales cambios radican en el
efecto de la absorción de grandes cantidades de ácido láctico desde el rumen, lo que determina la llamada
Acidosis Metabólica, situación sumamente grave para la vida. A ello se le suman los trastornos derivados
del pasaje de agua hacia el rumen, dando la paradoja de que los individuos se encuentran deshidratados
pero con el rumen colmado de agua.
Manifestaciones Clínicas.
Las manifestaciones clínicas dependen del tipo de acidosis presente, siendo la forma más típica aquella
identificada como Acidosis Ruminal Aguda. Estos casos se instalan rápidamente, y los animales afectados
evidencian síntomas ya a las 2-4 hs luego de la ingestión del grano. Los animales afectados se niegan a
comer y evidencian una depresión creciente, y muchas veces evidencian diarrea de color claro que puede
llegar a contener algo de sangre. Es típico el "hundimiento de los ojos", que constituye uno de los signos
asociados con grave deshidratación presente. Rápidamente los animales caen, se niegan a parar y mueren.
En otras circunstancias las alteraciones son de tipo crónico y se caracterizan por un estado general que no
está acorde con el tipo y calidad del alimento. Los animales están flacos, de mal aspecto, pelo opaco, y su
producción muy por debajo de la esperada. Estos casos se relacionan con alteraciones de la capacidad de
absorción del epitelio ruminal (hiperqueratosis del rumen). Un síntoma precoz de la acidosis crónica es el
descenso del tenor graso de la leche, relacionado con el déficit de producción de ácido acético por
alteración de la flora celulolítica.
Diagnóstico de la Acidosis.
Un aspecto trascendente a destacar es que no existe una relación directa entre el consumo de grano y la
intensidad de la acidosis, aún en situaciones de consumo estable de alimento. Esto es debido a las grandes
variaciones individuales de susceptibilidad y a la influencia de numerosos factores animales y ambientales.
Por tal motivo es recomendable tomar en consideración la importancia de desarrollar sistemas de
diagnóstico y monitoreo preventivo a los efectos de la detección del problema. En razón de que la acidosis
es una enfermedad que se inicia y radica a nivel ruminal, es evidente que el examen del contenido de dicho
órgano represente la forma más confiable de evaluación diagnóstica. Para ello es conveniente tomar
muestras periódicas y de un número significativo de animales y realizar las pruebas diagnósticas
correspondientes.
La toma de muestras del contenido ruminal es un procedimiento sencillo y puede ser realizado
fundamentalmente de dos formas: el sondaje y la punción. El empleo de sondas protegidas por cubiertas
metálicas y de introducción por vía oral es el método tradicional de obtener muestras del rumen. Mediante
el mismo se pueden obtener con facilidad volúmenes importantes de líquido sin crear ningún trastorno para
el animal. Sin embargo el sondaje tiene algunos inconvenientes, como ser la frecuencia de alta
contaminación salival con el consiguiente error en la determinación del verdadero pH del rumen. La
punción ruminal, llamada ruminocentesis, es una técnica sencilla que consiste en tomar muestras a través
de las paredes del rumen mediante aguja y jeringa. La técnica es simple, no suele ofrecer complicaciones y
está exenta del efecto de la saliva, pero tiene la limitante del escaso volumen que suele extraerse.
Sea por sondaje o por punción, existen una serie de pruebas de campo que permiten al veterinario evaluar
las características del líquido ruminal. A los efectos de este artículo solo se mencionarán tres de las
pruebas más utilizadas.
Determinación del pH. Se realiza fácilmente en el campo mediante el empleo de tiras reactivas de bajo
costo, que permiten una aceptable seguridad mediante la lectura en base a modificaciones de color y
comparación con una escala.
Sedimentación y floración. Es una técnica que consiste en dejar reposar el contenido del rumen en un tubo
y medir el tiempo que transcurre para que el material fino se deposite y el grosero suba a la superficie.
Reducción de Azul de Metileno. Con la finalidad de evaluar la capacidad de la flora se adiciona al líquido
ruminal una solución de azul de metileno que cambia del color azul a incolora por acción reductora de las
bacterias. El tiempo que transcurre en desaparecer el color azul es el indicador utilizado para la evaluación.
Veamos un ejemplo práctico, con los resultados obtenidos en dos lotes de cincuenta vacas, uno en ordeñe
con alta suplementación energética y otro seco que solo recibió pastura. (Cuadro 1). Los valores
expresados son claros e indican el efecto del alimento sobre los tres métodos de diagnóstico utilizados. En
el lote en ordeñe el 35% evidenció pH ruminal por debajo de 6.0, lo que solo aconteció en el 2% de las
secas. La actividad de reducción y sedimentación fue también significativamente menor en las
suplementadas, lo que indica una flora ruminal mucho mas activa y con alto riesgo de acidosis.
