Ejemplo de Medida Cautelar - Grupo 04

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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR - Demanda de Amparo

AUTOR (ES):

GERMAN GONZALES, Steisy Mishell

MACEDO NAVARRO, Kassandra Mabel

PAIMA OSORIO, Jackeline Nicol

SANGAMA GRANDEZ, Karolay Stefany

VÁSQUEZ OLANO, Alexis

ASESOR:

Dr. Prado Ramos, Ronald Adolfo

EXPERIENCIA CURRICULAR:

Derecho Procesal Constitucional

TARAPOTO – PERÚ

2023
Exp.:
Sec.:
Escrito 1
Cuaderno
cautelar
Sumilla: Pedido cautelar -
Demanda de Amparo

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CONSTITUCIONAL


DE LIMA

ERICK CÓRDOVA PINTADO,


Director General del Instituto de
Defensa Legal, con DNI N° 73655640
y SILVANA DEL CASTILLO
RENGIFO, Secretaria Ejecutiva de la
Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos, con DNI N° 01092242,
señalando domicilio real en Jr. Santa
María 317 Morales, y domicilio
procesal en Jr. Augusto B. Leguía 765
Tarapoto ante usted respetuosamente
nos presentamos a nombre personal y
decimos:

Que, recurrimos a su despacho a fin de interponer MEDIDA CAUTELAR


DURANTE EL PROCESO CONSTITUCIONAL DE AMPARO, contra el
Presidente del Congreso de la República, Sr. Raúl Eduardo Arteaga Escudero,
por la “votación en bloque” para elegir a los magistrados del Tribunal
Constitucional el día 17 de julio del año 2013, incumpliendo con el derecho a la
motivación e interdicción de la arbitrariedad e incumpliendo lo establecido en el
artículo 6 del Reglamento Especial para la Elección de Magistrados del Tribunal
Constitucional (Resolución del Congreso Constituyente Democrático No 031-95-
CCD), que exige “votación individual y por cédula”, lo cual viola el “derecho
constitucional a asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y de los actos
administrativos a la violación” reconocido en el fundamento 9 de la sentencia
vinculante del Tribunal Constitucional recaída en el expediente No 00168-2005-
AC/TC. Además, el Congreso ha vulnerado el artículo 139 inciso 19 de la
Constitución, que prohíbe ejercer función judicial a quien no ha sido nombrado
en la forma prevista por la Constitución o la ley.

I. REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD

1. Legitimación pasiva

Interponemos MEDIDA CAUTELAR DURANTE EL PROCESO


CONSTITUCIONAL DE AMPARO, contra el presidente del Congreso de la
República Raúl Eduardo Arteaga Escudero, debiendo notificar al Procurador de
este órgano legislativo Dr. Jorge Campana, en la Plaza Bolívar s/n, Lima.

2. Legitimación activa

Los que suscriben esta demanda somos titulares del derecho constitucional al
cumplimiento de las normas legales, en este caso del Reglamento Especial para
la Elección de Magistrados del Tribunal Constitucional, Resolución del Congreso
Constituyente Democrático No 031-95-CCD y el principio de interdicción de la
arbitrariedad y el derecho a la motivación. Y el derecho a que ejerzan función
jurisdiccional sólo aquellos que han sido nombrados de acuerdo a ley.

3. Petitorio

Se suspendan los efectos de la votación en bloque del Pleno del Congreso de la


República, de los magistrados del Tribunal Constitucional del día 17 de julio de
2013.

4. Derechos violados y/o amenazados

El derecho constitucional innominado a asegurar y exigir la eficacia de las


normas legales y de los actos administrativos a la violación, reconocido en el
fundamento 9 de la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
expediente No 00168-2005-AC/TC, de conformidad con el artículo 3 de la
Constitución Política. Además, se ha vulnerado el derecho a la motivación y el
principio de interdicción de la arbitrariedad y el derecho de todos los ciudadanos
a que no ejerzan función jurisdiccional quienes no han sido nombrados por la
forma prevista por la Constitución y la ley (artículo 139 inciso 9 de la Constitución)

II. REQUISITOS DE PROCEDENCIA

1. Los hechos y el petitorio de la demanda están referidos en forma


directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado.

