Hipotálamo y La Glándula Hipófisis

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Hipotálamo y la glándula hipófisis.

Durante mucho tiempo, se consideró a la hipófisis o glándula pituitaria como la glándula


endocrina “maestra” porque secreta varias hormonas que controlan otras glándulas endocrinas.
Hoy sabemos que la hipófisis tiene a su vez un maestro: el hipotálamo.

Little silly dato curioso: Las células en el hipotálamo sintetizan al menos 9 hormonas
distintas, y la glándula hipófisis secreta 7. Juntas, estas 16 hormonas juegan papeles importantes
en la regulación de virtualmente todos los aspectos del crecimiento, el desarrollo, el metabolismo
y la homeostasis.

La glándula hipófisis es una estructura con forma de guisante que mide 1-1,5 cm de
diámetro y descansa en la fosa hipofisaria de la silla turca del hueso esfenoides. Está unida al
hipotálamo mediante un tallo, el infundíbulo, y tiene dos lóbulos separados, tanto desde el punto
de vista funcional como anatómico. El lóbulo anterior de la hipófisis, también llamado
adenohipófisis.

El lóbulo posterior de la hipófisis, llamado neurohipófisis consta de 2 partes: la pars


nervosa, la porción bulbar más grande y el infundíbulo.

Lóbulo anterior de la hipófisis.

La liberación de las hormonas de la adenohipófisis se estimula mediante hormonas


liberadoras y se inhibe mediante hormonas inhibidoras desde el hipotálamo.

Sistema porto-hipofisario.

Las hormonas hipotalámicas llegan a la adenohipófisis a través de un sistema porta


hipofisario. Por lo general, la sangre circula desde el corazón a una arteria, a un capilar, a una vena
y vuelve al corazón. En un sistema porta, la sangre fluye desde una red capilar a una vena porta, y
luego a una segunda red capilar sin pasar por el corazón. El nombre del sistema porta indica la
localización de la segunda red capilar. En el sistema porto-hipofisario, la sangre fluye desde los
capilares del hipotálamo a las venas portales que llevan la sangre a los capilares del lóbulo anterior
de la hipófisis.

Tipos de células del lóbulo anterior de la hipófisis y sus hormonas.

Cinco tipos de células del lóbulo anterior de la hipófisis o


adenohipófisis (somatotropas, tirotropas, gonadotropas, lactotropas y
corticotropas) secretan 7 hormonas:

1. Las somatotropas secretan hormona de crecimiento humano


(hGH) o somatotropina (somato-, de sómatos = cuerpo). La hormona de
crecimiento humano, a su vez, estimula diversos tejidos para que secreten
factores de crecimiento similares a la insulina, hormonas que estimulan el crecimiento general del
cuerpo y regulan aspectos del metabolismo.

2. Las tirotropas secretan hormona tiroestimulante (TSH) o tirotropina (tiro- = relativo a


la glándula tiroides). La TSH controla las secreciones y otras actividades de la glándula tiroides.

3. Las gonadotropas secretan 2 hormonas: la hormona foliculoestimulante (FSH) y la


hormona luteinizante (LH). Tanto la FSH como la LH actúan sobre las gónadas. Estimulan la
secreción de estrógenos y progesterona y la maduración de los ovocitos en los ovarios, y estimulan
la producción de esperma y la secreción de testosterona en los testículos.

4. Las lactotropas secretan prolactina (PRL), que inicia la producción de leche en las
glándulas mamarias.

5. Las corticotropas secretan hormona adrenocorticotropa (ACTH) o corticotropina


(cortico- = corteza), que estimula a la corteza suprarrenal a secretar glucocorticoides como el
cortisol. Algunas hormonas corticotropas, remanentes de la pars intermedia, también secretan
hormona melanocitoestimulante (MSH).

Hormona de crecimiento humano y factores de crecimiento similares a la insulina.

Las somatotropas son las células más numerosas en el lóbulo anterior de la hipófisis, y la
hormona de crecimiento humano (hGH) es la hormona adenohipofisaria más abundante. La
función principal de la hGH es promover la síntesis y secreción de hormonas proteicas pequeñas
llamadas factores de crecimiento similares a la insulina (IGF) o somatomedinas.

Otros estímulos que promueven la secreción de hormona de crecimiento humano son la


disminución de los ácidos grasos y el aumento de los aminoácidos en la sangre, el sueño profundo
(fases 3 y 4 de sueño no REM), la actividad elevada del sistema simpático del sistema nervioso
autónomo, como podría ocurrir con el estrés o el ejercicio físico vigoroso, y otras hormonas, como
el glucagón, los estrógenos, el cortisol y la insulina. Factores que inhiben la secreción de la
hormona de crecimiento humano son los niveles elevados de ácidos grasos y los niveles
disminuidos de aminoácidos en la sangre, el sueño REM, la carencia afectiva, la obesidad, los
niveles bajos de hormonas tiroideas, y la hormona de crecimiento humano misma (a través de
retroalimentación negativa). La hormona inhibidora de la hormona de crecimiento (GHIH),
también conocida como somatostatina, también inhibe la secreción de la hormona de crecimiento
humana.

Hormona tiroestimulante (tirotrofina).

