Tema - 13 - Irán - Medos - Persas - Albert Maza
Tema - 13 - Irán - Medos - Persas - Albert Maza
Tema - 13 - Irán - Medos - Persas - Albert Maza
IRÁN (MEDOS Y PERSAS) - (COLOR AZUL) Indoeuropeos – lenguas susiana, aramea y elamita
Irán es una vasta zona limitada por el Oeste hasta los Montes Zagros, al Este hasta los Montes Suleiman, al
Sur hasta el Golfo Pérsico, y al Norte hasta el Mar Caspio y el rio Oxus. Las rutas naturales por las que se
desarrollo el comercio fueron decisivas en el desarrollo de su historia y cultura.
A los primeros asentamientos del Neolítico del periodo Calcolítico en Mesopotamia, se les denominaron
Obeid-Uruk y Jemdet-Nasr, y al periodo Pre-Obeid en Irán, se le llama “Protoiranio”. Los principales
yacimientos de la cultura protoirania son:
Inscripción de Behistún
Es a la escritura cuneiforme lo que la piedra Rosetta a los jeroglíficos egipcios. La inscripción incluye versiones
del mismo texto en persa antiguo, elamita y babilónico, siendo una declaración de Dario I de Persia.
Describe un largo relato de su ascenso frente al usurpador Gaumata y las subsecuentes guerras victoriosas de
Dario y el sofocamiento final de la rebelión. Inscritas en un acantilado cerca de la ciudad de Bisistun, en una
de las colinas de los montes Zagros de Irán. La inscripción mide aproximadamente 15 x 25 metros y se halla
a 100 metros por encima de un acantilado.
Es un conjunto de documentos administrativos del Imperio Persa, durante el reinado de Dario I (509-494
a.C.), que fueron desterradas por el Oriental Institute of Chicago University, a cargo de Emst Herzfeld, entre
1933-34, siendo una colección compuesta por más de 30.000 tablillas de arcilla. Forman parte de la
“economía real” aqueménida, y tratan en su mayor parte de traslado y distribución de productos.
Anterior a los semitas de Sargón I, fue el dominio sobre Elam de Mebaragesi de Kish, hacia el 2.700 a.C.,
aunque más tarde los elamitas invadieron la Baja Mesopotamia, hasta que Sargón I extendiera su dominio
sobre Elam.
Los Guti (pueblos del Zagros central) hablaban lenguas asiánicas relacionadas con el elamita, y se
establecieron en la llanura de Sherizor (parte superior del valle de Dyala). En Akad, tras el reinado de
Shakalisharri en el 2193 a.C. hubo anarquía, y los Guti devastaron el país. Años más tarde Ur-Nammu fundó
la III Dinastía de Ur y se inició la expansión hacia el Zagros y Elam.
Los reyes construyeron templos en Susa, pero las regiones del norte de Elam no aceptaban la dominación y
estuvieron bajo control de los reyes de Simash, hasta que en tiempos del rey de Larsa, Gungunum (1932-
1906 a.C.), Elam quedo bajo su dominio. Cuando Elam volvió a ser independiente, su gobernante ya no era
rey, sino un alto comisario o Sukkalmahhu.
Mientras que en Babilonia gobernaba la I Dinastía amorita, el titulo de Sukkalmashhu parece de origen
religioso, manifestando una relación de dependencia con las deidades nacionales. Hubo una gran influencia
acadia, empleándose el acadio en textos jurídicos y económicos.
Los casitas
El país de Kashshen se encontraba en el Zagros central con un fondo étnico de origen asiánico. Se produjo un
sincretismo religioso y sus divinidades fueron asimiladas a los dioses de la Baja Mesopotamia. Los casitas
introdujeron el empleo habitual del caballo y enseñaron sus métodos de adiestramiento.
En tiempos de Adad-Nirari I de Asiria (1307-1275 a.C.) marcho contra los Guti y Babilonia, mientras que
Elam aprovecho para independizarse y el príncipe PAIR-ISHSHAN fundó la nueva dinastía de Anzan.
