Investigacion Escolar Sindrome de Down

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26/01/2024

Profesora: María del Rosario Acevedo Martínez.

Gabriela Castillo Pérez

Ciencias de la Educación

8° Cuatrimestre
Síndrome de Down

El nombre «síndrome de Down» deriva del apellido del médico


británico John Langdon Haydon Down, quien en 1866 fue el
primero en describir las características clínicas compartidas
por un grupo específico de personas, aunque no pudo
determinar su origen. Sin embargo, fue en julio de 1959
cuando el genetista Jérôme Lejeune en Francia, seguido unos
días después por la genetista Patricia Jacobs en Estados
Unidos, identificaron que el síndrome se debe a una alteración en el par 21 de los
cromosomas.

En abril de 1961, un conjunto de 16 expertos en genética publicó una comunicación en The


Lancet en la cual sugirieron que el término «mongolismo» resultaba inapropiado debido a
sus implicaciones raciales, proponiendo en su lugar términos alternativos como «síndrome
de Down» o «trisomía 21». Por consiguiente, la trisomía 21 se convirtió en la primera
anomalía cromosómica identificada en seres humanos.

El síndrome de Down es una afección común cuya causa es tener una copia “extra” de
genes en el cromosoma 21. Estos genes adicionales cambian el desarrollo durante el
embarazo, y continúan teniendo efectos después del nacimiento y durante toda la vida de
la persona. Cada persona con el síndrome de Down es única, y puede sufrir de algunos de
los varios problemas de salud, de aprendizaje, así como las diferencias que pueden ocurrir
relacionadas con esta afección.
En la mayoría de los casos, el síndrome de Down se identifica al nacer o poco después del
nacimiento. inicialmente el diagnóstico está basado en las características físicas que son
vistas comúnmente en los bebés con síndrome de Down. Dichas características físicas
incluyen deficiencia en la tensión muscular, una leve marca en la palma de la mano, rasgos
faciales algo aplanados y una inclinación elevada de los ojos. El diagnóstico debe
confirmarse por medio de un estudio de los cromosomas llamado cariotipo. El cariotipo
provee una muestra visual de los cromosomas agrupados por su tamaño, número y forma.
Los cromosomas pueden estudiarse por medio de un examen de sangre o las células de los
tejidos.

Algunas de las diferencias de las personas con el síndrome de Down son comunes y se
pueden ver, como la apariencia facial. Otros cambios que son menos comunes y visibles
pueden causar problemas o pueden requerir de tratamientos especiales. “Los tratamientos
especiales” pueden incluir medicamentos, cirugías, o cambios a lo que usted tenía previsto.
No existen medicamentos o terapias que sean necesarias para todas las personas con el
síndrome de Down. Tampoco hay medicamentos o terapias que puedan “curar” el síndrome
de Down.

La causa general del síndrome de Down es un error en la división celular conocida como
no-división. No se conoce la razón por la cual se presenta esta anomalía. Sin embargo, se
sabe que este error ocurre en el momento de la concepción y que no está relacionado con
nada que la madre haya hecho durante el embarazo. Lo que sí se sabe es que la posibilidad
de error aumenta al aumentar la edad de la madre. Aunque el 80% de los casos del síndrome
se presenta en hijos de mujeres menores de 35 años.

Diagnóstico prenatal

Existen dos maneras de detectar la presencia del síndrome de Down en el feto: Una es
evaluar el riesgo que presenta una mujer embarazada de tener un bebé con el síndrome de
Down, y la otra es de diagnóstico que demuestra si el bebé tiene o no síndrome de Down.

Pruebas de Evaluación de Riesgo

• Hasta el momento el método más común es el de la Triple Evaluación. Esta es una


combinación de tres exámenes que miden la cantidad de varias sustancias en la
sangre. Estos exámenes se realizan generalmente dentro de las primeras 15 a 20
semanas de gestación.
• Los sonogramas se realizan casi siempre en conjunto con otras pruebas que pueden
mostrar algunos rasgos físicos de gran utilidad para calcular el riesgo del síndrome
de Down.
• Las pruebas de evaluación de riesgo no son siempre acertadas en el diagnóstico del
síndrome de Down. En realidad, pueden dar resultados falsos negativos o positivos.

Examen de Diagnóstico Existen tres exámenes de diagnóstico disponibles:

• La biopsia de corión (CVS) que se hace entre las 10 y 12 semanas de gestación.


• La amniosíntesis que se realiza entre las 14 y 20 semanas de gestación.
• Muestra Sanguínea Umbilical Pericutánea (PUBS) que se realiza después de las
primeras 18 semanas de gestación.

