Arteterapia Aplicada A Niños Con Autismo
Arteterapia Aplicada A Niños Con Autismo
Arteterapia Aplicada A Niños Con Autismo
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Arteterapia aplicada a
niños con autismo
Septiembre, 2018
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Índice
1. Resumen…………………………………………………………………………………….3
2. Introducción………………………………………………………………………………..4
4. Método………………………………………………………………………………………8
6. Conclusiones………………………………………………………………………………22
7. Referencias bibliográficas………………………………………………………………..23
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1.RESUMEN
Este trabajo muestra una revisión bibliográfica acerca de un tratamiento psicoterapéutico de-
nominado Arteterapia, y cuál es su efectividad en una población determinada, que es aquella
compuesta por niños con Trastornos del Especto Autista. Primero explicaré a qué pretendo
dar respuesta realizando esta revisión y por qué he elegido este tema. Seguidamente se co-
mentará el método empleado para la realización de la revisión, para después desarrollar el
tema, definir autismo, arteterapia y narrar algunos estudios al respecto. Por último, habrá una
aportación personal que incluye unas conclusiones propias con respecto a los resultados de los
estudios mencionados.
Palabras clave: arteterapia, niños, autismo, aplicaciones.
ABSTRACT
This work shows a bibliographic review of about a psychotherapeutic treatment called Art
Therapy, and what is its effect on a specific population, which is composed of children with
Autistic Disorders. First, I will explain what I intend to give an answer with this revision, and
why I chose this topic. Next, the method used to carry out the review will be discussed, to
later develop the topic, define autism, Art Therapy and narrate some studies about it. Finally,
there will be a personal contribution that includes some own conclusions about the results of
the cited studies.
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2.INTRODUCCIÓN
En España, se estima que entre 60 y 70 personas de cada 10.000, presentan alguna
forma de Trastorno del Espectro Autista (TEA) segúnFortea, Escandell y Castro (2013). Afec-
ta a 1 de cada 150 niños nacidos, con mayor probabilidad (cuatro veces más probable) de que
se dé en varones. En un principio, se consideraba que el autismo eran síntomas de fantasías
peculiares en pacientes con esquizofrenia (Bleuer, 1912). También se utilizaron los términos
“autismo” y “autista” para describir las alucinaciones o pensamientos ilógicos de pacientes de
psiquiatría (Wells, 1919). Años más tarde, Kanner (1943) publicó una serie de casos estudia-
dos en niños que presentaban lo que él llamaba “autismo infantil temprano”, niños que pre-
sentaban dificultades de comunicación, déficit sensorial, dificultades para comer, impedimen-
tos en las relaciones sociales, y un “deseo ansioso y obsesivo por el mantenimiento de la
igualdad” (concepto conocido como “sameness”). Mucho después, en 1980, el autismo fue
añadido al DSM-III (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).
De acuerdo con la “teoría de la mente”, que consiste en comprender las emociones,
conductas y sentimientos de los demás, es decir, ponerse en el lugar del otro, como la definen
Begeer et al.(2015) en su artículo “Effects and Moderators of a Short Theory of MindInter-
ventionforChildrenwithAutismSpectrumDisorder: A RandomizedControlled Trial”; los indi-
viduos que sufren autismo son incapaces de conectar emociones y pensamientos empáticos
con los de otras personas. Por eso los niños autistas no se comportan acordes a su edad y son
incapaces de responder con reciprocidad en las interacciones sociales y para participar en jue-
gos de cooperación. El autismo varía según su severidad, es decir, según la profundidad de
afectación de diferentes rasgos, aunque esto no lo simplifica en una mera suma de síntomas,
sino que se basa, más bien, en un “funcionamiento subjetivo general”, como explica Tend-
larz(2012).Por eso el cuadro clínico puede cambiar de un individuo a otro, y puede cambiar
en un mismo individuo a lo largo de su desarrollo, ya que hay factores que pueden modificar-
lo, como la educación que reciba el niño, la capacidad intelectual que posea, o su propio tem-
peramento. Estos factores pueden hacer que su situación evolucione de diferentes formas,
cambiando a su vez su cuadro clínico. Estos niños suelen presentar también alteraciones, que
nos hablan de la evidencia del trastorno, antes de los tres años de edad, incluso antes del año y
medio de edad. Estas alteraciones o manifestaciones se recogen en un amplio abanico, por lo
que pueden variar considerablemente de un caso a otro. Presentan síntomas observables, co-
mo pueden serlo una interacción social inapropiada, habilidades sociales y comunicativas
inexistentes o pobres y repetitivas, o comportamientos e intereses estereotipados. A menudo,
estos niños son descritos como frígidos, torpes, emocionalmente planos, socialmente incons-
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cientes, absortos en ellos mismos, carentes de empatía, dados a mostrar comportamientos so-
ciales inapropiados, insensibles e inconscientes de lo que es apropiado o inapropiado expre-
sar.
