Historia de España 2020
Historia de España 2020
Historia de España 2020
HISTORIA
DE
ESPAÑA
Nueva edición
revisada
EDITORIAL COLOQUIO
HISTORIA
DE ESPAÑA
BACHILLERATO Y ACCESO
A LA UNIVERSIDAD
Javier González Julián
David López Vizcaíno
Alfredo Ortega Martínez
EDITORIAL COLOQUIO
2020
Septiembre 2020
ISBN: 978-84-7861-069-3
Depósito Legal: M-17738-2020
Imprime: Cromagraf
PRESENTACIÓN
Esta nueva edición del manual ha sido realizada por el equipo que ya trabajó
en la redacción de la versión original, todos ellos profesores de Educación
Secundaria de Madrid, muy familiarizados con las complejidades que el estudio
y la explicación de la asignatura de Historia de España conllevan. Es un trabajo
concebido y desarrollado por docentes, profundamente convencidos de que este,
como el resto de textos escolares, termina siempre apoyándose en el profesor.
Su elaboración se ha llevado a cabo en torno a dos grandes líneas directrices
que han inspirado todo el conjunto:
/RVDXWRUHVKDUHPRVFXDQWDVPRGL¿FDFLRQHVVHDQQHFHVDULDVSDUDPDQWHQHU
ODDFWXDOLGDGGHORVFRQWHQLGRVGHHVWHPDQXDOUHVSHFWRDORVSURJUDPDVR¿FLDOHV
Desde aquí damos las gracias a los muchos profesores y alumnos de la
Comunidad de Madrid que, con sus opiniones o sugerencias, han contribuido a
la realización de este manual.
Los autores
HISTORIA DE ESPAÑA ÍNDICE 5
HISTORIA DE ESPAÑA
ÍNDICE
PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 3
3.6. Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640 ...................... 37
3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española
en Europa ............................................................................................................ 38
3.8. 3ULQFLSDOHVIDFWRUHVGHODFULVLVGHPRJUi¿FD\HFRQyPLFDGHOVLJOR;9,,
y sus consecuencias ............................................................................................. 39
3.9. Crisis y decadencia de la monarquía hispánica: el reinado de Carlos II
y el problema sucesorio ....................................................................................... 40
Glosario de la unidad ............................................................................................... 41
UNIDAD 7. /D5HVWDXUDFLyQERUEyQLFDLPSODQWDFLyQ\D¿DQ]DPLHQWR
de un nuevo sistema político (1874-1902) ....................................................................... 115
7.1. La Restauración borbónica (1874-1902): Cánovas del Castillo
y el turno de partidos. La Constitución de 1876 ................................................. 119
7.2. La Restauración borbónica (1874-1902): Los nacionalismos catalán y vasco
y el regionalismo gallego. El movimiento obrero y campesino .......................... 122
7.3. El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos. La crisis de 1898
y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas ........................................ 126
Comentario de texto ................................................................................................. 130
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 133
Glosario de la unidad ............................................................................................... 140
LA PENÍNSULA IBÉRICA
DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS
HASTA LA DESAPARICIÓN DE
LA MONARQUÍA VISIGODA (711)
LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN… UNIDAD 1 11
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
GLOSARIO DE LA UNIDAD
La pintura rupestre
7XYRXQD¿QDOLGDGGHWLSRPiJLFR6XVSULQFLSDOHVPDQLIHVWDFLRQHVIXHURQ
— La pintura cantábrica D& 6HUHDOL]yGXUDQWHHO3D-
leolítico superior en el interior de cuevas como Altamira (Cantabria). Esta pin-
tura emplea la policromía y representa animales aislados de forma naturalista*.
— La pintura levantina (7000-4000 a. C.). 6HGHVDUUROOyHQHO0HVROtWLFR\
HO1HROtWLFR6HORFDOL]DHQDEULJRVURFRVRVFRPR9DOOWRUWD &DVWHOOyQ 'HHVWLOR
HVTXHPiWLFRUHSUHVHQWDHVFHQDVFRQ¿JXUDVPRQRFURPDVGHDQLPDOHV\VHUHV
humanos (caza, rituales).
WyFWRQD\ORVSXHEORVFRORQL]DGRUHV1XQFDIRUPDURQXQ(VWDGRXQL¿FDGRVLQR
un conjunto de reinos independientes (turdetanos, edetanos, ilicitanos) con una
lengua, cultura y tradición artística comunes (Dama de Elche). Economía basada
HQODDJULFXOWXUD\HOFRPHUFLR&RQRFtDQODPRQHGD\ODHVFULWXUD(GL¿FDURQ
LPSRUWDQWHVFLXGDGHVFRPR6DJXQWR
— Celtas (principios primer milenio-s. II a. C.): pueblos guerreros indoeu-
URSHRVOOHJDGRVDWUDYpVGHORV3LULQHRV6HDVHQWDURQHQHOQRUWH\HOLQWHULRU
donde practicaban mayoritariamente la ganadería. Introdujeron el hierro en la
3HQtQVXOD1RIRUPDURQXQ(VWDGRXQL¿FDGRPDQWHQLHQGRFDGDJUXSRVXDXWR-
QRPtD FDUSHWDQRVOXVLWDQRVFHOWtEHURV 9LYtDQHQQ~FOHRVIRUWL¿FDGRV FDVWURV
gallegos, Numancia). Arte pobre (Toros de Guisando).
La conquista
La anexión romana de la Península (218 al 19 a. C.) fue larga porque no res-
SRQGLyDXQSODQHVSHFt¿FRGHFRQTXLVWD
14 UNIDAD 1 LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN…
Organización política
Tras fundar el reino de Toledo, los reyes visigodos persiguieron un triple
objetivo:
— 8QL¿FDFLyQWHUULWRULDO: impulsada por Leovigildo y completada a princi-
SLRVGHOVLJOR9,,WUDVODSDFL¿FDFLyQGHORVYDVFRQHV\ODH[SXOVLyQGHVXHYRV\
bizantinos (que habían conquistado parte de la costa mediterránea).
— Integración social de hispanorromanos y visigodos: conseguida median-
WHODXQL¿FDFLyQUHOLJLRVD FRQYHUVLyQDOFDWROLFLVPRGHOUH\5HFDUHGR \MXUtGLFD
(Liber* Iudicorum, del rey Recesvinto).
— Estabilidad política: Leovigildo intentó reforzar la autoridad del rey im-
poniendo la monarquía hereditaria (hasta entonces era electiva), pero este cam-
bio no se consolidó por el rechazo de la nobleza.
Para gobernar, los reyes se apoyaban en el 2I¿FLXP3DODWLQXP, compuesto por:
— Aula Regia: órgano de asesoramiento formado por miembros de la alta
nobleza visigoda.
— Concilios: asambleas presididas por el rey en las que participaban altos
cargos de la nobleza e Iglesia. Tomaban las decisiones más importantes, tanto
políticas (elección del rey) como religiosas (conversión al catolicismo, leyes
antijudaicas).
16 UNIDAD 1 LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN…
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Federado. Pueblo unido mediante una alianza aplicable a la totalidad de la población, pues
al Imperio romano. hasta entonces visigodos e hispanorromanos
habían contado con legislaciones diferentes
Homínido. Grupo de primates antecesores del entre sí.
hombre en la escala evolutiva.
Naturalismo. Dicho de un estilo artístico,
Liber Iudicorum. Cuerpo de leyes aprobadas aquel que pretende reproducir la realidad de
por Recesvinto que por primera vez resultaba IRUPD¿HO
UNIDAD 2
LA EDAD MEDIA:
TRES CULTURAS Y UN MAPA
POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO
(711-1474)
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 19
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Conquista musulmana
La conquista musulmana de la Península se produjo en un contexto de expan-
sión del Imperio islámico y crisis del reino visigodo. Nobles enfrentados al rey
Rodrigo solicitaron ayuda a los musulmanes, quienes enviaron un ejército de be-
reberes*FRPDQGDGRSRUR¿FLDOHViUDEHV DXQTXHVXOtGHUHUDHOEHUHEHU7DULT
La victoria musulmana en la batalla de Guadalete (711) aceleró la desintegra-
FLyQGHOUHLQRGH7ROHGR(QVRORFLQFRDxRVVHFRPSOHWyODFRQTXLVWDLVOiPLFD
de la Península, aunque el control del norte fue muy débil.
20 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
Economía
$OÈQGDOXVGHVDUUROOyXQDSUyVSHUDHFRQRPtDXUEDQDFRPHUFLDO\PRQHWDULD
— AgriculturaORVPXVXOPDQHVLQWHQVL¿FDURQHOUHJDGtRHQORVYDOOHVGHO
(EUR*XDGDOTXLYLU\6HJXUD QRULDVDFHTXLDV HLQWURGXMHURQQXHYRVFXOWLYRV
DUUR]QDUDQMDFDxDGHD]~FDUDOJRGyQ
— ArtesaníaGHVWDFDURQORVWDOOHUHVGH7ROHGR&yUGRED\*UDQDGDHVSHFLDOL-
]DGRVHQSURGXFWRVGHOXMR VHGHUtDVPDUTXHWHUtDFRUGREDQHV* y damasquinados*
22 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
Organización social
$OÈQGDOXVVHRUJDQL]yFRPRXQDVRFLHGDGXUEDQD\VXFDSLWDO&yUGREDIXH
ODPD\RUFLXGDGHXURSHDGHVXWLHPSR6XRUJDQL]DFLyQVRFLDOHUDPX\YDULDGD
Los musulmanes formaban la mayoría de la población. Se dividían en árabes
PLQRUtDDULVWRFUiWLFDTXHSRVHtDORVPHMRUHVFDUJRV\WLHUUDV EHUHEHUHV HWQLD
DXWyFWRQDGHOQRURHVWHGHÈIULFD \PXODGtHV FULVWLDQRVKLVSDQRUURPDQRVRYLVL-
JRGRVFRQYHUWLGRVDOLVODP Mozárabes FULVWLDQRVTXHYLYtDQHQ$OÈQGDOXV \
judíos conformaban la población no musulmana, sujeta a un impuesto especial.
/DFRQYLYHQFLDIXHSDFt¿FDKDVWDHOVLJORXI, cuando el integrismo almorávide
OOHYyDPXFKRVPR]iUDEHVDHPLJUDUDORVUHLQRVFULVWLDQRVGHOQRUWH
Cultura
/DFXOWXUDDQGDOXVtIXHXQDPH]FODGHDVSHFWRVUHOLJLRVRVPXVXOPDQHV\WUD-
GLFLRQHV KLVSDQDV \ RULHQWDOHV (O iUDEH HUD HO LGLRPD R¿FLDO DXQTXH ORV PR-
]iUDEHV XVDEDQ HO ODWtQ \ PiV WDUGH ODV OHQJXDV URPDQFHV$OÈQGDOXV IXH XQ
gran foco cultural que actuó como vía de introducción del saber de Oriente
%L]DQFLR3HUVLD,QGLD HQ(XURSDHVSHFLDOPHQWHEDMRHOFDOLIDWR'HVWDFDURQ
OD ¿ORVRItD $YHUURHV OD PHGLFLQD FRQ HO MXGtR 0DLPyQLGHV OD DVWURQRPtD
$]DUTXLHO ODOLWHUDWXUD\ODVPDWHPiWLFDV7DPELpQEULOOyHODUWHHVSHFLDOPHQWH
ODDUTXLWHFWXUD PH]TXLWDGH&yUGRED$OKDPEUDGH*UDQDGD
Etapas de la Reconquista
(QHOVLJORXODIRUWDOH]DPLOLWDUGHOFDOLIDWRSDUDOL]yOD5HFRQTXLVWDSHUR
a mediados del siglo XI se reactivó la expansión aprovechando la debilidad de
$OÈQGDOXVWUDVGLYLGLUVHHQWDLIDVRFXSDFLyQGH7ROHGRHQSRU$OIRQVR9,
GH&DVWLOOD\GH=DUDJR]DSRU$OIRQVR,GH$UDJyQ
La entrada de los almorávides frenó el avance, que volvió a reanudarse a par-
WLUGHFRQODIRUPDFLyQGHODVVHJXQGDVWDLIDV&DVWLOODRFXSyHOYDOOHPHGLR
GHO*XDGLDQD OD0DQFKD ODFRURQDGH$UDJyQ IRUPDGDSRUODXQLyQGH$UDJyQ
\&DWDOXxD OOHJyKDVWDODGHVHPERFDGXUDGHO(EUR\HOUHLQRGH3RUWXJDO LQ-
GHSHQGL]DGRGH/HyQ KDVWDODGHVHPERFDGXUDGHO7DMR /LVERD 1RREVWDQWHOD
H[SDQVLyQVHSDUDOL]yGHQXHYRFRQODOOHJDGDGHORVDOPRKDGHV
(QORVUHLQRVFULVWLDQRVVHUHSDUWLHURQHQHO7UDWDGRGH&D]RUODODV]R-
QDVD~QSRUFRQTXLVWDU\WUDVODGHUURWDGH$ODUFRV &DVWLOODRUJDQL]yXQD
coalición militar de reinos cristianos que venció a los almohades en las Navas de
7RORVD (VWHWULXQIRSURSLFLyXQDYDQFHHVSHFWDFXODUORVUHLQRVGH&DVWL-
OOD\/HyQVHXQLHURQ\RFXSDURQHOYDOOHGHO*XDGDOTXLYLU\0XUFLD )HUQDQGR
,,, ODFRURQDGH$UDJyQVHKL]RFRQ9DOHQFLD\%DOHDUHV -DLPH, \3RUWXJDO
24 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
La repoblación
La repoblación fue el proceso de ocupación y reparto de las tierras conquis-
tadas por los cristianos. Se llevó a cabo mediante cartas* puebla. Cabe distinguir
WUHVPRGHORV
— Presura QRUWHGHO'XHUR\VXUGH3LULQHRVVVIX-X RFXSDFLyQGHOD
WLHUUDSRUFDPSHVLQRVOLEUHVODQREOH]D\OD,JOHVLDHVWDEOHFLHURQVHxRUtRV*.
— Concejos GHOVXUGHO'XHURDOQRUWHGHO7DMRVXI IXQGDFLyQGHFLXGDGHV
PXQLFLSLR\VXDOIR]* GRWDGDVGHIXHURV* que conceden privilegios a los vecinos.
— Repartimientos GHOVXUGHO7DMRDO*XDGDOTXLYLUVVXII-XIII OD&RURQD
pagó con latifundios*DQREOHV GRQDGtRV \yUGHQHV* militares HQFRPLHQGDV VXD\X-
GDHQOD5HFRQTXLVWD(QODFRURQDGH$UDJyQSHUPDQHFLHURQQXPHURVRVPXGpMDUHV*.
Organización política
'XUDQWHOD(GDG0HGLDOD3HQtQVXODVXIULyXQDLQWHQVDfragmentación po-
líticaFRQVHFXHQFLDGHODPXOWLSOLFLGDGGHQ~FOHRVFULVWLDQRVGHUHVLVWHQFLDOD
WHQGHQFLDGLVJUHJDGRUDGHODQREOH]D LQGHSHQGHQFLDGH&DVWLOOD\3RUWXJDO \HO
FRQFHSWRSDWULPRQLDOLVWDGHOUHLQR UHSDUWRGH1DYDUUDSRU6DQFKR,,, (VWHSUR-
ceso se revirtió a partir del siglo XII mediante matrimonios que dieron origen
DODFRURQDGH$UDJyQ XQLyQGH&DWDOXxDFRQ$UDJyQ \DODFRURQDGH&DVWLOOD
XQLyQGH&DVWLOOD\/HyQ
/DSULQFLSDODXWRULGDGGHORVUHLQRVFULVWLDQRVHUDHOPRQDUFD HQ&DWDOXxD
ORVFRQGHVGH%DUFHORQD TXHUHLQDEDDVHVRUDGRSRUHO&RQVHMR5HDO1RREV-
WDQWHODDXWRULGDGGHOUH\HVWDEDOLPLWDGDSRUHOSRGHUGHODQREOH]D\OD,JOHVLD
ORVSULYLOHJLRVGHODVFLXGDGHV IXHURV \GHVGHHOVLJORXIII, las competencias
GHODV&RUWHV DVDPEOHDGHUHSUHVHQWDFLyQHVWDPHQWDO
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 25
Régimen señorial
(OUpJLPHQVHxRULDOIXHXQPRGHORSROtWLFRGHVREHUDQtDFRPSDUWLGDPRQDU-
TXtDQREOH]D7XYRVXRULJHQHQODGHSHQGHQFLDPLOLWDUTXHWHQtDODPRQDUTXtDGH
ODQREOH]DGXUDQWHOD5HFRQTXLVWDSDUDJDUDQWL]DUODVHJXULGDGGHOWHUULWRULR\ODH[-
SDQVLyQPLOLWDU/RVUH\HVDFDPELRGHD\XGDPLOLWDU\OHDOWDG vasallaje* HQWUH-
JDEDQDORVQREOHVODWLIXQGLRVFRQVLHUYRV VHxRUtRVWHUULWRULDOHV \HQRFDVLRQHV
FHGtDQWDPELpQFRPSHWHQFLDVSURSLDVGHO(VWDGRFRPRODMXVWLFLDODUHFDXGDFLyQ
GHLPSXHVWRVRHOFRQWUROGHORUGHQS~EOLFR VHxRUtRVMXULVGLFFLRQDOHV $VtHOUH\
VRORHMHUFtDHVWDVFRPSHWHQFLDVHQVXVSURSLDVWLHUUDV VHxRUtRVGHUHDOHQJR
Sociedad estamental
(OUpJLPHQVHxRULDOGLROXJDUDVXYH]DXQQXHYRPRGHORGHRUJDQL]DFLyQOD
VRFLHGDGHVWDPHQWDOTXHVHGLYLGtDHQWUHVHVWDPHQWRVnobleza, clero y pueblo
llano FDPSHVLQRVDUWHVDQRV\FRPHUFLDQWHV (VWDRUJDQL]DFLyQVRFLDOWHQtDGRV
FDUDFWHUtVWLFDVIXQGDPHQWDOHV
— /DGHVLJXDOGDGMXUtGLFDQREOH]D\FOHURIRUPDEDQORVHVWDPHQWRVSULYL-
OHJLDGRV QRSDJDEDQLPSXHVWRVGLUHFWRVWHQtDQOH\HVSURSLDV\PRQRSROL]DEDQ
ORVFDUJRVS~EOLFRV
— /DIDOWDGHPRYLOLGDGVRFLDOORVHVWDPHQWRVHUDQJUXSRVFHUUDGRVGHWHU-
minados por nacimiento y no se podía acceder desde el grupo no privilegiado al
privilegiado.
Organización política
(QFXDQWRDODHVWUXFWXUDWHUULWRULDO&DVWLOOD\1DYDUUDIXHURQHVWDGRVXQLWD-
rios, mientras que la corona de Aragón nació como una confederación de reinos
FRQOH\HVHLQVWLWXFLRQHVSURSLDV $UDJyQ&DWDOXxD9DOHQFLD\0DOORUFD
Respecto al poder de la monarquíaHQ&DVWLOODHOUH\JR]yGHJUDQDXWRUL-
dad por la aceptación del origen divino de su poder. Por el contrario, en la corona
26 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
de Aragón y en Navarra la autoridad del rey estaba limitada por el supuesto ori-
gen pactista de la monarquía.
(QHVWRVUHLQRVKDEtDGRVinstituciones comunesHO&RQVHMR5HDO yUJDQR
TXH DVHVRUDED DO UH\ \ ODV &RUWHV LQVWLWXFLyQ TXH UHSUHVHQWDED D ORV WUHV HV-
WDPHQWRV QREOH]D FOHUR \ SXHEOR OODQR (Q &DVWLOOD ODV &RUWHV DSHQDV WHQtDQ
DXWRULGDG\DTXHHUDQ~QLFDPHQWHFRQVXOWLYDV\VHOLPLWDEDQDDSUREDULPSXHV-
WRV3RUHOFRQWUDULRHQ$UDJyQ\1DYDUUDVLUYLHURQDODQREOH]D\DOFOHURSDUD
limitar el poder del rey, ya que sus decisiones eran vinculantes.
Además, cada reino contaba con organismos propiosHQWUHORVTXHGHVWDFDQ
—&DVWLOODOD$XGLHQFLDR&KDQFLOOHUtD WULEXQDOGHMXVWLFLDEDMRFRQWUROGHOUH\
—&RURQDGH$UDJyQYLUUH\HV OXJDUWHQLHQWHGHOPRQDUFDHQFDGDXQRGHORV
UHLQRV \HQ&DWDOXxD\HQ9DOHQFLDODGeneralitat DVDPEOHDFUHDGDSDUDVXSHUYL-
sar el cumplimiento por el rey de lo acordado en las Cortes, y que acabó convertida
HQXQyUJDQRGHJRELHUQR
—1DYDUUD&iPDUDGH&RPSWRV WULEXQDOGHFXHQWDV¿VFDOL]DEDORVJDVWRV
GHOUH\
/RV DFRQWHFLPLHQWRV SROtWLFRV PiV VLJQL¿FDWLYRV GH HVWH SHULRGR IXHURQ OD
H[SDQVLyQ GH OD FRURQD GH$UDJyQ SRU HO 0HGLWHUUiQHR RFXSDFLyQ GHO VXU GH
,WDOLD1iSROHV\6LFLOLD \ODVJXHUUDVFLYLOHVHQ&DVWLOODHQWUHPRQDUTXtD\QR-
EOH]DTXHGLHURQOXJDUHQDODOOHJDGDFRQ(QULTXH,,GHODGLQDVWtDGHORV
7UDVWiPDUD /DV JXHUUDV FLYLOHV WDPELpQ VH VXFHGLHURQ HQ 1DYDUUD SHUR HQWUH
diferentes facciones nobiliarias apoyadas por Castilla, Aragón o Francia.
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 27
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Alfoz7HUULWRULRSHUWHQHFLHQWHDXQPXQLFLSLR Mozárabe. Cristiano residente en Al-Ánda-
OXV 'LVIUXWDURQ GH DXWRJRELHUQR \ FRQVHUYD-
Bereber(QOD(GDG0HGLDQDWXUDOGHOQRUWH ron religión y tierras a cambio del pago de un
de África. impuesto especial.
Busca 'HQRPLQDFLyQ FRQ OD TXH VH FRQRFH Mudéjar. Musulmanes residentes en reinos
D ORV DUWHVDQRV \ SHTXHxRV FRPHUFLDQWHV GH cristianos. Conservaron su religión y propie-
Barcelona, que lucharon en el siglo XV por el dades a cambio del pago de un tributo espe-
DFFHVRDOJRELHUQRXUEDQRPRQRSROL]DGRSRU cial.
OD%LJD ROLJDUTXtDXUEDQD
Omeya. Primera dinastía de califas que diri-
Califa. Suprema autoridad política y religiosa JLy HO ,PSHULR PXVXOPiQ HQWUH ORV DxRV
dentro del Imperio musulmán. \ FXDQGR WRGRV VXV PLHPEURV VDOYR HO
IXWXUR$EGHUUDPiQ , TXH ORJUy KXLU IXHURQ
Carta puebla'RFXPHQWROHJDORWRUJDGRSRU asesinados por orden de la familia Abbasí.
el rey que recogía las tierras pertenecientes a
un municipio y los derechos y privilegios con- Orden militar. Institución formada por mon-
cedidos a sus vecinos. MHVFDEDOOHURVTXHHQOD(GDG0HGLDFRPSDWL-
ELOL]DEDQORVYRWRVUHOLJLRVRVFRQODDFWLYLGDG
Cordobán. Piel curtida. EpOLFD (Q &DVWLOOD GHVWDFDURQ ODV yUGHQHV GH
Alcántara, Santiago y Calatrava, mientras que
Corregidores. Funcionarios reales encarga- HQ$UDJyQORKL]RODGH0RQWHVD
dos de supervisar los gobiernos municipales.
Patriciado. Grupo social compuesto por la
Damasquinado3LH]DVGHKLHUURODEUDGDVGH- clase alta.
coradas con hilos de oro y/o plata engastados
en ranuras o huecos. Señorío 7HUULWRULR FX\R SURSLHWDULR HMHUFH
competencias sobre los habitantes del mismo
Emir. Gobernador provincial del Imperio mu- VLHUYRV
sulmán. Contaba con poder político y militar.
Vasallaje. Relación de dependencia entre un
Fuero3ULYLOHJLRMXUtGLFRSROtWLFR\¿VFDOFRQFH- VHxRUIHXGDO TXHSXHGHVHUHOSURSLRUH\ \XQ
dido a una población, territorio o colectivo social. noble de menor rango, por el que el primero
se obligaba a proporcionar medios que asegu-
Latifundio. Propiedad territorial de gran ex- UDVHQ DO VHJXQGR VX VXVWHQWR KDELWXDOPHQWH
tensión. WLHUUDV \ HVWH D SUHVWDU DVLVWHQFLD PLOLWDU \
JXDUGDUOH¿GHOLGDGSHUVRQDO
Marca Hispánica 7HUULWRULRV IURQWHUL]RV GHO
,PSHULRFDUROLQJLRGLYLGLGRVHQSHTXHxDVXQLGD- Visir. Ministro de los reinos musulmanes me-
des al mando de un conde para su mejor defensa. dievales.
UNIDAD 3
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA
HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL
(1474-1700)
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 31
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
*/26$5,2'(/$81,'$'
Unión dinástica
La unión dinástica de Castilla y Aragón se produjo tras la boda secreta
en 1469 de Isabel y Fernando, ambos titulares de derechos sucesorios al
WURQR\VXFRQYHUVLyQHQUH\HVHQDO¿QDOL]DUODJXHUUDFLYLOFDVWHOODQD
\PRULUHOUH\DUDJRQpV-XDQ,,(QDOFRPHQ]DUODJXHUUDHQ&DVWLOOD
,VDEHO \ )HUQDQGR ¿UPDURQ OD &RQFRUGLD GH 6HJRYLD SRU OD TXH DFRUGDURQ
gobernar conjuntamente sus territorios. El JRELHUQRXQL¿FDGR no supuso la
creación de una Administración común, pues cada reino conservó sus leyes,
instituciones, lengua, economía (moneda, aduanas) y costumbres. La políti-
FDH[WHULRU\OD,QTXLVLFLyQIXHURQORV~QLFRVHOHPHQWRVHQFRP~Q&DVWLOOD
desempeñó un papel hegemónico por su mayor tamaño, población y poder
económico.
Instituciones de gobierno
Los Reyes Católicos ejercieron personalmente el poder con ayuda de
HILFDFHV FRODERUDGRUHV FRPR HO FDUGHQDO &LVQHURV 6X UHLQDGR VXSXVR HO
SDVRGHXQDPRQDUTXtDIHXGDODXQDPRQDUTXtDDXWRULWDULDFDUDFWHUL]DGD
por:
— 6RPHWLPLHQWRGHODVLQVWLWXFLRQHVTXHOLPLWDEDQHOSRGHUUHDO: noble-
]D LQWHJUDFLyQHQOD&RUWH ,JOHVLD GHUHFKR* de presentación) y municipios
(nombramiento de corregidores).
— &UHDFLyQGHXQH¿FD]DSDUDWREXURFUiWLFR: los Consejos (órganos de
gobierno de carácter temático o territorial), chancillerías y audiencias (tribuna-
les dependientes de la Corona), la Hacienda (control de ingresos con impues-
WRVFRPRODDOFDEDOD\ODVDGXDQDV OD6DQWD* Hermandad (seguridad interior)
\XQHMpUFLWRSURIHVLRQDOL]DGR\SHUPDQHQWH
— 8QLIRUPLGDGUHOLJLRVD: el catolicismo sirvió a los Reyes Católicos para
cohesionar reinos muy dispares (Castilla, Aragón, Navarra y Granada). Para
HOORLPSODQWDURQHO7ULEXQDOGHOD,QTXLVLFLyQ\H[SXOVDURQGH&DVWLOODDMXGtRV
(1492) y musulmanes (1502).
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 33
3.2. (OVLJQL¿FDGRGH/DJXHUUDGH*UDQDGD\HOGHVFXEULPLHQWR
GH$PpULFD
/DJXHUUDGH*UDQDGD
Dispuestos a imponer la unidad religiosa y territorial de la Península,
ORV5H\HV&DWyOLFRVLQLFLDURQHQXQDJXHUUDTXH¿QDOL]yHQFRQ
ODLQFRUSRUDFLyQD&DVWLOODGHOUHLQRQD]DUtGH*UDQDGD/DJXHUUDIXHODUJD
SHURHOHMpUFLWRFDVWHOODQRVHYLREHQH¿FLDGRSRUORVFRQÀLFWRVLQWHUQRVJUD-
nadinos. Tras la pérdida de Málaga y Almería, el rey Boabdil acordó con
los Reyes Católicos las condiciones de su rendición: HQWUHJDGH*UDQDGD
GHHQHURGH D&DVWLOODDFDPELRGHTXHHVWDUHVSHWDVHODVHJXULGDG
SURSLHGDG OLEHUWDG UHOLJLRVD \ XVRV \ FRVWXPEUHV GH ORV PXVXOPDQHV TXH
permaneciesen en el territorio. La unidad religiosa peninsular se completó
HVHPLVPRDxR FRQODH[SXOVLyQGHORVMXGtRVTXHUHFKD]DURQFRQYHU-
tirse al cristianismo.
(OGHVFXEULPLHQWRGH$PpULFD
&RQTXLVWDGD*UDQDGD,VDEHOGH&DVWLOODGHFLGLy¿QDQFLDUXQDH[SHGLFLyQD
las Indias a través del Atlántico propuesta por Cristóbal ColónTXHPDQWHQtD
TXH OD7LHUUD HUD UHGRQGD SUHYLDPHQWH RIUHFLGD D ,VDEHO OD &DWyOLFD \ DO UH\
GH 3RUWXJDO (O FDPELR GH SDUHFHU VH GHELy DO p[LWR SRUWXJXpV HQ OD E~VTXH-
GDGHXQDQXHYDUXWDGHODVHVSHFLDV SDVRGHOFDERGH%XHQD(VSHUDQ]DSRU
%DUWRORPp'tD] /DVFRQGLFLRQHVGHODH[SHGLFLyQVHHVWDEOHFLHURQHQ
ODV&DSLWXODFLRQHVGH6DQWD)HHQWpUPLQRVYHQWDMRVRVSDUD&ROyQ JDQDQFLDV
títulos). El GHRFWXEUHGH la expedición llegó a la isla de Guanahaní
6DQ6DOYDGRU \PiVWDUGHD&XED\/D(VSDxROD&ROyQQRIXHFRQVFLHQWHGH
la trascendencia del viaje, pues creía haber llegado a Asia. En 1494 Castilla y
3RUWXJDOSDUDHYLWDUGLVSXWDV¿UPDURQHO7UDWDGRGH7RUGHVLOODVVDQFLRQDGR
SRUHOSDSD$OHMDQGUR9,TXHGLYLGtDVXV]RQDVGHLQÀXHQFLDDSDUWLUGHXQHMH
imaginario a trescientas setenta millas de Cabo Verde.
34 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)
3.3. (O,PSHULRGHORV$XVWULDV(VSDxDEDMR&DUORV,3ROtWLFDLQWHULRU
\FRQÀLFWRVHXURSHRV
3ROtWLFDLQWHULRU
Al poco tiempo de ascender al trono de Castilla Carlos I subió los impues-
WRVSDUD¿QDQFLDUVXSROtWLFDLPSHULDOSDUWLHQGRD$OHPDQLDWUDVFRQFHGHUHO
gobierno a extranjeros (Adriano de Utrecht). Esta política de nombramientos,
junto a la subordinación de los intereses de Castilla a los del Imperio, provo-
caron la UHYXHOWDGHODV&RPXQLGDGHV XQFRQÀLFWRXUEDQRTXH
HQIUHQWyDODEDMDQREOH]D\ODEXUJXHVtDGHODVFLXGDGHVFDVWHOODQDVFRQ&DUORV,
*UDFLDVDODSR\RGHODDOWDQREOH]DHOUH\VHLPSXVRDORVFRPXQHURVWUDVOD
batalla de Villalar (1521).
Paralelamente, en la corona de Aragón se produjo la UHYXHOWDGHODV*HUPD-
QtDVTXHHQIUHQWyDDUWHVDQRV\PHUFDGHUHVFRQODVLQVWLWXFLRQHV\ODDULVWRFUDFLD
SRUVXPDUJLQDFLyQSROtWLFD\ODSUHVLyQ¿VFDOYHQFLHQGR¿QDOPHQWHODVWURSDV
del virrey.
$PERVFRQÀLFWRVUHIRU]DURQODDOLDQ]DGHOUH\FRQORVQREOHVLQWHJUiQGRVH
muchos de ellos en los Consejos de gobierno.
&RQÀLFWRVHXURSHRV
Carlos V se propuso restaurar la universitas cristiana, modelo de imperio
FULVWLDQRPHGLHYDOHQHOTXHHOHPSHUDGRUUHLQDVREUHORVUH\HVSHURVLQVXERU-
GLQDUVHDOSDSD/DSROtWLFDLPSHULDOSURYRFyFRQÀLFWRVSROtWLFRV\RUHOLJLRVRV
— Contra Francia, por el control del Milanesado (asegurado para España
tras la batalla de Pavía).
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 35
3.4./DPRQDUTXtDKLVSiQLFDGH)HOLSH,,*RELHUQR\$GPLQLVWUDFLyQ
/RVSUREOHPDVLQWHUQRV*XHUUDV\VXEOHYDFLyQHQ(XURSD
*RELHUQR\$GPLQLVWUDFLyQ
Al abdicar en 1556, Carlos I cedió Austria y los derechos al título imperial a
VXKHUPDQR)HUQDQGRKHUHGDQGRVXKLMR)HOLSH,,HOUHVWRGHWHUULWRULRVDORVTXH
PiVWDUGHVHDxDGLHURQ)LOLSLQDV\3RUWXJDO/DGLQDVWtDGHORV+DEVEXUJRTXHGy
así dividida en dos ramas con centros en Madrid y Viena.
/DGL¿FXOWDGGHUHLQDUVREUHWDQWRVWHUULWRULRVOOHYyD)HOLSH,,DIRUWDOHFHUHO
JRELHUQRFHQWUDOL]DGRSROLVLQRGLDO* creado por los Reyes Católicos (aumentó
el número de Consejos, tanto territoriales como temáticos). La concepción del
imperio cambió, y de la universitas cristiana se pasó a la idea de PRQDUTXtD
KLVSiQLFDXQLPSHULRDXWRULWDULRFHQWUDOL]DGR\FDWyOLFRVRVWHQLGRFRQORVUH-
cursos de Castilla, convertida en el núcleo del conjunto territorial.
3UREOHPDVLQWHUQRV
/RVSULQFLSDOHVFRQÀLFWRVLQWHUQRVIXHURQ
— La UHEHOLyQGHORVPRULVFRVGHODV$OSXMDUUDV TXHVHSUR-
dujo por la política de asimilación de esta minoría (prohibición de su lengua y
costumbres).
— La VXEOHYDFLyQGHODVLQVWLWXFLRQHVGH$UDJyQ (1590) en defensa de sus
IXHURVTXHWXYRVXRULJHQHQHO&DVR*$QWRQLR3pUH] VHFUHWDULRGHOUH\DFXVDGR
de asesinato) y terminó con un recorte de los fueros (alteraciones* de Aragón).
36 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)
&RQÀLFWRVH[WHUQRV
En la defensa de la hegemonía española Felipe II se impuso sobre Francia
ODYLFWRULDGH6DQ4XLQWtQHQDVHJXUyHOFRQWUROKLVSDQRGH,WDOLD SHUR
fracasó con Inglaterra (derrota de la Armada Invencible en 1588).
La defensa de la fe provocó la lucha contra los turcos (Lepanto, 1571) y la
UHEHOLyQÀDPHQFDTXHDFDEyFRQVXGLYLVLyQHQ3DtVHV%DMRVGHOQRUWH SURWHV-
WDQWHVTXHSUiFWLFDPHQWHDOFDQ]DURQODLQGHSHQGHQFLD \3DtVHV%DMRVGHOVXU
KDELWDGRSRUFDWyOLFRVTXHSUH¿ULHURQFRQWLQXDUSHUWHQHFLHQGRDO,PSHULR
/D PXHUWH VLQ KHUHGHURV GH 6HEDVWLiQ , GHPortugal permitió a Felipe II
hacerse con el trono tras una breve guerra (1581). La unión con Portugal fue
~QLFDPHQWHSHUVRQDOSRUORTXHVHPDQWXYLHURQODVLQVWLWXFLRQHV\OH\HVSRU-
tuguesas.
3.5. ([SORUDFLyQ\FRORQL]DFLyQGH$PpULFD&RQVHFXHQFLDVGHORV
GHVFXEULPLHQWRVHQ(VSDxD(XURSD\$PpULFD
([SORUDFLyQ\FRORQL]DFLyQ
/RVWHUULWRULRVDPHULFDQRVVHLQFRUSRUDURQD&DVWLOODTXHLPSXOVyH[SHGLFLR-
QHVGHH[SORUDFLyQFRQTXLVWD\FRORQL]DFLyQPHGLDQWHOD¿UPDGHFDSLWXODFLRQHV
FRQWUDWRVHQWUHSDUWLFXODUHV\OD&RURQDGHOLPLWDQGRHOiUHDGHFRQTXLVWD\HO
botín). Tras la exploración de las Antillas, las expediciones buscaron un paso
hacia las Indias orientales OOHJDGDDO3DFt¿FRGH1~xH]GH%DOERD\SULPHUD
YXHOWDDOPXQGRFRQHOYLDMHGH0DJDOODQHV\(OFDQR $GHPiVVHFRQTXLVWDURQ
las FLYLOL]DFLRQHVSUHFRORPELQDV +HUQiQ&RUWpVODD]WHFD$OYDUDGRODPD\D\
)UDQFLVFR3L]DUURODLQFD /DPDJQLWXG\UDSLGH]GHODVFRQTXLVWDVVHH[SOLFDQ
por la superioridad militar, las rivalidades entre nativos y las pandemias.
/DVWLHUUDVFRQTXLVWDGDVVHFXOWLYDURQEDMRHOVLVWHPDGHODHQFRPLHQGDTXH
SHUPLWtDDOFRORQRH[SORWDUHOWUDEDMRLQGtJHQDDFDPELRGHVXFULVWLDQL]DFLyQ
La PLWD fue un sistema similar de trabajo obligatorio en minas. La Corona dictó
las Leyes de Indias para proteger a los indígenas de los abusos de los colonos
tras las protestas de algunos religiosos como el obispo Bartolomé de las Casas.
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 37
&RQVHFXHQFLDVGHORVGHVFXEULPLHQWRV
3DUDORVLQGtJHQDVODFRORQL]DFLyQSURYRFyXQDFDWiVWURIHGHPRJUi¿FD SRU
ODVQXHYDVHQIHUPHGDGHV\ODGXUH]DGHOWUDEDMR HLPSRUWDQWHVFDPELRVHFRQy-
micos (introducción de la moneda y nuevos productos agropecuarios como el
trigo, vacas y ovejas) y culturales (imposición del cristianismo o del español).
3DUDORVHVSDxROHVODFRQTXLVWDVXSXVRODFRQYHUVLyQGHODPRQDUTXtDKLVSDQD
en la primera potencia mundial, el establecimiento de un sistema de comercio
monopolístico*, la llegada masiva de materias primas, metales preciosos y nue-
vos productos (cacao, judías, tabaco) y el aumento de la movilidad social (india-
nos). Todo ello impulsó la economía europea y alentó las empresas coloniales de
Inglaterra, Francia y los Países Bajos. A partir del siglo XVI el Atlántico sustitu-
yó al Mediterráneo como eje económico mundial.
(OJRELHUQRGHORVYDOLGRV
7UDVPRULU)HOLSH,, HO,PSHULRHVSDxROYLYLyXQSURFHVRGHFULVLVTXH
SXVR¿QDODKHJHPRQtDHXURSHD/RVUH\HVGHOVLJORXVII, conocidos como Aus-
WULDVPHQRUHVGHOHJDURQHOJRELHUQRHQSHUVRQDVGHVXFRQ¿DQ]DORVYDOLGRV6X
nepotismo* \DFWXDFLyQDOPDUJHQGHORVFRQVHMRVSURYRFyHOUHFKD]RGHOSXHEOR
\ODDOWDQREOH]D
Bajo )HOLSH ,,, (1598-1621) destacó el GXTXH GH /HUPD TXH LPSXVR XQD
SROtWLFDH[WHULRUSDFL¿VWDDQWHODIDOWDGHUHFXUVRV 7UDWDGRGH/RQGUHV\7UHJXDGH
los Doce Años con las Provincias Unidas) y decretó la expulsión de los moriscos*.
El principal valido de )HOLSH,9 (1621-65), el FRQGHGXTXHGH2OLYDUHV, se
propuso la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía de los
$XVWULDVHQ(XURSDORTXHREOLJyD(VSDxDDSDUWLFLSDUHQODJXHUUDGHORV7UHLQ-
WD$xRVTXH¿QDOPHQWHFRQGXMRDODFULVLVGH
Carlos II (1665-1700) contó con YDULRVYDOLGRV 1LWKDUG9DOHQ]XHOD-XDQ
-RVpGH$XVWULD TXHQRSXGLHURQIUHQDUQLHOH[SDQVLRQLVPRIUDQFpVQLODFULVLV
económica.
38 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)
La crisis de 1640
Para costear la participación española en la guerra de los Treinta Años y ali-
YLDUODSUHVLyQ¿VFDOHQ&DVWLOODHOFRQGHGXTXHGH2OLYDUHVSURSXVRHQOD
8QLyQGH$UPDV FDGDUHLQRGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDDSRUWDUtDGLQHUR\RVRO-
GDGRV 5HFKD]DGDOD8QLyQGH$UPDVSRUODV&RUWHVGH$UDJyQ2OLYDUHVODLP-
SXVRSRUODIXHU]DWUDVODHQWUDGDGH)UDQFLDHQHOFRQÀLFWR SURYRFDQGR
en 1640 la UHEHOLyQGH&DWDOXxD tras el Corpus*GH6DQJUH/DUHEHOLyQVXSXVR
ODXQLyQWHPSRUDOGH&DWDOXxDFRQ)UDQFLDKDVWDTXHHQVHUHLQFRUSRUyD
España manteniendo sus fueros.
Portugal también declaró su independencia en 1640 aprovechando el males-
WDUVRFLDOSRUOD8QLyQGH$UPDV\ODGHELOLGDGGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDSRUOD
rebelión catalana y la guerra contra Francia. La unión con España nunca había
sido popular entre los portugueses a pesar del respeto de los Austrias hacia sus
LQVWLWXFLRQHV OR TXH IXH DSURYHFKDGR SRU OD QREOH]D OXVD SDUD QRPEUDU UH\ D
-XDQ,9GH%UDJDQ]D
3.7. /DJXHUUDGHORV7UHLQWD$xRV\ODSpUGLGDGHODKHJHPRQtDHVSDxROD
HQ(XURSD
/DJXHUUDGHORV7UHLQWD$xRV
La política de defensa del catolicismo y de la hegemonía de los Austrias
SURPRYLGD SRU HO YDOLGR GH )HOLSH ,9 HO FRQGHGXTXH GH 2OLYDUHV OOHYy D
España a entrar en 1621 en la guerra de los Treinta Años (1618-1648) TXH
enfrentaba a los Habsburgo de Viena con los protestantes. Tras los éxitos ini-
ciales de las dos ramas de la casa de Austria (rendición de Breda, batalla de
1|UGOLQJHQ HOFRQÀLFWRGLRXQJLURFRQODHQWUDGDGHODFDWyOLFD)UDQFLDGHO
ODGRSURWHVWDQWH /DFULVLVGH UHEHOLyQFDWDODQDLQGHSHQGHQFLDGH
3RUWXJDO \ODYLFWRULDIUDQFHVDGH5RFURLSUHFLSLWDURQHO¿QGHOFRQÀLFWRFRQ
la 3D]GH:HVWIDOLD WUDWDGRHQHOTXH(VSDxDWXYRTXHUHFRQRFHUOD
independencia de las Provincias Unidas.
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 39
/DSpUGLGDGHODKHJHPRQtDHXURSHD
/D¿UPDGHO7UDWDGRGH:HVWIDOLDQRSXVR¿QDODJXHUUDHQWUH(VSDxD\)UDQ-
FLDTXHFRQWLQXyKDVWDODYLFWRULDIUDQFHVDJUDFLDVDODSR\RLQJOpV EDWDOODGHODV
'XQDV (QVH¿UPyOD3D]GHORV3LULQHRVSRUODTXH(VSDxDHQWUHJDEDD
Francia el Rosellón y La Cerdaña, y aceptaba el matrimonio de la infanta María
7HUHVD KLMDGH)HOLSH,9 FRQ/XLV;,9TXHFRQHOWLHPSRSRVLELOLWDUtDODOOHJD-
da de los Borbones a España.
(O¿QGHODKHJHPRQtDHVSDxRODVHFRQVXPyFRQ&DUORV,,WUDVODSpUGLGDGHO
Franco Condado (3D]GH1LPHJD, 1678). Al morir Carlos II (1700), los territo-
rios europeos españoles se limitaban a los Países Bajos del sur, el Milanesado,
1iSROHV6LFLOLD\&HUGHxD
3.8. 3ULQFLSDOHVIDFWRUHVGHODFULVLVGHPRJUi¿FD\HFRQyPLFDGHOVLJORXVII
y sus consecuencias
/DFULVLVHFRQyPLFDGHOVXVII
España sufrió una profunda crisis económica a lo largo del s. XVII por la
SROtWLFDLPSHULDOGHORV$XVWULDVTXHSURYRFyTXHQLORVLQJUHVRVGLUHFWRVGHO(V-
WDGR LPSXHVWRV\PRQRSROLRV QLHORUR\ODSODWDDPHULFDQRVIXHUDQVX¿FLHQWHV
SDUD¿QDQFLDUODVFRQVWDQWHVJXHUUDVHQHOH[WHULRU3DUDREWHQHUPiVUHFXUVRV
OD&RURQDWRPyGRVWLSRVGHPHGLGDVTXHDFDEDURQKXQGLHQGRODHFRQRPtDHO
LQFUHPHQWRGHODFDUJD¿VFDOTXHHPSREUHFLyDODSREODFLyQ\UHGXMRODGH-
manda de bienes, y la GHYDOXDFLyQGHODPRQHGDTXHSURYRFyXQDJLJDQWHVFD
KLSHULQÀDFLyQ FULVLV GHO YHOOyQ*). Ambas iniciativas arruinaron la artesanía y
el comercio, provocando la invasión del mercado español por las manufacturas
extranjeras. Las PDODVFRVHFKDV y la FDtGDGHORVLQJUHVRVDPHULFDQRV empeo-
raron aún más la situación.
/DFULVLVGHPRJUi¿FD
Los efectos de la crisis económica se vieron agravados por una IXHUWHFDtGD
GHODSREODFLyQ, causada por el aumento de la mortandad (hambrunas, epide-
40 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)
La crisis social
/DFULVLVHFRQyPLFD\GHPRJUi¿FDSURYRFyXQDSURIXQGDUHRUJDQL]DFLyQ
social. La QREOH]DVREUHYLYLyDXPHQWDQGRODVUHQWDVGHORVFDPSHVLQRV6XQ~-
mero creció por la venta de títulos nobiliarios por el rey para obtener ingresos.
También aumentaron los miembros de la IglesiaTXHPDQWXYRVXSRGHUHFRQy-
mico y social. La escasa EXUJXHVtD se hundió por la crisis de la artesanía y el
comercio. &DPSHVLQRV\DVDODULDGRVurbanos fueron los más perjudicados por
HODXPHQWRGHODFDUJD¿VFDO\ODVUHQWDVVHxRULDOHVOOHYDQGRDPXFKRVDODPHQ-
dicidad (auge de la novela picaresca).
