Imperio Asirio

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IMPERIO ASIRIO

Los asirios serán siempre recordados tanto por su antigüedad como civilización, como por
sus brutales métodos militares que atemorizan a todo Medio Oriente y parte de Occidente.
Sus ejércitos, sus soldados y su ferocidad en el campo de batalla les procuró un contundente
y respetado éxito durante el siglo IX y VII a.C. en la región de Mesopotamia. Extendieron sus
dominios desde la parte Turquía, pasando por Irán hasta llegar a Egipto.
Pero no todo fue sangre y violencia con el pueblo asirio. Tenían una gran predilección por
el arte y la arquitectura, estampando grandes obras allá donde pisaran. Quisieron imponer
su hegemonía regional enfrentándose al Imperio de Babilonia, que era la potencia del
momento y la cual logró sobrevivir al unir fuerzas con otro competidor, los Medos, que
formaron una coalición para arrasar con los asirios.
En este artículo daremos un breve repaso a la historia del pueblo asirio, uno de los
elementos más importantes que se dieron en la cuna de las civilizaciones.

El Origen De Los Asirios

Los asirios fueron un conjunto de pueblos nómadas de origen semita que se desplazaban
por lo que es conocido hoy como Medio Oriente. El origen de su nombre, corresponde a lo
que fue la principal capital del pueblo asirio, Assura o Ashura en árabe. Esta palabra estaba
dedicada al dios Assur, que según la mitología de la Antigüedad significa “el Dios de la Vida”,
representado en sus inicios en forma de árbol.
Aunque a priori el Dios Assur representaba la creación del todo, de la vegetación, de la vida,
del orden y de lo infinito, conforme iba expandiéndose el imperio asirio, su figura fue
tergiversando, hasta llegar a dársele un significado más perverso y guerrero para animar a
los soldados a impulsar nuevas conquistas. Era el rey de los Dioses y Dios de los reyes, y todo
ciudadano o gobernante asirio debía proceder a un ritual para obtener su bendición.
Según los descubrimientos arqueológicos realizados en la ciudad de Assura, al-Charquat en
la actual Irak, a orillas del espléndido río Tigris, esta fue una colonia de los babilonios que
pasó a ser de los asirios después de su total destrucción. Esta antigua ciudad se reveló en
2003 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en peligro de desaparición por la
UNESCO.
Período imperial
Como cualquier otro imperio de la Antigüedad, el asirio pasó por el ciclo de vida que todos
comparten: nacimiento, esplendor y decadencia. A continuación, te presentamos esos tres
momentos que explican la existencia del imperio Asirio.
 Primer Imperio Asirio

Fue en este período (1814-1781 a.C.) donde el Imperio Asirio se consolidó con tal categoría.
El aumento de la población asiria fuera de sus regiones hizo estallar las primeras tensiones
y batallas con las naciones vecinas. Bajo el mandato del rey Shamshi Adad I hasta el 1760
a.C, ya que en ese año fue derrotado por el Imperio de Babilonia.}
 Imperio Asirio Medio
Éste fue un momento tumultuoso y de gran confusión en toda la región Mesopotámica,
especialmente Es aquí donde los asirios empezaron a labrar su legado, un legado temido en
los años venideros. Resistieron contra todos los ataques sufridos por todos los frentes ante
los hititas, egipcios, arameos o los mitani. Así que extendieron territorialmente sus
dominios, y instauraron la práctica del terror como arma de guerra, quemando, asesinando
y arrasando con las regiones conquistadas.
 El Imperio Neoasirio
Curiosamente, justo cuanto más despiadados militarmente parecían los asirios, quisieron
asentar las bases de un sistema administrativo de asimilación de los pueblos, evitando su
destrucción y cuidando a sus conciudadanos. En cada región se instauró una provincia con
un gobernador y sus respectivos edificios representativos (normalmente, templos).
El rey Sargón II, de la dinastía Sargónidas, se encargó de llevar otro elemento menos bélico
a su imperio: el arte, la arquitectura y la modernización urbanística. Los jardines y plantas
es uno de los atributos resplandores de la época, convirtiendo a la capital Nínive en una de
las más bellas de Mesopotamia.
No obstante, todo ello -incluso con el acomodamiento de las masas- se hizo con mano de
hierro y de manera despótica. La desigualdad y crueldad con la que eran tratados los
habitantes de segunda clase hizo caer al imperio en una espiral de debilidad y descontrol,
que culminaría con la reconquista de los babilonios allá por el año 609 a.C.