Una interesante disciplina desde la que trabajar con el autismo y que nos puede ayudar
a comprender a las personas con este trastorno, quizás de una manera más efectiva que ningu-
na otra disciplina, es el arteterapia. Esta disciplina, en Europa, comenzó en el Reino Unido. Adrian
Hill, interno en un hospital, decidió ponerse a pintar, como forma de matar el tiempo en sus largos y
aburridos días. Fue entonces cuando empezó a notar los beneficios que esta actividad le estaba apor-
tando en su recuperación. Fue su propio médico quien le pidió que animase a los otros pacientes a
realizar dicha actividad, es decir, el propio paciente fue quien expresó los positivos resultados de esta
práctica y la recomendó a otros, convirtiéndose así en el padre del arteterapia (Martínez, 2006).
Comenzaron a formarse sociedades para impulsar este tipo de terapia y hacerla conocida, co-
mo la Sociedad Internacional de Psicopatología de la Expresión en 1959, la Asociación Británica de
Arte-Terapeutas (BAAT) en 1964, la American Art TherapyAssociation (AATA) en 1969, y también
revistas como el American Journal of Art Therapy en 1961.
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3.OBJETIVOS, JUSTIFICACIÓN Y RELEVANCIA DEL TEMA
3.1.Objetivos
El propósito de esta revisión es comprobar los resultados obtenidos en aquellos casos
en los que se ha decidido aplicar el método del arteterapia para niños con Trastorno del Es-
pectro Autista y, si los resultados son favorables, cuán favorables son. Sería interesante y útil
conocer qué aspectos de la vida de estas personas pueden mejorar mediante el arteterapia, en
qué dirección evoluciona su cuadro clínico y a qué velocidad lo hace.
El fin último de este estudio es demostrar que asuntos tan lejanos como un trastorno
generalizado del desarrollo y el arte, pueden tener un sentido distinto si los unimos, un senti-
do creado a partir de su simbiosis, que ambos independientemente no podrían lograr. En esta
unión simbiótica, tanto las personas con trastorno como el arte consiguen beneficiarse y cre-
cer. Y este sentido alcanzado tendría el nombre de arteterapia.
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emocional de los niños, criados a través de estímulos de expresión creativa espontánea motiva
el mismo aprendizaje, y que debe tomar prioridad ante el acercamiento intelectual tradicional
de la enseñanza en un plan regularizado de estudios» (Frank in Detre et al., 1983, p.
113).Además, se convenció de que «la expresión de arte espontánea también era básica al
tratamiento de la psicoterapia» (Naumburg, 1966, p. 30).
TreatingAutism, ESPA Research, AutismTreatment Plus (2014),manual elaborado pa-
ra Autismresearchinstitute, revela que el autismo presenta una alta comorbilidad con TDA
(Trastorno por déficit de atención), descoordinación motora, disfunción sensorial, depresión y
ansiedad; para lo que las actividades artísticas (como pintar) resultan realmente favorecedo-
ras, puesto que les ayudan a enfocar una actividad que les mantendrá concentrados a la vez
que entretenidos, mientras liberan emociones y sentimientos que, de otra manera, no expresa-
rían. Es decir, permite un acercamiento a ellos y a su interior.
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4.MÉTODO
Antes de nada, elegí mi tema para el Trabajo de Fin de Grado por interés propio, com-
binando algo que me gusta, como es el arte, con aquello que estudio por vocación, como es la
Psicología. De modo que, además de dedicarle tiempo con mayor facilidad, he ampliado mis
conocimientos sobre ambos aspectos.