Los Medos
A finales del II milenio con las invasiones de los Pueblos de Mar, los hititas se disgregaron y se refugiaron en
los denominados “principados neohititas”. Parece ser que los medos eran mercenarios al servicio de los
príncipes de Anzan y Susa, que en recompensa recibieron tierras hasta que sus jefes se convirtieron en señores
de los cantones. Los medos eran de origen indoeuropeo y la familia estaba basada en la autoridad paterna y
la poligamia.
Por excavaciones en Luristán, se conocen vasos de bronce de largo vertedor, que se empleaban como
coladores de bronce. En las tumbas se hallaron puñales, espadas, forjas de bronce, plata o hierro. Este pueblo
entro en conflicto con Salmanasar III de Asiria (858-824 a.C.) y una vez establecidos en Irán se hicieron
agricultores, separados por clanes, pero unidos en caso de peligro.
A pesar de la falta de información sobre este largo periodo, existe una tradición nacional en Elam entre los
reyes del siglo VIII a.C. Los asirios consideraban peligrosa esta zona porque caldeos y elamitas se apoyaban
mutuamente. Tanto fue así, que en el año 600 a.C. Asurbanipal había perdido Egipto por la amenaza que
representaba Elam en su frontera oriental.
El rey de Susa, TE-UMMAN había conseguido imponerse, haciendo huir a los hijos de su predecesor,
recogidos y socorridos por Asurbanipal. Con ello, el rey asirio aprovecha las disensiones internas y saquea e
incendia Susa, convirtiéndose Elam en una nueva provincia asiria.
El Reino Neoelamita
En la segunda mitad del siglo VIII a.C. los pequeños reinos independientes que rodeaban Asiria fueron
cayendo en su poder, siendo el último de ellos, Elam. Tras la ruina de Asiria por los medos y babilónicos
entre el 612-10 a.C. los persas aqueménidas se convertirán en el mayor y mejor organizado imperio
conocido hasta entonces. Un milenio antes el poder se hallaba en manos de un príncipe (Rey de Anzan y
Susa) y bajo él, el gobernador de Susa, también llamado “Rey de Elam”.
El primero fue HUBAN-NIKASH (742-717) y su poder se equiparo al de Asiria. Sus sucesores SHUTRUK-
NAHHAHUNTE II (717-699) y HUBAN-NIMENA (692-687) se vieron envueltos en múltiples conflictos con
Asiria y Urartu.
Su último rey, HUBAN-HALTASH III (648-644) tuvo que huir hacia Ellipi, ante la invasión del rey asirio
Asurbanipal, el cual saqueo Elam, el cual a partir del 640 a.C. ya no aparece más en las fuentes históricas.
Aun así, Susa renacerá de sus ruinas y se convertirá en una de las capitales de los aqueménidas y se
continuara usando el elamita, como idioma oficial, al igual que el persa y el babilónico en el Imperio Persa.
El Imperio Medo
La primera mención de medos y persas tiene lugar en las campañas de Salmanasar III hacia el 844 a.C.
cuando entran en conflicto con los asirios. La región de Elam y el lago Urmia, comprendía 4 regiones, Ellipi,
Zamua o país de los lullubi (gutis y casitas), País de los manni o medos (sudeste del lago Urmia), y Parsua o
país de los persas (oeste del lago Urmia).
A la muerte de Salmanasar II, los pueblo subyugados recuperan su libertad y a finales del siglo VIII a.C. antes
de la muerte de Sargón II de Asiria, aparecen en Irán los pueblos cimeros y escitas.
El primer rey fue DEJOCES (728-675) un afamado juez medo que eligió una guardia personal y estableció su
capital en Hamadari. Organizo a los distintos clanes y urbanizo y amurallo la ciudad, a imitación de
Babilonia. Instituyo una etiqueta en la Corte, en la cual, quedaba prohibido mirar al rey a la cara.
