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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

“Guerreras, diaconisas y princesas: una aproximación a las identidades


femeninas pentecostales”.

T E S I S

QUE PARA OBTENER EL GRADO


DE LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA

P R E S E N T A

ALETHIA ALEJANDRA
MONTALVO GONZÁLEZ

Director de Tesis:

Dr. María Teresa Rodríguez


López

Tijuana, Baja California Abril de 2016

Esta investigación fue realizada gracias al apoyo del


Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
en Antropología Social.

1
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo es el resultado de mi etapa universitaria en la Universidad Autónoma de


Baja California, campus Tijuana; lugar donde se reforzó mi interés en el quehacer de
la investigación sociológica, además de que enriqueció mi gusto por otras disciplinas,
como la antropología o la historia. A todas esas personas que me acercaron a ese
conocimiento: profesores, compañeros de clase, asesores y coordinadores de la
carrera, gracias. Quiero agradecer al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social (CIESAS) por la beca otorgada durante un año, pues gracias a ella pude
dedicar mi tiempo y energía a esta grata experiencia.

Agradezco a la Dra. María Teresa Rodríguez López, quien con sus prudentes y
atinados consejos, observaciones y reflexiones, además de sus palabras de ánimo y
pasión por la investigación, me motivaron y emocionaron con el tema. Le agradezco
enormemente sus enseñanzas y el tiempo invertido en la revisión de este documento,
mismas que me permitieron conocer, respetar e interesarme en la labor etnográfica.
También quiero agradecer al Dr. Ramiro Jaimes por acercarme y motivarme al
estudio de la religión y por involucrarme en sus diferentes investigaciones que me
permitieron tener un rango más amplio de la investigación social, pero sobre todo, le
agradezco por esas platicas en las cuales me aconseja a no olvidar la dimensión
histórica e institucional de las iglesias pentecostales, pues gracias a ello redescubrí
uno de los ejes más importantes donde se articula la religión: la iglesia. Al Mtro.
Miguel Ángel Ramírez por sus atinados comentarios en relación a la tesis, pero sobre
todo por fundar en mí, en todo los nueve semestres de la carrera, el gusto por la teoría
sociológica. Quiero agradecer a la Dra. Rosa María González y el Mtro. Igael
González por las pertinentes observaciones que realizaron a la tesis, y el apoyo que
me brindaron para que este material saliera en tiempo y forma.

A mi familia y amigos que me apoyaron en este proceso. En especial a Grecia


Gallardo, Adriana Bañaga y Flor González que, consientes de mi alta inclinación al
estrés, me inducían a tomarme las cosas con calma, gracias a sus palabras de aliento,
algunas cachetadas de realidad pero sobre todo comprensión y ánimo.

2
Agradezco infinitamente a mi pareja, Moisés Pérez, tu sola presencia me da
ánimo y fuerzas para continuar en cada una de mis metas. A mis padres, especiales
motores en mi vida, y figuras clave que me apoyaron con sus comentarios, dudas y
sugerencias en torno a la tesis, sobre todo a mi padre, el Señor Alejandro Montalvo, el
hombre más sabio que conozco. A mis hermano Alejandro Montalvo, por la paciencia
mostrada a su hermana la socióloca. Asimismo, agradezco a todas las mujeres del
Templo La Hermosa, así como a los líderes por compartirme sus vivencias y
regalarme momentos muy gratos en el trabajo de campo. A la hermanas Sara Jiménez,
Itati Flores y Dolores Serrano, por acércame a cada uno de los grupos y reuniones
femeninas en La Hermosa, a ellas mi eterno agradecimiento.

Finalmente, a las mujeres de mi vida: mi madre, María Eugenia González y mi


hermana, Miriam Montalvo, esta tesis es para ustedes.

3
Contenido
Capítulo1. Mujeres y religión….……………………………………………………..6
1.1. Introducción………………………………………………………………………6
1.2. El papel de la religión en la construcción de la identidad femenina……………...9
1.3. Hipótesis y objetivos …………………………………………………………....15
1.4. Metodología……………………………………………………………………..16
1.5. Operalización de los conceptos teóricos………………………………………...21
1.6. Conclusiones………………………………………….…………………………27

Capítulo 2. Panorama histórico y religioso en Tijuana……………………………....29


2.1. Introducción……………………………………………………………………..29
2.2. Tijuana, “Aquí empieza la patria”…………………………………………….....29
2.3. El escenario religioso en Tijuana………………………………………………..39
2.4. Contexto histórico del Concilio de las Asambleas de Dios en México………....43
2.5. La primera Iglesia de la Asambleas de Dios en Tijuana………………………...44
2.5.1. El caso del Templo La Hermosa………………………………………47
2.6. Estructura y organización del Concilio General de las Asambleas de Dios…….49
2.7. Mayordomía financiera………………………………………………………….52
2.8. Algunas consideraciones sobre la membrecía del Templo
la Hermosa……………………………………………………………………………54
2.9. Conclusiones…………………………………………………………………….55

Capítulo 3. La construcción del conocimiento normativo sobre el


“deber ser” femenino……..…………………………………………………………..56
3.1. Introducción……………………………………………………………………..56
3.2. El campo religioso como constructora de un habitus femenino………………..57
3.2.1. Los dominios centrados en la regulación del comportamiento
femenino……………………………………………………………………...58
3.3. Cultos y servicios………………………………………………………………..59
3.4. Instancias de socialización o resocialización especializadas en mujeres………..62
3.4.1. Princesas y vírgenes…………………………………………………...63
3.4.2. Sexualidad y juventud.………………………………………………...77
3.4.3. Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?..........................................................82
3.4.4. Guerreras de oración.………………………………………………….88
3.5. Dominios femeninos…………………………………………………………….92
3.5.1.Trabajo.………………………………………………………………...92
3.5.2. Educación..…………………………………………………………….93
3.5.3. Sexualidad..……………………………………………………………94
3.5.4. Liderazgo femenino...………………………………………………….95
3.6. Conclusiones..…………………………………………………………………...99

Capítulo 4. Entre el “deber ser” y la experiencia realmente vivida………………...102


4.1. Introducción……………………………………………………………………102
4.2. Primer grupo de edad: Andrea e Isabel………………………………………...104
4.3. Segundo grupo de edad: Natalia, Sandra, Esperanza y Lidia…………………..120
4.4. Tercer grupo de edad: Emilia, Diana y Fernanda……………………………...143
4.5. Reflexiones finales……………………………………………………………..152

Bibliografía………………………………………………………………………….154
Anexos………………………………………………………………………………164

4
Índice de figuras
Figuras y tablas
1.1. Posición de las entrevistadas al interior del campo religioso……………………28
1.2. Simbología de la figura uno……………………………………………………..28
1.3 Gráfica. Crecimiento poblacional de la ciudad (1990 al 2010)………………….31

Índice de imágenes
2.1. Mapa de la península de Baja California………………………………………..30
2.2. Emblema de La Sociedad de Misioneritas en América Latina………………….63
2.3. Parte del contenido educativo de la clase de Estrellas, Sociedad
de Misioneritas……………………………………………………………………….72
2.4. Parte del contenido educativo de la clase de Estrellas, Sociedad de Misioneritas,
“Cómo sentarse”……………………………………………………………………...72
2.5. Parte del contenido educativo de la clase de Estrellas, Sociedad de Misioneritas,
“Cómo caminar”……………………………………………………………………...73
2.6. Dispositiva presentada en el marco de la clase de matrimonios………………...83
2.7. Cartel publicitario del Congreso Distrital de
Las Asambleas de Dios en México…………………………………………………..85

Índice de cuadros y tablas


3.1. Población total por municipio (Tijuana, Baja California)……………………….32
3.2. Distribución de la población tijuanense de acuerdo con
la religión que profesa………………………………………………………………..41
3.3. Grupo contemplados en La Sociedad de Misioneritas…………………………..64
en Templo La Hermosa.
3.4. Características generales de las mujeres entrevistadas
por grupo de edad…………………………………………………………………...104
3.5. Características generales de las mujeres entrevistadas
por grupo de edad…………………………………………………………………...120
3.6. Características generales de las mujeres entrevistadas
por grupo de edad. ………………………………………………………………….143

Índice de fotografías
4.1. Primera iglesia de las Asambleas de Dios en Tijuana…………………………...45
4.2. Pancarta de horarios en La Iglesia Cristiana Bethel, fundada en 1937………….46
4.3. Primer Instituto Bíblico de Las Asambleas de Dios en el Distrito Norte……….47
4.4. Fachada exterior del Templo La Hermosa……………………………………....48
4.5. Trabajo realizado por los estudiantes de la clase de “Reglamentos”
en Templo La Hermosa, educación cristiana………………………………………...51
4.6. Grupo de damas “Guerreras de oración”………………………………………...91

5
CAPÍTULO 1. MUJERES Y RELIGIÓN

1.1. INTRODUCCIÓN

Una de las motivaciones que me llevaron a escoger este tipo de tema de investigación,
se relaciona directamente con mi autobiografía, al darme cuenta desde una edad muy
temprana del papel tan relevante que representaba la religión para los miembros de mi
hogar. Como la gran mayoría de las familias mexicanas, en especial las que
provenimos del epicentro del conflicto cristero, una gran parte de las personas que ahí
radican profesan el catolicismo, siendo el primer contexto religioso al cual tuve
contacto y en el que mis padres se adscribían. No obstante, y como lo han
documentado investigadores interesados en el fenómeno religioso en México,
especialmente los que han abordado el impacto de la migración como constituyente
de la conversión religiosa, mis padres son el vivo ejemplo de la búsqueda de nuevos
esquemas interpretativos y explicativos que permiten dar respuesta de corte
metafísico a los eventos de crisis y ansiedad que representa el desplazarse a un
contexto geográfico desconocido.

Ante tales procesos, mis padres, de ser creyentes de convicciones católicas muy
arraigadas, pasaron a pertenecer a una organización religiosa pentecostal en la ciudad
de Tijuana. De esta manera, mi instrucción temprana familiar, estuvo marcada de
elementos, normas y valores propiamente cristianas; no obstante, pese a que
claramente fuimos resocializados en este entorno, la conducción de mis padres en el
hogar fue mayormente de tipo secular, dejando margen para que mis hermanos y yo
decidiéramos en qué creer o si requeríamos creer en explicaciones extraordinarias o
sobrenaturales. En ese marco confesional, mis hermanos y yo decidimos interesarnos
en otros devenires más seculares y, a la fecha, me considero una persona ajena a la
idea de creer en una fuerza divina. Aún así sería muy ingenuo pensar que tal época,
donde mantuve contacto con dichas agrupaciones, no me marcaron y modelaron mi
identidad, si bien fue un período difuso por haber acontecido cuando era una infante,
no puedo negar que ciertos elementos religiosos me son familiares.

Es a partir de estas vivencias personales que el lector comprenderá la curiosidad


que infundan en mí los estudios en torno a los fenómenos religiosos, quizás con

6
mayor atención de mi parte los que se relacionan con la construcción de las
identidades genéricas; un tema que, en sintonía con la religión, tiene una profunda
marca en mi persona. Precisamente, en la época que estuve como estudiante de
Sociología en la Universidad Autónoma de Baja California, es cuando descubrí mi
fascinación por los temas religiosos, incluyendo las grandes teorías sociológicas que
se interesaban en el desvanecimiento de la religión o su reciente efervescencia.

Pese a que es una temática recurrente en la sociología, en lo que respecta a la


frontera norte de México, estos trabajos frecuentemente son abordados por la historia
o la antropología, habiendo una ausencia de trabajos sociológicos que se interesen por
estas líneas de investigación. Son contados los sociólogos que se dedican al estudio
del fenómeno religioso, al menos en el norte del país. Aún frente a estas carencias,
siempre encontré apoyo entre los profesores y alumnos de posgrado adscritos tanto al
Instituto de Investigación Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California,
como pertenecientes al El Colegio de la Frontera Norte, que tenían una mayor
cercanía en cuanto a estos temas, brindándome material relacionado con la literatura
antropológica e histórica que enriqueció y amplió mi visión de la religión, gesto que
agradeceré por siempre pues me acercaron a autores ajenos a mi radar de
conocimiento.

Finalmente, el hecho de que esta tesis se base en un estudio de caso en las


demarcaciones espaciales del Templo La Hermosa en la ciudad de Tijuana, tiene
correspondencia con dos factores específicos. El primero se relaciona con
explicaciones de tipo geográfico, pues la congregación se encuentra en la ciudad
donde he residido por más de 15 años, además de situarse relativamente cerca del área
de la institución donde estudié y laboré: La Universidad Autónoma de Baja
California. La segunda, tiene nexos directos con mis redes familiares, al ser la
agrupación religiosa en donde mi padre se ha congregado desde 2009 hasta la fecha,
situación que sin duda, me benefició inicialmente para entablar contacto con los
líderes pastorales.

Ahora bien, mi interés específico en la religión y el género se vincula con la


relación cercana que mantengo con mujeres adheridas al pentecostalismo, pues en las
pláticas que llegué a sostener con algunas de ellas, era evidente la articulación que

7
hacían entre los preceptos bíblicos y el papel que consideraban que tenían en
sociedad, extendiendo tales argumentos en la manera como sobrellevaban su vida
cotidiana, pero sobre todo en la definición de su sexualidad y corporalidad como
mujeres. Este último punto siempre ha captado mi atención, pues no sólo implica el
adoctrinamiento de su presentación en sociedad, sino que esta serie de reglas que se
adhieren a su cuerpo son aceptadas, y subrayan una distinción como una
diferenciación frente a las alteridades religiosas y la sociedad mayoritaria.

Cabe agregar que, este interés en la feminidad religiosa, se intensificó gracias a


la oportunidad de realizar trabajo de campo dentro de los confines urbanos de la zona
de tolerancia, en el centro de la ciudad de Tijuana. En una ocasión, platicando
informalmente con un grupo de trabajadoras sexuales del lugar, salió a relucir, en
algunas, su ferviente convicción religiosa, muchas veces señalando las normas y
prescripciones religiosas para explicar su actuar cotidiano y en mayor medida, su
identidad. Sin proponérmelo, las personas ahí presentes, aún con todos los
pormenores y sinsabores que en ocasiones se originan en ese escenario laboral,
formulamos una amena e interesante conversación que, pese a nuestras diferentes
reflexividades, encontré una fuerte similitud en la manera como nos identificamos
como mujeres. Este primer material me hizo reflexionar hasta qué punto la religión
moldea la identidad de género, pero sobre todo, en qué medida estas prescripciones,
este “deber ser”, es tomado en cuenta para definirse y en qué grado se proyecta en
sociedad; por qué a pesar de los discursos religiosos que restringen a la mujer a roles
secundarios, éstas mantienen una fuerte convicción religiosa que se traduce en una
mayor membrecía y participación en comparación a la población masculina.

Dichos cuestionamientos se podrían explicar con base en los modelos teóricos


que reflexionan sobre las desigualdades históricas entre ambos géneros, así como la
relación asimétrica y subordinada de la mujer en oposición al sexo masculino, y que
revelan la violencia simbólica que es naturalizada, objetivada y externada en el
mundo social1. Sin embargo, aunque no niego la importancia de su aporte, es más,

1
Para una revisión más amplia sobre estos temas, conviene señalar las reflexiones teóricas realizadas
por las siguientes autoras: De Beauvier, Simone (1997); Lagarde (2005); Lamas (1986); Maier,
Elizabeth (2010); Scott (1996), Butler (2007), por mencionar algunas.

8
muchas de estas reflexiones fueron pilares importantes para mi acercamiento a la
temática, considero necesario subrayar la acción de las mujeres, el poder de éstas para
afectar las estructuras mismas que las constriñen, pues me parece que un análisis en
aquella dirección simplificaría el aporte de la experiencia religiosa para sus vidas y
omitiría la serie de elementos en disposición de la mujer para movilizarse al interior
del campo religioso y actuar de manera creativa logrando realizar sus propósitos,
según sus intereses y motivaciones en tiempos y contextos específicos (Juárez, 2006:
287-299)2.

Asimismo, es necesario entender que el conocimiento aprendido no es un


corpus de ideas fijas, homogéneo o estático, sino que constantemente los actores
sociales significamos y re-significamos el mundo social y nuestra propia experiencia,
a la vez que enriquecemos nuestro mapa cognitivo con nuevos elementos simbólicos
que nos servirán para comprender cómo modificar, en mayor o menor medida, nuestra
existencia en sociedad. Esto me lleva a reflexionar acerca de la capacidad de agencia
de las mujeres, su posicionamiento en el campo religioso y los recursos a su alcance
para movilizarse o afectar la normatividad establecida, pero sin olvidar o dejar de lado
las propiedades estructurales que configuran su identidad femenina dentro y fuera de
los límites de la organización religiosa (Juárez, 2006:216). Finalmente, espero que
este trabajo logre reflejar una parte del sentido de la acción de las mujeres, y poder
guiar al lector en los entramados simbólicos que configuran las identidades femeninas
al interior de una iglesia adscrita a las Asambleas de Dios en México, en la ciudad de
Tijuana.

1.2. El papel de la religión en la construcción de la identidad femenina

La antropóloga Estela Serret, a partir de una reflexión teórica, señala la función


simbólica de los elementos religiosos al normar de manera diferenciada, las actitudes,

2
En esta dirección, son relevantes los trabajos que desde la antropología, han explorado el papel de las
mujeres al interior de agrupaciones no católicas, demostrando la movilidad de éstas en las iglesias,
logrando esquivar las estructuras que restringen su accionar tanto en la sociedad mayoritaria como
dentro de los confines del espacio sacro. (Collí, 2014; Espinoza, 2014; Velazco, De la Luz García,
2010; Juárez, 2006; De la Torre y Fortuny, 1991)

9
conductas y orientaciones de ambos sexos (Serret, 2006:92). Para Serret, el género,
sería el primer referente simbólico que somete a los individuos dentro de la
clasificación binaria “hombre y mujer”; de está manera los sistemas religiosos serían
las encargadas de perpetuar tal diferenciación, pero confiriéndole un sentido
identitario a través de distinciones simbólicas que se enmarcan en el sujeto a partir de
una diferenciación anatómica. En esa dirección, a la mujer se le asociaría con
elementos simbólicos atribuidos a la naturaleza que la conferirían en el plano de su
sexualidad y cuerpo, gracias a una valoración de la mujer a partir de su fecundidad.
Entre tanto, al hombre, se le asociaría con cualidades de tipo instrumental, al
conferirle de atributos ligados al trabajo o el poder social.

A estos referentes se anexarían los códigos respectivos de los principales


sistemas religiosos, que le adecuarían una serie de connotaciones binarias con
distinciones en lo sacro y lo profano. En el caso de las religiones judeocristianas, la
feminidad estaría fuertemente ligada a los modelos tanto positivos como negativos
que devienen de la “palabra divina” y que propician una moralidad diferenciada entre
ambos géneros. Para la autora, estas cuestiones configurarían las bases por las cuales
la religión se caracteriza como una instancia normativa capaz de regular y orientar la
conducta, las actitudes y las prácticas de las mujeres. (Serret, 2006:124-128).

Sylvia Marcos y Rebeca Montemayor, por su parte, se interesan en los discursos


patriarcales que subyacen en la religión y que le restan movilidad a la mujer al interior
de la esfera religiosa, asignándola a labores que se caracterizan por ser cargos
hospitalarios y de servicio, negándole los puestos de mayor jerarquía, entre ellos, la
ordenación pastoral o la diaconía. Las autoras comienzan a preguntarse cuál es el tipo
de participación que la mujeres han desempeñado en las diferentes prácticas y rituales
religiosos, y cuáles son los discursos que sirven de apoyo para conferir a éstas un
valor secundario. Identifican ciertos sucesos históricos como despunte de la
participación de la mujer en las sociedades protestantes3 y su papel como precursoras

3
Ahora bien, muchos de los trabajos empíricos que abordan las identidades femeninas en el interior de
los grupos religiosos, han situado sus estudios en las comunidades no católicas, con mayor énfasis en
las denominadas iglesias pentecostales seguidas del mormonismo y el catolicismo. El interés por estos
grupos quizás se deba a la creciente expansión de estas agrupaciones y congregaciones por toda
América latina y gran parte de Norteamérica.

10
en la consolidación y expansión de dichos grupos, como el surgimiento del
movimiento pentecostal y su expansión al resto del continente americano, labor en la
cual diversas mujeres figuraron como misioneras y predicadoras (Sylvia, 2004:181).

Por su parte, el antropólogo Carlos Garma (2004), en sus estudios sobre


pentecostalismo en la Ciudad de México, sugiere reflexionar en torno a los valores
que se esperan de las mujeres para comprender la participación de éstas en las
agrupaciones y congregaciones pentecostales, demostrando cómo ciertos cargos
tienen una mayor presencia femenina, entre ellos, la labor misionera. Garma observa
cómo estos valores y normas condicionan el comportamiento y las actitudes de las
mujeres, delimitando su estado de acción dentro de los confines domésticos (Garma,
2004:180-185) Además, señala las ganancias que éstas adquieren tanto en su vida
personal como social, como la reconfiguración de su hogar al establecerse relaciones
más sanas y equitativas con los ideales familiares manejados por la iglesia, como la
expansión de su circulo social al entablar y construir amistades en las cuales se
identifican como una comunidad de creyentes (Garma, 2004:182-184; Rivera,
2007:129).

Entre tanto, Elizabeth Brusco revela las ganancias que obtiene la mujer al
adherirse a grupos religiosos como los pentecostales, que expresan una idealización y
valoración de la vida en familia a partir de la distinción de los roles tradicionales entre
los géneros, y que promueven una sana vida familiar a través de las correspondientes
obligaciones de cada uno de los integrantes que componen la unidad doméstica
(Brusco citado por Velázquez, 2003:165). Brusco apunta cómo estos prototipos de
vida familiar representan una ganancia para la mujer que ha sufrido el machismo en
alguna de sus formas, ya que si la mujer tiene éxito en su proyecto de evangelización
familiar y logra la conversión de su pareja, el hombre dejará atrás la violencia ejercida
para conducirse en sintonía con la pareja hacia un fin común: una familia guiada por
los valores cristianos. Para la autora, los grupos religiosos como los pentecostales,
operan a favor de las prioridades de la mujer colombiana que se identifica como
madre y esposa, al promover una masculinidad más acorde con las necesidades y

11
objetivos de la mujer colombiana que transita principalmente en la esfera doméstica
(Ibidem).

De lado de Carol Ann Drogus, la religión tiene una relevancia histórica en la


definición de los roles de género, y la desvalorización de la mujer en muchos sistemas
religiosos, tal particularidad cobra un inmenso significado pues posiciona a las
mujeres dentro de la privacidad de sus hogares, orientadas a desempeñar ese tipo de
actividades. Aún así, la autora destaca dos dimensiones que prevalecen en los
discursos de las religiones modernas; entre ellas, las llamadas Iglesias pentecostales.
Por un lado, estos argumentos apoyan la prevalencia de los roles tradicionales,
representando a la mujer a partir de símbolos e imágenes religiosas que la sitúan bajo
la subordinación masculina. En el otro polo, parte de los discursos que se generan en
las Iglesias de las religiones modernas, inducen en las mujeres la necesidad de tener
una participación más activa, motivando el liderazgo y una mayor intervención de
éstas en la administración de los bienes espirituales. (Drogus: 1994:1-19)

Alberto Velázquez Solís se pregunta “¿cómo interviene algunas de las


religiones judeocristianas en las relaciones genéricas?, y “¿cuál es la forma en que las
religiones configuran las relaciones entre hombres y mujeres en la vida cotidiana? El
autor responde estos cuestionamientos a partir del estudio comparativo de tres
religiones en la ciudad de Ticul, Yucatán, demostrando las formas en que las iglesias
estudiadas estructuran las “relaciones, los espacios, las prácticas y los discursos entre
hombres y mujeres a partir de las prescripciones canónicas de las religiones”,
logrando la “institucionalización religiosa del género” (Velázquez, 2013:162). Esta
institucionalización se logra a través de las instancias socializadoras que permiten
inducir en el sujeto social el orden del sistema existente, permitiéndole interiorizar las
prácticas que le ayudarán a moldear su identidad social, entre ellos, el de género con
todo su constructo simbólico (Velázquez, 2013:163).

Por otro lado, Elizabeth Juárez Cerdi, contempla a las mujeres que se adhieren a
iglesias evangélicas, como poseedoras de agencia al distinguir la acción de éstas
dentro de situaciones específicas, y demostrando la manera en que ellas no son
solamente receptoras pasivas de los preceptos religiosos, que pretenden conducirlas a
una feminidad ligada a identidades valoradas por los grupos religiosos, sino que son

12
sujetos reflexivos que adquieren la habilidad de retomar, evaluar, reproducir y
transformar dicho conocimiento a favor de concebir una feminidad más acorde a su
posición y situación en la estructura social (Juárez, 2006: 156-200).

Mientras tanto, en otra de las caras del pentecostalismo, Renee de la Torre y


Patricia Fortuny, en su estudio de caso en la Iglesia de Dios Vivo, Columna y Apoyo
de la Verdad La Luz del Mundo, revisan los factores institucionales y simbólicos que
ayudan a configuran la identidad femenina en el interior de dicha congregación (De la
Torre y Fortuny, 1991:125). Para las autoras, doctrinas religiosas como la de los
grupos protestantes y pentecostales proclaman una visión masculinizada, al restarle
importancia a las figuras femeninas que se establecen en el contenido bíblico. Por su
parte, en la Iglesia de la Luz del Mundo, sobresalen figuras masculinas que ayudan a
instaurar el control de los hombres en la esfera religiosa; a su vez, los rituales,
funcionan como conducto que refuerza y consolida las prácticas y el discurso
religioso a favor de estructurar, de manera diferenciada, la condición de hombres y
mujeres dentro y fuera del recinto sagrado (De la Torre y Fortuny, op. cit., 133). No
obstante, el formar parte de dicha comunidad religiosa, representa un apoyo para
muchas de las mujeres que están insertas dentro de los circuitos de violencia que
prevalecen en algunas de las unidades domésticas dentro de los confines urbanos.

Entre tanto, Carla Collí (2014) se detiene a analizar las formas cómo se
configura el estilo de vida de las mujeres que pertenecen a la Iglesia de los Santos de
los Últimos días, al revisar las doctrinas, normas y valores que pretenden orientar a
las mujeres en su vida cotidiana. La autora, gracias a una excelente labor etnográfica,
demuestra situaciones en las cuales las mujeres transgreden la normatividad para
construir un estilo de vida más acorde con la situación y contexto de cada mujer. No
obstante, Collí precisa que, si bien las normas, valores y doctrina pueden ser
negociadas o transgredidas en la práctica, para la mujer que se adhiere al
mormonismo, el acatar y cumplir tales prescripciones que configuran sus estilos de
vida, las vuelve merecedoras de una distinción dentro de la feligresía, explicando en
parte, las ganancias de éstas al cumplir con la normatividad impuesta (Collí, 2014:78-
99.

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Finalmente, sobresale la tesis de maestría realizada por Ester Espinoza (2014)
en la ciudad de Tijuana, donde profundiza la relación de los discursos y prácticas de
las mujeres que son socializadas desde su niñez por parte de la Iglesia Apostólica de
la Fe en Cristo Jesús, analizando los discursos que prescriben la feminidad de las
mujeres adscritas. Para Espinoza, muchas de las prácticas de las mujeres a nivel
personal e institucional, no tienen correspondencia con los lineamientos doctrinarios
de la agrupación, identificando la capacidad de agencia y la variedad de significados
que éstas incorporan a los ejes que confieren su feminidad. Ester, por otra parte,
revela la importancia de conocer la función simbólica de los personajes femeninos
que son expresados en la narrativa bíblica, para entrever las disposiciones y valores
adquiridos por las mujeres y esperados por la agrupación religiosa. Finalmente se
detiene en la capacidad de la congregación para legitimar y estructurar las diferencias
de género, aspecto que promueve el ejercicio de la violencia simbólica en el interior
del grupo religioso donde se desenvuelven e interactúan las mujeres (2014: 112-130)

Los trabajos señalados abordan las constituciones de las identidades femeninas


en el interior de agrupaciones no católicas. Entre los resultados expuestos por los
autores, sobresalen las ventajas que representan para las mujeres el adherirse a grupos
que valoran la función tradicional de los roles familiares y la complementariedad
entre ambos sexos; por otro lado, la inscripción a estos grupos puede representar un
alivio a partir de los aspectos comunitarios que permiten a la mujer que se dedica
exclusivamente al hogar, ejercer cierto margen de maniobra, desempeñándose y
participando en diferentes cargos que le confieren importancia, y generan un
sentimiento de dignificación, una condición que no siempre obtienen fuera de la
congregación religiosa. Asimismo, los estudios empíricos citados en las anteriores
líneas, nos permiten distinguir la gama de representaciones y valores culturales que
se introyectan desde la esfera religiosa, mismos que pueden ser interpretados
negativamente o de manera positiva, de acuerdo a cada contexto y óptica de análisis
particulares.

Las doctrinas, valores y normas, no se reproducen ni interiorizan de manera


homogénea y estática, sino que se genera un ejercicio cognitivo que permite a las
mujeres seleccionar, traducir, producir, reproducir o transformar el conocimiento a

14
partir de un procesamiento continuo en su devenir diario. A su vez, estas agrupaciones
promueven un “deber ser” femenino que, a partir de los discursos doctrinarios,
rituales, actividades y demás prácticas que se gestan en las iglesias, se va
constituyendo un universo de significados que se vincula con las cualidades,
actitudes, comportamientos y aspectos físicos que se supone debe poseer la mujer que
se guía bajo los principios evangélicos. En esta dirección, dichas prescripciones
inducen una situación diferenciada en torno al hombre, señalando una posición
subordinada frente a éste, como también confiriéndole roles secundarios dentro del
campo religioso.

Fue a partir de este acercamiento teórico y empírico que se formularon las


principales preguntas de investigación: ¿Cuáles son los mecanismos que dispone la
congregación para construir o reconstruir las identidades femeninas? ¿De qué manera
las mujeres ejercen su capacidad de agencia, aún bajo los preceptos, valores y
costumbres que orientan su conducta y percepciones a un ideal de mujer virtuosa?
¿Qué tanto son tomados los preceptos y doctrinas que tratan de modelar su identidad
femenina, incluyendo su cuerpo y sexualidad?

1.3.Hipótesis y objetivos

El Templo La Hermosa, adscrito a la iglesia pentecostal de Las Asambleas de Dios en


México, reproduce, legitima y defiende las identidades tradicionalmente asignadas a
las mujeres. En esa dirección, los ejes que articulan su “deber ser” femenino, están
directamente vinculados con el papel que desempeñan como esposas, madres e hijas,
y en algunas, por su participación activa en la congregación. Asimismo, produce y
transmite ideas y valores orientadas a controlar y regular las prácticas en torno al
cuerpo y la sexualidad femenina. No obstante, en este proceso, las mujeres
seleccionan, interpretan, evalúan, resignifican y transforman el conocimiento
normativo a favor de una identidad más adecuada a su realidad, sobrellevando
momentos de resistencia, negociación e incluso transgresión a la normatividad
establecida.

Objetivo General:

15
1.- Me interesa conocer las diferentes percepciones, prácticas y actitudes en torno a la
identidad femenina religiosa entre mujeres de distintas edades, adscritas al Templo La
Hermosa, entendiendo que cada una de ellas registra una biografía y un contexto
único y diferente que afecta su visión de ser mujer, presentado diferentes maneras de
ejercer su capacidad de agencia.

Objetivos específicos:
2.- Identificar y describir los mecanismos y discursos empleados para construir la
identidad femenina-religiosa en el interior del Templo La Hermosa y a nivel de la
denominación del Concilio General de las Asambleas de Dios en México.

3.- Finalmente, identificar las situaciones concretas al interior del campo religioso en
el cual las mujeres hacen uso de los recursos a su alcance para sobrellevar eventos
críticos, enfrentar diferentes visiones de vida con los miembros, o simplemente
alcanzar reconocimiento entre la feligresía.

1.4. Metodología

En lo que respecta a la metodología, parto de un enfoque cualitativo que consistió en


la observación directa en los diferentes escenarios donde participan los miembros de
la congregación del Templo La Hermosa en la ciudad de Tijuana. Durante siete meses
llevé a efecto trabajo de campo; realicé entrevistas-semiestructuradas a cuatro
ministros y líderes de la congregación, mismas que me sirvieron para conocer el
discurso normativo sobre el “deber ser” femenino en el interior de La Hermosa.
Paralelamente, la observación participante me permitió discernir entre lo dicho por las
mujeres en entrevistas personales y relatos de vida, y lo que verdaderamente ocurría
cuando “salían a escena” en los espacios religiosos, así como identificar las
situaciones en las cuales se producían oposiciones discursivas entre los dirigentes y
los adeptos en general, identificando las interfaces de conocimiento4 a partir de dichos
desacuerdos.

16
En ese sentido, mi observación se limitaba a estar lejos de la acción, pero en
ocasiones participé en diferentes actividades donde prevalecía la membrecía femenina
de la congregación: las reuniones de la “Sociedad de Damas” en los diferentes
horarios; el grupo de damas “Guerreras de Oración”, el Ministerio de “Misioneritas” y
los diversos grupos de “Educación Cristiana”, en especial las clases dirigidas a los
matrimonios y jóvenes. También fue posible acompañarlas a reuniones fuera de la
Iglesia, como convivios, encuentros distritales y labores de evangelismo; incluso,
también realicé entrevistas semi-estructuradas a algunas de las creyentes al interior de
su hogar.

El método biográfico5 fue el instrumento ideal para conocer de forma lineal y


cronológica (Lozano, 1991), los acontecimientos de trascendencia en la vida de las
mujeres entrevistadas, al evocar y significar las vivencias clave que constituyeron los
referentes que fueron modelando su identidad femenina. También es importante
considerar los cambios sustanciales que repercutieron en su biografía; como la
adhesión a un nuevo grupo religioso o la experiencia migratoria, elementos clave para
comprender nuevas orientaciones en sus fuentes explicativas que conducen a su visión
en torno a su identidad. En suma, gran parte de las entrevistas se centraron en
observar la construcción o deconstrucción de sus modelos identitarios a partir de su
membrecía en una comunidad de creyentes. Asimismo, los relatos en torno a la
regulación y control de la sexualidad y el cuerpo de la mujer, fueron relevantes para
comprender parte de los procesos de construcción del habitus femenino en la
experiencia religiosa.

Desde otro ángulo, está técnica biográfica me permitió comprender, desde la


perspectiva del narrador, la asimilación de los discursos normativos religiosos y,
sobre todo, los puntos de inflexión en los cuales estos discursos son producidos,
negociados o transgredidos. Es a partir de las historias vitales orientadas a preguntas
concretas, que las mujeres evocaron parte de su experiencia, concediéndome la
posibilidad de escuchar los eventos de crisis, de cuestionamiento a la normatividad
establecida, los episodios de dudas y tensiones entre el “deber ser” y un ser más real

5
Los nombres de las mujeres que me relataron su relato de vida, fueron cambiados con el objetivo de
preservar y mantener su anonimato, así como su privacidad.

17
para ellas, así como las situaciones concretas en donde se transgrede ese orden. En esa
dirección, coincido con el antropólogo peruano Manuel Marzal, cuando invita a los
analistas religiosos a no invisibilizar las explicaciones individuales, pues éstas nos
permiten conocer los sistemas interpretativos que refieren acerca de lo que el actor
dice y siente (Marzal citado por Garma, 2006: 198)

Antes de continuar, quiero señalar los retos teóricos, metodológicos y


empíricos que representa el uso de las técnicas biográficas para la recolección de los
datos y el análisis de contenido, a la luz de diferentes reflexiones realizadas por
especialistas en el tema. Considerando que esta investigación es el producto final de
mi proceso de formación como licenciada en sociología, me parece pertinente abordar
algunas consideraciones importantes para los lectores que quizás estén o estarán
aventurándose en la odisea que representa la elaboración de una tesis de licenciatura.

En las consideraciones teóricas y epistemológicas, autores como Velazco y


Gianturco (2012), Lozano (2008), Ramos y Romero (2008) enfatizan la capacidad del
narrador para construir y sistematizar su experiencia en un ejercicio reflexivo que
implica traer, resignificar y adecuar la memoria al tiempo presente (Lozano y Safo,
2009). Aun si ésta es producida gracias a la dirección del investigador, la evocación
de la experiencia significa reconocer la labor del sujeto social en la construcción del
conocimiento; a esto se refieren las autoras Velasco y Gianturco como una co-
producción del conocimiento formulado entre dos: el investigador y el interlocutor de
la historia de vida (Velasco y Gianturno: 2012:141).

Ahora bien, en esta coautoría de los datos, es necesario distinguir ciertos retos
que implica el uso de los relatos vitales. En ese tenor, el propio Bourdieu advirtió la
necesidad de mantener una constante “vigilancia epistemológica” (Bourdieu, 2008:
108) que debe considerar el investigador para controlar y “mantenerse en estado de
alerta” ante los diferentes procesos que inducen la producción de conocimiento, entre
ellos, la recolección de datos en el trabajo de campo. El sociólogo francés revela los
riesgos que pueden presentarse al no entrever la existencia de elementos que pueden
afectar la recolección de los datos, sobre todo los que se vinculan con la relación cara
a cara con el sujeto de estudio. Entre esos riesgos, el autor distingue la relación
asimétrica entre investigador e informante; el primero, como poseedor de un capital

18
cultural y simbólico, y el segundo, en una clara posición de desventaja que puede
generar una cierta violencia simbólica (Bourdieu citado por Lozano y Safa, 2009:23).
Para salir airosos de esa situación, es importante disminuir en lo posible dicha
violencia a partir de una “reflexividad refleja” que permita tomar en cuenta la
reflexividad6 del investigador y la de los informantes. Bourdieu recomienda a los
investigadores partir de un “socioanálisis”, ponerse mentalmente en el lugar del otro,
comprender la situación del informante, su posición en la estructura; para ello, es
necesaria una cualidad de buen oyente y, ante todo, una actitud empática (Velasco y
Gianturco, 2012) hacia el informante que permite disminuir la distancia social entre
ambos.

Por otro lado, otro aspecto a tomar en cuenta, son las posibles fallas que
implica utilizar fuentes orales; pues, si bien la memoria y la subjetividad tienen
valores epistemológicos para el investigador (Córdova, 2012) el olvido y las
resignificaciones constantes que el sujeto incorpora a su propia experiencia son
elementos y limitaciones a considerar. En ese sentido, coincido con los psicólogos
Marcela Cornejo, Francisca Mendoza y Rodrigo Rojas, cuando anotan la complejidad
que representa el uso de esta técnica, pues se debe comprender que la objetividad en
el material oral no existe, sino aceptar la incertidumbre de la vida, “sin pretender que
seamos seres epistemológicamente objetivos cuando somos ontológicamente
subjetivos” (Cornejo, Mendoza y Rojas, 2008:38).

En otro ángulo, Luciana Ramos y Martha Ramos (2002) nos recuerdan las
implicaciones psicológicas que devienen del uso de este tipo de herramientas
biográficas. Las autoras sostienen que, al hacer una historia oral, “se ponen de
manifiesto dos historias: la que se cuenta (narrativa del sujeto ) y la que ocurre (la

6
La antropóloga Rossana Guber, apoya el análisis de Bourdieu en torno a las tres dimensiones que
componen la reflexividad del investigador y que se encuentran permanentemente en el trabajo de
campo. Estas son: “la reflexividad en tanto miembro de una sociedad o cultura; la reflexividad del
investigador en tanto que investigador, con su perspectiva teórica, sus interlocutores académicos, sus
hábitos disciplinarios y su epistemocentrismo; y las reflexividades de la población de estudio” (Guber,
2001:19.
.

19
interacción que se da en el momento de la entrevista) sucediendo en éstas dos niveles”
(Ramos y Romero, 2012:42) que constituyen procedimientos psicológicos complejos.
En esta construcción, el sujeto entrevistado puede remitir experiencias dolorosas,
demandando en el entrevistador habilidades especiales para escuchar así como
mantener una postura ética ante la información recibida.

Para los propósitos de la presente investigación, se trabajó con una de las


modalidades del método biográfico, como lo son los relatos de vida. Aunque cabe
añadir que entre estos enfoques —testimonios, historia o relato de vida— suele haber
ciertas confusiones, sobre todo en lo respectivo a su aplicación en campo, habiendo
diferencias e implicaciones teóricas, metodológicas y epistemológicas que
caracterizan a cada uno de estas vertientes7. No obstante, y como se mencionó al
inicio de este párrafo, el empleo de los relatos biográficos sirve para rememorar a un
tiempo presente, los recuerdos y sobre todo, eventos circunstanciales en la experiencia
acumulada de la entrevistada, identificando las vivencias en los cuales se iban hilando
su percepción y actitudes sobre su feminidad. De esta manera, en los encuentros con
las mujeres que relataron parte de su biografía, fue importante orientar los relatos a
través de la expresión y dirección de preguntas clave que me permitieron reconstruir
parte de la vida del informante hasta la actualidad.

En suma, las contribuciones que en las anteriores líneas hemos revisado, me


permitieron reflexionar sobre los retos y la riqueza del uso de las historias vitales.
Finalmente, quiero anotar que en esta investigación se realizaron nueve relatos de
vida, clasificadas a partir de la edad de las entrevistadas, para tener un comparativo de
las experiencias y percepciones sobre ser mujer dentro de la congregación estudiada.

Los grupos contemplados fueron los siguientes:

7
Estás técnicas biográficas aunque similares, comprenden importantes diferencias. Así, la historia de
vida trata de un proceso en el cual se busca construir la vida del sujeto social, ya sea a través de “
entrevistas orales, documentos de vida (cartas, diarios)”; y el relato de vida, en tanto, busca reconstruir
la historia de un hecho importante para una localidad o comunidad.(Giuandurco y Velazco: 118:119).
Los relatos vitales, sin embargo, tratan de una producción en la cual se narra parte de su vida, o
situaciones específicas de la experiencia del entrevistador (Cornejo, Mendoza y Rosas, 2008: 29:39).

20
1) 20 a 29 años.
2) 30 a 50 años.
3) 51 a 70 años.

Los ejes temáticos en los cuales se fue constituyendo cada relato de vida,
versaron en la configuración de su identidad femenina, desde su edad temprana,
eventos críticos que significaron poner en duda su visión sobre ser mujer, evaluando,
clasificando y transformando su marco de conocimiento, ya sea tanto sus actitudes
como percepciones y conductas, por un nuevo modelo de identidad femenina que se
adaptara a sus motivaciones y objetivos reales, y tomando en cuenta su
posicionamiento en la sociedad mayoritaria como en la iglesia. Asimismo, se
registraron las vivencias de cada una de las mujeres entrevistadas en relación a las
esferas sociales en las cuales transitan, como la familia, la escuela, el trabajo y las
relaciones interpersonales (noviazgos y relación marital).

1.5. Operalización de los conceptos teóricos

Para revisar los objetivos señalados en los anteriores párrafos, se parte de tres
momentos específicos de análisis teórico. El primer tiempo está asociado con el
conocimiento normativo emitido por el campo religioso para orientar la conducta y
las actitudes de las creyentes femeninas a un modelo ejemplar de mujer cristiana. Para
este apartado, es necesario identificar parte de las características del campo religioso,
sus limitaciones y el conocimiento que ahí se distribuye entre los creyentes que
forman parte de dicho campo, pero sobre todo el habitus femenino que se desprende
de este universo simbólico-religioso.