El Legado Artístico

Hemos incidido mucho en las conquistas y batallas militares del imperio asirio. En su
crueldad y administración política. No obstante, no todo fueron peleas y escaramuzas entre
etnias y naciones arcaicas. También hubo un resplandor artístico del que todavía hoy en día
se descubren restos de valor incalculable.
En cuanto a la arquitectura, los asirios asimilaron parte del arte Caldeo, mejorando y
engrandeciendo los palacios y templos que construían para demostrar así su poderío y
grandeza. Un detalle diferencial eran las placas identificativas que adornaban las fachadas
de los edificios: ladrillo cocido y vidrio era el material usado para dar belleza a los
monumentos. Historiadores del arte coinciden en que los templos asirios son los más
espectaculares de Mesopotamia, destacando el de Sargón II del siglo VIII a.C.
Los asirios eran brillantes en los relieves descriptivos, tallados con especial mimo y finura.
Básicamente, representaban las batallas ganadas, los heroicos personajes que las llevaban
a cabo y a los gobernantes que sometían al pueblo. Firmeza, poderío y jerarquía era la
temática presente en toda representación asiria. En las pinturas no hay variación en lo
narrativo, pero los colores más usados eran el azul, el amarillo y el rojo. Colores vibrantes
que relataban la cotidianeidad de la cultura asiria. Los restos que quedan conservados hoy
en día son testigos de la grandeza de esta civilización.
los asirios. Una vez anexionados al Imperio Babilonio, empezaron a sufrir invasiones por
parte de otras potencias emergentes como los hititas y los denominados Pueblos del Mar
procedentes de la península de los Balcanes.
Escultura
Los asirios aprendieron el arte de la escultura y bajo relieve del pueblo hitita. Se han
encontrado pocas estatuas, debido a la mala calidad de los materiales. La piedra en Asiria
es buena para cortar en lajas delgadas y para bajo relieves, pero mala para estatuas. Por
eso lo más abundante son los bajorrelieves hechos de alabastro o caliza blanda.
Los escultores asirios supieron representar con una gran perfección los animales salvajes,
realizando relieves de escenas de caza de gran realismo. Uno de los trabajos más apreciados
en este campo es el que se conserva en el Museo Británico y que representa un león y una
leona moribundos; forma parte de una escena de caza del palacio encontrado en Nínive y
atribuido a Asurbanipal(año 668 a. C.). En ese mismo palacio se encontraron escenas de
batallas, de prisioneros, de la vida cotidiana del ejército, etc. Todos estos relieves fueron
hechos en alabastro.
Las esculturas de bulto redondo también fueron verdaderas obras de arte. Algunas eran
enormes y estaban colocadas en las puertas de los palacios, como guardianes del recinto.
Eran figuras de seres mitológicos antropomórficos, esfinges aladas y con cabezas
humanas, grifos y leones.
Monumentos
El monumento más importante en el arte asirio es el palacio, morada del rey. El rey es el
personaje más importante del pueblo asirio, es el dominador y el caudillo, por tanto su casa
debe ser construida con magnificencia.
El palacio asirio (y en general el palacio de Mesopotamia) constituye un gran recinto con
numerosas dependencias, patios, salones de recepción y un templo. Será el modelo de los
palacios romanos en la época en que el Imperio se orientaliza y será el modelo que tomarán
los bizantinos y los árabes de la Edad Media.
El otro gran monumento es el templo. Eran edificios en forma de torre, los llamados zigurat,
con mucha altura. Estaban ubicados en los recintos de los palacios, formando parte de
ellos.
Decoración y materiales
Son determinantes los materiales de construcción, en función del medio geológico: piedra
y barro configuran una arquitectura basada en el adobe y ladrillo. El adobe se utilizaba para
las terrazas y muros gruesos externos. Las paredes hechas de adobe o de ladrillo se recubren
con cerámica de colores (barro cocido y vidriado) o con estuco blanco sobre el que iban las
pinturas al fresco. Los dibujos representaban plantas, animales fantásticos o figuras
geométricas. Utilizaban también el alabastro, que es una piedra blanda que abundaba cerca
del río Tigris, en la parte alta. Con este material fácil de tallar se realizaban grandes placas
decoradas con relieves que cubren los edificios más nobles. También se emplea el arco y la
techumbre de bóveda. En el capítulo de la ingeniería destacan los incógnitos Jardines
Colgantes de Babilonia.

