Diagnóstico Desarrollo Socioemo
Diagnóstico Desarrollo Socioemo
Diagnóstico Desarrollo Socioemo
ACTIVIDAD 1.- Diagnóstico. La actividad consiste en responder a los planteamientos desde dos tiempos. El primer
tiempo ¿qué sé? Es la opinión que se tiene de ello. El segundo tiempo ¿Qué dicen los expertos? Aquí es la
consulta de textos, ligas etc
Se entiende por emoción el conjunto de reacciones orgánicas que experimenta un individuo cuando responden a ciertos
estímulos externos que le permiten adaptarse a una situación con respecto a una persona, objeto, lugar, entre otros. La
palabra emoción deriva del latín emotio, que significa “movimiento”, “impulso”.10 dic. 2019
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el funcionamiento del Sistema Nervioso
Central (SNC) y que están relacionados con los procesos de cognición que decodifican la información que recibe el
organismo y los estados emocionales que se generan.
¿cómo se manifiesta?
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del
individuo cuando percibe un objeto, una persona, un lugar, un suceso o un recuerdo importante. Es
aquello que sentimos, cuando percibimos algo o a alguien. Son universales y comunes a todas las culturas.8 nov. 2019
Los diversos estados emocionales son causados por la liberación de neurotransmisores (o neuromediadores) u hormonas,
que luego convierten estas emociones en sentimientos y finalmente en el lenguaje.
El origen de nuestros sentimientos y emociones está en nuestro cerebro”. ¿El cerebro recuperó protagonismo en este
siglo? ... Ahora hay un mayor interés en el cerebro, que es el que dicta toda nuestra actividad mental. El origen de las
emociones y los sentimientos como el amor está en el cerebro.13 abr. 2014
¿Has experimentado alguna emoción? ¿Cuáles han sido las más recurrentes?
Las siete emociones básicas universales son la sorpresa, la tristeza, el desprecio, el miedo, la ira, la alegría y el asco, y
cada una tiene sus propias unidades de acción características que facilitan su reconocimiento, como explicaremos
en las siguientes entregas para facilitarte la forma en que te relacionas con los ...10 jun. 2020
Al experimentar una emoción se desatan cambios fisiológicos en el cuerpo que permiten adecuar la respuesta de un
comportamiento con lo que ocurre en el ambiente. Por ejemplo, la respiración se acelera, los músculos se tensan, se
secretan diferentes hormonas para estimular el bombeo rápido del corazón.
La educación socioemocional se define como: “un proceso de aprendizaje a través del cual los niños y los adolescentes
trabajan e integran en su vida los conceptos, valores, actitudes y habilidades que les permiten comprender y manejar sus
emociones, construir una identidad personal, mostrar atención y cuidado hacia los ...
Es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios
orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia
Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea
Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.
Miedo Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para
Asco o aversión: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:
Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos unas
determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a
expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de
comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el
animal social por excelencia.
Sentimos las emociones desde que somos bebés. Los bebés y los niños pequeños reaccionan ante sus emociones con
expresiones faciales o con acciones como reírse, dar un abrazo, o llorar. Sienten y muestran emociones, pero aún no
tienen la capacidad de darle un nombre a la emoción o decir por qué se siente de esa manera.
Seguro que has escuchado hablar de la inteligencia emocional, aquella habilidad para percibir, asimilar, comprender y
regular las propias emociones. Es decir, identificar y entender tus propios estados de ánimo. Reconocer por qué te sientes
cómo te sientes y actuar sobre las causas.
El manejo de las emociones es considerado como una clave en el desarrollo de esta habilidad, entendida como (Duncan,
N., 2007):
1. Conocer las propias emociones. Conocer con exactitud un sentimiento mientras ocurre.
2. Manejar las emociones. Importante para librarse eficazmente de estados de ansiedad o cualquier otro sentimiento.
3. Ser capaz de motivarse a uno mismo. Postergar la gratificación y regular las emociones.
4. Reconocer las emociones de los demás. Identificar las señales que los demás emiten con relación a sus necesidades
y deseos.
5. Ser capaz de relacionarse con los demás. Saber adecuarse a las emociones de los demás, determina el grado de
capacidad social de cada uno.
¿Que es la educación socioemocional?
La educación socioemocional se define como un proceso educativo, continuo y permanente que pretende potenciar el
desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona, con la finalidad
de capacitarla para la vida y de aumentar su bienestar individual y social.