Se ha afectado el contenido constitucional protegido de derechos y principios de


rango constitucional.

2. No existen vías procedimentales específicas, igualmente


satisfactorias, para la protección de los derechos constitucionales
violados.

Si bien la regla contenida en el artículo 5 inciso 2 del Código Procesal


Constitucional exige como un requisito de procedencia que “No proceden los
procesos constitucionales cuando […] Existan vías procedimentales específicas,
igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional
amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de hábeas corpus”,
esta regla no se aplica pues no existen estas vías específicas de protección, y
las que existen no resultan idóneas. La violación de los derechos es reversible y
reparable.

De conformidad con el principio restitutorio contenido en el artículo 1 del Código


Procesal Constitucional, los procesos constitucionales solo proceden cuando es
reversible la violación de derechos, tal como ocurre en este caso.

3. Procedencia

En consonancia con el artículo 15 de la Ley N.º 28237, Código Procesal


Constitucional, que establece la procedencia de las medidas cautelares durante
los procesos constitucionales, explica que:

“Artículo 15.- Medidas Cautelares

Se pueden conceder medidas cautelares y de suspensión del acto


violatorio en los procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento,
sin transgredir lo establecido en el primer párrafo del artículo 3 de este
Código. Para su expedición se exigirá apariencia del derecho, peligro
en la demora y que el pedido cautelar sea adecuado o razonable para
garantizar la eficacia de la pretensión. Se dictan sin conocimiento de la
contraparte y la apelación sólo es concedida sin efecto suspensivo;
salvo que se trate de resoluciones de medidas cautelares que declaren
la inaplicación de normas legales autoaplicativas, en cuyo caso la
apelación es con efecto suspensivo.

Su procedencia, trámite y ejecución dependen del contenido de la


pretensión constitucional intentada y del adecuado aseguramiento de
la decisión final, a cuyos extremos deberá limitarse. Por ello mismo, el
Juez al conceder en todo o en parte la medida solicitada deberá atender
a la irreversibilidad de la misma y al perjuicio que por la misma se pueda
ocasionar en armonía con el orden público, la finalidad de los procesos
constitucionales y los postulados constitucionales.

Cuando la solicitud de medida cautelar tenga por objeto dejar sin efecto
actos administrativos dictados en el ámbito de aplicación de la
legislación municipal o regional, se correrá traslado por el término de
tres días, acompañando copia certificada de la demanda y sus
recaudos, así como la resolución que la da por

admitida, tramitando el incidente por cuerda separada, con intervención


del Ministerio Público. Con la contestación expresa o ficta, el Juez
resolverá dentro del plazo de tres días, bajo responsabilidad.

En todo lo no previsto expresamente en el presente Código, será de


aplicación supletoria lo dispuesto en el Título IV de la Sección Quinta
del Código Procesal Civil, con excepción de los artículos 618, 621, 630,
636 y 642 al 672.”

Asimismo, para recurrir a una medida cautelar se debe estar ante la apariencia
del derecho, peligro en la demora, así como el uso de medida adecuada a los
fines perseguidos, tal como ocurre en el caso materia de esta demanda de
amparo, la cual versa sus en los siguientes argumentos:
III. HECHOS

Con fecha 17 de julio, el Pleno del Congreso de la República eligió a seis


magistrados del Tribunal Constitucional. Con 97 congresistas asistentes se dio
inicio a la votación. Se eligió a los señores Cayo César Galindo Sandoval, Víctor
Ricardo Mayorga Miranda, Víctor Rolando Sousa Huanambal, Francisco José
Eguiguren Praeli, José Luis Sardón de Taboada y Ernesto Jorge Blume Fortini.
La votación se realizó en bloque, es decir por todos los candidatos a la vez,
obteniendo 95 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones. La elección
se ha concretado con la emisión de la Resolución Legislativa del Congreso No.
004-2012-2013-CR, publicada el jueves 18 de julio de 2013 en el diario oficial El
Peruano.