Para desarrollar este trabajo, ha sido necesario basarse en el método deductivo, puesto
que se ha partido de una premisa general para llegar a algo concreto o particular. Realicé una
amplia búsqueda de fuentes bibliográficas relacionadas con ambos temas. Este método me ha
permitido obtener información acerca del autismo (desde su definición hasta las formas de
intervención actuales para las personas con este trastorno), acerca del arteterapia (desde su
definición hasta sus aplicaciones) y de la aplicación del arteterapia en personas con autismo,
concretamente en niños.
A continuación, presento un cuadro-resumen que expresa el proceso que he seguido,
desde el planteamiento del tema hasta las conclusiones a las que llego.
Búsqueda de
Planteamiento Formulación de
fuentes
del tema hipótesis
bibliográficas
Conclusiones
obtenidas
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Comenzaré por desarrollar la historia: el origen del TEA, así como una serie de acon-
tecimientos históricos sobre este. De esta manera, podremos ver el diferente trato que se les
ha dado a las personas con dicho trastorno a lo largo de los años hasta llegar a la actualidad, la
larga vida del trastorno, viendo que no ha surgido fruto de estudios actuales sino que cuenta
con un largo pasado, y los cambios sociales con respecto al autismo, es decir, el cambio de
concepto de autismo y las diferentes técnicas e intervenciones usadas para ayudar a estas per-
sonas.
Seguidamente, desarrollaré el origen del arteterapia, para así conocer por qué surgió
esta terapia, su recorrido en la historia y sus diferentes aplicaciones.
El siguiente paso será mostrar cómo arteterapia y autismo funcionan juntos, es decir,
los beneficios de esta terapia en dicho trastorno. Para ello, recurriré a los resultados de inves-
tigaciones que han estudiado dicho funcionamiento, evidenciando los beneficios obtenidos
gracias él.
El cierre de esta revisión bibliográfica será mi conclusión derivada de la lectura analí-
tica y personal de los diferentes artículos encontrados, y de la evidencia de sus resultados.
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5.DESARROLLO DEL TEMA
5.1.Autismo
El anteriormente citadoBleuer fue el primer autor que utilizó el término “autismo”.
Según él, el autismo está caracterizado por “el repliegue de la vida mental del sujeto sobre sí
mismo, llegándose a la constitución de un mundo cerrado separado de la realidad exterior y a
la dificultad extrema o la imposibilidad de comunicarse con los demás que de allí resulta.” El
autismo da predominancia a la vida interior. Tanto Bleuer como otros autores contemporá-
neos a él (por ejemplo, EugèneMinkowski) consideraban al autismo como síntoma de otros
trastornos, concretamente Bleuer lo consideraba síntoma de demencia precoz, y EugèneMin-
kowski (1885-1972) como síntoma de esquizofrenia. Y también, ambos coincidían en que
dichos trastornos comenzaban después de la adolescencia, de modo que el autismo fue ubica-
do por primera vez en el CIE-5 dentro de las psicosis esquizofrénicas del adulto.
No fue hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, según Garrabé de Lara (2012),
que se realizaran una serie de contribuciones en el estudio de la psicopatología infantil, a las
cuales sus autores etiquetaron como patología del autismo:
o La primera de estas contribuciones fue la de LéoKanner (1894-1981), autor que
mencioné en el apartado de Introducción,quien publicó unos estudios realizados a
niños que presentaban “autismo infantil temprano”. Estos niños presentaban y
compartían una serie de características consideradas actualmente como síntomas
de autismo. Además, este autor aportó el concepto “sameness”, referido a un com-
portamiento obsesivo por el mantenimiento de la igualdad o inmovilidad del com-
portamiento. También aportó el concepto “someness”, referido a la soledad.
o La segunda de las contribuciones fue la de Hans Asperger (1906-1980). La
obra de este autor austríaco fue conocida mucho más tarde porque, cuando la pu-
blicó, su país (Austria) seguía sometido por el régimen nazi, hecho que retrasó
considerablemente su divulgación. Aunque también utilizó el término “autismo”,
el cuadro clínico que describió fue muy distinto al descrito por Kanner para el “au-
tismo infantil precoz”. Para Asperger, síntomas como el “sameness”, el hecho de
que sea un trastorno infantil o el retraso del desarrollo cognitivo o de la adquisi-
ción del lenguaje; no estaban incluidos en su cuadro clínico. Sin embargo sí lo es-
taba la ocasional presencia de episodios psicóticos en la adolescencia. Asperger
jugó un papel fundamental protegiendo a las personas con estas afecciones, ya que
el régimen nazi imponía la eutanasia a los “retrasados mentales” y esquizofrénicos.