IMPERIO BABILONICO
Babilonia (akkado-babilonio Bābili o Babilim) fue un antiguo imperio localizado en la región
central-sur de Mesopotamia, teniendo su epicentro en la ciudad de Babilonia y que llegó a
extenderse por Acad y Sumeria, arrebatando la hegemonía a las dinastías amorritas de Isín
y Larsa del llamado Renacimiento sumerio. Su historia se divide en dos etapas principales,
separadas entre sí por el período de dominación asiria; el imperio paleo babilónico o
amorrita (1792 a. C.–1595 a. C.) y el imperio neo babilónico o caldeo (626 a. C.–539 a. C.).
El imperio babilónico fue sucedido por el persa tras las conquistas de Ciro II el Grande.
En Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) y mantuvo el lenguaje escrito acadio
para uso oficial (el idioma de su población nativa), a pesar de sus fundadores, los amorreos y
sus sucesores los casitas, que no tenían el acadio como idioma nativo. Sin embargo,
conservó la lengua sumeria para un uso religioso, a pesar de que en el momento en que fue
fundada Babilonia, probablemente ya no era una lengua hablada. Las antiguas tradiciones
acadias y sumerias jugaron un papel importante en la cultura babilonia (y asiria), y la región
seguirá siendo un importante centro cultural, incluso en períodos prolongados y largos de
gobiernos externos.
El Imperio amorreo o paleo babilónico
Los amorreos se establecieron entre los ríos Tigris y Éufrates, haciéndose sedentarios y
mezclándose con la población sumeria, como consecuencia subirían al poder dinastías de
origen amorrita en distintas ciudades del centro y sur de Mesopotamia.
La más importante en Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo. A los inicios
del imperio paleo babilónico la población era pues una mezcla acadio-amorrita.
Los amorreos que se mantuvieron nómadas, fueron contenidos fácilmente al principio pero
conforme el imperio de Ur III fue perdiendo su poder, estos se fueron volviendo más
peligrosos.
Con la caída de Ur III y acabada la época de dominio sumerio, empieza una época en la que
los semitas obtendrían la mayor importancia a través de pueblos como los acadios o los
amorreos. Los elamitas apenas disfrutaron su conquista.
Los mayores ganadores de la caída de Ur fueron primero los acadios del reino de Isín y
después los amorreos, que en un siglo llenarían Mesopotamia de reinos, quedando lo que
fue el imperio de Ur fragmentado en numerosos reinos amorreos y acadios cuyas capitales
serían ciudades que hasta ese momento habían tenido poca importancia.
En la alta Mesopotamia, la ciudad de Assur con los reyes de origen amorreo comenzará a
ganar importancia tras vencer en una guerra por el control de las rutas comerciales
a Ešnunna y Mari.
Situada a ambas orillas del Éufrates, la ciudad de Babilonia mantuvo en su origen una
posición moderada, bajo la sombra de la cercana y más poderosa Kiš. Comenzó a cobrar
importancia con la llegada de los amorreos entre el 2000 y el 1800 a. C., que se erigieron
reyes de la ciudad.
Los amorreos, también semitas, se adaptaron fácilmente a la lengua acadia, propiciando el
declive del sumerio. También se amoldaron con facilidad al panteón mixto sumerio-acadio,
rindiendo culto a Marduk, deidad protectora de la ciudad.
En torno al 1782 a. C. llegó al trono el sexto miembro de esta dinastía, Hammurabi. En este
tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los territorios de las ciudades
de Assur (que dará nombre a Asiria) y Larsa, más poderosas pero con monarcas
envejecidos. En 1763 AdCHammurabi venció a Rim-Sin de Larsa, apoderándose de la parte
sur de Mesopotamia. En 1755 a. C. tomó igualmente Asus, haciéndose con el poder de todo
el valle de los ríos Tigris y Éufrates.1 Con el triunfo de Babilonia sobre el resto de
Mesopotamia, también su dios principal, Marduk, fue alzado a la cabeza del panteón de
dioses locales.
Hacia el 1800 a. C. comenzaron a producirse una serie de invasiones nómadas provenientes
del norte del Cáucaso y de Escitia. El ataque por parte de nómadas a la región había sido
una constante durante los siglos anteriores, pero con la domesticación del caballo y su
utilización para el tiro de carros de guerra, los nómadas consiguieron una ventaja militar
que les permitió penetrar en la zona.
Uno de estos grupos fueron los hurritas, que ocuparon gran parte del territorio
que Asiria había conquistado durante el reinado de Šamši-Adad I, fundando el reino
de Mitani hacia el 1500 a. C. y haciendo a los asirios subsidiarios suyos. También se
extendieron por Canaán, donde fundaron algunos reinos, llegando hasta el Antiguo Egipto,
donde conquistaron la parte norte y fueron conocidos como hicsos.
Otro de estos grupos fueron los hititas, que se establecieron en la parte oriental
de Anatolia a partir del 1700 a. C. fundando el conocido como Antiguo Reino. La lengua
hitita era de origen indoeuropeo, lo cual no les impidió adoptar la escritura cuneiforme de
los acadios.
Durante los años siguientes, hititas y hurritas se enfrentaron en el norte de Mesopotamia.
En torno al 1600 a. C., durante el reinado del rey Mursili Ilos hititas derrotaron a los hurritas,
dominando Asiria y haciendo incursiones en Babilonia, a la cual redujeron hasta las
dimensiones anteriores a la conquistas de Hammurabi.1 Este periodo coincidió con la
entrada de los nómadas casitas provenientes de los montes Zagros, quienes aprovecharon
el debilitamiento de Babilonia para atacarla. Finalmente tomaron la ciudad en 1595 a. C.
https://tiposdearte.com/que-es-la-arquitectura-caldeo-babilonia/