En un segundo nivel se distingue la manera en cómo las mujeres obedecen,


reproducen, transforman o cuestionan la doctrina recibida para moldear su identidad
femenina, valiéndose de diferentes recursos a su alcance para decidir actuar o no de
acuerdo al conocimiento normativo compartido por la congregación. Para ello, se
utiliza el concepto de agencia propuesto por el sociólogo Anthony Giddens, y
abordado por Norman Long, para explicar los diversos modos de agencia empleados
por los actores sociales para ejercer un contrapeso y resistencia a las estructuras que
los orienta a comportarse y realizar prácticas sociales concretas. Aquí conviene añadir

21
que, para enriquecer el análisis de dichos procesos de agencia, es pertinente señalar
los aportes del sociólogo francés, Pierre Bourdieu, quien nos auxilia a reconocer y
examinar más detalladamente la forma cómo se lleva a cabo dicha agencia,
localizando la operalización de maniobras, recursos y diseño de estrategias activas
que se proyecta en acciones concretas y que transforma la situación de las mujeres
que se congregan en la agrupación religiosa estudiada. Veámoslo con mayor detalle.

CAMPO RELIGIOSO
En esta investigación partimos del sistema teórico formulado por el sociólogo Pierre
Boudieu: campo social8, capital y habitus (Bourdieu y Wacquant, 2005:148) para
explicar la construcción del habitus religioso femenino que se establece cuando las
mujeres deciden integrarse a un campo religioso específico en el cual su posición
estructural al interior, y su posesión de recursos —estético, cultural, económicos,
sociales9— definirán su situación y acción en el campo religioso. En este “juego”
(Boudieu y Wacquiant, op.cit., 151) las demarcaciones espaciales se hacen presentes
gracias a los discursos precisados al interior del campo que sugiere el acatamiento de

8
Si bien en muchos de los trabajos empíricos, sobre todo regionales (Jaimes, 2007; 55-65; Espinoza,
2014:224; Julio y Jaimes, 2015:1-14; Odgers, 2006:115), utilizan el concepto analítico de Pierre
Bourdieu para explicar la formación de un escenario religioso diverso, las relaciones entre diversas
instituciones religiosas, el estado, y los agentes. Para la presente tesis, se utiliza la acepción se campo
religioso en un sentido más local (Bourdieu, 2005:159), en el cual agentes específicos establecen
relaciones desiguales, luchando para posicionarse a lugares de mayor jerarquía o solamente
“mantenerse en el juego”, además de reconocerse como creyentes y acatar la serie de normas, valores,
costumbres y representaciones que ahí se conforman, constituyéndose de esta manera una delimitación
que más que espacial resulta una frontera simbólica entre “las cosas de Dios” y las que pertenecen al
mundo de lo secular, aunque muchas veces dicha delimitación no es del todo clara, pues surge una
correlación entre elementos seculares y religiosos al interior de las organizaciones religiosas, como es
el caso de la iglesia que aquí se revisa.
9
Siguiendo a Bourdieu, el capital es definido “como el conjunto de bienes acumulados que se
producen, se distribuyen, se consumen, se invierten y se pierden” (Bourdieu citado por Fau, 2014). “El
capital se presenta bajo tres especies fundamentales, cada una con sus propios subtipos, que es el
capital cultural y el capital social. Añadiendo el capital simbólico, que es la forma que una u otra de
estas especies adopta cuando se le entiende a través de categorías de percepción que reconocen su
lógica específica, o desconocimiento la arbitrariedad de su posesión o acumulación (Bourdieu y
Wacquant, 2005:178) El capital, al no estar distribuido igualitariamente, ordena la posición que cada
individuo ocupa en el campo. (Bourdieu citado por Fau, 2014)

22
reglas, valores y normas que se suscriben y que se deben llevar a cabo los miembros
en tanto quieran movilizarse a cargos de mayor jerarquía o transformar la manera
como se llevan a cabo los asuntos religiosos.

Los actores sociales se encuentran ubicados en posiciones específicas, con la


determinación de ciertos capitales a su dominio, quien no los posee puede presentarse
en desventaja frente a los que sí las presentan, manifestándose una correlación entre
dominantes y dominados. No obstante, cada agente se caracteriza por su trayectoria
social, habitus10 y, como señalamos, su ubicación espacial en el campo; estos serán
elementos –junto con los capitales a su disposición– que los agentes emplearán en su
beneficio para diseñar estrategias que les permita mantener su posición en el campo,
como la movilidad espacial, obteniendo el reconocimiento ante los demás, ya que
poseen los bienes necesarios para obtener tales ganancias. (Bourdieu, citado por
Lahire, 2002)11.

Ahora bien, el concepto de campo religioso nos ayuda a explicar el


establecimiento de un conocimiento normativo capaz de moldear la identidad
genérica de la congregación femenina como detallaremos más adelante, pero también
permite identificar los procesos en los cuales las mujeres activan los recursos a su
alcance para poder llevar a cabo sus aspiraciones y objetivos al interior del campo
religioso, además de poder comprender, en parte, la inserción de éstas en la iglesia.
Para mi caso de estudio, distingo tres tipos de capital que las mujeres emplean como

10
Bourdieu idea el concepto de habitus como “los sistemas perdurables y trasladables de esquemas de
percepción, apreciación y acción que resaltan de la institución de los social en el cuerpo (o en los
individuos biológicos) y los campos; es decir, los sistemas de relaciones objetivas que son el producto
de la institución de los social en las cosas o en mecanismos que tienen prácticamente la realidad de
objetos físicos; y por supuesto, de todo lo que nace de esta relación, esto es, prácticas y
representaciones sociales o campos, en la medida en que se presentan como realidades percibidas y
apreciadas” (Bourdieu y Wacquant, 2005: 187)
11
Bourdieu sostiene que existen diferentes campos, cada uno diferenciado por habitus específicos.
Existen pues, el campo laboral, campo escolar, el campo artístico y el campo religioso. Este último
corresponde a nuestros interés pues comprende el monopolio de bienes específicos por parte de los
“especialistas religiosos, compartiéndolos en menor medida, con la comunidad de “laicos” (creyentes);
sin embargo, estos últimos se diferencian de manera categórica, habiendo diferentes tipos de laicos,
algunos, con acceso a cierto tipo de “bienes religiosos” (Bourdieu, 1971: 5-11; Bourdieu, 2006:43-50).

23
recursos para obtener mejores posiciones, o salvaguardar su posición actual. El
primero, es el capital cultural, de aquí se desprende el capital simbólico religioso
reconocido y acreditado institucionalmente a través de diplomas, certificados que los
avalan como ministros, predicadores, músicos, pastores, misioneros. Este capital se
obtiene a partir de una formación en alguno de los Institutos, escuelas y universidades
que legitiman los saberes específicos sobre el conocimiento valorado por el campo
religioso; en el caso de los pastores, a parte de los estudios en la escuela bíblica deben
cumplir con los requerimientos institucionales que los reconocen como pastores
ordenados asambleístas.

Otro de los bienes que le permiten al actor inserto en La Hermosa movilizarse


para obtener mejores posiciones, es el haber logrado el bautismo espiritual, es decir,
manifestar ante la congregación el don12 de la glosolalia. Pues a través de dicha
expresión es que los actores, en especial las mujeres, emprenden una carrera para
obtener uno de los mayores cargos de liderazgo, como el pertenecer a la diaconía,
parte del cuerpo ejecutivo local, además de demostrar ante los demás su comunión
plena con la divinidad.

Asimismo, sugiero otra especie de capital a considerar, el capital estético, que


corresponde a los atributos de belleza valorados por la sociedad ligada al consumo,
sobre todo inserta en una sociedad occidentalizada (Anderson, 2010; Bourdieu; 238-
243; Le Breton, 2002; Lipovetsky, 2012) Este tipo de capital se refiere a la
acumulación de “bienes de belleza” que posee una persona. Estos bienes se traducen
en características que en nuestra cultura se definen como bellos(as), como lo es la
simetría del rostro, la presentación física (aquí interviene la talla y el peso) y la
conjugación del vestuario y accesorios en el contexto de la moda imperante en el
momento13. Estos “bienes de belleza” se perciben como activos capaces de producir
privilegios sociales y culturales14.

12
Cabe señalar que sumado al don de lenguas o glosolalia, se encuentran otros dones espirituales
posibles por manifestar en el creyente, como lo es el don de sanación y el don de profecía. (Garma,
2004:101)
13
Anteriormente, el sociólogo francés, Lipovesky había advertido la importancia de las disposiciones
estéticas que se generaban a partir de la modernidad, como parte de las nuevas actitudes individualistas
que se proclamaban a través de una sociedad más al pendiente de lo efímero, señalando los

24
En esa dirección, las mujeres cosechan ganancia al poseer belleza, o realzar su
belleza, pues les confiere un cierto poder simbólico expresado en mayor
reconocimiento del grupo, poder social así como ser las perfectas representantes de la
vida saludable (buena alimentación y ejercicio regular), cuestiones que admira el
grupo social. Asimismo, hay que distinguir que no todas las mujeres que poseen
belleza en la Hermosa suelen obtener puestos de liderazgo, ni mucho menos es un
requisito. Lo que se pretende señalar, en cambio, son las ganancias de poseer bienes
estéticos, y como éstos se convierten en capital simbólico, activos que algunas
mujeres saben manejar, pues dicho capital las ayuda a ser reconocidas por los
miembros de la congregación.

Ahora bien, a la hora de adquirir reconocimiento y roles institucionales, las


mujeres deben de cumplir con ciertos requisitos, tanto congregacionales como “dar
testimonio de santidad” a partir de requerimientos que señalan el “deber ser”
femenino. El cumplir dicho prototipo femenino se vuelve un requisito simbólico para
participar en la lucha por obtener mejores posiciones en el campo. Para las mujeres,
en general, este “deber ser” se perfila a partir de las identidades femeninas que se
desprenden de la maternidad y los deberes como esposa o la obediencia a las figuras
con autoridad.

Dominios:
No obstante, dicho concepto nos parece insuficiente y demasiado relacional para
ubicar al actor como miembro activo y con capacidad de agencia, capaz de
transformar la situaciones que se le presenten, aun cuando forma parte de un
escenario donde se pretende homogenizar su forma de actuar y pensar. En contraste,
el sociólogo Norman Long desarrolló el concepto de dominio que nos permite
“identificar áreas de la vida social que están organizados por referencia a un núcleo
central de racimos de valores que, aun cuando no son percibidos con exactitud de la

comportamientos narcisistas, y la obsesión que se vuelve la idea de conservarse joven, actitudes que
caracterizan a los individuos de las sociedades occidentales. (Lipovesky, 1986)
14
Anderson apunta que otro de los activos a generar —al poseer “bienes estéticos” son los beneficios
económicos. Sin embargo, para los propósitos de la tesis, solo distinguiré los beneficios sociales y
culturales, pues aunque se presenten otras ganancias de tipo financiero, no es el caso de La Hermosa.

25
misma manera por todos los involucrados, son sin embargo, reconocidos como un
sitio de ciertas reglas, normas y valores que implican un alto grado de compromiso
social. Villareal citado por Long, 2006: 124). Frente a estos sistemas simbólicos que
permite a los integrantes del campo religioso identificarse, los actores sociales
transforman la visión de dichos dominios a través de un procesamiento de la
información que les permite acatar total o en parte el discurso expresado por el campo
religioso.

Ahora bien, aquí es necesario añadir el concepto de estructuración propuesto


por el sociólogo Anthony Giddens, para indicar cómo a partir de las prácticas sociales
los actores producen, reproducen y transforman su vida social; es decir, reordenan las
circunstancias sociales de las cuales forman parte. Giddens considera que los actores
sociales tienen la capacidad de racionalizar las acciones que presentan en la conducta
cotidiana, a ésta capacidad la llama registro reflexivo. Tal reflexividad opera en dos
niveles de conciencia: discursivo y práctico. La primera, es la capacidad de
comprender las actividades diarias; es decir, los actores saben lo que hacen y pueden
describirlo y distinguirlo en su discurso. La otra conciencia constituye las habilidades
y conocimientos que los actores poseen y que utilizan en su conducta en las diversas
situaciones sociales que se les presenten. Esta disposición psicológica empleada por el
actor social, le permite tener la capacidad de comprender el espacio social-tiempo, y
por lo general se activa automáticamente en el actuar cotidiano (Giddens, 1984).

Otro tercer elemento a utilizar en nuestro análisis, es el concepto de “agencia”


propuesto por Giddens, y empleado para comprender cómo el actor social esquiva
constantemente los supuesto estructurantes que determinan su accionar, diseñan y
desarrollan formas para sobrellevar dichos postulados. Por otro lado, Norman Long
concibe el concepto de agencia como “la capacidad de procesar la experiencia social y
diseñar maneras de lidiar con la vida, aún bajo las formas más extremas de coerción,
logrando ejercer “algún tipo de poder o contrapeso, o espacio de maniobra, incluso los
que están en posiciones en desventaja” (Long, 2006:48,50)

1.6. Conclusiones

26
Hasta aquí hemos explicado los conceptos de campo religioso y las implicaciones que
se gestan al utilizar dicho término. Asimismo, el concepto de dominio y agencia,
permite identificar el poder al alcance por los actores sociales permitiéndoles ejercer
algún contrapeso ante las estructuras discursivas que pretenden constituir su habitus
femenino religioso, mismas que nos permiten entender el contexto al cual los actores
se adhieren no en forma pasiva, sino con capacidad de agencia y adaptación a sus
propios fines. Asimismo, en el contenido de cada uno de los capítulos restantes, se
abordarán otros conceptos teóricos, que me permitieron entablar una correlación y
construcción entre la teoría y los resultados empírico que se iban arrojando en base al
trabajo etnográfico. De esta manera, mucho de las categorías teóricas que se precisan
en esta investigación devienen de los tres ejes a revisar: la constitución de la identidad
femenina a través del conocimiento normativo que se promueve en las instancias de
socialización cristiana, los mecanismos de control y regulación del cuerpo y la
sexualidad; y, finalmente, las diversas formas de resistencia y desobediencia por parte
de las mujeres ante los discursos doctrinarios y bíblicos que las constriñen a
moldearse en base al conocimiento normativo sugerido por la congregación.

27
Figura 1 Posición de las entrevistadas en el campo

Figura 1.2. Simbología de la figura.

28
CAPITULO 2. PANORAMA HISTÓRICO Y RELIGIOSO DE TIJUANA

2.1. Introducción

En este capítulo se pretende ofrecer al lector una descripción general del escenario
geográfico, social y demográfico que constituye el locus de la investigación, sin dejar
de lado los procesos históricos que han repercutido en la ciudad de Tijuana,
permitiendo vislumbrar los acontecimientos que han impactado en el rumbo y la
consolidación de la ciudad en el presente, para conocer el contexto social y geográfico
donde se sitúan las protagonistas de la investigación. Al respecto, coincido con la
antropóloga Elizabeth Juárez Cerdi, cuando sostiene que “ser mujer se define no sólo
por el conjunto particular de atributos, ni por una función simbólica omnipresente e
invariable, sino que todo esto adquiere relevancia en el contexto que se sitúan (Juárez,
2006: 74) También hablaré brevemente de los orígenes históricos del pentecostalismo,
para después continuar con esta misma óptica histórica, con la inserción de las
iglesias Asambleístas en México y la consolidación y reproducción de sus iglesias en
territorio tijuanense. Finalmente —y de manera sucinta— se destaca la pluralidad del
campo religioso tijuanense.

2.2. Tijuana, “Aquí empieza la patria”.

Cuando se habla de Tijuana, automáticamente nos llega a la mente su ubicación


geográfica. Localizada en la esquina noroeste de México, la ciudad colinda al norte
con Estados Unidos, siendo su condición fronteriza uno de sus principales rasgos y,
en especial, una causal explicativa para comprender su desarrollo histórico.15 Al sur
de Tijuana, se encuentran los municipios de Ensenada y Rosarito, “al oriente con el
municipio de Tecate y al poniente con el Océano Pacífico” (Piñera y Rivera, 2012: 8-
20). Sobre su tamaño territorial, cuenta con 72, 252.08 hectáreas, ocupando 1.74 por
ciento de la superficie del estado de Baja California.

15
“Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos, Tijuana, Baja
California, 2009.

29
Imagen 2.1. Mapa de la península de Baja
California Norte
Foto: http://investigadorasocial.blogspot.mx/2014_01_01_archive.html

Si bien la mayor parte de la ciudad tiene características netamente urbanas,


esto no significa que Tijuana no cuente con singulares riquezas naturales. En esta
dirección, vale la pena nombrar el carácter binacional de la cuenca del río Tijuana,
conformada por un espacio fluvial de aproximadamente 2,840 kilómetros cuadrados,
entre México y Estados Unidos, misma que es repartida en partes iguales a partir del
Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales, celebrado en 1944 gracias a las
buenas relaciones diplomáticas que convergían en esa época entre ambos países. Otro
de las principales corrientes que conforman la cuenca del río Tijuana, es el río de Las
Palmas, que desemboca en la Presa Rodríguez. (Ibidem, 13).

En el caso de su orografía, una de las mayores singularidades que puede captar


la atención del visitante primerizo, es la irregularidad de su topografía, conformada
por un gran número de cerros, cañones, cañadas y arroyos. En este punto se destaca la
serranía de Kumiai, el Cerro de la Bola, Cerro Colorado, El Cerro de las Abejas y el
Cerro Cuchumá. Algunas de ellas, —como el Cerro Colorado—, están rodeadas de
múltiples residencias entendiéndose que, no importa lo accidentada de su terreno, la
mancha urbana se ha expandido más allá de las superficies urbanas o urbanizables.16

16
[http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/CiudadDesarrollo.aspx]

30
De los cinco municipios que conforman el estado de Baja California, Tijuana
se destaca por ser el municipio con mayor número de habitantes, representando el
49.43% de la población total del estado. Según el Censo de Población y Vivienda
2010, su último censo arrojó una población total de 1, 559,683 millones, esto quiere
decir que en los últimos diez años, la ciudad ha incrementado notablemente su
número. Es necesario destacar que tal despunte demográfico, tuvo su punto más alto
en la década de los noventa17, periodo en el que superó en crecimiento a la capital del
Estado, Mexicali, con 601, 930 habitantes frente a 747,381 registrados en Tijuana,
como se puede apreciar en la siguiente gráfica.

1.4 Gráfica. Crecimiento poblacional de la ciudad (1990 al 2010).

1,800,000
1,600,000 1,559,683.00
1,400,000
1,200,000 1,210,820
1,000,000
800,000 747,381 Tijuana
600,000
400,000
200,000
0
1990 2000 2010
Décadas

Fuente: Elaboración propia con base al Censo de Población y Vivienda, 1990, 2000 y 2010.
(INEGI 2010 a 1990)

3.1. Población total por municipio

17
A partir de la década de los noventa, el municipio de Tijuana registró un acelerado aumento
poblacional y urbano, motivado por una serie de factores, entre ellos, su cercanía con el país más
poderoso del mundo, el crecimiento de la industria maquiladora, la recepción de un gran número de
migrantes que buscaban cruzar a Estados Unidos, y la gran cantidad de deportados que decidieron
radicar en la ciudad (Hernández, 2013: 63).

31
Sexo
Municipio Población total
Hombre Mujer

Ensenada 235,130 231,684 466,814

Mexicali 473,203 463,623 936,826

Playas de
46,301 44,367 90,668
Rosarito

Tecate 53,323 47,756 101,079

Tijuana 783,653 776,030 1,559,683

Baja California,
1,591,610 1,563,460 3,155,070
norte
Fuente: Elaboración propia con base en el Censo de Población y
Vivienda (INEGI, 2010).

Como gran parte de las ciudades del norte del país, la ciudad se destaca por la
prevalencia de los servicios secundarios, en donde la industria maquiladora y los
servicios turísticos y comerciales, se presentan como los principales impulsores de la
economía de la ciudad, conduciendo a un desarrollo propiamente urbano. Cabe añadir
que la supremacía en uno de estos servicios ha variado con el tiempo, anteriormente
tenía una correspondencia directa con el desarrollo y dinamismo económico y social
de la ciudad vecina, San Diego, California, como por ejemplo, el marcado turismo
estadounidense que entraba a la ciudad y que generaba uno de los mayores ingresos
para la ciudad. Una de las particularidades que se destaca de Tijuana es el rasgo
“pluriregional” de la población, con 48.23 por ciento de residentes nacidos en otra
región, atribuyéndole un cierto toque eclético y cosmopolita, que se demuestra en la
diversidad de sus elementos culturales18.
Ahora bien, es necesario realizar un breve repaso por la historia de la ciudad,
comenzando con las primeras señales de su existencia, pues recordemos que Tijuana
se encuentra ubicada en el límite extremo del noroeste del país, lejos de la centralidad

18
Para una revisión más amplia y detallada sobre la convergencia de las diferentes entramados
culturales que le inyectan a la ciudad esa heterogeneidad tan distintiva, conviene considerar el trabajo
del sociólogo José Valenzuela Arce, que ha explorado dichos temas a partir del análisis de las
identidades juveniles, religiosidad popular y las subculturas urbanas que prevalecen en el norte de la
República.

32
política del país. Las primeras evidencias encontradas acerca de la existencia del
Valle de Tijuana, las podemos encontrar en los datos recabados de los informes y
diarios de los exploradores españoles; en ellas, se hace alusión a la bahía de San
Diego y las islas Coronado, próximas a lo que es actualmente Tijuana. Los españoles,
con el objetivo de consolidar asentamientos de población en esa zona lejana, así como
construir puntos de apoyo militar ante un posible ataque de los países colonizadores
del resto de América del norte, se valieron del apoyo de órdenes religiosas para
conformar una red de misiones que legitimara y expandiera su plan de colonización
por toda la alta y sur de California. Fue así que en 1676, los franciscanos se
establecieron en San Diego de Alcalá, siendo la primera misión en dicha región que
comprendía lo que ahora es San Diego y el Valle de Tijuana (Vanderwood, 2008:158;
León y Magaña, 2006: 27-30)

Sobre los orígenes del nombre “Tijuana”, Miguel Mathes señala que quizás se
deba a una voz indígena que aludía a una ranchería del sur de la península llamada
“Tiguana”, por parte de aborígenes guaycuras. Más adelante, en 1809, uno de los
padres que se encontraba otorgando los sacramentos bautismales a los pobladores de
San Diego, registraría los datos de los bautismos, incluyendo el lugar de procedencia;
entre estos informes, figuraría el caso de una indígena proveniente del Rancho Tía
Juana 19 ”. Autores que han revisando dichos documentos, coinciden en que la
modificación del nombre se debe a un intento del padre por castellanizar una palabra
que tenía orígenes indígenas (Zepeda citado por Piñera y Rivera: 2002: 27).

Hasta aquí la historia de Tijuana está vinculada a la expansión territorial de los


españoles y a la búsqueda de recursos naturales en la parte norte de la Nueva España.
Sin embargo, estos intentos por colonizar ampliando la evangelización católica entre
los nativos de dichas zonas, no fueron del todo exitosos. En esta línea, Alberto
Hernández sostiene que, “a diferencia de otras regiones, donde los grupos indígenas
tenían asentamientos estables y una población relativamente cuantiosa, en el norte la
escasez, dispersión y movilidad de la población indígena fueron obstáculos en el
proceso de sometimiento militar y espiritual de los pobladores” (Hernández,
2013:39).

19
http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/

33
Después de consolidarse la independencia, el entonces gobernador de
California privilegiaría a sus soldados y amigos con concesiones de tierra; de esta
manera a Santiago Argüello, oficial del ejército, le fue entregado el rancho de “Tía
Juana”, que comprendía gran parte de lo que actualmente es la ciudad de San Diego,
California, en Estados Unidos y el Valle de Tijuana. Luego de la invasión de
California por parte de las tropas estadounidenses, en el año de 1846, se trazó la
delimitación territorial, quedando la propiedad de la familia Argüello dividida entre
los dos países. Finalmente, perdieron casi todo el predio ubicado del lado
estadounidense y Tijuana adquiriría su actual condición fronteriza (Piñera y Rivera,
2012). Ante el temor del gobierno mexicano por perder Baja California en manos de
los estadounidenses, se estableció la primera aduana en Tijuana con el fin de generar
ganancias económicas del paso de mercancía, aunque el objetivo principal tenía tintes
nacionalistas, pues se pretendía dejar en claro a las amenazas extranjeras que en este
pequeño poblado empezaba la patria (Vanderwood, 2004: 101).

Iniciada la década de los ochentas, los residentes del nuevo poblado de San
Diego, descubrieron una “mina de oro” al encontrarse con la riqueza de aguas
termales del poblado de Tijuana, muy cerca de la aduana fronteriza. Esto motivó que
se instalaran una serie de establecimientos, entre ellos un hotel y balneario, que
ofrecían paseos y visitas al lado mexicano a los residentes estadounidenses que vivían
en las ciudades cercanas. A partir de estos eventos, se fue generando una pequeña
población en Tijuana que buscaba trabajar en esta primera fase turística que se estaba
desarrollando en el Rancho de Tijuana20. Ante una naciente población que crecía
alrededor de la aduana fronteriza, y una mayor visita por parte de residentes del
entonces poblado de “Tía Juana”, —actualmente San Ysidro, California—, la familia
Argüello decidió trazar una zona urbana dividida en dos partes, según las
estipulaciones que se consideraban para respetar los deseos de los integrantes de la

20
Como señala David Piñera y Gabriel Rivera, para comprender los fenómenos históricos que
propiciaron el surgimiento de una naciente población en Tijuana, es necesario mencionar ciertas
facetas históricas que acentuaron la fama de Baja California; por ejemplo, la “Fiebre de oro” que se
originó al constituirse el Tratado de Guadalupe Hidalgo. El establecimiento de minas y la
configuración de vías ferroviarias por parte de compañías estadounidenses, así como la alta producción
vinícola que se gestaba y el cultivo de los cítricos (Piñera y Rivera, 2012:47).

34
familia. Fue a partir del 11 de julio de 1889 que se daría constancia del primer plano
del poblado Zaragoza, instaurándose como fecha conmemorativa de la ciudad de
Tijuana (Piñera y Rivera, 2012).

No olvidando que el desarrollo de la ciudad tiene un vínculo directo con los


eventos suscitados en el condado de California, es necesario detenernos en las
campañas de corte moral, a partir de reformas que buscaban erradicar las distintas
formas de vicio que aquejaban al país vecino. Esas campañas reformatorias lograron
una de sus tantas victorias en el año de 1911 en California, iniciando el cierre de
negocios donde la diversión central era las apuestas. Finalmente, estas campañas
lograron consolidarse en todo el país a través de la Ley Vostead, mejor conocida
como la Ley Seca, a comienzos de la década de los años veinte. Esta ley trajo consigo
la prohibición en la venta de alcohol y el subsecuente cierre de establecimientos que
ofrecieran dicho producto, generando que los promotores y empresarios
norteamericanos que se dedicaban a este tipo de actividades vieran redituable
trasladar sus negocios a Tijuana.

En esos años, el aumento poblacional en Tijuana era relativamente escaso; no


obstante, a partir de la consolidación de negocios y establecimientos que ofrecían una
amplia variedad de diversiones para los residentes de California, fue que la naciente
Tijuana empezaba a figurar en el imaginario nacional como un lugar propicio para
invertir y trabajar dentro del desarrollo turístico; para otros, era una localidad
desolada pero perfecta para huir de los conflictos armados que tenían lugar en gran
parte de la república mexicana. A la par, se constituía su leyenda negra, alimentada
por la prensa estadounidense que, alarmada, señalaba las “bajezas morales” que tenían
lugar en aquella población fronteriza.

En el otro extremo del mapa, en México, las percepciones de la frontera se


empeñaban en condenar a Tijuana como un poblado empapado de la cultura
estadounidense, un lugar donde el patriotismo mexicano era olvidado para dar pie a
prácticas meramente americanas, esto generaba la urgencia del Estado post-
revolucionario, influido por un creciente nacionalismo21, a tomar cartas en el asunto a

21
http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/CiudadActivismo.aspx

35
partir de la consolidación de establecimientos militares y la impartición de valores
nacionales y morales en las escuelas de educación básica en el poblado (Vanderwood,
2004:100-120; López, 2014)22.

Otro de los acontecimientos que propiciaron su aumento demográfico, fue la


caída de la bolsa en Estados Unidos a inicios de la década de los treinta, que condujo
a la deportación de miles de personas de origen mexicano, instalándose en las
nacientes colonias de Tijuana, como fue el caso de la Libertad, al norte de la zona
turística (Bustamante, 2011:219). El siguiente evento que despuntaría el crecimiento
de la ciudad, vendría de la mano de la puesta en vigor del Programa Bracero, firmado
entre los presidentes de Estados Unidos y México, Franklin Delano Rooselvelt y
Manuel Ávila Camacho, el 4 de agosto de 1942. México aportaría una basta cantidad
de obreros y jornaleros mexicanos para laborar en los campos de cultivo del país
vecino, en tanto continuaban los conflictos bélicos y los trabajadores norteamericanos
pudieran regresar a sus respectivos campos. Este convenio propició que una gran
cantidad de mexicanos de localidades urbanas y rurales, —atraídos por las
oportunidades laborales— peregrinaran rumbo a los campos agrícolas
estadounidenses, en especial al Estado de California. Miles de migrantes intentaron
cruzar por la frontera Tijuana-San Diego, con rumbo a los espacios agrícolas
californianos. Algunos lograron cruzar, pero otros se quedarían estancados en la
ciudad fronteriza. Con el tiempo, el programa llegaría a su fin (1942-1964), no
obstante, el gobierno estadounidense, alarmado ante el aumento de mexicanos, decide
repatriar a la gran cantidad de braseros que no contaban con la documentación
necesaria para residir en el país, siendo éste uno de los eventos históricos que
estimularon el crecimiento de la ciudad23 (Piñera y Rivera, 2012:165).

No obstante, a mediados de la década de los sesentas, y ante las alarmantes


cifras de desempleo que se generaban en las ciudades fronterizas del norte de la
república mexicana, se puso en práctica en 1965 El Programa Industrial Fronterizo

22
López Arámburo, María del Consuelo, La educación femenina en Baja California 1920-1930, en el
pensamiento de Josefina Rendón Parra, [http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/CiudadActivismo.aspx],
visto el 27 de mayo de 2015.
23
Cabe destacar que, en 1952, Baja California figuró como Estado, formalizándose en los años
posteriores su condición de ayuntamiento en lo respectivo a Tijuana.

36
(PIF) (Ibidem). Este se propuso ofrecer facilidades para que inversionistas, sobre todo
extranjeros, establecieran plantas industriales en las ciudades de la frontera, a fin de
propiciar una nueva oferta laboral que se necesitaba para resolver el desempleo. Esta
estrategia generó la contratación de mano de obra barata, especialmente para mujeres
jóvenes en edades entre 16 y 24 años, y que en muchas ocasiones, eran procedente de
la población migrante de la ciudad. Varios autores que revisan dicho fenómeno,
anotan los cambios manifestados en los roles domésticos a partir de la adhesión de
las mujeres al campo de trabajo y la permanencia del marido en la esfera doméstica
(Piñera y Rivera, op.cit.,166). Al respecto, Norma iglesias apunta lo siguiente:

Para muchas obreras de las maquiladoras que son migrantes y/o madres solteras, este trabajo
significa la “independencia económica”. […] La mayoría de las migrantes han expresado y
consideran que llegar a Tijuana y trabajar en las maquiladoras ha sido un avance, dado que
están libres del padre, la madre, esposo o hermano. A partir de que la mujer trabaja fuera del
hogar, con el consecuente sentimiento de independencia, ha obtenido un poder sobre las
decisiones que se toman en la casa. Al mantener o ayudar a mantener el hogar, en términos
económicos y físicos, se tiene más derecho a decidir no sólo lo que se va hacer con el dinero,
sino a tener más participación en otras cuestiones que surgen en la familia y que siempre le
habían correspondido al marido o jefe del hogar. En otras palabras, a partir de que la mujer
participa en la vida productiva, se modifican los patrones de comportamiento; se modifica, de
alguna manera, la estructura familiar, sin estar por ello menos explotado u oprimida (Iglesias,
1985:70).

En esta línea de ideas, varias de las mujeres del Templo La Hermosa con las
que conversé, me señalaban el radical cambio de su vida a partir de la inserción de
ellas al campo laboral, algunas de ellas en estas maquiladoras, ya que para muchas
mujeres que provienen de zonas no industriales, el entrar en contacto con dichos
sectores se traduce en mayores oportunidades de movilidad social, una mayor
independencia económica del marido, padre, o cualquier figura jerárquica en la esfera
doméstica, y la oportunidad de aprender nuevos oficios alejados de los roles que
generalmente le son asignados, como las ocupaciones domésticas. En este sentido,
Tijuana se ha caracterizado en los últimos cuarenta años, como una ciudad
ampliamente industrializada, ofreciendo una mayor oportunidad laboral a la par que
permite mayores posibilidades de ascenso económico a diferencia de otros lugares del
país, como se puede apreciar en la siguiente cita:

37
Gracias a Dios ya pasamos a otro país y a otro tiempo, porque ahora estamos viviendo ya un
tiempo de gran bendición; yo lo veo así, porque la verdad esta frontera ¡nombre!, es una
bendición para todos los que vinimos acá; y todos los que han nacido aquí más todavía porque
hay muchas oportunidades tanto de estudio como económicas, y hay mucho trabajo, porque en
mi tierra no hay trabajo y no hay oportunidad de estudio. […] pero qué bueno que tuve la
oportunidad que Dios me dio de venir acá para que mis hijos vinieran a nacer en esta frontera
donde es próspera. Para mí Tijuana es una frontera bien próspera, de veras, él que no trabaja
es porque no quiere o no le busca, pero sí hay, y pues todos tenemos oportunidad de salir
adelante24.

En la década de los setentas y ochentas, la ciudad experimenta uno de los


desarrollos urbanos más completos con la canalización del Río Tijuana, y la
expansión de asentamientos urbanos al este y oeste de la ciudad, así como el avance
en los servicios públicos. A partir de estos años, la industria manufacturera
establecida en Tijuana se consolida, siendo una de las principales industrias
productoras de televisiones. Asimismo, la desastrosa caída de la economía del país,
como lo fue la devaluación de la moneda nacional en esos años, provocaría uno de los
mayores éxodos que se tiene registro hacia Tijuana, con la finalidad de obtener
empleo, ya sea cruzando la frontera hacia Estados Unidos, o radicando en la ciudad
para insertarse en la industria manufacturera o en las actividades terciarias. Al
respecto, Lilia establece la facilidad de encontrar trabajo, a la vez que considera que
encuentra mayor libertad en comparación a su pueblo de origen, donde las mujeres
constantemente están vigiladas por la comunidad, y más sujetas a las tradiciones y
costumbres que dicta cómo debe ser una mujer.

Miré que Tijuana era una ciudad que todo era fácil en todos los aspectos. Fácil de agarrar
trabajo; de vestirte como tú quisieras, sin que nadie te diga nada. […] En ese entonces, trabajo
sobraba, de eso me acuerdo mucho. Yo nunca había trabajado en mi vida y llegó aquí
trabajando, se me hizo facilísimo.25

Finalmente, en las últimas décadas y comienzos del siglo XXI, la ciudad se ha


extendido enormemente. Hay una expresión común entre los tijuanenses que describe
la situación urbana de la ciudad: “Tijuana creció a lo bruto”; esta frase nos da una
idea del imaginario de la ciudad entre los propios residentes y que alude a la

24
Entrevista realizada a Elizabeth Vargas, 09 de febrero de 2015
25 Entrevista realizada a Lilia Ríos, 18 de febrero de 2015.

38
recepción continua de corrientes migratorias vinculadas a las carencias en la
planeación urbana y la alta demanda habitacional. Sin embargo, pese a estas
cuestiones, Tijuana es una ciudad privilegiada al registrar altos índices en calidad de
vida, percibidos a partir de bajas tasas de desempleo y altos indicadores de bienestar
social, en contraste con gran parte del resto de la república mexicana (Hernández,
2007:57)

2.3. El escenario religioso en Tijuana

El campo religioso que se perfila en Tijuana, cuenta con una gran variedad de ofertas
religiosas, que responde en parte a la diversidad de orígenes de sus habitantes, pues
no olvidemos que la ciudad, desde el comienzo, fue conformada por una gran
cantidad de inmigrantes de diferentes nacionalidades, entre ellos, armenios, judíos y
chinos, dándole a la ciudad ese toque cosmopolita y también “pluriconfesional”
(Hernández, 2013:126). A la fecha, Tijuana posee un mosaico rico en opciones
religiosas, aún cuando el Censo de Población y Vivienda 2010, contempla una mayor
número de adeptos en torno al catolicismo con 78.8 por ciento, seguido de las iglesias
evangélicas con un 11.15 por ciento, de donde se desprenden las denominaciones
pentecostales. Tijuana, como gran parte de las ciudades del norte del país, —en
especial las fronterizas— contempla el mayor registro de adhesión no católica, muy
similar a lo también documentado en la frontera sur26.

Cabe añadir que en la serie de argumentos que los autores plantean, congenian
a la hora de explicar el incremento de estas iglesias, se destacan tres factores: la
cercanía con un país mayormente protestante; el “impacto de la migración en las
creencias y prácticas religiosas de los que se desplazan” (Odgers, 2005: 129) y la
preponderancia de la movilidad intraurbana sumado al carácter industrial de la región
(Jaimes, 2009; Hernández, 2007). En el primer punto, Odgers y Hernández indican el

26
Pese a las similitudes que presentan ambas fronteras, como la migración, una mayor distancia de las
decisiones políticas y administrativas del centro del país, y un débil arraigo de la religión hegemónica,
el catolicismo, estas fronteras denotan una serie de características que las diferencia a la hora de
comprender el éxito de sociedades no católicas, entre ellas, la destacada preponderancia urbana en el
norte en comparación al sur, los grupos étnicos que prevalen en el sur, y la vecindad con diferentes
países (Hernández, 2007:58)

39
rasgo transfronterizo de la región, partiendo de las interacciones cotidianas de cientos
de personas hacia territorio norteamericano y viceversa; estas interacciones propician
el intercambio económico, pero también dotan de elementos culturales y simbólicos,
entre éstos, el contacto con distintos sistemas de significados en las ciudades
estadounidense que colindan con las ciudades fronterizas en México. En esta línea de
ideas, Hernández apunta que esta cercanía ante lo extranjero, permite observar una
mayor tolerancia frente a la pluralidad de opciones religiosas, constituyendo un
espacio propicio –transfronterizo— para el cambio (Hernández, 2013:87).

Otro aspecto que señalan estos autores, es la condición migratoria para


explicar la conversión a otro sistema de creencias. En este punto, Odgers distingue
tres aspectos clave para explicar el cambio religioso. El primero deviene a partir del
distanciamiento del sujeto con su lugar de origen, en donde la situación de
vulnerabilidad lo hará contemplar y redefinir todo su sistema de creencias ante un
escenario incierto y desconocido. El segundo punto a observar, es el contacto directo
con denominaciones religiosas distintas a la religión dominante en su anterior
comunidad, estos acercamientos se pueden apreciar a través de las actividades
proselitistas y de ayuda comunitaria que, por lo general, ofrecen las iglesias de corte
evangélico (Odgers, 2005:129). Por último, el distanciamiento de algunos
mecanismos de control social y el conocimiento de nuevas prácticas religiosas, aún
dentro de su misma denominación (Hernández citado por Odgers, 2005:129).
Siguiendo con los principales factores de cambio, Hernández y Jaimes (2009) —sobre
todo éste último— sostienen la importancia de considerar la migración interna, la
trayectoria de la iglesia y el creyente en el contexto y las características urbanas
donde se establecen estas iglesias. A partir de estos elementos se pueden descubrir las
lógicas de crecimiento y transformación del campo religioso tijuanense, ya que
dependiendo de las características urbanas y de desarrollo social en el espacio, las
iglesias operan ofreciendo elementos atractivos para la posible membrecía. Ante estas
propuestas explicativas sobre la diversificación religiosa en la frontera, se puede
entrever el éxito de las iglesias pentecostales y neopentecostales en la ciudad de
Tijuana con un 2.11 porciento, sólo superada en años recientes por los Testigos de
Jehová, con un 2.66 por ciento, como se refleja en el siguiente cuadro:

40
Cuadro 3.2. Distribución de la población tijuanense, de
acuerdo con la religión que profesan.

Grupo religioso Poblacion Porcentaje

Católica 1,152,224 73.88%

Históricas 7,174 0.46%


Pentecostales y
32,934 2.11%
neopentecostales
Iglesia del Dios Vivo,
Coluumna y Apoyo de
4,463 0.29%
la Verdad, la Luz del
mundo
Otras evangelicas 129,273 8.29%

Adventistas del
7,302 0.47%
Séptimo Día
Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los
7,259 0.47%
Últimos Días
(Mormones)

Testigos de Jehová 41,416 2.66%

Judaica 623 0.04%

Otras religiones 2,020 0.13%

Sin religión 143,454 9.20%

No específicado 31,541 2.02%

Total de creyentes 1,559,683 100.00%


Fuente: Elaboración propia con base en el Censo de Población
y Vivienda (INEGI, 2010).

Estas cifras comparándolas con otros estados del norte de la república,


atestiguan el dinamismo, la versatilidad, y la capacidad de adaptación de las iglesias
pentecostales. En lo que respecta a Tijuana, la primera iglesia pentecostal de que se
tiene registro fue a partir de la llegada de Jesús Arballo a la zona, quien constituiría la
primera iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en 1938, después arribaría a la
ciudad otro inmigrante, Eusebio Herrera, quien consolidaría las Asambleas de Dios en
la ciudad y quien migraba desde los Ángeles, California (Hernández, 2002:233).

Un aspecto que vale la pena identificar para tener un panorama más claro del
campo religioso tijuanense, es la situación de la iglesia católica. Recordemos que en
el apartado anterior se señaló la poca influencia de la iglesia católica en estos

41
territorios (Hernández, 2013: 42), en comparación al centro y sur. En lo que respecta a
Tijuana, autores como Jaimes y Muñoz sugieren que la consolidación de la iglesia
católica llegaría de forma tardía a partir de la década de los cuarenta, consolidándose
a través del crecimiento demográfico de Baja California. Esta población con un
marcado habitus católico, marcaría a la ciudad con tintes católicos, fruto de sus
sólidas costumbres religiosas en comparación con la población ya residente, y
logrando presionar a las autoridades para el establecimiento de la Diócesis de Tijuana
(Muñoz y Jaimes, 2014). Al respecto, el testimonio de Nancy, originaria de la Ciudad
de México pero radicada en la entidad desde niña, nos ofrece un testimonio de lo
significaba la religión católica para su familia:

[…] me empezaron a crear como bajo la religión católica, y como muy superficial, ya sabes, a
persignarte, aquí hay un Dios, y el padre nuestro y nada más. Y la primera experiencia, así,
que tuve con la religión, fue a partir del catolicismo, y que nos hicieran aprender el clero —
que fue una pesadilla aprendernos el Clero, el Ave María y el Padre Nuestro—, puras de esas.
A los siete años hice la primera comunión, y el vestido y así. Y ya después, cuando tuve 15
años, en todo ese lapso de los 8 a los 15 años, pues no tuve ningún contacto con ninguna otra
religión. Éramos católicos y no íbamos a misa, íbamos a misa de vez en cuando y nada más
los fines de año, la mentada misa de gallo y esas cosas27.