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Ambos autores coincidieron en que sus dos síndromes descritos eran completamente
distintos, aunque ambos incluidos dentro de la misma categoría diagnóstica: la psicopatología
autística. Tanto en el CIE-10 como en el DSM-IV, los encontramos clasificados dentro de la
misma categoría.
En el CIE-10 (Décima Revisión de la Clasificación Estadística Internacional de En-
fermedades y otros Problemas de Salud) (1992), encontramos esta tabla dentro de Trastornos
Generalizados del Desarrollo:
Tabla de contenidos
F84.0 Autismo infantil
F84.1 Autismo atípico
F84.10 Atipicidad en la edad de comienzo
F84.11 Atipicidad sintomática
F84.12 Atipicidad tanto en edad de comienzo como sintomática
F84.2 Síndrome de Rett
F84.3 Otro trastorno desintegrativo de la infancia
F84.4 Trastorno hipercinético con retraso mental y movimientos estereotipados
F84.5 Síndrome de Asperger
F84.8 Otros trastornos generalizados del desarrollo
F84.9 Trastorno generalizado del desarrollo sin especificación
F88 Otros trastornos del desarrollo psicológico
F89 Trastorno del desarrollo psicológico, no especificado
Tabla de contenidos
F84.0 Trastorno Autista
F84.2 Trastorno de Rett
F84.3 Trastorno desintegrativo infantil
F84.5 Trastorno de Asperger
Descripción del trastorno de Asperger traducida del DSM-IV-TR por Ra-
fael Funes
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Características diagnósticas
Trastornos y características asociadas
Características específicas en edad y sexo
Prevalencia
Curso
Patrón familiar
Diagnóstico diferencial
F84.9 Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
La prevalencia del autismo descrito por Kanner, según los criterios del DSM-IV, es de
20 personas, menores de 20 años, de cada 10.000, mientras que de síndrome de Asperger sería
de 6 de cada 10.000. Los cambios en los criterios diagnósticos del DSM-V pueden haber dado
lugar a un aumento en el número de diagnósticos de autismo, aunque el aumento también
puede deberse a la mejora del diagnóstico.
Con respecto a los diferentes tipos de intervención en el autismo, una vez que se con-
sideró como un trastorno en sí y no como un síntoma de otra enfermedad mental, las interven-
ciones realizadas se han centrado en la comunicación, estrategias de desarrollo y educaciona-
les, y principios conductuales para mejorar el lenguaje y el comportamiento. Existen unas
características que un programa de intervención debe contener para considerarse bueno:
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b) Habilidades sociales (atención conjunta, imitación, interacción recíproca,
iniciativa y autocuidado);
c) Habilidades funcionales adaptativas para alcanzar mayor responsabilidad e
independencia (p. ej., manejo del dinero);
d) Reducción de las conductas disruptivas o maladaptativas;
e) Habilidades cognitivas, como el juego simbólico y el tomar un punto de vis-
ta;
f) Habilidades de destreza y académicas, según su grado de desarrollo,
y g) Desarrollo de funciones ejecutivas (planificación, programación, anticipa-
ción, autocorrección, etc.).
No hay un acuerdo unánime sobre cuál es el método más eficaz, puesto que cada per-
sona tiene unas necesidades y unas características diferentes a las que adaptarse. No obstante,
parece que las intervenciones psicoeducativas combinadas favorecen la adquisición de nuevas
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habilidades en los niños con TEA. Además, no hay que olvidar mencionar la importancia de
la inclusión de la familia en el tratamiento, ya que ayudará al niño a integrarse en el ambiente
familiar y, a la vez, es importante para que los padres conozcan toda la información para po-
der educar y tratar a su hijo.
La familia tiene un papel muy importante papel, siendo una de las variables más influ-
yentes y siendo el entorno más inmediato de los niños (Garrote y Palomares, 2014). Cuando
una familia recibe la noticia de que uno de sus menores miembros ha sido diagnosticado de
TEA, supone un impacto para ellos, que suele llevar a una crisis inicial para, normalmente,
terminar aceptando este reto y afrontándolo. Esta crisis inicial es algo por lo que la mayoría
de estos padres suelen pasar, ya que tienen dificultad para relacionar los síntomas que pueden
observar en su hijo con el trastorno del espectro autista.
