ALIMENTACIÓN

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ENFERMEDADES LIGADAS A DEFECTOS DE NUTRICIÓN

Hoy en día, las enfermedades relacionadas con la alimentación, como el sobrepeso, la obesidad
y la diabetes, están aumentando considerablemente. Si se quiere prevenir es fundamental que
lleve una dieta equilibrada.
LA IMPORTANCIA DE LA DIETA PARA PREVENIR ENFERMEDADES RELACIONADAS
CON LA ALIMENTACIÓN
En la forma de alimentación, o conducta alimentaria, intervienen componentes estos pueden
ser: psicológicos, sociales y la propia regulación del cuerpo.
Una dieta equilibrada comienza en el momento de elegir los alimentos. Si, por ejemplo,
consumimos en exceso sal, azúcar y ciertas grasas (trans y saturadas), ingerimos poca
cantidad de fruta, verdura y fibra y, además, llevamos una vida sedentaria, estamos
contribuyendo a aumentar nuestro riesgo de padecer enfermedades crónicas relacionadas con
factores dietéticos.
Llevar una dieta equilibrada es beneficioso no solo a corto plazo, sino también a largo, puesto
que puede contribuir a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes
entre otras.
PRINCIPALES ENFERMEDADES RELACIONADAS CON LA ALIMENTACIÓN
1. LA OBESIDAD Y EL SOBREPESO
La obesidad y el sobrepeso son dos de las enfermedades relacionadas con la alimentación más
preocupantes debido a su alta incidencia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud
(OMS), han alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y, cada año, causan el
fallecimiento de al menos, 2,8 millones de personas en el mundo.
Cuando se ingieren alimentos que aportan más energía de la que se quema mediante el
metabolismo basal y el ejercicio, esta se acumula en exceso dando lugar a un aumento de peso
que puede derivar en obesidad.
Además del desequilibrio entre el consumo de calorías y el gasto de energía, hay otros factores
que influyen en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad como el metabolismo basal, la
presencia de trastornos endocrinos y factores genéticos.
• El índice de masa corporal (IMC)
El índice de masa corporal (IMC) se obtiene dividiendo el peso en kilogramos entre el cuadrado
de la estatura en metros, de acuerdo con la siguiente fórmula: IMC = peso [kg]/ estatura [m2].
Para la OMS existe sobrepeso cuando el IMC obtenido es igual o superior a 25, y obesidad si
es igual o superior a 30.

Debemos ser conscientes de que antes de llegar a un valor asociado con obesidad, podemos
tomar preventivas cuando la persona tiene sobrepeso, para evitar consecuencias mayores.
Por ello, es fundamental poner todos los esfuerzos en la prevención, ya que una vez se tiene
obesidad el tratamiento es complicado y no siempre exitoso. Las personas que han sido obesas
tienen dificultades para mantener un peso adecuado a largo plazo.
Tanto la prevención como el tratamiento del sobrepeso y la obesidad se fundamentan en dos
pilares: la actividad física moderada y una nutrición apropiada. En estos casos es necesario
trabajar con profesionales que pauten hábitos de alimentación y ejercicio, adecuándolos a las
condiciones físicas y de salud de cada individuo.
2. LA DIABETES
La diabetes es una patología que se da cuando los niveles de azúcar o glucosa en sangre están
por encima de lo normal. Si esto ocurre es necesario un tratamiento para evitar que dicha
condición genere lesiones en diversos órganos del cuerpo, como el riñón, los ojos, el corazón
o el sistema nervioso central, o que pueda derivar en enfermedades cardiovasculares o
derrames cerebrales.
➢ La diabetes se clasifica en dos tipos principales:
✓ Tipo 1 o insulino dependiente: a menudo comienza en etapas tempranas de la vida,
entre los 8 y los 14 años, de ahí que también se le denomine diabetes juvenil.
✓ Tipo 2 o no insulino dependiente: suele comenzar a una edad más avanzada que la
anterior, y es más común.
Es frecuente observar varios miembros de una familia que padecen diabetes. Esto se debe
principalmente al componente genético y en parte también al hecho de que comparten patrones
de alimentación y hábitos de vida.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad con un fuerte componente genético, en la que el propio
organismo destruye las células productoras de insulina del páncreas, motivo por el cual no
puede prevenirse y requiere tratamiento de por vida.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 es multifactorial y está fuertemente asociada a malos hábitos
de vida como la obesidad y el sedentarismo, además de tener un componente genético. Con
cambios en el estilo de vida puede observarse mejoría en las personas con este tipo de
diabetes.
➢ Signos que aparecen antes de saber si tienes diabetes: Algunos de los signos y
síntomas que pueden aparecen son:
✓ Aumento de la sed y necesidad de miccionar con frecuencia
✓ Incremento del hambre con pérdida de peso inexplicable
✓ Fatiga e irritabilidad
✓ Visión borrosa
✓ Infecciones frecuentes en las mucosas y aparición de llagas de cicatrización lenta

