El documento describe la estructura y organización típica de un ensayo académico, incluyendo una introducción para anticipar el tema y plantear preguntas e hipótesis, un desarrollo que analiza el tema a través de diferentes partes y contrasta las perspectivas de varios autores, una conclusión que resume el análisis y evalúa los aportes teóricos, y referencias bibliográficas al final.
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El documento describe la estructura y organización típica de un ensayo académico, incluyendo una introducción para anticipar el tema y plantear preguntas e hipótesis, un desarrollo que analiza el tema a través de diferentes partes y contrasta las perspectivas de varios autores, una conclusión que resume el análisis y evalúa los aportes teóricos, y referencias bibliográficas al final.
Título original
Estructura y organización de los ensayos académicos
El documento describe la estructura y organización típica de un ensayo académico, incluyendo una introducción para anticipar el tema y plantear preguntas e hipótesis, un desarrollo que analiza el tema a través de diferentes partes y contrasta las perspectivas de varios autores, una conclusión que resume el análisis y evalúa los aportes teóricos, y referencias bibliográficas al final.
El documento describe la estructura y organización típica de un ensayo académico, incluyendo una introducción para anticipar el tema y plantear preguntas e hipótesis, un desarrollo que analiza el tema a través de diferentes partes y contrasta las perspectivas de varios autores, una conclusión que resume el análisis y evalúa los aportes teóricos, y referencias bibliográficas al final.
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Estructura y organización de los ensayos
académicos Introducción
Se anticipa el tema que se desarrollará, para generar expectativas
en el lector y orientar la lectura. Se explicita qué recorte se hará del tema de interés. Se expone el problema, es decir, los interrogantes que el ensayo pretende responder, y que deben proponer cuestiones o enfoques no abordados con anterioridad. Se deja en claro la o las hipótesis, que serán las respuestas provisorias a las preguntas delineadas, que se buscará demostrar a lo largo del trabajo. Se escribe en tercera persona, para lograr un efecto de objetividad. Para asumir una cierta postura en algún fragmento puede emplearse también el “nosotros de autor”. Se señalan las fuentes que fueron consultadas o las teorías que van a analizarse. Se deja en claro cuáles son los objetivos que persigue el trabajo (utilizando verbos en infinitivo como: analizar, explicar, responder, contrastar, comprobar, etc.). También puede justificarse la relevancia del tema a abordar y explicar qué lugar puede ocupar el trabajo en el contexto actual de ese campo disciplinar. Se adelantan las palabras clave o conceptos que resultarán centrales en el análisis propuesto. También se pueden adelantar las coincidencias y discrepancias entre las líneas teóricas con las que se trabajará en el desarrollo. Se indica la línea teórica de los autores estudiados, o sea, se hace evidente la tradición teórica en la que cada uno se inscribe y el contexto de producción de estas teorías, porque muchas veces están asociadas a acontecimientos políticos o históricos que definen sus alcances y limitaciones. Se adelanta la organización del desarrollo, indicando los ejes temáticos para que el lector sepa desde el comienzo cómo estará estructurado el texto. Para esto suelen utilizarse expresiones como: En primer lugar, se describirá… Luego, se analizará… Por un lado, se contrastará…
Desarrollo
Es el cuerpo del trabajo. No es necesario introducirlo con el
subtítulo de “Desarrollo”. Se organiza en partes de acuerdo a los ejes temáticos propuestos inicialmente, cada una de las cuales puede introducirse con un subtítulo que haga referencia a ello. En cada parte se expone primero el aspecto a analizar y luego se describe el tratamiento que cada uno de los autores elegidos hace de esa cuestión. No debe dejarse de lado que el interés radica en el contraste o complementación entre los autores que forman parte de la bibliografía seleccionada; no alcanza con sintetizar la perspectiva de cada uno sino que deben establecerse relaciones entre ellos. Por eso, luego de exponer la perspectiva de los autores deben explicitarse sus acuerdos o discrepancias. Para esto, es recomendable incluir conectores u organizadores de la información (En contraste con lo anterior, sin embargo, por otra parte, también, al igual que, del mismo modo). También se describen y relacionan conceptos de una misma teoría o autor, para dejar en claro las precisiones conceptuales y los presupuestos de cada teoría y sus alcances. Para esto, se introducen recursos explicativos como la definición, la ejemplificación, la introducción de citas textuales directas o indirectas.
Conclusión
Se ofrece una síntesis del análisis realizado, con un repaso breve
de las posturas descritas en el desarrollo. Se retoma el problema planteado en la introducción y se analizan las respuestas que se habían propuesto al comienzo. Se evalúan los aportes teóricos que se analizaron y su impacto en el estado actual de la disciplina. Pueden incluirse propuestas de trabajos futuros o nuevos interrogantes que abran otras líneas de investigación o análisis.
Referencias bibliográficas
Deben presentarse en forma de lista, en orden alfabético, al final
del trabajo y bajo el título “Bibliografía”. Permiten buscar las fuentes que se abordaron y en caso de requerirse, consultar el texto original. La forma de referir la bibliografía puede variar de acuerdo a las convenciones del sistema de citación elegido. Las más frecuentes son las normas APA, el sistema Harvard y el manual hispanoamericano.