&ULVLV\GHFDGHQFLDGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDHOUHLQDGRGH&DUORV,,
\HOSUREOHPDVXFHVRULR
El reinado de Carlos II
(OUHLQDGRGH&DUORV,, VHFDUDFWHUL]DSRUHODJUDYDPLHQWRGHOD
GHFDGHQFLDGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFD6XPDGUH0DULDQDGH$XVWULDDFWXy
FRPRUHJHQWHGXUDQWHVXPLQRUtDGHHGDGFRQ¿DQGRHQHOMHVXLWDDOHPiQ1LWKDUG
FRPR YDOLGR \ PiV WDUGH HQ )HUQDQGR GH 9DOHQ]XHOD 3RU VX SDUWH &DUORV ,,
WXYRFRPRYDOLGRVD-XDQ-RVpGH$XVWULDDOGXTXHGH0HGLQDFHOL\DOFRQGHGH
2URSHVDGXUDQWHVXUHLQDGRHIHFWLYR/DLQFDSDFLGDGGH&DUORV,,SDUDPDQHMDU
ORVDVXQWRVGHOUHLQRDJUDYyODFULVLVSROtWLFDVLWXDFLyQTXHDSURYHFKyOD)UDQ-
FLDGH/XLV;,9SDUDFRQTXLVWDUHO)UDQFR&RQGDGR 3D]GH1LPHJD $
la muerte del rey, los territorios europeos de España se limitaban a Flandes, el
0LODQHVDGR1iSROHV6LFLOLD\&HUGHxD
(OSUREOHPDVXFHVRULR
La falta de descendencia de Carlos II desató una JUDYHFULVLVSROtWLFDLQ-
WHUQDFLRQDOSRUODVXFHVLyQDOWURQRHVSDxRO. Mientras España luchaba por
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 41
*/26$5,2'(/$81,'$'
1HSRWLVPR. Desmedida preferencia por fa- 7UDVWiPDUD. Dinastía castellana, iniciada con
miliares en la designación de cargos públicos HOWULXQIRGH(QULTXH,,VREUHVXKHUPDQDVWUR
sobre personas de mejor valía. 3HGUR , HQ OD JXHUUD FLYLO TXH
también reinó en la corona de Aragón tras la
Polisinodial 6LVWHPD GH RUJDQL]DFLyQ GH JR- OOHJDGD DO WURQR GH )HUQDQGR GH $QWHTXHUD
bierno basado en la existencia de consejos es- (Compromiso de Caspe, 1412).
SHFLDOL]DGRVELHQHQPDWHULDV &RQVHMRGH(V-
tado, de Hacienda, de Guerra), bien en territo- 9HOOyQ0RQHGDUHDOL]DGDDSDUWLUGHXQDDOHD-
rios (Consejo de Castilla, de Aragón, de Indias). ción de plata y cobre. La práctica desapari-
ción del primer metal para aliviar la situación
6DQWD+HUPDQGDG. 2UJDQLVPRFUHDGRSRUORV económica de las arcas públicas provocó la
Reyes Católicos con el objeto de mantener el SpUGLGDGHODFRQ¿DQ]DGHODSREODFLyQHQOD
orden en Castilla. Estaba formada por cuadri- moneda, dando lugar a un terrible proceso de
OODVDUPDGDVTXHSHUVHJXtDQDORVGHOLQFXHQWHV KLSHULQÀDFLyQTXHWHUPLQyGHKXQGLUODHFRQR-
y eran costeadas por los concejos municipales. mía del reino.
UNIDAD 4
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
GLOSARIO DE LA UNIDAD
El sistema de Utrecht
El Tratado de Utrecht reconoció a Felipe de Anjou rey de España (como
Felipe V) a cambio de renunciar a reunir los tronos de España y Francia en su perso-
na. Además, España perdió sus territorios europeos: Austria obtuvo Flandes, el Mi-
lanesado, Nápoles y Cerdeña; Saboya recibió Sicilia (que intercambió por Cerdeña
con Austria); Gran Bretaña conservó Menorca y Gibraltar, y obtuvo dos privilegios
comerciales en las colonias americanas: el navío de permiso (envío anual de un bar-
co con mercaderías) y el asiento de negros (monopolio del comercio de esclavos).
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Academias nacionales,QVWLWXFLRQHVR¿FLDOHV LQPRELOLDULDV HGL¿FLRVWLHUUDV WDOHVFRPROD
surgidas en Francia para fomentar el desarro- nobleza, la Iglesia o los municipios.
OORFXOWXUDOFLHQWt¿FRRDUWtVWLFRGHOSDtV
Motín de Esquilache. Revuelta popular ocu-
Indianas. Telas de algodón o lino estampadas rrida en Madrid en 1766 cuyo detonante fue
en una de sus caras, elaboradas en grandes ta- la regulación de la vestimenta del pueblo, si
lleres mecanizados similares a los británicos, bien las causas verdaderas fueron en realidad
lo que permitía abaratar costes y estandarizar el alza de los precios de los productos bási-
la producción. cos y el rechazo a los ministros extranjeros de
Carlos III. Se saldó con el exilio del ministro
Industria a domicilio. Sistema empleado en Esquilache y, posteriormente, con la expulsión
algunos sectores económicos como las ferre- de los jesuitas, a los que se responsabilizó de
rías vascas, las sederías valencianas o parte de la instigación de la revuelta.
la industria textil catalana, en el que las tareas
más sencillas del proceso de elaboración de Sociedades Económicas de Amigos del País.
los productos eran realizadas por campesinos Instituciones creadas por particulares con el
en sus hogares en época de escaso trabajo agrí- ¿QGHSURSDJDUODVLGHDVLOXVWUDGDVHQVXVUH-
cola en vez de en los talleres urbanos de los giones de implantación.
artesanos, sujetos a numerosas normas y res-
tricciones impuestas por los gremios. Tertulias de salón. Encuentros promovidos
por particulares, generalmente de origen no-
Manos muertas. Término con que se conoce ble, para reunir a personas de gran cultura y
a las instituciones del Antiguo Régimen que H[SHULHQFLDFRQHO¿QGHLQWHUFDPELDUQRWLFLDV
tenían prohibida la venta de sus propiedades opiniones e ideas.
UNIDAD 5
GUION DE LA UNIDAD
2.2. /D&RQVWLWXFLyQGH&iGL]
— Proclamación de la Constitución de Cádiz (19 marzo, 1808)
— Características generales de la Constitución
— 9LJHQFLDHLQÀXHQFLDGHOD&RQVWLWXFLyQ
3.2. (OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDV
— Marco general del proceso de independencia
— Factores
— Etapas del proceso
— Consecuencias para España y las nuevas repúblicas americanas
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 55
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
1.1. Antecedentes
1.2.&DXVDVGHOFRQÀLFWR
(QHVWHFRQWH[WRGHVGH¿QDOHVGHVHVXFHGLHURQXQFRQMXQWRGHDFRQ-
tecimientos que desencadenaron la guerra de Independencia, al sumarse la crisis
de la monarquía española a la ambición napoleónica:
— 7UDWDGRGH)RQWDLQHEOHDX(1807) [Texto 1]: España permitía el paso de
las tropas francesas hacia Portugal para su conquista por su apoyo a Gran Bretaña.
El comportamiento del ejército napoleónico, más como una fuerza de ocupación
que como un aliado, provocó el rechazo de la población a su presencia en España.
— 0RWtQGH$UDQMXH]: en marzo de 1808 se produjo una sublevación pa-
laciega conocida como El motín de Aranjuez, dirigida por un sector de la alta
nobleza opuesto a Godoy y partidario del príncipe Fernando, en la que también
participaron sectores populares. Los amotinados consiguieron la destitución de
Godoy, y dos días después la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernan-
do VII. El destronamiento del rey por una simple revuelta mostró la debilidad de
la monarquía, y determinó a Napoleón a hacerse con el trono español.
—/HYDQWDPLHQWRPDGULOHxRGHOGHPD\R: Napoleón convocó en Bayona
a la familia real y Fernando VII aceptó esperando la legitimación del emperador.
La salida hacia Francia de los últimos miembros de la familia real provocó la
insurrección del pueblo de Madrid, reprimida duramente por el ejército francés.
—$EGLFDFLRQHVGH%D\RQDGHPD\R [Texto 2]: en Francia, Napoleón pre-
sionó a Fernando VII para que devolviese la Corona a su padre, Carlos IV, y a este
para que abdicase en Napoleón, que a su vez cedió el trono a su hermano José.
Cuando el pueblo conoció las abdicaciones de Bayona rechazó al nuevo rey,
José Bonaparte, se alzó en armas contra las tropas francesas y se organizó en
Juntas ante la falta de respuesta de las instituciones y del propio Ejército español:
se iniciaba la guerra de Independencia.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 57
1.3./RVEDQGRVHQFRQÀLFWR
1.4.'HVDUUROORGHOFRQÀLFWR
1.5. &DUDFWHUtVWLFDVGHODJXHUUDGH,QGHSHQGHQFLD
— *XHUUDSDWULyWLFD: la lucha contra las tropas invasoras creó entre los es-
pañoles un sentimiento de pertenencia a la misma nación.
— *XHUUDLQWHUQDFLRQDO: España fue uno más de los escenarios de opera-
ciones de las guerras napoleónicas, en el que se enfrentaron franceses, españoles
y británicos.
— 5HYROXFLyQSROtWLFDHOFRQÀLFWRRIUHFLyFRQGLFLRQHVIDYRUDEOHVSDUDHO
desencadenamiento de un proceso radical de cambio. Una parte de los patriotas,
los liberales, aprovechó el vacío político para elaborar una Constitución que
liquidó el absolutismo y estableció una monarquía constitucional (Constitución
de Cádiz, 1812).
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 59
2.1.&RQYRFDWRULD\RUJDQL]DFLyQGHODV&RUWHV
2.2. /D&RQVWLWXFLyQGH&iGL]
3.1.(OUHLQDGRGH)HUQDQGR9,,
(O6H[HQLR$EVROXWLVWD
En diciembre de 1813, tras la expulsión de las tropas francesas, Napoleón
devolvió el trono a Fernando VII (Tratado de Valençay). Cuando en enero de
1814 el rey regresó a España dio largas a la jura de la constitución buscando
apoyos para restaurar el absolutismo. En abril, sesenta y nueve diputados
UHFODPDURQ OD YXHOWD D XQD PRQDUTXtD DEVROXWD 0DQL¿HVWR GH ORV 3HUVDV
>7H[WR@), y en mayo, garantizados los apoyos, Fernando VII promulgó el
Decreto de Valencia [Texto 7], que disolvía las Cortes de Cádiz y abolía to-
das sus leyes incluyendo la Constitución de 1812. Fernando VII restablecía
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 63
(O7ULHQLR/LEHUDO
El avance de Riego hacia Madrid empujó a Fernando VII a MXUDUOD&RQVWL-
WXFLyQGH [Texto 9], UHLQVWDXUiQGRVHHOOLEHUDOLVPR. Las nuevas Cortes y
ORV*RELHUQRVOLEHUDOHVVHHQIUHQWDURQDJUDYHVGL¿FXOWDGHV
— 'LYLVLyQ GH ORV OLEHUDOHV en moderados o doceañistas (Martínez de la
Rosa), que buscaban un cambio progresivo, y exaltados o veinteañistas (Riego),
que defendían la aceleración de las reformas.
— 'HVOHDOWDGGHOUH\, que usó continuamente su derecho de veto para entor-
pecer la labor de las Cortes.
— 2SRVLFLyQUHDOLVWD DEVROXWLVWDV : sublevación de la Guardia Real (sofo-
cada por la Milicia Nacional) y proclamación de la Regencia de Urgell (soste-
nida por guerrillas) que se consideraba único Gobierno legítimo por la supuesta
«cautividad» de la voluntad del rey por los liberales.
Durante el Trienio los liberales abolieron el régimen señorial, los mayoraz-
gos y la Inquisición. En 1822, los absolutistas españoles, de acuerdo con el rey,
solicitaron la LQWHUYHQFLyQPLOLWDUGH la Santa*$OLDQ]D, que en el Tratado
64 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
de Verona de 1823 acordó enviar un ejército francés, los Cien mil hijos de San
Luis, en su ayuda. Su fácil triunfo permitió la restauración del absolutismo
(1823) [Texto 10].
/D'pFDGD2PLQRVD
En 1823, al igual que en 1814, Fernando VII declaró nulas las medidas
adoptadas durante el Trienio Liberal, UHVWDEOHFLyWRGDVODVLQVWLWXFLRQHVGHO
$QWLJXR5pJLPHQ, salvo la Inquisición, y creó el Cuerpo de los Voluntarios
Realistas en defensa del absolutismo. La nueva SHUVHFXFLyQ llevó a los libera-
les a la cárcel, el exilio (Goya) o la muerte (Riego, Torrijos*).
6LQ HPEDUJR HVWDV PHGLGDV UHVXOWDURQ LQVX¿FLHQWHV SDUD ORV DEVROXWLV-
tas más radicales, conocidos como ultrarrealistas o apostólicos, liderados
por Carlos M.ª Isidro, hermano del rey y heredero al trono por la falta de
descendencia de Fernando VII. Este grupo estaba molesto porque no se hu-
biera restablecido la Inquisición, por el nombramiento de algunos políticos
moderados y por la aprobación de reformas económicas que buscaban evitar
la quiebra del país. En 1827 un sector de estos XOWUDUUHDOLVWDV se sublevó
en Cataluña (revuelta de los agraviados o malcontents), siendo duramente
reprimidos.
En 1830 quedó embarazada la reina M.ª Cristina, y Fernando VII promulgó
la Pragmática* Sanción que derogaba la Ley* Sálica. El nacimiento de la prin-
cesa Isabel planteó un SUREOHPDVXFHVRULR por el apoyo de los absolutistas a
los derechos de Carlos M.ª Isidro. La respuesta de Fernando VII en 1832 fue
buscar el apoyo de los liberales moderados a los derechos de su hija, nombran-
do primer ministro al moderado Cea Bermúdez.
En 1833 murió Fernando VII y las Cortes proclamaron KHUHGHUD a su hija
Isabel II y regente a su madre, M.ª Cristina de Borbón. Sin embargo, Carlos
no reconoció a Isabel como heredera, y con el apoyo de los absolutistas ultra-
UUHDOLVWDV GHVGHDKRUDFDUOLVWDV VHDXWRSURFODPyUH\OHJtWLPR 0DQL¿HVWRGH
Abrantes). Poco después comenzaba la primera guerra carlista.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 65
3.2.(OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDV
)DFWRUHVTXHSURSLFLDURQHOPRYLPLHQWRLQGHSHQGHQWLVWD
— 5HFKD]RGHOPRQRSROLRFRPHUFLDO: perjudicaba a productores, comer-
ciantes y consumidores.
— &HQWUDOL]DFLyQSROtWLFD: impuesta por los Borbones, desplazó a los crio-
OORVGHORVSXHVWRVSROtWLFRVPiVLQÀX\HQWHVHQEHQH¿FLRGHXQDEXURFUDFLDSH-
ninsular.
— ,QÀXHQFLDGHODGRFWULQDLOXVWUDGD y GHODLQGHSHQGHQFLDGH((88
(1783).
— 'HELOLGDGGH(VSDxDUHÀHMDGDHQODJXHUUDGH,QGHSHQGHQFLDSURYRFy
el aislamiento de las colonias americanas respecto a la metrópoli y el colapso del
comercio atlántico.
(OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLD
— 3ULPHUD HWDSD : en 1808, tras la invasión francesa, en las
colonias se formaron Juntas como en la Península. Aprovechando la situación,
algunas de estas Juntas, como las de Caracas y Buenos Aires, negaron su obe-
diencia a las autoridades peninsulares y promulgaron las primeras declaraciones
de independencia [Texto 11].
— 6HJXQGDHWDSD : con el restablecimiento del absolutismo en Es-
paña se produjeron en América múltiples sublevaciones. Fernando VII respon-
dió enviando tropas que en un primer momento restablecieron el control excepto
HQ$UJHQWLQDTXHVHLQGHSHQGL]yHQEDMRHOOLGHUD]JRGH-RVp6DQ0DUWtQ
66 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
Poco después San Martín ayudó a O’Higgins en Chile, que alcanzó la indepen-
dencia tras la batalla de Chacabuco (1817).
El movimiento de liberación se extendió por toda América bajo Simón Bolí-
var, que lideró la independencia de Colombia (Batalla de Boyacá), Venezuela y
Perú (Batalla de Ayacucho). Por su parte, Itúrbide encabezó la independencia de
México en 1822 [Texto 12]. En 1825 toda la América española era independien-
te, excepto Cuba y Puerto Rico.
/DVFRQVHFXHQFLDV
3DUD(VSDxDlas consecuencias fueron muy graves:
— Económicas >*Ui¿FD@: pérdida del mercado americano para las manu-
IDFWXUDVHVSDxRODV¿QGHOVXPLQLVWURGHPDWHULDVSULPDVEDUDWDV\GLVPLQXFLyQ
de ingresos de la Hacienda Real. Todo ello privó a España de mercados y recur-
sos en el momento en que estaba desarrollándose la primera Revolución Indus-
trial en Europa.
— Políticas: España se convirtió en una potencia secundaria en el plano in-
ternacional.
COMENTARIO DE TEXTO
'HFUHWRGHGHDJRVWRGHGHDEROLFLyQGHOUpJLPHQIHXGDOHQ(VSDxD
3UHJXQWD&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
FUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVHHVFULELy
3UHJXQWD,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
VXFRQWHQLGR
Ideas del texto. El articulado del texto nos guía en el comentario de las ideas:
En el preámbulo aparece una idea radical del liberalismo económico: se de-
ben eliminar las trabas que obstaculizan la prosperidad.
Los artículos I y II tienen que ver con el principio liberal de igualdad ante la
ley: no ha de haber territorios que estén sometidos a leyes distintas de la nación
y nadie nombraría cargos («justicias y demás funcionarios públicos») que no
fuesen las autoridades de esta (como «los de realengo»).
El artículo IV insiste en la misma idea. La jurisdicción y la administración no
se podrían basar más en relaciones personales. Las relaciones económicas que
se establecieran se harían mediante «contrato libre». Se reconoce el derecho de
SURSLHGDGTXHVHFDOL¿FDGH©VDJUDGRª(OOLEHUDOLVPRHFRQyPLFRGH¿HQGHDXO-
tranza la propiedad privada, sobre la que se tiene que asentar el nuevo orden eco-
nómico. En este sentido la labor legislativa de las Cortes de Cádiz es coherente
con la revolución liberal-burguesa común a varios países de Europa y América.
/RVDUWtFXORV9\9,,VHUH¿HUHQDRWURVGHUHFKRV\SULYLOHJLRVVHxRULDOHV
(percepción exclusiva de rentas por caza, pesca u otros) que quedan también
abolidos.
70 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
“Art. 1. La provincia de Entre Duero y Miño con la ciudad de Oporto se dará en toda pro-
piedad y soberanía a S. M. el rey de Etruria con el título de Rey de la Lusitania Septentrional.
“Art. 2. La provincia de Alentejo y el reino de los Algarbes, se darán en toda propie-
dad y soberanía al Príncipe de la Paz, para que las disfrute con el título de Príncipe de los
Algarbes.
“Art. 11. S. M. el Emperador de los franceses sale garante a S. M. el rey de España de la
posesión de sus estados del continente de Europa situados a mediodía de los Pirineos.
“Convención secreta anexa:
“Art. I. Un cuerpo de tropas imperiales francesas de veinte y cinco mil hombres de infante-
ría, y de tres mil hombres de caballería entrará en España y marchará en derechura a Lisboa:
se reunirá a este cuerpo otro de ocho mil hombres de infantería y de tres mil de caballería de
tropas españolas con treinta piezas de artillería”.
“Carlos IV, rey de las Españas y de las Indias, y Napoleón, emperador de los franceses,
(...), animados de igual deseo de poner un pronto término a la anarquía a que está entregada la
España, y libertar esta nación valerosa de las agitaciones de las facciones; queriendo asimismo
evitarle todas las convulsiones de la guerra civil y extranjera, y colocarla sin sacudimientos po-
líticos en la única situación que, atendida la circunstancia extraordinaria en que se halla, puede
PDQWHQHUVXLQWHJULGDGD¿DQ]DUOHODVFRORQLDV\SRQHUORHQHVWDGRGHUHXQLUWRGRVVXVUHFXUVRV
con los de la Francia [...], se han convenido en lo que sigue:
“Artículo 1º. S. M. el rey Carlos, que no ha tenido en toda su vida otra mira que la felicidad
de sus vasallos (...), no pudiendo las circunstancias actuales ser sino un manantial de disensio-
nes tanto más funestas, cuanto las desavenencias han dividido su propia familia, ha resuelto
ceder, como cede por el presente, todos sus derechos al trono de las Españas y de las Indias a S.
M. el emperador Napoleón, como el único que, en el estado a que han llegado las cosas, puede
restablecer el orden; entendiéndose que dicha cesión sólo ha de tener efecto para hacer gozar a
sus vasallos de las condiciones siguientes: 1.º La integridad del reino será mantenida: el prínci-
pe que el emperador juzgue deber colocar en el trono de España será independiente, y los límites
de la España no sufrirán alteración alguna. 2.º La religión católica, apostólica, romana será
la única en España. No se tolerará en su territorio religión alguna reformada, y mucho menos
LQ¿HOVHJ~QHOXVRHVWDEOHFLGRDFWXDOPHQWH´
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 71
Texto 4. Primer Decreto de las Cortes. Real Isla de León, 24 de septiembre de 1810
“Los diputados que componen este Congreso y que representan la nación española, se de-
claran legítimamente constituidos en Cortes generales y extraordinarias y que reside en ellas la
soberanía nacional.
“Las Cortes generales y extraordinarias de la nación española, congregadas en la real
Isla de León, conformes en todo con la voluntad general, pronunciada del modo más enérgico y
patente, reconocen y proclaman y juran de nuevo por su único y legítimo rey al señor Don Fer-
nando VII de Borbón; y declaran nula, de ningún valor ni efecto la cesión de la Corona que se
dice hecha a favor de Napoleón, no sólo por la violencia que intervino en aquellos actos injustos
e ilegales, sino principalmente por faltarles el consentimiento de la nación.
“No conviniendo queden reunidos el Poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, declaran
las Cortes generales y extraordinarias que se reservan el ejercicio del Poder legislativo en toda
su extensión.
“El Consejo de Regencia reconocerá la soberanía nacional de las Cortes, y jurará obedien-
cia a las leyes y decretos que de ellas emanaren. (...)”.
72 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
Texto 6. 0DQL¿HVWRGHORV3HUVDV0DGULGGHDEULOGH
“Era costumbre en los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del falle-
FLPLHQWRGHVXUH\D¿QGHTXHODH[SHULHQFLDGHORVDVHVLQDWRVURERV\RWUDVGHVJUDFLDVOHV
REOLJDVHDVHUPiV¿HOHVDVXVXFHVRU3DUDVHUOR(VSDxDD90QRQHFHVLWDEDLJXDOHQVD\RHQ
los seis años de su cautividad. Del número de los españoles que se complacen al ver restituido
D90DOWURQRGHVXVPD\RUHVVRQORVTXH¿UPDQHVWDUHYHUHQWHH[SRVLFLyQFRQHOFDUiFWHUGH
representantes de España; mas como en ausencia de V. M. se ha mudado el sistema que regía
DOPRPHQWRGHYHUL¿FDUVHDTXpOOD\QRVKDOODPRVDOIUHQWHGHODQDFLyQHQXQ&RQJUHVRTXH
decreta lo contrario de lo que sentimos y de lo que nuestras provincias desean, creemos un deber
manifestar nuestros votos y circunstancias. (...)
“(...) La monarquía absoluta es una obra de la razón y de la inteligencia; está subordinada
a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado; fue establecida por derecho
de conquista o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron a sus Reyes.
(...) por esto ha sido necesario que el poder soberano fuese absoluto para prescribir a los súb-
ditos todo lo que mira al interés común; y obligar a la obediencia a los que se niegan a ella.
³1RSXGLHQGRGHMDUGHFHUUDUHVWHUHVSHWXRVR0DQL¿HVWRHQFXDQWRSHUPLWDHOiPELWRGH
nuestra representación y nuestros votos particulares con la protesta de que se estime siempre sin
valor esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V. M. ni por las provincias (...) porque
estimamos las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales prejuicios,
que piden la previa celebración de unas Cortes españolas legítimamente congregadas en liber-
tad y con arreglo en todo a las antiguas leyes”.
“Por lo tanto, habiendo oído lo que ecuánimemente me han informado personas respetables
por su celo y conocimientos y lo que se me ha expuesto en representaciones que de varias partes
del reino se me han dirigido, en las cuales se expresa la repugnancia y disgusto con que así la
constitución formada en las Cortes generales como el resto de sus establecimientos políticos son
mirados en las provincias; los perjuicios y males que han venido de ellos, y se aumentarían si
Yo autorizase y jurase aquella constitución, (...) declaro que mi real ánimo es no solamente no
jurar ni acceder a dicha constitución ni decreto alguno de las Cortes generales y extraordina-
rias, y de las ordinarias actualmente abiertas, a saber, los que sean depresivos de los derechos y
prerrogativas de mi soberanía, sino el declarar aquella constitución y tales decretos nulos y de
ningún valor y efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos,
y se quitasen de en medio del tiempo, y sin obligación en mis pueblos y súbditos, de cualquiera
clase y condición, a cumplirlos ni guardarlos.
74 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
“Y como el que quisiere sostenerlos y contradijere esta mi real declaración atentaría contra
las prerrogativas de mi soberanía y felicidad de la Nación y causaría turbación en mis reinos,
declaro reo de lesa majestad a quien tal osare o intentare, y que como tal se le imponga la pena
de la vida, ora lo ejecute de hecho, ora por escrito o de palabra (...)”.
Texto 8. 0DQL¿HVWRGH5LHJR&DEH]DVGH6DQ-XDQGHHQHURGH
“Soldados, mi amor hacia vosotros es grande. Por tanto, yo no podía consentir, como jefe
vuestro, que se os alejase de vuestra patria, en unos buques podridos, para llevaros a hacer
una guerra injusta al Nuevo Mundo; ni que se os compeliese a abandonar vuestros padres y
hermanos, dejándolos sumidos en la miseria y la opresión. Vosotros debéis a aquellos la vida,
y, por tanto, es de vuestra obligación y agradecimiento el prolongársela, sosteniéndolos en la
DQFLDQLGDG\DXQWDPELpQVLIXHVHQHFHVDULRHOVDFUL¿FDUODVYXHVWUDVSDUDURPSHUODVFDGHQDV
que los tienen oprimidos desde el año 14. Un rey absoluto, a su antojo y albedrío, les impone
contribuciones y gabelas que no pueden soportar; los veja, los oprime y, por último, como colmo
GHGHVJUDFLDVRVDUUHEDWDDYRVRWURVVXVFDURVKLMRVSDUDVDFUL¿FDURVDVXRUJXOOR\DPELFLyQ
“Sí, a vosotros os arrebatan del paterno seno para que en lejanos y opuestos climas vayáis
a sostener una guerra inútil, que podría fácilmente terminarse con sólo reintegrar sus derechos
a la Nación española. La Constitución, sí, la Constitución basta para apaciguar a nuestros
hermanos de América”.
“Españoles. Cuando vuestros heroicos esfuerzos lograron poner término al cautiverio en que
PHUHWXYRODPiVLQDXGLWDSHU¿GLDWRGRFXDQWRYL\HVFXFKpDSHQDVSLVpHOVXHORSDWULRVHUHXQLy
para persuadirme que la Nación deseaba ver resucitada su anterior forma de gobierno; (...)
“Pero mientras Yo meditaba maduramente con la solicitud propia de mi paternal corazón
las variaciones de nuestro régimen fundamental, que parecían más adaptables al carácter na-
cional y al estado presente de las diversas porciones de la monarquía española, así como más
análogas a la organización de los pueblos ilustrados, me habéis hecho entender vuestro anhelo
de que se restableciese aquella Constitución que entre el estruendo de armas hostiles fue pro-
mulgada en Cádiz el año de 1812, al propio tiempo que con asombro del mundo combatíais por
la libertad de la Patria. He oído vuestros votos, y cual tierno Padre he condescendido a lo que
mis hijos reputan conducente a su felicidad. He jurado esa Constitución por la cual suspirabais,
\VHUpVLHPSUHVXPiV¿UPHDSR\R
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 75
“Españoles: vuestra gloria es la única que mi corazón ambiciona. Mi alma no apetece sino
YHURVHQWRUQRGHPL7URQRXQLGRVSDFt¿FRV\GLFKRVRV
“Evitad la exaltación de pasiones, que suele transformar en enemigos a los que sólo deben
ser hermanos, acordes en afectos como los son en religión, idioma y costumbres. (...) Marchemos
francamente, y Yo el primero, por la senda constitucional; mostrando a la Europa un modelo de
sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada
de lágrimas y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre Español, al mismo tiempo
que labramos para siglos nuestra felicidad y nuestra gloria”.
“Bien públicos y notorios son a todos mis vasallos, los escandalosos sucesos que prece-
dieron, acompañaron y siguieron al establecimiento de la democrática Constitución de Cádiz
en el mes de marzo de 1820, la más criminal traición, la más vergonzosa cobardía, el desacato
más horrendo a mi real Persona y la violencia más inevitable, fueron los elementos empleados
para variar esencialmente el gobierno paternal de mis reinos en un código democrático, origen
fecundo de desastres y desgracias (…)
“La Europa entera conociendo profundamente mi cautiverio y el de toda mi real familia de-
WHUPLQySRQHU¿QGHXQDYH]DXQHVWDGRGHFRVDVTXHHUDHOHVFiQGDORXQLYHUVDOTXHFDPLQDED
a trastornar todos los tronos y todas las instituciones antiguas, cambiándolas en la irreligión y
la inmoralidad. (...)
“Sentado ya otra vez en el trono de san Fernando por la mano justa y sabia del Omnipotente
y por los denodados esfuerzos de mi primo, el duque de Angulema y su valiente ejército, desean-
do proveer el remedio a las más urgentes necesidades de mis pueblos y manifestar al mundo mi
verdadera libertad, he venido en decretar lo siguiente:
“1. Son nulos y de ningún valor los actos del Gobierno llamado constitucional que ha do-
minado a mis pueblos desde el 7 de marzo de 1820 hasta hoy octubre de 1823, declarando que
toda esta época ha carecido de libertad. (…)”.
nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento: queremos antes de usar de los derechos,
de que nos tuvo privados la fuerza por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político
de los acontecimientos humanos, patentizar al Universo las razones, que han emanado de estos
acontecimientos, y autorizar el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía (...).
“Es contrario al orden, imposible al gobierno de España y funesto a la América el que,
WHQLHQGRpVWDXQWHUULWRULRLQ¿QLWDPHQWHPiVH[WHQVR\XQDSREODFLyQLQFRPSDUDEOHPHQWHPiV
numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del continente europeo. Las cesiones de
Bayona, las jornadas de Aranjuez y las órdenes del lugarteniente duque de Berg a la América
GHELHURQSRQHUHQXVRORVGHUHFKRVTXHKDVWDHQWRQFHVKDEtDQVDFUL¿FDGRORVDPHULFDQRVDOD
unidad e integridad de la nación española.
“(...) Por tanto, nosotros los representantes de las provincias unidas de Venezuela, poniendo
por testigo al Ser Supremo de la justicia de nuestro proceder, (...) declaramos solemnemente al
mundo que sus provincias unidas son y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, estados
libres soberanos e independientes”.
“Americanos, bajo cuyo nombre comprendo no sólo los nacidos en América, sino a los eu-
ropeos, africanos y asiáticos que en ella residen: tened la bondad de oírme. Las naciones que se
llaman grandes en la extensión del globo, fueron dominadas por otras, y hasta que sus luces no
OHVSHUPLWLHURQ¿MDUVXSURSLDRSLQLyQQRVHHPDQFLSDURQ
“Trescientos años hace la América Septentrional de estar bajo la tutela de la nación más
católica y piadosa, heroica y magnánima. La España la educó y engrandeció, formando esas
ciudades opulentas, esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia
del universo van a ocupar lugar muy distinguido. (...) La opinión pública y la general de todos
los pueblos es la de la independencia absoluta de la España y de toda otra nación. Así piensa el
europeo, así los americanos de todo origen.
“Esta misma voz que resonó en el pueblo de los Dolores, el año de 1810, y que tantas
desgracias originó al bello país de las delicias por el desorden, el abandono y otra multitud
GHYLFLRV¿MyWDPELpQODRSLQLyQS~EOLFDGHTXHODXQLyQJHQHUDOHQWUHHXURSHRV\DPHUL-
canos, indios e indígenas, es la única base sólida en que puede descansar nuestra común
felicidad. (...).
“Al frente de un ejército valiente y resuelto he proclamado la independencia de la América
Septentrional. Es ya libre, es ya señora de sí misma, ya que no reconoce ni depende de la Espa-
ña, ni de otra nación alguna. Saludadla todos como independiente, y sean nuestros corazones
bizarros los que sostengan esta dulce voz, unidos con las tropas que han resuelto morir antes que
separarse de tan heroica empresa”.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 77
Elaboración propia. Datos obtenidos de L. Pérez de la Escosura, De Imperio a Nación. Crecimiento y atraso
económico en España (1780-1930). Madrid, Alianza Editorial
78 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Argüelles, Agustín (1776-1844). Político es- y sabotaje, minando la moral del invasor,
pañol que durante la guerra de Independencia que no lograba combatirlos en una batalla en
fue secretario de la Junta Preparatoria de las campo abierto.
Cortes de Cádiz. Participó activamente en la
redacción de la Constitución de 1812, intere- Habeas corpus. Fórmula jurídica que protege
sándose especialmente por la abolición de la los derechos básicos del detenido, como saber
esclavitud. de qué se le acusa o ser puesto a disposición
judicial en el plazo fijado por la ley.
Desamortización. Medidas destinadas a la libe-
ración (expropiación, nacionalización y venta) Ley Sálica. Ley de origen francés adoptada en
de bienes en «manos muertas» (instituciones España por Felipe V tras su victoria en la gue-
del Antiguo Régimen que, como la nobleza, la rra de Sucesión (1700-1714) que impedía a las
Iglesia, los municipios o las órdenes militares, mujeres heredar el trono.
no podían vender o hipotecar libremente sus
tierras e inmuebles). Mayorazgo. Conjunto de bienes muebles e
inmuebles vinculados a un título nobiliario.
Estatuto. Ley fundamental del Estado similar La legislación del Antiguo Régimen impedía
a una Constitución pero que, a diferencia de disponer libremente de dichos bienes (ven-
esta, es elaborada por el Ejecutivo y no por el der, hipotecar, etc.) con el fin de proteger la
Parlamento. herencia del futuro heredero (el varón de más
edad) y evitar menoscabos en el patrimonio
Godoy, Manuel (1767-1851). Valido de Car- de las casas nobiliarias que pudiesen afectar
los IV. Fue considerado un advenedizo por a su prestigio.
la aristocracia y el clero tanto por su origen
hidalgo como por los perjuicios causados por Monarquía parlamentaria. Sistema político
su política (exclusión de la alta nobleza de los en el que el poder del Ejecutivo, encabezado
cargos más importantes, desamortización de por el rey (que actúa como moderador entre el
1/6 de los bienes eclesiásticos), al tiempo que resto de instituciones), se encuentra limitado
el pueblo le responsabilizaba de los desastres, por los poderes del Parlamento.
desde los económicos a los militares.
Pragmática Sanción. Disposición legal ela-
Guerrillas. Partidas de pocos hombres cuya borada en 1789 por Carlos IV para derogar
principal baza era el conocimiento del terre- la Ley Sálica. No llegó a estar vigente por su
no y el apoyo de los lugareños. Realizaban falta de publicación en la Gaceta de Madrid
pequeñas pero continuas acciones de acoso ante los acontecimientos revolucionarios que
80 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO
estaban teniendo lugar en Francia. En 1830 Soberanía. Poder político supremo de donde
Fernando VII enmendó este error procedien- emana la facultad de dirigir el Estado. El abso-
do a su publicación, derogando de esta forma lutismo defiende que la soberanía reside en el
la Ley Sálica en prevención de que todos sus rey (que toma el nombre de soberano), mien-
descendientes fuesen mujeres. tras que el liberalismo mantiene que reside en
los ciudadanos (la nación, de donde procede el
Pronunciamiento militar. Levantamiento de término «soberanía nacional»).
parte del Ejército coordinado y arropado por
un movimiento civil de masas para cambiar Sufragio. Ejercicio del derecho al voto. Es
por la fuerza un Gobierno o sistema político. directo cuando los votantes eligen directa-
Constante en la historia de España durante el mente a sus representantes en el Parlamento,
siglo XIX hasta la Restauración canovista, y e indirecto cuando eligen a delegados que
aún en el XX con la dictadura de Primo de posteriormente escogen a los representantes
Rivera y la rebelión militar del 36. Su última parlamentarios. Asimismo, el sufragio puede
manifestación fue el 23-F. ser universal (reconocido a toda la ciudadanía
a partir de una determinada edad legad. Origi-
Santa Alianza. Coalición internacional crea- nariamente, el sufragio universal era solo mas-
da por iniciativa del zar Alejandro II en de- culino, pues no se reconocía a las mujeres, o
fensa del absolutismo. Formada por Rusia, censitario, llamado también restringido, pues
Austria y Prusia, y más tarde Francia, los mo- se exige una renta mínima para poder votar).
narcas firmantes se comprometían a ayudar a
los soberanos de cualquier Estado en el que el Torrijos, José M.ª de (1791-1831). Militar
absolutismo peligrase como consecuencia de liberal español que protagonizó en 1831 uno
una revolución. de los principales pronunciamientos fallidos
contra Fernando VII.
Señorío jurisdiccional. Territorio en el cual
el propietario, conocido como señor, tiene Veto. Derecho reconocido al Ejecutivo para
un poder similar al del rey, incluido el cobro impedir la aprobación de una medida o anular
de impuestos, el nombramiento de autorida- sus efectos. El veto suspensivo es una variante
des y la administración de justicia. No debe del anterior, dado que únicamente se retarda la
confundirse con el señorío territorial o sola- aprobación o vigencia de la medida a la espe-
riego, en el que los derechos del propietario ra de su aprobación de nuevo por la autoridad
son más reducidos (prestaciones personales, competente (en el caso de una ley, el Parla-
cobro de rentas). mento).