IV. FUNDAMENTOS DE DERECHO

El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva está garantizado por el artículo 139º,


inciso 3, de la Constitución. Este derecho garantiza a toda persona la protección
jurisdiccional de sus derechos e intereses a través de procesos previstos por
nuestro ordenamiento jurídico. Orientadas a este cumplimiento pleno se hallan
justamente las medidas cautelares, pues siguiendo lo expuesto por Piero
Calamandrei que: “Hay, pues, en las providencias cautelares, más que la
finalidad de actuar el derecho, la finalidad inmediata de asegurar la eficacia
práctica de la providencia definitiva que servirá a su vez para actuar el derecho.
La tutela cautelar es, en relación al derecho sustancial, una tutela mediata: más
que a hacer justicia contribuye a garantizar el eficaz funcionamiento de la justicia”

A través de las medidas cautelares se garantiza el aseguramiento del


cumplimiento de una sentencia estimatoria, posibilitando que el tiempo que toma
el proceso y las incidencias de este no signifiquen luego una inejecutabilidad de
la sentencia o que su ejecución sea incompleta o insuficiente, lo que es también
una forma de vulneración del derecho a la efectividad de las resoluciones. Para
la protección de los derechos fundamentales de la persona, la efectividad a
medias de las resoluciones puede resultar tener el mismo efecto que una
inejecución. Además de existir un agregado agravante al daño, pues para el
beneficiario le va posiblemente significar la existencia de una obligación a actuar
y que no haya obediencia de esta cuando debiera ser, lo cual le sigue causando
perjuicio, que se le agrega frustración y un mayor peso a la vulneración.

Dado que las medidas cautelares cumplen tan importante función con respecto
a la efectividad de la tutela jurisdiccional, ellas advienen en una institución que
conforma este derecho, una institución a través de la cual se garantiza la
efectividad de la tutela jurisdiccional. Como se explicó en los debates previos a
la expedición del Código Procesal Constitucional, respecto de la medida
cautelar, se sostuvo que “El importante desarrollo que ha tenido el tema cautelar
en sede nacional, algunas veces positivo y muchas otras pernicioso, ha exigido
a la Comisión un cuidado especial en su regulación. (...) las medidas cautelares
se mueven en nuestro sistema judicial entre Escilas y Caribdis, es decir, entre
peñascos y tormentas y, además, entre su trascendente necesidad y su cotidiano
abuso. Sin embargo, es necesario regularlas más allá del temor y de la
temeridad, por eso la Comisión opta por su ejecución inmediata –como enseña
unánimemente la doctrina–, aplazando el contradictorio y la posibilidad de
impugnarla”

Las medidas cautelares tienen por objeto resguardar el cumplimiento definitivo


del fallo, asegurando la eficacia del proceso, cuando el derecho en conflicto
dentro del proceso se encuentra en peligro de volverse irreparable, ya que el
Juez Constitucional debe de asegurar que se logren los fines de los procesos
constitucionales, según el artículo II del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, que dice:

“Artículo II.- Fines de los Procesos Constitucionales

Son fines esenciales de los procesos constitucionales garantizar la


primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales.”