➢ Diagnóstico y tratamiento de la diabetes


La diabetes tipo 1 se diagnostica de forma rápida ya que los síntomas aparecen de forma
repentina. Por el contrario, la diabetes tipo 2 muchas veces comienza por una prediabetes que
pasa inadvertida ya que los síntomas no son tan claros y aparecen gradualmente. El diagnóstico
para ambos tipos de diabetes se realiza mediante un análisis de sangre que ponga de
manifiesto los niveles elevados de glucosa.
El tratamiento de la diabetes tipo 1 y de las formas más graves de la tipo 2, generalmente
implica inyecciones periódicas de insulina u otros medicamentos. No debemos olvidar la
importancia de la supervisión médica ya que el tratamiento puede variar en función del estado
de salud general.
Independientemente del tipo de diabetes, las personas que padecen esta enfermedad deberán
prestar especial atención a los hábitos de vida, siguiendo una alimentación sana y sin dejar de
lado la actividad física.
3. LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA O HIPERTENSIÓN: Distinguimos dos tipos de tensión
arterial (TA):
• Sistólica: presión que ejerce la sangre en los vasos sanguíneos cuando se contrae los
ventrículos del corazón. Popularmente conocida como “el alta”.
• Diastólica: presión que ejerce la sangre en los vasos sanguíneos cuando se relajan los
ventrículos del corazón. Popularmente conocida como “la baja”.
• Resultado de imagen de tensión arterial
La presión arterial no es constante, puesto que varía en función de muchos factores: actividad
o reposo, comidas, nerviosismo, temperatura, etc.
Existe un rango numérico considerado como seguro, que se sitúa en 120 / 80 mm Hg, aunque
puede oscilar en función de la edad y el sexo. Valores por encima de este rango se considera
hipertensión y se asocia con un riesgo de enfermedad coronaria y de accidentes
cerebrovasculares.
Entre los factores que influyen en el desarrollo de la hipertensión encontramos los psicológicos,
la obesidad y ciertos factores genéticos. Además, un elevado consumo de sodio (sal) también
se ha asociado con la hipertensión.
Para tratar la hipertensión hay que reducir el consumo de sal. Si también se padece obesidad
será necesario bajar de peso y evitar la ingesta de alcohol. Si la dieta no mejora la condición,
puede ser necesario un tratamiento farmacológico específico.
4. EL CÁNCER
Como indica la OMS, el cáncer se encuentra entre las primeras causas de muerte hoy en día y
en muchos casos su incidencia va en aumento. Por este motivo es una de las enfermedades
que más preocupa a la sociedad.
Cada vez más evidente el vínculo de la dieta con la aparición de ciertos tipos de cáncer. Los
países industrializados han sufrido un cambio en los patrones de alimentación, priorizando una
dieta rica en grasas y pobre en fibra, fruta y verdura. En el caso del cáncer colorrectal, su riesgo
aumenta con dietas basadas en ácidos grasos saturados y ricas en carnes rojas, embutidos y
alcohol. Además, la grasa abdominal incrementa el riesgo de sufrir este tipo de cáncer.

Por otro lado, un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III y el grupo
GEICAM han relacionado el desarrollo del cáncer de mama con dietas hipercalóricas y la
restricción de calorías como factor protector. También se ha observado que las madres que
amamantan a sus hijos durante más de 12 meses, presentan una reducción del riesgo en
comparación con las que no lo hacen.
En cuanto al cáncer de hígado, el consumo excesivo de alcohol puede causar cirrosis, que está
asociada a su vez con un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado.
LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO PARA PREVENIR ENFERMEDADES RELACIONADAS
CON LA ALIMENTACIÓN
La dieta es básica para la prevención de enfermedades y el fomentar la salud. Sin embargo, no
es suficiente. También es necesario mantener un nivel adecuado de actividad física. Gracias a
ella gastamos energía que, de otro modo, se acumularía en nuestro cuerpo en forma de grasa,
pudiendo dar lugar al sobrepeso y todas las enfermedades asociadas a él.
INFLUENCIA DE LA GENÉTICA EN LAS ENFERMEDADES RELACIONADAS CON LA
ALIMENTACIÓN
Como te hemos explicado en otros artículos de este blog, nuestra genética nos predispone a
ciertas enfermedades (como algunos tipos de cáncer), a determinados niveles de colesterol, a
la obesidad, a algunas lesiones deportivas e, incluso, a la preferencia por los alimentos dulces,
o a picotear entre horas.
La nutrición y la genética son dos ciencias que en el siglo XXI comienzan a trabajar de forma
conjunta y, de este hecho, surgen disciplinas como la nutrigenética y la nutrigenómica, ambas
bajo el paraguas de la genómica nutricional, cuyo objetivo, explicado de forma sencilla, es
comprender cómo influyen los genes de cada individuo en las distintas reacciones que pueden
tener a los alimentos.
LA GENÓMICA NUTRICIONAL
El desarrollo de la genómica nutricional ha sido posible gracias a la integración de los
conocimientos del campo de la nutrición y de los derivados de la secuenciación del genoma
humano. Proponer dietas personalizadas se contempla como un factor clave para prevenir y
tratar las enfermedades, ya que, en función de sus genes, las personas pueden procesar los
alimentos de manera distinta. Por ejemplo, en el desarrollo de la obesidad intervienen dos tipos
de factores: genéticos y ambientales. Entre los primeros se encuentran las alteraciones en
genes relacionados con esta enfermedad, como los implicados en la lipólisis (movilización de
lípidos permitiendo utilizarlos como energía en los tejidos donde se necesiten), mientras que en
los segundos están la dieta, el ejercicio físico, o hábitos como el tabaquismo.
EN CONCLUSIÓN, para prevenir enfermedades crónicas de manera eficaz es fundamental el
ejercicio y, principalmente, una dieta que se adecue a cada persona teniendo en cuenta su
genética.
Para ello, gracias a test genéticos como myGenome de Veritas, entre otras cosas, podrás
conocer tu predisposición genética a la obesidad, a hipertensión, tu tendencia a comer entre
horas o tu predilección por los alimentos dulces. Tener esta información en tu poder permite
adecuar tu estilo de vida de forma personalizada para lograr resultados más favorables.

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