UNIDAD 6
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN
DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
82 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
GUION DE LA UNIDAD
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 85
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
/RV SULQFLSDOHV DFRQWHFLPLHQWRV SROtWLFRV GXUDQWH HO UHLQDGR GH ,VDEHO ,,
IXHURQODSULPHUDJXHUUDFDUOLVWD\ODLQVWDXUDFLyQGHOVLVWHPDOLEH
UDOTXHOLTXLGyHO$QWLJXR5pJLPHQ
&DXVDVGHOFRQÀLFWR
(OFDUOLVPRWXYRVXRULJHQHQel problema sucesorioGH)HUQDQGR9,,WUDVOD
SXEOLFDFLyQHQGHOD3UDJPiWLFD6DQFLyQTXHDEROLyOD/H\6iOLFD&XDQGRQD
FLy,VDEHO&DUORV0,VLGURKHUPDQRGHOUH\KDVWDHQWRQFHVHOKHUHGHURSRUODIDOWD
GHGHVFHQGHQFLD\OtGHUGHODIDFFLyQPiVUDGLFDOGHODEVROXWLVPR ORVXOWUDUUHDOLVWDV
RDSRVWyOLFRV VHQHJyDUHFRQRFHUOD3RUHOOR)HUQDQGR9,,EXVFyJDUDQWL]DUORV
GHUHFKRVVXFHVRULRVGHVXKLMD,VDEHOPHGLDQWHXQDFHUFDPLHQWRDOOLEHUDOLVPRPR
GHUDGRQRPEUDQGRD&HD%HUP~GH]FRPRMHIHGH*RELHUQR'HVGHHVHPRPHQWRHO
FDUOLVPRSDVyGHFRQÀLFWRVXFHVRULRDFRQÀLFWRSROtWLFRHQWUHOLEHUDOHV\DEVROXWLVWDV
(QPXHUHFernando VII\ODV&RUWHVSURFODPDQD,VDEHO,,KHUHGHUD
\UHJHQWHDVXPDGUH0&ULVWLQDGH%RUEyQ&DUORV0,VLGURQRUHFRQRFLyD
,VDEHO\FRQHODSR\RGHORVDEVROXWLVWDVXOWUDUUHDOLVWDVDKRUDFRQRFLGRVFRPR
FDUOLVWDV VH DXWRSURFODPy UH\ OHJtWLPR 0DQL¿HVWR* GH$EUDQWHV >7H[WR @ \
UHFODPyHOWURQRFRQHOQRPEUHGH&DUORV93RFRGHVSXpVFRPHQ]DEDODJXHUUD
%DQGRVGHOFRQÀLFWR
— Isabelinos/cristinosRUJDQL]DGRVHQWRUQRDODUHJHQWHGHIHQGtDQXQOL
EHUDOLVPREDVDGRHQODPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDO$SR\DGRVSRUODDOWDQREOH]D
86 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
ODEXUJXHVtDODVFODVHVSRSXODUHVXUEDQDV\HO(MpUFLWRDGHPiVGH*UDQ%UHWDxD
)UDQFLD\3RUWXJDOFRQTXLHQHV¿UPDURQOD&XiGUXSOH$OLDQ]DHQ
— CarlistasDEVROXWLVWDVTXHGHIHQGtDQHO$QWLJXR5pJLPHQ\ORVGHUHFKRV
IRUDOHV 6X OHPD HUD ©'LRV SDWULD UH\ \ IXHURVª (VWXYLHURQ DSR\DGRV SRU OD
EDMDQREOH]DUXUDOHOFOHUR\ORVFDPSHVLQRVGHOQRUWHGH(VSDxDDGHPiVGHODV
PRQDUTXtDVDEVROXWLVWDVGH$XVWULD3UXVLD\5XVLD&RQVLJXLHURQVXPD\RULP
SODQWDFLyQHQODVSURYLQFLDVYDVFDV1DYDUUD&DWDOXxD\HO0DHVWUD]JR
&RQVHFXHQFLDVGHOFRQÀLFWR
$GHPiV GHO HVWDEOHFLPLHQWR GH XQD PRQDUTXtD FRQVWLWXFLRQDO HO FRQÀLFWR
WXYRWUHVGHVDVWURVDVFRQVHFXHQFLDV
— (OHYDGRQ~PHURGHPXHUWRV\SpUGLGDVPDWHULDOHVSURSLDVGHWRGDJXHUUD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 87
— $EVRUFLyQGHORVUHFXUVRVHFRQyPLFRVJHQHUDGRVSRUODGHVDPRUWL]DFLyQ
GH0HQGL]iEDO UHWUDVDQGRODLQGXVWULDOL]DFLyQGHOSDtV
— $XPHQWRGHOSURWDJRQLVPRGHORVPLOLWDUHVHQODYLGDSROtWLFD
$SHVDUGHVXGHUURWDHOFDUOLVPRVLJXLyODWHQWHHQWUHVXVEDVHVGDQGROXJDU
DQXHYDVJXHUUDVDORODUJRGHOVLJOR;,;
1.2.(YROXFLyQSROtWLFDSDUWLGRV\FRQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGR
de Isabel II (1833-1868)
VHUYDUVHXQPD\RUSRGHUTXHHQOD&RQVWLWXFLyQGH$SUREDGDOD&RQVWLWX
FLyQODUHJHQWHVXVWLWX\yDO*RELHUQRSURJUHVLVWDSRUXQRPRGHUDGR6XLQWHQWR
GHHOLPLQDUODHOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHORVDOFDOGHVSURYRFyPRYLOL]DFLRQHVFRQ
WUD0&ULVWLQDTXHFHGLyODUHJHQFLDD(VSDUWHUROtGHUGHORVSURJUHVLVWDV
— Regencia de Espartero (1840-1843)ODVSULQFLSDOHVPHGLGDVGHODUHJHQ
FLDIXHURQODGHVDPRUWL]DFLyQGHORVELHQHVGHOFOHURVHFXODUODOLPLWDFLyQGHORV
GHUHFKRVIRUDOHVYDVFRQDYDUURV\ODHODERUDFLyQGHXQDOH\OLEUHFDPELVWDSDUD
HOVHFWRUWH[WLOTXHSURYRFyIXHUWHVDOWHUFDGRVHQ%DUFHORQDVRIRFDGRVFRQHO
ERPEDUGHRGHODFLXGDG3RFRGHVSXpV(VSDUWHURFHUUyODV&RUWHVSRUODVFUtWLFDV
DVXSROtWLFDDXWRULWDULD\ORVSURJUHVLVWDVOHUHWLUDURQVXDSR\R)LQDOPHQWHORV
JHQHUDOHVPRGHUDGRV2¶'RQQHOO*\1DUYiH]*SURPRYLHURQXQSURQXQFLDPLHQWR
PLOLWDU\(VSDUWHURPDUFKyDOH[LOLR
(OIUDFDVRGHODVGRVUHJHQFLDVFRQGXMRDODDQWLFLSDFLyQGHODPD\RUtDGH
HGDGGH,VDEHO,,TXHIXHSURFODPDGDUHLQDFRQWDQVRORDxRV
ELRGHUHFRQRFHUDOUpJLPHQLVDEHOLQROD,JOHVLDREWHQtDHOVRVWHQLPLHQWR
HFRQyPLFRSRUHO(VWDGR\HOUHIRU]DPLHQWRGHVXLQÀXHQFLD SURKLELFLyQ
GHRWURVFXOWRVFRQWUROGHODHQVHxDQ]DFHQVXUDHWF
/DFHQWUDOL]DFLyQ\HOIUDFDVRGHOSUR\HFWRGHERGDHQWUH,VDEHO,,\&DUORV
9,GLHURQOXJDUDODVHJXQGDJXHUUDFDUOLVWD (OHMpUFLWRLVDEHOLQRVH
LPSXVRVREUHODVSDUWLGDVFDUOLVWDVPX\DFWLYDVHQ&DWDOXxD
— Bienio Progresista (1854-1856)HOFRQVHUYDGXULVPRODFULVLVHFRQyPLFD
\ORVHVFiQGDORV¿QDQFLHURVGHODFDPDULOODTXHURGHDEDD,VDEHO,,SURYRFDURQHQ
la VicalvaradaXQSURQXQFLDPLHQWRPLOLWDUSURWDJRQL]DGRSRUORVJHQHUDOHV
PRGHUDGRV2¶'RQQHOO\6HUUDQR*FRQWUDULRVDODGHULYDDXWRULWDULDGHO*RELHUQR
3HVHDVXIUDFDVRLQLFLDO2¶'RQQHOOFRQVLJXLyHODSR\RGHSURJUHVLVWDV\GHPyFUD
WDVFRQODSURPHVDGHDPSOLDVUHIRUPDVUHFRJLGDVHQHO0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV
UHGDFWDGRSRU&iQRYDV*GHO&DVWLOOR>7H[WRFRPHQWDGR@ /DPRYLOL]DFLyQPLOLWDU
\SRSXODUREOLJy¿QDOPHQWHD,VDEHO,,DQRPEUDUMHIHGH*RELHUQRDOSURJUHVLVWD
(VSDUWHUR
'XUDQWH HO %LHQLR VH DSUREDURQ LPSRUWDQWHV PHGLGDV HFRQyPLFDV FRPR OD
GHVDPRUWL]DFLyQFLYLOGH0DGR]OD/H\GH)HUURFDUULOHVODVOH\HVGH%DQFD\GH
6RFLHGDGHVGH&UpGLWR\ODFUHDFLyQGHO%DQFRGH(VSDxD(QODFRQÀLFWL
YLGDGVRFLDOODIXQGDFLyQGH8QLyQ/LEHUDOODKRVWLOLGDGGHORVPRGHUDGRV\OD
UHWLUDGDGHODSR\RGHORVGHPyFUDWDVGHFLGLHURQD,VDEHO,,DFHVDUD(VSDUWHUR\
QRPEUDUD2¶'RQQHOO
— Vuelta al moderantismo (1856-1868) HQ HVWD HWDSD VH DOWHUQDURQ HQ
HOSRGHUHO3DUWLGR0RGHUDGR 1DUYiH] \8QLyQ/LEHUDO 2¶'RQQHOO /RPiV
GHVWDFDGRIXHHOFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRODUHIRUPDHGXFDWLYD /H\0R\DQR \
ODSROtWLFDH[WHULRUFRORQLDOLVWD JXHUUDGH0DUUXHFRVH[SHGLFLRQHVPLOLWDUHVD
0p[LFR\&RFKLQFKLQD TXHEXVFDEDODSRSXODULGDGGHO*RELHUQR\HOSUHVWLJLR
LQWHUQDFLRQDOGH(VSDxD
'HVGHHOUpJLPHQHQWUyHQFULVLVSRUHOGHVFUpGLWRGHODUHLQDODPXHUWH
GH1DUYiH]\2¶'RQQHOOODFULVLVHFRQyPLFD\HODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDG
VRFLDOSRUHODYDQFHGHGHPyFUDWDV\UHSXEOLFDQRVHQODVFLXGDGHV(QORV
OtGHUHVSURJUHVLVWDV 3ULP* XQLRQLVWD 6HUUDQR \GHPyFUDWD 0DUWRV ¿UPDURQ
90 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
HO3DFWRGH2VWHQGHSDUDGHUURFDUDORV%RUERQHV\HVWDEOHFHUXQVLVWHPDDXWpQ
WLFDPHQWHGHPRFUiWLFR7UDVYDULRVOHYDQWDPLHQWRVIUDFDVDGRVWULXQIyHQOD
5HYROXFLyQ*ORULRVDLQLFLDGDHQ&iGL]FRQHOSURQXQFLDPLHQWRGHOJHQHUDO3ULP
\HODOPLUDQWH7RSHWHTXHSURYRFyHOH[LOLRGH,VDEHO,,HQ)UDQFLD\HOLQLFLRGHO
6H[HQLR'HPRFUiWLFR
&RQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,HOSDSHOGHORVPLOLWDUHV
'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,, VHDVHQWyHOOLEHUDOLVPRHQ(VSD
xD)XHXQGLItFLOSURFHVRPDUFDGRSRUGRVWLSRVGHFRQÀLFWRV
— Guerras carlistasHQIUHQWyDOLEHUDOHV\DEVROXWLVWDVGHIHQVRUHVGHVLV
WHPDVSROtWLFRVDQWLWpWLFRV
— Pronunciamientos militaresQL0&ULVWLQDQL,VDEHODFWXDURQFRQQHX
WUDOLGDGSROtWLFDFRPRH[LJHXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDODSR\DURQVLHPSUHD
ORVOLEHUDOHVPRGHUDGRV\QRGHMDURQDORVSURJUHVLVWDVPiVRSFLyQTXHHOSUR
QXQFLDPLHQWR KXERFDVLFXDUHQWDDORODUJRGHODHWDSD
$PERVFRQÀLFWRVSURYRFDURQTXHORVPLOLWDUHVFRQRFLGRVFRPRespadones
DGTXLULHUDQJUDQSRSXODULGDG\SURWDJRQLVPRSROtWLFRHQFDEH]DQGRSDUWLGRV\
FDUJRVS~EOLFRV SUHVLGHQFLDVGH*RELHUQRUHJHQFLDVHWF
'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,VHDSUREDURQWUHVFRQVWLWXFLRQHVUHÀHMRGHOD
LQHVWDELOLGDGSROtWLFDGHOPRPHQWR
— Estatuto Real (1834) >7H[WR@FDUWDRWRUJDGDGHFDUiFWHUPX\FRQVHUYD
GRUDSUREDGDSRU0DUWtQH]GHOD5RVD
-$XVHQFLDGHUHFRQRFLPLHQWRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV
-&RUWHVELFDPHUDOHV(VWDPHQWRVGHORV3UyFHUHV FX\RVPLHPEURVGH
VLJQDEDOD&RURQD \GHORV3URFXUDGRUHV HOHJLGRVSRUVXIUDJLRFHQVLWD
ULRH[WUDRUGLQDULDPHQWHUHVWULFWLYRGHWDQVRORHOGHODSREODFLyQ
-3RGHUHVGHOD&RUWHVOLPLWDGRVQRSRGtDQUHGDFWDUOH\HVVLPSOHPHQWH
VROLFLWDUVXHODERUDFLyQDOD&RURQD
— Constitución de 1837 >7H[WR@SURPRYLGDSRUORVSURJUHVLVWDVIXHFRQ
VHQVXDGDFRQORVPRGHUDGRV\OD&RURQD
-6REHUDQtDQDFLRQDO
92 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
-5HFRQRFLPLHQWRDPSOLRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV H[SUHVLyQLPSUHQWD
LJXDOGDGMXUtGLFDSURSLHGDG VLELHQQRUHFRJtDODOLEHUWDGUHOLJLRVD\HO
(VWDGRVHFRPSURPHWtDD¿QDQFLDUDOFOHUR
-3RGHUHMHFXWLYRHOUH\QRPEUDEDDOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQR\ORVPLQLVWURV
$GHPiVOD&RURQDVDQFLRQDEDODVOH\HV\FRQYRFDED\GLVROYtDODV&RUWHV
-3RGHUOHJLVODWLYR&RUWHVELFDPHUDOHVGLYLGLGDVHQ&RQJUHVRGHORV'L
SXWDGRV\6HQDGR FRQFDSDFLGDGGHYHWRVREUHODVOH\HVDSUREDGDVSRU
HO&RQJUHVR
-6LVWHPDUHSUHVHQWDWLYR/RVGLSXWDGRVHUDQHOHJLGRVSRUVXIUDJLRFHQVL
WDULRGLUHFWR\ORVVHQDGRUHVSRUVXIUDJLRFHQVLWDULRLQGLUHFWR ORVHOHJtD
HOUH\HQWUHXQDWHUQDGHDVSLUDQWHVYRWDGRVSRUORVHOHFWRUHV
-3RGHUPXQLFLSDOHOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHORVDOFDOGHV
— Constitución de 1845 >7H[WR@GHFDUiFWHUFRQVHUYDGRUIXHDSUREDGD
SRULQLFLDWLYDGH1DUYiH]
-6REHUDQtDFRPSDUWLGD &RURQD\&RUWHV
-5HFRQRFLPLHQWRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV H[SUHVLyQLJXDOGDGDQWHOD
OH\\SURSLHGDG \FRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGR
-&RURQDSRGHUHVVLPLODUHVDOD&RQVWLWXFLyQGHO
-3RGHUOHJLVODWLYR&RUWHVELFDPHUDOHVGLYLGLGDVHQ&RQJUHVR VXIUDJLR
PX\UHVWULFWLYRGHVRORHOGHODSREODFLyQ \6HQDGR PLHPEURV
YLWDOLFLRVGHVLJQDGRVSRUOD&RURQD
-3RGHUPXQLFLSDOHOHFFLyQJXEHUQDPHQWDOGHORVDOFDOGHV
(O DVHQWDPLHQWR GHO OLEHUDOLVPR H[LJtD WDQWR UHIRUPDV SROtWLFDV FRPR OD
liberalización de la economía3RUHVWDUD]yQVHVXSULPLHURQODVUHJXODFLRQHV
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 93
/DV GHVDPRUWL]DFLRQHV VRQ FRQRFLGDV SRU HO QRPEUH GH ORV PLQLVWURV SUR
JUHVLVWDV TXH ODV LPSXOVDURQ (O SURFHVR DIHFWy DO GH OD WLHUUD FXOWLYDEOH
DSUR[LPDGDPHQWH
— Desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836) >7H[WR @ >7H[WR
FRPHQWDGRHQ$SpQGLFH@DIHFWyDORVELHQHVGHOFOHURUHJXODU6HDSUREyGX
UDQWHODSULPHUDJXHUUDFDUOLVWD\ORVLQJUHVRVREWHQLGRVSHUPLWLHURQUHIRU]DUDO
HMpUFLWRFULVWLQR(VSDUWHURFRPSOHWyODGHVDPRUWL]DFLyQHFOHVLiVWLFDFRQELHQHV
GHOFOHURVHFXODU (VWDVGHVDPRUWL]DFLRQHVGHWHULRUDURQODVUHODFLRQHVGH
ORVOLEHUDOHVFRQOD,JOHVLD
— Desamortización civil de Madoz (1855) FRQFOX\y OD YHQWD GH ELHQHV
HFOHVLiVWLFRV SDUDOL]DGDGXUDQWHOD'pFDGD0RGHUDGD \DSUREyXQDGHVDPRUWL
]DFLyQFLYLOTXHSRQtDDODYHQWDGRVWLSRVGHWLHUUDVGHORVD\XQWDPLHQWRVELH
QHVFRPXQDOHV DSURYHFKDGRVSRUWRGRVORVYHFLQRV \GHSURSLRV DUUHQGDGRVD
94 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
SDUWLFXODUHV /RVLQJUHVRVLQYHUWLGRVVREUHWRGRHQLQIUDHVWUXFWXUDVIHUURYLDULDV
VXSHUDURQORVREWHQLGRVFRQODGHVDPRUWL]DFLyQGH0HQGL]iEDO
'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,FXOPLQyHOWUiQVLWRGHODVRFLHGDGHVWDPHQWDO
GHO$QWLJXR5pJLPHQDODVRFLHGDGGHFODVHVOLEHUDOFX\DVprincipales carac-
terísticasVRQ
— Igualdad ante la leyIUHQWHDORVSULYLOHJLRVMXUtGLFRV OH\HV\WULEXQDOHV
SURSLRV HFRQyPLFRV H[HQFLyQGHWULEXWRVGLUHFWRVGLH]PRHFOHVLiVWLFR \SR
OtWLFRV PRQRSROLRGHFDUJRVS~EOLFRV GHQREOH]D\FOHUR
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 95
3HVHDODPRYLOLGDGVRFLDOODsociedad de clasesWDPELpQHVWDEDMHUDUTXL]D
GD6XVSULQFLSDOHVJUXSRVHUDQ
— Clase altaDXQTXHPLQRULWDULDFRQFHQWUyHOSRGHUSROtWLFR\HFRQyPLFR
(VWDEDIRUPDGDSRUODDQWLJXDDULVWRFUDFLDTXHSHUGLyVXVSULYLOHJLRVSHURPDQ
WXYRVXSUHVWLJLRVRFLDO\SRUODDOWDEXUJXHVtDHQULTXHFLGDFRQODVGHVDPRUWL
]DFLRQHVODDFWLYLGDGIHUURYLDULDODVLGHUXUJLDRODEDQFD\TXHHQDOJ~QFDVR
HQQREOHFLySRUPDWULPRQLRRFRQFHVLyQUHJLD
— Clase media urbanaDXPHQWyFRQVLGHUDEOHPHQWHDXQTXHVLQDOFDQ]DU
HOQ~PHUR\SHVRVRFLDOGHRWUDVQDFLRQHVHXURSHDV(VWDEDIRUPDGDSRUSURIH
VLRQDOHVOLEHUDOHV WLWXODGRVXQLYHUVLWDULRVFRPRPpGLFRVDERJDGRVHWF IXQ
FLRQDULRVPLOLWDUHVGHJUDGXDFLyQPHGLD\SHTXHxRVDUWHVDQRV\FRPHUFLDQWHV
/DFODVHPHGLDUXUDOVRORIXHUHOHYDQWHHQUHJLRQHVFRQSURSLHGDGHVGHWDPDxR
PHGLRFRPR&DVWLOOD\/HyQ/D5LRMDR1DYDUUD
— Clases populares FRQVWLWXtDQ OD PD\RUtD GH OD SREODFLyQ GHO WR
WDO 6X VLWXDFLyQ HPSHRUy FRQ ODV GHVDPRUWL]DFLRQHV DXPHQWDQGR HO Q~PHUR
GHMRUQDOHURVHVWDFLRQDOHV FHQWUR\VXUSHQLQVXODU \ODHPLJUDFLyQDODFLXGDG
p[RGR UXUDO $ ODV FODVHV SRSXODUHV XUEDQDV FULDGRV DSUHQGLFHV PHQGLJRV
HWF VHVXPyODDSDULFLyQGHOSUROHWDULDGR REUHURVIDEULOHV VLELHQVXQ~PHUR
HUDSHTXHxRSRUODOHQWLWXGGHOSURFHVRGHLQGXVWULDOL]DFLyQVDOYRHQ%DUFHORQD
$VWXULDV\9L]FD\D/DVFRQGLFLRQHVGHYLGDGHODVFODVHVSRSXODUHVHUDQPX\
SUHFDULDV EDMRVVDODULRVODUJDVMRUQDGDVODERUDOHVSDURHVWDFLRQDOHWF VLELHQ
ORVWUDEDMDGRUHVLQGXVWULDOHVODVPHMRUDURQSURJUHVLYDPHQWHJUDFLDVDODSUHVLyQ
GHOPRYLPLHQWRREUHUR
(OHVWDEOHFLPLHQWRGHODVRFLHGDGGHFODVHVDIHFWyDODVpOLWHVLQVWLWXFLRQDOHV
— IglesiaIXHODLQVWLWXFLyQPiVDIHFWDGDSRUORVFDPELRV&RQHOOLEHUDOLVPR
SHUGLySDUWHGHVXSDWULPRQLR GHVDPRUWL]DFLyQ 6LQHPEDUJRHO&RQFRUGDWRGH
96 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
OHSHUPLWLyPDQWHQHUVXLQÀXHQFLDVRFLDOORTXHODOOHYyDDOLQHDUVHGHVGH
HQWRQFHVFRQHOOLEHUDOLVPRFRQVHUYDGRU/DFRQWUDSDUWLGDDOUHIRU]DPLHQWRGHVX
LQÀXHQFLDIXHODDSDULFLyQGHODQWLFOHULFDOLVPRHQWUHJUXSRVSRSXODUHVXUEDQRV
\ODFODVHPHGLD
— Ejército ORV PLOLWDUHV DGTXLULHURQ XQ SDSHO FHQWUDO HQ OD YLGD SROtWLFD
SURQXQFLDPLHQWRVOLGHUD]JRGHSDUWLGRVFDUJRVS~EOLFRVHWF 6XVHIHFWLYRV
DXPHQWDURQFRQODVQXPHURVDVJXHUUDV FDUOLVWDVH[WHULRUHV
La Constitución de 1869
(OWULXQIRSURJUHVLVWDHQODVHOHFFLRQHVDCortes constituyentes >*Ui¿FD@
GHWHUPLQyHOFDUiFWHUGHOD&RQVWLWXFLyQGH>7H[WR@FX\DVSULQFLSDOHV
FDUDFWHUtVWLFDVVRQ
— Soberanía nacional
— Amplios derechos individualesLQFOX\HQGRHOGHUHFKRGHDVRFLDFLyQ UH
FODPDGR SRU ORV DQWLJXRV GHPyFUDWDV \ HO LQFLSLHQWH PRYLPLHQWR REUHUR \ OD
OLEHUWDGGHFXOWRV DXQTXHPDQWXYRHOVRVWHQLPLHQWRHVWDWDOGHOFOHUR
— Monarquía parlamentaria FRPR IRUPD GH JRELHUQR (O UH\ PDQWXYR
VXSRGHUPRGHUDGRU HOHFFLyQGHOSUHVLGHQWHFRQYRFDWRULD\GLVROXFLyQGHODV
&RUWHVGHUHFKRGHYHWR
— Cortes bicamerales HOHJLGDV SRU VXIUDJLR XQLYHUVDO PDVFXOLQR GLUHFWR
&RQJUHVR HLQGLUHFWR 6HQDGR
— Democracia municipal HOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHDOFDOGHVSRUORVYHFLQRV
7UDVODDSUREDFLyQGHOD&RQVWLWXFLyQGHHO6H[HQLRDWUDYLHVDWUHVHWDSDV
— Regencia de Serrano (1869-1871) DSUREDGD OD &RQVWLWXFLyQ 6HUUDQR
IXHQRPEUDGRUHJHQWHGHIRUPDSURYLVLRQDOKDVWDTXHHO*RELHUQRSUHVLGLGRSRU
3ULPHQFRQWUDVHSDUDHOWURQRXQPLHPEURGHXQDGLQDVWtDHXURSHDOLEHUDOQR
ERUEyQ\DFHSWDGRSRUHOUHVWRGHSRWHQFLDV>,PDJHQ@7UDVDUGXDVQHJRFLDFLR
QHVVHRIUHFLyOD&RURQDD$PDGHRGHODGLQDVWtDLWDOLDQDGHORV6DER\D*
98 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
La Primera República
— Primera República (1873-1874): las Cortes proclamaron la República
como solución de urgencia ante el vacío institucional y eligieron presidente a
Figueras. Los republicanos, que constituían un grupo político minoritario, sin
experiencia de gobierno y dividido (federalistas y unitarios), tuvieron que hacer
frente a numerosos problemas:
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 99
-'HVPHVXUDGDVH[SHFWDWLYDVGHODVFODVHVSRSXODUHVTXHSUHWHQGtDQ
DSURYHFKDU OD RSRUWXQLGDG SDUD OOHYDU D FDER XQD UHYROXFLyQ VRFLDO
UHSDUWRGHWLHUUDVDFDPSHVLQRVPHMRUDVVDODULDOHV\DEROLFLyQGHTXLQ
WDV\FRQVXPRV
-'HVDUUROORGHGRVJXHUUDVXQDFLYLO WHUFHUDJXHUUDFDUOLVWD \RWUDGH
HPDQFLSDFLyQ &XED
-$LVODPLHQWR LQWHUQDFLRQDO /D 3ULPHUD 5HS~EOLFD VROR IXH UHFRQRFLGD
SRU((88\6XL]D
)LJXHUDVFRQYRFyHOHFFLRQHVD&RUWHVFRQVWLWX\HQWHV/DVQXHYDV&RUWHVHOL
JLHURQ 3UHVLGHQWHDOIHGHUDOLVWD Pi y Margall HLQLFLDURQODUHGDFFLyQGH XQD
FRQVWLWXFLyQ TXH FRQYHUWtD (VSDxD HQ XQD UHS~EOLFD IHGHUDO 6LQ HPEDUJR OD
OHQWLWXGGHOSUR\HFWRFRQVWLWXFLRQDOSRUODSUHVLyQGHODVpOLWHV\GHORVUHSXEOL
FDQRVXQLWDULRVHPSXMyDORVUHSXEOLFDQRVIHGHUDOHVUDGLFDOHV LQWUDQVLJHQWHV
a promover insurrecciones cantonalistas*TXHWULXQIDURQHQ/HYDQWH\$QGD
OXFtDDODVTXHVHVXPDURQWDPELpQPLHPEURVGHOD$,7/RVFDQWRQDOLVWDVSUR
SRQtDQXQDUHS~EOLFDIHGHUDOFRQVWLWXLGD©GHDEDMRDDUULEDªHQODTXHHO(VWDGR
VH IRUPDED D SDUWLUGHODOLEUHXQLyQGHFDQWRQHV PXQLFLSLRV /DUHYROXFLyQ
FDQWRQDOLVWDIXHUiSLGDPHQWHVRIRFDGDSRUHOHMpUFLWRH[FHSWRHQ&DUWDJHQD(O
FDQWRQDOLVPRSURYRFyHODOHMDPLHQWRGHODEXUJXHVtDGHOD5HS~EOLFD\GHOIHGH
UDOLVPRDVRFLDGRVDOFDRV\ODUHYROXFLyQVRFLDO(QHVWHFRQWH[WR3L\0DUJDOO
GLPLWLy\IXHVXVWLWXLGRSRU6DOPHUyQTXHWDPELpQUHQXQFLySRFRGHVSXpV(O
QXHYRSUHVLGHQWHEmilio Castelar VHSWLHPEUH GLRXQJLURFRQVHUYDGRU
VXVSHQGLyODVUHIRUPDVVRFLDOHV\UHIRU]yHOSRGHUHMHFXWLYR\HO(MpUFLWRFRQHO
REMHWLYRGHDFDEDUFRQHOFDRV\WUDQTXLOL]DUDODEXUJXHVtD3HUR\DHUDWDUGH
(QHQHURGHHOJHQHUDO3DYtDGLRXQgolpe de Estado\GLVROYLyHO
3DUODPHQWR SRQLHQGR ¿Q D OD 5HS~EOLFD GHPRFUiWLFD7UDV HO JROSH 6HUUDQR
IXH QRPEUDGR SUHVLGHQWH 3DUD ORJUDU HO DSR\R GH OD EXUJXHVtD JREHUQy GLF
WDWRULDOPHQWHWUDWDQGRGHUHVWDEOHFHUHORUGHQ0LHQWUDV&iQRYDVGHO&DVWLOOR
SUHSDUDED OD UHVWDXUDFLyQ ERUEyQLFD HQ OD SHUVRQD GH$OIRQVR ;,, TXH WXYR
OXJDUWUDVXQgolpe de EstadoSHUSHWUDGRSRUHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVHQ
6DJXQWR GLFLHPEUH
100 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
COMENTARIO DE TEXTO
0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV
³(VSDxROHV /D HQWXVLDVWD DFRJLGD TXH YD HQFRQWUDQGR HQ ORV SXHEORV HO
HMpUFLWROLEHUDOHOHVIXHU]RGHORVVROGDGRVTXHFRPSRQHQHOHMpUFLWROLEHUDOWDQ
KHURLFDPHQWHPRVWUDGRHQORVFDPSRVGH9LFiOYDURHODSODXVRFRQTXHHQWRGDV
SDUWHV KD VLGR UHFLELGD OD QRWLFLD GH QXHVWUR SDWULyWLFR DO]DPLHQWR DVHJXUDQ
GHVGHDKRUDHOWULXQIRGHODOLEHUWDG\GHODVOH\HVTXHKHPRVMXUDGRGHIHQGHU
'HQWURGHSRFRVGtDVODPD\RUSDUWHGHODVSURYLQFLDVKDEUiQVDFXGLGRHO\XJR
GHORVWLUDQRVHOHMpUFLWRHQWHURKDEUiYHQLGRDSRQHUVHEDMRQXHVWUDVEDQGHUDV
TXHVRQODVOHDOHVODQDFLyQGLVIUXWDUiORVEHQH¿FLRVGHOUpJLPHQUHSUHVHQWDWL-
YRSRUHOFXDOKDGHUUDPDGRKDVWDDKRUDWDQWDVDQJUHLQ~WLO\KDVRSRUWDGRWDQ
FRVWRVRVVDFUL¿FLRV
'tDHVSXHVGHGHFLUORTXHHVWDPRVUHVXHOWRVDKDFHUHQHOGHODYLFWRULD
1RVRWURVTXHUHPRVODFRQVHUYDFLyQGHO7URQRSHURVLQFDPDULOODTXHORGHV-
KRQUHTXHUHPRVODSUiFWLFDULJXURVDGHODVOH\HVIXQGDPHQWDOHVPHMRUiQGRODV
VREUHWRGRODHOHFWRUDO\ODGHLPSUHQWDTXHUHPRVODUHEDMDGHORVLPSXHVWRV
IXQGDGDHQXQDHVWULFWDHFRQRPtDTXHUHPRVDUUDQFDUORVSXHEORVDODFHQWUD-
OL]DFLyQ TXH ORV GHYRUD GiQGROHV OD LQGHSHQGHQFLD ORFDO QHFHVDULD SDUD TXH
FRQVHUYHQ\DXPHQWHQVXVLQWHUHVHVSURSLRV\FRPRJDUDQWtDGHWRGRHVWRTXH-
UHPRV\SODQWHDUHPRVEDMRVyOLGDVEDVHVOD0LOLFLD1DFLRQDO7DOHVVRQQXHVWURV
LQWHQWRVTXHH[SUHVDPRVIUDQFDPHQWHVLQLPSRQpUVHORVSRUHVRDODQDFLyQODV
-XQWDV GH JRELHUQR TXH GHEHQ LUVH FRQVWLWX\HQGR HQ ODV SURYLQFLDV OLEUHV ODV
&RUWHV*HQHUDOHVTXHOXHJRVHUH~QDQODPLVPD1DFLyQHQ¿Q¿MDUiODVEDVHV
GH¿QLWLYDVGHODUHJHQHUDFLyQOLEHUDODODTXHDVSLUDPRV1RVRWURVWHQHPRVFRQ-
VDJUDGDVDODYROXQWDGQDFLRQDOQXHVWUDVHVSDGDV\QRODVHQYDLQDUHPRVKDVWD
TXHHVWpFXPSOLGD´
&XDUWHOJHQHUDOGH0DQ]DQDUHVDGH-XOLRGH(OJHQHUDOHQ-HIHGHOHMpU
FLWRFRQVWLWXFLRQDO/HRSROGR2'RQQHOO&RQGHGH/XFHQD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 101
Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDV
concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se es-
cribió.
7LSRGHWH[WR(O0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHVHVXQDIXHQWHSULPDULD VHWUDWDGH
XQWH[WRKLVWyULFR GHQDWXUDOH]DFLUFXQVWDQFLDO\FRQWHQLGRSROtWLFR
Destinatarios.(OGHVWLQDULRHVS~EOLFRGDGRTXHHVWiGLULJLGRDWRGDODQDFLyQ
1RREVWDQWHORVPLOLWDUHV\SROtWLFRVSURJUHVLVWDVVRQVXVGHVWLQDWDULRVSULYLOH
JLDGRV
Propósitos.6XSULQFLSDO¿QHVFRQVHJXLUTXHORVSURJUHVLVWDVVHXQDQDORVJHQH
UDOHVPRGHUDGRVVXEOHYDGRV2¶'RQQHOO\6HUUDQRWXYLHURQp[LWRHQHVWHHPSHxR
GDGRTXHJUDFLDVDODGLIXVLyQGHOPDQL¿HVWRVHVXFHGLHURQP~OWLSOHVSURQXQ
FLDPLHQWRVPLOLWDUHV\UHYXHOWDVSRSXODUHVHQVXDSR\R/DVXEOHYDFLyQWULXQIy
\ OD UHLQD OODPy DO JHQHUDO (VSDUWHUR DO SRGHU GDQGR DVt FRPLHQ]R HO %LHQLR
3URJUHVLVWD
102 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
Pregunta 2.,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
su contenido.
Resumen.$ WUDYpV GH HVWH PDQL¿HVWR 2¶'RQQHOO WUDWy GH VXPDU DSR\RV D VX
FDXVDDOIUDFDVDUVXLQWHQWRGHGHUULEDUDO*RELHUQRWUDVVXSURQXQFLDPLHQWRHQ
9LFiOYDUR 3DUD HOOR QHFHVLWDED FRQYHQFHU D ORV SURJUHVLVWDV \ ORV GHPyFUDWDV
GHTXHXQLHVHQVXVHVIXHU]RVDOGHORVJHQHUDOHVVXEOHYDGRVFX\DLGHRORJtDHUD
PRGHUDGD%XVFDEDQWDQWRODDGKHVLyQGHPLOLWDUHVFRPRODGHOSXHEORTXHGH
EtDRUJDQL]DUVHHQIRUPDGHMXQWDVGHJRELHUQR&RQHVWH¿QLQFOX\HURQHQHO
PDQL¿HVWRYDULDVSURPHVDVGHUHIRUPDVSROtWLFDV\VRFLDOHVTXHFRLQFLGtDQFRQ
ODVUHLYLQGLFDFLRQHVGHSURJUHVLVWDV\GHPyFUDWDV
,GHDVGHOWH[WR(OWH[WRFRPLHQ]DFRQXQDDOXVLyQDORVDFRQWHFLPLHQWRVGHORV
~OWLPRVGtDV(OGHMXQLR2¶'RQQHOOVHSURQXQFLyFRQODVWURSDVDFXDUWHODGDV
HQ9LFiOYDURFRQODVTXHGRVGtDVPiVWDUGHVHHQIUHQWyDODVOHDOHVDO*RELHU
QR TXH GHIHQGtDQ 0DGULG 1LQJ~Q EDQGR ORJUy YHQFHU SRU OR TXH 2¶'RQQHOO
GHFLGLyUHWLUDUVHGHODFDSLWDOHQEXVFDGHDSR\RSDUDORFXDOUHGDFWyHVWHWH[WR
WUDVUHXQLUVHFRQHOJHQHUDO6HUUDQRHQ0DQ]DQDUHV$PERVHVSHUDEDQTXHFRQ
VXGLIXVLyQORVPLOLWDUHVUHSDUWLGRVSRUODVSURYLQFLDVQRSHUPDQHFLHVHQOHDOHV
DO*RELHUQR\VHVXEOHYDUDQ©HOHMpUFLWRHQWHURKDEUiYHQLGRDSRQHUVHEDMR
QXHVWUDVEDQGHUDVª3DUDHOORHUDSUHFLVRORJUDUVREUHWRGRHODSR\RGHORVSUR
JUHVLVWDVGDGRTXHDSHVDUGHKDEHUHVWDGRGHVSOD]DGRVGHOSRGHUGXUDQWHWRGD
OD'pFDGD0RGHUDGDDXQFRQVHUYDEDQXQDQRWDEOHLQÀXHQFLDHQHO(MpUFLWR/D
SULQFLSDOUHLYLQGLFDFLyQSURJUHVLVWDHUDODDPSOLDFLyQGHOGHUHFKRGHVXIUDJLR
3RUHOORODSULPHUDSURPHVDPHQFLRQDGDHQHOWH[WRHVTXH©ODQDFLyQGLVIUX-
WDUiORVEHQH¿FLRVGHOUpJLPHQUHSUHVHQWDWLYRª\DTXHOD/H\(OHFWRUDOKDEtD
LPSXHVWRXQVXIUDJLRFHQVLWDULRWDQUHVWULFWLYRTXHDSHQDVSRGtDYRWDUHOGH
ODSREODFLyQ/DUD]yQSRUODTXHHOPDQL¿HVWRQRHVWDEOHFHFODUDPHQWHFyPRVH
UHJXODUiHOGHUHFKRGHVXIUDJLRHVTXHDVtUHVXOWDEDSRVLEOHTXHORVGHPyFUDWDV
DSR\DUDQWDPELpQODUHYROXFLyQ\DTXHVXSULQFLSDOUHLYLQGLFDFLyQHUDHOVXIUD
JLRXQLYHUVDO
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 103
$XQTXH OD DPSOLDFLyQ GHO VXIUDJLR HV OD SULQFLSDO UHIRUPD D OD TXH VH
DOXGH HO PDQL¿HVWR UHFRJH PiV UHLYLQGLFDFLRQHV SROtWLFDV SHUVHJXLGDV SRU
ORVSURJUHVLVWDVFRPRODDPSOLDFLyQGHGHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVODUHEDMDGH
LPSXHVWRVODGHVFHQWUDOL]DFLyQDGPLQLVWUDWLYDRODUHVWDXUDFLyQGHOD0LOLFLD
1DFLRQDO/D&RQVWLWXFLyQGHGHVWDFDEDSRUVXFRQVHUYDGXULVPR\DXQ
TXHWHyULFDPHQWHUHFRQRFtDQXPHURVRVGHUHFKRVLQGLYLGXDOHVVXHMHUFLFLRVH
KDEtDOLPLWDGRJUDYHPHQWHDWUDYpVGHODVOH\HVTXHVHUHGDFWDURQSDUDUHJX
ODUVXFRQWHQLGR'XUDQWHWRGDOD'pFDGD0RGHUDGDORVSURJUHVLVWDVPRVWUD
URQVXUHFKD]RDHVWDVOLPLWDFLRQHVDOTXHVHXQLHURQDOJXQRVJHQHUDOHVPR
GHUDGRVFRPR2¶'RQQHOOR6HUUDQRFXDQGRHO*RELHUQRIXHRFXSDGRSRUOD
FDPDULOODSULYDGDGHODUHLQD6XOtGHUHUDHOFRQGHGH6DQ/XLVTXLHQFRPR
HOUHVWRGHORVPLHPEURVGHO*RELHUQRDFFHGLyDOFDUJR~QLFDPHQWHSRUVX
HVWUHFKDUHODFLyQFRQ,VDEHO,,$SHVDUGHHVWRVGHVPDQHVORVVXEOHYDGRVQR
EXVFDEDQGHUURFDUDODUHLQDVLWULXQIDEDODUHYROXFLyQVLQRTXH,VDEHO,,FRQ
VHUYDUDHOWURQR©VLQFDPDULOODTXHORGHVKRQUHª\FRQYRFDVHHOHFFLRQHVSDUD
TXHODV&RUWHV*HQHUDOHVHVWDEOHFLHVHQODVUHIRUPDVFRQWHQLGDVHQHOWH[WR
TXHGHEHUtDQVXSRQHU©ODVEDVHVGH¿QLWLYDVGHODUHJHQHUDFLyQOLEHUDOª a las
TXHDVSLUDEDQVXVDXWRUHV
Conclusión.7RGDV HVWDV SURPHVDV QR VROR FDODURQ HQWUH ORV SURJUHVLVWDV VLQR
TXH ORV GHPyFUDWDV WDPELpQ VH XQLHURQ \ FRQWULEX\HURQ DO WULXQIR GH OD UHYR
OXFLyQ,VDEHO,,QRPEUySUHVLGHQWHGHO*RELHUQRD(VSDUWHUR TXLHQFRQWyFRQ
2¶'RQQHOOFRPRPLQLVWURGH*XHUUD FRPHQ]DQGRDVtHO%LHQLR3URJUHVLVWD/D
DOLDQ]DHQWUHPRGHUDGRVSURJUHVLVWDV\GHPyFUDWDVVHURPSLySURQWRGDGRTXH
ORV GRV SULPHURV QR TXLVLHURQ HVWDEOHFHU HO VXIUDJLR XQLYHUVDO HQ OD &RQVWLWX
FLyQGH(VWDQROOHJyDHQWUDUHQYLJRUSRUTXHHVHPLVPRDxRVHGLVROYLy
ODFRODERUDFLyQHQWUH(VSDUWHUR\2¶'RQQHOOTXHUHFLELyHOHQFDUJRGHIRUPDU
*RELHUQRSRU,VDEHO,,\GHFLGLyQRFRQWDUFRQORVSURJUHVLVWDV'HHVWDIRUPD
ORVPRGHUDGRVYROYtDQDJREHUQDUHQVROLWDULRGHMDQGRVLQHIHFWRPXFKDVGHODV
UHIRUPDVUHFRJLGDVHQHO0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV\OOHYDGDVDFDERGXUDQWHHO
%LHQLR3URJUHVLVWD
104 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
³1RDPELFLRQRHOWURQRHVWR\OHMRVGHFRGLFLDUELHQHVFDGXFRVSHURODUHOLJLyQODREVHU-
YDQFLD\FXPSOLPLHQWRGHODOH\IXQGDPHQWDOGHVXFHVLyQ\ODVLQJXODUREOLJDFLyQGHGHIHQGHUORV
GHUHFKRVLPSUHVFULSWLEOHVGHPLVKLMRV\WRGRVORVDPDGRVFRQVDQJXtQHRVPHHVIXHU]DQDVRVWHQHU
\GHIHQGHUODFRURQDGH(VSDxDGHOYLROHQWRGHVSRMRTXHGHHOODPHKDFDXVDGRXQDVDQFLyQWDQ
LOHJDOFRPRGHVWUXFWRUDGHODOH\TXHOHJtWLPDPHQWH\VLQDOWHUDFLyQGHEHVHUSHUSHWXDGD
³'HVGH HO IDWDO LQVWDQWH HQ TXH PXULy PL FDUR KHUPDQR TXH VDQWD JORULD KD\D FUHt VH
KDEUtDQGLFWDGRHQPLGHIHQVDODVSURYLGHQFLDVRSRUWXQDVSDUDPLUHFRQRFLPLHQWR\VLKDVWD
DTXHOPRPHQWRKDEUtDVLGRWUDLGRUHOTXHORKXELHVHLQWHQWDGRDKRUDVHUiHOTXHQRMXUHPLV
EDQGHUDVDORVFXDOHVHVSHFLDOPHQWHDORVJHQHUDOHVJREHUQDGRUHV\GHPiVDXWRULGDGHVFLYLOHV
\PLOLWDUHVKDUpORVGHELGRVFDUJRVFXDQGRODPLVHULFRUGLDGH'LRVVLDVtFRQYLHQHPHOOHYHDO
VHQRGHPLDPDGDSDWULD\DODFDEH]DGHORVTXHPHVHDQ¿HOHV(QFDUJRHQFDUHFLGDPHQWHOD
XQLyQODSD]\ODSHUIHFWDFDULGDG1RSDGH]FD\RHOVHQWLPLHQWRGHTXHORVFDWyOLFRVHVSDxROHV
TXHPHDPDQPDWHQLQMXULHQUREHQQLFRPHWDQHOPiVPtQLPRH[FHVR(ORUGHQHVHOSULPHU
HIHFWRGHODMXVWLFLDHOSUHPLRDOEXHQR\VXVVDFUL¿FLRV\HOFDVWLJRDOPDOR\VXVLQLFXRVVH-
FXDFHVHVSDUD'LRV\SDUDODOH\\GHHVWDVXHUWHFXPSOHQORTXHUHSHWLGDVYHFHVKHRUGHQDGR´
³$EUDQWHVGHRFWXEUHGH´
7H[WR*HQHUDO(VSDUWHUR\JHQHUDO0DURWR&RQYHQLRGH9HUJDUDGHDJRVWRGH
³&RQYHQLRFHOHEUDGRHQWUHHO&DSLWiQ*HQHUDOGHORV(MpUFLWRV1DFLRQDOHV'%DOGRPHUR
(VSDUWHUR\HO7HQLHQWH*HQHUDO'5DIDHO0DURWR
³$UW(O&DSLWiQ*HQHUDO'%DOGRPHUR(VSDUWHURUHFRPHQGDUiFRQLQWHUpVDOJRELHUQR
HOFXPSOLPLHQWRGHVXRIHUWDGHFRPSURPHWHUVHIRUPDOPHQWHDSURSRQHUDODV&RUWHVODFRQFH-
VLyQRPRGL¿FDFLyQGHORVIXHURV
³$UW6HUiQUHFRQRFLGRVORVHPSOHRVJUDGRV\FRQGHFRUDFLRQHVGHORVJHQHUDOHVMHIHV\
R¿FLDOHV\GHPiVLQGLYLGXRVGHSHQGLHQWHVGHOHMpUFLWRGHPDQGRGHOWHQLHQWHJHQHUDO'5DIDHO
0DURWR TXHGDQGRHQOLEHUWDGGHFRQWLQXDUVLUYLHQGR\GHIHQGLHQGROD&RQVWLWXFLyQGH
HOWURQRGH,VDEHO,,\OD5HJHQFLDGHVXDXJXVWD0DGUHRELHQUHWLUDUVHDVXVFDVDVORVTXHQR
TXLHUDQVHJXLUFRQODVDUPDVHQODPDQR
³$UW/RVTXHDGRSWHQHOSULPHUFDVR WHQGUiQFRORFDFLyQHQORVFXHUSRVGHO(MpUFLWR
³$UW/RVTXHSUH¿HUDQUHWLUDUVHDVXVFDVDVVLHQGRJHQHUDOHV\EULJDGLHUHVREWHQGUiQVX
FXDUWHOSDUDGRQGHORSLGDQFRQHOVXHOGRTXHSRUUHJODPHQWROHVFRUUHVSRQGD ´
³&XDUWHOJHQHUDOGH9HUJDUDDGHDJRVWRGH´
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 105
7H[WR&RQFRUGDWRGH
³$UW/DUHOLJLyQFDWyOLFDDSRVWyOLFDURPDQDVHFRQVHUYDUiVLHPSUHHQORVGRPL-
QLRVGH60FDWyOLFDFRQWRGRVORVGHUHFKRV\SUHUURJDWLYDVGHTXHGHEHJR]DUVHJ~QODOH\
GH'LRV\ORGLVSXHVWRSRUORVVDJUDGRVFiQRQHV$UW(QFRQVHFXHQFLDODLQVWUXFFLyQHQ
ODV8QLYHUVLGDGHV&ROHJLRV6HPLQDULRV\(VFXHODVS~EOLFDVRSULYDGDVGHFXDOTXLHUDFODVH
VHUtDHQWRGRFRQIRUPHDODGRFWULQDGHODPLVPDUHOLJLyQFDWyOLFD$UW7DPSRFRVHSRQ-
GUiLPSHGLPHQWRDOJXQRDGLFKRVSUHODGRVQLDORVGHPiVVDJUDGRVPLQLVWURVHQHOHMHUFLFLR
GHVXVIXQFLRQHVQLORVPROHVWDUiQDGLHEDMRQLQJ~QSUHWH[WRDQWHVELHQFXLGDUiQWRGDV
ODVDXWRULGDGHVGHOUHLQRGHJXDUGDUOH\GHTXHVHOHVJXDUGHHOUHVSHWR\FRQVLGHUDFLyQGHEL-
GRVSULQFLSDOPHQWHFXDQGRKD\DQGHRSRQHUVHDODPDOLJQLGDGGHORVKRPEUHVTXHLQWHQWDQ
SHUYHUWLUORViQLPRVGHORV¿HOHV\FRUURPSHUODVFRVWXPEUHVRFXDQGRKXELHUHGHLPSHGLUVH
ODSXEOLFDFLyQLQWURGXFFLyQRFLUFXODFLyQGHOLEURVPDORV\QRFLYRV´
7H[WR(VWDWXWR5HDOGH
³$UWtFXOR « 6X0DMHVWDGOD5HLQD*REHUQDGRUDHQQRPEUHGHVXH[FHOVDKLMD'RxD
,VDEHO,,KDUHVXHOWRFRQYRFDUODV&RUWHVJHQHUDOHVGHO5HLQR
³$UW/DV&RUWHVJHQHUDOHVVHFRPSRQGUiQGHGRV(VWDPHQWRVHOGH3UyFHUHVGHO5HLQR
\HOGH3URFXUDGRUHVGHO5HLQR
³$UW(O(VWDPHQWRGH3UyFHUHVGHO5HLQRVHFRPSRQGUi
³'HPX\UHYHUHQGRVDU]RELVSRV\UHYHUHQGRVRELVSRV
³'H*UDQGHVGH(VSDxD
³'HWtWXORVGH&DVWLOOD
³'HXQQ~PHURLQGHWHUPLQDGRGHHVSDxROHVHOHYDGRVHQGLJQLGDGHLOXVWUHVHQODV
YDULDVFDUUHUDV\TXHVHDQRKD\DQVLGRVHFUHWDULRVGHO'HVSDFKRSURFXUDGRUHVGHO5HLQR
«
³'HORVSURSLHWDULRVWHUULWRULDOHVRGXHxRVGHIiEULFDV
³$UW/DGLJQLGDGGH3UyFHUGHO5HLQRHVKHUHGLWDULDHQORV*UDQGHVGH(VSDxD
³$UW(O5H\HOLJH\QRPEUDDORVGHPiVSUyFHUHVGHO5HLQRFX\DGLJQLGDGHVYLWDOL-
FLD «
³$UW$O5H\WRFDH[FOXVLYDPHQWHFRQYRFDUVXVSHQGHU\GLVROYHUODV&RUWHV «
³$UW/DV&RUWHVQRSRGUiQGHOLEHUDUVREUHQLQJ~QDVXQWRTXHQRVHKD\DVRPHWLGR
H[SUHVDPHQWHDVXH[DPHQHQYLUWXGGHXQ'HFUHWR5HDO
³$UW4XHGDVLQHPEDUJRH[SHGLWRHOGHUHFKRTXHVLHPSUHKDQHMHUFLWDGRODV&RU-
WHVGHHOHYDUSHWLFLRQHVDO5H\KDFLpQGRORGHOPRGR\IRUPDTXHVHSUH¿MDUiHQHOUHJOD-
PHQWR « ´
106 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
7H[WR&RQVWLWXFLyQGH
³6LHQGRODYROXQWDGGHOD1DFLyQUHYLVDUHQXVRGHVXVREHUDQtDOD&RQVWLWXFLyQSROtWLFD
SURPXOJDGDHQ&iGL]HOGLH]\QXHYHGHPDU]RGHPLORFKRFLHQWRVGRFHODV&RUWHVJHQHUD-
OHVFRQJUHJDGDVDHVWH¿QGHFUHWDQ\VDQFLRQDQODSUHVHQWH&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtD
HVSDxROD
³$UW7RGRVORVHVSDxROHVSXHGHQLPSULPLU\SXEOLFDUOLEUHPHQWHVXVLGHDVVLQSUHYLD
FHQVXUDFRQVXMHFLyQDODVOH\HV «
³$UW8QRVPLVPRVFyGLJRVUHJLUiQHQWRGDOD0RQDUTXtD
³$UW1RSXHGHVHUGHWHQLGRQLSUHVRQLVHSDUDGRGHVXGRPLFLOLRQLQJ~QHVSDxROQL
DOODQDGDVXFDVDVLQRHQORVFDVRV\HQODIRUPDTXHODVOH\HVSUHVFULEDQ
³$UW1LQJ~QHVSDxROSRGUiVHUSURFHVDGRQLVHQWHQFLDGRVLQRSRUHO-XH]R7ULEXQDO
FRPSHWHQWH «
³$UW1RVHLPSRQGUiMDPiVODSHQDGHFRQ¿VFDFLyQGHELHQHV\QLQJ~QHVSDxROVHUi
SULYDGRGHVXSURSLHGDGVLQRSRUFDXVDMXVWL¿FDGDGHXWLOLGDGFRP~QSUHYLDODFRUUHVSRQ-
GLHQWHLQGHPQL]DFLyQ
³$UW/D1DFLyQVHREOLJDDPDQWHQHUHOFXOWR\ORVPLQLVWURVGHOD5HOLJLyQ&DWyOLFD
TXHSURIHVDQORVHVSDxROHV
³$UW/DSRWHVWDGGHKDFHUODVOH\HVUHVLGHHQODV&RUWHVFRQHO5H\
³$UW/DV&RUWHVVHFRPSRQHQGHGRVFXHUSRVFROHJLVODGRUHVLJXDOHVHQIDFXOWDGHV
HO6HQDGR\HO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRV
³$UW /RV VHQDGRUHV VRQ QRPEUDGRV SRU HO 5H\ D SURSXHVWD HQ OLVWD WULSOH GH ORV
HOHFWRUHVTXHHQFDGDSURYLQFLDQRPEUDQORVGLSXWDGRVD&RUWHV
³$UW3DUDVHU6HQDGRUVHUHTXLHUHVHUHVSDxROPD\RUGHFXDUHQWDDxRV\WHQHUORV
PHGLRVGHVXEVLVWHQFLD\ODVGHPiVFLUFXQVWDQFLDVTXHGHWHUPLQHODOH\HOHFWRUDO
³$UW3DUDVHU'LSXWDGRVHUHTXLHUHVHUHVSDxROGHOHVWDGRVHJODUKDEHUFXPSOLGR
YHLQWLFLQFRDxRV\WHQHUODVGHPiVFLUFXQVWDQFLDVTXHH[LMDODOH\HOHFWRUDO
³$UW6LXQRGHORV&XHUSRVFROHJLVODGRUHVGHVHFKDVHDOJ~QSUR\HFWRGHOH\ROHQH-
JDUHHO5H\ODVDQFLyQQRSRGUiYROYHUVHDSURSRQHU
³$UW/DSHUVRQDGHO5H\HVVDJUDGDHLQYLRODEOH\QRHVWiVXMHWDDUHVSRQVDELOLGDG
6RQUHVSRQVDEOHVORVPLQLVWURV
³$UW/DSRWHVWDGGHKDFHUFXPSOLUODVOH\HVUHVLGHHQHO5H\\VXDXWRULGDGVHH[WLHQ-
GHDWRGRFXDQWRFRQGXFHDODFRQVHUYDFLyQGHORUGHQS~EOLFRHQORLQWHULRU\DODVHJXULGDG
GHO(VWDGRHQORH[WHULRUFRQIRUPHDOD&RQVWLWXFLyQ\DODVOH\HV
³$UW3DUDHOJRELHUQRLQWHULRUGHORVSXHEORVKDEUi$\XQWDPLHQWRVQRPEUDGRVSRU
ORVYHFLQRVDTXLHQHVODOH\FRQFHGHHVWHGHUHFKR´
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 107
7H[WR&RQVWLWXFLyQGHGHPD\RGH
³'RxD,VDEHO,,SRUODJUDFLDGH'LRV\GHOD&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtDHVSDxROD5HL-
QDGHODV(VSDxDVDWRGRVORVTXHODSUHVHQWHYLHUHQ\HQWHQGLHUHQVDEHG
³4XHVLHQGRQXHVWUDYROXQWDG\ODGHODV&RUWHVGHO5HLQRUHJXODUL]DU\SRQHUHQFRQVR-
QDQFLDFRQODVQHFHVLGDGHVDFWXDOHVGHO(VWDGRORVDQWLJXRVIXHURV\OLEHUWDGHVGHHVWRV5HLQRV
\ODLQWHUYHQFLyQTXHVXV&RUWHVKDQWHQLGRHQWRGRVORVWLHPSRVHQORVQHJRFLRVJUDYHVGHOD
0RQDUTXtDPRGL¿FDQGRDOHIHFWROD&RQVWLWXFLyQSURPXOJDGDHQGH-XQLRGHKHPRV
YHQLGR « HQGHFUHWDU\VDQFLRQDUODVLJXLHQWH&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtD(VSDxROD
³$UW 7RGRV ORV HVSDxROHV SXHGHQ LPSULPLU \ SXEOLFDU OLEUHPHQWH VXV LGHDV VLQ SUHYLD
FHQVXUDFRQVXMHFLyQDODVOH\HV «
³$UW/D5HOLJLyQGHOD1DFLyQHVSDxRODHVOD&DWyOLFD$SRVWyOLFD5RPDQD(O(VWDGR
VHREOLJDDPDQWHQHUHOFXOWR\VXVPLQLVWURV
³$UW/DSRWHVWDGGHKDFHUODVOH\HVUHVLGHHQODV&RUWHVFRQHO5H\
³$UW/DV&RUWHVVHFRPSRQHQGHGRV&XHUSRV&ROHJLVODGRUHVLJXDOHVHQIDFXOWDGHVHO
6HQDGR\HO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRV
³$UW(OQ~PHURGHVHQDGRUHVHVLOLPLWDGRVXQRPEUDPLHQWRSHUWHQHFHDO5H\ «
³$UW(OFDUJRGHVHQDGRUHVYLWDOLFLR «
³$UW3DUDVHUGLSXWDGRVHUHTXLHUH « GLVIUXWDUODUHQWDSURFHGHQWHGHELHQHVUDtFHV
RSDJDUSRUFRQWULEXFLRQHVGLUHFWDVODFDQWLGDGTXHSRUOH\VHSUH¿MH «
³$UW/DV&RUWHVVHUH~QHQWRGRVORVDxRV&RUUHVSRQGHDO5H\FRQYRFDUODVVXVSHQGHU
\FHUUDUVXVVHVLRQHV\GLVROYHUHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRVSHURFRQODREOLJDFLyQHQHVWH
~OWLPRFDVRGHFRQYRFDURWUDV&RUWHV\UHXQLUODVGHQWURGHWUHVPHVHV « ´
7H[WRÈOYDUH]GH0HQGL]iEDO-XDQ'HFUHWRGH'HVDPRUWL]DFLyQGHIHEUHURGH
³$VX0DMHVWDGOD5HLQD*REHUQDGRUD
³6HxRUDYHQGHUODPDVDGHELHQHVTXHKDQYHQLGRDVHUSURSLHGDGGHODQDFLyQQRHVWDQ
VyORXQDSURPHVDVROHPQH\GDUXQDJDUDQWtDSRVLWLYDDODGHXGDQDFLRQDOSRUPHGLRGHXQD
DPRUWL]DFLyQ HVDEULUXQDIXHQWHDEXQGDQWtVLPDGHIHOLFLGDGS~EOLFDYLYL¿FDUXQDULTXH]D
PXHUWDGHVREVWUXLUORVFDQDOHVGHODLQGXVWULD\GHODFLUFXODFLyQ1RHV6HxRUDQLXQDIUtD
HVSHFXODFLyQPHUFDQWLOQLXQDPHUDRSHUDFLyQGHFUpGLWR HVXQHOHPHQWRGHDQLPDFLyQGH
YLGD\GHYHQWXUDSDUDOD(VSDxD(V HOFRPSOHPHQWRGHVXUHVXUUHFFLyQSROtWLFD
³(OGHFUHWRTXHYR\DWHQHUODKRQUDGHVRPHWHUDODDXJXVWDDSUREDFLyQGH90VREUHOD
YHQWDGHHVRVELHQHVDGTXLULGRV\DSDUDODQDFLyQDVtFRPRHQVXUHVXOWDGRPDWHULDOKDGHSUR-
GXFLUHOEHQH¿FLRGHPLQRUDUODIXHUWHVXPDGHODGHXGDS~EOLFDHVPHQHVWHUTXH HQVXREMHWR
VHHQODFH FRQ ODDOWDLGHDGHFUHDUXQDFRSLRVDIDPLOLDGHSURSLHWDULRVFX\RVJRFHV\FX\D
H[LVWHQFLDVHDSR\DSULQFLSDOPHQWHHQHOWULXQIRFRPSOHWRGHQXHVWUDVDFWXDOHVLQVWLWXFLRQHV
108 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
³ < FRQIRUPiQGRPH FRQ OR SURSXHVWR SRU HO &RQVHMR GH 0LQLVWURV HQ QRPEUH GH PL
H[FHOVDKLMDODUHLQDGRxD,VDEHO,,KHYHQLGRHQGHFUHWDUORVLJXLHQWH
³$UW 4XHGDQ GHFODUDGRV HQ YHQWD GHVGH DKRUD WRGRV ORV ELHQHV UDtFHV GH FXDOTXLHU
FODVHTXHKXELHVHQSHUWHQHFLGRDODVFRPXQLGDGHV\FRUSRUDFLRQHVUHOLJLRVDVH[WLQJXLGDV\ORV
GHPiVTXHKD\DQVLGRDGMXGLFDGRVDODQDFLyQSRUFXDOTXLHUWtWXORRPRWLYR
³$UW(OSDJRGHOSUHFLRGHOUHPDWHVHKDUiGHXQRGHHVWRVGRVPRGRVHQWtWXORVGHOD
GHXGDFRQVROLGDGDRHQGLQHURHIHFWLYR ´
7H[WR7RUUH&DUORV0DUtDGHODPacto de OstendeGHQRYLHPEUHGH
³ « 'HVSXpVGHXQDEUHYHGLVFXVLyQSRUTXHODDUPRQtDGHPLUDVTXHVHPDQLIHVWyQRGDED
OXJDUDRWUDFRVDVHDFRUGySRUXQDQLPLGDGORVLJXLHQWH
³4XHHOREMHWR\EDQGHUDGHODUHYROXFLyQHQ(VSDxDHVODFDtGDGHORV%RUERQHV
³4XHVLHQGRSDUDORVGHPyFUDWDVXQSULQFLSLRHVHQFLDOGHVXGRJPDSROtWLFRHOVXIUDJLRXQL-
YHUVDO\DGPLWLHQGRORVSURJUHVLVWDVHOGHUHFKRPRGHUQRFRQVWLWX\HQWHGHOSOHELVFLWRODEDVHSDUDOD
LQWHOLJHQFLDGHORVGRVSDUWLGRVIXHUDTXHSRUXQSOHELVFLWRVLODVFLUFXQVWDQFLDVQRVHRSRQtDQDHOOR
RSRUXQDV&RUWHV&RQVWLWX\HQWHVHOHJLGDVSRUHOVXIUDJLRXQLYHUVDOVHGHFLGLUtDODIRUPDGHJRELHU-
QRTXHVHKDEtDGHHVWDEOHFHUHQ(VSDxD\VLHQGRODPRQDUTXtDODGLQDVWtDTXHGHEtDUHHPSOD]DUD
ODDFWXDOHQODLQWHOLJHQFLDGHTXHKDVWDTXHDVtVHGHFLGLHVHKDEtDGHVHUDEVROXWDODOLEHUWDGGH
LPSUHQWD\VLQQLQJXQDOLPLWDFLyQHOGHUHFKRGHUHXQLyQSDUDTXHODRSLQLyQQDFLRQDOSXGLHVHLOXV-
WUDUVH\RUJDQL]DUVHFRQYHQLHQWHPHQWHVLQTXHHOJRELHUQRSURYLVLRQDOTXHVDOLHUDGHODUHYROXFLyQ
SXGLHUDLQÀXLUFRPRWDOHQODUHVROXFLyQGHODFXHVWLyQIXQGDPHQWDOVLQSHUMXLFLRGHTXHODVSHUVRQDV
TXHORFRPSXVLHUDQSXGLHUDQVRVWHQHUSULYDGD\S~EOLFDPHQWHVXVRSLQLRQHVLQGLYLGXDOHV
³4XHVHUHFRQRFtDFRPRMHIH\GLUHFWRUPLOLWDUGHOPRYLPLHQWRDOJHQHUDO3ULPTXHSR-
GUtDHPSOHDUHQORTXHMX]JDUDFRQYHQLHQWHDORVSUHVHQWHV\VXVDPLJRV´
³0DQL¿HVWRGHGRQ&DUORV0GHOD7RUUHGHVGH%UXVHODVGHQRYLHPEUHGH´
7H[WR3ULP-XDQ6HUUDQR)UDQFLVFR\VV0DQL¿HVWRGH(VSDxDFRQKRQUDGHVHSWLHP
EUHGH
³(VSDxROHV
³/DFLXGDGGH&iGL]SXHVWDHQDUPDVFRQWRGDVXSURYLQFLDFRQOD$UPDGDDQFODGDHQVX
SXHUWR\WRGRHOGHSDUWDPHQWRPDUtWLPRGHOD&DUUDFDGHFODUDVROHPQHPHQWHTXHQLHJDVXREH-
GLHQFLDDOJRELHUQRGH0DGULGVHJXUDGHTXHHVOHDOLQWpUSUHWHGHWRGRVORVFLXGDGDQRVTXHHQHO
GLODWDGRHMHUFLFLRGHODSDFLHQFLDQRKD\DQSHUGLGRHOVHQWLPLHQWRGHODGLJQLGDG\UHVXHOWDDQR
GHSRQHUODVDUPDVKDVWDTXHOD1DFLyQUHFREUHVXVREHUDQtDPDQL¿HVWHVXYROXQWDG\VHFXPSOD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 109
³ +ROODGDODOH\IXQGDPHQWDOFRQYHUWLGDVLHPSUHDQWHVHQFHODGDTXHHQGHIHQVDGHO
FLXGDGDQRFRUURPSLGRHOVXIUDJLRSRUODDPHQD]D\HOVRERUQRGHSHQGLHQWHODVHJXULGDG
LQGLYLGXDOQRGHOGHUHFKRSURSLRVLQRGHODLUUHVSRQVDEOHYROXQWDGGHFXDOTXLHUDGHODVDX-
WRULGDGHVPXHUWRHOPXQLFLSLRSDVWROD$GPLQLVWUDFLyQ\OD+DFLHQGDGHODLQPRUDOLGDG\GHO
DJLRWLUDQL]DGDODHQVHxDQ]DPXGDODSUHQVD\VyORLQWHUUXPSLGRHOXQLYHUVDOVLOHQFLRSRU
ODVIUHFXHQWHVQRWLFLDVGHODVQXHYDVIRUWXQDVLPSURYLVDGDVGHOQXHYRQHJRFLRGHODQXHYD
UHDORUGHQHQFDPLQDGDDGHIUDXGDUHO7HVRURS~EOLFRGHWtWXORVGH&DVWLOODYLOPHQWHSURGL-
JDGRVGHODOWRSUHFLRHQ¿QDTXHORJUDQVXYHQWDODGHVKRQUD\HOYLFLR7DOHVOD(VSDxD
GHKR\
³4XHUHPRV TXH XQ *RELHUQR SURYLVLRQDO TXH UHSUHVHQWH WRGDV ODV IXHU]DV YLYDV GHO SDtV
DVHJXUHHORUGHQHQWDQWRTXHHOVXIUDJLRXQLYHUVDOHFKHORVFLPLHQWRVGHQXHVWUDUHJHQHUDFLyQ
VRFLDO\SROtWLFD
³&RQWDPRVSDUDUHDOL]DUQXHVWURLQTXHEUDQWDEOHSURSyVLWRFRQHOFRQFXUVRGHORVOLEHUDOHV
XQiQLPHV\FRPSDFWRVDQWHHOFRP~QSHOLJURFRQHODSR\RGHODVFODVHVDFRPRGDGDVTXHQRTXH-
UUiQTXHHOIUXWRGHVXVVXGRUHVVLJDHQULTXHFLHQGRODLQWHUPLQDEOHVHULHGHDJLRWLVWDV\IDYRULWRV
FRQORVDPDQWHVGHORUGHQVLTXLHUHQYHUORHVWDEOHFLGRVREUHODV¿UPtVLPDVEDVHVGHODPRUDOLGDG
\ GHO GHUHFKR FRQ ORV DUGLHQWHV SDUWLGDULRV GH ODV OLEHUWDGHV LQGLYLGXDOHV FX\DV DVSLUDFLRQHV
SRQGUHPRVEDMRHODPSDURGHODOH\FRQHODSR\RGHORVPLQLVWURVGHODOWDULQWHUHVDGRVDQWHVTXH
QDGLHHQFHJDUHQVXRULJHQODVIXHQWHVGHOYLFLR\GHOPDOHMHPSORFRQHOSXHEORWRGR
³£9LYD(VSDxDFRQKRQUD
³&iGL]GH6HSWLHPEUHGH*DFHWDGH0DGULGGHRFWXEUHGH-XDQ3ULP
'RPLQJR'XOFH)UDQFLVFR6HUUDQR%HGR\D5DPyQ1RXYLOODV5DIDHO3ULPRGH5LYHUD$QWRQLR
&DEDOOHURGH5RGDV-XDQ7RSHWH´
7H[WR$PDGHR,$EGLFDFLyQGHIHEUHURGH
³ &RQR]FRTXHPHHQJDxyPLEXHQGHVHR'RVDxRVODUJRVKDTXHFLxROD&RURQDGH
(VSDxD\OD(VSDxDYLYHHQFRQVWDQWHOXFKDYLHQGRFDGDGtDPiVOHMDQDODHUDGHSD]\GH
YHQWXUDTXHWDQDUGLHQWHPHQWHDQKHOR6LIXHVHQH[WUDQMHURVORVHQHPLJRVGHVXGLFKDHQWRQFHV
DOIUHQWHGHHVWRVVROGDGRVWDQYDOLHQWHVFRPRVXIULGRVVHUtDHOSULPHURHQFRPEDWLUORVSHUR
WRGRVORVTXHFRQODHVSDGDFRQODSOXPDFRQODSDODEUDDJUDYDQ\SHUSHW~DQORVPDOHVGHOD
1DFLyQVRQHVSDxROHVWRGRVLQYRFDQHOGXOFHQRPEUHGHODSDWULDWRGRVSHOHDQ\VHDJLWDQSRU
VXELHQ\HQWUHHOIUDJRUGHOFRPEDWHHQWUHHOFRQIXVRDWURQDGRU\FRQWUDGLFWRULRFODPRUGHORV
SDUWLGRVHQWUHWDQWDV\WDQRSXHVWDVPDQLIHVWDFLRQHVGHODRSLQLyQS~EOLFDHVLPSRVLEOHDWLQDU
FXiOHVODYHUGDGHUD\PiVLPSRVLEOHWRGDYtDKDOODUHOUHPHGLRSDUDWDPDxRVPDOHV
³/RKHEXVFDGRiYLGDPHQWHGHQWURGHODOH\\QRORKHKDOODGR)XHUDGHODOH\QRKDGH
EXVFDUORTXLHQKDSURPHWLGRREVHUYDUOD
110 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
³1DGLHDFKDFDUiDÀDTXH]DGHiQLPRPLUHVROXFLyQ1RKDEUtDSHOLJURTXHPHPRYLHUD
DGHVFHxLUPHOD&RURQDVLFUH\HUDTXHODOOHYDEDHQPLVVLHQHVSDUDELHQGHORVHVSDxROHV
QLFDXVyPHOODHQPLiQLPRHOTXHFRUULyODYLGDGHPLDXJXVWDHVSRVDTXHHQHVWHVROHPQH
PRPHQWRPDQL¿HVWDFRPR\RHOYLYRGHVHRGHTXHHQVXGtDVHLQGXOWHDORVDXWRUHVGHDTXHO
DWHQWDGR
³3HURWHQJRKR\OD¿UPtVLPDFRQYLFFLyQGHTXHVHUtDQHVWpULOHVPLVHVIXHU]RVHLUUHDOL]DEOHV
PLVSURSyVLWRV
³eVWDVVRQ6UHV'LSXWDGRVODVUD]RQHVTXHPHPXHYHQDGHYROYHUDOD1DFLyQ\HQVX
QRPEUHDYRVRWURVOD&RURQDTXHPHRIUHFLyHOYRWRQDFLRQDOKDFLHQGRGHHOODUHQXQFLDSRUPt
SRUPLVKLMRV\VXFHVRUHV
³(VWDGVHJXURVGHTXHDOGHVSUHQGHUPHGHOD&RURQDQRPHGHVSUHQGRGHODPRUDHVWD
(VSDxDWDQQREOHFRPRGHVJUDFLDGD\GHTXHQROOHYRRWURSHVDUTXHHOGHQRKDEHUPHVLGR
SRVLEOHSURFXUDUODWRGRHOELHQTXHPLOHDOFRUD]yQSDUDHOODDSHWHFtD´
³$PDGHRGH6DER\DGHIHEUHURGH´
Mapa 1. 3ULPHUDJXHUUDFDUOLVWD
Santiago Vergara
gar
Estella
Jadraque
Arganda
Cáceres
Almadén Albacete
Córdoba
Arcos
Zonas de mayor intensidad del carlismo
Zonas con simpatizantes carlistas
Expedición del general carlista Gómez
Expedición de Carlos V
Principales asedios carlistas
Centros liberales del norte
Principales centros carlistas
Batallas
(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGHRWUDVIXHQWHV
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 111
*Ui¿FD &RPSRVLFLyQGHOD$VDPEOHD&RQVWLWX\HQWHGH
(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGH,QWURGXFFLyQDOD+LVWRULDGH(VSDxD$$99
Imagen 1. &DULFDWXUDGHODUHYLVWDVDWtULFD/D)ODFDGHMXOLRGH
112 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Asociación Internacional de Trabajadores Concordato 7UDWDGR LQWHUQDFLRQDO HQWUH HO
(AIT) &RQRFLGD WDPELpQ FRPR 3ULPHUD ,Q 9DWLFDQR\FXDOTXLHURWUR(VWDGR
WHUQDFLRQDO OD $,7 IXH IXQGDGD HQ /RQGUHV
HQFRQHO¿QGHFRRUGLQDUORVHVIXHU]RV Confesionalidad'LFKRGHXQ(VWDGRDTXHO
GHORVSDUWLGRVREUHURVGHFDGD(VWDGRSDUDOL HQFX\RRUGHQDPLHQWRMXUtGLFRVHUHFRQRFHD
TXLGDU HO VLVWHPD FDSLWDOLVWD \ HVWDEOHFHU XQD XQDUHOLJLyQFRPRR¿FLDO
VRFLHGDGVLQFODVHV
Consumos,PSXHVWRPXQLFLSDOTXHJUDYDED
Bravo Murillo, Juan 3ROtWLFR ORVFRPHVWLEOHV\RWURVSURGXFWRVGHSULPHUD
OLEHUDO SHUWHQHFLHQWH DO 3DUWLGR 0RGHUDGR QHFHVLGDG
TXH RFXSy GLYHUVRV FDUJRV LQFOX\HQGR OD
SUHVLGHQFLDGHO*RELHUQRGXUDQWHHOUHLQDGR Espartero, Baldomero *HQHUDO
GH ,VDEHO ,, 'HVWDFy SRU VX FRQVHUYDGXULV SURJUHVLVWD TXH DOFDQ]y JUDQ SRSXODULGDG HQ
PRTXHIXHH[WUHPiQGRVHKDVWDOOHJDUDODX OD SULPHUD JXHUUD FDUOLVWD WUDV VX YLFWRULD HQ
WRULWDULVPRHQORV~OWLPRVDxRVGHOD'pFDGD /XFKDQD \ OD ¿UPD GHO &RQYHQLR GH
0RGHUDGD%DMRVXPDQGDWRVH¿UPyHO&RQ 9HUJDUD (QIUHQWDGRD0&ULVWLQDGH
FRUGDWRGH %RUEyQSRUVXFRQVHUYDGXULVPRDFWXyFRPR
UHJHQWH HQWUH \ FXDQGR WXYR TXH
Cánovas del Castillo, Antonio H[LOLDUVHSRUODVSURWHVWDVJHQHUDGDVWUDVRUGH
3ROtWLFROLEHUDOGHLGHRORJtDFRQVHUYDGRUDTXH QDU ERPEDUGHDU %DUFHORQD /tGHU GHO 3DUWLGR
GHVHPSHxyXQSDSHOHVHQFLDOGXUDQWHOD5HV 3URJUHVLVWDRFXSyODSUHVLGHQFLDGHO*RELHU
WDXUDFLyQWUDVODYXHOWDGHORV%RUERQHVDOWUR QRGXUDQWHHO%LHQLR/LEHUDOUHWLUiQGRVHGHOD
QRHQOD¿JXUDGH$OIRQVR;,, YLGDS~EOLFDWUDVHO¿QGHGLFKDHWDSDUHFKD
]DQGR LQFOXVR HO RIUHFLPLHQWR GH FRQYHUWLUVH
Cantonalismo 0RYLPLHQWR SROtWLFR TXH GH HQUH\UHDOL]DGRSRU3ULPGXUDQWHHO6H[HQLR
IHQGtD XQD UHS~EOLFD IHGHUDO FRQVWUXLGD GH 'HPRFUiWLFR
DEDMRDDUULED$VtHO(VWDGRHVWDEDIRUPDGR
DSDUWLUGHPXQLFLSLRVDXWyQRPRV FDQWRQHV 0DQL¿HVWR7H[WRS~EOLFRHQHOTXHXQDRYD
TXHSRGtDQOLEUHPHQWHDJUXSDUVHSDUDIRUPDU ULDV SHUVRQDV H[SUHVDQ VXV UHLYLQGLFDFLRQHV
HQWLGDGHV GH PD\RU WDPDxR UHJLRQHV TXH D SROtWLFDV\RSURJUDPDGHJRELHUQR
VXYH]SRGtDQXQLUVHSDUDIRUPDUXQDQDFLyQ
Martínez de la Rosa, Francisco
Carta otorgada/H\IXQGDPHQWDOGHO(VWDGR 3ROtWLFR HVSDxRO TXH GHVWDFy SRU VX
TXHDGLIHUHQFLDGHXQDFRQVWLWXFLyQQRHVWi GHIHQVD GHO OLEHUDOLVPR GXUDQWH ODV &RUWHV
HODERUDGDSRUODV&RUWHVVLQRTXHHVFRQFHGL GH &iGL] 3HUVHJXLGR SRU )HUQDQGR 9,, SRU
GDJUDFLRVDPHQWHSRUHOUH\ VX OLEHUDOLVPR IXH JUDGXDOPHQWH WHPSODQGR
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 113
VXV SRVLFLRQHV SROtWLFDV OLGHUDQGR GXUDQWH HO UUD GH 0DUUXHFRV SDUWLFLSDQGR
7ULHQLR/LEHUDODORVPRGHUDGRV GRFHDxLVWDV WDPELpQ HQ OD LQWHUYHQFLyQ IUDQFRHVSDxROD
IUHQWHDORVH[DOWDGRV(OHYDGRDODSUHVLGHQFLD HQ 0p[LFR 3URWDJRQLVWD GH YDULRV SURQXQ
GXUDQWHODUHJHQFLDGH0&ULVWLQDGH%RUEyQ FLDPLHQWRV IDOOLGRV WUDV HO %LHQLR 3URJUHVLV
SURPRYLyODDSUREDFLyQGHO(VWDWXWR5HDOGH WD¿UPyHO3DFWRGH2VWHQGHFRPROtGHUGH
GHFDUiFWHUPX\FRQVHUYDGRU ORVSURJUHVLVWDVFRQXQLRQLVWDV\GHPyFUDWDV
3ULQFLSDOYDOHGRUGH$PDGHR,IXHDVHVLQD
Narváez, Ramón María *HQH GR GtDV DQWHV GH TXH HO QXHYR UH\ OOHJDVH D
UDO OLEHUDO TXH GHVWDFy SRU VX FRQVHUYDGXULV 0DGULG
PRIXHOtGHUGHO3DUWLGR0RGHUDGRGXUDQWHHO
UHLQDGRGH,VDEHO,,TXLHQVLHPSUHOHFRQVLGH Pronunciamiento 6XEOHYDFLyQ PLOLWDU TXH
UyVXSULQFLSDODSR\RSROtWLFR EXVFDHODSR\RGHIXHU]DVSROtWLFDV\GHODRSL
QLyQS~EOLFDSDUDIRU]DUXQFDPELRGHJRELHU
Notables3HUVRQDVGHUHOHYDQFLDVRFLDOFXO QRRUpJLPHQ
WXUDORHFRQyPLFDGHXQDORFDOLGDG
Saboya'LQDVWtDLWDOLDQDTXHHQFDEH]yHOSUR
O’Donnell, Leopoldo 0LOLWDU FHVR GH XQL¿FDFLyQ LWDOLDQD 'XUDQWH HO PLV
GHLGHRORJtDOLEHUDOOLGHUyHOSURQXQFLDPLHQ PRODFRQTXLVWDGHORV7HUULWRULRV3RQWL¿FLRV
WRFRQRFLGRFRPRla Vicalvarada TXH UHGXFLGRVDOD&LXGDGGHO9DWLFDQR HQHPLVWy
GLROXJDUDO%LHQLR3URJUHVLVWDHWDSDHQODTXH DORV6DER\DFRQOD6DQWD6HGH
DFWXy FRPR PLQLVWUR GH OD JXHUUD )XQGDGRU
\OtGHUGH8QLyQ/LEHUDOIXHUHSHWLGDVYHFHV Serrano, Francisco *HQHUDO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQRHQWUH\ OLEHUDOVXVWLWX\yD2¶'RQQHOOFRPROtGHUGH
8QLyQ /LEHUDO WUDV VX PXHUWH 3URWDJRQLVWD
Partida 3HTXHxR JUXSR GH SDLVDQRV FRQYHU FRQ 3ULP \ 7RSHWH GH OD 5HYROXFLyQ *OR
WLGRVHQJXHUULOOHURVVLQXQPDQGRPLOLWDUVX ULRVDTXHGLROXJDUDO6H[HQLR'HPRFUiWLFR
SHULRU DFWXy GXUDQWH HVWD HWDSD FRPR SUH
VLGHQWHGHO*RELHUQRSRUGRVYHFHV\FRPR
Prim, Juan 0LOLWDUSURJUHVLVWD UHJHQWH KDVWD OD DFHSWDFLyQ GH OD &RURQD
TXHDOFDQ]yJUDQSRSXODULGDGGXUDQWHODJXH SRU$PDGHR,
UNIDAD 7
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA:
IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO
DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO
(1874-1902)
116 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
GUION DE LA UNIDAD
—,QLFLRGHODJXHUUD)UDFDVRGH0DUWtQH]&DPSRV\:H\OHU
—(QWUDGDGH(VWDGRV8QLGRVHQHOFRQÀLFWR
—/D3D]GH3DUtV
3.2. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas
—&RQVHFXHQFLDVHFRQyPLFDV
—&RQVHFXHQFLDVSROtWLFDV
—&RQVHFXHQFLDVLGHROyJLFDV
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 119
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
/D5HVWDXUDFLyQFRPHQ]yDJHVWDUVHHQHQHURGHFRQHOJROSHGH(VWDGR
GHOJHQHUDO3DYtDTXHSXVR¿QDOD5HS~EOLFDGHPRFUiWLFD(OQXHYRUpJLPHQ
PLOLWDUSUHVLGLGRSRUHOJHQHUDO6HUUDQRWUDWyGHUHVWDEOHFHUHORUGHQSDUDUHFX
SHUDUDSR\RVVRFLDOHV3DUDOHODPHQWHXQDFRQVSLUDFLyQPRQiUTXLFDOLGHUDGDSRU
&iQRYDVGHO&DVWLOORSUHSDUDEDODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFDHQOD¿JXUDGH$OIRQVR
;,, GDGRHOGHVSUHVWLJLRGHVXPDGUH,VDEHO,,H[LOLDGDHQ3DUtV (QGLFLHPEUH
GHHOSUtQFLSH$OIRQVRGH%RUEyQSXEOLFyGHVGH*UDQ%UHWDxDHO0DQL¿HVWR
de Sandhurst >7H[WR@UHGDFWDGRSRU&iQRYDVGHIHQGLHQGRHOUHVWDEOHFLPLHQWR
SDFt¿FRGHODPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDO6LQHPEDUJRHVWRQRIXHSRVLEOHSRU
TXHGtDVGHVSXpVHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVHQFDEH]yXQJROSHGH(VWDGRVLQ
DSHQDVUHVLVWHQFLDTXHSURFODPyD$OIRQVR;,,FRPRUH\GH(VSDxD'DEDDVt
FRPLHQ]ROD5HVWDXUDFLyQ
(OPRQDUFDQRPEUyLQPHGLDWDPHQWHSUHVLGHQWHD&iQRYDVSDUDTXLHQHO¿Q
GHODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFDFRQVLVWtDHQGHYROYHUODHVWDELOLGDGDOSDtV3UHYLD
PHQWH&iQRYDVWXYRTXHFRQVHJXLU
— /Daceptación de Alfonso XII como reySRUSDUWHGHORVSURJUHVLVWDV\
UHSXEOLFDQRVPRGHUDGRVTXHKDEtDQJREHUQDGRGXUDQWHHO6H[HQLR'HPRFUiWLFR
&RQHVWH¿QDOHQWyDOSURJUHVLVWD6DJDVWDDODFUHDFLyQGHO3DUWLGR/LEHUDO)XVLR
QLVWD TXHLQWHJUyDOOLEHUDOLVPRSURJUHVLVWDHQHOVLVWHPD
— /DSDFL¿FDFLyQGHOSDtVFRQHO¿QGHODWHUFHUDJXHUUDFDUOLVWDHQ
TXHSURYRFyODVXSUHVLyQGHORVIXHURVYDVFRQDYDUURVUHVWDEOHFLGRVHQSDUWH
120 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
HQPHGLDQWHODDSUREDFLyQGHOFRQFLHUWRHFRQyPLFRTXHRWRUJDXQUpJLPHQ
¿VFDOSURSLRDDPERVWHUULWRULRV \GHODJXHUUDGH&XEDHQWUDVOD¿UPDGH
OD3D]GH=DQMyQ
— /Dsubordinación del Ejército al poder políticoVLWXiQGROREDMRODDX
WRULGDGGLUHFWDGHOUH\
— /Daprobación de una nueva constitución
'H HVWD IRUPD HO turnismo DOFDQ]y OD HVWDELOLGDG GHVHDGD D FDPELR GH
IDOVHDU ODV HOHFFLRQHV TXH \D QR UHVSRQGtDQ D OD YROXQWDG SRSXODU >7H[WR
FRPHQWDGR@(OSDtVTXHGyHQPDQRVGHFDFLTXHVFX\RSRGHUVHRFXOWyEDMR
LQVWLWXFLRQHVIDOVDPHQWHGHPRFUiWLFDV
$VHVLQDGR&iQRYDVSRUXQDQDUTXLVWDHQ6DJDVWDIXHHO~OWLPRSUHVLGHQ
WHGHODUHJHQFLDWHQLHQGRTXHDIURQWDUHO©GHVDVWUHGHOª\VXVFRQVHFXHQFLDV
(OVLVWHPDFDQRYLVWDVHDSR\yHQOD&RQVWLWXFLyQGH>7H[WR@/D
ODUJDYLJHQFLDGHHVWD&RQVWLWXFLyQ KDVWDHOJROSHGH(VWDGRGH3ULPRGH5L
YHUD VHH[SOLFDSRUTXHORVDVXQWRVPiVSROpPLFRVFRPRHOVXIUDJLR
TXHGDURQIXHUDSDUDVHUUHJXODGRVSRUHOJRELHUQRGHWXUQR'HVXFRQWHQLGR
GHVWDFD
— Declaración de derechos individualesSURSLHGDGOLEHUWDGGHH[SUHVLyQ
\IyUPXODGHFRQVHQVRHQODFXHVWLyQUHOLJLRVDHO(VWDGRHUDFRQIHVLRQDOSHURVH
SHUPLWtDODSUiFWLFDSULYDGDGHFXOWRVQRFDWyOLFRV
— Soberanía compartida rey-CortesHOPRQDUFDDFWXDEDFRPRPRGH
UDGRU SROtWLFR HOHFFLyQ GH SUHVLGHQWH FRQYRFDWRULD \ GLVROXFLyQ GH &RUWHV
VDQFLyQGHOH\HV \FDEH]DGHO(MpUFLWR
— Bicameralismo&RQJUHVR VXIUDJLR \6HQDGR WUHVWLSRVGHVHQDGR
UHVSRUGHUHFKRSURSLRYLWDOLFLRVQRPEUDGRVSRUHOUH\\HOHJLGRVSRUDOJXQDV
LQVWLWXFLRQHV
— Centralismo*GHVLJQDFLyQJXEHUQDPHQWDOGHDOFDOGHV PXQLFLSLRVGH
PiVGHYHFLQRV \JREHUQDGRUHVSURYLQFLDOHV
El nacionalismo periféricoQDFLy\VHGHVDUUROOyHQXQFRQWH[WRGHH[SDQ
VLyQ GHO QDFLRQDOLVPR GLVJUHJDGRU SRU (XURSD 3RORQLD %DOFDQHV ,UODQGD \
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 123
GHGHELOLGDGGHOHVSDxRODVXPLGR~QLFDPHQWHSRUODFODVHGLULJHQWH\DTXHODV
PDVDVHVWDEDQPX\LQÀXLGDVSRUHOUHSXEOLFDQLVPRIHGHUDOLVWD\HOPRYLPLHQWR
REUHURGHVLJQRLQWHUQDFLRQDOLVWD
/RVPRYLPLHQWRVQDFLRQDOLVWDVFDWDOiQ\YDVFRFRPSDUWHQrasgos comunes
— Proclamación de una identidad nacionalVHJ~QODGRFWULQDQDFLRQDOLV
WD&DWDOXxD\HO3DtV9DVFRVRQQDFLRQHVWDQWRSRUVXVVLQJXODULGDGHVFXOWXUDOHV
OHQJXD FRVWXPEUHV IRONORUH FRPR SRU VXV GHUHFKRV KLVWyULFRV IXHURV 3RU
HOORORVQDFLRQDOLVWDVGHHVWRVWHUULWRULRVUHFODPDURQODDXWRQRPtDSROtWLFDHLQ
FOXVRODLQGHSHQGHQFLDGHOUHVWRGH(VSDxD
— Rechazo al proceso de centralización reforzado con la Restaura-
ción: XQLIRUPL]DFLyQ OHJDO FLYLO SHQDO ¿VFDO \ VXSUHVLyQ GH ORV GHUHFKRV
IRUDOHV KLVWyULFRV WUDV OD GHUURWD GHO FDUOLVPR VDOYR HO FRQFLHUWR HFRQyPLFR
YDVFR
(OQDFLRQDOLVPRFDWDOiQ\YDVFRVHDSR\yLQLFLDOPHQWHHQODVFODVHVPHGLDV\
SRSXODUHVSDUDPiVWDUGHVHUGHIHQGLGRSRUODEXUJXHVtDGLULJHQWHTXHYLRHQpO
XQLQVWUXPHQWRSROtWLFRSDUDREWHQHUYHQWDMDVHFRQyPLFDV
Nacionalismo catalán
(OFDWDODQLVPRHVWXYRSUHFHGLGRSRUODRenaixençaPRYLPLHQWRLQWHOHF
WXDO TXH UHLYLQGLFDED OD LGHQWLGDG FXOWXUDO FDWDODQD (O SULPHU JUDQ SDUWLGR
SROtWLFRFDWDODQLVWDIXHUniò CatalanistaSDUWLGROLEHUDODXWRQRPLVWDIXQGD
GRSRU$OPLUDOO\3UDWGHOD5LED(OSURJUDPDGHUniòVHHVWDEOHFLyHQODV
FRQRFLGDVFRPRBases de Manresa >7H[WR@SLODUIXQGDFLRQDOGHO
FDWDODQLVPR
— Autonomía política 3DUODPHQWR\*RELHUQRSURSLRV
— Reconocimiento del catalánFRPROHQJXDR¿FLDO
— Liberalismo moderado FDUDFWHUL]DGR SRU VX WDODQWH QHJRFLDGRU
SDFWLVWD
— Participación en la política nacionalSDUDORJUDUVXVUHLYLQGLFDFLRQHV
LQÀX\HQGRHQODVGHFLVLRQHVGHO*RELHUQRFHQWUDO
124 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
Nacionalismo vasco
6XUJLy D ¿QDOHV GH VLJOR 5HLYLQGLFDED OD GHIHQVD GH VXV GHUHFKRV KLV
WyULFRV WUDVODVXSUHVLyQGHORVIXHURVGHVSXpVGHODWHUFHUDJXHUUDFDUOLVWD
ODIRUPDGHYLGDWUDGLFLRQDOUXUDODPHQD]DGDSRUODLQGXVWULDOL]DFLyQ
\ OD HWQLD YDVFD DPHQD]DGD SRU HO ULHVJR GH PHVWL]DMH FRQ OD OOHJDGD GH
HPLJUDQWHV GH RWUDV UHJLRQHV maketos 6X SULQFLSDO LGHyORJR IXH 6DELQR
$UDQD>7H[WR@TXLHQHQIXQGyHOPartido Nacionalista Vasco 319
IRUPDFLyQDQWLOLEHUDO\XOWUDUUHOLJLRVDTXHGHIHQGtDXQD(XVNDGLWUDGLFLRQD
lista*HLQGHSHQGLHQWH
Regionalismo gallego
(OUHJLRQDOLVPRJDOOHJRQDFLyFRPRUHDFFLyQFRQWUDHODWUDVR\ODPDUJLQD
FLyQTXHVXIUtD*DOLFLD$GLIHUHQFLDGHOQDFLRQDOLVPRYDVFRRFDWDOiQHOJDOOHJR
QRGLVFXWtDVXHVSDxROLGDGOLPLWiQGRVHDUHFODPDUXQPD\RUUHFRQRFLPLHQWRD
VXLGHQWLGDGFXOWXUDO&RPRHQ&DWDOXxDHOJDOOHJXLVPRHVWXYRSUHFHGLGRSRUXQ
PRYLPLHQWRFXOWXUDO 2Rexurdimiento HQFDEH]DGRSRU5RVDOtDGH&DVWUR)L
QDOPHQWHHQ0DQXHO0XUJXtDIXQGyODAsociación Regionalista Gallega
TXHUHLYLQGLFDEDODGHIHQVDGHODOHQJXDJDOOHJDODGHVFHQWUDOL]DFLyQSROtWLFD\
XQPHMRUWUDWRGHVGH0DGULG
$SURYHFKDQGRHODPELHQWHGHOLEHUWDG\GHPRYLOL]DFLyQGHOSexenio Demo-
cráticoJUXSRVREUHURVPDU[LVWDV\DQDUTXLVWDVIXQGDURQHQOD)HGHUDFLyQ
GHOD5HJLyQ(VSDxROD )5( VHFFLyQGHOD$VRFLDFLyQ,QWHUQDFLRQDOGHORV7UD
EDMDGRUHV $,7 FRQHOREMHWLYRGHDOFDQ]DUODLJXDOGDGVRFLDOPHGLDQWHXQDUHYR
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 125
OXFLyQTXHDFDEDVHFRQODSURSLHGDGSULYDGDGHORVPHGLRVGHSURGXFFLyQ(OPR
YLPLHQWRREUHURDWUDYHVyXQSHULRGRGHFULVLVDOLQLFLRGHODRestauraciónFRPR
FRQVHFXHQFLDGHODUHSUHVLyQ1RREVWDQWHODOHJDOL]DFLyQGHSDUWLGRV\VLQGLFDWRV
REUHURVJUDFLDVDOD/H\GH$VRFLDFLRQHVDSUREDGDSRU6DJDVWD SHUPLWLyVX
UHFXSHUDFLyQ
6LQHPEDUJRDSDUWLUGHORVDxRVHQ(VSDxDFRPRHQHOUHVWRGHOPXQGRHO
REUHULVPRVHGLYLGLyHQGRVcorrientes ideológicas >0DSD@
— Marxismo HQ SHTXHxRV JUXSRV PDU[LVWDV OLGHUDGRV SRU 3DEOR
,JOHVLDVIXQGDURQHO3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO 362( >7H[WR@3RFR
GHVSXpVHQORVVRFLDOLVWDVLPSXOVDURQODFUHDFLyQGHOVLQGLFDWR8QLyQ*H
QHUDOGH7UDEDMDGRUHV 8*7 SDUDUHFODPDUPHMRUDVODERUDOHV/DLPSODQWDFLyQ
GHOVRFLDOLVPRIXHOHQWDWXYRXQDSUHVHQFLDQRWDEOHHQ$VWXULDV0DGULG\%LO
EDR\REWXYRVXSULPHUGLSXWDGR3DEOR,JOHVLDVHQ
— Anarquismo D GLIHUHQFLD GHO UHVWR GH (XURSD HO DQDUTXLVPR DOFDQ]y
XQGHVDUUROORHVSHFWDFXODUHQ(VSDxDHVSHFLDOPHQWHHQODVFLXGDGHVFDWDODQDV\
iUHDVUXUDOHVGH$QGDOXFtD9DOHQFLD\$UDJyQ7RGRVORVDQDUTXLVWDVFRPSDUWtDQ
VXUHFKD]RDODSDUWLFLSDFLyQHOHFWRUDO>7H[WR@SHURSURQWRVHGLYLGLHURQHQGRV
FRUULHQWHV
- Anarcosindicalismo SURSRQtD OD DFFLyQ VLQGLFDO \ OD KXHOJD JHQHUDO
FRPR SULQFLSDOHV KHUUDPLHQWDV (Q ORV DQDUFRVLQGLFDOLVWDV IXQGD
URQ HQ %DUFHORQD OD )HGHUDFLyQ GH7UDEDMDGRUHV GH OD 5HJLyQ (VSDxR
OD )75( /D )75( DFDEy GLVROYLpQGRVH HQ WDQWR SRU ODV GLYL
VLRQHVLQWHUQDVFRPRSRUODUHSUHVLyQSROLFLDOTXHVLJXLyDODVHVLQDWRGH
WHUUDWHQLHQWHV\FDSDWDFHVDQGDOXFHVDWULEXLGRVDXQVXSXHVWRJUXSRDQDU
TXLVWDGHQRPLQDGRODMano Negra
- Grupos de acción directaWUDVODGLVROXFLyQGHOD)57(VHLPSXVROD
OtQHDYLROHQWDGHQRPLQDGD©SURSDJDQGDSRUHOKHFKR»./RVDQDUTXLVWDV
VHRUJDQL]DURQHQSHTXHxRVQ~FOHRVFODQGHVWLQRVTXHSURPRYLHURQDWHQ
WDGRVWHUURULVWDVFRQWUDPLOLWDUHV JHQHUDO0DUWtQH]&DPSRV EXUJXHVtD
FDWDODQD DWHQWDGRGHO/LFHRGH%DUFHORQD ,JOHVLD DWHQWDGRGHODSURFH
VLyQGHO&RUSXV \SROtWLFRV DVHVLQDWRGH&iQRYDV
126 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
7UDVODLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDVGXUDQWHHOUHLQDGRGH)HU
QDQGR9,, HO LPSHULR TXHGy UHGXFLGR D &XED 3XHUWR 5LFR )LOLSLQDV \ YDULRV
DUFKLSLpODJRVGHO3DFt¿FR 3DODRV&DUROLQDV\0DULDQDV &RLQFLGLHQGRFRQHO
DXJHGHODH[SDQVLyQFRORQLDOHXURSHDestas posesiones se perdieronHQ
debido a varios factores
— 7DUGtDDGRSFLyQGHUHIRUPDVSROtWLFDV
— $SR\RGH((88DORVLQGHSHQGHQWLVWDV
— $XVHQFLDGHDOLDGRV ODSROtWLFDH[WHULRUDLVODFLRQLVWDH[FOX\yD(VSDxD
GHOVLVWHPDGHDOLDQ]DVHXURSHR
1RREVWDQWHDSHVDUGHHVWHFOLPDGHPDOHVWDUORVVXFHVLYRV*RELHUQRVHV
SDxROHVQRDWHQGLHURQODVUHLYLQGLFDFLRQHVGHORVFXEDQRVGHELGRDODVSUHVLRQHV
GHODROLJDUTXtDFRORQLDOHVFODYLVWD\GHORVVHFWRUHVWH[WLO\FHUHDOtVWLFRSHQLQ
VXODUHV ODHVFODYLWXGQRVHDEROLyKDVWDHLQFOXVRHO3DUODPHQWRHVSDxRO
UHFKD]yHQHOSUR\HFWRGH$QWRQLR0DXUDSDUDFRQFHGHUDXWRQRPtDDOD
LVOD /DFRQVHFXHQFLDIXHODUDGLFDOL]DFLyQGHOPRYLPLHQWRQDFLRQDOLVWDTXHD
SULQFLSLRVGHORV\DQRUHFODPyODDXWRQRPtDSROtWLFDVLQRODLQGHSHQGHQFLD
GHODLVOD/RVVHSDUDWLVWDVFXEDQRVFRQWDURQFRQHODSR\RGH((88TXHWHQtD
LQWHUHVHVHFRQyPLFRVHQODLVOD LQFOXVRODKDEtDLQWHQWDGRFRPSUDUD(VSDxDHQ
YDULDVRFDVLRQHV
3RU WRGR HOOR HQ VH GHVHQFDGHQy XQD QXHYD JXHUUD OLGHUDGD SRU -RVp
0DUWt0i[LPR*yPH]\ORVKHUPDQRV0DFHRFRQDSR\RGHODSREODFLyQQH
JUD\PXODWD)UDFDVDGRHOLQWHQWRGHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVGHVRIRFDUOD
LQVXUUHFFLyQHOJHQHUDO:H\OHULPSXVRXQDEUXWDOHVWUDWHJLDUHSUHVLYDEDVDGDHQ
ODVUHFRQFHQWUDFLRQHV*TXHWDPSRFRWXYRp[LWR7UDVHODVHVLQDWRGH&iQRYDV
6DJDVWDFHVyD:H\OHU\RIUHFLyXQDDPSOLDDXWRQRPtDUHFKD]DGDSRUORV
LQVXUJHQWHVFXEDQRV
(QFRQODHQWUDGDGH((88HQHOFRQÀLFWRODJXHUUDVHGHFDQWyD
IDYRUGHORVUHEHOGHV:DVKLQJWRQGHVHRVRGHHQWUDUHQODFRQWLHQGDDWULEX\yHO
KXQGLPLHQWRDFFLGHQWDOGHOEDUFRDFRUD]DGRHVWDGRXQLGHQVH0DLQHDXQDWDTXH
HVSDxRO\GLRXQXOWLPiWXPH[LJLHQGRHODEDQGRQRGH&XED/DQHJDWLYDHVSDxR
ODSURYRFyODGHFODUDFLyQGHJXHUUDHVWDGRXQLGHQVH/RVmarinesHVWDGRXQLGHQ
ses GHVHPEDUFDURQHQODVSUR[LPLGDGHVGH6DQWLDJR\GHUURWDURQDORVHVSDxROHV
HQODEDWDOODGHODVFROLQDVGH6DQ-XDQ. 3RFRGHVSXpVODÀRWDDPHULFDQDKXQGtD
ODHVFXDGUDHVSDxRODDOPDQGRGHODOPLUDQWH&HUYHUDHQODEDKtDGH6DQWLDJR
(VWHGHVDVWUHMXQWRDODGHUURWDHQ&DYLWHGHODÀRWDGH)LOLSLQDV GRQGHORVLQ
VXUJHQWHV WDPELpQFRQWDURQFRQDSR\RHVWDGRXQLGHQVH OOHYyD6DJDVWDD¿UPDU
la Paz de París GLFLHPEUH >7H[WR@ODFXDOVXSXVR
128 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
— ,QGHSHQGHQFLDGH&XED
— 3URWHFWRUDGRVHVWDGRXQLGHQVHVVREUH3XHUWR5LFR\)LOLSLQDV
— (QWUHJDGHODLVODGH*XDP HQHODUFKLSLpODJRGHODV0DULDQDV D((88
8QDxRGHVSXpV(VSDxDYHQGLyD$OHPDQLDVXV~OWLPDVSRVHVLRQHVHQHO3D
Ft¿FR 3DODRV&DUROLQDV\0DULDQDV SRUVXLQYLDELOLGDGHFRQyPLFD\GHGHIHQVD
(O FRQRFLGR FRPR «desastre del 98» SURYRFy XQD SURIXQGD FULVLV TXH VH
UHÀHMyHQWUHVJUDQGHViPELWRV
Económico
— Pérdida de materias primas WURSLFDOHVEDUDWDV\GHOPHUFDGRFRORQLDO
TXHDFHQWXDURQHOSURWHFFLRQLVPRJXEHUQDPHQWDOHQGHIHQVDGHOWH[WLOFDWDOiQ\
HOFHUHDOFDVWHOODQR
— Repatriación de capitalesGHORVHVSDxROHVTXHVHLQVWDODURQDOD3HQtQVXOD
7XYRXQHIHFWRSRVLWLYR IXQGDFLyQGHEDQFRV¿QDQFLDFLyQGHODVLGHUXUJLDYDVFD
Político
— Descrédito de los partidos dinásticos y el EjércitoDOHQWDQGRHODGH
ODQWDPLHQWRGHODPD\RUtDGHHGDGGH$OIRQVR;,,, \GLYHUVRVSUR\HFWRV
GHUHIRUPDGHOVLVWHPDFDQRYLVWD 0DXUD&DQDOHMDV
— Pérdida de peso internacionalTXHVHLQWHQWyFRPSHQVDUPHGLDQWHOD
FRORQL]DFLyQGH0DUUXHFRV
— Impulso del nacionalismo periféricoIDYRUHFLGRSRUHOVHQWLPLHQWRGH
FULVLVQDFLRQDO
Ideológico
— Crisis de la conciencia nacionalUHÀHMDGDHQODREUDFUtWLFDGHODJHQH
UDFLyQGHO 8QDPXQR%DURMD0DH]WX
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 129
COMENTARIO DE TEXTO
Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, autor, destinatario y propósitos por los que se
escribió.
