TestigoyVctima TrabajoFinal BondoniMara
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Facultad de Psicología
“Téstigo y víctima : El lugar del testimonio en los procesos de los crímenes por lesa
humanidad”
Coordinador : Carlos Gutierrez.
El 7 de mayo de 2012 comenzó en Trelew el juicio por este hecho del cual fueron
víctimas : Rubén Pedro Bonet, Clarisa Rosa Lea Place, Ana María Villarreal de
Santucho, Eduardo Adolfo Capello, Carlos del Rey, José Mena, Jorge Alejandro Ulla,
Miguel Angel Volpi, Mario Emilio Delfino, Miguel Ángel Polti, Humberto Toschi. Susana
Graciela Lesgart, Mariano Pujadas, María Angélica Sabelli, Carlos Heriberto Astudillo,
Alfredo Elías Kohon.
Todos ellos fueron fusilados, agregando que quienes sobrevivieron a esta masacre fueron
desaparecidos años más tarde por la Dictadura Militar que tomó el poder en 1976.
Es importante señalar que la posibilidad de juzgar lo que había sucedido hace 40 años ,
se sostenía en que los crímenes imputados en esta causa, se consideran crímenes de
lesa humanidad es decir, que no prescriben, no vencen en el tiempo.
Los imputados de esta causa , llamados también “los fusiladores” por los familiares de
las víctimas fueron :Luis Emilio Sosa, ex capitán de corbeta; Carlos Marandino, ex cabo
primero; Emilio del Real, ex capitán; Rubén Paccagnini, ex capitán de navío, quien era
jefe de la Base Almirante Zar y Jorge Enrique Bautista, ex capitán, quien fue el encargado
de realizar el sumario con la versión oficial de los hechos y está imputado por
encubrimiento.
También fueron imputados Horacio Mayorga, entonces responsable militar de la Base
Naval Almirante Zar quien fue apartado del juicio y el ex teniente de fragata, Roberto
Guillermo Bravo que no fue juzgado, ya que es ciudadano estadounidense luego de
trabajar para la CIA y ese país negó su extradición
Fueron testigos de este juicio : Familiares de las víctimas, periodistas que fueron ese
día a cubrir la fuga, miembros del ejército que se sublevaron al conocer lo que había
sucedido, historiadores e investigadores del Conicet, la directora del documental de
“Trelew” Mariana Arruti, diferentes actores de la sociedad cívil de Rawson que había
decidido acompañar a los presos políticos que allí estaban, Miguel Marileo quien vendió
a los hombres del ejército 16 ataúdes el día de la masacre, abogados que formaban parte
de la defensa de los presos políticos, compañeros de celda o bien de cárcel de las
víctimas, así como también fueron incorporadas como pruebas las voces en audio de 3
de los sobrevivientes de la masacre que fueron luego desaparecidos.
El acto de testimoniar
Para poder pensar sobre el acto de declarar, la posibilidad de testimoniar y el lugar del
testigo en los crímenes de lesa humanidad, partiré de la declaración de Hernán Diego
Bonet, hijo de Rubén Bonet una de las víctimas de la masacre.
Esta declaración fue hecha en videoconferencia ya que Hernán Bonet vive en Francia,
luego de tener que exiliarse en ese país en 1977 junto con su madre y su hermana.
Durante todo el testimonio, hay algo que atraviesa el relato y es , la irrupción de lo infantil.
Esto no es fortuito, Hernán tenía 5 años cuando su padre fue asesinado, y se escucha
que para poder decir de esa muerte el debe volver allí, donde fue niño.
Cuenta, por ejemplo, cómo fue el momento en que se entera que su padre ha muerto .
Su madre Alicia Bonet, les cuenta a él y a su hermana, que “no tenían más papá” que
ella le había llevado unas curitas para sanarlo, pero “las curitas no habían podido
curarlo”. Luego la familia parte a Pergamino al velorio : - “Recuerdo que fue un momento
de mucha tensión pudimos dejar unos dibujitos que habíamos hecho sobre el cajón, y
hacíamos preguntas de niños que querían entender lo que había pasado, cómo se hace
para respirar un cajón, o si le iban a hacer una estatua como a San Martín porque el
luchaba por la libertad de los argentinos, o por qué habían matado a papá si eran tan
bueno “1
1
Declaración de Hernán Bonet en el Juicio por los hechos sucedidos el 22 de agosto de 1972.
http://www.dailymotion.com/video/xrfhl7_francia-rawson-testimonio-de-hernan-bonet-en-el-juicio-por-la-masacre-
Habla también de los años posteriores a la Masacre, y cuenta como su familia tuvo que
vivir en la clandestinidad , remarcando que no podían usar su apellido, debiendo exiliarse
en 1977 : “Me acuerdo bien también porque un día de julio del 77, cuando yo tenía 10
años le iba a contar a mi maestra que nos íbamos al interior , no recuerdo si de
vacaciones o si nos mudábamos, pero le explique nos íbamos al interior, y al otro día nos
fugamos de la Argentina, por que no se podía, no podíamos vivir, no podíamos
quedarnos más en Argentina. Para no morir” 2
Finalmente, antes de la culminación de su declaración , el tribunal lo invita a manifestar lo
que desee y es aquí donde ese niño se hace absolutamente presente : “Preparando mi
declaración yo estaba muy cociente de que lo que iba a leer, es una declaración que no
es una declaración probatoria,(...) pero para mí era muy importante poder hacerla para
mostrar que mismo, si vivimos todo eso, si yo viví todo eso, en la clandestinidad, en el
exilio, refugiado, todos esos acontecimientos forman parte de mi vida ahora, y mi vida la
seguí haciendo junto a mi familia, tengo 3 hijos que ya son grandes y sigo andando
adelante con lo que la vida me da de vivir. Pero quiero decir que de la misma manera que
viví muy consciente, siendo el mayor de la familia, lo que estaba pasando, mismo si tenía
5, 6 , 7 años. De la misma manera el nene que tenía 5 años y al que le mataron el
papá, el sigue estando presente y es por eso que luchamos , que no vamos a
abandonar y que pedimos justicia”3
Hernán dice aquí que su testimonio no vale en términos probatorios, pero que para él era
muy importante poder hacerlo, porque hay un niño que está presente y sigue reclamando
justicia.