Problemas de salud

Muchos niños con síndrome de Down tienen otras complicaciones de salud además de las
enfermedades comunes de la infancia. Aproximadamente el 40% de los niños afectados
presentan defectos congénitos cardíacos. Por esta razón es vital hacer un ecocardiograma
a los recién nacidos con síndrome de Down para identificar posibles defectos cardíacos. En
algunos casos los bebés necesitan cirugía y en otros casos será suficiente la observación
minuciosa. Los niños con síndrome de Down tienen riesgos más altos de contraer
infecciones, y tener problemas respiratorios, visuales y auditivos. También pueden tener
problemas de tiroides y otras condiciones médicas. Sin embargo, con un cuidado médico
apropiado muchos niños y adultos con síndrome de Down pueden llevar una vida saludable.
El promedio de vida de las personas que tienen síndrome de Down es de 60 años y muchos
viven hasta los 60 ó 70 años de edad.
Aprendizaje y desarrollo

Es importante recordar que, aunque los niños


y adultos con síndrome de Down
experimentan retrasos en el desarrollo
también tienen muchos talentos y
habilidades, por lo tanto, debemos darles la
oportunidad y apoyo para desarrollarlos. La
mayoría de los niños con síndrome de Down
tienen limitaciones entre leves y moderadas.
Es importante reconocer que es más lo que se parecen a los demás niños que sus
diferencias con ellos.

La intervención temprana de servicios debe proveerse poco después de nacer; estos


servicios deben incluir las siguientes terapias: física, de lenguaje y del desarrollo. La mayoría
de niños asisten a las escuelas de sus vecindarios, algunos a clases regulares y otros a
clases de educación especial.

Algunos niños tienen necesidades más significativas y requieren programas más


especializados. Algunos jóvenes con síndrome de Down que se han graduado de la escuela
secundaria han continuado sus estudios superiores. Muchos adultos con síndrome de Down
pueden trabajar dentro de su comunidad mientras que otros requieren un ambiente más
estructurado.

Un entorno de inclusión

Las necesidades educativas especiales que presenta el alumnado, en este caso los que
padecen síndrome de Down, están presentes en las aulas. Deben ser abordadas desde los
principios de inclusión, normalización y sectorización de servicios a través de los tutores
junto con los correspondientes especialistas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura


(UNESCO) define la educación inclusiva como “el derecho de todos los alumnos a recibir
una educación de calidad que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje y
enriquezca sus vidas.
Para ello, es necesario ofrecer al alumnado una educación de calidad, favoreciendo su
acceso a las escuelas, tanto de carácter ordinario como específico.

A su vez, se debe defender los modelos de evaluación teniendo en cuenta el contexto


educativo, así como sus condiciones más específicas y la consideración de ofrecer una
respuesta adecuada ante la diversidad.

Existen diferencias entre la escuela integradora y la escuela inclusiva. La primera de ellas


está dirigida a los alumnos con necesidades educativas especiales mientras que la segunda
está dirigida al alumnado en su conjunto.

Es por este motivo por el que se habla de un entorno de inclusión, ya que los alumnos con
síndrome de Down tienen la oportunidad de acceder a los centros ordinarios.

La escuela integradora se centra en el alumno y la escuela inclusiva se centra en el aula


ordinaria. Ambas resultan de gran importancia ya que, por una parte, es necesario centrarse
en el alumno para poder ofrecer apoyo educativo individualizado ajustado a su ritmo y nivel
de aprendizaje con el fin de lograr los objetivos propuestos; por la otra parte, es necesario
que se considere al aula como conjunto por igual independientemente de las necesidades
educativas que presenten una parte de los alumnos. En cambio, en la actualidad, existe falta
de inclusión en los centros educativos ordinarios de los que forman parte niños con
síndrome de Down. Hay mucha controversia con dicho tema, ya que parte de la población
se muestra reacia a tratarlos como iguales y, por el cambio, otra parte se encuentra a favor
de esta inclusión.

Sin embargo, se deben tener en cuenta las características que presenta el alumno con
síndrome de Down, tanto cognitivas como sociales para entender y conocer cuál es el centro
o la modalidad más apropiada de escolarización para dicho alumno, o bien uno ordinario o
específico.

Para que se dé una inclusión adecuada en el aula, se deben tener en cuenta diversos
factores y el seguimiento de unos pasos fundamentales. En primer lugar, se deben evaluar
y examinar las cuestiones emocionales, sociales e intelectuales, así como un contacto con
la familia para conocer qué perspectivas poseen al respecto ya que esta es la principal
educadora de su hijo.

En segundo lugar, una vez realizada la evaluación del discente, es fundamental una toma de
contacto con una escuela que se caracterice sobre todo por la inclusión, así como con
entidades, como por ejemplo la Asociación de Síndrome de Down, la cual ofrece talleres
para guiar y aconsejar a los docentes en este proceso.