Autor. $QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOORIXHHODUWt¿FHGHODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFD
HQHQODSHUVRQDGH$OIRQVR;,,$GHPiVIXQGyHO3DUWLGR&RQVHUYDGRU
KHUHGHURGHO0RGHUDGR\GLVHxyXQVLVWHPDSROtWLFREDVDGRHQODDOWHUQDQFLD
SDFWDGDHQHO*RELHUQRHQWUHVXSDUWLGR\HO/LEHUDOOLGHUDGRSRU6DJDVWD
Destinatario. /RVGHVWLQDWDULRVVRQORVGLSXWDGRVUHSUHVHQWDQWHVGHODQDFLyQ
HVSDxROD3RUWDQWRHOGHVWLQDWDULRHVS~EOLFR
132 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
Propósito. $QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOORSUHWHQGHDGYHUWLUGHORVSHOLJURVGHOD
H[WHQVLyQGHOVXIUDJLR\GHODQHFHVLGDGGHFRQVROLGDUXQUpJLPHQOLEHUDOHVWDEOH
HQHOTXHQRTXHSDQORVSURQXQFLDPLHQWRVPLOLWDUHVKDELWXDOHVGHVGHHOUHLQDGR
GH)HUQDQGR9,,
Resumen. /DLGHDIXQGDPHQWDOGHOWH[WRHVHOUHFKD]RGH$QWRQLR&iQRYDVGHO
&DVWLOORGHXQPRGHORSROtWLFREDVDGRHQODYROXQWDGSRSXODU3DUD$QWRQLR&i
QRYDVGHO&DVWLOORFRPRUHSUHVHQWDQWHGHO3DUWLGR&RQVHUYDGRUHOSRGHUSROtWL
FRHVWDEDOLJDGRDODSURSLHGDG\DODEXUJXHVtD\HOORLPSOLFDEDODQHJDFLyQGH
ODGHPRFUDFLD\GHOVXIUDJLRXQLYHUVDO
³/OHJRDO¿QDODHQRMRVDWDUHDGHUHVHxDUPLVWUDEDMRVHQODVHOHFFLRQHVTXHHVORPiV
desagradable de las tareas de un gobernador. Se exige de él que sea honrado, leal y justo, y que
JDQHVLQHPEDUJRODVHOHFFLRQHV$OTXHODVSLHUGHVHOHFDOL¿FDGHLQHSWR\OHFXHVWDHOGHVWLQR
Al que para ganarlas comete violencias o imprudencias, se le tilda de bárbaro; si las violencias
son justiciables, los vencidos le encausan, le difaman en los periódicos y le suscitan toda clase
GHGLVJXVWRV£7ULVWHFRQÀLFWR
“Yo seguí siempre el sistema de favorecer la candidatura del gobierno, pero con prudencia,
con decoro y sin faltar a la justicia, a la ley y a la honradez”.
134 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
“Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderos perdidos
entre una multitud de imaginarios y, sobre todo, de difuntos. La representación de estos últimos
se da siempre a agentes disfrazados de paisano para ir a votar. El autor de estas líneas ha visto
repetidas veces que su padre, fallecido ya hace algunos años, iba a depositar su voto en la urna
EDMROD¿JXUDGHXQEDUUHQGHURGHODFLXGDGRGHXQVDEXHVRGHSROLFtDYHVWLGRFRQXQWUDMH
prestado. Los individuos que componen las mesas de los colegios electorales presencian muy a
menudo semejantes transmigraciones de las almas de sus propios padres”.
Texto 4. ([WUDFWRGHOD&RQVWLWXFLyQGH
“Art. 11. La religión católica, apostólica, romana, es la del Estado. (...) Nadie será moles-
tado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto,
salvo el respeto debido a la moral cristiana.
“No se permitirá, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la
religión del Estado.
“Art. 13. Todo español tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones (...); a reu-
QLUVHSDFt¿FDPHQWH
“Art. 18. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el rey.
“Art. 19. Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades: el
Senado y el Congreso de los Diputados.
“Art. 20. El Senado se compone de senadores por derecho propio; senadores vitalicios
nombrados por la Corona; senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores con-
tribuyentes en la forma que determine la ley”.
Texto 5. 3UHVLGHQWH'RPpQHFKL0RQWDQHU/OXLV6HFUHWDULR3UDWGHOD5LYD(QULF\RWURVBases
de Manresa0DQUHVDGHPDU]R
“Base 1ª. Sus atribuciones. Estarán a cargo del poder central: las relaciones internacionales,
HOHMpUFLWRODVUHODFLRQHVHFRQyPLFDVGH(VSDxDFRQORVGHPiVSDtVHVOD¿MDFLyQGHORVDUDQFHOHV
la construcción de carreteras, ferrocarriles, canales y puertos que sean de interés general, (…).
³%DVH/DOHQJXDFDWDODQDVHUiOD~QLFDTXHFRQFDUiFWHUR¿FLDOSRGUiXVDUVHHQ&DWD-
luña y en las relaciones de esta región con el Poder Central
“Base 4º. Únicamente los catalanes, ya lo sean por nacimiento o bien por naturalización
podrán desempeñar cargos públicos en Cataluña...
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 135
“Base 6ª. Cataluña será soberana de su gobierno interior y por tanto dictará libremente sus
leyes orgánicas, tendrá a su cargo la legislación civil, penal, mercantil, administrativa y procesal,
el establecimiento y la recaudación de impuestos; la acuñación de moneda, y tendrá todas las
atribuciones inherentes a la soberanía que no correspondan al gobierno central según la base 1ª
“Base 7ª. El poder legislativo regional residirá en las Cortes catalanas... Las Cortes se
formarán por sufragio entre los cabezas de familia...
“Base 8ª El poder judicial se organizará restableciendo la antigua Audiencia de Cata-
luña (…)”.
Texto 7. 3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO3URJUDPD0DGULGGHMXOLRGH
“Considerando que la sociedad actual tiene tan sólo por fundamento el antagonismo de
clases; que éste ha alcanzado en nuestros días su mayor grado de desarrollo, como bien claro lo
revela el cada vez más reducido número de los inmensamente ricos y el siempre creciente de los
inmensamente pobres; que la explotación que ejercen aquellos sobre estos es debida únicamente
a la posesión de los primeros de la tierra, máquinas y demás instrumentos de trabajo; que dicha
posesión está garantizada por el poder político, hoy en manos de la clase explotadora; (…)
“Por todas estas razones, el Partido Socialista Obrero Español declara que su aspiración
es: abolición de clases, o sea, emancipación completa de los trabajadores. Transformación de
la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera. Posesión del poder político
por la clase trabajadora. (…)
“Y como medios inmediatos para acercarnos a la realización de este ideal los siguientes:
libertades políticas. Derecho de coalición o legalidad de las huelgas. (…). Prohibición del tra-
bajo de los niños menores de nueve años (...). Leyes protectoras de la vida y la salud de los
trabajadores (...). Creación de escuelas gratuitas para la primera y segunda enseñanza y de
136 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
escuelas profesionales (...). Servicio de las armas obligatorio y universal y milicia popular (...).
Adquisición por el Estado de todos los medios de transporte y de circulación así como de las
minas, bosques, etc”.
Texto 8. &RQJUHVRREUHURGH%DUFHORQD
“Hemos dicho que somos internacionales; que deseamos la abolición de la propiedad indi-
vidual; que deseamos que los instrumentos del trabajo pertenezcan a las sociedades obreras y
que deseamos la abolición del derecho de herencia; no debemos ser de ningún partido político,
y si no, a vosotros todos delegados pregunto: ¿sabéis que algún partido político haya dicho que
aceptaba las ideas de la Internacional? Pues si no aceptan nuestras ideas, ¿con qué derecho
pretenden que vayamos a ayudarlos? Y si ellos aceptan la emancipación social de los trabaja-
dores, ¿por qué no vienen con nosotros?, ¿por qué no son internacionales? (...)
“Si nosotros declaramos la abolición completa de todos los Estados, ¿creéis que un inter-
nacional pueda convertirse en un instrumento autoritario? No, sino que debe abolir el Estado y
si no puede abolirlo, no puede ni debe ir a las Cortes. Nosotros, que anhelamos la destrucción
completa de todos los gobiernos autoritarios y el triunfo de la libre federación de las libres aso-
ciaciones obreras, (...) debemos procurar por todos los medios posibles hacer política obrera
(...) y estad seguros que una vez nosotros nos hayamos reunido bajo la bandera del trabajo no
es necesario ocupar ningún puesto en el municipio, ni en la diputación provincial, ni en la di-
putación a Cortes, porque una vez en mayoría, la revolución social vendrá y entonces haremos
política para establecer o realizar la liquidación social”.
“Art. 1. España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención
a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos,
los Estados Unidos mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones
que por el hecho de ocuparla les impone el derecho internacional, para la protección de vidas
y haciendas.
“Art. 2. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están
ahora bajo la soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago de Las
Marianas.
“Art. 3. España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas.
Los Estados Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares dentro de los tres
PHVHVGHVSXpVGHOFDQMHGHUDWL¿FDFLRQHVGHOSUHVHQWHWUDWDGR´
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 137
“No es, no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por corrupte-
las y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no
moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias. O, dicho de otro modo, no es el ré-
gimen parlamentario la regla y excepción de ella los vicios y las corruptelas denunciadas en la
prensa y en el Parlamento mismo durante sesenta años; al revés, eso que llamamos desviaciones
y corruptelas constituyen el régimen, son la misma regla. (...)
“Nos enseña, en primer lugar, que el problema de la libertad, que el problema de la reforma
política no es el problema ordinario de un régimen ya existente, falseado en la práctica, pero
susceptible de sanearse con depurativos igualmente ordinarios, sino que es un hecho, y positi-
vamente, todo un problema constitucional de cambio de forma de gobierno; que se trata nada
menos que de una revisión del movimiento revolucionario de 1868, y, más aún, de la revolución
misma de todo el siglo XIX. (…).
“Nos enseña, en segundo lugar, que mientras esa revolución no se haga, que mientras so-
portemos la actual forma de gobierno, será inútil que tomemos las leyes en serio. (…)
“(…) Los elementos componentes de nuestro régimen oligárquico son tres: 1º, los oligarcas
(los llamados primates), prohombres o notables de cada bando, que forman su “plana mayor”
residentes ordinariamente en el centro. 2º, los caciques, de primero, segundo o ulterior grado,
diseminados por el territorio. 3º, el Gobernador Civil, que les sirve de órgano de comunicación
\GHLQVWUXPHQWR$HVWRVHUHGXFHIXQGDPHQWDOPHQWHWRGRHODUWL¿FLR «
“Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante,
distribuida o encasillada en partidos.
“En las elecciones no es el pueblo, sino las clases conservadoras y gobernantes, quienes
IDOVL¿FDQHOVXIUDJLR\FRUURPSHQHOVLVWHPDDEXVDQGRGHVXSRVLFLyQGHVXULTXH]DGHORV
resortes de la autoridad y del poder que, para dirigir desde él a las masas (…)”.
138 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
3ULPHUD YLxHWD 6DJDVWD HO FRFLQHUR VLUYH HO ©FDOGR JRUGRª D &iQRYDV
PLHQWUDV(VSDxD ODFULDGD ODYDORVSODWRV6HJXQGDYLxHWD&iQRYDV\6DJDVWD
LQWHUFDPELDQORVSDSHOHVSHUR(VSDxD ODFULDGD VLJXHODYDQGRORVSODWRV
Imagen 2. $UWLPDxDVHOHFWRUDOHV
¢6DOJR"
£1RKRPEUHQR$~QQR
KDVWDHOGtD
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 139
*Ui¿FD 5HVXOWDGRVHOHFWRUDOHV
Mapa 1. ,PSODQWDFLyQGHOPRYLPLHQWRREUHUR
(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGHRWUDVIXHQWHV
140 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Caciquismo ,QVWUXPHQWR GHO IDOVHDPLHQWR GHYRWRVODLQWLPLGDFLyQRODDOWHUDFLyQGHOFHQ
HOHFWRUDOFDUDFWHUtVWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQED VRHOHFWRUDOLQFOX\HQGRDSHUVRQDV\DIDOOHFLGDV
VDGRHQHOFDFLTXH UHSUHVHQWDQWHHQXQD]RQD
UXUDOGHXQRGHORVGRVJUDQGHVSDUWLGRVGLQiV Reconcentraciones7UDVODGRGHODSREODFLyQ
WLFRV (OFDFLTXHFRQVHJXtDYRWRVDFDPELRGH FLYLOTXHKDELWDEDHQUHJLRQHVFRQWUDODGDVSRU
IDYRUHV R LQVLQXDQGR YHODGDV DPHQD]DV JUD ODLQVXUJHQFLDDFDPSRVGHFRQFHQWUDFLyQVL
FLDVDVXLQÀX\HQWHSRVLFLyQVRFLRHFRQyPLFD WXDGRVHQiUHDVEDMRGRPLQLRJXEHUQDPHQWDO
FRQHO¿QGHFRUWDUVXDSR\RDODJXHUULOOD
Centralismo )RUPD GH RUJDQL]DFLyQ WHUULWR
ULDOGHXQ(VWDGRHQODTXHUHJLRQHV\PXQL Redención 3RVLELOLGDG TXH RIUHFtD HO VLVWHPD
FLSLRV FDUHFHQ GH DXWRQRPtD GH JRELHUQR \D GH UHFOXWDPLHQWR SDUD HYLWDU HO VHUYLFLR PLOLWDU
TXHHOSRGHUHVWDWDOHMHUFHGHIRUPDH[FOXVLYD PHGLDQWHHOSDJRHQPHWiOLFRGHFLHUWDFDQWLGDG
VX DXWRULGDG HQ WRGR HO SDtV GLUHFWDPHQWH R RODE~VTXHGDGHXQVXVWLWXWR(VWDSUiFWLFDTXH
PHGLDQWHFDUJRVQRPEUDGRVSRUHO*RELHUQR EHQH¿FLDEDDORVULFRVDOWHUDEDHOVXSXHVWRLJXD
OLWDULVPRGHOVLVWHPDGHUHFOXWDPLHQWREDVDGRHQ
Encasillado6LVWHPDGHIUDXGHHOHFWRUDOWtSL HOVRUWHRGHTXLQWDV WDQVRORSUHVWDEDQVHUYLFLR
FRGHOD5HVWDXUDFLyQSRUHOTXHHOPLQLVWURGH PLOLWDUREOLJDWRULRXQDTXLQWDSDUWHGHORVPR]RV
OD*REHUQDFLyQGHWXUQRFRQYRFDEDDORVOtGH
UHVGHORVGRVJUDQGHVSDUWLGRVGLQiVWLFRVSDUD Regeneracionismo 0RYLPLHQWR LQWHOHFWXDO \
TXHQHJRFLDUDQHOUHSDUWRGHORVGLVWULWRVHOHF SROtWLFRGH¿QDOHVGHOVLJORXIX\SULQFLSLRVGHO
WRUDOHVHQORVTXHYHQFHUtDQVXVFDQGLGDWRV VLJORXXTXHDQDOL]yODVFDXVDVGHODGHFDGHQFLD
GH(VSDxD3DUDORVWHyULFRVGHOUHJHQHUDFLRQLV
Partido de notables7LSRGHSDUWLGRSROtWLFR PRFRPR-RDTXtQ&RVWDODVROXFLyQSDVDEDSRU
FDUDFWHUL]DGRSRUHVWDUHQFDEH]DGRSRUSHUVR OD OLTXLGDFLyQ GHO VLVWHPD GH OD 5HVWDXUDFLyQ
QDVGHUHOHYDQFLDVRFLDOFXOWXUDORHFRQyPLFD PLHQWUDVTXHORVOtGHUHVGHORVSDUWLGRVGLQiVWLFRV
Estos partidos trataban de atraerse el apoyo de 0DXUD\&DQDOHMDVOLPLWDURQHOUHJHQHUDFLRQLVPR
SHUVRQDMHVLQÀX\HQWHVFRQHOREMHWLYRGHFUHDU DXQDUHIRUPDGHOVLVWHPDFDQRYLVWDVLQKDFHUSH
XQDUHGFOLHQWHODUEDVDGDHQODFRQYHQLHQFLD OLJUDUODHVWDELOLGDGSROtWLFDEDVDGDHQHOWXUQLVPR
QRHQODLGHRORJtD
Tradicionalismo'RFWULQDSROtWLFDTXHDVSLUD
Pucherazo6LVWHPDGHIUDXGHHOHFWRUDOFDUDF DPDQWHQHUYLJHQWHVODVDQWLJXDVLQVWLWXFLRQHV
WHUtVWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQTXHLQFOXtDDFFLRQHV \ FRVWXPEUHV WRPDQGR OD WUDGLFLyQ FDWyOLFD
FRPRHOFDPELRGHSDSHOHWDVRXUQDVODFRPSUD FRPRIXHQWHGHODYHUGDG
UNIDAD 8
PERVIVENCIAS
Y TRANSFORMACIONES
ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX:
UN DESARROLLO INSUFICIENTE
142 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
GUION DE LA UNIDAD
2.2. (OVLVWHPDGHFRPXQLFDFLRQHVHOIHUURFDUULO
— Mejora de las comunicaciones
— La Ley General de Ferrocarriles (1855)
— Consecuencias de la implantación del ferrocarril
2.3. 3URWHFFLRQLVPR\OLEUHFDPELVPR
— La política proteccionista española
— Librecambismo. El arancel Figuerola
2.4. /DDSDULFLyQGHODEDQFDPRGHUQD
— Desarrollo del sector bajo Fernando VII e Isabel II
— Medidas para el desarrollo del sector bancario
— Los primeros bancos privados de ámbito nacional
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 145
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
1.1.(YROXFLyQGHPRJUi¿FD\PRYLPLHQWRVPLJUDWRULRVHQHOVLJORXIX
Las FDUDFWHUtVWLFDVGHODHYROXFLyQGHPRJUi¿FDHVSDxRODDORODUJRGHOVLJOR
XIX fueron:
— /HQWRFUHFLPLHQWRGHODSREODFLyQ Mientras que los países desarrolla-
dos de Europa duplicaban la población a lo largo del siglo, España solo pasó de
PLOORQHVGHKDELWDQWHVDD¿QDOHVGHODFHQWXULD/DVFDXVDVSULQFLSDOHV
del menor aumento fueron:
- El escaso crecimiento* natural de la población, debido a una elevadísima
mortalidad (29 ‰*) que neutralizaba los efectos positivos de la también
alta tasa de natalidad (34 ‰) [Texto 1](VSHFLDOPHQWHVLJQL¿FDWLYDIXH
la tasa de mortalidad* infantil, que casi duplicaba la de la Europa desa-
rrollada. La elevada mortalidad se explica por las crisis de subsistencias
GRFHDORODUJRGHOVLJOR \ODVHSLGHPLDVSHULyGLFDV ¿HEUHDPDULOODFy-
lera, tifus) y enfermedades endémicas (tuberculosis, viruela, sarampión),
que actuaban con gran virulencia sobre una población mal alimentada y
falta de higiene, atención sanitaria y vacunas. Por todo ello, la esperanza
de vida de los españoles no llegaba a los 35 años.
- La intensa emigración exterior. A mediado de siglo se levantó el veto
migratorio. En las últimas décadas del siglo más de un millón de perso-
nas emigró al extranjero: gallegos, asturianos, vascos y canarios marcha-
ron a Iberoamérica, y andaluces y murcianos a la Argelia francesa. A las
cifras migratorias anteriores debemos sumar los más de doscientos mil
españoles exiliados entre 1814 y 1876.
146 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
1.2.(OGHVDUUROORXUEDQR
Sin embargo, poco a poco las ciudades fueron mejorando sus LQIUDHVWUXFWX-
UDVEiVLFDV con la pavimentación, la iluminación pública, el abastecimiento de
agua potable y el alcantarillado, que ayudaron a reducir la mortalidad (Madrid
cuadruplicaba a Londres o Berlín en siniestralidad por enfermedades contagio-
sas, mientras que Sevilla igualaba a la India). Además, la implantación de siste-
mas de transporte colectivo como el tranvía, originariamente de tracción animal,
favoreció la expansión territorial de la ciudad.
El mayor crecimiento urbano se concentró en ciudades con cierto desarrollo
industrial y que contaban con puerto de mar: Bilbao y Santander en el Cantábri-
co; La Coruña, Vigo y Cádiz en el Atlántico; y Málaga, Valencia y Barcelona en
el Mediterráneo. La única ciudad no costera que ganó población de forma no-
table fue Madrid, importante centro administrativo por ser la capital de España.
148 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
2.1./D5HYROXFLyQ,QGXVWULDOHQOD(VSDxDGHOVLJORXIX
2.2.(OVLVWHPDGHFRPXQLFDFLRQHVHOIHUURFDUULO
TXHSHUPLWLHUDODDUWLFXODFLyQWHUULWRULDOGHOSDtV&RQHVWH¿QODVLQYHUVLRQHV
permitieron la ampliación de la red de carreteras, que pasó de nueve mil kilóme-
tros en 1840 a cuarenta mil en 1900, la ampliación de los puertos de Barcelona
y Bilbao y el impulso en la creación de las grandes empresas navieras vascas.
1RREVWDQWHODQRYHGDGPiVVLJQL¿FDWLYDIXHODLPSODQWDFLyQGHOIHUURFDUULO
Su inicio fue tardío tanto por razones técnicas (accidentada orografía) como
HFRQyPLFDV LQVX¿FLHQFLDGHUHFXUVRV /DVSULPHUDVOtQHDVIXHURQ%DUFHORQD
Mataró (1848), Madrid-Aranjuez (1851) y Gijón-Langreo (1852).
(OVHFWRUUHFLELyXQLPSXOVRGH¿QLWLYRFRQODDSUREDFLyQGHOD/H\*HQHUDO
GH )HUURFDUULOHV [Texto comentado] FX\R SULQFLSDO ¿Q IXH SODQL¿FDU
la construcción de la red ferroviaria y encontrar inversores. Para ello la Ley de
Ferrocarriles:
— Autorizó la creación de compañías ferroviarias con SDUWLFLSDFLyQH[WUDQMHUD
¿MDQGRFRQGLFLRQHVPX\IDYRUDEOHVSDUDODDWUDFFLyQGHFDSLWDOH[WHULRUVXEYHQFLR-
nes, avales del Estado y eliminación de los aranceles de material ferroviario.
— Fijó un PRGHORUDGLDO que conectaba Madrid con la periferia, relegando
la comunicación de las áreas industriales (Asturias, Vizcaya, Barcelona) entre sí.
— Aprobó un DQFKRGHYtDVXSHULRUDOHXURSHR (1,67 m frente 1,44 m): se
creyó que las máquinas debían ser más potentes para salvar la accidentada oro-
JUDItDORTXHGL¿FXOWyODFRPXQLFDFLyQIHUURYLDULDFRQHOFRQWLQHQWH
2.3.3URWHFFLRQLVPR\OLEUHFDPELVPR
2.4. /DDSDULFLyQGHODEDQFDPRGHUQD
COMENTARIO DE TEXTO
/H\*HQHUDOGH)HUURFDUULOHVGHMXQLRGH
³&$3,78/2,'HODFODVL¿FDFLyQGHIHUURFDUULOHV
$UWtFXOR/RVIHUURFDUULOHVVHGLYLGLUiQHQOtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDO\GH
VHUYLFLRSDUWLFXODU
$UWtFXOR (QWUH ODV OtQHDV GH VHUYLFLR JHQHUDO VH FODVL¿FDUiQ FRPR GHO
SULPHURUGHQODVTXHSDUWLHQGRGH0DGULGWHUPLQHQHQODVFRVWDVRIURQWHUDV
del reino.
$UWtFXOR 7RGDV ODV OtQHDV GH IHUURFDUULO GHVWLQDGDV DO VHUYLFLR JHQHUDO
VRQGHOGRPLQLRS~EOLFR\VHUiQFRQVLGHUDGDVFRPRREUDVGHXWLOLGDGJHQHUDO
&$3,78/2,,'HODFRQFHVLyQRDXWRUL]DFLyQSDUDFRQVWUXLUORVIHUURFD-
rriles. (…)
$UWtFXOR/RVSDUWLFXODUHVRFRPSDxtDVQRSRGUiQFRQVWUXLUOtQHDDOJXQD
ELHQVHDGHVHUYLFLRJHQHUDOELHQGHVHUYLFLRSDUWLFXODUVLQRKDQREWHQLGRSUH-
YLDPHQWHODFRQFHVLyQGHHOOD «
$UWtFXOR3RGUiDX[LOLDUVHFRQORVIRQGRVS~EOLFRVODFRQVWUXFFLyQGHODV
OtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDO
(MHFXWDQGRFRQHOORVGHWHUPLQDGDVREUDV
(QWUHJDQGRDODVHPSUHVDVHQSHUtRGRVGHWHUPLQDGRVXQDSDUWHGHOFD-
SLWDOLQYHUWLGRUHFRQRFLHQGRFRPROtPLWHPD\RUGHHVWHHOSUHVXSXHVWDGR
$VHJXUiQGROHVSRUORVPLVPRVFDSLWDOHVXQPtQLPXPGHLQWHUpVRXQ
LQWHUpV¿MRVHJ~QVHFRQYHQJD\GHWHUPLQHHQODOH\GHFDGDFRQFHVLyQ «
$UWtFXOR/DVFRQFHVLRQHVGHODVOtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDOVHRWRUJDUiQ
SRUWpUPLQRGHDxRVFXDQGRPiV
$UWtFXOR$OHVSLUDUHOWpUPLQRGHODFRQFHVLyQDGTXLULUiHO(VWDGROD
OtQHDFRQFHGLGDFRQWRGDVVXVGHSHQGHQFLDVHQWUDQGRHQHOJRFHFRPSOHWRGHO
GHUHFKRGHH[SORWDFLyQ «
&$3,78/2,9'HORVSULYLOHJLRV\H[HQFLRQHVJHQHUDOHVTXHVHRWRUJDQD
ODVHPSUHVDVFRQFHVLRQDULDV
154 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
$UWtFXORº/RVFDSLWDOHVH[WUDQMHURVTXHVHHPSOHDQHQODVFRQVWUXFFLRQHV
GHIHUURFDUULOHVRHPSUpVWLWRVSDUDHVWHREMHWRTXHGDQEDMRODVDOYDJXDUGLDGHO
(VWDGR\HVWiQH[HQWRVGHUHSUHVDOLDVFRQ¿VFDFLRQHVRHPEDUJRVSRUFDXVDGH
JXHUUD
Artículo 20º6HFRQFHGHQGHVGHOXHJRDWRGDVODVHPSUHVDVGHIHUURFDUULOHV
/RVWHUUHQRVGHGRPLQLRS~EOLFRTXHKD\DQGHRFXSDUHOFDPLQR\VXV
GHSHQGHQFLDV
/DIDFXOWDGGHDEULUFDQWHUDVUHFRJHUSLHGUDVXHOWDFRQVWUXLUKRUQRVGH
FDO\HVR\ODGULOORGHSRVLWDUPDWHULDOHV\HVWDEOHFHUWDOOHUHVSDUDHODERUDUORV
HQORVWHUUHQRVFRQWLJXRVDODOtQHD «
Artículo 30º/RVIHUURFDUULOHVVHFRQVWUXLUiQFRQDUUHJORDODVFRQGLFLRQHV
VLJXLHQWHV
(OHQVDQFKHGHODYtDRGLVWDQFLDHQWUHORVERUGHVLQWHULRUHVGHODVEDUUDV
FDUULOHVVHUiGHXQPHWURFHQWtPHWURV SLHVFDVWHOODQRV « ´
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 155
3UHJXQWD&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
FUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRDXWRUGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVH
HVFULELy
3URSyVLWR/D¿QDOLGDGGHOD/H\QRHUDRWUDTXHUHJXODUODVFRQGLFLRQHVHQTXH
debía implantarse el ferrocarril en España, condicionado por elementos negati-
vos como la falta de capital del Estado, que imposibilitaba la asunción directa de
las inversiones precisas para construir las infraestructuras necesarias, así como
la orografía montañosa del territorio nacional. Como se ha señalado anterior-
mente, hay que destacar que uno de los propósitos de la Ley era facilitar la llega-
da de inversores extranjeros a España, por lo que la norma contiene importantes
YHQWDMDVSUHYLVWDVSDUDWDO¿Q
3UHJXQWD,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
VXFRQWHQLGR
³/DQDWDOLGDGHVSDxRODDOFDQ]DEDHQODV~OWLPDVGpFDGDVGHOXIXXQRVYDORUHVH[FHSFLR-
QDOPHQWH DOWRV ~QLFD IRUPD GH FRPSHQVDU OD HOHYDGD PRUWDOLGDG 6RODPHQWH HQ &DWDOXxD VH
FRQRFLyXQDSUHFR]\JUDGXDOUHGXFFLyQDQWHVGHOFDPELRGHVLJOR(VHGHVFHQVRGHODIHFXQ-
GLGDGLQLFLDGRHQODSULPHUDPLWDGGHOXIXDOFDQ]yVXPi[LPDLQWHQVLGDGHQWUH\
(VWHSURFHVRWDPELpQVHGLRDXQTXHHQPHQRULQWHQVLGDGHQRWUDV]RQDVGHOSDtVSUy[LPDVDO
HQFODYHFDWDOiQ&RPRVHVHxDOyDQWHVHOGHVFHQVRGH¿QLWLYRGHODIHFXQGLGDGHQHOUHVWRGH
(VSDxDVyORVHLQLFLyOHQWDPHQWHHQODVHJXQGDGpFDGDGHOXX.
(OPDQWHQLPLHQWRGHODHVWDFLRQDOLGDGGHODQDWDOLGDGDO¿QDOL]DUHOXIXVHUtDUHÀHMRGHOJUDQ
SHVRTXHHOVHFWRUDJUDULR\ODSREODFLyQUXUDOPDQWHQtDQHQHOSDtV/RVPHVHVSULPDYHUDOHV
HUDQORVGHPiVQXPHURVDVFRQFHSFLRQHV\DTXHHOPi[LPRGHQDFLPLHQWRVVHDOFDQ]DEDHQORV
PHVHVGHLQYLHUQRLQWHQWRGHHYLWDUH[SRQHUDOUHFLpQQDFLGRDORVULJRUHVGHOYHUDQR « /D
SDXODWLQDGHVDSDULFLyQGHODHVWDFLRQDOLGDGHQHOXXLUtDPDUFDQGRODSpUGLGDGHLPSRUWDQFLD
GH ODV IRUPDV GH YLGD FDPSHVLQDV \ GHO GHFOLYH GH OD DJULFXOWXUD FRPR DFWLYLGDG HFRQyPLFD
GRPLQDQWH´
Sánchez Marroyo, Fernando./D(VSDxDGHOVLJORXX.
(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG
³<DHQODV~OWLPDVGpFDGDVGHOXIXFRPRUHVSXHVWDDORVJUDYHVSUREOHPDVTXHFRPHQ]DURQ
DDIHFWDUDODSURGXFFLyQDJUtFRODVHLQLFLyXQp[RGRTXHDOFDQ]yHQGHWHUPLQDGDV]RQDVGHOD
SHQtQVXODXQFDUiFWHUPDVLYR(ODPELHQWHSRFRIDYRUDEOHGRPLQDQWHHQHOQXQFDHVWDEOHPHGLR
UXUDOVRPHWLGRDFUHFLHQWHVWHQVLRQHVDPHGLGDTXHDYDQ]DEDHOGHVSHJXHGHOFDSLWDOLVPR\OD
LQWHUQDFLRQDOL]DFLyQGHODHFRQRPtDDFWXDEDFRPRIDFWRUGHH[SXOVLyQFUHDQGRODVFRQGLFLR-
QHVSDUDODVDOLGD IDFWRUGHH[SXOVLyQ 3HURVHUHTXHUtDWDPELpQHOFRPSOHPHQWRGHRWURiP-
ELWRHVSDFLDOHQHOTXHH[LVWLHVHXQFOLPDGHDFRJLGDIDYRUDEOHTXHVDFLDVHHOGHVHRGHPHMRUDU
ODVH[SHFWDWLYDVYLWDOHV IDFWRUGHDWUDFFLyQ /DVSRVLELOLGDGHVGHFDPELDUGHVXHUWHDSDUHFtDQ
HQWRQFHVDVRFLDGDVGDGRHOOHQWRGHVDUUROORTXHHOSURFHVRGHGLYHUVL¿FDFLyQHFRQyPLFDDOFDQ-
]DEDHQHOSDtVDODVDOLGDDOH[WUDQMHURVLJXLHQGRODVHQGDTXH\DYHQtDQUHFRUULHQGRRWURV
HXURSHRV´
Sánchez Marroyo, Fernando./D(VSDxDGHOVLJORXX.
(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 159
³(PSH]DQGRSRUODVLWXDFLyQGHORVEUDFHURV\SDUWLHQGRGHODEDVHGHVXHVWDGRJHQH-
UDO\GHODHVFDVH]GHVXVMRUQDOHVGHPRVWUDGDSRUODLQIRUPDFLyQKHFKDSRUOD&RPLVLyQ
GH5HIRUPDV6RFLDOHVHQHQWLHQGHOD&RPLVLyQTXHODVLWXDFLyQ\ODGHVXVIDPLOLDV
HVWDQGHVHVSHUDGDTXHGHQRDSUHVXUDUVHDGDUOHVHODOLPHQWRGHTXHFDUHFHQSHUHFHUtDQ
HQ JUDQ Q~PHUR GH LQGLYLGXRV 3DUD SUHYHQLU WDQ JUDYH GDxR KD\ GRV PHGLRV ODV REUDV
S~EOLFDV\ORVVXPLQLVWURVGLUHFWRVGHUDFLRQHV\DGLUHFWDPHQWH\DSRUPHGLRGHODVFR-
FLQDVHFRQyPLFDV5HVSHFWRDOSULPHURQDGDWLHQHTXHDxDGLUDORTXHWRGRHOPXQGRKD
SHGLGR\HOJRELHUQRHVWi\DFRQFHGLHQGRSHURQRYDFLODHQD¿UPDUTXHDXQOOHYDQGRORV
WUDEDMRVS~EOLFRVDOH[WUHPRORVMRUQDOHVTXHHQHOORVSXHGHQUHSDUWLUVHVRQFRQRFLGDPHQWH
LQVX¿FLHQWHVSDUDDWHQGHUDWRGRVORVQHFHVLWDGRV%DVWDSDUDHOORFRPSDUDUHOQ~PHURGH
MRUQDOHVTXHVHHVWiQGDQGR\SXHGHQGDUVHFRQHOQ~PHURGHVHUHVKDPEULHQWRV\QHFHVLWD-
GRV\HQXPHUDUORVVLWLRVGRQGHHVWiQLQVWDODGDVRSXHGHQLQVWDODUVHODVREUDVSRUTXHQL
HQWRGDVSDUWHVSXHGHQLQVWDODUVHREUDVS~EOLFDVQLD~QPXFKDVGHODVSUR\HFWDGDVHVWiQ
HQVLWXDFLyQGHHPSH]DUVH´
³/DFDVDHVWDEDHQXQDGHODVPXFKDVULQFRQDGDVGHODDQWLJXDFDOOHGH6DQ$QWyQ(Q
HOSRUWDOKDEtDXQDUHORMHUtDHQWUHFULVWDOHVTXHGDQGRWDQSRFRHVSDFLRSDUDODHQWUDGDTXH
ORVJRUGRVWHQtDQTXHSDVDUGHPHGLRODGRHQHOSLVREDMR\WLHQGDXQDEROOHUtDTXHLQXQ-
GDEDODFDVDGHHPDQDFLRQHVGHFDQHOD\D]~FDU(QHOSLVRSULQFLSDOUDGLFDEDXQDFDVDGH
SUpVWDPRVFRQIDUROyQDODFDOOH\HQFLHUWRVGtDVKDEtDHQORVEDOFRQHVYHQWLODFLyQGHFDSDV
HPSHxDGDV0iVDUULEDORVSLVRVHVWDEDQGLYLGLGRVHQYLYLHQGDVHVWUHFKDV\GHSRFRSUHFLR
+DEtDGHUHFKDL]TXLHUGD\GRVLQWHULRUHV/RVYHFLQRVHUDQGHGRVFODVHVPXMHUHVVXHOWDVR
IDPLOLDVTXHWHQtDQVXFRPHUFLRHQHOSUy[LPRPHUFDGRGH6DQ$QWyQ+XHYHUDV\YHUGXOHUDV
SREODEDQDTXHOORVUHGXFLGRVDSRVHQWRVHFKDQGRVXVKLMRVDODHVFDOHUDSDUDTXHMXJDVHQ(Q
XQRGHORVVHJXQGRVH[WHULRUHVYLYtD)HOLFLDQD\)RUWXQDWDHQXQWHUFHURLQWHULRU/RDOTXLOy
5XEtQSRUHQFRQWUDUORWDQDPDQRFRQLQWHQFLyQGHWRPDUYLYLHQGDPHMRUFXDQGRYDULDUDQ
ODVFLUFXQVWDQFLDV´
Pérez Galdos, Benito.)RUWXQDWD\-DFLQWD
160 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
³(OEDUUDQFRGH(PEDMDGRUHVTXHEDMDGHO6DOLWUHHVKR\HQVXSULPHUD]RQDXQDFDOOH
GHFHQWH$WUDYLHVDOD5RQGD\VHFRQYLHUWHHQGHVSHxDGHURURGHDGRGHFDVXFKDVTXHSDUHFHQ
KHFKDVFRQDPDVDGDFHQL]D'HVSXpVQRHVRWUDFRVDTXHXQDVXFHVLyQGHPXODGDUHVIRUPDLQ-
WHUPHGLDHQWUHODYLYLHQGD \ODFORDFD&KR]DVWLQJODGRVFRQVWUXFFLRQHVTXHMXQWDPHQWHLPLWDQ
HOSDORPDU\ODSRFLOJDWLHQHQVXFLPLHQWRHQHOODGRGHODSHQGLHQWH$OOtVHYHQSDUHGHVKHFKDV
FRQODPXHVWUDGHXQDWLHQGDRHOHQFHUDGRQHJURGHXQDFODVHGH0DWHPiWLFDVWHFKRVGHODWDV
FODYHWHDGDVSXHUWDVTXHIXHURQSRUWH]XHODVGHyPQLEXV\YLGULHUDVVLQYLGULRVGHDQWLTXtVLPRV
EDOFRQHV7RGRHVDOOtYHMH]SROLOODWRGRHVWiDSXQWRGHGHVTXLFLDUVH\FDHU(VXQDFLXGDG
PRYHGL]DFRPSXHVWDGHUXLQDV$O¿QGHDTXHOODEDUULDGDHVWiORTXHTXHGDGHODDQWLJXD$UJDQ-
]XHODXQOODQRLUUHJXODUOLPLWDGRGHODSDUWHGH0DGULGSRUODYDGHURV\GHODSDUWHGHOFDPSR
SRUHODUUR\RSURSLDPHQWHGLFKR(VWHSUHFLSLWDVXVDJXDVEODQTXHFLQDVHQWUHFROODGRVGHWLHUUD
TXHSDUHFHQPRQWRQHVGHHVFRPEURV\YHUWHGHURVGHGHUULERV
/DOtQHDGHFLUFXQYDODFLyQDWUDYLHVDHVWDVROHGDG3DUWHGHOVXHORHVOXJDUHVWUDWpJLFROOHQR
GHKR\RVHPLQHQFLDVHVFRQGLWHV\EXUODGHURVSRUORTXHVHSUHVWDDOMXHJRGHORVFKLFRV\DO
FULPHQGHORVKRPEUHV$XQTXHDELHUWRSRUWRGRVODGRVHVXQVLWLRHVFRQGLGR'HVGHpOVHYHQODV
DOWDVFKLPHQHDV\ORVYHQWUXGRVJDVyPHWURVGHODIiEULFDFHUFDQDSHURDSHQDVVHYHD0DGULG´
Pérez Galdos, Benito. La desheredada (1881)
³/DLQGXVWULDHVXQDQHFHVLGDGSDUDORVSXHEORVPRGHUQRVVLQODFXDOQRVHFRQFLEHODUL-
TXH]DGHXQHVWDGRQLODSURVSHULGDGGHXQDQDFLyQ7HQGLHQGRWRGDVODVVRFLHGDGHVFLYLOL]DGDV
GHOJORERDIRUPDUFRQHOWLHPSRXQDVRODIDPLOLD\DHVWUHFKDUDPLVWRVDPHQWHVXVUHODFLRQHV
SRUPHGLRGHFDPELRVUHFtSURFRVHQWUHORVUHVSHFWLYRVIUXWRVGHVXVWHUUHQRVGHVXVIXHU]DV\GH
VXLQWHOLJHQFLDQRHVSRVLEOHTXHHQWUHQDIRUPDUSDUWHGHHVWDLQPHQVDFRQJUHJDFLyQORVSDtVHV
TXHQDGDSURGX]FDQ\FRPRHOSURGXFLUVXSRQHWUDEDMRVHGHGXFHTXHHVWHVHKDOODGHVWLQDGRD
VHUYLUDXQPLVPRWLHPSRGHEDVH\GHOD]RGHXQLyQHQWUHORVSXHEORVTXHDKRUDVHUHVSHWDQVROR
SRUHOWHPRURTXHVHXQHQSRUSULQFLSLRVPHQRVLQÀX\HQWHVHQODSURVSHULGDGFRP~Q
(VWHJUDQGH\IHOL]UHVXOWDGRKDFLDHOFXDOFDPLQDQOHQWDPHQWHODVVRFLHGDGHVPRGHUQDV
VXSRQHODUHIRUPDGHYDULDVLQVWLWXFLRQHVTXHWDOFXDOHVWiQFRQVWLWXLGDVVHRSRQHQGLUHFWDPHQ-
WHDOSURJUHVRGHDTXHOODVSRUTXHQRHVSRVLEOHFRQVHJXLUHOTXHWRGRVORVSXHEORVSURVSHUHQ
VLFDGDXQRFRQWLQ~DDLVOiQGRVHGHORVRWURVSRUIDOVRVSULQFLSLRVGHSURSLDFRQYHQLHQFLD\VL
VHGHVFRQRFHODPi[LPDFDSLWDOHQTXHHVWULEDUiHOYHUGDGHURDGHODQWRVRFLDOTXHHVODPXWXD
\UHFtSURFDFRQYHQLHQFLDGHODVQDFLRQHV´
Sagra, Ramón de la (1842). ,QIRUPHVREUHHOHVWDGRDFWXDO
GHODLQGXVWULDEHOJDFRQDSOLFDFLyQD(VSDxD
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 161
³6L HO VLVWHPD HFRQyPLFRDGPLQLVWUDWLYR GH )UDQFLD VH KXELHUD DGRSWDGR \ VHJXLGR SRU
FRPSOHWRVLQGHMDUVXSDUWHPiVHVHQFLDOORVPXFKRVPLOORQHVGHODGHVDPRUWL]DFLyQ « VHKD-
EUtDQHPSOHDGRHQIDFLOLWDUODH[SORWDFLyQHQJUDQGHHVFDODGHQXHVWUDVIHUUHUtDV\GHQXHVWUDV
PLQDVGHFDUERQHVFRQFX\RVSURGXFWRVVHKXELHUDQFRQVWUXLGR\DOLPHQWDQGRORVFDPLQRVGH
KLHUURVHKDEUtDQFUHDGR\GHVDUUROODGRJUDQGHVWDOOHUHV\IXQFLRQHVGHPiTXLQDV\GHORFRPR-
WRUDV « FRQpVWRV\RWURVHOHPHQWRVGHSURGXFFLyQVHKDEUtDSURSRUFLRQDGRWUDEDMR\MRUQDOHV
D PLOODUHV GH RSHUDULRV FRQWULEX\HQGR FRQ ORV DUDQFHOHV DO IRPHQWR GH OD DJULFXOWXUD GH OD
LQGXVWULD\GHWRGDFODVHGHDUWHV\R¿FLRVUHVXOWDQGRGHWRGRXQPRYLPLHQWRGHSHUVRQDV\GH
FDPELRVGHSURGXFWRVTXHGDUtDQYLGDDORVFDPLQRVGHKLHUUR´
Güell y Ferrer, J. ([DPHQGHODFULVLVDFWXDO
³$UWtFXOR 6RQ REMHWR HVSHFLDO GHO UDPR GH PLQHUtD WRGDV ODV VXVWDQFLDV LQRUJiQL-
FDV PHWDOtIHUDV FRPEXVWLEOHV R VDOLQDV ORV IRVIDWRV FDOL]RV OD EDULWLQD HVSDWR IO~RU \
ODVSLHGUDVSUHFLRVDV\DVHSUHVHQWHQHQILORQHV\DHQFDSDVRFXDOTXLHURWUDIRUPDGH
\DFLPLHQWRFRQWDOTXHH[LMDVXGLVIUXWHXQRUGHQDGRODERUHRELHQVHDpVWHVXSHUILFLDOR
VXEWHUUiQHR
$UW/DSURSLHGDGGHODVVXVWDQFLDVGHVLJQDGDVHQHODUWtFXORDQWHULRUFRUUHVSRQGHDO
(VWDGR\QDGLHSRGUiGLVSRQHUGHHOODVVLQFRQFHVLyQGHO*RELHUQRRWRUJDGDHQVXQRPEUHSRU
ORV*REHUQDGRUHVGHODVSURYLQFLDV
$UW/DVSURGXFFLRQHVPLQHUDOHVVLOtFHDV\FDOFiUHDVODVDUHQDVODVWLHUUDVDUFLOORVDV
PDJQHVLDQDV\IHUUXJLQRVDVODVPDUJDV\ODVGHPiVVXVWDQFLDVGHHVWDFODVHTXHWHQJDQDSOL-
FDFLyQDODFRQVWUXFFLyQDODDJULFXOWXUDRDODVDUWHVFRQWLQXDUiQFRPRKDVWDDTXtVLHQGRGH
DSURYHFKDPLHQWRFRP~QFXDQGRVHKDOOHQHQWHUUHQRGHO(VWDGRRGHORVSXHEORV\GHH[SORWD-
FLyQSDUWLFXODUFXDQGRHOWHUUHQRVHDGHSURSLHGDGSULYDGD «
$UW7RGRHVSDxRORH[WUDQMHURSXHGHKDFHUOLEUHPHQWHODERUHVVRPHUDVSDUDGHVFXEULU
ORVPLQHUDOHVGHTXHWUDWDHODUWHQFXDOHVTXLHUDWHUUHQRVTXHQRHVWXYLHUHQGHGLFDGRVDO
FXOWLYR\DSHUWHQH]FDQDO(VWDGRRDORVSXHEORV\DVHDQGHSURSLHGDGSDUWLFXODU «
$UW7RGRLQGLYLGXRRFRPSDxtDSXHGHOLEUHPHQWHDGTXLULUSRUFRPSUDRSRURWURPH-
GLROHJDOFXDOTXLHUQ~PHURGHSHUWHQHQFLDVPLQHUDVDQWHVRGHVSXpVGHH[SHGLGRHOWtWXORGH
SURSLHGDG´
Texto consolidado de la Ley de Minas de 1859
tras las reformas de la Ley de 1868
162 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX
³(VSDxD TXH VyOR FRQVXPH WUHV PLOORQHV GH TXLQWDOHV GH KLHUUR UHFLEH GHO H[WUDQMHUR
1XHVWUDVIiEULFDVDODKRUDSUHVHQWHKDEUtDQSRGLGRSURGXFLUOREDVWDQWHSDUDDEDV-
WHFHUHOPHUFDGRSHURORKDLPSHGLGRHOHVWtPXORTXHKDFUHtGRGHEHUGDUVHDODVHPSUHVDVGH
IHUURFDUULOHVTXHWLHQHQHOSULYLOHJLRGHLPSRUWDUOLEUHGHGHUHFKRVWRGRHOKLHUURTXHQHFHVLWHQ
¢&yPRVHKDQGHKDFHUSHGLGRVGHUDtODQXHVWUDVIiEULFDV"/DLQGXVWULDQDFLRQDOIHUUHUDKDYLV-
WRUHGXFLGRSRUHVDIUDQTXLFLDDODWHUFHUDSDUWHGHOFRQVXPRVXPHUFDGR\QRKDSRGLGRWHQHU
HOGHVHQYROYLPLHQWRDOTXHHVWDEDOODPDGD/RTXHGHEtDVHUPRWLYRGHSURVSHULGDG\JDUDQWtD
GHYLGDKDVLGRFDXVDGHGHFDGHQFLD\SHOLJURGHPXHUWH´
Observaciones realizadas por productores nacionales
de hierro sobre la reforma de los aranceles (1862)
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 163
Clases
Nobleza medias
y clero 14,6 %
16 %
Clases bajas
71,5 % Campesinos
y pequeños propietarios
77,7 %
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Å WDQWRSRUPLO . Símbolo matemático em- das caracterizado por bajas tasas de natalidad
pleado en el cálculo de una tasa calculada por y mortalidad, que dan como resultado un cre-
mil. Las tasas expresadas en tantos por mil son cimiento escaso de la población. El proceso
especialmente frecuentes en demografía (nata- GHWUDQVLFLyQGHOPRGHORGHPRJUi¿FRGHO$Q-
lidad, mortalidad, etc.), pues de expresarse en tiguo Régimen al moderno se caracteriza por
tantos por cien (%) saldrían cifras muy bajas. un crecimiento espectacular de la población,
provocado por el mantenimiento de una ele-
&LXGDGOLQHDO. Modelo urbanístico surgido en
vada tasa de natalidad (propia de sociedades
Gran Bretaña en el siglo XIX. Consiste en una
rurales) junto a un descenso brusco de la tasa
avenida proyectada para unir dos núcleos de
de mortalidad (propia de sociedades industria-
población situados en la periferia de una gran
lizadas).
ciudad. De la avenida parten pequeñas calles
SHUSHQGLFXODUHV ÀDQTXHDGDV SRU YLYLHQGDV 0RUWDOLGDGLQIDQWLO. Mortalidad que tiene lu-
unifamiliares dotadas de jardines a modo de gar en el primer año de vida.
huertos.