DINASTÍA AQUEMÉNIDE

La dinastía aqueménide (en persa antiguo: Haxāmanišiya) fue una dinastía que gobernó
el Imperio persa, fundada por Ciro II el Grande, tras vencer a Astiages, el último rey de
los medos (550 a. C.) y extender su dominio por la meseta central de Irán y gran parte
de Mesopotamia.
Sus sucesores Cambises II y Darío I el Grande continuaron su obra, y este último reorganizó
el imperio en satrapías, alcanzando el cenit de su poder; sin embargo, los sucesivos fracasos
al intentar someter a las ciudades griegas (guerras médicas) en la primera mitad del siglo
V a. C., debilitaron el imperio, y aún lo harían más las tendencias secesionistas de algunas
provincias, hasta que la conquista de Alejandro Magno (331 a. C.) puso fin al imperio
aqueménide.
Ciro II
Ciro II disfrutó de ambas herencias iranias (persas y medas). Cuando se alzó con el poder
utilizó precisamente los ejércitos medos para continuar sus conquistas. Implementó una
política de perdón a los reyes enemigos, que había comenzado su abuelo Astiages, quien le
envió sus ejércitos al percibir las ínfulas independentistas de Ciro. Se dice que tampoco
ejecutó al rey de Babilonia cuando conquistó esa ciudad, donde restableció el culto
a Marduk y liberó a los judíos del cautiverio. En general, Ciro siguió la estrategia de no
cambiar las estructuras administrativas de los lugares conquistados, pero sometiéndolos al
poder imperial.

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