Las Emociones
Las Emociones
Las Emociones
los niños
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
- Son reacciones conductuales y subjetivas producidas por una
información proveniente del mundo externo o interno.
- Son respuestas automáticas que nos permiten adaptarnos a
situaciones diferentes y a cambios.
Mora y Sanquinetti, (2004)
- Las emociones básicas son: alegría, tristeza, asco, miedo
y enojo.
Las emociones reflejan una gran importancia a la hora de llevar a cabo cualquier
proceso, ya que, tal como lo describe Francisco Mora (s.f), la emoción es ese
motor que nos impulsa, que nos empuja hacia algo, o, todo lo contrario. En este
sentido hablamos de su influencia ya sea en procesos de enseñanza-aprendizaje,
o diferentes situaciones personales.
De esta manera, las emociones funcionan como la base de nuestra estructura
comportamental, por lo cual hablar de ellas y trabajar sobre ellas, es fundamental.
Entonces, conocer y comprender qué son las emociones y cómo funcionan en
cada uno de nosotros, posibilitará encontrar diferentes maneras de regularlas.
¿Cómo lo hacemos?
En primera instancia, es fundamental poder reconocer nuestras emociones, para
esto es necesario un constante proceso de AUTOREFLEXIÓN; este proceso implica
poder registrar, de manera sincera, qué es eso que nos pasa, qué es lo que
estamos sintiendo. Hablamos de construir una conciencia emocional, lo cual
requiere de un proceso personal constante. La importancia reside en saber que si
no conocemos qué nos pasa, nos resultará imposible poder resolverlo.
De esta forma, podremos también ser sensibles y comprender las emociones de
los demás, sobre todo de los niños, quienes necesitan del adulto para poder
expresar y regular sus propias emociones; todos los niños experimentan enojo,
furia, frustración, etc., pero no es innato en ellos saber cómo manejar estas
emociones por esto es tan importante la presencia del adulto.
En una segunda instancia, es necesario la EXPRESIÓN de las emociones. Todo lo
que uno no dice, lo expresa el cuerpo, o se manifiesta en diferentes situaciones
de nuestra vida, muchas veces de maneras que no queremos. Y, a partir de estas
primeras dos instancias, debemos aprender acerca de la REGULACIÓN de las
mismas. Es decir, poder regular la intensidad y extensión de las mismas, por
ejemplo.
Es importante construir un contexto donde sea posible este proceso, de forma tal
que lo podamos hacer parte de nuestro día a día. Y en vinculación con ello,
permitir el despliegue de las emociones de nuestros niños o adolescentes, sin
reprimir algunas de ellas y aprender día a día de nosotros mismos.
¿CÓMO INFLUYEN EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE EN LOS NIÑOS?
Creemos, además, que los adultos (ya sea docentes, padres, psicopedagogos…)
son un importante andamiaje entre el niño y sus emociones, por lo cual es
primordial su intervención en cada uno de estos juegos. Intervenir respetando
tiempos y deseos de los niños, y dándole lugar a la confianza para así, ofrecerle
un contexto donde pueda expresarse libremente.
Este recurso presenta una gran importancia ya que los libros pueden ser nuestros
grandes aliados en la educación emocional de los niños e inclusive en
adolescentes.
Por ejemplo: nos ayudan a tener mayor vocabulario emocional, a reconocer e
identificar emociones, a comprender nuestras experiencias vitales (pasadas o
futuras), a empatizar con los demás, a poner consciencia y palabras a lo que nos
sucede (eso nos ayuda a sobrellevarlo mejor), nos muestran modelos y estrategias
para resolver conflictos, nos reconfortan, fomentan el diálogo,...
¡Y un sinfín de cosas más!
Por ejemplo: al identificar una imagen que refleja la “tristeza”, buscar qué otra
muestra esta emoción.
Para los más pequeños puedes empezar con un par o tres de emociones básicas
(alegría, tristeza, enfado, miedo, amor o asco) e ir ampliando progresivamente a
otras emociones más complejas.
RELATOS TEATRALIZADOS
La representación de historias creadas por los niños son un objeto de
interpretación muy rico. Tanto por los hechos comentados como por la manera
en que se realiza.
Es por ello que proponemos crear un pequeño espacio en donde, a partir del uso
de muñecos, juguetes, peluches, figuritas, títeres, o todos aquellos materiales que
crean posibles de ser utilizados, los sujetos construyan y representen un cuento o
relato.
Para conducir la construcción del mismo y que mantenga a las emociones como
parte principal de la actividad, vamos a necesitar también dos dados. Uno con
las emociones básicas, que se pueden armar con emojis o cualquier material en
casa; y otro dado con objetos o lugares.
De esta manera, al momento de juego cada niño y al tirar los dados, tendrán dos
grandes conceptos a incluir en su relato.
Es importante destacar que todo el proceso del juego es relevante. Ya que, por
ejemplo, si los sujetos tienen que crear los protagonistas podemos, también,
interpretar la forma en que lo hizo, los rasgos de personalidad que le otorgó, cómo
lo plasmó, entre otras cosas.
