El Camino de Los Juicios Recursos

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La dictadura, aún en el poder, dicta en el

mes de septiembre la Ley de Pacificación


Nacional (Autoamnistía) para evitar que
los crímenes cometidos en el marco del
terrorismo de Estado fueran juzgados. Una
de las primeras medidas, cuando asumió
en el mes de diciembre el gobierno
democrático, fue derogar la ley.
El presidente Raúl Alfonsín crea la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de
Personas (CONADEP) para investigar
crímenes cometidos por la dictadura. El
informe final de la comisión fue publicado en
el mes de septiembre de 1984 bajo el título
“Nunca Más”. Ese mismo año se impulsó la
reforma del Código de Justicia Militar y se
estableció que cualquier delito cometido
entre el 24 de marzo de 1976 y el 26 de
septiembre de 1983 en el que se denuncia a
las Fuerzas Armadas sería juzgado por el
Consejo Supremo de esas fuerzas.

Debido al malestar social que produjo esta


decisión y el rechazo de los organismos de
Derchos Humanos, se incorporó una cáusula
que abría la posibilidad de apelación ante la
justicia civil.
Entre abril y diciembre de
El 7 de octubre, a tres meses
ese año tiene lugar el Juicio
de asumir la presidencia de la
a las Juntas que juzgó y
Nación, Carlos Menem firmó
condenó a los principales
cuatro decretos en los que
miembros de las juntas
indultó a los jefes militares
militares que gobernaron el
procesados por cometer
país entre 1976 y 1983. El
delitos en el marco del
tribunal a cargo del Juicio
terrorismo de Estado que no
fue la Cámara Nacional de
habían sido favorecidos por
Apelaciones en lo Criminal y
las leyes de Punto Final y
Correccional Federal de la
Obediencia Debida
Capital Federal. La acusación
promulgadas durante el
fue llevada adelante por la
gobierno de Raúl Alfonsín.
Fiscalía y las víctimas sólo
participaron en calidad de
testigos.
Frente a las presiones de sectores de
las Fuerzas Armadas (Ejército,
Armada y Fuerza Aérea), el gobierno
de Raúl Alfonsín busca frenar el
avance de otras causas judiciales,
impulsando en el Congreso la sanción
de la Ley de Punto Final que
establecía una fecha límite para iniciar
juicios por crímenes cometidos
durante el terrorismo de Estado. Esta
ley se promulga el 24 de diciembre de
1986.
En junio, luego de que en Semana Santa se
produjera el primer levantamiento militar, se
sancionó la Ley de Obediencia Debida, que
eximía de responsabilidad penal a oficiales
medios y subalternos de las Fuerzas
Armadas, con la justificación de que habían
actuado bajo órdenes de los mandos
superiores. De esta manera, se limitaron los
juicios en trámite y la posibilidad de nuevos
juicios a futuro. Esta ley no alcanzó a delitos
como la apropiación de niñas y niños, las
violaciones sexuales y el robo de bienes, lo
que posibilitó que se realizaran algunos
juicios por estos delitos.
El 30 de diciembre Carlos Menem dictó
nuevos decretos, en los que indultó a los
jefes de las Juntas Militares condenados
en 1985. Debido a estos, recuperaron la
libertad Jorge Rafael Videla, Emilio
Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto
Viola y Armando Lambruschini.

Con la reforma constitucional, se otorgó


jerarquía constitucional a los tratados
internacionales en materia de derechos
humanos, art. 75 inc. 22.
Se dictó el procesamiento de los represores
imputados en la megacausa «Operativo
Independencia», que tuvo lugar en la provincia de
Tucumán, donde se investigaron delitos cometidos en
perjuicio de 269 víctimas entre 1975 y 1977. En el
marco de esta acción represiva, se había creado el
primer centro clandestino de detención de la
Argentina, conocido como «La Escuelita de Famaillá».
Hoy funciona allí un Espacio para la Memoria.

La Corte Suprema de Justicia otorgó mediante un


fallo el beneficio de reducción del plazo de las penas,
llamado «dos por uno», a condenados por delitos de
lesa humanidad cometidos durante la última
dictadura. Ante el masivo rechazo popular, y de
diversos sectores de la sociedad, el Congreso de la
Nación sancionó una ley que impedirá que en el
futuro se puedan dictar este tipo de medidas.
A partir de peticiones realizadas por
los organismos de derechos humanos
argentinos ante la Comisión
Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), en las que se
denunciaba la sanción de las leyes de
impunidad, este organismo, en el
informe 28/92 , consideró que estas
leyes resultaban violatorias del
derecho a la protección judicial y a un
proceso justo, ya que derivaron en la
paralización de las investigaciones
judiciales y en impunidad. Recomendó
al gobierno argentino esclarecer los
hechos e individualizar a los
responsables.
El 30 de diciembre, con una presentación
impulsada por la Asociación Abuelas de
Plaza de Mayo, se inició la causa Plan
Sistemático de Apropiación de Menores
durante la última dictadura . Este delito no
estaba alcanzado por las leyes de Punto
Final y Obediencia Debida.

Ante la imposibilidad de condenar penalmente a las


personas responsables de los crímenes
perpetrados durante el terrorismo de Estado, se
empezaron a desarrollar los Juicios por la Verdad,
procedimientos judiciales sin efectos penales pero
que permitieron probar y conocer la verdad sobre
lo sucedido. Uno de ellos fue el caso por la
desaparición de Alejandra Lapacó, hija de Carmen
Aguiar de Lapacó (foto), Madre de Plaza de Mayo y
fundadora del CELS.
Se anularon en sede judicial las leyes
de Punto Final y Obediencia Debida
en el caso iniciado por Abuelas de
Plaza de Mayo por la apropiación de
la niña Claudia Poblete Hlaczik. En
este fallo el juez dictaminó que ambas
leyes eran contrarias a la
Constitución nacional y a los tratados
de derechos humanos vigentes al
momento de su sanción y decretó,
consecuentemente, su invalidez,
inconstitucionalidad y nulidad. El
fallo fue ratificado por la Cámara de
Apelaciones y por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación.
Se sancionó en el Congreso de la Nación la Ley Nº
25.779, que anula las leyes de Punto Final y
Obediencia Debida. Este hecho fortaleció el proceso
de reapertura e inicio de nuevas causas. Antes de la
sanción de la ley, por medio de otra, se incorporó la
Convención sobre Imprescriptibilidad de los
Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad a la lista
de tratados con rango constitucional vigentes en el
país.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró


la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final
y Obediencia Debida en el Caso Poblete Hlaczik.
Para tomar esa decisión, el máximo tribunal de la
República abordó el concepto de «delitos de lesa
humanidad» y afirmó que lo que permite calificarlos
como tales es el hecho de que afectan a la persona
como integrante de la humanidad y son cometidos
por el Estado. Estos crímenes son imprescriptibles
A casi cuarenta años del retorno de la democracia,
se han dictado más de 286 sentencias vinculadas
al terrorismo de Estado, han sido condenadas más
de 1088 personas, mientras que 166 resultaron
absueltas, según el último informe de la
Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad del
Ministerio Público Fiscal. De dichas sentencias, 41
han contemplado delitos por violencia sexual.

El Tribunal Oral Federal N°1 de San Martín, provincia


de Buenos Aires, imputó por primera vez a responsables
por la complicidad civil empresaria con la última
dictadura, en el marco de la llamada causa Ford. Este
proceso judicial investigó la participación del personal
jerárquico de la empresa en las violaciones a los
derechos humanos que sufrieron 24 trabajadores de
esta multinacional.

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