Como bien señala Paul Vanderwood, los migrantes, al estar lejos de sus
sacerdotes y sus padres, practican la fe de manera diferenciada a lo que hacían sus
progenitores; no obstante, se siguen manteniendo ciertas prácticas, seleccionando los
hábitos y costumbres que tienen más sentido en su nueva situación (Vanderwood,
2008: 158). Los datos provistos por mi etnografía, y siguiendo a Vanderwood, nos
ofrecen un panorama de las prácticas religiosas de corte católico en la ciudad,
concluyendo que aún cuando estadísticamente el catolicismo finge como el sistema
religioso hegemónico elegido y practicado por una buena parte de los residentes en
Tijuana, en la ciudad se perciben cambios y mutaciones religiosas, prueba de ello es
el gran número de construcciones, templos, carpas y escenarios donde se llevan a
cabo rituales y actividades evangélicas y el creciente número de feligreses adheridos a
iglesias no católicas, en comparación al resto de la república mexicana.

42
2.4. Contexto histórico del Concilio de las Asambleas de Dios en México

Por Pentecostalismo “clásico28 ” se entiende un movimiento religioso surgido en


Estados Unidos en la primera década del siglo XX, a partir de una nueva revisión de
los acontecimientos suscitados en el Día del Pentecostés, según lo pronunciado en los
Hechos de los Apóstoles del Nuevo Testamento. Subraya el retorno de la Iglesia
Primitiva y la recepción del Espíritu Santo expresado en tres principales dones
espirituales: sanación, profecía y el bautismo espiritual, manifestado en el don de
glosolalia.29 (Garma, 2004: 57). La primera experiencia pentecostal surge en el año de
1901, en la escuela bíblica “Bethel”, en la ciudad de Topeka, Kansas, donde Charles
Fox Parham, de orientación metodista y sus discípulos, tuvieron las primeras
experiencias pentecostales ( Garma, op.cit., 210).

Según Alfonso de los Reyes (1990), historiador de las Asambleas de Dios en


México, la señorita Agnes Osman, sería la primera persona en manifestar dichos
dones (De los Reyes, 1990:14) . Años después, el predicador Williams James Seymor,
quien fuera discípulo de Parham, dirigiría una de las iglesias con mayor impacto entre
los pentecostales, la famosa congregación de Azuza Street Mision, en los Ángeles
California. En dicho centro se desprenderían numerosas denominaciones
pentecostales, entre ellas, las Asambleas de Dios y, su homóloga, la Iglesia
Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (De la Luz, 2010). En el caso de la primera, sus
orígenes se sitúan en Arkansas City, en 1912, cuando Pinson, A.P., Hollyns, H.A
Goss, D.C Oparman y Henry Bell, creyentes que habían tenido la misma experiencia
pentecostal, reunieron a más de 300 personas en la Gran Opera House of Central,
para asociarse y formar el Concilio General de las Asamblea de Dios.

En 1917 y 1918, en el Estado de Texas, se creó la convención


Latinoamericana de las Asambleas de Dios (CLAD), bajo la dirección del
Departamento de Misiones, y con la finalidad de organizar el trabajo asambleísta con

28
Carolina Rivera, señala dos tipos ideales de pentecostalismo: pentecostalismo clásico y el
carismático, este último estaría vinculado con el llamado “neopentecostalismo” (2008:208, 211).
29
Según el sociólogo chileno, Miguel Ángel Mancilla, el pentecostalismo se destaca por el énfasis del
evangelio cuadriforme: Cristo Sana; Cristo Salva; Cristo Viene; y Cristo bautiza con el espíritu Santo.
(Mancilla, 2007:96)

43
objetivos trasnacionales, pues diferentes predicadores de origen mexicano estaban
entusiasmados con regresar a su país y predicar las “buenas nuevas”. Para supervisar
el trabajo que se emprendería en los países hispanos, se eligió a Henry C. Bell como
Superintendente General (Hernández, 2013:140). Según Jeter (1990), en el año de
1917 fueron enviadas las primeras misioneras por las Asambleas de Dios a suelo
mexicano: la inglesa Alice E. Luce y la estadunidense Sunshine Marshall viajarían
por tren rumbo a la ciudad de Monterrey. Sin embargo, meses después, tendrían que
cancelar la misión dadas las circunstancias de violencia armada que ocurrían en el
país (Jeter citada por Hernández, 2005:141). A pesar del clima revolucionario, Ball
siguió enviando misioneros a México; finamente, en el año de 1917 se conformaría la
primera Iglesia de las Asambleas de Dios en el poblado de Villanueva, Tamaulipas,
gracias a la labor misional de Felipe Douglas Milstead, Miguel Guillén y Cesáreo
Burciaga (De los Reyes, 1990:34), expandiéndose a otras localidades del norte del
país. En la Ciudad de México, la danesa Anna Sanders, junto con David Ruega y
esposa, Raquel Ávila, trabajarían en conjunto para formar el primer Templo de esta
denominación de que se tiene registro.

Ante las exigencias y restricciones que el gobierno de Plutarco Elías Calles


imponía a los ministros y sacerdotes extranjeros, así como la necesidad de obtener
una presencia mayormente mexicana, se llegaría a la conclusión de separarse de la
organización estadunidense para formalizar la denominación a los parámetros
mexicanos. Fue así que en 27 de agosto de 1928, en la ciudad de Monterrey, nació la
Convención de las Asambleas de Dios en México. Cabe precisar que dicho nombre
cambiaria con los años; finalmente, en el año de 1992 se acordaría nombrarlo como El
Concilio Nacional de las Asambleas de Dios A.R. (González, 2012).

2.5. La primera Iglesia de la Asambleas de Dios en Tijuana

Eusebio Herrera, Pastor de las Iglesia Libre Pentecostés en San Diego, California,
llegaría a tierras tijuanenses en 1937. Según lo registrado por su hijo, el Presbítero
Juan D. Herrera, fue a través de un sueño que Eusebio decidió dejar todo atrás y venir
a México predicando el evangelio (Herrera, 2012). Ese mismo año iniciaría la Iglesia
“Bethel”, en la Zona Centro de la Ciudad de Tijuana, en el corazón de la zona

44
turística de esa época, conformada por una gran cantidad de negocios dedicados a la
venta de licor y otros entretenimientos dirigidos a la población estadounidense30.

En 1939 Eusebio Herrera se separó de la Iglesia Libre Pentecostés para


adherirse a Las Asambleas de Dios en México, pues en esas mismas fechas acababa
de conocer al Reverendo Juan Orozco, quien fuera Superintendente General de las
Asambleas de Dios en México, ayudándole a unirse a dicha denominación (González,
2012)

Fotografía 4.1. Primera iglesia de las Asambleas de Dios en Tijuana.

30
Actualmente, el Templo Bethel se ha visto afectado por lo inconveniente de su ubicación, rodeado
de centros de entretenimiento para el placer masculino, constituidos en diversos Tables dances, club de
striptease, bares, moteles, sumado a la gran cantidad de trabajadoras sexuales que operan en dicha
zona, ha visto mermado el número de su membrecía (Hernández, 2013:135).

45
Fotografía 4.2. Pancarta que anuncia los servicios que ofrece la Iglesia, tanto entre semana como los domingos.

En el año de 1942, en Nueva Rosita, Coahuila, se celebra la Convención de las


Asambleas de Dios, lugar donde Eusebio Herrera recibiría su ordenación como
Ministro pleno y ordenado, y se le nombraría Presbitero del naciente Distrito de Baja
California-Sonora, misma que sería reconocido como “El gran Distrito Norte”, por la
creciente consolidación del movimiento en esa región en los años por venir
(Gonzáles, op.cit, 48

En Tijuana, Eusebio Herrera sería el encargado de expandir la organización;


fue así que en el año de 1947, y gracias al apoyo financiero de Alice Luce, quien fuera
una de las primeras misioneras en suelo mexicano y promotora de la instrucción
teológica de los futuros ministros Asambleístas, que se inauguraría el primer Instituto
Bíblico en la ciudad. Localizado en una de las primeras colonias de Tijuana, el
Instituto Bíblico Bethania se construyó en la Colonia Altamira, y hasta la fecha sigue
activo, teniendo en sus filas a muchos de los predicadores, pastores, presbíteros y
superintendentes del Gran Distrito Norte, ahora llamado el Distrito Pacífico.
(González, op. cit., 49) Eusebio Herrera sería por varios años director del Instituto, a
la par de consolidar otras Iglesias tanto en Tijuana como en Mexicali y Sonora.

46
Fotografía 4.3. Primer Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en el Distrito Norte.

2.5.1. El caso del Templo La Hermosa.

En 1960, iniciaría su segunda Iglesia en la ciudad, llamada La Nueva Jerusalén en la


colonia Secretaría del Patrimonio Nacional. De ahí se desprendería como misión el
Templo la Hermosa, del cual hablaremos más adelante. No obstante, primero quiero
señalar los personajes claves que rodeaban a Eusebio Herrera, elementos para
comprender el surgimiento de La Hermosa. Uno de estos personajes fue la Pastora
Catalina González, quien fuera amiga de Eusebio desde que pastoreaba la Iglesia
Bethel. Según Juan Herrera, a Eusebio le regalarían el terreno donde se construiría la
Hermosa, eligiendo a Catalina como Pastora de dicha Iglesia (Herrera, 2012:149).

Otras fuentes señalan que, una de las integrantes de la familia Contreras,


propietaria de varios fraccionamientos en la delegación de La Mesa, se congregaba en
la naciente misión. Carolina Contreras, —hermana del dueño legitimo de la propiedad
en la zona de la Mesa— quien al ver la necesidad de consolidar la misión, le ofreció a
Catalina los terrenos a un precio muy económico. Sea cual haya sido la realidad,
Catalina González sería pastora de la Hermosa desde el año de 1966 a 1987. El
segundo personaje es el Presbítero Delfino Ibarra, actual Pastor del Templo La
Hermosa, quien tomaría inmediatamente el lugar de Carolina al serle imposible seguir
en el pastorado. Delfino fue primeramente miembro de la Iglesia Bethel, pastorada

47
por Herrera, años después sería también su alumno en las aulas del Instituto Bethania.
Según el testimonio de éste, Eusebio fue una de las personas que lo apoyaron cuando
la Pastora Catalina se vio imposibilitada a dirigir por su lamentable estado de salud.
Finalmente, cuando Catalina deja el liderazgo y Delfino toma su lugar, la
congregación sufre una división interna entre los miembros que seguían a Catalina y
los que estaban de acuerdo en su destitución31.

En la actualidad la Hermosa continua liderada por el Presbítero Delfino Ibarra,


y cuenta con dos pastores asociados, divididos en tres de los horarios que ofrece la
Hermosa los días domingo.

Fotografía 2.4. Fachada principal de Tempo La Hermosa.

31
Entrevista con el Presbítero Delfino Ibarra, abril, 2015.

48
2.6. Estructura y organización del Concilio General de las Asambleas de Dios

El Concilio General de las Asambleas de Dios A.R. tiene una fuerte presencia en
México. Según datos generales de su portal en línea, al menos en México cuentan con
más de 6000 Iglesias en toda la república mexicana distribuidas en tres zonas: norte,
centro y sur, que constituyen los 23 Distritos alrededor del país. Estos distritos se
conforman por regiones, que a su vez, se componen de secciones que se configuran
según el AGEB al que representa. La estructura eclesiástica está presidida por una
Directiva General, integrada por un Superintendente General, Secretario General y
Tesorero General, quienes manejan y regulan las iglesias a nivel nacional. En la
siguiente posición se encuentran los tres Superintendentes de zona y los sistemas de
gobierno denominados Presbiterios Ejecutivo y General, que integran los 23 distritos
en que el Concilio de las Asambleas de Dios está estructurado32.

Cada Distrito cuenta con una directiva conformada por el Superintendente,


Secretario y Tesorero. Este cuerpo se apoya de un grupo de gobierno llamado
Presbiterio de Distrito; asimismo, cuentan con el apoyo administrativo de los
presidentes de Sección. Las iglesias locales son lideradas por un ministro de las
Asambleas de Dios, y cuentan con un gobierno congregacional y administrativo. En el
caso del templo la Hermosa, está congregación pertenece a la sección “Centro”,
región “Tijuana-Central”, Distrito “Pacífico”33.

El Concilio de las Asambleas de Dios es una denominación que se enmarca en


el pentecostalismo clásico. Aunque hay diversos matices como semejanzas en la
doctrina que se delinean en estos grupos, en el caso de las CADD, se caracterizan por
su apreciación trinitaria, es decir, defienden la singularidad y unión de Dios padre,
Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Los otros elementos doctrinarios que la conforman,
son muy parecidos a las de otras iglesias pentecostales que basan su fe en la Biblia,

32 El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios


[http://www.asambleasdedios.mx/html/nosotros.html], visto el 13 de junio de 2015
33 Distrito Pacífico, Directorio Ministerial 2013-2015, Concilio Nacional de las Asambleas de Dios.

49
creen en el bautismo espiritual y sus dones, profesan la venida de Cristo y el
arrebatamiento de la Iglesia34.

La iglesia local es gobernada por el cuerpo ejecutivo, conformada por el


Pastor general, el(los) pastores asociados, la diaconía35, el secretario general y el
tesorero general, siendo el pastor general la principal figura. Le sigue el cuerpo
administrativo constituido por los miembros de la Iglesia que ocupen un cargo en las
directivas de las sociedades y departamentos. Estos departamentos o sociedades son
parte del primer modelo que conforma a las congregaciones locales, le sigue el
modelo de ministerios y el modelo de células, que en breve paso a detallar36. El
primer modelo es conformada por las siguientes sociedades:

Sociedad de Damas
Sociedad de Varones
Sociedad de Jóvenes
Sociedad de Misioneritas
Sociedad de Exploradores del Rey
Sociedad Infantil
Asociación Cristiana de Universitarios, Profesionistas y Hombres de
Negocios.
Departamento de Misiones
Departamento de Evangelismo
Departamento de Educación Cristiana
Oficiales y Maestros de la Escuela Dominical.

34
Nuestra declaración de Fe Pentecostal, 2005, Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de
Dios.
35
Cabe señalar que, para aspirar a dicho puesto, es necesario manifestar ante la congregación el
bautismo espiritual por lo menos una vez. Anteriormente Gaxiola había explicado los procesos de
movilidad de los miembros de la iglesia pentecostal, más precisamente la Iglesia Apostólica de Cristo
Jesús, señalando de manera similar los requisitos necesarios para obtener el puesto de diaconía
(Gaxiola citado por Garma, 2004: 102.
36
Es necesario señalar que la omisión de alguno de los ministerios, sociedades, fraternidades, o
departamentos, dependerá de los parámetros de cada iglesia local, así como la decisión que tenga el
cuerpo ejecutivo sobre dichos modelos de gobierno.

50
A su vez, el modelo de ministerios esta conformada por:
Ministerio de Alabanza
Ministerio de Multimedia
Ministerio de Cuarto de Cuna
Ministerio de Acción Social
Ministerio de Recepción
Ministerio de Publicidad
Ministerio de Ujieres.

Fotografía 4.3. Trabajo realizado por los estudiantes de la clase de "Reglamento" en el Templo La Hermosa. Se
puede apreciar que uno de los propósitos de la congregación es acercar a los nuevos miembros a la organización
institucional, logrando identificar a cada líder de los diferentes departamentos, ministerios, sociedades, y sobre
todo, jerarquías eclesiásticas.

En el caso del modelo celular, éste se utiliza para desarrollar servicios


“hogareños” en donde intervienen entre cuatro o seis miembros que se reúnen una o
dos veces a la semana. Uno de los objetivos de este modelo es realizar labores
proselitistas con el fin de reunir en sus filas a nuevos adeptos para la Iglesia
(Hernández, 2005:195). Finalmente, al lograr consolidar cuatro células, éstas se unen
para ser lideradas por uno de los pastores acreditado por la Iglesia37.

37
Reglamento de la Iglesia local, Edición 2011.

51
Ahora bien, las Asambleas de dios se caracterizan por tener una estructura
bastante horizontal, versátil y flexible, permitiendo la participación activa de los
laicos en el gobierno de la iglesia, incluyendo a las mujeres. Sin embargo, como
veremos más adelante, esta oportunidad de liderazgo y participación tiene ciertos
límites, pues si bien no se restringen los cargos directivos que ofrece la iglesia local,
es más difícil aspirar a uno de los puestos de mayor jerarquía a nivel Concilio; es
decir, la superintendencia distrital o nacional38.

2.7. Mayordomía financiera

En términos doctrinarios, la “mayordomía financiera se apoya en diferentes citas


bíblicas (1 Crónicas 29:14; Lucas 6:38; Mateo 3:8-11; Hechos 20:35; 1 Corintios
16:12; 2 Corintios 8:20, 21; 9:8,10,11; Gálatas 6:6; Hebreos 7:8)39, y en un sentido
general, se refiere a la administración de las cosas que han sido dadas., no solamente
al aspecto financiero, sino también a la gratitud ante lo dado simbólicamente y
físicamente, como la salud, la integración de la familia, el bienestar laboral, el éxito
en cualquier área de la vida cotidiana, por nombrar algunas. Ante tales “bendiciones”,
se trata de aportar la décima parte de lo que Dios otorga, contribuyendo
económicamente a la congregación con la finalidad de ser o seguir siendo
“bendecido”.40 En un tono más concreto, el Reglamento de la Iglesia Local por parte
de la CADD, señala la obligación que adquiere cualquiera de los miembros de las
iglesias, para apoyar al sostenimiento de la Iglesia y de sus diferentes departamentos,
a través de la donación monetaria de lo que llaman “Diezmo”, éste representa la
decima parte del sueldo del miembro adherido a la congregación. Es decir, que si la
persona gana semanalmente 1000 pesos es su deber como miembro aportar 100 pesos
de “diezmo”, dinero que es empleado para el mantenimiento del edificio, el sueldo del
Pastor general y la CADD.

38
Pese a que no se le restringe a la mujer el ocupar dichos puestos, aún persisten ciertas resistencias
por parte de la denominación. Sin embargo, hay ciertas excepciones, por ejemplo, en el año 2012 fue
elegida una mujer como Superintendenta en el Distrito Pacífico, la Presbítera Juanita Murrillo, siendo
la primera mujer en ocupar dicho cargo.
39
Constitución, 2007, El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, A.R..
40
Nuestra declaración de Fe Pentecostal, 2005, Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de
Dios.

52
Otra de las aportaciones que los miembros realizan en el transcurso de los
servicios que se gestan en la congregación, son las contribuciones voluntarias
denominadas “ofrendas”, que por lo general tienen lugar en cada uno de los espacios
de interacción donde se administra la doctrina bíblica, o las diferentes sociedades en
donde se reúnen. Estas “ofrendas” o ayudas, sirven para asistir a cada sociedad,
sirviendo para los propósitos que ésta tenga a lo largo del año, como la compra de
material o equipo para las diferentes actividades desarrolladas por la sociedad; paseos
o eventos, como conciertos, platicas o conferencias cristianas. Cabe destacar que, otra
fuente para generar ingresos en las sociedades, es a través de las llamados “talentos”
que consisten en la venta de alimentos los días domingo, en donde diferentes
miembros de las sociedades o ministerios se organizan y se turnan para vender desde
rebanadas de pastel, “tostilocos”, molletes, hot dogs, fruta preparada y bebidas, como
aguas frescas y jugos en temporada de calor; y en invierno, champurrado, atole o
café.

Estos productos tienen como fin contribuir a generar a las sociedades y


ministerios sus propios recursos, pues los diezmos y ofrendas que se generan en los
servicios generales, no llegan a éstos, su recepción se destina a tres rubros: el sueldo
del Pastor General, el mantenimiento del edificio y, una tercera parte destinada al
Concilio Distrital de las Asambleas de Dios. Sobre esta última, cada mes la persona
que figura como líder de Tesorería con auxilio del Pastor General, reúnen cuentas del
total de dinero recabado a partir de los diezmos, estas cifras deben reportarse al
Presidente de Sección del Concilio que a su vez reporta a los líderes distritales41.
Finalmente, es necesario entender la importancia de la mayordomía financiera como
parte de los compromisos del creyente con la institución, pero también como otra de

41
En una ocasión, uno de los miembros del Templo La Hermosa, acreditado como Pastor por las
CADD, me comentó que fue llamado por parte de la entonces Superintendenta de Distrito Pacífico,
para que explicara su falta de diezmos en los últimas semanas, pues era necesario que se pusiera al día
con sus contribuciones. Este ejemplo nos brinda una idea de la importancia de las aportaciones
económicas para el Concilio de las Asambleas de Dios, como una denominación con gran cobertura
institucional y, que mucho de su éxito como una de las instituciones religiosas con mayor presencia en
la República mexicana, se debe a este sofisticado control de sus Iglesias.

53
las caras de la doctrina de la congregación, no olvidando que este lineamiento forma
parte de las iglesias de corte “cristiano”.

2.8. Algunas consideraciones sobre la membrecía del templo La Hermosa

Como mencioné en las anteriores líneas, el Templo La Hermosa cuenta los días
domingo con tres servicios generales, cada uno tiene una duración aproximada de dos
horas. El primer tiempo se compone de 50 minutos destinados a la intervención de
los músicos y las coristas para dirigir el tiempo de “alabanza”; después, se emplean
aproximadamente 10 minutos para anunciar los eventos, reuniones, consagraciones; y
finalmente, sigue el turno del Pastor o predicador para impartir el mensaje bíblico,
conocido como “Predicación” por parte de las Iglesias de línea protestante.

Ahora bien, según los datos logísticos que me proporcionaron integrantes del
cuerpo ejecutivo de la congregación, la Hermosa42 cuenta con la membrecía total de
380 personas, no contando a los miembros no activos que, por lo general, corresponde
a la población infantil y jóvenes, así como las visitas o invitados que se sumen los
días domingo. La membrecía activa y no activa ronda alrededor de las 500 personas,
siendo en palabras del Pastor general, una de las iglesias asambleístas con mayor
cantidad de personas afiliadas a nivel local, superando con creces a la membrecía del
primer establecimiento asambleísta en Tijuana, la Iglesia Bethel. Finalmente, entre las
personas que se congregan en la Hermosa, se destaca una membrecía más o menos
heterogénea, al provenir en su mayoría, de sectores medios urbanos.

Asimismo, en mis reuniones con el grupo de oración femenino “Guerreras de


Oración” y la Sociedad de Damas, pude darme cuenta que, gran parte de las mujeres
de mayor edad o con la característica de asistir solas a los servicios, frecuentaban el
horario matutino; con algunas de ellas entablé conversación señalándome que
recurrían a este servicio matutino para atender al esposo antes de que éste se
despertara o porque era el único día en el cual venían a visitarla sus hijos,
aprovechando las horas restantes del día para realizar esta actividad familiar. Estas

42
Entrevista realizada al Presbítero Delfino Ibarra y la Secretaria General del Templo La Hermosa,
Sara Jiménez, abril, 2015.

54
implicaciones nos ofrecen una idea de los condicionamientos que los creyentes toman
en cuenta para decidir adherirse a un horario en particular y el tipo de sectores
sociales que prevalecen en la Hermosa.

2.9. Conclusiones

En suma, los temas revisados en este capítulo nos permite distinguir el contexto
donde se sitúa las mujeres entrevistadas, centrando nuestra atención en la
consolidación de la ciudad y su carácter migratorio, mismas que explican en parte la
decisión de las mujeres entrevistadas por decidir radicar en una ciudad como Tijuana.
Otra anotación que se subraya en este capítulo, son los factores sociales y culturales
que inyectan al municipio de una amplia diversidad de gamas confesionales,
situándonos en el incremento de las agrupaciones pentecostales y el continuo
crecimiento de la población que se adhiere a estas iglesias, distinguiendo los factores
documentados por investigadores del fenómeno religioso en el noroeste de México,
que inciden en el cambio religioso de la población concentrada en estas zonas.

Además, lo señalado en los anteriores apartados, permite conocer la


consolidación de las Iglesias Asambleistas en el norte de la República, especialmente
en la ciudad de Tijuana. En esta historia, La Hermosa se distingue por estar ligada a
los procesos de consolidación institucional de la denominación y su vinculo con las
figuras pioneras que se suscriben en la formación de las Asambleas de Dios en
México. Asimismo, la estructura institucional de dicha iglesia, permite identificar el
tipo de organización, liderazgos y actividades que se desprende al pertenecer a una de
las iglesias pentecostales con mayor presencia en América latina y el resto del mundo.

55
CAPÍTULO 3
LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO NORMATIVO SOBRE EL
“DEBER SER” FEMENINO

3.1 Introducción

En este capítulo abordaremos la construcción del conocimiento normativo


reproducido en el campo religioso a través de los discursos que se gestan y donde se
proyectan las normas, reglas, valores y prescripciones bíblicas y doctrinarias que
producen formas particulares de percepción y comportamiento, determinantes para la
constitución de la identidad religiosa femenina. De esta manera, la iglesia establece
los dominios, los ámbitos y las tareas que se consideran propiamente femeninas,
promoviendo la asignación de roles específicos por la cual las mujeres tendrán que
comprometerse para realizarlas eficientemente, pues forman parte de la actitud de
“buena cristiana” esperadas por la congregación.

Esta construcción se basa en representaciones y argumentos bíblicos que apoyan


la idea de una actitud de inferioridad y sumisión de las mujeres hacia los hombres, así
tenemos la reproducción de valores religiosos que refuerzan la representación de la
mujer como figura de apoyo, amor, sacrificio y virtud. No obstante, los discursos y
prácticas que se gestan dentro de la iglesia también promueven significados que
permiten a las mujeres mejorar su autoestima, de acrecentar su dignidad como seres
humanos, a partir de la centralidad en los símbolos bíblicos en su protagonismo como
“guerreras” y “diaconisas”, o mediante incentivación que los líderes realizan en torno
a su participación en cualquiera de las áreas de la Iglesia.

En las siguientes líneas abordaremos a detalle algunos de estos discursos


reproducido por los líderes eclesiásticos, y que nos permite identificar el
conocimiento normativo que orienta a las mujeres a comportarse según los ideales
expuestos por la congregación. Para ello, se revisarán parte de las predicaciones y
clases gestadas en La Hermosa, material pedagógico utilizados por los líderes dentro
de las instancias de formación cristiana y algunos fragmentos de conferencias
exclusivas para la feligresía femenina.

56
3.2. El campo religioso como constructora de un habitus femenino.

Desde el pensamiento teórico de Bourdieu, el concepto de “campo social” es definido


como un espacio abierto, con fronteras irregulares, en el cual los actores están
designados en posiciones de mayor o menor jerarquía. La permanencia o movilidad
en el interior del campo se deberá a la posesión y utilización de capitales o recursos
específicos que le permiten mantenerse en las mismas posiciones o, bien, desplazarse
a lugares de mayor alcance. Sin embargo, en esta enmarcación espacial por la
transformación o mantenimiento de los bienes en contienda, se llevan a cabo procesos
en los cuales los actores involucrados orientarán sus percepciones, actitudes y
conductas a través de un nomos común, es decir, un ordenamiento simbólico que
permite instaurar un habitus, —esquema de percepción, de reconocimiento y
clasificación que opera a nivel cognitivo—. Este habitus, continuamente es reforzado
o aprehendido dentro de procesos de formación y sociabilización colectiva e
individual (Bourdieu, 2011:314-315);(Zalpa, 2003:27-46);(Bourdieu, 2012:201);
(Schäfer, Tovar y Tobias: 2013:1-3).

La religión, en el contexto del campo religioso, sería el medio simbólico


(Bourdieu, 2006:30) por el cual los creyentes estructurarían su percepción, conducta y
prácticas sociales hacia un corpus de ideas que aporta sentido y legitima la visión de
una “realidad”, eliminando todo signo de duda ante esa realidad y provisionando al
creyente de elementos simbólicos que son objeto tanto de identificación como
diferenciación. En este marco operativo, la identidad de género se formularia gracias
a las disposiciones culturales, principios estructurantes, que se instauran a partir de
una un habitus religioso, y que formulan maneras especificas de actuar y conducirse
en la vida cotidiana. De tal manera que la identificación femenina está acompañada de
elementos provistos por la experiencia social ordenada a través de un conocimiento
que emerge del campo religioso.

Para Bourdieu, la asignación y la asimilación de una identidad de género, se


llevaría a cabo gracias a un proceso de formación “difusa y continua” (Bourdieu,
2000:11) sobre la apreciación y percepción de la visión del mundo, incluyendo las
diferencias anatómicas que se simbolizan a partir de dos ordenamientos que son
opuestos entre sí, como lo es la clasificación binaria del género. En este resultado de

57
socialización, el habitus, como el programa cognitivo que permite clasificar,
estructurar y dividir las orientaciones, percepciones y prácticas de los actores sociales,
se extiende y encarna en el cuerpo de los actores sociales para hacer válidos los
ordenamientos requeridos por un conocimiento consensuado de los mundos de vida
donde se insertan los sujetos sociales. Este ordenamiento regularía cualquier indicio
de anomia en torno al esquema binario aceptado por la sociedad mayoritaria, como
una “realidad” que se presenta como hegemónica, patriarcal y heteronormativa. Tal
programación cognitiva repercute en las maneras en cómo hombres y mujeres se
perciben en la estructura social, perfilándose dentro de las categorías genéricas de la
feminidad o de la masculinidad comprendida por el contexto histórico y social en
donde se inserten.

En ese orden de ideas, las instituciones sociales que administran los bienes de
salvación, a la vez proyectan entre los actores un conocimiento —valores, reglas,
costumbres, discursos, imágenes, representaciones— que permite reforzar las
disposiciones culturales pre-existentes pero también anexar otros elemento que
promueve un nomos a través de un conocimiento basado en un habitus religioso que
inaugura una “seguridad ontológica” (Boudieu,1971:6; Zalpa, 2003:42; Boudieu,
2006:36); la noción de una realidad per se, en donde los órdenes existentes se valoran
como únicos y reales. Entre estos ordenes se encuentra las construcciones del género
(Bourdieu, 2011:16)

3.2.1. Los dominios centrados en la regulación del comportamiento femenino

Desde otra perspectiva teórica, el sociólogo Norman Long nos adentra al interior del
campo social subrayando la importancia de las situaciones sociales donde se generan
los encuentros, negociaciones y luchas entre los actores que integran el campo social,
para la apropiación, reproducción o transformación de los recursos en juego, pero
también de los discursos ordenadores y las tecnologías al alcance de los individuos
(Long, 2007: 122-123). Para Long existen en cada campo social diferentes dominios
que “representan el sitio de reglas, normas y valores,“[…] que son centrales para
entender cómo operan los ordenamientos sociales” “[…] y que implican un alto
compromiso social dentro de las demarcaciones espaciales y simbólicas” en el
transitar de la realidad social (Long, 2007: 444, 125 y 124).

58
Empleando el concepto acuñado por Long, los dominios se precisarían en el
campo religioso como las áreas sociales que están organizadas mediante la
reproducción de un conocimiento 43 normativo que se reproduce a través de los
discursos generados por los especialistas religiosos, y que orienta a las mujeres a
obedecer los preceptos religiosos para conducirse bajo un modelo ejemplar de mujer
cristiana. Es por ello que en las siguientes líneas, revisaremos parte de los procesos de
adquisición de los principios ordenadores de la identidades femeninas a través de un
conocimiento infundido por el campo social donde las mujeres están posicionadas,
tanto en cargos de liderazgo como aquellos donde comprenden un menor
protagonismo, y donde ciertos elementos sociales, como la edad y estado civil, son
tomados en cuenta por las instancias socializadoras para construir un habitus tanto
religioso como de género, considerando los dominios específicos en las cuales la
agrupación religiosa suele dar mayor énfasis.

3.3. Cultos y servicios

Los días domingo el primer servicio44 que se lleva a cabo en La Hermosa comienza
alrededor de las ocho de la mañana. Al comenzar, alguno de los integrantes de las
diferentes sociedades y Misterios que se gestan en La Hermosa toma el púlpito para
dar la bienvenida a la feligresía presente; después, inicia una oración general para
continuar con el pasaje bíblico que estará ligado al mensaje que se ofrecerá en la hora
de la predicación. Pasado ese lapso de participación, el Ministerio de Música, que se
conforma de cuatro hombres, una mujer y tres coristas tanto jóvenes como adultas, se
dedican los siguientes 50 minutos en dirigir el “tiempo de alabazas”, que comprende

43
El termino “conocimiento” es empleado como “conocimiento del sentido común”, de lo que la gente
“conoce como ‘realidad’ en su vida cotidiana, no-teórica o pre-teórica”(Berger y Luckman, 1969:31).
44 Cada domingo, en los tres horarios contemplados, El Templo La Hermosa reparte entre el público
congregado, publicidad gráfica que informa los datos más relevantes de la congregación, como los
horarios y servicios que maneja en la semana, avisos de los diferentes departamentos y ministerios,
plenarias, celebraciones, entre otros eventos. En dicho folleto también se puede encontrar una lectura
complementaria que, por lo general, es un texto que motiva a la reflexión de la vida cristiana pero
también de la vida familiar, el trabajo y la escuela, temas que resultan atractivos para las personas que
visitan la Iglesia por primera vez.

59
cinco canciones45 cristianas y modernas46, y en los cuales la música, la oración y las
expresiones corporales convergen en un cuadro emotivo donde muchas de las
personas congregadas llegan a estados de absoluta exaltación; algunas, incluso,
llegan a gritar, llorar o “hablar en lenguas”. Terminando el tiempo dedicado a las
alabanzas, el pastor en turno se sitúa en el púlpito, saluda a los presentes y continua
enunciando47 los avisos de la semana.

Antes de comenzar la predicación, el pastor convoca a las niñas y niños;


jóvenes, mujeres y hombres a salir del edificio para tomar sus clases respectivas, ya
sea de “Exploradores del Rey” o “Misioneritas”. De estas clases hablaré más adelante.
Por lo pronto, y continuando la serie de pasos que se gestan en un servicio común en
el templo estudiado, el pastor imparte el mensaje bíblico con una duración
aproximada de 50 minutos. Estas predicaciones por lo general tratan temas como la
“comunión con Dios”, la designación y cuidado de los “talentos”, la mayordomía
financiera, la conducta del buen cristiano, entre otros.

Este primer servicio tiene una duración aproximada de dos horas. Pasando este
tiempo, la feligresía se saluda y, por lo general, inmediatamente se retira; algunos,
esperan a que transcurra el tiempo para entrar a la Escuela Dominical que comienza a
las 10:30 de la mañana. En estas clases los grupos se organizan de forma mixta y por
grupos de edad. Así tenemos las clases de la Escuela Dominical (de 3 a 12 años),
adolecentes (13 años a 18 años). Niños y niñas comparten las aulas para aprender los

45
Las “alabanzas” se dividen en “alabanzas de liberación” y “alabazas de adoración”. Las primeras
remiten el arrepentimiento de los pecados y el proceso de libertad inducida por la divinidad ante un
nuevo despertar, una nueva vida marcada por las nuevas creencias religiosas. Por lo general, estas
alabanzas se caracterizan por ser más rítmicas. Las segundas, son canciones que evocan la adoración y
agradecimiento a Dios, comúnmente se les reconoce por ser más lentas e inducir estados de fuerte
emotividad entre la feligresía.
46
Por lo general estás canciones son autoría de artistas musicales como Marcos Witt y José Adrián
Romero, figuras reconocidas para la membrecía pentecostal.
47
Mientras el pastor anuncia los eventos, juntas, reuniones o predicaciones especiales que tendrán
lugar en la semana, en la parte de arriba del altar y el púlpito, frente al publico, se proyectan los
anuncios para una mejor visualización. Este instrumento también permite vislumbrar más nítidamente
las citas bíblicas que se enuncian por el pastor, auxiliando a las visitas que no tengan Biblia a participar
en las actividades gestadas en el rito.

60
preceptos doctrinarios, las historias bíblicas y los lineamientos de comportamiento
cristiano. Los adultos (18 años en adelante) toman la clase general dentro del edificio
principal de la Iglesia. Por lo general estás clases48 se centran en la explicación de la
doctrina pentecostal, el comportamiento cristiano, los matrimonios y la familia,
aunque desde enero de 2015, se contemplaron problemáticas sociales, como la
violencia intrafamiliar, el bullyng en las escuelas, el comportamiento en el trabajo, los
debates en torno al matrimonio entre parejas del mismo sexo, por mencionar algunas.
En estas clases también suelen introducirlos dentro de los elementos doctrinarios que
los identifica como iglesias pentecostales, como los dones otorgados por la divinidad
y el bautizo espiritual. Otro aspecto que tratan de cubrir es la formación institucional,
instruyendo a los nuevos miembros adscritos, en la historia y jerarquía interna de la
denominación. Esta clase es llamada “Reglamento”.

Después de la “Escuela Dominical” se continúa con las llamadas “clases


especiales”. En punto de las once y media de la mañana, la membrecía puede entrar
de manera voluntaria a las asesorías gratuitas que ofrece la Iglesia a los matrimonios,
personas solas (viudez o divorcio49) y noviazgos50. Estos grupos son mixtos, no
obstante, el contenido del material revisado y las consejerías impartidas por los
ministros, nos habla de una intención de orientar e instruir a las personas acerca de
cómo conducirse según su respectivo rol dentro de la familia, el comportamiento
adecuado en el noviazgo y el correcto estilo de vida cristiano.

Después de las clases especiales, se conceden 30 minutos de receso. Pasado ese


lapso, comienza el segundo servicio del domingo que transcurre similar al primero,
con la diferencia de ser dirigido por diferente membrecía y liderada por otro pastor.
Finalmente, al término del servicio, los presentes salen del edificio principal

48
Cada mes se revisa un tema doctrinario diferente, cuando estuve en campo pude presenciar los temas
referente a la oración, la lectura de la Biblia, el día del pentecostés, el ayuno, entre otras.
49
En este grupo, aparte de la reproducción de los preceptos bíblicas y doctrinarias, se busca que los
miembros expresen su situación como personas solas, dándose consejos entre todos para poder
enfrentar estados de soledad o tristeza.
50
Por lo general en esta clase se revisan otros temas de interés para los jóvenes, como el uso sano del
internet, el bulling, la presión de las amistades, la importancia de la educación, la consagración
Cristiana en la juventud, entre otros temas.

61
despidiéndose de los demás o conviviendo en el área del comedor, donde el
ministerio de cocina ya tiene preparado y a la venta diferentes platillos y bebidas.
Después, a las cinco de la tarde, inicia el tercer servicio que transcurre de la misma
manera, quizás con la diferencia de tener un menor grado de convocatoria que el
anterior servicio.

3.4. Instancias de socialización51 o resocialización52 especializadas en mujeres

Entre los datos observados al interior del Templo La Hermosa, un elemento clave
para entender la lógica por la que operan las instancias que reproducen la doctrina y la
normatividad impuesta al conocimiento del deber ser femenino, es una cuidada y
compleja sistematización de la educación cristiana por grupos de edad, pero sobre
todo por estado civil. Tenemos formación cristiana para noviazgos que va dirigida a
la membrecía soltera que oscila entre las edades de 18 a 30 años; para matrimonios y
personas solas, en donde convergen grupos de edad variados, se pueden encontrar
tanto personas divorciadas como personas viudas o solteras.

Esta clasificación por estados civiles al interior de las agrupaciones religiosas,


no es solo característica de religiones como las evangélicas; sus orígenes se remonta a
la Europa medieval, cuando la iglesia católica dividía a la humanidad en tres estados:
vírgenes, casados y viudos (Frugoni, 1991:33). La Hermosa toma en cuenta esta
clasificación para ofrecer una educación completa a cada uno de sus integrantes,
tomando en consideración la propagación de la doctrina pentecostal pero también la
constitución de sus identidades como hombres y mujeres. En esta tesis me concentraré
en la socialización o resocialización de las mujeres en la congregación.

51
La socialización es expuesta por Peter Berger como "los procesos por los cuales se enseña a una
nueva generación a vivir de acuerdo con los programas institucionales de la sociedad". Se entiende
como un proceso de aprendizaje en el que "se inicia a la nuevaga generación en los significados de la
cultura, se les enseña a participar en sus tareas establecidad y a aceptar los roles y las identidades que
constituyen su estructura social". De está manera los significados son objetivados e incorporados por el
individuo, lo moldean, representa y expresa (Berger, 1969:28).
52
Berger lo describe como “el proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos
sectores del mundo objetivo de su sociedad”. (Berger y Luckmann, 1969: 66)

62
3.4.1. Princesas y vírgenes

a) Sociedad de Misioneritas: Estrellas y Estrellas de Honor.


Objetivos53
1. Ganar a niñas y adolescentes para Cristo.
2. Presentar a la iglesia local y nacional un programa especializado en la atención y seguimiento a
los frutos obtenidos en los esfuerzos evangelísticos.
3. Desarrollarlas para Cristo en lo físico, mental, emocional, social y espiritual.
4. Proporcionar a las jovencitas un lugar donde se puedan formar para servir.
5. Instruírles acerca de la obra misionera en su país y en el extranjero.
6. Formar integralmente a la mujer cristiana del futuro como: esposa, madre, líder de su iglesia y su
comunidad

En el primer estado, los mujeres solteras y jóvenes, tienen una formación temprana de
los elementos que constituyen su identidad femenina. Desde su infancia, a las niñas
insertas en La Hermosa las van acercando a temas que están ligados a lo que se cree
será su posicionamiento en la estructura social, como hijas, estudiantes, futuras
madres y esposas. En esta dirección, La Sociedad de Misioneritas figura como la
instancia encargada de propagar los modelos de conducta los cuales las niñas y
jóvenes construirán un tipo ideal de ser mujer para la agrupación pentecostal.

Imagen 2.2.Emblema de la Sociedad


de Misioneritas en América Latina

La Sociedad de “Misioneritas” surgió en Estados Unidos en las Iglesias de las


Asambleas de Dios en el año de 1956, con la finalidad de orientar a las jóvenes en la
labor misionera. Con los años, esta modalidad se extendería al resto de las iglesias
latinoamericanas asambleistas, desarrollándose independiente de su predecesora.
Actualmente, cada iglesia en México y el resto de los países latinoamericanos cuentan

53
Cardenas, Noh, Franz, 2013, “Misioneritas. Por una misionerita salva y preparada en cada familia
mexicana”, Revista Aviva, núm. 8, pp. 25- 26.

63
con este ministerio,54 que se caracteriza por dividir a las niñas y jóvenes en grupos de
edad; de esta manera se manejan diferentes grupos y diferentes contenidos según las
agrupaciones por edad. Las clases que se contemplan se pueden apreciar en el
siguiente cuadro:

Cuadro 3.3. Grupos contemplados en La Sociedad “Misioneritas” en Templo La Hermosa. Información extraída de
su página web, entrevistas a las líderes generales del ministerio.