La reacción de unos padres al conocer este diagnóstico puede variar mucho depen-
diendo del grado de severidad del autismo, la autonomía que presente el niño o su nivel inte-
lectual, teniendo también en cuenta la estabilidad psicológica y la madurez que tengan dichos
padres, y si cuentan con apoyo familiar, de amigos y de profesionales. Diversos estudios han
demostrado que, frente a matrimonios con hijos con otros trastornos, los matrimonios con
hijos con TEA no muestran un mayor índice de divorcio o separación que los matrimonios
con hijos sin trastornos.
También diversos estudios han aportado nuevos caminos de investigación y de inter-
vención con este tipo de niños: los relacionados con el arteterapia.
5.2.Arteterapia
Trabajar con el arte favorece muy positivamente el desarrollo personal y emocional de
las personas. Trabajar con arte es dejar que el inconsciente se exprese, por lo que facilita la
reflexión sobre uno mismo, además de comunicar mucho más. Es una buena manera de ex-
presarnos sobre ciertos temas más difíciles de comunicar para las personas: «El arteterapia
brinda un medio de comunicación no verbal y alternativa a aquellas personas cuya utilización
del lenguaje o comprensión de las palabras es parcial o inexistente.» (Garrote y Palomares,
2014, p. 211).
El arteterapia no consiste en crear obras de arte, sino en que cualquier símbolo expre-
sado aporte información acerca de la persona, cualquier símbolo tiene valor porque tiene un
significado y una razón de que esté ahí. Este uso de las artes, además de ayudar a que hable el
inconsciente de las personas, posibilita una mejora en ellas. Una terapia necesita la plena
atención del terapeuta (tanto de escucha como de observación), sin embargo, mediante el arte-
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terapia,estos puntos quedan cubiertos por el proyecto realizado por la persona. El observar su
obra e intentar entender lo que esta expresa será el equivalente de escuchar a dicha persona.
Especialmente en niños, este tipo de terapia resulta muy útil ya que, un niño con o sin
trastorno, no tiene la capacidad de expresar con palabras lo que un adulto te puede expresar
acerca de sus emociones o sentimientos.
El arte ha sido utilizado como recurso para diversas situaciones sociales:
-Como entretenimiento: la principal aplicación del arte es la de ser una agradable ma-
nera de entretenernos. Tanto la danza como la pintura, la escultura, la música, la escritura…
Suelen ser aquello que llamamos “un hobby” para la mayoría de personas, tanto niños como
adultos.
-Como herramienta en las entrevistas de niños como testigos: a los niños testigo de al-
gún delito, se les suele pedir que realicen dibujos ya que, a veces, resultan más explicativos
que lo que ellos mismos pueden aportar verbalmente, según explica el Departamento de Psi-
cología de la Salud (2009) de la Universidad de Alicante.
-Como intervención en centros penitenciarios: Ruiz y Vidal (2014) explican que acti-
vidades artísticas como el teatro, la fotografía y los medios audiovisuales son las más desarro-
lladas en este contexto. Ayuda a los internos creando para ellos una zona donde pueden ex-
presarse y ser creativos, además de enriquecerlos personalmente.
Estos son solo algunos de los ejemplos en los que se ha aplicado el arte como herra-
mienta, pero del que vamos a hablar más en profundidad es de aquel en el que el arte se utiliza
como terapia. Son muchos los trastornos y enfermedades en los que se aplica este tipo de te-
rapia. Voy a hablar brevemente de cuatro de ellos, para más tarde profundizar en su aplicación
en los trastornos del espectro autista, concretamente en la población infantil.
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por el paciente sirvan con nexo de unión entre este mismo y el terapeuta. En Ar-
teterapia y Esquizofrenia, Fabres (2011) explica que se forma una relación trian-
gular entre paciente, obra y terapeuta. Además, ayudará mejorar la autoestima
del paciente, así como su sentimiento de autoeficacia.
