Tora en Uno - Sukot

en
Folleto semanal #7
SUKOT
14 de Tishre - 29 de septiembre
Encendido de velas 6:08 pm
ALEGRÍA
UNIÓN Y
PROTECCIÓN
Rab Ishai Harari

Bet Hakneset Or Hashalom
Arcos Bosques
EL BESO
de la Arava
El séptimo y último día de Sukot se llama
Hoshaana Raba, fue nombrado así por las siete
hakafot (siete vueltas) que damos alrededor de la
Tevá, luego de lo cual tomamos cinco Arabot y las
golpeamos contra el piso, en recuerdo a la Mitzvá
de Arabá que hacían en el Bet Hamikdash.
En este día deseamos ‘Pitka Tava’, en Idish ‘A
guten Kvitel’, que significa “buena nota”, ya que
en Rosh Hashaná se escribe el juicio de las
personas en una nota, en Kipur se sellan, pero
aun no se las envian a la persona, hasta el día de
Hoshaana Raba, lo que implica que uno puede
detener todas las malas sentencias para que se
queden en el cielo y no se las envíen a la persona.
Es así como en Rosh Hashaná comenzamos un
proceso de limpieza y purificación, momento en
el cual empezamos a reconstruir la persona de
nuevo, la cabeza en Rosh Hashaná, seguimos
después con el cuerpo durante los diez días de
Teshuba; posteriormente, en Kipur nuestra alma
se adhiere a Dios y en Sukot Dios nos protege y
abraza, gesto simbolizado por las paredes de la
Suká. En Hoshaana Raba reunimos todas las
piezas que fuimos armando durante estos días y
terminamos de ensamblar a la persona ideal que
buscamos ser para poder empezar a leer la Torá
de nuevo al día siguiente en Simjat Torá.
En ese momento, en el que hemos elevado
nuestro nivel, Hashem se acerca y además de
abrazarnos nos da un beso especial, por lo que la
Mitzvá del día es la Arabá, cuyas hojas se
asemejan a los labios de las personas. Es así
como ese día Hashem nos besa para indicarnos
que estamos listos para iniciar firmes, seguros y
de manera positiva el nuevo año.
Por eso en este último día de Sukot, tomamos
cinco Arabot y las golpeamos contra el piso,
diciéndole a Dios: “queremos sentir tu beso
incluso en nuestras caídas, cuando nos
golpeamos, tropezamos y tocamos el suelo”.
Si logramos tener ese sentimiento, seguramente
estaremos listos para bailar con la Tora con
mucha alegría y sentir que no podemos vivir
ningún segundo en este mundo sin ese sabor tan
dulce que nos deja el beso de nuestro creador.
LA PROTECCIÓN
de Sukot
En la primera bendición de la Amidá decimos
‘Mélej ozer umoshia umaguen’, “El rey que ayuda,
salva y protege”. Veamos en detalle los términos
de la expresión:
Consideran los sabios que Mélej se refiere a Rosh
Hashaná, día en que coronamos a Dios, quién reina
sobre todas nuestras acciones, y entendemos que
todo lo que tenemos proviene de Él.
Ozer, “el que ayuda”, se refiere a los diez días de
Teshubá que hay entre Rosh Hashaná y Yom
Kipur, lo que implica que tenemos que
esforzarnos para que Dios ponga de su parte y
nos ayude a abandonar nuestros pecados.
Umoshia, “el que salva”, se refiere al día de Kipur,
lo que significa que Hashem salva a las personas
aunque no pongan nada de su parte, pues es la
esencia del día de Kipur, que perdona también a
quienes han llegado a lo más bajo.