Su hijo y sucesor FRAORTES (675-653) intentó agrupar a medos, escitas y manneos para someter a los
persas, y tras un periodo de dominio escita en Irán, accede al trono CIAXARES (653-585), el cual, hacia el
año 625 a.C. restableció la situación, invitando a un banquete a los generales escitas, embriagándoles y
asesinándoles posteriormente. Estableció un ejército al modelo asirio donde predominaba la caballeria y
engrandeció su reino. Sitió Ninivé y caso a su hija con Nabucodonosor, hijo de Nabopalasar de Babilonia, y
de esta manera conquista Ninivé con ayuda babilónica en el año 612 a.C. y luego Harran en el año 610 a.C.
repartiéndose con Babilonia los territorios del hundida Imperio Asirio. Babilonia obtiene, Asur, Elem, Siria y
Palestina, mientras que Media se queda con lo que había sido Urartu y las provincias asirias de Asia Menor.
Le sucedió ASTIAGES (584-550) siendo un reinado largo y pacifico, con introducción de costumbres asirias
en su imperio. Su hija de casa con Cambises (rey de los persas), hasta que el hijo de ambos, Ciro II destrona a
su abuelo y unifica el país con medos y persas.
La de los pueblos asiánicos autóctonos – religión naturista sin un dios universal, en la que se adoraban
los cuatro elementos (Luz del Sol y la Luna, agua, tierra y el viento) y se sacrificaban animales.
La de los Magos, de origen ario – religión de una tribu indo-aria meda sacerdotal (como los levitas de
Israel) donde conservaron hasta la redacción del Avesta, multitud de creencias y tradiciones arias.
La de los Reyes Medos – religión en la cual, hacían de los “Ahura” o “Señores”, los protectores de la
dinastía y el país.
El Zoroastrismo – religión predicada por el profeta medo Zoroastro que proclama a “Ahura-Mazda”
el más grande de los dioses, representado con el símbolo del fuego. Se convirtió en religión real,
reformada por Zoroastro y su doctrina fue contenida en el Avesta redactado en el siglo III a.C.
Zoroastro fue un profeta del siglo VII a.C. al que se le apareció “Ahura-Mazda”, después de un retiro
de 10 años, revelándole una ley moral y una práctica religiosa muy dura. Predicó su religión en la
corte del Rey de Bactriana y sus éxitos le generaron múltiples enemigos, sobre todo entre sacerdotes
y nobles, y fue asesinado en el transcurso de una batalla en el año 583 a.C.
El antiguo dios medo-persa Ormuz será “Ahura-Mazda” (dios supremo y creador, de la bondad,
sabiduría, belleza, luz, pureza y verdad). Su doctrina tendrá un valor moral y de justicia social, ya que
los buenos serán recompensados y los malos castigados. Se basaba en el dualismo con dos principios
siempre enfrentados:
Los reyes medos, sin adoptar oficialmente la doctrina, utilizaron el empuje de esta nueva secta al
servicio de su política y hasta el periodo de los Sasánidas (226-652 d.C.) se convirtió en religión
oficial del Imperio Persa hasta que el islamismo puso fin a esta religión.
Los persas estaban divididos en 10 tribus, (6 de agricultores y 4 de nómadas), aunque después se crearon dos
más, siendo el grupo de agricultores los más importantes y siendo el clan Aqueménidas los predominantes.
El rey persa TEISPES (675-640), fue sucesor de Aquemenes (que dio nombre a la dinastía) y rey de Anzán. A
su muerte dividió el reino entre sus dos hijos Ciro I y Ariaramne.
CIRO I (640-600) le sucedió en el Parsumash y el Anzán, con el título de Rey de Anzán, hasta que le sucedió,
su hijo CAMBISES (600-559), que se caso con la hija de Astiages (Rey de Media). El hijo de ambos sería Ciro
II “El Grande” (futuro fundador del Imperio Aqueménida que unió a medos y persas).
