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TEORIA UNIFICADORA DE LA VIDA 19/01/2022

Puede parecer un titulo bastante grandilocuente y podría haber optado por alguno menos
pretencioso como por ejemplo: la evolución emocional del ser humano, al final como
gestionar tu “marrón” de vida, ese milagro llamado consciencia, etc.

Vamos a dejar el título original y comenzar con la exposición:

Sería interesante trazar la evolución del desarrollo del ser humano desde su nacimiento hasta
su madurez tanto en los aspectos sociales como económicos poniendo en valor que el primer
objetivo a alcanzar es la supervivencia y el cumplimiento del resto de objetivos están
supeditado a que este primero este garantizado.

Desde nuestro nacimiento la dependencia de nuestros progenitores es prácticamente total y


por lo tanto nuestra supervivencia esta “delegada “ en ellos mientras que el aprendizaje de
nuestro entorno nos vaya permitiendo adquirir habilidades que nos faculte tomar el mando de
nuestra propia supervivencia.

En la primera etapa de nuestra vida nuestra mente está en todo momento en “modo” presente,
no hay pensamientos que nos hagan revivir el pasado ni angustiarnos por el futuro. Si es cierto
que en este proceso nuestras vivencias con el entorno más cercano van moldeando nuestro
cerebro y adquiriendo unas pautas de conducta inicialmente simples de acción –reacción que
nos va permitiendo conocer las claves de la supervivencia y la generación de pensamientos más
elaborados que nos permita una mayor autonomía de movimientos. Otras de las consecuencias
de esta evolución de esa generación de pensamientos es la desubicación temporal de la mente
dejando de estar en el presente en todo momento y estar oscilando constantemente entre el
pasado y el futuro y como consecuencia afloran sentimientos de miedo irracional, frustración,
ansiedad, etc, que en realidad solo están en nuestra mente y que normalmente no forman
parte de la realidad.

En paralelo al cumplimiento del primer gran objetivo del ser humano que ya hemos
reconocido que es la supervivencia, se superpone la felicidad entendiendo por felicidad como
una situación de equilibrio perfecto entre nuestro mundo interior y el entorno en el que se
desarrolla nuestra vida o también la podíamos definir como la ausencia de enfermedad, de
miedo o dolor. Independientemente de cómo la definamos lo cierto es que nuestra mente no
está capacitada (no tiene esa prioridad) para qué sintamos en todo momento esa emoción de
felicidad pero como consecuencia de estar en todo momento atento a tu entorno para
preservar tu supervivencia la mente tiene una tendencia natural hacia la autocritica y el
pesimismo elaborando pensamientos oscuros con el fin de detectar amenazas y peligrosos
quedando en un segundo plano el recrearse en los momentos agradables que nos dan esa
satisfacción emocional.

Evidentemente esas satisfacciones emocionales también forman parte de las vivencias del ser
humano y sabemos que existen una serie de neurotransmisores en nuestro cerebro que
estimulan la segregación de hormonas tales como las endorfinas , serotonina, dopamina y la
oxitocina que nos provocan emociones de una profunda satisfacción( que se puede confundir
con la felicidad) y también sabemos que actividades provocan la segregación de esas hormonas
tales como hacer deporte, nadar , correr , tomar algo dulce, reír , el contacto con seres
queridos, escuchar música, celebrar los logros diarios , etc., pero debemos interpretar que esto
no es un proceso continuo , hay una componente de aleatoriedad ( el azar) que no es
controlable y que deja la puerta abierta a lo imprevisible y por lo tanto al dolor , al sufrimiento,
contrariedades y amenazas que pueden atentar a nuestra supervivencia y a nuestro entorno
de bienestar.

El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional y aquí está la clave; el azar en cualquier


momento puede poner en escena el dolor y lo tendrás que aceptar como tal pero tu actitud
puede neutralizar el sufrimiento y la clave es conocer y practicar las estrategias adecuadas para
que tu actitud te proteja de ese sufrimiento inútil que no te permite estar viviendo el presente.

