San Vital
San Vital
San Vital
En el intradós del arco triunfal puede apreciarse una imagen de cristo siriaco, a ambos
lados los retratos de busto de los doce apóstoles, en el extremo inferior dos santos. Los
medallones se separan entre si con parejas de delfines (significado del delfín). En el panel
del presbiterio la decoración recorre toda la altura hasta el mismo arranque de la bóveda
de arista que lo cubre.
El panel se completa hacia arriba con las representaciones de los profetas, Jeremías y
Moisés, vestidos como sabios antiguos. Sobre estos los evangelistas Juan y Lucas, Mateo
y Marcos se encuentran en la pared de enfrente. La hospitalidad de Abraham se relaciona
con un mensaje trinitario que encaja perfectamente con la necesidad del momento de
defender el mensaje ortodoxo católico que proclamaba la divinidad de Cristo frente a la
doctrina arriana que la negaba, y consecuentemente el misterio de la Santísima Trinidad
(una prefiguración tipológica del anuncio a María). Los episodios se suceden sin
continuidad; junto al anterior, la mano de dios se predispone a parar a Abraham, una
prefiguración tipológica del sacrificio de Cristo en la cruz, y consecuentemente de la
eucaristía.
En el panel derecho (lado sur) pueden apreciarse diversos elementos figurativos iguales
al panel enfrentado. Volvemos a encontrar a Moisés, y en lugar de Jeremías, al profeta
Isaías, hacia arriba los dos evangelistas restantes, Mateo y Marcos. La decoración
continua a partir de las cráteras, desarrollándose un denso follaje por toda la parte
superior, en el vértice sobre el arco una cruz (decoración inspirada en obras antiguas). En
el arco que comunica con el presbiterio se parecían unas cornucopias entrelazadas que
recuerdan a los cuernos de la abundancia de la iconografía pagana.
Se ven en San Vital de Ravena ambas tipologías de las representaciones de Cristo, por un
lado, el siríaco, barbado y con cabellos largos; y por otro el helenístico, más joven e
imberbe. En la parte superior del arco se ven representaciones de Jerusalén (misterio de
la muerte y resurrección de Cristo) y Belén (misterio de la encarnación); bajo estas sendas
palmeras que sitúan la escena en un contexto paradisiaco. Destacan los famosos paneles
de Justiniano y Teodora; el primero del emperador, con ricas vestimentas y corona,
portando la patera, le acompañan distintos personajes como soldados y Maximiano, el
obispo consagrante. Enfrentado a este, el mosaico de Teodora representada con el cáliz
en un escenario particular relacionado con la idea de poder (nicho venerado), acompañada
con sendas mujeres vestidas como cortesanas de la época. Ambos participan en la
ceremonia de consagración, en el proceso eucarístico (reyes magos en la túnica de
Teodora aporta a la idea, San apolinar el nuevo).