Dictamen Rechazo Al Paquete Fiscal Frente de Izquierda

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

1

0005-PE-2024

DICTAMEN DE COMISIÓN

Honorable Cámara:

La Comisión de Presupuesto y Hacienda ha considerado el Mensaje N°


0020/2024 y proyecto de ley de fecha 17 de abril de 2024 sobre Medidas Fiscales Paliativas y
Relevantes y, por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que dará el
miembro informante, aconseja su rechazo.

Sala de la Comisión, 25 de abril de 2024

Christian Castillo
Diputado Nacional
Bloque Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad

PROYECTO DE LEY

INFORME
2

El contenido de conjunto del proyecto de Ley denominado “Medidas paliativas y relevantes”


es realizar una reforma fiscal claramente regresiva: realiza una rebaja de impuestos a los
ricos, premia a quienes han evadido al fisco y fugado capitales y aumenta impuestos a los
trabajadores, el pueblo pobre y sectores medios. De esta forma, contrasta fuertemente el
tratamiento diferenciado hacia quienes cuentan con mayores patrimonios y las grandes
patronales por un lado, obteniendo una suerte de amnistía por su incumplimiento fiscal, a la
par que implica una mayor carga tributaria para los trabajadores y sectores más vulnerables
del país, en un contexto crítico en donde más de la mitad de la población es pobre. En otras
palabras, se trata de una escandalosa transferencia de ingresos desde los trabajadores al
capital concentrado. No es casual que en el Foro de Llao Llao 2024 el presidente Javier Milei
haya denominado “héroes” a quienes fugaron capitales del país y evadieron sus obligaciones
con el Estado.

En síntesis, estamos frente a un premio a quienes evaden sus responsabilidades fiscales y por
cuánto llevan a la precarización del empleo y al desfinanciamiento de las jubilaciones, la
universidad, las obras sociales y la salud en general. Se mantienen las exenciones tributarias
que, como se dice en el presupuesto hoy vigente, representan el 4,5% del PBI, mientras Milei
se jacta de haber realizado un ajuste en las cuentas públicas del 5% en cuatro meses, entre
otras cosas despidiendo 15.000 trabajadores. De haber percibido y eliminado esas exenciones
tributarias que están contabilizadas en el propio presupuesto nacional la realidad sería menos
adversa a la mayoría de la población. Así mismo insistimos en que se deben terminar con las
exenciones a la especulación financiera con los bonos del tesoro.

En los argumentos del Poder Ejecutivo se señala que en Argentina existe una de las presiones
fiscales más altas del mundo cuando se “analiza el sector formal”. Es un artilugio hablar del
sector formal en un país con alta informalidad. Incluso, en este proyecto de ley el Poder
Ejecutivo propone dar un jubileo a los grandes responsables de esa informalidad: los grandes
evasores de impuestos y los jugadores de capitales. Pero, además, es falso que en el sector
formal la presión sea de las más altas del mundo. En Argentina la presión fiscal es menor que
en los países denominados desarrollados de la OCDE (en gran parte potencias imperialistas)
y que en el vecino Brasil. Según datos de la propia OCDE, en Argentina es de 29,1% versus
34,1% en los países de la OCDE1.

1
Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2023 - Argentina. Disponible en:
https://www.oecd.org/tax/tax-policy/estadisticas-tributarias-america-latina-caribe-argentina.pdf
3

El proyecto es una versión corregida y ampliada del capítulo fiscal que tenía originalmente la
Ley Ómnibus de enero y el ministro de Economía, Luis Caputo había decidido eliminar. Tras
la nueva ronda de negociaciones, el contenido profundizó su carácter regresivo. Los
agregados centrales son: el aumento para monotributistas donde las categorías más bajas
reciben los peores aumentos, y la restitución del impuesto al salario que hará que más
trabajadores y trabajadoras tengan descuentos y pierdan poder adquisitivo.

A continuación, el análisis concreto de las razones del rechazo total y absoluto al proyecto en
cada uno de sus Títulos, que presentamos desde la bancada del Frente de Izquierda Unidad.