Trastornos de la conducta alimentaria: este tipo de pacientes, por lo general
mujeres, suelen mostrarse reacias a participar en actividades artísticas y creati-
vas. Rasgos comunes de estas personas son el alto nivel de perfeccionismo y
exigencia consigo mismas, miedo ante algo desconocido y exceso de control,
por lo que temen que no se interpreten bien sus obras o no hacer un estupendo
trabajo. Poco a poco, conforme se adentran en esta disciplina, descubren un
camino que les ayuda a dejar atrás todos estos rasgos y pensamientos que las
atormentan, descubriendo un aliado que les hace sentirse escuchadas y acepta-
das.(Alonso, 2009).
Trastornos por consumo de sustancias: Orgillés (2011) explica qué tres facto-
res destacados influyen para que se desarrolle una adicción: la vulnerabilidad
individual, el factor ambiental y la propia droga en sí. El trabajo del arteterapia
se centraría en el primer factor, siendo la persona y sus vivencias el principal
objetivo. Puesto que ellos ven su cuerpo como un simple contenedor de droga,
trabajar con sus cuerpos mediante arteterapia puede que los haga conscientes
del verdadero valor que este tiene para ellos, y recuperar así su identidad.
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sar sus pensamientos y emociones. Las actividades artísticas realizadas pueden ser dibujo,
pintura, expresión corporal, lectura, juegos de rol…
En un taller de pintura, por ejemplo, el objetivo no sería convertir al niño en un ilustre
pintor, sino que explore pintando con las manos, ayudando a mejorar aspectos sensoriales, o
descubriendo los colores y las texturas, con los que se pueden trabajar sus emociones. Tam-
bién, trabajando su expresión corporal, por ejemplo representando un cuento, ayudamos a su
aprendizaje de seguir instrucciones y a su atención conjunta.
Fernández Añino (2003), en su artículo “Creatividad, arte terapia y autismo. Un acer-
camiento a la actividad Plástica como proceso creativo en niños autistas”, explica su estudio
realizado en un colegio con cuatro menores que presentan rasgos autistas.
— Una niña de 12 años (cronológicos) con rasgos autistas y un trastorno generalizado
del desarrollo.
— Un chico de 17 años (cronológicos) autista de Kanner con retraso moderado, habla
mucho y es prácticamente autónomo.
— Una chica de 18 años (cronológicos) con un retraso del desarrollo según su infor-
me, relacionado con Síndrome de West.
— Otro niño de 12 años (cronológicos) y diagnosticado con un trastorno generalizado
del desarrollo inespecífico y disfasia semántico-pragmática.
Trabajó con ellos en el área de Plástica. Construyeron un perchero para el aula, activi-
dad que gustó mucho a los chicos, se trabajó con ellos el reconocimiento visual, que consistía
en reconocer el concepto “parque”, además de reconocimiento de expresiones faciales, donde
tenían que identificar diferentes expresiones y colocarlas en un rostro que no poseía ni ojos ni
boca, teniendo que añadirlos ellos, todo a modo de juego. También, expresaron algunos con-
ceptos por medio de dibujos. Normalmente, los chicos con rasgos autistas suelen reiterar en
sus dibujos, repetir varias veces el mismo, sin embargo, uno de estos chicos, el de 17 años con
autismo de Kanner, alguna vez hacía dibujos diferentes: “En otra ocasión intentó dibujar una
casa mirando a otra casa que ya estaba dibujada. Al estar tan cercana a él no la veía bien y
por lo tanto se le montaban las diferentes partes unas encima de otras. Intuitivamente alejé el
dibujo de sus campo visual cercano para comprobar si no la veía bien. En ese momento co-
menzó a copiarla y ya no se le montaron las partes sino que la hizo tal cual. A continuación,
quité todo lo que podía estar ante sus ojos y le pedí que dibujara lo que él quisiera y al pre-
guntarle que había dibujado dijo que el parque.”(Fernández Aniño, 2003).
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Esta pequeña investigación ha mostrado cómo cuanto más alto es el nivel de inteligen-
cia, más capacidad de abstracción tienen, por lo que al contrario tienen más dificultades. Los
juegos practicados les ayudan a crear estrategias de memoria, desarrollar actitud comunicati-
va, comprender las emociones y también las acciones, pero siempre y cuando se traten temas
que ellos conozcan, pues les resultará más sencillo abstraer lo conocido. Todo esto, además,
servirá para ayudarles a desarrollar competencias de imaginación y juego, que sin estimula-
ción, quizás nunca las desarrollaran.