Por ello, entendiendo el carácter instrumental de la medida cautelar que posibilita


que, ante la inminencia de un perjuicio irreparable, el Juez del proceso
constitucional suspenda el acto violatorio del derecho, siempre y cuando cumpla
con las características que configuran el peligro de irreparabilidad, como es mi
caso, donde jueces que han sido elegidos violando los procedimientos legales
establecidos están a punto de impartir justicia en una materia de protección de
derechos fundamentales, lo cual garantiza el derecho al debido proceso y a la
tutela judicial efectiva. Según el Tribunal Constitucional las características que
configuran el peligro de irreparabilidad del derecho invocado en la demanda son:

“Tal como se aprecia, los aludidos párrafos establecen, entre otras


previsiones, las características esenciales de toda medida cautelar,
como son el fumus boni iuris (apariencia del derecho), el periculum in
mora (peligro en la demora), así como la adecuación (uso de medida
adecuada a los fines perseguidos). Asimismo, se exige que a) una vez
presentada la solicitud de medida cautelar, ésta será resuelta sin
conocimiento de la parte demandada; b) de apelarse la decisión
adoptada en primera instancia, ésta sólo será concedida sin que se
suspendan sus efectos, y c) en el momento de concederse la medida
cautelar, el juzgador deberá tener en consideración que ésta es
irreversible.”

Apariencia del Derecho

Los derechos invocados en la demanda de amparo tienen sustento


constitucional directo, condición fundamental para acceder a la tutela de
urgencia, en consonancia con lo señalado por el artículo 38º del Código Procesal
Constitucional. Por lo que pedimos que se acepte la Medida Cautelar
presentada, con el fin evitar un daño mayor a nuestro representado.

Como señala el TC, “Reconocer que el proceso de amparo sólo procede en caso
de afectación directa de los derechos fundamentales (expresos o implícitos),
implica, ante todo, determinar si la supuesta afectación en la que incurre el acto
u omisión reputada de inconstitucional, en efecto, incide sobre el ámbito que
resulta directamente protegido por dicho derecho”6. Es por ello, que el artículo
5º inciso 1 del Código Procesal Constitucional señala que los procesos
constitucionales no proceden cuando “Los hechos y el petitorio de la demanda
no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido
del derecho invocado”. La conclusión es que, en tanto proceso constitucional, el
amparo sólo puede encontrarse habilitado para proteger derechos de origen
constitucional y no así para defender derechos de origen legal.
Para César Landa, ex presidente del TC y actual Magistrado del mismo órgano,
el derecho a la tutela judicial es un derecho fundamental que junto con el debido
proceso se incorpora al contenido esencial de los derechos fundamentales,
como elemento del núcleo duro de los mismos, permitiendo de esa manera que
a un derecho corresponda siempre un proceso y que un proceso suponga
siempre un derecho; pero, en cualquiera de ambos supuestos su validez y
eficacia lo define su respeto a los derechos fundamentales.8 Para el TC, en
pacífica jurisprudencia9, la tutela judicial efectiva es un “derecho constitucional
de naturaleza procesal en virtud del cual toda persona o sujeto justiciable puede
acceder a los órganos jurisdiccionales, independientemente del tipo de
pretensión formulada y de la eventual legitimidad que pueda o no, acompañarle
a su petitorio”.

En mi caso, se está vulnerando el derecho de todos los ciudadanos a que no


ejerzan función jurisdiccional quienes no han sido nombrados por la forma
prevista por la Constitución y la ley (artículo 139 inciso 9 de la Constitución), el
cual es parte del contenido de la garantía del debido proceso y la tutela judicial
efectiva, se viola también el derecho constitucional innominado a asegurar y
exigir la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos, reconocido
en el fundamento 9 de la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
expediente No 00168-2005-AC/TC, de conformidad con el artículo 3 de la
Constitución Política, y finalmente, el derecho a la motivación y el principio de
interdicción de la arbitrariedad, reconocido en la jurisprudencia del TC en la
jurisprudencia vinculante recaída en la sentencia Exp. No 00090-2004-AA/TC,
f.j. 12.