En los primeros grupos, —Margaritas y Rosas—, se trata de acercarlas al


universo simbólico religioso a través de historias bíblicas narradas de forma
entretenida para las niñas. En estas clases se utilizan métodos pedagógicos para lograr
el aprendizaje de los textos bíblicos, como el acompañamiento de música y alabanzas,
dibujos, representaciones teatrales y juegos infantiles. También en estas clases55, son
recurrentes los temas en donde abordan la importancia de la obediencia a los padres,
maestros y pastor. En tanto que, Estrellas y Estrellas de Honor, continúan abordando
las historias bíblicas y la obediencia a las figuras de mayor jerarquía, pero a través de

54
La Sociedad encargado de socializar a niños y jóvenes tanto en la doctrina pentecostal como las
normas y valores que convergen en su identidad como hombres, se le conoce como La Sociedad de
“Exploradores del Rey”. Las estrategias pedagógicas suelen ser similares a su correspondiente
femenino Misioneritas, diferenciándose en las prácticas que conlleva la adquisición de insignias. Por
ejemplo, mientras Misioneritas ofrece insignias de mérito en las prácticas de cocina y costura, en
Exploradores del Rey se trata de instruir a los niños en las labores campiranas, muy similar a las
prácticas que se gestan en el grupo de los Boy Scouts.
55
Las consejeras se apoyan del material impreso asignado por la editorial de las Asambleas de Dios,
con sus siglas ECCAD (Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de Dios) en donde se precisan
las clases, las citas bíblicas y las diferentes temáticas que se abordaran en clase.

64
heroínas femeninas del Antiguo como del Nuevo Testamento, instruyendo a las niñas
y jóvenes en los atributos y valores que se le desprenden de estos personajes
femeninas.

Al abordar cada una de estas figuras femeninas, las niñas y jóvenes tiene que
aprender las citas correspondiente a la clase; si lo logran, ganan la insignia
correspondiente a la heroína bíblica contemplada en clase. En total deben poseer ocho
insignias que se asocian con la primera letra que compone la palabra “Estrella”, éstas
son: “Ester”, “Sarah”, “Tabita”, “Ruth”, “Elizabeth”, “Loida”, “Lidia” y “Ana”, la
obtención de cada una de estos símbolos, permite a las niñas pasar al siguiente nivel
en La Sociedad de Misioneritas, que es la clase de Estrellas de Honor.

Entre las actividades contempladas por estos grupos, se encuentran las llamadas
“clases especiales”, en donde se busca instruir a las jóvenes a desarrollar cualidades
tanto cívicas, sociales y labores domésticas, estas últimas se llevan a cabo en los
talleres de cocina y costura. Cuando las jóvenes terminan exitosamente cada uno de
estas modalidades, se les obsequia una insignia de mérito; la totalidad de estas
insignias permite acercarlas al mayor reconocimiento que puedan recibir las jóvenes:
la ceremonia de coronación, que representa la graduación de éstas al interior de la
Sociedad. En este evento se invita a la congregación y sobre todo familiares, a que
formen parte de la ceremonia de coronación56. Por lo general, a las jóvenes que
recientemente se han graduado de “Misioneritas”, se les motiva a continuar
involucrándose, ya sea como consejeras57 o asistentes en el interior de La Sociedad.

Como se puede observar, Misioneritas busca formar a niñas y jóvenes dentro de


los preceptos doctrinarios que se inscriben en las Asambleas de Dios, pero también
integra otras dimensiones educativas, como acercar a las niñas al trabajo misionero,
instruirlas en la serie de preceptos institucionales como la instrucción de las normas,
costumbres y reglas que se precisan en la denominación y en la iglesia local.

56
El evento de coronación incluye la visita de alguno de los presbíteros o pastores del concilio a nivel
distrital, a quien se le solicita impartir un mensaje dedicado a las jóvenes graduadas.
57
“Consejeras” es el nombre designado a las profesoras que imparten los cursos en las diferentes
modalidades de La Sociedad de “Misioneritas”. Las asistentes figuran como mano derecha de las
consejeras.

65
Finalmente, otro de los objetivos es educarlas dentro de las pautas de comportamiento
que proyecten un marcado estilo de vida moral y ascético.

Aunque pareciera que esta socialización se distingue por la calidad de


convicción cristiana de las niñas y jóvenes, en realidad busca moldear las identidades
de las niñas a favor de una feminidad valorada por la agrupación. En esta dirección, se
orienta a las niñas a familiarizarse con los modelos femeninos establecidos por la
agrupación. Muestra de estas asignaciones, las encontré en la clase de “Estrellas de
Honor” donde se contempló el personaje bíblico de “Ana”, para acercarlas y guiarlas
acerca del “matrimonio cristiano”.

La mujer por naturaleza siempre quiere soñar. […] Siempre la mujer es como bien soñadora,
le gusta soñar en grande. Por ejemplo, la mujer sueña con encontrar su “príncipe azul”;
casarse con su príncipe azul, tener la boda de su sueño, el carro de su sueño, su mansión.
¿Nunca han soñado con tener una mansión? ¿Qué más han soñado como mujeres? Un closet
lleno de ropa y lleno de zapatos. Cuando la mujer encuentra un muchacho, ¿qué es lo primero
que piensa? Que es el amor de su vida. Y cuando a esto le agregamos un anillo, ¿qué
pensamos? “No, pues ya me case”. Cuando a esto le agregamos el casarnos, después viene el
formar una familia. ¿Nunca han soñado cuántos hijos quieren tener? Le agregamos hijos,
hijitos de ojos azules, ojos verdes… La mujer, les digo, por naturaleza siempre ha sido así,
muy soñadora, le gusta como tener lo mejor y todo eso. Cuando encuentre su príncipe azul,
para ella es como “¡wow!”. Su sueño ya se está cumpliendo cuando se casa, pero ya cuando
forma una familia se puede considera que la mujer es totalmente o… Bueno, no totalmente,
pero se puede considera que es feliz.

Con una marcada combinación de los elementos que se creen propios de la feminidad,
y aderezado de imágenes sentimentales que obedecen a estereotipos asociados con el
amor, la consejera busca mantener divertida y entretenida la clase para adentrarlas al
tema principal: la importancia de seleccionar una pareja que comparta las mismas
creencias religiosas, para juntos formar un matrimonio cristiano.

Elizabeth, era una chica que buscaba de Dios. Para casarse ella, ¿qué busco?, un hombre que
buscara también de Dios. Entonces, cuando ustedes escojan a un chico, no se fijen en chicos
que ni siquiera buscan de Dios, chicas, buscan a chicos que no nada más porque vengan a la
Iglesia, tampoco se fijen en ellos, tienen que ser chicos que por sus frutos los conoceréis. Si es
una persona que ama, si es una persona que es amable, si es una persona que tú la vez orando,

66
sirviendo, no necesariamente que ore ya es súper bien, pero tú también tienes que ver cómo se
relaciona con sus papás.

Ampliando esta idea, no solamente las clases que se gestan en Estrellas de Honor
tienen la finalidad de instruirlas dentro de los elementos que conforman una “buena
cristiana”, sino que en esta misma dirección se orienta a las jóvenes a que busquen
pareja dentro de las iglesias evangélicas. Asimismo, también se induce a que se
piensen como futuras esposas, es decir, como próximas “ayudas idóneas” que apoyen
a sus esposos en la realización de su liderazgo:

Alice sigue a su esposo58


Entre las altas cumbres de los Andes, en la ciudad de La Paz, capital de Bolivia, un alto y
apuesto joven de ascendencia quechua oyó la voz de Dios que lo llamaba a la obra. David
estudiaba arquitectura en la Universidad, pues deseaba llegar a construir grandes edificios.
Como fiel creyente deseaba hacer la voluntad de Dios. En un retiro de jóvenes, oyó un
mensaje de su pastor sobre la unción de Dios en el pulgar de la mano derecha para servir, en la
oreja derecha para oír su voz y en el pulgar del pie derecho para andar en su voluntad. Así
escuchó la voz de Dios que le decía: “Te necesito en el ministerio”. Entonces contestó David:
“Señor, te voy a edificar grandes templos y ganaré mucho dinero para ayudar a los pastores .”
[…] Viajó bastante por Argentina y Uruguay para predicar en varias campañas evangelistas.
Allí oyó hablar de una joven alta y rubia de ojos grises que se había graduado del Instituto
Bíblico y ahora era pastora. ¡Una joven pastoreando una iglesia! ¡Oyó hablar de sus talentos,
de lo bien que predicaba, que amaba la obra y que era rubia! El siempre le había dicho a Dios
que le gustaría tener una esposa rubia. David sólo vio una vez a Alice durante una campaña
que él realizó en la iglesia donde ella era pastora. Luego comenzó a escribirle. Ambos oraban
mucho y pedían a Dios que les guiara en su voluntad. La compañera que David había pedido
a Dios tenía todas las características de Alice. Se escribieron bastante. Por fin llegó el día en
que ella recogió sus pertenencias, como Sara hizo cuando dejó su hogar en Ur para seguir a su
esposo Abram y, fue con David a su amado país, Bolivia. […] Alice se convirtió en una buena
esposa y puso sus talentos y preparación dentro del molde del ministerio de David. Era amable
bondadosa y noble. Después de un tiempo pastoreando en Oruro, la alta ciudad andina de las
minas de estaño y plata. La altura allí afecta mucho al corazón, hay poco oxigeno y es difícil
respirar. Allí Alice enseñaba en la Escuela Dominical y en el Instituto Bíblico que ellos
fundaron. Predicaba en los cultos, atendía la Iglesia en ausencia de David y criaba a sus hijos.
Tienen seis hijos: Luis David, Pablo, Evangelina , Raquel, Joel y Benjamín. Actualmente
viven en la selvática ciudad de Santa Cruz de la Sierra donde pastorean la iglesia central.
Alice se desempeña como Presidenta Nacional del Concilio Misionero Femenil de Bolivia.

58
Expositor de Estrellas, dedicado a niñas entre las edades de nueve a doce años.

67
Viaja mucho por todo el país para visitar las iglesias, a veces en medio de la nieve de los
Andes o en el sofocante calor del trópico. Alice ha seguido su preparación ministerial en
ISUM, Instituto de Superación Ministerial, aun después de casada. Ha aprendido a ser una
feliz sierva de Dios y una buena esposa y madre.

En este texto se ejemplifican los elementos valorados por la agrupación y que son
usados para moldear a las jóvenes en una identidad femenina y cristiana, que orienta
sus aspiraciones a las cualidades de ser una buena esposa y compañera para el esposo
que ejerce funciones pastorales, aún si ésto significa sacrificar sus propios proyectos.
Por otro lado, en una de las clases dedicada al personaje bíblico de “Loida”,59se
contempla la obligación materna que las niñas y jóvenes tendrán de educar a sus hijos
dentro de los valores cristianos, así como de inculcar la religión para la posible
conversión. De esta manera se le atribuye a la madre la reproducción del sistema de
valores que sostienen el orden social existente.

La religión, como sistema simbólico que modela la conducta de sus integrantes,


es un referente importante para la reproducción de la tradición, pero sobre todo de las
creencias, formulando lo que en palabras de Hervieu-Léger denomina el “linaje del
creyente”(Hervieu-Léger, 2005:143,167). En esta dirección, las niñas y jóvenes que
son socializadas en estos espacios, se les adjudica este linaje que permite que
interioricen, conserven y reproduzcan a su manera, las normas, valores y costumbres
que se inscriben en la tradición defendida por la religión, para que, posteriormente,
desarrollen y continúen en el linaje de creencia marcada por la conservación de la
tradición valorada y legitimada por el sistema simbólico religioso. Más adelante
continuaremos ampliando esta idea, pues conforme las mujeres se integran a otros
espacios de formación, se va acentuando esta constancia por conservar y reproducir
un conocimiento en el cual los roles y valores tradicionales tienen un lugar central en
la configuración de su identidad religiosa femenina.

Otra de las temáticas revisadas en estos espacios de formación, son las


relacionadas con la normatividad impuesta a la sexualidad de las mujeres, pero sobre

59
En el discurso bíblico, Loida figura como la abuela de Timoteo, a quien constantemente se le asocia
con Pablo de Tarso, como uno de sus más fieles colaboradores (Thompsom, 1973: 55)

68
todo lo que concierne al uso temprano de su sexualidad, pues recordemos que en el
caso de las agrupaciones evangélicas, las prácticas sexuales prematrimoniales son
enérgicamente prohibidas, orientando a la membrecía joven y soltera a preservar su
castidad hasta el matrimonio. En varias ocasiones, dentro de los grupos de Estrellas de
Honor y las pláticas dedicadas a los noviazgos, tuve la oportunidad de escuchar los
reiterados discursos que tratan de exhortar a los jóvenes —mujeres y hombres— a no
cometer actos de “fornicación”. No obstante, me pareció que se ejercía mayor énfasis
en estas temáticas al interior de las clases dedicadas a las mujeres jóvenes, en especial
en Misioneritas.

Esta asociación entre virginidad y feminidad es un dispositivo de regulación que


por muchos años ha prevalecido en la cultura mexicana heredera directa de un ethos
católico y una cultura europea, que refuerza y reproduce modelos en los cuales la
“virginidad”60 es uno de los ideales prevalecientes en la constitución del “deber ser”
como mujer joven y soltera , apoyada por uno de los elementos con mayor devoción
entre los creyentes católicos: la figura de la virgen María (Dalton, 2007:201). Pilar
Gonzalbo (2007:175), en su amplio estudio sobre la vida cotidiana en el México
colonial, revela los códigos morales imperantes en las clases privilegiadas que dan
cuenta de la instrucción temprana que recibían las mujeres para conservar su virtud,
apoyando la tesis de un histórico condicionamiento que induce a las mujeres solteras a
comprometerse con estas cualidades aún si representa una asimetría simbólica ante
sus cónyuges masculinos desprovistos de estas exigencias.

Herederas de este cuadro de ideas, las iglesias evangélicas han difundido


ampliamente estas concepciones entre la feligresía femenina. Anteriormente, las
iglesias históricas protestantes, en sus inicios por el continente americano, impulsaban
la educación de las mujeres jóvenes con la intención de reproducir un modelo de
mujer cristiana que rescatara el espíritu liberal prevaleciente en el siglo XIX, con las
concepciones intelectuales y morales propias de una ética protestante que pregonaba

60
Anteriormente se vigilaba la virginidad de las mujeres casaderas, como una forma de asegurar la
paternidad del cónyuge y así garantizar el linaje sanguíneo de los hijos que iban a heredar las riquezas
del padre (Dalton, 2007: 201).

69
una vida austera, espiritual y con un alto sentido de los códigos morales, incluyendo
la vida sexual. (Bastian, 1997:176).

En varias ocasiones que tuve la oportunidad de conversar con las jóvenes de La


Hermosa, me señalaban su desacuerdo en torno a las relaciones de larga duración
dentro de las fronteras de la Iglesia, pues la pareja podría ser acreedora de rumores y
chismes entre la feligresía, quienes podrían sospechar o dudar de la castidad de la
pareja. Si el noviazgo terminara, en la opinión de las jóvenes, a la mujer le sería más
difícil emprender otra relación dentro de la congregación, pues estaría “quemada”
ante la membrecía masculina. Estas percepciones entre las jóvenes se pueden apreciar
en las siguientes líneas, cuando una de las entrevistadas opina acerca de los noviazgos
largos al interior de la Iglesia:

Porque ya te quemaste con todo el mundo que anduviste con él, ¿si me entiendes cómo? […] a
lo mejor yo no voy a pensar que se acostaron pero a lo mejor otras personas si lo van a pensar.
A lo mejor yo no soy tan religiosa, pero los hombres que a lo mejor le gusten sí lo van hacer.
Yo he visto estas opiniones con los hombres de la Iglesia. Opinan que no, que debemos de ser
vírgenes.

Siendo una de las nociones que devienen con la tradición defendida y perpetuada por
las agrupaciones de corte evangélico, la virginidad es ampliamente valorada por la
congregación revisada, pues demuestra una concordancia con el estilo de vida
ascético y moral que las distingue como miembros que orientan su vida en un
prototipo de santidad cristiana. Incluso las jóvenes reconocen los privilegios que
representa mantener la castidad, o al menos cierta “aura” de castidad, pues permite
seleccionar a los mejores partidos entre los hombres de la Iglesia, obtener cargos
privilegiados como el diaconado, pastorado o algún cargo administrativo, pero sobre
todo, mantener una apariencia adecuada ante la feligresía y su simpatía. Estas
concepciones entre la mujeres, permiten sugerir una correspondencia directa entre la
virtud y el reconocimiento al interior del campo religioso.

Sobre este tema, Misioneritas, a través de los grupos enfocados en las jóvenes
mujeres, promueve la castidad y reprueba los ámbitos seculares que los informa y
guía este tema, entre ellos la escuela, pues se piensa que los ínsita a ejercer su

70
sexualidad antes del matrimonio. A partir de lo revisado en la clase de Estrellas de
Honor, se busca orientar de manera cristiana a las jóvenes en estos temas,
prevaleciendo el valor de la castidad por encima de los placeres mundanos que optan
por privilegiar la carnalidad en lugar del espíritu, pero sobre todo se busca que las
jóvenes se alejen de los eventos críticos que podrían orillarlas a transgredir los valores
morales, como fiestas seculares donde sea común el consumo de alcohol o propiciar
situaciones en las cuales hombres y mujeres puedan llegan a intimidar más de lo
debido.

Otro de los enfoques donde prevalece la continua vigilancia y control, es en lo


que respecta al cuerpo de las jóvenes, en especial en lo que concierte a su
presentación. Si bien la Hermosa es flexible en relación a las pautas que prevalecen en
la indumentaria, persisten ciertos códigos normativos que tratan de inducir a las
mujeres al uso de vestidos y faldas, o la pertinencia en emplear poco maquillaje e ir
vestida correctamente, sin atuendos entallados o escotes pronunciados. En un primer
vistazo a las dinámicas de La Hermosa, estos requerimientos podrían parecerlos
mucho menos cohesivos y apabullante que otras agrupaciones pentecostales61, más si
observamos con detenimiento los códigos normativos que imperan en la agrupación,
podemos observar que, aunque no estén expuestos textualmente en su reglamento
interno, constantemente los líderes eclesiásticos, ministros y miembros, exhortan a las
mujeres al uso de falda y vestido, por lo menos en los servicios gestados los días
domingo 62 . Para las mujeres más jóvenes, estos requerimientos normativos son
inducidos a través de los espacios de formación cristiana, entre ellos La Sociedad de
Misioneritas. Como parte del contenido pedagógico, a las niñas y jóvenes
pertenecientes a dicha Sociedad, se les instruye de manera detallada acerca de los

61
Otros trabajos similares dan cuenta de las pautas establecidas por Iglesias pentecostales en relación al
tema de la indumentaria femenina. Así, autores como Elizabeth Juárez Cerdi (2007); Ester Espinoza
(2014) y Carolina Rivera Farfán (2007), describen el tipo de vestimenta que se les exige a las mujeres
usar dentro y fuera del espacio religioso, como el uso de vestidos y faldas largas, velos, el poco o nulo
empleo de maquillaje y una asimilación de austeridad reflejada en la presentación de la mujeres.
62
Después de la conversión, a los nuevos integrantes de La Hermosa se les instruye acerca de los
códigos de vestimenta apropiadas para frecuentar la Iglesia, estas indicaciones tienen lugar en una de
las clases ofrecidas en la Escuela Dominical llamada “Reglamento”, donde se les induce a presentarse
conforme a su género.

71
códigos referidos a la presentación, llevando a cabo una cuidadosa instrucción de su
imagen incluyendo la reproducción de las normas y reglas proyectadas al cuerpo,
como se puede apreciar en las clases de Estrellas y Estrellas de Honor, donde se les
enseña las formas correctas de caminar, sentarse y mantener en posición erguida
espalda y cuello63.

Imagen 2.3. Parte del contenido educativo acerca de cómo pararse,


dentro de la clase de Estrellas, Misioneritas.

Imagen 2.4. Las formas de cómo sentarse. Estrellas, Misioneritas.

63
Cabe destacar que esta instrucción de técnicas corporales no solo suceden en el interior de las clases
de Misioneritas, su homóloga masculina, Exploradores del Rey, también regula e incorpora normas
referentes al porte y la indumentaria, solo que en un tono que recuerda a la instrucción militar.

72
Imagen 2.5. Parte del contenido educativo del grupo Estrellas, en el marco de la sociedad de Misioneritas

Norbert Elias (1930), en su clásico ensayo de sociología histórica, aborda el origen


social de un gran numero de códigos de cortesía, higiene, presentación corporal e
interacción social, descubriendo un marcado vinculo con las costumbres, normas y
reglas morales que prevalecen en diferentes temporalidades históricas (Elias, 2001:
201-209). Una de las dimensiones sociales en los cuales fue cada vez más notoria la
censura y control, fue con la presentación del cuerpo ante la sociedad. Elias, distingue
cómo las expresiones corporales se fueron vigilando y delimitando a la escena
privada, regulando todo acto corporal considerado para la sociedad, epítome de las
buenas costumbres, indebido, vergonzoso o vulgar ( Elías citado por Le Breton, 2002:
21-22).

Foucault, por su parte, revisa la función de los mecanismos disciplinarios que sujetan,
regulan, vigilan y controlan los cuerpos, a partir de una inscripción simbólica que los
marca y traza dentro de los parámetros de sentido y significado. Para el autor, la
disciplina expresada por las instituciones sociales permite constituir “cuerpos
sometidos” y “cuerpos dóciles” gracias a una lógica minuciosa que establece
pequeñas reglas que normativizan el cuerpo y permiten alejarlo de las conductas,
actitudes y prácticas que incidan en una “desviación” social, fuera de la normatividad
impuesta para el cuerpo, imperando una racionalización que se proyecta gracias a una
marcada estructuración que permite contemplar cuerpos disciplinados y que se
acomodan a los parámetros normativos (Foucault, 2009: 160, 171, 209). Con mayor
detalle, Foucault revela la multiplicidad de procesos implícitos que delimitan y

73
somatizan cada parte del cuerpo, instaurándose en los sujetos técnicas minuciosas que
operan gracias a una “microfísica del poder”, que somete al cuerpo en una red donde
se tejen normas, reglas, códigos que se ejercen y que permiten dosificarlo. (Foucault,
2009: 161; Foucault citado por Valenzuela: 2009:24).

Bajo estos referentes teóricos, se puede agregar otro elemento discursivo


prevaleciente en la construcción de la identidad femenina, auspiciándose lo que
Bourdieu nombró como un habitus encarnado en el propio cuerpo de los actores
sociales, produciendo una percepción diferenciada, pero sobre todo asumida a través
de la inducción y rutinización de los movimientos corporales. Dichos códigos
normativos, como bien señala Elias (1930), provienen de un sistema simbólico
cultural, sostenido históricamente y que logra permitir pensarse como un cuerpo
diferenciado.

Por su parte, Judith Butler(2007), desde una perspectiva teórica feminista,


reflexiona acerca de cómo se formula la identidad femenina desde una óptica corporal
que de cuenta del aprendizaje de movimientos, gestos y ordenamientos corporales que
se logra a través de una incesante reforzamiento educativo de las inscripciones
culturales que regulan estas expresiones corporales. Butler identifica tres dimensiones
para la constitución de la identidad femenina que involucra el cuerpo: “el sexo
anatómico, la identidad de género y la actuación de género” (Butler, 2007: 268), está
última implica la actuación reiterada de actos a través del tiempo, estos actos son
formas establecida de pensarse como mujer, a partir de una clasificación que delimita
los movimientos, gestos y presentación física en un marco significativo de lo que
debe “representar una mujer”. Estas consideraciones constituyen el encuadre teórico
de Butler conocido como performatividad y que da cuenta de la rutinización 64

64
Anteriormente, Erving Goffman (1980:53) se detuvo en la idealización de las rutinas ejercidas por
los actores sociales para representar adecuadamente los roles con la que otros actores los identifican.
Para el autor, estas escenificaciones permiten asimilar los estereotipos implicados en las
representaciones dadas por los roles de género. Para ello se requiere de la puesta en práctica de las
insignias de presentación que se asocian con la identidad femenina, como conducta, porte, modales,
vestido y peinado, a lo que el autor denomina la presentación del self. (Goffman citado por Lamas,
2015).

74
corporal, como uno de los elementos clave para entender la construcción de la
identidad de género.

No obstante, aun cuando se instruye a las niñas y jóvenes a controlar y vigilar su


propio cuerpo, gracias a la inscripción de normas y reglas que regulan sus
movimientos y esconden lo que “debe ser ocultado”. Estas directrices también
permiten acercarnos a la idea de una tentativa por marcar el cuerpo de los elementos
religiosos que exige de sus más jóvenes adeptas, la construcción de un cuerpo que
refleje disciplina y dominio propio. Por otro lado, la reiteración de este discurso
dentro de dos cursos de Misioneritas (Estrellas y Estrellas de Honor), nos introduce al
continuo reforzamiento de los habitus femeninos, en los cuales la vestimenta juega un
papel normativo importante, pues logra proyectar una diferenciación y construir las
disposiciones necesarias para asumir su identidad como jóvenes mujeres pentecostales
en contraste con otras alteridades religiosas en las cuales no es requisito el uso de
faldas y vestidos al interior de la iglesia.

A parte de la inducción de los códigos en torno al cuerpo de las jóvenes,


también se les incentiva a cuidar su imagen corporal a través de ejercicios y juegos
que permiten alimentar los aspectos estéticos que, por lo general, son temas que
logran captar la atención de las jóvenes pendientes de su aspecto físico. Una idea más
en sintonía con la sociedad actual, pendiente en construir y mantener la belleza física,
en especial la de las mujeres (Lipovetsky, 2007). Tal es el caso de las mismas
actividades pedagógicas que se comprenden en la clase de Estrellas de Honor, que
buscan que las niñas se diviertan, por ejemplo escogiendo el estilo de vestido para
casarse, o disponer de revistas de moda eligiendo las prendas que se acomoden a los
códigos referidos a la vestimenta pero sin dejar de lucir bonitas. Otro ejemplo, lo
podemos observar con el convivio anual navideño de la sociedad de jóvenes, los
“Premios Juventud”, donde se elige a la joven más bella y al joven más guapo65.

65
Estos premios se celebran en el marco de las festividades navideñas, cuando los jóvenes llevan a
cabo su posada. Entre las categorías premiadas en esta celebración, se encuentra las mujeres y hombres
más populares; para jóvenes(a) más simpáticos, los más espirituales, los que cuentan con mayor
asistencia, el mejor o la mejor músico, entre otras premiaciones. Al ganador se le da una especie de
trofeo. Curiosamente la categoría de belleza es la decisión que más debate suscitó entre los jóvenes.

75
Aquí conviene agregar que existe un giro interpretativo en torno a la belleza
femenina, y es que está se asocia a un esquemas representativos que se apoyan de
lecturas bíblicas en las cuales prevalece cierto desdén, sospecha y desgracia por la
belleza femenina (Lipovetsky, 2012:104). En la Biblia, por ejemplo, la hermosura de
los personajes (Sara, Salomé, Betsabé, Tamar) trae como consecuencia la transgresión
de las normas de Dios, logrando que el hombre caiga en pecado o se vean envuelto
en situaciones difíciles. El pensamiento católico medieval reforzó estas concepciones
al identificar y asociar la maldad con la carne, y en especial la carnalidad representada
por la belleza corporal de las mujeres, bajo el supuesto que ésta ínsita a los varones a
caer en el pecado de la fornicación, como lo hiciera Eva con Adán. (Dalarun, 1992:
26, 38).

Estas concepciones permiten vislumbrar la necesidad de ordenar, regular y


vigilar el cuerpo y la sexualidad de las mujeres, pues se pensaban desconcertantes o
peligrosas para la transgresión de la moral cristiana. No obstante, inaugurado el siglo
XX, las concepciones hacia el cuerpo de la mujer han tomado nuevos rumbos, sobre
todo para las sociedades contemporáneas que se enmarcan en una lógica de consumo,
como occidente. Prueba de ello es la democratización e individualización de la belleza
que permite a las mujeres esculpir y controlar su cuerpo como les plazca, aún si están
mediadas por los cánones estéticos de la sociedad occidental. Esta individualización,
menciona Lipovetsky, representaría un logro ante una sociedad tradicional presente
aún en sectores rurales y tradicionales de todo el mundo, que condiciona la
presentación y el cuerpo de la mujer a los designios de la maternidad y al placer
contemplativo del esposo en el hogar. En esta dirección, La Hermosa no está exenta
de las transformaciones inauguradas con la modernidad, aun cuando promueva
modelos tradicionales que conlleven a este resguardo de las formas femeninas; el
cuerpo, o al menos la belleza de la mujer es admitida y permite evidenciarse aunque
sea bajo los términos normativos que imperan en la indumentaria femenina.

La instrucción precisada en La Hermosa implica la reproducción de códigos


culturales que van trazando las configuraciones de orden, clasificación y delimitación
de los movimientos corporales y la presentación física a un cuadro simbólico
identificado como lo propio de la feminidad. Pero también está disciplinada bajo los
imperativos normativos que regulan el cuerpo para borrar toda forma de erotismo bajo

76
el argumento de la peligrosa belleza física de la mujer como arma que podría orillar a
los hombres a cometer actos que transgredan el estilo de vida de excelencia moral. Sin
embargo, estas inducciones no son del todo cohesivas pues se motiva a las jóvenes a
cuidar su imagen corporal pero a través de los lineamientos permitidos por la
agrupación. Estos criterios tienen como argumento el respeto a la Iglesia como
espacio donde se manifiesta lo “sacro”, que deviene de los ritos y ceremonias de la
Iglesia el espíritu de Dios. Paralelamente, estas normas también forman parte del
proyecto de construir lideres y trabajadores en la obra de Dios, que cumplan con estos
modelos corporales que tratan de imponer respeto y autoridad ante la congregación,
como veremos más adelante.

3.4.2. Sexualidad y juventud

b) Clase de noviazgos
Creyendo que el verdadero amor espera, yo hago un juramento delante de Dios, de mi mismo, de mi
familia, amigos, mi futura pareja, de mis futuros hijos, para abstenerme de cualquier actividad sexual
desde hoy hasta el día en que entre al santo estado del matrimonio bíblico.66

Otra de las instancias de socialización, se lleva a cabo a partir de las clases especiales
que ofrece la Escuela Dominical; el grupo dedicado a los noviazgos. Dentro de los
discursos prevalecientes en clase, se encuentra la necesidad de mantener su castidad
intacta hasta el matrimonio, pero sobre todo, pensar en el noviazgo como un primer
paso para decidir contraer nupcias, incentivando a los jóvenes a pensar en el noviazgo
en tanto estén física, mental y materialmente maduros para aventurarse a tomar una
decisión de “ese calibre”.
Yo sí creo correctamente y firmemente que el noviazgo es un paso para el matrimonio. Yo
siempre he marcado que el noviazgo no es para jugar, no es para… "hoy sí y mañana no y
haber, pruebo otro, sí me gusta el de caramelo, el de chocolate, el de vainilla", yo no estoy de
acuerdo en eso, ni tampoco estoy de acuerdo en que jovencitas tan pequeñas anden de novias
cuando todavía no ha llegado a su madurez sentimental, a su madurez físico. Y, yo estoy muy
en desacuerdo de eso, yo siempre he marcado que cuando una mujer tiene bien consciente,
¿qué es el noviazgo?, es su oportunidad para andar de novios. El noviazgo es una apertura y
un ente entre el matrimonio. Y es cierto que el noviazgo sirve para conocer a nuestro

66
2014, “La sexualidad bíblica” El desafío juvenil, Expositor Vencedores, maestros, ECCAD
Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de Dios.

77
compañero o compañera pero no para probar de aquí de allá ni de allá, sino conocerlo
correctamente y si no se da, es correcto, poder terminar, permitir que sane una relación y
volver a funcionar otra, si es eso … Más sin embargo, siempre he tenido bien consciente que
nuestras jovencitas y jovencitos deben tener bien conscientemente que, sí se quieren casar,
éntrele al noviazgo67.

El siguiente discurso es parte de una conferencia dedicada a los jóvenes en el marco


de la celebración del “Amor y la amistad” (14 de febrero, 2015), titulada, “Antes del
altar”. En esta plática fueron comunes las referencias al comportamiento ideal de
hombres y mujeres en el noviazgo, y a los requisitos que ambos deberían de poseer
para estar listos para decidir casarse.

[…] la Iglesia tiene la responsabilidad de dar la cultura de que el noviazgo es una preparación
para el matrimonio y no es para perder tu valiosísimo tiempo, y la valiosísima economía de tu
familia. La Iglesia es responsable de los jóvenes que están aquí, los padres son responsables
de tener a los jóvenes con la mentalidad siempre de que van a tener principios bíblicos;
entonces, eso viene desde la casa también. Entonces, cuando tú tienes una relación de
noviazgo es porque estás en conciencia del tremendo problema que te vas a meter. Mira, entre
más te metes en una relación de noviazgo, más van a hablar de ti. Y más si andas cambiando
de novio como de camisa. Porque hay señoritas, de verdad, cinco novios han tenido en la
Iglesia y que tienen amplio testimonio. Mira, una relación tiene que ser sana, si tú metes mano
no esperes que Dios bendiga esa relación. ¿Sí me escuchaste? Si tú metes mano, o permites
que te metan la mano, ¡escúchame!, es en serio, no esperes que Dios bendiga esa relación.
Porque Dios bendice a los que le honran. Si tú tocas a una señorita antes de casarte, ¡cuidado!,
porque lo mismo le van hacer a tu hija. […]Si no respetas a alguien, no esperes que te
respeten, que Dios no va bendecir esa relación. Por eso yo entro en un conflicto que las
Iglesias se están embarazando las muchachas, y ya esperando meses estén llegando al altar. Y
luego, como les dije al principio, publican en “Facebook”: “el angelito que Dios nos mando”.
O sea, está bien, yo creo que Dios perdona los pecados, y creo que el bebé que viene en
camino no tiene la culpa de lo que hacen sus padres, pero tú tienes entonces que construir una
reputación, porque la reputación tarda 10 años en construirse y 10 segundos en destruirse.

Uno de los mecanismos discursivos usados con frecuencia para regular e inducir en
los jóvenes el temor y las consecuencias que prevalecen si se llega a la transgresión,
son los embarazos no deseados y la propagación de enfermedades de transmisión
sexual. Aún con la existencia de métodos anticonceptivos, estas no son consideradas

67
Entrevista con la Pastora Judith Ibarra, 17 de diciembre de 2014.

78
antes del matrimonio, por lo tanto la transgresión, el pecado que podrían cometer las
jóvenes tiene consecuencias se cuide o no su actividad sexual, pues va en contra de
los principios bíblicos.

Bueno, cuando entrar a la parte de las clases de los jóvenes, se les habla de la importancia del
matrimonio, del respeto a su cuerpo, de los valores de autorespetarse y de las consecuencias
de las caricias que te pueden llevar a esto, que te pueden llevar al acto sexual y que luego te
vas arrepentir y todo eso. […] si tú vas a ejercer tu sexualidad, ve despierta de que puedes
adquirir una enfermedad venérea, que puedes tener un embarazo no deseado, y que puedes
tener un problema de abuso psicológico, y cada uno de esas tres cosas te da una consecuencia,
y estás preparada para la consecuencia, cuántas adolescentes que querían hacer una carrera, un
proyecto de vida se embarazaron, y su carrera y su trayecto de vida trono. Cuántas mujeres
dijeron por primera vez "ay, pues se metieron con un muchacho guapo" pues ese muchacho
guapo les pego una enfermedad que les impidió tener hijos, o peor aún, sida que ya les
condeno a vivir medicadas el resto de su vida y hasta la muerte, entonces, a esa realidad es a
lo que quieren las escrituras evitar. Pero la sociedad siempre va en contra de una justificación
para su forma de vida. Si quiere mucho sexo "es que yo soy así". No, no, no somos animalitos,
la justificación siempre la va encontrar el pecador, el vicioso, por qué, porque es una manera
de poder aceptarse como persona68

Estas consideraciones remiten a lo que anteriormente Mary Douglas afirmó acerca de


las consecuencias de transgredir los tabúes existentes en sociedad, sobre todo las
ligadas al mantenimiento de un orden acorde con las ideas de lo limpio y lo sucio y
donde se trata de mantener las reglas que, de manera consensuada, se imponen a los
miembros para alejarlos de estas transgresiones. En uno de los aspectos revisados por
Douglas, la amenaza de contaminación esta fuertemente vinculada con las
transgresiones de corte moral (Douglas, 1973:175). Como menciona, “las reglas de
contaminación pueden servir para resolver problemas morales inciertos”
(ibídem,177), como lo sería la transgresión de mantener prácticas sexuales antes del
matrimonio o la masturbación. Para Douglas, existen reglas de contaminación que
están dirigidas a evitar o sancionar infracciones morales y que sirven para advertir
ante un peligro inminente:

1) Cuando una situación está moralmente mal definida, una creencia de contaminación puede
proporcionar la regla que determine post hoc si ha tenido o no lugar la infracción.

68
Entrevista al Pastor Alejandro Montalvo, 18 de diciembre 2014.

79
2) Cuando los principios morales entran en conflicto, una regla de contaminación puede
reducir la confusión por el simple hecho de proporcionarle un motivo de inquietud.
3) Cuando una acción que se consideran moralmente mala no provoca indignación moral, la
creencia en las consecuencias perjudiciales de la contaminación puede tener el efecto de
agravar la importancia de la ofensa, y de alinear así a la opinión pública del lado de lo que es
justo.
4) Cuando las sanciones prácticas no refuerzan la indignación moral, las creencias de
contaminación pueden proporcionar un medio de disuadir a los posibles malhechores
(Douglas, 1973:180).

Está explicación sugiere pensar que las concepciones de virginidad y las


relaciones sexuales prematrimoniales sostienen una idea per se de las consecuencias
que se gestan al desobedecer las normas que rodean a la sexualidad. Entre los
discursos que se destacan ante las transgresiones, se desprende el embarazo
indeseado, las enfermedades de transmisión sexual y las enfermedades mortales.
Tales explicaciones se apoyan en concepciones de desorden y castigo natural, pero
también de consecuencias sociales, este último apela al estigma o al desprestigio de la
mujer.
Sobre las cualidades ideales prevalecientes en el discurso religioso acerca de las
mujeres, en estos espacios dedicados a reproducir la doctrina religiosa, se presentan
ciertos elementos que ofrecen pistas del continuo reforzamientos del conocimiento
normativo sobre el “deber ser” femenino. En una de las clases expresadas en el grupo
de jóvenes y noviazgos, se ofreció una plática sobre el modelo de mujer joven
cristiana, ya que ese día domingo, ocho de marzo de 2015, se celebraba el día de la
mujer. Este discurso fue expresado por uno de los líderes eclesiásticos de La
Hermosa, diácono y encargado de la fraternidad universitaria; joven de 28 años que
ejerce la abogacía fuera de la congregación. En esta clase, en particular, se explicó el
motivo de la celebración, señalando críticamente los cambios percibidas en las
recientes décadas acerca de la condición de la mujer y su visible transformación en el
panorama mexicano, prevaleciendo un discurso que apela a los roles tradicionales de
la mujer pero no limitando su formación tanto educativa como laboral. En cambio, sí
prevalece la desaprobación a consideraciones anómicas como por ejemplo, la
influencia que puedan representar las prácticas mundanas en la conformación de la
identidad femenina y que, consecuentemente, dañan el estilo de vida que trata de
resguardar el comportamiento moralmente aceptado por la iglesia.

80
Por qué cuando se habla de una liberación femenina, llegan a veces estos grupos (feministas) a
un punto de rebasar la liberación, pudiéramos decir, a un libertinaje de alguna manera, porque
al final de cuentas, no estamos nosotros basándonos en lo que nos dice la palabra de Dios.
Entonces, es ahí que nosotros como cristianos, tanto hombres como mujeres, tenemos que
saber valorar, y tenemos que saber sopesar lo que como sociedad nos trata de inculcar, con lo
que la palabra de Dios nos enseña a nosotros para nuestra vida diaria. […] La Biblia habla de
una igualdad entre hombre y mujer, a lo mejor lo más conocido es que habla de que la mujer
debe estar sujeta a su marido, pero la Biblia lo dice en el sentido de que el hombre será la
cabeza del hogar, en muchos aspectos, como en sostenerlo, como la cuestión del cuidado
espiritual. Es decir, estar al pendiente del cuidado de su familia; sin embargo, como personas
o como individuos, o como hijos de Dios, hay una igualdad entre nosotros. Que si estos
señores que hicieron la liberación femenina, y todas estas cosas, hubieran leído la palabra de
Dios antes de estas cosas, pues lo hubieran hecho muy diferente y se hubiera evitado muchas
luchas innecesarias cuando de parte de nuestro creador, y de parte de nuestro padre celestial,
las reglas ya estaban fijas o fijadas.

Como se puede apreciar, se subraya la igualdad ante los ojos de la divinidad, más se
continua remarcando la diferencia de género a través de los papeles instaurados en el
modelo familiar tradicional. En los siguientes apartados se revisarán el resto de los
estados civiles y las líneas de conocimiento normativo que prevalecen en el discurso
de los líderes de La Hermosa. Por último, y como forma de conclusión, se
identificarán los dominios en los cuales las mujeres pentecostales deberán formular su
identidad como mujeres cristianas.

81
3.4.3. Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?

Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir.


Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.
Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde.
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
Muchas mujeres hicieron el bien;
Más tú sobrepasas a todas.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada69.

c) Clase de matrimonios y (d) Sociedad de Damas.


Cuando una mujer en La Hermosa contrae matrimonio o se adhiere a la iglesia
estando casada, se le incentiva a cursar la clase dedicada a los matrimonios, dentro del
marco de las “clases especiales”. Este grupo presenta una asistencia mixta, hombres y
mujeres pueden asistir a las pláticas, aunque por lo regular asisten en su mayoría
mujeres y son pocos los matrimonios que suelen entrar a la clase. Los encargados de
estas pláticas suele ser una pareja reconocidas por la membrecía, como una pareja
espiritual y comprometida dentro de los diferentes cargos administrativos o
eclesiásticos de la Iglesia. Los temas que imparten en clase suelen estar relacionados
con los valores, atributos y normas importantes para mantener un matrimonio sano,
armonioso y perdurable, pero sobre todo que su centro de equilibrio sea la comunión
con Dios. Al respecto, el siguiente fragmento 70 discursivo extraído de la clase
dedicada a matrimonios, nos acerca a las tareas especificas de la esposa para generar
un ambiente armónico al interior del hogar.

El amor se construye todos los días a través de palabras y sobre todo acciones. […] ¿Qué les
agrada a los maridos? Hacerlos sentir a sus anchas, llegar y ofrecerles un sillón, el periódico,
quitarle los zapatos. ¿A poco no les agrada eso a los varones? […] Es eso, son los modales
que les agradan, que podamos darles un masaje con agua caliente cuando llegan del trabajo,
el simple hecho de desabrocharle las agujetas, o abrocharles los zapatos, o dejarlos descansar,
tenerles ya el café o el refresco, la comida hecha, eso son los actos que a ellos les agrada.