2UWRJRQDO. Dicho de un plano urbano, aquel
&UHFLPLHQWR QDWXUDO. Aumento de la pobla- cuyas calles presentan una disposición en cua-
ción debido exclusivamente a la diferencia
drícula, generalmente atravesado por una gran
positiva entre nacimientos y defunciones (no
avenida diagonal.
incluye, por tanto, incrementos debidos a mo-
vimientos migratorios). 3URWHFFLRQLVPR7HRUtDTXHGH¿HQGHODLQWHU-
vención del Estado en la economía mediante
/LEUHFDPELVPR. Teoría económica asociada
la salvaguarda de los intereses económicos de
al liberalismo político que aboga por la elimi-
los productores nacionales a través de medi-
nación de los obstáculos comerciales (arance-
das como la prohibición o limitación de las
les, cuotas, etc.) y la ausencia de intervención
importaciones, el establecimiento de merca-
del Estado en la economía.
dos monopolísticos para la producción patria
0RGHORGHPRJUi¿FRPRGHUQR. Sistema de- o la imposición de altos aranceles a los bienes
PRJUi¿FRSURSLRGHVRFLHGDGHVLQGXVWULDOL]D- extranjeros.
UNIDAD 9
GUION DE LA UNIDAD
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 171
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
GRDOFDWDODQLVPR\DOPRYLPLHQWRREUHURHQHOVLVWHPD\UHGXFLHQGRODLQÀXHQFLD
GHOD,JOHVLDSDUDHYLWDUODYLROHQFLDDQWLFOHULFDO6XVSULQFLSDOHVPHGLGDVIXHURQ
— Descentralización administrativa: proyecto de creación de la Mancomu-
nidad de Cataluña (aprobado por Eduardo Dato tras el asesinato de Canalejas).
— Supresión del impuesto de consumosSULQFLSDOJUDYDPHQVREUHODVFOD-
ses populares.
— Reforma del Ejército: aprobación del reclutamiento obligatorio (supri-
PLHQGR D ORV VXVWLWXWRV \ OD UHGHQFLyQ GH TXLQWDV DXQTXH VH PDQWXYR D ORV
soldados* GH FXRWD$GHPiV SDUD UHGXFLU HO HQYtR GH VROGDGRV GH UHHPSOD]R
españoles a Marruecos se crearon los Regulares*\HQOD/HJLyQ*.
— Prohibición a la instalación de nuevas órdenes religiosas en España
VLQDXWRUL]DFLyQH[SUHVDGHO*RELHUQR /H\GHO&DQGDGR \UHVWDEOHFLPLHQWRGHO
PDWULPRQLRFLYLO
/DLQFDSDFLGDGGHORVGLIHUHQWHV*RELHUQRVSDUDLQWHJUDUDQDFLRQDOLVWDVUH-
publicanos y obreristas en el sistema político de la Restauración aceleró el pro-
ceso de descomposición del régimen (crisis de 1909 y 1917).
El republicanismo
(OSURJUDPDUHSXEOLFDQREDVDGRHQHOODLFLVPRODDPSOLDFLyQGHORVGHUH-
FKRV\ODUHIRUPDVRFLDOWXYRJUDQLQÀXHQFLDGHVGHHOSULQFLSLRHQWUHVHFWRUHV
LOXVWUDGRVGHODFODVHPHGLD\WUDEDMDGRUHVFXDOL¿FDGRV6LQHPEDUJRVXSHVR
SROtWLFR IXH SHTXHxR SRU OD WUDGLFLRQDO GLYLVLyQ HQWUH XQLWDULRV \ IHGHUDOLVWDV
El partido republicano más importante del periodo fue el Partido Republicano
RadicalIXQGDGRSRU$OHMDQGUR/HUURX[(QVXVRUtJHQHVIXHXQSDUWLGRSRSX-
174 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
El nacionalismo periférico
Los nacionalismos periféricos adquirieron mayor protagonismo político y apo-
\RVRFLDOWUDVHOGHVDVWUHGHOTXHUHÀHMyODGHELOLGDGGHOQDFLRQDOLVPRHVSDxRO
En 1901 los diferentes grupos catalanistas se unieron en la Lliga Regionalis-
taSDUWLGROLEHUDOFRQVHUYDGRUDXWRQRPLVWDTXHKHJHPRQL]yHOFDWDODQLVPRKDVWD
ODIXQGDFLyQHQGHEsquerra Republicana de Catalunya. La LligaOLGHUDGD
SULPHURSRU3UDWGHOD5LED\SRVWHULRUPHQWHSRU)UDQFHVF&DPEyUHLYLQGLFyHO
DXWRJRELHUQRODGHIHQVDGHODOHQJXDFDWDODQD\HODXPHQWRGHODLQÀXHQFLDGH
Cataluña en la política nacional. Tanto la LligaFRPRHOFDWDODQLVPRVRFLDOWXYLH-
URQXQFUHFLPLHQWRHVSHFWDFXODUDSDUWLUGHDOFDSLWDOL]DUODSURWHVWDFLYLOTXH
VLJXLyDODVDOWRPLOLWDUDODUHYLVWD¡Cu-Cut! y la posterior Ley de Jurisdicciones.
El nacionalismo vascoPiVGpELOTXHHOFDWDOiQVLJXLyOLGHUDGRSRUHOPar-
tido Nacionalista Vasco7UDVODPXHUWHGHVXIXQGDGRU6DELQR$UDQDHQ
HO319HYROXFLRQyGHOLQGHSHQGHQWLVPRDQWLOLEHUDOKDFLDHODXWRQRPLVPRHQ-
VDQFKDQGRDVtVXDSR\RVRFLDO\WHUULWRULDO KDVWDHQWRQFHVOLPLWDGRD9L]FD\D
(QFRQVLJXLyVXSULPHUHVFDxR\HQFUHyHOVLQGLFDWRQDFLRQDOLVWD
6ROLGDULGDGGH7UDEDMDGRUHV9DVFRV (/$679
El movimiento obrero
(OREUHULVPRHVSDxROHVWXYRIXHUWHPHQWHGLYLGRHQWUHVRFLDOLVWDV\DQDUTXLV-
WDVHQIUHQWDGRVSRUOLGHUDUHOPRYLPLHQWR6RORXQLHURQVXVIXHU]DVHQFRQWDGDV
RFDVLRQHVFRPRHQODKXHOJDJHQHUDOGH
El socialismo
/DLPSODQWDFLyQVRFLDOLVWD 362( HUDHVFDVDH[FHSWRHQ0DGULG$VWXULDV\
9L]FD\DGHELGRDODIXHU]DGHODQDUTXLVPR\VXUDGLFDOLVPRTXHORDOHMDEDGH
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 175
ODFODVHPHGLD7UDVOD6HPDQD7UiJLFDHO362(SURPRYLyXQDDOLDQ]DHOHFWRUDO
FRQ ORV UHSXEOLFDQRV OD FRQMXQFLyQ UHSXEOLFDQRVRFLDOLVWD FRQ OD TXH ORJUD-
ría su primer diputado (Pablo Iglesias). Desde entonces su peso político fue en
DXPHQWR (O IUDFDVR GH OD KXHOJD GH OOHYy DO 362( D HYROXFLRQDU KDFLD
SRVLFLRQHVUHIRUPLVWDV(QVHSURGXMRODHVFLVLyQGHXQVHFWRUPLQRULWDULR
que fundó el Partido Comunista de España 3&( GHHVFDVRDUUDLJRKDVWDOD
*XHUUD&LYLO
El anarquismo
(OPRYLPLHQWROLEHUWDULRFRQWyFRQJUDQIXHU]DHQ&DWDOXxD\$QGDOXFtDSHVH
DVXGLYLVLyQHQGRVIDFFLRQHV
— Grupos de acción directaPDQWXYLHURQODHVWUDWHJLDGHODYLROHQFLDFRQ-
WUDODVpOLWHVSROtWLFDV DWHQWDGRFRQWUD$OIRQVR;,,,DVHVLQDWRVGH&DQDOHMDV\
Dato).
— AnarcosindicalismoWUDVODGLVROXFLyQGHOD)75(VHUHRUJDQL]yHQVLQ-
GLFDWRVUHJLRQDOHV FRPRODEDUFHORQHVD6ROLGDULGDG2EUHUD KDVWDTXHHQ
VHIXQGyOD&17VLQGLFDWRTXHSURQWRVHDO]yFRQHOOLGHUD]JRGHOPRYLPLHQWR
obrero español. El anarcosindicalismo fue duramente perseguido por su partici-
SDFLyQHQODKXHOJDJHQHUDOGH\GH\GXUDQWHHOSHUtRGRGHFRQÀLF-
WLYLGDGTXHVLJXLyDODFULVLVGHOWDQWRHQ%DUFHORQD SLVWROHULVPR*) como en
$QGDOXFtD 7ULHQLR%ROFKHYLTXH
/DVSRWHQFLDVHXURSHDVUHXQLGDVHQHQODConferencia* Internacional
de Algeciras DFRUGDURQGLYLGLU0DUUXHFRVHQGRViUHDVGHLQÀXHQFLDODHVSDxROD
DOQRUWH 5LI \ODIUDQFHVDDOVXU(VSDxDSHUVHJXtDGRVREMHWLYRVFRQODFRORQL]D-
ción de Marruecos: asegurar la posesión de Ceuta y Melilla y recuperar el presti-
176 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
JLRGHOD&RURQD\HO(MpUFLWRWUDVHOGHVDVWUHGHO6LQHPEDUJRHO0DUUXHFRV
HVSDxROFRQPHQRUULTXH]DTXHHOIUDQFpVLEDDGHVWDFDUSURQWRSRUODUHEHOGtD
GHVXVKDELWDQWHVRUJDQL]DGRVHQWULEXVOODPDGDVcabilas.
/DSULPHUDLQVXUUHFFLyQFRQRFLGDFRPRguerra de MelillaVHSURGXMRHQ
1909 tras el ataque a las explotaciones mineras españolas y obligó al recluta-
PLHQWRGHUHVHUYLVWDVFDXVDSULQFLSDOGHOD6HPDQD7UiJLFDGH%DUFHORQD
(Q HO VXOWiQ PDUURTXt DGPLWLy OD formación de un protectorado*
franco-español [Mapa 1] DQWHHOFDRVTXHYLYtDHOSDtV/DFUHDFLyQGHOSURWHF-
WRUDGRGHVHQFDGHQyXQDXPHQWRGHODUHVLVWHQFLDFRQWUDODSUHVHQFLDHVSDxROD
TXHPRVWUyODLQFDSDFLGDGGHO(MpUFLWRSDUDRFXSDUGHIRUPDHIHFWLYDODUHJLyQ
del Rif.
(QHOJHQHUDO6LOYHVWUHSODQL¿FyXQDRIHQVLYDDODTXHORVULIHxRVOLGH-
UDGRVSRU$EGHO.ULPUHVSRQGLHURQFRQXQDHPERVFDGDTXHRFDVLRQyPiVGH
WUHFHPLOPXHUWRV\ODSpUGLGDGHODPD\RUSDUWHGHODUHJLyQ/DGHUURWDFRQR-
cida como desastre de AnnualSURYRFyODLQGLJQDFLyQGHODRSLQLyQS~EOLFD\
la exigencia de responsabilidades de las Cortes al Ejército (Expediente Picasso
>7H[WR@ /DUHDFFLyQGHORVPLOLWDUHVIXHLQPHGLDWDDOHQWDQGRHOJROSHGH(V-
WDGRGHOJHQHUDO3ULPRGH5LYHUDTXHUHVWDEOHFLyHOFRQWUROHVSDxROGHO5LIWUDV
el desembarco de Alhucemas
OXxD\3DtV9DVFR 3HURPLHQWUDVORVEHQH¿FLRVHPSUHVDULDOHVFUHFLHURQHVSHF-
WDFXODUPHQWHORVWUDEDMDGRUHVSHUGLHURQSRGHUDGTXLVLWLYRGHELGRDODLQÀDFLyQ
>*Ui¿FD@. El malestar socialIXHLQHYLWDEOH\DFHQWXyODFULVLVTXHYLYtDHOSDtV
en 1917.
$XQTXHOD5HVWDXUDFLyQVREUHYLYLyDODFULVLVGHHOGHWHULRURGHOVLV-
WHPDHUDHYLGHQWH\VHFRPSOLFyWRGDYtDPiVWDQWRSRUODFULVLVHFRQyPLFDTXH
VLJXLyDOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDOFRPRSRUODVH[SHFWDWLYDVUHYROXFLRQDULDV
FUHDGDVSRUOD5HYROXFLyQVRYLpWLFD/DFRQÀLFWLYLGDGFUHFLy\SDUDKDFHUIUHQWH
a esta situación excepcional se constituyeron Gobiernos de concentración en
ORVTXHSDUWLFLSDURQFRQVHUYDGRUHVOLEHUDOHV\ODLliga Regionalista (el propio
&DPEyIXHPLQLVWURHQGRVRFDVLRQHV $QWHHOWHPRUDXQDLQVXUUHFFLyQUHYROX-
FLRQDULD DXPHQWRGHODVLQGLFDFLyQ\GHODVKXHOJDV ORV*RELHUQRVGHOD5HV-
tauración aprobaron leyes de un importante contenido social (sistema público
GHSHQVLRQHV\MRUQDGDODERUDOGHRFKRKRUDVHQODLQGXVWULD 6LQHPEDUJRHVWDV
medidas no consiguieron impedir la confrontación.
)LQDOPHQWHHOJHQHUDOPrimo de RiveraDSURYHFKyHOGHVFUpGLWRGHORVSDU-
WLGRV KXERRQFH*RELHUQRVHQFLQFRDxRV HOFOLPDGHLQHVWDELOLGDGVRFLDOHO
temor al auge del catalanismo y la indignación por los desastres militares en Ma-
UUXHFRV GHVDVWUHGH$QQXDO SDUDMXVWL¿FDUHOgolpe de Estado de septiembre de
TXHOLTXLGyGH¿QLWLYDPHQWHHOVLVWHPDSROtWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQ
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 179
Contexto y apoyos
/D FULVLV GHOD5HVWDXUDFLyQ VH DFHOHUySRU YDULRVIDFWRUHVTXHH[SOLFDQHO
JROSHGH(VWDGRGH3ULPRGH5LYHUDHQVHSWLHPEUHGH
— Prolongada inestabilidad políticaIDOOLGRV*RELHUQRVGHFRQFHQWUDFLyQ
GLYLVLyQLQWHUQDGHORVSDUWLGRVHWF
— Auge del catalanismo y el republicanismoYLVWRFRQSUHRFXSDFLyQSRU
FRQVHUYDGRUHV\PLOLWDUHV
— &RQÀLFWLYLGDGVRFLDO KXHOJDVDWHQWDGRVSLVWROHULVPR DOHQWDGDSRUOD
FULVLVHFRQyPLFDWUDVOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDO\ODVH[SHFWDWLYDVJHQHUDGDV
SRUOD5HYROXFLyQVRYLpWLFD
— Reveses militares en MarruecosUHFKD]RDODJXHUUDGHDPSOLRVVHFWRUHV
de la sociedad y descontento dentro del Ejército por el Expediente Picasso.
(QVHSWLHPEUHGHHOFDSLWiQJHQHUDOGH&DWDOXxD3ULPRGH5LYHUDSHU-
SHWUyXQJROSHGH(VWDGRTXHMXVWL¿FyFRPRXQLQWHQWRUHJHQHUDFLRQLVWDGHVR-
lucionar los problemas del país mediante una dictadura temporal >7H[WR@. El
JROSHFRQWyFRQHODSR\RGHO(MpUFLWR\ODEXUJXHVtD HVSHFLDOPHQWHODFDWDODQD
GHVHRVDGHUHVWDXUDUHORUGHQDFXDOTXLHUSUHFLR DVtFRPRFRQODSDVLYLGDGGHO
*RELHUQR\ODVRUJDQL]DFLRQHVVRFLDOHV
)LQDOPHQWHHOGHVWLQRGH$OIRQVR;,,,TXHGyOLJDGRDOGHODGLFWDGXUDDOYD-
OLGDUHOJROSHGH(VWDGRHQFDUJDQGRD3ULPRGH5LYHUDODIRUPDFLyQGHXQQXHYR
Gobierno.
(QORVSULPHURVDxRV3ULPRGH5LYHUDFRQVLJXLyXQLPSRUWDQWHDSR\RVRFLDO
gracias a:
— El restablecimiento del orden público conseguido gracias a la ilegali-
]DFLyQGHODVRUJDQL]DFLRQHVDQDUTXLVWDV\ODSURKLELFLyQGHKXHOJDV\PDQLIHV-
taciones.
— La victoria en la guerra de Marruecos3ULPRGH5LYHUDDFHSWySHU-
manecer en Marruecos ante la presión del Ejército y la petición de Francia de
emprender acciones conjuntas contra el líder insurgente Abd el-Krim tras atacar
el protectorado francés. El triunfo militar del desembarco de Alhucemas (sep-
WLHPEUH SHUPLWLyODUHFXSHUDFLyQGHORVWHUULWRULRVSHUGLGRVHQHOdesastre
de Annual \ OD SDFL¿FDFLyQ GHO SURWHFWRUDGR 3RFR GHVSXpV 3ULPR GH 5LYHUD
HQFDUJy OD GHIHQVDGH0DUUXHFRV DOD/HJLyQ\ ORV 5HJXODUHVHYLWDQGRDVtHO
GHVJDVWHSROtWLFRGHHQYLDUWURSDVGHUHHPSOD]R
(O'LUHFWRULR&LYLOSHUVLJXLyWUHVJUDQGHVREMHWLYRV
— La paz social OD GLFWDGXUD FUHy HQ OD 2UJDQL]DFLyQ &RUSRUDWLYD
1DFLRQDO 2&1 LQVWLWXFLyQHQFDUJDGDGHUHVROYHUORVFRQÀLFWRVODERUDOHVPH-
diante comités paritarios de patronos y trabajadores. En estos comités participó
8*7KDVWD
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 181
— La prosperidad económicaODGLFWDGXUDLPSXVRXQDSROtWLFDLQWHUYHQ-
FLRQLVWD EDVDGD HQ HO SURWHFFLRQLVPR DUDQFHODULR ORV PRQRSROLRV HVWDWDOHV HQ
VHFWRUHVHVWUDWpJLFRV 7HOHIyQLFD&$036$ \ODFRQVWUXFFLyQGHLQIUDHVWUXFWX-
UDV HOHFWUL¿FDFLyQUXUDOFDUUHWHUDVSDQWDQRVUHJDGtRV 6LQHPEDUJRDXQTXH
OD HFRQRPtD SURVSHUy IDYRUHFLGD SRU OD FR\XQWXUD LQWHUQDFLRQDO ODV PHGLGDV
SURYRFDURQXQDXPHQWRGHODGHXGDS~EOLFDTXHREOLJyDGHYDOXDUODSHVHWDSDUD
IDYRUHFHUODVH[SRUWDFLRQHV
— La institucionalización del régimen3ULPRGH5LYHUDLQWHQWySHUSHWXDU
ODGLFWDGXUDDSR\iQGRVHHQXQQXHYRSDUWLGR8QLyQ3DWULyWLFD\XQQXHYRSDU-
ODPHQWROD$VDPEOHD1DFLRQDOTXHGHEtDHODERUDUXQDQXHYDFRQVWLWXFLyQ(O
UHVXOWDGRIXHXQIUDFDVRWRWDO\DTXH8QLyQ3DWULyWLFDQRFRQVLJXLyFRQYHUWLUVH
HQXQSDUWLGRGHPDVDVFDSD]GHDJOXWLQDUDWRGDODVRFLHGDG\OD$VDPEOHD1D-
FLRQDO&RQVXOWLYDTXHGyGHELOLWDGDSRUHOUHFKD]RGHO362(DSDUWLFLSDUHQHOOD
3.2./DFULVLVGHODGLFWDGXUD\HO¿QDOGHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,,
(ODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGDSDUWLUGHGHVHQFDGHQyHO¿QDOGHOD
dictadura:
— Aumento de la movilización obrera OD FULVLV HFRQyPLFD SURYRFy XQ
DXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGVRFLDO8*7SXVR¿QDODFRODERUDFLyQLQVWLWXFLRQDO
FRQ HO UpJLPHQ \ HO DQDUTXLVPR UHFXSHUy IXHU]DV FRQ OD UHRUJDQL]DFLyQ GH OD
&17\ODIXQGDFLyQGHOD)HGHUDFLyQ$QDUTXLVWD,EpULFD )$,
— Revuelta universitaria FDXVDGD SRU HO UHFKD]R HVWXGLDQWLO DO SUR\HFWR
GHKRPRORJDFLyQGHORVWtWXORVGHORVFROHJLRVXQLYHUVLWDULRVUHOLJLRVRV(VWXYR
OLGHUDGDSRUHOVLQGLFDWRXQLYHUVLWDULR)HGHUDFLyQ8QLYHUVLWDULD(VFRODU )8(
— Reorganización del republicanismo: los diferentes partidos republica-
QRV IRUPDURQ OD$OLDQ]D 5HSXEOLFDQD TXH REWXYR HO DSR\R GH ORV SULQFLSDOHV
intelectuales de la época.
— Presión del catalanismo: descontento con la política centralista.
— División en el EjércitoODVXSUHVLyQGHODHVFDODFHUUDGDGLROXJDUDYD-
rias intentonas golpistas como la Sanjuanada.
182 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
$QWHODSpUGLGDGHDSR\RVGHOUpJLPHQ$OIRQVR;,,,IRU]yODdimisión de
Primo de Rivera HQHUR SDUDHYLWDUTXHODFULVLVGHODGLFWDGXUDDUUDVWUDUD
también a la monarquía.
7UDV OD GLPLVLyQ GH 3ULPR GH 5LYHUD HO UH\ QRPEUy SUHVLGHQWH DO JHQHUDO
Dámaso Berenguer (la dictablanda FRQODPLVLyQGHYROYHUDOVLVWHPDGHOD
Restauración [Texto 7]%HUHQJXHUIXHLQFDSD]GHUHFRQGXFLUXQDVLWXDFLyQFD-
UDFWHUL]DGDSRUHODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGODERUDO\ODPRYLOL]DFLyQGHORV
QXHYRV SDUWLGRV UHSXEOLFDQRV OD L]TXLHUGLVWD$FFLyQ 5HSXEOLFDQD GH 0DQXHO
$]DxD\OD'HUHFKD/LEHUDO5HSXEOLFDQDGH1LFHWR$OFDOi=DPRUDDQWLJXRPL-
QLVWUR PRQiUTXLFR \ GHO YLHMR 3DUWLGR 5HSXEOLFDQR 5DGLFDO GH /HUURX[ TXH
KDEtDHYROXFLRQDGRKDFLDSRVLFLRQHVFHQWULVWDV
(Q DJRVWR GH UHSXEOLFDQRV \ FDWDODQLVWDV ¿UPDURQ HO Pacto de San
Sebastián >7H[WR@\IRUPDURQXQFRPLWpUHYROXFLRQDULRHQFDEH]DGRSRU$O-
FDOi=DPRUDSDUDHVWDEOHFHUXQDUHS~EOLFDGHPRFUiWLFD PiVWDUGHVHVXPyHO
362( 3DUDDFDEDUFRQODGLFWDGXUDDSRVWDEDQSRUXQSURQXQFLDPLHQWRVHFXQ-
GDGRSRUXQDKXHOJDJHQHUDO3HURWDQWRODVXEOHYDFLyQLQLFLDGDHQ-DFDHQGL-
FLHPEUHGHFRPRODKXHOJDIUDFDVDURQORVOtGHUHVPLOLWDUHVIXHURQIXVLOD-
dos (capitanes García y Galán) y los políticos encarcelados.
(QIHEUHUR$OIRQVR;,,,VXVWLWX\yD%HUHQJXHUSRUHODOPLUDQWHAznarTXH
FRQYRFy elecciones municipales SDUD DEULO GH 3HUR SDUD OD PRQDUTXtD
HUDWDUGHODVRFLHGDGLGHQWL¿FDEDGHPRFUDFLDFRQ5HS~EOLFDLQFOXLGRVWDQWRHO
LQÀX\HQWHPXQGRLQWHOHFWXDO 2UWHJD\*DVVHW0DUDxyQ\0DFKDGRFUHDURQOD
$JUXSDFLyQDO6HUYLFLRGHOD5HS~EOLFD[Texto 9]) como el catalanismo (Fran-
cesc Macià y Lluis Companys fundaron Esquerra Republicana).
(OWULXQIRHOHFWRUDOGHODFRDOLFLyQUHSXEOLFDQRVRFLDOLVWDSURYRFyODPDUFKD
DOH[LOLRGH$OIRQVR;,,,[Texto 10] y la proclamación de la Segunda Repúbli-
ca (14 de abril).
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 183
COMENTARIO DE TEXTO
Pregunta 1.&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.
Circunstancias en las que fue escrito. El año 1909 es un punto álgido en el con-
ÀLFWRFRORQLDOGH0DUUXHFRV$QWHORVFRQWLQXRVDWDTXHVGHORVULIHxRV$QWRQLR
0DXUDGHFUHWDHQMXOLRODPRYLOL]DFLyQGHWURSDVIRUPDGDVHQVXPD\RUSDUWHSRU
UHVHUYLVWDVGHODVTXLQWDV0XFKRVGHHOORVHUDQFDVDGRV\FRQKLMRVORTXHSURYR-
FyGLVWXUELRVHQ0DGULG\HQ%DUFHORQDGRQGHVHGHVDUUROOyOD6HPDQD7UiJLFD
Destinatarios. /RVGHVWLQDWDULRVVRQYDULRV8QRS~EOLFRHLQVWLWXFLRQDOHO*R-
ELHUQRGH(VSDxDRWURS~EOLFR\FROHFWLYRORVGLSXWDGRVUHSXEOLFDQRVRWURV
FROHFWLYRV\SULYDGRVODVGDPDVGHODDULVWRFUDFLD\ODFODVHREUHUD
Propósito. (OSURSyVLWRHUDPRYLOL]DUDODFODVHREUHUDHQFRQWUDGHODJHVWLyQGHO
*RELHUQRHQODJXHUUDGH0DUUXHFRVSULQFLSDOPHQWHSDUDSRQHU¿QDODPRYLOL]DFLyQ
GHORVUHVHUYLVWDV6HFRQVLJXLyXQDPRYLOL]DFLyQLPSRUWDQWHSULPHURHQIRUPDGH
KXHOJDFRLQFLGLHQGRFRQHOHPEDUTXHGHWURSDVHQ%DUFHORQD\¿QDOPHQWHFRQHSLVR-
GLRVYLROHQWRV7XYLHURQXQSURWDJRQLVPRLPSRUWDQWHORVDQDUTXLVWDVORVOHUURX[LV-
WDV\OD8*7TXHDXQTXHPLQRULWDULDHQ&DWDOXxDVHVXPyDODKXHOJD(O*RELHUQR
KL]RLQWHUYHQLUDOHMpUFLWRTXHFRQWUROyODVLWXDFLyQDSULQFLSLRVGHDJRVWR+XERXQD
JUDQUHSUHVLyQSHURODROHDGDGHSURWHVWDVVHPDQWXYR$GHPiVHQ0DUUXHFRVHO
ejército español fue derrotado en el Barranco del Lobo. El gobierno de Maura cayó.
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 185
Resumen. (OWH[WRJLUDHQWRUQRDODRSRVLFLyQDODLQWHUYHQFLyQFRORQLDOHQ0D-
UUXHFRV\HOOODPDPLHQWRDXQDKXHOJDJHQHUDOSDUDSDUDOL]DUHVDLQWHUYHQFLyQ
“Artículo 3.- Los que de palabra o por escrito, por medio de la imprenta, el grabado u
otro medio mecánico de publicación, en estampas, alegorías, caricaturas, emblemas o alu-
siones injurien u ofendan clara o encubiertamente al Ejército o a la Armada, a instituciones,
armas, clases o cuerpos determinados del mismo, serán castigados con la pena de prisión
correccional.
³$UWtFXOR'HODVFDXVDVDTXHVHUH¿HUHHODUWtFXORFRQRFHUiQORVWULEXQDOHVGHOIXHUR
de Guerra y Marina”.
Texto 2./HUURX[$OHMDQGUR/D5HEHOGtDGHVHSWLHPEUHGH
Texto 3. 3ULHWR,QGDOHFLR'LVFXUVR0DGULG3DODFLRGHODV&RUWHVGHQRYLHPEUHGH
“Se perdió Igueriben, y son los testigos de la pérdida 5.000 hombres concentrados en An-
QXDORWUDSRVLFLyQLQGHIHQGLEOHTXHHPSLH]DSRUVHUXQSXHVWRLQVLJQL¿FDQWHGHSROLFtD\SRUQR
sabemos qué razones de arte bélica, indemostrables al más rudimentario juicio que examine la
cuestión, se convierte en un campo base de concentración de 5.000 hombres sin defensa posible.
Annual es -ahí está también sangrando una frase del general Silvestre- un callejón sin salida.
“Pero es ya tarde, ya no hay tiempo; los 5.000 hombres, de los cuales una porción con-
VLGHUDELOtVLPDKDQVLGRLQFRUSRUDGRVD¿ODVVRODPHQWHFRQXQPHVGHLQVWUXFFLyQFXDQGRXQ
UHJODPHQWRTXHHVWiDKtSDUDDGRUQDUODVFROHFFLRQHVGHO'LDULR2¿FLDOHVWDEOHFHTXHHOSULPHU
periodo de instrucción de un recluta, antes de su verdadera incorporación, son tres meses; una
porción considerable de soldados bisoños que llegan allí forzados por la mala suerte, con el
recuerdo metido muy dentro de la mente de catástrofes, de tragedias sangrientas, de barrancos
del Lobo, de gente muerta a palos y a pedradas por unos moros ciegos; y aquellos hombres re-
cientemente incorporados, que no saben disparar un fusil, que no saben cargar...
“Testigos estos hombres de aquella tragedia, cuando llegan alocados unos pocos fugitivos
de Igueriben que pudieron llegar, a quienes se les da autorización para evacuar, no se le ocurre
a nadie, al ordenar la evacuación, adoptar aquellos elementos previsores, que se le ocurren
a cualquier hombre de los que no hemos estudiado en las academias militares, de proteger la
retirada de quienes han de evacuar”.
Texto 4./D$VDPEOHDGH3DUODPHQWDULRV%DUFHORQDGHMXOLRGH
“d) Que es indispensable que el acto realizado por el Ejército el día 1 de junio vaya seguido
de una profunda renovación de la vida pública española, emprendida y realizada por los ele-
mentos políticos. (...)”.
Texto 5.0DQL¿HVWRGHODKXHOJDJHQHUDO3RUHO&RPLWp1DFLRQDOGH8*7)UDQFLVFR/DUJR&DED-
OOHURYLFHSUHVLGHQWH'DQLHO$QJXLDQRYLFHVHFUHWDULR3RUHO&RPLWp1DFLRQDOGHO362(-XOLiQ
%HVWHLURYLFHSUHVLGHQWH$QGUpV6DERULWYLFHVHFUHWDULR0DGULGGHDJRVWRGH
la celebración de elecciones sinceras de unas Cortes Constituyentes que aborden en plena li-
bertad, los problemas fundamentales de la Constitución política del país. Mientras no se haya
conseguido este objeto, la organización obrera española se halla absolutamente decidida a
mantenerse en su actitud de huelga. (…)”.
Texto 6.3ULPRGH5LYHUD0LJXHO0DQL¿HVWRGHVHSWLHPEUHGH
“Españoles. Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubié-
ramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española)
de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la patria no
ven para ella otra salvación que liberarla de los profesionales de la política, de los hombres que
por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año
\DPHQD]DQD(VSDxDFRQXQSUy[LPR¿QWUiJLFR\GHVKRQURVR
³1RWHQHPRVTXHMXVWL¿FDUQXHVWURDFWRTXHHOSXHEORVDQRGHPDQGDHLPSRQH$VHVLQDWRV
de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces
e impunes atracos, depreciación de la moneda, rastreras intrigas políticas tomando por pretexto
la tragedia de Marruecos (...).
“Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u
hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que
sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que ésta recia y viril a la que nos
lanzamos por España y por el Rey. Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculi-
nidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que
para la Patria preparamos”.
“No, no es una errata. Es probable que en los libros futuros de historia de España se en-
cuentre un capítulo con el mismo nombre de este artículo. El buen lector, que es cauteloso y
alerta, habrá advertido que en esa expresión el señor Berenguer no es el sujeto del error, sino el
objeto. Y no se dice que el error sea de Berenguer, sino más bien lo contrario, que Berenguer es
el error, que Berenguer es un error.
“El estado tradicional, es decir, la Monarquía, se ha ido formando un surtido de ideas sobre
el modo de ser de los españoles. Piensa por ejemplo, que moralmente pertenecen a la familia de
los óvidos, que en política son gente mansurrona y lanar, que lo aguantan y lo sufren todo sin
rechistar, que no tienen sentido de sus deberes civiles (...).
“He aquí los motivos por los cuales el Régimen ha creído posible también en esta ocasión
VXSHUODWLYDUHVSRQGHUQRPiVTXHGHFUHWDQGRHVWD¿FFLyQDTXtQRKDSDVDGRQDGD(VWD¿FFLyQ
es el gobierno Berenguer.
190 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
“Pero esta vez se ha equivocado. Este es el error Berenguer. Al cabo de diez meses, la opinión
pública está menos resuelta que nunca a olvidar la Dictadura. Y no vale oponer a lo dicho que
el advenimiento de la Dictadura fue inevitable y, en consecuencia, irresponsable. Si el régimen la
aceptó obligado, razón de más para que al terminar se hubiese, con leal entereza, con nacional
efusión, abrazado al pueblo y le hubiese dicho: hemos padecido una incalculable desdicha. La
normalidad que constituía una unión civil de los españoles se ha roto. La continuidad de la historia
legal se ha quebrado. No existe el estado español. ¡Españoles, reconstruid vuestro estado!
“Pero no ha hecho esto, que era lo congruente con la desastrosa situación, sino todo lo
FRQWUDULR%XVFDDDOJXLHQTXHVHHQFDUJXHGHOD¿FFLyQTXHUHDOLFHODSROtWLFDGHDTXtQRKD
pasado nada. Encuentra sólo un general amnistiado.
“Ese es el error Berenguer, de que la historia hablará. Y como es irremediablemente un
error, somos nosotros y no el Régimen mismo, nosotros, gente de la calle, de tres al cuarto y nada
revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Es-
tado no existe. Reconstruidlo! Delenda est monarchia”.
Texto 8.3ULHWR,QGDOHFLR1RWDGHSUHQVD6DQ6HEDVWLiQGHDJRVWRGH
Texto 9.3pUH]GH$\DOD5DPyQ0DUDxyQ*UHJRULR2UWHJD\*DVVHW-RVp$OVHUYLFLRGHOD
República. El SolGHIHEUHURGH
Al país.
“Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo ya el amor de
PLSXHEOR0LFRQFLHQFLDPHGLFHTXHHVHGHVYtRQRVHDGH¿QLWLYRSRUTXHSURFXUpVLHPSUHVHUYLU
a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas.
Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra Patria se
mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia.
Soy el rey de todos los españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para
PDQWHQHUPLVUHJLDVSUHUURJDWLYDVHQH¿FD]IRUFHMHRFRQTXLHQHVODVFRPEDWHQ3HURUHVXHOWD-
mente, quiero apartarme de cuanto lanzara a un compatriota contra otro en fratricida guerra
civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado de
la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuentas rigurosas.
Espero conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras
habla la Nación suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto de España,
reconociéndola así como única señora de sus destinos.
También ahora creo cumplir el deber que me dicta mi amor a la Patria. Pido a Dios que tan
hondo como yo lo sientan y lo cumplan los demás españoles.”
Madrid, 14 de abril de 1931.
192 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Conferencia Internacional de Algeciras. partidos catalanes la entendieron como una
&RQYRFDGDSRU5HLQR8QLGR\$OHPDQLDSDUD agresión formando Solidaritat Catalana
frenar el expansionismo francés en el norte de FRDOLFLyQ HOHFWRUDO TXH REWXYR GH ORV
ÈIULFDHOUHVXOWDGR¿QDOIDYRUHFLyD3DUtV TXH GLSXWDGRV GH ODV SURYLQFLDV FDWDODQDV HQ ODV
REWXYR HO VXU GH 0DUUXHFRV \ /RQGUHV TXH elecciones de 1907.
HYLWyHOFRQWUROIUDQFpVGHODRULOODVXUGHO(V-
trecho de Gibraltar al encomendarse a España Pistolerismo1RPEUHFRQTXHVHFRQRFHDOD
ODFRORQL]DFLyQGHOQRUWHGH0DUUXHFRV VLWXDFLyQGHJUDQYLROHQFLDFDOOHMHUDSURGXFLGD
HQ&DWDOXxDHVSHFLDOPHQWHHQ%DUFHORQDSRU
Escala cerrada. Sistema de promoción del la decisión de la patronal de contratar pistoleros
Ejército español por el cual los ascensos de- SDUDUHVSRQGHUDODVUHLYLQGLFDFLRQHVODERUDOHV
pendían de la antigüedad y no de los méritos. RUJDQL]DGDVSRUORVVLQGLFDWRVDQDUTXLVWDV
Ley de Fugas. Ejecución extrajudicial que si- Reservistas 6ROGDGRV FX\R VHUYLFLR DFWLYR
PXODODHYDVLyQGHXQGHWHQLGRSDUDHQFXEULU KDEtD FRQFOXLGR SHUR TXH SRGtDQ VHU PRYLOL-
su asesinato tras el precepto legal que permitía ]DGRVHQFDVRGHQHFHVLGDGPLOLWDUJUDYH
a los cuerpos de seguridad disparar sobre un
IXJLWLYRTXHKXtD Sindicatos amarillos6LQGLFDWRVRUJDQL]DGRV
por la patronal y el Gobierno que actuaron
Ley de Jurisdicciones. Ley aprobada por la FRPRIXHU]DGHFKRTXHFRQWUDHOVLQGLFDOLVPR
presión de los militares sobre el Gobierno UHYROXFLRQDULRGHOD&17HQOD%DUFHORQDGH
tras el incidente del ¡Cu-Cut!UHYLVWDVDWtULFD ¿QDOHVGHOD5HVWDXUDFLyQ(OPiVLPSRUWDQWH
FDWDODQLVWD TXH SXEOLFy XQD YLxHWD RIHQVLYD fue la agrupación Sindicatos Libres.
contra el Ejército. La ley limitaba la libertad
GHH[SUHVLyQDOFRQYHUWLUHQGHOLWRFXDOTXLHU Soldados de cuota6ROGDGRVTXHSUHYLRSDJR
RIHQVD D ORV VtPERORV SDWULRV TXH DGHPiV GH XQD FXRWD DO (VWDGR HUDQ OLFHQFLDGRV WUDV
VHUtDQMX]JDGRVSRUWULEXQDOHVPLOLWDUHV/RV completar el periodo de instrucción.
UNIDAD 10
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y
LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO
DE CRISIS INTERNACIONAL (1931-1939)
196 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
GUION DE LA UNIDAD
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 199
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
El objetivo del presidente Azaña era modernizar el país resolviendo sus pro-
blemas históricos. Para ello nombró a ministros socialistas buscando el apoyo de
la clase obrera a su proyecto reformista:
— Reforma del Ejército y del orden público >7H[WR@: Azaña promovió
una reforma militar con tres objetivos: subordinación del Ejército a la autoridad
civil (supresión de la Ley de Jurisdicciones); lealtad institucional (nombramien-
WRGHR¿FLDOHV¿HOHVDOD5HS~EOLFDSDUDORVSULQFLSDOHVFDUJRV\FUHDFLyQGHOD
Guardia* GH$VDOWR \ SURIHVLRQDOL]DFLyQ UHGXFFLyQ GHO Q~PHUR GH R¿FLDOHV
mediante el retiro voluntario con mantenimiento del sueldo).
— Reforma agraria >7H[WR@: debía resolver la dramática situación de dos
millones de jornaleros. La Ley de Bases de la Reforma Agraria aprobó la expro-
piación con indemnización de grandes latifundios y su entrega a jornaleros. Fra-
FDVySRUODIDOWDGH¿QDQFLDFLyQ\ODREVWUXFFLyQMXGLFLDOGHORVSURSLHWDULRV/D
frustración entre los campesinos desembocó en ocupación de tierras y protestas
(sucesos de Casas* Viejas).
— Reforma laboral: Largo Caballero, ministro de Trabajo, aprobó la jor-
nada de ocho horas en el campo, la negociación colectiva y los Jurados Mixtos
de Arbitraje, inspirados en los Comités Paritarios de la dictadura de Primo de
Rivera.
— Descentralización territorial: se aprobó el Estatuto de Cataluña, que
UHFRQRFLyODFRR¿FLDOLGDGGHOFDWDOiQ\DPSOLDVFRPSHWHQFLDVGHDXWRJRELHU-
no (Parlamento y Generalitat). Poco después fue elegido como presidente
Francesc Macià, de Esquerra Republicana.
— Reforma educativa e impulso cultural: se promovió una educación
exclusivamente pública, laica y mixta (Ley de Congregaciones Religiosas), y
buscó reducir el analfabetismo con la creación de miles de escuelas.
Además, la República extendió la instrucción y la cultura al mundo rural
(Misiones* Pedagógicas), fomentó la lectura (Feria del Libro de Madrid) e im-
pulsó la alta cultura (Universidad Internacional de Verano de Santander, la actual
Menéndez Pelayo).
202 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
3.2./DGLPHQVLyQLQWHUQDFLRQDOGHOFRQÀLFWR
La República
La República tuvo que hacer frente a dos problemas en el primer año de
guerra:
—)DOWDGHXQPDQGRPLOLWDUXQL¿FDGR: cuando estalló el golpe de Estado
el Gobierno armó a los militantes izquierdistas, disolvió las unidades militares,
desorganizadas tras la sublevación, y dejó a las milicias el peso de la lucha [Tex-
WR@. Sin embargo, los milicianos, que fueron decisivos para evitar el triunfo de
los sublevados, carecían de preparación militar y unidad de mando, circunstan-
cia que facilitó el rápido avance de los rebeldes hasta la creación del Ejército
Popular de la República en abril de 1937.
— Falta de unidad política >7H[WR@: la República se dividió entre parti-
darios de concentrar todos los esfuerzos en ganar la guerra (republicanos, socia-
listas y comunistas) y quienes pretendían simultáneamente hacer la revolución
DQDUTXLVWDV3DUWLGR2EUHURGH8QL¿FDFLyQ0DU[LVWD²3280*²
La España sublevada
El fallecimiento accidental de Sanjurjo (20 de julio, 1936) dejó a los rebeldes
sin líder, constituyéndose una Junta de Defensa Nacional para coordinar tem-
poralmente las acciones militares. La necesidad de unidad de mando llevó a la
Junta a nombrar jefe de Gobierno y del Ejército a Franco el 1 de octubre de 1936
>7H[WR@. Franco reforzó su posición a lo largo de la guerra hasta asumir un
poder absoluto mediante dos medidas:
— Creación del partido único FET de las JONS, liderado por él mismo, mediante
HO'HFUHWRGH8QL¿FDFLyQ DEULO TXHLPSXVRODIXVLyQGHFDUOLVWDV\IDODQJLVWDV
— Concesión a Franco de la Jefatura del Estado y de la potestad de dictar
leyes (Ley de Administración Central del Estado, enero 1938).
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 213
Además del establecimiento de un sistema político dictatorial con una feroz repre-
sión (fusilamientos, encarcelamientos masivos) las consecuencias de la guerra fueron:
— &ULVLVGHPRJUi¿FD: retroceso de la natalidad durante la guerra y en la
posguerra, con medio de millón de muertos (combatientes y represaliados) y otro
medio millón de exiliados (la mayoría en Francia y México), de los que unos
doscientos mil nunca regresaron.
— Crisis económica: destrucción de infraestructuras y reducción de la pro-
ducción agrícola e industrial. La reconstrucción fue muy lenta por el endeuda-
miento del Estado (los republicanos habían gastado el oro del Banco de España
para pagar a la URSS y Franco hizo la guerra a crédito), dando lugar a una pro-
funda crisis económica (el racionamiento se mantuvo hasta principios de los 50).
— Fractura social: la política represiva de la dictadura impidió la reconci-
liación entre vencedores y vencidos, que no llegó hasta cuarenta años después
con la muerte de Franco y la aprobación de la Constitución de 1978.
— Aislamiento: el rechazo internacional a la dictadura franquista llevó a su
exclusión de la ONU (hasta 1955) y del Plan Marshall.