El régimen de regularización establecido en los artículos 1 al 7 del Título I, “Régimen de


Regularización Excepcional de Obligaciones Tributarias, Aduaneras y de Seguridad
Social”, es prácticamente una copia del mismo régimen establecido en el proyecto de Ley de
“Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” (25-P.E.-2023), con algunas
modificaciones. Se agrega ahora el carácter “excepcional” de la regularización de
obligaciones tributarias, aduaneras y de la seguridad social pero sin cambiar su contenido de
reducir la carga fiscal sobre las patronales y grandes contribuyentes que han incumplido su
obligación de tributar, como así tampoco, sin limitar la posibilidad de que una nueva
moratoria pueda ser reabierta en pocos años. Por ello, más que un incentivo a regularizar
deudas y corregir comportamientos elusivos de las obligaciones, es una constatación de que
el incumplimiento será siempre premiado y que “lo rentable” es financiarse a costa del fisco.
Tan instalado y asumido es que “lo normal” es adeudar al Estado y luego acogerse a un plan
de pagos o una moratoria que el diputado de la “oposición dialoguista”, Miguel Angel
Pichetto, sostuvo que “un blanqueo y una moratoria no se le niega a nadie en la Argentina,
alguno asume una sociedad de fomento y le dan un blanqueo y una moratoria”, en ocasión del
tratamiento de la Ley Bases en enero de este año, derribada, además de por la crisis con la
oposición que colabora con el gobierno, por las acciones de lucha en las calles de las y los
trabajadores. La fundamentación suele estar basada en la necesidad coyuntural de aumentar la
recaudación, efectividad que nunca termina de ser demostrada en la práctica.

Es más, el presente régimen de regularización no sólo incluye deudas tributarias, aduaneras y


de seguridad social de contribuyentes y empresas con el Estado, sino también los planes de
4

regularización anteriores que han sido incumplidos. Esto es, se permite “regularizar” un
incumplimiento de una deuda por otro incumplimiento previo.

Los beneficios son cuantiosos. Podrán ingresar a dicho régimen los contribuyentes y
responsables de las obligaciones ante la AFIP por las obligaciones vencidas al 31 de marzo
de 2024, inclusive, y por las infracciones cometidas hasta dicha fecha relacionadas o no con
aquellas obligaciones. Se condonan entre un 20 % y 70 % de los intereses resarcitorios y
punitorios devengados, según el momento de adhesión al régimen. De acuerdo al plazo de
adhesión hay distintos beneficios, cuanto más rápido sea el plazo mayores son los beneficios.
Incluso, cabe destacar que en el proyecto anterior la moratoria alcanzaba como máximo al
50% de los intereses resarcitorios y punitorios devengados, en este proyecto se incrementa
hasta un 70 % en caso de declarar la deuda en los primeros 30 días y podrá pagarse en hasta 3
cuotas. No hay un plazo máximo de mora, pueden regularizar deudas de muchos años ante el
fisco, lo que en estas condiciones y bajo el contexto de inflación crónica de nuestro país, esta
moratoria actúa como una verdadera “licuación” ante los precios. Además, se condona el 100
% de las multas, no importa el plazo de adhesión al régimen, que tiene como límite máximo
de vigencia hasta 150 días desde la entrada en vigencia de la reglamentación que dicte la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Por su parte, las facilidades de pago
dependen del tipo de sujeto que se acoja al régimen (persona humana, Mipyme, empresa
Mediana o empresas grandes), donde se permite adelantar una parte (entre un 15 y un 25%)
en un pago y luego se establecen de 36 a 84 cuotas.

Otro aspecto a destacar es que se incluye en el régimen la posibilidad de regularizar


incumplimientos vinculados con el Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas,
Ley Nº 27.605, es decir, a un pequeño grupo de menos de diez mil familias más ricas de la
Argentina, que además son permanentemente premiadas con blanqueos y reducciones
impositivas.

Por último, es importante destacar el tratamiento diferenciado de las llamadas “moratorias


tributarias, aduaneras y de la seguridad social” destinadas especialmente a los empresarios
que por ejemplo, pueden regularizar deudas de la seguridad social por contribuciones no
pagas correspondientes a sus empleados e incluso aportes retenidos y no ingresados, pero se
excluyen deliberadamente las moratorias previsionales para aquellos trabajadores que no han
sido debidamente blanqueados por sus empleadores. Así, se excluyen las deudas por aportes
y contribuciones para el personal de casas particulares y las cotizaciones a los sujetos
5

adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS), llamado


monotributo. En el nuevo proyecto de “Ley Bases” precisamente se busca derogar la única
moratoria previsional vigente con mayor alcance, la Ley N° 27.705, bajo el fundamento falaz
de que se “premia con una jubilación al que no aportó”, cuando es el propio oficialismo el
que premia a los grandes incumplidores y evasores y castiga a las y los trabajadores.

En el Título II, “Régimen de Regularización de Activos”, se propone crear un Régimen de


Regularización de Activos con beneficios a quienes evadieron impuestos e incluso fugaron
capitales al exterior. En otras palabras, un nuevo régimen de “blanqueo de capitales”, pero
que debería llamarse un “premio a la evasión y la fuga”. El Poder Ejecutivo tendrá potestad
para mantener abierto este régimen por más de un año, hasta el 31 de diciembre: se trata de
un verdadero jubileo para quienes poseen activos con origen turbio, eximiéndose de las
acciones penales que les hubiera correspondido.