La hormona tiroestimulante o tirotrofina (TSH) estimula la síntesis y secreción de las 2


hormonas tiroideas, triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), ambas producidas por la glándula tiroides.
La hormona liberadora de tirotrofina (TRH) del hipotálamo controla la secreción de TSH.

Hormona foliculoestimulante.

En las mujeres, los ovarios son las dianas de la hormona foliculoestimulante (FSH). Cada
mes la FSH inicia el desarrollo de varios folículos ováricos y hace que las células secretoras que
rodean al ovocito en desarrollo comiencen a formar un saco. La FSH también estimula a las células
foliculares a secretar estrógenos (hormonas sexuales femeninas). En los hombres, la FSH estimula
la producción de esperma en los testículos. La hormona liberadora gonadotrófica (GnRH) del
hipotálamo estimula la liberación de FSH.

Hormona luteinizante.

En las mujeres, la hormona luteinizante (LH) desencadena la ovulación, la liberación de un


ovocito secundario (futuro óvulo) por un ovario. La LH estimula la formación de un cuerpo lúteo
(estructura formada luego de la ovulación) en el ovario y la secreción de progesterona (otra
hormona sexual femenina) por el cuerpo lúteo. Juntas, la FSH y la LH también estimulan la
secreción de estrógenos por las células ováricas. Los estrógenos y la progesterona preparan al
útero para la implantación de un óvulo fertilizado y ayudan a preparar a las glándulas mamarias
para la secreción de leche. En los hombres, la LH estimula a las células testiculares a secretar
testosterona. La hormona liberadora de gonadotrofinas hipotalámica (GnRH) controla tanto la
secreción de LH como la de FSH.

Prolactina.

La prolactina (PRL), junto con otras hormonas, inicia y mantiene la secreción de leche en
las glándulas mamarias. Por sí sola, la prolactina tiene un efecto débil. Sólo después de que las
glándulas mamarias han sido estimuladas por los estrógenos, la progesterona, los
glucocorticoides, la hormona de crecimiento humano, la tiroxina y la insulina, que ejercen efectos
permisivos, la PRL provoca la secreción de leche. La eyección de la leche de las glándulas mamarias
depende de la hormona oxitocina, que se libera de la neurohipófisis. Juntas, la secreción y
eyección de leche constituyen la lactación o lactopoyesis. El hipotálamo secreta tanto la hormona
excitadora como la inhibidora que regulan la secreción de prolactina. La hormona inhibidora de la
prolactina (PIH), que es la dopamina, inhibe la liberación de prolactina de la adenohipófisis la
mayor parte del tiempo.

Hormona adrenocorticotrofa.

Las células corticotropas secretan principalmente hormona adrenocorticotrofa o


corticotrofina (ACTH). La ACTH controla la producción y secreción de cortisol y otros
glucocorticoides en la corteza (porción externa) de las glándulas suprarrenales. La hormona
liberadora de corticotrofina (CRH) del hipotálamo estimula la secreción de ACTH en las células
corticotróficas. Estímulos relacionados con el estrés, como glucosa sanguínea baja o traumatismos,
también estimulan la liberación de ACTH. Los glucocorticoides inhiben la liberación de CRH y ACTH
por retroalimentación negativa.

Hormona melanocitoestimulante

La hormona melanocitoestimulante (MSH) aumenta la pigmentación de la piel


estimulando la dispersión de los gránulos de melanina en los melanocitos. Hay poca MSH
circulante en los seres humanos. Sin embargo, la administración continua de MSH durante varios
días produce oscurecimiento de la piel. Niveles excesivos de hormona liberadora de corticotrofina
(CRH) pueden estimular la liberación de MSH; la dopamina inhibe la liberación de MSH.

Lóbulo posterior de la hipófisis.

El lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis no sintetiza hormonas, sí almacena y


libera dos hormonas. Está formada por pituicitos y terminales axónicos de más de 10 000 células
neurosecretoras hipotalámicas. Los cuerpos celulares de las células neurosecretoras están en los
núcleos paraventricular y supraóptico del hipotálamo; sus axones forman el tracto hipotálamo-
hipofisario.

Los cuerpos neuronales del núcleo paraventricular sintetizan la hormona oxitocina y los
del núcleo supraóptico sintetizan la hormona antidiurética (ADH), también llamada vasopresina.
Las terminaciones axónicas en la neurohipófisis se asocian con células especializadas de la
neuroglía, llamadas pituicitos.

Oxitocina.

Durante y después del parto, la oxitocina afecta a 2 tejidos diana: el útero y las mamas de
la madre. Durante el parto, el estrechamiento del cuello del útero estimula la liberación de
oxitocina que, a su vez, estimula la contracción de las células del músculo liso en la pared del
útero; luego del parto, estimula la eyección de la leche (“bajada”) de las glándulas mamarias en
respuesta al estímulo mecánico ejercido por la succión del lactante.
Hormona antidiurética.

Como su nombre lo indica, un antidiurético es una sustancia que disminuye la producción


de orina. La ADH hace que los riñones devuelvan más agua a la sangre, disminuyendo el volumen
urinario. La ADH también disminuye la pérdida de agua a través del sudor y provoca contracción
arteriolar, lo cual incrementa la presión sanguínea. El otro nombre de esta hormona, vasopresina,
refleja este efecto sobre la presión sanguínea. La cantidad de ADH secretada varía con la presión
osmótica sanguínea y el volumen sanguíneo

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