"DIBUJAMOS-EMOCIONES":
Esta es una actividad muy sencilla. Ponemos un espejo delante del niño y le
ayudamos a representar las expresiones de cada emoción, luego las puede
dibujar en un papel y escribir o nombrar situaciones que te hagan sentir así.
Otra opción, proponerle que realice un dibujo que exprese lo que siente en ese
momento; preguntando, a la vez, por qué se siente así y que otras situaciones
provocan esa emoción en él. Sin embargo, debemos respetar si el niño no desea
hablar sobre eso, e ir dándole confianza para que pueda expresarse libremente.
Esta actividad puede ser adaptada para las diferentes edades con las cuales
vamos a trabajar. Lo que se necesita son globos y papelitos en donde vamos a
escribir y colocar dentro de cada globo.
Una de las versiones para niños pequeños implica que busquemos globos de
diversos colores, los cuales se asocien a las emociones. Por ejemplo, el rojo con el
enojo, el azul con la tristeza, el verde con el asco, amarillo con la alegria y el negro
con el miedo, o como ustedes consideren necesario. Dentro de cada globo
vamos a escribir características de cada emoción. O, en caso de complejizar un
poco el juego podemos escribir relatos en donde los niños puedan adivinar cuál
es la emoción de la que estamos hablando.
De esta manera, al ir reventando los globos, leer en grupo los carteles, y reflexionar
se trabaja el reconocimiento de las emociones.
Esto permite, además, reflexionar junto al niño las repercusiones en los demás de
sus actos motivado por sus emociones, o en otras instancias, dialogar respecto a
las posibilidades de cambiar lo acontecido en las próximas instancias.
Podemos incluir en este juego, sin exponer al niño y respetandolo, el relato de una
experiencia (imaginaria o vivida) que refleje la emoción representada; o proponer
opciones para superarla (por ejemplo, la tristeza o el miedo) o potenciarla (por ej.
la alegría).
A su vez podemos utilizar este recurso luego de la lectura de un libro, por ejemplo
“Plácida” (Iris Rivera) y luego entregar papeles en donde puedan escribir aquello
que les gusta de los demás. Esto ayuda a construir una mayor autoestima, desde
un libro muy recomendado por nosotras.
Juego "MI NOMBRE, MIS VIRTUDES"
En esta actividad vamos a invitar a los niños a escribir su nombre en letras grandes
y en mayúsculas. Luego deberán corresponder en cada una de las letras una
virtud o cualidad positiva que posean y que empiece por esa letra. La escribirán
en la hoja y la compartirán con el resto de niños y adultos.
En esta dinámica vamos a escribir cada uno nuestra receta para lograr la
felicidad.
Debemos primero pensar en que ingredientes necesita nuestra receta y luego le
pondremos las cantidades de cada uno.
Una vez estén hechas nuestras recetas podemos compartirlas con otros.
Con este pequeño juego propiciamos conocernos mejor a nosotros mismos y a
los demás y descubrir cuáles son las cosas importantes para cada uno.
“ME PREOCUPO POR LOS DEMÁS”
Muchas ocasiones surgen frecuentemente durante nuestro día a día en donde los
niños nos cuestionan o comentan situaciones en donde reconocen las emociones
de los demás. O momentos de discusión o peleas entre niños, llantos en los demás,
o demostraciones enérgicas de emociones como el enojo o la tristeza, frente a los
cuales los niños no son capaces de comprender lo que acontece en el otro. Ante
éstas sólo debemos hacerles preguntas sencillas que los puedan inducir a pensar
en los sentimientos de los demás, profundizar dicha reflexión e a impulsar la
empatía hacia ellos.
"¿Por qué crees que llora este niño?"; “¿Te gustaría que juguemos con él para
animarlo?”
“¿Cómo crees que se siente tu compañero con X situación?", “¿Cómo crees que
te sentirías vos en su lugar?”,
-Libros
-Botella de la calma
-Hojas y lápices para pintar
-Música
- Almohadones (para relajarse)
-Juguetes
-Pelotitas de materiales que le permitan apretar, por ejemplo, el squishy.
En el caso del ámbito escolar, podemos realizar una votación entre los estudiantes
del grado para llegar a un acuerdo acerca de qué elementos pondremos en este
rincón para potenciar su significatividad.
"LISTA DE OPCIONES"
Más que un juego, esta actividad tiene la finalidad de que los niños construyan
maneras propias de regular las emociones. Para ello es necesario sentarnos a
trabajar en algún momento en que los niños o adolescentes estén relajados.
Esta lista, cuadro, fotografías, o bajo el soporte que crean necesario, deberá estar
siempre al alcance del sujeto, para que sea accesible ante cualquier momento
que lo necesite, y así regular o gestionar las emociones.
La actividad permite también, trabajar con ellos respecto a que ninguna emoción
debe ser reprimida, no existen emociones buenas o malas. Todas deben tener
espacio para poder ser expresadas y reguladas.