Este régimen establece que pagarán 0% de alícuota quienes regularicen activos hasta U$S100
mil: es decir, no pagan nada. Pero, incluso, para valores superiores a los U$S100 mil, el
blanqueo es gratuito si el dinero en efectivo, localizado en Argentina o en el exterior, es
ingresado a una Cuenta Especial de Regularización de Activos. Un verdadero dislate que fue
explicado, sin tapujos, por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, en una reunión
informativa de la Comisión de Presupuesto y Hacienda: “Vos podés declarar un millón de
dólares vos solo, depositarlo en el banco y no pagás”, explicó el funcionario.

En estos casos, no se deberá pagar el Impuesto Especial de Regularización, pudiendo


utilizarse el dinero ingresado en la “Cuenta Especial” para realizar inversiones financieras
que se establezca en la reglamentación del Régimen de Regularización de Activos. Si se saca
el dinero de esa “Cuenta Especial”, se paga el Impuesto Especial. Es decir que el evasor tiene
la posibilidad de ingresar el dinero a la “Cuenta Especial”, realizar una ganancia financiera y
luego pagar el Impuesto Especial de Regularización con la ganancia financiera obtenida: todo
el poder al evasor y al timbero financiero.

No solo eso: la tasa cero de impuesto es un atractivo para quienes posean activos por encima
de los U$S100 mil puedan recurrir a la “contabilidad creativa” y distribuir los activos entre
familiares y amigos de modo de evitar cualquier pago.

En estas condiciones, es difícil que este jubileo para evasores y fugadores contribuya alguna
suma sustancial a la recaudación pública. Es decir, difícilmente signifique un aporte a los
6

objetivos fiscalistas que persigue el Gobierno de Javier Milei ajustando a jubiladas y


jubilados, despidiendo trabajadoras y trabajadores estatales y diluyendo su poder de compra,
aplicando tarifazos para reducir subsidios, atacando a la educación, la salud y los programas
sociales.

Los montos a blanquear que sean superiores a los U$S100 mil y que no ingresen a la “Cuenta
Especial” pagarán un impuesto muy bajo: habrá escalas progresivas, pero muy reducidas, van
del 5 % (para quienes blanqueen hasta el 30 de septiembre de 2024), pasando por el 10 %
(hasta el 31 de diciembre de 2024); y del 15 % (hasta el 31 de marzo de 2025). Esto implica
un ahorro en pago de impuestos a quienes hicieron un fraude al fisco. Por ejemplo, en la
actualidad, la escala del Impuesto a las Ganancias llega al 35 %. Quienes evadieron el pago
de este impuesto pagarán menos de la mitad de lo que les correspondía.

Además, el texto de la ley no exige que el dinero se mantenga por una determinada cantidad
de tiempo en Argentina y permite que también puedan ingresar extranjeros por bienes que
tengan en el país o por rentas que hayan obtenido en nuestro territorio. Además, incluye a
residentes que decidieron cambiar su residencia fiscal y quieren regresar; y a quienes
participaron en el blanqueo del Gobierno de Mauricio Macri. Blanqueo para todas y todos.

El artículo 28 del proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, aunque lo


hace de manera excepcional y sólo a los fines del Régimen de Regularización de Activos,
abre paso a la dolarización de la base imponible para favorecer a los evasores: la valuación de
los activos nominados en pesos se dolarizarán a los fines de definir la base imponible del
Régimen de Regularización de Activos, no al tipo de cambio oficial, sino a un tipo de cambio
del mercado financiero que implica una reducción de la base imponible a quienes evadieron.
Por otro lado, en el pago del impuesto el evasor también podrá tener un ahorro pudiendo
optar convertir los dólares que tenga en manos a pesos en el mercado oficial de cambios o en
el mercado financiero. Se trata de otra facilidad para pagar a la AFIP con menos costo. Milei
quiere convertir al país en un paraíso para los evasores y los negocios ilegales, como los del
narco.

Por eso, el régimen de blanqueo no establece que se defina el origen de los activos: no
importa si se obtuvieron por negocios legales o ilegales. Además se exime a los sujetos que
blanqueen de cualquier penalidad por no haberlos declarado. El espíritu de este blanqueo
atiende los deseos de Javier Milei quien en una entrevista se refirió a esta propuesta y
7

aseguró: “Me importa un rábano de dónde saquen los dólares”. En la legislación actual de
nuestro país, hay negocios ilegales que recaudan esos dólares que son considerados delitos.
Pero el presidente insistió “Hay cosas que los políticos consideran delitos que para mí no son
delitos”. El presidente no aclaró cuáles serían esos delitos que no considera que son tales.