Como lo explica el propio TC, “Uno de los elementos que componen la tutela
jurisdiccional y que la definen es la efectividad. La tutela jurisdiccional que la
Constitución reconoce debe revestir, entre otras exigencias, efectividad. La tutela
no se agota en la sola provisión de protección jurisdiccional, sino que ésta debe
estar estructurada y dotada de mecanismos que posibiliten un cumplimiento
pleno y rápido de su finalidad, de modo que la protección jurisdiccional sea real,
íntegra, oportuna y rápida.”

Peligro en la Demora
El derecho de todos los ciudadanos a que no ejerzan función jurisdiccional
quienes no han sido nombrados por la forma prevista por la Constitución y la ley
(artículo 139 inciso 9 de la Constitución), el cual es parte del contenido de la
garantía del debido proceso y la tutela judicial efectiva, se viola también el
derecho constitucional innominado a asegurar y exigir la eficacia de las normas
legales y de los actos administrativos, reconocido en el fundamento 9 de la
sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente No 00168-2005-
AC/TC, de conformidad con el artículo 3 de la Constitución Política, y finalmente,
el derecho a la motivación y el principio de interdicción de la arbitrariedad,
reconocido en la jurisprudencia del TC en la jurisprudencia vinculante recaída en
la sentencia Exp. No 00090-2004-AA/TC, f.j. 12, ya que me generan un daño que
se puede volver irreparable, pues estos magistrados impartirán justicia una vez
que juren sus cargos.

Adecuación

Esta medida cautelar es la medida adecuada para lograr preservar mis derechos,
porque el transcurso del tiempo puede generar un daño irreparable al mismo.
Por lo que, esta medida se adecua a la necesidad de preservar y proteger mis
derechos, pues se está violando una garantía fundamental del debido proceso y
la tutela judicial efectiva.

Conclusión

Por todos estos fundamentos de hecho y de derecho, consideramos que se


encuentra expedito esta medida cautelar, y se nos brinde tutela urgente a los
derechos antes invocados, para evitar así, un daño irreparable.

V. MEDIOS PROBATORIOS

De acuerdo al artículo 188 del Código Procesal Civil, “los medios probatorios
tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir
certeza en el Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus
decisiones”.

Que, no obstante, que la ley procesal constitucional señala de la ausencia del


estadio probatorio en este tipo de procesos constitucionales, por otro lado,
también prescribe que los medios probatorios de actuación inmediata y directa
si pueden ofrecerse y actuarse. Así entonces, ofrecemos los documentos
siguientes:

• Copia de la Resolución Legislativa 004-2012-2013-CR.

Asimismo, la votación del Congreso realizada “en bloque” para la elección de


magistrados del Tribunal Constitucional el 17 de julio de 2013, es un hecho de
pública evidencia, cubierto por los medios de prensa escrito, radiales y
televisivos de nivel nacional, como El Comercio, La República, Perú.21 en sus
ediciones del jueves 18 de julio de 2013. Por ello, invocamos al artículo 190
inciso 1 del Código Procesal Civil en cuanto a la procedencia de medios de
prueba para probar estos hechos.

PRIMER OTRO SI: Designamos como abogados defensores al Dra. PATRICIA


DEL PILAR RIVERA SÁNCHEZ, con Registro CAL N° 19707, al Dr. JORGE
GAVIDIA HERNANDEZ, con Registro CAL N° 28423 y al Dra. ELSA PANDURO
RAMIREZ, con Registro CAC N° 6143 a quienes igualmente se les designa como
representantes judiciales y se le confiere las facultades previstas en el Art. 80
del CPC, para cuyo efecto declaramos que he instruido de los alcances de tal
designación.

ANEXOS:

• Copia del DNI de los recurrentes. (Anexo 1-A)


• Copia de la Resolución Legislativa 004-2012-2013-CR (Anexo 1-D)

POR TANTO:

Sírvase Señor Juez admitir a trámite el presente pedido cautelar.

Lima, 19 de julio de 2013

Patricia del Pilar Jorge Gavidia Elsa Panduro


Rivera Sánchez Hernández Ramírez

CAL 19707 CAL 28423 CAL 61435

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