Psicomotricidad Una Guia
Psicomotricidad Una Guia
Psicomotricidad Una Guia
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COLECCIÓN
GUÍA DE ACTUACIÓN
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15 VIVENCIADA
CÓMO INCORPORAR EL JUEGO ESPONTÁNEO A LA SALA
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DE PSICOMOTRICIDAD DE LA ESCUELA
N
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ofrece una perspectiva integral sobre sus competencias motrices, cognitivas,
emocionales y sociales.
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por otros medios.
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táneo en la sala de psicomotricidad es disponer de unas referencias que nos
permitan ser capaces de realizar una lectura apropiada de lo que los niños nos
expresan en esa situación y saber ofrecerles una respuesta adecuada.
e
luarlas a fin de descubrir aquellos aspectos que pueden indicarnos cómo faci-
litar al niño un apoyo apropiado a su desarrollo y necesidades.
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s
General Pardiñas, 95 ● 28006 Madrid (España)
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Índice
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PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
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1. LA PSICOMOTRICIDAD: UNA BREVE PANORÁMICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.1. LOS ORÍGENES DE LA PSICOMOTRICIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.2. LA PSICOMOTRICIDAD Y EL DESARROLLO HUMANO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.3. ¿PARA QUÉ SIRVE LA PSICOMOTRICIDAD? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
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1.4. ¿CÓMO SE HACE PSICOMOTRICIDAD? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.5. ¿CUÁL ES EL PAPEL DEL DOCENTE EN LA SALA DE
PSICOMOTRICIDAD? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
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1.6. LA MIRADA DEL PSICOMOTRICISTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
2. DISEÑO DE EXPERIENCIAS EN
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PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1. ¿CÓMO PREPARAR UNA SALA PARA HACER
PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1.1. Zonas generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1.2. Materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
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2.1.3. Tiempos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.1.4. Adaptaciones grupales e individuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2.1.5. Sesiones singurales y temáticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
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BSERVACIÓN Y EVALUACIÓN EN PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA . . . . 41
3.1. PRESENTACIÓN DE LOS MATERIALES DE OBSERVACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.2. PRE-EVALUACIÓN BÁSICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
3.2.1. Instrucciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
3.2.2. Registro individual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.3.1. Instrucciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3.3.2. Pre-Evaluación Global-Registro individual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3.3.3. Pre-Evaluación Global-Registro grupal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
PRÓLOGO
Nada nos aporta más información sobre el desarrollo de un niño que observarle
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jugar en libertad en una sala de psicomotricidad. Esa situación nos ofrece una
perspectiva integral sobre sus competencias motrices, cognitivas, emocionales y
sociales.
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Además, la dinámica generada y reconstruida continuamente por los propios
niños a lo largo de la sesión nos aporta ricos matices difícilmente accesibles por
otros medios.
1. Un marco conceptual básico que recoge de forma sucinta los pilares de la prác-
tica psicomotriz. Entre ellos, la consideración integral del niño, la atención
es
globalizada a todos los aspectos de su desarrollo, el valor de la experimentación
activa por su parte como medio privilegiado de aprendizaje, la importancia de
la interacción, el fomento de la creatividad, la autonomía y la atención a los
procesos de maduración emocional. Todo ello es considerado como las señas
de identidad de la mirada del psicomotricista, su manera de entender la forma
en que se sustenta la construcción de la personalidad del niño y se promueve
en él una actitud propositiva y motivada hacia el aprendizaje.
8 GUÍA DE ACTUACIÓN Y EVALUACIÓN EN PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA
Los materiales de evaluación incluidos en este texto son una guía de reflexión desde
una perspectiva globalizada del desarrollo, en ningún caso un material psicométrico.
Lo que se ofrece por tanto sólo son ejemplos de los pasos a seguir y los elementos
a considerar en la construcción de una respuesta adecuada, que siempre debe ser
individual y acorde con la realidad de cada caso.
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Por ello, las orientaciones que ofrece el texto son un punto de partida en el dise-
ño de la intervención, nunca un patrón y mucho menos un protocolo cerrado.
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PARTE 1
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LA PSICOMOTRICIDAD:
UNA BREVE PANORÁMICA
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GUÍA DE ACTUACIÓN Y EVALUACIÓN EN PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA 13
Las operaciones mentales concretas sobre hechos perceptibles que vive el niño.
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Las operaciones mentales abstractas sobre supuestos hipotéticos no vividos.
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Cada etapa es sustento necesario de la anterior y, por tanto, la experiencia sen-
soriomotriz, la interacción física con el entorno, es la base para la construcción
posterior del pensamiento y un entorno de experimentación activa es un marco
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insustituible para el aprendizaje y el desarrollo en las primeras etapas de la vida.
Vínculo de doble dirección. Nuestro desarrollo persigue que nos movamos efi-
cazmente en nuestro entorno y, simultaneamente, movernos e interactuar con
es
muestro entorno es indispensable para desarrollar nuestras potencialidades, como
bien nos explicaron Piaget y Wallon.
16 GUÍA DE ACTUACIÓN Y EVALUACIÓN EN PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA
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De esta forma, el proceso de hacerse persona supone un equilibrio dinámico y bi-
direccional entre componentes genéticos y componentes experienciales, derivados
de las situaciones de aprendizaje (Herran, 2013; Godall, 2014).
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Además, los educadores sabemos muy bien que los aprendizajes que logran mayor
es
impacto siempre son las que han provocado experiencias vivenciales, confron-
tando al niño con la realidad en lugar de contársela, sobre todo, si incorporan
integradamente aspectos sensoriomotrices, cognitivos y socio-emocionales.
Hemos remarcado que estas relaciones son muy estrechas ya que el propósito
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biológico de desarrollarnos física, emocional y cognitivamente no es otro que in-
teractuar (movernos) eficazmente en nuestro entorno…
Por otra parte, la consolidación del papel de la psicología como fuente del curri-
culum escolar, el auge del constructivismo, la consideración de las ventajas del
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aprendizaje activo y por descubrimiento como referentes conceptuales de la tarea
docente abrieron la puerta a la psicomotricidad en el aula ordinaria de educación
infantil (Hernández, 2014).
Dicha vivencia emocional genera una actitud vital, una perspectiva subjetiva de la
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realidad y unos patrones de interacción no solo conductual sino también cognitivos
y de interacción social que se integran y se influyen entre sí intentando mantener
la máxima coherencia y sirviendo de base a la construcción de la personalidad.
Así, surge todo un esfuerzo creativo buscando estrategias didácticas para lograr
planteamientos atractivos y motivadores para los usuarios: cuentos psicomoto-
res (Serrabona, 2008; Hernández, 2008, 2013b), espacios de acción y aventura
(Mendiara, 1999), etc. que, sin reducir el valor expresivo del juego espontáneo,
tratan de estimular la actitud investigadora del sujeto.
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Evaluar destrezas previas con cualquiera de los recursos existentes para ello
nn
(Zazzo,1976; Gessell y Amatruda, 1981; Picq y Vayer, 1977) TEPSI, etc.
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Programar actividades correctamente secuenciadas para todos los aspectos
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vinculados al desarrollo psicomotor.
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