En este sentido la frase de Primo Levi “El auténtico testigo no puede testimoniar y el
testimonio emana de aquel que no dice ser el verdadero testigo”4 se abre paso. El testigo
no es ese Hernán que habla allí, que hoy tiene una familia y vive en Francia, sino que el
verdadero testigo es ese niño de 5 años, que “ha visto la Gorgona”, ha visto aquello que
es imposible de ser visto para un niño, la muerte real de su padre, en pleno desarrollo de
su subjetividad, con lo que esa figura representa para un niño de 5 años que además se
encuentra en pleno despliegue Edípico. Hay algo allí del orden de lo imposible y por lo
tanto indecible . Por ello Hernán toma la palabra, no sólo por su padre, sino por ese niño
que no puede hablar.
de-trelew_news
2
Op.cit
3
Op. Cit.
4
Levi, P: Los hundidos y los salvados, Barcelona, Muchnik, 2000, pág 55
Así con sus recuerdos, que él dice son algunos directos y otros que le han contado, y
junto con cartas que sus padres le dedican a ese niño, Hernan Bonet reconstruye,
recubre lo imposible de decir, lo real y aloja la palabra de ese testigo niño dándole voz .
“El alojamiento de la palabra del testigo es decisivo para el testimonio. Este alojamiento
requiere de la aceptación del modo de recordar en los humanos, invariablemente
5
marcado por la deformación, conformando siempre un recuerdo encubridor“
Lo que se ve aquí entonces es un modo de hacer con ese real, es decir separar a ese
niño que ha visto la Gorgona, y seguir adelante hasta poder darle voz, pero corriéndolo
del ser mismo del Sujeto . Hernán habla como si ese niño fuese un otro, y este el modo
que ha encontrado de poder hacer con sus marcas.
Su testimonio, no es el del hombre que vive en Francia y tiene 3 hijos, sino que es el
testimonio de ese niño que ahora puede hacer con sus marcas, no solo porque ha
crecido, sino porque hay otro que lo aloja.
Pero a su vez hay que tener en cuenta lo reparador que es para ese sujeto, poder
ponerle palabras a ese niño que no las tenía , es decir que ese real haga lazo y es en
este sentido que los juicios por los crímenes de lesa humanidad abren a la posibilidad de
elaborar un trauma. Como señala Gervasio Noailles : “ Al otorgarle un lugar a un
sobreviviente para que dé testimonio se le permite que construya una experiencia propia
a partir de los horrores del pasado” 6. Si bien los juicios pueden ser retraumatizantes, o
revictimizantes no parece ser este el caso, y justamente porque el interés del sujeto no
esta puesto en lo probatorio, sino en la posibilidad de decir por alguien que ha
permanecido mudo por años. Hay algo aquí en la posibilidad de decir , que ya resulta
reparatorio.
Se puede decir que no existe modo de la justicia restituya a ese niño , el padre que le han
asesinado, en cuanto que no existe acto jurídico que restituya lo que se ha perdido, pero
sí aparece la palabra como modo de alojar ese real traumático. Hernán pequeño y
grande, encuentra en ese espacio , algo que hacer y decir con la palabra de sus padres,
y así hace experiencia, y así hace testimonio como un modo, entre otros, de decir de
aquel trauma.
5
Gutierrez C, Noailles G , Destinos del testimonio: víctima, autor, silencio”, Buenos Aires, Letra viva, 2014,
pág 23.
6
Gutierrez C, Noailles G , Destinos del testimonio: víctima, autor, silencio”, Buenos Aires, Letra viva, 2014,
pág 31.
Como señalan Fariña y Gutierrez , no hay un modo de poder decir sobre el horror . “Si
hay allí un saber, es innombrable, intransmisible” (…) “No se trata de reconstruir desde
las ruinas y el fuego sino (…) de vestir ese vació con el velo de un recuerdo encubridor” 7
Por otro lado, resulta importante señalar que este testimonio , junto a todos los que
construyeron el juicio de la masacre de Trelew, tienen además de un valor subjetivo que
deberá ser analizado caso a caso, un valor histórico fundamental. La masacre de Trelew,
el juicio y la sentencia, dicen por primera vez que el terrorismo de Estado junto con la
desaparición y asesinato forzado y sistemático de personas , no comenzó el 24 de marzo
de 1976 sino muchos años antes.
“Una sentencia- ya sea condenatoria o absolutoria- es un documento oficial que permite
construír una versión de la historia. A partir de esta premisa se puede plantear que los
juicios tienen una función historiadora, ya que las sentencias de que ellos deriven
inscriben en la memoria oficial de la historia argentina los crímenes de lesa humanidad” 8
Bibliografía :
Gutierrez C, Noailles G , Destinos del testimonio: víctima, autor, silencio”, Buenos Aires,
Letra viva, 2014
Fariña J, Gutierrez C “Veinte años son nada”, Buenos Aires, Causas y Azares nº3.