Pasado lo anterior, luego del proceso de limpieza,
salimos del Kipur sin mancha alguna. Hemos
recibido un diamante del Rey que debemos
cuidar de nuestro instinto del mal, que desea
enturbiar de nuevo nuestra alma y quitarnos el
diamante recibido. Con ese propósito llega el
umaguen, “el que protege”, y eso se presenta en
Sukot cuando estamos en la Suká, que
corresponde al abrazo de Hashem quien nos
protege. Tenemos también el Lulab, que es como
la espada, y el etrog, que es como la granada,
nuestras armas contra lo negativo. Y lo más
importante es que tenemos siete guardaespaldas
con diferentes cualidades, los ushpizim, que nos
cuidan durante los siete días de Sukot y nos
enseñan las mejores maneras de protegernos de
todo lo negativo de este mundo.
TIENE SENTIDO...
a los ojos ¿por qué
El Hadas se compara ?
si solo tenemos 2 ojos
utilizamos 3 Hadasim
ojo para nosotros, un
R. ¡Tenemos 3 ojos! un ro
las necesidades del ot
segundo ojo para ver
o que es la visión del
y tenemos un tercer oj
a realidad espiritual.
pensamiento - ver un
LAS 4 ESPECIES
y la mujer
Cuatro especies muy diferentes entre sí se
reúnen en la festividad de Sukot, con la Mitzvá de
‘Arbaat Haminim’, “Las cuatro especies”. En el
judaísmo el número cuatro nos habla sobre el
valor de la mujer judía, que protege y lucha por
el bien de su hogar.
Comencemos con el Etrog, cuya forma y
características son similares al corazón; en ese
sentido, la mujer es la responsable de cuidar su
corazón y transmitir el espíritu judío a su
descendencia. Tiene un rico sabor y un agradable
olor y simboliza también la forma con la que deben
ser educados los niños, con cariño y dulzura. El
encanto del Etrog representa a nuestra matriarca
Sara, bella y admirada por su pureza y buenas
acciones. En Sukot tomamos un solo Etrog para
recordar a Itzjak el unico hijo de Sara, quien
demostró su bello corazón dispuesto a ser
sacrificado para cumplir con el mandato de Hashem.
Sigamos con el Lulav, que crece en la copa de una
palmera y su forma parece a la columna
vertebral, que soporta el cuerpo. De la misma
forma la mujer es quien sostiene el hogar y guia a
sus hijos para que sigan un camino recto y
verdadero, orgullosos del judaísmo. La palmera
tiene frutos y espinas representando a nuestra
matriarca Rivka, quien trajo al mundo un hijo
justo (Yaakov) y un hijo malvado (Esav). En Sukot
utilizamos un solo Lulav para indicar que
seguiremos únicamente el legado del Tzadik que
es comparado a la palmera.
Continuemos con el Hadas, las hojas de mirto, de
agradable olor. Sus hojas se asemejan a los ojos,
lo que nos indica que debemos cuidar nuestra
visión y nos muestra que las mujeres son los ojos
de la familia, que protegen el hogar de daños
físicos y espirituales que lo amenaza desde la
calle. En esa dirección, el Hadas que su tallo debe
estar tupido de hojas, se compara a nuestra
matriarca Leah que estuvo saciada de hijos y
tuvo el merito de suaves sus ojos de tanto llorar y
derramar lágrimas, pidiendo y rezando por su
futuro, un poder muy especial de las mujeres que
lloran y le rezan a Dios para que les ayude a
mantener su casa. Tenida en cuenta que Yaakov
tuvo doce hijos, que debían ser tres por cada una
de sus cuatro esposas (aunque Leah tuvo seis
hijos), en Sukot utilizamos mínimo tres Hadasim
(algunos acostumbran utilizar más).
Y por último, la Araba, el sauce, que crece en la
orilla de los ríos, con hojas similares a los labios,
lo que alude al cuidado de la boca, donde
introducimos lo que comemos y a través de la
cual sacamos nuestras palabras, y dado que la
mujer está más dotada que el hombre en el habla
por el cielo, su responsabilidad es utilizar esta
poderosa arma alentando a su esposo e hijos
para que sigan el camino de Hashem. La Araba
que se marchita rápidamente, representa a
nuestra matriarca Rajel que falleció a temprana
edad. El Midrash nos cuenta que durante el exilio
Hashem escuchó unicamente las plegarias de
Rajel, porque demostró que cuidaba su boca,
pues no acusó a su hermana Leah ante su amado
Yaakov. En Sukot utilizamos dos Arabot, que
corresponde a la cantidad de hijos que tuvo Rajel.