— $WUDVRFXOWXUDO\FLHQWt¿FR: provocado por el exilio de intelectuales y
FLHQWt¿FRVTXHDSR\DURQDOD5HS~EOLFD
214 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
COMENTARIO DE TEXTO
Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió
Tipo de texto. Por su origen es una fuente primaria, ya que el texto corresponde
al periodo histórico de los hechos a que hace referencia. Por su forma es circuns-
tancial, el documento es un discurso en el que está narrando las circunstancias que
vive España en ese momento y pretende convencer a la audiencia, en las Cortes,
para llevar a cabo las reformas necesarias en la Segunda República recién estrena-
da. Por su contenido es social y político: social porque está describiendo tres pro-
blemas concretos que hay en España en ese momento que repercuten directamente
sobre la población, y político porque las reformas que se van a plantear, para acabar
FRQHVWRVSUREOHPDVYDQDPRGL¿FDUGUiVWLFDPHQWHODHVWUXFWXUDSROtWLFDGHOSDtV
Resumen. Manuel Azaña declara que España ha resuelto uno de sus proble-
mas, ha recuperado las libertades tras el exilio del rey Alfonso XIII, pero que
todavía quedan otros por resolver: las autonomías de las regiones, el sistema de
propiedad de la tierra y, el más importante a su juicio, el «problema religioso»,
que Manuel Azaña no considera tal problema porque la religión es un tema de
conciencia y España un Estado laico.
Ideas del texto. La idea principal del texto es hacer de España un Estado laico.
+LVWyULFDPHQWHOD,JOHVLDKDEtDHMHUFLGRVLHPSUHXQDIXHUWHLQÀXHQFLDVREUHODVLQV-
tituciones civiles y entre la población. A través de las homilías en los púlpitos, como
en las aulas, transmitía el ideario católico que, en España, era la base sobre la que se
asentaba la vida social. Al proclamarse la Segunda República las izquierdas alcan-
zaron el poder y, rápidamente, una de las reformas que se planteó fue la religiosa.
La Constitución de 1931 declaró que España era aconfesional y leyes posteriores
UHVWDURQSULYLOHJLRVHLQÀXHQFLDDOD,JOHVLD(O(VWDGRQRHVWDUtDREOLJDGRDPDQWHQHU
económicamente a la Iglesia, el único matrimonio legítimo sería el civil, se legalizó
el divorcio, se habilitaron cementerios civiles, los padres tenían la obligación de
mantener a todos sus hijos, fueran o no legítimos, se les retiró el derecho a ejercer la
docencia, se prohibió la enseñanza de la religión en las aulas y, además, se le expro-
piaron muchas propiedades. En un país tradicionalmente tan católico estas medidas
resultaron antipopulares. La Iglesia y los partidos de derechas reaccionaron y denun-
ciaron al gobierno republicano-socialista como anticlerical.
Manuel Azaña menciona dos temas más. El primero, el de las autonomías,
que la derecha consideró el inicio de la desmembración de España; la derecha
se opuso al Estatuto de Cataluña (1932) y suspendió la autonomía de Cataluña
después de que el presidente de la Generalidad Lluis Campanys participase en la
Revolución de Octubre (1934). El segundo, el de la propiedad de la tierra, que el
Gobierno Republicano-Socialista intentó resolver con la reforma agraria (1932),
que derogó el Gobierno Radical cedista (1934).
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 217
“Art. 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se orga-
niza en régimen de Libertad y de Justicia.
“Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
“La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
³$UW(O(VWDGRHVSDxROQRWLHQHUHOLJLyQR¿FLDO
“Art. 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual, estará
integrado por Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyen en
régimen de autonomía.
“Art. 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier
religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias
de la moral pública. (...)
“Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose
de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura. (…)
“Art. 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos dere-
chos electorales conforme determinen las leyes.
³$UW4XHGDUHFRQRFLGRHOGHUHFKRDUHXQLUVHSDFt¿FDPHQWHVLQDUPDV
$UW/RVHVSDxROHVSRGUiQDVRFLDUVHRVLQGLFDUVHOLEUHPHQWHSDUDORVGLVWLQWRV¿QHVGH
la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
“Art. 43. (…) El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá
disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este
caso de justa cuasa. Los padres están obligados a alimentar, asistir, educar e instruir a sus hijos.
(…) Los padres tienen para con los hijos habidos fuera del matrimonio los mismos deberes que
respecto de los nacidos en él.
“Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes
o Congreso de los Diputados.
³$UW(O3UHVLGHQWHGHOD5HS~EOLFDHVHO-HIHGHO(VWDGR\SHUVRQL¿FDDOD1DFLyQ «
“Art. 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un
número de compromisarios igual al de Diputados. (…)
“Art. 81. […] El Presidente podrá disolver las Cortes hasta dos veces como máximo durante
su mandato, cuando lo estime necesario. (…)
“En el caso de segunda disolución, el primer acto de las nuevas Cortes será examinar y
resolver la necesidad del decreto de disolución de las anteriores. El voto desfavorable de la
mayoría absoluta de las Cortes llevará aneja la destitución del Presidente”.
218 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
“1. Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere
de interés por el Instituto de Reforma Agraria. (…)
“3. Las adjudicadas al Estado, región, provincia o Municipio, por razón de débito, herencia
o legado. (…)
³/DV¿QFDVU~VWLFDVGH&RUSRUDFLRQHVIXQGDFLRQHV\HVWDEOHFLPLHQWRVS~EOLFRVTXHODV
exploten en régimen de arrendamiento, aparcería cualquiera otra forma que no sea explotación
directa, exceptuando las tierras correspodientes a aquellas fundaciones en que el título exija la
conservación de las mismas, como requisito de subsistencia. (…)
“5. Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente
por los adquirentes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran
FRPSUDGDVFRQ¿QHVGHHVSHFXODFLyQRFRQHO~QLFRREMHWRGHSHUFLELUVXUHQWD «
“6. Las que constituyeron señoríos jurisdiccionales y que se hayan transmitido hasta llegar
a sus actuales dueños por herencia, legado o donación (…)
³/DVLQFXOWDVRPDQL¿HVWDPHQWHPDOFXOWLYDGDVHQWRGDDTXHOODSRUFLyQTXHSRUVXIHUWL-
lidad y favorable situación permita un cultivo permanente, con rendimiento económico superior
al actual. (…)
³4XHGDUiQH[FOXLGDVGHODDGMXGLFDFLyQWHPSRUDO\GHODH[SURSLDFLyQODVVLJXLHQWHV¿QFDV
“a) Los bienes comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias. (…)
“b) Los terrenos dedicados a explotaciones forestales. (…)
“c) Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños, siempre que su adquisición se considere
de interés por el Instituto de Reforma Agraria.
³G /DV¿QFDVTXHSRUVXHMHPSODUH[SORWDFLyQRWUDQVIRUPDFLyQSXHGDQVHUFRQVLGHUDGDV
como tipo de buen cultivo técnico o económico. (…)
“8. Las que debiendo haber sido regadas por existir un embalse y establecer la Ley la obli-
gación del riego no lo hayan sido aún, cuando todas estas circunstancias se acrediten previo
informe técnico”.
³+D\SRU~OWLPRXQVHFWRUELHQGH¿QLGRGHODVGHUHFKDVHVSDxRODVHQHOFXDOPHHQFXHQ-
tro, y que sostiene que hay un problema fundamental o una serie de problemas fundamentales
cuyas bases son: la defensa de la religión y principios espirituales; la defensa de la familia, ame-
nazada de disolución; la de la propiedad, combatida por enemigos de ella; la defensa del orden
social, que está a punto de quedarse en manos de la anarquía. (...) Mantenemos el programa
de los principios fundamentales de la Religión, Patria, Familia, Propiedad, Orden y Trabajo.
(…) Y se me preguntará: ¿Cómo quieres que actúen las derechas españolas? ¿Con mo-
narquía, con república, con qué régimen? Yo contesto: con el que sea, con el que nos permita
GHIHQGHUFRQPD\RUH¿FDFLDORTXHODVRFLHGDGQRVSLGHTXHGHIHQGDPRVSRUHQFLPDGHWRGR´
220 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
“Hacemos saber:
“Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los
intereses de la revolución, se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas con-
ducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos:
“1. El cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido
en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas.
“2. Todo individuo que posea armas debe presentarse inmediatamente ante el Comité a
LGHQWL¿FDUVXSHUVRQDOLGDG$TXLHQVHFRMDFRQDUPDVHQVXGRPLFLOLRRHQODFDOOHVLQODFR-
rrespondiente declaración, será juzgado severísimamente.
“3. Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos
que sean producto de ocultaciones, se le conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente.
El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la revolución.
³7RGRVORVYtYHUHVH[LVWHQWHVDVtFRPRDUWtFXORVGHYHVWLUTXHGDQFRQ¿VFDGRV
“5. Se ruega la presentación inmediata ante este Comité de todos los miembros pertenecien-
tes a los Comités directivos de las organizaciones obreras de la localidad para normalizar la
distribución y consumo de víveres y artículos de vestir.
“6. Los miembros de los Partidos y Juventudes obreras de la localidad deben presentarse
inmediatamente con su correspondiente carnet para constituir la Guardia Roja, que ha de velar
por el orden y la buena marcha de la Revolución”
Texto 6. José Antonio Primo de Rivera. Discurso del Teatro de la Comedia. Madrid, 29 de oc-
tubre de 1933
“7. La dignidad humana, la integridad del hombre y su libertad son valores eternos e intangi-
bles. Pero sólo es de veras el libre quien forma parte de una nación fuerte y libre. A nadie le será
lícito usar su libertad contra la unión, la fortaleza y la libertad de la Patria. Una disciplina rigurosa
impedirá todo intento dirigido a desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
“10. Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades populares,
deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas informes, propicias
a la miseria y a la desesperación. Nuestro sentido espiritual y nacional repudia también el mar-
xismo. Orientaremos el ímpetu de las clases laboriosas, hoy descarriadas por el marxismo, en el
sentido de exigir su participación directa en la gran tarea del Estado nacional.
“13. El Estado reconocerá la propiedad privada como medio lícito para el cumplimiento de
ORV¿QHVLQGLYLGXDOHVIDPLOLDUHV\VRFLDOHV\ODSURWHJHUiFRQWUDORVDEXVRVGHOJUDQFDSLWDOGH
los especuladores y de los prestamistas.
“15. Todos los españoles tienen derecho al trabajo. Las entidades públicas sostendrán ne-
cesariamente a quienes se hallen en paro forzoso.
“16. Todos los españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado Nacionalsin-
dicalista no tributará la menor consideración a los que no cumplen función alguna y aspiran a
vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás”.
“Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes po-
sible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los di-
rectivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles
castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas.
Conquistado el poder se instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata
restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejérci-
to, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de derecho”.
“Al siguiente día del alzamiento militar el gobierno republicano se encontró en esta situa-
ción: por un lado tenía que hacer frente al movimiento que desde las capitales y provincias ocu-
padas (el noroeste y el centro de la Península y buena parte de Andalucía) tomaba la ofensiva
contra Madrid; y por otro, a la insurrección de las masas proletarias, que sin atacar directa-
mente al gobierno, no le obedecían. Para combatir al fascismo, querían hacer una revolución
sindical. La amenaza más fuerte era sin duda el alzamiento militar, pero su fuerza principal
venía, por el momento, de que las masas desmandadas dejaban inerme al gobierno frente a
los enemigos de la República. Reducir aquellas masas a la disciplina, hacerlas entrar en una
222 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
organización militar del estado, con mandos dependientes del gobierno, para sostener la guerra
conforme a los planes de un Estado Mayor, ha constituido el problema capital de la República”.
Fuente: www.historiaelectoral.com
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 225
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Casas Viejas (sucesos de). Enfrentamiento Guardia de Asalto. Cuerpo de seguridad de
violento entre jornaleros anarquistas de Casas élite creado para garantizar el orden público
Viejas (Cádiz) y la Guardia de Asalto que se en las ciudades. Con su creación las autorida-
saldó con la muerte de decenas de personas, des republicanas buscaron contar con un cuer-
incluido el asesinato a sangre fría de varios po armado leal al régimen.
campesinos.
Misiones Pedagógicas. Institución fundada
Compromisario. En aquellos sistemas electo- HQFRQHO¿QGHGLIXQGLUODDOIDEHWL]DFLyQ
rales con doble votación, representante de los y la cultura entre la población rural. Estuvo
votantes en primera instancia con capacidad dirigida por Bartolomé Cossío, que contó con
para votar en elecciones de segundo grado. Los la colaboración de artistas (Luis Cernuda) y
compromisarios previstos por la Constitución el apoyo de voluntarios universitarios. Estas
de 1931 para elegir al presidente de la Repú- misiones pusieron en funcionamiento miles de
blica junto a los diputados de las Cortes eran bibliotecas públicas y desarrollaron campañas
elegidos mediante un mecanismo complejo. masivas de alfabetización y de difusión del
cine, el arte, la música, la poesía y el teatro.
Falange. Partido político de inspiración fas-
cista fundado por José Antonio Primo de Ri- Milicianos. Voluntarios (generalmente obre-
vera durante la Segunda República (1933). En ros y campesinos) armados y organizados por
1934 se unió con las Juntas de Ofensiva Na- los partidos políticos y los sindicatos favora-
cional Sindicalista (JONS) de Ramiro Ledes- bles a la República para su defensa.
ma, dando lugar a FE de las JONS. Protago-
nizó duros enfrentamientos callejeros con los Mola, Emilio (1887-1937). General del Ejér-
izquierdistas, dando lugar a la ilegalización cito de tierra. El Gobierno del Frente Popular
del partido y al encarcelamiento de Primo de lo alejó de Madrid destinándole a Pamplona
Rivera. Apoyó activamente el golpe militar de por considerarle hostil a la República. Preparó
julio de 1936. En 1937 se fusionó por orden el alzamiento de 1936. Estableció la Junta de
de Franco con los tradicionalistas, pasando a Defensa Nacional en Burgos (1936). Durante
ser denominada FET de las JONS. Con Franco la Guerra Civil estuvo al mando de las fuerzas
ocupando la jefatura, fue el único partido per- insurrectas en el frente norte.
mitido durante su dictadura.
Negrín, Juan (1892-1956). Diputado por
Giral, José (1879-1962). Político pertene- el PSOE durante la Segunda República,
ciente a Acción Republicana, fue presidente basculó hacia el PCE durante la Guerra
del Gobierno durante la Guerra Civil (1936). Civil tras ser nombrado presidente del Go-
226 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL
bierno (1937) para garantizar la llegada de 1937 durante la Guerra Civil por orden de Sta-
suministros desde la URSS. El fracaso de lin durante los Sucesos de Mayo.
su propuesta de paz (13 Puntos de Negrín)
le llevó a adoptar una política de resisten- Sucesos de Mayo. Enfrentamientos calleje-
cia a ultranza que buscó primero alargar la ros ocurridos en Barcelona en mayo de 1937
guerra hasta el estallido de un previsible como consecuencia del intento de la Generali-
conflicto europeo contra Hitler, y desde fe- tat por recuperar el control efectivo del poder,
brero de 1939 ganar tiempo para organizar en mano de anarquistas (CNT) y marxistas
la evacuación de políticos y militares repu- opuestos a Stalin (POUM). El triunfo guber-
blicanos. namental dejó cuatrocientos muertos y supuso
HO¿QGHOLQWHQWRGHOOHYDUDFDERODUHYROXFLyQ
POUM 3DUWLGR 2EUHUR GH 8QL¿FDFLyQ 0DU- social, el arrinconamiento de los anarquistas y
xista. Formación política fundada en 1935 la ilegalización del POUM (cuyos dirigentes,
como escisión del PCE y desmantelada en como Andreu Nín, fueron asesinados).
UNIDAD 11
LA DICTADURA FRANQUISTA
(1939-1975)
228 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
GUION DE LA UNIDAD
— El desarrollismo
— Carencias del desarrollismo
— Los planes de desarrollo
2.2. Transformaciones sociales: causa y evolución
— Estructura de la sociedad española
— Los cambios sociales del desarrollismo
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 231
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
Tras la Guerra Civil se estableció en España una dictadura militar que sus-
tituyó el sistema republicano (democrático, descentralizado y laico) por un ré-
gimen autoritario, centralizado y confesional en el que Franco reunía todo el
poder: jefe del Estado, de Gobierno, del Ejército y del partido único (FET de las
JONS, denominado desde 1943 Movimiento Nacional). Esta dictadura personal
se institucionalizó, gradualmente, mediante las llamadas leyes fundamentales:
— Ley de la Administración General del Estado (1938): concedió a Franco
la potestad de legislar en exclusiva.
— Fuero del Trabajo (1938): regulaba las relaciones laborales, prohibiendo
la huelga y los sindicatos.
— Ley de Cortes (1942): estableció una cámara meramente consultiva.
— Fuero de los Españoles (1945): recogía derechos cuyo ejercicio no garantizaba.
— Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): establecía como modelo
sucesorio una monarquía autoritaria cuyo rey debía ser propuesto por Franco
[Texto 1].
1974 Franco nombró a Arias* Navarro, que inició una tibia reforma política (Ley
de Asociaciones Políticas) que no contentó ni a aperturistas ni a integristas (el
búnker* $GHPiVODFULVLVHFRQyPLFDDXPHQWyODFRQÀLFWLYLGDGVRFLDOPLHQ-
tras la política represiva (encarcelamiento de líderes sindicales, fusilamiento de
miembros de ETA y del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota, FRAP)
alimentaba la presión internacional sobre el régimen. Solo el Ejército y la Falange
mantenían una lealtad inquebrantable. Cuando el 20 de noviembre de 1975 Fran-
co falleció, el régimen estaba obsoleto, dividido y repudiado internacionalmente.
Las autoridades franquistas desarrollaron tras la Guerra Civil una política eco-
QyPLFDDXWiUTXLFDFX\RREMHWLYRHUDKDFHUGH(VSDxDXQDQDFLyQDXWRVX¿FLHQWH/D
autarquía obedecía tanto a la ideología fascista del momento como al aislamiento
de España, debido a la Segunda Guerra Mundial y al posterior rechazo internacio-
QDO(VWDDXWRVX¿FLHQFLDH[LJtDXQDLQWHQVDLQWHUYHQFLyQHFRQyPLFDGHO(VWDGRTXH
pasaba por la creación de un sector industrial público (Instituto Nacional de Indus-
tria), la regulación de los precios y la limitación de las importaciones. El resultado
de la autarquía fue desastroso: no hubo crecimiento económico durante los años 40
y el racionamiento se mantuvo hasta principios de los 50.
El inminente riesgo de quiebra llevó a Franco en 1957 a formar un nuevo Go-
bierno dominado por miembros del Opus Dei, los conocidos como tecnócratas.
Los ministros Ullastres (Comercio) y Navarro Rubio (Hacienda) obtuvieron au-
torización de Franco para promover la liberalización de la economía sin alterar
la estructura autoritaria del régimen. Para ello diseñaron en 1959 un programa
que se apoyaba en dos ejes:
236 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
A pesar de sus logros, las carencias del desarrollismo también fueron impor-
tantes:
— Emigración de cerca de dos millones de españoles a la Europa industrial
(Alemania, Francia, Suiza, Bélgica y Gran Bretaña) debido al crecimiento insu-
¿FLHQWHGHODHFRQRPtDSDUDDEVRUEHUODGHPDQGDGHHPSOHR
— Bajos salarios, que mantuvieron la renta per cápita española por debajo de
la de los países del entorno.
— ,QVX¿FLHQFLDGHUHFXUVRVS~EOLFRVSDUDFUHDUXQHVWDGRGHOELHQHVWDUGH-
bido sobre todo a la práctica ausencia de impuestos sobre la renta y el capital.
— Implantación de industrias de bajo nivel tecnológico y dependientes del exterior.
— Desequilibrios territoriales: la industrialización se concentró solo en de-
terminadas regiones (Cataluña, País Vasco, Madrid, Asturias y Valencia).
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 237
Hasta los años 60 la estructura social española seguía siendo como a co-
mienzos de siglo: un país rural, dominado por una oligarquía agraria, con una pe-
TXHxDFODVHPHGLDXUEDQD\OD,JOHVLDFRPRLQVWLWXFLyQPiVLQÀX\HQWH(UDSRU
tanto, una sociedad inmovilista inspirada en los valores tradicionales católicos:
religión, familia, patria y orden. Sin embargo, el desarrollismo de los 60 provo-
có profundos cambios sociales y España pasó a ser un país urbano e industrial
>*Ui¿FD@. El auge económico y la llegada masiva de turistas alentaron nuevas
pautas de conducta que transformaron la sociedad y sus costumbres. Estos cam-
bios sociales VHUHÀHMDURQHQ
— &UHFLPLHQWRGHPRJUi¿FR: provocado por la caída de la mortalidad y el
aumento de la natalidad (baby boom de los 60).
— Mercado de trabajo ORV GDWRV GH SREODFLyQ DFWLYD GH UHÀHMDURQ
un crecimiento del sector terciario (39 %) y secundario (38 %), una fuerte caída
del sector primario (23 %) y la progresiva incorporación de la mujer al mercado
laboral.
— Movimientos migratorios: dos millones de españoles emigraron ante la
falta de empleo a la Europa industrial. En el interior, el éxodo rural despobló
238 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
DPSOLDV]RQDVUXUDOHVHQEHQH¿FLRGHiUHDVLQGXVWULDOHVFRPR&DWDOXxDRHO3DtV
Vasco [Mapa 1].
— Predominio de la población urbana: en 1975 la población urbana ascen-
GtD\DDGHOWRWDO/DH[SDQVLyQXUEDQDVHFDUDFWHUL]ySRUODIDOWDGHSODQL¿FD-
ción, que provocó un crecimiento desordenado, la aparición de ciudades dormi-
torio, el aumento de la infravivienda y la degradación de los centros históricos.
— Predominio de la clase media: el desarrollismo provocó un aumento de
la clase media urbana, que pasó a convertirse en el principal sostén del régimen
al aceptar la falta de libertades a cambio del bienestar (el denominado franquis-
mo sociológico).
— Cambios en la Iglesia: la Iglesia recuperó peso político y social durante
el franquismo, pero desde el Concilio Vaticano II se distanció notablemente del
régimen.
— Aparición de la sociedad de consumo: el aumento del nivel de vida ge-
neralizó el uso de los electrodomésticos (teléfono, lavadora, televisor, etc.), el
automóvil (Seat 600) o las vacaciones, así como la consolidación de la sociedad
de masas con el auge del fútbol o el cine. Todo ello favoreció un proceso de se-
cularización, sobre todo entre los jóvenes de las ciudades.
— Extensión de la educación: aunque la dictadura puso a la enseñanza bajo
el control de la Iglesia y al servicio de los valores tradicionales, durante el fran-
quismo se produjo la universalización de la enseñanza primaria y en su etapa
¿QDOXQQRWDEOHFUHFLPLHQWRGHODHQVHxDQ]DPHGLD\XQLYHUVLWDULD
/DRSRVLFLyQDODGLFWDGXUDFRPHQ]yGHVGHHOPLVPR¿QDOGHOD*XHUUD&LYLO
y evolucionó a lo largo de toda la etapa adaptándose a las circunstancias:
— La posguerra: el régimen desató una durísima represión para asentar las
bases del nuevo Estado y liquidar cualquier intento de disidencia. Miles de espa-
ñoles fueron encarcelados o fusilados bajo la cobertura de sucesivas leyes como
la Ley de Responsabilidades Políticas (1939) o la Ley sobre la Represión de la
Masonería y el Comunismo (1940). Por todo ello la oposición antifranquista en
los primeros años de la dictadura se limitó a sobrevivir organizada en partidas
de guerrilleros (el maquis) dirigidas por el Partido Comunista de España (PCE),
salvo en Cataluña, donde lo hizo la CNT. La principal acción guerrillera fue la
fracasada invasión del valle de Arán (1944).
Paralelamente, en el exterior la oposición intentaba obtener el apoyo de
las democracias occidentales: por un lado, el Gobierno republicano en el
exilio denunciaba el totalitarismo del nuevo Estado y reclamaba la restauración
de la democracia, y por otro, los monárquicos reivindicaban el restablecimiento
GHXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDOFRQ-XDQGH%RUEyQFRPRUH\ 0DQL¿HVWRGH
Lausana, 1945) [Texto 7].
— Los años 50 y los 60: se llevó a cabo una reorganización de la oposi-
ción. El PCE renunció a la lucha armada (disolución del maquis), concentró
VXV HVIXHU]RV HQ UHLYLQGLFDFLRQHV SDFt¿FDV GH PDVDV KXHOJD GH WUDQYtDV GH
Barcelona, revuelta universitaria de Madrid) e hizo un llamamiento a la recon-
ciliación nacional (1956).
(QORVDxRVODRSRVLFLyQDOUpJLPHQVHLQWHQVL¿Fy(O3&(IXQGyHOVLQGL-
cato clandestino Comisiones Obreras (CC. OO.) que lideró las reivindicaciones
obreras (huelga de mineros de Asturias, 1962). También en 1962 se celebró la
Conferencia* de Munich, congreso europeísta en el que participaron todos los
partidos políticos españoles democráticos, excepto los comunistas [Texto 8].
Igualmente, a principios de los 60 se reactivó el nacionalismo periférico vasco y
240 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
catalán, a la vez que nacía la organización independentista vasca ETA que pronto
se inclinaría por la estrategia violenta (terrorismo).
El régimen respondió a todo ello incrementando la represión: creación del
Tribunal de Orden Público, que juzgaba delitos políticos, y declaración del esta-
do de excepción en los momentos de máxima tensión.
— Final del franquismo: las contradicciones del desarrollismo (que generó
transformaciones sociales pero no libertades políticas) provocaron el aumento
de la oposición. El PCE continuó hegemonizando la oposición: lideró la lucha
obrera y sindical (las huelgas se multiplicaron con el inicio de la crisis econó-
mica), las protestas estudiantiles (que provocaron el cierre periódico de univer-
VLGDGHV \ORVFRQÀLFWRVYHFLQDOHV TXHFREUDURQIXHU]DHQODVEDUULDGDVGHODV
grandes ciudades).
Asimismo, en este periodo se fundaron partidos monárquicos liberales y de-
mocristianos*, liderados por personalidades procedentes del régimen margina-
das por su aperturismo, así como dos pequeños grupos terroristas de ideología
comunista (FRAP y GRAPO).
Por otro lado, a partir de los 60 la Iglesia, tradicional soporte de la dictadura,
se distanció del régimen como resultado del Concilio Vaticano II y de los cam-
bios sociales que se estaban produciendo. El clero catalán y vasco se acercó al
nacionalismo, mientras que en el resto del país un sector creciente de sacerdotes
VHXQtDDORVVLQGLFDWRVREUHURV3DUDOHODPHQWHXQSHTXHxRJUXSRGHR¿FLDOHV
fundó Unión Militar Democrática (UMD).
En 1975 el deterioro de la salud de Franco animó a la oposición democrática
a unirse en torno a dos grupos: la Junta Democrática (liderada por el PCE de
Santiago Carrillo) y la Plataforma Democrática (liderada por el PSOE de Felipe
González [Texto 9]).
R¿FLDOGHSRGHUHVDQWHHODFHOHUDGRHQYHMHFLPLHQWRGHOGLFWDGRU$¿QDOHVGHHVH
año ETA asesinó a Carrero Blanco y Franco nombró como nuevo presidente a
Arias Navarro, que promovió una tibia reforma conocida como Espíritu del
12 de febrero, fecha del discurso en que anunció sus intenciones [Texto 10]. La
reforma fue rechazada por las distintas familias del régimen (a los aperturistas
OHVSDUHFtDLQVX¿FLHQWH\DORVPLHPEURVGHOE~QNHUSHOLJURVDHLQQHFHVDULD
Además, los prometidos cambios nunca llegaron a desarrollarse, ya que la dic-
tadura desató ese mismo año una fuerte represión (ejecución del anarquista Puig
Antich, arresto del obispo vasco Añoveros).
/DVLWXDFLyQGHOUpJLPHQHPSHRUyHQDXPHQWyWDQWRODFRQÀLFWLYLGDG
social (huelgas por la crisis económica del 73), como la presión internacional
tras la caída de las últimas dictaduras de Europa occidental (Grecia y Portugal).
La respuesta del régimen fue acentuar la represión (detención de líderes políticos
y sindicales, y fusilamientos de miembros de ETA y el FRAP).
La debilidad del franquismo era tal que Marruecos aprovechó la agonía de
Franco para invadir el Sáhara Occidental (la Marcha Verde). Finalmente, el 20
de noviembre de 1975 fallecía Franco, dejando un régimen obsoleto, dividido y
sin apoyos en el exterior.
242 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
COMENTARIO DE TEXTO
“La Santa Sede Apostólica y el Estado español (…) han determinado estipu-
lar un Concordato que (…) constituya la norma que ha de regular las recíprocas
relaciones de las Altas Partes contratantes, en conformidad con la Ley de Dios
y la tradición católica de la Nación española.
Artículo I. La Religión Católica, Apostólica, Romana sigue siendo la única
de la Nación española y gozará de los derechos y de las prerrogativas que le
corresponden en conformidad con la Ley Divina y el Derecho Canónico.
Artículo VI. (…) los sacerdotes españoles diariamente elevarán preces por
España y por el Jefe del Estado, según la fórmula tradicional y las prescripcio-
nes de la Sagrada Liturgia.
Artículo XIX. 1. La Iglesia y el Estado estudiarán, de común acuerdo, la
creación de un adecuado patrimonio eclesiástico que asegure una congrua do-
tación del culto y del clero. (…).
Artículo XXVI. En todos los centros docentes de cualquier orden y grado,
sean estatales o no estatales, la enseñanza se ajustará a los principios del Dog-
ma y de la Moral de la Iglesia Católica. Los Ordinarios ejercerán libremente
su misión de vigilancia sobre dichos centros docentes en lo que concierne a la
pureza de la Fe, las buenas costumbres y la educación religiosa. (…).
Artículo XXIX. El Estado cuidará de que en las instituciones y servicios de
formación de la opinión pública, en particular en los programas de radiodi-
fusión y televisión, se dé el conveniente puesto a la exposición y defensa de la
verdad religiosa por medio de sacerdotes y religiosos designados de acuerdo
con el respectivo Ordinario.
Destinatarios. Los destinatarios del texto son las dos «Altas Partes contratan-
tes»: España y la Santa Sede.
Propósitos. 3DUDURPSHUHODLVODPLHQWRLQWHUQDFLRQDO)UDQFR¿UPyHO&RQFRU-
dato. Franco buscaba transmitir el mensaje de que el principal apoyo ideológico
del régimen no era el fascismo y sí la doctrina católica. La necesidad de Franco
de alcanzar este acuerdo le llevó a reconocer privilegios a la Iglesia española a
cambio de la legitimación internacional que el Papa proporcionaría al nacional-
catolicismo como doctrina de la dictadura.
244 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
Artículo XXVI. Conforme al artículo XXVI, los principios del catolicismo de-
bían impregnar todos los niveles de la enseñanza, tanto en los centros dirigidos
por la Iglesia como en los estatales. Esta prerrogativa aseguraba a la Iglesia el
control de la formación y de las conciencias de la juventud española, a la que
pretendió educar conforme a su doctrina.
“De conformidad con la aprobación de las Cortes y con la expresión auténtica y directa de
la voluntad de la Nación,
“DISPONGO:
“Artículo primero.- España, como unidad política, es un Estado católico, social y represen-
tativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino.
“Artículo segundo.- La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cru-
zada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde.
“Artículo tercero.- Vacante la Jefatura del Estado, asumirá sus poderes un Consejo de Re-
gencia, (…).
“Artículo sexto.- En cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la
persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente, con las
condiciones exigidas por esta Ley, y podrá, asimismo, someter a la aprobación de aquéllas la
revocación de la que hubiere propuesto, aunque ya hubiese sido aceptada por las Cortes.
“Artículo séptimo.- Cuando, vacante la Jefatura del Estado, fuese llamado a suceder en ella
el designado según el artículo anterior, el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nom-
bre y convocará conjuntamente a las Cortes y al Consejo del Reino para recibirle el juramento
prescrito en la presente Ley y proclamarle Rey o Regente.
“Artículo octavo.- Ocurrida la muerte o declarada la incapacidad del Jefe del Estado sin
que hubiese designado sucesor, el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nombre y
convocará, en el plazo de tres días, a los miembros del Gobierno y del Consejo del Reino, para
que, reunidos en sesión ininterrumpida y secreta, decidan, por dos tercios de los presentes, la
persona de estirpe regia que, poseyendo las condiciones exigidas por la presente Ley, y habida
cuenta de los supremos intereses de la Patria, deban proponer a las Cortes a título de Rey.
“(…).
“Artículo noveno.- Para ejercer la Jefatura del Estado como Rey o Regente se requerirá ser
varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer
las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes fundamentales,
así como lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional.
“(…).
“Dada en El Pardo a veintiséis de julio, de mil novecientos cuarenta y siete”.
FRANCISCO FRANCO
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 247
“Desde abril de 1931, cuando el Rey, mi padre, decidió dejar en suspenso sus prerrogati-
vas, España ha atravesado uno de los periodos más trágicos de su Historia. En el transcurso
de cinco años de República, el estado de inseguridad y de anarquía a que habían dado lugar
los innumerables atentados, huelgas y toda clase de desórdenes, provocó la guerra civil que
GXUDQWHWUHVDxRVKDHQVDQJUHQWDGRQXHVWUDSDWULD(OJHQHURVRVDFUL¿FLRGHO5H\GHDEDQGRQDU
HOWHUULWRULRQDFLRQDOD¿QGHHYLWDUODHIXVLyQGHVDQJUHIXHLQ~WLO
“Españoles: Conozco vuestra dolorosa desilusión y comparto vuestros temores. Acaso lo
sienta más en carne viva que vosotros, ya que, en el libre ambiente de esta atalaya centroeuro-
pea, donde la voluntad de Dios me ha situado, no pesan sobre mi espíritu ni vendas ni mordazas.
A diario puedo escuchar y meditar lo que se dice sobre España. Hoy, seis años después del
¿QDOGHODJXHUUDFLYLOHOUpJLPHQHVWDEOHFLGRSRUHOJHQHUDO)UDQFRLQVSLUDGRHQORVVLVWHPDV
totalitarios de las potencias del eje, tan contrario por otra parte al carácter y a la tradición de
un pueblo como el nuestro, es fundamentalmente incompatible con las circunstancias que la
presente guerra mundial ha creado en el mundo. La política exterior seguida por el régimen
compromete también el porvenir de la nación. Corre España el riesgo de verse arrastrada a una
nueva lucha fratricida y de encontrarse totalmente aislada del mundo.
“Sólo la monarquía tradicional puede llegar a ser instrumento de paz y de concordia para re-
conciliar a los españoles. Sólo ella puede obtener el respeto del exterior sobre la base de un autén-
tico estado de derecho. Cuando en 1941, después de la muerte de mi padre, Alfonso XIII, Yo asumí
los derechos vinculados a la corona de España no tardé en mostrar mi desacuerdo con la política
interior y exterior seguida por el general Franco. Por estas razones me decido a hacer oír mi voz
y pedir solemnemente al general Franco que abandone el poder y deje vía libre a la restauración
del régimen tradicional de España. Por estas razones, me resuelvo, para descargar mi conciencia
del agobio cada día más apremiante de la responsabilidad que me incumbe, a levantar mi voz y
requerir solemnemente al general Franco para que, reconociendo el fracaso de su concepción to-
250 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
talitaria del Estado, abandone el Poder y dé libre paso a la restauración del régimen tradicional de
España, único capaz de garantizar la Religión, el Orden y la Libertad. Bajola Monarquía -recon-
ciliadora, justiciera y tolerante- caben cuantas reformas demande el interés de la Nación. (...)”.
“El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Múnich, estima que la integración, ya
en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos ins-
WLWXFLRQHVGHPRFUiWLFDVORTXHVLJQL¿FDHQHOFDVRGH(VSDxDGHDFXHUGRFRQOD&RQYHQFLyQ
Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:
“1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que ga-
ranticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
“2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de
libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
“3. El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
“4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los
trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de la huelga.
“5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el
reconocimiento de los derechos de la oposición.
“El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores
bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un elemento esencial; y
WRPDQRWDGHTXHWRGRVORVGHOHJDGRVHVSDxROHVSUHVHQWHVHQHO&RQJUHVRH[SUHVDQVX¿UPH
convencimiento de que la inmensa mayoría de esos españoles desean que esa evolución se lleve
a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las
circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a
toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo”.
“Si otra y venturosamente distinta es la sociedad a la que servimos, otros han de ser el ta-
lante y los modos con los que el poder ha de encarar sus exigencias. La más exacta y cabal mani-
festación de lealtad consiste en saber actualizar la vigencia de unos Principios Fundamentales
permanentes, buscando su traducción exacta a las demandas de una sociedad cambiante; (...)
QDGDFRQYLHQHPHQRVFRQODSURIXQGDUHDOLGDGKLVWyULFDGHOUpJLPHQ\FRQHOSHU¿OGHHVWDGLVWD
del Jefe del Estado que el reproche del inmovilismo. (...)
“Derecho de asociación:
“(…)
“Cuarto. El estudio y redacción de un estatuto del derecho de asociación para promover
la ordenada concurrencia de criterios, conforme a los principios y normas de nuestras Leyes
Fundamentales. (...) Es deseo del Gobierno que las entidades asociativas reconocidas y regu-
ladas por aquel Estatuto puedan comparecer, sin tardanza, en la vida política nacional”.
Renta per
cápita ($) 370 337 646 927 2539
Castilla-La Mancha
470.610 Valencia
Extremadura -1.017.245 Baleares
-695.639 119.837
Murcia
Andalucía -234.785
-1.817.799
Canarias
108.904
Elaboración propia. Datos obtenidos de Fernando García de Cortázar, Atlas de Historia de España,
Editorial Planeta
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 253
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Arias Navarro, Carlos (1908-1989). Jurista GHODGHPRFUDFLD&DOL¿FDGRFRPRcontuber-
que destacó durante la Guerra Civil por la re- nio de Munich por el régimen, los asistentes
SUHVLyQOOHYDGDDFDERFRPR¿VFDOHQ0iODJD que regresaron a España fueron perseguidos
tras su ocupación por las tropas franquistas. por las autoridades franquistas, quienes tam-
Desempeñó diversos cargos políticos durante bién desataron una campaña de desprestigio
la dictadura y los primeros años de la Transi- contra los participantes exiliados.
ción: gobernador en varias provincias (1944-
1957), director general de Seguridad (1957- Crisis internacional del petróleo. Crisis eco-
1965), alcalde de Madrid (1965-1973) y pre- nómica mundial provocada por el alza en el
sidente del Gobierno (1973-1976). precio del petróleo acordada por los Estados
miembros de la Organización de Países Ex-
Búnker. Denominación que hace referencia al portadores de Petróleo (OPEP) en 1973 tras la
movimiento político de extrema derecha en la derrota de Egipto y Siria en la guerra de Yom
España de 1970. Careció de estructura orga- Kippur como respuesta al apoyo de Occidente
nizativa y estuvo liderado por personalidades a Israel.
del franquismo de todos los ámbitos: falangis-
tas, militares, religiosos y por la organización Concilio Vaticano II (1959-1965). Junta cele-
Fuerza Nueva de Blas Piñar. Todos ellos se brada entre 1959 y 1965 en la que participaron
oponían a la reforma del franquismo y defen- todos los obispos católicos del mundo para
dían el Movimiento Nacional. El periódico discutir y llegar a acuerdos sobre diversas ma-
PiVLPSRUWDQWHGHOE~QNHUIXHEl Alcázar. WHULDVFRQHO¿QGHLPSXOVDUODDGDSWDFLyQGH
la Iglesia a los importantes cambios sociales
Carrero Blanco, Luis (1903-1973). Militar vividos en las últimas décadas.
de la Armada española que alcanzó el grado
de almirante. Ocupó diversos cargos políticos Democracia cristiana. Corriente política que
durante la dictadura de Franco: subsecretario trata de aunar los principios del liberalismo
de Presidencia de Gobierno (1940), vicepre- democrático y la economía de mercado con
sidente del Gobierno (1967) y presidente del las premisas del pensamiento social cristiano.
Gobierno (1973) hasta su asesinato por ETA.
Marcha Verde. Invasión civil del Sáhara Oc-
Conferencia de Munich (1962). Cuarto con- cidental español dirigida por el rey Hassan II
greso celebrado por el Movimiento Europeo al GH0DUUXHFRVHQQRYLHPEUHGHTXH¿QD-
que asistieron 118 políticos españoles llegados lizó con el abandono de la colonia por España
desde España o el exilio, en el que se instó a la tras la retirada del Ejército, que recibió órde-
reconciliación nacional y el restablecimiento nes de no abrir fuego contra los participantes.
254 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA
DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN
EN EUROPA (DESDE 1975)
256 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
GUION DE LA UNIDAD
COMENTARIO DE TEXTO
GLOSARIO DE LA UNIDAD
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 259
DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS
7UDVODPXHUWHGH)UDQFRHOGHQRYLHPEUHGHHQXQDPELHQWHGH
LQFHUWLGXPEUHVHRIUHFtDQWUHVDOWHUQDWLYDVSROtWLFDV
— ContinuismoHOGHQRPLQDGRbúnker H[PLQLVWURVIDODQJLVWDVJUXSRVGH
H[WUHPDGHUHFKD\XQVHFWRUGHO(MpUFLWR GHIHQGtDPDQWHQHUODGLFWDGXUDEDMR
XQDPRQDUTXtDDXWRULWDULD
— ReformismoORVIUDQTXLVWDVDSHUWXULVWDV 0DQXHO)UDJD SURSRQtDQLP
SXOVDUXQDWUDQVLFLyQOHJDOGHODGLFWDGXUDDXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDODQWHOD
LQYLDELOLGDGGHPDQWHQHUODGLFWDGXUD
— RupturaODRSRVLFLyQGHPRFUiWLFDOLGHUDGDSRUHO3&(EXVFDEDOLTXLGDU
ODOHJDOLGDGIUDQTXLVWDHLQVWDXUDUXQDGHPRFUDFLDVLPLODUDODVRFFLGHQWDOHV
EOH ¿QGHODVGLFWDGXUDVGH*UHFLD\3RUWXJDODPELHQWHGHGLVWHQVLyQHQWUHORV
EORTXHVGHOD*XHUUD)UtD 6LQHPEDUJRORVREVWiFXORVIXHURQQRWDEOHVGHELGR
DODHOHYDGDFRQÀLFWLYLGDGVRFLDOODVWHQVLRQHVSROtWLFDV\ODFULVLVHFRQyPLFD
-XDQ&DUORV,DVXPLyOD-HIDWXUDGH(VWDGRWUDVVHUFRURQDGRGRVGtDVGHVSXpV
GHPRULU)UDQFRHQWUHHOUHFKD]RGHODRSRVLFLyQ\HOUHFHORGHOE~QNHUHLQFOXVR
GHVXSDGUH-XDQGH%RUEyQTXHQRUHQXQFLyDOWURQRKDVWD(QVXSULPHU
discurso manifestó su deseo de ser el «rey de todos los españoles» [Texto 1] y
UDWL¿FyDArias Navarro como presidente3HURODOHQWLWXGGHODVUHIRUPDVTXH
UHÀHMDEDHOHVFDVRLQWHUpVGH$ULDVHQLPSODQWDUODGHPRFUDFLDSURYRFyODXQLyQ
GHODRSRVLFLyQHQODSODWDIRUPD&RRUGLQDFLyQ'HPRFUiWLFDTXHLPSXOVyODPR
YLOL]DFLyQSRSXODUH[LJLHQGRDPQLVWtD\GHPRFUDFLD
/DUHVSXHVWDGHOUH\IXHIRU]DUODGLPLVLyQGH$ULDV1DYDUUR MXOLRGH
y nombrar presidente a Adolfo Suárez con la misión de liderar la transición de
ODGLFWDGXUDDODGHPRFUDFLDVLQURPSHUFRQODOHJDOLGDGIUDQTXLVWD ©de la ley,
a la leyª 3DUDHOOR6XiUH]UHGDFWyODLey para la Reforma Política >7H[WR@
ORJUDQGR TXH ODV &RUWHV IUDQTXLVWDV OD DSUREDUDQ /D OH\ IXH DSUREDGD SRU XQD
DPSOLDPD\RUtDHQXQUHIHUpQGXP*DSHVDUGHTXHODH[WUHPDGHUHFKDYRWyHQ
FRQWUD\ODL]TXLHUGDTXHD~QQRFRQ¿DEDHQ6XiUH]VHDEVWXYR5HIRU]DGRSRUHO
UHIHUpQGXP6XiUH]FRPHQ]yDQHJRFLDUFRQODRSRVLFLyQDSULQFLSLRVGHORV
SDUWLGRVDQWLIUDQTXLVWDVGHELOLWDGRVSRUHOUHVXOWDGRGHOUHIHUpQGXPDFHSWDURQOD
PRQDUTXtD\HOUHIRUPLVPRFRPRYtDSDUDLPSODQWDUODGHPRFUDFLDDFDPELRHO
*RELHUQRDSUREyYDULDVPHGLGDVSDUDOLTXLGDUODGLFWDGXUDFRPRODlegalización
de todos los partidosLQFOXLGRHO3&(\ODFRQFHVLyQGHXQDDPQLVWtDSROtWLFD
(QMXQLRGHVHFRQYRFDURQODVSULPHUDVHOHFFLRQHVOLEUHVGHVGH
*DQySRUPD\RUtDVLPSOHUnión de Centro Democrático 8&' SDUWLGRIXQGD
do por Adolfo SuárezDSDUWLUGHSHTXHxRVSDUWLGRVOLEHUDOHV\GHPRFULVWLDQRV
(O362(IXHODVHJXQGDIXHU]D\ORVQDFLRQDOLVWDV &RQYHUJHQFLD'HPRFUiWLFD
319 REWXYLHURQEXHQRVUHVXOWDGRV(O3&(GH&DUULOOR\ODGHUHFKDUHSUHVHQ
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 261
WDGDSRUOD$OLDQ]D3RSXODU $3 GH)UDJDWXYLHURQUHVXOWDGRVGHFHSFLRQDQWHV
\ODH[WUHPDGHUHFKDIUDQTXLVWDQRREWXYRUHSUHVHQWDFLyQ6XiUH]IRUPyXQ*R
ELHUQRHQPLQRUtDFX\DQHFHVLGDGGHDSR\RSDUODPHQWDULRIDFLOLWyXQHVStULWXGH
FRQVHQVRTXHSHUPLWLyDOFDQ]DUJUDQGHVDFXHUGRV
— Pactos de la MoncloaDFXHUGRHQWUHSDUWLGRVSDWURQDO\VLQGLFDWRVSDUD
KDFHUIUHQWHDODFULVLVHFRQyPLFD
— DescentralizaciónVHUHVWDEOHFLyODGeneralitat \VHDSUREyXQUpJLPHQ
SUHDXWRQyPLFRSDUDHO3DtV9DVFR
— Elaboración de una constituciónGHEtDVHUVRPHWLGDDUHIHUpQGXPSDUD
su aprobación.