También es necesario asegurarse de que las instalaciones del centro están perfectamente
acondicionadas: ascensor, mesas amplias, rampa, espacios amplios, aulas específicas para
trabajar la motricidad, materiales adecuados, entre otros.

Por último, el docente pone en práctica las estrategias aprendidas y programadas para cada
contexto en el que se encuentre el alumno con el fin de obtener soluciones adecuadas y
correctas.
Inclusión en el campo laboral

La incorporación de personas con síndrome de Down al mundo laboral avanza a


cuentagotas debido, en su gran mayoría, a los prejuicios en torno a esta condición. De
acuerdo con datos del Conapred, sólo una de cada 10 personas con discapacidad cognitiva
o mental en México cuenta con un empleo.

En nuestro país no existe una cifra exacta de cuántas personas tienen síndrome de Down,
el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los incluye dentro de las 7.1 millones
de personas que tienen algún problema o condición mental. Sin embargo, lo que sí es un
hecho, es que su acceso a un trabajo digno es limitado.

Como cada año, este 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down,
una fecha designada desde 2011 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para
generar conciencia pública sobre la dignidad, la valía y las aportaciones de personas con
esta condición. Entre esos retos, el mundo del trabajo y la contribución de las personas con
síndrome de Down es uno de los desafíos.

Sin embargo, las personas con esta condición pueden aportar mucho en el trabajo, en
especial por sus fortalezas, como una buena atención al cliente por lo serviciales y alegres
que son, también la facilidad para realizar tareas rutinarias y el sentido de perfección, según
la experiencia de la Fundación Mosaico Down.

Si no conocemos bien las habilidades y todo lo que estos chicos pueden desarrollar, será
difícil abrir el campo laboral o puestos de trabajo para que ellos se desarrollen, las personas
con esta condición logran desenvolverse solas en el ambiente laboral, son responsables y
motivadas.

El primer paso para la inclusión laboral de las personas con síndrome de Down es conocer
la condición, las habilidades de las personas y hasta dónde pueden llegar en el mundo del
trabajo. “El prejuicio más grande hacia estas personas es creer que no pueden aprender y
desde ahí empieza la limitación. Es importante que las empresas sepan que sí aprenden, a
su ritmo y de manera distinta, pero una vez que logran el aprendizaje, es más fácil el
camino”.

Es importante que las empresas realicen sensibilización al interior de su fuerza laboral para
que apoyen la inclusión. “Hay que eliminar paradigmas, dejar de pensar que las personas
no pueden y darles una oportunidad y un impulso para que se integren al mundo laboral”.

A través de su guía Contrátame, la Fundación Descúbreme destaca que entre los beneficios
de contratar personas con síndrome de Down se encuentran:

• Contar con trabajadores eficientes en tareas específicas


• Mejora del clima organizacional
• Promoción del trabajo en equipo
• Mayor sentido de pertenencia
• Mejora de la reputación corporativa

Para incorporar a personas con síndrome de Down a sus equipos, la organización les
recomienda a las empresas empezar con actividades que dominen rápido para evitar la
frustración y promover la seguridad y rápida adaptación al nuevo entorno. Además,
desglosar la tarea diaria en labores concretas más pequeñas para que se finalicen y se logre
visualizar la meta, así como repetir las actividades para mantener los aprendizajes y
establecerlos en el tiempo.
En mi opinión personal, considero que es importante saber más del tema, brindar mayor
atención y nutrir de información a las personas para ir erradicando el tabú que existe sobre
el padecimiento de este síndrome, concientizar al entorno tanto educativo como social ya
que el 15 % de la población mundial actualmente cuenta con alguna discapacidad. Sería
de mucha utilidad que cada vez se vaya normalizando el conocer y explotar las capacidades
de estas personas.

Brindarles herramientas para su desarrollo en un futuro para que puedan lograr ser
personas plenas, adultos independientes totalmente adaptados a la sociedad. Considero
que los educadores y los padres en México están logrando un gran avance ya que cada vez
es mas frecuente ver a chicos con esta condición atender algún lugar de comida,
preparando postres en algún negocio local, atendiendo cafeterías, preparando salsas o
alimentos.

Referencias
El Comité Ad-Hoc (Especial) de redacción de “La información sobre la salud para las familias con
niños con el síndrome de Down”:

chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.nads.org/wp-
content/uploads/2016/08/Health_Care_Information_for_Families_of_Children_with_Down_Syndr
ome-Spanish.pdf

National Association for Down Syndrome 1460 Renaissance Drive, Park Ridge, IL 60068 630-325-
9112; www.nads.org

chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.nads.org/wp-
content/uploads/2016/08/Sindrome-De-Down-Factores.pdf

https://www.sindromedown.net/sindrome-de-down/que-es-el-sindrome-de-down/

https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Beneficios-y-retos-de-la-inclusion-laboral-de-
personas-con-sindrome-de-Down-20230320-0005.html

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