En esta festividad salimos de nuestra casa, la
fortaleza de la mujer, y construimos una cabaña
temporal, para desconectamos de lo material y
trabajar sobre nuestra esencia. Aprendamos de
nuestras matriarcas y al juntar las cuatro
especies unamos también los deseos de nuestro
corazón, nuestras acciones, así como nuestra
boca y los ojos para mejorar y servir a Hashem
con toda nuestra fuerza.
Ese momento incómodo

cuando te
invitan a la sucá de una
familia vegana, llegas
con los Arbaat Haminim
, y la anfitriona te dice
"en serio, no era necesa
rio, hay mucha comida
".
SHABAT Y SUKOT
Existe una relación entre el Shofar que
tocamos para confundir al Satan y el Lulav
que se compara a nuestra arma para vencerlo.
Este año 5784, tanto Rosh Hashana cómo
Sukot se celebraron en Shabat y nuestros
sabios establecieron que por ser Shabat no
tocamos el Shofar ni utilizamos los Arbaat
Haminin (las cuatro especies).
Entonces ¿cómo confundiremos al Satan?
¿Cual sería nuestra arma para luchar contra él?
Cuando el Satan ve la importancia que le damos
al Shabat, que por una pequeña sospecha que
vayamos a cargar el Shofar o el lulav (y
transgrediremos Shabat), estamos dispuestos a
perder una Mitzva de la Torá, el Shabat se
convierte en la mayor confusión y nuestra
mejor arma para vencer al instinto del mal.
LA ALEGRÍA DE
los Ushpizin
La Torá denomina a Sukot ‘Jag Haasif’, “la fiesta de
la recolección de la cosecha”, un periodo durante el
cual estamos inmensamente felices por los
resultados obtenidos por nuestros esfuerzos, razón
por la que la Torá nos ordena ‘vesamajta
bejagueja...’, “serás feliz en esta fiesta junto a toda
tu familia, con el levy, el converso, el huérfano y la
viuda”, una satisfacción real que únicamente
conseguiremos si la compartimos con los
necesitados: por eso tenemos la Mitzvá de Ushpizin,
“tener invitados que llegan a nuestra Suká”.
La palabra Ushpizin en arameo significa
huéspedes. Al respecto, nos dice el Zohar
Hakadosh que además de los huéspedes que
invitamos a nuestra Suká llegan Abraham, Itzjak,
Yaakov, Moshé, Aharon, Yosef y David, siete
“Ushpizin Ilain kadishin”, nuestros patriarcas
supremos, que estarán presentes en los siete días
de Sukot. Los Ushpizin se alimentan con la misma
comida que brindamos a quienes hemos invitado
a la Suká; si no lo hemos hecho, los Ushpizin se
niegan a comer con nosotros, se levantan y se van.
Un aspecto importante que debemos tener en
cuenta es que usualmente cuando invitamos
personas a nuestra casa, estas se pueden sentir
inferiores a nosotros, en tanto han requerido de
nuestro favor para estar allí. Y para evitar que ese
sentimiento de minusvalía se presente, antes de
ingresar a la Suká en esta festividad, el
propietario procede conjuntamente con sus
huéspedes a invitar a los Ushpizin para que
ingresen a la Suká, con lo que les demostramos a
los invitados que están en igualdad de
condiciones que nosotros y que los únicos
“invitados” son esos huéspedes supremos.
¿CUÁL ES EL SENTIDO?
¿Cuál sería el caso que una Suká
este hecha 100% segun la Halaja, bajo el
cielo etc... e igual sería Pesula?
Respuesta de Parashat Haazinu:
“Beetzem Hayom Haze”.
Ganador: Jacobo Mizrahi. ¡Felicidades!
Los invitamos a contestar el acertijo
de esta semana: +57-310-866-0123

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