Suplementadas
Líquido Ruminal
ph promedio 5,90 +/-0,48 6,67 +/- 0,46
% con pH normal (6,0 a 7,0) 64% 98%
% con pH anormal (- 6,0) 36% 2%
Reducción Azul Metileno (min) 4,5 +/- 2,3 8,1 +/- 3,2
Sedimentación-Flotación (min) 5,0 +/- 1,3 6,4 +/- 2,2
Orina
pH promedio 7,21 +/- 0,44 8,03 +/- 0,36
pH disminuído (- 7,6) 40% 2%
pH aumentado (+ 8,4) 0% 4%
Las repercusiones de la acidosis fuera del rumen también pueden ser evaluadas dentro de un sistema de
diagnóstico. Una de las posibilidades es la estimación de la acidosis metabólica a partir del pH de la orina y,
eventualmente, de las materias fecales. El pH de la orina constituye un buen indicador del balance del
organismo y es sumamente fácil de determinar. Como se observa en el cuadro anterior posee una
interesante relación con los hallazgos a nivel de rumen. Respecto al pH de las materias fecales no existe
una relación tan directa, pero valores netamente alcalinos (7,8-8,2) permiten en principio descartar
problemas de acidosis.
En casos de duda es necesario realizar la confirmación mediante técnicas mas sofisticadas de laboratorio,
incluyendo el procesamiento de materiales provenientes de la necropsia de animales que puedan haber
muerto con sospecha de la enfermedad. Existen situaciones de cuadros de vaca caída, por ejemplo, que en
virtud de su presentación inespecífica enmascaran problemas hepáticos, nerviosis o metabólicos originados
por acidosis.
Por tal motivo es fundamental en establecimientos con antecedentes de acidosis o problemas sanitarios de
origen incierto sean evaluados por especialistas a los efectos de establecer el impacto real del trastorno.
Lamentablemente existe muy escasa información nacional respecto a la interpretación de los parámetros
ruminales y de orina con relación al tipo de alimentación y manejo bajo nuestras propias condiciones.
Como no siempre es posible extrapolar experiencias extranjeras al respecto, se están procurando concretar
iniciativas de investigación multidisciplinarias tendientes a lograr un sistema eficiente de monitoreo y
diagnóstico precoz de acidosis.
Control de la Acidosis
El control de la acidosis puede ser realizado mediante el empleo de diferentes alternativas, cuya aplicación
deberá estar fundada en el estudio de costos y la factibilidad de implementación que posee cada
establecimiento. Por tanto no existe una única medida ni una receta universal, sino una serie de normas
que deben adaptarse a cada realidad en particular. En un país como el Uruguay, en que los concentrados
son un complemento y no la base de la alimentación de los animales en la gran mayoría de las
circunstancias, las medidas de prevención suelen ser simples y ofrecer buenos resultados.
El factor básico es el relacionado con el hombre, para crear conciencia del problema y evitar su
presentación por negligencia, omisión o desconocimiento. Es evidente que la gran recomendación es la
referida a minimizar errores en el manejo nutricional de los animales. En tal sentido se debe evitar
administrar concentrados a animales que estén con hambre, debiendo saciar primero el apetito con fardo o
Muchas otras medidas complementarias han sido sugeridas, las que serán brevemente analizadas tomando
en cuenta que provienen de sistemas de feed-lot y por tanto aplicables especialmente a dichos sistemas.
Adición de buffers a la ración. A los efectos de neutralizar la caída ruminal del pH se ha utilizado la
administración de compuestos buffer junto a la ración. Los mas difundidos han sido el bicarbonato del sodio
y el carbonato de calcio, en concentraciones de hasta 5%. El uso de éstos compuestos no está exento de
inconvenientes como ser la disminución de la palatabilidad, presencia de diarrea y problemas de litiasis.
Modificación de la Flora Ruminal. Numerosos compuestos han sido utilizados para controlar o modificar la
composición y actividad de la flora ruminal como elemento de prevención de la acidosis y también de sus
complicaciones hepáticas. El empleo de antibióticos tradicionales se ha visto desplazado por la aparición de
residuos y riesgos de salud pública. Otros antibióticos, del grupo de los ionóforos como es el caso de la
monezina -disponible en Uruguay para el control del meteorismo -, han demostrado utilidad en reducir la
gravedad de la acidosis. Su acción está basada en modificar la actividad bacteriana y los metabolitos
finales (modulación). Efectos similares han sido logrados mediante la administración de levaduras.
Conclusiones