Política Interior
CIRO II (559-528) fue el rey más importante de esta dinastía, basándose en la conquista del Imperio Medio
y la unificación entre medos y persas. Según Herodoto narra la leyenda del nacimiento de este rey, que fue
abandonado en el monte por su abuelo Astiages (rey medo), al que una predicción profetizó que su nieto lo
mataría. Su padre adoptivo, Harpages, fue cruelmente castigado por el rey por no haber asesinado al niño,
por lo que este, al mando del ejército medo se paso al mando de Ciro en la batalla de Pasargada en el 550
a.C. Tras la toma de Ecbatana, los medos le pidieron que fuera su rey y de Anzán, y en el año 646 a.C. paso
a ser rey de Persia.
Política Exterior
Al Oeste, en Lidia, Creso había anexionado Mileto, las ciudades griegas de Jonia, y apoyado por Babilonia y
Egipto, había llegado hasta el Halys. CIRO II se adelanto a los planes de Creso, invadiendo su territorio hasta
que en el año 546 a.C. Sardes (la capital del reino de Lidia) cae en poder del Imperio Persa. Las ciudades
griegas que habían rechazado la alianza con CIRO II, pidieron ayuda a Esparta sin obtener respuesta, con lo
que se produjo una migración de los habitantes de Focea a Marsella.
CIRO II tomo Babilonia en el año 537 a.C., donde reinaba Nabónido, hijo de un sacerdote del dios Shin de
Harrán, cuyo culto intento introducir en Babilonia. Por ello, se había ganado el odio de poderosos
sacerdotes de Marduk, y esto hizo que CIRO II quedara como protector de Marduk, cuyos partidarios
facilitaron la conquista y aclamándolo como un libertador.
Este rey, respeto los templos, prohibió el pillaje y devolvió la libertad de culto, permitiendo con ello que los
judíos volvieran a Jerusalén. Permitió la reconstrucción del Templo y devolvió los tesoros, siendo muy
probable que los judíos apoyaran la toma de Babilonia a CIRO II.
El Fin de CIRO II
Ciro murió en lucha contra los pueblos del Oeste, teñida de leyenda, siendo una de las grandes figuras de la
Historia Universal sometiendo a grandes imperios como Media, Babilonia y Lidia. La duración de este
imperio se debió a la sabiduría de sus dirigentes y a la capacidad de organizar étnica, cultural, política y
religiosamente los pueblos conquistados, concediéndoles gran autonomía.
Su poder era absoluto, no compartía la autoridad, ni era controlado, recibía el poder de la divinidad y era
nombrado por ella Ahura-Mazda del que era representante y vigilante. Este poder divino del rey hacia que
los demás fueran esclavos del monarca y tanto la nobleza como el pueblo llano, debían hacer ante el rey la
Proskynesis (reverencia hasta el suelo). El rey era el jefe del ejército y el modelo a seguir por todos los
guerreros. Estaba rodeado de protocolo real, posiblemente evolucionado de la época meda e influenciada
por las monarquías orientales, hasta que se consolidó en la época de Darío I. El titulo real era el de Gran Rey
o Rey de Reyes y estaba rodeado de una aureola divina.
Ciro II y Cambises no pudieron organizar su estado debido a sus tempranas muertes, pasando el testigo de
esta tarea a Darío I. Abandono la política liberal de Ciro e instauro como idioma oficial, el arameo.
Organizo el imperio en una suma de Satrapías o provincias, y frente a cada una de ellas colocó al Sátrapa o
Gobernador con amplios poderes, pero muchísimo más inferiores que los del rey persa. Las principales
capitales del imperio fueron Persépolis, Pasagarda, Ecbatana, Susa y Babilonia. El imperio estaba dividido por
dos grandes bloques, representando la fuerza el Irán Occidental, y el comercio la costa mediterránea.