Pero no hay dudas de que la propuesta del gobierno es muy atractiva para que “blanqueen”
dinero organizaciones narcos sin tener que dar explicaciones. Es que el círculo se completa
con la reciente reducción de los ya escasos requisitos para poner en pie una SAS (Sociedad de
Acciones Simplificada). Las SAS fueron creadas con una ley impulsada por el macrismo,
votada en este Congreso, incluso con muchos votos de los ahora Unión por la Patria. Hoy,
tras algunos años de su implementación, una investigación judicial reveló que las SAS eran
utilizadas por bandas narcos para lavar dinero. El discurso de “mano dura” del oficialismo,
con su estandarte en Patricia Bullrich, cae en el vacío con esta propuesta de blanqueo y las
facilidades para crear las SAS: se trata de una invitación para que los narcos puedan lavar
dinero a bajo costo.

El Poder Ejecutivo propone un blanqueo más generoso que el que presentó Sergio Massa el
año pasado. No solo eso. En paralelo, se propone una disminución progresiva del impuesto a
los bienes personales, el único que grava directamente la riqueza. Por lo tanto, quien
blanquea pagará poco ahora, pero también en el futuro gracias a la reducción del impuesto a
los bienes personales.

Es muy importante entender el blanqueo propuesto en el proyecto de ley del PEN desde una
óptica más amplia: nuestro país enfrenta un problema estructural de evasión y fuga de
capitales que explica, entre otros factores, la escasez de reservas.

¿Qué éxito podría tener el blanqueo? El punto de comparación podría ser el blanqueo del
Gobierno de Cambiemos que fue muy importante, con un resultado de casi U$S 117 mil
millones regularizados. Pero, gran parte de los recursos que estaban localizados en el exterior,
a pesar de ser blanqueados frente a la AFIP, permanecieron en el exterior. Es decir que
tampoco se puede esperar que el blanqueo aporte muchos dólares a una economía
caracterizada por la restricción externa que limita el crecimiento y el desarrollo económico.

Una investigación sobre la fuga de capitales de 2001 demostró que los grandes bancos fueron
los que organizaron la salida de dólares en medio de la crisis de aquel año. Una develación de
un exempleado del J.P. Morgan, Hernán Arbizu, dejó expuesto que el banco estadounidense,
8

entre 2006 y 2008, facilitó que quinientos clientes sacaran del país U$S 400 millones. En
2014, otra investigación del Congreso corroboró que el HSBC contaba con una estructura
para facilitar la evasión impositiva y la fuga de capitales. Algo similar a lo que hacía J.P.
Morgan. Es decir, se trata de una práctica sistemática del sistema bancario.

Las sucesivas develaciones que se conocieron en los últimos años dan cuenta de los posibles
clientes de estos bancos que brindan servicios para evadir impuestos y fugar capitales. En
ArgenPapers, un libro de Santiago O’Donnell y Tomás Lukin, se afirma que “Los Panama
Papers no exponían un caso aislado” de la familia Macri para ocultar su patrimonio en el
exterior. Entre los Macri figuraba Jorge Macri, quien ahora es jefe de Gobierno en la Ciudad
de Buenos Aires. También Néstor Grindetti, que se postuló para gobernador bonaerense. Pero
la lista que construyeron los autores de ArgenPapers atraviesa todos los colores políticos y
disciplinas. Figuran Lázaro Báez, Blaquier (Ledesma), Coto, Garfunkel, Cristóbal López,
Martín Redrado, Arcor, Magnetto, Antonio de la Rúa, Techint. Luego hubo otras
develaciones, como Pandora Papers o Bahamas Leaks, donde se repiten los personajes y
empresas e, incluso, se amplía la lista.

Un informe de 2020 del Banco Central estableció que cien empresas e individuos fueron
responsables de una gran parte de la fuga de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri.
Esa fuga fue financiada con una deuda fraudulenta contraída con el FMI y los fondos
especulativos de Wall Street, en parte gracias a los oficios de Luis Caputo, que en ese
entonces como ahora conduce la política económica en beneficio de los especuladores
financieros.