/DV&RUWHVHOHJLGDVHQMXQLRGHHODERUDURQXQD&RQVWLWXFLyQTXHIXH
fruto del consenso general entre partidos. Para ello se formó una comisión con
UHSUHVHQWDQWHV GH ODV SULQFLSDOHV IXHU]DV WUHV GH 8&' \ XQR GH 362( 3&(
$3\ORVQDFLRQDOLVWDVFDWDODQHV TXHHODERUyXQborrador de la Constitución
DSUREDGR SRU ODV &RUWHV HO 319 VH DEVWXYR WUDV QXPHURVDV HQPLHQGDV La
&RQVWLWXFLyQIXHUDWL¿FDGDHQUHIHUpQGXPHOGHGLFLHPEUHGH6XV
principales rasgos son [Texto comentado]
—(VSDxDVHGH¿QHFRPRXQEstado social y democrático de derecho, don
GHODVREHUDQtDODHMHUFHHOSXHEOR
— Establece una monarquía parlamentariaHQODTXHHQODTXHHOUH\UHLQD
SHURQRJRELHUQDHQFDUQDODXQLGDGQDFLRQDOGH(VSDxD\HMHUFHODMHIDWXUDGHODV
)XHU]DV$UPDGDV EDMRODDXWRULGDGGHOPLQLVWURGH'HIHQVD
— Reconoce amplios derechosOLEHUWDGHVLQGLYLGXDOHVGHUHFKRVVRFLDOHV
HGXFDFLyQ \ODDFRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGR
— División de poderes
- LegislativoUHFDHHQXQDV&RUWHVELFDPHUDOHV(O&RQJUHVRGHORV'L
SXWDGRV HOHJLGRPHGLDQWHXQVLVWHPD*SURSRUFLRQDOFRUUHJLGR HOLJHDO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQRFRQWURODDO(MHFXWLYRHODERUDOH\HV\YRWDORV
262 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
$SURYHFKDQGRODGHELOLGDGGHORVSULPHURV*RELHUQRVGHOD7UDQVLFLyQJUX
SRVGHGLIHUHQWHVLGHRORJtDVH[WUHPDVLQWHQWDURQORJUDUVXVREMHWLYRVDWUDYpVGH
ODIXHU]D
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 263
/D8&' SDUWLGRIXQGDGRSRU6XiUH]DSDUWLUGHSHTXHxRVSDUWLGRVOLEHUDOHV
\GHPRFULVWLDQRV JDQySRUPD\RUtDVLPSOHODVHOHFFLRQHVGHMXQLRGHFRQ
HO 362( FRPR VHJXQGD IXHU]D 6XiUH] IRUPy XQ *RELHUQR HQ PLQRUtD FX\D
QHFHVLGDGGHDSR\RSDUODPHQWDULRIDFLOLWyXQHVStULWXGHFRQVHQVRTXHSHUPLWLy
DOFDQ]DULPSRUWDQWHVDFXHUGRV
— Pactos de la Moncloa >7H[WR@DFXHUGRHQWUHSDUWLGRVSDWURQDO\VLQ
GLFDWRV SDUD KDFHU IUHQWH D OD FULVLV HFRQyPLFD PHGLDQWH OD FRQWHQFLyQ GH ORV
VDODULRV\GHOJDVWRS~EOLFR SHURFRQLQFUHPHQWRGHODVSDUWLGDVVRFLDOHV
— Descentralización VH UHVWDEOHFLy OD Generalitat UHJUHVDQGR GHO H[LOLR
su president-RVHS7DUUDGHOODV \VHDSUREyXQUpJLPHQSUHDXWRQyPLFRSDUDHO
3DtV9DVFR
— Elaboración de una ConstituciónUDWL¿FDGDHQUHIHUpQGXPHOGHGL
FLHPEUHGH
$SUREDGDOD&RQVWLWXFLyQ6XiUH]FRQYRFyHQXQDVQXHYDVHOHFFLRQHV
TXHJDQy8&'GHQXHYRSRUPD\RUtDVLPSOH/DOHJLVODWXUDHVWXYRPDUFDGDSRU
ODFULVLVHFRQyPLFDODGLYLVLyQLQWHUQDGHOD8&'HODFRVRFRQWLQXRGHODRSRVL
FLyQ PRFLyQGHFHQVXUDGHO362( \ODSUHVLyQGHORVPLOLWDUHVKDFLD6XiUH]DO
TXHDFXVDEDQGHURPSHUODXQLGDGGH(VSDxDSRUHODYDQFHGHOSURFHVRDXWRQyPL
FR\ODHVFDODGDWHUURULVWD)LQDOPHQWHWUDVHOIUDFDVRGH8&'HQODVHOHFFLRQHV
DXWRQyPLFDV\PXQLFLSDOHV6XiUH]GLPLWLyHQIHEUHURGHFXHVWLRQDGRSRU
VXSURSLRSDUWLGR/D8&'SURSXVRFRPRFDQGLGDWRD/HRSROGR&DOYR6RWHOR
El 23 de febreroPLOLWDUHVGHH[WUHPDGHUHFKDOOHYDURQDFDERXQgolpe de
Estado(OWHQLHQWHFRURQHO7HMHURDOPDQGRGHXQJUXSRGHJXDUGLDFLYLOHVDVDO
WyHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRVGXUDQWHODVHVLyQGHLQYHVWLGXUDGH&DOYR6RWHOR
[Imagen 1]. El pronunciamiento fracasó por la actitud del rey en defensa de la
democracia >7H[WR @ \ HO HVFDVR DSR\R GHO (MpUFLWR VROR HO WHQLHQWH JHQHUDO
0LOiQGHO%RVFKVHVXPyDELHUWDPHQWHDOJROSHHQ9DOHQFLD
/RVSULQFLSDOHVKLWRVGHOGobierno de Calvo Sotelo fueron la aprobación
GHOD/H\GHO'LYRUFLR UHFKD]DGDSRUOD,JOHVLD \HOLQJUHVRHQOD27$1* UH
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 265
FKD]DGRSRUODL]TXLHUGD $QWHHODXPHQWRGHODGLYLVLyQLQWHUQDGHOD8&'HO
SUHVLGHQWHDGHODQWyODVHOHFFLRQHVSDUDRFWXEUHGHTXHJDQyHO362(SRU
PD\RUtDDEVROXWD6XYLFWRULDVXSXVRHO¿QGHOD7UDQVLFLyQ\DTXHHODFFHVRGH
ODL]TXLHUGDDO*RELHUQRVLJQL¿FyODQRUPDOL]DFLyQGHPRFUiWLFD
(Q HO PSOE YROYLy D JDQDU ODV HOHFFLRQHV SHUR DKRUD SRU PD\R
UtDVLPSOH>0DSD@WHQLHQGRTXHQHJRFLDUFRQORVQDFLRQDOLVWDVFDWDODQHV
&L8 VX DSR\R SDUODPHQWDULR (VWD ~OWLPD OHJLVODWXUD HVWXYR PDUFDGD SRU
la crisis económica y los casos de corrupción %DQFRGH(VSDxD*XDUGLD
&LYLO \ODJXHUUDVXFLDGHORV*$/*(Q&L8UHWLUyVXDSR\RDO362(
\)HOLSH*RQ]iOH]FRQYRFyHOHFFLRQHVDQWLFLSDGDVJDQDGDVSRU-RVp0DUtD
$]QDU PP
— Políticas y socialesHOLQJUHVRHQOD&((VLJQL¿FDEDHODFHUFDPLHQWRD
(XURSDSRQLHQGR¿QDXQVLJORGHDLVODPLHQWR
/DLQWHJUDFLyQHQOD8QLyQ(XURSHD 8( KDWHQLGRLPSRUWDQWHVFRQVHFXHQ
FLDVSDUD(VSDxD
Consecuencias legales
(VSDxDKDWHQLGRTXHDMXVWDUVXOHJLVODFLyQDORVSULQFLSLRVUHFWRUHVGHOD
8QLyQ
— Libre circulación de ciudadanos LQFOX\HQGRODOLEHUWDGGHUHVLGHQFLD
\WUDEDMR bienes VXSUHVLyQGHGHUHFKRVDGXDQHURVDGRSFLyQGHXQDSROtWLFD
DUDQFHODULDFRP~Q y capitales.
— Implantación del IVALPSXHVWRTXHJUDYDHOFRQVXPRFRQHOREMHWLYRGH
¿QDQFLDUODVSROtWLFDVFRPXQLWDULDV
— Asunción de la Política* Agraria Común 3$& TXHLPSOLFyHOHVWDEOH
cimiento de cuotas de producción en algunos productos y el apoyo a los agricul
WRUHVPHGLDQWHVXEYHQFLRQHVSDUDDOJXQRVFXOWLYRV
Consecuencias económicas
/DLQWHJUDFLyQHVSDxRODHQHOPHUFDGRFRPXQLWDULRKDVXSXHVWRHQRUPHVUH
WRV\RSRUWXQLGDGHVSDUDODHFRQRPtDQDFLRQDOTXHKDWUDQVIRUPDGRVXHVWUXF
WXUDSURGXFWLYDKDFLpQGRODPiVFRPSHWLWLYDHQXQHVFHQDULRPXQGLDOFDGDYH]
PiVJOREDOL]DGR
— Reconversión industrial GH VHFWRUHV WUDGLFLRQDOHV SRFR FRPSHWLWLYRV
PLQHUtDVLGHUXUJLD
— Liberalización de la economíaTXHKDOOHYDGRDODSULYDWL]DFLyQGHHP
SUHVDVS~EOLFDV\DO¿QGHOPRQRSROLRGHVHFWRUHVHVWUDWpJLFRV WHOHFRPXQLFDFLR
QHVFDUEXUDQWHVHWF
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 271
Consecuencias sociales
/DHQWUDGDHQOD8(VLJQL¿FyODLQWHJUDFLyQGH(VSDxDHQHOPRGHORVR
FLDO\FXOWXUDOHXURSHRUHIRU]DQGRODVEDVHVGHODHVWDELOLGDGVRFLDO\ODGH
mocracia.
— Recepción de inversionesFXDQWLRVDVDWUDYpVGHO)RQGR*6RFLDO(XURSHR
)6( HO)RQGR*(XURSHRGH2ULHQWDFLyQ\*DUDQWtD$JUtFROD )(2*$ \HO
)RQGR*(XURSHRGH'HVDUUROOR5HJLRQDO )('(5 (VWDVD\XGDVIDYRUHFLHURQOD
LPSODQWDFLyQGHOPRGHORHXURSHRGHOHVWDGRGHOELHQHVWDU HGXFDFLyQVDQLGDG
GHSHQGHQFLDGHVDUUROORUHJLRQDOHWF
— Aumento de la movilidad laboral. La libre circulación de ciudadanos
GHOD8(KDSHUPLWLGRDORVHVSDxROHVWUDEDMDUHQFXDOTXLHU(VWDGRPLHPEURHQ
LJXDOHVFRQGLFLRQHVTXHVXVFLXGDGDQRV
— Participación en el proceso de integración universitariaDWUDYpVGHOD
RUGHQDFLyQDFDGpPLFDGHOHVSDFLRFRP~QGHODHQVHxDQ]DVXSHULRU 3ODQ%ROR
QLD \ORVSURJUDPDVGHPRYLOLGDGHLQWHUFDPELR (UDVPXV
'HVGHVXLQJUHVRHQOD&(((VSDxDKDSDUWLFLSDGRFRPRXQPLHPEURPiV
FRQFODUDYRFDFLyQHXURSHtVWDHQORVSURFHVRVGHUHIRUPDGHODVLQVWLWXFLRQHV
HXURSHDVTXHKDQWHQLGRFRPRREMHWLYRDFHOHUDUHOSURFHVRGHLQWHJUDFLyQFR
PXQLWDULR\HOUHIRU]DPLHQWRGHORVyUJDQRVGHGHFLVLyQ(OKLWRPiVLPSRUWDQWH
KDVLGROD¿UPDGHOTratado de Maastricht (1992)SRUHOTXHOD&((DGRSWyHO
actual nombre de Unión Europea y aprobó la adopción de tres grandes ejes de
DFWXDFLyQSDUDDOFDQ]DUODDQKHODGDintegración
— PolíticaVHHVWDEOHFLHURQODVEDVHVSDUDDGRSWDUXQDSROtWLFDH[WHULRUFR
P~QTXHQRKDGDGRORVIUXWRVHVSHUDGRV
— Social VH DSUREy OD FUHDFLyQ GH ORV IRQGRV GH FRKHVLyQ TXH VXIUD
JDGRVSRUORVSDtVHVPiVULFRVHVWiQGHVWLQDGRVDUHGXFLUODGLIHUHQFLDFRQ
ORV(VWDGRVPiVSREUHVDWUDYpVGHVXFUHFLPLHQWR(VSDxDDOVHUXQRGHORV
SDtVHVFRQUHQWDLQIHULRUDODPHGLDHXURSHDKDVLGRXQRGHORVSULQFLSDOHV
EHQH¿FLDULRV
— EconómicaWUDVODDSUREDFLyQHQGHO$FWDÒQLFD(XURSHDVHDFRUGy
HVWDEOHFHUSDUDHODxRXQDunión monetariaHLPSODQWDUXQDGLYLVD~QLFD
el euro3DUDIRUPDUSDUWHGHORVSDtVHVLQWHJUDGRVHQHOHXURVHUHTXHUtDFXPSOLU
unos criterios de convergencia económicaTXHSDVDEDQSRUUHGXFLUODGHXGD
S~EOLFD KDVWDHOGHO3,% \ODLQÀDFLyQ3DUDHOORORV*RELHUQRVGH$]QDU
DSOLFDURQXQDSROtWLFDOLEHUDOGHSULYDWL]DFLRQHV 7HOHIyQLFD(1'(6$5HSVRO
HWF \XQDMXVWHSUHVXSXHVWDULRTXHSHUPLWLyFXPSOLUORVFULWHULRVGHFRQYHUJHQ
FLDSHUPLWLHQGRODHQWUDGDHQODHXUR]RQD
)LQDOPHQWHHOFRPSURPLVRGH(VSDxDFRQHOSUR\HFWRHXURSHRVHKDPDQL
IHVWDGRWDPELpQHQHOrespaldo al proceso de ampliaciónKDFLDHOQRUWH\HVWH
GH(XURSDKDVWDOOHJDUDORVYHLQWLRFKR(VWDGRVPLHPEURVDFWXDOHVXQRPHQRV
WUDVODVDOLGDGH5HLQR8QLGRHQ %UH[LW
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 273
COMENTARIO DE TEXTO
Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRDXWRUFLUFXQVWDQFLDV
concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.
Autor.(VS~EOLFR\FROHFWLYROD&RQVWLWXFLyQIXHHODERUDGDSRUORVGLSXWDGRV
QDFLRQDOHVHQODV&RUWHV &RQJUHVR\6HQDGR HOHJLGRVHQXQDVHOHFFLRQHVOLEUHV
Circunstancias en las que fue escrito. $O LQLFLR GH OD7UDQVLFLyQ HWDSD TXH
FRPHQ]yD¿QDOHVGHFRQODPXHUWHGHOJHQHUDO)UDQFLVFR)UDQFR\ODFRUR
QDFLyQGH-XDQ&DUORV,\TXHWHUPLQyHQFRQODOOHJDGDGHO362(al poder.
/D7UDQVLFLyQHVSDxRODVHKDFRQVLGHUDGRXQHMHPSORGHFDPELRSDFt¿FRGHXQ
UpJLPHQGLFWDWRULDO IUDQTXLVPR DRWURGHPRFUiWLFR
Destinatario. (OGHVWLQDWDULRHVFROHFWLYR\S~EOLFRODQDFLyQHVSDxROD
Propósito. /D&RQVWLWXFLyQWHQtDFRPRREMHWLYRLQVWDXUDUXQUpJLPHQGHPRFUi
WLFRTXHIXHUDDFHSWDGRSRUWRGDODVRFLHGDG\ODVIXHU]DVSROtWLFDV3RUHOORHO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQR$GROIR6XiUH]IDYRUHFLyODHODERUDFLyQGHXQERUUDGRU
GHOD&RQVWLWXFLyQHQHOTXHSDUWLFLSDURQUHSUHVHQWDQWHVGHWRGDVODVWHQGHQFLDV
ORVGHQRPLQDGRV padres de la Constitución IXHUHGDFWDGRFRQ espíritu de con-
senso\QRFRPRXQDLPSRVLFLyQGHODVPD\RUtDVSDUODPHQWDULDV XQFRQVHQVR
\DHQVD\DGRHQORV3DFWRVGHOD0RQFORD . La Constitución se aprobó en las Cor
WHVSRUWRGRVORVSDUWLGRVSROtWLFRVFRQODDEVWHQFLyQGHO319\HQUHIHUpQGXP
HOGHGLFLHPEUHGH
276 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
Resumen. /RV DVSHFWRV IXQGDPHQWDOHV GHO UpJLPHQ SROtWLFR TXH HVWDEOHFH OD
&RQVWLWXFLyQGHTXHGDQUHVXPLGRVHQORVDUWtFXORV\GHO7tWXOR3UHOL
PLQDU
— (OUpJLPHQSROtWLFRHVODPRQDUTXtDSDUODPHQWDULD $UW (OUH\HVHO-HIH
GHO(VWDGRSHURVRORWLHQHIXQFLRQHVUHSUHVHQWDWLYDVUHLQDSHURQRJRELHUQD $UW
VXVDFWRVGHEHQVHUUHIUHQGDGRVSRUHOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQRRORVPLQLVWURV
$UW /DPRQDUTXtDQRVHFRQVLGHUDXQSRGHU\VtXQyUJDQRGHO(VWDGR
— (OSXHEORHVSDxROHVHOVXMHWRGHODVREHUDQtDQDFLRQDO $UW
— /DHVWUXFWXUDGHO(VWDGRHVGHVFHQWUDOL]DGD6HUHFRQRFHQODVGLIHUHQWHV
UHDOLGDGHVWHUULWRULDOHV (VWDGRGHODVDXWRQRPtDV DODYH]TXHVHJDUDQWL]DOD
XQLGDGGH(VSDxD $UW
— (O (VWDGR VH RFXSD GHO ELHQHVWDU GH ORV FLXGDGDQRV DO GH¿QLU (VSDxD
FRPRXQ(VWDGRVRFLDO\GHPRFUiWLFRGHGHUHFKR $UW
&RQJUHVRHODERUDOH\HVYRWDORVSUHVXSXHVWRV\FRQWURODDOSRGHUHMHFX
WLYR $UW (O6HQDGRHVXQDFiPDUDWHUULWRULDO $UW \GHVHJXQGD
OHFWXUDGHOH\HV\DTXHFDUHFHGHFDSDFLGDGGHEORTXHR
– Poder judicial. 6HGH¿QHFRPRXQSRGHULQGHSHQGLHQWHTXHUHVLGHHQ
MXHFHV\WULEXQDOHV $UW 3DUDJDUDQWL]DUODFRQVWLWXFLRQDOLGDGGHODV
OH\HVVHFUHDHO7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDO $UW
— Un sistema electoral basado en el sufragio XQLYHUVDOGLUHFWR\VHFUHWR
$UW\$UW TXH permite la participación de todos los ciudadanos ma
yores de edad.
— Una estructura territorial GHVFHQWUDOL]DGD TXH UHFRQRFH ODV UHLYLQGLFD
FLRQHVGHODVQDFLRQDOLGDGHVKLVWyULFDVSHURH[WHQGLHQGRDOUHVWRGHSURYLQFLDV
\UHJLRQHVHOGHUHFKRDIRUPDUFRPXQLGDGHVDXWyQRPDV $UW\$UW 7DP
ELpQ¿MDODVFRPSHWHQFLDVWUDQVIHULEOHV $UW \DTXHOODVTXHVRQFRPSHWHQ
FLDH[FOXVLYDGHO(VWDGR $UW
Conclusión. /D&RQVWLWXFLyQGHHVWDEOHFHXQUpJLPHQGHPRFUiWLFR\GHV
FHQWUDOL]DGRTXHUHFRJHORVDYDQFHVGHOFRQVWLWXFLRQDOLVPRGHORVGRV~OWLPRV
VLJORV VREHUDQtD QDFLRQDO VXIUDJLR XQLYHUVDO GHUHFKRV SROtWLFRV \ VRFLDOHV \
preocupación por el bienestar de los ciudadanos al declarar España como un
HVWDGRVRFLDOGHPRFUiWLFR\GHGHUHFKR
278 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
³8QD¿JXUDH[FHSFLRQDOHQWUDHQODKLVWRULD(OQRPEUHGH)UDQFLVFR)UDQFRVHUi\DXQ
jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la
FODYHGHQXHVWUDYLGDSROtWLFDFRQWHPSRUiQHD&RQUHVSHWR\JUDWLWXGTXLHURUHFRUGDUOD¿JXUD
de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del
Estado. (...)
“Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en las difíciles decisiones que, sin duda, el des-
WLQRDO]DUiDQWHQRVRWURV&RQVXJUDFLD\FRQHOHMHPSORGHWDQWRVSUHGHFHVRUHVTXHXQL¿FDURQ
SDFL¿FDURQ\HQJUDQGHFLHURQDWRGRVORVSXHEORVGH(VSDxDGHVHRVHUFDSD]GHDFWXDUFRPR
moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie
tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos
hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. (…)
“Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de
desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos
profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mí un deber que acepto con
decisión (…).
“Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del
Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constitu-
yen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en
su cultura, en su historia y en su tradición…
“La Corona entiende, también, como deber fundamental, el reconocimiento de los derechos
VRFLDOHV\HFRQyPLFRVFX\R¿QHVDVHJXUDUDWRGRVORVHVSDxROHVODVFRQGLFLRQHVGHFDUiFWHU
material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades…
“El Rey (…) expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia (...). El respeto a la
dignidad de la persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial
para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad”.
Texto 2. /H\SDUDOD5HIRUPD3ROtWLFD0DGULGGHQRYLHPEUHGH
dos los órganos del Estado. 2. La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes.
El Rey sanciona y promulga las leyes.
“Art. 2. 1. Las Cortes se componen del Congreso de los Diputados y el Senado. 2. Los,
diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los espa-
ñoles mayores de edad. 3. Los senadores serán elegidos en representación de las entidades
territoriales. El Rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior
a la quinta parte del de 105. 4. La duración del mandato de diputados y senadores será de
cuatro años.
“Art. 5. El Rey podrá someter directamente al pueblo una opción política de interés nacio-
nal sea o no de carácter constitucional, para que decida mediante referéndum, cuyos resultados
se impondrán a todos los órganos del Estado.
³'LVSRVLFLyQ¿QDO
“Art. 3º. La consulta se llevará a cabo formulando la siguiente pregunta: ¿Aprueba el Pro-
yecto de Ley para la Reforma Política?”.
Texto 3. 3DFWRVGHOD0RQFORD0DGULGGHRFWXEUHGH
cuotas de la Seguridad Social, las cuales no podrán aumentar durante 1978 en más de un 18%
respecto a 1977 (...).
“Las recaudaciones por imposición directa y por imposición indirecta en el Presupuesto del
Estado para 1978 resultarán paritarias (...).
“Medidas de actuación política y jurídica:
“Competencia judicial exclusiva para la suspensión o disolución de asociaciones (...).
“Limitar la competencia de la jurisdicción militar a los actos cometidos en centros o esta-
blecimientos o lugares estrictamente militares (...).
“Sometimiento a los tribunales ordinarios de las Fuerzas de Orden Público, cuando actúen
en el mantenimiento del mismo (...)”.
Texto 4. -XDQ&DUORV,Discurso0DGULGGHIHEUHURGH
“Al dirigirme a todos los españoles con brevedad y concisión, en las circunstancias extraor-
GLQDULDVTXHHQHVWRVPRPHQWRVHVWDPRVYLYLHQGRSLGRDWRGRVODPD\RUVHUHQLGDG\FRQ¿DQ]D
y les hago saber que he cursado a los Capitanes Generales de las regiones militares, zonas
marítimas y regiones aéreas la orden siguiente: Ante la situación creada por los sucesos desa-
UUROODGRVHQHOSDODFLRGHO&RQJUHVR\SDUDHYLWDUFXDOTXLHUSRVLEOHFRQIXVLyQFRQ¿UPRTXHKH
ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen las medidas
necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente.
“Cualquier medida de carácter militar que, en su caso, hubiera de tomarse deberá contar
con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.
“La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar en forma
algunas acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso
democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de
referéndum”.
Texto 5. $UGDQ]D*DUUR-RVp$QWRQLRSUHVLGHQWHGHO*RELHUQR9DVFR*XLPyQ8JDUWHFKHD-XOHQ
$OLDQ]D3RSXODU 0DUFR7DEDU$OIUHGR &HQWUR'HPRFUiWLFR\6RFLDO $XOHVWLD8UUXWLD.HSD
(XVNDGLNR(]NHUUD $U]DOOX]$QWtD;DYLHU 3DUWLGR1DFLRQDOLVWD9DVFR %HQHJDV+DGGDG-RVp
0DUtD 3DUWLGR6RFLDOLVWDGH(XVNDGL3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO \2OLYHUL$OEL]X,QD[LR
(XVNR$ONDUWDVXQD UHSUHVHQWDGRVHQHO3DUODPHQWR9DVFRPacto antiterrorista de Ajuria Enea,
$FXHUGRSRUOD1RUPDOL]DFLyQ\3DFL¿FDFLyQGH(XVNDGL9LWRULD*DVWHL]GHHQHURGH
“1. (…) Este Parlamento (vasco) rechaza (…) la utilización de la violencia tal y como viene
produciéndose en Euskadi (…).
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 281
Texto 6. 5HIHUpQGXP27$1GHPDU]RGH
“El Gobierno considera conveniente para los intereses nacionales que España permanez-
ca en la Alianza Atlántica y acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes
términos:
“1. La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la
estructura militar integrada.
“2. Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en
territorio español.
“3. Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos
en España.
“¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica, en los términos
acordados por el Gobierno de la nación?”.
282 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
Texto 7. 3DFWRGH7ROHGR%2(GHDEULOGH
Los sistemas de Seguridad Social constituyen en los países desarrollados, y muy espe-
cialmente en los países europeos, el eje central de las políticas de bienestar social dirigidas
a mantener y mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, y que contribuyen de forma esencial
a evitar la aparición de situaciones de necesidad y marginación. Los sistemas de Seguridad
6RFLDOHQVXRULJHQVHFRQ¿JXUDQHQWRUQRDGRVPRGHORVWHyULFDPHQWHGLVWLQWRV/RVPR-
delos de corte continental, basados en la profesionalidad y carácter contributivo, tienden
fundamentalmente a procurar el mantenimiento del nivel de vida de los trabajadores ante las
contingencias protegidas (enfermedad, incapacidad, vejez, muerte...). Los modelos de corte
XQLYHUVDOSRUVXSDUWHVHGLULJHQPiVHVSHFt¿FDPHQWHDODFREHUWXUDGHQHFHVLGDGHVEi-
sicas de todos los ciudadanos para mitigar las consecuencias más severas de tales contin-
gencias. Sin embargo, la evolución histórica de la mayoría de los sistemas de protección ha
FRQGXFLGRLQH[RUDEOHPHQWHDODFRQÀXHQFLDGHDPERVFULWHULRVHQVLVWHPDVGHFRUWHPL[WR
TXHSHUVLJXHQHQGH¿QLWLYDODFREHUWXUDGHDPERVREMHWLYRVHQDUDVGHXQPD\RUELHQHVWDU\
vertebración sociales. (…) En este contexto, el debate sobre evolución futura de los sistemas
de Seguridad Social y las fórmulas para garantizar en todo momento su permanencia, estabi-
lidad y progreso ha supuesto una constante que, si acaso se ha visto reforzada en las décadas
de los años 80 y 90 como consecuencia de las transformaciones sociales operadas, pero que,
en ningún supuesto -y así lo demuestra el análisis de las medidas adoptadas en los diferentes
países- ha representado la adopción de soluciones que implicaran un desmantelamiento de los
sistemas protectores o una variación sustancial en sus características básicas, sino que, por el
contrario, se ha basado siempre en medidas dirigidas a facilitar su consolidación y viabilidad
y reforzar sus garantías de cara al futuro, respetando en todo caso el modelo preexistente.
Este debe ser también el contexto en el que se centre el debate abierto en España. Se trata de
UHIRU]DUFRQVROLGDU\GDUYLDELOLGDGIXWXUDDOPRGHORGHSHQVLRQHVTXHKDLGRFRQ¿JXUiQGRVH
en los últimos años, pues es el que mejor permite combinar adecuadamente los principios de
seguridad y solidaridad, ya que:
1.” Asegura de forma solidaria, el acceso de los trabajadores a rentas de sustitución de sus
ingresos de activo hasta un determinado límite (prestaciones contributivas).
2.” Corrige las consecuencias más severas de la pobreza mediante la transferencia de ren-
tas básicas de compensación (prestaciones no contributivas).
3.” Universaliza determinadas prestaciones (asistencia sanitaria, servicios sociales y pres-
taciones familiares).
4.” Permite el acceso libre y voluntario a niveles de cobertura superiores a través de moda-
lidades complementarias libres.
5.” Coincide en sus rasgos principales con los vigentes en la mayor parte de los países de
la Unión Europea. (…)”.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 283
Texto 8. $]QDU/ySH]-RVp0DUtDSUHVLGHQWHGH*RELHUQR$UHQDV%RFDQHJUD-DYLHUVHFUHWD
ULRJHQHUDOGHO3DUWLGR3RSXODU\5RGUtJXH]=DSDWHUR-RVp/XLVVHFUHWDULRJHQHUDOGHO3DUWLGR
6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxROAcuerdo por las libertades y contra el terrorismo0DGULGGHGL
FLHPEUHGH
“El Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, decididos a reforzar su unidad
para hacer plenamente efectivas las libertades y acabar con el terrorismo, entienden que es su
responsabilidad ante la sociedad española adoptar el siguiente Acuerdo.
“El retorno de ETA a la violencia terrorista, tras el cese temporal anunciado en Septiembre
de 1998, ha puesto dramáticamente en evidencia la situación en el País Vasco. Con ello, ha
TXHGDGRWDPELpQGHPDQL¿HVWRHOIUDFDVRGHODHVWUDWHJLDSURPRYLGDSRUHO319\SRU($TXH
abandonaron el Pacto de Ajuria Enea para, de acuerdo con ETA y EH, poner un precio político
al abandono de la violencia. Ese precio consistía en la imposición de la autodeterminación para
llegar a la independencia del País Vasco.
“La estrategia de ETA no puede ser más evidente: tratan de generalizar el miedo para
conseguir que los ciudadanos y las instituciones desistan de sus principios, ideas y derechos y
así alcanzar sus objetivos que, por minoritarios, excluyentes y xenófobos, no lograrían abrirse
camino jamás con las reglas de la democracia.
“(…), la ruptura del Pacto de Estella y el abandono de sus organismos constituye, para el
Partido Popular y el Partido Socialista, un requisito imprescindible para alcanzar cualquier
acuerdo político o pacto institucional con el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna.
“1. El terrorismo es un problema de Estado. Al Gobierno de España corresponde dirigir
la lucha antiterrorista, pero combatir el terrorismo es una tarea que corresponde a todos los
partidos políticos democráticos, estén en el Gobierno o en la oposición. Manifestamos nuestra
voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros
dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo.
“2. (…), el PP y el PSOE nos comprometemos a trabajar para que desaparezca cualquier
LQWHQWRGHOHJLWLPDFLyQSROtWLFDGLUHFWDRLQGLUHFWDGHODYLROHQFLD3RUHVRWDPELpQD¿UPDPRV
públicamente que de la violencia terrorista no se extraerá, en ningún caso, ventaja o rédito
político alguno.
“3. Durante más de dos décadas de democracia, el pueblo vasco ha desarrollado su capaci-
dad de autogobierno en el marco de la Constitución y del Estatuto de Guernica. (…). El diálogo
propio de una sociedad democrática debe producirse entre los representantes legítimos de los
ciudadanos, en el marco y con las reglas previstas en nuestra Constitución y Estatuto y, desde
luego, sin la presión de la violencia. La paz, la convivencia libre y el respeto a los derechos
humanos son valores no negociables.
“4. La defensa de los derechos humanos y de las libertades públicas corresponde, en primer
lugar al conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: (…).
284 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
Texto 9. $EGLFDFLyQGH-XDQ&DUORV,0DGULGGHMXQLRGH
“Me acerco a todos vosotros esta mañana a través de este mensaje para transmitiros, con
singular emoción, una importante decisión y las razones que me mueven a tomarla. En mi
SURFODPDFLyQFRPR5H\KDFH\DFHUFDGHFXDWURGpFDGDVDVXPtHO¿UPHFRPSURPLVRGH
servir a los intereses generales de España, con el afán de que llegaran a ser los ciudadanos
los protagonistas de su propio destino y nuestra Nación una democracia moderna, plena-
mente integrada en Europa. Me propuse encabezar entonces la ilusionante tarea nacional
que permitió a los ciudadanos elegir a sus legítimos representantes y llevar a cabo esa gran y
positiva transformación de España que tanto necesitábamos.
Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vo-
sotros. Orgullo, por lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido en estos años.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 285
Y gratitud, por el apoyo que me habéis dado para hacer de mi reinado, iniciado en plena
MXYHQWXG\HQPRPHQWRVGHJUDQGHVLQFHUWLGXPEUHV\GL¿FXOWDGHVun largo período de paz,
libertad, estabilidad y progreso.
Fiel al anhelo político de mi padre, el Conde de Barcelona, de quien heredé el legado
histórico de la monarquía española, he querido ser Rey de todos los españoles. Me he sentido
LGHQWL¿FDGR\FRPSURPHWLGRFRQYXHVWUDVDVSLUDFLRQHVhe gozado con vuestros éxitos y he
sufrido cuando el dolor o la frustración os han embargado. (…)
El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad
necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de
esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación.
Contará para ello, estoy seguro, con el apoyo que siempre tendrá de la princesa Letizia.
Por todo ello, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles y
una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner
¿QDPLUHLQDGR y abdicar la Corona de España, de manera que por el Gobierno y las Cortes
Generales se provea a la efectividad de la sucesión conforme a las previsiones constituciona-
OHV$VtDFDERGHFRPXQLFiUVHORR¿FLDOPHQWHHVWDPDxDQDDO3UHVLGHQWHGHO*RELHUQR
Deseo expresar mi gratitud al pueblo español, a todas las personas que han encarnado
los poderes y las instituciones del Estado durante mi reinado y a cuantos me han ayudado
con generosidad y lealtad a cumplir mis funciones. Y mi gratitud a la Reina, cuya colabora-
ción y generoso apoyo no me han faltado nunca.
Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón”.
seno de Conferencias entre las Comunidades y los Estados solicitantes; que se ha asegurado la
unicidad en la representación de las Comunidades, respetando el diálogo institucional organi-
zado en los Tratados;
&RQVLGHUDQGRTXHDO¿QDOGHHVWDVQHJRFLDFLRQHVUHVXOWDHYLGHQWHTXHODVGLVSRVLFLRQHVDVt
acordadas son equitativas y adecuadas; que, en tales condiciones, la ampliación, al mismo tiem-
po que preserva la cohesión y el dinamismo internos de la Comunidad, permitirá a ésta reforzar
su participación en el desarrollo de las relaciones internacionales;
Considerando que, al convertirse en miembros de las Comunidades, los Estados solicitantes
DFHSWDQVLQUHVHUYDORV7UDWDGRV\VXV¿QDOLGDGHVSROtWLFDVODVGHFLVLRQHVGHWRGRRUGHQDGRS-
tadas desde la entrada en vigor de los Tratados y las opciones tomadas en materia de desarrollo
y fortalecimiento de las Comunidades; (…)
Considerando que los principios de democracia pluralista y de respeto de los derechos
humanos forman parte del patrimonio común de los pueblos de los Estados reunidos en las
Comunidades Europeas y constituyen, pues, elementos esenciales de la pertenencia a dichas
Comunidades;
Considerando que la ampliación de las Comunidades al Reino de España y a la República
Portuguesa contribuirá a fortalecer las salvaguardias de la paz y de la libertad en Europa,
EMITE UN DICTAMEN FAVORABLE: a la adhesión a las Comunidades Europeas del Rei-
no de España y de la República Portuguesa”.
Imagen 1. ,QWHQWRGHJROSHGH(VWDGRGHIHEUHURGH
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 287
*Ui¿FD9tFWLPDVPRUWDOHVGH(7$
(ODERUDFLyQSURSLDDSDUWLUGH6iQFKH]0DUUR\R)/D(VSDxDGHOVLJOR;;(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG
288 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
Mapa 1. 3DUWLGRVPiVYRWDGRVHQFDGDFLUFXQVFULSFLyQ
HOHFFLRQHVJHQHUDOHV
Elaboración propia
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 289
GLOSARIO DE LA UNIDAD
Comunidad Económica Europea &(( Fondo Social Europeo )6( 3DUWLGDSUHVX
$VRFLDFLyQ LQWHUQDFLRQDO FUHDGD PHGLDQWH HO SXHVWDULDGHOD8(GHVWLQDGDDPHMRUDUHOQLYHO
7UDWDGR GH 5RPD SDUD JDUDQWL]DU OD GHYLGDGHORVWUDEDMDGRUHVPiVGHVIDYRUHFL
FRRSHUDFLyQHFRQyPLFD\SROtWLFDGHORV(VWD dos de los Estados miembros.
GRV¿UPDQWHV )UDQFLD$OHPDQLD,WDOLD%pO
JLFD3DtVHV%DMRV/X[HPEXUJR /D&((HV GAL *UXSRV$QWLWHUURULVWDVGH/LEHUDFLyQ
MXQWRDOD&(&$ &RPXQLGDG(FRQyPLFDGHO 2UJDQL]DGRV SRU ORV VHUYLFLRV GH VHJXULGDG
&DUEyQ \ HO$FHUR \ OD &(($ &RPXQLGDG GHO (VWDGR OOHYDURQ D FDER HO DVHVLQDWR GH
(XURSHDGHOD(QHUJtD$WyPLFD HOHPEULyQGH PLHPEURVGH(7$
la actual Unión Europea.
Guerra del Golfo &RQÀLFWR
Estado descentralizado 2UJDQL]DFLyQ WH EpOLFR GHVDWDGR WUDV OD LQYDVLyQ GH .XZDLW
UULWRULDOGHXQSDtVHQODTXHVHUHFRQRFHHO SRU ,UDN HQWRQFHV JREHUQDGR SRU 6DGGDP
GHUHFKRDODXWRJRELHUQRDUHJLRQHV\PXQL +XVVHLQ UHVSRQGLGR SRU XQD FRDOLFLyQ LQWHU
cipios. QDFLRQDODXWRUL]DGDSRUOD218OLGHUDGDSRU
((88(QVHSURGXMRODFRQRFLGDFRPR
Fondo Europeo de Desarrollo Regional VHJXQGDJXHUUDGHO*ROIRHQODTXHGHQXHYR
)('(5 3DUWLGD GHO SUHVXSXHVWR HXURSHR EE. UU. lideró una coalición internacional
GHVWLQDGR D FRUUHJLU ORV GHVHTXLOLEULRV GH FRQWUD HO UpJLPHQ LUDTXt VL ELHQ HVWD YH] QR
renta y desarrollo entre las regiones de los FRQWyFRQHOUHVSDOGRGHOD218
(VWDGRVPLHPEURV6XGHVWLQRPiVKDELWXDO
es la construcción de infraestructuras y las GRAPO *UXSRV 5HYROXFLRQDULRV $QWLIDV
VXEYHQFLRQHV GH DFWLYLGDGHV GH IRUPDFLyQ FLVWDV3ULPHURGH2FWXEUH
y empleo.
Organización del Tratado del Atlántico Norte
Fondo Europeo de Orientación y Ga- 27$1 $OLDQ]DPLOLWDUIXQGDGDHQGX
rantía Agrícola )(2*$ 3DUWLGD GHO UDQWH OD *XHUUD )UtD 6X REMHWLYR IXH JDUDQ
presupuesto europeo destinado a financiar WL]DU OD VHJXULGDG GH ORV (VWDGRV GH (XURSD
OD3$&/DPD\RUtDGHORVIRQGRV)(2*$ RFFLGHQWDOIUHQWHDOH[SDQVLRQLVPRVRYLpWLFR
se destinan al control de los precios de los (VWiLQWHJUDGDSRUODVGHPRFUDFLDVHXURSHDV\
SURGXFWRVDJUDULRVDVHJXUDQGRSUHFLRVPt &DQDGiEDMRHOOLGHUD]JRGH((88
QLPRV D ORV SURGXFWRUHV (O )(2*$ WDP
ELpQ VXEYHQFLRQD OD PHMRUD GH ODV H[SOR Política Agraria Común 3$& &RQMXQWR
taciones y la formación profesional de los de medidas de la Unión Europea destinadas
agricultores. DUHJXODUHOPHUFDGRDJUtFRODGHORV(VWDGRV
290 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)
COMENTARIO DE TEXTO
Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDV
FRQFUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVH
HVFULELy
Pregunta 2. ,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
su contenido.
1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH
— Tipo de imagen: puede ser una fotografía, una pintura, un dibujo, un car-
tel propagandístico, una caricatura, etc.
— /RFDOL]DFLyQHVSDFLRWHPSRUDO situar la imagen en su momento histó-
rico.
— Tipo de fuente: por su origen puede ser primaria (contemporánea a los
hechos que narra) o secundaria (posterior a la sucesión de los hechos) y,
por su contenido, puede ser político, económico, social, religioso...
— (QIRTXH indicar si es objetivo, es decir, si describe los hechos, o subje-
tivo, si analiza, critica, satiriza...
2. 'HVFULSFLyQ
3. Análisis
EJERCICIO RESUELTO
Pacto de El Pardo
1. Análisis de la imagen
2. DHVFULSFLyQGHODLPDJHQ
3. Comentario de la imagen
Canovas del Castillo había sido el ideólogo del sistema político de la Res-
tauración, por la que Alfonso XII se convertía en rey de España, instaurándose
de nuevo la dinastía de los Borbones. Basó el sistema en el turno de partidos: el
suyo propio, el Partido Conservador, y el Partido Liberal de Sagasta. Durante el
reinado de Alfonso XII gobernará mayoritariamente el Partido Conservador. En
noviembre de 1885 muere Alfonso XII estando embarazada M.ª Cristina quien,
inmediatamente, se hizo cargo de la regencia.
1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH
— 0DUFRWHPSRUDO\JHRJUi¿FR
— 1DWXUDOH]D\FDUiFWHUGHOJUi¿FRFRPRIXHQWHKLVWyULFD a diferencia
GHORVWH[WRV\ODVLPiJHQHVORVJUi¿FRVVRQVLHPSUHIXHQWHVKLVWyULFDV
secundarias (al igual que los mapas). El carácter es muy variado (político,
HFRQyPLFRVRFLDO« \GHSHQGHGHODQDWXUDOH]DGHORVGDWRVUHÀHMDGRV
2. 'HVFULSFLyQ
&RQVLVWHHQGHVFULELUORVGDWRVUHÀHMDGRVHQHOJUi¿FR$XQTXHSXHGHYDULDU
OHYHPHQWHHQIXQFLyQGHOWLSRGHJUi¿FRODGHVFULSFLyQGHORVGDWRVGHEHUHÀHMDU
los valores máximos, mínimos y la media, así como aquellas variaciones (incre-
PHQWRVRGHVFHQVRVVLJQL¿FDWLYRVDXVHQFLDV« TXHUHVXOWHQGHVWDFDEOHV
3. Análisis
$XQTXHHODQiOLVLVYDUtDHQIXQFLyQGHOWLSRGHJUi¿FRORPiVLPSRUWDQWHVXHOH
ser explicar la evolución de los datos por ritmos (incrementos, descensos, cambios
bruscos...) y fases (marco temporal), así como la causa de los principales valores
(máximos, mínimos, media…). Ambos aspectos (evolución y principales valores)
deben ponerse en relación con los fenómenos históricos a los que hacen referencia.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 303
EJERCICIO RESUELTO
7**
7***
**
**
**
**
*
71* 717* 717 71* 71 71$* $7
Elaboración propia. Datos obtenidos del Instituto de Reformas Sociales (datos hasta 1924) y Boletín del Ministerio de Trabajo
1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH
2. DHVFULSFLyQ
La idea principal es que el primer tercio del siglo XX en España fue de gran
FRQÀLFWLYLGDGVRFLDOSXHVODWHQGHQFLDJHQHUDOHVDODO]D\QXQFDKXERPHQRVGH
cien huelgas convocadas, con más de mil en 1920.
304 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS
— Una primera subida desde 1909 (Semana Trágica en Barcelona y sus re-
percusiones).
— Un descenso coincidente con el inicio de la Primera Guerra Mundial,
cuando la neutralidad de España generó una bonanza económica pasajera
y poco aprovechada.
— Un fortísimo aumento desde 1916 y 1917 (año de la convocatoria de huel-
ga general en el mes de Agosto) así como en los años 1918, 1919 y 1921,
los años del denominado trienio bolchevique. Fue en estos años cuando
las movilizaciones obreras y las huelgas llegaron a su apogeo. Destacó la
huelga protagonizada por los trabajadores de la empresa eléctrica de Bar-
celona (La Canadiense) en 1919. Se produjeron violentos enfrentamien-
tos entre patronos y obreros, principalmente en Barcelona, acompañados
de cierres patronales y del pistolerismo (contratación de pistoleros para
cometer atentados). Por parte del Gobierno (Eduardo Dato como presi-
dente) se practicó una política dura y represiva y se aprobó la llamada Ley
de Fugas.
— El número de huelgas desciende claramente a partir de 1923, con la lle-
gada de la dictadura de Primo de Rivera y la prohibición y represión de
cualquier tipo de oposición o protesta.
— A partir de la dimisión de Primo de Rivera, en 1930, vuelven a generali-
zarse las huelgas por el debilitamiento del régimen y por la llegada de los
primeros síntomas de la crisis económica.
3. Análisis
3RGHPRVUHVXPLUHOFRPHQWDULRFDOL¿FDQGRHOSHULRGRDQDOL]DGRFRPRXQDpSR-
ca de fuertes tensiones sociales, protagonizada por una masa obrera que trabajaba
ya en empresas capitalistas de tipo moderno, bien organizada gracias a la importan-
te implantación sindical tanto socialista (UGT) como anarcosindicalista (CNT), y
que se radicalizó debido a los bajos salarios y las malas condiciones de vida.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 305
1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH
2. 'HVFULSFLyQ
3. Análisis
EJERCICIO RESUELTO
Elaboración propia. Datos obtenidos de Fernando García de Cortázar, Atlas de Historia de España, Editorial Planeta
1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH
2. DHVFULSFLyQ
3. Análisis
La idea principalUHÀHMDGDHQHOPDSDHVODSURJUHVLyQGHODVFRQTXLVWDV
de los sublevados (oeste de Asturias, Extremadura) y su dirección hacia Ma-
drid, tratando de conectar todas las regiones controladas. La evolución del
frente se explica por la superioridad militar de los sublevados, merced a su
unidad de mando así como a la experiencia de sus tropas, y por las desave-
nencias internas de la República. No obstante, el éxito del ejército republi-
cano en la defensa de Madrid hizo fracasar la idea de los insurrectos de una
guerra rápida.
Como ideas secundarias destacan:
— El avance sobre Madrid desde Navarra y Castilla-León llevado a cabo por
el general Mola apenas realizó conquistas al ser detenido por los milicia-
nos en la sierra madrileña.
308 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS
El término «rey»
En cuanto al término «rey», y sinónimos como «monarca» o «trono», el crite-
rio establecido por la RAE es que «deben escribirse con minúscula inicial por su
condición de nombres comunes (tanto si se trata de usos genéricos como si se trata
de menciones referidas a una persona concreta) los sustantivos que designan títulos
nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango», según ocurre en la
Unidad 6: «Se limitaron los poderes del rey, que mantuvo su poder moderador».
Sin embargo, «Corona» se escribirá en mayúscula cuando designe «en un
régimen monárquico al órgano al que corresponde la jefatura del Estado», como
ocurre también en la Unidad 6 en «Constitución de 1837: promovida por los
progresistas, fue consensuada con los moderados y la Corona».
El término «Gobierno»
En cuanto al término «Gobierno», es preciso escribirlo con mayúscula cuan-
do haga referencia al «órgano superior del poder ejecutivo de un Estado o de una
comunidad política, constituido por el presidente y los ministros o consejeros»,
lo que sucederá la mayor parte de las veces, como por ejemplo ocurre en la ora-
310 APÉNDICE NOTA ACLARATORIA SOBRE EL USO DE LAS MAYÚSCULAS
ción de la Unidad 5: «El Gobierno (presidido por el rey) y las Cortes compartían
la facultad de proponer leyes».
En cambio, deberá iniciarse con minúscula cuando se emplea para referirse
a la «acción y efecto de gobernar» o bien al «tiempo que dura el mando o auto-
ridad del gobernador», como ocurre en «Durante su gobierno (1820-1822) los
moderados abolieron el régimen señorial» también en la Unidad 5.
El término «Ejército»
El empleo del vocablo «Ejército» puede presentar dudas, fáciles de solucio-
nar si la oración admite su sustitución por «tropas» (como en la Unidad 6 en
«La revolución cantonalista fue rápidamente sofocada por el ejército excepto en
Cartagena»), en cuyo caso deberá escribirse en minúscula al carecer de valor
institucional.
El término «Estado»
Algo similar ocurre con «Estado», que empieza con PD\~VFXOD cuando se
UH¿HUHDXQD©IRUPDGHRUJDQL]DFLyQSROtWLFDGRWDGDGHSRGHUVREHUDQRHLQGH-
pendiente, que integra la población de un territorio; conjunto de poderes y órga-
nos de gobierno de un país soberano; país soberano, reconocido como tal en el
orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos
GHJRELHUQRSURSLRVªFRPRFXDQGRHQOD8QLGDGVHD¿UPDTXH©el Estado era
confesional, pero se permitía la práctica privada de cultos no católicos».
Los autores
EDITORIAL COLOQUIO