ESCULTURA PALEOCRISTIANA (Resumen Ana)
ESCULTURA PALEOCRISTIANA (Resumen Ana)
ESCULTURA PALEOCRISTIANA (Resumen Ana)
Se utilizan piedras duras. Se trabaja con cincel, martillo y gubias en el caso de los relieves.
El cristiano no se interesa por los retratos, por lo que toma de los romanos la escultura funeraria.
Hay un paulatino alejamiento de los ideales clásicos, la belleza pasa a un segundo plano,
importancia en la expresividad de las formas en consonancia con una nueva espiritualidad.
El símbolo de los primeros siglos será reemplazado por una iconografía fácilmente identificable.
Lo escultura exenta o de bulto se limita a la representación del Buen Pastor y del Cristo Doctor.
Se trata también de una representación de un Cristo joven imberbe con un cordero sobre los
hombros. Está relacionado con el crióforo griego.
El tema del “pastor” es uno de los más emblemáticos del arte cristiano antiguo y la estatuilla del
Museo Pío Cristiano —readaptación dieciochesca de un fragmento de sarcófago— sin duda es la
más célebre y evocadora de las representaciones de este tema. La iconografía del pastor
“crióforo”, que carga sobre sus hombros un carnero o un cordero, hunde sus raíces en el arte
clásico, como representación de un fiel oferente y, más tarde, alegoría de la “filantropía”; la
imagen se toma del arte funerario, entre los protagonistas de las escenas bucólicas alusivas a la
beatitud ultramundana y, por último, la heredaron los cristianos, en relación a la figura de Cristo
“Buen Pastor” (Jn 10,11) y la parábola de la oveja perdida (Mt 18,12-14; Lc 15,4-7): la estatuilla del
Museo Pío Cristiano, con el espléndido rostro “apolíneo” característico de la iconografía más
antigua de Cristo, es sin duda un testimonio de esta última evolución semántica.
El gran sarcófago, entre los más tardíos de la colección (finales del siglo IV), proviene del área de
las catacumbas de Pretestato y se caracteriza por la elevada calidad de la decoración escultórica.
El hecho de que la caja esté esculpida por los cuatro lados deja imaginar una colocación en
posición central dentro de un mausoleo. En el frontal se suceden tres figuras de pastores
“crióforos” (con ovejas sobre sus hombros), en pie sobre pedestales, a cuyos lados se encuentran
numerosos amorcillos trabajando en la vendimia, entre los sarmientos de una viña espesa. Las
escenas agrestes siguen en bajorrelieve en los laterales del sarcófago, mientras que la parte
posterior está decorada con un motivo estilo cerca, que alude a las vallas de los jardines. Aunque
el sarcófago provenga del área de un cementerio cristiano, la decoración se inspira en las
representaciones bucólicas del Más Allá, que también eran comunes en el imaginario tradicional
romano: este elemento ha hecho discutir largamente acerca de la pertenencia religiosa de los
comitentes de este sepulcro.
I. IDENTIFICACIÓN y DESCRIPCIÓN
Una inscripción es la que justifica su pertenencia a Junio Basso que ocupó el cargo de
Prefecto de Roma y falleció a los 42 años.
- Escenas de los frisos separadas por columnas, arquitrabes y arcos y frontones alternados.
El sarcófago muestra influencia del clasicismo, tanto en la arquitectura que compartimenta las
escenas como en las figuras que las componen.
La figura de Cristo es el Cristo Apolíneo, un Jesús joven e imberbe, sentado sobre Urano
simbolizando el triunfo de la iglesia sobre el mundo pagano.
Todas las figuras se ajustan al marco arquitectónico que es adintelado en el nivel superior
mientras que se alternan los arcos rebajados y estructuras triangulares en el registro inferior.
Las escenas se encuentran separadas por columnas con capiteles clásicos. Las laterales presentan
un fuste decorado en espirales y las centrales muestran angelillos procediendo a la vendimia, un
símbolo que alude a la Eucaristía (la vid simboliza la sangre de Cristo).
En los laterales puttis o amorcillos más los elementos naturales refuerzan la idea de influencia
clásica.
En casi todo el sarcófago se percibe movimiento de las figuras y expresión menos en el Cristo
apolíneo que muestra hieratismo.
Sarcófago “dogmático”
El gran sarcófago, creado para un eminente personaje de la Iglesia romana enterrado alrededor
del año 340 en la basílica de San Pablo, es una obra maestra del arte paleocristiano. Su nombre
tiene origen en los tres personajes implicados en la Creación de Eva (escena en la parte superior
izquierda), en la que se propone reconocer la primera representación de la Trinidad divina; más en
general, se diría que el planteamiento del programa iconográfico refleja el clima doctrinal que
siguió al concilio de Nicea del año 325, al que se debe la primera formulación del “Credo”
trinitario. La estrecha relación entre las narraciones bíblicas del Antiguo y del Nuevo Testamento
explica asimismo el apelativo de sarcófago “de los dos Testamentos”. En efecto, la escena de la
Creación del registro superior —acompañada por la entrega a los Progenitores de los símbolos del
trabajo después del pecado original— se corresponde, en el registro inferior, con el
acontecimiento de la Redención, mediante las escenas de la Epifanía y la curación del ciego.
Fijándonos de nuevo en la parte superior, además del tondo con los retratos incompletos de los
difuntos, vemos tres milagros que subrayan el poder creador de Cristo (las bodas de Caná, la
multiplicación de los panes y los peces y la resurrección de Lázaro, en parte perdida). Debajo de
estos se encuentran las escenas del ciclo iconográfico de Pedro: la predicción de la negación, la
detención del apóstol y el milagro de la fuente (los dos últimos episodios tomados de los Hechos
apócrifos de Pedro). Por último, en el centro, debajo de los retratos de los difuntos, Daniel entre
los leones prefigura la pasión y resurrección de Cristo y a la vez la esperanza paulina de la
salvación de sus fieles.