En el período que abarca los tres gobiernos kirchneristas y el gobierno de Mauricio Macri se
fugaron casi U$S 190 mil millones de dólares del país. Una gran parte de lo fugado
corresponde a patrimonio no declarado ante la AFIP y oculto en paraísos fiscales. Todo este
esquema de estafa y saqueo tendrá un jubileo si el blanqueo es aprobado en el Congreso.
Distintos gobiernos han impulsado blanqueos de características similares: con los gobiernos
de Cristina Fernández en 2008 y 2013 (prorrogado 9 veces hasta 2015), y con Mauricio Macri
que permitió que puedan ingresar sus familiares. Una medida que colabora a que siga
existiendo la evasión, ya que regularmente los gobiernos ofrecen un premio a los evasores.

En el Título III, Artículo 46, se crea el Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los
Bienes Personales (“REIBP”) por todos los períodos fiscales hasta el 31 de diciembre de
9

2027 y que comprende al Impuesto sobre los Bienes Personales y a todo otro tributo
patrimonial (cualquiera fuera su denominación) que pueda complementar o reemplazar al
Impuesto sobre los Bienes Personales en los períodos fiscales 2024 a 2027 (art. 48).

Gracias al REIBP quienes adelanten el pago de este impuesto por cinco períodos pagarán una
tasa reducida del 0,45%, incluyendo el Período Fiscal 2023. Además, gozarán de estabilidad
fiscal en relación al Impuesto sobre los Bienes Personales hasta el año 2038: la alícuota
máxima para los contribuyentes que no adhirieron al régimen de blanqueo y sí al REIBP será
de 0,45% hasta 2027 y para los contribuyentes que adhirieron al blanqueo y al REIBP será de
0,50% para los períodos fiscales 2024 a 2027. Es decir, los adherentes al REIBP sólo
presentan una sola declaración jurada por todos los períodos fiscales hasta 2027, y a su vez
pagan en base al patrimonio de hoy, sin saber que pasará hacia adelante. Esto implica que el
incremento patrimonial obtenido hasta el año 2027 estará exento del pago del Impuesto sobre
los Bienes Personales. Desde el 1° de enero de 2028 hasta el 31 de diciembre de 2038 la
alícuota máxima que pagarán será de 0,25%.

Por otro lado, con este régimen, los bienes radicados en el exterior van a recibir el mismo
tratamiento que los bienes radicados en el país. Todos recibirán una reducción importante de
tasas: para quienes no adhieran al REIBP, la tasa máxima baja del actual 1,75 % para bienes
en el país y del 2,25% para bienes en el exterior a 1,5 % para el período fiscal 2023, a 1,25 %
para 2024, a 1,00 % para 2025, a 0,75% para 2026. Desde 2027, será de 0,25 % para todos
los bienes que excedan el mínimo no imponible.

Por otro lado, aquellos contribuyentes que hayan cumplido con la totalidad de sus
obligaciones fiscales respecto del Impuesto sobre los Bienes Personales de los períodos
fiscales 2020 a 2022, inclusive, tendrán una reducción de 0,25 puntos porcentuales de la
respectiva alícuota de dicho impuesto para los períodos fiscales 2023, 2024, 2025 y 2026.

De conjunto, este régimen implica otra medida para que los ricos paguen menos impuestos y
sean más ricos, y que la carga tributaria recaiga sobre los más pobres, al mismo tiempo que se
sostiene el falso lema “no hay plata” para justificar un ajuste brutal sobre las mayorías
trabajadoras: en enero de 2024, la Oficina de Presupuesto del Congreso había estimado que el
el cambio en el Impuesto sobre los Bienes Personales impactaría en una reducción de la
recaudación, que pasaría de ser el equivalente a 0,68 % del PIB en la actualidad a reducirse al
0,19 % del PIB en el período fiscal 2027. La actual propuesta del Poder Ejecutivo es más
10

generosa para los más ricos que la contenida en la Ley Ómnibus presentada en enero, por lo
cual el impacto en la recaudación, por lógica, será mayor que en la propuesta previa.

La reducción del Impuesto sobre los Bienes Personales opera como un incentivo adicional al
Régimen de Regularización de Activos, en tanto quienes blanqueen tienen un horizonte de
baja de impuestos. Una burla para los millones de trabajadores que no pueden optar por
reducciones fiscales de IVA, impuestos indirectos al consumo, todos ellos tributos aplicados
no sobre su riqueza, sino sobre su flujo diario de ingresos obtenido por su trabajo, para poder
adquirir los bienes y servicios necesarios para vivir. La rebaja de impuestos a los más ricos se
da en simultáneo que este proyecto de ley propone un aumento en el impuesto a las ganancias
de la clase trabajadora.