El rey persa como monarca absoluto dirigía las tareas de gobierno y al frente de los funcionarios se
encontraba el Hazarapatish (Gran Visir y jefe de la guardia del Gran Rey), con competencias administrativas.
El cuadro administrativo asirio, conservado por los caldeos o neobabilónicos, fue mantenido por los persas.
Las Satrapías eran verdaderos Virreinatos unidos por correos recorridos a caballo. Todo se realizaba en
nombre del rey y el “Paryakhas” (Ojo del rey) controlaba a los miembros de la administración central.
Existía toda una serie de servicio de calzadas, albergues y vigilancia de caminos con torres y postas.
El símbolo de la divinidad suprema era el disco solar alado, prestado por hititas y asirios, del que sale una
cabeza de rey aqueménida. Se presenta problemática por varios factores:
Tolerancia por parte de los reyes, por las distintas creencias en el imperio.
Existía una religión popular basada en la personificación de las fuerzas naturales, que junto con la supremacía
de Ahura-Mazda, se adoraba al sol, al fuego, a la luna, estrellas y el agua, sacrificándose animales en
determinadas ceremonias. Tenía gran importancia el sacerdocio (los magos) formando una casta cerrada
donde solo se contraía matrimonio dentro de ella.
Conservaron sus reyes y sus instituciones, pero con un nuevo elemento, el gobernador persa, aunque
Damasco fue la excepción, ya que disponía de un Gobernador Militar distinto del sátrapa. Fenicia fue un
aliado fiel a la política expansionista persa, aunque con algunas restricciones como eran, el pago de tributo
anual y la prohibición de tratar su política exterior con otras naciones que no pertenecieran al Imperio Persa.
Las ciudades fenicias de esta época se dividían en orientales (Tiro) y occidentales (Cartago).
La Lengua
Se adoptan los signos cuneiformes para la administración real. Sin embargo en el Imperio se empleaban
varias lenguas como, la susiana, el arameo (administración y comercio, siendo oficial en todo el imperio) y el
elamita.
El Ejército
Era heterogéneo compuesto por batallones de lanceros, arqueros, caballería y mercenarios pagados por el
Gran Rey. Flotas griegas y fenicias colaboraron en campañas militares del Imperio y la guardia personal del
rey estaba compuesta por los “Diez Mil Inmortales”.
La Legislación
Las leyes emanaban de la divinidad a través del monarca y por tanto, tenían un carácter sagrado. Ciro y
Cambises más preocupado por las conquistas, respetaron las legislaciones locales. Existían tribunales para los
problemas particulares y personales, y otros tribunales con jueces reales para asuntos de estado.
Cultura
Se caracteriza por la asimilación de elementos egipcios, asirios, babilónicos y griegos sobre una base irania. Se
realizaron importantes obras arquitectónicas y escultóricas en los palacios de Susa, Pasagarda y Persépolis.
Cobra importancia la joyería, las piedras preciosas y los cilindros-sello. La principal obra literaria fue el
Avesta, una colección de libros sagrados que recoge contenidos de distintas épocas trasmitidas oralmente. El
calendario zoroástrico se introdujo en el siglo V a.C. y mejorado por el babilónico en el año 367 a.C.,
fijándose los meses y las estaciones de forma definitiva.
El hijo y sucesor de Ciro II fue CAMBISES II (528-523 a.C.), el cual tuvo que luchar en provincias orientales y
tras pacificar el Imperio, se volvió contra Egipto, aliado de Samos. Los persas al lado de fenicios y jonios y
sus flotas, vencieron a Psammetico III en el año 525 a.C., convirtiéndose Egipto en una satrapía (provincia)
persa. CAMBISES II se hizo reconocer sucesor autentico de los faraones iniciando la XXVII dinastía (525-404)
y su plan contemplaba conquistar Cartago, como parte de su conquista de África, pero sus flotas fenicias se
negaron a luchar contras sus propios hijos.