Podemos decir que la actitud adecuada nos facilita una transición “cómoda” entre las
diferentes vivencias que experimenta el ser humano y si reconocemos que una actitud
“positiva” es la clave entonces la pregunta es cuales son las herramientas que te van a dotar
de una actitud positiva ante cualquier situación.

Lo dicho anteriormente reconoce que la “felicidad” definida como un proceso continuo de


bienestar no existe pero si es posible maximizar el bienestar emocional con la actitud adecuada
y gestionando apropiadamente las vivencias que promueven la generación de las “hormonas
de la felicidad” que han sido mencionadas anteriormente.

También hay que mencionar que estas relaciones del ser humano dentro de un contexto social
tiene una componente económica importante donde también se reconoce el principal objetivo
individual de la supervivencia y yo diría que en este caso se intenta cubrir de una manera
desmesurada e incontrolada provocando a nivel social tanto local como “nacional” unos
grandes desequilibrios dando como resultado individuos/sociedades inmensamente ricas en
contraste con otras extremadamente pobres lo cual es bastante incomprensible esos
desequilibrios a nivel mundial en el siglo XXI.

Mi percepción es que el origen tanto de la “infelicidad” del ser humano como de esos
desequilibrios económicos está en ese exceso de celo en el aseguramiento de la supervivencia
que pudo estar justificada en épocas anteriores a la actual pero que en este siglo XXI resulta
totalmente desproporcionada al menos en el mundo occidental.

Muestras claras del impacto económico en nuestras vidas como consecuencia del exceso de
celo en la supervivencia son las repetidas y descontroladas crisis económicas que tanto
empobrecen a la sociedad en su conjunto y el sufrimiento asociado a esa penuria económica
provocada por un desequilibrio de alguna variable económica que normalmente es provocada
o por intención o por desconocimiento pero normalmente guiada por llevar al limite la
obtención de ingresos al mínimo coste con un riesgo asociado no lo suficientemente
controlado.

Este último factor económico mencionado anteriormente puede estar originado por una
estrategia extrema de mitigación de la supervivencia acumulando patrimonios abultados que si
a su vez no generan riqueza estarían privando al resto de la humanidad de una oportunidad
económica de mejorar su calidad de vida.

Hay que mencionar que en situaciones de carestía de materias primas/productos el objetivo de


la supervivencia se híper activa provocando artificialmente una inflación descontrolada con el
único objetivo de aprovecharse de esa situación y poner otra vez de manifiesto el dicho de que
el “hombre” es un lobo para el “hombre”.

Sin perder de vista que la economía como intercambio de bienes y servicios es entre individuos
y entre individuos y organizaciones de individuos; es obvio que la economía la generan los
individuos para satisfacer sus necesidades de toda índole inicialmente de supervivencia y una
vez satisfechas estas primeras, son necesidades creadas por nuestra mente persiguiendo otros
fines que los puramente de supervivencia.

Los inicios de esta incipiente economía se rige fundamentalmente por criterios de


supervivencia y de escasez y esas dos características definen el valor de intercambio del bien o
servicio ; aun no ha entrado el componente especulativo y manipulador de esa incipiente
economía. Cuando el ser humano se da cuenta de que manejando esas dos características
puede manipular el mercado a su favor es cuando se desarrolla socialmente esa individualidad
agresiva hacia tus congéneres con el afán de destacar tanto social como económicamente
marcando distancia con la pura supervivencia.

Evidentemente el colectivo humano desde sus orígenes en absoluto es homogéneo tanto en


habilidades como en comportamientos pero si se genera un “standard” de ser humano
predominante en porcentaje que va adquiriendo unos conocimientos y adoptando unas
actitudes egocéntricas, muy centradas en uno mismo y desfasadas mentalmente respecto a una
realidad que te ofrece muchas oportunidades de bienestar presente.
Según va cumpliendo años la humanidad se va constatando con mayor crudeza el desfase que
hay entre su comportamiento y la realidad de ese momento con los avances tecnológicos
existentes que mejoran la calidad de vida del ser humano; la realidad ha evolucionado a mejor
globalmente hablando pero el ser humano no ha evolucionado en la misma medida para
maximizar sus experiencias de bienestar.