En los artículos 68 a 78 del Título V “Impuesto a las Ganancias”, se modifica el Impuesto


a las Ganancias respecto de los ingresos personales en relación con las rentas de cuarta
categoría para eliminar el impuesto cedular que había en los hechos elevado piso el mínimo a
15 salarios mínimos, y volver a hacer que paguen más de un millón de asalariados dicho
impuesto. El Ejecutivo sostiene que pagarán los trabajadores en relación de dependencia que
ganan más de $ 1.800.000 brutos mensuales (es decir unos $ 1.500.000 netos) en el caso de
los que no tienen hijos menores, o más de $ 2.200.000 brutos ($ 1.950.000 netos) con 2 hijos
pagarán el Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, no son exactamente esos números los que
surgen del conjunto del proyecto. Una persona soltera empezará a pagar con un ingreso neto
mensual de $ 1.236.700 (lo que equivale a un sueldo bruto de $1.490.000 más el proporcional
de aguinaldo) y una persona casada con dos hijos empezará a pagar desde un neto de $ 1,7
millones mensuales (que equivalen a $ 2.018.000 bruto más el proporcional de aguinaldo), de
acuerdo al informe del centro CEPA. Esto es así porque si bien se incorpora una deducción
especial plus, se elimina la exención del aguinaldo del impuesto.

Las modificaciones propuestas también incluyen en el cálculo de la base imponible del


impuesto a todos los pagos que reciban los trabajadores, como horas extras, aguinaldo,
viáticos de larga distancia (camioneros), zona patagónica. Pero también pagarán ganancias
otros pagos no remunerativos como vales de combustibles, uso de tarjetas de crédito
corporativas, pagos para la vivienda o la educación de hijes, etc. También se eliminan otras
exenciones como los bonos por productividad, las deducciones por zona patagónica, entre
otros.
11

El mínimo no imponible y las escalas del impuesto durante 2024 se actualizarán a discreción
del Poder Ejecutivo. Desde 2025 se actualizarán anualmente por el Índice de Precios al
Consumidor (IPC). Con el actual contexto inflacionario de la Argentina y su
desenvolvimiento a lo largo de la historia, estos parámetros deberían ser objeto de
actualización mensual. No obstante, esta apreciación es independiente de nuestro rechazo
absoluto al impuesto al salario sobre todos los trabajadores de convenio, debido a que el
salario no es ganancia, que realizamos desde el bloque del Frente de Izquierda y de los
Trabajadores Unidad en sí mismo y como queda reflejado en nuestro proyecto de Ley Expte.
1473-D-2024.

Pero además, esta atribución otorgada al Poder Ejecutivo y su actualización recién en 2025
implicará la incorporación progresiva de más trabajadores y trabajadores al impuesto,
llegando a más de dos millones a fin de año. De acuerdo al centro CEPA, pagarían 12,2% de
las y los trabajadores registrados al momento de su aplicación, aunque esa cantidad podría
aumentar hasta el 20,4% a fin de 2024 por la no actualización de los valores de referencia.

Esto significa que unos 800.000 trabajadores hoy exentos de Ganancias volverían a pagar el
impuesto en alícuotas que van del 5 al 35%. En valores que arrancan en casi $ 3.000
mensuales hasta unos $ 60.000 mensuales para los que hoy están exentos. Y que supera los $
100.000 mensuales para los que ganan más de $ 2.500.000 brutos. Además, en el caso de los
autónomos el mínimo no imponible es más bajo: $ 1.159.138 netos para los solteros sin hijos
y $ 1.644.327 netos para los casados con 2 hijos. También para los jubilados y pensionados se
mantiene la exención de Ganancias en 8 haberes mínimos que, en abril, son $ 1.370.266.
Todos los pagos recibidos, por cualquier concepto, pagarán Ganancias.

El nivel de regresividad es tal, que con el proyecto del Ejecutivo prácticamente para las
familias trabajadoras que tengan el “privilegio” de no integrar un hogar pobre (en marzo de
2024 la línea de pobreza para un hogar de cuatro personas estaba en $773.385) a quienes
incluso les harán pagar mayores impuestos como el monotributo incrementado, quedarán
obligadas a pagar el mal llamado Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría.

Las modificaciones en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes


establecidas en el Título IV consisten en un aumento del impuesto a los pequeños
contribuyentes respecto a los actuales valores (entre 119% y 133% para las categorías más
12

bajas, de 140% a 325% en categorías intermedias), elimina exenciones del componente


tributario y jubilatorio a efectores sociales y asociados a cooperativas de trabajo. Es decir, no
solo tendrán que pagar más por aumento del pago general, sino también por la eliminación de
exenciones. Esto implica un incremento de más de 600% sobre el sector de monotributistas
sociales, que son los de menores ingresos y más expuestos a condiciones de informalidad
laboral, económica y mayor vulnerabilidad. Hoy pagan $3.228 y pasarían a pagar $26.600,
esto es, un aumento de 724%.