Realizó expediciones contra Etiopía, donde funda Meroe, llegando incluso hasta Elefantina, pero su larga
ausencia de Persia, propició la usurpación de un sacerdote medo llamado Gaumata, el cual decía ser
hermano de Cambises. Cuando este, volvió a Susa, murió en un accidente.
DARIO I (521-485 a.C.) fue elevado al trono por el Consejo de la Corona, al ser jefe de una de las 7 grandes
familias, ascendiendo de manera legitima, ya que era descendiente de los Aqueménidas. Restauro el imperio
y lo pacifico sofocando revueltas en Susa, Babilonia, Armenia y Asia Menor. Realizo una expedición a la
India con la que entablo relaciones comerciales y su imperio se extendió desde el Egeo al Mar Negro y del
Caúcaso al Mediterráneo oriental, de Egipto a Cirenaica.
Con su sucesor JERJES I (485-465 a.C.) tuvo lugar el enfrentamiento greco-persa en las Guerras Médicas, tras
la que Persia se vio obligada a abandonar sus posesiones en Europa. La victoria griega se atribuye a la
variada composición del ejército persa y como consecuencia, JERJES fue asesinado en su palacio. Los persas
se encerraron en una política feudal funesta, mientras que la ruta comercial mesopotámica perdió
importancia. Fenicia se encamino a la decadencia por la ruina de Babilonia y el auge naval griego, con lo
que Cartago tuvo que buscar nuevas rutas hacia occidente.
El sucesor de Jerjes I fue ARTAJERJES (464-424) con un reinado marcado por revueltas interiores, aunque
Persia conservó Egipto y Chipre como provincias. Con el tratado de paz greco-persa en el 449 a.C. finalizan
las Guerras Medicas y da comienzo al esplendor de Atenas. Jonia quedo incorporada a la Liga de Delos y
renace la nación judía en Palestina en el 445 a.C.
Le sucedió JERJES II en el 424 a.C. que tras reinar un mes y medio fue asesinado, sucediéndole DARIO II
(424-405) con un reinado caracterizado por inestabilidades internas e intrigas atenienses en Asia Menor, que
produjeron revueltas en Sardes.
Con su sucesor ARTAJERJES II (405-359) significo el debilitamiento militar del imperio, produciéndose la
revuelta del hermano del rey, “Ciro el Joven” que con una tropa de 10.000 griegos, obtuvo una gran
victoria en Babilonia, pero murió en batalla en el 401 a.C. tras la que se produjo el regreso de los griegos a
su patria, conocida como la “Retirada de los Diez Mil”, narrada por Jenofonte, en su Anabasis. En el año
404 a.C. tuvo lugar la emancipación de Egipto y el Imperio Persa se disgregaba, mientras las subidas de
impuestos provocaban revueltas en las Satrapías convirtiéndose en hereditarias guerras sociales. En el año
375 a.C. se emancipan Chipre, Fenicia y Siria, arruinadas por la política continental. Los últimos años de este
rey hasta su muerte a los 86 años estuvo llena de dramas familiares, asesinatos en palacio entre hijos
legítimos, bastardos, esposas legítimas y concubinas.
Su hijo y sucesor ARTAJERJES III Ocos (359-338) se le recuerda por su crueldad al inaugurar su reinado con
el asesinato de sus hermanos, hermanas y todos los príncipes de familia real que podrían haberle causado
problemas.
Los textos cuneiformes de origen babilónicos, son sin duda las fuentes más fiables por ser contemporáneas
con, la Crónica de Nabónido, el Cilindro de Ciro y el Cilindro de Sippar. Las inscripciones reales de Ciro
halladas en Pasargada, junto a su tumba, probablemente siendo obra de Darío I. Los Apadanas (palacios de
recepción) y las tumbas reales excavadas en acantilados y decorados con relieves que representan las diversas
provincias del Imperio.