A través de material didáctico, como diapositivas y lecturas, se van desarrollando


diversos temas que contemplan las diferentes funciones de la pareja dentro del hogar.
Uno de los puntos más señalados, es en lo que respecta a las diferentes cualidades que
69
1960 Prov. 31, 25-31, La Biblia, versión Reina Valera, Sociedad Bíblica Americana, Nueva York.
70
Clase dedicada a los matrimonios. 21 de abril de 2015. Templo La Hermosa, 11:30 de la mañana.

82
identifican a hombres y mujeres, según las prescripciones bíblicas que representa a la
mujer como el “vaso más frágil” y al hombre como el proveedor de la familia. La
respuesta dada por la Pastora asociada de la Hermosa, Judith Ibarra, da cuenta de esta
concepción.

Bueno, las escrituras sí presentan en cuanto al funcionamiento del hogar. La mujer debe de estar
sujeta a su marido como así mismo al Señor, tener una actitud de devoción, amor,
responsabilidad y obediencia. Y el hombre, dice, de igual manera, sí tiene el rol muy marcado
que presenta que él es que debe sostener, él es la cabeza del hogar, el que debe de sostener,
proteger, cuidar vaso más frágil. Entonces, las escrituras sí marcan la diferencia del rol dentro
del ambiente familiar, dentro del ambiente del hogar, ahí sí marcan las escrituras una gran
diferencia entre lo que debe de funcionar el hombre y su responsabilidad y la mujer y su
responsabilidad dentro del rol en el hogar71.

Es a partir de los argumentos bíblicos, adaptados e incorporados a la cotidianidad, que


se busca orientarlas a las cualidades y prácticas especificas según su rol como esposa;
se trata de buscar la complementariedad entre hombre y mujer bajo el argumento de
una de las concepciones más defendidas por las agrupaciones evangélicas: la
permanencia del modelo tradicional de familia, en el cual el padre es la cabeza del
hogar y la mujer, la figura que apoya al hombre pero que se encarga de las labores
domésticas y el cuidado y formación de los hijos.

Imagen 2.6. Diapositiva presentada en el marco de la clase de


matrimonios, 07 de mayor, 2015

71
Entrevista a Judith Ibarra, pastora asociada de La Hermosa, encargada del turno dominical matutino.
17 de diciembre, 2014.

83
Respecto al divorcio, éste no es aceptado por la comunidad evangélica, sin
embargo, en los últimos años han prevalecido debates72 al interior del Concilio de las
Asambleas de Dios entre los líderes que están de acuerdo con que los miembros
divorciados y re-casados puedan obtener cargos tanto administrativos o eclesiásticos,
y los que se oponen a ello. Tales diálogos son un gran paso por parte de la
denominación para reajustar su doctrina a un contexto más pendiente de los cambios
y tendencias derivadas de la modernidad, sobre todo las transformaciones y
reacomodos al modelo nuclear, tradicional y hegemónica de la familia mexicana
(Salles, 1998; Lozano y Safo, 2007).

d) Sociedad de damas
Otra de las instancias de formación para las mujeres, son las reuniones ocasionales de
la sociedad de damas, el cual figura y opera como la estancia representativa de la
membrecía femenina en La Hermosa. Sus afiliadas están conformadas por mujeres de
diversas edades, en el grupo pueden encontrarse tanto jóvenes como señoras que
representen edades más avanzadas. En lo que respecta al número de mujeres
registradas en la sociedad de damas, se tiene que contemplar cada uno de los horarios
manejados por la congregación, aunque el servicio vespertino (1 pm a 3 pm) presenta
el mayor número de membrecía con más de cuarenta mujeres registradas; en los
demás servicios, el número ronda entre veinte y treinta mujeres. No obstante, esta
sociedad no tiene reuniones o servicios habituales en la semana, lo que sí prevalece
son algunos convivios o plenarias73 esporádicas dentro de las instalaciones de La
Hermosa como fuera de ella ya sea en restaurantes, cafés u otras iglesias adscritas a
las Asambleas de Dios. A lo largo de mi trabajo de campo, al menos tres veces se
reunieron74.

72
Entrevista al Pastor Delfino Ibarra, 12 de febrero, 2015 y entrevista realizada al Pastor Alejandro
Montalvo, 17 de diciembre, 2014.
73
Las plenarias se refiere a los encuentros de oración que se realiza los días viernes en La Hermosa y
en el cual se busca que los miembros tengan encuentros con la divinidad, logrando manifestar los
dones espirituales, en especial la glosolalia.
74
Estos encuentros aparte de convocar a la feligresía femenina en talleres y pláticas relacionadas con
temáticas femeninas y espirituales, también funciona como centro de operación evangélica,

84
La sociedad de damas, en el contexto local, no tiene tanto alcance en la
configuración de sus identidades como mujer, sin embargo, estas reuniones a nivel
distrital y nacional, sí funcionan como un referente informativo de este “deber ser”
Una de las reuniones que tuve la fortuna de presenciar, fue el congreso a nivel distrital
de la Sociedad de Damas del Pacífico, en la ciudad de Mexicali, Baja California
Norte. Con el tema “Mujer fuerte y esforzada ante los desafíos de la actualidad”, las
mujeres pertenecientes a las diferentes iglesias asambleístas del Distrito Pacífico, se
reunieron por dos días seguidos en el Centro Estatal de las Artes de la ciudad, donde
se llevaron a cabo la participación de músicos, cantantes, conferencistas y pastoras,
que les hablaron acerca de la labor de las mujeres en el interior de la iglesia, pero
también abarcaron pláticas en las cuales se subrayaban los elementos religiosos y
psicológicos que las auxilian a sobrellevar de mejor manera sus actividades diarias,
sobre todo las relacionadas con sus funciones como madre, esposa, ministro o
“hermana en Cristo”. Temas como “Los desafíos internos de la mujer”, “Los desafíos
del hogar cristiano” y “Mujer, privilegios y responsabilidades” figuraron como los
tópicos discursivos que construyen y refuerzan los valores, actitudes, normas y
costumbres sobre el “deber ser” femenino valorado por las Asambleas de Dios.

Imagen 2.7. Cartel publicitario del Congreso Distrital de Damas de las Asambleas de
Dios en México.

Como mencioné, uno de los tópicos que se manejaron en los discursos, fue en lo
referente a las responsabilidades como madres dentro de un hogar que debe
distinguirse como cristiano en la mejor forma posible. Estas platicas mencionaban tres

exhortando a las mujeres adscritas en la sociedad a que lleven a alguna amiga, familiar o conocida a
las reuniones y, posteriormente, lograr su conversión o al menos su interés en visitar la iglesia.

85
elementos esenciales para comprender las exigencias que imperan en la mujer a partir
de su rol como madre. Una de ellas es la corrección del hijo o la hija ante conductas
que desemboque la transgresión de las normas, valores y reglas imperantes en el
hogar, como actos de desobediencia, agresividad verbal y física, y la corrección de
desviaciones al comportamiento normativo religioso.

¡Es muy importante tener en claro las reglas! ¡En todo lugar cristiano debe de haber reglas! A
no ser que en su casa sus hijos llegué a la hora que quieran. ¿Es así? No debe de ser. Usted
debe de tener un horario para sus hijos de entrada y de salida. Usted le tiene que enseñar a
ellos a establecer un momento de respeto. Usted debe de decirles también, que va ver
bendición cuando obedecen, pero también va ver consecuencias por fallas que tú tengas en la
obediencia.

El segundo aspecto abordado durante este congreso, está asociado con la


reproducción y la propagación de símbolos religiosos dentro del núcleo familiar.

Qué dice Deuteronomio seis. “¡Estás palabras que te mandó hoy, te dice Jehová, estarán sobre
tu corazón. Las repetirás a tus hijos, les hablaras de ellas estando en tu casa, andando en el
camino, al acostarte, cuando te levantes. Las ataras como una señal en tu mano, serán como
frontales entre tus ojos, y les escribirás en los posters de tu casa, y en tus puertas!” ¡A los hijos
hay que hablarles de la palabra en la mañana, tarde y noche! ¡Necesitamos que ellos vayan al
cielo con nosotros! ¡Ah no ser que usted quiera irse sola, sin sus hijos! Pero no creo que haya
madre que quiera que su hijo se condene.

La maternidad para las mujeres pentecostales, es uno de los llamamientos que


Dios designo exclusivamente a la mujer. Por tal motivo, los demás ámbitos —trabajo
o escuela— donde transite la creyente evangélica debe estar mediada y condicionada
por su papel como madre, puesto que es en este aspecto en el cual una mujer inserta
en una agrupación de corte pentecostal recibe más criticas. Al respecto, uno de los
pastores ordenados en la Hermosa comenta:

Bueno, las obligaciones en su casa es atender a su esposo y a su familia, esas son las
obligaciones de la mujer. En la Iglesia ahí es donde entramos en los puntos, o sea, una mujer
puede decir “yo acepto el grado de líder de damas” pero si el marido va con el pastor y le dice
que “No”, automáticamente la mujer se va quedar sin el puesto, porque el pastor tiene que
escuchar al marido. Si a la mujer se le dice, “puedes atender tu casa y puedes atender la Iglesia,
acepta el puesto”, pero si no, no. ¿Por qué?, porque tiene prioridad el hogar.

86
Aun con la finalidad de promover los roles tradicionalmente designados a las
mujeres, ya sea como madres o esposas, estos eventos también las motiva a generar
cambios en su vida, sobre todo se les motiva a trabajar para la “obra de Dios”, entre
ellas el liderazgo. Los talleres y pláticas que se ofrecen, logran acomodar los
elementos simbólicos tanto bíblicos como seculares, que apela a la participación de
las mujeres en el ámbito religioso. Ejemplo de ello, lo podemos observar en el
siguiente fragmento de una de las predicaciones gestadas en el congreso distrital de la
sociedad de damas en la ciudad de Mexicali.

¡Esforzarse para ser algo más para el Señor, este tiempo él está llamando a mujeres esforzadas
y valientes, que no están listas para detenerse, que no están listas para enfrascarse en un lugar,
que no están listas para ser las quejosas![…] porque hoy se levanta la mujer esforzada que está
lista para caminar por algo que Dios tiene en nuestra vida. Se acabo la mujer que había
determinado ser la conformista, que las mujeres que son quejosas se convierten en mujeres
conformistas y ociosas.

A partir de referencias bíblicas que apela a símbolos de grandeza, empeño y


trabajo, las asistentes logran adaptar e incorporar estos elementos como material que
les permite (re)significar sus identidades a favor de una actitud más activa a participar
dentro de los diferentes cargos y actividades que se gestan en el campo religioso; para
algunas, incluso, estos referentes discursivos las motiva a embarcarse en la carrera por
cargos eclesiásticos o roles de liderazgo.

El historiador Jean-Pierre Bastian, en su amplio estudio sobre las iglesias


protestantes y pentecostales, identifica la labor de las sociedades femeninas dentro de
los proyectos misioneros protestantes norteamericanos del siglo XIX, conocidas como
la Women’s Society o rama femenina de la organización. Estas sociedades se
dedicaban a la educación de la mujer e inculcaba la formación cristiana, intelectual y
ética de las mujeres, instaurando un estilo de vida que favoreciera la interiorización
de hábitos higiénicos, disciplina, ahorro y moral familiar; para que ellas,
posteriormente, lo practicaran al interior del hogar, (Bastian, 1997:173). Este proyecto
incentivaba a las mujeres a formarse intelectualmente en la medida que no
descuidaran sus funciones primordiales como madres y esposas.

87
Heredera de muchos de los elementos litúrgicos y organizacionales del
protestantismo, las iglesias pentecostales, y en especial las Asambleas de Dios en
México, formaron sociedades femeninas que tenían como propósito organizar eventos
exclusivamente para mujeres, en los cuales se buscaba propagar la doctrina y
preceptos bíblico a las nuevas creyentes. Estas sociedades se les identificaba por el
nombre de “Dorcas” (De la Luz, 2009:66). Con los años, las “Dorcas” se les
conocería con su nombre actual, “Sociedad de damas”.

De las nueve los nueve relatos de vida recabadas en mi trabajo de campo, tres
mujeres identificaron los congresos femeninos gestados por la iglesia, como los
lugares específicos en los cuales aprendieron o escucharon alguna lección que las
marcó profundamente, formulando nuevas aspiraciones, anhelos y objetivos en su
vida cotidiana que las identificara como mujeres cristianas. Fue gracias a este nuevo
marco de sentido, que estas mujeres comenzaron a guiar sus prácticas,
comportamiento y actitudes, dentro de los esquemas femeninos de relevancia para la
congregación: madre, esposa y obrera de la iglesia.

3.4.4. Guerreras de oración

b) Reuniones de oración femeninas


Mujeres, la sana doctrina nos enseña que Dios por naturaleza
las a dotado de cualidades especiales para cumplir con esta ordenanza,
que además se debe aprender,
así que tómense de la fe y del poder de Dios
y por supuesto de la gracia de nuestro Señor Jesucristo,
y estén dispuestas a aprender de su palabra,
porque el fruto del sacrificio y entrega por su familia producirá
personas que glorifican a Dios por generaciones75.

Otra de las instancias donde se transmite el conocimiento normativo de la identidad


femenina, lo encontré en las reuniones semanales del grupo “Guerreras de Oración76”,

75
Material impreso otorgado a las mujeres del grupo “Guerreras de oración” el día 06 de enero de
2015.

88
liderada por una de las integrantes de la sociedad de damas en el horario matutino.
Estas reuniones tienen una duración aproximada de dos horas, de ocho de la mañana a
diez de la mañana. En la primera hora, las mujeres que van llegando se postran en el
altar de la iglesia para permanecer orando por alrededor de una hora. En ese tiempo,
la líder caminar entre ellas y coloca su mano sobre su cabeza; en momentos, estos
encuentros se tornan muy emotivos, desencadenando estados de glosolalia por parte
de varias de las mujeres reunidas y de la líder. Después, Dolores, la líder del grupo,
convoca a las mujeres a tomar su lugar en las primeras bancas de la iglesia para
ofrecer un breve mensaje bíblico.

Este mensaje se centra en señalar las ganancias espirituales y visibles que se


desarrollan a partir de mantener un marcado hábito de la oración, como la conversión
de los seres queridos, el fortalecimiento del vínculo con lo sagrado y la protección
tanto individual y familiar del posible ataque de los “agentes malignos”. Pasados 15
minutos, las mujeres se dirigen al altar y forman un círculo. Es en ese momento
cuando la líder les pide a las mujeres agarrarse de las manos para continuar con la
oración de las necesidades generales de la Iglesia; en medio de ellas, se encuentra una
caja de cartón que contiene pequeños papelitos con las peticiones de las creyentes
escritas. En el círculo de mujeres, se les motiva a exponer sus problemas; entre las
peticiones que escuché con mayor frecuencia fueron los conflictos que mantienen en
su familia debido a su adhesión a la iglesia pentecostal, la violencia de su esposo, la
rebeldía de los hijos, enfermedades o tensiones en el trabajo. Estas participaciones por
lo general no se exceden del tiempo estimado de 10 minutos, si alguna de las mujeres
tarda más del tiempo señalado, la encargada del grupo la interrumpe para terminar a
tiempo con la reunión. Casi al finalizar la oración, la líder termina con la siguiente
frase: “Ayúdanos a ser buenas madres, buenas esposas, buenas hijas, a ser buenas
siervas”.

Cada mes, las integrantes del grupo de oración desayunan juntas y exponen sus
preocupaciones con un mayor margen de tiempo. Estos convivios se generan después

76
Este grupo es frecuentado exclusivamente por mujeres pertenecientes a la sociedad de damas de los
diferentes horarios gestados en La Hermosa. Aunque el rango de edades de las señoras que frecuentan
este grupo es variado, lo usual es que sea visitado en su mayoría por mujeres en edad avanzada.

89
de la oración y son dentro de las instalaciones de La Hermosa; por lo general se trata
de que cada integrante lleve algún platillo para compartir con las demás. Aquí las
mujeres hablan libremente de sus problemas en el hogar y se aconsejan entre ellas.
En una ocasión, mientras las mujeres desayunaban, una de las mujeres comentaba lo
preocupada que estaba por la actitud de rebeldía que estaba manifestando su esposo
ante las “cosas de Dios”. Mencionaba que éste se negaba a ir a la Iglesia aun estando
bautizado y que ya tenían problemas porque ella sí visitaba la Iglesia; la mujer,
acongojada, lo dejaba en casa más no sabía que hacer por él, más que sólo orar. María
y Elizabeth, dos de las mujeres que se reúnen en el grupo, le aconsejaban hablar con
el Pastor y continuar intercediendo por él a través de la oración. La líder, Dolores, le
señaló que mientras ella no demostrara sumisión y obediencia a su marido, no
demostraría que Dios está realizando cambios en ella. Su consejo fue que para no
tener problemas con su esposo, no le diera ningún pretexto para que le prohibiera ir a
la iglesia.
Que me vengan a decir a mí que ya cumplieron en su casa, y que su marido esta comiendo de
lo que puede agarrar. Cúmplale, déjele su comidita allí, o si llega déle de comer, aunque me
llegue cinco o diez minutos más tarde, pero déle de comer, atiéndalo, y luego ya se viene a la
Iglesia.

Lo revisado hasta ahora nos permite observar las prescripciones normativas acerca de
la conducta de las mujeres al interior de su hogar. Entre los consejos más reiterados
que pude notar en estas reuniones, es la idea de obedecer a sus cónyuges, no
importando si éste sea converso o inconverso, pues las prescripciones bíblicas señalan
la sujeción de la mujer al marido. Asimismo, estos encuentros permiten fomentar
redes de apoyo dentro de una comunidad de iguales que comparten visiones de mundo
de vida similares, y en el cual las emociones se pueden expresar con mayor libertad
(Silveira: 2000: 383; De la torre, 1991: 143).

En estas reuniones de oración, también se habla de los “agentes demoniacos”


que están presentes en cada ámbito de la vida social. En los testimonios de las
mujeres, son constantes las menciones acerca de estos seres que rodean a sus
familiares y allegados y que los hacen caer en pecado, fuera del ordenamiento social
prescrito por la religión. Ante tales amenazas espirituales, las mujeres que se reúnen
en el grupo, se dan consejos de cómo lidiar con ellos, implicando una serie de

90
ordenamientos expresivos dentro de la misma oración, para atacar al “enemigo”.
Primero, en palabras de la líder, se debe comenzar agradeciendo a la divinidad;
después, señalarle cuáles son los problemas que acongojan para luego, exigir y
declarar su derecho como hija de Dios, y finalmente alabar y agradecer. Esta
sistematización de la oración presenta variaciones dependiendo de la trayectoria de las
mujeres en el marco de su vivencia cristiana. Así, muchas de ellas no están de acuerdo
y presentan diferentes maneras de llevar a cabo la oración, según como le enseñaron
en su anterior iglesia o como les ha funcionado a ellas.

Fotografía 4.6. Grupo de damas "Guerreras de oración"

Lo revisado hasta ahora, permite comprender los valores, normas y reglas que
se transmiten en cada uno de los materiales y discursos de las instancias de
socialización donde las mujeres transitan e interactúan, enriqueciendo su
conocimiento con otros elementos que les proporciona la congregación, y logrando
construir un habitus femenino que forma parte del ordenamiento instaurado que
pretende normar sus conductas y prácticas.

91
3.5. Dominios femeninos

Estos datos recabados a partir de las instancias de socialización femenina, me


permitieron distinguir los diferentes dominios a través de los cuales la congregación
trata de configurar o reconfigurar sus identidades. También nos permiten conocer los
discursos que prevalecen en torno a las áreas sociales en los cuales las mujeres
transitan e interactúan enriqueciendo su acervo de conocimiento sobre su identidad
como mujeres, como el trabajo y la escuela. Veámoslo con más detalle.

3.5.1. Trabajo

En este tema, la congregación no presenta una concepción que delimite a las mujeres
a los confines del hogar. No obstante, si la mujer piensa trabajar, su ocupación no
debe presentar mayor obstáculo para dedicarse a sus labores como madre y esposa.
Aun así, encontré dentro de las opiniones de los líderes eclesiásticos, ciertas
divergencias en torno a este tema. Algunos mencionaban que la mujer tenía todo el
derecho de trabajar; otros, en tanto la situación económica obligara a tomar ese tipo
de medidas. Sobre la designación de las tareas del hogar, tanto las mujeres y líderes
mujeres, estaban de acuerdo en que ambos debían de contribuir. Mientras que dos de
los pastores entrevistados, opinaban que eran tareas meramente femeninas.

Finalmente, todos los entrevistados estaban de acuerdo en que la


responsabilidad de obtener los recursos para el sustento de la familia recae más en el
hombre que en la mujer. En esta dirección, debemos recordar que dentro del
imaginario pentecostal, el hombre es el proveedor de la familia. Estas
representaciones son constantemente referidas por las mujeres entrevistadas; en
algunas de ellas, son usadas para justificar su conducta o decisiones, como veremos
en el siguiente capítulo.

92
3.5.2.Educación

Sobre este tema no encontré ningún argumento doctrinal o bíblico que prohibiera a las
mujeres educarse en el ámbito secular, aunque una de las directrices, de nueva cuenta,
es no descuidar el espacio doméstico y sus roles como madre y esposa. En caso de
que la mujer destaque en su área laboral o académica, estas ganancias significarían un
plus para La Hermosa, usando lo aprendido para mejorar su ministerio, como se
puede evidenciar con algunas de las entrevistadas. No obstante, en reiteradas
conversaciones informales y predicaciones, se exhorta a las mujeres a educarse dentro
del área ministerial ya sea estudiando en el instituto Bíblico o tomando cursos de
docencia, áreas de mayor interés para el campo religioso77.

En estos dos puntos vale la pena considerar lo siguiente, la humildad y el


sentido de “ayuda idónea” que debe recordar la mujer como atributos apreciados por
la iglesia. Es por ello que, si una mujer destaca en estos dominios, aun más que su
cónyuge, es mal visto por la feligresía, en especial por las mujeres.

Porque mira, por eso yo no estoy de acuerdo con que trabajen las mujeres, porque se te sube.
Se te sube la autoridad. Entonces empieza a ser un matrimonio deforme. Y hasta te lo digo
porque yo llegué a trabajar y yo también [Decía] “Ah, ya tengo dinero y yo también aporto y
tú no tienes que decir nada.” Y más si ella gana más que él, y si ella hace más cosas que él, es
obvio que se te empieza a subir y no le das el lugar a él78.

O cuando estas “bendiciones” se vuelven en contra de lo designado biblicamente,


como la sujecion de la mujer al marido.

[…]me iba muy bien en los trabajos, siempre estaba como de líder, siempre estuve a cargo de
empresas, a cargo de gente; afortunadamente, gracias a Dios, siempre él estuvo conmigo y las
cosas me salían muy bien en el trabajo y mi chamba empezaba a ser reconocida; entonces, eso

77
Ejemplos de los capitales culturales institucionalizados y valorados por este tipo de agrupaciones
religiosas, se encuentra la formación ministerial que se materializa y objetiva a través del paso del
creyente por los Instituto Bíblicos suministrados por la denominación asambleísta; universidades y
cursos específicos. En Tijuana, por ejemplo, se encuentra El Instituto Bíblico Bethania, como ya se
mencionó en el capítulo dos de la presente tesis.
78
Entrevista realizada a Lilia Ríos, Febrero 2015.

93
a la vez me traía una autosuficiencia, y una superioridad y una soberbia, que era también lo
que afectaba mi matrimonio79.

3.5.3.Sexualidad

Respecto a la vida sexual de las mujeres casadas, la iglesia establece ciertas


limitaciones en cuanto a su práctica. Pues, aunque no precisa de la visión arcaica que
condicionaba su uso a la reproducción humana, las prácticas consideradas
desviaciones son vistas con desagrado. Por ejemplo, de los cuatro líderes
entrevistados, tres de ellos coincidían en que solamente se permitía las posiciones
sexuales vía vaginal, las otras alternativas como sexo oral, anal o el uso de juguetes
sexuales estaba estrictamente prohibidas, pues eran considerada “desviaciones
morales”. Estas afirmaciones se asemejan a lo revisado por Douglas, cuando afirma
que el cuerpo está marcado por simbolizaciones culturales que establecen fronteras
entre lo permitido y lo no permitido. Para esta autora, cada ángulo del cuerpo está
dotado de códigos que revelan los ordenamientos sociales entre lo sucio y lo limpio
(Douglas, 1977: 19). Así, para la comunidad de La Hermosa, las áreas del cuerpo
exclusivas para el coito sexual, son a través del orificio vaginal, mientras que la boca
representa la vía para alabar a Dios y por lo tanto no debe ser usada para esos fines.

Acerca de este tema, la clase dedicada a los matrimonios, figura como la


instancia encargada de señalar estas determinantes. Otra de las instancias que
informan acerca de estas prácticas, es la clase de pre-bautismal, impartida por el
pastor general de La Hermosa. No obstante, para algunos miembros estas
prescripciones no tienen razón de ser, pues se practican dentro de la unión
matrimonial, por lo tanto no deben ser señaladas como transgresiones. Aún así, entre
las respuestas dadas en este punto, las mujeres dudaban o simplemente no estaban
seguras de las citas bíblicas que respaldan dicha norma, como podremos constatar
más adelante.

En contraste con anteriores visiones de grupos religiosos que satanizan el uso de


métodos anticonceptivos, en La Hermosa su empleo es permitido mientras sea dentro

79
Entrevista realizada a Nancy Vega, Marzo 2015.

94
de la sagrada unión matrimonial. Al respecto, una de las pastoras asociadas me
indicaba que su uso era necesario para poder ofrecer un mejor futuro a los pocos hijos
que Dios conceda.

3.5.4. Liderazgo femenino

El Concilio de las Asambleas de Dios se caracteriza por permitir la ordenación de


Pastoras y los liderazgos de Diáconas y Presbíteras. En algunas de las organizaciones
pentecostales con mayor presencia en México, como la Iglesia Apostólica de la Fe en
Cristo Jesús o La Iglesia Cuadrangular, aun continúan restringiendo los espacios de
autoridad, confinándola a labores más hospitalarias o de evangelismo, como la labor
misionera en el cual las mujeres se han distinguido desde los inicios del
pentecostalismo en México como las principales precursoras de este movimiento.

Prueba de ello son las figuras de Romita Carbajal de Valenzuela80, María de los
Ángeles Rivera de Atkinson y Ana Sanders de las mismas Asambleas de Dios que
construyeron las bases del pentecostalismo por el norte y centro del país (Garma,
2004:186). Las Asambleas de Dios, desde hace más de 20 años han contado entre sus
filas de pastores, la presencia de mujeres que han destacado como líderes y
presbíteras. Aun así, en el caso de La Hermosa, figuran ciertas limitantes no escritas
que terminan restringiendo la acción de las mujeres a otras áreas de participación,
veamos un ejemplo:

En una de las platicas informales que mantenía con algunas de las mujeres que
se congregan en La Hermosa, salió a relucir el caso de unas de las ministras
ordenadas y acreditadas por la Iglesia, la hermana81 Raquel, quién fue misionera en
una pequeña iglesia levantada en el municipio de Rosarito, en Baja California. Esta
hermana, gracias al apoyo de otros de los miembros que se congregan en La Hermosa,
había construido y reunido a una pequeña cantidad de feligreses que la veían, además,
como Pastora y no sólo como una simple misionera. Sin embargo, meses después, los
80
Perteneciente a la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (1914); Iglesia de Dios de Evangelio
Completo (1926) y Asambleas de Dios (1921)
81
En las comunidades religiosas de corte evangélico, existe el sobrenombre de dirigirse a los miembros
plenos con la expresión de “hermanos” o “hermanas”.

95
líderes eclesiásticos habían decidido destituir a la hermana Raquel82 para que en su
lugar uno de los hijos del pastor liderada la pequeña iglesia en Rosarito. Fue entonces
que ella decidió separarse de La Hermosa, y en consecuencias, de la denominación de
las Asambleas de Dios en México, pues su caso se estaba tornando un asunto distrital.
Actualmente, la hermana Raquel pertenece a otra denominación pentecostal, La
Iglesia Evangélica Independiente, quien sí la apoyo y legitimo su liderazgo pastoral
en la misión, siendo actualmente la principal líder de esa iglesia pero bajo los
términos de la nueva denominación a la cual pertenece.

Miguel Ángel Mancilla (2007) revisa el escenario religioso chileno, centrando


su atención en el despunte de las iglesias identificadas como neopentecostales,
mismas que han registrado avances en el tema de permitir el acceso a las mujeres en
los espacios anteriormente negados, como el liderazgo pastoral. No obstante, observa
que aunque su condición demuestre mejoras en el interior de estas iglesias, lo cierto
es que este liderazgo tiene limitantes. Para explicar estas determinantes, el autor
aporta las condiciones por las cuales las mujeres pueden acceder a los cargos de
autoridad. Una de ellas es a partir de la labor eclesiástica del cónyuge masculino, que
permite a las esposas participar bajo la cobertura del hombre, instaurándose un
liderazgo en pareja que permite a las mujeres trabajar con las sociedades de damas,
predicar y obtener recursos para expandir la iglesia. A esta condición lo llama
“pastorado penumbral”.

La otra determinante Mancilla la identifica como “pastorado supletorio”, que se


vincula con “la ausencia de la presencia masculina en la vocación religiosa”, estas
lideres femeninas se convierten en una elite discriminada al interior del campo
religioso. Ante la feligresía femenina, las mujeres con acceso al poder, son criticadas
y juzgadas, pues le restan importancia a los papeles tradicionales como madres y
esposas (Mancilla, 2007:91, 92). Por último, distingue el “pastorado autárquitas”, en
el cual las mujeres obtienen cargos eclesiásticos a partir del fallecimiento del esposo
pastor, quien era la figura legitima ante la congregación, y que en dicha situación, la
mujer viuda tomaría las riendas de la Iglesia (ibídem).

82
Cabe agregar que la pastora se caracterizaba por ser una mujer de avanzada edad, viuda y con hijos
adheridos a otras agrupaciones evangélicas.

96
En el caso de las Asambleas de Dios, el derecho a las mujeres como ministras
ordenadas, se contempló a partir de la década de los noventa83. Siendo un tema84
delicado el cual sostuvo una serie de debates acalorados entre los superintedentes,
presbíteros y pastores que negaban el pastorado femenino y aquellos que estaban de
acuerdo con el liderazgo de las mujeres. Anteriormente no era reconocido el
pastorado femenino, aun si la mujer figuraba como única líder frente a la
congregación, para las miradas institucionales de las Asambleas de Dios, era
misionera, y su labor podría terminar en tanto el concilio encontrara y acomodara a
uno de los pastores ordenados. Esta sentencia muchas veces no se cumplía; existían
excepciones como en el caso de la ex pastora Catalina Gonzáles —anterior líder de La
Hermosa— quien ante los miembros es vista como la figura máxima de la Iglesia,
teniendo el pleno apoyo de uno de los presbíteros más importantes del Distrito
Pacifico, Eusebio Herrera (González, 2012).

Son varias las iglesias que se han construido gracias a la labor misional de las
mujeres, más el liderazgo termina en manos masculinas. No obstante, esto no quiere
decir que La Hermosa no contemple la ordenación de pastoras ni mucho menos que
no puedan acceder a los espacios de poder, en mi trabajo de campo pude presenciar y
conocer diversas pastoras, diáconas y presbíteras, aunque podría agregar que me
pareció que la extensa mayoría ejercía un liderazgo según los términos precisados por
Mancilla. En esta carrera por emprender ministerios de liderazgo, yo agregaría que
es importante o se vuelve otro factor a favor de las mujeres, pertenecer a una segunda
generación de creyentes o líderes pastorales, como lo pude constatar al conocer a
varias de las líderes eclesiásticas, entre ellas, la pastora asociada de La Hermosa,
Judith Ibarra, hija del Pastor general.

Ahora bien, aun si a la mujer se le permitiera obtener un cargo con autoridad


eclesiástica, la opinión que podría generarse alrededor de su liderazgo podría ser bajo
cierta sospecha, pues se pensaría que dicha líder esta descuidando sus obligaciones
como madre o esposa. Otro aspecto que sobresalen en los testimonios dados por los

83
Entrevista con el Pastor Delfino, Febrero, 2015
84
Este debate, en palabras del Pastor Delfino Ibarra, se mantuvo por alrededor de 20 años

97
líderes de La Hermosa, es la sentencia de “ayuda idónea” que se vislumbra en el texto
bíblico85 del libro de Génesis, en el cual se busca que las mujeres sean el apoyo de los
proyectos del cónyuge. Al respecto, uno de los líderes comentó:

Nosotros tenemos a una mujer que nos apoye y podemos hacer todo, si no nos apoyará no
pudiéramos hacer nada. Dicen que de cada gran hombre hay una gran mujer, y eso es cierto,
sin esa gran mujer no haces nada. Como apoyo total y emocional, y todo. Sí has leído la
bibliografía de Leon Tsotoi, "La Guerra y la Paz", él escribió los libros, pero la que los
estudia, la que los lee, la que los corrige, la que los hace lineales las historias, fue la esposa, la
que lo apoyo en toda su carrera, fue la esposa. A todos los grandes hombres han tenido
esposas que los han apoyado, los han influenciado, los han cargado. Y en cambio a las esposas
triunfadoras pues como no han tenido la ayuda idónea del hombre, pues… Son triunfadoras,
está (dueña) de la Moctezuma, están otras mujeres empresarias que han funcionado, pero que
vemos su parte matrimonial y nomas no, llevan cuatro matrimonios, o cinco en fracaso; e
hijos, pues tampoco andan nada bien. ¿Por qué?, pues porque no existe la ayuda idónea,
posiblemente no se da en el varon ser ayuda idónea de la mujer86.

En este tenor, no solamente los líderes masculinos consideran estas sentencias87 como
uno de los atributos por los cuales las mujeres cristianas debieran identificarse,
también varias mujeres me señalaban los mismos tópicos.

Por ejemplo, en el caso de pastoras que su esposo también es converso y que solamente ellas
están trabajando para Dios. No sé, ahí algo está pasando en el matrimonio, o sea, no están
creciendo espiritualmente igual. No veo a una pastora, por ejemplo, no me veo a mí […] como
pastora y mi esposo sentado. […] Yo soy de la idea, de verdad, de que nosotras somos sabías
en la medida que hacemos crecer a nuestro esposo, que somos “ayudas idóneas”88.

Actualmente El Concilio de las Asambleas de Dios permite el pastorado de mujeres y


la superintendencia, cargos de mayor jerarquía al interior de la denominación. Sin
embargo, son pocas las mujeres que se atreven a ejercer de manera independiente el
pastorado. Recientemente, en el año del 2012, se registró en la historia del Concilio en
México, la primera mujer Superintendente Distrital, mas no se presentan casos de

85
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2:18
86
Entrevista realizada a el Pastor Alejandro Montalvo, Diciembre, 2014.
87
Estas concepciones son consideradas por muchas mujeres que se integran a los institutos bíblicos,
optando por elegir cargos con menor responsabilidad.
88
Entrevista realizada a Nancy Vega, 15 de marzo 2015.

98
liderazgo femenino a nivel nacional. Creo que en un futuro estas consideraciones no
serán descabelladas; tal vez en unos años podamos vislumbrar mujeres en el cargo de
superintendencia nacional.

3.6. Conclusiones

Misioneritas, y en especial las clases dedicadas a las jóvenes, tienen la finalidad de


socializar a las que serán la nueva generación de “obreras” mujeres, buscando
inculcarles los elementos normativos que se traducen en una adecuada presentación y
regulación de los movimientos femeninos. También se dirigen a una instrucción de
modales y de criterios ligados a qué partes del cuerpo cubrir y qué se puede mostrar,
exhortándolas a evitar los atuendos “escandalosos y provocativos” dentro y fuera de
la iglesia, pues podría generar en los hombres pensamientos pecaminosos que
promuevan la falta de respeto hacia las mujeres, o que estimulen las relaciones
sexuales pre-matrimoniales. Esas medidas prevalecen en los discursos de las
profesoras cuando exhortan a las jóvenes a vestirse con recato y austeridad, aun si
optan por usar pantalón. Dicha instrucción se desarrolla desde la clase dedicada a los
grupos de edad entre 6 y 9 años (Rositas) y es reforzada en los dos últimos grupos,
Estrellas y Estrellas de Honor.

Cada grupo de edad y estado civil tiene su propio estilo de formación y


conocimiento normativo diferenciado; y, aunque se trata de un mismo espectro de
representaciones, imágenes y discursos religiosos, cada estado presenta un intento por
objetivar ciertos elementos simbólicos de interés para la agrupación religiosa. Es por
ello que considero importante señalar las instancias de socialización donde cada
mujer, según su estado civil y edad, formula o reformula su identidad femenina, pues
cada espacio revela diferentes dominios de identificación para las mujeres. Es así que,
por un lado, a las jóvenes solteras se les exhorta a ser buenas hijas, obedecer las
figuras jerárquicas, y por otro lado, se regula con mayor constancia la sexualidad y el
cuerpo de las mujeres. En el lado de los matrimonios, pese a que su cobertura es
mixta, se trata de orientar a las mujeres a cuidar y mejorar su rol como madres y
esposas. Paralelamente, dentro de las reuniones de mujeres se les incentiva a que

99
participen en los diferentes ministerios y departamentos, aconsejando a las mujeres a
que acomoden las ocupaciones del hogar con las de la Iglesia.

No obstante, en este proceso de formación, las funciones como madre y esposa


deben de tener la cualidad de realizarse bajo los parámetros bíblicos y doctrinarios,
considerando con especial atención la reproducción del sistema simbólico religioso al
interior del hogar, a través de la inducción de la doctrina y los modelos de
comportamiento cristiano que se pregonan en la Iglesia. Por otro lado, las esposas se
les pide apoyar a sus esposos, “ser ayuda idónea” y mantener una familia
caracterizada y guiada por la comunión con Dios. En tanto que en las “personas
solas” —viudas, solteros y divorciados— se distinguen ciertas determinantes como el
género y la edad, para orientarlos a estilos de vida en particular y así delinear su
identidad de género.

En relación al liderazgo de las mujeres, se encontró que, aunque no se le


restringe el Pastorado o el prebisterio, inclusive podría ambicionar un cargo mayor
dentro de la denominación, como la Superintendencia Distrital, las mujeres
encuentran restricciones de orden no escrito y que se vinculan con los argumentos
bíblicos y doctrinarios que legitiman el posicionamiento de la mujer cristiana a cargos
de menor protagonismo. De esta manera, y como anota Mancilla (2007), existen
ciertas modalidades al interior de estas agrupaciones en los cuales se tolera y apoya
—con ciertas restricciones— el pastorado por parte de la mujer.

Finalmente, pese a la intención por parte de la iglesia de instruir a los miembros


en las prescripciones bíblicas y doctrinarias, normas, valores y costumbres de la
identidad pentecostal, las mujeres constantemente aprenden y enriquecen su
concepción sobre “ser mujer” a partir de otras referencias no religiosas, como la
escuela, el trabajo, los medios de comunicación y otros aprendizajes que han obtenido
a lo largo de su experiencia. Su “deber ser” mujer está compuesto de múltiples piezas
que se van configurando y reconfigurando en cada una de las situaciones que se les
presentan, así, muchas veces utilizan elementos del conocimiento normativo impuesto
por la Iglesia, pero en ocasiones ciertos eventos y temas las hace escoger otras
disposiciones adquiridas para enfrentar el día a día.

100
Cabe destacar que, en esta construcción doctrinal, los agentes sociales,
incluyendo las mujeres, seleccionan, adaptan, producen o reconfiguran la información
recabada en estas instancias socialización que les permitirá tener ideas y
comportamientos quizás adecuados o alejados del ordenamiento normativo de la
iglesia . En el siguiente capítulo revisaré este proceso marcado por las mujeres
entrevistadas, descubriendo las situaciones en las cuales ellas pueden transgredir este
ordenamiento, o simplemente negociar o reproducir las normas impuestas para
practicar una identidad femenina más acorde a su estilo de vida.

101
CAPÍTULO 4
ENTRE EL “DEBER SER” Y LA EXPERIENCIA REALMENTE VIVIDA

4.1. Introducción

Como revisamos en el anterior capítulo, el campo religioso donde se encuentran


insertas las mujeres que relataron parte de su historia de vida para esta investigación,
construye y transmite un conocimiento normativo que ordena la subjetividad del
creyente, reconfigurando su identidad en el cual se desprende una forma particular de
ser mujer. A partir de un complejo proceso de socialización, la feligresía femenina
logra aprender e interiorizar las normas, representaciones y argumentos bíblicos que
legitiman y apoyan la existencia de los modelos femeninos tradicionales los cuales
deberán intentar imitar, pues son considerados atributos y valores que debe poseer
toda creyente cristiana. No obstante, en este proceso, las mujeres deciden de qué
manera y grado seguirán y asumirán tales valores y preceptos doctrinarios en su vida
diaria, ya sea reproduciéndolos al píe de la letra, manipulando o transformándolo
(Long, 2007: 114).

Para entender estas escalas de reproducción al conocimiento normativo, es


necesario desenredar las piezas que intervienen en sus experiencia y que ayudan a
constituir su identidad femenina, empezando con la revisión de los entramados
culturales y los marcos de referencia89 que afectan dicha visión, e identificando la
situación social que repercute en la manera en que las mujeres se adecuan a estos
modelos de comportamiento femenino, los negocian o transgreden completamente.
Para esta revisión, se usaran los nueve relatos biográficos compartidos por algunas de
las mujeres que se adscriben en La Hermosa, divididos en tres grupos para un análisis
comparativo. Las edades y estados civiles considerados son los siguientes: (20 a 29
años, solteras); (30 a 50 años; casadas); (51 a 70 años, casadas, separadas o

89
Tomando en cuenta que las identidades genéricas no son conceptos puros sino que se entrecruza con
diferentes dimensiones de la realidad social, como la clase social, la religión y la raza. Para fines de
esta investigación, se abordo la religión, y para objetivos comparativos, se tomo en cuenta la edad de
las mujeres y la clase social a la que pertenecen. Además, hay que distinguir que la identidades
genéricas constantemente se refuerza, reformulan o transforman, cambiando constantemente y
constituyéndose de diversos referentes (Serret citada por Martínez, 1998: 241); (Burin:2010:21)

102
divorciadas). En estos relatos se pretende conocer e identificar la instrucción
temprana emitida por la familia acerca de su comportamiento como mujeres; los
puntos de inflexión que les permitieron ganar experiencias y enriquecer su visión
sobre ser mujer; además, se prestará atención a las vivencias expresadas por las
entrevistadas en relación con los ejes en los cuales la iglesia intenta articular su
identidad femenina, como la maternidad, la vida conyugal, la obediencia a las figuras
de autoridad, y los preceptos y prohibiciones en torno a su cuerpo y sexualidad,
entrecruzando estos dominios con las experiencia real de las mujeres entrevistadas.

Finalmente, se prestará atención a los relatos ligados a su membrecía y


participación en la Iglesia. Es en este último punto donde nos centraremos en la
posición de las mujeres en la congregación, que se traduce en el ministerio que
desempeña, la relación con los demás miembros y su situación en general dentro de
los confines de la Iglesia, sugiriendo una correlación entre estos factores y la posesión
de recursos específicos a su alcance para lograr ciertos objetivos personales.