De la misma manera que se reconoce el CI (cociente intelectual), se puede reconocer la Inteligencia Emocional. Se trata
de conectar las emociones con uno mismo; saber qué es que siento, poder verme a mi y ver a los demás de forma positiva
y objetiva. La Inteligencia Emocionales la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.
Daniel Goleman explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar
los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno personal y social. Incluye, por tanto, un buen manejo de los
sentimientos, motivación, perseverancia, empatía o agilidad mental. Justo las cualidades que configuran un carácter con
momento, pero que debían esperar a que él volviera antes de comérselo, si lo hacían así él les daría otro caramelo como
premio. El tiempo que permanecía fuera era tan sólo de 3 minutos. Habían niños que no esperaban y se comían el
caramelo. Posteriormente hizo un seguimiento de los niños y observó que los que no se habían comido el caramelo, eran
más resistentes a la presión, más autónomos, más responsables, más queridos por sus compañeros y mejor adaptados en
Con estos dos ejes aparecen los cuadrantes que definen la inteligencia emocional:
1. Autoconciencia: la habilidad de reconocer e identificar las emociones en ti mismo, así como su origen.
3. Empatía: la habilidad para conectar con las emociones y motivos de los demás.
4. Habilidades sociales: la capacidad de relacionarte satisfactoriamente con los demás, gestionar conflictos,
comunicarte claramente e influir sobre las personas.
Otros autores también añaden la motivación a tu eje emocional.
Casi todos vivimos desconectados de nuestras emociones. Las experiencias negativas que sufrimos durante nuestra vida
nos enseñan a aislarnos de las emociones para protegernos
No puedes eliminar tus emociones, pero debes ser capaz de conectar con ellas y entender cómo influyen sobre ti.
Cuando algo te haga actuar o sentirte de una determinada forma, párate un segundo, reflexiona sobre la emoción que hay
detrás, y encuentra su origen.
Al principio quizás no sepas por qué actúas o te sientes como lo haces. No desesperes. No estás entrenado para hacerlo.
Pero a medida que vayas centrándote en tus sentimientos empezarás a encontrar las respuestas.
Sólo hay cuatro emociones básicas a partir de las cuales se crean todas las
demás: alegría, tristeza, enfado y miedo (aunque algunos autores añaden sorpresa y angustia).
Cuando intentes reconocer tus emociones te quedes sólo con ellas. No basta con decir “Vale, he identificado mi emoción y
es la tristeza”. No. Debes ser lo más específico posible.
Los nombres que pongas a tus emociones te ayudarán a entender cómo te estás sintiendo y por qué. No digas “Estoy
triste” si las palabras que mejor describirían tu estado emocional serían decepcionado, compungido, melancólico o herido.
Sé concreto.
Tener un vocabulario rico con el que describir exactamente tus sentimientos es muy importante. No dominar el lenguaje
limita el conocimiento de lo que estás experimentando, creando la sensación de que no sabes lo que te pasa.
Muchas veces las emociones primarias desencadenan otras emociones, y eso nos lleva al error de creer que lo que
realmente estamos sintiendo es la emoción secundaria.
Imagínate que te sientes traicionado porque descubres por una tercera persona que alguien que considerabas uno de tus
mejores amigos no te ha invitado a su fiesta de cumpleaños.
¿Pero lo es realmente?
Si profundizaras en qué ha provocado tu enfado, probablemente descubrirías que la emoción original causante de tu enfado
es la tristeza. Estás enfadado con tu amigo porque te ha causado mucha tristeza comprobar que tu amistad no tiene para él
el valor que tú esperabas.
Las emociones tienen una única función: darte información sobre lo que está ocurriendo. Si pudieras reprimirlas estarías
a ciegas y no sabrías como reaccionar.
Las emociones negativas te previenen. No luches contra ellas. Debes entenderlas y obtener toda la información posible
para enfrentarte al reto del que te están alertando.
El miedo te avisa de que no tienes recursos para abordar lo que está sucediendo. Refleja una desproporción entre
la situación y los recursos con los que cuentas.
El enfado lo sientes cuando vulneran tus derechos o necesidades. Te empuja hacia el ataque o la defensa para
hacerte respetar.
La tristeza te indica la pérdida de algo valioso para ti y te prepara para superar esa ausencia.
Sientes alegría cuando algo te resulta agradable. Te motiva a experimentarla de nuevo con conductas que vuelvan
a generarla.
Considera tus emociones no como algo bueno o malo, sino como la fuente de información que te ayudará a ser más
consciente de ti mismo.
Si te cuesta identificar tus emociones, fijarte en tu lenguaje corporal te dará muchas pistas de lo que está ocurriendo en tu
interior.