Los montos de facturación habían quedado a inicios de 2024 muy retrasados en cada
categoría respecto al incremento inflacionaria, con un incremento de sólo 49% frente a una
inflación de casi 300% anual, por lo cual muchas personas quedaron en categorías más altas o
saltaron al Régimen General. Con los cambios que ahora propone el Ejecutivo, el incremento
promedio de los montos de facturación de las categorías asciende a 230% respecto de los
tramos vigentes. Sin embargo, mientras que la categoría A se multiplica por tres, la categoría
K se multiplica por cuatro, beneficiando así a estos últimos, de mayores niveles de
facturación.

Los valores vigentes a pagar desde el 1 de enero de 2024 ya habían tenido un incremento
anual de orden del 110% respecto de igual período del año 2023. De aprobarse el proyecto, el
incremento interanual de 2024 frente a 2023 de las cuotas totales a pagar para la categoría A
será de alrededor de un 363%, y para las categorías máximas rondará el 796% para el caso de
servicios (categoría H) y 749% para el caso de venta de bienes (categoría K). Es de notar que
para las últimas categorías (I, J y K) que actualmente sólo están habilitadas para ventas de
cosas muebles, se agrega en el proyecto la actividad de locación de servicios, con cuotas que
duplican a las de la actividad de venta de cuotas muebles y que representan hasta un 15% del
ingreso promedio mensual ($ 517.608,55, $ 626.931,97 y $ 867.084,75 mensuales,
respectivamente), cuando para el resto de las categorías se encuentra por debajo del 8%.

El universo de monotributistas abarca trabajadores independientes como profesionales, pero


también esta figura oculta una relación de dependencia encubierta que implica fraude laboral
como ocurre en la propia Administración Pública Nacional. Casi la mitad de los
monotributistas se ubican en las categorías más bajas (A y B). Para inscribirse al Monotributo
Social se debe realizar una única actividad económica de forma independiente, o trabajar en
relación de dependencia con un salario bruto inferior a una jubilación mínima, o formar parte
de una cooperativa de trabajo (pueden ser antiguas empresas recuperadas que hayan sido
13

traspasadas a los trabajadores y trabajadoras) con un mínimo de 6 asociados. Como señala la


AFIP “este régimen está destinado a reconocer la realización de actividades productivas,
comerciales y de servicios reconocidas dentro de la economía social y popular”. En la
actualidad el pequeño contribuyente que está inscripto en el Registro Nacional de Efectores
de Desarrollo Local y Economía Social (Monotributo Social), no paga ni el impuesto
integrado, ni el aporte jubilatorio (aporte mensual destinado al SIPA). Como monotributista
social abona la mitad (50%) del monto destinado a la Obra social del titular. Con la propuesta
del proyecto se eliminan las exenciones y pasará a pagar impuesto integrado, aporte SIPA y la
cuota completa de la Obra Social. Del total de monotributistas, alrededor de 24%
corresponden a Monotributo Social y dentro de los monotributistas sociales más de la mitad
son mujeres. Así, el Gobierno encarece las cuotas para un sector más vulnerable, lo que
podría excluirlo del acceso a una obra social y beneficio previsional en caso de no poder
pagar. Entre titulares y adherentes implica afectar a más de 1,2 millones de personas.

Además, se faculta al Poder Ejecutivo Nacional durante el período fiscal 2024 a realizar
nuevos aumentos de impuesto integrado, y de cotizaciones previsionales, que implicará
cuotas más caras para los pequeños contribuyentes. El nuevo proyecto no contempla un factor
de actualización trimestral por IPC, que se supone que quedaría cubierto con el incremento
más que proporcional del parámetro ingresos. Sin embargo, es de imaginar que estos
parámetros queden retrasados y que los monotributistas queden alcanzados por categorías
mayores del régimen (o peor aún, ingresando al Régimen General) sólo por la no
actualización de esos parámetros. Inclusive, el proyecto no hace referencia al reingreso al
Monotributo para quienes quedaron excluidos durante el último tiempo.