Dentro de los relatos expresados por las nueve mujeres, es visible la


objetivación del conocimiento normativo emitido por el campo religioso en los
discursos y respuestas que dan las entrevistadas acerca de cómo debe ser una mujer
cristiana y su desempeño como madre, esposa, hija o creyente. No obstante, cuando
expresan sus vivencias en torno a estos ejes, se van revelando las contradicciones
entre la normatividad impuesta y el ser real de las mujeres. Ante estas divergencias,
las entrevistadas justifican su proceder, racionalizando su situación y con ello,
emitiendo una respuesta que da cuenta de sus verdaderos objetivos y motivaciones,
(Giddens, 2006:394), aunque por ello infrinjan los preceptos religiosos, normas y
prohibiciones sobre la conducta que se espera de ellas como cristianas.

103
4.2. Primer grupo de edad90: Andrea e Isabel91.

Como se abordo en el capítulo anterior, existen dominios específicos donde el


conocimiento normativo auspiciado por el campo religioso, intenta orientar las
percepciones, practicas, actitudes y comportamientos de las mujeres, dependiendo su
edad y situación civil. Bajo estas consideraciones, en este apartado revisaremos los
relatos compartidos por dos jóvenes miembros de La Hermosa, que cuentan con
ciertas semejanzas en sus descripciones y estilos de vida, con la diferencia de
pertenecer a diferente clase social y a un estado y posicionamiento diferente al interior
del campo religioso, como se puede apreciar en el siguiente cuadro. Empezaremos
este apartado con una breve presentación de las jóvenes mujeres que compartieron su
relato biográfico.
Nombre y Ministerio en la Instancias de Horario en Educación Ocupación
edad Iglesia. formación el cual se laboral (clase
(Tiempo cursadas en La congrega a social actual)92
aproximado de Hermosa La
adhesión) Hermosa
Andrea Líder de la Sociedad de Nocturno 1er semestre en Barista en un
(21 años) sociedad de Misioneritas la Licenciatura café.
jóvenes (incompleto) en Relaciones (Medio)
(3 años) Clases pre- Internacionales
bautismales
Isabel Ninguno Sociedad de Vespertino Preparatoria Asesor
(22 años) Misioneritas completa bancario
(7 años) (completado) (Medio bajo)
Clases de jóvenes,
pre-bautismales y
generales.
Cuadro 3.4. Características generales de las mujeres entrevistadas en este grupo de edad93.

90
Comenzaré con el primer grupo de edad y estado civil, las jóvenes solteras entre 20 y 29 años, que
compartieron sus relatos biográficos y se mostraron abiertas en responder las preguntas que se iban
generando en el proceso de la entrevista. A ellas, mi más sincero agradecimiento por la paciencia y la
buena disposición mostrada.
91
Como se mencionó en el primer capítulo, el nombre de las mujeres que compartieron su relato de
vida fue cambiado con la finalidad de mantener su anonimato y sobre todo, respetar su intimidad.
92
Acerca de la clase social, se tomaron en cuenta ciertos indicadores, como escolaridad, ingresos, lugar
de residencia y ocupación.

104
Andrea es una joven de 21 años, soltera; tiene dos años de adherirse a La
Hermosa. De su familia, ella es la única que asiste frecuentemente a una iglesia. Su
madre se identifica como pentecostal pero, por ahora, no se congrega en ningún lugar,
mientras que su padre es creyente católico. En su niñez llegó a frecuentar La Hermosa
en compañía de su madre y hermanos, pero cuando cumplió 14 años sus visitas
cesaron congregándose cinco años después gracias a que una amiga la invito a la
iglesia. Actualmente participa en el Ministerio de Alabanza como corista en el horario
nocturno, servicio en el cual se congrega dominicalmente. Sobre la clase social que
representa Aurora, los indicadores expresados al momento de la entrevista sugieren
que su estilo de vida se inclina más a un sector de clase social media.

Isabel, por su parte, tiene 22 años, cuenta con preparatoria concluida y trabaja
como auxiliar bancario, y además ofrece clases especializadas en matemáticas a
estudiantes de preparatoria. Es la mayor de tres hermanos, sus dos padres son
pentecostales y se congregan en La Hermosa desde hace 22 años, por lo que Isabel
lleva gran parte de su vida frecuentando la Iglesia, siendo socializada desde pequeña
gracias a la Escuela dominical y La Sociedad de Misioneritas en el cual se graduó;
posteriormente, impartió clases en La Sociedad de Exploradores del Rey. Su
identificación como miembro activo y ordenado fue a partir de su bautismo espiritual
cuando ella tenía 15 años. Por ahora no trabaja en ningún ministerio, sólo visita la
Iglesia los días domingo en el horario vespertino y en uno de los servicios realizados
entre semana.

Andrea es una joven de 21 años que se encuentra estudiando el segundo


semestre de la licenciatura en Relaciones Internacionales. Pertenece a una
estratificación social media, su padre es transportista en Estados Unidos y su madre se
dedica a las labores del hogar. Hace algunos años empezó a trabajar como “barista”94

93
En ninguna de las historias compartidas por estas dos jóvenes, se experimentaron procesos de
cambio de residencia.
94
Se le conoce con el término “Barista” a las personas especializadas en preparar café de alta calidad.
También finge como el responsable de presentar el café, utilizando muchas veces diseños que
sobresalen en la superficie de la bebida gracias a la leche, llamado como arte del latte.
https://es.wikipedia.org/wiki/Barista,

105
en una de las cafeterías de la ciudad, ocupación que ha desempeñado hasta la fecha y
que realiza en sintonía con sus deberes escolares. Sus padres se mantienen juntos
aunque profesan diferente religión, ya que su padre se autodenomina como católica en
oposición a su madre que se identifica como pentecostal, aunque por ahora no se
congrega en ninguna iglesia. Pese a estas diferencias, Andrea considera que no
experimentó ningún conflicto ideológico religioso gracias a que su madre la educó
dentro de los valores cristianos, de hecho, ocasionalmente visitaron La Hermosa,
cuando ésta era niña.

En cambio, Isabel, sus padres se han congregado en La Hermosa desde antes de


su nacimiento, siendo socializada por las diferentes clases gestadas en la iglesia. Su
instrucción doctrinal y bíblica estuvo completada por todas las instancias de
educación cristiana que ofrece la Iglesia, incluyendo el haber cursado todas las clases
ofrecidas por La Sociedad de “Misioneritas”. En el ámbito familiar, las enseñanzas y
valores religiosos fueron extendidos gracias a la labor de sus padres, recibiendo
educación cristiana tanto en la Iglesia como al interior del hogar.

En ambos casos podemos observar la instrucción familiar como la encargada de


trasmitir el conjunto de representaciones, imágenes, valores, normas y tradiciones que
comparten las jóvenes entrevistadas. De esta manera, la familia nuclear ofrece en sus
integrantes los primeros sistemas simbólicos que permite otorgar sentido y coherencia
a los confines de la vida social, pues aparte de delinear las identidades genéricas,
ofrece los modelos de comportamiento aceptado por la sociedad mayoritaria, y
produce los valores, costumbres y normas de un sistema simbólico religioso que
permite acercarlos a una determinada cosmovisión del mundo, garantizando, de esta
manera, la continuidad y la trayectoria de un código religioso en especifico (Leger,
1993:161,162)

Una de las preguntas que se realizaron en conjunto con los relatos de vida
expuestos, fue cómo considerarían que debe ser una familia, para las mujeres más
jóvenes esta interrogante representó conciliar su visión con el referente más próximo
que tenían sobre el tema, que es la relación afectiva de sus padres. Entre los rubros
destacados por las entrevistadas, las tareas designadas según el sexo es un punto
controversial, entre seguir reproduciendo los modelos tradicionales en el cual el

106
hombre se encarga de ingresar el dinero al hogar y la mujer se dedica a las labores
domesticas, o un modelo más equitativo en donde ambos puedan realizar dichas
actividades, según un modelo más secular y progresista. Para Andrea, por ejemplo, la
división de las funciones del hogar son necesarias para el equilibrio de la familia pero
sin descartar la contribución de la mujer en el ingreso económico. Aunque cabe
destacar que para la entrevistada, el peso en esta responsabilidad se lo lleva el
hombre, contribuyendo ocasionalmente la mujer. Al respecto, señala que ese tipo de
dinámicas las vivenció al interior de su hogar, por lo tanto le parece lo más adecuado
y normal.

[…] tengo unos papás muy a la antigua, por lo tanto, creo que el hombre; pero en estos
tiempos, por lo menos, se me hace justo que la mujer aporte algo, mínimo, aunque sea
mínimo. Con que ayudar la luz o el agua, no sé, aunque sea aportar poquito; pero la mayoría,
yo creo que debe de ser el hombre95.

Desde otro ángulo, Isabel en su relato recuerda cómo se designaban las tareas a
cada integrante de su familia, describiendo su niñez como una experiencia cargada de
responsabilidades, pues ante la ausencia de sus padres que se dedicaban a trabajar,
ella era la responsable de los quehaceres domésticos, Isabel comenta: “Mi mamá
trabajaba mucho, bueno, trabajaba y ya no hacía nada, y aparte nos pegaba mucho si
no limpiábamos y hacíamos comida”. Debido a las condiciones económicas que
caracterizan el hogar de Isabel, se puede entrever un mayor esfuerzo por parte sus
integrantes por generar los ingresos necesarios para subsistir y mantener un estilo de
vida que les permita satisfacer las necesidades tanto básicas como permitirse invertir
en la educación de sus hijos como garantia de movilidad social96, pues sus padres
atribuyen a la educación superior un medio en el cual puedan garantizar una mejor
posición social y económico.

Parte de los objetivos manifestados por el ministerio de Misioneritas, es tratar


de constituir a las próximas cristianas, por lo tanto, se busca que su futura función

95
Andrea, 06 de marzo de 2015.
96
Al respecto, Isabel señaló que todos sus hermanos se encuentran estudiando, y sus padres los apoyan
en los gastos que se generen en sus estudios.

107
como madres y esposas este articulada por un estilo de vida pentecostalizada. Así, las
concepciones que tengan sobre el matrimonio, los hijos, la vida conyugal deberán
incluir los preceptos, normas y valores que devienen del conocimiento normativo
inducido por los discursos que se generan en las instancias de socializacion revisadas
en el capítulo anterior. Tal es así, que la respuesta de las mujeres acerca de estos
dominios, apunta a una interiorización exitosa de los modelos femeninos valorados
por la iglesia. Esas presiciones las pude observar cuando se les pregunto su opinión
acerca del argumento biblíco que subraya el apoyo de la mujer al marido.

Es a través de las concepciones que se destilan de una idea de vida familiar


guiada por Dios, que las jóvenes formulan su discurso sobre este tema, fue así, que en
sus relatos revelan su opinión sobre la designación de tareas por sexo. De esta
manera, tanto para Isabel como para Andrea, en un matrimonio el hombre debe
asumir su responsabilidad como cabeza de la familia y otorgar la mayor cantidad de
dinero al hogar. En ese escenario, ellas consideran que la mujer puede trabajar más no
debería aportar la mayor contribución económica: su apoyo monetario debe ser
mínima y complementaria, pero no absoluta.

Un apoyo para el hombre, claro que sí, para eso estamos aquí las mujeres; para apoyar, para
sustentar, para sustentar en general, o sea, económico, físico, moral, lo que sea, y para darles
ese empujón a los hombres97 .

Estoy de acuerdo siempre y cuando ese hombre tome su papel. Porqué, porque hay hombres
que no se toman su papel y le dejan todo a la mujer en cualquier cosa; por ejemplo, para salir
ocupas el permiso de tu papá y tu mamá, ¿no?, pero hay hombres que "Dile a tu mamá",
entonces, ahí no estás tomando su papel como padre, lo estás dejando como si tú fueras uno
más en la casa y tú no puedes decidir algo. Entonces, cómo esperas que te vea tu hijo o tu hija
si tú no estás tomando tu papel. Si debe de ser la cabeza pero en el sentido más que nada de la
responsabilidad, del dinero98 .

Uno de los discursos más reiterados por las instancias de socializacion


destinadas a las jóvenes mujeres, son las muestras de obediencia que deben mostrar
hacia las figuras de autoridad —padres, maestras(os), líderes, etcetera—. No obstante,

97
Andrea, 21 años, 05 de marzo de 2015
98
Isabel, 22 años, 05 de marzo de 2015

108
las jóvenes no siempre consideran prudente acatar las ordenes de sus superioreres,
sobre todo cuando son personas que no comparten su sistema de valores y creencias
cristianas, pues aunque muchas de las jóvenes mujeres que se congregan en La
Hermosa pertenecen a una segunda generación de creyentes, lo cierto es que en el
caso de algunas, por ejemplo, Andrea, su situación familiar se complica al pertencer a
una organización religiosa diferente a lo que profesan las personas más cercanas a su
alrededor. Un ejemplo en torno a estás confrontraciones, son los conflictos familiares
que rescata la entrevistada en su relato de vida, en donde menciona las constantes
riñas que matenía con su padre, quien es creyente católico y que además no estaba de
acuerdo en que su hija fuera líder de jóvenes, pues podría descuidar su actividades
como estudiante, desacuerdo en el cual Andrea trataba de mantener una actitud
tolerante y paciente, adjudicando los ataques a “agentes demoniacos 99 ”para
obstaculizar sus visitas a la iglesia y ejercer su ministerio.

Por otro lado, Isabel en sus relatos hace mención de los desacuerdos y
enfrentamientos que ha tenido con algunos miembros de la iglesia, en especial
algunos ministros y líderes eclesiasticos que constantemente la abordan para regañarla
acerca de su actitud “rebelde” o por no cumplir debidamente los códigos referentes a
la vestimenta. Ante estas continuas reprensiones, Isabel decide ignorarlas, pues en sus
palabras, algunos de estos miembros se han caracterizado por protagonizar escándalos
de corte moral al interior de La Hermosa, de esta manera desacredita la palabra de
estos ministros aún cuando frente a la congregación su cargo esté legitimado
institucionalmente.

Uno de los principios normativos que se manifiesta con mayor vigilancia y


coacción por el campo religioso hacia las jóvenes, es el tema de la virginidad, pues
recordemos que para las iglesias pentecostales la castidad debe de mantenerse hasta el
matrimonio. Aún así, las jóvenes enriquecen su acervo de conocimiento en relación a
su sexualidad, a traves de otros marcos de referencia; como las amistades, los medios
de comunicación y la familia. Es en este punto donde la instrucción de las funciones

99
Cabe destacar que, para las iglesias pentecostales, la creencia en que estás fuerzas malignas pueden
influenciar en las personas, tanto seculares como creyentes.

109
biologicas diferenciadas y las prácticas sexuales, son temas que no siempre son
revisados por la familia, como en el caso de Isabel.

No. Lo aprendí afuera, en la escuela, cosas así. A mí no me enseñaron, eso pero lo vas
aprendiendo conforme va pasando el tiempo, y vas aprendiendo que a lo mejor te vas a poner
incomoda si tu novio te agarra una nalga100.

Por su parte, Andrea, contrario al caso de Isabel, revela que en este tema su familia,
en especial su madre, sí le informo acerca de cada uno de estos puntos vinculados con
su sexualidad, aunque agrega que en su adolescencia tuvo dudas acerca de su
orientación sexual, en especial cuando ya no tenía contacto con ninguna agrupación
religiosa.

En mi casa siempre hubo esa libertad de hablar lo que sea, en las comidas, siempre
hablábamos de qué nos pasaba en el día y así. Gracias a Dios tengo unos podres que yo les
podía hablar de lo que sea y me lo contestaban, sin preocuparse. Siempre se habló sobre sexo,
menstruación; que a mi hermano, bueno, a mi hermano aparte, porque como éramos niñas,
siempre está esa como “¡Guacala!”, o no sé, siempre mi papá habló con mi hermano sobre lo
suyo101.

Como revisamos en el capítulo anterior, una de las temáticas más difundidas y


repetidos en los discursos de los dirigentes y líderes de la Iglesia, hacia la población
joven y soltera, es la preservacion de su castidad y el respeto que debe distinguirse en
cualquier noviazgo cristiano. Este respeto significa que, como creyentes que buscan
imitar una vida en santidad, deben de evitar los eventos críticos que puedan provocar
la transgresion de las normas relativas a las prácticas sexuales antes del matrimonio.
No obstante, en los relatos expuestos por las mujeres más jóvenes de esta
investigación, identificamos vivencias que se salen de la normatividad impuesta por la
agrupacion religiosa, al manifestar diferentes perspectivas y opiniones sobre la
virginidad y las prácticas sexuales que pueden generarse en el noviazgo. El siguiente
fragmento del discurso señalado por Isabel, da cuenta de los desfases entre los
preceptos y prohibiciones emitidos por la Iglesia y su punto de vista construido en
base a su experiencia acumulada hasta ahora.

100
Isabel, 22 años, 09 de febrero de 2015
101
Andrea, 21 años, 05 de marzo de 2015

110
Pienso que es algo muy importante lo cual es una parte de ti que le vas a entregar a una
persona y nada más a una persona. La virginidad es un tesoro, no porque lo pierdas ya no vas
a valer lo mismo como mujer, eso es algo tonto para mí, la virginidad es como algo que no se
puede describir. O sea, no sé si es lo más importante para una mujer pero sí es parte de lo
importante de ella. Dentro de la Iglesia, el que tú seas virgen es algo súper importante porque
tú debes esperarte hasta casarte para perderlo. Entonces, yo pienso que es algo muy
importante, pero creo también que es algo que le debes de dar a alguien que realmente amas,
sino lo amas no es nada bonito102.

Entre tanto, Andrea expresa un discurso semejante al emitido por la agrupación


religiosa, al declarar la necesidad de mantener una actitude de respeto ante el sexo
opuesto, sobre todo si figura como pareja. De esta manera, la virginidad es altamente
valorada por la agrupación, discurso que es emitido e introyectado y sobre todo
objetivado por las mujeres entrevistadas, como se demuestra en el caso de Andrea.

[…] creo que la mujer debe de darse a respetar, dependiendo el caso, si está en yugo desigual
o no. No importa que sea una pareja cristiana, va a estar la tentación de mirar lo que no se
debe de mirar; de tocar lo que no se debe de tocar, pero creo que debe de existir ese respeto.
Bien dicen “El hombre llega hasta donde la mujer quiere”, entonces, la mujer se debe dar a
respetar. […] yo creo que sí se debe de amar para entregarte. Si no están casados, no estoy de
acuerdo con eso, porque estarlo haciendo, saltando… suena vulgar, de cama en cama; no estás
respetando tu cuerpo. En la Biblia dice, y está escrito, “que el cuerpo de uno es el templo de
Dios”. Cómo te digo, yo creo que si es necesario sentir ese amor por esa persona. Va
perdiendo el chiste si lo vas haciendo con una persona que, pues no sé… Creo que Dios no
hizo eso nada más para dar placer en el momento, sino también se complementa con otras
cosas103.

Las percepciones, ideas y representaciones que formulan en torno a la


virginidad, tambiene están impregnadas del conocimiento normativo emitido por el
campo religioso, y que concibe la necesidad de apreciar la virginidad como un
elemento distintitvo de buena joven cristiana, que sabe darse a respetar y que sobre
todo, sabe esperar hasta el matrimonio para ofrecer ese “obsequio” al hombre con
quien se pretende pasar el resto de sus días. Sin embargo, para otras mujeres, como en
el caso de Itati, es notorio la valoración y evaluación de estos mensajes,

102
Isabel, 09 de febrero de 2015
103
Andrea, 21 años, 05 de marzo de 2015

111
decostruyendo el mensaje y logrando re-significar el valor de la virginidad según sus
motivaciones y percepciones propías, alimentadas por su experiencia personal. Otro
de los tópicos sugeridos en este último extracto, es el respeto al cuerpo, pensando
como instancia donde habita la divinidad y que por lo tanto no debe transgredir las
normas, ya que de ser así se estaría cayendo en pecado de “fornicación”104, pues se
apela al placer de la carne y no al respeto y resguardo del espíritu santo que mora en
el cuerpo de un cristiano que busca imitar una vida en santidad.

Es que en la Iglesia no está permitido lo sexual. Es que mira, cuando llegas a cierta edad
tienes necesidades, pero no debe ser algo que andes haciendo con todas las personas. O sea,
por ejemplo…pero no debería estar permitido, es más, agarrarte la mano es normal, eso está
bien, pero hay maneras de cómo agarrarse la mano, si te la agarras así [tierno] es más
cristiana, pero si te la agarras así [pasional], ya no. Si te das un beso puede ser en la mejilla o
en la boca, pero si te das un beso así [apasionado] , ya no es un beso cristiano. ¿Por qué?,
porque tú debes ser prudente, o sea, lo menos que se pueda alterar tus hormonas, porque si tú
te das un beso así [rozar los labios] no alteras nada, pero si te das un beso así [apasionado]
estás alterando todo tu sistema (Isabel, 22 años, 09 de febrero de 2015).

Otra de las consideraciones que son establecidas en relacion al noviazgo, y que


fueron revisadas en el anterior capítulo, entre las instancias de socializacion y los
discursos expresados por los líderes eclesiasticos, profesores y mínistros, es la idea de
considerar el noviazgo como un paso directo al matrimonio; por lo tanto, el hecho de
que una mujer haya tenido más de un noviazgo en su vida es visto con reprobación
por una amplia cantidad de creyentes. Aún así, las jovenes entrevistadas
constantemente han desobedecido esta norma, incluyendo las pautas en las cuales la
iglesia trata de orientarlas a la elección de pareja dentro de los confines de la iglesia,
pues, tanto Andrea como Isabel, han mantenido noviazgos con personas ajenos a sus
creencias religiosas, inclusive, ambas han quebrantado una de las normas más
remarcadas por el campo religioso hacia la población joven y soltera, como el

104
En la Biblia se encuentra un gran número de citas e historias, tanto del Antiguo y Nuevo
Testamento, que mencionan la transgresión a los preceptos divinos a partir de los actos sexuales
cometidos antes de la unión matrimonial, y que son empleados en los discursos de los líderes
eclesiásticos y encargados de impartir la doctrina pentecostal entre la feligresía más joven, entre estos
versículos —o citas bíblicas— se encuentran: 1 Corintios 6:18; Gálatas 5:19; 1 Tesalonicenses 4:3, por
mencionar algunos, sumados las historias que subrayan las consecuencias nefastas de los protagonistas
que transgredieron dicho orden .

112
mantenimiento de la castidad. Las siguientes líneas pone en relieve una de estas
trangresiones, la de Isabel, pues su caso repercutió en la forma como es percibida por
los otros miembros, además de disminuir considerablemente su participacion al
interior de la iglesia. Veámoslo con mayor detalle.

Como mencione en anteriores parrafos, Isabel es una joven que pertenece a una
segunda generación de creyentes, desde niña ha sido socializada por cada una de las
instancias de formación cristiana que ofrece la iglesia, su conversión plena y ordenada
—que se legitima gracias al bautismo en aguas— la llevó a cabo a la tierna edad de 15
años, en ese tiempo se encontraba finalizando su último curso en La sociedad de
Misioneritas y era novia de otro de los jóvenes que se estaba preparando para ejercer
la vocación pastoral y con quien tenía la intención de casarse, comprometiendose
formalmente, cuando ella contaba con sólo 16 años de edad. Isabel, además lo
recuerda como la primera pareja con quien mantuvo encuentros sexuales, hecho que
desencadenaria consecuencias negativas, ya que sus padres se enterarían presionando
a la pareja para que tomara la decisión de casarse lo antes posible. Sin embargo, al
poco tiempo, tanto su familia y ella se enterarían de la infidelidad del joven, quien
mantenía otra relación con otra mujer perteneciente a una distinta iglesia pero de la
misma denominacion asambleista, quien ademas había embarazado. Esta situación sí
llegaría a oidos de los principales dirigentes de la Hermosa, que actuarian
rapidamente prohibiendole participar en los cargos tanto administrativos como
eclesiásticos de la Iglesia. Para Isabel, esta noticia sería un fuerte golpe en su vida,
además de mermar profundamente la relación con sus padres.

Incluso después de este escandalo en la iglesia, el cual se vio involucrado su ex


pareja, Isabel fue perdiendo credibilidad entre algunos de los miembros que creían o
sospechaban la transgresión sexual realizada por Isabel con aquel joven de La
Hermosa. Por ahora mantiene una posición reservada frente a la congregación,
muchos de ellos la estiman y constantemente la abordan para manifestarle su apoyo y
preocupación para que vuelva a participar como antes en la iglesia, pero otros
miembros alegan la rebeldia y desobediencia de la joven ante los estatutos y normas
que se desprenden de La Hermosa, sobre todo a lo referido con los códigos
normativos que rigen la conducta moral.

113
Desde otra cara de la misma moneda, y similar transgresion realizada por Isabel,
es el caso de Andrea, quien también en su relato de vida y pláticas que mantuve en mi
trabajo de campo, señaló su infracción a las normas relativas a las prácticas sexuales
pre-matrimoniales, con la diferencia que, quien era su pareja en esa ocasión, no era
creyente ni mucho menos miembro de La Hermosa. No obstante, las consecuencias
derivadas de dicha transgresión fueron menores en comparación a Isabel, quien
resintió el estigma y rechazo de algunos de los creyentes, pues en el caso de Andrea,
esta eventualidad se manejó con mucho mayor discresión, al ser revelada
directamente por ella misma ante la autoridad del ministerio donde participa, quien
además se distingue por ser el hijo de la máxima autoridad en la Iglesia: el pastor
general. En lo relatado por Andrea, su líder sólo le aconsejo buscar mayor comunión
con Dios y renovar su compromiso para con él (divinidad), sugiriéndole ayunar y
mantenerse en oración, solámente.

De las anteriores historias que, aunque similares en la transgresión realizada,


cada una mantiene ciertas diferencías en lo que refiere a las consecuencias suscitadas,
como la diferente actitud expresada por los dirigentes en estos dos ejemplos. Así,
mientras que en el caso de Isabel tal acontecimiento repercutió en la forma como se
desenvolvía y participaba en la iglesia, para Andrea, su posición frente a la iglesia fue
siendo la misma, incluso mejoró, pues actualmente figura como líder de la sociedad
de jóvenes en el horario nocturno. En comparación de Isabel, quien se vería afectada
al asentuarse su condición marginal, no participando en ningún ministerio, ni
involucrandose en los eventos llevados a cabo por la sociedad de jóvenes o la
fraternidad universitaria.

Una de las pautas que más transgresiones presenta para las mujeres, son los
códigos normativos en tornto a la presentación corporal de éstas. Pues aunque se
busca que las mujeres —al menos los días domingo— opten por usar faldas o
vestidos, además de que se les aconseja a usar prendas recatadas y que no se ciña al
cuerpo, con el fin de mantener cierto orden en torno a la presentación de las mujeres,
que pueda alimentar pensamientos lacivos entre los hombres creyentes. No obstante,
en mis visitas a La Hermosa, era notable que las mujeres y, en especial las jóvenes,
emplearan prendas ajustadas o cortas, aún si vestian faldas o vestidos. De todos
modos, e incluso cuando sea una de las normas que mayor transgresión presente, las

114
adeptas mujeres tienen un argumento solido, producto de su formación en la iglesia,
que expresa la objetivación del conocimiento normativo en relación a este tema, como
lo puede evidenciar la respuesta de Andrea:

Es una costumbre, creo que ya es dependiendo de cada uno, porque cuando yo iba a las clases
prebautismales, las que te enseñan antes de bautizarte, ahí nos explicaron que el espíritu te va
“redarguyendo”, porque yo me vestía muy diferente a como me estoy vistiendo ahorita;
porque cuando regrese, yo venía de una parte donde está el mundo mal; entonces, yo llego a la
iglesia y es un cambio de ¡Boom! “¡Andrea, despierta, no estás allá afuera!” Entonces nos
dijeron éso, y sí es cierto, el espíritu te va estar redarguyendo. Ya incluso mi ropa que tenía la
tuve que regalar, porque yo no me sentía a gusto. Yo decía: “Andrea, con esa blusa te van a
faltar al respeto”, y no era una blusa tampoco de esas de que digas ¡Ay, transparente toda!, no.
Pero tú misma te vas dando cuenta, tu mismo estilo va cambiando, incluso cambió totalmente
mi forma de pensar; entonces, sí cambia105.

Aun así, en estas pequeñas desobediencias, a veces las mujeres sí son reprendidas
tanto por los dirigentes como por la feligresia femenina:

Yo siempre he llevado vestido pero ese día se me ocurre llevar pantalón, pues porque tenía
mucho frio, la verdad. "No, que hay medias", pero me valio. Y pues ahora me dijeron de mi
vestido pero a mí me vale. O sea, ahorita sinceramente ni me importa, ¿por qué?, porque antes
sí me importaba porque yo miraba ejemplo pero ahora yo veo que las demás traen unos
vestidos bien entallados y es peor que enseñar las piernas106.

En esta dirección, muchas veces las mujeres de La Hermosa se distinguen como


las más severas juezas del orden en la iglesia. En muchos casos, se recurren a
mecanismos especificos como el chisme o los comentarios en las reuniones de
mujeres, para hacer valer las normas y exponer a las transgresoras a la opinion
inquisitiva de los demás miembros107, prueba de este tipo de acciones usadas por las
mujeres las pude presenciar en las reuniones de jóvenes como posadas o comidas
fuera de la Iglesia, y en las reuines femeninas como “Guerreras de oración” o de
105
Andrea, 21 años, 05 de marzo de 2015.
106
Isabel, 22 años, 08 de febrero de 2015
107
Similares observaciones las registraron tanto Elizabeth Juárez Cerdi (2007) en su estudio en una
iglesia pentecostal en Michoacán; Carla Collí (2014), en una iglesia mormona en la ciudad de Tizimín,
en Yucatán (2014) y Esther Espinoza, en su investigación sobre la priemera iglesia Apóstolica de la Fe
en Cristo Jesús, en la ciudad de Tijuana (2014).

115
manera informal cuando me quedaba conversando con ellas después de los servicios.
Más adelante revisaremos que estas llamadas de atención no van dirigidas
exclusivamente a la membrecia más joven, aunque suelen ser las que mayor
testimonio daban de estas reprensiones, sino que también las mujeres de mayor edad
presentan desobediencias en cuanto a la vestimenta, además de ser también
reprendidas por otras mujeres e incluso miembros masculinos.

Uno de los puntos abordados por las instancias de socialización como


Misioneritas o los premios otorgados por la Sociedad de Jóvenes, es la apreciacion de
la belleza y su respectivo mantenimiento; para ello, el primer grupo incita a las
jóvenes a cuidar su apariencia, mientras que el segundo permite a la feligresía, tanto
femenina como masculina, que es reconocida como atractiva(o) merecer de distinción
ante los demás jóvenes y membrecia general. Considerando estas actividades llevadas
a cabo en La Hermosa, una de las jóvenes entrevistadas, quien además fue la
ganadora del concurso de belleza “Reyna Esther”, advierte las presiones y ganancias
que conlleva el ser reconocida como una mujer atractiva dentro de la Iglesia:

[…] yo me vengo arreglada porque es el único día en que me puedo poner tacones y me
quiero ver bien, y pues aparte, imaginate si no te ves bien y todas las demás se miran bien
guapas, ¿y tú qué? Es que eso lo crea la misma Iglesia. […]Por ejemplo, los premios
Juventud. […]Si tú eres bonita y aparte ya estás en la Iglesia, ¡nombre!, eres la mejor mujer
del mundo para cualquier persona. Si tú tienes participación dentro de la Iglesia es que tú estás
bien metida en las cosas de Dios aunque en tu vida sea una pecaminosa. Por ejemplo, te puedo
asegurar que en cuanto yo me meta a la Iglesia, en algún ministerio o haciendo algo, así me
van a tomar en cuenta para cualquier cosa. Como ahorita no estoy haciendo nada, ya no me
toman en cuenta108.

Una de las observaciones registradas en mi trabajo de campo, acerca de ciertos


recursos al alcance de las mujeres, y que les permite acceder a posiciones o
distinciones privilegiadas al interior del campo religioso, es el poseer cierta
presentacion física apreciada y valorada tanto por los miembros masculinos y
femeninos. Bajo estas medidas, Isabel reconoce las cualidades —belleza y
participación— que te permite ser identificada por la feligresia y, por lo tanto, ser una

108
Isabel, 22 años, 09 de febrero de 2015.

116
integrante cuyo trabajo y presencia es valorado y reconocido por el resto de los
miembros de la iglesia.

En esta dirección, Pierre Bourdieu (20120, identificó las ganancias obtenidas


por las mujeres pertenecientes a las capas profesionales, quienes mantenían hábitos y
rutinas de belleza en comparación de otras mujeres pertenecientes a sectores sociales
en desventaja. Para el sociológo frances, estás inversiones en torno a la presentación
física evidenciaba una correspondencia directa con un habitus específico que se
constituía y reforzaba por un estilo de vida partícular asociado a su posición social.
De esta manera, para los sectores sociales privilegiados, los activos corporales estaban
relacionados con el cuidado de belleza que se sustentaba en una valoración por cuidar
el cuerpo a través de dietas y ejercicio, pues para estos sectores se registraba un
aprecio por ciertas determinantes físicas, como la esbeltez, el porte y la buena
presentación, además de una constancia por hacerse reconocidos por su buen vestir.
Aunque el autor no profundiza en las ganancias especificas que devienen de poseer
belleza, ni la conversión del capital estético en capital simbólico, sí distingue estos
activos como recursos a la disposición de los individiuos para distinguirse frente a los
demás, formando parte de la objetivación de clase que se inscribe en el cuerpo de los
sujetos sociales, y una valoración simbólica en la cual la mujer, en las sociedades
occidentales, tiene un mayor deseo en cumplir (Bourdieu, 2012: 239-241).

Bajo esta línea de ideas, las mujeres que cumplan con los críterios de belleza
promovidos por la iglesia como fuera de ella, y de acuerdo a una lógica de consumo,
reconocen sus activos estéticos y lo emplean en el marco de su interacción en la
Hermosa, ya sea para ser reconocidas o para obtener pareja. No obstante, lo ideal es
poseer otros recursos a su disposición, como los componentes culturales, que se
expresan a partir de la instrucción educativa tanto secular como cristiana, además de
la participación activa al interior de la Iglesia, la fusión de estos elementos les podría
garantizar la inserción a un cargo privilegiado, como el líderazgo en algún
Departamento o Ministerio, o ser reconocidos como Predicadores por los demás
miembros de La Hermosa. Asimismo, tales activos no son sólo elementos apreciados
por las mujeres más jóvenes, pues como veremos más adelante, la búsqueda de la
belleza, pensada como un atributo que está vinculado con la feminidad, es también
una rutina para las mujeres de mayor edad, como veremos más adelante.

117
Como hemos podido observar, las mujeres más jóvenes constantemente infrigen
las normas que tratan de configurar su identidad femenina a traves del ideal de ser
buena hijas guiadas por los preceptos doctrinarios y bíblicos. Ante el interes del
campo religioso por normar su conducta y actitudes, las mujeres selecciona,
interpretan y resignifican dicho conocimiento para retomarlo en su vida diaria, no
obstante, los relatos de estas jóvenes permite entrever otros marcos de referencia que
condicionan y determinan su visión de ser mujer. Entre tanto, uno de los aspectos que
presenta mayor resistencia y transgresión por estas jóvenes, es en lo que refiere a la
actitud de sumisión y obediencia a las figuras de autoridad masculina. De igual forma,
las jóvenes reconocen las infracciones que constantemente realizan en torno a la
conducta moral, como la transgresión a las normas que rigen la sexualidad o el
matener noviazgos con no creyentes, pero sobre todo, una constante desobediencia a
las normas que rigen su presentación física, logrando vestirse según su gusto estético,
comodidad y motivaciones. Sin embargo, los relatos presentados nos ayudan a
localizar las transgresiones al conocimiento normativo emitido por La Hermosa, que
más han repercutido en la posición y representación de las entrevistadas al interior del
grupo religioso, pues como se expresó en las anteriores líneas, tanto Isabel como
Andrea han desobedecido y desviado de uno de los modelos de virtud femenina más
señalados por la agrupación, como lo es la virginidad de las mujeres no casadas. No
obstante, en cada caso se expusieron diferentes modos de sobrellevar la situación,
sobre todo cuando los dirigentes o miembros de la iglesia se enterarón de la
transgresión realizada. En esta dirección es conveniente distinguir la posición de las
jóvenes que relataron parte de su historia al interior del campo religioso, su
trayectoria y los recursos al alcance de éstas para sobrellevar dicha situación,
logrando evidenciar lo que estaba en juego, es decir, lo que ellas podían perder o las
consecuencias directas ante su desobediencia. De esta manera, en el primer caso y, en
el cual hubo consecuencias más funestas, fue el caso de Isabel, debido a que dicha
desobediencia incluye también a uno de los miembros masculinos de la iglesia, quien
además era conocido por su ministerio pastoral, su participación como profesora así
como su involucramiento en las actividades y rituales de la iglesia, se vio claramente
afectado, aún cuando poseía ciertos capítales valorados por la iglesia —belleza y
formación cristiana, una larga trayectoria en la iglesia por su “linaje de creencia”
constituido y reforzados por pertenecer a una generación de creyentes. En

118
comparación, el caso de Andrea fue manejado por el dirigente que se enteró y tomó el
problema con discresión, quizás esto se deba a que lleva poco tiempo como miembro
pleno y ordenado, además de contar con el apoyo y simpatía de buena parte de los
creyentes que participan y se congregan en el horario nocturno. Como se mencionó al
principio de este apartado, Andrea tiene dos años frecuentando la Iglesia y un año
como miembro activo y ordenado; además, es una de las jóvenes que se caracteriza
por su activa participación en dos diferentes Ministerios: como líder de jóvenes y
corista, siendo este último el que más tiempo se ha involucrado. Pese a que su caso de
transgresión no fue revelado, el líder le pidió a Aurora discresión, además de pedirle
demostrar mayor entrega y disciplina espirítual.

La serie de eventos que relata Aurora acerca de la infracción que cometió en


relación con la normatividad impuesta al comportamiento de una joven soltera, más
concretamente a los principios morales que se desprenden de los preceptos
doctrinarios, me permitió comprender el grado de objetivación éxitosa del
conocimiento normativo, los cuales las jóvenes interiorizan y proyectan en su vida
social. No obstante, aunque demuestran una asimilación de esta feminidad
pentecostal, como es el caso de Isabel y Andrea, las experiencias social vivida
demuestra un comportamiento opuesto al sugerido por la iglesia. Aquí conviene
anotar lo propuesto por Giddens (2006), cuando señala que, aún cuando las reglas,
normas, principios y costumbres imponen en el actor social una determinada forma de
actuar, según su posicionamiento en la estructura social y su experiencia vivida, éste
puede decidir de qué manera acatarlas y hasta qué grado, inclusive ejerciendo un
contrapeso a estos dictamenes.

A continuación revisaremos el siguiente grupo de edad, poniendo en evidencia


ciertas diferencias, contrastes y similitudes a los resultados registrados en el primer
grupo de mujeres.

119
4.3. Segundo grupo de mujeres: Natalia, Sandra, Lidia y Esperanza

Nombre y Ministerio Instancias de Horario Educación Ocupación


edad en la Iglesia socialización en el cual laboral, clase
(Tiempo de cursadas en La se social,
conversión) Hermosa congrega
en La
Hermosa
Natalia Líder general Clases Nocturno Licenciatura Gerente
(36 años) de Educación prebautismales, Maestria (media alta)
Cristiana en matrimonios y
el horario doctrina
nocturno.
(2 años)
Sandra Secretaria Clases de Vespertino Secundaria Secretaria
(38 años) pastoral Doctrina, pastoral
(32 años) matrimonios, (medial)
clases generales.
Cursos de
doscencia e
Instituo Bíblico
Lidia Corista en Cursos de Matutino Secundaria Ama de casa
(42 años) Ministerio de doscencia. (media)
Alabanza Clases
(24 años) prebautismales,
doctrina, general
y matrimonios

Esperanza Ministerio de Clases de Vespertino Carrera técnica Ama de casa


Bienvenida. doctrina, general (cultura de (media)
(23 años) matrimonio e belleza)
Instituto Bíblico
Cuadro 3.5. Características generales de las mujeres entrevistadas en este grupo de edad

En este grupo de edad, los referentes directos que inciden en su identidad femenina
son variados y demuestran una mayor cantidad de elementos que construyen su actual
percepción sobre cómo debe ser una mujer, aparte de los esquemas y modelos de
comportamiento emitidos por el campo religioso. A continuación, veremos parte de
este proceso, además, identificaremos las maneras en las cuales las mujeres en este

120
grupo de edad ejercen su capacidad de agencia, ya sea para esquivar medianamente la
normatividad que las constriñe, negociando su situación o transgrediendo totalmente
los preceptos biblicos y doctrinarios que delínean los valores y atributos que deben
poseer una mujer “virtuosa”. En este grupo también se revisarán las divergencias en
cuanto a los variados modos de ser mujer, a partir de las diferencias socioecónómicas
y culturales, como el sector social y económico de procedencia y la entidad de origen,
pues recordemos que en una ciudad como Tijuana, en donde el haber nacido en otra
entidad o país es un hecho común para los margenes espaciales donde se situal la
investigación. Además, es en estos grupos de edades es donde se encontraron el
mayor afan de éstas por cumplir los requerimientos sobre ser mujer divulgados por la
congregación y donde también había mayor incidencia por hacer uso de los recursos a
su alcanze para lograr ciertos proyectos u objetivos al interior del campo religioso
donde participan.

No obstante, primero comenzaré con parte de los procesos sociales donde


fueron incorporándose y objetivándose los elementos que construyen su marco de
interpretación acerca de cómo debe ser una mujer, y qué sentido le dan a su vida
sexual o la inversión que otorgan a la presentación de su cuerpo, si es que la hay, y
con qué fin, pues aunque La Hermosa se destaqué por inducir solamente a las mujeres
más jóvenes el aprecio a ser bellas o sentirse atractivas, las entrevistadas en este grupo
de edad, también comparten puntos interesantes sobre este tópico, evidenciando una
mayor preocupación por cómo lucir, en sintonía con una valoración subjetiva de
representarse como “hijas de Dios”, “Princesas”, “Reynas” o “hijas dignas de un Rey”
por lo tanto, el cuidado de su cuerpo a través de un mayor trabajo en mantenerse
saludables es necesario para representar el dominio propio valorado por la agrupacion
como señal de disciplina. Veámoslo con mayor detalle a partir de los relatos de vida
de las mujeres que representan este grupo de edad:

Adscrita al pentecostalismo hace dos años, Natalia, tiene apenas un año y medio
en La Hermosa, pues anteriormente se congregaba en otra iglesia asambleísta en las
periferias de la ciudad. Es originaria del Distrito Federal, pero su familia migró a
Tijuana cuando ésta aún era muy niña, radicando la mayor parte de su vida en esta
ciudad. A la edad de 26 años decidió casarse, sin embargo, cuatro años después se
divorciaría, volviéndose a casar dos años después con su actual esposo, quien también

121
es miembro activo de La Hermosa y participa como líder del Departamento de
Misiones. De las narraciones recogidas, Natalia es la que cuenta con mayores ingresos
económicos y mayor escolaridad, estos recursos representan sus aliados a la hora de
posicionarse en mejores cargos dentro de la Iglesia, pues aún cuando tiene poco
tiempo de congregarse en La Hermosa y adherirse al pentecostalismo, cuenta con dos
liderazgos al interior de la agrupación: directora de educación cristiana (turno
nocturno) y líder de damas (turno nocturno). Acerca de su trabajo, Natalia es gerente
general de un centro de entretenimiento familiar llamado “Bol-bol”, y además es una
de las fundadoras de la asociación civil “Échale los kilos109”

Por su parte, Sandra, es originaria de Tequila, Jalisco. Desde los 14 años radica
en Tijuana, lugar donde se adscribió al pentecostalismo y conoció a su esposo. Tiene
dos hijos, un joven de 18 años y una niña de 9 años. Toda la familia asiste a La
Hermosa. Sandra se ha distinguido por ser una persona muy activa en la iglesia, pues
desde su conversión ella ha laborado en algún ministerio, sobre todo los que están
vinculados con la docencia, tanto en La Escuela Dominical como en La Sociedad de
Misioneritas. Anteriormente, Sandra también formó parte del cuerpo ejecutivo de La
Hermosa, ejerciendo el diaconado. Por ahora, labora de tiempo completo como
secretaria del pastor general. Tiene 24 años adherida a una iglesia pentecostal.