Si bien es cierto la velocidad de los cambios tecnológicos y de la economía que durante el


pasado siglo y el presente han crecido exponencialmente, el bienestar mental del ser humano
sigue anclado en los mismos comportamientos de hace miles de años lo cual cabria pensar o
que la velocidad del crecimiento económico/tecnológico es excesivamente alto o que nuestra
mente no tiene ni la capacidad ni el objetivo de maximizar nuestro bienestar mental. Sobre este
último punto del crecimiento excesivo no lo debemos entender como una “prohibición” hacia
el progreso y mejora de las condiciones de vida sino como una más lenta y madura
implantación real en la sociedad que nos permita más tiempo para poder asimilar mejor esos
avances y por lo tanto obtener de ellos el máximo provecho. A la mente humana en general no
le sienta bien los cambios constantes e impredecibles; va en contra de su propia naturaleza de
estabilidad y costumbres basadas en consumir el mínimo de energía maximizando la eficacia.
Estar en constante fase de desarrollo genera en el ser humano la hormona del cortisol
provocando un stress continuo que te aleja del bienestar deseado. También es cierto que
ciertas actividades no realizadas anteriormente nos trae una componente de novedad que
nuestros sentidos perciben como novedosas y atractivas provocando la generación de algún
neurotransmisor que nos ofrece momentos de bienestar emocional.

Realmente resulta paradójico que por un lado el comportamiento del ser humano este guiado
por la ley del mínimo esfuerzo circunscrito a preservar la supervivencia y que por otro lado
cuando realiza actividades diferentes las cuales hacen que las “hormonas del amor” se
desencadenen es realmente en estos momentos donde está fuertemente conectado con la
realidad y es cuando con mayor intensidad se esta sintiendo “vivo”.

L a pregunta clave es conocer si hay algo que nos permita maximizar nuestras experiencias de
bienestar emocional aceptando que la realidad ni siempre va ser la deseada (el universo no
gira alrededor tuyo) y , en absoluto todo está bajo tu control además de que tenemos que
tener en cuenta que existe el puro azar que unas veces te será favorable y otras te golpeara
con crudeza y es en esos momentos cuando ese algo debe de actuar para que aceptes la
situación(aceptación no es resignación) y puedas trazar una transición desde el dolor a la
aceptación y estabilización emocional .Ese algo es tu actitud , lo que hace daño no es tanto el
hecho sino de cómo tu percibes ese hecho , es decir de la actitud que adoptas para afrontarlo .
Ahora surge otra gran pregunta: cómo gestiono mi actitud?; como de una manera automática
adopto una actitud “positiva” para aceptar el dolor ( pero evitando el sufrimiento) y por lo
tanto maximizar el bienestar emocional.

Con toda franqueza quien escribe estas palabras ha leído infinidad de libros sobre autoayuda,
actitud positiva, etc. y a pesar de tanta lectura no he encontrado cuales son las herramientas
que me posibiliten una actitud adecuada en todo momento que haciendo un símil seria el
“cemento” que da continuidad a la construcción formada por ladrillos(vivencias) y que en
definitiva es la construcción de tu vida a lo largo del tiempo.

Creo que no es una tarea fácil sabiendo que nuestro principal objetico es la supervivencia y no
la felicidad (aunque realmente no existe como estado continuo de bienestar emocional), que
tenemos una carga genética que no es determinante pero si condicionante, que tenemos un
entorno que en algunas ocasiones es más bien un freno que un impulsor y que nuestra
capacidad de adaptación al medio está dos pasos por detrás de lo que nos ofrece el sector de
la innovación y la tecnología existente.

Con esas condiciones de contorno el maximizar el estado de bienestar emocional se hace un


objetivo que sin renunciar a ello requiere una muy elevada motivación , perseverancia
recorriendo el camino y una gran limpieza de tus pensamientos limitantes y fundamentalmente
herramientas que te obliguen a un cambio de actitud positiva y sea esa nueva actitud la mirada
serena con la que estar presente y tanto física como mentalmente ir descubriendo por ti mismo
una nueva realidad simplemente cambiando el enfoque de tus vivencias.

Francisco Fraga

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