Rechazo al Proyecto

Como expusimos los diputados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad durante
las reuniones de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en su tratamiento exprés, y como
desarrollamos aquí, el proyecto de ley denominado "Medidas paliativas y relevantes" tiene el
objetivo de realizar una transferencia de ingresos desde los sectores trabajadores hacia los
ricos y los grandes empresarios. Se trata de una reforma tributaria regresiva al servicio del
gran capital y del ajuste que exige el Fondo Monetario Internacional, por lo que sostenemos
que debe ser categóricamente rechazado.
14

Hoy en día ya el sistema tributario es ampliamente regresivo, producto de las sucesivas


reformas que se han votado para favorecer a los sectores concentrados de la economía. La
recaudación del Estado está mayormente basada en impuestos que gravan en proporciones
más altas los ingresos de los trabajadores y el consumo popular. Los gravámenes directos a
las ganancias capitalistas y a los de los individuos de mayores ingresos y riqueza tienen un
peso limitado en los ingresos fiscales. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) (30%
aproximadamente de la recaudación) es el impuesto que mayor peso tiene en la recaudación.
Se trata de un impuesto regresivo por excelencia porque es indirecto al consumo (lo depositan
las empresas pero se traslada al precio final), y lo pagan en mayor proporción los sectores de
menores ingresos ya que son quienes dedican mayor parte de sus ingresos a consumir bienes
y servicios, teniendo menos (o nula) capacidad de ahorro. A esto se agregan otros impuestos
indirectos, como a combustibles, cigarrillos, bebidas alcohólicas, impuestos a la importación,
etc. En segundo lugar está el Impuesto a las Ganancias (entre 21-24%). Pero lejos de
aplicarse sobre las “ganancias”, una parte importante de este no lo pagan las grandes
empresas sino los asalariados, profesionales independientes, pequeños comerciantes,
jubilados, etc. Como hemos ya denunciado, se trata de un impuesto confiscatorio sobre el
salario. De acuerdo a datos de AFIP, antes de la creación del impuesto cedular en octubre del
año 2023 que elevó el piso mínimo que pagan los asalariados, alrededor de 1 de cada 5 pesos
recaudados de Ganancias (entre 17% y 20%) era retención de la 4ta categoría, es decir,
“impuesto al salario”. Mientras que lo que pagan en forma directa las Sociedades (empresas)
alcanzaba al 23% del total del impuesto, lo que muestra que lo que contribuyen unos y otros
es muy similar, aunque hay otros conceptos que no son tan fáciles de distinguir y recaen
mayormente en capitalistas. De conjunto, lo que se recauda por Ganancias (incluido impuesto
al salario) representa 5,4% del PBI, cuando en países imperialistas o “centrales” representa
alrededor del 15% del PBI. Por el contrario, en el caso del Impuesto sobre los Bienes
Personales, el único que grava la propiedad individual de los más ricos, resalta por su poco
peso en la recaudación (inferior al 2%), y ahora se busca con este proyecto reducir aún más,
al extremo prácticamente de su extinción.

En vistas de esto, desde el Frente de Izquierda nos oponemos al cobro del IVA sobre los
productos de la canasta básica, el cobro del componente impositivo del monotributo sobre las
categorías más bajas y desde ya, sobre el monotributo social y planteamos que debe ser
eliminado el impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría para los trabajadores de convenio
y para jubiladas y jubilados. Asimismo, sostenemos que se debe impactar a quienes hacen sus
15

ganancias a costa del trabajo ajeno en la perspectiva de eliminar definitivamente el trabajo


asalariado y la explotación capitalista, aumentar la alícuota para grandes empresas y terminar
con las rebajas impositivas que las benefician, así como imponer impuestos progresivos a las
grandes fortunas y a la renta financiera y restituir el 33 % de las contribuciones patronales
que bajaron Carlos Menem y Domingo Cavallo para desfinanciar el sistema jubilatorio.

El presente planteo se ubica en un nuestra pelea de fondo por conquistar otra salida a la crisis
nacional desde una perspectiva socialista y desde abajo, que comprende: la ruptura del
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI); el no pago de la deuda ilegal, ilegitima
y fraudulenta; la reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, repartiendo las
horas de trabajo entre ocupados y desocupados, con un salario que como mínimo cubra la
canasta familiar y actualizado mensualmente por inflación; la nacionalización de los bancos
en un banco estatal único administrado por los propios trabajadores para frenar la fuga de
capitales que hoy es vehiculizada por un puñado de bancos en manos de capital privado,
muchos de ellos extranjeros y aliados de los grandes fondos de inversión internacional; el
monopolio del comercio exterior que actualmente está en manos de un puñado de grandes
empresarios extranjeros y locales que canalizan por esta vía parte del fraude al fisco y las
presiones sobre la cotización del peso argentino y los precios locales; entre otras medidas, en
el camino hacia la planificación integral de los principales resortes de la economía por parte
de un gobierno de los trabajadores.

Bajo las consideraciones aquí expuestas y las que desarrollaremos oportunamente, llamamos
a todos los miembros de este Congreso Nacional a rechazar de manera categórica este
proyecto de ley.

También podría gustarte