Esperanza, de 43 años, por su parte, es miembro activo de La Hermosa desde


hace ocho años. Es originaria de El Salvador, en Centroamérica, cuando tenía 16 años
decidió migrar hacia México, pasando a recidir en varias estados del país para
después establecerse fijamente en la ciudad de Tijuana. Tiene dos hijas y un hijo, dos
de ellas se congregan en La Hermosa, en tanto que su esposo, con quien lleva apenas
dos años de casada, también es miembro activo de la congregación. Actualmente
participa en el Ministerio de Bienvenida en el horario vespertino.

Lidia es una pentecostal de 42 años, quien lleva más de 24 años congregandose


en La Hermosa, iglesia donde fue bautizada en aguas, y siendo miembro activo junto

109
La asociación civil “Échale los kilos”, tiene su cede en la ciudad de Tijuana, y entre sus objetivos se
encuentra la preservación y difusión de los valores familiares y cívicos. Estimulando el desarrollo de
obras artísticas que acerquen a las familias tijuanenses a reflexionar sobre estos valores.

122
con su esposo y sus tres hijos mayores, quienes también están adscritos a la iglesia.
Lidia es originaria de Morelia, Michoacán, siendo a la edad de 17 años cuando decide
cambiar de residencia junto con su abuela hacia la ciudad de Tijuana, donde conocería
a su esposo, quien labora como taxista. El ministerio que ejerce en La Hermosa es el
de corista en el Ministerio de Alabanza en el horario matutino.

Como se puede entrever en los parrafos anteriores, en los relatos de este grupo
de edad se caracterizan por haber experimentado en algún punto de su vida, algún
proceso migratorio que se traduce en el cambio de residencia de su ciudad de origen
hacia la ciudad de Tijuana, y que como podemos observar a continuación, significó
resignificar o cambiar sus modelos de comportamiento ligados a su visión de ser
mujer. En el proceso migratorio, las ideas, representaciones e imaginarios acerca de
una feminidad especifica fueron puestos a prueba y contrarestados con el papel de la
mujer en una ciudad fronteriza. De esta manera, y como se precisó en el capítulo dos
de la presente investigación, con el surgimiento de una sólida industria de
manifacturera en la ciudad de Tijuana, la cercanía con uno de los paises más ricos del
mundo, y la oportunidad de empezar una vida sin las ataduras de parentesco que, en
algunos casos, estaban vinculadas a relaciones de dominio y machismo, les permitio
conocer otros modelos femeninos que les permitia ser más independientes y
autónomas, gracias a su inserción al campo laboral dentro de la industria de los
servicios terciarios.

Bueno, mi infancia yo la pase en Centro América, nací en el Salvador, entonces, allá fue mi
infancia. Y si recuerdo mi infancia, recuerdo, pura pobreza, puro trabajo, porque desde la edad
de siete años me toco a empezar a trabajar, porque fui la mayor de seis hermanos; entonces,
tenía siete años y las personas de siete años allá en mi país, ya trabajan. Pues hay temporadas
de corte de café, en eso, más bien trabajaban los niños, recogiendo el café que se tira y
también ayudándoles a los padres; entonces, pasaba la época del café y ya nos quedábamos
vendiendo hierbas, limones, cosas que nos hallábamos en el campo para poder comer de ahí.
Entonces, ya me imagino toda la pobreza que pase, pero cuando uno está pasando por una
pobreza no la ve, no la siente, porque cuando uno es niño piensa que la vida pues es normal.
[…]hay más oportunidades para los hombres, que la mujer, porque en el trabajo del campo
puro hombre solicitan, en tiempos que no es temporada del café, que es donde trabaja la
mujer, puro trabajo para hombres casi hay; en el campo puro hombre, en la siembra, puro
hombre; entonces, sí me imagino que la mujer sufre en ese país porque hay menos

123
oportunidad de trabajo, la tiene más el hombre. ¡Aquí [Tijuana] la mujer es bien sobresaliente!
(risas) Fácil si la mujer se pone a estudiar, fácil deja abajo un hombre110.

En otro caso, Lidia, de 42 años, expone el motivo por el cual decidió migrar a
Tijuana, siendo la desilusión sentimental y la transgresion a los normas morales,
como mantener relaciones sexuales con su novio antes de casarse, lo que la condujo a
tomar la decisión de cambiar de residencia.

Entonces yo quería salir de ahí. Morelia es muy chiquito. Morelia es muy chiquito y yo quería
huir. Dije: “No, todo mundo sabe, mi mamá se va a dar cuenta y qué va a pasar”. Entonces yo
la opción que tuve es, huye. […] Yo llegué aquí muy desilusionada. Sin esperanza, que todos
los hombres eran iguales, que nada más quieren eso con las mujeres y ya se olvidan. Yo venía
con la mentalidad de querer ser igual, dije: “Voy a enamorar a alguien, y cuando yo lo vea
bien enamorado lo voy a dejar”111.

En el caso de Sandra, la desición de su familia por salir de su ciudad de origen,


estuvo mediada por eventos críticos al interior de su hogar y el entorno social donde
hábitaban, pues en palabras de la entrevistada, Tequila, Jalisco, de donde provienen,
es muy común la ingesta excesiva de alcohol, propiciando el alcoholismo entre los
hombres de la comunidad, aspectos que conducian a un escenario de violencia para
toda la familia. Ante este ambiente violento, Sandra y su familia optarón por cambiar
de entorno, decidiendo migrar hacia la ciudad de Tijuana donde ya tenían parientes.

En el contexto de Natalia, fueron los intereses económicos los que movieron a


sus padres a decidir cambiar de residencia rumbo la ciudad de Tijuana, pues en
palabras de la entrevistada, en la década de los ochentas se ganaba bastante dinero en
Tijuana gracias a la industria de turismo destinada a la población estadounidense. De
esta manera, tanto Natalia y sus padres, llevan más de 30 años en la ciudad fronteriza.

Desde estás aproximaciones podemos observar varios de los motivos en los


cuales las mujeres o los padres de las mujeres entrevistadas decidieron cambiar de
residencia a una ciudad como Tijuana. Además, conviene anotar que para algunas de
ellas, la movilidad a esta ciudad representó una movilidad en la escala social
110
Elizabeth, 42 años, 12 de febrero de 2015.
111
Lilia, 42 años, 18 de febrero de 2015

124
económica, gracias a su insersión en el sector laboral, donde ganaron experiencias que
permitieron enriquecer su identidad como mujeres, en comparación al estilo de vida
que llevaban en su ciudad de origen.

Para mí la cultura de belleza, se puede decir que me despertó, me abrió los ojos, porque
cuando yo vine a esta frontera estaba muy mensa, que me daba vergüenza hasta hablar con la
gente. ¿Has visto gente que cuando habla se tapa la boca, o se agacha? Así estaba, me daba
vergüenza levantar la cara, es más, no me gustaba ni que me preguntaran "¿Cómo te llamas?,
¿de dónde eres?”, porque me estaban sacando plática. Pero cuando estudié cultura de belleza
ahí empece a relacionarme con las personas, conocer a grupos de gente, y más que cuando le
voy a cortar el cabello a una persona, estoy tratando con una persona desconocida, no sé quién
es, de dónde es, de dónde viene ni nada. Entonces, esto de la cultura de belleza, me gusto
mucho porque es como una relación humana, porque te estás relacionando a diario con gente
desconocida. Y se presta para entablar muchas amistades, también, y ahí fue donde me
desarrolle hablar con todas las personas, ahora, ya no tengo problemas de nada, con quien sea
puedo hablar yo, hablar en público, todo eso ayuda, y así sucesivamente fue mi trabajo; me
gusto tanto porque hice mucha amistad en mi trabajo112.

De esta manera, y como bien lo señala Griselda Martínez (1997) en su análisis


acerca de las percepciones diferenciadas de las mujeres que laboran y obtienen en
muchas ocasiones ingresos superiores a su pareja. Las mujeres introyectan nuevos
elementos que ayudan a construir una mejor visión que éstas tienen sobre su persona,
logrando, a partir de su interración en ámbitos de liderazgo o autonomía económica,
adquirir nuevos recursos a su disposición e imaginando nuevos escenarios de cómo
deber ser una mujer, en comparación de las que sólo transiten dentro de los confines
domésticos, en donde se tiene una marcada visión de sus roles y funciones como
madres y esposas (Martínez, 1997:240).

Uno de los dominios más destacados por La Hermosa para acercar a la


feligresía femenina dentro de los dominios tradicionales que orientan su identidad
genérica, es en lo respectivo a las funciones que tienen como esposa, pues aunque no
todas ellas están casadas, sí se comparte la noción de que la identidad de la mujer esta
compuesta en gran parte por su rol como esposa y, por lo tanto, es uno de los
mensajes recurrentes tanto en las instancias de socialización cristiana para niñas y

112
Esperanza, 42 años, 12 de febrero de 2015.

125
jóvenes como para la membrecia femenina ya casada. En estas consideraciones, las
mujeres entrevistadas hacen uso de los discursos emitidos en dichas instancias y por
los dirigentes para dar respuesta hacia estos aspectos asociados a su deber como
esposa. Es a través de la designacion de las tareas en el hogar donde las mujeres
tienden a repetir lo sugerido por las instancias de socialización sobre el rol
diferenciado en el matrimonio y que se proyecta a través de las tareas realizadas en
función del modelo de familia tradicional.

Pues una esposa tiene que ser sencilla y amorosa, y cumplir con su hogar, lo que es, pues.
Atender al esposo, en eso, en su comida, su atención de la ropa, también atendiendolo a él
cuando llega de trabajar. Y ahora me he dado cuenta que no es tan fácil porque a vivir de
mamá soltera, ser libre sin tener un compromiso, ahora a tener un compromiso de esposo, es
muy diferente113.

[…] La mujer tiene un papel irremplazable que es el de “ayuda idónea”. Sí creo que las
mujeres tenemos una labor que es la de mantener el hogar unido, y ser mamás, no podemos
dejar de ser mamás; somos esposas, luego madres y luego profesionistas, ¡y te lo dice una
profesionista! Entonces, en mi experiencia, yo creo que los errores que cometí es que,
primero fui profesionista; después, fui madre y al último fui esposa114.

Siguiendo los discursos de los dirigentes plasmados en el capítulo anterior,


frente a las diferenciaciones entre hombre y mujer se apela a la igualdad de estos ante
la divinidad, pero se sostienen las diferencias en cuanto a funciones y obligaciones al
interior del hogar, énfatizando la complementariedad entre hombre y mujer y
rechazando otro modelo familiar que transgreda los roles tradicionales. Bajo este
esquema, el esposo es visto como la cabeza del hogar y el encargado de aportar los
ingresos; no obstante, aunque entre los discursos oficiales no se prohiba el trabajo de
la mujer, consideran que esta responsabilidad debe recaer en mayor peso hacia el
esposo, prescripción que es acatada y reproducida por las mujeres en su hogar, pues
consideran que su principal función en el matrimonio es el apoyar a su esposo en
todas las decisiones que se empeñe en realizar. En esa disyuntiva, la mujer es
principalmente la encargada de las labores domésticas y la educación de los hijos,

113
Esperanza, 42 años, 12 de febrero de 2015.
114
Natalia, 35 años, 09 de marzo de 2015.

126
aunque no se le impide trabajar fuera del hogar, mientras no descuide a sus hijos y
esposo.

Dios lo ha puesto como un [hombre] proveedor, se le fue encomendado ese cargo, de proveer;
entonces, si la mujer se quedo sin trabajo, pues no hay problema, tiene a su proveedor que es
su esposo, más si el hombre pierde el trabajo sí se ve mal, porque como él es la cabeza de su
hogar, el líder que tiene que aportar, es el sustento, se va ver mal como cabeza del hogar que
no este trabajando. Que se le acabo el trabajo a él y a la mujer no, entonces, ahí él se va ver un
poco… deprimido en esa situación. Ya se ha visto eso Lo he visto porque en esta clase pasada
de los matrimonios comentaron de éso. Y dijo el hermano que si un esposo no tenía trabajo y
la esposa sí tenía trabajo, él dijo: "yo me deprimo, ¡nombre!, casi que se anda dando un balazo
uno de depender de la mujer". Así dijo, entonces digo yo “Entonces se deprime el hombre que
no este trabajando y que su señora este trabajando porque se siente que depende de su esposa,
y su valor como cabeza, como proveedor, pues se va115.

Las iglesias protestantes y pentecostales apoyan, defienden y reproducen un


estilo de vida marcada y transformada por una vida en comunión con Dios, que busca
ajustar las percepciones, actitudes y comportamientos del creyente tanto en la iglesia
como fuera de ella, a una vida en plena imitación de la santidad. Bajo estos referentes,
La Hermosa pregona entre los miembros masculinos, su responsabilidad como cabeza
del hogar, incidiendo en ellos a que asuman su papel como protectores y trabajadores
en la esfera doméstica. No obstante, y como bien lo señaló uno de los pastores
entrevistados, aunque lo ideal sería que los creyentes acataran fielmente estos
preceptos, el escenario real es que ambos deben de trabajar para abastecer los gastos
necesarios que se producen en el hogar, aunque nuevamente se subraya que la
responsabilidad pesa mayormente sobre el hombre. Aún bajo estos casos ideales, la
mayoría de las mujeres entrevistadas trabajaban fuera del hogar; algunas, incluso,
eran las encargadas de aportar el mayor ingreso económico, mientras que otras se
distinguían por ser la jefa del hogar. En el caso del grupo número dos, Natalia, quien
también se caracteriza por ser la mujer con una mayor extensión de estudios de las
entrevistadas, evidencia su situación al ganar más dinero que su ex y actual esposo.
Ante estas consideraciones, Natalia comentó:

Yo siendo yo una persona muy independiente, […] decía yo: “Me sale más barato estar
soltera que estar con este fulano” ¿Por qué más barato? Porque finalmente terminabas como

115
Esperanza, 42 años, 12 de febrero, 2015.

127
contribuyendo con los gastos del hogar y de una u otra manera, sentías que lo estabas como
manteniendo por el hecho de tú generar un ingreso mayor que él. Entonces, eso de una manera
u otra, a un hombre lo marca muchísimo. Si no recibe el apoyo de una como esposa de decir
“Hey, pues ahorita me toca a mí pero pues tranquilo, después de toca a ti”. Situación curiosa
porque te das cuenta que en realidad es cuestión de cómo tomes las cosas, porque hubo un
tiempo en mi matrimonio actual, que ya, estoy casada por la Iglesia cristiana, en el que mi
esposo y yo ahorita estamos en las mismas condiciones, en las que yo gano más, yo ingreso
más, estoy más preparada, pero no existe este reproche, o sea, entiendo que es un equipo no es
un tema de “ Qué das y yo qué doy”, sino que tengo claro como mi papel, y él tiene claro su
papel y sabemos que finalmente estamos de la mano de Dios y que las circunstancias se están
dando porque Dios las quiere así. Pero eso no quita que él siga siendo el proveedor o la cabeza
de hogar y que siga siendo la ayuda116.

Similar a lo registrado en los relatos de las mujeres del primer grupo de edad,
las inferencias en torno a la división de tareas entre ambos sexos denota una posición
similar a lo pregonado por la congregación, inclusive en sus discursos se apela a las
representaciones bíblicas que perfilan al hombre como la “cabeza del hogar” y la
mujer como “ayuda idónea”, quien debe acatarse a los designios de Dios y su marido.
No obstante, en el discurso precisado por Natalia se puede apreciar que este
argumento es difícil de llevar a cabo, sobre todo si la mujer posee mayores capitales a
su disposición frente a su marido, quien se encuentra en desventaja al detentar
menores recursos. Ante estas consideraciones, Natalia admite en su relato las
negociaciones realizadas entre su esposo y ella para no provocar que éste se sienta en
desventaja y desvalorizado como cabeza del hogar. Una de estas negociaciones que
ofrece Nancy en su narración, es la necesidad de dejar en claro que es una situación
momentánea y, sobre todo, no descuidar sus principales funciones en el hogar como
madre y esposa.

Asimismo, establece que mientras ella sobresale en ámbitos seculares, debe


mantenerse al margen al tratar de no superar a su esposo al interior del campo
religioso, ocupándose de que crezca aún más que ella en su ministerio. Acerca de ese
último punto lo expresado por Nancy no se cumple del todo, pues aunque los dos se
distinguen por ser líderes en algún ministerio o departamento en la Iglesia, la
entrevistadas es reconocida ante la congregación por poseer dos ministerios, además

116
Natalia, 35 años, 16 de marzo de 2015.

128
de estar impartiendo constantemente pláticas, predicaciones y talleres, tanto dentro de
la iglesia como fuera de ella, gracias a su integración en una organización civil. Sobre
este punto se abordará más adelante, pues Natalia ha tenido que activar parte de sus
recursos para sobresalir en la iglesia y poder llegar a los cargos que más se adapten a
sus propósitos como miembro o desarrollando el ministerio dado por la divinidad.

Siguiendo con el caso de Esperanza, y quien también relata contradicciones


entre el “deber ser” expresado, registrado en las anteriores líneas, y su deber real,
sobre todo en este dominio en el cual se trata de que las mujeres sean el apoyo de los
esposos y respetando el rol de éstos como jefes del hogar. Esperanza presenta ciertas
discrepancias como sugiere a continuación el siguiente extracto:

En mi casa, se podría decir que yo soy la líder ahí, y las decisiones las he tomado yo, y aún las
sigo tomando porque ya mis hijos están grandes, ni modo que le diga a él: "Mira, has esto", si
un hijo mío necesita algo, no le voy a decir a él [esposo] algo, lo voy hacer yo, no se lo voy a
decir a él, voy hacer esto, porque mi hijo lo necesita; lo hago yo, sin decirle la decisión que
estoy tomando. Y yo sí he tenido problemitas con eso con él [esposo], porque esas decisiones yo
las tomo. Si yo quiero ver cómo va mi hijo en la escuela, lo veo, lo tomo yo, no le voy a decir,
porque no es el papá, y eso es cosa que todavía no lo a entendido él. En la casa si yo quiero
hacer, por ejemplo, un cuarto, hay un espacio y voy hacer un cuarto. "Mira, ayúdame hacer un
cuarto". Yo sé que le estoy pidiendo ayuda, pero la decisión la tome yo, cosa que no le gusta, él
[esposo] quisiera tomar las decisiones pero a veces no se puede. […] él sí me lo ha dicho que
"Aquí yo parezco la mujer, que las decisiones las tomas tú", pero es que a fuerzas así va seguir
siendo, o sea, yo no le digo: "Así será", pero se que así va a ser, porque ni modo que lo ponga a
decidir en mi casa. […] Pero esas decisiones él [esposo] ve que yo las tomo, y él no le gusta,
quisiera tomarlas, pero pues no se puede (Esperanza, 43 años, 12 de febrero de 2015).

Muchas veces lo expresado en primera instancia por las mujeres acerca de sus
funciones como madre, esposa o cristiana se contradice con sus experiencias
realmente vivida acerca de estos dominios en los cuales la iglesia trata de configurar
su identidad como mujer, en el ejemplo revisado —Esperanza— el dominio o el
modelo femenino de esposa y en el cual se desprende el valor de la sumisión de la
mujer hacia el esposo, es puesto a prueba por la entrevistada y no cumplido del todo,
pues sus vivencias reales es que ella es la encargada de todas las desiciones en el
hogar, aun frente al precepto bíblico y doctrinario que señala la contrario. El
sociológo Anthony Giddens, en está dirección, distingue la habilidad del actor social

129
para justificar, si se le pregunta, las razones que intervinieron para explicar su actuar
social, eliminando la hipótesis de considerar que los individuos son sujetos que se
adhieren a prácticas sociales específicas por el sólo hecho de estar costriñidos por
fuerzas estructurales que los superar y los objetivan en el mundo social (Giddens,
1989:41). Bajo estas ideas, Giddens señala que los actores sociales pueden intervenir
en el curso de su vida, pues tienen la capacidad de manipular las fuerzas de poder que
los delimitan a ciertos posiciones especificas en la estructura social (Giddens, op. cit.,
394-397).

Long, por su parte, establece que aunque se trate de inducir a los actores
sociales en dominios especificos, aceptando e interiorizando un determinado
conocimiento que se proyecta en discursos emitidos por esferas superiores en el
campo social, los actores sociales, cualquiera que sea, pueden ejercer su capacidad de
agencia, pues tiene la “capacidad de ordenar y sistematizar la experiencia, tomar
decisiones y actuar en consecuencia”, logrando ejercer cierto contrapeso ante las
figuras o discursos con autoridad (Long, 2006:120). De esta manera, tanto como
Natalia y Esperanza, aunque reflexionan y otorgan un sentido a su manera de actuar
en el matrimonio, ambas accionan de acuerdo a una lógica que se apoya en su sentido
común basado en la experiencia social acumulada y una conciencia práctica de las
situaciones sociales que se les presentan cotidianamente (Giddens, 1989: 44), en el
cual sus aspiraciones y su identidad como mujeres trabajadoras y autonómas, les
obstruye pensarse completamente como mujeres que acatan el “deber ser” propuesto
por la iglesia.

En cuanto a la maternidad, no encontré mayores divergencias entre estas cuatro


mujeres y el resto de los congregantes, pues lo perciben como uno de los
llamamientos más importantes para las mujeres, siendo una de las vivencias que
mayor peso tiene en la configuración de su identidad femenina. Una de las respuestas
más concretas y que explica claramente la constante por vincular la feminidad con la
maternidad, es cuando se les preguntaba su opinión acerca de las mujeres que no
deseaban tener hijos. Al respecto, comentaron:

Muy respetable, cada quien, pero si a mí me pidieran un consejo, yo le diría que se está
perdiendo de una gran bendición; es cierto, son conflictos, yo pensaría de esa persona que es

130
como egoísta, que es egoísta porque no quiere compartir, cuando Dios pensó en el ser
humano, no creo en el individualismo, no creo en un mundo solo, por eso fue que trajo una
pareja, hiso los animales, los hiso con una pareja, entonces, estar solo yo pienso que ha de ser
algo muy triste, muy feo, y yo creo que egoísta. No, yo no me miro, me visualice nunca estar
sola, desde chica yo pensaba “No, yo me voy a casar y voy a tener tres hijos”, y siempre, pero
si la persona se quiere quedar así, adelante, también no peca, la misma palabra de Dios dice
que “Si se queda soltera, pues que agrade a su Señor, pero que pues si se casa, pues va agradar
al Señor y a su marido”; o sea, tiene su responsabilidad con su esposo y sus hijos117.

Ay mira, ahí yo creo que lleva muchas, muchas cosas [por] como han crecido. ¿Por qué? A
veces siento que es parte de lo que te decía de transmitir a tus hijos el ser buena madre. Yo
siento feo que ahorita mi hija diga “No quiero tener hijos”. Sí, ella me dice “No, mami, si
acaso tengo uno.” Pero, creo que se tiene la oportunidad de… pues experimentar algo que
nadie lo va a poder hacer, te digo, hay muchas mujeres que híjole, cómo gastan por querer ser
mamás y no lo logran118.

Pues no me parece natural eso, porque lo más natural es que la mujer se case y haga un hogar,
y tenga, ponle, aunque sea uno o dos hijos. Pero, quedarse así, sin casarse, no se me hace
natural, no se si haya una persona así, que haya tomado esa decisión, pero no es natural, lo
mejor es que se forme119.

¡Goau!, pues… es su libre albedrio, no creo que eso impida que le sirvan a Dios. No considero
que sea anti normal, para nada120.

En este punto podemos identificar ciertas correspondencias con las opiniones


ofrecidas por las entrevistadas en relación a este tema, en el cual su experiencia social
acumulada, el deber ser objetivado y sus esquemas de interpretación logradas a través
de un sistema de conocimiento que deviene de su experiencia y prácticas sociales
concretas, las hace diferir entre las respuestas ofrecidas en cada una de las mujeres.
La opinión más diferente la encontramos con Natalia, quien ya revelamos que es una
mujer en la cual su posición en la iglesia como fuera de ella, es privilegiada, además
de que registra el mayor nivel de escolaridad que el resto de las mujeres entrevistas,
estás características y factores podrían explicar la visión más amplia por no delimitar

117
Sandra, 38 años, 12 de febrero de 2015.
118
Lidia, 42 años, 16 de febrero de 2015.
119
Esperanza, 43 años, 12 de febrero de 2015.
120
Natalia, 35 años, 16 de marzo de 2015.

131
la existencia de la mujer a su papel como madre, en comparación a Lidia, Sandra y
Esperanza, quienes además se caracterizan como las mujeres con el mayor número de
hijos de los tres grupos de edad estudiados.

En cuanto a la educación, no encontré argumentos en contra de que las mujeres


puedan educarse secularmente, o puedan especializarse en carreras afines a la iglesia,
como estudiar en el instituto bíblico, tomar cursos vocacionales, etcétera. No obstante,
como en las respuestas emitidas por los líderes, las mujeres aprueban y tienen mayor
consideración en relación a la preparación bíblica, además de que si la mujer pretende
estudiar será bajo la tentativa de que su conocimiento le sirva para desarrollar más
plenamente y con mayor creatividad su ministerio. Además, si la mujer es casada y
decide estudiar o ejercer su profesión, o cualquier labor fuera de sus deberes en el
hogar y en la iglesia, no debe descuidar sus funciones como madre, esposa, ni mucho
menos su participación en la iglesia, aunque para la mayoría su deber se encuentra en
las dos primeras funciones y no en la tercera.

Yo creo que podemos darle lo mejor a nuestros hijos, y sí podemos trabajar, siempre y cuando
no descuidemos nuestro hogar en todo ámbito. […]Y yo también pienso que los primeros años
del bebe, o de la niña o del niño, son básicos, yo siempre también fui de la idea así, yo nunca
descuide a mis hijos hasta ya cuando tenían seis años, que yo decidí hacer una actividad o
algo, pero los cinco o seis años yo siempre se los dedique a ellos, primero ellos y después la
Iglesia; que una junta o esto, es que mi hijos, y yo me cargaba con mis hijos. “Ay, es que el
niño está llorando, a pues entonces, no puedo venir”, situaciones así. Para mí eso fue como
muy básico, los primeros cinco, seis años de mis hijos121.

En el fragmento del relato de vida emitida por Sandra, se puede apreciar las
negociaciones que establece entre sus cargos que tuvo en la iglesia, incluyendo su
instrucción dentro del instituto bíblico ofrecido en La Hermosa, y sus tareas en el
hogar, destacando mayor prioridad a cumplir sus tareas según su rol como madre en el
hogar. Un punto destacado en los relatos en dos de las mujeres de este grupo (Sandra
y Lidia) quienes además se caracterizan por tener el mayor número de años
congregándose en La Hermosa, es la necesidad de conciliar sus deberes doméstico
con su participación en la iglesia, una determinante que, de hecho, repercute de igual
forma en otras prioridades o prácticas sociales que mantengan en su vida, como

121
Sandra, 38 años, 12 de febrero de 2015.

132
prepararse intelectualmente o trabajar. Sin embargo, en los dos casos mencionados,
las mujeres diseñaron estrategias para poder realizar ambas funciones.

Yo empecé desde el cuarto de cuna. Desde el cuarto de cuna empecé, […] yo me empecé a
involucrar por el tamaño de mis hijos, de la edad de ellos. Gracias a Dios he tenido la
oportunidad de ser madre responsable. Después del cuarto de cuna seguí con niños de dos a
tres años; cuatro, cinco, seis, y así. Conforme mis niños. Hasta que ellos ya se separaron, en
misioneritas y exploradores; tomé el curso de misioneritas, mi esposo el de exploradores, y él
se dedicó a mi hijo, exploradores, y yo a mis hijas en misioneritas 122.

En el caso de Esperanza, ella cuenta que, en la anterior iglesia a la que asistía —


Getsemaní— pidió permiso al pastor al mando para poder inscribirse al Instituto
Bíblico de la iglesia estudiada; el dirigente se opuso y le aconsejó abstenerse con los
discursos y mensajes que aprendía a traves de las clases y predicaciones que se
gestaban en Getsemaní. Esperanza, molesta, visitó personalmente al pastor Delfino en
La Hermosa, quien también figuraba como Presbítero del Distrito Pacífico,
informandole de su lamentable situación y pidiendole que le permita estudiar en su
iglesia. Fue entonces que el pastor Delfino se dirigió con el líder de la iglesia donde
se congregaba Esperanza para saber por qué no dejaba que ésta se inscribiera en el
Instituto Bíblico. El dirigente, muy molesto, le comunicó que Esperanza mostraba
rebeldia al interior de la iglesia y que mostraba una actitud muy conflictiva entre los
miembros, por lo tanto, no la premiaría permitiendole estudiar. Ante la actitud
expuesta por el pastor de Getsemaní, Esperanza habló con otros miembros de la
iglesia, quienes tampoco estaban de acuerdo en la forma como dirigía junto con su
esposa la congregación, decidiendo exponer sus quejas ante los principales líderes
asambleistas en el Distrito Pacífico. Tales circunstancias no lograron desbancar del
liderazgo al pastor, pero Esperanza, entonces, tomo la descisión de adherirse a La
Hermosa con el Pastor Delfino, quien sabía los pormenores que acontecían en aquella
iglesia, y no tuvo ningún reparo en aceptarla.

Es posible imaginar el escenario descrito por Esperanza, y poder distinguir los


recursos sociales a su alcance para finalmente enfrentar la figura de autoridad que
representaba el pastor de la antigüa congregación donde se adhería. Cabe agregar que

122
Lidia, 42 años, 16 de febrero de 2015.

133
la entrevistadas tenía alrededor de ocho años congregandose en Getsemaní, logrando
construir una solida red de apoyo que la ayudó a enfrentar al dirigente. Fue entonces
que, Esperanza, bajo dichos pronosticos negativos decidió cambiar de iglesia para
poder así realizar su mayor objetivo: estudiar en el Instituto Bíblico.

En cambio, Sandra asimilo su situación tanto en la iglesia y su hogar, logrando


diseñar maneras para realizar y conciliar sus actividades como madre y poder ejercer
un ministerio en la iglesia, sin descuidar a sus hijos y sin que los demás miembros de
la iglesia puedan juzgarla, pues cumple con los ideales y modelos de femenidad
promovidos por los principios religiosos, inclusive logra sobresalir más que su esposo
en cuanto a la participación al interior del campo religioso como también por los
recursos a su alcanze, pues figura como parte del grupo que toma las principales
desiciones en toda la congregación: el cuerpo ejecutivo, que como revisamos en el
capítulo dos, se compone del diáconado, los pastores asociados y la secretaria general,
rol que viene desempeñando desde hace más de dos años, logrando consolidarse como
una creyente que es valorada y respetada tanto por hombres y mujeres de La
Hermosa, gracias a su privilegiada posición en el organigrama local, su antigüedad,
educación cristiana y sobre todo, testimonio de buena vida en santidad, que se
proyecta en su vida cotidiana, tanto como madres, esposa y en el ejercicio de su
ministerio. Su posición y estado al interior de la iglesia es de las mejores que pueda
ambicionar cualquier miembro, sea hombre o mujer. Mientras tanto, Lidia, quien
también figura como una de las creyentes con mayor antigüedad en La Hermosa, y
que ofrece en su relato de vida, una estrategia similar a lo contemplado por Sandra
para no descuidar su rol como madre y lograr participar en los diferentes ministerios y
departamentos que ofrece la congregación. Como ellas mismas agregan,
desempeñandose como profesoras de sus propios hijos dentro de las instancias de
socialización que ofrece El Departamento de Educación Cristiana.

Norman Long nombra a las confrontaciones directas entre actores sociales que
están en desacuerdo en relación a valores, significados, demandas representaciones o
prácticas sociales concretas, y en donde ambas posturas se enfrentan mediante la
movilización de recurcursos y medios a su disposición para ganar dichos
enfrentamientos (Long, 2006:125). Similar a lo explicado por Long, Bourdieu
distingue la movilidad de los actores sociales en campos especificos tras el empleo de

134
un capital a su disposición como el capital social que se expresa a través de los
vinculos y redes sociales acumulados por el actor social y que lo ayudan a movilizarse
para cumplir sus objetivos dentro de un campo social determinado (Bourdieu citado
por Fau, 425). De esta manera, y como bien han señalado los teóricos revisados en la
presente tesis, las mujeres pueden idear, desarrollar y ejercer diferentes formas su
capacidad de agencia, logrando concretar sus objetivos, correspondientes a sus
propias esperiencias y posición en la estructura social. Así, por ejemplo, tanto
Esperanza, Sandra y Lidia, negociaron su situación entre sus objetivos concretos
como madres, esposas o profesionistas y los preceptos señalados por la iglesia para
constituir su comportamiento, actitud y percepción femenina como mujeres sumisas a
la autoridad masculina pero trabajadoras y comprometidas con las labores de la
iglesia.

A continuación se rescatan extractos de los relatos compartidos por cada una de


las mujeres de este grupo de edad, que denota parte de la educación que vivieron en
su familia y que ofrece pistas culturales en relación a los primeros modelos femeninos
a su disposición y el conjunto de saberes en torno a la sexualidad ilustrada
comunmente por la madre.

La figura paterna-materna que tenía era la de mi abuela, y prácticamente, te soy sincera, mi


abuela era como la nana y la sirvienta, porque no nos dejaba hacer nada. Y mi mamá cuando
estaba, pues ella sí nos ponía hacer cosas, que si a barrer, que si a lavar los trastes, o a
planchar las camisas de mi papá y así; pero si por mi abuela fuera, que nosotras no
moviéramos ningún dedo. Si nos veía en el sillón, nos arropaba y nos daba de comer, casi en
la boca123.

Y luego agarré el consejo de mi abuelita que me dijo, “Mija, si su esposo la quiere en su casa,
ahí, mija. Dios no quiera él se enferma, tiene un accidente, usted no va a ir cansada a trabajar;
usted va a ir con ganas de ayudar a su familia porque su esposo está enfermo, porque su
esposo tuvo un accidente, usted va a ir con ganas”124.

¡No, jamás! Yo me acuerdo cuando le dije que me había bajado la regla, y ella, “Ay, pues
tomate esto”, y así, como que le dio vergüenza. Entonces, sí, cuando yo me case, por ejemplo,
oyes, lo que va pasar [primer encuentro sexual], oyes lo que va suceder. Por ejemplo, busque a

123
Natalia, 35 años, 16 de marzo de 205.
124
Lidia, 42 años, 16 de febrero de 2015.

135
mi mamá y le dije: “Mamá, necesito que me expliques, que me digas” yo también con mucha
pena, porque no había esa confianza “Que me digas, qué va pasar, y esto y el otro”. Y ella me
dijo: “Ay, me da mucha pena, es que a mí no me hablo nadie de eso. Ay, hija, pues tú cierras
los ojos y ya” 125.

No, porque a mí me toco de esos padres antiguos, que no tenían comunicación de nada con
los hijos, nada. Cuando uno le venía su período… pues se enteraba uno por otros amistades,
por otras pláticas, o por las chamacas en la escuela; porque cuando estás yendo a la Primaria,
algunas ya les había bajado, y me decían: "¿Tú también?", —"No, yo no"—, "Ah, voy a creer
que no", —"No, a mí no"—. Porque a mí me bajo hasta los 16 años, ya grande. Entonces, no
platicaban las mamás ni del período, ni de las relaciones sexuales, de nada; estaba uno pues
ignorante de esa información, solamente por las amistades o por las chamacas se enteraba uno.
La gente era como algo así, hablar de lo prohibido, o como espantoso con los hijos, algo que
hay que guardarselo126.

En el tema de la sexualidad, las mujeres en el grupo intermedio, presentan


divergencias en cuanto a las actitudes y opiniones de las prácticas sexuales permitidas
por los preceptos religioso. Recordemos que solamente el acto sexual vía vaginal es
permitido, argumentando que las demás prácticas —oral y anal—, además de la
masturbación o la pornografía son reprobadas y señaladas como depravaciones. Bajo
estás pautas, de las entrevistadas, solamente Sandra empleó el mismo discurso
normativo que prohíbe tales desviaciones sexuales.

Pues yo compartó de mi vida, por ejemplo, que la Biblia, y nos han enseñado la
“manera idónea”[vaginal]. Y por ejemplo, […] ya cuando estamos casados, pues ya
nos van enseñando, ya entras a una clase de matrimonios, conferencias, y todo eso,
igual yo también lo creo y lo pienso de que ya de casados, te debes de abstener de
ciertas prácticas que no le agradan por obedecer a él [Dios], por amor a él, también tu
pareja, allá por mi casa, mi esposo es muy respetuoso y también no me pide esas
situaciones cosas, para presionar o algo. Entonces, yo pienso que por dónde es, no
importa ahora sí, que las posiciones, no porque somos cristianos, nomás así, arribita,
así quitecito, no, no, no, disfruta tu sexualidad, que en la mesa, que en la estufa, ¿si
me entiendes? Yo así lo creo, y me ha funcionado y pues aquí estamos, y es una parte
muy importante para el hombre y la mujer es como más, en ese aspecto, como más
tranquila, pero si la Biblia nos enseña, nosotras mujeres, pues no sé nieguen, cumplan

125
Sandra, 38 años, 12 de febrero de 2015.
126
Esperanza, 12 de ferebro de 2015.

136
el deber conyugal, y a nosotros maridos, dice “Pues ámenlas, cuídenlas, respétenlas,
mantengan cada uno su esposa en santidad, no en lujurioso, no en pasiones
deshonestas”; entonces, ahí hablan de esas situaciones. […] Tenemos nuestro manual
que es la Biblia127.

En tanto que Natalia, Lidia y Esperanza, reconocieron que estas prohibiciones


les parecían incongruentes, pues se practicaban bajo la legitima unión del matrimonio,
por lo tanto, no debería contemplarse como transgresión, pues no había adulterio o
fornicación. Para estas mujeres, las normas en torno al uso de su sexualidad, eran
difíciles de llevar a cabo, desobedeciéndolas constantemente para el disfrute de su
placer y el de su marido.

En la otra Iglesia, cuando recién los casamos, los pastores tuvieron como una plática con
nosotros, de “Okey, ya están casados, pero como matrimonio no pueden hacer esto [prácticas
sexuales vía oral o anal], no pueden hacer el otro”. Y te quedas “¡Ah ¿no?¡ ¿Por qué no?” Mi
esposo decía: “¡¿Por qué no?, pues si es mi esposa, cómo que no puedo! [risas]. —“Ella es
mía, me pertenece”—.[…] O sea, cosas como masturbar a tu pareja, pues dices tú: “Pues es mi
pareja ¿por qué no la puedo masturbar?” O sea, ni siquiera lo veo como una perversión, ¿sabes
cómo? O él masturbarme a mí, ¿por qué no? Entonces, como ciertas cosas que dices tú:
“¿Sera, o no será? Quién sabe. O por ejemplo, el sexo oral, éso no está permitido, y dices:
“Bueno, pues es mi esposo; finalmente, es un punto que le genera placer y todo eso, y es un
placer santo”. Pero dicen: “No, es que no. Es que la boca se hiso para otra cosa” [risas]. Es un
tema bien tremendo; o sea, no me ha hecho clic del todo, sinceramente. O sea, pues porque no
nacimos en cuna cristiana, quieras o no, experimentaste otro tipo de relaciones en las que eso
es como normal. […] es parte del todo el tema de seducción, ¿sabes cómo? De explorar el
cuerpo. No sé si el tema del erotismo venga en un sentido pecaminoso. Muchas pláticas
hemos tenido mi esposo y yo, debates, y a veces te empleita; ¿hasta qué punto el sexo es
santo? ¿Qué si te puedo tocar?, ¿qué no te puedo tocar?, ¿cómo si te puedo agarrar?, ¿qué pasa
si todo el tiempo te quiero estar manoseando? O sea, ¿estoy mal porque todo el tiempo estoy
pensando en sexo?128.

[…] yo digo que a veces es más pecado estar pensando una práctica sexual con otra persona o
con tu mismo esposo. […] Hay unas que realmente a mí se me hacen un poco medias
asquerosas, como esa la anal; o sea, no hay necesidad. Yo digo que no hay necesidad. ¿En qué
aspecto? Es un lugar que no es nada higienico, no porque no se pueda, pero porque no es
higiénico. Porque a la mujer le afecta. Bueno, por lo menos eso lo leí en un libro o sea, de que

127
Sandra, 38 años, 12 de febrero de 2015.
128
Natalia, 35 años, 16 de febrero, 2015.

137
han visto a gente, mujeres, que en la vagina han tenido amibas. A lo mejor al esposo le gusta.
Si la mujer, si a la esposa también le gusta, bueno, nada más que tengan cuidado; yo digo:
“¿Por qué no?”, protegerse, ¿verdad? Mejor que se protejan. […] Mira, por lo menos a mí el
sexo oral, a mí me encanta. […] yo siento que si entre los dos están de acuerdo y ni uno ni el
otro se sienta ofendido, sino que les guste, los dos se complacen, siento que Dios no lo ve mal.
Quiero creer eso, o sea, yo lo siento así porque yo me sentía más pecadora no haciéndolo
porque yo lo deseaba, ¿Sí me entiendes?129.

Para mí lo natural, es por la parte que Dios ha dejado; porque si estuviera permitido todo
entonces, pienso yo que no le hubiera dejado la forma a la mujer, nomas hubiera dejado un
conducto y ya, pero, por qué dejo dos, porque es para cada cosa. Si Dios te dio atrás, es para
sacar el deshecho, solo para eso. Te dio la parte de adelante, es para el sexo, para la relación
sexual, y hasta ahí, ese es mi forma de ver. [Oral] Para mí eso está más permitido, porque
pienso yo que el oral es como un beso. Es para mí, más no sé si sea correcta, porque en la
Biblia no habla de oral, y algunos pastores lo prohíben130.