Por ejemplo, hay gente que al inicio de un enfado se cruza de brazos porque empieza a sentirse agredido. Si relacionas
este tipo de cambios en el lenguaje corporal con tus emociones serás capaz de detectarlas mucho antes.
Y no sólo se trata de cambios posturales. Las emociones también provocan manifestaciones fisiológicas
automáticas como rubor cuando te enojas o presión en el pecho cuando estás triste.
Empieza a encontrar patrones en las sensaciones físicas que experimentas cuando se desencadenan en ti determinadas
emociones y te convertirás en un maestro Jedi emocional.
Muchas personas se excusan diciendo que en los momentos emocionales pierden el control y no son dueños de sus actos.
Pero sólo tienen razón en parte.
Los sentimientos son el resultado de la emoción y de lo que piensas sobre esa emoción. No puedes evitar la emoción,
pero sí que puedes modificar tus pensamientos al respecto.
La próxima vez que sientas una emoción, presta atención porque significa que en breve te va a invadir un pensamiento.
Decide entonces qué pensamiento quieres tener y cómo deseas comportante.
Y si todo falla, existen algunas otras técnicas de emergencia que pueden ayudarte:
1. Si estás muy nervioso o ansioso, refréscate la cara con agua muy fría e intenta que te dé el aire. Se ha
demostrado que el frío puede reducir la ansiedad.
2. Evita las bebidas con cafeína. Los estudios evidencían que incrementan tu nerviosismo y niveles de ansiedad.
3. ¡Ejercicio! Todo lo que se diga sobre las ventajas de hacer deporte con moderación me parece poco. Se ha
demostrado que reduce la ansiedad y mejora la confianza en ti mismo.
4. Duerme lo necesario. Cuando duermes generas endorfinas y reduces los niveles de cortisol, la hormona del
estrés. Por eso cuando no has dormido
El error que comente casi todo el mundo cuando observa una reacción en alguien es juzgar únicamente la reacción, cuando
detrás de ella hay muchísimo más oculto a sus ojos.
Acostúmbrate a pensar en qué sentimientos puede haber detrás de esa reacción. ¿Qué emociones y pensamientos puede
estar experimentando esa persona? Si te está insultando, ¿es posible que te tenga miedo y crea que la mejor forma de
defenderse sea alterándote?
Buscando el porqué de las reacciones conseguirás entender a las personas. Y te advierto que cuando cojas el hábito de
hacerlo te costará enfadarte con la gente, porque comprenderás entonces que casi todo el mundo tiene motivos para hacer
lo que hace.
Otra forma muy práctica y eficaz para mejorar tu inteligencia emocional es la de apuntar en una libreta tus Los escáneres
cerebrales han demostrado que escribir tus emociones en una libreta reduce la actividad de la amígdala, responsable de
la intensidad emocional.
Este beneficio fue especialmente evidente en el género masculino, y todavía más cuando fueron escritas a mano en lugar
de tecleadas en un ordenador.
Ahora que ya sabes identificar y poner nombre a tus emociones, el siguiente paso sería aprender a expresarlas sin
efectos adversos mediante la asertividad.
La fórmula general es “Me siento X (emoción) cuando haces Y (conducta) en la situación Z”, teniendo en cuenta lo
siguiente:
Comunica la conducta Y que te provoca esa emoción, no las intenciones (no juzgues)
Evita usar frases que empiecen por “Tú” y continúen con un juicio o acusación
Un ejemplo sería: “Me siento poco valorado porque llevo 5 años sin aumento de sueldo en esta empresa a pesar de toda mi
dedicación”.
Imagínate por ejemplo que sientes que no le dedicas toda tu atención a la gente. Constantemente estás divagando y
soñando despierto, y tienes un montón de distracciones en tu móvil. Y eso en el fondo te preocupa.
Una conducta emocionalmente inteligente sería convertir tu intento de prestar más atención en algo práctico. Por
ejemplo apagando tu móvil y dejando de lado tus preocupaciones cada vez que te relacionas con alguien.
Ahora en lugar de hablar de un deseo (prestar más atención) estamos hablando de una conducta concreta a cambiar.
Repitiendo la nueva conducta, tu plasticidad neuronal modificará sus conexiones para crear la vía neuronal del
nuevo hábito hasta que se convierta en algo automático.
Otra forma de reforzar un hábito es la visualización. Imaginarte a ti mismo haciéndolo activa el mismo circuito
neuronal que la actividad real. Por eso los atletas olímpicos dedican horas a recrear mentalmente la carrera que
harán el día de la competición.