Otroestudioes el expuesto en el artículo“Outcome-based evaluation of a social skills
program using art therapy and group therapy for children on the autism spectrum”, de Epp
(2008). En este, se utiliza un programa denominado SuperKids, que se desarrolló en 1999.
Este programa usa grupos para terapia de aproximadamente seis chicos de edad y habilidades
comunicativas similares. Se buscan para el estudio chicos y chicas de educación primaria y
secundaria. Los grupos se reúnen semanalmente y realizan actividades de arteterapia, drama-
terapia, asesoramiento escolar y educación especial. El estudio compara a los chicos de prima-
ria y secundaria, matriculados en este programa durante el curso 2004-2005. Tanto los padres
de los niños como sus maestros, afirmaron que pudieron observar, tanto en casa como en el
colegio, un incremento en su asertividad, mientras que la internalización, hiperactividad y
otros problemas de comportamiento decrecieron.
En “History of MusicTherapyTreatmentInterventionsforChildrenwithAutism”, Res-
chke-Hernández (2011)nos habla de otra terapia relacionada con arte: musicoterapia. Aunque
no hay documentos que muestren específicamente su uso como tratamiento para niños con
autismo, los pioneros de este tipo de terapia comenzaron alrededor de 1940 a desarrollarla,
aunque no fue hasta 1969 que se publicó el primer artículo al respecto.
La musicoterapia no solo estimula lo motriz y sensorial de la persona, sino también el
campo psíquico, cognitivo y de comprensión, facilitando el entendimiento de las emociones y
de lo que percibimos. Además de esto, libera del estrés y de la ansiedad que suelen tener las
personas con autismo, haciendo que puedan concentrarse mejor, prestarse atención a sí mis-
mos y a los demás individuos, para así mejorar la sociabilización. Han sido numerosos los
estudios que han demostrado que este tipo de terapia influye muy positivamente en los niños
con este trastorno. La musicoterapia emplea una serie de técnicas:
- Ejercicios de vocalización.
-Cantar con acompañamiento de percusión corporal y/o pequeña percusión.
- Realizar movimientos mediante danzas, movimientos creativos o técnicas de imita-
ción.
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-Juegos musicales.
-Interpretación instrumental.
-Audición musical.
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6.CONCLUSIONES
Por tanto, a la luz de los resultados de los estudios realizados, y después de las lecturas
sobre cómo influye elarteterapia en niños con autismo, podría concluir que sus efectos son
muy positivos en esta población.
El artículo “TheRelationshipBetweenSubthresholdAutisticTraits, Ambiguous Figure
Perception and DivergentThinking”, de Best, Arora, Porter y Doherty(2015), muestra en sus
resultados que las personas con autismo presentan niveles altos de creatividad, capacidad que
les permite encontrar respuestas especiales a los problemas creativos, a los que 2/3 participan-
tes del estudio tuvieron que enfrentarse, lo que supondría ir en contra de la visión “incapaci-
tante” que sigue envolviendo al concepto de persona autista.
Actividadescomo la pintura, las centradas en la expresión corporal o la musicotera-
pia,han significado un desarrollo favorable en campos importantes de los niños, ya que han
mejorado su asertividad, su motricidad (gruesa y fina), su lenguaje, les enseña a comprender
emociones y a desarrollar su imaginación. Mientras que, por otro lado, reduce los niveles de
estrés, de ansiedad, la hiperactividad, la internalización y los problemas de comportamiento.
Estos cambios favorables no lo son solamente para los chicos con el trastorno sino
que, en mayor o menor medida, también lo son para sus familiares, compañeros, maestros y
todas aquellas personas que los rodean en su día a día.
No pienso que se consiga su integración en la sociedad ni se facilite su socialización
apartándolos del resto, dejándoles todo el trabajo a ellos, intentando que ellos lleguen a noso-
tros. Quizás lo más sensato sería buscar el camino más correcto, tanto para que ellos lleguen a
nosotros como para que nosotros lleguemos a ellos. Y ese camino podría ser el arteterapia, ya
que es un camino cuyo lenguaje entendemos todas las personas.
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7.REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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