A partir de estos extractos en sus narraciones, podemos entrever las diferentes


explicaciones en torno a las prohibiciones que se establecen en las prácticas sexuales
de los matrimonios cristianos. Así, tanto para Esperanza como para Lidia, el sexo oral
no representa ningún peligro de contaminación, en comparación de las prácticas
sexuales vía anal, en donde sitúan el peligro de transgredir las normas del orden
ligadas a la higiene, y apoyadas, sobre todo, a partir de las citas bíblicas. Por su parte,
Natalia sostiene las dudas que prevalecen en su matrimonio acerca de ciertas prácticas
prohibidas, como el sexo oral y la masturbación entre la pareja. Además, estos
fragmentos expresados por las propias mujeres, permite que vislumbremos la
desobediencia directa de la conducta normativa esperada por la iglesia, al realizar
prácticas sexuales vía oral, ya sea por el placer de su esposo o el de ella, como lo
expresan Lidia y Esperanza.

Asimismo, estos relatos en torno a este tema, dan cuenta de uno de los
constantes mensajes transmitidos por los ministros hacia las mujeres, que se basa en
tratar de reproducir lo dicho por Pablo en la carta a los Corintios131, cuando señala el

129
Lidia, 42 años, 19 de febrero de 2015.
130
Esperanza, 42 años, 12 de febrero de 2015
131
La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 1 Corintios 7:4.

138
enseñoramiento del esposo ante su cuerpo, y viceversa, interpretándolo como la
disposición de mantener relaciones sexuales con su marido, aún cuando no lo deseen,
pues forma parte de sus obligaciones como esposa, según los discursos emitidos por
la iglesia. Por ejemplo, Lidia relata una experiencia crítica en su matrimonio, cuando
su esposo mantenía una cercana amistad con una de las mujeres que se congrega en
La Hermosa. La entrevistada relata su sufrimiento al ver que su pareja estaba ausente
en casa debido a que pasaba más tiempo con dicha hermana que con ella y sus hijos,
al punto de sólo mantener relaciones con él pues temía que su esposo infringiera en
adulterio con aquella hermana que también era miembro de la iglesia.

Te digo, yo no podía, la palabra de repente me enfrentaba y me decía: “Tu cuerpo no es tuyo”.


Y yo decía: “Pues mejor que se quite las ganas conmigo; no vaya a ser y caiga con ella,
porque también aquí ya ni eso”. […] pero yo me sentía abusada, porque yo no disfrutaba nada;
yo estaba enojada, ¡y yo no le podía decir “no”! Yo quería decir “no”, y yo le voy a decir que
no. No podía, nunca pude decirlo. Siempre me quedé callada, siempre me aguantaba, y a
veces hasta lloraba132.

Como relatan algunas mujeres, entre ellas, Lidia, en algunas ocasiones los
dirigentes se apoyan de la misma Biblia para legitimar el estado de inferioridad y
sumisión de las mujeres ante el esposo, con especial atención en el tema de las
prácticas sexuales. Apelando a un discurso en el cual se le atribuye al hombre un
temperamento más propenso a buscar dichas prácticas, en comparación de la mujer.
Y aunque en esta cita bíblica el deber conyugal es para ambos, el hecho es que para la
feligresía femenina, tal precepto tiene mayor peso en sus vidas.

En relación a la apariencia, me interesa subrayar la percepciones y prácticas de


las entrevistadas de este grupo de edad, acerca de cómo debe verse físicamente una
mujer cristiana. Ya que una Iglesia como La Hermosa, donde suele haber una mayor
membrecía provenientes de sectores medios, el cuidado de su imagen es un hecho
regular, ya sea porque un determinado ministerio así lo exige, porque su cargo laboral
así lo requiere, o por un simple hábito, una parte de la feligresía femenina en La
Hermosa, se distingue por ser mujeres que, aparte de vestir elegantemente y formal,

132
Lidia, 43 años, 16 de febrero de 2015.

139
son mujeres atractivas, preocupadas por su indumentaria y presentación. Para las más
jóvenes, por ejemplo, la inversión en el aspecto físico es un capital que les permite
ser atractivas para la membrecía masculina, auxiliándolas en la búsqueda de pareja,
además de ser reconocidas por la feligresía como jóvenes bellas. Sin embargo, para
algunas de las mujeres de este grupo de edad, su percepción sobre la apariencia física
de la creyente cristiana se basa en un ideal que vincule la constitución espiritual con la
belleza.

Se puede decir que tenga un buen aspecto, "de hermoso parecer", ese es uno, y también por
dentro, que sea temerosa de Dios. Para mí una mujer bella es aquella que teme a Dios, y
también que tiene belleza. […] Y si nos vamos a lo espiritual, pues encontramos humildad,
eso es una mujer bella133.

[…] a mí me gusta ver a una mujer bien vestida, bonita, feminista… y ahí pierden, se ponen
hasta gordas y se ven bien feas. No, no, no. Pierden lo bonito de ser una mujer134.

Una bella mujer es la que, principalmente, sabe lo que es para Dios. Sabe lo que es para Dios
y sabe lo que es para las manos de Dios. Y una vez que ya sabe eso, ve su cuerpo como
templo y morada del espíritu Santo; por lo tanto, una bella mujer es también, visualmente, una
bella mujer. Por qué, porque toma con respeto el templo y morada del espíritu santo; aseada,
limpia, sana, que cuida su imagen, que cuida su aspecto, cuida su peso, cuida como la ve su
esposo, cuida oler bien. […] Siento que las mujeres cristianas lo ven todo el tema de su
imagen como algo espiritual, “Ah no, que vean en mí el espíritu, no lo que hay de fuera”, no
pues, tu marido tiene que olerte rico, tienes que verte bien, tienes que gustarle, ¿me explico?
Eso para mí, es una bella mujer135.

En este rubro, tanto Natalia como Lidia manifestaron su interés en que la mujer
se preocupe por su aspecto físico, declarando, en el caso de Natalia, que una mujer
cristiana no debe de descuidar ese aspecto, pues forma parte del cuidado y respeto que
el cristiano debe de mantener con su cuerpo, como instancia donde habita el espíritu.
Ante estas consideraciones, Natalia combina elementos que devienen de su
experiencia social acumulada y mujer que se posiciona en un contexto específico y

133
Esperanza, 42 años, 12 de febrero de 2015.
134
Lidia, 42 años, 18 de febrero de 2015.
135
Natalia, 35 años, 16 de marzo de 2015.

140
diferenciado en la estructura social, en comparación de otras mujeres en el cual su
transitar cotidiano sólo concibe en los ámbitos de la unidad doméstica.

Sin embargo, no hay que olvidar que para La Hermosa, uno de los aspectos
tratados en las instancias de socialización temprana para las mujeres más jóvenes, es
el control y disciplinamiento del cuerpo, y en el cual se busca que la siguiente
generación de creyentes representen las cualidades físicas apreciadas por la
comunidad religiosa, que se traducen en el dominio de las expresiones corporales y la
presentación física. Acerca de estas consideraciones, en una ocasión dentro de las
actividades gestadas en el Congreso de Damas del Distrito Pacífico, en la ciudad de
Mexicali, un grupo de mujeres pertenecientes a diferentes iglesias asambleístas en el
Distrito, reconocían el trabajo de pastoras como Carolina González (La Hermosa) y la
Presbítera Juanita Murillo, como líderes pendientes de la presentación física y
movilidad corporal en el escenario de los ministros ordenados en los Institutos
bíblicos e iglesias, señalando, por ejemplo, cómo la Pastora Murillo se reunía con los
líderes de su iglesia para revisar la indumentaria de éstos, además de ensayar su
puesta en escena para corregir su postura y movilidad en el púlpito.

Autores como Silveira, reconocen el trabajo que implica la escenificación de los


rituales religiosos en la Iglesia Universal del Reino de Dios en Brasil, en el cual el
dirigente de los servicios y los “obreros” asumen su papel como actores puestos en
escena. Uno de los elementos que se suma en esta compleja sistematización del ritual,
es la vestimenta de los pastores, obreros y obreras. En el caso del pastor, por ejemplo,
es común el empleo de trajes modernos que evoque la presentación física de un
ejecutivo, demostrando de esta manera, un ambiente, además de una indumentaria,
que remite al prestigio y el éxito individual que pregona está iglesias a través de una
teología de la prosperidad (Silveira, 1997: 79).

Similares consideraciones son las expresadas por el grupo de mujeres con quien
conversé, y que permite distinguir la prevalencia en un cuidadosa instrucción de los
códigos corporales aún en edades más avanzadas, con la intención de continuar
regulando y controlando el cuerpo de los creyentes, en especial el de las mujeres.
En el caso de Natalia, recordemos que, aparte de ser madre y esposa, es profesionista
y jefa en su ámbito laboral, cuya presentación física cobra importancia para los

141
espacios de interacción donde transita. Esta imagen de mujer profesionista que se
preocupa de su imagen corporal, le ha traído ciertos problemas entre las membrecía
femenina de la anterior iglesia en donde se congregaba. Un ejemplo de estas
situaciones, las narró en su relato biográfico, pues cuando se empezó a congregar a
una iglesia pentecostal, las mujeres la criticaban por su aspecto y recursos monetarios,
provocando la invención de chismes y rumores en los cuales se le acusaba de
infidelidad con otros miembros, siendo estás discrepancias lo que repercutió en la
decisión de Natalia y su esposo por cambiar de iglesia.

Aún así, dentro de La Hermosa, su inserción a cargos de liderazgo cuando


apenas llevaba poco tiempo de adherirse, le hace ser blanco de comentarios por parte
de otros miembros, no obstante, como ella reconoce, la oportunidad de acceder a
puestos de mayor jerarquía al interior de la iglesia, se debe a la experiencia y
cualidades laborales y educativas que tiene en comparación del resto de los miembros.
De está manera, aunque no cumpla con la antigüedad requerida para ser líder, o el
capital cultural legitimado a través de los diplomas o certificados que la avalen como
ministro, Natalia ha sabido incorporarse y movilizarse en el interior del campo
religioso, activando y poniendo de manifiesto los recursos culturales a su alcance,
tanto los culturales como los estéticos para ser reconocida al interior de la iglesia.

Resumiendo, el conocimiento normativo acerca del deber ser mujer que


prevalece en el campo religioso y en el cual es transferido a la feligresía femenina, es
objetivado por éstas y reproducido de diferentes grado por cada una de ellas en su
vida cotidiana. No obstante, dentro de los dominios sociales en los cuales la iglesia
pretende orientar y normar su identidad femenina, las mujeres presentan resistencias,
negociaciones o infligen cotidianamente cada uno de esos preceptos y prohibiciones
que se sitúan en el conocimiento religioso. En este grupo, por ejemplo, uno de los
dominios que expresaron las mujeres en sus vivencias, mayor número de transgresión
fue en lo respectivo a la obediencia al marido y los códigos referentes a las prácticas
sexuales en el matrimonio.

Además, dentro de los confines de su participación en la iglesia, las mujeres no


siempre se muestran dispuestas a acatar humildemente las ordenes de sus dirigentes,
prueba de ello, son las divergencias y conflictos entre algunas de las entrevistadas y

142
los miembros de la iglesia, y en los cuales éstas activaron los recursos a su alcance
para salir victoriosas tras estos enfrentamientos. Finalmente, la pertenencia a cierto
sector social y la disposición de mayor número de capitales, como en el caso de
Natalia, permite distinguir parte del proceso de movilidad y reconocimiento alcanzado
en comparación a la situación de otras mujeres que se ubican en sectores menos
privilegiados.

En cuanto a los códigos normativos en torno al cuerpo de las mujer, la iglesia


induce una serie de normas respecto a la manera correcta cómo deben vestirse las
mujeres al interior de la agrupación, sobre todo cuando acontecen los principales
servicios y rituales de la congregación. Entre estas normas relativas a la vestimenta, se
destaca el empleo de faldas y vestidos, además de mostrar una imagen de austeridad
reflejada en prendas que no “provoquen a los miembros masculinos”. Estas pautas,
como revisamos, son inducidas a partir de ciertas instancias de socialización presentes
en La Hermosa, aparte de ser reiteradas con mayor énfasis a través de las clases de
formación cristianas destinadas a las mujeres más jóvenes.

4.4. Tercer grupo de edad (50 a 70 años): Emilia, Diana y Fernanda

Nombre y Ministerio Instancias de Horario al Educación Ocupación


edad ejercido en formación que se laboral
La Hermosa cursadas en adscribe (clase social)
(Tiempo de La Hermosa
conversión)
Emilia Ninguno Cursos de Vespertino Secundaria Oficinista
(52 años) (16 años) doscencia, completa (clase media)
prebautismales,
clases
generales
Diana Líder del Clases de Matutino Primaria Ama de casa
(58 años) grupo matrimonios, completa (clase media)
“Guerreras de doctrina, clases
oración” generales,
(32 años) conferencias
gestadas en la

143
sociedad de
damas.
Fernanda Ministerio de Clase de Matutino Carrera Comerciante y
(73 años) Bienvenida personas solas, técnica costurera
clases (clase media)
generales
Cuadro 3.6. Características generales de las mujeres entrevistadas en este grupo de edad

Diana es una creyente pentecostal de 58 años, originaria de Tijuana y dedicada a las


labores de su hogar. De su familia, es la única que se congrega a una iglesia, pues su
esposo, aunque bautizado en aguas, se alejó de la iglesia y por ahora no se congrega
en ninguna otra. Anteriormente se había congregado en dos iglesias; la primera
pertenecé a otra denominación pentecostal y la segunda era otra iglesia adscrita al
Concilio de las Asambleas de Dios en la ciudad, no obstante, por motivos personales
además de que La Hermosa se encuentra más cerca de su domicilio, decidió cambiar
de congregación, teniendo apróximadamente cuatro años de ser miembro activo en la
agrupación. En La Hermosa, Diana es conocida por ser la líder del grupo femenino
“Guerreras de Oración” por dos años consecutivos.

Fernanda es originaria de la Ciudad de México, lugar donde conocería a su


esposo para posteriormente migrar junto con él hacia la ciudad de Morelia,
Michoacán. Fue a partir de su estancia en dicha ciudad donde se adheriría a una
iglesia pentecostal, las Asambleas de Dios. Con el tiempo, y ante las ausencias de su
esposo por las constantes movilidades que hacía a Estados Unidos, Fernanda decide
migrar, ahora en dirección a Tijuana, donde buscaría congregarse en la misma
denominación en la cual se bautizó. Finalmente, Fernanda decide separarse de su
esposo ante la falta de responsabilidad de éste por ingresar dinero al hogar. Por ahora
se congrega en la Hermosa en el horario matutino, y participa de vez en cuando en el
Ministerio de Evangelismo. Es la única de su familia que está adscrita al
pentecostalismo.

Adherida al pentecostalismo desde hace más de 35 años, Emilia estuvo en La


Hermosa cuando todavía pastoreaba Carolina Gonzáles. Posteriormente dejaría de
congregarse en La Hermosa para regresar 25 años después, junto con su esposo e
hijos. En ese tiempo, Emilia descubriría la infidelidad de su marido, asunto que sería

144
muy comentado en la iglesia, pues estaba decidida a divorciarse pese a la
desaprobación de la congregación y los dirigentes. Actualmente se ha vuelto a casar y
se congrega en La Hermosa en el horario vespertino. No trabaja en ningún ministerio
o departamento.

En los relatos contemplados por las mujeres que conforman este grupo de edad,
se destacan las vivencias que, desde la niñez, han prevalecido en su memoria acerca
de la socialización primaria en la cual está presente los primeros modelos femeninos
que recuerdan y que constituye su primer marco interpretativo sobre el papel de las
mujeres en sociedad.

Yo nací en la colonia libertad, de aquí de Tijuana. Ahí nací en mi casa, mi mamá me tuvo en
mi casa. Mi padre era taxista, mi mamá era, pues ama de casa, estaban en ese tiempo en unión
libre. Desde que yo recuerdo, que tengo yo memoria, fue muy dura mi niñez. No me falto
nada, no me falto ropa, no me falto un techo, comida, mis padres… Pero a la vez, me sentía
sola desde niña, porque mi papá era muy duro con nosotros. Fuimos ocho hermanos, yo era la
más grande, y fue muy duro, yo desde que tengo uso de memoria, fue muy duro mi papá,
demasiado duro, duro; extremadamente duro, severo. Así lo crearon a él, así él pensaba que
era bien criar a sus hijos. Mi mamá le sufrió mucho a él136.

Mi infancia para mí fue muy bonita, porqué de cuatro hijos que fueron, este, de mi papá, de mi
mamá, yo fui la única mujer. Entonces, me crie muy consentida, apapachada y todo verdad. Y
sí, me crie yo en la iglesia católica. En esa situación de que todo el tiempo ha sido que lo que
digan tus padres éso tienes que seguir, y cosas así. […] Más tarde, ya más grande, estuve en la
asociación católica de señoritas. […] Mi mamá era un alma de Dios. Siempre fue una mujer
muy sumisa, muy del hogar. Y pues ella no, no se decía más que lo que decía mi papá. […]
Mi mamá, nunca supo lo que era trabajar en otra cosa que no fuera el hogar137.

En ambos fragmentos tenemos similares modelos familiares: la madre, ama de casa y


el padre proovedor, y figura de control y disciplina en casa, en el cual prevalecia una
marcada subjeción de la mujer al esposo. Aunado a estos dos relatos, las entrevistadas
pasaron su vida de manera similar. Ya casadas, repitieron estos modelos, no obstante,
en lo que respecta a Fernanda, su condición de vida sufrió cambios al momento de
que su esposo decidiera cruzar la frontera inlegalmente hacia Estados Unidos con la

136
Diana, 58 años, 26 de febrero de 2015.
137
Fernanda, 70 años, 08 de abril de 2015.

145
intención de laborar y generar suficiente dinero para mandarselo a Fernanda en su
domicilio en Morelia, Michoacán. No obstante, las ausencias y el poco dinero
enviado, provocó que Fernanda buscará los medios necesarios para generar ingresos
sin descuidar su hogar, llevándola a trabajar como costurera y estilista desde la
comodidad de su casa. Con el tiempo, y cansada de esa situación, migraría con rumbo
a la ciudad de Tijuana, escenario donde decidiría separarse de su esposo, pues este no
se responsabilizaba de sus hijos, además de que no aportaba ningún peso al hogar. No
obstante, mientras estuvieron juntos, Fernanda recuerda como éste, cuando se
encontraba en el hogar, le prohibía congregarse a la iglesia. Similar vivencia la relata
Diana, al narrar la violencia física y psicológica ejercida por la pareja cuando trataba
de ir a la Iglesia junto con sus hijos.

[…] yo no podía ir a la tarde a los cultos por mi esposo. Porque has de cuenta que fue peor mi
enemigo, nomas porque mis hijos estábamos unidos. Y yo le decía a mis hijos “No se
amedrenten”, ¡y yo me comía la Biblia, mija, me comía la Biblia, me comía, era mi alimento,
era mi alimento!, en la mañana, a la hora que pudiera, yo leía la Biblia y leía la Biblia, y les
decía: “Miren mis niños, no se amedrenten, es el enemigo. Nosotros somos hijos de Dios, él
todavía no es hijo de Dios. Él por eso está en contra de nosotros, ahí lo dice en la Biblia. Y
ellos preguntaban al maestro que daba la clase y los maestros los aconsejaba, les decía… “No
es su padre, no es carne ni sangre”. Y así, les explicaba, y la hermana [pastora] me decía “No
deje de leer la biblia, hermana, ¡no deje de leer la Biblia! Mire, su esposo, diga lo que diga,
mire, usted guarde silencio. Yo sé que en otro tiempo usted también estallaba usted, porque
ya usted estaba cansada también” así me decía138.

Pero de ese tiempo para acá me volví a regresar para Michoacán a la casa que teníamos allá, y
empecé yo a ir a una misioncita que se hiso a la vuelta de la casa, pero no me dejaba él que
estuviera todo el rato de la predicación ni nada del servicio, “Si te vas a ir pero nomas te voy a
dar media hora.” ¡Qué hay en media hora, dime, ni siquiera la alabanza! pero yo comenté con
el pastor que teníamos, era un jovencito muy buena persona y dice: “Ni modo hermana, es su
esposo usted tiene que obedecer, si le da permiso de venir media hora, esa media hora
respétela para que él también vaya tomando en cuenta que usted no está haciendo nada malo y
a lo mejor ya después la deja venir más139.

138
Diana, 58 años, 26 de febrero de 2015.
139
Fernanda, 70 años, 08 de abril de 2015.

146
En ambos relatos se pone de manifiesto las dificultades de las mujeres
entrevistadas por continuar sus visitas a la iglesia aún con la oposición de sus parejas;
además, los consejos que les transmitieron los líderes eclesiasticos de aquellas
congregaciones pentecostales apuntan a reforzar los valores y preceptos normativos
que dan cuenta de la autoridad del hombre y la sujección de la mujer al marido.
Asimismo, aunque las instancias de socialización pregonan entre la feligresia la
necesidad de construir un ambiente familiar armonioso y cristiano, lo cierto es que en
la práctica ésto se ve interrumpido por diferentes factores, como la prevalencia de los
matrimonios mixtos, en los cuales cada pareja defiende su sistema de creencias, entre
ellos sus propios valores y cosmovisiones, o las condiciones de violencia ejercidas por
el esposo hacia la mujer, o la desobligación de la pareja frente a su responsabilidad
como proveedor.

En el caso de estas mujeres y el dominio social que comprende lo laboral, tanto


Fernanda como Emilia se caracterizan por trabajar hasta el día de hoy, sustituyendo a
sus maridos en este aspecto. Por ejemplo, las vivencias de Fernanda ofrece
situaciones equitativas con los relatos precisados en el anterior grupo de edad, en el
cual la interración en otras esferas sociales, lejos del espacio y las funciones
domésticas, significo la constitución de nuevos marcos de referencia en el cual se
enriqueció su panorama cognitivo sobre su identidad femenina. Manifestando que su
identidad está tambien basada en su papel como trabajadoras, ademas de sus roles
respectivos como madres o esposas. En cambio, Diana, hasta la fecha, su movilidad
espacial está constituido en las interacciones que mantiene en la iglesia y los confines
de su hogar.

En cuanto al nivel de educación registrado por las tres mujeres que comprenden
este grupo, y que se puede revisar en el cuadro que se encuentra al inicio de este
apartado, de las dos mujeres, sólo una presenta una carrera técnica en comparación de
las otras dos (Emilia y Diana). No obstante su visión sobre la educación para las
mujeres es positiva, aunque en el caso de Diana se puede encontrar nuevamente la
prevalencia de que las mujeres pueden estudiar cuando no tienen resposabilidades
conyugales o con los hijos, y si los tiene, que no se descuide de ninguna manera.

147
Pues aquí en la iglesia en donde estoy, en la Hermosa, nos han enseñado que la mujer puede
educar, puede realizarse de la manera que ella sienta su llamado a estudiar algo, realizarse en
algo, no hay impedimento, sin que desatendamos de nuestra obligación principal que es
nuestra casa; porque la familia es importante, la familia, en la Iglesia, nos han enseñado que es
muy importante la familia. Porque podemos tener a nuestros hijos en las mejores escuelas,
mejores ropas y todo, pero si no están los padres que son los principales, no ven unión en los
padres, los hijos pagan las consecuencias140.

En cuanto a su percepción como madres que se identifican como pentecostales,


las mujeres reproducen y objetivan en sus relatos la normatividad propuesta por el
campo religioso, aunque en sus relatos dan cuenta de las contradicciones entre estos
ideales y su hacer real, como en el hecho de tratar de educar a sus hijas en los
preceptos, valores y nomas de conducta moral, sobre todo el resguardo de la castidad
de sus hijas, pues aunque las mujeres entrevistadas trataron de encaminar a sus hijas
en estos ideales, muchas veces éstas los transgredieron, iniciando su vida sexual antes
del matrimonio; en algunas, con consecuencias de embarazo, como en el caso de
Fernanda:

Sí, yo se lo dije, ¡nomás que no hacen caso, hermana! [ríe]. Yo le dije: “¡Bueno, pero si tu
sabias y todo, y mira, saliste con [embarazo]! ¡Ay, no!”141.

Una de los mensajes reiterados y difundidos a traves de los discursos


normativos que se instalan en la iglesia, es el deber de las madres de familia por
vigilar y controlar la castidad de sus hijos, en especial la de sus hijas. Aún si la familia
se compone de los dos padres de familia, la responsabilidad de la educaciónn moral
corresponde a la mujer, así que si las hijas transgreden estas prohibiciones, gran parte
de la culpa la tendría la madre, para los ojos inquisitivos de la iglesia.

Respecto a los conducta cristiana en torno a las prácticas sexuales en este grupo,
se repitieron los mismos argumentos empleados por la iglesia, en el cual las prácticas
vía anal y oral son vistas con reprobación bajo un esquema de impureza y desorden, y
en el que cada parte del cuerpo tiene funciones específicas, sobre todo para el código

140
Diana, 58 años, 26 de febrero de 2015.
141
Fernanda, 70 años, 08 de abril de 2015.

148
religioso pentecostal en donde se insertan las entrevistadas. Asimismo, las vivencias
en el cual el cuerpo de la mujer le pertenece a su conyugé, como en el caso de Diana,
que repite un relato similar a lo expresado por Lidia en el anterior grupo de edad,
cuyo argumento bíblico era repetido por sus parejas para que ésta cumpliera su deber
de satisfacerlo sexualmente, pues amerita parte de sus obligaciones como esposa.

Uno de los “dominios” en los cuales se identificó mayor infracción por las
mujeres de este grupo de edad, es en lo que respecta a las relaciones maritales. En el
caso de Diana, por ejemplo, harta de que su esposo no le diera dinero para sus propios
gastos, se propuso a no realizar sus labores domésticas para que éste no tuviera otra
opción más que pagarle por la realización de sus labores. La prueba duro unas
semanas, posteriormente su esposo le pagó de mala gana 40 dólares a la semana.
Estás negociaciones ante los preceptos y normas que el “deber ser” impone a las
mujeres casadas, es una de las formas en las cuales Diana ejerce un contrapeso,
permitiendose manipular y transformar las reglas imperantes en torno a su deber
conyugal y su identidad femenina como esposa cristiana.

Por su parte, Fernanda, desobedece los preceptos normativos en relación al


matrimonio cuando decide separarse de su esposo. Aunque aquí debemos detenernos
en dos aspectos que se distinguen en su caso. La primera, el estado de Fernanda al
interior de la agrupación. Y la segunda, se vincula con la concepción que prevalecen
en la iglesia en relación a las separaciones. En el primer aspecto, tenemos que
Fernanda no figura como una integrante con una alta participación al interior del
campo religioso, pues su membrecia sólo consta de visitar la iglesia los días domingo
en el horario matutino, sin participar o formar parte de algun ministerio, rutina que
ademas ha llevado a cabo a lo largo de su estancia en La Hermosa, que es alrededor
de ocho años.

Acerca de los ministerios que ha llevado a cabo en la iglesia, Fernanda se


distingue por sólo acceder en trabajar en los Ministerior de Evangelismo y
Bienvenida, más su admisión a ellos no es constante, según lo relatado. Estos
elementos nos pueden ayudar para entender la poca relación de Fernanda al interior de
la iglesia, y su posición frente a otros miembros con mayor jerarquía, y por lo tanto
mayor exposición social ante los demás . El otro aspecto a considerar es que, en caso

149
de haber optado por llevar a cabo el proceso de divorcio, Fernanda hubiera sido
regañada por los líderes eclesiástico, además de ser estimagtizada por gran parte de la
congregación que no ve con buenos ojos el divorcio, que representa una
desobediencia directa a la unión sagrada del matrimonio condicionada divinamente.
De esta manera, Fernanda no experimentó ninguna expresión o muestra de ostracismo
social por parte de los creyentes, es más, su separación no represento ninguna gran
noticia por el estado discreto de Fernanda al interior de la agrupación religiosa.

En contraposición, Emilia, quien como ya señalamos parte de su trayectoria en


la iglesia, proviene de una númerosa familia perteneciente y miembro de la
congregación, además de que, de manera individual, la entrevistada se habría
caracterizado por su alta participación frente al grupo religioso, sumandose sus
recursos tanto espirítuales como culturales, como el bautismo espiritual y su
formación educativa en cursos pedagógicos cristianos. El caso de Emilia,
desobedeciendo y transgrediendo uno de los preceptos bíblicos más repetido por las
instancias de socialización, el matrimonio, y sobre todo, el modelo ideal de esposa
sumisa y obediente ante la figura de autoridad masculina líderada por su esposo, se
debe a la desición por ésta de divorciarse ante la infidelidad de su conyuge, quien
pese a estar casado con Emilia, mantenía otro hogar, procreando otros hijos de
diferente mujer. Ante tal engaño y pese a los comentarios y consejos de los pastores,
líderes y diferentes creyentes que la apoyaban pero sobre todo, la inducian a perdonar
y no buscar alternativas extremas para la iglesia como el divorcio, Emilia optó por
esta opción ocasionando que el cuerpo ejecutivo —pastores y diáconos— hablaran
con ella para tratar de convencerla de cambiar de opinión o cancerlarle todo cargo en
La Hermosa a lo largo de un año.

Finalmente, decide dejar de ser miembro, saliendose de la iglesia y congregarse


a otra denominación “Grupo de Unidad Crisitiana de México” —La Arena— con
características doctrinales y liturgicas asociadas con el “neopentecostalismo” en la
región (Hernández, 2013:103; Jaimes, 2006:308). No obstante, vale la pena
mencionar que su posición y presentación en la iglesia estudiada, también se vio
mayormente afectada cuando la entrevistada volvio a contraer nupcias después de su
divorcio, acción que fue tomada por los líderes y creyentes, como una transgresión de
mayor peso y dimensión para los estatutos y preceptos bíblicos en los cuales basan su

150
doctrina. Así, Emilia se alejó del rol, atributos y funciones que una mujer casada y
pentecostal debe de seguir, tomando una desición ajenas a ese ideal femenino y más
cercana a sus motivaciones personales como una mujer que puede cambiar su suerte,
sin miedo a las repercusiones sociales.

No obstante, aunque su desición de separse responde a una motivación personal,


las repercisiones que tuvo fueron más bien sociales. En primera instancia, y a nivel
familiar, tanto sus hermanos, que además son creyentes pentecostales, uno de ellos,
incluso, figura como Pastor en una iglesia, desaprobaron la acción de Emilia, en tanto
que parte de la membrecia en La Hermosa la apoyo; otros, en cambio, no vieron con
buenos ojos el divorcio y manifestaban su opinión como suele ocurrir en estos casos,
entre rumores y chismes entre los pasillos de la iglesia. Con el tiempo, Emilia
lentamente se ha vuelto a incorporar a las actividades y rituales de La Hermosa, pero
su estancia ya no es como la de antes, no incluye una alta participación y suele
escuchar el servicio en la parte trasera de los bancos de la iglesia, saliendo
rapidamente al termino de la predicación.

Como se puede notar, tanto las infracciones al deber ser femenino por parte de
Isabel como el de Emilia, se podrían agrupar como nuestros casos de transgresión más
directos al orden moral y a los atributos vinculados con la identidad femenina
cristiana, al destacarse sus actos como una desobediencia directa y teniendo
repercusiones en su posicionamiento y condición al interior del campo religioso,
incluso cuando ambas se destacaban con diversos y variados capitales a su favor y
una sólida trayectoria como creyentes. Aún cuando la entrevistada estaba provista de
una fuerte red social compuesta de amistades en la iglesia, no fueron suficientes para
no verse afectada por su transgresión.

Los casos de transgresión señalados, apuntan directamente a las contradicciones


vividas por las mujeres entre la obediencia a los preceptos bíblicos y doctrinarios
promovidos por el campo religioso, y las vivencias reales de las mujeres, en el cual su
discernimiento ante eventos críticos que experimentaron y las desiciones tomadas
estuvieron motivadas por factores más individuales que el sólo conducirse como
buenas cristianas. Y aunque su desición afecto su posición dentro de la agrupación,
los relatos dan cuenta que, a pesar de todo, las mujeres no se arrepienten de sus

151
acciones, aún cuando para algunas de ellas el miedo a la condena eterna o el castigo
divino es un argumento que logra frenarlas al momento de desobedecer, o como un
mecanismo simbólico que logra la culpabilización de éstas ante sus actos. Aún así,
dichas acciones revelan y dan pauta para entender cómo las mujeres actuan, ya sea
racional o prácticamente en su devenir como mujeres, sobre todo en los puntos de
inflexión en sus vidas en el cual sintieron la motivación de transgredir los preceptos y
valores cristianos vinculados a su comportamiento como mujeres adheridas a una
organización pentecostal.

4.5. Reflexiones finales

La religión, como medium simbólico que ordena la conciencia de los sujetos sociales,
pero sobre todo, dota de sentido los confines de la vida, incluyendo la identidad
genérica, logrando constituir un habitus femenino que opera evaluando, clasificando y
distinguiendo lo propio de una feminidad adecuada al sistema religioso en
contraposición a lo que se cree opuesto, como lo sería una mujer ajena a los roles
asignados tradicionalmente a la mujer, como es ser madre, esposa, hijas y obreras en
Dios. Cada uno, sin embargo, con una serie de atributos sobresalientes y defendidos
por la comunidad religiosa estudiada.

De está manera, se espera que las esposas apoyen a sus maridos en su proyecto
de vida además de impulsarlos en su ministerio; en tanto que, en el modelo de
maternidad precisado en la iglesia, lo principal es que logren administrar su tiempo,
fuerza y dedicación tanto física como mental, en las tareas del hogar, especialmente la
educación y el cuidado de los hijos, además de transmitirles los valores, reglas,
discursos y tradiciones que se sustentan con la reproducción de los símbolos
religiosos, incluyendo corregirlos si transgreden dichos preceptos o guiarlos a que
continúen involucrados en la iglesia como miembros ordenados. En el caso de las más
jóvenes, se busca acercarlas a los elementos y atributos que conforman ser una buena
hija y una buena creyente, pero también se les acerca a lo que se cree será sus
funciones próximas como esposa y madre. No obstante, en este estado, se tiene una
mayor vigilancia de su sexualidad y cuerpo, recordemos que la virginidad se valora y
se le reconoce como un atributo de buena creyente, que se caracteriza por ser soltera.

152
Cabe destacar que, entre los preceptos y normas que existen para regular y
controlar el cuerpo y la sexualidad de la feligresía femenina, tienen una connotación
moral y de imperativos tanto de limpieza como espirituales, además de dirigirse a
todas las mujeres, incluyendo las que se encuentran casadas, pues existen limitaciones
en cuanto a las prácticas sexuales dentro del matrimonio. Estas reglas, valores y
normas, forman parte del conocimiento normativo que deviene del campo religioso, y
se distinguen por ser las principales demarcaciones simbólicas de este campo, y que
se transmiten a las creyentes, a través de una complejo programa pedagógico, como
son las instancias de socialización y resocialización que existen en la iglesia a través
del departamento de Educación Cristiana. Está formación que promueve un ideal de
ser mujer, se acentúa a partir de los discursos de los dirigentes, tanto en las
predicaciones generales como en los talleres y reuniones de mujeres. Sin embargo,
este conocimiento normativo permite que de vez en cuando éstas puedan desobedecer
cotidianamente a estos imperativos doctrinarios, a través de un proceso de
asimilación, evaluación, resignificación y transformación de los preceptos, logrando,
incluso, cuestionarlos o transgredirlos, por medio de pequeñas acciones o estrategias
que emplean a partir de los recursos a su alcance.

Las mujeres, en ese sentido, asimilan e acatan el conocimiento normativo en


diferentes grados, dependiendo de su situación y contexto real como mujeres, pues
aunque la iglesia inaugura y promueve para ellas un “deber ser”, finalmente las
mujeres conforman su identidad femenina, a través de otros canales del mundo social
y que constantemente se ve transformado, dependiendo de sus vivencias y
experiencias como mujeres.

Asimismo, el hecho de que el locus de esta tesis sea en la ciudad de Tijuana,


Baja California, la dota de elementos distintivamente variados que repercuten en parte
la identidad de sus residentes, en especial de las mujeres, pues como se revisó, la
frontera de Tijuana es una de las entidades mayormente urbanas, en el cual la
industria terciaria se ha visto fortalecida y expandida logrando que buena parte de las
mujeres residentes trabajen en algún rubro laboral. Como ejemplo, la mayoría de las
mujeres entrevistadas laboran fuera del hogar y su aportación económica es necesaria
para el sustento de su familia. Estás datos nos ofrecen una idea de cómo el contexto

153
geográfica donde se sitúa la tesis también repercute y constituye parte de la identidad
genérica de las mujeres adheridas a una organización pentecostal como La Hermosa,
además de otros canales culturales que también condicionan su visión de ser mujer,
como sus vivencias personales, edad, clase social y formación educativa. De esta
manera, para está investigación se trato de aproximarse en la conformación de estas
identidades femeninas religiosas, según los tópicos de edad y clase social, aunque este
último no significo una variación tan marcada, pues la mayoría pertenecía a sectores
de clase media, con pequeñas diferencias en cuanto los estudios de algunas mujeres.
Ahora bien, en un futuro valdría la pena revisar más detenidamente y a profundidad
los factores migratorios vivenciados por las mujeres como determinantes para
constituir su identidad femenina, además de los valores y atributos que se espera en la
agrupación religiosa en donde se inserten. También cabría precisar con mayor detalle
la situación de las mujeres líderes en relación con otras figuras con cargos
eclesiásticos, sobre todo masculinos; sus trayectorias, avances e impactos a las
estructuras jerárquicas y patriarcales, sobre todo en lo que se refiere a la Iglesia de las
Asambleas de Dios en México, que está dando muestras de cambio al respecto,
aunque todavía figure como una denominación fuertemente masculinizada.

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163
ANEXO A

Organigrama de la Asamblea Local


Templo “La Hermosa”

Pastor! Cuerpo Ejecutivo


General! Integrado por:
1. Pastor
2. Pastores asociados
3. Diáconos
Pastores! 4. Secretario, tesorero y los líderes de la
Asociados!
junta administrativa de gobierno,
!
integrada por todos los líderes,
Diáconos! secretarios y tesoreros de las sociedades
y departamentos de la Iglesia local.

Secretario!General! Administrativo! Tesorero!

Sociedades! Departamentos! Ministerios!

Educación! Misioneritas! Exploradores! Acción!


Damas! Varones! Infantil! Música! Evangelismo! Ujieres! Misiones! Multimedia! Bienvenida! Cocina!
Jóvenes! Cristiana! Niñas!y!jóvenes! Social!
mujeres!entre!5!y! Niños!y!jóvenes!!
entre!5!y!15!años!
15!años!

Figura 4. Organigrama General de La Hermosa.


!

164
Figura 5. Organigrama del Concilio General de Las Asambleas de Dios en México, A.C.

165
ANEXO C

GUIIÓN TEMÁTICO DE HISTORIA DE VIDA

Datos generales
• Lugar de procedencia.
• Fecha de nacimiento
• Escolaridad
• Lugar de trabajo
• Estado civil
• En caso de ser madre, preguntar el número de hijos.
• Situación económica de la familia.

Infancia y adolescencia
• Instrucción religiosa
• Prácticas familiares.
• Relaciones de los miembros de la familia
• Anécdotas familiares.
• Tradiciones familiares.
• Educación sexual.
• Noviazgo.
• Primer experiencia sexual.

Matrimonio
• Experiencias y anécdotas de la boda.
• Vida conyugal.
• Valores en la pareja.
• Acuerdos y desacuerdos con el cónyuge.
• Labores y tareas en el hogar.
• Opiniones respecto al rol de la mujer en el hogar y el matrimonio.
• Discursos bíblicos y doctrinarios en relación al papel de la esposa

Maternidad
• Experiencia en el embarazo.
• Valores y actitudes en torno a la maternidad
• Educación y disciplina a los hijos.
• El papel de la madre en el hogar.
• Discursos bíblicos y doctrinarios acerca del papel de la madre en el hoga

Sexualidad y salud reproductiva


• Discursos bíblicos y doctrinario en relación a la sexualidad
• Prohibiciones.

166
• Autoerotismo
• Pornografía
• Experiencias y anécdotas en relación a la sexualidad.
• Métodos anticonceptivos.
• Número de hijos.
• Educación sexual y reproductiva a los hijos (en caso de tener hijos).

Conducta moral
• Conducta de la mujer en el noviazgo.
• Valores y actitudes en torno a la virginidad.
• Discursos bíblicos y doctrinarios acerca de la virginidad.
• Códigos normativos en torno a la apariencia de las mujeres en la iglesia.
• Opiniones en torno al divorcio.
• Opiniones en torno al aborto.
• Experiencias o anécdotas sobre acontecimientos sociales al interior de la
iglesia, que implique la desobediencia o la transgresión de dichos puntos.

Adscripción religiosa
• Conocimiento en torno al pentecostalismo
• Conversión religiosa
• Diferencias en su identidad femenina antes y después de pertenecer a una
congregación pentecostal.
• Enfrentamientos y desacuerdos entre miembros de su familia en torno a sus
creencias religiosas.

Institución religiosa
• Ministerios en los que ha participado hasta la actualidad.
• Experiencia en los departamentos o ministerios de la Iglesia.
• Relación entre los miembros de la iglesia.
• Actividades y ritos al interior de la iglesia.
• Discursos, enseñanzas y lecturas bíblicas acerca de las diferencias entre
hombre y mujer.
• Personaje femenino favorito de la Biblia
• Cambios litúrgicos y eclesiásticos que percibe en la iglesia.
• Confrontaciones o desacuerdos con miembros y líderes de la iglesia.

Experiencia migratorio (en caso de haberla).


• Experiencias y anécdotas de la entidad de origen.
• Causas de la migración.
• Razones por las que decidió mudarse a Tijuana.
• Dificultades en el trayecto.
• Diferencias y similitudes en relación a la situación de las mujeres entre el
lugar de origen y Tijuana.
• Historia laboral en la ciudad.

167
Vida cotidiana y recreación.
• Actividades y prácticas diarias, en el hogar como fuera de ella.
• Experiencia labora (en caso de trabajar).
• Prácticas y hábitos en relación al arreglo personal.
• Valores y actitudes en torno a la belleza femenina.
• Discursos bíblicos y doctrinarios en relación a la belleza.

Actualidad
• Opinión y percepciones en torno a la situación social de la mujer actual.
• Opiniones y percepciones en torno a la homosexualidad.
• Derechos laborales, y cambios sociales y culturales en relación a las mujeres
en la actualidad.

168
ANEXO D
FOTOGRAFÍAS

Fotografía 4.7. Mujeres en la cocina

Fotografía 4.8. Ministerio de cocina

169
Fotografía 4.9. Pastor General predicando

Fotografía 4.10. Oración

170
Fotografía 4.11. Llamamiento espiritual

Fotografía 4.12. El momento sacro

171
Fotografía 4.13. “Intercediendo por nuestra familia”

Fotografía 4.14. Oración de mujeres

172
Fotografía 4.15. Dones espirituales

Fotografía 4.16. Mujeres de La Hermosa en el Congreso de Damas “Mujer Valiente y Esforzada ante los Desafios
de la Actualidad”

173
Fotografía 4.17. Predicadora en la Clase General, horario matutino

Fotografía 4.18. Oración después de bautizo

174
Fotografía 4.19. Jóvenes mujeres en la plática de jóvenes “Antes del Altar”

Fotografía 4.20. Niñas pertenecientes al grupo de “Estrellas”, Sociedad de Misioneritas

175
Fotografía 4.21. Parte del grupo de “Rositas”, Sociedad de Misioneritas

176

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